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Nombre del curso: Psicobiología del Nombre del profesor: Saúl Chavez
Comportamiento Torres
Módulo: Actividad:
DESARROLLO INFANTIL
Tal vez no lo haya notado. No todos lo notan. Hay criaturas extrañas entre
nosotros. Su lenguaje es extraño. Hacen muchas preguntas. Su objetivo es habitar
el planeta Tierra en nuestro lugar. ¿Quiénes son estas criaturas? ¿De dónde
vienen? Vienen del espacio interior. Son niños.
Los bebés pueden responder de maneras más sutiles de lo que alguna vez se
imaginó. Andrew Meltzoff y Keith Moore encontraron que los bebés son imitadores
natos. Ya desde los 9 meses, los bebés pueden imitar acciones un día después de
verla, esta imitación es un auxiliar para el aprendizaje.
Fantz encontró que bebés de tres días de nacidos prefieren patrones complejos,
como tableros de ajedrez y dianas para tiro al blanco. Otros psicólogos han
aprendido que los bebés se entusiasman más con círculos y las curvas. Pocas
horas después de nacer, los bebés se dan cuenta de cambios en la posición de
objetos.
Los bebés pasarán más tiempo viendo un patrón facial humano que una cara
revuelta o un óvalo de colores. Sin embargo, esta preferencia se invierte más o
menos a los dos años de edad. En esta etapa, los objetos inusuales comienzan a
tener mayor interés para el niño. Jerome Kagan encontró que los niños estaban
fascinados por una cara con ojos en el mentón y una nariz en medio de la frente.
MADURACIÓN
Los bebés deben aprender a controlar sus acciones. Tal vez los primeros
esfuerzos de un bebé sean aproximados: un gateo inestable o algunos primeros
pasos tambaleantes. Con la práctica, los bebés “afinan” sus movimientos para que
sean más suaves y efectivos.
El psicólogo Carroll Izard cree tener evidencia de que los bebés pueden expresar
varias emociones básicas desde los 2.5 meses de edad. Y encontró que las
emociones abundan durante la infancia. Encontró que la expresión infantil más
común no es la excitación, sino el interés, seguido por la alegría, el enojo y la
tristeza.
Las emociones son principalmente innatas y tiene una fuerte base en la evolución
biológica. Es probable que sonreír ayude a los bebés a sobrevivir al despertar
afecto y otras reacciones positivas en quienes los cuidan.
Los genes son áreas pequeñas del código de ADN. Cada gen contiene
instrucciones que afectan un proceso particular o una característica personal. En
algunos casos, un solo gen es responsable de una característica heredada
particular. Sin embargo, la mayor parte de las características son poligénicas.
Al nacer, los bebés adictos son muy excitables y nerviosos, son perezosos y
deprimidos. Para la época que estos bebés entran a la escuela, a menudo sufren
de temblores, hiperactividad, apatía, aprendizaje lento del lenguaje y pensamiento
desorganizado.
Las mujeres embarazadas que beben mucho y en forma repetida causan a sus
hijos el síndrome de alcoholismo fetal. Los bebés afectados tienen peso bajo al
nacer, defectos corporales, o faciales y muchos sufren de retardo mental. También
son comunes los abortos y los nacimientos prematuros.
El tabaco también es dañino. Una mujer embarazada que fuma dos cajetillas al día
bloquea alrededor del 25% del suministro de oxígeno al feto. Las fumadoras
empedernidas corren un riesgo mayor de abortar o dar a luz prematuramente a
bebés de bajo peso.
Los fármacos inyectados en la médula espinal pueden reducir mucho el dolor sin
afectar al niño o el estado de alerta de la madre.
Durante el nacimiento, un padre puede formar recuerdos para toda la vida que
afectarán su voluntad de amar y cuidar a su hijo.
Los padres que desean estar presentes durante el alumbramiento muestran mayor
interés en sus bebés y es más probable que ayuden a cuidarlos.
Estos hallazgos apoyan dos creencias sostenidas por los psicólogos. Primera: el
estilo de la madre marca una diferencia. Segunda: el desarrollo inicial tiene efectos
duraderos en una persona.
Los padres son mucho más táctiles, más estimulantes desde el punto de vista
físico y tienen mayor probabilidad de participar en juegos inusuales.
En general, los padres pueden ser tan afectuosos y sensibles con sus hijos como
las madres. No es sorprendente, entonces, que los estilos de cuidado maternales
y paternales tengan un impacto importante en el desarrollo del papel sexual de los
niños.
Los niños son muy adaptables. Por tanto es tentador suponer que la paternidad
sólo necesita ser “adecuada” o “lo suficientemente buena” para que un niño se
desarrolle en forma normal.
Los bebés son criaturas sociales. El desarrollo social inicial establece una base
para las relaciones posteriores con padres, hermanos, amigos, parientes y
compañeros de escuela.
Cerca de cumplir el primer año, los bebés están conscientes de las expresiones
faciales de los demás y buscan guía en ellas, en especial de la madre.
Los bebés humanos forman un apego emocional con sus cuidadores principales.
El apego ayuda a mantener a los bebés cerca de sus madres, quienes
proporcionan seguridad, estimulación y una “base” segura a partir de la cual puede
salir a explorar el bebé.
Una señal directa de que se ha formado un lazo emocional aparece entre los 8 y
12 meses de edad. Los bebés muestran ansiedad por la separación cuando se les
deja solos o con un extraño.
Los bebés que tienen un apego seguro tienen un lazo emocional estable y
positivo. Se muestran intranquilos por la ausencia de la madre y buscan estar
cerca de ella cuando regresa. Los bebés inseguros evasivos tienen un lazo
emocional ansioso. Tienden a rechazar a su madre cuando regresa. El apego
inseguro ambivalente también es un lazo emocional ansioso. En este caso, los
bebés son ambivalentes: buscan estar cerca de la madre que regresa y se
resisten con enojo al contacto con ella.
Los bebés que tienen un apego seguro a la edad de un año muestran más
resistencia, curiosidad, habilidad para la solución de problemas y competencia
social en la etapa preescolar. La clave del apego seguro es una madre que está
aceptando al bebé y que es sensible a sus señales y ritmos. El apego deficiente
ocurre cuando las acciones de una madre son inapropiadas, insuficientes,
intrusivas, demasiado estimulantes o de rechazo.
El padre de los bebés con apego seguro tiende a ser sociable, agradable y feliz en
su matrimonio. Una atmósfera familiar cálida tiende a producir niños seguros.
Los elementos más importantes son una cantidad pequeña de niños por
educadora, grupos pequeños, educadoras capacitadas y una experiencia estable
en la guardería.
MONOS SIN MADRE.- Harry Harlow demostró que los bebés de monos Rhesus
separados de sus madres y criados en aislamiento se convirtieron en animales
adultos problemáticos. Estos “monos sin madre” nunca desarrollaron
comportamientos sexuales normales y si se apareaban, no eran buenas madres.
Un porcentaje considerable de padres abusivos a su vez fueron rechazados o
maltratados de niños. Los niños con graves problemas de apego no aprenden a
confiar en los demás ni a preocuparse por ellos. Como resultado, muchos son
crueles, iracundos y autodestructivos.
Las necesidades afectivas de un bebé son tan importantes como las necesidades
más obvias de alimento, agua y cuidado físico.
Poco después, se forma la primera conexión entre palabras y objetos, y los niños
pueden dirigirse a sus padres como “mamá” o “papá”. Al principio hay una etapa
de una sola palabra, durante la cual el niño dice una palabra a la vez. Poco
después, acomodan las palabras en oraciones simples de dos palabras llamadas
habla telegráfica. Cuando entra al primer año escolar, el niño puede entender
alrededor de 8 mil palabras y usa unas 4 mil.
¿Por qué los bebés de días de nacidos “bailan” con el habla pero no con otros
sonidos? Una posibilidad es que el reconocimiento del lenguaje sea innato. El
lingüista Noam Chomsky ha afirmado desde hace mucho que los humanos tienen
una predisposición biológica para desarrollar el lenguaje. Si existe este
reconocimiento innato del lenguaje, se explicaría por qué los niños de todo el
mundo usan una cantidad limitada de patrones en sus primeras oraciones.
HABLA DE CUIDADOR.- Los padres ayudan a que los niños aprendan el lenguaje
con un patrón exagerado de lenguaje llamado habla de cuidador.
Los padres tratan de ayudar a sus hijos para que identifiquen las características
clave del lenguaje.
Además de ser más simple, el habla de cuidador tiene una cualidad “musical”
distintiva y propia. La psicóloga Anne Fernald ha encontrado que las madres de
todas las naciones hablan a sus bebés con cambios similares en el tono.
Algunos elementos del lenguaje son innatos: todos los niños normales aprenden el
lenguaje, a menos que crezcan en un ambiente extremadamente anormal. Las
fuerzas ambientales también influyen en el hecho de que una persona desarrolle
habilidades lingüísticas simples o complejas. Es obvio que un florecimiento
completo del habla requiere de un cultivo esmerado.
El desarrollo en esta etapa indica que las concepciones del niño se están
volviendo más estables. Los objetos dejan de aparecer y desaparecer por arte de
magia y un mundo más ordenado y predecible reemplaza a las sensaciones
confusas y desconectadas de la infancia.
LA ETAPA PREOPERACIONAL (2-7 AÑOS).- Durante el periodo preoperacional,
los niños comienzan a pensar simbólicamente y a usar el lenguaje. Pero el
pensamiento del niño todavía es muy intuitivo.
El concepto de egocentrismo nos ayuda a entender por qué los niños a veces
parecen exasperantemente egoístas o sin intenciones de cooperar.
De acuerdo con teóricos del aprendizaje, los niños obtienen de manera continua
conocimientos específicos; sus habilidades mentales no sufren cambios
repentinos cada vez que entran en una nueva etapa. El crecimiento cerebral
ocurre en ciclos que corresponden a las etapas de Piaget. Muchas de las
observaciones de Piaget se han sostenido bien. Sus explicaciones para el
crecimiento de las habilidades de razonamiento en la infancia continúan
provocando debates.
Al nacer, el encéfalo de un recién nacido tiene menos sinapsis que los encéfalos
adultos. Sucede lo mismo con la cantidad de dendritas en el encéfalo del recién
nacido. Las experiencias iniciales de aprendizaje pueden literalmente moldear la
estructura del encéfalo en desarrollo. Por esto la calidad del ambiente de
aprendizaje de un niño llega a tener un impacto tan duradero. Esto resulta cierto
especialmente en ambientes que pueden describirse como enriquecidos o de
privación.
PRIVACIÓN INICIAL.- No necesitamos ir tan lejos para ver los efectos destructivos
de la privación (carencia o negación de los estímulos, la nutrición, la comodidad o
el amor normales) inicial.
Muchos niños han pasado los primeros cinco o seis años de vida en armarios,
áticos y otros ambientes restringidos. Cuando se les descubre, estos niños por lo
general son mudos, tienen retardo grave y daño emocional. Algunos sufren de
enanismo por privación.
Una de las primeras pistas surgió cuando el psicoanalista René Spitz comparó a
dos grupos de niños. Un grupo estaba formado por bebés sanos y activos en una
institución que Spitz llamó “guardería”. Un segundo grupo de bebés en un “hogar
para niños abandonados” sufría de hospitalismo.
A los bebés les gusta alcanzar y tocar cosas, pero normalmente toma alrededor de
cinco meses después del nacimiento para que se desarrolle esta habilidad. Por
muy limitados que parezcan estos cambios, lograron que el alcance dirigido
visualmente ocurriera seis semanas antes, en promedio.
Los programas como Head Start no hacen milagros, pero preparar a los niños
para la escuela. También enseñan a los niños habilidades sociales y emocionales
que pueden ayudarlos a afrontar mejor la vida.
La mayoría de las personas reconoce que los bebés necesitan mucho “cuidado
amoroso” para satisfacer sus necesidades físicas. El cuidado tierno y amoroso
debe incluir también las necesidades psicológicas de un bebé. Sería una buena
idea colocar la estimulación perceptiva e intelectual, el contacto afectuoso y el
afecto personal al principio de cualquier lista de necesidades infantiles.