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EL LAVADO DE ACTIVOS Y SU PUNIBILIDAD EN EL SISTEMA JURIDICO

COLOMBIANO

RAUL ALEJANDRO GOMEZ GALINDO

SERVICION NACIONAL DE APRENDIZAJE SENA

ANALISIS DEL SISTEMA DE ADMINISTRACION DEL RIEGO Y LAVADO DE


ACTIVOS Y FINANCIACION DEL TERRORISMO

2019
Uno de los delitos producto del conflicto que durante varias décadas hemos vivido es el
lavado de activos, entendiéndose a este como el proceso por medio del cual se busca
incluir dineros obtenidos de manera ilegal al sistema financiero, para luego volver a ser
utilizado en otros crímenes, como sería la financiación a grupos terroristas dentro o
fuera del país. En ese sentido, el gobierno nacional a partir de la promulgación de la
Carta Constitucional de 1991 ha facultado a varios organismos para que regulen y
minimicen el posible impacto que esta conducta atípica, antijurídica y punible, pueda
ocasionar, no solo al sistema financiero colombiano, sino a todo el esquema social.

En ese entendido, vemos como no solo la Fiscalía General de la Nación, sino la


Procuraduría y la Contraloría, al igual que el Ministerio de Hacienda, la
Superintendencia Financiera y la UIAF, cada día buscan evitar la continuidad de este
tipo de ilícitos, no solo mejorando sus procesos investigativos, sino que también
llevando ante la justicia a las personas inmersas en este tipo de actuaciones, teniendo
en cuenta que tanto el lavado de activos como el financiamiento al terrorismo son
conductas punibles, estipuladas en la ley penal y en otras leyes concordantes con la
misma.

Es así como llegamos a uno de los puntos esenciales de este escrito, que no es otro
que las sanciones que dichos organismos ponen a las personas que se encuentran
incurso en este tipo de conductas punibles.

Inicialmente debemos decir que el lavado de activos está estipulado en el artículo 42 de


la ley 1453 de 2011, mismo que modificó el artículo 232 de la ley 599 de 2000, el cual
indica que el lavado de activos es la relación que una persona tenga con los bienes
muebles, inmuebles o divisas que tengan como origen alguna actividad ilegal,
buscando que los mismos tengan una apariencia de legalidad, y a su vez nos dice que
tendrá como sanciones prisión de 10 a 30 años y multa de 650 a 50000 salarios
mínimos legales vigentes. En este punto entra en juego el papel de la fiscalía como
organismo que debe impulsar la acción penal, realizar las investigaciones conducentes
a esclarecer la culpabilidad y adicional, es quien, en estrados judiciales, deberá pedir la
imputación de cargos segur las conductas que se encuentren materializadas. Adicional
a esto vemos que se podría indilgar otro punible como lo es la extinción de dominio,
misma que está regulada por la ley 17’8 de 2014, entendiéndose la misma como la
cesación de los efectos civiles de posesión, propiedad y pertenencia de aquellos bienes
que se hayan obtenido por medio de actividades ilícitas. En este punto ya se han
encontrado tres sanciones aplicables a quienes hayan estado inmersos en el delito de
lavado de activos, siendo la primera prisión de mínimo 10 años, la segunda una multa
de mínimo 650 salarios mínimos, y la tercera la extinción del derecho de dominio sobre
los bienes obtenidos gracias a este crimen.

Pero recordemos que este delito no solo es cometido por personas naturales, sino que
también puede ser imputable a personas jurídicas, en cuyo caso se amplía el espectro
sancionatorio, esto en el entendido que ya entraran los demás órganos de control a
hacer el estudio respectivo. Es por eso que adicional a las tres sanciones previas,
encontramos otras de carácter administrativo, como serian el cierre temporal o
definitivo de los establecimientos y a la cancelación de la matricula mercantil de las
personas jurídicas que se vean inmersas en lavado de activos.

A modo de resumen en este acápite, vemos que tanto para las personas naturales
como jurídicas existen sanciones que, dependiendo de la trazabilidad que dé el juez u
organismo de control, puede ser prisión, sanciones económicas, comerciales y
mercantiles.

Por otro lado, y acudiendo al segundo tema que nos acoge en estudio, vemos que en
Colombia el tratamiento de los datos de cada persona se encuentran protegidos por la
Constitución en los artículos 15 y 20 subsecuentemente, y en desarrollo legal por la ley
1581 de 2012, conocida como la ley de protección de datos, la cual estipula que los
datos que ellos como entidad han obtenido, deben ser manejados con extrema
prudencia, evitando que los mismos sean usados de un modo incorrecto, limitando su
uso para los fines establecidos, aclarando que ellos, como sistema que unifica datos
financieros, que pueden ser usados por muchos organismos ajenos, su responsabilidad
se limita, dejando de lado los usos que los demás organismos den a los mismos.

Para finalizar vemos que, dentro del ámbito jurídico colombiano, tanto el tipo penal del
lavado de activos, como el tratamiento de datos personales, responden a principios
constitucionales, han tenido un desarrollo legal particular, y permite que la UIAF, los
organismos de control y el gobierno establezcan unos lineamientos que permita limitar
el abuso en ambos sentidos.

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