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distintos ámbitos como lo son la política, la ciencia, la cultura, entre otras. La música no es
la excepción, como el resto de áreas ha tenido su evolución, un avance que se adapta a los
nuevos contextos, algo totalmente bueno, obviamente… ¿O no?, cuando se habla de
avanzar, no necesariamente se debe relacionara con la mejora continua. En la historia de
la música, y haciendo énfasis en la clásica, se nota una gran riqueza de ritmos, estructuras,
variantes, y en fin, un gran variedad de formas y posibilidades. Siguiendo la modelo de
evolución, y por mera deducción, cualquiera pensaría que la música actual debe ser por
mucho mejor a la antigua, dentro de las cuales se encuentra la clásica, pero si se
comprueba dicha hipótesis hay cosas que no cuadran, la música se tornó más lineal, la
libertad de posibilidades es sesgada por patrones rítmicos que se repiten como formulas
con la certeza de que gustará, y… Funciona!, pero... ¿Por qué?
Una posible respuesta a esta pregunta es definir al avance, en este caso, como una
herramienta de simplificación, no por ello malo, ni tampoco bueno. Por ejemplo, El avance
tecnológico, es uno de los más evidentes, pese a que sus logros son de gran notoriedad a
simple vista, solo hay que tomar como ejemplo los dispositivos de almacenamiento de
datos, en el año 1400 La mayoría de la información era salva guardada en medios físicos,
uno de ellos y el más importante, el papel. Con este se llenaban enormes bibliotecas,
repletas de manuscritos, libros, y distintos documentos que muchas veces perecerían
antes de ser leídos por alguien distinto a su autor. Más tarde, en el año 1969 fueron
lanzadas las memorias RAM, una unidad de almacenamiento digital, novedoso para la
época, con sus impresionantes 1024 bytes de capacidad, una nimiedad comparada con el
presente. En 1998 una empresa comercializadora de hardware y software, International
Business Machines Corporation (IBM), inventa la memoria USB, una unidad de
almacenamiento más pequeña, y con una capacidad mayor, además de un uso más simple
y accesible a cualquiera con conocimientos básicos de informática.
La música clásica fue por años el deleite de muchos, casi un privilegio, llena de melodías
de ensueño, sin embargo ahora, lo más que causa es sueño. Es casi inconcebible lo que
hoy ocurre, el rechazo de un género tan bueno, y lleno de riqueza cultural, y en cambio
aceptar unos que dejan mucho que desear. Lo anterior se puede interpretar como una
respuesta al “avance”, ante la simplificación de los procesos humanos, el humano
responde simplificando su pensamiento.