Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
entrenamiento de la protección
Instinto de presa, instinto de defensa, instinto de lucha, etc, son las frases de
moda en el moderno entrenamiento de la protección. Suenan en cada
seminario al que asistimos, son argumentos de innumerables artículos pero
rara vez la gente se pone de acuerdo sobre lo que se dice sobre estos
"instintos".
Instinto de presa
Nota del autor: Considerando los efectos serios que el resultado final tendría
sobre una presa, no suscribo la idea de que el trabajo de presa sea solo un
juego tonto.
Instinto de defensa
El instinto de defensa no está sujeto al agotamiento, así que puede ser activado
a voluntad. Debería, sin embargo, formar parte de la conducta combativa de
todo perro de protección. Además, es el responsable de comportamientos
semejantes que se tienen en cuenta bajo presión o bajo amenaza.
Nota del autor: Es de esperar que esto permita a la gente ver el arma de
doble filo que es la defensa. La defensa es una parte del entrenamiento de
protección. La idea de que los buenos perros solo deberían trabajarse en
defensa es un peligro que ha estropeado muchos grandes perros.
Instinto de agresión
El comportamiento de agresión contiene tanto agresión reactiva (defensa)
como agresión activa como agresión activa (agresión social). Con todas las
teorías diferentes que existen sobre la agresión, todavía no hay disponible una
prueba concluyente de si la genuina agresión espontánea existe o no.
La agresión es aprendida.
La agresión es creada por experiencias negativas.
La agresión es innata.
Probablemente la verdad sea que la agresión sea el resultado de todos los tres
procesos.
Nota del autor: Todos queremos ver a nuestros perros trabajar de manera
agresiva frente el "tipo malo", pero necesitamos tener presente que esta es la
escena final que queremos ver. Con demasiada frecuencia, perros de alta
calidad no alcanzan su potencial porque sus propietarios quieren verlos
agresivos desde el principio, olvidando el hecho de que el perro tiene que
aprender muchos ejercicios complejos antes de que pueda aparecer sobre el
campo de competición. Así que es posible enseñar al perro primero un
ejercicio y luego hacer que lo realice agresivamente.
Instinto de lucha
Algunos expertos en perros creen que debe existir un instinto de lucha y que
está relacionado con el instinto de juego.
Perros como el que falla con frecuencia al entablar batalla con el figurante si
este no le presenta un estímulo defensivo, pero trabaja con confianza mientras
existe amenaza. El deseo de "buscar pelea" es un ingrediente esencial del
instinto de lucha.
En todos los perros con un acusado instinto de lucha, también encuentro un
pronunciado instinto de presa. Apresar es una actividad apasionante que no
estresa al perro.
El objeto de competición podría variar: podría ser la presa (de ahí la relación
con el instinto de presa); o podría ser el rango social, lo que funciona bien con
perros dominantes. Así que con objeto de aumentar el instinto de lucha,
tenemos que fomentar el instinto de presa, fortalecer el instinto de defensa y
reforzar la agresión enseñando al perro que puede derrotar y dominar al
figurante. Esto dejaría muy claro que tanto instinto de lucha es una cualidad
muy deseable, que no espera verse desarrollada completamente en un perro de
un año.
Lo que me impresiona de la discusión de los instintos cada vez que leo el libro
de Helmut Raiser es que analiza minuciosamente el material sobre una base
científica. No intenta hacer que la teoría concuerde con sus técnicas prácticas,
al contrario admite de buena gana sus errores anteriores, e intenta mejorar su
destreza práctica mediante una mejor comprensión de la teoría.