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DEL
SECTOR METALMECANICO
Junio 1998
INDICE
Documento I: Informe del Sector
• Contaminación atmosférica
• Contaminación de aguas
• Generación de residuos
CAPITULO 3. INVERSIONES
CAPITULO 4. CONCLUSIONES
Industrias Transformadoras del Hierro y del Acero Capitulo 1
Este sector con CNAE DJ (28) agrupa un gran número de actividades económicas que tienen en
común inputs materiales que utilizan el metal en términos genéricos en su proceso de producción.
Esta definición comporta un gran número de actividades que si bien son difícilmente homologables
desde el punto de vista productivo, lo son mucho más por los residuos que generan.
Si algo caracteriza al producto y a la actividad de este sector es su gran diversidad. Estas actividades
agrupan sectores tan diferentes como: el arte en metal, productos de primera transformación, industria
auxiliar, artículos metálicos, mecánico, mecánica en general, y además, las industrias químicas
asociadas al sector.
Este sector que como ya se ha comentado comprende una amplia gama de actividades y productos,
está constituido por empresas que en su mayoría son de pequeño y mediano tamaño. De hecho,
componen este subsector 41.723 empresas de las cuales 33.064 (un 79,2%) tienen menos de 5
trabajadores.
Dada la variedad de actividades y la diversidad de industrias que realizan este tipo de actividades es
prácticamente imposible representar un diagrama de flujo estándar por lo que procederemos a la
explicación de las principales actividades que desarrolla este sector y posteriormente, en el capítulo
2 sus incidencias y efectos medioambientales.
Las 2 actividades más importantes que comprende son, estructuras metálicas y calderería, que además
están íntimamente ligadas.
Las estructuras metálicas incluyen todo tipo de construcción atornillada, roblonada o soldada de
perfiles, chapas, tubos y cables, entre otros, destinada fundamentalmente a soportar cargas. Entre las
estructuras típicas figuran las de los edificios, naves industriales y agrícolas, cubiertas, puertas y
pasarelas, torres de líneas eléctricas, de emisoras y similares, silos y tolvas, compuertas y estructuras
para bienes de equipo.
Por calderería se entiende un amplio conjunto de fabricados a partir de chapa metálica (de acero,
aluminio, aleaciones, etc) que incorporan juntas estancas. Como ejemplos, cabe citar todo tipo de
tanques y depósitos (fijos y transportables), tuberías y conductos de chapa soldada, tuberías a presión,
turbinas, hornos, secaderos y calcinadores rotativos, generadores de vapor y de agua sobrecalentada,
cambiadores de calor, condensadores, precalentadores, recalentadores y sobrecalentadores,
sepentines, evaporadores y autoclaves, entre otros productos.
Otras actividades que quedan enmarcadas en este subsector son la fabricación de carpintería metálica,
la fabricación de generadores de vapor, la ingeniería mecánica general por cuenta de terceros,
artículos de cuchillería y cubertería, herramientas y ferretería, productos metálicos diversos excepto
muebles, tratamiento y revestimiento de metales, entre otras.
Si procedemos a analizar la situación actual de este subsector, el Valor Añadido Bruto (VAB) en 1996
fue de 1.010.000 millones de pesetas, un 1,2% más que el año precedente, no dejando de crecer desde
1986.
Los recursos humanos son un factor clave para la producción de estructuras metálicas y de calderería,
ya que en ambos casos se requiere una alta cualificación. Por sus especiales características
productivas, este tipo de actividades requiere un personal con elevados dotes de polivalencia y un alto
nivel de receptividad para la introducción de innovaciones.
En los subsectores de estructuras metálicas y calderería, y desde el punto de vista de los costes básicos
de producción (mano de obra y materiales), el aspecto más destacable ha sido el aumento, en el año
1996, de los costes medios del factor trabajo en un 4%. Igualmente se registraron pequeños aumentos
en el apartado de los costes de materias primas y materiales, destacando los incrementos del 2,5% de
los precios medios de los perfiles y del 2% en la chapa gruesa.
El déficit comercial del sector fue de 2.000 millones de pesetas, lo que supone 1.000 millones menos
que en 1995.
El siguiente cuadro refleja la evolución de las exportaciones e importaciones del sector en los dos
últimos años y el déficit comercial mencionado (Estos datos provienen del Informe sobre la Industria
Española 1996-1997 elaborado por el Ministerio de Industria y Energía, del que todavía no se
disponen datos más actualizados).
El elevado número de empresas, sin estrategia definida ni diferenciada, existente tanto en el subsector
de estructuras metálicas como en el de calderería, da lugar a una fuerte competencia entre ellas. En el
ejercicio 1996 las empresas de ambos sectores han competido, especialmente vía precios, dada la baja
utilización de la capacidad productiva instalada. Al tratarse de un sector muy atomizado, con
predominio de las empresas de tipo familiar y de dimensión reducida, y de altos costes de transporte,
la rivalidad se centra en los mercados locales o regionales. Además la capacidad de negociación de
la empresa es reducida, al ser las ingenierías de diseño, las ingenierías de desarrollo o las propias
empresas del sector de destino, sus principales clientes que, en general, tienen un mayor poder de
negociación. Por otra parte hay que hacer mención a la presencia de bienes sustitutivos: el hormigón
armado, en el caso de las estructuras metálicas, y los cada día más resistentes y manejables materiales
plásticos, en el caso de la calderería.
Los datos que se facilitan corresponden al último informe sobre la industria española realizado por el
Ministerio de Industria. No hay disponibilidad de datos más actualizados.
Las tendencias para los próximos años son esperanzadoras. Durante los primeros meses del año
se ha observado un aumento en la cartera de pedidos tanto en el sector de estructuras metálicas
como en el de calderería que, sin ser espectacular, confirma que el sector se mantiene en un
crecimiento moderado.
Otros retos importantes a los que se deberá enfrentar este sector son:
En cuanto al importe neto de la cifra de negocios, el País Vasco, seguido de Cataluña encabezan la
tabla de Comunidades Autónomas con mayor cifra. En la parte baja de la tabla, se encuentran
Extremadura y Baleares.
Podemos definir efecto medioambiental como toda acción transformadora (o cambio) ocasionada
directa o indirectamente por las actividades, productos y servicios de una organización en el medio
ambiente, sea perjudicial o beneficiosa.
Se consideran efectos directos aquellos sobre los que las empresas pueden ejercer una acción o control
directo para su minimización o eliminación, en el caso de resultar perjudiciales, o para su
potenciación, en el caso de resultar beneficiosos para el medio ambiente.
Asimismo se consideran efectos indirectos los derivados de actuaciones de terceros, sobre los que no
se posee un control o influencia directa.
Es importante aclarar que las incidencias medioambientales que a continuación se detallan, no tienen
por que darse en todas las industrias que realizan este tipo de actividades.
Resumen de los efectos medioambientales producidos por las principales actividades desarrolladas
en el sector de Productos Metálicos:
Emisiones atmosféricas
volumen de emisiones arrojado. Entre estas actividades objeto de estudio se encuentran los focos
clasificados en el grupo A del Catálogo de actividades potencialmente contaminadoras del medio
ambiente atmosférico (Decreto 833/75).
El resto de subsectores presentan cierta incidencia sobre la atmósfera pudiendo considerarse ésta
como de un término medio.
Hornos de fusión (no eléctricos) Gases de combustión (CO, NOx, SO2, Opacidad, Inquemados),
partículas sólidas metálicas
Los principales impactos a los que contribuyen los contaminantes de la atmósfera que se generan
en este sector son los siguientes:
Es de destacar que una parte muy considerable de los focos de mayor incidencia no cuenta con los
medios adecuados para limitar las emisiones al exterior, potenciando de este modo su propia
peligrosidad. Sin embargo, es de rigor destacar la importancia de cumplir con los límites legales que
les son de aplicación en lo que se refiere a emisiones.
Como emisión tipo del sector pueden considerarse dos: la emisión generalizada de partículas sólidas
en suspensión (de carácter metálico en la mayor parte de los casos) y los gases de combustión que
son también emisiones tipo correspondientes a los subsectores que implican algún tipo de fundición
de metales.
El principal potencial contaminador de las partículas emitidas radica en ser fácilmente transportables
a grandes distancias y en que pueden originar trastornos en la salud de tipo respiratorio si son
inhaladas o de tipo irritante en personas susceptibles o alérgicas.
La mayor parte de los compuestos volátiles emitidos no llegan a ascender más de unos cuantos
centenares de metros. En el caso de que el aporte de residuos sea elevado y constante, y si además las
condiciones climáticas lo favorecen, los contaminantes pueden permanecer en una determinada zona
muy local durante un largo período de tiempo con lo que, entonces, sus efectos se perciben de forma
notable, contribuyendo al incremento del efecto invernadero y a la formación de smog fotoquímico,
fundamentalmente.
Aguas residuales
Aunque no puede hablarse de un vertido tipo del sector, sí puede decirse que un contaminante común
son los metales, como resultaría previsible, apareciendo los mismos en función de la manera de tratar
la pieza. En todos aquellos procesos que implican mecanizado se produce contaminación del metal
tratado así como materia en suspensión. La presencia de taladrinas y mezclas de aceite y agua, está
directamente ligada a la existencia y adecuación de sistemas adecuados de retención de derrames y
en este sentido, uno de los aspectos más significativos es la ausencia de medidas o dispositivos para
la recogida de dichos derrames, goteos, agua de lavado de instalaciones, hidrolimpieza de equipos,
etc., que acaban siendo evacuadas por la red de desagües.
Así se produce de hecho una contaminación de las aguas debido a su contenido en diversos
compuestos utilizados con frecuencia en este tipo de industrias, tales como aceites, disolventes,
taladrinas, restos de pinturas y esmaltes, decapantes y desengrasantes, fundamentalmente.
El mayor problema respecto a las aguas residuales se centra en las empresas que realizan algún tipo
de tratamiento superficial de piezas metálicas (pintura, recubrimientos) o de conformación, prensado
o mecanizado.
Se deben destacar los vertidos originados de forma puntual cuando se procede a la renovación de
soluciones agotadas o contaminadas, las cuales son de menor importancia en caudal, pero su
repercusión puede ser grave dada la elevada concentración de contaminantes.
Lavados del proceso de pintura de piezas (fosfatado) • pH, PO43-, sólidos en suspensión
Los efectos medioambientales de estos vertidos se agrava ante el hecho de que, de forma generalizada,
no sufren tratamiento (pudiéndose producir puntas importantes de contaminación) y a que, como ya
se ha dicho, no siempre se cuenta con las medidas necesarias para controlar vertidos prohibidos.
Por su baja o nula incidencia en los vertidos líquidos destaca el subsector de fundición de hierro, al
emplear circuito cerrado de refrigeración.
Los principales impactos a los que contribuyen los contaminantes de las aguas que se generan en este
sector son los siguientes:
•
Eutrofización NO3, PO43-, K+, Ca2, Mg2
Salinización del medio receptor • Aniones y cationes (varios)
• Acidos y bases
Los contaminantes más importantes a considerar son los metales disueltos y algunos productos
químicos. Estos productos pueden ser tóxicos para la vida acuática incluso a niveles de concentración
muy bajos.
El potencial contaminador de los vertidos se debe a la toxicidad de los compuestos que pueden
verterse. Los efectos reales se deben a la ausencia de instalaciones de minimización o depuración de
efluentes.
En términos de riesgo ambiental, la mayor parte de los problemas provienen de vertidos incontrolados.
Las situaciones más comunes que producen vertidos incontrolados pueden ser:
• Rebose de tanques debido a una inadecuada atención durante la adición de aguas o puntas de
caudal procedentes de los sistemas de refrigeración.
Los vertidos procedentes de limpiezas han de tener menores concentraciones en metales y productos
químicos pero sus grandes volúmenes pueden originar una carga significativa.
Las descargas incontroladas al alcantarillado o a un curso de agua pueden causar, en primer lugar,
interferencias serias en tratamientos biológicos posteriores (si existen) y, en segundo lugar,
consecuencias letales para organismos acuáticos y plantas, representando además, un obstáculo para
el establecimiento de suministros de agua potable.
Cada planta individual puede optimizar sus operaciones de uso de agua mediante una buena gestión
interna, cambios en el proceso, medida de caudales, instalación de instrumentos de control y reciclado
interno.
En los subsectores que implican fundición, la generación de aguas residuales se limita prácticamente
a aguas de refrigeración, poco contaminadas y que pueden ser recirculadas. En este tipo de empresas
las aguas residuales constituyen un efecto medioambiental de escaso peso específico.
En la tabla siguiente se entresacan los principales RTP´s generados en el sector, así como los procesos
de los que proceden:
Mecanizado •
Residuos de los procesos de tratamiento
mecánico de superficie
Anodizado de aluminio • Residuos y lodos de procesos hidrometalúrgicos
no férreos
Trapos, vasos y material contaminado • Absorbentes, materiales de filtración, trapos de
limpieza y ropas protectoras
Cambio de aceites hidráulicos de maquinaria
Aceites hidráulicos y líquidos de freno usados
•
Mantenimiento de vehículos, carretillas, etc • Aceites lubricantes de motores y engranajes
• Pilas y acumuladores
Aunque no puede hablarse de RTP´s típicos del sector, sí puede destacarse que algunos RTP´s
aparecen en un buen número de empresas.
Así, siempre que existan procesos de pintura de metales, se producen una serie de RTP´s derivados
del propio proceso de pintura y de los tratamientos superficiales que recibe el metal previamente y,
desde este punto de vista, pueden considerarse como RTP´s tipo, expresado de forma genérica, los
residuos de la formulación, fabricación, distribución y utilización de pintura y barniz.
Este tipo de residuo se detecta en la mayor parte de las empresas y aparece, asimismo, como uno de
los que se generan en mayor cantidad. Dentro de esta clasificación genérica se incluyen baños
agotados de desengrase alcalino, fosfatado y pasivado, polialcoholes, disolventes clorados, pintura
fuera de especificación y derrames de pintura.
Como residuos frecuentes y típicos de las empresas de fabricación de productos metálicos podemos
destacar:
• Aceite usado: Que procede, generalmente, de compresores que se utilizan para accionar equipos
que funcionan neumática e hidráulicamente.
• Taladrinas: Procede de las secciones de mecanización de las empresas de fabricación de bienes
de equipo, así como viruta de mecanización impregnada de taladrina.
Para el resto de subsectores pueden destacarse los RTP´s generados durante el proceso de anodizado
de aluminio, por la cantidad generada.
Los principales impactos a los que contribuyen los residuos tóxicos y peligrosos que se generan en
este sector son los siguientes:
El efecto medioambiental que pueden generar se ve agravado por el hecho de la ausencia de una
gestión adecuada para todos los RTP´s generados y un bajo grado de control en la generación de los
mismos.
En lo concerniente a los envases, no se produce una adecuada segregación de los mismos, de forma
que los residuos industriales inertes, entre los que se mezclan, acaban siendo contaminados por
mezcla con RTP.
En cuanto a los residuos de envase, se ha de hacer una distinción entre aquellos considerados inertes
o asimilables a urbanos y aquéllos otros que por sus características puedan constituir un RTP. Entre
éstos últimos se pueden citar:
Ante la decisión de disminuir el impacto medioambiental que una industria y su actividad provocan,
existen dos tipos de medidas que se pueden adoptar, por un lado, medidas internas de control de la
propia industria y cambios en los procesos de producción, y por otro lado, tratamiento adecuado de
los residuos, vertidos y emisiones generados.
Si atendemos a las diferentes áreas medioambientales sobre las que incide esta actividad, de modo
muy breve y generalizado se enumeran algunas medidas que se pueden adoptar sobre cada una de
dichas áreas con el fin de solventar los problemas que crean (posteriormente, se detallarán
determinadas medidas concretas que se recomienda aplicar en industrias que desarrollan este tipo de
actividades).
En primer lugar podemos enumerar 7 maneras de actuar muy generales para la prevención de la
contaminación de este tipo de industrias, que engloban las recomendaciones y medidas específicas
que posteriormente se realizan en este estudio.
• Modificación del proceso o equipos con el objetivo de reducir la cantidad de desechos generados.
• Sustitución o eliminación de materias primas: Se trata del remplazo de las materias primas
existentes por otros materiales que produzcan menos desechos, o menor toxicidad.
• Prevención de pérdidas y mantenimiento: Se trata del mantenimiento preventivo y del manejo del
equipo y materiales con el fin de reducir las probabilidades de fugas, derrames, pérdidas por
evaporación y otras emisiones potencialmente tóxicas.
Es importante tener en cuenta que todas las opciones mencionadas y las que posteriormente se
enumerarán, no tiene por que ser de aplicación en todas las plantas industriales.
• Contaminación atmosférica
Obligaciones:
La normativa vigente de carácter medioambiental clasifica los focos industriales de emisión en tres
categorías en función de su potencial contaminador, siendo las exigencias y controles requeridos para
cada categoría. De mayor a menor potencial contaminador se consideran los grupos A, B y C.
(Decreto 833/75 Protección del Ambiente Atmosférico).
Las principales obligaciones de las industrias respecto a la normativa sobre protección de la atmósfera
son las siguientes:
• Contaminación de aguas
Antes de afrontar el problema de la depuración de las aguas residuales, debe estudiarse a fondo todo
el proceso de fabricación, con el fin de replantearse todas las tecnologías y formulaciones, para así
minimizar la polución que produce la industria, reduciendo a la vez el volumen de agua vertida.
En realidad se trata de integrar en el diseño del proceso productivo: la economía, la ecología, la calidad
y la seguridad; ya que estos cuatro condicionantes son interactivos y con límites difusos entre ellos.
Por tanto esta realidad hace necesaria su aplicación global cuando se planifica la producción.
Es recomendable:
En una primera etapa se ha tenido que vencer la oposición inicial de los responsables de la
producción, quienes ponían significativas objeciones a la posible reutilización y su inocuidad para
la calidad final del producto. Sin embargo, su uso ya está implantado sin problemas especiales en
diversas industrias, especialmente en las operaciones de remojos y lavados. Incluso en algunos
casos se utiliza en baños de tintura.
Las instalaciones que se precisan son relativamente simples y ya hace mucho tiempo que se
utilizan en la industria papelera. Básicamente son depósitos, bombas, conducciones y filtros. La
utilización de técnicas más complejas como la ozonización, la microfiltración, las reacciones
electroquímicas, las resinas de adsorción regenerables, etc, se han realizado pruebas piloto a nivel
de laboratorio o incluso a pie de fábrica, pero no se tiene conocimiento de su implantación práctica
a escala industrial.
Una vez generadas las aguas residuales, existen dos modalidades de vertido que a continuación se
explican junto con las obligaciones que cada una de ellas exige.
Vertido a cauce público: Las empresas que vierten directamente sus aguas residuales al medio
natural, están obligadas a un tratamiento de depuración completo para alcanzar los límites de calidad
fijados por la administración competente del medio receptor. Existen variaciones en los límites
exigidos, según sea el medio receptor (debido a diversos factores como la dilución, la sensibilidad, el
tipo de vida piscícola que haya, etc).
Respecto a los vertidos realizados a cauce público, entendiéndose como tal, los cauces, lagos y
lagunas y los acuíferos subterráneos, las principales obligaciones son las siguientes:
• Las empresas deben disponer de una autorización para verter a cauce público, otorgada por los
Organismos de Cuenca correspondientes (Confederaciones Hidrográficas).
• Se debe aportar un estudio hidrogeológico de la zona, en caso de realizar un vertido por
infiltración.
• No se deben verter las sustancias incluidas en las relaciones I y II del Anexo al Título III, del
Reglamento del Dominio Público Hidráulico (RDPH)1.
• Se deben cumplir los límites cuantitativos y cualitativos del vertido. Con respecto a estos últimos,
no podrán superar los valores contenidos en la Tabla 1 del Anexo al Título IV del RDPH; excepto
para caudales de escasa cuantía.
• La reutilización de las aguas residuales generadas, precisa concesión administrativa. La captación
de más de 7.000 m3/ anuales de un pozo, requiere concesión administrativa.
• La captación de agua desde un río o canal, requiere concesión administrativa.
• Se debe abonar el canon de vertido que sea de aplicación.
Vertido al colector municipal: En los vertidos a sistemas de saneamiento conjunto, muchas veces
con sólo un pretratamiento se consigue la calidad exigida en el vertido, en otras es necesario un
tratamiento biológico o fisicoquímico. Un desbaste (como protección de los elementos posterior) y
1
Por la trascendencia de este reglamento se anexa su texto completo en el apartado de legislación.
una homogeneización acostumbran a ser suficientes para verter las aguas industriales de acuerdo con
la correspondiente Ordenanza municipal. Otra cuestión es el elevado canon que debe pagarse a la
Administración por verter en estas condiciones, hecho que quizás justifique económicamente una
depuración previa parcial.
Cuando se procede a la depuración conjunta de las aguas residuales de este tipo de industrias y las
aguas residuales urbanas, se obtiene una mayor calidad final del vertido. Esta es una práctica habitual
en países con importante implantación de esta industria como Estados Unidos, Alemania e
Italia.
• Deberán respetarse los Reglamentos municipales locales si los hubiere y en otro caso, considerar
como límites de vertido los de destino final.
• Las reglamentaciones locales (variadas) suelen hacer mención a la necesidad de:
Solicitar autorización para el vertido.
Adecuación a unos determinados límites.
Llevar un Libro de Registro de los Controles Analíticos .
Disponer de una arqueta para la toma de muestras.
• Presentar una solicitud de autorización de vertido de aguas residuales.
• Satisfacer el canon de vertido o saneamiento.
• Instalar las medidas correctoras necesarias para adecuar el vertido a la calidad requerida, en
función del medio receptor del mismo.
La elección de las técnicas de tratamiento más adecuadas para los efluentes finales y las corrientes
intermedias no es una decisión fácil. Es recomendable seguir los siguientes pasos:
• Determinar las variaciones de los vertidos sin tratar respecto de los flujos compatibles y el rango
de reactivos necesarios para su tratamiento, así como la cantidad de fango que se producirá.
• Seleccionar la combinación más efectiva y económicamente viable de los procesos de tratamiento
investigados.
• Diseñar la planta de tratamiento final o los sistemas de tratamiento intermedios.
Ahorro de agua
La optimización del consumo de agua es uno de los aspectos claves que deben acometerse por las
ventajas inmediatas que ocasiona, entre las que destaca las siguientes:
Por otra parte, el agua es cada vez más un bien escaso que es necesario controlar y, en la medida de
lo técnica y económicamente posible, minimizar su consumo. Además desde un criterio
medioambiental debe considerarse como un efecto o impacto el consumo de agua por encima de lo
estrictamente necesario, siempre y cuando se realice de forma significativa.
Un aspecto importante a tener en cuenta es el estudio de la calidad de agua requerida para cada uso.
Un estudio de este tipo correctamente aplicado puede proporcionar información sobre la reutilización
de agua para usos que requieran menor calidad, como por ejemplo para limpiezas.
Otra utilización muy extendida son las limpiezas o baldeos, en los que habitualmente se utiliza agua
en exceso. Aunque en el sector de productos metálicos esta práctica no está muy extendida, en los
casos en los que sí se realice puede ser factible la colocación de elementos o sistemas de corte
automáticos (tipo pistola) que además mejora la eficacia de las limpiezas.
• Generación de residuos
En función de los residuos que genera este tipo de actividad, algunas acciones recomendadas son:
RTP´s en general:
Aceites usados:
• Los productores de aceites que generen menos de 500 l/año están exentos de llevar Registro
interno de productor de estos aceites.
• Los pequeños productores de aceites deben formalizar el documento A de control y seguimiento.
• El resto deben formalizar el documento B.
Policlorobifelinos/Policloroterfelinos (PCB/PCT)
• Está prohibida la evacuación, abandono y depósito incontrolado de los PCB así como los objetos
y aparatos que los contengan.
• Necesitan autorización las instalaciones para la recogida y almacenamiento temporal de PCB
residuales.
• No se pueden almacenar PCB durante un período superior a 6 meses.
• Los aparatos con PCB pueden rellenarse de nuevo con un fluido adecuado que no contenga PCB.
Ahorro de energía
El mantenimiento energético posee los mismos principios que el mantenimiento típico aplicado a las
máquinas con objeto de asegurar su conservación y funcionamiento, es decir, preventiva y
correctivamente. Si bien sus metas son distintas:
De manera generalizada, podemos decir que la energía que interviene en el funcionamiento o vida de
una empresa se distribuye en cuatro grupos:
A continuación y a nivel de sección se deben indicar las aportaciones anuales energéticas, materias
primas, productos y subproductos.
Para el estudio de la distribución de los consumos energéticos se deben considerar dos apartados:
Funciones de producción
Funciones auxiliares
• Consumo en los procesos térmicos que corresponden a calentamientos, fusiones, secado, etc.
• Consumo para toda clase de transporte en la empresa: cintas transportadoras, grúas, bombeo de
líquidos, etc.
• Consumo de los servicios auxiliares de proceso de fabricación tales como aire, agua, etc.
En toda planta de fabricación conviene conocer el consumo de energía primaria por unidad de
producto. Este, que se llama consumo específico, se debe traducir después en coste de la energía por
unidad de producto o tanto por ciento de coste debido a la energía.
Según esto, el balance de calor debe apoyarse en el balance de materia del proceso y en el diagrama
de flujo energético de la instalación.
Deben estar presentes todos los circuitos posibles, incluso aquellos que se utilizan solamente en
condiciones excepcionales, ya que ciertas anomalías que a veces se observan en los cálculos pueden
explicarse solamente por la existencia de flujos no controlados.
Se denomina avería energética a un funcionamiento de una instalación que implique algún dispendio
o pérdida energética, que pueda corregirse merced a alguna acción de mantenimiento o de ingeniería.
En relación a las soluciones precisas para conseguir reparar las averías energéticas, hay que destacar
que todas ellas están basadas en el sentido común, en estudios y experiencias interesantes para lograr
ahorros, y se debe distinguir entre:
La reducción de los costes derivados del consumo de energía eléctrica debe comenzar con un chequeo
inicial, en el que se lleve a cabo un estudio de los suministros eléctricos en base a históricos de
facturaciones y lectura de contadores. De este modo puede evaluarse la conveniencia de adoptar algún
tipo de discriminación horaria y/o de corrección de energía reactiva. También se pueden instalar
contadores automáticos para determinar la calidad del suministro, realizar un control de fiabilidad de
los contadores existentes, optimizar la potencia contratada o elegir la tarifa más económica.
En este sentido, las diferentes instalaciones industriales pueden aplicar una serie de medidas, que
están al margen del volumen o tipo de producción.
A continuación se enumeran las acciones propuestas para promover el ahorro energético en las
instalaciones industriales, tanto a nivel de la edificación como de sistemas y equipos. En el apartado
2.3 se detallan estas medidas propuestas.
Las propuestas que aquí se reseñan están destinadas a servir de ayuda a las empresas en el
cumplimiento de la legislación medioambiental vigente así como a la adopción de las mejores
soluciones posibles en cuanto a la prevención y control de la contaminación dentro de los actuales
cánones.
1.- La adopción del gas natural como combustible: debe considerarse en todos aquellos casos en
que resulte técnicamente viable. Las ventajas del gas natural son claras frente a otros combustibles,
desde el punto de vista medioambiental, al no generar SO2, que contribuye a la formación de lluvias
ácidas e inquemados sólidos (partículas, hollines, etc) que presentan efectos sobre la atmósfera, el
suelo y los ecosistemas una vez sedimentados. Además se trata de un combustible de más fácil y
limpio manejo. El principal handicap que se detecta entre las empresas del sector a la hora de adoptar
el uso del gas natural es su suministro y, por supuesto, su disponibilidad.
2.- Empleo de sistemas y equipos de alto rendimiento: Los diferentes sistemas tecnológicos
utilizados con el fin de conseguir un mismo resultado final no son iguales en materia de eficiencia
energética.
• Las de expansión directa (vehículo, gas, frigorígeno), condensación por agua o por aire.
• Las de transporte mediante agua a baja temperatura.
• Las de transporte mediante aire.
También en los sistemas de fabricación se dan las mismas circunstancias y es posible contar con
procesos más eficaces desde el punto de vista energético. De una forma genérica, el industrial tiende
a aplicar técnicas de producción destinadas a minimizar los gastos energéticos cuando se dan las
siguientes circunstancias:
Otro factor decisivo en materia de ahorro energético es el rendimiento de los diferentes equipos. En
materia de edificación, los compresores, ventiladores, bombas, etc., deben ser elegidos
adecuadamente, teniendo en cuenta además el rendimiento a cargas parciales, que es muy frecuente
en numerosas instalaciones.
Los aparatos de alumbrado, que representan una parte importante de la energía absorbida, también
deben ser adecuadamente definidos, dándose preferencia a las lámparas de descarga, generalmente
fluorescentes, y dotadas de ópticas de alto rendimiento, cuando se quiere promover el ahorro de
energía.
3.- Aislamiento térmico y climático: El aislamiento térmico es una de las medidas más adecuadas,
y simples en su concepción, para conseguir ahorros energéticos importantes.
De esta forma es muy importante la composición y color adecuados de los cerramientos de los
edificios, bajo el punto de vista del aislamiento térmico (transmisión y radiación) y de acuerdo con la
orientación de las fachadas.
Así, cada una de las fachadas tiene un comportamiento diferente ante la radiación solar; en una
fachada sur se pueden compensar más fácilmente las aportaciones positivas y negativas, siendo por
tanto relativamente indiferente la proporción de cristal a efectos energéticos en el balance anual. No
es así en las restantes fachadas en las que en general y, en España, la mayor superficie acristalad
supone un mayor consumo.
En cuanto a una definición que unificase sus diferentes aplicaciones, la cogeneración se considera
como la producción conjunta de energía mecánica y de energía calorífica aprovechable en forma de
gases o líquidos calientes.
Esta energía sobrante tiene diversas aplicaciones, las más utilizadas son la producción de electricidad,
la calefacción y la refrigeración.
Las posibilidades de utilización de la cogeneración son muy variadas en la industria, ya que existen
tantas aplicaciones como procesos de producción.
ATMOSFERA:
6.- Control de los sistemas de depuración de las emisiones a la atmósfera: Es aconsejable utilizar
adecuadamente los elementos de depuración existentes. Determinar en la medida de lo posible, los
rendimientos de estos elementos y adecuar las revisiones a las recomendaciones técnicas de los
fabricantes.
7.- Control de los distintos focos de emisión al exterior: Fundamentalmente en lo referente a las
emisiones aún no controladas en la actualidad. De este modo se podrá evaluar el grado de eficacia de
los sistemas actuales de tratamiento y la adecuación a los niveles exigidos en el decreto 833/75.
9.- Instalación de chimeneas y extractores: En los focos que no tengan y que lo precisen. El
resultado es la posibilidad de medida y control de las emisiones.
10.- Sustitución de los CFC´s: Aunque no existe obligación legal de sustituir los halones y CFC´s
que se han encontrado en algunos extintores y equipos de refrigeración, en el Protocolo de Montreal
(en el que se limita su uso) se definió un calendario para la sustitución progresiva por otros
compuestos no dañinos de la capa de ozono a partir del 1 de enero de 1994 (según el compuesto). Se
recomienda, por tanto, sustituir los halones y CFC´s que se usan por otras sustancias sustitutivas,
debido a que pueden encontrarse problemas de suministro.
AGUAS RESIDUALES:
11.- Estudio de vertidos: Los estudios realizados sobre los vertidos pueden permitir acometer una
serie de acciones previas como por ejemplo, separación de las aguas pluviales y sanitarias de las de
proceso o realizar estudios de reutilización de aguas, recirculaciones internas y acciones de
minimización de consumo. El resultado, por tanto, es la evaluación de las necesidades de tratamiento.
12.- Controles periódicos del vertido: Como mínimo de los parámetros que les marque la
autorización y se deben completar con aquellos que puedan ser característicos del proceso productivo
y que no se estén considerando. El resultado será el conocimiento del nivel de contaminación del
vertido.
RESIDUOS
14.- Diseñar un Plan de Seguridad: para el manejo de RTP´s. Con esta medida se pueden prevenir
accidentes. También se puede incluir un estudio con el fin de determinar las posibilidades de
minimización de su generación.
15.- Sustituir los PCB´s: Será necesario detectar los PCB´s en los elementos en los que se desconoce
y, en todo caso, se recomienda sustituir los existentes por algún sustituto como siliconas o aceites
minerales. El resultado será la minimización de la producción de PCB´s.
16.- Adecuar zonas de almacenamiento de RTP´s: Es importante tener una zona específica,
protegida de la intemperie, para el almacenamiento de todos los RTP´s. Dicha zona deberá estar
provista de cubetas de retención de derrames. El resultado de esta medida, será un mejor control
global y una mejor imagen.
17.- Estudio de RTP´s: Se debe acometer un estudio con el objeto de determinar la existencia de
RTP´s que estén siendo gestionados incorrectamente (como inertes o asimilables a urbanos, sin serlo)
y, en todo caso, proceder a acometer los ensayos necesarios para lograr su desclasificación. Entre
estos grupos se debe poner especial cuidado en el tema de los envases que han contenido productos
considerados como tóxicos o peligrosos.
Separar adecuadamente los distintos RTP´s generados, evitando específicamente las mezclas de
taladrinas y aceites, con el fin de facilitar su gestión posterior.
Si las limpiezas del suelo se hacen con serrín o trapos, y éstos recogen aceites, pasan a tener carácter
de RTP por lo que deben gestionarse como tales.
19.- Mejora en la programación de ejecución de los procesos: Esta medida queda englobada como
técnica de planificación y secuencia de la producción. Pretende programar los procesos que requieren
el uso de diferentes tipos de lubricantes con el fin de reducir el número de limpiezas. De esta manera
se ahorrará en productos y agua necesarios para la limpieza.
20.- Estandarizar los tipos de lubricantes que se utilizan: Esto supondrá una reducción del número
de limpiezas del equipo y la cantidad de desechos residuales y mezclados.
21.- Utilización de un sistema de ultrafiltración: De esta manera se podrá eliminar los lubricantes
solubles de las corrientes de las aguas residuales que esta actividad genera.
Además de todas estas recomendaciones, la gestión medioambiental juega un papel decisivo para
lograr buenas conductas medioambientales y para el desarrollo de la estrategia empresarial, con el
objeto de incrementar la competitividad basándose en un mayor respeto al Medio Ambiente y en un
aumento de la calidad en todos sus aspectos.
La reducción de la contaminación debe ser entendida también como un factor de mejora, y no sólo
como un factor de carácter impositivo sin beneficio alguno para la empresa.
Las recomendaciones en cuanto a temas de gestión pueden ser, entre otras, las siguientes:
un cambio y un impulso distinto en la relación entre las políticas industrial y de medio ambiente,
mediante el establecimiento de un amplio paquete de medidas basado en:
Estas grandes líneas de actuación de la política medioambiental para el sector industrial deberían
concretarse, en el caso del subsector de productos metálicos y teniendo en cuenta el resultado del
estudio realizado sobre sus efectos sobre el medio ambiente, en los tres siguientes ejes de
actuación:
Las denominadas Buenas Prácticas suelen ser enormemente atractivas en algunos casos por los
rápidos y sorprendentes resultados que se obtienen, como por su simplicidad y bajo coste. Se trata de
medidas muy rentables y seguras, con la ventaja adicional de que no interfieren en los procesos
productivos.
3.- Inversiones
Un primer análisis será la inversión global realizada en activos materiales por el sector en general
(DJ 28) y por algunas de las actividades que lo componen dada la imposibilidad de analizar todas
ellas por la gran diversidad existente, como ya se ha comentado.
Inversiones en Facturación %
Activos Materiales Inversión/Facturación
Cifras en millones de
pesetas
Tal y como queda reflejado en la tabla, determinadas actividades destinan del total de su facturación,
una mayor cantidad a inversiones que el porcentaje correspondiente del sector completo (3,65%).
Como puede apreciarse estas actividades son Tratamiento y revestimiento de metales, Ingeniería
mecánica general por cuenta de terceros, artículos de cuchillería y cubertería, herramientas y ferretería
y Productos metálicos diversos, excepto muebles.
En general, las inversiones han superado las cifras de 1995, con el fin de mantener el nivel de
competitividad de las empresas; a este respecto sigue siendo necesario impulsar la creación de
departamentos propios de ingeniería. Por otra parte, es de destacar el aumento experimentado en el
número de empresas que han implantado ya un sistema de aseguramiento y control de la calidad de
sus productos.
Si pasamos a analizar concretamente las inversiones medioambientales realizadas por este sector,
atendiendo a su tamaño, los datos obtenidos del Libro Blanco de la Gestión Medioambiental en la
Industria Española, reflejan que del total, un 62,1 % son inversiones en una cantidad menor a 10
millones de pesetas. La distribución de la cuantía de las inversiones medioambientales en este sector
queda reflejada en la siguiente tabla:
Cuantía de las inversiones < 10 10-30 30-60 60-100 100-150 150-200 >200
en millones de pesetas
Son varios los estudios que se han realizado acerca de las necesidades tanto de la industria española
en su globalidad, como la de determinados sectores, para adaptarse a las exigencias de la normativa
pero concretamente para el sector metalmecánico, no se tienen datos muy concretos.
Para el estudio de viabilidad de algunas de las medidas propuestas, podemos establecer una
clasificación entre aquellas que requieren una inversión mínima de las que no, así como detallar la
prioridad de aplicación (corto, medio o largo plazo).
Asimismo algunas de estas medidas suponen una reducción directa de Impactos sobre el Medio
Ambiente y una disminución de costes para la empresa.
- Control de los sistemas de depuración de las emisiones a la atmósfera: Con esta medida,
suponiendo que ya están instalados los sistemas de depuración, se recomienda su mantenimiento y
control. Se trata por tanto, de una medida de prevención, que se debe poner en práctica desde el primer
momento y que no requiere de inversión considerable. La prioridad que debe darse a esta medida es
de aplicación a corto plazo.
- Control de los distintos focos de emisión al exterior y al interior de naves: Esta medida, entre
otras razones, exige ponerse en práctica, con el objetivo de cumplir la legislación vigente. El resultado
será el conocimiento del nivel de emisiones que tiene la empresa. Debido a la presión legal existente,
se trata de una medida que debería ponerse en práctica a corto plazo.
- Instalación de chimeneas y extractores: Con esta medida, el impacto que sobre el medio
ambiente produce la actividad, se verá directamente disminuido. No obstante, debe llevarse a cabo
en un periodo de tiempo corto dado que se trata de un requerimiento legal.
- Sustitución de los CFC´s: Aunque ya se comentó que esta medida no supone una exigencia
legal, su puesta en práctica implicará una reducción directa del impacto medioambiental. La prioridad
que puede darse a este tipo de medidas, no tiene por que ser a corto plazo, pero sí debe de programarse
para adoptarla a medio/largo plazo.
- Estudio de vertidos: Esta medida no exige puesta en práctica a corto plazo si bien es
conveniente programarla para su futura adopción, dado que puede llegar a suponer ahorro de costes
por la disminución de los vertidos generados tras el estudio y por tanto la disminución en el canon de
vertido y en la necesidad de tratamiento de las aguas. Por otro lado, no es una medida que implique
una dificultad técnica considerable.
- Controles periódicos del vertido: Debe ponerse en práctica esta medida por la presión cada
vez mayor de la legislación, por lo que el grado de prioridad para su puesta en práctica es el corto
plazo. Su inversión es pequeña y pretende prevenir los vertidos incontrolados y altamente
contaminantes y tener conocimiento del nivel de contaminación del vertido.
- Diseñar un Plan de Seguridad para el manejo de RTP´s: Esta medida preventiva de accidentes
con los RTP´s, permite reducir los riegos de responsabilidad. Es posible adoptarla a medio plazo, y
no exige dificultad técnica.
- Sustituir los PCB´s: Esta medida que tiene prioridad a corto plazo, supone una reducción
directa del impacto medio ambiental que causa su generación.
- Adecuar zonas de almacenamiento de RTP´s: Esta medida que no tiene dificultad técnica,
sirve de prevención frente a la manipulación de RTP,s tras su generación. La prioridad para adoptar
esta medida debería ser de medio plazo.
- Estandarizar los tipos de lubricantes que se utilizan: Se trata de una medida que no requiere
inversión y que tras su adopción se producirá un ahorro en los costes ya que simplificará la gestión
futura de los residuos que se generan. No tiene dificultad técnica, y se recomienda su adopción a corto
plazo dada la relativa sencillez y los resultados evidentes.
Leyenda:
Conclusiones:
Las perspectivas para este sector en los próximos años, tal y como se ha comentado, son optimistas.
Dada la situación del sector, el futuro debe orientarse a la búsqueda de soluciones mediante la
articulación de una plataforma consultiva en la que se encuentren representados el conjunto de los
grupos de interés que relacionen el metalmecánico y el medio ambiente para la materialización del
pacto medioambiental en este sector y el diseño conjunto de estrategias que permitan la supervivencia
del sector. Conjuntamente al diseño de las estrategias a seguir se debería proceder a la internalización
de los costes ambientales como una de ellas. Todo ello no será posible sin grandes dosis de
imaginación y propuestas atrevidas que al tiempo atraigan los fondos de cohesión de la Unión
Europea, innoven los procesos productivos y sustituyan los inputs no recomendados. En este contexto,
las universidades, los institutos tecnológicos, las cámaras de comercio, las administraciones públicas,
las patronales, sindicatos y comités de empresa, así como los grupos ecologistas y el movimiento
asociativo, están llamados a la articulación de esta plataforma.
Todas las compañías en la Industria de Productos Metálicos, sin tener en cuenta su tamaño, deben
cumplir con la legislación medioambiental relacionada con sus procesos productivos. Por lo tanto,
todas las compañías se benefician del conocimiento de las técnicas de prevención de la contaminación
que, si se llevan a cabo, pueden incrementar la capacidad de la compañía para cumplir con estas
exigencias. Muchas compañías grandes, han tenido éxito al identificar y considerar en su actuación,
la prevención de la contaminación así como al aplicar técnicas que les permiten realizar sus
operaciones de manera eficiente y en corcondancia con la protección del medio ambiente. Esta
capacidad puede deberse en parte a que las compañías importantes con frecuencia tienen recursos
para llevar a cabo esta iniciativa.
Las empresas pequeñas pueden tener limitaciones en cuanto a recursos, pero dado el posicionamiento
en el mercado que este tipo de actuaciones medioambientales conllevan, deben intentar buscar
alternativas de financiación, así como ayudas y subvenciones disponibles para tales objetivos.
Necesidades de formación:
La introducción de los requisitos medioambientales en las industrias va a exigir de éstas una actitud
que supere los aspectos financieros o los criterios inmediatos del cálculo coste beneficio, asumiendo
las consecuencias sociales y ambientales de las distintas alternativas adoptadas.
Es por ello necesario conocer cuáles son los imperativos más urgentes de adaptación del sector
industrial a los nuevos requerimientos ambientales, así como identificar las nuevas necesidades
formativas derivadas del análisis a nivel sectorial de los problemas medioambientales existentes y las
soluciones técnicas oportunas para solventarlos.
El desarrollo de nuevos sistemas gerenciales y de trabajo que cumplan con las exigencias
medioambientales, exigirá imperativamente, una mano de obra sensible a dichos cambios y, por
supuesto, debidamente cualificada.
Si analizamos la situación actual de la formación en este sector, los datos obtenidos del Libro Blanco
de la Gestión Medioambiental en la Industria Española, reflejan:
El grado global de formación en temas medioambientales del conjunto de los niveles organizativos
de los centros es insuficiente, no alcanzando el valor 5 en una escala de 0 a 10. Realizando el análisis
por sectores, el subsector Fabricación de Productos Metálicos tiene una valoración muy baja en cuanto
a su nivel de formación en comparación con el resto de sectores del entramado industrial español.
Atendiendo a los niveles organizativos, el equipo técnico resulta mejor valorado, en relación a su
conocimiento del medio ambiente, a excepción de los centros con menos de 20 empleados o
facturación inferior a 750 millones de pesetas, en los que la alta dirección está considerada mejor
formada en temas medioambientales.
En cuanto al tamaño de los centros productivos, existe una clara correspondencia entre el nivel de
formación medioambiental del conjunto del centro productivo y su tamaño, tanto expresado en
número de empleados como en volumen de facturación. El grado de formación se va incrementando
a medida que aumenta el volumen de facturación y el número de asalariados de los centros.
El 90% de los centros de pequeño tamaño declara no tener prevista la implantación de un sistema de
gestión medioambiental a corto plazo, por lo que es fácil deducir que entre sus prioridades no se
encuentra la formación del personal en temas de medio ambiente.
Otra característica que puede incidir en el grado de formación medioambiental de las Pymes puede
encontrarse en su escasez de recursos materiales, humanos y económicos, circunstancia que puede
llevar a las pequeñas empresas a no poder afrontar los gastos derivados de la formación así como
tampoco a disponer de formación interna.
Este factor podría verse contrarrestado si las Pymes, bien por iniciativa propia, bien a través de las
asociaciones empresariales, abordan la realización de programas de formación conjuntamente con
otras empresas. También en algunos casos los centros podrían usar los servicios de formación de las
Administraciones públicas.
• Toma de Decisiones
• Trabajo en Equipo • Comunicación
• Solución de Problemas
• Negociación
• Motivación
• Liderazgo
• Técnicas de trabajo en equipo
• Accidentes Medioambientales
• Accidentes • Medidas de Auto protección
Medioambientales • Declaración de Riesgos
• Promoción de productos
• Márketing Ecológico • Promoción de la Empresa
• Programa Medioambiental
• Objetivos
medioambientales
• Presupuesto
Medioambiental
• Ayudas y Subvenciones
• Ahorro Medioambiental
Es preciso destacar la excesiva importancia que se concede, dado que estamos tratando el tema de
Medio Ambiente, a los aspectos referidos al Trabajo en Equipo. Este es de vital importancia como
sistema que permite mejorar los resultados de la organización en diversos aspectos y áreas, pero sería
conveniente darle prioridad a otro tipo de aspectos para la formación, como por ejemplo la
sensibilización de todos los componentes de la empresa sobre temas medioambientales.
También es destacable la posición que ocupan las Areas de Legislación y Gestión Medioambiental,
penúltima y última respectivamente. Sería recomendable actuar a través de acciones
informativo/formativas, sobre todos los grupos profesionales de la empresa, para clarificar, tanto los
aspectos legales relacionados con el medio ambiente, como para que cada persona comprenda
claramente cuál es su papel dentro de la Gestión Medioambiental de la empresa.