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Donación

Derecho
Privado III

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Donación

Donación
El contrato de donación está tratado en el Capítulo 22 del título IV (“Contratos
en particular”), del Libro Tercero (“Derechos Personales”) del Código Civil y
Comercial de la Nación, en los artículos 1.542 a 1.573.

Concepto y elementos esenciales del contrato


La donación es una figura que se puede definir conforme a lo expresado por el
Código, pero en ciertas ocasiones se confunde con liberalidades realizadas entre
vivos, puesto que no todo acto a título gratuito es donación. No lo son, por
ejemplo, los actos de última voluntad.

De acuerdo con el art. 1.542, hay donación cuando una parte se obliga a
transferir gratuitamente una cosa a otra, y ésta lo acepta. De esta definición se
desprenden los siguientes elementos:

a) Es un acto entre vivos. Los actos de última voluntad, llamados


testamentos, tienen un régimen legal distinto.

b) Obliga a transferir la propiedad de una cosa. Es necesario destacar que


el objeto de este contrato solo pueden ser las cosas en nuestro régimen
legal. Si se trata de la transmisión gratuita de un derecho, hay cesión y
no donación, aunque el régimen legal es parecido, pues el art. 1.614 del
Código remite a las reglas de la donación, en cuanto no sean modificadas
por las de la cesión. No obstante, hay algunas diferencias, sobre todo con
relación a la forma de este contrato.

c) La transferencia debe ser a título gratuito; esto es, una de las partes
hace un sacrificio, se desprende de bienes, sin contraprestación por la
otra parte. Sin embargo, es posible que el contrato de donación obligue
al donatario a hacer o pagar algo, ya sea en beneficio del donante o de
un tercero, y esto no desnaturaliza la esencia gratuita del acto.
d) Se requiere la aceptación del donatario. De acuerdo con el art. 1.545,
esa aceptación puede ser expresa o tácita. Nos remitimos a las formas de
aceptación estudiadas anteriormente. En cuanto a la forma, está sujeta a
las reglas que se aplican a las donaciones. Es importante tener en cuenta
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que la aceptación debe producirse en vida de ambas partes, donante y
donatario.

Obligaciones del donante

Obligación de entrega: la obligación esencial del donante es la de entregar la


cosa donada a partir del momento en que fue puesto en mora.

Obligación de garantía: en principio, el donante no responde por evicción. Ello


es así pues se trata de un contrato a título gratuito, en el que la evicción no es
una cláusula natural del mismo. Tampoco responde por vicios ocultos, excepto
que haya existido dolo de su parte, en cuyo caso debe reparar al donatario los
daños ocasionados.

En cuanto a la garantía por evicción no responde excepto: a) que expresamente


haya asumido esa obligación (la evicción); b) que la donación se hiciera de mala
fe, esto es, el donante sabe que la cosa no era suya y el donatario desconoce tal
situación; c) cuando la evicción se produce por causa del donante (en estos
casos, el donante debe resarcir al donatario los gastos en que haya incurrido a
causa de la donación. Esa es la extensión de la garantía); y d) en caso de
donaciones mutuas, remuneratorias o con cargo. En este supuesto, el donante
debe reembolsar el valor de la cosa que recibió, o lo que gastó para cumplir el
cargo, o retribuir los servicios recibidos, depende el caso.

Obligaciones del donatario: como la donación es un contrato unilateral que, en


principio, no impone obligaciones sino al donante, entonces el donatario tiene
una obligación general de gratitud, y se refiere a una conducta permanente que
es razonable exigir de quien ha recibido un beneficio. Pero puede ocurrir que,
en el mismo contrato, el donante imponga al donatario ciertas obligaciones
accesorias llamadas cargos.

Obligación de gratitud, alimentos debidos al donante: el donatario tiene un


deber moral de gratitud hacia el donante. Dicha gratitud se revelará, sobre
todo, con hechos positivos, en el plano jurídico, absteniéndose de la realización
de actos que impliquen una notoria ingratitud. Y si el donatario incurre en ellos,
la liberalidad puede ser revocada. Hay, sin embargo, un supuesto en el que la
gratitud debe mostrarse positivamente: el donatario está obligado a pasar
alimentos al donante, cuando este no tenga medios de subsistencia (art.
1.559), para ello es necesario que no se trate de una donación onerosa.

Liberalidades
Entendemos a las liberalidades como actos a título gratuito, a través de los
cuales una persona dispone voluntariamente de sus bienes en beneficio de
otro, y le otorga, de este modo, una ventaja material. Esto es en sentido
amplio. Por eso, la donación, como contrato, es una especie de bilateralidad.

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Capacidad de las partes. Objeto del contrato
Como es una liberalidad, un acto a título gratuito, sólo pueden ser donantes las
personas que tengan capacidad plena para disponer de sus bienes. Los menores
emancipados pueden hacer donaciones, excepto de aquellos bienes que
hubiesen recibido a título gratuito. Pero sí podrían donar bienes que hayan
adquirido con razón de su trabajo.

En cuanto a la capacidad de los donatarios, deben ser capaces para aceptar la


donación. Si no lo son (en el caso de los incapaces), entonces sus
representantes legales pueden aceptarlas por ellos. Si la donación tuviera un
cargo, el juez debería autorizarla. Por otra parte, los tutores y curadores no
pueden recibir donaciones de las personas que hayan estado bajo su tutela o
curatela, hasta antes de la rendición de cuentas y el pago de las sumas que les
debieran.

Como dijimos, la donación supone la transferencia de la propiedad de una cosa.


Ahora bien, no puede ser objeto del contrato de donación:

a) La totalidad ni una alícuota del patrimonio del donante.

b) Cosas respecto de las cuales el donante no tenga el dominio, es decir,


cosas ajenas.

Forma y prueba
Respecto de la forma de las donaciones, podemos distinguir:

a) Donaciones de cosas inmuebles, cosas muebles registrables y de


prestaciones periódicas o vitalicias: deben ser hechas en escritura
pública bajo pena de nulidad.

b) Donaciones al Estado: pueden acreditarse con las correspondientes


actuaciones administrativas.

c) Donaciones de cosas muebles no registrables y de títulos al portador:


deben hacerse mediante la entrega (tradición) de la cosa donada.

Clases de donaciones
La donación es un contrato que, por sus características, puede clasificarse en
diferentes tipos que desarrollaremos a continuación, en el punto siguiente.

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Requisitos y efectos de cada clase
Donaciones mutuas: son aquellas que se hacen a dos o más personas,
recíprocamente. En estos casos, la nulidad de una de ellas afecta a la otra, pero
la ingratitud o el incumplimiento del cargo solo afecta al donatario que es
culpable.

Donaciones remuneratorias: son aquellas realizadas en recompensa de


servicios prestados al donante por el donatario, que resultan estimables en
dinero y por los cuales podía este exigir judicialmente el pago al donante. En el
instrumento por el que se concreta la donación debe constar qué es lo que se
pretende remunerar. De lo contrario, se entiende que es gratuita. Se considera
que la donación remuneratoria es un acto a título oneroso si se limita a una
equitativa retribución de los servicios recibidos (en ese caso, está sujeta a la
garantía por evicción y vicios ocultos). En el excedente se aplican las normas de
las donaciones.

Donación con cargo: se denomina cargo a la obligación accesoria impuesta al


que recibe una liberalidad. La imposición de un cargo influye sobre el régimen
de las donaciones, porque ellas dejan, entonces, de ser un acto puramente
gratuito y en la medida en que el valor del cargo se corresponda con el de la
cosa donada, es un acto a título oneroso. En el excedente se aplican las normas
de las donaciones.

En el caso de incumplimiento de los cargos por parte del donatario, este solo
responde con la cosa donada y hasta el valor de la cosa, si esta ya no existiere
por su culpa o si la hubiese enajenado. Ahora bien, es liberado cuando la cosa
deja de existir sin su culpa.

Donaciones inoficiosas
En los Fundamentos del Anteproyecto de Código Civil y Comercial de la Nación
(2012) se establece: “El Proyecto en este Capítulo se limita a calificar como tales
a las donaciones que excedan de la porción disponible del patrimonio del
donante, pero remite a la aplicación de los preceptos relativos a la porción
legítima” (Comisión para la elaboración del proyecto de Ley de reforma,
actualización y unificación de los Códigos Civil y Comercial de la Nación, 2012, p.
168).

La porción legítima de los herederos forzosos está garantizada contra todo acto
de disposición gratuita de bienes, sea entre vivos o de última voluntad, por lo
que, si el valor de las donaciones excede la porción disponible del donante, los
herederos forzosos pueden demandar su reducción en la medida necesaria
para cubrir sus porciones legítimas.

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Revocación de las donaciones. Causales
En principio, la donación es irrevocable por voluntad del donante. La ley solo
admite la revocación en estos supuestos:

a) Inejecución de los cargos (cuando el donatario ha incurrido en


incumplimiento de las cargas impuestas en el acto de la donación).

b) Ingratitud del donatario. Se la puede dejar sin efecto solo por causas
graves, que el Código enumera taxativamente: 1) atentado contra la
vida del donante, sus ascendientes o descendientes; 2) injurias graves
en su persona o en su honor al donante, sus ascendientes o
descendientes; 3) si priva al donante injustamente de bienes que
integran su patrimonio; 4) negativa a prestarle alimentos al donante
(solo si el donante no puede obtener alimentos de las obligaciones que
resultan de los lazos familiares).

En ninguno de estos casos es necesaria la condena penal para que se


considere válida la ingratitud como causal de revocación, basta la prueba
de que al donatario le es imputable el hecho lesivo.

Solo el donante es legitimado activo para solicitar la revocación de la


donación por esta causal (ingratitud) al donatario, no pueden hacerlo
sus herederos ni pueden requerirse a los herederos del donatario. Ahora
bien, si la acción es promovida por el donante y este luego fallece, puede
ser continuada por sus herederos, mas no iniciada por ellos.

Extinción de la revocación de la donación por ingratitud: en los casos en


que el donante, conociendo la causa de la ingratitud, perdona al
donatario. También en los casos en que no promueve la revocación
dentro del plazo de un año (plazo de caducidad) desde el momento en
que conoció el hecho que configuró la ingratitud.

c) Supernacencia de hijos del donante (cuando nacen hijos del donante


con posterioridad a la donación, si esto fue expresamente estipulado).

Pacto de reversión. Concepto y efectos


Dentro de las condiciones resolutorias que suelen imponerse en las donaciones,
una de las más frecuentes e importantes es la reversión por premuerte del
donatario. Es decir, sujeta a la condición de que el donatario; o el donatario, su
cónyuge y sus descendientes; o el donatario sin hijos, fallezcan antes que el
donante.

De acuerdo con esta cláusula (que debe ser expresa y en beneficio del donante),
los bienes donados retornan al patrimonio del donante si el donatario fallece
antes que aquél. Esto es, el donante tiene legitimación para exigir que las cosas
transferidas sean restituidas. La legitimidad y aun la utilidad de esta cláusula son
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evidentes.

La donación es un acto intuitae personae. Por ejemplo, el donante quiere


beneficiar a María, pero no tiene el interés en que luego reciban los bienes sus
herederos. En ese caso, la reversión adquiere utilidad, ya que esta cláusula le
asegura que, si el donatario fallece primero, los bienes volverán a su poder y no
irán a manos de quien no quiere.

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Referencias

Comisión para la elaboración del proyecto de Ley de reforma, actualización y


unificación de los Códigos Civil y Comercial de la Nación. (2012). Fundamentos del
anteproyecto de Código Civil y Comercial de la Nación. Nuevo Código Civil y Comercial
de la Nación, Textos oficiales. Recuperado de http://www.nuevocodigocivil.com/wp-
content/uploads/2015/02/5-Fundamentos-del-Proyecto.pdf

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