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MANEJO SILVICULTURAL DEL BOSQUE SECUNDARIO BASADO EN EL

MUESTREO DIAGNÓSTICO

Ruperto Quesada Monge


Instituto Tecnológico de Costa Rica
Correo electrónico: rquesada@itcr.ac.cr

Resumen

El muestreo diagnóstico ha jugado un rol importante en la caracterización desde un punto de vista


objetivo un bosque, sea este intervenido o secundario. Sin embargo, la información que este
muestreo suministra puede emplearse también en la determinación de indicadores silviculturales,
dentro del proceso de toma de decisiones para el manejo forestal, dentro del contexto de
producción de un bien muy empleado “madera para aserrío”, de fácil cuantificación y de un uso
generalizado.

Debido a que la cobertura de bosque secundario del país ha estado en crecimiento, se hace
prioritario brindar opciones de manejo (cuantificación y utilización) a los propietarios de los
bosques, con fines meramente comerciales. Por lo cual se ha demostrado la utilidad del empleo
del muestreo diagnóstico como herramienta en la formulación de los indicadores silviculturales,
los cuales serán diferentes para cada bosque según la fase sucesional, y a su vez se busca facilitar
el manejo forestal de un recurso cada vez más creciente en todo el país y en el mundo tropical.

Palabras claves: Bosque secundario, muestreo diagnóstico, tratamientos silviculturales,


prescripción de tratamientos, indicadores silviculturales
Introducción
El bosque secundario, en Costa Rica, está siendo considerado cada día como una fuente
productora de bienes y servicios, más aún cuando las áreas de bosque productor se reducen
sustancialmente. Debido a las diferentes edades o fases de desarrollo que es factible encontrar en
los bosques secundarios, unido a la posibilidad que tienen estos de ser sometidos a los programas
de pago de servicios ambientales, surge la inminente interrogante sobre cuando es factible
económica y ecológicamente posible realizar una intervención forestal, tendiente a obtener
productos forestales - madera para aserrío, o bien, otro tipo de producto no maderable.

Dentro del contexto del proyecto de investigación Generación y transferencia de tecnología


para el manejo del bosque secundario en la Región Huetar Norte, cumplir con una serie de
objetivos y actividades propuestas no es todo, las actividades programadas y realizadas son parte
de un conjunto de acciones que permiten ir a través de un tiempo “cronológico”, haciendo ajustes
y modificaciones tendientes a mejorar el proceso de toma de decisiones. Sin embargo, los
esfuerzos dedicados durante los años en que se ejecutó el proyecto, permitieron alcanzan el éxito
al formular -con todo el basto cúmulo de experiencias (establecimiento de parcelas permanentes,
parcelas de regeneración, parcelas de muestreo diagnóstico, mediciones, remediciones, ejecución
y evaluación de tratamientos silviculturales, identificación de especies) la opción de emplear la
técnica de muestreo diagnóstico como una herramienta decisiva en el proceso de toma de
decisiones para el manejo forestal del bosque secundario.

No obstante, en este artículo se presenta una definición de indicadores silviculturales, derivados


de la ejecución del muestreo diagnóstico en bosque secundarios en diferentes estados
sucesionales, que permiten poder tomar decisiones sobre la aplicación de tratamientos
silviculturales con el fin de planificar un aprovechamiento o bien ir preparando el vuelo para una
futura intervención, dentro de los cuales el aprovechamiento forestal tiene un rol muy importante.

Un objetivo principal del proyecto antes citado fue: Identificar las características de los procesos
óptimos de manejo del bosque secundario, validarlos y difundir la tecnología.

Metodología

Con la evaluación de cinco bosques secundarios, que representan ocho condic iones de desarrollo
diferentes o fases de sucesión entre 10 y 25 años de edad y 38,7 ha de bosque secundario
manejadas, se ha logrado formular el planteamiento que se presenta, el cual, como toda
metodología, debe ser sometido a reiteradas pruebas y/o comprobaciones de campo.

El desarrollo del muestreo diagnóstico tiene sus raíces en Malasia, originalmente llamado el
Sistema Lineal de Muestreo (Shrusbshal 1934, citado por Stanley 1998), el mismo tema ha sido
ampliamente desarrollado por Hutchinson (1993).

En la búsqueda de sistemas para manejar el boque húmedo tropical, unos de los retos es idear
maneras (metodologías) donde se enfoquen los componentes esenciales. El muestreo diagnóstico
(MD) es una de estas herramientas, que con sus conceptos de importancia de tamaño, distribución
espacial y las normas de calidad para individuos seleccionados, se ajusta a las necesidades de
manejo del bosque secundario.

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El muestreo diagnóstico, Hutchinson (1993), lo define de la siguiente manera: “como una
operación intencionada para estimar la productividad potencial de un rodal. Sus resultados se
basan en el tamaño de la clase y en la calidad de los individuos encontrados dentro del rango de
tamaño especificado y una distribución espacial definida. Dentro de la unidad de área
especificada, sólo un individuo (árbol, latizal o brinzal), el mejor disponible, se escoge como un
deseable sobresaliente (DS).” A este deseable sobresaliente se le llama también líder deseable
(LS).

También el muestreo diagnóstico permite conocer las existencias de individuos de especies


deseables y sus condiciones, con el fin de establecer una base para la toma de decisiones
silviculturales. Este muestreo suministra información estática, la cual puede referirse a un boque;
intervenido, o secundario (Quesada 1989).

Dada la importancia que tiene el muestro de diagnóstico dentro del esquema de manejo
propuesto, se presenta a continuación en resumen de en que consiste este muestreo.

Selección de un individuo en un área o superficie de 10 m x 10 m que constituye la unidad de


registro, el cual recibe el nombre de líder deseable (LD).

El LD debe ser un individuo de una especie comercial y que reuna las siguientes características:
ü Ser el mejor entre los indiviudos de especies comerciales deseables de la cuadrícula de 10 m
x 10 m.
ü Tener un diamétro a la altura de pecho igual o mayor a 10 cm y menor al diámetro mínimo de
corta.
ü Presentar un solo eje, sano, bien formado, que tenga una sección recta de por lo menos 4 m de
largo, libre de defectos, deformaciones o nudos grandes.
ü Tener una copa bien formada y vigorosa.

A cada LD se le debe evaluar las siguientes variables:


Ø Altura comercial en metros (m)
Ø Diámetro a la altura de pecho en cm (d)
Ø Clases de iluminación o posición de copa dentro de la estructura vertical del bosque, según la
clasficiación de Dawkins (1958) modificada por Hutchinson (1993).
Ø Forma de copa, según la clasficiación de (Synnot, 1979).
Ø Presencia de bejucos.

Con el muestreo diagnóstico se busca determinar la distribución y frecuencia de los LD en el


bosque a manejar. Según la literatura, el valor mínimo de ocupación deben ser 40 individuos/ha
(Lamprecht, 1990). Valores mayores favorecen la toma de decisiones sobre el manejo del bosque.
La toma de decisiones se debe basar en buena medida sobre el análisis de la posición y forma de
copa de los LD.

La posición de copa se evalúa según los siguientes criterios (Dawkins 1958) modificada por
Hutchinson (1993):
1. Emergente: una copa con plena exposición a la luz, tanto en la parte superior como lateral.
2. Plena luz superior: plena iluminación en la parte superior de la copa, pero con copas que
impiden la llegada de la luz lateral.
3. Luz superior parcial: una copa con iluminación parcial en la parte superior.

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4. Luz lateral parcial: una copa con iluminación en solo un lado.
5. Ausencia de luz directa: una copa que no tiene iluminación directa.

La forma de copa se evalúa según los siguientes criterios (Synnot, 1979):


1. Forma perfecta: círculo completo (copa densa, simétrica, desarrollada sin perturbaciones).
2. Forma buena: círculo irregular (más o menos simétrico, algunas ramas muertas).
3. Forma tolerable: media copa (asimétrica, tenue; se puede corregir si recibe más luz).
4. Forma pobre: menos de media copa (muy asimétrica, pocas ramas vitales; pero puede
sobrevivir).
5. Forma muy pobre: una o pocas ramas (degenerado, con daños irreversibles).

Presencia de bejucos basado en la clasificación de Morales (1998) y Segura (2000).


1. Ausencia de bejucos que interfieren en el crecimiento del LD.
2. Presencia de bejucos que interfieren en el crecimiento del LD.

El principio de la aplicación de tratamientos silviculturales se justifica sobre la posición de las


copas y la forma de estas de los LD en la estructura vertical del bosque, abundancia, edad del
bosque, entre otras.

El manejo del bosque secundario, como el de cualquier otro ecosistema, debe ser visto como una
actividad particular de acuerdo a las características propias del ecosistema, objetivos de manejo y
necesidades de la sociedad y en ningún caso como recetas de fácil aplicación.

Tratamientos silviculturales

Los tratamientos silviculturales buscan inducir variaciones en la estructura del bosque con miras
a fortalecer el establecimiento de la regeneración natural e incrementar el crecimiento de los
individuos de especies comerciales, que son sobre los cuales se definen en gran medida la
aplicación de los tratamientos.

La definición de que tratamiento silvicultural se aplique a cada bosque dependerá de las


características propias de cada bosque, según así se determine en la evaluaciones requeridas. De
esta manera los tratamientos silviculturales que se puedan emplear en el manejo del bosque
secundario serían los siguientes:

ü Liberación: favorecer la posibilidad de que un individuo de una especie comercial reciba luz,
se hace a través del anillamiento de individuo que da competencia.
ü Refinamiento: eliminación de individuos de especies no comerciales, con un diámetro
determinado, a través del anillamiento y aplicación de algún arboricida.
ü Corta de regeneración: tratamiento dirigido a rodales dominados por una o dos especies.
ü Corta de bejucos: eliminación de bejucos.
ü Aprovechamiento: está en función de varios aspectos:
Se aplica siguiendo los mismos principios del aprovechamiento en bosques primarios no
intervenidos (inventario, censo, corta dirigida, diseño de pistas de arrastre). Sin embargo,
existen una serie de elementos que condicionan dicho tratamiento:
Ø Edad del bosque
Ø Presencia de árboles remanentes
Ø Los diámetros de extracción serán menores
Ø Se aprovechan especies de crecimiento secundario

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Ø Volumen menor (por hectárea)
Ø Empleo de fuerza animal / tractor / combinada
Ø Uso de infraestructura existente, principalmente caminos

ü No hacer nada: por la fase de desarrollo del bosque secundario no se recomienda la


aplicación de ningún tratamiento, lo cual significa dejar que el bosque alcance una fase
más evoluciona de desarrollo.
ü Protección y/o conservación del bosque.

La aplicación de los tratamientos estará directamente ligada a la evaluación y los resultados que
arroje el muestreo diagnóstico. Pero antes debe hacerse un análisis donde se considera la fase de
desarrollo en la que el bosque se encuentra, ya que dependiendo del desarrollo a través del tiempo
así serán las características estructurales del bosque. Dos bosques secundarios puede tener la
misma edad, pero no se ubican en la misma fase de desarrollo, de aquí la importancia de valorar
esta variable.

En la fase I puede ser contraproducente aplicar algún tratamiento, ya que se podría afectar en
forma sustancial el proceso de desarrollo a las fases siguientes. Y por otra parte, en la fase III en
bosques secundarios maduros, donde su estructura ya es semejante a un bosque primario, la
aplicación de un tratamiento es innecesaria debido a que: el bosque en su conjunto como
ecosistema o bien los individuos a los cuales se dirigió el manejo no responderán o bien
sencillamente el tratamiento no causa cambio alguno, no hay respuesta positiva.

Lo anterior se puede resumir en tres aspectos (Quesada 2000, 2002):


ü Fases tempranas de desarrollo, el bosque no reacciona al tratamiento por joven
ü Fases tardías de desarrollo, el bosque no reacciona al tratamiento por viejo.
ü El óptimo para realizar el manejo en los bosques secundarios húmedos tropicales de
bajura sería a finales de la fase I (10 años) y mediados de fase III (20-25 años)

Resultados
A través del proyecto Generación y transferencia de tecnología para el manejo del bosque
secundario en la Región Huetar Norte, se realizaron evaluaciones de los bosques secundarios
por medio del muestreo diagnóstico. Los bosques evaluados se describen a continuación:

Bosque secundario Florencia

En esta unidad de manejo se identificaron dos edades diferentes, razón por la cual hubo que
trabajar en forma separada, constituyéndose en estratos. El Estrato I, formado por el área de
bosque que tenía (a la fecha de la evaluación) 10 años de recuperación desde que se abandono al
proceso de regeneración natural. Estrato II, formado por el área de bosque que tenía (a la fecha de
la evaluación) 18 años de regeneración.

Para el Estrato I, se definió que se aplicaría una liberación para todos los individuos con diámetro
mayor o igual a 10 cm (d ≥ 10 cm), fundamentado en el porcentaje de líderes deseables en
posición de copa 3. También se determinó que el bosque requería un refinamiento, el cual se
aplicó a los individuos de especies no comerciales con d ≥ 60 cm.

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En el Estrato II, se determinó que una liberación a los individuos comerciales era lo necesario y
un refinamiento para los individuos de especies no comerciales con un d ≥ 40 cm. Y por la gran
cantidad de árboles remanentes de especies comerciales con d ≥ 50 cm se planificó un
aprovechamiento forestal, el cual tuvo su particularidades (ver aprovechamiento como
tratamiento silvicultural). En este Estrato se realizaron evaluaciones sobre el impacto del
aprovechamiento a la masa remanente y al suelo. Más detalles sobre estas actividades se
presentan en Morales (1998).

En ambos estratos se aplicó en primer instancia una corta de bejucos, como primer tratamiento
silvícola.

Bosque secundario Los Gansos

En este bosque se presentó una situación especial, después de la evaluación por medio del
muestreo diagnóstico, se determinó la existencia de una gran cantidad de individuos remanentes
de especies comerciales con diámetros mayores a 50 cm, situación que indicaba que se podía
realizar un aprovechamiento forestal. Pero debido a que el propietario del bosque no estaba
interesado en que se realizara un aprovechamiento forestal, este no se practicó, lo que se ejecutó
fue una corta de bejucos como tratamiento y para liberar las copas de los individuos comerciales
(Chiari 1999).

Bosque secundario Hiloba

En respuesta a un desarrollo de gran competencia por luz, en este sitio se ha desarrollado un


bosque caracterizado por una alta densidad y por formar un dosel muy cerrado, donde los
individuos de las especies comerciales y no comerciales están en continua lucha por la luz,
aunado a una gran cantidad de bejucos en sus copas.

Una vez realizado el muestreo diagnóstico, se tomó la decisión de aplicar una corta de bejucos
tendiente a liberar las copas de todos los individuos. Se plantea que una liberación aún no es
necesaria (Chiari 1999).

Bosque secundario Pénjamo

En este bosque a través de la evaluación se determinó que lo más conveniente según los objetivos
del propietario es la conservación, ya que en el mismo se han construido las tomas de captación
de agua para diferentes acueductos, los cuales suministran agua potable a varias comunidades
cercanas. Sin embargo, con la ejecución del muestreo diagnóstico se determinó que el tratamiento
a aplicar fue la costar de bejucos, debido a que un porcentaje alto de los líderes deseables está en
buenas posiciones de copa, no justificándose la liberación (Quirós 1999).

Bosque secundario Coope San Juan

Este bosque se caracterizó por presentar un rodal homogéneo de especies comerciales que
dominaron el estrato superior, con alturas de más de 30 m. Un porcentaje alto correspondió a
especies comerciales, lo que hizo atractivo el aprovechamiento forestal en los tres bloques
identificados, además se realizó la corta de bejucos o desbejuca (Segura 2000).

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Adicional a la evaluación de los bosques por medio del muestreo diagnóstico, también se
establecieron parcelas permanentes de muestreo, donde se realizara el monitoreo de crecimiento
tanto en forma individual y para todo el bosque. Además se han caracterizado a través de la
composición florística, estructura vertical (perfiles) y estructura horizontal (número de árboles,
área basal) (Morales 1998,Chiari 1999, Chiari y Quesada 1999, Quirós1999, Segura 2000).

Cuando se planifica la ejecución de tratamientos dentro del contexto del manejo del bosque, sean
estos primarios, intervenidos y secundario, los aspectos relacionados con los costos y
rendimientos resultan sumamente importantes, por lo cual se recomienda realizar los respectivos
análisis de costos y rendimientos en cada operación; este tema queda por investigarlo más a
profundidad. Como una opción, aunque el manejo no sea tan rentable como se podría esperar,
debe tenerse claro que cualquier actividad de manejo que se haga, los frutos serán cosechados en
un futuro ciclo de corta y aunque las actividades sean costosas realmente debe pensarse que se
está haciendo una inversión a largo plazo. Por otro lado, es necesario que haya un buen programa
de incentivos forestales, para motivar a los propietarios a manejar sus áreas de bosque, de lo
contrario estas correrán el riesgo de desaparecer aunque sea en forma ilegal.

Propuesta para la selección de tratamientos para en bosques secundarios de bajura, basada


en indicadores silviculturales

Como se ha indicado anteriormente, la selección de los tratamientos silviculturales depende de


muchas variables (número de individuos, posición y forma de copa, área basal, entre otras),
algunas de fácil cuantificación a través del muestreo diagnóstico, las cuales son las que se
pueden caracterizar mejor, estableciendo rangos que ayuden en la toma de decisiones, Monge
(2001) hace una análisis de los resultados de la evaluación de tratamientos en los bosques
estudiados.

Aunque el bosque secundario, como ecosistema se comporta complejamente, el silvicultor puede


caracterizar situaciones que se presentan en él, en este caso en particular y con las evaluaciones
hechas, se obtuvo la información que permitió plantear la propuesta de indicadores a considerar
para la ejecución de los tratamientos silviculturales. La información se ha sistematizado en un
formato de fácil comprensión, dirigido a los que toman decisiones de manejo; sean Ing.
Forestales en ONG´S, en forma privada y también a los dueños de bosques que recibiendo un
entrenamiento adecuado estarán en capacidad de tomar decisiones también. En el Cuadro 1, se
presentan los tratamientos a ejecutar según los indicadores silviculturales que presente el bosque
posterior a una evaluación empleando la técnica de muestreo diagnóstico.

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Cuadro 1. Parámetros a considerar para la ejecución de tratamientos silviculturales para los
bosques secundarios húmedos de zonas bajas (basado en Quesada y Solís 2000).

Tratamiento Indicadores silviculturales


Desbejuca ü Previo al aprovechamiento.
ü Cuando se tiene más de un 25% de los LD afectados.
ü Cuando el dosel del bosque está cubierto por una densa capa
de bejucos afectando todas las especies presentes.
Liberación + desbejuca ü Cuando menos del 60% de los LD se ubican en PC1-2
ü Cuando se tiene más de un 25% de los LD afectados por
bejucos.
Aprovechamiento ü Cuando la presencia de individuos comerciales remanentes es
mayor a 10 árboles/ha con un diámetro a la altura del pecho
mayor a 50 cm.
ü Cuando los individuos comerciales de crecimiento
secundario tengan un diámetro mayor a 40 cm y una
abundancia mayor a 10 árboles/ha.
Liberación + refinamiento ü Cuando menos del 60% de los LD se ubican en PC1-2.
ü Presencia de individuos no comerciales remanentes con una
abundancia mayor a 10 árboles/ha.
Desbejuca + aprovechamiento ü Cuando el bosque tenga una combinación de las
+ refinamiento + liberación + posibilidades anteriores.
refinamiento

Conclusiones

Con la información de los bosques secundarios antes indicados, se llega a las siguientes
conclusiones:

ü Comprobado que el muestreo diagnóstico suministra información útil en la toma de


decisiones.

ü Es una metodología de fácil aplicación.

ü Se definieron indicadores silviculturales para el manejo del bosque secundario, los cuales se
buscan sean de gran utilidad para los propietarios de bosque.

ü Los indicadores silviculturales se basan en la información que suministra el muestreo


diagnóstico y que se refieren a las características de cada bosque.

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