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Gregorio Casomcryor.

Director académico del Instituto de


Formación Continua, 113, de lo Universidad de Barcelona.

Vicenc Amaiz. Equipo de Atención Temprana de Menorca.

• Cris Bolívar. Consultora internacional especializada en psi-


cología, desarrollo organizacional y comunicación integral.

Journe Cela. Director del CEIP Escalo Bellaterro (Barcelona).


regona, asomo
Mari Carmen Díez Navarro. Coordinadora pedagógica de
escuela infantil Aire libre de Alicante. NliceN Arnaiz, Cris Bolivar, Jaume
Mari Carmen Díez Navarro, Pepa Horno Goicoec
Pepa Horno Goicoechea. Responsable de los programas
de violencia e infancia en Save Me Children. Francisco Imbernón, Caries Mendieta, Dino Salilass;
Francisco Imbernón. Departamento de Didáctica y
Miguel Ángel Santos Guerra, Glória S•li
Organización Escolar. Universidad de Barcelona.

Corles Mendieto. Consultor en desarrollo organizacional.

Dino Salinos. Departamento de Didáctico y Organización


Escolar. Universidad de Valencia.

Miguel Ángel Santos Guerra. Departamento de Didáctica y


Organización Escolar. Universidad de Málaga.

Glória Sanz Pinyol. Formadora de profesores.


r.
SONAR DESPiEtIl'A.
Me piden que desgrane en unas cuantas palabras lo que da su
particular acento a mi manera de estar en la escuela, al estilo
con el que trabajo, a mi manejo de las situaciones, de los vín-
culos, a mi enseñar y a mi aprender. Y me veo mirándome a mí
misma con unos ojos de lo más indiscreto, tratando de leer en
mis actuaciones y pensamientos cotidianos todo aquello que
los ha ido conformando y sustentando, pero que, a fuerza de
estar tan bien instalado en mi «adentro», no sé si atinaré a re-
citar en voz alta.
He titulado el escrito con una frase que este curso hemos
manejado bastante. La descubrió Jaume, viendo una película, y
nos la explicó así:
—Ayer aprendí a hacer una cosa nueva: soñar despierto.
—¿Y eso cómo se hace?
—Pues se cierran los ojos y te imaginas todo lo que tú quieras
¡y hasta se puede hacer con los ojos abiertos, que ya he probado!
—Qué buena idea, Jaume, gracias por contarla. ¿Lo intentamos?

Las brillantes imágenes y las bonitas historias florecieron en


abundancia, y no sólo ese día, sino el resto del año. Incluso fa-
bricamos «La caja para soñar despierto», cuyo uso era imaginar
libremente a partir de los objetos que aparecían en su interior.
En la caja cada cual metía (un poco secretamente) pequeños ju-
guetes, flores, canicas, monedas, muñecos, palos, caracolas, bo-
tones, piedras... para enriquecer los productos imaginativos
resultantes de ese soñar despierto que tanto nos había gustado.
Así lo conté en su día en el Diario de clase:
Veo que cogen la caja entre varios, todos ellos muy amantes de las ima-
ginaciones y van hilando historias, aún sin la suficiente coherencia, pero
con frases largas y poéticas, que tienen memorizadas de relatos o pelí-

LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR


Sor IAP. DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

culos: «Era el tiempo de las lluvias y los volcanes...», decía sentidamen- que nos reímos bastante y con las risas se va entretejiendo el tra-
te Joan. Qué buen comienzo. bajo, importante eje aglutinador en nuestra marcha diaria. ..41
Lo que «me llega» a continuación es el aire musical y poético
Soñar y «estar despierto» a la vez, me recuerda la actitud rea- en que tengo envuelto todo lo que me rodea, sin poderlo ni que-
lista y a un tiempo «soñadora» que considero que «hay que tener» rerlo remediar. La música es una de mis aficiones preferidas y nor-
en este buen oficio de maestros, que viene a ser como una artesa- malmente la llevo conmigo «puesta», tarareando, zapateando, o lo
nía. Como un tejer tapices con hilos cotidianos y con hilos de lujo, que se tercie. Así que en mi aula siempre tenemos la música a
con hilos sentimentales y con hilos del conocimiento, con hilos del punto. Con audiciones clásicas, con cha-cha-chas, o con mpmbas.
ofrecer y con hilos del recibir, con hilos de pisar tierra y con hilos Con melodías que los niños traen de sus casas, o con las que llevo •
de volar, persiguiendo el deseo de hacer una escuela... amable. yo. Pero música, música y música, que nos anima, que nos consue-
la, que nos hace bailar, cantar, o darle a las palmas todos a una.
Y con la poesía... cómo podría decirlo. Mi relación con la
UN VÍNCULO CERCANO, poesía es muy estrecha, me apasiona leer y escribir poesía, y el
CORDIAL Y DIVERTIDO afecto que pongo en ello, moviliza el interés en los niños y les,
hace acercarse al mundo poético de una particular manera. Las '
aficiones personales metidas en el aula son muy buenas de apro-
Mantengo con mis alumnos un vínculo hecho de palabras, inven- vechar. El caso es que por un lado la belleza y el poder de los
tos, bromas, ley y cariño. Un vínculo cordial y divertido, en el que poemas y por otra el afecto con que son transmitidos, logran año
tienen lugar preferente las sorpresas, los juegos, el trabajo, las rela- tras año «el milagro» de que se vivan en «onda poética» los
ciones, las historias y el soñar «en comandita». Los espero hasta que aconteceres cotidianos. Y lo que empieza con bromas «en verso»:
van entendiéndome las formas de hablar extravagantes que gasto, «Chiquillas, hay bocadillos de bombilla», o pareados con los
los dobles sentidos de mis bromas, las pequeñas metáforas de mis po- nombres de los niños: «Mireia se ha hecho amiga de una estre-
emas pareados, mis sugerencias de trabajo o de juego. Y cuando ya lla de color verde botella», acaba con lecturas de García Lorca,
están «en ello», me acompañan los vuelos, me sorprenden con sus o con preciosos poemas creados por los propios niños:
«pinitos» y me ayudan a crear un clima de buen estar y placer. Jilguero, rebonito
Si lo intento desmenuzar «pensándome» en la clase, lo pri- jilguero, encerradito
mero que me viene como una fuerte presencia es la risa, la mía y come mucho pastito
la de los niños. El meterme con la exhaustiva «pelada» de Sergio, y mucho chocolatito.
con los lazos de «papagayo» de Marta, o con la cara de «manza-
nitas agrias» que trae Anselmo por las mañanas. Empezamos el Ocho,
día con risas y así lo vamos pasando. El buen humor es tan indis- eres un bizcocho pocho
pensable para el ambiente sano de cualquier grupo... El caso es como Pinocho.

9a Lo:, «TRUCOS» DEL FORMADOR los «TRUCOS» DEL FORMADOR 99-1


SOÑAR DESPIERTA
SONAR Di ',HERTA

Sin embargo, creo que es el tratamiento de los temas afecti-


vos, los del «piso de abajo» como yo los llamo, lo que podría ser
PLANIricAlt PEkO NO TANTO
la tónica de mi tarea de unos años aquí. Pretendo, por encima de Cuando pienso en preparar una clase o en planificar un día
otras cosas, lograr un vínculo claro y cercano con cada uno tengo en cuenta varias cosas: la línea pedagógica de la escue-
de los niños, y en el proceso voy notando que entre ellos y yo se la, el proyecto educativo, los contenidos del currículo, los
va formando una especie de hilo «de palomar», oscurito, seguro tiempos, los espacios, los materiales, las metodologías..., pero
y resistente, que nos une y nos confirma en cada momento que en lo que me fijo principalmente es en mis alumnos. En su
vamos juntos en esta aventura de aprender y descubrir. tendencia a hablar, a callar, a moverse, o distraerse. En sus
Cada cual sabe y capta que lo tengo en cuenta, que me im- preferencias, en su edad, en sus pequeñas historias, y hasta en
porta, que le reconozco distinto a los demás y que me gusta que sus nombres, en sus caras, en sus ojos... También me fijo en la
lo sea. Como grupo saben que hay una «manera de estar», que yo dinámica de funcionamiento del grupo: su grado de cohesión,
propongo y que vamos matizando entre todos, y que alude a ha- su autonomía, sus movimientos de cambio o de resistencia, su
blar de las cosas que pasan, a verbalizar lo que se piensa y lo que manera de «estar», los subgrupos que lo conforman, los líderes
se siente, a aceptar los acuerdos y las normas, a cuidarnos, escu- naturales...
chamos, respetarnos, a trabajar y a divertimos. Saben también Y desde luego, me tengo en cuenta a mí misma, porque he
que yo no soy una más en el grupo, sino que tengo un papel di- comprobado que estoy más tranquila y emprendo la tarea con
ferente y que puedo cobijarlos y controlarlos, enseñarles y reñir- mejor disposición si me «respeto el gusto» y no me pongo más
les, enfadarme y bailar con ellos. De esta manera ofrezco la obligaciones de las indispensables. Hay veces que tengo pensado
posibilidad (creo...) de que todos piensen, opinen, y vayan em- un plan, elaborado a partir de las propuestas de los niños o de las
pezando a manejarse como personas que ensayan independen- mías, pero de pronto se me ocurre que podríamos hacer otra
cia. En este ambiente de escucha surgen desde propuestas de cosa. Pues bien, hoy en día, hago caso a mis deseos y a mis «ins-
trabajo a resoluciones de peleas. Desde declaraciones de cariño piraciones súbitas». Antes no solía permitirme estas «transgre-
a -preguntas por la muerte. Desde furibundas críticas a la narra- siones», estos pequeños placeres de adelantar o retrasar un
,
ción de experiencias o sueños. El grupo vibra, se muestra vivo. trabajo, esta posibilidad flexible y siempre abierta de cambiar el
Y aunque con frecuencia no sé si mis intervenciones han sido horario, la actividad, de saltarme lo previsto y hacer algo nuevo.
o no las indicadas, he perdido bastante el miedo, y me siento cómo- Me sonaba a falta de responsabilidad, a culpa, a excesivo espon-
da, tranquila y a gusto en la clase, sabiendo que me equivocaré, que taneísmo, a desorganización, a que les quedarían «lagunas» in-
dejaré de aprovechar cosas aprovechables, que tendré qiie «limi- salvables a los niños a causa de mis corazonadas. En cambio
tar» a algunos, «empujar» a otros, mirarlos a todos, pero que, como resulta que es casi al revés, veo que cuando recibo o transmito
--
• no soy omnipotente, no siempre me irá todo a las mil maravillas. algo que me ilusiona, sale mejor. Así es que ahora me fío del
Y no pasará nada terrible, porque los maestros, aunque no esté es- valor de mis contagios, que no sé si serán muy pedagógicos, pero
crito en los cánones, también tenemos derecho a equivocarnos. sí son bastante humanos.

Los «TRUCOS» DEL FORMADOR


Los «TRUCOS» DEI FORmADCA 1 C11
SOÑAR DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

De hecho, en el trabajo por proyectos, que es el que hago a haber tormenta») y un caballero, que era él mismo, con una es-
hace ya tiempo, los niños y yo planeamos juntos lo que quere- pada preciosa hecha con dos plumas cruzadas y purpurina ez
mos hacer, averiguar o aprender. Y en este ambiente de tarea abundancia. En la mesa de al lado su compañero Anselmo dit;u-
conjunta, de conversación continuada y de relaciones abiertas, jó una enorme vaca con lunares de plastilina blanca y negra, en
veo que realmente da lo mismo que hagamos un día u otro los la que iba él mismo subido con aire triunfador. Martina, mien-
teatros que propuso Iván sobre animales salvajes, o la jirafa gi- tras tanto, se dedicó a pegar terciopelos y perlas, con lo que su
gante que quería construir Leo, o la estatura del personal para composición, más que un dibujo parecía un tapiz. Sergio hizo
asegurarnos de quién es el más alto de la clase, como sugirió una preciosa sirena con lentejuelas azul turquesa y rosa. Paulina•,
Ángel. Porque he comprobado una y otra vez que hagan lo que pintó a Alberto y a su madre el día que vinieron a cantarnós su
hagan, aprenden, mejoran, crecen y disfrutan. Es por eso que me magnífico rap. Los hizo vestidos de africanos, sobre un fondo en
permito el lujo de incluir lo que ocurre y dar paso a las ideas, colores oscuros, seguramente para que se destacaran sus caras.
los sueños o los cambios que surgen, ya sea a partir de los niños, Unos trabajos realmente notables.
de mí misma, de las familias, o «del exterior». El objetivo ¿no es Es sabido que los productos que «salen» de uno mismo son
aprender juntos placenteramente? algo elaborado en nuestro interior. Algo que nos simboliza, que
nos representa, que es parte nuestra. Las palabras, los trazos, la
voz, los movimientos. Y antes: las primeras sonrisas, los primeros
RECURSOS, RECURSOS, RECURSOS... pasos, los besos... No es cualquier cosa, pues, recibir un dibujo de
un niño. En él va puesto su sello, su nombre, su estilo, su madu-
En mi práctica diaria manejo muchos recursos, que son tan va- rez, su ser... Son elementos de gran importancia para todo el
riados y estrafalarios como yo misma. Uno de los más «propios» mundo, y más en las primeras edades por estar revestidos de una
es la imainación. Desde que me reconozco me gusta inventar y fuerte capa de narcisismo. Por lo tanto, habrá que cobijarlos lo
lo hago sin ninguna inhibición en clase con los niños, que pri- mejor que podamos para que el niño sienta que lo que sale de él
mero se asombran, después se ríen, y muy pronto empiezan a es bien recibido, o lo que es igual, que él es valioso para los demás.
aventurarse también en esto del soñar despiertos, del idear y usar Otro recurso que utilizo son mis recuerdos y mis e.xperien-
la fantasía para animar las realidades. Así pues, imaginamos jun- cias, a los que acudo confiadamente como el que va a una tien-
tos creando historias, haciendo improvisaciones teatrales, dibu- da de materiales de alto diseño. Allí siempre encuentro algo que
jando... Recuerdo una sesión de talleres de este curso en la que me conecta con los niños que tengo delante, haciendo, medio
la propuesta de trabajo fue hacer una composición con materia- sin darme cuenta, una síntesis en la que alguna experiencia vivi-
les libremente elegidos. Y cómo al ver lo que iban produciendo da por mí se reúne con algún interés suscitado entre los niños.
los niños, hasta llegué a emocionarme. Había un castillo impre- Cuando están en plena caída de los dientes, por ejemplo, les
sionante, hecho por Iván con una llavecita pegada (que se la cuento alguna historia que me pasó a mí, a mis hijos, a mi her-
había traído de su casa), unas nubes de tela oscura (porque «iba mano... Cuando alguien habla de sus miedos, les confieso lo que

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• SOÑAR DESPIERTA
SONAR DESPIERTA

me asustaba a mí de pequeña, o lo que me asusta ahora. Cuando misma hora, y en medio de un silencio que al principio cuesta de
curiosean mirando, preguntando o... escuchando lo que habla- conseguir. Los cuentos que les cuento están elegidos cuidadosa-
mos las maestras, les reconozco lo curiosa que siempre he sido y mente, «comprobados» en su calidad y sus «efectos» por años de
que soy, y les cuento que incluso llegaba a esconderme debajo de contarlos. Incluso están tapados y envueltos en una mantita (te-
la mesa camilla de mi abuela para enterarme de lo que se decía. jida por la abuela de David)... «para que no se enfríen». Los hay
Y esas historietas, cargadas de afecto y de significado, nos van co- de muchos tipos, pero siempre han de decir algo, siempre han de
hesionando y animándoles a ellos a contar también sus viven- «atrapar», siempre han de abrir las ganas de seguir escuchando.
cias, logrando así crear un ambiente de grupo entre todos. De vez en cuando el cuento es contado de viva voz y sin apoyo
Hoy hemos usado los lápices por primera vez. Me he apresurado a ex- visual alguno. Son los cuentos de mi infancia, los que me conta-
plicar a los niños cuánto me gustaba a mí estrenar lápiz de pequeña, ba mi madre. Ésos son los de más fiesta. Siempre que hay un rato
por lo bien que me olía, lo suave que lo encontraba al tocarlo y «el libre me los piden:Blancabella, Los tres pelos del diablo, La mano
mucho caso que me hacía» al escribir. Después les he mostrado que el negra, El hombre del saco... Para mí es un plaCer notar el círculo
carbón señala suavemente líneas en el papel en color gris: palabras, di- tan cerrado y los oídos tan abiertos.
bujos, números... y les he demostrado lo frágil que es «la mina» con una Considero que el jiw20 es otro recurso imprescindible. Los
brusca roturo de punta, que ha sobresaltado a Paulina. niños lo necesitan, si juegan están mejor, tienen más iniciativas,
Les he dicho que para que la punta no se rompiera con tanta fcicilidad están más tranquilos, se relacionan más saludablemente...
y para no mancharse los dedos, alguien inventó el lápiz, que es un car- Dando un tiempo y un espacio para jugar les hago saber que los
bón fino, llamado grafito, envuelto de madera. También les he comentado respeto. Así que dos veces a la semana hay «juego libre» en mi
que hay que cogerlo con tres dedos, «como los padres» para que «fun- clase. Estos ratos son suyos, yo me dedico a mirar y a anotar a lo
cione» realmente bien. Los niños cogen los lápices, los huelen, los prue- que juegan, con quién o cómo. A veces juegan con las muñecas,
ban. Pedro se lo pone detrás de la oreja. Jaume le rompe la punta del los coches, la cocina, las construcciones, la tienda, o se disfrazan,
brío que le pone. Mario escribe su nombre y lo «sombrea». Julia dibuja se esconden, se peinan, luchan, bailan, van en patinete, en zan-
muy suave. Pili va alternando fuerte y suave. Hacen líneas, dibujos, le- cos o en bicicleta. Otras veces los juegos son de movimiento, de
tras, piden «repetir». (Diario de clase Jirafas, 2005/2006) reglas, de habilidad...
El teatro también me sirve corno magnífico recurso. Se pa-
Contar cuentos es uno de mis recursos favoritos. Me agrada rece tanto a jugar... Se presta tanto a mostrarse ante los demás
regalarles a los niños el gusto por las palabras, para que así pue- como si no fuéramos nosotros mismos, a ensayar nuevos lugares,
dan poco a poco acceder a los contenidos simbólicos que trans- a pasarlo bien, a perder vergüenzas e inhibiciones, a practicar el
miten las historias, que les ofrecerán un amplio abanico de hablar ante otros, a elaborar conflictos, a conocer desde cerca las
comportamientos y tipos humanos, de situaciones, de posibles historias, a profundizar en los poemas, o las lecturas sobre los
Identificaciones. Y para que disfruten con ellas, claro. Suelo con- temas que vamos trabajando... En mi clase a toda hora hacemos
tar el mismo cuento durante los cinco días de la semana, a la teatrillos, primero los propongo yo y después ya los niños, corno

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SOÑAR DESPIERTA
SOÑAR DESPIERTA

una fuente más de diversión y de conocimiento. Igual dramati- Suelo acumular las que sé que normalmente gustan a 11-,s
zamos un cuento, que algo que nos ha pasado, o que hemos niños: lentejuelas, granos de café, telas «brillosas», peluches rov.,-
leído... Este curso, hicimos una escena con el accidente que queños, ganchos del pelo, espejos, cintas, recortes de revistas
tuvo Mario. Otra con Julia en la feria de Sevilla. En otra salió el con fotos sugerentes, bolas de collares rotos, plumas... y diez
partido de fútbol que ganó «el España». También representamos mil cosas más, con las cuales los trabajos de los niños quedan
la poesía de García Lorca: «Arbolé, arbolé, seco y verdé». Iván preciosos y son realizados con mucha alegría. Abrir el armario y
era el viento, Paulina «la niña del bello rostro», cuatro chicos echarle un poco de misterio a lo que sale, es remedio infalible
altos eran los jinetes, los tres más delgados que hay en clase ha- para despertar su ansia de novedades, y su inacabable capacidad
cían de torerillos, Roberto era el joven que iba solo, Carla el de asombro.
árbol... ¡Estuvo genial! En el proyecto de los animales salvajes, Me he dado cuenta de que para atraer el interés de los niños utilizo bas-
pude disfrutar viendo a Paulo representar el papel de Víctor, «el tante el elemento «novedad» o «sorpresa». Como suelo hacerlo con cosas
niño salvaje de Aveyron». En el de «Las muñecas Matrioskas» que me gustan particularmente, me es fácil compartirlas y contagiarlas. A
salía Antonio haciendo de carpintero dando golpes a todo volu- mí además esto me proporciona curiosidad y diversión. Este año ha sido
men y un grupo de siete niñas representando una serie de muñe- la «Zapatería Pepito» la que les ha movilizado. Traer un par de zapatos
cas rusas, que intentaban unas sonrisas estereotipadas y estaban de sus casas, ponerles precio, situarlos en la tienda ya montada... Otra'
graciosísimas... cosa que les ha hecho gracia ha sido «La caja de las gafas». Al desta-
Un recurso que me sorprende a mí misma por la vida que parla hay un espejo y se puede leer: «JA, JA, JA». Y el tesoro, los imanes,
cobra, por lo útil que es y por los apuros de los que me saca, es la linterna, los caleidoscopios... (Diario de clase Jirafas, 2005/2006)
un tr n del ionutrio, que viene a ser como una despensa, y en
el que pongo aquellas cosas más bonitas, raras, llamativas, o bri- También es un buen recurso el recoger cualquier cosa y
llantes que me dan, que me encuentro, o que compro. Algunas «hacerla servir», con la sensación medio mágica de que «todo
veces al guardarlas tengo ya pensado cómo podrían ser utiliza- nos vale», porque podemos transformarlo en lo que queramos. A
das. Por ejemplo unos acetatos con rotuladores permanentes, este fin en mi clase hay siempre cestas o cubetas para telas, pa-
con los que quería que hiciéramos un móvil transparente algún peles sobrantes, trozos de juguetes y otras cosas que encontramos
día que «pegara». O unos botes con canela, café en grano, esplie- los niños, los padres o yo, y a las que damos utilidad.
go y manzanilla con los que pensé que se podían hacer trabajos Recurrir a la naturaleza es otra forma segura de conectar
«de olor»... Otras veces las guardo, sencillamente, porque el con los niños. A veces salimos a escuchar cantar a los pájaros,
material me resulta atractivo y pienso que a los niños también a recoger la cosecha de nuestro único almendro, a admirar las
les gustará, como fueron unas mazorcas secas de maíz, unas flores jacarandas cuando explotan en sus lilas solemnes, a vernos la
de colores y unos corazones de brillo que compré en un viaje a cara en los charcos (las pocas veces que llueve), a coger bichos,
Hungría, unos tules blancos de un taller de trajes de novia, unas a acostamos en la montaña del patio para mirar las formas de
fichas desparejadas de juegos diversos, un carrete de cinta roja... las nubes...

1 Qb tos «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 1 on


vc.,ritY IA SOÑAL: DESPIERTA

Otro recurso muyisignificativo para mí es volver «ambiente - ron los cristales a la cara cortándosela en varios sitios. Tuvo que ir
o tarea los acontecimieni,K de la cfitidiunidad, ya sean los «per- al hospital. Suerte que no se le ha metido ningún cristal en el ojo...

sonales» de los niños, los de las familias, los de la escuela... Así Hablan de ciegos, dicen que no jugarán más a la pelota en sus casas

que incluimos en nuestro trabajo y en nuestra conversación los y acabamos haciéndole un dibujo a Mario para que vea que nos

viajes que hacemos, los museos a los que vamos, las fiestas que ce- acordamos de él. (Diario de clase Jirafas, 2005/2006)

lebramos, los encuentros, las despedidas, las visitas que aparecen


por clase para ilustrarnos sobre algún tema de interés, para ense- Aprovecho como recurso esas costumbres anónimas que fre-
ñarnos un bebé, para tocar el saxofón, o bailarse un buen tango. cuentemente pasan desapercibidas, e incluso están un poco desva-
x Hoy ha venido Marcos serio. Le pedía a su madre que se quedara. Ella lorizadas, pero que tienen para los niños la categoría de verdaderos
se ha ido. A la hora del patio pide de nuevo verla, menos mal que se rituales. Les dan seguridad, amortiguan los tiempos de espera, les
deja calmar. Nos ha contado que fue al Brasil en tres aviones. Roberto sirven de entretenimiento, enlazan unas actividades con otras,
ha dicho que él no sabía nada del Brasil y que podíamos aprender de acompañan... Por ejemplo, decir una misma cantinela para reco-
eso. Anoto su propuesta para cuando se tenga que elegir tema de traba- ger los juguetes o los materiales, para salir o entrar, hacer juegos de
jo. Hemos apuntado a Marcos en varios gráficos ya hechos en los que palabras mientras todos se van sentando, cantar una canción a los
faltaba él. Su color de pelo, de ojos, su altura, su voz... También le he que vienen pelados, sortear el turno con algún pequeño poema,
leído las poesías que les hice de regalo para que las conociera. ¡Veo usar símbolos acordados para anunciar la secuencia del día...
que se las saben de memoria casi todos! Le hemos hablado de las jira- Hoy hemos estrenado la «canción del peladito» diciéndosela a Antonio,

fas, sobre las que hemos estado averiguando cosas. Noto que han que venía peladísimo. Como es «nuevo» no sabía esta costumbre, y al

aprendido bastante del «piso de arriba», aunque en realidad, hemos es- decirle que íbamos a cantarle, ha dicho: «¿Cuál? ¿Ésa de tonto pelao,

tado mucho más ocupados con «el de abajo». O sea: conocernos, en- que te pican los mosquitos? Es la que me canta mi padre». «No, es

contrarnos... Y «tomarnos las medidas». otra», le digo. Se la recitamos y él la va dramatizando: «Oye, peladito,

Después del patio teníamos que hablar de varias noticias, unas bue- date la vuelta, oye, peladito, tócate un pie, oye, peladito, toca el suelo,

nas y otras malas. las buenas eran menos: que ha nacido la prima oye, peladito, siéntate». (Diario de clase Jirafas, 2005/2006)

de Anselmo. Que el sábado será el cumpleaños de Pili y que Anta-


.; nio'«el nuevo» avisa que «ya entiende las cosas de aquí y está muy Y en fin, supongo que el hecho de ser curiosa y amante de lo
bien en este colegio». las malas eran: que la mamá de Martina es- nuevo, de lo asombroso y del soñar, beneficia mis conexiones con
tará un mes en reposo (por el bebé). Que la de loan se va a Madrid los niños y mi quehacer cotidiano en la escuela. Aunque también
a un cursillo (pero vuelve pronto). Que Marta tiene una queja de Ma- mi lado serio, responsable y cuidadoso, hace que pise el suelo y
risa, que le ha dicho que no juegue con ella, ni con Ester, ni con Pau- trate de hacer que para los niños ir a la escuela sea un ejercicio de
lina «¡Y con lo graciosa que soy yo y las cosas que digo para que vida, con todo lo que eso conlleva: aprender a conocerse, y a co-
rían...!». la peor noticia va a cargo mío. Mario ha tenido un ac- nocer, saber expresar lo que se siente, se piensa o se desea, tolerar
cidente en su casa. Chufó la pelota, le dio a una lámpara y le caye- la frustración, aprender a estar con los demás, disfrutar...

1 Cib LOS •TRUCOS» DEL FORMADOR 109


LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR
SOÑAR DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

NO PODEMOS SER PERFECTOS... posiciónde acercamiento a los niños y a sus características desde
mi intuición, mis sentimientos, mis errores y mi reflexión. Con,s-
Me dicen otras personas que manifiesto entusiasmo en mi que- ciente de mis limitaciones y del riesgo de hacer hipótesis Zn
hacer diario, que «saco punta» a las cosas, que puedo observar al terrenos tan poco «tocables» como son lo afectivo y lo social,
grupo y a cada niño, que actúo teniendo en cuenta lo que sé de pero decidida a no quedarme al margen de sus vidas.
cada cual... Y probablemente es verdad que estas cosas forman He visto que un niño le decía a otro, en tono despectivo, que no sabía
ya parte de mi actuar, pero yo me veo otras cosas más «de den- hacer «ni la letra S, ni el número 8, con lo fácil que era». También escu-
tro», que me han costado y me cuesta controlar. ché a dos niños reírse de un tercero, porque «siempre se le caían lds. ,
Una de ellas es intervenir verbalmente en momentos en que cosa»yuniñqesbrlandot,queúprncia
mejor sería no hacerlo, ocupando un tiempo que debería ser de bien la R. Aunque en el momento en que pasaron esas cosas ya había•
los niños. Otra, atreverme a sostener, señalar y valorar las dife- mos hablado de ello, yo notaba que mi intervención tenía que continuar,
rencias individuales. Otra, la aceleración entusiástica en la que porque esas actitudes de burla y poderío no dejarían de darse tan sen-
entro en ocasiones y a la que arrastro a mis alumnos, que llegan cillamente. Seguiría haciendo falta tanto apoyo, como freno.
a alterarse a veces demasiado. También la dificultad para conec- la verdad es que me cuesta encarar estas situaciones, en las que suelo
tar con algunos de los más callados, más inseguros o más ariscos. «indignarme» de más, perdiendo la compostura y entrando en reñir, o
Tengo que luchar, y mucho, contra el empecinamiento que en hacer reflexiones más culpabilizadoros que otra cosa. Supongo que
mantengo de querer siempre alcanzar cotas excesivamente «idea- por una excesiva identificación con los que sufren la situación de abuso,
les» en las tareas emprendidas. Que la reunión de padres salga muy quedando burlados, o ridiculizados. Alguna vivencia de otros tiempos que
bien, que el baile quede genial, que todos consigan tener amigos, por lo visto aún me pesa... Los padres, lógicamente, lo llevan todavía peor.
que yo esté disponible y a la escucha... O sea, que todo salga Si acaso les comentan sus hijos que alguien les ha pegado, insultado o
«perfecto». En esto estoy aún... y a lo mejor tengo que trabajar molestado, reaccionan con fuerza y preocupación. Unos les aconsejan
sobre ello siempre, porque es una tendencia muy de mi «piso de que «se la devuelvan», otros se asustan y hay quienes intentan reñir a los
abajo» y eso no se quita sólo con una declaración de buenos pro- «malvados que han hecho llorar a su niño», o directamente le prohíben
pósitos. Pero al menos está bien saberlo para cazarme los gazapos al hijo que juegue con ellos.
a mí misma y para intentar no invadir o exigir de más a los niños. Así que cuando a los maestros nos llega lo que está pasando, hemos de
A lo largo de mi vida profesional me he encontrado muchas mediar muchas veces en los dos ámbitos. Con los padres pidiéndoles
veces en duda sobre cómo entender e intervenir con algunos de que tengan calma y que sugieran a sus hijos vías de diálogo y no de
mis alumnos. He ido probando maneras, he ido observando agresión. Con los niños hablándolo en el grupo y permitiendo que cada
cómo lo hacían otros maestros, he ido equivocándome y he cual se exprese y cuente su versión de lo sucedido y sus sentimientos al
ido aprend iendo. En el recorrido he perdido soledades y miedos, respecto. Es importante que todos puedan hablar, que se sientan segu-
y he ganado Seguridad y algunas capacidades para entender cada ros y que noten afecto en el adulto, aunque en un momento dado hayan
caso diferenciadamente. En estos momentos hablo desde una de ser reconvenidos por alguna actuación.

1 1 f 1.c.s «iRecos» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 1 1 1


SONAk DESPIERTA

Es sabido que los niños de estas edades están en los comienzos de su so- Lo importante es entender que esto pasa y que se pueda
cialización, y que muchas veces tienen detalles sádicos. Son momentos decir para que deje de ser tan desconocido ese no saber qué pa-
muy narcisistas en los que atacan a los demás para afianzarse a sí mis- sará, cómo me verán los otros, si les gustaré o no, si me atacarán,
mos, para hacer acopio de seguridad, para aprender a defender su lugar, si la maestra me querrá... Después de estos miedos del principio,
para enfrentar sus miedos, para ensayar a ver qué pasa si hacen estas el grupo se asienta y se conforma, con cambios continuos, crisis
cosas... De modo que lo deseable sería ni asustarse demasiado por el pri- y también una cierta continuidad. Y cuando llegue el final y ten-
mitivismo de sus actuaciones, ni cargarlos de sermones moralizantes. Pen- gan que despedirse, habrá que volver a acompañarlos para que
semos que hay un grado de energía y de fuerza que es necesario para puedan verbalizar su pena por dejar a los amigos, la clase, a mí...
estructurar y conservar cada cual su identidad, su parcela. No poder defen- Inicios y despedidas son dos momentos importantes en la vida de
derse también sería un problema... Yo transmito lo más claramente que puedo los grupos y de cada una de las personas que los componen.
que lo mejor es hablar las cosas y llegar a algún acuerdo, pero que En la escuela suelen tratarse más los principios, «el periodo
mientras eso sucede, no debe uno dejarse atacar. En esos casos hay de adaptación», que no es otra cosa que el crear vínculos que nos ..
que buscar una manera de defenderse y no recibir sin más la agresión. Es ayuden a perder el miedo. Es el tiempo de crear el grupo. Sin em-
igual que sea pidiendo ayuda, gritando, yéndose, sujetándole las manos al bargo los finales están bastante olvidados. Quizá como los niños
que te hace daño, o empujándolo. (Diario de clase Elefantes, 2004/2005) ya se van, parece que no nos corresponde ayudarlos a pasar el
trago de elaborar la pérdida, con el duelo que ello trae consigo.
Tendrán que recoger el afecto que han colocado en los demás
bl,.1-11 c- uENTP1/4045 Y- DESPEDIDAS para no sentirse vacíos, porque aunque luego se hagan otros ami-
gos y estén en otros grupos, el que se está deshaciendo nunca
Los sentimientos de inseguridad de cualquier «principio» no se más volverá a existir. Y eso... es una pequeña muerte para el
pueden obviar. Nos pasa a los mayores, y a los pequeños les pasa mundo afectivo.
aún más. Empezar supone enfrentarse a un devenir desconocido, Estos miedos «básicos», se noten más o menos, se dan en el
y eso cuesta. Por eso conviene nombrar esos miedos, ya que los empezar y el acabar de un grupo, y se ponen en acción en todo
niños aún no saben o no pueden. De momento sólo los sienten. grupo humano, sea de niños o de adultos. Por ello han de cono-
Pór eso yo comento cosas así: cerse y esperarse, aunque sea para entender lo que puede impul-
.• «pf, estoy nerviosa !, como empezamos el curso y no os conozco bien...» sar a los integrantes del grupo a actuar de una u otra manera, a
• «El año pasado los Elefantes ya sabían cómo era yo y mis costumbres, reaccionar así o asá, a boicotear la marcha, o a inhibirs . e.
lo que me gustaba y lo que me enfadaba. Yo también los conocía a Son miedos que remiten a otros miedos. Miedos primitivos,
ellos, porque habíamos estado juntos desde los Delfines, en cambio del inicio del vivir. Vienen con el peso y el recuerdo del gran
ahora me habláis y aún no os conozco ni la voz...» miedo que fue nacer y encontrarnos ante un cambio realmente
n •,Ayer soñé que no sabía cómo os llamabais y me equivocaba y os en- grande y significativo, como es desgajarse de la madre. Así que
lodabais conmigo...» cualquier cambio nos remueve por dentro, porque los sentimien-

LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR _


Los «TRUCOS» DEL FORMADOR
SOÑAR DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

tos se marcan en nuestro interior, como en una memoria conti- Van entrando y sentándose. Yo he puesto plastilina en las
nuada e imparable. Y para poder soportar estar solo, sin los pa- mesas para que no se vayan a los juguetes de momento y va bien.
dres, y vivir los cambios y las cosas nuevas sin desorientamos Hay un clima de calma y formalidad, y por lo bajo hay nervios
demasiado, convendrá recopilar experiencias buenas de amor y emociones. Preguntan por los que faltan, por lo que hay en las
cuidados, y cuantas más mejor. paredes... Yo les voy contestando, mientras pongo música y
Y es que las personas necesitamos sentirnos queridas, mira- bailo. Les comento que me gusta bailar. Es una forma de presen-
das, escuchadas. Sentir que se nos estima como somos, con nues- tarme y así, de paso, mantener una cierta distancia con ellos
tro cuerpo, con nuestra identidad diferente a cualquier otra. como grupo. Eso les hace entrar en contacto entre sí, y no ceri-.
Necesitamos sentir que no se nos prohibe desear, que estamos in- trarse sólo en mí.
cluidos en un grupo, que hay unos límites que nos contienen y Cuando ya han venido bastantes niños, guardamos la
nos dan seguridad... Y tenemos miedo a perder o no lograr todas plastilina y les digo el plan para hoy utilizando unos sencillos
estas cosas. Es decir, miedo a perdernos, a ser confundidos con pictogramas, que iremos tachando cuando acabe cada activi-
otros, a no ser considerados valiosos, a no ser incluidos, a no dad. Les hace gracia eso y todo el día me persiguen para que
poder expresarnos, a no poder mostrarnos como somos. tache lo que ya está hecho. Hacemos una presentación en
El empezar y el acabar de un grupo serán, pues, momentos toda regla con un cochecito. Al que le lanzaba el coche tenía
importantes a cuidar y acompañar por parte de los maestros. que decir: «yo soy... y vivo con...». Los que tienen hermanos
Animar a la verbalización de los sentimientos que se despiertan lo dicen, y sale el tema de los bebés. Empiezo a anotar a los que
en esos tiempos de cambios y soledades facilitará que se vivan en tienen bebés, pero tengo que interrumpir, porque no hay
lo sucesivo de manera más saludable y tranquila. modo de aclarar «hasta cuándo un bebé es bebé». Unos dicen
Paso a transcribir del Diario de clase (2005/2006) cómo fue- que «si no anda es bebé, pero si anda, no». Otros que «si
ron los inicios, y un poco de los finales, de un grupo concreto de habla, ya es mayor». O «si viene al colegio». O «si me llega
veintitrés niños y niñas de cinco años: las Jirafas. por aquí»... Dicen los nombres de los bebés más pequeños,
una es Andrea, la de Antonio; otra, Mar, la de Martina. Otro,
I. n n" r •
" Noah, que «es como una mascota, porque va por la casa suel-
to todo el día», dice su hermano Iván.
El primero que llega a clase este primer día del curso es Guiller- Ahí hablan de los perros, gatos, y demás animales que tie-
mo. Se le ve nervioso. El padre de Carla me dice que a su hija le nen y quedamos en apuntarlos otro día. Cuando le toca a Rober-
daba susto que yo le hiciera comer lechuga, que me lo tomara to hablar, dice que él vive con su mamá y con su papá. De pronto
con calma por favor. Le digo que sí y luego resulta que ella se para y me mira extrañado. Le pregunto: «isí?», y dice: «ah, no,
misma se pone lechuga y se la come. Alberto trae una jirafa pre- yo tengo un papá que vive muy lejos». ¿Vive en otra casa sepa-
ciosa hecha'por él y por su madre. Traen más jirafas de plástico rada de la que vives con tu mamá? «Sí.» Claro, unos papás viven
y las ponernos «en escalera». juntos y otros separados. Eso es así.

Los «TRUCOS» DEI FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 1 15


SMTAIt DESPIERTA

También van diciendo lo que les gusta más y hay coinci- didad ante cualquier molestia: en el corro, en el juego... Tam-
dencias que yo señalo: jugar, la nieve, los juguetes, las muñecas, bién pone cara de entusiasmo ante lo que le gusta. La cosa va bien.
pintar, la música... Iván pregunta por los carteles que están pre- Se despiden con cariño, algunos me besan.
parados para recopilar datos nuestros: el color del pelo, de los
ojos, la altura, los que llevan gafas... Hay un momento en el
que todos se ponen a decir el color de sus ojos a gritos y me veo
13-9-2005, martes
negra para que se calmen. Joan cuenta que han operado a su papá y otro niño le dice: «está
Les leo un libro que he preparado con sus fotos, se llama muerto». Él me mira agobiado. Aclaramos el asunto. Nombra
Nosotros y en él «salen» ellos haciendo diversas cosas: en un mucho al padre, se le ve preocupado y «sentido». «Tiene una
tren, en un bosque, llevando una piragua, con algún animal, pupa muy grande y le duele.» Voy tranquilizando a Joan de tanto
disfrazados... Lo hago con catálogos o ilustraciones de las revis- en tanto: estate tranquilo, Joan, se curará muy pronto, ya lo verás.
tas. Les hace mucha gracia y me piden que se lo lea dos veces. Antonio no para de provocarme saltándose las reglas y con
Luego les enseño la clase un poco para saber dónde están las cara de hacer gracia.
cosas. Vienen detrás de mí y parezco una guía turística. A algu- Jorge me «ataca» con un espejo y el reflejo del sol. Su «rati-
nos se les va la mano a alguna cosa, pero acabamos bien el re- ta» se me va metiendo en el ojo esté donde esté. O es con la mi-
corrido. Leo vuelve a señalar que el sofá rojo es como el suyo y rada, o con los pañuelos, o con la luz, pero me busca. Quizá son
que «es cama». Entonces les propongo jugar, que ya lo estaban las formas que le permite su timidez, o no sé...
deseando. Algunos se disfrazan, otros recorren casi todo, hay Iván dice que va a cambiar la foto de su familia .«iy sabes por
quienes se instalan en el mismo juego todo el rato. He visto a qué?». ¿Por qué no está tu papá? «Sí, y porque está muy oscura.»
Martina gritar a otro niño que se fuera, que ese juego era de Sí, mejor pon a tu papá. Aunque un papá viva lejos, es mejor po-
niñas. Veremos. Recogen muy bien, salvo dos excepciones. nerlo, así lo puedes ir mirando. Bueno, si quieres, claro.
Cuando se sientan a escuchar el cuento veo a Leo decir a otro
niño: «yo quiero ponerme aquí, que es donde estaba antes, en el
mismo sitio». Algunos más se ponen también como estaban al
14-9-2005, miércoies
principio, otros cambian de lugar. Iván se pone a mi lado y me toca Viene Anselmo que estaba en París. Entra. vergonzoso y tengo
la pierna todo el rato. Cada cual encuentra seguridad a su manera. que estar un rato con él enseñándole la clase, diciéndole lo que
El cuento que he elegido les gusta: Pequeño Cowboy. No hicimos los días pasados... Sus compañeros me ayudan y le
es largo y tiene un ritmo de narración muy bonito y unas ilus- cantan La jirafa sinforosa. Después les leo medio libro de Carla
traciones sugerentes. Cantamos la canción de la estrella. Carla y un cuento de Marisa. Y hacemos unas escenas teatrales con
recuerda muchas cosas del año pasado y las comenta, hace de lo que hemos leído sugeridas por mí, que hago de «narradora».
(-ayudante». Paulo se echa al suelo y arrastra a Mario, que lo Les gustan tanto que quieren repetir. Me encanta que les guste
imita. Lo riño y se modera. Jorge pone cara de genio o incomo- el teatro, ¡lo pasaremos bien!

f (.1 tos «TRUCOS» DEL FORMADOR


LOS «TRUCOS» DEI FORMADOR 1 17
SOÑAR DESPIERTA SOÑAR DESPIERTA

Dibujan la escena que más les ha gustado y en eso viene que aprender. Hay que crecer... Me pregunto si serán simples
Marta y me dice que su dibujo es el mejor. Le digo que es bueno, «moralejas» venidas desde fuera de ellos, o si serán ideas- ut; i;
pero no «el mejor». Un rato después me dice que se quiere ir a les,contruida pelrovcaióndsufe-
otro «cale», «que no le gusta lo que hacemos aquí, ni juntarse xiones en grupo, y quiero creer que será esto último, aunque a lo
con las otras clases, ni nada». ¡Me pide que la escuche y la valo- mejor algunas les vendrán inevitablemente impuestas por mí,
re a ella sola! Y no es la única... ¡Socorro! tanto por lo que creo que debo irles «enseñando», como por
Alberto entra diciéndome que su padre tiene llagas en la mi modo de pensar, o de ser... ¡Qué vamos a hacerle!
boca y que a su madre le duele la espalda si él se le cuelga. Por lo
visto ha entendido que me interesa la salud de los padres, supon- 15-9-2005, jueves
go que a raíz de lo de la operación del padre de Joan. Qué risa.
Otro suceso chocante ha sido la crítica-piropo que me han Me gusta la costumbre que propongo de que cada día sea uno «el
«echado» Anselmo y Leo: primerito». Alguna vez la he puesto en cuarentena por si fuera
• .—Tú estás chalá –me dice Anselmo. algo rutinario, pero cada vez le veo más ventajas. Hoy ha sido
— i Por qué me dices eso? Paulina «la primerita» y se ha mostrado tan responsable, tan
— Porque siempre bailas. amable, tan ordenada... que daba gusto verla. He podido mirar-
— Pues a mí me gustaría bailar como tú, pero me da vergüenza la mejor, hemos compartido la organización del material, los re-
–dice Paulina. cados, los repartos... La verdad es que se establece una relación
—Yo lo que digo es que estás loca por las tonterías que dices de colaboración y complicidad entre «el primerito» y yo, dife-
–añadió Leo. rente a la habitual y muy interesante y bonita.
—Pero tú bien que te ríes. Voy viendo sus preferencias y sus manías. A la hora de hacer
—Sí, me da mucha risa que digas: « ;A lavarse el culo!» a la construcciones Pedro da un grito atronador. Voy a ver qué le
hora de lavarnos las manos. pasa y dice que Mario le ha hecho daño en la mano. Lo riño por
«asustarme». Hay varias parejas que van prácticamente siempre
Veo que se van sentando las bases de temas clave. A modo juntas. Tendré que observar qué relaciones mantienen cada una
de «sentencias» que yo verbalizo y que vienen a resumir las con- de ellas. Veo que tendré que parar a algunos y «animar» a otros.
versaciones mantenidas: todos somos diferentes. En el mundo
hay chicos y hay chicas, y las dos cosas son buenas. La gente 16-9-2005, viernes
puede estar: sana, buena, herida, o muerta. La familia nos impor-
ta mucho. Los bebés preocupan, gustan, cansan y dan celos. Después del patio hemos ido a ver las estancias de la escuela: las
Cada cual pinta a su manera. «El que tiene boca se equivoca». Cada clases, la siesta, los almacenes de material, los despachos, la sala
uno tiene unos gustos. Divertirse es muy bueno. Si uno habla, los de profesores (donde se reúnen las maestras a aprender cosas, a
otros se esperan y escuchan. Hay que comer. Hay que jugar. Hay preparar los trabajos... y a hablar de ellos), el aseo de los mayo-

- - ,

1 1 [t'y; «TRUCOS») DEL FOP.Nu‘DoR LOS «TRUCOS» DEL FORmADOR 1 19


SOÑAR DESPIERTA SONAR DESPIERTA

res, la cocina, la despensa, el cuarto de la limpieza, el taller de


20-9-2005, inaries
informática, el escenario para las fiestas...
Roberto hoy «propone» un taller de equilibrio. Bueno, en Esta mañana Alberto ha entrado en clase con un atuendo muy
realidad lo que hace es jugar a sostener el tenedor con el dedo a bonito. A todo color, con un verde sugerente, y dibujos geomé-
medio comer. Le digo que eso no puede hacerlo, pero que si quie- tricos. Le he dicho: ¡qué ropa más bonita traes!, ¡qué elegante
re, que proponga un taller de equilibrio y dice muy serio: «pues vas! «Es una camiseta de África, tengo tres.»
sí, lo propongo el taller de equilibrio». Vamos llevando bien tener dos niños más morenos de lo ha-
A la hora de salir hay muchas preguntas de los padres: ¿qué bitual. El papá de Marcos es brasileño y los abuelos de Alberto son
tal? Y me oigo contestar: muy bien. de Guinea. Cuando supe que estarían en mi clase preparé un grá-
fico con: más morenos, morenos y blancos. En cada apartado puse
19-9-2005, lunes una foto recortada de una revista, y colgando de unos cordones un
muñequito blanco y otro negro. Sin embargo no lo puse en el sitio
Muere el bisabuelo de Roberto y eso suscita una pequeña con- de los gráficos, no sabía si lo tomarían bien, o no. De los dos me
versación sobre el tema. habían contado que eran vergonzosos y retraídos. También prepa-
—Mi madre está triste porque se ha muerto su abuelo, que es ré un cuento precioso: Niña bonita, que habla en un tono imagi-
mi «Risa» y tendrá que verlo sólo en las fotos, porque los muertos nativo y agradable sobre el tema del color de la piel. Al terminar
ya no vuelven más. les canto con la guitarra Duerme, negrito. Mientras leía el cuento
—Yo lo que no sé es cómo suben al cielo. observé a Alberto (Marcos no estaba), y vi que estaba relajado y
—Ni yo. natural. Así que saqué el gráfico y lo rellenamos. '-
—A mí me han dicho que luego se vuelven polvo. Me cuesta trabajo que se mantengan sentados viendo cuen-
—Mis abuelos ya se han muerto los dos. tos en el rato de irse. Algunos se levantan y van a la mesa de las
—A mí me gusta morir y vivir. colecciones. No hay modo de separarlos de ahí. Han tenido
—¿Al mismo tiempo? mucho éxito las linternas, las lupas, los espejos, las piedras....
—No, morirme y luego moverme otra vez y vivir. Me gusta verlos cazarse los reflejos de luz en el techo: «las rati-
—Ah, pero eso no es así... tas». Anselmo ha cogido un espejo flexible y ha hecho un refle-
—Mi abuela se está muriendo. Y tarda. Y no puede respirar. Mi jo largo. «¡Un rayo!, ¡un rayo! ¡Dios me ha' dejado hacer un
madre la cuida por la noche: rayo!», gritaba tan contento.
—Y cuando se muera, ¿qué pasará?
—Polvo., polvo...
22-9-2005, jueves
—A los que mueren los entierran dentro de una caja brillante y
9 -muy bonita y luego los tapan con tierra. La madre de Marta llama por teléfono para preguntarme si puede
—Claro, para que no se les meta la tierra en los ojos. entrar la niña los miércoles a las once de la mañana. El motivo

12 LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEL FORMADOR 121


SOÑAR rA.SPIERIA SOÑAR DESPIERTA

es que es el único día que ella no trabaja temprano y así desayu- Hay quien se moja el pelo, pega a los que tiene al lado, dice
nan jumas y la trae a la escuela en coche. Como por la tarde le palabrotas... y todo ello como si tuviera unos interroganr.,5
toca irse con su papá... Le digo que sí. Creo que es importante puestos ¿podré hacer estas cosas aquí? ¿Seré más fuerte que 'tú?
ese ajuste familiar, ese tiempo deseado por las dos para estar jun- Hay quien evita ser mirado abiertamente y se mantiene en plan
tas de una manera especial. huidizo. Algunos me hablan «por encima» de todos, sin parar,
Hemos hecho un collage de jirafas y se ha armado un buen lío pretendiendo acaparar mi escucha. Otros hablan tan flojo que
al repartir el material. Así que me he sentado a explicar, un tanto no se les oye, lo cual hace que tenga que hacer callar a todo el
enfadada y un tanto «compungida», que «como no soy un pulpo, mundo para enterarme de algo, aunque eso no podrá ser siempré. ,
no llevo bien que todos me llamen a la vez, porque sólo tengo dos Unascutiñenqyolasivthbr,nó•o
manos y no ocho, así que acudiré poco a poco, como pueda». aún capaces de hacerse hueco por sí mismas. Una de ellas opta
Gonzalo ha mordido a su amigo del alma. Luego estaba pre- por canturrear en voz baja, cosa que me molesta bastante. Un
ocupado y «culposo». Creo que le molesta que el amigo vaya con niño se hace presente con aplausos nerviosos. Como necesita
otros niños y en vez de decirlo, o de asumirlo, se pone serio y moverse, aplaude como si pensara que ése es un movimiento
ataca. Se lo digo y no lo niega, aunque tengo dudas (no estoy se- «bien visto», que podrá hacer cuando quiera. Hay otro que úni-
gura aún de esta hipótesis de sus ataques). Veremos si el nombrar camente me habla si estoy sola. Otro que intenta «seducirme»
los posibles motivos de su rabia le sirve para ir haciéndola cons- con sus bromas y sus imaginaciones, se ve que se ha dado cuen-
ciente y dejar sus impulsos. ta de que eso me gusta...
lvii trae un disco compacto con música de Mozart, que También veo que nombro a cada niño varias veces por día
según d es «para oírla en la bañera». Me pide que apunte en la y no sólo para decirles algo, sino para hacerlos presentes, salu-
pizarra: •Iván me deja este disco por diez días», con lo cual se es- darlos, valorarles algo, para mantenerles la atención si se des-
trena el servicio de préstamo de libros de este año y de paso, em- pistan, o para frenarlos. ¡Cuantos mecanismos, cuantos hilos
pezamos a ver para qué sirve escribir. ¡Muy bien! entrecruzados, cuantos aspectos en la comunicación diaria que
no hacemos conscientes salvo que los escribamos, los hable-
,, ierne9 mos con los demás, o los pensemos!... Y con esta madeja es
con la que se va haciendo el vínculo transferencial. Un víncu-
Veo (pea cada uno le hablo en un «registro». Según lo que sé de él lo en el que cada niño depositará parte del afecto que hasta
o de ella, lo que veo, lo que siento... entablo hilos de cone- ahora reservaba para sus figuras principales en la figura del
xión, o de duda. Con algunos la relación es de limitarlos, porque maestro, y así podrá confiar, sentirse seguro y dedicarse a
lo «requieren» así, en otros es de comunicación y entendimiento, aprender y a relacionarse con sus iguales. Vínculo con el ma-
en otros de lejanía. Es como seguir una conversación con sus estro y vínculos con los compañeros, con el grupo-clase, con 1
preguntas y sus respuestas, pero tan vertiginosa que no da tiempo los subgrupos, con los demás maestros, con la escuela como
muchas veces a pensar qué conviene mejor hacer o decir. conjunto, con la cultura...

« , RUCOS» DEL FORMADOR Los «TRUCOS» DEI. FORMADOR 1232


w. .4.101 SOFIAk DESPIERTA

¿CÓMO NO VA A COSTAR que vemos el tesoro, que nos disfrazamos, que hacemos tea-
trillos en clase, que leemos nuestro libro Nosotros, que mira-
DESPUÉS LA MSPEDIDA? mos las fotos, que acariciamos los cuentos preferidos, que
jugamos con las muñecas, los coches, las construcciones, los
Normalmente dedico esfuerzo y tiempo a ir trabajando con los imanes...
niños el difícil momento de la separación. El grupo que se reu- Y hablamos de los primeros tiempos juntos, de los cambios
nió y se organizó forjando poco a poco un núcleo común de vi- que han hecho, de las escuelas a las que van a ir, de los amigos,
vencias y afectos... ha de acabarse. Y ese hecho, en apariencia de cómo mantener el contacto entre ellos y conmigo, de los
trivial y «lógico», supone todo un reajuste personal. Habrá niños momentos que no quisieran olvidar... Surge muchas veces el
que se irán a otras escuelas, amigos que se separarán, cambiarán recuerdo de otros niños que ya no están con nosotros, pero a
de maestra, de espacio, de manera de trabajar en clase y a veces de los que también recordamos en este recopilatorio de afectos
muchas cosas más. que se mueven y se conmueven.
Lo previsto por mí es visitar la escuela para despedirse de Con frecuencia hay quien reacciona estando nervioso,
cada rincón. Las clases, la cocina, el patio, la siesta, los despa- soñoliento o «penoso» en casa o en la escuela, hay quien se
chos, la entrada, la sala de profesores, el armario de las cosas hace el indiferente ante los demás, pero en su casa dice que no
del teatro, la sala de psicomotricidad, el taller de informática, se quiere ir de la escuela, quien pide claramente «repetir» para
la clase de inglés, los talleres mezcladitos, el campo cercano al no irse, quien dice que quiere irse «ya» para no soportar la es-
que vamos de excursión los viernes y que los niños bautizaron pera, ni la incertidumbre de este tiempo, quien manifiesta
con el nombre de «El rompeculos»... Por supuesto se despiden mucho miedo, quien llora a cada rato...
de las personas que conforman la escuela en su conjunto: los Lo más raro es que no haya ninguna reacción. En esos
compañeros de otras clases, las cocineras y limpiadoras, la ad- casos presupongo que el niño en cuestión «lleva por dentro» su
ministrativa, las maestras. Todo el mundo les desea buenas preocupación e intento que diga algo para que no viva solo el
cosas para el futuro, o les cuenta lo que hacían cuando eran pe- agobio.
queños. Recuerdo que el gran miedo de Carla era «hacerse pis en-
La despedida incluye acostarse en las hamacas de la siesta, cima porque no sabía dónde estaban los aseos de la escuela a
. a oscuras, hablar de lo que recuerdan de sus siestas, escuchar la que iba a ir»... O el de Miguel echar tanto de menos a su
acostados una nana y uno de los cuentos preferidos, jugar un amigo Víctor que no podría jugar con nadie. Los sentimientos
rato en cada clase, sentarse en la sala de las maestras a ver que se nombran son: «susto», «preocupación», «no tener
cómo se encuentran allí... ganas de bailar», «tener ganas de llorar», «echar de menos»,
Nos despedimos lenta y exhaustivamente de cada minús- «pena»... Algunas veces, como este curso, he visto que los
«-.ulo rincón, material o actividad de nuestra clase. La última niños hablaban de la muerte comparándola con la pérdida del
merienda, los últimos talleres, el último teatro, el último día grupo, o del amigo.

LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR tos «TRUCOS» DEL FORmADOR 125


SOÑAR vt SPIFCTA SOÑAR DESPIERTA

—Si yo no veo a Uriel pensaré que se ha muerto, decía un niño a punto Y luego ya están las variantes que aportan los propios niños
de llorar. o sus familias, como el rap inventado por Alberto y su madre s en
—Morirse es peor que separarse, pero nosotros no vamos a morirnos el que se hacía alusión clara al final del grupo: «En este cole hay `i
aún, le contestaba una compañera. niños que se van, los que se quedan serán Elefants...». La me-
—Si una persona se muere la pena es la más grande, pero si se sepa- rienda organizada por la madre de Alex en su casa. O el mambo
ran es menos pena. que vinieron a bailar un buen grupo de padres y madres hace tres
—Sí, pero es bastante, acordaros que yo lloré mucho cuando mis padres años el último día del curso para darles una sorpresa a sus hijos
se separaron. (¡y se la dieron!).
(Diario de clase Jirafas, 2005/2006) Este año en el tiempo de la despedida vino Alberto eon
una camiseta en la que estaba él de pequeño con una cara
Como escuela proponemos visitar el vecino colegio de pri- mofletuda y sonriente. Le dije que me alegraba mucho de co-
maria, al que irá la mayor parte de los niños, conocer los espa- nocerlo de bebé y entonces Marta me dijo que «si viera lo
cios, jugar un rato, ver las clases (¡y los aseos!), comer o . guapa que estaba ella de bebé...», Guillermo dijo que él de
merendar allí... Y por supuesto ofrecerles a los que se van una bebé tenía la cara más gorda que su hermano y así. Total, que
pequeña despedida. después de esas corrientes celosas tan notorias, no me quedó
Los niños votan el teatro que quisieran ver por última vez más remedio que pedirles una foto de cuando eran pequeños.
y las maestras se lo representamos con cariño especial. Todo el Y con esa «vuelta atrás»... nos conocimos de nuevo. Ahora
mundo está presente en el primer rato de esta sesión de ya sabíamos cómo éramos «de bebés» y cómo éramos «de ma-
«adiós», que iniciamos con un breve parlamento para situarnos yores». Me resultó emocionante verlos «regresar» en esos días
y poner palabras a lo que está pasando. para poder después despegar y seguir creciendo, ya fuera de
Después unos representantes de los niños entregan a los aquí... y de mí.
que se van una bandeja con algo que tomarán después de la se- Uno de esos días del final hablamos de los cambios que ha-
sión (eso les distrae el nerviosismo y les endulza el momento). bían hecho en el tiempo que llevábamos juntos.
A continuación ven el teatro y luego el resto de niños y maes- —¿Vosotros sabéis lo que es cambiar?
tras se van al patio, quedándonos en la intimidad los niños que —Sí, si uno tiene un globo y otro una pelota se la pueden cambiar.
se van y sus maestras. En ese momento se les va llamando y se —O cambiar a los jugadores del Fútbol, quitan uno y ponen otro.
dice algo bueno de cada cual, según nos viene la emoción o la —O cambiar de colonia.
inspiración, sin mucho preparar, ni forzar, como «sale». Y se les —O de televisión.
entrega un regalo, que puede ser una camiseta con sus nombres, —O cambiarte de colegio...
un dibujo en el que todos han participado en un cartel «de re- —¿Y la gente? ¿Podemos cambiar nosotros?
cuerdo», un libro con un poema dedicado a cada niño, una foto —Pues claro que sí.
de grupo, según. —¿Habéis cambiado en algo vosotros?

1 2/4 LoS «TRUCOS» DEL FORMADOR LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR 12.1- j
SONAR DESPIERTA

—Yo he cambiado en leer, que antes no sabía.


—Yo he cambiado porque en vez de defenderme pegando, ahora «es-
—Yo en guardar más los juguetes y en no «rabiarle» tanto a mi hermana.
quivo».
—Yo en desayunar sin tardar.
—Yo ya no me pongo a llorar si pierdo.
—Por lo menos yo he cambiado en no estar tan «pegada» a la televisión.
—Yo ya duermo en mi cama sin querer pasarme a la de mi madre todos
—Ni a las amigas.
los días.
—Antes yo era muy bestia en saltar en las camas.
—Yo ya no lloro porque mi papá viva en otra casa.
—Y en escupirnos y en llorar por todo.
—Yo he hecho dos cambios últimamente. Uno es que a veces me duelen
—Sí, pero he cambiado y además os he enseñado a soñar despiertos.
las muñecas, porque me hago mayor. Y otro que ahora cuando quiero
—Es verdad.
hacer algo, intento hacerlo y no dejarlo estar para otro momento, y
—Yo he cambiado en que antes pegaba, armaba lío y perseguía a los
luego me alegro de haberme decidido a hacerlo. Por ejemplo, se me
pequeños por el pati o.
ocurre escribir una poesía y la escribo.
—Yo mando un poco menos.
—¿Y hasta por la noche?
—Yo he cambiado en pelearme con mi hermano, ahora le pego menos
—Sí.
que antes.
—Pues vaya, ¡qué fresca!
—Yo antes no hablaba y ahora sí que hablo.
— ¿Es que eso te molesta, Carla?
—Antes no hacía caso al hacer los trabajos y hacía lo que me daba la
—Claro, porque me da envidia no saber escribir.
gana y ahora ya no.
— No te preocupes, sabes bastantes cosas ya y el año que viene en pri-
—Antes yo no chillaba y ahora chillo, y eso me vale para defenderme.
maria acabarás de aprender.
—Y sólo jugabas con tu hermana y ahora juegas con nosotros.
— ¡Ay, no me recuerdes que me voy, que me dan ganas de llorar!
—Yo he cambiado en no ser tan bajito.
—Y a mí también...
—A mí antes me reñían por gritar, ahora ya no grito tanto. De la le-
(Diario de clase Jirafas, 2005/2006)
chuga he cambiado también. Y de moverme mucho en los sillas y
cuando me decías: calma, no podía pararme y ahora sí que puedo.
—Sí.
Espero haber podido transmitir en este escrito una sem-
, .Yo ya como pescado.
blanza de la escuela que me gusta: un sitio en el que se desea
estar, en el que se puede sentir, pensar y vivir con los otros, pla-
—Y no hacía caso y ahora ya hace caso.
centeramente.
—Antes cuando era medianito no sabía nadar y ahora sí.
Y una manera, la mía, de estar en ella... despierta y soñan-
—Sergio y yo siempre hemos sido novios, pero un día él quiso ser
do al mismo tiempo.
novio de Ester. Y como ella no quiso, volvimos a ser novios. Eso
Ojalá, de paso, haya podido convocar algunos recuerdos,
era un cambio, pero luego volvió a cambiar todo y ser como al
• principio. abrir algunas dudas, despertar algunas emociones... Ojalá mis pa-
—Yo ya no pego. Algunas veces
labras hayan logrado volar hacia vosotros para sentir que cada
le pegaba a mi madre y ahora ya no. día somos más los que soñamos una escuela viva y amable.
1 21: Los «TRUCOS» DEL FORMADOR
LOS «TRUCOS» DEL FORMADOR 129
SOÑAR DESPIERTA
SOÑAR DESPIERTA

problemática estaba más fuera que dentro de nosotros. Curiosa-


UNA PROPUESTA DE ACTIVIDAD mente algo habíamos pensado ya, algunas hipótesis tenk,in , I,
PARA LECTORES INQUIETOS «in mente» y hacía tiempo que les dábamos vueltas, sin embar-
go nos venía mal reconocer nuestros «enganches» o limitacio-
Y AVENTURADOS nes. Es más cómodo adjudicar las responsabilidades a los demás.
En el equipo de maestras de mi escuela hemos hecho diversos Por poner un ejemplo contaré que una de las compañe-
trabajos de profundización y análisis sobre nuestra tarea como ras descubrió que los niños que le causaban inquietud o dudas
eran los que menos hablaban. «No sé nunca lo que están pen-,
docentes.
Uno de ellos fue pensar en los grupos-clase de los años que sando, no los llego a entender y eso me da rabia y me aléjo.»
pudiéramos recordar con el fin de rememorar con qué niños y Buscando «raíces», recordó lo mal que le sentaba no saber
con qué familias tuvimos dificultades del tipo que fuesen. He- nunca qué le rondaba por dentro a su hermano, que era muy
chos los dos pequeños listados, el trabajo era intentar averiguar hermético. Según nos comentaba días después, en vez de sen-
si había algún parecido o rasgo común entre los niños o entre las tirse «culposa», se había sentido bastante aliviada. Saber que
familias, de tal manera que pudiéramos extraer alguna «tipolo- ella era una parte de la cuestión liberaba al niño callado de sus
gía» de niños o de padres que nos presentaran problemas para presiones para que hablara, y así le daba más tiempo y oportu-
lograr un buen vínculo facilitador de relaciones y aprendizajes. nidades para expresarse a su ritmo sin agobiarlo, ni alejarse de
Después teníamos que tratar de ubicar en nuestras vivencias él. Los vínculos con estos niños se fueron mejorando y ella
si esos niños o padres se asemejaban, o nos recordaban alguna si- quedó muy contenta.
tuación, o a algún personaje importante en nuestras vidas. Todo Hubo quien no encontró sus «motivos internos» por mucho
ello para descubrir si algún lado del sentimiento tenía que ver que lo intentó. Sin embargo algo cambió en la calidad de su
con nosotros y aprender a controlarlo poco a poco. autoobservación, de tal manera que meses más tarde, empezó a
Al principio hubo resistencias. Había quien decía que no se averiguar cosas...
acordaba de sus casos difíciles. Quien entendía que lo que íba- En fin, este trabajo os propongo. No es muy cómodo, pero
mos a hacer nos llevaría a culparnos a nosotros mismos de las di- es útil. Realizarlo individualmente es bueno, pero efectuarlo en
versas problemáticas que se plantearan («A ver si al final grupo es muchísimo mejor. ¿Alguien se anima?
tendremos la culpa nosotros»). Pero como el objetivo no era la-
tigarnos, sino «aligerarnos» de pesos adicionales, acabamos
haciéndolo y obtuvimos resultados muy valiosos.
Lo primero que vimos es que a veces sí que había coinciden-
cias en las «tipologías» de niños o familias que nos «costaban»
a cada cual. Otra cosa buena fue darnos cuenta de que en algunos
casos compartíamos la dificultad, lo cual inducía a pensar que la

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1 3(' tos «TRUCOS» DEL FORMADOR

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