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El dominio del arte de la combinación- Alexander Koblents- Prof. J.L.

Matamoros

Capítulo VI
SACRIFICIOS INTUITIVOS
En las combinaciones analizadas la adeptos más fervientes de los sacrificios
parte activa recuperada en forma forzada intuitivos, pero no de todos ellos resultan
el material sacrificado con ventaja o de- éstos ser rasgo característico su estilo. Se-
claraba mate al adversario. Pero, existen gún creo entre los adeptos más fervientes
los sacrificios combinatorios, después de de los sacrificios intuitivos hay que men-
los cuales la parte activa se contenta en las cionar ante todo a R. Spielmann y entre los
primeras fases únicamente con la iniciati- ajedrecistas actuales a M. Tal.
va, sin recibir un acompensación material Spielmann dividía los sacrificios en
plena por el material sacrificado. Más aún, «aparentes» y «reales».
todas las consecuencias del sacrificio, a ve- «La diferencia consiste —expresaba
ces, no se pueden apreciar con exactitud. el ajedrecista austríaco— en que con
Es posible también, que la parte pasiva ten- los sacrificios aparentes el material es
ga mayores recursos para la defensa luego entregado por tiempo determinado, y en
de la aceptación del sacrificio, a diferencia los sacrificios reales por tiempo indeter-
de combinaciones analizadas, en las cuales minado. Los sacrificios aparentes no están
las jugadas obligadas forzaban al defensor unidos con riesgo alguno. En el momento
a limitar sustancialmente su elección. de realizarlos todas las consecuencias están
A los sacrificios que se basan en la per- exactamente calculadas. De esta manera,
suasión intuitiva del atacante de que la ini- cada uno no representa un sacrificio en el
ciativa debe ofrecer sus frutos, aunque la pleno sentido de la palabra, sino un proce-
posterior situación no esté del todo clara, dimiento seguro y útil en ese momento».
llamamos nosotros sacrificios intuitivos. Aunque el Gran Maestro escribía más
Ellos siempre están unidos con ries- adelante que no quiere subestimar el signi-
gos, ya que sus consecuencias pueden ser ficado de los sacrificios aparentes y que la
determinadas con un cierto margen de subdivisión hecha por él es subjetiva, en la
error, pero no con exactitud. Efectuar tales literatura del ajedrez no prevaleció su pun-
sacrificios requiere valentía y saber mirar to de vista. Y esto se explica. No es deseable
el peligro de frente. Esto se debe a que si convertir en maniobras seguras y ventajo-
la iniciativa no asegurara ventajas reales sas todas las combinaciones forzadas que
será inevitable la supremacía material del nos brindan con su ingenio y brillo, tanta
adversario. satisfacción estética.
En los sacrificios intuitivos se realiza La teoría de sacrificios intuitivos no
una completa evaluación de las fuerzas, y ha sido estudiada a fondo aún, ni tampoco
la escala corriente del valor de las figuras es el fin de este capítulo hacerlo. Mi inten-
resulta sólo un punto de apoyo, que per- ción es ayudar al lector a lograr una noción
mite de una manera concreta observar la aproximada de la particularidad de los sa-
magnitud relativa del sacrificio realizado. crificios intuitivos.
En la práctica de todo ajedrecista

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ALGUNAS COMBINACIONES DE damente. Aquí también son necesarias las
M. TAL predisposiciones posicionales.
19. ... g6
Considero que sería conveniente basar 20.¦af1 f6
el capítulo de sacrificios intuitivos sobre el 21.h4! ¢h8
material de las partidas del gran maestro 22.¦5f3 f5
de Riga. Este pensamiento lo fundamento 23.exf5!? ...
sobre las particularidades de su estilo aje- Al sacrificar dos figuras, el mismo au-
drecístico, ampliamente conocido. tor de la combinación no estaba convenci-
do de la corrección de su idea. Tal tuvo que
Riga, 1954 pensar, que no era posible prever todas las
PASMAN consecuencias, y que había que tener muy,
pero muy en cuenta la supremacía material
de las negras. Pero, iba hacia el sacrificio
sin temor sabiendo que su iniciativa sería
prolongada y peligrosa.
23. ... £xd5 24.fxg6 ¦xf3 25.g7+ ¢g8
26.¥xh7+ ...
Lo más importante es despejar el cami-
no para su peón h.
26. ... ¢xh7 27.¦xf3 ¤e4!
Trasladando sus fuerzas para el blo-
queo del peón h.
28.h5 ¤df6 29.£g6+ ¢g8 30.h6 ...

TAL
Juegan las blancas

19.£g4 ...
Introducción a una combinación de
muchas jugadas, con sacrificio de dos figu-
ras. Presten atención a que las blancas tie-
nen una disposición más activa de fuerzas.
A su disposición está la columna abierta f;
el caballo en d5 ocupa una posición más
activa que el caballo d7 de las negras. Tam-
bién en el ala del rey las blancas tienen su-
premacía: los peones negros están bajo el Es justamente esta posición a la que
fuego de las figuras pesadas. quería llegar Tal al comenzar la combina-
Nos detuvimos en la valoración ge- ción en la jugada 23.
neral de la posición para subrayar que los Por supuesto, creía que los peones
sacrificios intuitivos no surgen inespera- muy avanzados, apoyados por dama y to-
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rre, obligarán a las negras, por lo menos, logran apartar a la dama contraria de la úl-
a resolver problemas muy complicados. En tima horizontal. Después de la aparición de
los ejemplos que siguen, observarán que, una nueva dama blanca, el rey negro cae en
aunque Tal no se preocupe a veces por los una red de mate.
grandes «gastos» materiales al hacer sus 34. ... £xe4 35.¦d8+ ¢f7 36.g8+ ¢f6
sacrificios intuitivos, siempre se queda con 37.¦d6+ ¢f5 38.£g6+ ¢f4 39.g3+ ¢e3
alguna ventaja posicional real. 40.¦d3+ £xd3 41.£xd3+
30. ... ¦a7 Las negras abandonaron.
Es un error, aunque perdonable. Las
negras han trazado un lógico plan de de- Moscú, 1967
fensa: colocar a la torre en e7, al caballo FILIP
en h7, bloqueando totalmente al peón h6.
Pero la jugada 30. ... ¦a7 debilita la prime-
ra horizontal de las negras, lo que Tal apro-
vecha inmediatamente. Algún escéptico di-
ría «Tal tuvo suerte; fue una chance que se
presentó por casualidad». Pero, en dichas
«casualidades» de Tal existe también una
especie de regularidad. Primero porque es
más difícil defenderse que atacar. Segundo
porque los sacrificios inesperados, cam-
bian por completo la imagen de la batalla y
psicológicamente es difícil cambiar hacia la
defensa. Tercero, porque a menudo sucede
que, aun logrando rechazar las amenazas TAL
en un determinado sector del tablero las fi-
guras de Tal mantienen una secreta fuerza 19.¤xf7! ¢xf7 20.£xh7 e5 21.¦xd8
dinámica. En algún lugar aparece la debili- ¦xd8 22.£h5! ...
dad, que es aprovechada por el jugador de Desde el punto de vista de una razona-
Riga. ble escala de valores, las blancas tienen una
Las negras podían haber logrado tablas compensación insuficiente: dos peones por
mediante 30...¤h7. Por ej.: 31.¦f8+ ¤xf8 caballo. Pero el sacrificio no está construi-
32.gxf8+ ¢xf8 33.£g7+ ¢e8 34.h7 £d1+ do «sobre arena»: la situación del rey negro
35.¢h2 £h5+, con jaque perpetuo. es insegura y la clavada del caballo ata la
31.¢h2! ... acción de sus figuras. Pero, lo que es carac-
Con esta jugada tranquila, las blancas terístico en los sacrificios intuitivos de Tal,
preparan una combinación camuflada. es que esta compensación dinámica no lle-
31. ... ¦e7 va automáticamente hacia la victoria, sino
Merecía atención 31...£a8. que exige una máxima tensión, búsqueda
32.¦h3! ¤h7 33.¦d3 £a8 34.£xe4! de nuevos golpes tácticos, nuevos recursos
... de ataque. Al mismo tiempo el adversario
Con este nuevo sacrificio las blancas tiene gran elección de planes de defensa.
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22. ... £e6 Moscú, 1963
Amenazando mediante 23. ... £g4, SIMAGIN
aliviar la presión.
23.h3 ¥c5 24.¢h1! ...
Ahora las negras deben tener en cuen-
ta la amenaza f4.
24. ... ¥d4
No se puede, por supuesto, 24...¥xf2,
debido a 25.¦f1.
25.¦d1 ...
¡Todas las figuras tienen que
«trabajar»!
25...¦d6 26.¥a3 ¦a6
Las negras han notado, que no pasa
26...¦d8; en vista de 27.f3! ¥b6 28.¦xd8
¥xd8 29.f4! y no se puede 29. ... exf4, de- TAL
bido a 30.¥d5. Pero, si no se toma al peón,
la amenaza f5, es mortal. En la partida siguió inesperadamente:
27.¦xd4! ... 28.¦d7 c2 29.¤xc2 ¤xc2 30.c7 ...
Las negras abandonaron, ya que des- ¡Las blancas recibieron sólo un peón
pués de 27. ... exd4 28.¥d5 ¦xa3 29.£f5+, por el caballo! ¿Cuál era el estímulo
las blancas logran una gran superioridad que indujo a las blancas a realizar
material. dicho sacrificio? La posibilidad de
A propósito, es curiosa la particulari- aprovechar el alejamiento temporario
dad de los sacrificios intuitivos: primero la del caballo negro y el poder de su muy
parte activa sacrifica el material para lograr avanzado peón c7. Amenaza ¦d8, aparte
ventajas dinámicas, y luego trata de susti- de tener las blancas una perspectiva real de
tuirlas por ventajas materiales. ataque combinado en el flanco rey.
El tiempo es la compensación más 30. ... ¦e1+
«frágil» por el material sacrificado. Con re- Siguiendo automáticamente el prin-
lación a esto, recuerdo la partida entre Tal cipio que dice que cuantas menos figuras,
y Simagin, en uno de los torneos interna- tanto más fácil es conducir la defensa. Pero,
cionales. La partida había terminado hace esta jugada debilita a la octava horizontal.
mucho y, sin embargo, los Grandes Maes- A la 30...¢g7, las blancas querían contes-
tros seguían analizando la posición. tar 31.h5!, y a la 30...£c3, hubieran segui-
—¿Acaso las negras deben perder? — do con 31.£f4, conservando las amenazas
preguntó desconfiado Simagin. ¦d8 y h5(h6).
—¡Yo tengo un caballo de más! 31.¦xe1 £xe1+ 32.¢h2 ¤d4
—Sí, ¡pero su caballo está tan lejos! — El caballo se apresta a prestar ayuda,
contestó Tal. pero ya es tarde...
He aquí la posición que analizaban los 33.£f6! ¤f3+ 34.¢g3
Grandes Maestros. Las negras abandonaron.
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