Almacén seguro.

Devocional 27 septiembre 2019 – Docentes Cristo Nación

Hoy muchas personas, tienen muchas cosas de gran valor, ya sea económico o sentimental, y para tenerlos
bien asegurados u ocultos, guardan estas cosas en sus propias casas, en un banco o lugares de alta
seguridad. Está bien, es un patrimonio que uno consiguió con su trabajo, esfuerzo, etc., y es natural el
preocuparse por la seguridad de sus bienes. Pero otros llegan extremo de estar muy pendientes de sus cosas
guardadas, pensando que no están seguros o que cualquiera por accidente puede encontrarlas. Está bien
guardar cosas, es bueno, prever para situaciones futuras, pero acaparar o tener sin dar, ser muy celosos,
temerosos no son nada bueno.
Nuestra vida está bien guardada en las manos del Señor.

¿Qué es lo que realmente debemos guardar?

Nuestras vidas y dejarlas en la manos de Dios, nuestro corazón, La Palabra es bien clara, al decirnos: Sobre
toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. Proverbios 4:23 ¿Que guardas en tu
corazón? Pues de el salen todas las cosas que somos. Mateo 12:34 ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis
hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca . Otro texto nos da más
claridad para entender esto Lucas 6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el
hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca .
Lo que hay dentro de ti, un día saldrá de ti y las personas verán quien eres realmente tu.
¿Qué cosas guardamos en nuestro corazón? Mucho y lamentablemente, las obras de la carne, y muy
poco las obras del Espíritu de Dios.
¿Donde estas realmente parado?
Mateo 6:21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Si nuestro tesoro esta en las cosas espirituales de Dios, estas parado en la Roca que es Cristo Jesús, Job
10:12-13 Vida y misericordia me concediste, Y tu cuidado guardó mi espíritu. Estas cosas tienes guardadas
en tu corazón. Si esperas en Dios todo te saldrá bien, de acuerdo a la voluntad de Dios, pero si estás haciendo
tesoros en lo terrenal, un día lo puedes perder todo, pues lo que fácilmente viene fácilmente se va.
Eclesiastés 5:12-14. Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja
dormir la abundancia. Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus
dueños para su mal; las cuales se pierden en malas ocupaciones, y a los hijos que engendraron, nada
les queda en la mano.

Un ejemplo el mar muerto

Este es mar se encuentra en las tierras bíblicas, es un mar que recibe las ricas aguas del rio Jordán, guarda
estas aguas del rio, y no tiene afluentes o ríos para dar o regar los campos, y como está estancado, este mar
no alberga vida, sus aguas están concentradas de sal.
Así pasa con muchas vidas que acaparan las bendiciones de Dios, en vez de dar y bendecir, prefieren
almacenar y ahí mucho de esos productos se echa a perder, Dios nos da dones y talentos, gracia para poder
hablar con otros cosas lindas y más que todo para compartir su bendita Palabra, pero lamentablemente no lo
hacemos, por prejuicios que nosotros mismo nos damos
que oyendo la voz del diablo nos hace sentir que no somos nada o que nada podemos hacer, con los afanes
de la vida nos hace olvidar que TODO LO PODEMOS EN CRISTO QUE NOS FORMATELCE, cuando hacemos
todo guiados en su voluntad y no en la nuestra.
A partir de hoy ya no hagas tesoros en la tierra sin en el cielo: Mateo 6:19-20 No os hagáis tesoros en la
tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo,
donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
Recuerda que sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón.
Deja que Dios sea quien guarde a tu familia, y tus bienes materiales y mucho mas tus bienes espirituales.
Texto para meditar. En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los
necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que
recibir. Hechos 20:35