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I. INTRODUCCION.

II. OBJETIVOS.
III. MARCO TEORICO.
3.1.DEGRADACION AMBIENTAL.

El desarrollo incontrolado de la sociedad industrial, que afecta tanto a la


producción como al consumo, ha experimentado una escalada en la
segunda mitad de siglo hasta el punto de afectar gravemente a los
parámetros básicos que mantienen el equilibrio de la biosfera y degradar
el entorno físico.
Fenómenos como el efecto invernadero, la lluvia ácida, la destrucción de
la capa de ozono, la utilización de fosfatos la contaminación acústica y
visual o las emisiones, así como el creciente volumen de residuos y la
necesidad de su tratamiento muestran claramente las consecuencias de este
desarrollo y ponen de relieve hasta qué punto la actividad humana es capaz
de afectar seriamente a las condiciones de supervivencia del planeta.
(Perales, A. s.f) 1
La degradación ambiental es el deterioro del medio ambiente a través del
agotamiento de recursos como el aire, el agua y el suelo; la destrucción de
los ecosistemas; la destrucción del hábitat; la extinción de la vida silvestre;
y la contaminación. Se define como cualquier cambio o perturbación del
medio ambiente que se perciba como perjudicial o indeseable, es causado
por la población humana. (Wikipedia, 2019)2

3.2.RECURSOS NATURALES AFECTADOS POR LA

DEGRADACIÓN AMBIENTAL.

3.2.1. AGUA.

La escasez, la contaminación y el mal uso son los grandes


problemas del agua. La calidad del agua está afectada por
diversos factores como los usos del suelo, la producción
industrial y agrícola, el tratamiento que se le da antes de ser
vertida nuevamente a los cuerpos de agua, y la cantidad misma
en ríos y lagos, ya que de ésta depende su capacidad de
purificación.
A nivel mundial en los países en desarrollo se da tratamiento a
menos de 10% del agua. México se encuentra en una situación
mejor con una cifra cercana a 20%, considerando ambos tipos
de descargas: urbanas e industriales. Esto significa, sin
embargo, que la inmensa mayoría del líquido se vierte a ríos,
lagos o mares sin ningún tratamiento previo, ocasionando la
contaminación de éstos y, en consecuencia, la reducción del
agua disponible para su uso.

3.2.2. AIRE.

La calidad del aire en una zona determinada, además de ser


afectada por factores climáticos y geográficos, tiene una
relación directa con el volumen de los contaminantes emitidos
localmente a la atmósfera.
Se entiende por contaminación atmosférica a la presencia en el
aire de materias o formas de energía que impliquen riesgo,
daño o molestia grave para las personas y bienes de cualquier
naturaleza, así como que puedan atacar a distintos materiales,
reducir la visibilidad o producir olores desagradables.
El nombre de la contaminación atmosférica se aplica por lo
general a las alteraciones que tienen efectos perniciosos en los
seres vivos y los elementos materiales, y no a otras alteraciones
inocuas.
Los principales mecanismos de contaminación atmosférica son
los procesos industriales que implican combustión, tanto en
industrias como en automóviles y calefacciones residenciales,
que generan dióxido y monóxido de carbono, óxidos de
nitrógeno y azufre, entre otros contaminantes. Igualmente,
algunas industrias emiten gases nocivos en sus procesos
productivos, como cloro o hidrocarburos que no han realizado
combustión completa.
3.2.3. TIERRA.

El suelo es considerado un recurso natural frágil y no


renovable, debido a que resulta difícil y costoso recuperarlo o,
incluso, mejorar sus propiedades después de haber sido
erosionado por las fuerzas abrasivas del agua y el viento o
deteriorado física o químicamente. El suelo realiza un gran
número de funciones clave tanto ambientales como
económicas, sociales y culturales que son esenciales para la
vida. Es indispensable para la producción de alimentos y el
crecimiento vegetal, almacena minerales, materia orgánica,
agua y otras sustancias químicas y participa en su
transformación; sirve de filtro natural para las aguas
subterráneas; es hábitat de una gran cantidad de organismos;
proporciona materias primas para la construcción (arcilla,
arenas, minerales, etc.) y es un elemento del paisaje y del
patrimonio cultural.
La creciente demanda de alimentos para una población en
crecimiento con patrones de consumo más intensos, constituye
una enorme fuente de presión tanto sobre los ecosistemas
naturales (para ser transformados en terrenos agrícolas o
pecuarios), como sobre las tierras ya destinadas a estas
actividades productivas, lo que favorece el deterioro del suelo.

3.3.FACTORES DE LA DEGRADACION.

3.3.1. CRECIMIENTO DE POBLACIÓN Y URBANIZACIÓN.

Los vínculos entre la población, el medio ambiente y los


recursos naturales están mediados por múltiples factores. El
acelerado crecimiento demográfico y la distribución
desequilibrada de la población en el territorio -al interactuar
con desigualdades sociales y regionales-, las pautas de acceso
y uso de los recursos naturales, las tecnologías utilizadas para
su explotación y consumos vigentes, ejercen una fuerte presión
sobre el medio ambiente y los recursos naturales.
El impacto ambiental inmediato de los asentamientos urbanos
deriva del cambio de uso del suelo, además de los procesos
locales de contaminación. Sus impactos directos son de mucho
mayor alcance que los indirectos. Para su funcionamiento, las
ciudades realizan intercambios materiales y energéticos con un
territorio muy amplio, contiguo o lejano. La ciudad requiere
agua, alimentos y energía para sostener sus procesos. Como
resultado del consumo o transformación de bienes y servicios,
las ciudades generan copiosas cantidades de residuos sólidos y
líquidos, además de contaminantes de la atmósfera, que afectan
ecosistemas locales y distantes. El territorio necesario para la
sustentación de un asentamiento urbano configura lo que se
denomina su "huella ecológica".
Los impactos indirectos son también de gran envergadura. En
la medida en que las ciudades concentran la demanda de bienes
y servicios, inciden en la dinámica productiva y ambiental de
zonas rurales, de otras zonas urbanas distantes e incluso de
áreas localizadas en otros países. El proceso de urbanización
de la población genera además impactos culturales, entre los
que figuran la transformación de hábitos de consumo y la
alienación de los ciudadanos de su entorno natural. En el medio
urbano se pierde la transparencia de las relaciones con los
bienes y servicios ambientales que aportan los ecosistemas
naturales.

3.3.2. ACTIVIDADES AGRÍCOLAS, GANADERÍA Y PESCA.

La destrucción ambiental incide directamente en la crisis del


campo, en tanto que las malas prácticas agropecuarias a su vez
contribuyen a degradar aún más los ecosistemas y la calidad de
vida de los campesinos.
A nivel global, la agricultura contribuye de manera directa con
entre 10 y 12 por ciento a las emisiones de Gas de efecto
invernadero, debido a que los suelos agrícolas y el ganado
emiten grandes cantidades de gases a la atmósfera.
De manera indirecta contribuye con entre 17 y 20 por ciento,
debido al uso de combustible fósil para las operaciones
agrícolas, la producción de agroquímicos y la conversión de
tierras para cultivo Más de 80 por ciento de los suelos agrícolas
presenta algún grado de erosión, debido a los monocultivos y
la deforestación, promovida esta última para la ganadería
extensiva y la producción de pasturas.
El cambio de uso de suelo para actividades agrícolas y
pecuarias ocasiona 82 por ciento de la pérdida de cobertura
forestal, en tanto que otro 14 por ciento corresponde a
pastizales.
El sobrepastoreo, originado por la ganadería extensiva,
también acelera la degradación del suelo, debido al pisoteo
continuo y a que, a través de la pérdida o degradación de la
cubierta vegetal, el suelo queda expuesto a agentes erosivos
(agua y viento). Esto tiene efectos negativos en los ciclos de
vida de los ecosistemas. El 44 por ciento del suelo degradado
se ha dado sin actividad ganadera; el 24 por ciento con
actividad ganadera y sobrepastoreo y el 32 por ciento con la
ganadería sin sobrepastoreo.
Ahora bien, las actividades pesqueras realizadas de manera
insustentable generan impactos ambientales adversos en la
conservación de los propios recursos pesqueros y de los
ecosistemas acuáticos. Son varios los factores involucrados
entre los que destacan el crecimiento excesivo de la capacidad
pesquera, la captura incidental de especies asociadas, la escasa
atención a la captura realizada por las flotas de otros países en
aguas patrimoniales, entre otros.
3.3.3. TRANSPORTE.

El transporte está relacionado con diversos problemas


ambientales entre los que se encuentran: la emisión de
contaminantes atmosféricos; la generación de residuos como
aceites, lubricantes, llantas, chatarra y la generación de ruido.
Las actividades relacionadas con el transporte representan la
fuente más importante de contaminación de la atmósfera,
especialmente en los grandes asentamientos humanos.

3.3.4. INDUSTRIA.

Dentro de los asentamientos urbanos, la actividad industrial es


una de las que genera mayores impactos ambientales. De
acuerdo con los patrones históricos que determinaban la
ubicación de la industria en los lugares donde se encontraba
disponible la mano de obra necesaria y, simultáneamente, se
encontraban los mercados para los productos industriales, las
actividades industriales tendieron a concentrarse en las
ciudades, preferentemente en las grandes ciudades.
Los efectos ambientales de dicha concentración se pusieron
rápidamente de manifiesto: generación de residuos sólidos,
líquidos y gaseosos, con la consiguiente contaminación del
suelo, hídrica y atmosférica, así como producción de daños o
de amenazas de daños con motivo de la realización de
actividades que pueden calificarse como de alto riesgo y del
manejo de materiales y de residuos peligrosos. Las relaciones
entre industria y medio ambiente han venido cambiando, sin
embargo, subsisten en muchas partes, especialmente en los
países en desarrollo, centros industriales que presentan los
problemas clásicos de la contaminación industrial. A estos
problemas de contaminación se agregan otros como la presión
sobre los recursos naturales, especialmente los recursos
energéticos.
3.3.5. TALA INDISCRIMINADA DE BOSQUES.

Dentro de este recuento de los impactos ambientales debe


incluirse el que corresponde a las actividades forestales,
cuando ellas se realizan de una manera insustentable. Los
procesos de deforestación generan importantes efectos
ambientales negativos, que tienen que ver con el régimen del
agua y con el régimen del suelo, así como con la conservación
de la biodiversidad y con el régimen climático, para mencionar
sólo las principales consecuencias de la deforestación. (Zurrita,
A. et. al. 2015)3
De 2001 a 2016, la Amazonía peruana perdió 1.974.209
hectáreas de bosques, lo que equivale a unas 123.388 hectáreas
menos cada año, según el Programa Nacional de Conservación
de Bosques (PNCB) del Ministerio del Ambiente.
La agricultura, la ganadería, la tala ilegal de árboles, la minería
ilegal y el narcotráfico son los principales agentes destructores
de los bosques amazónicos

3.4. PROCESOS DE DEGRADACION.

Cuando se pone en producción un suelo, podemos mantener el estado de


vínculo que tiene naturalmente con los otros componentes del ambiente o
bien podemos alterarlo. Esto va a depender de la calidad e intensidad de
uso y manejo que ejecutemos en el mismo para obtener beneficios
productivos.
Si cambiamos las interrelaciones de un ambiente, generamos otras, que
pueden conducir a que se favorezcan procesos a” ritmos” o “velocidades”
que el suelo no está en condiciones de soportar y conducimos al mismo a
su degradación.
Estos procesos que llevan al suelo a disminuir su capacidad productiva
inicial se conocen como “Procesos de degradación” y son: Erosión,
Degradación física, Degradación biológica, Degradación química y
Desertificación.
3.4.1. EROSION.

Cuando ocurre este proceso se produce pérdida de suelo, y ésta


puede ser mínimamente imperceptible o bien de gran
envergadura cada vez que ocurre el proceso. El agente del
clima que “mueve” al suelo desde su lugar original puede ser
el agua y en este caso nos referimos al proceso de “erosión
hídrica” o bien el viento y entonces nos referimos a “erosión
eólica”.
La erosión es uno de los procesos más frecuentes en nuestro
país y el de mayor relevancia debido a que el tiempo que se
necesita para volver a generar unos pocos centímetros de suelo
perdidos suele ser similar al de una generación humana. El
suelo perdido es la fracción más superficial y por ende la más
rica en nutrientes. Su ocurrencia en suelos poco profundos o
pobres naturalmente o bien con altos contenidos de arenas a
determinada profundidad, puede ser extremadamente crítica,
revirtiendo la aptitud de estos suelos y pudiendo perder su
capacidad para la producción de cultivos labrados comunes.

3.4.2. DEGRADACION FISICA.

Vinculados a éste existen una serie de microprocesos que


alteran el espacio libre “poroso” que tiene el suelo para que se
pueda “mover” el aire y el agua. Se producen cambios adversos
en el suelo que afectan las condiciones físicas relacionadas con
el desplazamiento del aire, del agua y nutrientes, y el desarrollo
de las raíces. Estos procesos pueden ocurrir a nivel de
superficie del suelo o su superficialmente, y los efectos más
comúnmente observados son capas compactadas (piso de
pezuña o de arado), sellamiento de la superficie del suelo
(planchado), costras. Junto al proceso de erosión hídrica es de
los más frecuentes, encontrándose ampliamente generalizado
en las tierras agrícolas de nuestro país. Y lamentablemente
muchas veces es pensado como un proceso natural que ocurre
en el suelo y no como un proceso debido al uso y manejo
inadecuado del mismo.

3.4.3. DEGRADACION BIOLOGICA.

La pérdida de la biodiversidad (organismos vivos) y de la


materia orgánica (organismos de origen animal y vegetal,
parcial y/o totalmente descompuestos o transformados)
constituyen los efectos más notorios debidos a la ocurrencia de
los procesos de degradación biológica. Esto repercute sobre
diferentes funciones del suelo como, entre las más importantes
para suelos agrícolas están la transformación, reciclado y
posterior asimilación de los nutrientes por las plantas. También
el acomodamiento y la persistencia de los minerales del suelo
en unidades específicas (estructura) que contribuyen a sostener
el espacio poroso que va a asegurar el traslado del agua de
lluvia y/o de riego por el suelo y la eliminación de los excesos.
Además del desplazamiento del aire dentro y fuera del suelo.
Está ampliamente demostrado que el uso intensivo del suelo y
la aplicación de tecnología inadecuada se constituyen en las
principales causas de la ocurrencia de estos procesos de
degradación biológica en suelos agrícolas.

3.4.4. DEGRADACION QUIMICA.

Varios de los procesos de degradación química están


vinculados a la degradación biológica y suelen ocurrir en
condiciones extremas de la ocurrencia de este último. Ejemplos
de lo manifestado son el agotamiento de nutrientes y la
acidificación del suelo que resultan como consecuencia de,
entre otras causas, el agotamiento de la materia orgánica. La
contaminación del suelo es otro proceso de degradación
química que generalmente está asociado a la contaminación de
aguas (superficiales y subterráneas), al inadecuado uso y
manejo de insumos y desechos de la agricultura (como metales
tóxicos, lodos residuales, desechos de fundición, escombros de
minería). El aumento del contenido de sales en el suelo es otro
proceso que ocurre en áreas habilitadas al riego (permanente),
en donde el contenido salino del agua de riego y las
limitaciones en el sistema de drenaje generan un aumento de la
salinidad del suelo. La problemática del aumento del contenido
de sales en el suelo, no sólo está limitada a regiones de riego,
es habitual en áreas ganaderas de nuestra pradera pampeana
que presentan drenaje natural limitado (roca, tosca) y nivel
freático cercano a la superficie, y que reciben un manejo
inadecuado del suelo.

3.4.5. DESERTIFICACION.

Es un proceso combinado, multicausal que se desarrolla tanto


en zonas áridas, semiáridas o subhúmedas de nuestro país.
Afecta al ecosistema en su totalidad. Y ocurre como
consecuencia de la explotación por las actividades humanas en
donde la fragilidad de los sistemas naturales no es tenida en
cuenta, y se sobrepasa la capacidad productiva del sistema. El
resultado final es la declinación de los rendimientos de los
cultivos, como consecuencia del establecimiento de
condiciones más extremas que las naturales. La eliminación de
la cobertura vegetal herbácea y el desmonte descontrolado y
las sequías originadas por alteraciones climáticas naturales y
antrópicas constituyen los principales desencadenantes de este
proceso. El manejo irracional del suelo y el agua son factores
determinantes de su dirección, velocidad y ocurrencia.
(Picitelli, M. 2015)4
IV. CONCLUSIONES.
V. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.

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