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01/10/2019

Juzgado de lo Contencioso-administrativo N°. 23 de Madrid, Sentencia de


30 Jul. 2018, Rec. 255/2017
Ponente: Palomar Olmeda, Alberto Domicio.

Consultar JURIMETRÍA de este Magistrado

LA LEY 157360/2018

ECLI: ES:JCA:2018:1147

MEMORIA HISTÓRICA. Impugnación de acuerdo municipal de cambio de nombre de varias


calles de Madrid. Estimación parcial. Falta de motivación suficiente del Comisionado de la
Memoria Histórica en relación con algunas de ellas. Asunción de las estimaciones realizadas
por otros Juzgados. Falta de justificación asimismo del cumplimiento de los requisitos
legales respecto de otras dos calles no afectadas por esos pronunciamientos. Cumplimiento
de esos requisitos respecto del resto de calles incluidas en el acuerdo. PROCESO
CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO. Legitimación activa de la Fundación Francisco Franco.

El Juzgado de lo Contencioso Administrativo núm. 23 de Madrid estima parcialmente el


recurso contencioso deducido por la Fundación Francisco Franco contra el acuerdo de la
Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid por el que se cambia la denominación de
determinadas calles, plazas y travesía de la ciudad de Madrid en aplicación de la Ley de
Memoria Histórica, acogiéndose en cuanto a las denominaciones de determinadas calles.

A Favor: ADMINISTRADO.

En Contra: ADMINISTRACIÓN LOCAL.

Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 23 de Madrid


C/ Gran Vía, 19 , Planta 6 - 2801 3
45029730
NIG: 28.079.00.3-201 7/0013724
Procedimiento Ordina rio 255/2017
Demandante/s: FUNDACIÓN NACIONAL FRANCISCO FRANCO
PROCURADOR D./Dña. CRUZ MARIA SOBRINO GARCIA
Demandado/s: D./Dña. AYUNTAMIENTO DE MADRID
LETRADO DE CORPORACIÓN MUNICIPAL
FEDERACIÓN ESTATAL DE FOROS POR LA MEMORIA y PLATAFORMA CONTRA LA IMPUNIDAD DEL
FRANQUISMO
LETRADO D./Dña. JOSE LUIS MUGA MUÑOZ, CL/: DUQUE DE LIRIA, 9, PISO 1º IZDA, C.P.:28015
MADRID (Madrid)
SENTENCIA
En Madrid, a 30 de julio de dos mil dieciocho

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Vistos por D. Alberto Palomar Olmeda, Magistrado del Juzgado de lo Contencioso Administrativo
nº 23 de Madrid, los presentes autos de Procedimiento Ordinario núm 255/2017 interpuesto por la
Fundación Nacional Francisco Franco, como recurrente representada por la Procuradora D" Cruz
Mª Sobrino García , y, de otra, el Ayuntamiento de Madrid, representado por Letrado
perteneciente a sus Servicios Jurídicos como parte demandada y la Federación estatal de Foros
por la Memoria y la Plataforma contra la impunidad del Franquismo representadas por el Letrado
D. José Luis Muga Muñoz como partes codemandadas , sobre acuerdo de cambio de nombre de
determinadas calles de Madrid .

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- Que con fecha 9 de Julio se interpone recurso contencioso administrativo contra el
acuerdo de 4 de mayo de 201 7 de la Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid por el que se
cambia la denominación de determinadas calles, plazas y travesía de la ciudad de Madrid en
aplicación de lo dispuesto en el artículo 15 de la Ley 52/2007 de 26 de diciembre, por lo que se
reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron
persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura.
SEGUNDO.- Mediante Decreto de se admite a trámite el citado recurso y se reclama de la
Administración demandada la remisión del correspondiente expediente administrativo.
La demanda se formaliza mediante escrito con entrada el 24 de octubre de 2017.
La contestación a la demanda por el Ayuntamiento de Madrid se realiza mediante escrito de 30 de
noviembre de 2017.
La contestación a la demanda de las codemandadas se realiza mediante escrito 7 de marzo de
2018.
Por Decreto de 7 de marzo de 2018 se fijó la cuantía en Indeterminada.
Por Auto de 7 de marzo de 2018 se resolvió sobre la prueba a practicar en los presentes autos.
Con fecha 25 de mayo de 2018 tuvo entrada escrito de conclusiones de la parte recurrente y con
fechas 12 de junio de 2018 y 18 de junio de 2018 los escritos de conclusiones del Ayuntamiento
de Madrid y las codemandadas, quedando conclusos los autos por providencia de 18 de junio de
2018.
TERCERO.- En la tramitación de este procedimiento se han observado los preceptos y
prescripciones legales.
A los anteriores hechos son de aplicación los siguientes

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Sobre la legitimación de la Fundación recurrente.


En algunos momentos y trámites de este proceso se ha planteado la legitimación de la Fundación
recurrente. Aunque esta cuestión no se ha formalizado en términos procesales sí cabe indicar que
se trata de una persona jurídica con plenitud de derechos que en sus estatutos y actuación quiere
preservar la memoria y la consideración que, a su juicio, tiene un jefe del Estado de otra época
histórica.
Su consideración como una entidad fundacional en el pleno ejercicio de sus derechos civiles nos
lleva a considerar que la defensa de sus objetivos puede hacerles considerar que el recuerdo o la
preservación de sus figuras históricas (más allá de lo que cada uno pueda pensar) está conectado
a sus intereses y la preservación de los mismos la legitima para la actuación.

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El Auto del Tribunal Superior de Justicia de 24-10-2018 en relación con la medida cautelar limitó
los intereses y su alcance pero, estando planteada la cuestión, no negó la legitimación de la
recurrente sino que la admitió.
En este contexto y con estos límites que se asumen desde la posición del Tribunal Superior de
Justicia de Madrid cabe admitir que la recurrente tiene legitimación suficiente para instar el
presente recurso y que se aprecia u na conexión difusa y genérica entre sus fines y la existencia
de elementos de recuerdo y conmemoración situados en la denominación de las calles aunque es
claro que los perjuicios no pueden ser considerados como directos.
Esta referencia nos lleva directamente a indicar que el análisis que se rea l iza posteriormente no
permite, en función de lo indicado, pronunciarse sobre perjuicios concretos ni vinculaciones
indemnizatorias que, por otro lado, no figuran incluidas en el suplico de la demanda y que, por
tanto, se excluyen desde este momento.
SEGUNDO.- Sobre los argumentos utilizados en la demanda
A) La primera cuestión que se plantea es que la Administración está al servicio de los ciudadanos
y la licitud de la discriminación por razones ideológicas.
Sin entrar en otras consideraciones adicionales cabe indicar que lo que aquí se debate tiene
perfecto encaje en el estatus de la Administración reflejado en la CE y, específicamente, en el
artículo 103.1 de la CE cuando señala que "... La Administración Pública sirve con objetividad los
intereses generales y actúa de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización,
desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la ley y al Derecho . . .".
En este sentido, lo que cabe indicar es que la Administración está sometida a la Ley y que sus
actuaciones tiene en ella su encaje. En el presente caso cabe indicar, con claridad, que lo que se
analiza es la aplicación de una norma, por lo que si se entiende que la actuación de la
Administración se ajusta a la misma no cabe afirmar que exista ilicitud o discriminación
procedente de la actuación administrativa.
B) El segundo argumento al que nos referiremos posteriormente es el relativo a si la actuación de
la Administración tiene encaje en la Ley de Memoria Histórica. Desde nuestra perspectiva y, como
se señalará, posteriormente, desde nuestra interpretación la definición del artículo 15 de la Ley de
Memoria Histórica da cobertura a una obligación de las Administraciones Públicas de retirar los
símbolos y las placas o cualquier otro instrumento que enlace con los fines que se contienen en la
Ley.
Es cierto que no hay una mención explícita a las placas o la rotulación de las calles pero en la
delimitación funcional del objeto que se realiza en el apartado siguiente queda claro que el
propósito del legislador estaba centrado en la funcionalidad y no en la denominación explícita del
instrumento con el que se realiza la exaltación o el recuerdo. Lo que realmente importa es que el
instrumento en cuestión pueda ser considerado como directamente vinculado al objeto.
Se han formulado diversas consideraciones de los peritos y de las partes de lo que supone la
decisión de una Entidad Local en la elección del nombre de una calle pública. Lo que no cabe
duda, en una interpretación razonable, es que cuando se decide la rotulación con el nombre de
una persona es porque se entiende que su actividad, sus méritos, su relevancia social o su
posición social quieren ser recordados. Esto es lo que lleva a que las rotulaciones lo sean a favor
de personas a las que se quiere agradecer, recordar, recompensar su actividad social. Este
argumento, sin perjuicio de los problemas derivados de las aplicaciones de los criterios que
responden, obviamente, a una dinámica diferente, es difícil de negar y si optásemos por una
técnica de investigación social y de conocimiento de la posición de los ciudadanos es claro que
entenderíamos que no se trata de premiar a los anónimos sino a quienes, en diferentes
momentos, han tenido una posición de relevancia social.

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En este punto cuando se admite que los nombres de las calles son un acto de recuerdo,
reconocimiento o de cualquier otro vinculo inmaterial lo que justifica que se deba tamizar dicha
vinculación con la interpretación del artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica. Siendo esto así, si
el legislador considera que deben retirarse los instrumentos vinculados a la exaltación de la
Guerra Civil o de la Dictadura nuestra interpretación no puede diferir de lo que la ley impone y , a
nuestro juicio, es claro que uno de esos elementos que sí es vinculable a los objetivos de la ley es
el tema de los nombres de las calles.
El siguiente argumento es, en realidad, redundante con el anterior que consiste en indicar que es
ilegal e improcedente la vinculación de los nombres de las calles con los objetivos previstos en el
artículo 15 de la Ley de la Memoria Histórica.
Sin perjuicio de las consideraciones específicas que, más adelante, se indican en relación con
calles concretas, es lo cierto que en los apartados anteriores hemos efectuado las consideraciones
suficientes sobre la aplicación al presente ámbito del artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica.
En consideración a lo anterior puede discutirse la legalidad de la actuación administrativa pero en
este proceso no se ha probado que exista desviación de poder ni utilización de las facultades para
fines diferentes a los fijados por el Ordenamiento Jurídico. Se trata de la aplicación de una norma
y si es o no correcta corresponde indicarlo a los tribunales de justicia sin que la mera utilización y
aplicación de la norma pueda considerarse, como se pretende, como un supuesto de desviación de
poder y situada más allá del terreno de la discrepancia política, ideológica o personal de todos
cuantos se aproximan a un tema que, ciertamente, no puede considerarse socialmente como de
postura única . Lo que ocurre es que el plano en el que se mueve nuestra actuación trata
claramente de apartarse de estos niveles para centrarse únicamente en el de la aplicación de la
norma sin cuestionar la misma ni analizar otra cuestión que no sea su correcta aplicación.
TERCERO.- Sobre la competencia para la fijación y la modificación de los nombres de los viales.
Con carácter previo a cualquier otra consideración podemos señalar en este momento que el
artículo 75 del Reglamento de Población y Demarcación Territorial de las Entidades Local,
aprobado por Real Decreto 1690/1986, de 11 de junio atribuye a los Ayuntamientos la
competencia para la actualización y la rotulación de las vías públicas y la numeración de los
edificios.
En consideración a lo anterior y, sin perjuicio de lo que se dirá seguidamente, es claro que la
competencia para la denominación de las vías públicas corresponde al Ayuntamiento y que dicha
competencia, en principio, comprende tanto su rotulación inicial como las subsiguientes y, por
tanto, los cambios que sea preciso utilizar.
En el presente caso lo que ocurre es que el ejercicio de dicha competencia se ha sometido al
establecimiento de una regulación de carácter general que está representada por la Ordenanza
Municipal reguladora de la denominación y rotulación de vías, espacios urbanos, así como edificios
y monumentos de titularidad pública y de la numeración de fincas y edificios.
El artículo l º de la Ordenanza establece que "... 1. El objeto de esta Ordenanza es regular:
a) La asignación y modificación del nombre de las vías y espacios urbanos del término municipal
de Madrid, así como de los edificios y monumentos de titularidad municipal.
b) La rotulación de vías y espacios urbanos, así como la numeración de las fincas y edificios del
término municipal de Madrid.
Esta regulación se completa con lo que indica el artículo 2º conforme al cual "...
1 . La competencia para el otorgamiento y la modificación de nombre de las vías y espacios
urbanos, así como de edificios y monumentos de titularidad municipal, corresponde al
Ayuntamiento de Madrid.

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2. Tendrán únicamente carácter oficial y validez a todos los efectos legales los nombres atribuidos
por el Ayuntamiento.
3. La competencia del Ayuntamiento de Madrid para la asignación de nombre a vías y espacios
urbanos de titularidad privada no presupone ningún derecho ni reconocimiento de obligación
municipal con respecto a los mismos.
Específicamente y en lo que aquí nos interesa debe indicarse que el artículo 3º de la Ordenanza
establece:
"... d) Las modificaciones de nombres preexistentes sólo procederán por imperativo legal,
exigencias urbanísticas, para hacer desaparecer duplicidades, o por otras circunstancias
excepcionales que se hallen debidamente justificadas en la propuesta . . . .".
Esto nos permite indicar que el Ayuntamiento de Madrid se ha autolimitado su competencia y su
capacidad de modificación de los nombres de las calles a los supuestos previstos en el apartado d)
del artículo 3 de la misma de forma que únicamente pueden cambiarse los nombres por
imperativo legal o exigencia urbanísticas. Adicionalmente por causas excepcionales que se
encuentren debidamente justificadas en la propuesta.
Esto nos permite decir que existe una competencia reglada referida al cumplimiento imperativo de
una norma o, en su caso, de las determinaciones que provengan del ámbito de la normativa
urbanística. Adicionalmente, existe una competencia no reglada y con causa abierta que se
caracteriza por el carácter excepcional de la medida y por una justificación que debe obrar en el
expediente y que realmente se desconoce sobre el extremo que opera la justificación que, por
tanto, se sustituye por la aprobación del Pleno y la toma de conocimiento por el mismo de la
causa y la apreciación de la excepcionalidad.
Situados en este término podemos indicar que el presente supuesto quedaría enclavado en el
primero de los supuestos enunciados, esto, es el cumplimiento de una obligación legal.
Para llegar a esta conclusión puede verse que el artículo 15 de la Ley 52/2007, de 26 de
diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de
quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura establece que:
"...
Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas
oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones
conmemorativas de exaltación personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y
de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o
ayudas públicas.
Lo previsto en el apartado anterior no será de aplicación cuando las menciones sean de estricto
recuerdo privado, sin exaltación de los enfrentados, o cuando concurran razones artísticas,
arquitectónicas o artístico-religiosas protegidas por la ley.
El Gobierno colaborará con las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales en la elaboración
de un catálogo de vestigios relativos a la Guerra Civil y la Dictadura a los efectos previstos en el
apartado anterior.
Las Administraciones públicas podrán retirar subvenciones o ayudas a los propietarios privados
que no actúen del modo previsto en el apartado 1 de este artículo....".
De esta regulación realmente lo que nos interesa es lo previsto en el apartado 1 del artículo 15
que obliga (porque utiliza el imperativo) a las Administraciones Públicas a retirar los escudos,
insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de las exaltación, personal o
colectiva de la sublevación militar de la Guerra Civil.

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En este ámbito una de las primera cuestiones que se han planteado es, puramente, conceptual,
consistente en indicar si la denominación de una calle en un municipio puede encontrarse en el
ámbito de aplicación contemplado en el artículo 15.
Desde nuestra consideración el artículo utiliza dos términos de delimitación. Unos expresos:
escudos, insignias, placas y otros, genéricos que se califican por el objetivo: exaltación de la
sublevación militar, de la guerra civil y de la represión de la dictadura.
En encaje natural se sitúa en este segundo ámbito, esto es, en el que hemos denominado como
genérico y que se ubica dentro de los instrumentos que puedan colaborar o favorecer los objetivos
que la Ley trata de prevenir.
En este punto se ha planteado con evidente razón cual es el criterio para considerar que
concurren las circunstancias previstas en el artículo 15. Esta cuestión resulta trascendental porque
debe descartarse de antemano la consideración de que únicamente puede existir o incluirse en
este ámbito aquellas situaciones o conductas que resulten probados conforme a las técnicas
convencionales de prueba.
Desde nuestra consideración, y a ello responde el criterio que posteriormente se aplica, el juicio
que debe presidir la apreciación de dichas criterios es, ciertamente, diferente al de la prueba en
un proceso jurídico porque ello nos llevaría a un proceso histórico juridificado que, ciertamente,
es, prácticamente, inviable porque las circunstancias de lo probado hacen que tal planteamiento
no sea posible. En este mismo sentido, la STC de 3 de marzo de 2004 cuando señaló que "...8. A
la vista de las consideraciones que hasta el momento hemos realizado, se impone afirmar la
corrección constitucional de la ponderación realizada por la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo,
cuando afirma que no tiene "la función de enjuiciar la Historia, sino de aplicar el Derecho"
(fundamento de Derecho cuarto). De otro modo se impondría a los órganos jurisdiccionales la
tarea de verificar juicios históricos antes que jurídicos. La discusión histórica está abierta a la
participación y a la réplica en su contexto propio y por sus medios característicos, pero no puede
estarlo a la solución jurídica, cuya verdad no es, por definición, la que se persigue y construye con
el método histórico.
El ejercicio de nuestra jurisdicción en la garantía de los derechos fundamentales, como también
afirmó con acierto el Tribunal Supremo respecto de la suya, no sirve para enjuiciar la historia, y
menos aún para cambiarla o silenciar sus hechos, por mucho que éstos o las interpretaciones que
de los mismos se puedan hacer resulten molestos y penosos para sus protagonistas, o, como es el
caso, para sus descendientes.
Los hijos del Sr. Marino, que discrepan de algunas aseveraciones contenidas en el documental
"Sumaríssim 477", pueden, sin la menor duda, iluminar acerca de cuál fue, a su juicio, la
participación de su padre en el procesamiento del Sr. Melchor, explicando los motivos que, en su
opinión, le llevaron a implicarse en el mismo y contribuyendo así a enriquecer el debate histórico,
pero tal pretensión no puede llevarles a impedir la emisión del documental. . .".
En consideración a lo anterior el criterio que se va a sostener es el criterio de proporcionalidad y
ponderación de la inclusión en función de los trabajos que se han aportado, de un lado, y de la
prueba practicada. Este juicio de ponderación se asienta, especialmente, en la motivación
suficiente de la decisión administrativa en términos del conocimiento general y usual de la materia
y sin que, claro está, pueda considerarse como una validación o comprobación de hechos
históricos que revisten su propia naturaleza y que, no pueden ni deben ser enjuiciados en este
momento.
CUARTO.- Asunción de los pronunciamientos de diversos Juzgados de lo contencioso-
administrativo.
En consonancia con lo indicado y, específicamente, en relación con la motivación se asumen las
estimaciones que ya han realizado otros juzgados de lo contencioso-administrativo en relación con
diferentes calles:

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- Juzgado de lo contencioso-administrativo núm 7. Relativa a la calle General Millán Astray


- Juzgado de lo contencioso-administrativo núm. 24. Relativa a la calle Hermanos García Noblejas.
- Juzgado de lo contencioso-administrativo núm 24. General Asensio Cabanillas.
- Juzgado de lo contencioso-administrativo. Núm 8. Caídos de la División Azul.
- Juzgado de lo contencioso-administrativo. Núm 14. Cirilo Martín Martín.
- Juzgado de lo contencioso-administrativo núm. 5. En relación con la calle "El Algabeño".
Todas estas sentencias inciden, en su mayor parte, en la falta de motivación suficiente del
Comisionado de la Memoria Histórica en relación con la respectiva calle.
Se comparten los argumentos de estas sentencias y, en consecuencia se estima el recurso
contencioso-administrativo en relación con las mismas que, adicionalmente, constan como
recurridas ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid que, por tanto, deberá fijar el criterio
final sobre la interpretación efectuada en esta instancia.
QUINTO.- Consideraciones específicas sobre las calles no afectadas por los anteriores
pronunciamientos.
En la valoración de lo que se expone seguidamente cabe indicar que se ha efectuado una
valoración de las diferentes pruebas practicadas y el criterio que se ha seguido es el mismo que
expuso en las mismas de entender que no es la condición de militares, de las personas, o de
funcionarios de las personas que fueron cuyos nombres fueron incorporados a la denominación de
las calles sino que es preciso justificar, como dijeron en el acto de la práctica de las pruebas, un
plus adicional de participación o de significación. Solo esta vinculación es la que justifica, en los
términos que expusieron los miembros de la Comisión de Memoria Histórica que participaron en la
prueba practicada y que obra en Autos.
Desde esta consideración y con independencia de lo que ya se ha dicho en el fundamento anterior
se considera que se cumple el requisito al que nos acabamos de referir en los siguientes casos:
1º.- Calle Batalla de Belchite
3°.- Plaza de los Hermanos Falco y Álvarez de Toledo
4°.- Paseo de Muñoz Grandes
5°.- Calle de General García de la Herránz
6°.- Travesía del General Franco
7°.- Plaza Arriba España.
9°.- Plaza de Aunós
11º.- Calle del General Dávila
12º.- Calle de Juan Vigón
13°.- Calle del General Rodrigo
14º.- Plaza de Juan Pujol
15º.- Calle y Travesía de José Luis Arrese
16º.- Calle del Ángel del Alcázar
17º.- Calle del General Kirkpatrick
18°.- Plaza del Caudillo
19º.- Calle Primero de Octubre

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20º.- Plaza del Veintiocho de Marzo


21º.- Calle del Capitán Cortés
22º.- Avenida del Alcalde Conde de Mayalde
24º.- Avenida del General Fanjul
26º.- Calle del General Saliquet
27°.- Calle de García Morato
28º.- Calle del General García Escamez
29º.- Calle del General Romero Basart
30°.- Avenida del Arco de la Victoria
31 º.- Paseo del General Sagardía Ramos
33°.-Calle de Carlos Ruiz.
34º.- Calle del Almirante Francisco Moreno
35º.- Plaza de Emilio Jiménez Millas
36º- Calle del Puerto de los Leones
37°.- Calle de los Héroes del Alcázar
38°.- Calle del Cerro Garabitas
39°.- Calle del Crucero Baleares
40°.- Plaza del Gobernador Carlos Ruiz
41 º.- Calle de Eduardo Aunos
42º.- Pasaje del General Mola
45°.- Calle del General Orgaz
46°.- Calle del General Varela
47º.- Calle del General Yagüe
48º.- Calle del General Moscardo
49°.- Calle y Escalinata del General Aranda
50°.- Calle de Manuel Sarrión.
51º.- Calle del Capitán Haya.
52°.- Plaza de Fernández Ladreda
Como consecuencia de lo anterior y siguiendo el mismo criterio se considera que no se ha
justificado suficientemente el cumplimiento de los requisitos del artículo 15 de la Ley de Memoria
Histórica en términos de motivación de la justificación de la inclusión y su participación activa en
los presupuestos que contempla el artículo 15 de la Ley, en relación con las siguientes calles :
- Comandante Zorita. La transformación de su condición de Comandante y su sustitución por
Aviador Zorita no se presenta suficientemente justificada teniendo en cuenta que se admite el que
se mantenga la denominación
- Paseo del Doctor Vallejo-Najera. Los argumentos aducidos no se presentan como suficientes y,
adicionalmente, ni por la fecha de la concesión ni por la declaraciones de los miembros del
Comisionado puede entenderse que la exclusión está suficientemente justificada.

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SEXTO.- De conformidad con lo dispuesto en el artículo 139 de la Ley Jurisdiccional no procede la


imposición de costas al tratarse de una estimación parcial.

FALLO

Estimar parcialmente el recurso contencioso-administrativo interpuesto contra el acuerdo de 4 de


mayo de 2017 de la Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid por el que se cambia la
denominación de determinadas calles, plazas y travesía de la ciudad de Madrid en aplicación de lo
dispuesto en el artículo 15 de la Ley 52/2007 de 26 de diciembre, por lo que se reconocen y
amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia
durante la Guerra Civil y la Dictadura.
1º.- Y como consecuencia de la estimación:
A) Se estima el recurso en lo que se refiere a las siguientes denominaciones de calles:
- General Millán Astray
- Hermanos García Noblejas.
- General Asensio Cabanillas.
- Caídos de la División Azul.
- Cirilo Martín Martín.
- "El Algabeño".
B) Adicionalmente se estima el recurso en relación con las dos siguientes denominaciones:
- Comandante Zorita.
- Paseo del Doctor Vallejo-Najera
2º.- Se desestima el recurso en todo lo demás y se confirman los actos impugnados. No hay
pronunciamiento sobre costas.
Notifíquese a las partes la presente resolución, haciéndoles saber que contra la misma cabe
recurso de apelación en ambos efectos, a interponer ante este mismo Juzgado dentro de los
quince días siguientes a su notificación.
A su tiempo, y con certificación de la presente para su cumplimiento, devuélvase el expediente al
lugar de su procedencia.
Así por esta mi Sentencia, lo pronuncio, mando y firmo.
EL MAGISTRADO.
PUBLICACIÓN.- Leída y publicada fue la anterior sentencia por el Iltmo Sr. Magistrado que la
firma. Doy Je.

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