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INVIERTE EN
LA NIÑEZ
LOS DERECHOS DE LOS #PorUnPerúSinViolencia

NIÑOS EN EL SISTEMA DE
JUSTICIA PARA NIÑOS

ANÁLISIS DE LA OBSERVACIÓN
GENERAL Nº 24 APROBADA POR EL
COMITÉ DE LOS DERECHOS DEL NIÑO

Artículo escrito por Sofía García (IPRODES) y


Oscar Vásquez en el marco del 30º aniversario
de la Convención sobre los Derechos del Niño

GRUPO IMPULSOR PARA PONER FIN A LA VIOLENCIA


CONTRA LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES
LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS EN EL
SISTEMA DE JUSTICIA PARA NIÑOS [1]
ANÁLISIS DE LA OBSERVACIÓN GENERAL Nº 24 APROBADA POR EL COMITÉ DE LOS
DERECHOS DEL NIÑO EN EL MARCO DE LOS 30 AÑOS DE LA CONVENCIÓN SOBRE
LOS DERECHOS DEL NIÑO

Sofía García Carpio* y Oscar Vásquez


Integrantes del Grupo Impulsor para Poner Fin a la violencia

I. INTRODUCCIÓN
El Comité de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño ha mostrado su preocupación porque los
Estados no están haciendo lo suficiente en la realización de los derechos de las niñas y los niños en el
mundo, desconociendo así su compromiso con la Convención sobre los Derechos del Niño -tratado de
derechos humanos con mayor número de ratificaciones-, que este año cumple 30 años de adoptada. En
ese sentido, y con el propósito de apoyar a los Estados parte a implementar la Convención, ha aprobado
la Observación General N° 24 sobre “Los derechos de los niños en el sistema de justicia de niños[2]”.

Las Observaciones Generales[3] son herramientas interpretativas de la Convención sobre los Derechos del
Niño elaboradas por el Comité de los Derechos del Niño, con el propósito de orientar a los Estados en una
adecuada aplicación de la Convención. Las OG, en ese sentido, toman en cuenta el diálogo con los
Estados, los informes de instituciones nacionales e internacionales, incluyendo a la sociedad civil,
instituciones académicas y ombudsman; y aclaran conceptos y proporcionan interpretaciones de los
artículos de la Convención ante nuevas situaciones y contextos, recordando el rol garante de los Estados
ante posibles tendencias regresivas[4].

La OG N° 24 reemplaza a la OG N° 10 sobre “Los derechos del niño en la justicia de menores” del año 2007,
que tenía limitaciones respecto a que el enfoque central de la herramienta eran los niños[5] infractores a
la ley penal. La OG N° 24, en consonancia con el interés superior del niño, tiene un lenguaje desprovisto de
prejuicios y que no estigmatiza a los niños. Esto se refleja -no sólo- en la adopción del término “sistema de
justicia para niños”, sino también, en la inclusión del término "medidas no privativas de libertad"
cambiando conceptos anteriores relacionados a la detención de los niños.

La OG N° 24 es un avance porque tiene como objetivos que los Estados parte implementen un sistema de
justicia amigable para los niños -hasta el momento los sistemas de justicia están diseñados para y desde
la visión de los adultos-, prevención e intervención temprana, responder a nuevas situaciones en los
contextos sociales y jurídicos: i) cambios en los estándares y la normativa internacional y regional en
materia de infancia; ii) nueva jurisprudencia del Comité; iii) nuevos conocimientos sobre el desarrollo de
los niños; iv) buenas prácticas como la justicia restaurativa. Asimismo, también muestra preocupaciones
relacionadas a la edad mínima de responsabilidad penal y al uso frecuente de la privación de la libertad
como primer recurso; la utilización de niños, niñas y adolescentes por grupos armados no estatales y
niños en sistemas de justicia no formales, como los niños indígenas.

* Instituto Promoviendo Desarrollo Social - IPRODES: http://kausajusta.blogspot.com/


[1] Traducción no oficial del título de la Observación General N° 24.
[2] CRC. “General Comment N° 24 (2019) on children’s rights in the child justice system”, la observación general N° 24 sólo se
encuentra disponible en el idioma inglés.
[3] Artículo 77.- El Comité podrá elaborar observaciones generales sobre la base de los artículos y las disposiciones de la Convención
para promover su aplicación y asistir a los Estados partes en el cumplimiento de sus obligaciones de presentación de informes.
[4] “Hay unos 25 países que todavía aplican la pena capital a los niños, lo que constituye una grave violación de los derechos del niño
y de la Convención”, Jean Zermatten, ex miembro del CRC, 16/09/2019:
https://www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=25007&LangID=E
[5] Es importante precisar que cuando el Comité se refiere a niños se refiere a toda persona menor de 18 años de edad, es decir: niño,
niña y adolescente.
2
La presente OG, orienta a que el diseño de los sistemas de justicia comprenda un concepto fundamental:
se impartirá justicia no a cualquier sujeto de derecho sino a niños, por lo que deberá tomar en cuenta la
edad, madurez, necesidades, contexto, salud mental de los niños para tomar las mejores decisiones. . Es
decir, los sistemas de justicia deberán contemplar estrategias para reducir los efectos nocivos del
contacto de los niños con el sistema de justicia y ampliar medidas no privativas de la libertad. Además, la
OG N° 24 se centra en los niños “de los que se alegue han infringido el derecho penal o a los que se acuse
o declare culpables de haber infringido ése derecho”. Es importante señalar, que la OG 24 no alcanza a
niños, niñas y adolescentes víctimas y testigos de delitos, los niños en procedimientos de bienestar social
y ante tribunales administrativos[6].

El contenido de la presente OG comprende: Introducción, objetivos y ámbito de aplicación; terminología,


elementos básicos de una política integral de justicia de niños, organización del sistema de justicia para
niños, sensibilización y formación; recopilación de datos, evaluación e investigación.

II. PREVENCIÓN

De acuerdo a la OG N° 24, los elementos centrales de una política integral de justicia para niños incluyen,
también, la prevención e intervenciones tempranas de niños que están debajo de la edad de
responsabilidad penal y cometen actos considerados como infracciones a la ley penal. La prevención a
implementarse por los Estados parte implica, en primer lugar, investigaciones para conocer las causas de
su involucramiento en el crimen; en segundo lugar, intervenciones tempranas enfocadas en apoyar a los
niños y sus familias[7] que se encuentran en riesgo, particularmente los que se encuentran excluidos en
el sistema educativo; en tercer lugar, un enfoque sistémico que favorezca la descriminalización de
conductas que muchas veces son sancionadas como delitos (por ejemplo: mendicidad, la fuga de la casa
o de la escuela, niñas víctimas de explotación sexual, relaciones consentidas); y, finalmente, inversión[8] y
respuestas amigables y multidisciplinarias (“Estrategias y Medidas Prácticas Modelo para Eliminar la
Violencia contra los niños en el ámbito de la prevención del delito y la justicia penal”[9]).

III. FUNDAMENTOS DE UN SISTEMA DE JUSTICIA PARA NIÑOS

La razón de implementar un sistema de justicia especializado para niños, separado y diferenciado de un


sistema de justicia para adultos, reside fundamentalmente en la condición particular de los niños, en sus
procesos de maduración y desarrollo cerebral diferentes al de los adultos; de ahí que sus capacidades
para entender el impacto de sus actos, tomar decisiones o controlar sus impulsos son diferentes, lo cual
lleva a concluir que los niveles de la culpabilidad y del reproche penal deben ser diferentes.

Por tal motivo, la OG N° 24 reafirma un concepto central en la justicia para niños, que la respuesta penal
no sólo debe ser proporcional a las circunstancias y a la gravedad de la ofensa, sino que también debe
considerar las circunstancias personales del adolescente (su edad, sus necesidades, su salud mental, etc.)
y, además, debe valorarse el interés de la sociedad. El énfasis en valorar las circunstancias personales, en
razón a su condición de personas en crecimiento y desarrollo, hace posible una justicia para niños
diferente a la de los adultos.

[6] CRC. Observación General N° 24 (2019). Introducción. Párrafo 5.


[7] Madres, padres, cuidadores, personas a cargo de los niños.
[8] “Inversión en la primera infancia y educación como medidas de prevención de la violencia y el crimen”, acorde con el artículo 4°
de la Convención, que exige a los Estados parte que adopten todas las medidas necesarias para dotar de recursos y hacer efectivos
los derechos reconocidos en la CDN.
[9] ONU. Resolución aprobada por la Asamblea General el 18 de diciembre de 2013. Publicada el 11 de febrero de 2014.
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Otro aspecto trascendental de la justicia para niños que sostiene esta nueva OG, tomando en cuenta los
avances de los estándares internacionales sobre la participación de niños en los sistemas de justicia, es
que dichos sistemas no sólo deben ser especializados, sino que también, deben estar adaptados a los
niños en su condición de sujetos de derecho y personas en crecimiento y desarrollo. Se trata de
establecer un sistema de justicia que sea amigable con los niños, ello significa varios desafíos: en primer
lugar, que los niños deben contar no sólo con una asistencia legal sino también con el apoyo apropiado
de personas adultas (no necesariamente sus padres o tutores) debidamente preparadas para
acompañarlos en todas las diligencias que sean necesarias; y en segundo lugar, que todos los
procedimientos, diligencias, ambientes, e incluso el lenguaje utilizado deben estar adaptados para
asegurar una efectiva participación de los niños en los procesos judiciales.

La Remisión como parte integral del Sistema de Justicia

El Comité en esta OG N° 24, tomando consciencia que la exposición de los niños al sistema criminal les
causa daño, sobre todo perjudicando sus posibilidades de convertirse en adultos responsables; y,
teniendo pleno conocimiento de los efectos positivos de la remisión (alta efectividad, bajo costo y
limitada estigmatización), le otorga una trascendental importancia a esta figura jurídica, al punto que la
considera como parte integral de un sistema de justicia donde la mayoría de los casos, incluso las
infracciones graves, deberían ser remitidos y tratados en programas de la comunidad sin la necesidad de
recurrir a procesos judiciales.

La remisión así entendida requiere ciertas condiciones para su aplicación: en primer lugar, que haya una
convicción razonable sobre la responsabilidad del niño en la infracción[10]; en segundo lugar, su remisión
a programas comunitarios debe ser consentido por el niño, sus padres o tutores, para lo cual deben ser
debidamente informados, asesorados legalmente y apoyados apropiadamente; en tercer lugar, el Comité
señala que la remisión puede ser aplicada desde el primer contacto del niño y durante todo el proceso
judicial; que ley debe indicar claramente los casos donde es posible su aplicación; y subraya la necesidad
de respeto pleno de los derechos de los niños en conflicto con la ley penal durante su aplicación.

Disposición de Medidas Sociales y Educativas y de la Privación de la libertad

En relación a los niños que se encuentran dentro de los procesos judiciales, la OG N° 24 señala que se
debe disponer y priorizar las más amplias medidas de carácter social y educativa, evitando la privación de
la libertad. Entre estas medidas recomienda el uso de la probation[11], órdenes de supervisión, monitoreo
comunitario, salidas tempranas de detención, la justicia restaurativa, entre otras.

En relación a la privación de la libertad, la OG N° 24 reafirma uno de los principios nucleares de la justicia


para niños: la privación de la libertad debe ser el último recurso y por el menor tiempo posible; pero,
introduce una importante condición, que sólo debe aplicarse a niños mayores de una edad límite que
todo Estado debe fijar; el Comité sugiere que esta edad sea los 16 años. 

La OG N° 24, además, precisa que toda forma de privación de libertad (arresto, detención o prisión) debe
estar debidamente regulada por la ley, considerando la posibilidad de su suspensión o revocación, en el
más breve tiempo posible.

[10] No es un requisito que el adolescente reconozca su responsabilidad; pero, en caso que el adolescente la reconozca se debe
evaluar que lo haya hecho voluntariamente, es decir sin haber recibido algún tipo de presión o intimidación. Se debe evaluar
también la edad, la forma de interrogatorio, la asistencia legal y apropiada etc. sobre todo para evitar falsas confesiones.
[11] Libertad condicional.
4
En el caso de la detención preventiva, la OG N° 24 reafirma su carácter excepcional, limitando su uso sólo
para asegurar la presencia de los niños en el proceso o para evitar riesgos de causar daños a sí mismos o a
otros. El Comité considera que las detenciones preventivas por tiempo prolongado son contrarias a la
Convención.

De igual modo, la OG N° 24 no sólo prohíbe que los niños permanezcan detenidos con adultos o en
centros de adultos, sino que además establece condiciones fundamentales a la privación de la libertad:
en primer lugar, que durante el tiempo que dure deben recibir cuidado y un tratamiento educativo; en
segundo lugar, que los ambientes donde permanezcan deben favorecer su integración social; y, en tercer
lugar, se debe promover la interacción con sus familias, grupos de pares y la comunidad.

Finalmente, el uso de la fuerza en este contexto sólo debe ser usado en caso de peligro inminente de
hacerse daño o dañar a otros, siempre que se hayan agotado otros medios. Están prohibidas las medidas
disciplinarias contrarias a la dignidad de los niños. Para el Comité el confinamiento solitario no debe
aplicarse a niños, solo de manera excepcional, como último recurso y por el menor tiempo posible.

IV. LA EDAD DE RESPONSABILIDAD PENAL

La OG 24 menciona que existe evidencia sobre el desarrollo infantil: “la madurez y la capacidad de
razonamiento abstracto sigue evolucionando entre los niños de 12 y 18 años de edad”. Además, señala
que: “es poco probable que puedan comprender el impacto de sus acciones o de los procedimientos
penales”[12]. En ese sentido, la OG encomia a los Estados parte que tengan como edad mínima penal
entre los 15 y/o 16 años de edad.

Sólo los niños por debajo de la edad mínima de responsabilidad penal, al momento de la comisión del
delito, no pueden ser declarados responsables en un procedimiento penal.

Por último, la OG N° 24 recuerda a los Estados parte que siempre se debe respetar y proteger los derechos
humanos y las garantías judiciales de los niños. Y, en aquellos casos donde no se pueda establecer la edad
del niño por debajo o por encima de la edad de responsabilidad penal, se otorgará al niño el beneficio de
la duda y no se declarará la responsabilidad penal del niño.

V. ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA DE JUSTICIA PARA NIÑOS

De acuerdo con la OG N° 24, se requiere que el sistema de justicia para niños sea integral para lo cual
deberá establecer unidades especializadas dentro de la policía, los jueces, la oficina de la Fiscalía,
también abogados defensores especializados en derechos de la niñez, y cortes especializadas para niños
en unidades separadas de las cortes actuales. Servicios especiales como consejería, supervisión y libertad
condicional. Evaluaciones individuales y multidisciplinarias.

Los Estados parte deberán buscar el involucramiento activo de las organizaciones de sociedad civil
especializadas.

[12] CRC. OG 24 (2019). Párrafo 22.


5
VI. GARANTÍAS DE UN JUICIO JUSTO

El artículo 40 (2) de la Convención contiene una importante lista de derechos y garantías para asegurar
que cada niño reciba un trato y juicio justo. Los Estados parte deben establecer y observar estándares
muy altos basados en los estándares mínimos internacionales[13]: i) Continua y sistemática capacitación
de equipos profesionales interdisciplinarios sobre los sistemas de justicia para niños; ii) Garantías contra
la discriminación desde el primer contacto de los niños con el sistema y a través de todo el proceso, en
particular poner atención y especial sensibilidad al tema de identidad de género, orientación sexual, de
las niñas, y niños con discapacidad; iii) garantías para asegurar la vida, la salud física y psicológica de los
niños desde el primer momento que entra en contacto con el sistema y durante todo el proceso; iv) No
aplicación retroactiva; v) Presunción de inocencia: el niño tiene el beneficio de la duda; vi) El derecho a ser
escuchado; vii) Participación efectiva en el proceso y procedimientos; viii) Pronta y directa información
sobre los cargos; ix) Asistencia legal apropiada y especializada para niños; x) Celeridad e involucramiento
de padres, tutores, encargados y del mismo niño; xi) Derecho a no ser objeto de autoinculpación; xii)
Niños tienen derecho a examinar a los testigos contra ellos; xiii) Derecho a la revisión y apelación; xiv)
Asistencia de un intérprete gratuito; xv) Derecho a que se respete su privacidad durante todo el proceso; y
xvi) Por último, el Comité recomienda que los Estados parte tengan reglas para eliminar los antecedentes
penales de los niños cuando alcancen los 18 años de edad.

VII. LOS COMPROMISOS PENDIENTES DEL ESTADO PERUANO ANTE EL COMITÉ DE


LOS DERECHOS DEL NIÑO

El Estado peruano al firmar y ratificar la Convención sobre los Derechos del Niño ha asumido el
compromiso de garantizar el cumplimiento de los derechos contenidos en dicho tratado; y, en virtud de
ello, debe informar periódicamente al Comité de los Derechos del Niño sobre los avances de su
implementación. El Estado peruano ha recibido varias recomendaciones del Comité sobre el acceso a la
justicia, la última en enero de 2016[14]:

a. Derogar urgentemente el Decreto Legislativo N° 1204 y asegurarse de que su legislación esté


plenamente en consonancia con los principios y disposiciones de la Convención, particularmente
las salvaguardias consignadas en los artículos 37 y 40.

El Estado peruano en el 2017, a través del Decreto Legislativo N° 1348 que aprueba el Código de
Responsabilidad Penal del Adolescente (CRPA) derogó el Dec. Leg. N° 1204. Este CRPA y su reglamento
está alineado con la CDN, el desafío está en implementarlo de manera adecuada.

b. Promover siempre que sea posible medidas extrajudiciales y alternativas al encarcelamiento,


como la libertad vigilada, la mediación, la asistencia psicológica o el servicio a la comunidad, y
asegurarse de que el encarcelamiento se utiliza como último recurso y durante el período más
breve posible.

En relación a la remisión, el Perú ha desarrollado algunos avances, en 11 de los 34 distritos judiciales (30%),
donde está presente la Línea de Acción Justicia Juvenil Restaurativa, se aplica la remisión fiscal dándose
prioridad a medidas sin recurrir a procedimientos judiciales. Queda pendiente la ampliación de la
remisión a los otros distritos judiciales.

[13] Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos - PIDCP.


[14] Observaciones finales del Comité de los Derechos del Niño de la ONU al Estado peruano, sobre los informes periódicos cuarto y
quinto combinados del Perú, aprobados por el Comité en su 71° período de sesiones (del 11 al 29 de enero de 2016).
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Respecto a las medidas alternativas al encarcelamiento, hay 10 centros juveniles cerrados y 25 centros
abiertos (Servicios de Orientación al Adolescente) a nivel nacional. En todo el sistema hay 3771
adolescentes, de los cuales 2097, (55.61%), está privado de libertad; y, 1674 (44.39%) con medidas
alternativas a la privación de la libertad[15]. Es decir, que a pesar que se cuenta con un número
importante servicios de medidas no privativas de libertad (SOAs), aún en el Perú, no se cumple con el
principio que la privación de la libertad es el último recurso y por el menor tiempo posible, ya que más de
la mitad de los adolescentes que están dentro del sistema de responsabilidad penal, está privado de
libertad. En ese sentido, no se promueve el uso de otras medidas alternativas al encarcelamiento, sino
que en el Perú se está aplicando la privación de la libertad como primer y único recurso.

En cuanto a la mediación, es un instrumento que ha sido incorporado en el Código de Responsabilidad


Penal como uno de los mecanismos restaurativos aplicables en la remisión, los acuerdos reparatorios y en
las terminaciones anticipadas. Está pendiente la designación de una institución responsable de disponer
de mediadores debidamente capacitados para su efectiva aplicación.

c. Asegurarse de que la situación de los niños encarcelados se examina periódicamente con miras
a su excarcelación.

No se cuenta con información sobre la revisión de las sentencias de los niños que se encuentran con
medida privativa de libertad, por lo que asumimos que no se revisa.

d. En los casos en que sea inevitable el encarcelamiento, garantizar que las condiciones de la
reclusión se ajustan a las normas internacionales, particularmente en lo concerniente a la
protección contra la violencia, y que se dispone de un espacio adecuado de alojamiento y acceso
a servicios de alimentación, educación y atención de la salud y a mecanismos de presentación de
quejas que sean independientes y adaptados a los niños.

De acuerdo a las supervisiones realizadas por la Defensoría del Pueblo (DP)[16] en tres centros de
diagnóstico y rehabilitación de Ancón, Lima y Santa Margarita concluyeron que los dos primeros no
contaban con un registro de los infractores que pertenecen a grupos vulnerables. En el caso del último,
Santa Margarita, para mujeres, esta recomendación si había sido implementada.

Respecto a la sobrepoblación en los ambientes de habitación de los infractores, la supervisión de la DP,


indicó que esta recomendación no había sido implementada y, que, en el caso de Santa Margarita, las
adolescentes no contaban con suficientes espacios para su intimidad.

La DP también recomendó que se debía implementar programas de salud mental, aumentar personal de
salud y de educadores sociales capacitados y, instaurar mecanismos de presentación de quejas
adaptados para los niños.

e. Aumentar el número de tribunales de menores especializados y dotarlos de recursos humanos,


técnicos y financieros suficientes, designar a jueces de menores especializados y garantizar que
dichos jueces reciben una educación y una formación apropiadas.

De los 36 distritos judiciales, sólo existen 02 juzgados especializados, los que se encuentran en el distrito
judicial de Lima Centro. En los otros 33 distritos son los jueces de familia quienes tienen competencia
para atender los casos de niños en conflicto con la ley penal.

[15] Gerencia de Centros Juveniles. Diciembre, 2018.


[16] Defensoría del Pueblo. Tercer Informe Anual del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, mayo de 2019.
7
para atender los casos de niños en conflicto con la ley penal. Es evidente que es necesaria la creación de
un mayor número de juzgados especializados y, en los lugares que no los haya asegurar una adecuada y
efectiva formación de dichos jueces y fiscales.

f. Garantizar la prestación de asistencia letrada calificada e independiente a los niños en conflicto


con la ley en la etapa inicial de las actuaciones judiciales y durante toda su duración.

La Defensa Pública para casos de niños en conflicto con la ley penal es limitada y no es especializada.
Asimismo, la intervención de los defensores públicos generalmente se inicia dentro del proceso judicial.
La etapa de la detención policial, la más vulnerable en términos de sufrir abusos, no cuenta con
defensores públicos en la mayoría de los casos.

g. Establecer una base de datos general sobre los niños en conflicto con la ley con miras a facilitar
el análisis de su situación y utilizar los resultados para mejorar el sistema de justicia juvenil del
Estado parte.

De enero del 2017 a marzo del 2018, la Gerencia de Centros Juveniles del Poder Judicial ha publicado
mensualmente información sobre los adolescentes en los Centros Juveniles. Esta información actualizada
ha sido valiosa para poder hacer un análisis y seguimiento sobre la situación de los Centros Juveniles.

A finales del 2018, los Centros Juveniles han sido transferidos del Poder Judicial al Ministerio de Justicia y
Derechos Humanos; estableciéndose, dentro del ministerio, el Programa Nacional de Centros Juveniles.
Queda pendiente que el Programa difunda ampliamente la información sobre los niños en los centros
juveniles.

VIII. EL ESTADO PERUANO A LA LUZ DE LA OBSERVACIÓN GENERAL N° 24

Finalmente, el Estado peruano en los últimos años ha tenido avances en el sistema de justicia dirigido a
niños, niñas y adolescentes; sin embargo, consideramos que han sido Insuficientes en el marco de
conceptos, enfoques e inversión que hay que superar para estar en consonancia con la OG N° 24. En ese
sentido, recomendamos:

1. Desarrollar la recolección de datos detallados en número y edad de los niños que se encuentran
actualmente en el sistema, con el propósito de analizar y profundizar en las causas por las
cuales los niños pueden y entran en contacto con el sistema de justicia, contando con la
participación, opinión y voz de los niños;

2. El Estado peruano debe revisar sus actuales programas integrales de prevención y adecuarlos a
la OG N° 24, asignando recursos humanos, técnicos y financieros para apoyar a las familias y a
los niños que se encuentran en situación de vulnerabilidad;

3. El Estado peruano debe fijar una edad límite, debajo de la cual no debe privarse de libertad. El
Comité recomienda que sea los 16 años. Actualmente hay 223 niños, de 14 y 15 años, privados de
libertad;
  
4. El Estado peruano debe hacer lo posible para disminuir la duración de la medida de
internamiento. Sanciones con una duración de 10 años son contrarias a la Convención y a la
presente OG N° 24. Actualmente hay 20 niños con la sanción de internamiento de 10 años.

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5. Se debe ampliar y extender la remisión fiscal y judicial a nivel nacional, lo cual implica dotar de
una mayor inversión para la Línea de Acción Justicia Juvenil Restaurativa.

6. Se debe profundizar el enfoque restaurativo, promoviendo una mayor aplicación de la


mediación y de los mecanismos restaurativos; para ello es necesario que se nombren y
capaciten mediadores.

7. La justicia para niños debe ser no sólo una justicia especializada, sino una justicia adaptada y
amigable. Lo que significa introducir reformas en el sistema de justicia con el propósito de
adaptar los procedimientos, diligencias, ambientes y lenguaje para niños, además desarrollar
capacitaciones interdisciplinarias y altamente especializadas para todos los profesionales que
interviene en los procesos judiciales. Ello implica la asignación de recursos para mejorar la
infraestructura y la capacitación especializada del personal.

8. Se requieren más policías, defensores, fiscales y jueces especializados.

GRUPO IMPULSOR PARA PONER FIN A LA VIOLENCIA


CONTRA LAS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES
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