8 Introduccion CHPM Ultima Octubre 2

ENTIENDO A CALI CARLOS HERNANDO PINILLA M.
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LA GRAN
OPORTUNIDAD
ENTENDIENDO
A CALI
CARLOS HERNANDO PINILLA

MALO
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“para triunfar hay que ser flexibles en la batalla y ajustar las estrategias y
las estructuras organizativas, de modo que puedan modificarse y
reagruparse con el máximo de eficacia en respuesta a los cambios o las
necesidades especiales que surjan con el tiempo”, afirmo SUN TZU, libro EL
ARTE DE LA GUERRA - hace 2500 años.
“Cali necesita un cambio extraordinario de actitud en toda su gente para

generar procesos extraordinarios que garanticen el éxito de una nueva
visión de ciudad y la puesta en escena de una nueva apuesta por la
Competitividad y el Desarrollo en beneficio de todos los caleños”. Es
definitivo rescatar el Liderazgo de los años 70 y 80 que se perdió en las
nuevas generaciones; MICHEL PORTER.- Profesor de la U. de Harvard y Gurú
de la competitividad en el mundo. Expogestión Pacífico - Cali - mayo 7 de
2014
En la búsqueda de encontrar una nueva ruta

para el progreso de Cali, El libro ENTENDIENDO A CALI ha sido escrito
interpretando a más de 130 mil caleños que participaron en una
investigación cualitativa, hecha bajo mi dirección, antes nunca realizada en
Cali, soportada en entrevistas y encuestas que confirman las percepciones
encontradas en la comunidad. Este amplio grupo de personas de todos los
territorios y condiciones sociales de Cali, entregaron una visión de la
ciudad y la sociedad en que vivimos, así como un ideario para transformar a
Cali y convertirla en una ciudad desarrollada y progresista, con equidad y
calidad de vida para todos sus habitantes. Complementariamente
estudiamos a profundidad las cifras y datos sobre Cali que presentan
Planeación Nacional, el Dane, la Alcaldía de Cali, Estudios y planes de
Desarrollo hechos en el Sector privado y público, la academia, etc.
Soportado en tan valioso aporte de los caleños y en multitud de estudios

sobre las ciudades y tratadistas de renombre sobre el desarrollo urbano en
el mundo de hoy, presento desde mi óptica, en esta parte del libro que he
llamado LA GRAN OPORTUNIDAD ENTENDIENDO A CALI, una visión de los
problemas y soluciones para sacar de la crisis a nuestra ciudad. En este
apéndice presento mi propia interpretación y pensamiento político, en el
sentido más puro de la construcción de ciudad, ciudadanía y sociedad que
creo Cali se merece; Resultado de toda una vida al servicio de la gente y de
una actitud permanente de estudio sobre los fenómenos naturales, sociales
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y políticos locales, para encontrarle sentido a las cosas que hoy día vivimos
los caleños y plantear una nueva ruta hacia el futuro de gran ciudad.
Para el desarrollo de la investigación me acompañaron el economista José

Manuel Vergara machado, como consultor temático, la firma
Servinformación, encargada de adelantar y procesar las 130 mil entrevistas y
la Fundación Primero Cali que brindo todo el apoyo logístico, apoyos todos
que hoy se concretan en la publicación del libro que tiene en sus manos.
El libro de manera contundente e irrebatible presenta el sentimiento de

todos los caleños, donde la mayoría perciben una realidad en la que se
sienten estar viviendo una de las mayores crisis en la historia de Cali,
social, económica, ambiental, etc., Pero no se dan por vencidos y creen que
si se da un cambio de actitud en sus gentes a todo los niveles, con el
propósito de adelantar un proceso de transformación positiva para volver a
encontrar la ruta del progreso, este cambio cualitativo nos sacara del
bache en que hemos caído y el futuro será prodigo de bienestar con la mejor
calidad de vida. Los Caleños sienten que son una comunidad vital, que puede
reconstruir su misión ciudadana para renacer como la mejor ciudad del
futuro, esplendorosa en su desarrollo con equidad y justicia social. Sienten
que son una sociedad capaz de enterrar su pasado de pobreza en la mayoría
de su población, violencia, inequidad, atraso físico y socioeconómico. Los
caleños, en la nueva demográfia que define la caleñidad de hoy, multiétnica
y pluricultural, cosmopolitizada por las grandes inmigraciones que ya
superan la población nativa, no dudan en estar seguros que cuentan con
todo el potencial y voluntad para la construcción de nuevos procesos
políticos, sociales y culturales apuntalados en la gestión colectiva,
soportada en la democracia participativa orientada al bien común, como
garantía de esta nueva apuesta progresista. No hay duda que a partir de este
libro los caleños tendrán en sus manos una herramienta para adelantar la
revolución cualitativa en la gobernabilidad y la participación ciudadana que
garantice el gran timonazo que le dará a Cali su Desarrollo como ciudad y
sociedad.
Todo lo que pasa en una comunidad, se define por una dinámica en la

relación de causa y efecto en las interrelaciones y trueques que se hacen
entre las personas que la conforman, que nada brota espontáneamente, que
todo se ensemilla , germina, crece y da frutos dulces o agrios en el tiempo.-
La ciudad de Cali, no se aparta de esta dimensión funcional y por ello es
obligatorio encontrar los vectores o causas que han determinado su
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existencia como sistema urbano y las características de la ciudad que hoy

es.
Como político, la ruta que me he trazado con Cali y sus gentes en la mejor
manera de interpretar la política como el “arte de encontrar los caminos
hacia la felicidad construyendo Estado y Sociedad”, me creó la necesidad
de investigar a profundidad la ciudad y la sociedad que habita este territorio,
que puedo afirmar con pleno convencimiento se encuentran en una gran
encrucijada, como resultado del desmadre urbano vivido en su desarrollo
en medio del caos, transformación urbana de gran dimensión no planificada y
resultante de dinámicas que se salieron de las manos de los caleños.-
Para estas conclusiones que presento, aproveche mi formación como

Médico Salubrista, especializado en Alto Gobierno Municipal y Desarrollo
Urbano; así como mi experiencia en el sector público en el que he
desempeñado importantes cargos administrativos y de representación
popular, lo que me ha obligado a estudiar la morfología de la ciudad de Cali,
su fenomenología material, socio-económica y política para poder
conocerla y plantear salidas a la crisis en la búsqueda de encontrar los
caminos del progreso.
Soy un caleño de corazón y por adopción, un inmigrante más que llego a Cali
en busca de futuro a realizar sus estudios de medicina en la Universidad del
Valle. Me enamore de la ciudad que me abrió las puertas, me hice a una
familia, comencé mi carrera profesional como médico general en Centros
de Salud y el hospital Piloto de Jamundí hasta llegar a ser director de la
Beneficencia del Valle. La vocación de servicio a la comunidad me llevo a
participar en política donde gracias a la voluntad popular he sido Diputado
por el Valle, Senador de la República y soy actualmente Concejal de Cali.
He tenido el privilegio de vivir los últimos 40 años como testigo de

excepción de los cambios en la naturaleza, los procesos políticos,
económicos, sociales y administrativos en el Valle del Cauca y su Capital
Santiago de Cali, lo que me permite asegurar con plena convicción que la
transformación de nuestra ciudad ha sido de la mayor magnitud, similar a la
de grandes capitales de Latinoamérica, con fenómenos similares y
simultáneos de crecimiento económico, arquitectónico, infraestructura y
desarrollo en general, pero cada día con mayores problemas y desequilibrios
al ampliarse la brecha entre ricos y pobres como es la tendencia en todas las
ciudades del mundo que han vivido procesos febriles de poblamiento,
urbanización y desarrollo.
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Cali no se aparta de la normal urbanística mundial al convertirse en una

ciudad poblada hoy en su mayoría por inmigraciones masivas que llegaron
en las últimas 6 décadas; Crecimiento urbanístico que está acorde con lo
que se planteó en el VII foro Urbano Mundial, HABITAT-ONU-2014, celebrado
en la ciudad de Medellín, que lo define como una normal de comportamiento
en la mayoría de las ciudades del mundo, que arroja la conclusión que la
gente prefiere la pobreza urbana en grandes ciudades, con oportunidades, a
la miseria rural o de los pequeños pueblos, sin caminos para el progreso, lo
cual es ya una constante del comportamiento humano a nivel mundial y la
causa principal de urbanización demográfica en el Planeta, concentrando la
población mundial en las ciudades.
Cali, además, presenta características singulares en su crecimiento

demográfico, producto del desplazamiento que ha ocasionado la pobreza y
falta de progreso en los departamentos y territorios vecinos, la violencia, la
agroindustrialización y el atractivo como metrópoli en desarrollo y ciudad de
las oportunidades en el Suroccidente Colombiano.
La multiplicidad étnica de Cali, con inmigrantes de la región central, del

Viejo Caldas y Antioquia, la zona andina y pacífica de donde provienen la
mayoría, ha creado severas transformaciones que han definido el actual
carácter multirracial y pluricultural de nuestra ciudad, pudiendo hablar con
propiedad de una nueva caleñidad. Es fácil ver este fenómeno cuando Cali
en los años 50 no superaba los 300 mil habitantes, en los 60 no llega a los
700 mil, para el año 1973 llega al Millón de habitantes, con tasas de
crecimiento anual demográfico cercanas al 5%. En 1983 somos 1.4 millones
de pobladores y al terminar el año 1994 alcanzamos la cifra de 1.9 millones y
ya en el año 2003 llegábamos a los 2.2 millones de habitantes y hoy en el
2014 nuestra ciudad se acerca a los 2. 4 millones de habitantes.
El Profesor Edward Glaeser, Investigador social, Sénior Fellow y catedrático

de postgrados en Urbanismo en la Universidad de Harvard, en su libro “EL
TRIUNFO DE LAS CIUDADES”, después de muchas investigaciones en países
de todos los continentes, asegura que las ciudades son el espacio donde se
centra hoy el desarrollo de la Humanidad y sin duda es una creación que
hace a la humanidad más rica, más inteligente, más ecológica, más sana y
más feliz.
El fenómeno de crecimiento demográfico caleño, sin lugar a equivocarnos

podemos caracterizarlo como el de una “ciudad invadida”, con territorios
impactados cercanos a las 3 mil hectáreas en la zona de ladera y el oriente
de Cali, poblados mayormente por inmigrantes, donde la causa principal de
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esta “invasión” territorial fue el desespero generado por la pobreza y la

violencia de una masa migratoria que busco donde ubicarse con
expectativas de paz y progreso, lo que dio origen a procesos de urbanización
irregular de la mayor dimensión no vivida por ninguna otra ciudad
colombiana.
Demográficamente encontramos en la caracterización racial de la invasión

vivida por Cali, que el 35 % de los inmigrantes son afro descendientes
originarios de la Costa Pacífica y que entraron por Buenaventura, lo que
convierte a Cali en la “Capital del Pacífico Colombiano”, con una población
negra que se estima en más de 700 mil habitantes, ubicados territorialmente
en condiciones de marginalidad y pobreza en su mayoría en el llamado
Distrito de Aguablanca.
Afirma el Centro de Investigación y Documentación Socioeconómica (CIDSE)

de la Universidad del Valle, que la población Negra-mulata en Cali es de
cerca al 32 %.- El CIDSE, a partir de sus estudios demográficos evidencia la
existencia de una geografía urbana con trazos raciales, donde las 3/4 partes
de los hogares afrocolombianos viven en la zona oriente, comunas 6, 7, 13,
14, 15, 16 y en las comunas 18 y 20 de ladera. La población indígena se
concentra en las comunas 1, 18, 20 y una minoría en el distrito de
Aguablanca y centro de la ciudad, Zonas donde se concentra la mayor
pobreza urbana.
Estos procesos de recomposición demográfica en Cali, con características

socio-etno-espaciales muy marcadas en la ciudad, caracterizadas por
típicas invasiones a ciertos territorios, generaron sus propias dinámicas
urbanizadoras al interior de estas zonas, afectando la arquitectura, la
economía y todo lo socio-cultural que históricamente definía a Cali.
El profesor Michael Porter, de la Universidad de Harvard, experto de

reconocimiento mundial, a quien se le adjudica el desarrollo de la lógica de
la competitividad global reconocida como el mayor aporte al capitalismo en
los últimos tiempos, en conferencia dictada en Cali, durante el evento
Expogestión 2014, afirmo en una intervención radical ante líderes del sector
empresarial y académicos, que lo que ve en el Valle del Cauca y Cali son
oportunidades y reconoció que es una región de muchos activos y fortalezas.
Porter recordó que “en la historia regional hay una época exitosa, en la que
se atrajo a grandes multinacionales y el sector privado jugo un papel clave,
luego vinieron los gobiernos débiles, inseguridad, y el sector privado se
quedó atrás y no estuvo en la primera línea del progreso”. Comparo a los
vallecaucanos y caleños con otras regiones de Colombia que han logrado
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encontrar los caminos del progreso a partir del esfuerzo colectivo, y afirmo
que unas de las debilidades que limitan el desarrollo y la competitividad en
Cali, se origina en la multiplicidad de etnias y culturas, socialmente aisladas
y haciendo sus propios desarrollos, reafirmándose el paradigma de hacer lo
propio según sus propios intereses, sacrificando construir la propia ciudad o
región. Más aún algunos llegando, en el sector empresarial en todos los
niveles, como los capitales golondrinas usufructuando las riquezas locales y
abandonando la ciudad y región con sus utilidades.- La recomendación dada
por Porter a la clase dirigente caleña y vallecaucana es que deben unirse
todos los grupos y acelerar el Desarrollo regional.- Este propósito, es
indispensable para afrontar los retos como ciudad-región en movimiento y
transformación.
Creo seriamente que para lograr el desarrollo caleño y regional, hay que
redefinir el papel de los grupos de poder: políticos, gremiales, sindicales,
sociales, etc., y de la academia, el gobierno y la comunidad en general,
implantando el dialogo entre estos grupos y líderes, respetando la
naturaleza crítica y dialéctica que debe tener el debate público para
construir un mundo mejor, mediante un pluralismo y tolerancia, en un marco
de valores trascendentales humanos y de vida, donde se imponga la
dictadura del bien común sobre el interés particular.
El nuevo rol del estado y el gobierno municipal, en este contexto,

obviamente será el de lograr poner todos los intereses sobre la mesa y
direccionar procesos de conciliación, acuerdos y sino tomar decisiones por
el bien común, esencia de la gestión gubernamental democrática y liberal.
Solo en ese momento estará abonado el terreno para emprender procesos de
competitividad de la ciudad y región frente a las oportunidades del mercado
nacional y global.
Mi experiencia y estudio me lleva a adoptar como principio estratégico para

Cali, lo planteado por Porter y creo que si se convierte en uno de los
propósitos de los agentes del cambio que liderarán la transformación de Cali
hacia un futuro con desarrollo y Progreso, lograremos hacer de Cali una gran
ciudad.- Porter concreto su posición con propuestas a los caleños como : “Si
se quieren convertir las oportunidades en realidades, lo que he visto en otras
partes del mundo es que se necesita tener un marco común y tener un
entendimiento compartido de la competitividad, lo que realmente le permitirá
a la región elevar su competitividad. Hay que entender lo que son los
clústeres, que en Cali, tienen aceptables desarrollos y comienzan a dar
resultados sectoriales”, afirmo con propiedad el estratega de Harvard.
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La apuesta de los próximos gobiernos regionales y la nueva agenda del

sector privado, deben tener un gran desafío en la consolidación y
densificación de los Clúster, de cara a las oportunidades de los tratados de
libre comercio, al mercado internacional con la Cuenca del Pacífico, la
globalización y la demanda interna. En la región comienzan a consolidarse
entre otros los clúster del cuero, el calzado y la marroquinería, el de la
salud, bienestar y la farmacéutica, el de la confitería y golosinas, el de la
belleza y la estética corporal, el de la bioenergía y nutrición esencial.-
Cualquier estrategia de desarrollo deberá incorporar lo que plantea El BID,

con la llamada Economía Naranja, que aprovecha los desarrollos culturales,
el folklor y en general productos y servicios apostados en la idiosincrasia y
el conocimiento autóctono que con los desarrollos tecnológicos asimilados y
muchos presentados como propios, son una gran riqueza para aprovechar
las oportunidades de la economía Naranja o del conocimiento.
Debemos hacer de Cali una ciudad abierta, económicamente activa 24 horas,

para fomentar el desarrollo de la economía de la noche, generando un nuevo
espacio de trabajo para los sectores o clúster hoteleros, gastronómicos y
recreativos, deportivos, artísticos y de diversión en general, facilitando el
fortalecimiento de todo el sector turístico.
Cali es una ciudad con una economía precaria expresada en el desempleo, el

subempleo y el trabajo en la informalidad, situación que se ha agravado en
las últimas décadas ante la gigantesca inmigración que llegó a la ciudad,
gente la mayoría con características similares, población vulnerable, sumida
en la pobreza y con falta de formación para el trabajo, que además llegaron
como invasores y conformaron los cinturones de miseria que hoy rodean la
ciudad, en especial en el oriente o Distrito de Aguablanca, la Ladera y
algunos barrios populares del casco antiguo. A esta situación se agrega el
proceso de desindustrialización o desaceleración de la industria que vive
Cali cuando grandes empresas generadoras de empleo calificado apagaron
sus chimeneas y cerraron, entre ellas, Icollantas-Michelin, Croydon, Bavaria,
Laboratorios Baxter, BDF, Eveready, Tissot, Hoechst, Good Year, Ceat
General, Gillette y Quaker, entre muchas más, sin que el posicionamiento de
otras empresas en la plataforma desde la cual se produce para mercados
ampliados o la exportación, como Colgate Palmolive, Bayer, Eternit Pacifico,
Sanofi Synthelabo, DIRECTV Tv y el Grupo Gerdau con su planta de Sidelpa,
o la llegada de nuevas empresas extranjeras con inversiones cercanas a los
800 millones de dólares en los últimos 4 años y la generación de cerca de
2.500 empleos, hayan logrado frenar el proceso de desaceleración industrial,
causa de desempleo importante en la ciudad, más aún cuando Cali ha
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crecido en población geométricamente y no crece el mercado laboral

proporcionalmente para mano de obra calificada, perdiéndose los esfuerzos
públicos y privados en la formación de mano de obra. La expresión de ello, es
que Cali y el Valle del Cauca son los mayores exportadores del talento
humano que Colombia tiene en el exterior.
Los Gobiernos municipales y la empresa privada en los últimos lustros han

hecho ingentes esfuerzos por generar documentos estratégicos para el
Desarrollo de Cali y la región, los cuales duermen el sueño de los justos en
voluminosos archivos que solo sirven como documentos de consulta a
estudiantes e investigadores. Podemos recordar algunos: “El Cali que
queremos”(1990), “Informe Monitor”(1994),”Planeta Valle”(2000) y el más
reciente : “Cali 500 años -Visión 2036” ( 2010), que tenía tres componentes
en su desarrollo, el Diagnóstico estratégico, la construcción de la visión y el
desarrollo de planes programas y proyectos, de los cuales solo se terminó el
primero y no se avanzó más.- Son una gran riqueza intangible de Cali, son
cuatro proyectos que involucran el conocimiento exhaustivo sobre nuestra
ciudad y sociedad, que de alguna manera han servido parcialmente para que
la visión de futuro no sea peor.
Es inaudito que este valioso esfuerzo académico y prospectivo no haya sido

utilizado para implantarlo en un Plan de Desarrollo de largo plazo, con una
visión compartida de ciudad que comprometa a todos los estamentos y
sectores de la sociedad caleña. Podemos afirmar que la clase dirigente y los
políticos caleños, que han tenido en sus manos el Gobierno y las
administraciones municipales han sido miopes y cortoplacistas, solo
dedicados a la inmediatez y lo coyuntural, sin consolidar estrategias de largo
plazo soportadas en políticas estructuradas a una visión de largo plazo.
Una ciudad no puede asumir los retos del futuro, en especial los del
desarrollo, sin una estrategia planificada, sin un plan, sin una visión clara a
futuro lejano, es como navegar sin bitácora y brújula en una tormenta, lo
cual metafóricamente expresa la situación de desorden y crisis que vive Cali.
Cali, por la falta de planeación estratégica, no ha logrado aprovechar sus

oportunidades en el mundo globalizado, porque sus bajos niveles de
competitividad no lo permiten, dado que no cuenta con instituciones
modernas con altos niveles vinculantes y gran gobernabilidad que lideren la
transformación social y productiva que los nuevos mercados exigen.
Es inaplazable que el Gobierno caleño trabaje de verdad en el propósito de

convertir a Cali en la capital del Pacifico Colombiano y Latinoamericano y
uno de los centros comerciales de mayor importancia en la cuenca del
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Océano Pacifico y el mundo. En los Planes de Desarrollo y en el POT, se

deben alistar los recursos necesarios para hacer los estudios que
consoliden de manera seria y responsable esta apuesta para el desarrollo. El
carácter de sede de este comercio internacional obligará a que se dispongan
territorios y zonas para este Clúster empresarial, así mismo como determinar
el marco comercial y económico con estabilidad jurídica local que genere
estímulos, garantías y seguridad jurídica a los inversionistas.
Reconociendo que los modelos y contenidos de planeación en Cali, no han

logrado encontrar los caminos para el desarrollo con un sistema urbano
moderno, con progreso y equidad, es apenas lógico que la solución a esta
crisis de direccionamiento obliga a establecer un “nuevo contrato social”
entre todos los actores de ciudad, donde los caleños, se comprometan a
aprovechar el “Patrimonio intelectual” de estudios y Planes de desarrollo,
hechos por el Gobierno y la Empresa Privada, así como a instalar los planes y
programas de las nuevas investigaciones y propuestas acordes a la nueva
visión y planes que deberán construirse con participación de todos los
caleños.
Cali, está obligada a su transformación positiva a gran Metrópoli. La clase

dirigente debe establecer nuevos propósitos y compromisos con el progreso,
en una alianza inseparable entre los sectores público, académico y privado,
que siempre han determinado los rumbos de la ciudad, dejando de ser
demagógicos, cortoplacistas, improvisadores y no pueden dedicarse solo a
buscar la rentabilidad individual empresarial, el beneficio personal y no
aportar a la rentabilidad social. Las universidades y la academia caleña,
jugarán en este nuevo escenario un papel determinante, como centros de
investigación y pensamiento, además por ser encargados de la formación de
mano de obra calificada alineados con los retos que imponga la visión del
desarrollo y progreso para Cali.
Hay que asumir como principio en la planeación de la ciudad, algo ya

probado en el mundo capitalista, en cuanto a que el direccionamiento
acertado del desarrollo solo se da cuando se unen el Sector Privado y el
Sector Público, porque si se deja en las manos exclusivamente de cualquiera
de los dos, encontraremos que la Empresa privada en su indolencia social y
la búsqueda exclusiva de la rentabilidad, generará desarrollo, pero sin
equidad social y el progreso será para beneficio de unos pocos, ampliándose
la brecha entre los ricos y pobres, tendiendo a desaparecer la clase media.
Por otro lado, si el rol orientador del Desarrollo lo determina el Estado
imperialmente, está comprobado que está imposibilitado para controlar la
dinámica de los mercados abiertos del capitalismo y reinaran la ineficiencia,
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la corrupción y el atraso, con un empobrecimiento general de toda la

Sociedad. La visión de ciudad debe estar asegurada con la participación de
todos los actores, tanto estatales como privados, con el apoyo de la
academia y la visión compartida de la comunidad, sin direccionamientos
conductistas hacia resultados previamente calculados.
Como ya lo habíamos tocado antes y ampliando su justificación, otra

apuesta, que pienso yo debe tenerse en cuenta en los nuevos Planes de
Desarrollo para Cali, generadora de empleo productivo para ciudades como
Cali, es a la que le apunta el Banco Interamericano de Desarrollo, BID, y que
bien la llama la apuesta con la ECONOMIA NARANJA y la define
axiomáticamente como “Una importante oportunidad de desarrollo que
Latinoamérica y el Caribe no pueden darse el gusto de perder”.- (BID-2013-
documento LA ECONOMIA NARANJA-UNA OPORTUNIDAD INFINITA- Felipe
Buitrago -Iván Duque). Estrategia que se soporta en experiencias exitosas en
países asiáticos y la india, con condiciones demográficas y de subdesarrollo
similares a las de Latinoamérica.
Pero, ¿qué es la economía naranja?, definida por el BID: Es la economía

creativa basada en el talento, la propiedad intelectual, la conectividad y la
herencia cultural. La economía creativa comprende los sectores en los que
el valor de sus bienes y servicios se fundamenta en la propiedad intelectual:
arquitectura, artes visuales, escénicas, cine, diseño, editorial, investigación,
moda, música, publicidad, audiovisuales, circo, nuevas tecnologías,
patrimonio e incluso las artesanías. Es decir, las industrias culturales o
creativas o del entretenimiento.
En la ECONOMIA NARANJA, como oportunidad de desarrollo para ciudades

como Cali, actores, músicos, diseñadores, arquitectos y en general los
creativos tienen una enorme potencialidad de realizar trabajos
económicamente productivos, al punto de que el 6,1% de la economía
mundial depende de estas iniciativas. La estrategia se circunscribe a
explotar como alternativa económica para el desarrollo y la generación de
riqueza, su contexto cultural, donde confluye su idiosincrasia expresada en
folklor, gastronomía, mitos y leyendas, música, danza y bailes, utilizando en
general las expresiones del talento y la creatividad de sus gentes, que fuera
de sus autónomos desarrollos han asimilado los conocimientos y tecnologías
del desarrollo mundial.
Cali, en esta apuesta económica debe implementar un plan de largo plazo

para generar oportunidades de crecimiento social y económico alrededor de
multitud de Clústeres que han germinado y se han consolidado gracias al
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empuje de empresarios, artistas, comerciantes y la ciudad en general, como

son las empresas culturales del Folklor y la Salsa, el Cine y el Teatro, la
pintura y escultura y demás artes plásticas, la artesanía local, la
gastronomía, la moda, la belleza, la medicina estética y del embellecimiento
corporal, el turismo ecológico. Y sin duda alguna será de gran importancia el
Deporte, con un arraigo y desarrollo organizacional del más alto nivel
mundial, que hace honor al nombre de Cali, como Capital Deportiva de
América.
Cali, debe apostarle a la innovación, la tecnología y la educación para la

modernidad y el desarrollo contemporáneo global, como pilares del
progreso equitativo para toda su población. La ciudad debe hacer méritos
para ingresar al club de las ciudades llamadas en el mundo Kreatópolis,
urbes que le apuestan a la creatividad para encontrar los caminos del
desarrollo.
Después de terminar la investigación cualitativa que dio origen a este libro,

ejercicio enmarcado en la metodología de las ciencias sociales, que
indagan más allá de las frías y planas estadísticas, buceando y auscultando
en el palpitar de la gente, en el mundo de las percepciones y sentires de la
comunidad, puedo afirmar como conclusión que el actual modelo de
Urbanización y Desarrollo de Cali, no ha sido el adecuado y la ciudad por
ello es una Urbe en Caos, con desorden en todos sus campos urbanísticos y
sociales. Fenómeno que se presenta en la mayoría de las ciudades
capitales y cosmopolitas del mundo, cuyo Modelo de Desarrollo, como en
Cali, es insostenible y debe cambiarse, conclusión del VII Foro Urbano
mundial ONU-HABITAT-2014, con asistencia de más de 160 países,
celebrado en la ciudad de Medellín.
Los mayores problemas de Cali, hoy, son el desorden urbano generado por
la peor crisis de movilidad en la historia ante el fracaso del MIO, que dejo sin
transporte publico organizado la mayoría del territorio; la inseguridad y la
violencia, la informalidad de la vivienda y la urbanización subnormal de una
gran parte del territorio caleño, donde se aposentan la exclusión, la pobreza
y marginalidad, afectando a cerca del 50% de los habitantes. La comunidad
es víctima del stress, el desasosiego, la degradación ambiental, la
gobernanza incapaz que ha generado incredulidad y con ello una aguda
crisis de ciudadanía, entendida como el compromiso de las gentes con los
procesos de construcción social, desesperanza que llevó al desplome de la
Sociedad Civil, en Cali hay una dictadura y apabullamiento del interés
particular sobre el bien común, existe un gran irrespeto por lo público como
Patrimonio colectivo indivisible, no negociable y no privatizable por el
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interés individual, la ciudad siente la ausencia de un modelo de desarrollo

alineado con las nuevas características demográficas y de expansión del
territorio caleño, lo que ha convertido a Cali en un espacio urbano caótico
y desordenado en todas las dimensiones, desde la físico-ambiental y de
servicios públicos hasta la convivencia entre sus habitantes.
En otras palabras podemos afirmar, que el molde adoptado en Cali para el

desarrollo, con que han trabajado los planificadores y el Gobierno Municipal,
está probado que es incapaz de resolver los déficit y desajustes creados por
la transformación y desarrollo subnormal de Cali en las últimas décadas.
La investigación adelantada con los caleños, arroja como resultado principal

un pensar y sentir colectivo transversal a todos los estamentos, el cual
afirma que Cali no resiste que se sigan imponiendo las políticas que han mal
orientado la ciudad en cuanto a planes de desarrollo y programas con sus
ya reconocidas y desacertadas visiones, gobernabilidades y juegos de poder,
decisiones responsables de la crisis que hoy vivimos. Los caleños aseguran
sin dudarlo que llego el momento inaplazable de una metamorfosis positiva
e impulsadora del desarrollo con equidad, que traiga consigo el cambio
cualitativo de la Gobernanza y la acción ciudadana, como arte de
administrar lo público, donde la gente de Cali desempeñe un papel
ampliamente participativo en la planificación, administración y control del
quehacer público municipal, que se refleje en nuevas apuestas de ciudad
que apunten solo al bien común.
El nuevo actuar de los caleños debe remontar el proceso de descomposición

y atraso, desarticulación y desorden en la conformación de la no-ciudad que
hoy somos, debe resolver las crisis en lo físico-espacial y lo económico-
social, de servicios públicos y sostenibilidad ambiental que hoy reinan en
Cali.
Este sentir colectivo, que arroja nuestro ejercicio participativo de amplio

espectro en Cali, engrana perfectamente con la premisa para la nueva
planificación del desarrollo en las grandes ciudades que aporta el VII foro
Hábitat 2014 de la ONU, la cual propone la adopción de revolucionarios
paradigmas centrados en la lucha contra la pobreza y la marginalidad, así
como el desarrollo de capacidad innovadora en cada Ciudad y Sociedad.
Pienso, que es inaplazable generar para Cali un modelo de desarrollo

sostenible en el largo plazo, que debe construirse desde nuestra propia
visión, ubicada en nuestro contexto histórico e idiosincrasia, obviamente
capitalizando experiencias exitosas en ciudades con características
parecidas a las de Cali.
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Cuando utilizo el termino no-ciudad, para definir nuestra urbe, hay que partir
de la base en cuanto a que: “No todo sistema urbano es ciudad y por eso
Cali no lo es, por su precariedad estructural en los pilares de cualquier
ciudad como son el buen Gobierno y una alta dimensión ciudadana en sus
habitantes con amplia participación en la construcción de su localidad, con
residentes conocedores y cumplidores de sus deberes y con acceso pleno a
sus derechos como ciudadanos.” Como afirma el colectivo Urbano-Regional-
Grupo de la Sociedad Civil caleña, en su revista Localidad-2003.
Para entender la crisis de Santiago de Cali, yo invito a que la miremos en

toda su complejidad, con criterio abierto, crítico pero con espíritu
constructivo, sin pesimismo y seguros de la gran capacidad del pueblo
caleño de emprender una nueva e histórica gesta con el único objetivo de
generar escenarios futuros de progreso, tal y cual como lo han propuesto
urbanistas, arquitectos, Sociólogos, antropólogos, economistas y líderes
caleños en general.
El análisis enfocado al desarrollo territorial, se debe centrar en la planeación

de la ciudad, instancia donde se ponen en juego los intereses de todos los
estamentos sociales y deben llegar en lo posible a un acuerdo los grupos
de poder, es en este escenario donde se determinan y reglan las
características y especificaciones del futuro urbano.- En esta dimensión se
presupuestan las apuestas del desarrollo en cuanto a modelo económico,
características físico-espaciales, Espacio público, Sostenibilidad ambiental,
Servicios públicos, etc.
Hoy es axiomático considerar el desarrollo como producto de la

Planificación, de nada vale una ciudad adelantando grandes obras de
infraestructura y amueblamiento, si estas no son resultado de un Plan de
Desarrollo integral del territorio.
La ciudad se define en cuanto a su territorio soportada en dos componentes,

un territorio material o físico, que lo representan sus infraestructuras:
vivienda, obras viales, instituciones educativas, de salud, culturales, plantas
e instalaciones para producción y distribución de servicios públicos y
comerciales, en fin todo lo duro, solido, de concreto y materiales
manufacturados, hecho por el hombre en la ciudad para su funcionamiento y
el segundo componente se define como el Territorio Socio-cultural, que
caracteriza a la ciudad humana, lo intangible que caracteriza la sociedad, lo
de la gente expresado en su cultura, en su percepción colectiva, sus
creencias y actitudes societarias, lo espiritual, lo lúdico, lo virtual, que
15
mueve el alma social de la población en un territorio y es al final el

componente determinante para enfocar el desarrollo de una ciudad.-
Hay que reconocer que la planificación histórica de la ciudad, le ha apostado

básicamente al desarrollo del territorio en lo duro, lo físico, pero ha dejado
en segundo plano al hombre y a la comunidad, lo cual se expresa hoy en los
magnos problemas sociales que agobian a Cali; la pobreza, la marginalidad,
la inseguridad, el desempleo, en una comunidad sin sentido de pertenencia y
con gran apatía participativa que se representa en abstención electoral, en
una pobre sociedad civil sin capacidad asociativa y de trabajo en equipo, en
malos gobiernos, etc.
Es prioritario que en Cali se dé un Cambio Cualitativo en todos sus

estamentos, con una revolución en las actitudes, percepciones, hábitos y
creencias que saquen del cuarto de San Alejo y del olvido al bien común de
los caleños y lo pongan a reinar y sobre determinar el futuro por encima de
los intereses particulares.
El Plan de Ordenamiento Territorial o POT, es básicamente un instrumento

de ordenamiento de la ciudad acorde a la apuesta para lograr el bien común,
con propósitos y objetivos definidos en el tiempo. Por ello el POT se
convierte en la más apropiada herramienta, que da la Ley Colombiana para
determinar toda la caracterización urbana a futuro y debe ser implementado
y administrado con la más amplia participación efectiva y real de todos los
caleños y soportada en procesos técnicos para el desarrollo con equidad.
El POT es estratégicamente la única opción legal que tiene Cali para

establecer un Plan de largo plazo y es la gran oportunidad para redefinir la
ruta del desarrollo territorial en sus dos componentes, el físico y el humano.
El POT aprobado en Septiembre del 2014, dejo un sabor amargo a
improvisación, Los estudios claves y sustantivos para su aprobación no
estaban terminados y quedo supeditada su aplicación al desarrollo de
estudios técnicos posteriores, los cuales como son de obligación deberán
ser adelantados por la administración Municipal.
El Plan de ordenamiento Territorial, POT, debe ser, como la Ley lo ordena,

una herramienta técnica y el resultado de un ejercicio participativo y
democrático donde se plasma un mandato de los caleños, desde el interés
general, para orientar la caracterización físico-espacial acorde al modelo de
desarrollo socioeconómico adoptado para la ciudad y pensando en la
sostenibilidad ambiental, que puede determinar parámetros de
16
gobernabilidad territorial en el tema de etnias, nivel educativo, riesgos

naturales, etc. En Cali ha sido hecho a retazos, sin visión de largo plazo y
esclavizado a los intereses particulares, alterando las lógicas urbanísticas
de conveniencia general que deben hacer parte de las políticas públicas
municipales en un Estado Social de derecho como es Colombia, con el fin de
propiciar desarrollo sostenible para la ciudad y procesos de urbanización
sanos con un plan determinado en la caracterización de los asentamientos
urbanos de todo tipo: habitacionales, industriales y comerciales, recreativos,
gubernamentales, de salud, de educación, amueblamientos urbanos, etc. El
POT como herramienta de justicia social y equidad, debe exponer
claramente políticas en las oportunidades económicas y sociales a crear, la
gestión con la tierra, en especial plantear la intervención de la propiedad
para disponer de tierras aptas para la vivienda popular, que hoy no pueden
utilizarse por hacer parte de las grandes reservas de tierra urbanizable de
Cali, en manos de unos cuantos propietarios, que para nada le interesa la
vivienda popular. El POT debe contemporizarse con las nuevas corrientes
urbanísticas que plantean la densificación y verticalización de las ciudades a
partir de la construcción de ciudades dentro de las ciudades, con grandes
torres de unidades de vivienda, en planes de mejoramiento de barrios
antiguos y deteriorados de las ciudades, con ventajas como dotaciones
existentes en infraestructura, servicios públicos y amueblamientos, además
cercanías positivas a la funcionalidad de la ciudad.
En la aplicación del POT tendrá que incorporarse la figura de la Asociación

Público-Privada, APP, que la Ley permite para la ejecución de proyectos que
van desde la formulación y diseño hasta la construcción de obras de
envergadura, permitiéndose la vinculación de capital privado como
alternativa para sacar adelante proyectos que no cuentan con recursos
públicos para su ejecución y son indispensables para el desarrollo. Deben
fortalecerse las alianzas con la academia y la empresa privada para la
estructuración y monitoreo de proyectos. Ya Cali está avanzando en
proyectos como los de gobierno electrónico, Nuevas fuentes hídricas,
alumbrado público, escombreras, renovación urbana, red de parqueaderos,
corredor verde, y otros, pero debemos centrarnos en proyectos de alto valor
estratégico como sostenibilidad ambiental y recuperación de las cuencas
hidrográficas, Seguridad ciudadana y apoyos logísticos para la prevención,
persuasión y control del delito, nuevo modelo de administración pública de
caras a la eficiencia y transparencia, metropolización, etc.
17
En la correcta aplicación del POT, está la salvaguarda del desarrollo

urbanístico en todos sus campos: arquitectónicos, de infraestructura y
servicios públicos, de la movilidad y transporte de pasajeros, de la
sostenibilidad del medio ambiente, de la cultura, la recreación y el deporte,
del modelo económico, etc. Por ello la administración municipal debe
custodiarlo como la joya de la corona Municipal.
El territorio siempre en la historia, y hoy, está definido por la interacción de

las fuerzas sociales en ejercicio de sus intereses, es esta, la dinámica que
caracteriza al estado, la ocupación territorial, la economía, la ecología, la
tecnología, la política y todo lo societario, El papel de la Administración
municipal bajo el direccionamiento del Alcalde es generar una matriz
transaccional en los juegos de poder, para lograr acuerdos entre los
diferentes actores donde impere la dictadura del bien mayoritario, del
patrimonio colectivo, de la equidad social. Si a pesar de este ejercicio
persisten los conflictos, la administración municipal debe imponer en su
buen criterio las decisiones que favorezcan las mayorías, ante todo en
escenarios de equidad y justicia Social.-
Uno de los principales ejemplos está en la situación que se presenta en Cali

con la vivienda, el déficit cuantitativo ya supera hoy las 100 mil unidades
para estratos pobres y no pueden implementarse planes de largo alcance
ante la escasez de tierra disponible, por el histórico mapa de la propiedad en
Cali, soportado en grandes latifundios en manos de muy pocos dueños, que
van desde el rio Cauca hasta Jamundí y Pance, en la mejor zona de
expansión de la ciudad, reserva para proyectos habitacionales estratos
medios y altos, que nunca sus propietarios han mostrado interés en disponer
parte para vivienda popular, lo cual amerita, soportados en la constitución y
las leyes, una intervención de la propiedad en estos territorios para
destinarlos a vivienda de interés social y prioritario, o nos veremos abocados
a seguir viviendo procesos de urbanización informal con invasiones que
magnificaran los problemas que vive la ciudad en la ladera y el oriente
caleño.
El marco estratégico y administrativo de la ciudad reglamentado en el POT,

hoy hecho norma de obligatorio cumplimiento, a pesar de los vacíos e
inequidades sociales que expresa, debe cumplirse a cabalidad y para ello es
necesario gerenciar este mandato de manera transparente de cara a la
ciudadanía. Hay que evaluarlo permanentemente y agenciar los mejores
niveles de implementación, de lo contrario seguirá siendo como hasta ahora
un canto a la bandera. Es indispensable montar además de una gerencia
eficiente y capaz para el POT de Cali, un sistema de acompañamiento, con
18
Seguimiento, monitoreo y retroalimentación, garantizando ante todo la

incorporación del desarrollo del hombre, de la comunidad, para bien de la
equidad en el territorio.
Analizada la ciudad de Cali en esta dimensión de la Planeación de ciudad, se

puede concluir que su débil y casi inexistente papel institucional y el
desgobierno histórico en este campo, permitieron la generación del caos y
desorden urbano que hoy vivimos los caleños, los juegos de poder llevaron a
que se impusiera el interés particular, sobre el interés general, lo cual se
expresa en las características urbanas que hoy tiene Cali.- Los políticos con
su empoderamiento electoral soportado en el clientelismo, vieron en los
territorios poblados irregularmente, ante la necesidad de vivienda de las
migraciones masivas de los últimos 70 años, su fortín electoral y estimularon
su asentamiento en las zonas periféricas de Cali, en especial las de ladera y
el oriente, territorios en su mayoría no aptos para la urbanización y en alto
riesgo, asentamientos que demandaron costosísimas inversiones públicas
para humanizar su habitabilidad y dotarlos de servicios públicos. Hoy
Habitan en ellas más del 40 % de los habitantes caleños y los costos de
dotaciones y amueblamientos realizadas en ellos impactaron el fisco
municipal y el capital de las empresas públicas en especial a EMCALI, que
hizo multimillonarias inversiones en la dotación de Energía, Acueducto,
Alcantarillado, con recursos propios.- Los Caleños en su histórica
amabilidad, espíritu protector y solidario atendieron de la mejor manera
posible estas demandas de los nuevos habitantes en situación de
marginalidad extrema, limitando la capacidad de inversión para otras
Macro-obras que la ciudad requería para garantizar su desarrollo armónico a
futuro y que hoy se reflejan en la crisis de agua, alcantarillado, vías,
amueblamientos en esta nueva geografía urbana y comunicaciones
especialmente. Por todos es hoy conocido que atender hoy las demandas de
Infraestructura y atención social de esta nueva ciudad, en situación de
pobreza y marginalidad, consumieron y consumen casi todos los recursos
públicos municipales.
Estos territorios a pesar de los ingentes esfuerzos estatales siguen viviendo

una gran informalidad urbanística y es donde se da el mayor desorden social
y se asientan los mayores niveles de marginalidad y pobreza, son las zonas
geográficas donde se instalaron de manera casi incombatibles la
inseguridad y la violencia, son los territorios marcados por la falta de
educación para el empleo, vivienda, infraestructura vial y amueblamientos
públicos de mala calidad, falta de servicios públicos, desempleo y demás
déficits sociales, marginalidad que trae entre otras consecuencias
19
descomposición social en quienes las habitan, donde no hay respeto por las
instituciones, la Ley y las autoridades.
El Gobierno municipal está en la obligación de correrle una cuenta de cobro

a la Nación y el Gobierno central para pagar la “deuda económica y social”
con la ciudad de Cali, por haber afrontado esta situación anormal de
poblamiento no vivida por ninguna otra ciudad en Colombia, con las mejores
soluciones al alcance de la ciudad para atender el casi un millón de
colombianos llegados de todas las regiones en busca de nuevos horizontes y
mejor calidad de vida a las de sus propias regiones donde eran víctimas de la
pobreza extrema, la violencia, la industrialización agropecuaria, la falta de
oportunidades, cuidado gubernamental y demás factores que generaron su
emigración hacia Cali. Esto implica tramitar ante la nación los apoyos y
recursos necesarios para la normalización urbanística y recomposición
social para el progreso de estos nuevos habitantes, hoy caleños por
adopción, pero la mayoría desplazados que deben ser protegidos según la
Ley para garantizarles calidad de vida. Así mismo Cali debe pasarle la cuenta
a la nación para las grandes inversiones que la ciudad necesita para
actualizar las provisiones de servicios públicos básicos en acueducto,
alcantarillado, comunicaciones, vías, movilidad y demás amueblamientos y
dotaciones que la ciudad debe alistar para los retos con el desarrollo.
No podemos seguir de espaldas al proceso de metropolización de hecho que

tiene como epicentro a la ciudad de Cali y que vincula a todos los
municipios cercanos, los cuales se han convertido unos en territorios
dormitorio para una población numerosa que trabaja, estudia o tiene
sus actividades comerciales en Cali y otros convertidos en centros
manufactureros generadores de empleo para mano de obra caleña.
El Gobierno caleño debe liderar procesos de entendimiento y concertación

con los gobiernos de los municipios vecinos a fin de construir una visión
compartida que permita que se dé la unión supramunicipal dentro de alguna
de las figuras asociativas que prevé la constitución y la ley Colombiana.
Hasta hoy todos los intentos con planes y estudios en este sentido han sido
un canto a la bandera, llego el momento de reconocer la necesidad de la
unión metropolitana para afrontar los retos del desarrollo con dinámicas
regionales en marcha real desde hace años.
Este será un camino efectivo para afrontar problemas comunes y los retos de
la competitividad aprovechando las ventajas comparativas de cada territorio.
Indiscutiblemente la articulación regional es de prioridad estratégica y hay
que jugársela toda sin partir con la idea que Cali debe jugar un papel
20
hegemónico y determinante, para así vencer cualquier resistencia en los

otros municipios y por el contrario crear un escenario dentro de un marco de
concertación y equilibrio.
Como punto de partida para la nueva planeación de la ciudad, hay que

reconocer qué Cali, ya no es la ciudad-centro tradicional, concéntrica y
culturalmente única y que se deben incorporar en la visión para el desarrollo
los nuevos asentamientos urbanos en territorios perimetrales, así como la
visión de ciudad región, realidades y situaciones que hoy definen una nueva
urbe y un sistema supra municipal que afecta la funcionalidad de la ciudad
tradicional geográficamente delimitada. Los nuevos territorios perimetrales
incorporados urbanísticamente a la ciudad, sea cual fueren sus procesos de
consolidación, requieren de infraestructuras, servicios públicos, dotaciones
y amueblamientos que suplan todas sus necesidades en sus propios
territorios, dentro de un concepto de equidad social. Por otra parte, las
interacciones supramunicipales exigen obras y acciones que faciliten la
interacción regional, en una apuesta por el desarrollo inaplazable, como vías
de comunicación, ampliación de la oferta de servicios públicos y acciones
institucionales de todo tipo.
Hoy podemos visualizar el desarrollo metropolitano cuando en la última Feria

de vivienda Camacol 2014 de Septiembre del 2014, ante la falta de gestión
gubernamental, recursos y suelo disponible, Cali oferta solo el 13%,
aproximadamente 1.520 unidades, de un total de 11.909 de la vivienda Vip y
VIS que se construirá en su mayoría en los municipios vecinos,
convirtiéndolos en localidades dormitorio.
La apuesta debe darse dentro del contexto de la globalización, comercio

internacional y regional con la posibilidad de la creación de un Distrito
especial Económico, Cultural y Deportivo, de cara a la globalización, el
comercio exterior y el desarrollo de la cultura y el deporte regional.
No se puede negar que han existido varios intentos por adelantar esta
asociación de municipios en alguna de las figuras que la ley permite, Área
Metropolitana, Distrito Especial, u Asociación de Municipios, entre ellos el
Plan PGD- el PIDECA, el PIMSUVALLE, el POT del 2000, que creaba algunas
caracterizaciones territoriales que permitirían la metropolización, pero hasta
ahora la mayoría no han pasado de la retórica y la creación de algunas
oficinas como en 1994 la de “ Cooperación horizontal” y en 1995 “El comité
permanente de planificación del sur del Valle, Zona pacífica y Norte del
Cauca, Etc.” Ambas en Planeación Municipal. En el año 2011, Carlos Pinilla
Malo desde el Concejo Municipal de Cali, lidero la conformación del G7 que
21
comienza con una convocatoria a los Concejales de los 7 Municipios más

cercanos buscando la conformación de una sociedad región como ente de
acción.
Solo presenta alguna prestancia y resultados la conformación del G-11,

grupo intermunicipal Vallecaucano, que unió los alcaldes de los municipios
de Jamundí, Buenaventura, Palmira, Candelaria, La Cumbre, Yumbo, Dagua,
Florida, Pradera y Vijes, con el fin de jalonar recursos nacionales para el
desarrollo de Proyectos de beneficio común de los municipios en
Infraestructura, que en principio ya cuentan con el apoyo del Gobierno
nacional, para la ampliación y modernización del Aeropuerto Bonilla Aragón,
La doble calzada Cali- Candelaria, la terminación de la doble calzada
Buenaventura-Loboguerrero-Buga, la protección y recuperación del Rio
cauca, el Plan frutícola estructurado en todos los municipios, los programas
de vivienda con visión metropolitana, etc.
Tristemente este proyecto, cuota inicial de un proceso de Metropolización,

no se ve reflejado en el POT aprobado, así que el sueño de formalizar una
asociación de municipios vecinos con grandes potencialidades de desarrollo
si se unen en una unidad administrativo-territorial, nuevamente se queda en
el tintero y la retórica oportunista de un discurso más de gobernantes en
función solo de darse vitrina en los medios y el sueño de un ordenamiento
territorial supramunicipal alineado con el Plan de Ordenamiento Territorial
de Cali, no se dará por ahora, a menos que la administración municipal y el
Alcalde lo conviertan en un propósito de verdad.
El ideal es llegar a la conformación de la figura Metropolitana con

reconocimiento legal y caracterización geográfico-administrativa, lo cual
permitirá el desarrollo de proyectos conjuntos desde lo ambiental, la
vivienda, la infraestructura, vías, transporte metropolitano, servicios
públicos, Plan de Desarrollo metropolitano armónico con el de cada
municipio en una apuesta regional etc.- El proceso debe ser incluyente y
horizontal y el hecho de Cali tener el liderazgo no implica que actué con
poder hegemónico en el proceso de conformación metropolitana, este temor
es de las principales barreras político-administrativas para que los otros
municipios no se integren de manera real y comprometida a la
“Metropolización”.
Hay que tener en cuenta que Cali, ha sido reconocida en la Red Urbana
Nacional como metrópoli regional, de acuerdo con la jerarquización
establecida por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, IGAC, ante la
organización territorial y características subregionales típica de zonas
22
metropolitanas, donde ya existen interrelaciones y trueques en lo

económico, habitacional, empresarial, comercial, cultural, deportivos, etc.
Desde hace muchos años esta conformación e interacción subregional con
los municipios de Palmira, Yumbo, Candelaria, Buenaventura y demás
municipios de la planicie Vallecaucana y algunos del Dpto. del Cauca, se ha
dado de hecho.
La amplia retórica sobre el desarrollo comercial regional con la cuenca del

Océano Pacífico que le da a Buenaventura la mejor posición estratégica
como puerto en Latinoamérica, no se ha convertido en la apuesta que debe
tener Cali, como la gran ciudad complementaria al puerto para
asociativamente ofrecerle al mundo un sistema portuario competitivo en un
eje donde Buenaventura actuaria principalmente como muelle y Cali como el
centro de servicios e infraestructura que el desarrollo portuario colombiano
está obligado a ofrecer en la apuesta competitiva mundial. Es importante
resaltar para la nueva visión de Cali, como la verdadera Capital de Colombia
en el Océano Pacifico, que actualmente se lleva a cabo la construcción de la
vía Mulalo-Loboguerrero, que conectará a Cali con el Puerto en solo 40
minutos, obra de gran importancia para el comercio exterior e inmenso valor
arquitectónico, donde los 32 kilómetros que se construyen, de los cuales 12
kilómetros serán de túneles y 3 kilómetros de Viaductos, además de
minimizar los tiempos y distancias por vía terrestre, se convertirán en un
gran atractivo turístico para el Valle del Cauca.
Buenaventura, amerita una visión especial, como la mayor oportunidad en la

asociatividad estratégica supramunicipal, reconociéndolo como el puerto
más importante en el comercio exterior de Colombia, con grandes déficits
en servicios que Cali puede suplir con lujo para la apuesta colombiana con
el comercio mundial..
Cali, debe enfrentar uno de los retos más grandes para generar armonía en
su desarrollo, afrontando la implantación de la macro-inmigración de
colombianos de todas las etnias y regiones, de Neo-culturas urbanas
diversas y quizás con diferencias marcadas en subculturas fuertes,
localizadas en nuevos territorios urbanos por fuera de la ciudad tradicional,
definidos como conformaciones con identidad étnica, socio-cultural y físico-
arquitectónica, mayormente informal y desnormatizada urbanísticamente,
con poblaciones sujetas de afectaciones comunes en la causalidad
emigratoria de sus regiones, como desplazamiento laboral o violencia,
pobreza y falta de oportunidades, y demás vectores causales de movilización
hacia la capital Vallecaucana.
23
El economista e historiador vallecaucano, Edgar Vásquez Benítez en su libro

Historia de Cali en el Siglo 20: Sociedad, economía cultura y espacio,
documento reconocido como uno de los más completas interpretaciones de
la transformación de Cali de aldea a ciudad y Metrópoli, hace una
reconstrucción histórica de Cali, desde finales del siglo 19 hasta la última
década del siglo 20, donde tiene muy en cuenta el factor económico y
comercial en relación con dos elementos que determinaron el gran salto
urbanístico como fueron el fuerte movimiento migratorio y el desarrollo de
los servicios públicos municipales.
A partir de este escenario habla de la expansión urbana, las luchas por la

tierra y la vivienda, las transformaciones del imaginario social, nuevas
prácticas políticas y la influencia de elementos externos en la configuración
y transformación de la cultura en las clases medias y altas.- Plantea la
aparición a principios del Siglo XX de una nueva mentalidad, que sin dejar
del todo el apego a los viejos cauces sociales, abre las puertas a una
positiva transformación, que lucha por las novedades, impulsando el
progreso material de Cali y la región vallecaucana. Se inicia un proceso de
modernización- que se interrumpe por la crisis mundial y recesión entre los
años 1929 al 1932 – pero se ve reforzado por la consolidación posterior de un
sector agropecuario y comercial, la construcción del ferrocarril del pacífico y
la vía para tráfico pesado a Buenaventura, la extensión de la estructura
fluvial del rio cauca y luego el desarrollo carreteable regional. En fin dentro
de esta exposición de factores, es en este momento histórico, que se genera
la causalidad del tránsito de Cali hacia el Desarrollo, con los
correspondientes cambios sociales, culturales y económicos que determinan
por varias décadas la ciudad, enmarcados en la configuración paulatina de
Cali como una ciudad que se abría al mundo y las nuevas oportunidades.
Presenta como tesis Edgar Vásquez, que la ciudad vivió un proceso de

modernización, que estuvo acompañado por un crecimiento acelerado de lo
que en principio era una aldea. Desarrollo socio-urbanístico provocado
primero, por las fuertes olas inmigratorias del momento- producidas por
multitud de factores que generaban desplazamiento en las diferentes
regiones como la violencia y la agroindustrialización y se sumaba a ello la
atracción que causaba la generación de empleo y el sueño en los
inmigrantes de una mejor vida en la ciudad que mostraba un proceso de
industrialización y desarrollo comercial en crescendo permanente, se
ampliaban las fronteras urbanizables con la proliferación de nuevas
construcciones de vivienda, tantos legales como ilegales. Así mismo se
daban condiciones sociales para los inmigrantes que encontraban en Cali un
24
buen albergue. En este escenario de cambio se transforman las estructuras

sociales, las mentalidades, la moral, la cultura urbana y los patrones de
consumo, y se redefine y consolida una nueva distribución socio-espacial
de la ciudad, hasta configurar lo que E. Vásquez llama “las dos ciudades”:
por un lado, el espacio de los habitantes excluidos, los de desarrollo
exógeno migratorio, como un anillo que rodea a Cali a lo largo de los cerros y
las márgenes del rio cauca y, por otro lado, la ciudad de los residentes o
habitantes incluidos, que ocupan la ciudad centro o el casco urbano
histórico de desarrollo endógeno.
La diferenciación que hace el historiador y economista Edgar Vásquez es de

mucha profundidad en el análisis social de la población caleña cuando la
divide en dos, la de los excluidos que habitan en los cinturones perimetrales
donde se asentaron los inmigrantes básicamente y la de los incluidos o
habitantes tradicionales de la ciudad centro, que de acuerdo a esta
caracterización socio-espacial, confirmada por todos los estudios
socioeconómicos sobre Cali, presentan serias diferencias en bienestar,
empleo y en general calidad de vida, una preocupante brecha entre Ricos y
Pobres, que afecta principalmente a los inmigrantes, hoy parte importante
de la población caleña y que ocupan cerca del 40% del territorio.
Edgar Vásquez Benítez, para finalizar su estudio, hace un balance en el que

señala como la nueva ciudad se está abriendo a pasos agigantados hacia
una nueva organización social del espacio, en medio del proceso de
construirse como una nueva sociedad fragmentada, inmersa en un proceso
de metropolización que comienza su desarrollo geométrico a finales del
siglo XX, momento caracterizado por la crisis económica, el desempleo, la
reproducción del narcotráfico con nuevas generaciones, la inseguridad
ciudadana y la delincuencia, las crecientes brechas sociales y la agudización
de la segregación socio-espacial.- A ello desde mi óptica, podemos agregar
otros flagelos como la descomposición social generalizada con la pérdida de
valores ciudadanos, la incredulidad pública en el gobierno y líderes, el
desempleo, la implantación de una cultura de la Justicia por la propia mano y
estructuras delictivas en contravía del respeto a la vida, la libertad, la
propiedad y la paz, condiciones sociales que resultaron en la conformación
en toda la ciudad de estructuras pandilleras, organizaciones delincuenciales
dedicadas al microtráfico, la extorsión y el sicariato.-
Como puede verse hay pleno alineamiento en estas conclusiones del Dr.
Vásquez con las expuestas por la gente en el trabajo de campo con más de
130 mil caleños entrevistados en sus casas en todas las comunas de Cali y
que están expuestas como información soporte que da origen a este libro,
25
donde los caleños ven a Cali como ciudad en caos por los problemas de
movilidad, seguridad, empleo, déficits sociales y de calidad de vida en un
gran sector de la población.
Esta visión contemporánea de ciudad y metrópoli me induce a hacer un

llamado a los caleños, para capitalizando las lecciones que nos da la
historia, como lo narra el Profesor E. Vásquez en la historia del Siglo XX,
asumir la actitud de nuestros antepasados que abrieron su mentalidad a
finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, para crear una nueva
visión y aprovechar las oportunidades que daba la industrialización de las
ciudades. Hoy podemos hablar de una situación parecida cuando el
escenario de la globalización, el desarrollo tecnológico, la innovación y el
comercio internacional le dan a Cali una situación preferencial en el
contexto latinoamericano y mundial. Debemos dotar a la ciudad de todos los
recursos que se necesitan en la alta competitividad que van desde la
infraestructura de servicios públicos, que hoy van más allá de los básicos e
integran las apuestas tecnológicas y de comunicaciones, de transporte,
comerciales, hoteleras, formación de talento humano de altas competencias,
hasta la estabilidad legal en los marcos tributarios y programas de fomento
para los inversionistas, todo ello, dentro de escenarios de paz y seguridad
ciudadana. No puede aplazarse más la definición de una nueva visión
compartida de todos los caleños de nacimiento y por adopción, que hoy sin
exclusiones de ninguna especie deben representar la nueva caleñidad,
porque Cali somos todos, para iniciar procesos de reconstrucción de la
ciudad y crear una excelente vida societaria de la mejor calidad.
Volviendo al tema de Cali como nuevo sistema urbano, podemos afirmar sin
lugar a equivocarnos que lo sucedido demográficamente hace parte de una
normal mundial en el cambio de características poblacionales en los cinco
continentes, que hoy presentan una tendencia a la concentración de la
población en Zonas Urbanas, como lo demuestran datos del VII Foro ONU-
HABITAT-2014, que afirman que de la población mundial total de 7 mil
millones, el 52% o 3.6 mil millones vive en zonas urbanas y de ellos 862
millones habitan en tugurios, favelas y zonas informales, lo que presenta una
nueva realidad, con tendencias poblacionales y migratorias irreversibles,
ante el triunfo de las ciudades como centros del progreso humano,
derrotando al mundo rural en cuanto a calidad de vida. Hoy las cifras en
Colombia determinan una concentración de su población en zonas urbanas
donde el 76% de los colombianos viven en estos edificados territorios, allí se
produce el 86% del PIB y se genera en sus áreas de influencia el 82% del
empleo, (Camacol- revista semana Ed.1687-Sept-2014).
26
Cali se vio además impactada por ser la capital más importante del
Suroccidente Colombiano y estar ubicada en medio de zonas que fueron
afectadas por el desplazamiento que dejo la violencia política de los años 50,
la agroindustrialización agrícola de todo el Valle en su planicie, La violencia
guerrillera y paramilitar, el narcotráfico y el atraso histórico de toda la zona
pacífica sumida en la miseria y la criminalidad, sumado a estas causas el
atractivo generado por las expectativas de progreso personal de muchos
colombianos que fueron impactados por sus sueños de progreso en la gran
ciudad.
Soportados en esta tesis, debemos asumir estas circunstancias de tiempo y

lugar que ya se dieron en Cali, preparándonos para enfrentar el “Desarrollo
Urbano” con progreso transversal a toda la ciudad y la sociedad en toda su
geografía.
Como puede verse, el fenómeno de concentración de la población mundial

en las ciudades ya ha sido estudiado por diferentes entidades atentas a
estos fenómenos como la ONU, las grandes Universidades del Mundo y por
investigadores de prestigio Internacional.- La conclusión es que no debe
verse el escenario como catastrófico y por el contrario se presentan nuevas
tesis que ratifican que el Desarrollo de la humanidad se dará en las ciudades
modernas, en aquellas que con capacidad innovadora enfrenten los grandes
retos de la urbanización. Como premisa para la discusión mundial, en el
último foro 2014 - ONU-HABITAT, su director, Joan Clos, planteo la
siguiente tesis “El actual Modelo Urbano es insostenible y debe cambiarse” y
sin sorpresas al final del evento, la anterior tesis fue la conclusión más
importante de este simposio mundial sobre urbanismo. Al igual que la
imperante necesidad de disminuir la brecha entre ricos y pobres que se ha
ampliado no solo en los países en desarrollo, sino también en los países
desarrollados y aún en los tradicionalmente igualitarios. Soportado en estos
planteamientos el nuevo paradigma en las ciudades se centra en que “el
discurso de la equidad debe dejar de ser un “deber moral”, para convertirse
en una apuesta real de las ciudades y su sociedad”. Hace ya dos mil
quinientos años que Platón, señalo en su libro LA REPUBLICA, que “toda
ciudad por pequeña que sea, se divide en realidad en dos, la ciudad de los
pobres y la ciudad de los ricos”
27
En esta dimensión existen otras expresiones de la crisis, en la mayoría de

las ciudades, ellas crecen sin resolver el tema de la transformación de sus
cascos antiguos o centros de las ciudades. No es extraño ver como en las
ciudades modernas, de las que se habla tanto, subsisten territorios
destruidos urbanísticamente y pauperizados, poblados por habitantes en la
marginalidad y la pobreza suprema, donde reinan el desorden, el delito y el
vicio. Si adicionamos a este paisaje los territorios invadidos por las nuevas
migraciones en la periferia, todos en condición de asentamientos en su
mayoría no formales, sumidos en la pobreza, marginados del progreso de la
gran ciudad, nos enfrentamos a ciudades con características donde se han
aumentado las brechas sociales, que de alguna manera generan grandes
perturbaciones y descomposición en la vida ciudadana en general.
Según ANA MORENO, coordinadora del VII FORO ONU-HABITAT 2014. La

orientación del desarrollo urbano en las ciudades modernas que triunfaran,
tiene como apuestas a futuro la planeación, la equidad, la seguridad, la
movilidad y la gestión de servicios básicos.
28
Fuente: ONU-VII foro hábitat-2014
29
Hoy Cali por la falta de planificación y desgobierno es una ciudad en Caos y

desorden urbanístico, con problemas gravísimos en campos como la
seguridad ciudadana, la movilidad y transporte de pasajeros, insostenibilidad
ambiental con consecuencias como la desaparición y contaminación de las
fuentes de agua, deterioro e insuficiencia del sistema de alcantarillado y
desagües de aguas lluvias que producen gravísimas inundaciones en toda la
ciudad, invasión formal e informal con construcción de vivienda en zonas de
protección ambiental, en la ladera y el plan, en especial cuencas y
humedales, lagunas y madres viejas de los 7 ríos y multitud de riachuelos y
quebradas que conformaron alguna vez el sistema acuífero de la ciudad.
Todo resultado de la indolencia oficial, la falta de cultura ambiental y en
especial de la poca oferta de tierra para planes de vivienda popular, que los
nuevos habitantes, en su mayoría inmigrantes y desplazados urbanos
demandaban y que encontraron en estos territorios de la periferia el único
sitio para sus asentamientos subnormales. Todo por ser Cali una ciudad
donde la tierra urbanizable es de propiedad de muy pocos propietarios, que
históricamente han tenido gran poder político y orientado los usos del suelo
y el poder sobre la tierra con características apropiadas para la
urbanización, lo cual les ha permitido conservarla para el lucro de sus
intereses, actuando como un monopolio regulador de los precios, que con el
fenómeno de el terratenientismo narcotraficante de los años 70 y 80 genero
una especulación histórica en los precios de la tierra de los cuales hoy Cali
todavía no se recupera. Hasta el día de hoy, no se conocen procesos
efectivos de intervención gubernamental para regular el uso del suelo en Cali
en bien del interés general, que están en mora de hacerse y terminar con
esta segregación espacial en la vivienda popular a la que solo se le asignan
las zonas de mayor riesgo y peores condiciones para su conformación
habitacional.
En esta dimensión política, respaldado por el sentir y pensar de más de 130

mil caleños, yo invito a que se vinculen a la metamorfosis positiva para Cali,
a que construyamos inteligencia colectiva acompañando procesos que
cambien su ser social y político, asumiendo la crisis y poniéndole punto
final.
Alineado con este pensamiento e interpretando el sentir de los que

participaron en el trabajo de campo que da origen a este libro, mi propuesta
específica para superar la crisis, está en un cambio de actitud en todos los
30
Caleños, independientemente de su condición social y creencias para que

se vinculen de manera cierta a los procesos de cambio cualitativo, que
transformen la gobernanza y el comportamiento ciudadano, para que se
imponga por fin el interés general que lleva al bien común, sobre el interés
particular.
La investigación adelantada arroja cifras dramáticas que hacen inviable la

ciudad para encontrar los caminos de la prosperidad, como resultado que
Cali presenta graves problemas en el tema de inseguridad, con el más alto
índice de homicidios en Colombia y uno de los mayores del mundo en los
últimos años, cercano a los 80 homicidios por Cada 100 mil habitantes y con
más de 15 mil muertos por la violencia en los últimos 10 años, además de
altos índices en todo los delitos, en especial el hurto de celulares, fleteo,
raponeo, hurto de automotores, etc., que crean inseguridad, lo cual se
explica en varias causas que van desde el desorden y falta de control por
parte de las Autoridades y el Estado municipal sobre el territorio, la no
implementación de una política de seguridad de largo plazo, El
desconocimiento de la Ley y la falta de presencia del Gobierno ante todo en
los territorios ocupados y vulnerables por la marginalidad, que hoy pueden
llegar al 40% del Suelo Urbano, el no respeto a las autoridades y la Justicia,
el arraigo del delito como forma de subsistencia económica, la falta de
recursos para la educación, la persuasión y el control judicial.
31
Los Problemas de Cali en toda su dimensión se centran específicamente en

Inseguridad y Violencia afectando a cerca del 83% de la población, lo cual
convierte a Cali en una ciudad insegura y se puede afirmar que sus
pobladores están viviendo una situación de pánico permanente sintiéndose
amenazados a toda hora y en todo lugar en especial por el accionar de los
delincuentes y la intolerancia. En cuanta Salud, existe una percepción en el
73% de los habitantes que la atención en Salud es deficitaria y de calidad
cuestionable, en especial sienten que a la población de los sectores más
pobres, vinculada al régimen subsidiado o pobres no asegurados, se les
presta un servicio de mala calidad y con atención deshumanizada, por lo cual
creen que la Salud de los caleños está en riesgo. Cerca de un 40% de los
consultados muestran una marcada insatisfacción con el Gobierno
Municipal, en especial los pobladores del Oriente y la Ladera de Cali,
territorios donde se concentran los sectores más pobres de la ciudad y que
son aquellos que representan los nuevos asentamientos e invasiones
migratorias que padeció Cali en las últimas 5 décadas. Cerca del 21% de los
entrevistados consideran que tienen problemas por falta o mal estado de las
vías y andenes, Un 20% consideran que tienen problemas de empleo, un 17%
32
manifiestan necesidad de techo propio o mejoras en la vivienda.-El 17% de

la Población desea contar con mejores escenarios y programas para el
deporte, considerando que es una de las mejores herramientas para combatir
el ocio, la vagancia, la drogadicción, generar sentido de trabajo en equipo y
disciplina para el progreso en la juventud. La educación, es para el 9% de la
población deficitaria o de mala calidad, o no responde a las expectativas que
demanda la formación para el trabajo del mundo contemporáneo.
Observamos en la investigación que cerca de un 9% opina que la falta de
cultura ciudadana es necesaria para lograr una mejor convivencia y hacer de
Cali una ciudad más bonita y organizada. En cuanto a Servicios públicos solo
el 7% de los entrevistados se quejaron de problemas de cobertura y calidad
en los Servicios Públicos de Acueducto, energía, alcantarillado y recolección
de basuras.
Hoy, en Cali, la crisis de la vivienda expresada en la informalidad en una

importante porción del territorio es otra razón del caos, el déficit
cuantitativo de vivienda según CAMACOL PEV 2010 al año 2010 era de
123.230 unidades y el déficit cualitativo supera los 30 mil hogares, déficit
que tiene un comportamiento progresivo ante la poca oferta y las tasas de
crecimiento poblacional, que aunque menores a las últimas décadas, aun
superan la oferta de vivienda. Los índices de NBI pueden mostrar más de 30
mil familias en situación de miseria con déficit total de vivienda e
insubsistencia alimentaria.
La Situación tiene un panorama socialmente muy delicado cuando la propia

Secretaria de vivienda en carta pública de Septiembre 11 del 2014, Amparo
Viveros Vargas, hace una radiografía de la crisis habitacional en los estratos
1 y 2 de Cali y afirma que el municipio solo asigna para vivienda VIP y VIS, el
2% del presupuesto total. Calcula que para construir solo 500 soluciones de
vivienda se requieren a precios de hoy 21.560 millones de pesos, que
corresponden a 2 anualidades del presupuesto municipal de vivienda
popular. El POT, en actual proceso de aprobación en el Concejo Municipal
solo asigna para vivienda prioritaria, 18 predios por 3 millones de metros
que según modelación solo alcanzan para construir 28 mil viviendas VIP y
VIS en Cali, cuando el déficit estimado por CAMACOL PEV 2010 al año 2010,
era de 123.210 viviendas, como quien dice la proyección en Cali, oficial, será
la de impactar solo el 23 % del déficit de vivienda popular. La Doctora
Viveros considera que la falta de suelos para vivienda popular es la mayor
limitante para adelantar programas de vivienda, porque “el Gobierno
Nacional solo asigna subsidios a proyectos con licencia de urbanismo y
33
construcción y por tanto sin tierra no hay proyectos y sin proyectos no hay
subsidios”.
En la pasada feria de vivienda CAMACOL realizada en el mes de Septiembre

del 2014, la oferta de proyectos de vivienda VIP y VIS en Cali solo fue de
1.520 unidades de un total de 11.909 en el área metropolitana, o sea solo el
13% de la construcción popular en la ciudad-región, el resto se ubicaron en
los municipios cercanos a Cali.
La anterior radiografía de la vivienda popular en Cali, obliga a darle un viraje

total a la política y ejecutorias de vivienda en la ciudad de Cali. Deben
iniciarse procesos integrales para solucionar este gran hueco en el bienestar
de la población o se generarán conflictos sociales que afectaran la paz
ciudadana por lo tanto es inaplazable iniciar procesos de intervención de la
tierra urbanizable y de densificación urbana en sitios aptos para construir
vivienda popular, de lo contrario Cali, a futuro, deberá casi todo su
crecimiento urbanístico en los estratos populares a las “invasiones de tierra
urbana para vivienda popular”, urbanización informal que generará mayores
problemas de carácter urbanístico y social, agravando las condiciones de
marginalidad en que viven cerca del 40% de los caleños.
Comparto las afirmaciones de Sandra Forero, presidente ejecutiva de

Camacol, quien declaro muy acertadamente en la revista Semana no.1687 de
Sept.2014. En cuanto a soluciones a la crisis de vivienda: “Deben generarse
las condiciones para que desaparezca la ocupación informal del territorio
que históricamente han caracterizado el desarrollo de las ciudades
colombianas restándole competitividad y calidad de vida a sus habitantes.
Las ciudades deben tener viviendas dignas para todos los habitantes
dotados de todos los servicios públicos, vías de acceso, hospitales, zonas
verdes, centros educativos e infraestructuras y amueblamientos adecuados
para poder que se conviertan en polos de desarrollo”.-
Tristemente y como una causa que lesiona la construcción de un buen futuro

para la ciudad, he visto como se degradan y desaparecen los grandes
liderazgos, sean gremiales, empresariales, políticos, culturales o de
cualquier orden y como consecuencia de ello, me ha tocado asistir al
debilitamiento de la Sociedad Civil, desgastada por la incredulidad y apatía,
lo cual ha determinado que en Cali, la comunidad en su mayoría sea solo
de habitantes pasivos, incrédulos y sumidos en la desesperanza, incapaces
de generar movimientos y asociaciones ciudadanas que dinamicen la
construcción de la Cali del futuro, como ciudad moderna, desarrollada con
34
equidad y con la mejor Calidad de vida. El Dr. Michael Porter en su

conferencia afirmo “Necesitamos reconstruir el liderazgo orientador, que
tuvimos en los años 60s y 70s en Cali y el Valle del Cauca, que con el cambio
generacional se diluyo. Sin haberse creado la nueva clase dirigente idónea y
emprendedora”.
Ante esta realidad es indispensable promover un nuevo “Contrato Social”,

que solo funcionará si se da alrededor de los elementos que en algún
momento a principios del Siglo XXI, plantearon los Talleres del Milenio, que
bajo el patrocinio y apoyo del Gobierno nacional y el PNUD, se realizaron en
todas las ciudades de Colombia para generar nuevos escenarios
democráticos y participativos para encontrar salidas para el Desarrollo con
Equidad, donde el mayor reconocimiento es el de la existencia de la
Diversidad, el de aportar elementos para comprenderse y repensarse desde
la justicia, el encuentro con una nueva revalorización de lo Público, la Ética,
la Educación, y la Ciudadanía, la Competitividad Sistémica, La Seguridad
Democrática y la visión compartida de procesos dialécticos de construcción
colectiva.
El nuevo “Contrato Social” que Cali necesita debe ser asumido por todos los
caleños si deseamos lograr el cambio cualitativo que transformara la
ciudad para bien de todos implica:
- La construcción de lo público y ciudadanía
- La modernización de la justicia para la convivencia

- La educación, ética y cultura para la formación de ciudadanos
protagonistas.
- La Generación de riqueza con equidad
- La inclusión social
- La Seguridad democrática.
Amplios procesos que requieren un trabajo colectivo y altamente

participativo de todos los caleños, facilitados por el Gobierno Municipal,
apoyados por el Gobierno nacional y fortalecidos con la consolidación de una
amplia Sociedad Civil.
He visto el deterioro y colapso de las empresas de servicios públicos más

importantes, EMCALI y EMSIRVA, que durante los últimos 30 años perdieron
su norte y prestancia, se rezagaron tecnológicamente y perdieron
competitividad frente al mercado de los servicios públicos, situación con
pésimos efectos para la ciudad, cuando en ellas y su rentabilidad pudieron
producirse los recursos públicos, que en otras ciudades son un
35
apalancamiento de las finanzas públicas, dotando de grandes recursos el

desarrollo municipal.
Desaparecieron corporaciones que pudieron ser palancas del desarrollo

municipal como BANCALI, VISECALI, INVICALI, CALISALUD, que como
modelo eran verdaderas entidades que garantizaban solidez administrativa y
administración estratégica y rentable para la Hacienda Pública caleña, Pero
por actos de corrupción, juegos de poder y malas administraciones,
colapsaron.
Quizás amerita un capítulo especial el análisis de los diferentes Gobiernos

de los últimos 40 años, los primeros designados por los Gobernadores, como
resultado de acuerdos políticos y posteriormente a partir de la elección
popular de Alcaldes, los elegidos en estrategias electorales donde sus
apuestas, programas y Planes de Gobierno, se puede afirmar son casi los
mismos y sin embargo la ciudad sigue en una crisis progresiva, el caos y el
desgobierno aumentan, cada día es una urbe con mayores déficits, ante
todo en lo social y estas acciones de gobierno para nada cambiaron el
Sistema Político, la vida societaria de la población, la participación
ciudadana, el modelo y sistema administrativo Municipal.
Cali vive actualmente la mayor frustración de la historia, atraviesa por una

crisis de movilidad antes nunca vista,
Hoy, la ciudad padece el fracaso del nuevo modelo de transporte masivo de

pasajeros que se quiso implementar en Cali, soportado en un Monopolio
estatal-privado de buses de gran capacidad y con corredores exclusivos de
alta movilidad, que hoy ya en funcionamiento se conoce como el MIO, o
MASIVO INTEGRADO DE OCCIDENTE, el cual cubriría el servicio público de
pasajeros en más de un 95% y debía estar en plena operación a la fecha. Por
desviaciones graves con lo planificado, El MIO no ha dado los resultados
esperados, está en plena crisis operacional y financiera, con muy baja
cobertura geográfica y atención de la demanda, que hoy no llega a 600 mil
pasajeros/día, atención deficiente que permite la informalidad transportadora
y el motociclismo particular movilizando otros 600 mil pasajeros.
El MIO fue diseñado como la mejor solución para el servicio público de

transporte de pasajeros y la movilidad urbana, era el escenario perfecto para
transformar el sistema vial, el tránsito y el tráfico de Cali, convirtiéndola en
una ciudad moderna, inteligente y tecnológicamente desarrollada. El MIO
debió convertirse en una de las palancas del desarrollo y en el pilar
fundamental para creación de cultura ciudadana, El MIO serviría para la
construcción de modernos espacios públicos, pero el sistema no ha podido
36
funcionar y sufrió graves desviaciones, este sueño de ciudad moderna, se

salió del cauce que le fue trazado y abandono su ruta de éxito por malas
administraciones en los últimos años, sin perfil técnico para desarrollarlo y
sensibles a la imposición de intereses particulares que afectaron su
consolidación y puesta a punto de manera oportuna y rentable. Hoy el MIO
debería estar movilizando a la fecha más de un millón de pasajeros diarios y
cubriendo la demanda en más de un 90% en toda la ciudad; reemplazando
casi en su totalidad al sistema tradicional de buses.
La realidad es que por falta de una política pública urbana y ejecutorias

acertadas desde la gobernabilidad caleña, prácticamente desapareció el
sistema colectivo tradicional de transporte de pasajeros que se le reconoce,
que con todos sus defectos, prestaba un buen servicio y que hoy el MIO, fue
inferior al compromiso social de servicio y pasó a ser un gran problema que
dio al traste con la atención al transporte de los caleños. El MIO ha entrado
en una etapa crítica con dificultades que de no resolverse lo llevarían a la
quiebra y con ello la informalización del transporte en Cali, en condiciones
peores al del sistema colectivo que quiso mejorarse con el transporte
masivo.
La Crisis se expresa en los problemas financieros que tienen todos los

operadores, que no les permite cumplir eficientemente con la operación de
las rutas asignadas por falta de equipo, vehículos dañados, incapacidad de
proveerse los insumos necesarios para la operación, repuestos,
combustibles, etc., atrasos en las nóminas para el personal que ha llevado a
varios paros y huelgas. En fin el sistema no funciona como debiera, es
incapaz de atender la demanda, ante la salida de operación de más de 3.600
vehículos del TPC, equivalente al 73% del sistema colectivo tradicional, lo
que en la percepción de los usuarios y caleños en general hace que hoy en
su mayoría consideran al MIO como un enemigo social, que deterioro sus
condiciones de movilización, aumentando sus costos personales para
transportarse, incrementando los tiempos de origen y destino, además de
arrojarlos y esclavizarlos al transporte informal.
Cali, a partir del MIO y el nuevo concepto de movilidad urbana, reduciría

poco a poco el uso de los vehículos particulares y el transporte de los
caleños seria el MIO por excelencia, se minimizaban con ellos muchos
impactos como, congestión vial, contaminación ambiental, accidentalidad,
donde los muertos en accidentes de tránsito hoy ya llegan al medio millar
por año, donde el 70% son peatones y motociclistas.- La ciudad
implementaría modelos con objetivos de accidentabilidad cero, soportados
en modelos de tráfico con educación, tecnología, diseño vial, control y
37
vigilancia. En el mundo ya existen estándares de seguridad vial que

minimizan la accidentalidad y se presupuestó adoptarlos, todo estaba
planeado, pero el fracaso en la implementación y sostenibilidad del MIO dio
al traste con estos sueños de ciudad moderna.
Hoy el MIO necesita una acción urgente de parte del gobierno nacional y
municipal para salvarlo del colapso y quiebra total, debe reestructurarse el
proyecto en toda su dimensión y ajustarlo a la realidad de hoy, donde hay
una parte de la demanda inicial que se perdió posiblemente de manera
definitiva y que se la llevo el motociclismo, las bicicletas, la informalidad,
etc. Es un palo en la rueda que no deja avanzar al MIO en cuanto al número
de usuarios, la pérdida de credibilidad en la eficiencia del MIO como sistema
masivo de transporte.
Es de gran efecto negativo la desfinanciación del proyecto para que sean

terminadas todas sus obras de infraestructura, que requiere de nuevos
recursos que Cali y sus gentes no tienen como financiar. Así mismo, hoy se
plantea por parte de los operadores que deben ser refinanciados en
condiciones favorables si se quiere mantener operando la flota existente y
adquirir los nuevos buses para llegar a la flota que requiere el sistema. La
tarifa no tiene factibilidad económico-social para fijarse en el valor que los
estudios de operación la estiman y la única salida a la vista es que sea
subsidiada, por el Gobierno nacional y el municipal para llegar al punto de
equilibrio financiero del sistema y se pueda garantizar la operación y la
reinversión para desarrollo del mismo. Deben también simultáneamente
estudiarse algunas medidas que permitan reducir los costos de operación y
mantenimiento, como tarifas de patios y talleres, pagos a Metrócali,
impuestos, subsidio a los combustibles, etc.
Algunas voces plantean recurrir de nuevo al Sistema Colectivo de buses

particulares para atender parte de la demanda en las zonas y corredores
donde el MIO no llega hoy, pero esto debe descartarse, porque derrumbaría
el proyecto en cuanto a la función de la integración de la tarifa, donde con un
solo pasaje la gente se puede transportar por todo el sistema alimentador y
troncal en sus necesidades de origen-destino, generándose posiblemente
una sola excepción en la zona de ladera por las características especiales
de su topografía, donde operan equipos con características técnico-
mecánicas que difícilmente podrá tener el MIO.
Capitalizando de su libro el TRIUNFO DE LAS CIUDADES, a Edward

Glaeser, profesor en la Universidad de Harvard, experto de reconocimiento
mundial en Economía de las ciudades, investigador sénior de los problemas
38
urbanos y consultor en gerencia estratégica de varios Alcaldes exitosos en

grandes ciudades del mundo, Estudioso de los problemas urbanos
relacionados con la vivienda, la segregación, la delincuencia y la
innovación, defensor de las tesis sobre el desarrollo y progreso futuro de la
humanidad apuntalado en la construcción de ciudades modernas, en una
nueva era urbana progresista, podemos decir : “Muchos funcionarios de
ciudades atribuladas creen erróneamente que lograran devolver las
ciudades a su antiguo esplendor mediante proyectos masivos de
construcción, nuevos estadios o sistemas de transporte masivo, centros de
convenciones o grandes obras de infraestructura, cuando con muy pocas
excepciones ninguna política pública puede frenar el maremoto del cambio
urbano que hoy se vive en el mundo, con un aumento dramático de la brecha
entre ricos y pobres, lo que genera un cambio en el paradigma de la
administración pública de las ciudades y que hoy está en ayudar a los
pobres y no a las ciudades pobres.”
Cali, debe apostarle hoy primero que todo a resolver su crisis de movilidad,
la situación actual se presenta, según datos de Metrócali, con solo un 10%
de los pasajeros en autos particulares, la mayor demanda del 40% es la de
transporte público, un 24 % es de movilidad peatonal y el 11 % en el uso de
la bicicleta. La ley, en especial la 1083 de 2006 sobre Planeación Urbana
estableció un marco fundamental que debe ser tenido en cuenta en el
desarrollo sostenible de ciudades como Cali, Se debe dar prevalencia y la
mayor importancia a tres campos para el desarrollo. Modos alternativos de
transporte urbano, La Bicicleta y el Peatón; Sistemas de transporte público
con combustibles y energías limpias y los planes de movilidad urbana que
optimicen los tiempos de origen y destino, amables con el medio ambiente y
que mejoren el tiempo de disfrute y trabajo minimizando los tiempos de
desplazamiento de todo orden y por cualquier medio.
La prosperidad y la lucha contra la pobreza no son antagonistas y no existe

hoy ninguna teoría que contradiga las tesis en cuanto a que el avance
económico de las ciudades puede darse con avance social transversal a
todos los habitantes. Los inmuebles nuevos y relucientes, los grandes
proyectos de infraestructura, transporte de pasajeros, movilidad, etc.,
pueden disimular la decadencia de ciudades como Cali, pero no pueden
resolver los problemas subyacentes al crecimiento sin equidad social. El
rasgo distintivo de las ciudades en declive, es que se dan el lujo equivocado
de impulsar este tipo de proyectos, a pesar de la pobreza de sus
economías. Debemos recordar que las ciudades no están constituidas por el
39
volumen de concreto, hierro y patrimonio material que posean, sino por

personas.- Como lo afirma Edward Glaeser “la grandeza de una ciudad
siempre ha procedido de su pueblo, no de sus bienes materiales. En última
instancia la tarea de un gobierno municipal no es financiar bienes
materiales, ni sistemas de transporte de pasajeros incapaces de sufragar
sus propios costos, como es el caso del MIO en Cali, sino cuidar de darle el
mejor bienestar y calidad de vida a los habitantes de su ciudad.
Se impone una realidad y es que las razones que llevan a ciudades como
Cali a triunfar tienen mucho más que ver con su capital humano que con sus
infraestructuras física
Después de identificar a la crisis de movilidad, como el mayor problema

coyuntural que vive en la actualidad la ciudad de Cali, tenemos que
reconocer que, sin duda alguna la inseguridad y violencia en Cali son el
mayor problema estructural a resolver sin duda alguna la Inseguridad y
violencia en Cali son el mayor problema a resolver, Cali presenta el más alto
índice de homicidios en Colombia y uno de los mayores del mundo, cercano a
los 80 homicidios por Cada 100 mil habitantes y con más de 15 mil muertos
por la violencia en los últimos 10 años, además de altos índices en todo los
delitos que crean inseguridad.- Todos los estudios sociales realizados en Cali
así lo demuestran y el más dramático diagnostico lo encontramos cuando de
cerca de 130 mil personas consultadas en todo Cali, casi 110 mil afirman
estar seriamente afectados por la inseguridad, Lo cual se expresa en
Homicidios, Asaltos y robos, extorsión, microtráfico de estupefacientes y
demás delitos. Realidad que hace que los caleños seamos una comunidad
que vive en pánico y aterrorizados muchos por las amenazas contra la vida y
el patrimonio.
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Como se observa, Cali es la ciudad más insegura de Colombia y la

percepción de su gente descalifica la seguridad de Cali, brindada tanto por el
gobierno como las autoridades policivas y judiciales. Cali aparece como la
2a ciudad más violenta del mundo.
De los más de 130 mil entrevistados, el 29 % sienten que los homicidios son
el mayor problema de la violencia e inseguridad en Cali, seguidos de los
atracos y robos con el 16%, Cerca del 13% ven en los menores delincuentes
un grave problema para la seguridad ciudadana, el 10 % piensa que la
Drogadicción y el microtráfico son un factor de violencia e inseguridad, más
del 7% ven en las pandillas una amenaza, especialmente en los barrios más
pobres del Distrito de Aguablanca y la Ladera, Según la investigación
adelantada por la fundación Primero Cali, el 10% piensa que la inseguridad
es consecuencia de la poca presencia de la Policía y en la encuesta de Cali
como vamos solo el 36% de la población cree que la policía está realizando
acciones efectivas para garantizar la seguridad y el 40 % considera que los
cuadrantes son una buena medida.
En mi pensar considero que el problema de la inseguridad en Cali, en una

visión integral, es diferente al de la mayoría de las grandes ciudades del
mundo, donde en todas hay pandillas, delincuentes y control territorial, más
acentuado en aquellas donde hay microtráfico de estupefacientes.
Cali, paso de 300 mil habitantes en los años 50 a cerca de 2.5 millones en el
2014 y más de 3 mil hectáreas fueron colonizadas y pobladas de manera
irregular por inmigrantes, como consecuencia hoy casi la mitad de la
población caleña vive en estos territorios, zonas que se caracterizan por su
desorden urbanístico, marginalidad y pobreza.
Este fenómeno migratorio tiene todas las características de una “invasión”

y Cali para analizar el fenómeno de la violencia debe definirse como una
ciudad “invadida” como lo afirma el experto en políticas públicas de
Seguridad, Dr. Miguel Yusti, ex-comisionado de Paz y Ex secretario de
Gobierno y Seguridad de Cali.- Hay que ver la ciudad como un centro urbano
donde extensas áreas de su territorio fueron colonizadas desordenadamente
por grandes migraciones que huían de la violencia, la pobreza, la
marginalidad y la falta de oportunidades en sus propios territorios y creyeron
que en Cali encontrarían mejor futuro y preferían la pobreza urbana con
expectativas y sueños de progreso a la miseria y el desasosiego que
producía la violencia en sus territorios ancestrales. La invasión fue
multiétnica y pluricultural pero con una característica transversal a todos los
47
grupos, la de la pobreza y la marginalidad.- Los inmigrantes se agrupan en

las ciudades receptoras de acuerdo a su procedencia, raza y culturas, los
recién llegados buscan seguridad y confianza ante lo inesperado en
territorios donde ya viven amigos, vecinos o coterráneos y Cali no fue la
excepción, así que la invasión territorial está marcada por esta
circunstancia, pudiéndose asegurar que la “invasión”, utilizando el termino,
de la mejor manera, como el fenómeno de ocupación de un territorio por
inmigrantes que imponen su cultura y estilo de vida, relaciones sociales,
etc., fenómeno Afro descendiente que entro por Buenaventura procedente
del Pacífico colombiano. Esta población se ubicó en su mayoría en el hoy
llamado distrito de Aguablanca y las otras “invasiones”, la norte
vallecaucana, la antioqueña y del viejo Caldas, la caucana, nariñense y la
cundí-boyacense se ubicaron en el centro y zonas de ladera. No es temerario
afirmar entonces que estas zonas caracterizadas étnicamente, zonas de
“invasión”, anormales urbanísticamente y pobres, se convierten en áreas
casi homogéneas demográficamente, especie de guetos con subculturas
propias.
La “invasión” que llego por Buenaventura, amerita un tratamiento en los

programas de seguridad caleña diferente a cualquier otro, ellos invadieron y
colonizaron de verdad los territorios donde se asentaron, se han encerrado
imponiendo su ley y orden, su cultura y su accionar societario y la mayoría
no se sienten inmigrantes, sino que ven a Cali como su propio territorio y
sienten que están viviendo en el Puerto sobre el Pacífico, donde pueden
habitar sin dejar sus arraigos, últimamente se ha dado una nueva
inmigración en la ciudad donde algunos porteños con mejor nivel económico,
siguen con sus labores y actividades económicas en Buenaventura y el
pacífico pero disfrutan del buen vivir en Cali, encerrándose en sectores
residenciales del sur-oriente caleño, imponiendo también su forma de vida en
sociedad. Lo que quiero sustentar es una tesis en cuanto a que con esta
“invasión” pacifica, se ha trasplantado de Buenaventura a Cali, la misma
problemática de convivencia, violencia y seguridad que vive el puerto, que
es reconocida por ser la más grave de Colombia y del mundo, reflejándose
en los territorios caleños donde habitan impactando a toda la ciudad con el
accionar de sus delincuentes, lo cual ya es conocido a nivel gubernamental y
de las autoridades, que en operativos especiales actúan contra bandas
organizadas que actúan en el puerto pero tienen tentáculos en Cali. En
síntesis el Gobierno y la Sociedad Civil, deben atender esta situación con
medidas especiales, similares a las que el Gobierno Nacional está
implementando en el puerto, donde básicamente se ha implantado un control
estatal, militar y policivo total, sin que se escape territorio alguno.
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Simultáneamente se están implementando planes de asistencia social y

desarrollo que mejoren la calidad de vida y el desarrollo humano.
En Cali a pesar de todas las causas que se atribuyen a la inseguridad entre

ellas la pobreza, el desempleo, La existencia de grandes zonas suburbanas
marginadas, el ocio y la desescolarización de la juventud, la falta de
formación para el trabajo, el asentamiento de la cultura del delito, la
descomposición de la familia, la pérdida de valores, las pandillas, los
coletazos del gran narcotráfico de las décadas del 70 y 80, el microtráfico,
etc. Considero que lo que le ha faltado al Gobierno, las autoridades y la
Sociedad Civil es reconocer el problema de inseguridad en toda su dimensión
y convertir La Seguridad en el problema más importante a resolver, todos los
gobiernos se comprometen a atacar este flagelo, pero la percepción de la
ciudadanía es que nunca han hecho lo suficiente y una de las pruebas es el
escaso presupuesto para los programas de Seguridad y convivencia
ciudadana, quizás el más pobre de Colombia.-
La mayor falencia que no permite avanzar en la solución al grave problema

de inseguridad, es la ausencia de una verdadera política integral de
seguridad de largo plazo, con el más ambicioso Plan del Estado y la
Sociedad en la historia, donde la premisa debe ser que el Gobierno
Municipal y la Sociedad Civil caleña son los grandes responsables de
enfrentar este gran problema, buscando el apoyo de la nación, que por ley se
supone es la encargada de garantizar la seguridad de todos los colombianos,
pero son los caleños institucionalmente quienes deben liderar el proceso.
Cali, debe prepararse para un nuevo escenario que necesariamente afectará

la seguridad y la vida ciudadana y es el post-conflicto con las guerrillas, una
vez se firmen los acuerdos de paz que adelanta el gobierno nacional y se
desmovilicen, complementariamente a las políticas y programas
presidenciales de reintegración a la vida civil de estos combatientes, el
Gobierno Municipal y la ciudadanía caleña deben prepararse para recibir esta
población desadaptada a la vida urbana y que necesitan ser adoptados
dentro de un marco de integración a la vida ciudadana de bien dándoles la
oportunidad de convertirse en personas socialmente útiles cumplidoras de
los deberes de la vida en sociedad y con buen uso de todos sus derechos, sin
ningún tipo de señalamientos y todas las oportunidades de bienestar que la
sociedad pueda darles a ellos y sus familias, desterrando cualquier idea de
aislamiento social, estigmatización o marginalización agenciada por las
autoridades o la comunidad.
49
Creo, que es bueno conocer la experiencia de Bogotá en el periodo

comprendido entre los años 1.995 y 2003, hoy modelo mundial en cuanto a
políticas de seguridad ciudadana impulsadas con éxito desde el Gobierno
Municipal de una ciudad y pienso que muchas de ellas tendrían plena
aplicabilidad en la ciudad de Cali.-
En el Libro BOGOTÁ: ANATOMÍA DE UNA TRANSFORMACIÓN, de los

profesores Gerard Martin, director del programa Colombia en la universidad
de Georgetown y Miguel Ceballos, Director General del mismo programa,
como resultado de la más amplia investigación, financiada con recursos del
Gobierno de Estados Unidos a través de USAID, explican cómo la seguridad
de Bogotá mejoró de forma admirable, con resultados positivos en la lucha
contra la inseguridad y violencia que no ha logrado ninguna otra ciudad en el
mundo, coloco como ejemplo solo la reducción de homicidios donde la tasa
paso de 80 por cada 100 mil habitantes en 1994 a solo 23 en el 2003,
comportamiento que hasta el 2013, puede decirse que se conserva. Así
mismo se puede ver en el estudio como el impacto sobre todos los delitos
fue contundente con efectos minimizadores. El éxito logrado se soportó en
políticas innovadoras revolucionarias soportadas en dos planteamientos
diferentes pero complementarios en el tiempo de dos alcaldes, primero
Antanas Mockus con toda una estrategia pedagógica envolvente que
impacto a todos los bogotanos, , que tuvo como principio lo que llamo
“construcción de confianza” asegurando que “la impunidad moral, derivada
de deficiencias de la educación en lo cognitivo y emotivo y sobre todo la
impunidad social ligada a la indiferencia o a la aprobación cultural de
comportamientos contrarios a las normas también cuentan como elementos
que generan inseguridad y deben ser combatidos.-
Mockus probó que los habitantes de una ciudad pueden reconocerse como
sujetos morales capaces de gobernarse a sí mismos, Ser sujetos legales
capaces de vincular sus derechos a sus deberes y convertirse en sujetos
culturales capaces de transformar algunos de sus hábitos y algunas de sus
creencias en función del bien común y la convivencia saludable. Axioma de
comportamiento social que debe impactar tanto a la comunidad como a los
funcionarios públicos y la administración de la ciudad.
Al mismo tiempo estableció de común acuerdo con las autoridades

programas para la persuasión, prevención y represión del delito con y les
inyecto los recursos necesarios para sacarlos adelante, lo que mejoro la
presencia y el control territorial del gobierno y el estado en todos los
territorios.
50
A las estrategias exitosas del alcalde Mockus, centradas en la “construcción

de ciudadanía” les dieron “continuidad estratégica”, lo que resulto un
acierto, por parte de la administración del Alcalde enrique Peñalosa, con
programas de “reconstrucción de ciudad”, centrados en lo físico, como el
espacio público, la infraestructura de servicios públicos, el sistema de
transporte masivo y las dotaciones y amueblamientos de todo tipo, Colegios,
Centros de salud, Jardines infantiles, bibliotecas, etc.
Sería muy extenso entrar en detalles sobre lo que significaron para Bogotá
en su transformación las políticas de seguridad de Mockus y Peñalosa pero
mi recomendación para Cali es que se adopten las experiencias exitosas de
Bogotá.
En síntesis la propuesta estratégica que propongo debe atacar la

delincuencia y la violencia con programas de educación y civismo pero al
mismo tiempo es indispensable reconocer que la delincuencia está
estrechamente ligada a la falta de inversión social, lo cual debe generar una
política gubernamental con programas sociales de gran dimensión en las
zonas más afectadas por la inseguridad. Se debe garantizar efectividad en la
justicia para acabar con la impunidad. Como lo plantea el experto Miguel
Yusti, el Gobierno y las autoridades municipales con mano fuerte deben
rescatar el control territorial, hoy en manos de los delincuentes organizados
en pandillas y empresas criminales o simplemente bandidos que aprovechan
la falta de presencia policial para cometer sus fechorías en muchas zonas de
Cali.
La ciudad y sus territorios debe ser amurallados con apoyo de la tecnología

y presencia policial, debe rescatarse la idea de los CAI blindados como ejes
del control territorial, complementados con el programa de cuadrantes,
debemos aprovechar al máximo los recursos tecnológicos que hoy existen
para la seguridad, como el 123, bien llamado Centro Automático de
Despacho que permite actuar inmediatamente con la policía y autoridades
para responder a hechos de inseguridad y violencia, el uso de cámaras de
forma masiva idealmente en todas las cuadras de la ciudad. Hay que
fortalecer la inteligencia policial y debe reestructurarse el sistema operativo
de la policía, cada comuna y corregimiento deben tener sus propios planes y
programas de seguridad de acuerdo a la complejidad de la inseguridad en su
territorio. Deben definirse por lo menos 24 distritos operativos, uno por
comuna y dos para los corregimientos de la ladera y el plan. Cada distrito
operativo debe tener un comandante de alto rango, grupo de oficiales que
conforman un Consejo de seguridad municipal donde se definen los
programas policiales de control territorial y represión del delito, en este
51
Consejo con presencia del Comandante de la policía metropolitana se

evalúan resultados y se toman las medidas acertadas para lograr los mejores
resultados en seguridad para Cali.
Las pandillas juveniles se han convertido en un alto factor de inseguridad,

desasosiego y causa de homicidios, lesiones personales y delitos graves en
amplios sectores de la ciudad, en especial en los barrios más populares y
algunos de clase media, además son las escuelas del delito que proveen
posteriormente los bandidos profesionales a las bandas organizadas que se
dedican al sicariato, el secuestro, el asalto a mano armada, el hurto de
automotores y demás delitos graves en toda la ciudad.
Pienso que en el mundo han existido políticas y programas de seguridad

urbana que pueden aportarnos elementos que al aplicarse en Cali, podrían
dar magníficos resultados en favor de la disminución del delito y la
tranquilidad ciudadana. No es atrevido pensar que la política de “tolerancia
Cero” con el delito de Rudolph Guliani en New york, hoy tiene partes que
podrían ser aplicables a Cali, cuando a partir del fortalecimiento de la
policía en su operatividad y por el acertado sistema de control zonal o de
cuadrantes puede atacarse con mano dura los pequeños desordenes y los
delitos menores, como hurtos, asaltos de poca monta, robo a celulares,
robos a casas y automotores, extorsiones de poca monta, etc. Está
comprobado que este tipo de delitos son los que más generan percepción de
inseguridad y pánico en la comunidad. Así mismo debe existir pleno control
territorial en los espacios públicos de la ciudad, con georeferenciación
precisa para atender los sitios de alto riesgo delincuencial, parques, calles,
puentes, zonas comerciales etc. El objetivo es de esta reorganización es
apaciguar el miedo de la comunidad con el hostigamiento permanente a la
delincuencia común dedicada a estos delitos menores de alto impacto por su
frecuencia.- Debe además educarse la comunidad para que denuncie a los
delincuentes, señalándolos en su identidad, domicilio y zonas de operación,
como colaborando en su judicialización, lo cual se logrará con campañas de
“reeducación moral”, haciendo a la comunidad menos tolerante en la
convivencia con los delincuentes.- Algunos pensadores como Slavoj Zizeg,
cineasta, filósofo y psicoanalista esloveno, sostienen que un elemento en la
sociedad que genera violencia y delincuencia es “La tolerancia como
categoría ideológica”, lo cual debe reconvertirse a partir de la idealización
en la comunidad de los valores societarios en contra de todas las formas de
violencia y delito.
Volviendo a las operaciones policiales, en las estrategias de persuasión con

la comunidad se deben aprovechar todos los recursos tecnológicos a
52
disposición para “mostrar”, “boletear” y “presentar públicamente” a los

delincuentes para que la gente los reconozca y denuncie, dentro de
programas de colaboración ciudadana con recompensas, lo cual da
magníficos resultados e intimida su accionar. Otro gran instrumento de
persuasión que bloquea e intimida a los delincuentes es masificar sus fotos
y videos utilizando las pantallas en las vías, anuncios en periódicos y
revistas, televisores en todos los centros de atención al público, como Calis,
centros de salud, inspecciones de policía, Caís, centros comerciales,
bancos, centros recreacionales, etc. Así mismo los policías de los
cuadrantes pegar carteles en sitios públicos, repartir volantes con los más
buscados. En fin la política de “tolerancia cero” es eminentemente represiva
del delito, con un altísimo costo económico y resultados no perdurables en el
tiempo, por ser difícilmente un instrumento de recomposición cultural y
social de los delincuentes. En Cali, podría adoptarse parcialmente como
medida de choque por unos cuantos años pero simultáneamente deben
utilizarse políticas de recomposición social en las zonas de alto impacto en
la formación de actores criminales de todo tipo.
Pienso que en Cali, no daría resultado en el largo plazo solo una política de
estado policivo para el control del delito, como lo he dicho muchas veces
deben implementarse políticas de “estado social”, donde debemos actuar
para que no nazcan, crezcan y se reproduzcan los delincuentes, lo que solo
se logrará combatiendo la marginalidad y la pobreza con políticas de
bienestar para la comunidad más pobre de Cali, como lo plantea Loic
Wacquant, sociólogo Francés especializado en Antropología urbana,
investigador en el centro de sociología europea en Paris y profesor de la U.
de Berkeley en California, en su libro los Prisioneros de la miseria, donde el
mayor problema a resolver esta en qué hacer con la delincuencia de “los
jóvenes”, las violencias “urbanas”, los múltiples desordenes,
fundamentalmente producidos en los barrios de la gente pobre, que él llama
“barrios sensibles” en los que sus habitantes son las grandes victimas pero,
al mismo tiempo, los culpables por tener una baja sociabilidad y
comportamiento ciudadano, además de ser los sectores donde se forman los
delincuentes. Allí el estado debe asumir la mayor responsabilidad como el
garante que debe dar unas condiciones mínimas de existencia a las
poblaciones de estas zonas marginadas y salirse un poco de las políticas y
programas orientados exclusivamente a la persecución y criminalización de
los delincuentes de estos barrios, cuando al final están es criminalizando la
miseria a que fueron condenados estos sectores “vulnerables” de la
población ante la ausencia del estado y el gobierno.
53
Estoy de acuerdo con Wacquant, que en ciudades como Cali, hay que
afrontar un reto histórico sin precedentes, creando todas las condiciones
para reconstruir un estado social que dignifique la condición humana de los
más pobres e históricamente marginados, localizados en su mayoría socio-
espacialmente en barrios y sectores reconocidos por todos. Deben
combinarse las dos formas de lucha contra la delincuencia, la policial en el
corto plazo, pero la definitiva y que cambiará las condiciones de cultivo para
la germinación delincuencial está en implementar políticas de bienestar e
impacto social positivo en el largo plazo: Dignificación de la urbanización,
educación, salud, recomposición moral, empleo, recreación, fortalecimiento
de la familia, etc.
En la investigación y entrevistas adelantadas con más de 130 mil caleños

estos piensan en su mayoría sobre las causa y soluciones tal y cual como a
continuación se expresan:
CAUSAS
- ausencia de principios y valores en la juventud
- abandono por desaparición de la familia como célula de formación -
- desadaptación social de la juventud
- bajo nivel de escolaridad y formación para el trabajo
- bajo nivel de formación en valores y civismo en la juventud
- impacto de la subcultura de la violencia y criminalidad
- reclutacion y entrenamiento en el delito de las bandas criminales
- inexistencia de programas para el desaprendizaje de la violencia
- inexistencia de programas institucionales para la juventud en riesgo
- marginación y pobreza en las zonas de más alto impacto
- pobre presencia de los cuerpos de seguridad
SOLUCIONES
- establecimiento de una política de juventud de largo alcance
- programas de monitoreo de la dinámica pandilleril en Cali
- atención de fondo a la juventud en riesgo
54
- generación de espacios de competencia y confrontación
Saludables como Juegos deportivos y encuentros culturales en

interbarrios, interpandillas, etc.
Actuación frontal en la persuasión, prevención y persecución por las

autoridades
- Construcción de centros de rehabilitación integral y Judicialización

de los menores delincuentes vinculados a delitos graves como el Homicidio,
la extorsión, las violaciones, el asalto a mano armada, etc.
Como política permanente en la visión de siempre, deben implementarse

programas que mejoren la convivencia, soportados en la construcción
colectiva societaria de los deberes y derechos, lo cual se logrará
básicamente con la creación de cultura para la paz, que nace en el
conocimiento de la Ley y el respeto por la misma. Debe existir una cultura
para la solución de conflictos por los mecanismos alternativos del dialogo y
el acuerdo interpersonal y social o recurriendo a instrumentos poderosos
para el arreglo entre partes en discrepancia o choque de intereses.
Cali, debe reconstruirse como ciudad igualitaria, donde se le apueste a

acabar con la marginalidad que hoy puede llegar a más del 40 % de su
población.
Si deseamos crear ambiente para el desarrollo con Paz y prosperidad, el

cambio de paradigma, se debe asumir con innovación para lograr que Cali
como ciudad moderna sea una ciudad competitiva, que este en capacidad de
atender las demandas sociales de su población y que sea amigable con el
medio ambiente.
La Educación, soportada en el aseguramiento de la calidad, cumpliendo con

las normas nacionales e internacionales, será la columna vertebral y más
importante palanca para la transformación positiva hacia la prosperidad. La
educación pública que hoy se brinda en la región, a pesar de algunos
avances, está lejos de generar formación y talento en la dimensión que
exigen la innovación, la tecnología y el conocimiento integral para los seres
humanos de hoy y del futuro. Donde en los nuevos escenarios del mercado
laboral globalizado, en muchas oportunidades no se necesita trabajar de
manera presencial en las empresas para quien laboran y los profesionales,
55
técnicos y hasta obreros pueden cumplir con sus tareas desde sitios
distantes a las empresas que los contratan.
Cali como metrópoli latinoamericana y por su posición con ventajas

comparativas, de cara a los nuevos mercados, debe afrontar el reto de
formar mano de obra con talento alineado con los nuevos planes de
Desarrollo Nacionales y Regionales. Educación y formación de talento
humano que deberá obligadamente estar alineada con la globalización y los
nuevos mercados de mano de obra.
Se deben instalar los procesos articuladores como procesos de gestión

concertados con todos los actores educativos y del desarrollo, gobierno,
empresarios, etc., con programas de mejoramiento continuo de la calidad en
la educación, la permanencia del aprendizaje y estudios en cadena de
formación y la movilidad de los estudiantes entre la educación media,
profesional, tecnológica y demás formaciones para el trabajo y el desarrollo
humano. Es Pilar de estrategia la alineación entre el sector Productivo y el
educativo como formador de talentos y competencias del recurso humano
regional. Debe prestarse especial atención al desarrollo de competencias en
los estudiantes como seres autónomos e independientes en sus profesiones
con las mejores actitudes y capacitación para el emprendimiento
profesional, laboral y empresarial.
Hay que fomentar y desarrollar procesos de articulación entre las

instituciones de educación media Municipal e Instituciones de educación
Técnica, tecnológica y superior, amparados en las Leyes colombianas que lo
permiten, en especial la ley 749 del 2002 y el decreto 4904 del 2009, que
permite esta integración con Instituciones del sector educativo para el
Trabajo y el desarrollo humano.
Cali, debe incorporar las políticas nacionales en cuanto a la Articulación

estratégica educativa entre la Educación media, con la Educación Superior,
La técnica y tecnológica, el SENA y la educación para el trabajo y el
Desarrollo Humano (ETDH), proceso que debe integrar los contenidos
curriculares de cara al Plan educativo para el Desarrollo Colombiano y las
apuestas Regionales en la Visión de la nueva competitividad de nuestra
ciudad y región de cara a los nuevos modelos económicos y de desarrollo
que impactaran a Cali.
Esta estrategia se debe complementar garantizando fuentes de financiación

para los estudiantes a través del Portafolio financiero estudiantil de
Colombia donde entre otras fuentes están el ICETEX, el Fondo de apoyo a la
educación media (MEN), Recursos propios Municipales para Becas a los
56
mejores Estudiantes pobres, Con programas becarios de los excedentes

Cooperativos, El SENA, Etc.
La ciudad de Cali, con un Sistema Educativo Certificado, con niveles de

autonomía administrativa dados por el Gobierno nacional, con apoyo del
sector académico y empresarial, debe afrontar los déficit del sistema
educativo caleño y regional, en una apuesta sincronizada con los retos del
tercer milenio que están cambiando los modelos de Desarrollo
subregionales, no es un secreto que el sistema educativo Vallecaucano se
quedó retrasado, no se actualizo al mundo contemporáneo y por lo tanto es
incapaz de asumir los retos de cobertura, contenidos y calidad que la
modernidad, la innovación y desarrollo tecnológico actual y futuro
demandan. La apuesta debe involucrar tanto a todo el personal docente
como a los estudiantes, los primeros preparándose y actualizándose para
una “revolución educativa” donde ellos son responsables de la enseñanza.
Edgar Polanco, Secretario de Educación Municipal de Cali, en el 2014, ha

dado la cara y reconocido “Que uno de los problemas más delicados de la
crisis de la educación en Cali es que ha sido manejada de manera
desordenada y en medio del caos, existiendo una ausencia de una política
pública de largo plazo para proyectar una educación pública de calidad, la
que comparativamente con la ofrecida en los estratos altos genera las
mayores desigualdades sociales de la ciudad”
Creo, que la apuesta del Gobierno Municipal, debe atenuar la brecha de

competencias en el personal docente a su cargo facilitando la capacitación
permanente del profesorado para llegar al nivel de conocimiento y técnicas
de enseñanza que la caracterización profesional y técnica regional exige
para afrontar el desarrollo.
Es necesario que el Gobierno Municipal se apropie de los sistemas de

evaluación, formación y control de docentes y estudiantes, que permita
evaluar desde el cumplimiento de la apuesta educativa hasta la
productividad de la enseñanza regional orientada a la formación estratégica
que el desarrollo exige para Cali, misión revolucionaria en cualquier
localidad colombiana, para lo cual debe crear un instituto municipal que
asuma este papel. Simultáneamente se deben crear programas municipales
con recursos propios, de estímulo laboral a los docentes que se preparen
para afrontar los nuevos lineamientos y contenidos que la educación caleña
debe asumir.
Mientras subsistan los programas de ampliación de cobertura educativa, con

el apoyo de colegios privados, el diseño curricular, el control de la calidad
57
educativa y la formación integral de los estudiantes, como seres de bien,

debe estar bajo la dirección y supervisión de la Secretaria de Educación
Municipal, exigiendo a estos contratistas el cumplimiento de los estándares
educativos, que se evaluaran mediante las pruebas saber, Icfes, Pisa, Etc.
Como apuesta para la formación de mejores ciudadanos, deben

implementarse programas de retención horaria en las instituciones
educativas, soportados en actividades culturales, lúdicas y deportivas, de
civismo y trabajo comunitario, etc. Que permitirán vincular a los niños y
Jóvenes en estrategias de desarrollo personal y social, evitando en ellos las
oportunidades de vagancia y desordenamiento social.
Como lo afirma Jaime Yanes Guzmán, en su libro sobre las TIC y la Crisis de
la Educación-2013, al personal docente debe vérsele en el contexto
contemporáneo como “trabajadores del conocimiento”, diseñadores de
ambientes de aprendizaje, con capacidad para rentabilizar y potencializar los
diferentes espacios en que se produce el conocimiento. El profesor como
instrumento creador de talento y competencias para formar ciudadanos del
futuro, capaces de afrontar los retos del desarrollo, lo que lo convierte en
pieza clave para el gran cambio que necesita la ciudad de Cali y cualquier
sociedad con propósitos de progreso. La gran revolución en la educación
moderna pasa de tener al profesor como la autoridad de la enseñanza,
dogmática y dictatorial, al sujeto que crea escenarios y dinámicas de
aprendizaje complejas, implicando a los alumnos en actividades apropiadas,
de manera que puedan construir su propia comprensión de las competencias
a adquirir, el Docente deberá trabajar más que como profesor, asumiendo
su papel de facilitador y agente en el papel no de trasmisor del conocimiento
adquirido, sino como generador de dinámicas grupales e individuales como
compañero en el proceso de aprendizaje.
El accionar educativo debe ser dinámico y ajustado a la innovación que día

a día transforma el mercado laboral, ante todo en los aspectos tecnológicos
y los aprendices deben verse como actores naturales en la adquisición de
conocimientos para la superación personal y el desarrollo de la sociedad y
región en que viven. En este momento histórico, el “Formador” o Profesor
tiene la obligación moral de actualizar sus conocimientos y la Sociedad el
propósito permanente de garantizar la calidad educativa soportada en
capacitar a los profesores a todo lo largo de su vida laboral.
En la Nueva Visión de la educación, Cali deberá asumir con una política

educativa de largo plazo, la incorporación de las Tics como instrumento no
solo de trabajo tecnológico sino como herramienta de formación del mejor
58
impacto, debe facilitarse la accesibilidad con estas herramientas en todos

los estamentos sociales y el territorio, como apuesta para hacer de Cali una
verdadera ciudad del conocimiento, más justa e igualitaria, con
oportunidades para el progreso social de todos los caleños a partir de la
educación.
Cualquier estrategia educativa debe atacar la brecha entre la calidad

educativa de la educación privada y la educación pública, como un acto
elemental de justicia social, para brindarle a la población pobre y vulnerable
las oportunidades que deben tener en igualdad de condiciones a los
estudiantes de mejor condición económica y apostarle de verdad al progreso
con equidad social.
El gobierno municipal debe implementar programas de “Fomento y premios a

estudiantes con méritos académicos por fuera de la normal, como premio a
la excelencia. Lo que sin lugar a dudas podrá impulsar y motivar a la
población más pobre a mejorar su nivel académico para participar en las
oportunidades de superación personal y de paso se logrará la
profesionalización orientada a las competencias que la mano de obra para el
desarrollo se requieren en la región.
Hoy es de conocimiento público la estrategia del Gobierno Nacional de hacer

de la educación la “Palanca” más importante para el desarrollo del País y su
gente, ante todo los menos favorecidos y Cali no puede quedarse atrás en
esta política que de darse cambiara la historia de Colombia en Progreso y
Justicia Social.
Sin salirse de las políticas de educación nacional, Cali puede tener un

enfoque educativo regional alineado a sus oportunidades de desarrollo
particulares diferentes al de otras regiones en el País.
Según Edward Glaeser, el más connotado investigador sobre los procesos

de urbanización y ciudades en los cinco continentes, en el mundo
desarrollado, el vínculo entre formación y productividad urbana se ha ido
haciendo cada vez más marcado en las ciudades a partir de los años 70´s. Ya
en los años 80´s, aparece un nuevo fenómeno y es que las ciudades
industrializadas, que se rezagaron en sus niveles de formación y capacidad
innovadora, han ido decayendo, mientras que las urbes productoras de
ideas, con capacidad innovadora demostrada y con mayores niveles de
formación han progresado.- Hoy se puede afirmar sin lugar a equivocarse
que la educación y formación son factores de desigualdad y hacen a las
ciudades menos igualitarias y por ello el acceso a la educación como política
pública es garantía de equidad social en el tiempo.
59
El profesor Carlos Marcelo, Master en E-learning, o enseñanza por internet y

director del grupo IDEA, de la Universidad de Sevilla, experto internacional
en apuestas educativas para el Desarrollo, afirma “Nuestras Sociedades
están envueltas en un complicado proceso de transformación. Una
transformación no planificada que está afectando la forma en que nos
organizamos, como trabajamos, como nos relacionamos, y como
aprendemos. Una de las características de nuestra sociedad tiene que ver
con que el conocimiento es uno de los principales valores de sus
ciudadanos, como también lo afirma E. Glaeser, el valor de las sociedades
actuales está directamente relacionado con el nivel de formación de sus
ciudadanos y de la capacidad de innovación y emprendimiento que estos
posean, entendiéndose como capital social para la creación de capital
económico en una ciudad, región o país.-Pero hay que tener claro que los
conocimientos en nuestros días tienen fecha de caducidad y ello nos obliga
ahora más que nunca a establecer garantías formales e informales para que
los ciudadanos y profesionales actualicen constantemente sus
competencias. La Sociedad de hoy debe exigir y facilitar a sus profesionales
la actualización permanente de sus competencias para enfrentar los retos
del desarrollo. (Presentación libro “Los Tic y la crisis de la Educación, de
Jaime Yanes G- 2013).
Dentro de la apuesta de modernización con innovación educativa, en el

marco de mejorar la productividad y competitividad regional, debemos
tener una agenda de preparación para la política nacional y mundial de
Teletrabajo, o trabajo a distancia, reglamentado mediante el Decreto 884
DEL 2012, amparado en la Ley 1221 del 2001, Marco legal y mandatorio que
institucionaliza en Colombia el trabajo no presencial en las empresas y
donde cualquier trabajador vía internet puede realizar su labor desde la casa
u otro lugar remoto, y tiene como mercado no solo lo local y nacional, sino
que puede abrirse a cualquier empresa del mundo.
Esta modalidad de empleo, protegida legalmente, le da las mismas

condiciones de estabilidad laboral, salarios y prestaciones, seguridad social,
estabilidad, etc., al trabajador.- Es indiscutible que multitud de tareas hoy
pueden externalizarse y no necesitan en la modernidad realizarse en las
mismas empresas, pudiendo adelantarse desde sitios remotos:
contabilidades, consultorías, nominas, manejo de inventarios, control de
pagos, diseños, etc.-
El gobierno municipal debe impulsar y adelantar de cuenta propia y con

apoyo del Gobierno nacional, los programas de capacitación en teletrabajo,
como son el profesional manejo del Internet, la capacitación en programas y
60
procedimientos que se ajustan a estándares internacionales definidos, como

es el caso de las normas contables, etc.
El bilingüismo, será una apuesta estratégica educativa en miras a mejorar la

competitividad de Cali en los mercados internacionales de Mano de Obra
calificada, todo el sistema educativo municipal debe contar con programas
de bilingüismo y debe crearse un instituto oficial municipal para la
enseñanza de idiomas desde donde se manejen todos los programas a
implementar en Cali.
El Municipio de Cali, implementará a su interior, un plan de buenas

prácticas laborales con calidad de vida, implantando programas de
Teletrabajo propios, lo cual es viable y estamos seguros generará
aumentos en la productividad administrativa y múltiples beneficios con
mayor bienestar en empleados como madres cabeza de hogar,
discapacitados, adultos mayores, etc.
Como valores agregados y ventajas de una política de teletrabajo, se

cosecharán beneficios entre los cuales se pueden adelantar algunos,
descongestión del número de pasajeros en el transporte público y menos uso
del vehículo particular, con el correspondiente impacto favorable ambiental,
disminución severa de la accidentalidad y pérdida de capacidad laboral de la
mano de obra caleña, reintegración de la familia, aumento de la capacidad
financiera de la familia para su manutención ante el ahorro en pasajes,
combustibles, almuerzos y refrigerios, etc.
En Cali, con una visión humana, tiene que erradicarse el flagelo social del
analfabetismo, debe ser una política pública inaplazable, que según datos del
Dane-2005, ascendía al 8% en la ciudad y concentrándose en un 12 % en la
zona rural.- Las condiciones y programas institucionales no han atendido de
manera certera este grave déficit social que genera marginalidad de todo
tipo, hoy debe asegurarse con programas de largo aliento la alfabetización
como herramienta contra la pobreza.
Claro está que la apuesta municipal por la educación, debe estar integrada a
una apuesta por la nutrición adecuada de nuestros niños, faltan políticas y
programas suficientes de cobertura para los niños de las clases populares
en cuanto al suministro de un apropiado soporte alimenticio, como garantía
para desarrollar la capacidad cognitiva y de aprendizaje de esta población
que vive con déficits alimenticios marcados que limitan su desarrollo mental
y consecuentemente el aprendizaje y la gestión del conocimiento,
circunstancia imperante en la población infantil de las clases populares, que
61
llevaran al traste cualquier programa educativo infantil en este segmento

poblacional.
En el concepto de construir ciudades más humanas donde el paradigma del

desarrollo se centre en el bienestar y nivel de vida digno de sus habitantes,
el cambio de apuesta en la gobernanza se orienta a la humanización de
todas las decisiones gubernamentales y por eso hay axiomas
direccionadores dados por los nuevos conceptos de gobernabilidad con
enfoque social, donde por ejemplo: “Un Alcalde capaz de garantizar una
alimentación adecuada a la población infantil y educarlos para que puedan
tener oportunidades en la otra punta del planeta está triunfando aunque su
ciudad no progrese en lo material, así ni propios y extraños puedan retratar
nuevas obras e iconos arquitectónicos, que creen harán parte de la historia
material para mostrar a las nuevas generaciones.-
Pasando a otro tema vital para la calidad de vida, tenemos que reconocer
que hoy en Cali, el desarrollo no planeado e irregular, la no existencia de
una cultura ambiental en los habitantes y la indolencia oficial, ha llevado al
deterioro progresivo del medio ambiente, con la desforestación masiva en
todo el casco urbano y rural, a la desaparición y contaminación de las
fuentes de agua y ríos, a la invasión y deterioro hasta acabar con los
humedales y caminos de aguas lluvias naturales en todo el territorio, para
abrirle paso en estos lugares propios del equilibrio natural, a la
urbanización y desarrollo empresarial irregular y desequilibrador del
ecosistema, con la construcción de programas de vivienda masivos tanto
populares como elitistas en zonas de ladera y cuencas de los ríos que
debieron conservarse como bosques y hábitats equilibradores del
ecosistema, también hemos sufrido el desagüe de aguas negras y residuos
industriales a los ríos, a la operación de sitios de disposición final de
residuos sólidos e industriales antitécnicos, y a otras acciones agresivas
contra el equilibrio ambiental, como mal manejo de los residuos industriales,
disminución dramática de las zonas verdes por habitante, masificación del
uso de productos contaminadores a nivel urbano, aumento de los índices de
contaminación del aire, disminución de la arborización, etc., lo cual arroja un
gran déficit y deuda con el medio ambiente que ya tiene consecuencias
funestas en la desaparición y contaminación de ríos y quebradas con las
consecuencias de escasez en el suministro de agua potable y la vida en
desequilibrio ambiental de los caleños, sin soluciones en el corto plazo.
62
Hay que partir de la convicción de que los desarreglos o patologías

ambientales son problemas y manifestaciones que involucran
simultáneamente elementos de los ámbitos biofísico, cultural y de poder,
ante lo cual, las respuestas a los mismos deben abarcar soluciones técnicas,
sociales y político administrativas.- Es determinante para la sostenibilidad
ambiental en Cali, fortalecer el Dagma, o crear un instituto de manejo
ambiental que actué en la regulación y control ambiental, en la dimensión y
accionar que una gran ciudad como Cali lo necesita. Hoy podemos asegurar
que no existe una política ambiental para la ciudad y que la ciudad funciona
de cualquier manera por falta de control ambiental institucional.
En el Foro Hábitat 2014, se concluyó que los problemas ambientales son los
problemas del Desarrollo mismo de las ciudades y que el desequilibrio e
insostenibilidad del ecosistema está acompañado en general por problemas
concretos de pobreza, necesidades básicas insatisfechas, desarticulación
institucional, educación descontextualizada, Insolaridad por parte de actores
ambientales como los empresarios y la comunidad en el manejo de sus
residuos, corrupción y ética ambiental, etc.
Cali, tiene que imponer una política de implementación de tecnologías

limpias en todo su territorio, apuntándole a programas de arborización y
reforestación en toda la ciudad, el buen manejo de los residuos sólidos de
todo tipo, industriales, hospitalarios y residenciales, al tratamiento de los
líquidos y aguas residuales garantizando su vertimiento a ríos y quebradas
en óptimas condiciones de pureza y descontaminación. Deberán impulsarse
sistemas de transporte urbano limpios, minimizando los niveles de
contaminación, generar una cultura de consumo alrededor de productos que
en su producción, empaque, manejo y uso no contaminen el medio ambiente,
estímulo al uso de bio-combustibles, como el Biodiesel, el etanol y el
aprovechamiento del gas metano, producto de la descomposición de
residuos sólidos almacenados.- Deben implementarse programas de
dotaciones con energía solar y eólica, como alumbrado público.
Hoy existen nuevas tesis de escuelas Urbano-Neo ecologistas que rompen

con los esquemas tradicionales de la urbanización que se soportaban en
ciudades horizontales y de baja altura, construidas con viviendas
unifamiliares rodeadas de espacios verdes, en la concepción tradicional de
impactar lo menos posible el ecosistema.- Estas escuelas de pensamiento
ecológico plantean la densificación de las ciudades y construcciones
habitacionales en altura, rodeadas de territorios verdes, con
amueblamientos comunitarios que generan calidad de vida, como centros
culturales y deportivos, recreativos, accesibilidad al transporte masivo de
63
pasajeros, lo cual trae beneficios ecológicos al disminuir el uso del vehículo

particular, disminuirse las distancias vivienda-trabajo y descentralizarse las
ciudades cuando pueden contar estos grandes conjuntos residenciales con
centros comerciales y de servicios.- De paso se disminuyen los costos de las
dotaciones de infraestructura y servicios públicos al aprovecharse los
existentes y disminuirse las distancias para llevarlos a las zonas renovadas
urbanísticamente o las nuevos proyectos cercanos todos.
Richard Florida, profesor de la Universidad de Toronto - Canadá y Brent

Toderian, exjefe de Planificación en Vancouver – Canadá presentaron como
ponencia principal en este tema la tesis de “Densificar en vez de expandir”.
Las ciudades modernas están enfocadas en unidades de vivienda más
pequeñas construidas en grandes bloques habitacionales en altura, lo cual
es una tendencia global, para poderle dar cabida racional a las grandes
corrientes migratorias que poblaran en las ciudades. Sustentan estos dos
planificadores urbanos, que habitar en apartamentos pequeños no es
negativo si el barrio tiene calidad en servicios y espacios públicos de
calidad, lo cual es mucho mejor que un crecimiento urbano conformado por
barrios marginales, invasiones y favelas.-
No dudan en afirmar Florida y Toderian, que las ciudades modernas, en un

moderno concepto urbanístico, estarán formadas por “Federaciones de
barrios, en que la gente estará cerca del trabajo, disfrutaran de espacios
públicos amables y seguros, contaran con amplias zonas verdes y
arborizadas como pulmones urbanos productores de oxígeno y purificadores
del aire urbano. Contarán con centros comerciales y de servicios, accederán
al transporte masivo de pasajeros y tendrán amueblamientos colectivos
suficientes. Ante lo cual la densificación, sin dudarlo, puede mejorar la
calidad de vida de sus habitantes”. No hay derecho a que la gente viva lejos
y en condiciones de marginalidad, por ser más barato, pero luego gaste
mucho de su tiempo en desplazarse al trabajo, centros comerciales o de
servicios, colegios y universidades, unidades deportivas, culturales, etc.
Como alternativa viable dentro de este nuevo contexto y ante la falta de

tierras urbanizables cercanas a los centros de actividad urbana, Cali puede
apostarle a la densificación en casi todo su territorio, en general, Cali es
básicamente horizontal y en todos los estratos y territorios hay como
apostarle a la construcción en altura, seguros de la viabilidad en la
infraestructura y servicios públicos.
El crecimiento geométrico y no natural por dinámicas propias de la ciudad,

para la cual no estaba preparada Cali, ha dado como resultado déficits en el
64
Sistema de Salud, con índices que dejan mal calificada la atención

integral y primaria, reconociéndose una atención de baja calidad y algunas
veces deshumanizada por falta de locaciones, recursos tecnológicos, cultura
del servidor público, falta de insumos, pero la realidad está en la falta de
prioridad para este sector en las esferas gubernamentales y soluciones
estructurales para sacarlo de la condición deficitaria y de falta de recursos
permanente en que está sumido, lo que se refleja en la calidad del servicio.
Pasando a las condiciones que debe tener cualquier ciudad con calidad de
vida, debemos trabajar sobre uno de los pilares más importantes para el
bienestar en cualquier sociedad: La Salud de sus habitantes, con atención
integral, oportuna y de calidad con cobertura total. Como médico salubrista e
investigador social, he reconocido la incapacidad del servicio público de
salud municipal para atender las nuevas demandas generadas por el
crecimiento vertiginoso poblacional de Cali, con multitud de impactos
generados por la violencia, la pobreza, condiciones ambientales, accidentes de
tránsito, etc., además de los casos del área metropolitana que llegan
masivamente a Cali.
La cobertura hoy ha tenido grandes avances y supera al 90% de la población

con oferta de atención en salud vía POS y Régimen Subsidiado, pero existen
déficits muy importantes y de alta sensibilidad en los usuarios en la calidad
y oportunidad para atenderlos en programas integrales de prevención y
atención, creándose una brecha casi insuperable entre las necesidades y la
atención brindada, especialmente en la población más pobre que pertenece
al régimen subsidiado, con las consecuencias de una baja calidad de vida en
cuanto a la salud pública, que afecta principalmente a la población que
pertenece a los estratos de mayor pobreza y miseria que viven en las zonas
marginales, principalmente en la ladera , el oriente caleño y barrios pobres
tradicionales del casco antiguo caleña
La OMS declaró en la reunión de Montevideo en el año 2007 que la Salud

debe ser parte integral de cualquier programa de desarrollo por tener los
factores determinantes de la salud una gran influencia en el desarrollo
urbano y la salud es indispensable para la realización y el progreso de las
personas y por ende de los pueblos.
La apuesta en salud para la gobernanza caleña deberá centrarse en la

atención integral, tal y cual como lo determina la Ley 1438 del 2011. Para el
usuario la integración debe significar “tener derecho a una atención y
cuidado de su salud, transparente, suave y fácil de navegar”. Los usuarios
merecen un servicio coordinado que minimiza tanto el número de etapas en
65
las citas y el número de visitas separadas necesarias a los centros de salud.-

Debe haber integración en los servicios técnicos como laboratorios,
imágenes diagnósticas, etc. También deberá integrarse la atención
profesional especializada, lo ideal es que funcionen centros de atención en
salud donde se presten todos los servicios; este nuevo concepto deberá
estar soportado en una plataforma tecnológica que sistematice la historia
clínica de los pacientes y que pueda ser consultada desde cualquier punto
de atención en salud de cualquier orden y nivel en el sistema municipal de
salud de Cali.
Los problemas de salud de un individuo necesariamente afectan a la familia

y debe pensarse en el soporte al grupo familiar, debe ser un compromiso
institucional humanizar el servicio de salud en este sentido, como brindando
apoyo psicológico, que está probado determinará un tratamiento con
mejores resultados en los pacientes, así mismo alistando dotaciones y
espacios que le den comodidad a los acompañantes de los pacientes.-
El servicio de salud municipal debe ampliar su atención al acompañamiento

familiar y de grupo social a los tratamientos de la gente, esta novedosa
estrategia ha sido exitosa cuando se incorporan elementos antropológicos
y culturales de acuerdo a la etnia, creencias y cultura de los pacientes,
quienes mejoran más fácilmente si están en sus querencias y nichos
culturales.-Lo anterior seria de plena aplicabilidad en Cali como ciudad de
inmigrantes multiétnica y multicultural. Una de las experiencias fantásticas
y de mejores resultados se encuentra en el libro “Colombianos que cambian
el mundo” de Roberto Gutiérrez - Ed. Gestión 2000- profesor e investigador de
la U. de los Andes, quien rescata el trabajo médico y social del médico
Ramiro Uribe en el Hospital indígena de la Guajira, quien conociendo a fondo
la idiosincrasia de los indios wayúu, implemento un programa de atención en
salud que llamo “Sanar entre dos culturas” que se centró en convencer a la
población raizal en las ventajas de la medicina alopática o convencional,
respetando sus creencias y parte de sus tratamientos alternativos y
holísticos, desarrollo un sistema de atención y acompañamiento familiar en
el entorno del paciente, donde no era extraño ver a un indio wayúu ser
atendido en una carpa en el patio del hospital, postrado en un chinchorro o
hamaca y rodeado de su familia que bordaba y cocinaba junto a él. En el
Valle en alguna ocasión se desarrollaron programas como el de
capacitación de parteras, que rescataban el valor de este auxiliar tradicional
de los partos para profesionalizar su labor y minimizar los riesgos en el parto
por ellas atendidas.
66
Como política y soportado en directrices de la OMS el servicio de salud de

Cali debe responder autónomamente, teniendo en cuenta la característica
multiétnica de la ciudad con atención especial de acuerdo a los grupos
poblacionales hoy socio-espacialmente ya reconocidos.
Una nueva visión en la atención de la Salud pública implica ver su

problemática en todo el espectro de las causas y vectores, dado que muchas
de las enfermedades y lesiones que causan incapacidades y la muerte en la
mayoría de las personas afectadas podrían disminuirse con un trabajo
multisectorial, donde intervengan todas las instituciones de la sociedad
caleña, tanto públicos como privados, para atenuar los efectos nocivos en la
salud y la vida de la población, como en el caso de la violencia, riesgos
ambientales, riesgos profesionales, cultura alimenticia, hábitos y prácticas
deportivas, de diversión y recreativas, tabaquismo, drogadicción y
alcoholismo, etc.
La renovación de la atención primaria en salud, APS, según la OMS y la carta

de Montevideo en la reunión del año 2007, se planteó frente a los nuevos
desafíos, donde la APS se convierte en una herramienta para fortalecer la
capacidad de la comunidad, en disminuir las inequidades en salud, coordinar
acciones para afrontar los determinantes sociales y alcanzar el más alto
nivel de salud en la comunidad.- La atención primaria en salud se define
como “ la estrategia de coordinación intersectorial que permite la atención
integral e integrada, desde la salud pública, la promoción de la salud, la
prevención de la enfermedad, el diagnóstico, el tratamiento, la rehabilitación
del paciente, en todos los niveles de complejidad a fin de garantizar un
mayor nivel de bienestar en la comunidad, con tres componentes integrados
e interdependientes: los servicios de salud, la acción intersectorial/trans-
sectorial por la salud y la participación social comunitaria y ciudadana.
El modelo de Atención en salud debe de acuerdo a la OMS y la ley, basarse

en sistemas eficaces de atención primaria; orientarse a la familia y la
comunidad; incorporar el enfoque de ciclo de vida: tener en cuenta las
consideraciones de género y las particularidades culturales; y fomentar el
establecimiento de redes de atención y la coordinación social que vela por
la continuidad adecuada de la atención.
La Gobernanza municipal y todos los sectores deben ponerse al día con La

Carta de Bangkok, Tailandia - 2005, elaborada con participación de casi
todos los países del mundo en la 6° conferencia mundial de Promoción de la
salud, por la OMS, que determino cuatro compromisos para los países
afiliados a la OMS:
67
. Lograr que la promoción de la salud sea un componente primordial de la
Agenda de desarrollo Mundial.
. Una responsabilidad esencial de todo el gobierno.
. Un objetivo fundamental de las comunidades y la Sociedad Civil.
. Un requisito de las buenas prácticas empresariales.
Se resalta la prioridad de los gobiernos, con la participación de todos los

estamentos sociales públicos y privados para la promoción de la Salud en
la comunidad capacitando a las gentes para ejercer un mayor control sobre
los determinantes de la salud y mejorar así esta.
Los Gobiernos deben atenuar los factores que hoy tienen una influencia
crítica en la salud como las desigualdades crecientes entre sectores de la
población que generan marginalidad, las nuevas formas de consumo y
comunicación, los cambios ambientales y la urbanización.
La carta reitera las transformaciones en la salud mundial y determinan

algunas enfermedades ya endémicas que hay que atacar prioritariamente en
la comunidad, entre ellas la creciente carga de enfermedades trasmisibles y
crónicas, en particular las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, el
cáncer y la diabetes.
En el caso de Cali, debe asumirse como un problema de salud pública la

violencia ciudadana dentro de un marco de inseguridad que genera
permanentes lesiones personales y crímenes, con un alto costo económico y
social para los caleños. La prevención y control a este fenómeno degradante
de la paz, la convivencia y la calidad de vida debe obedecer al actuar
interinstitucional y transectorial del sector público, el sector privado, la
sociedad civil y la comunidad en general.
Pasando a un tema de gran importancia para generar las condiciones que el

“gran timonazo” necesita para enrutarnos al progreso, La ciudad de Cali,
está rezagada en generar un modelo administrativo acorde a las demandas
de servicios y atención por sus características como empresa de la mayor
dimensión y complejidad, así sea pública, porque las teorías y modelos
administrativos modernos que generan eficiencia y efectividad, con la mejor
productividad en bienes y servicios, hoy aplican en el sector oficial. Para
nadie es un secreto que el municipio de Cali, en general, con muy pocas
excepciones de algunas dependencias y entidades municipales, cuenta con
una estructura administrativa obsoleta y en crisis permanente, de baja
68
calidad y mala atención con los usuarios y ciudadanos, podemos asegurar

que es una ciudad en crisis administrativa permanente y progresiva, donde
su capacidad de respuesta ante las demandas para el buen vivir de sus
gentes cada día es más inferior a lo que una ciudad como Cali debe ofrecer,
creo sin dudarlo, que hay que asumir en la administración municipal los
idearios de la empresa privada, exitosa y competitiva, que son las que tienen
mayor solidez y desarrollo institucional fundamentadas en las 3E: Eficiencia,
eficacia y economía.
Como ya lo he afirmado, en esta nueva visión de la gerencia pública para

Cali, no debemos temerle a una reforma administrativa total, estructurada
con visión moderna y de largo plazo, que alinee los retos administrativos
con el talento, competencias y responsabilidades del recurso humano.
El gran viraje y cambio de rumbo que debe dársele a Cali, tiene como eje en
su accionar el “Cambio Cualitativo” entendiéndose como un viraje total
en la actitud de líderes y ciudadanos para trabajar solo por el bien común
por encima del interés particular. Este nuevo actuar colectivo deberá
resolver todas las falencias y debilidades que han hecho de Cali una ciudad
sin caminos de progreso integral y desarrollo general en los aspectos más
importantes que exige una buena calidad de vida en las ciudades
modernas. Debe garantizarse la implantación de un modelo administrativo,
funcional, que determine un alineamiento en los procesos del aparato
administrativo municipal, que lo haga eficiente, eficaz y efectivo para
responder a las demandas de la comunidad. Como está plasmado en el
Diagnóstico del estudio Cali visión 2036, los retos de la administración
publica en Cali son la eficiencia y modernización, el rescate de la
gobernabilidad y administración financiera y la recomposición de la
soberanía institucional de la Gobernabilidad. Se parte del supuesto que la
Administración Municipal no ha consolidado reglas de juego estables y
claras en la ciudad, que permitan fortalecer la burocracia profesional y la
capacidad de responder a las problemáticas sociales a través de la
ejecución de planes, programas y proyectos estratégicos. El Municipio de
Cali, a nivel de gerencia pública, debe desarrollar un modelo de gestión
moderno, integral, eficiente, profesional, transparente, soportado en Tics,
sustentable, intersectorial, que sea abierto al control institucional de los
entes encargados, que facilite el control político del Concejo Municipal y
cuerpos de representación popular, y que instale la rendición de cuentas y el
control ciudadano, solo con esta gran transformación administrativa
podremos superar la crisis funcional en la gerencia pública del municipio que
como lo trae el diagnostico de Cali Visión-2036, entre otros en las siguientes
69
debilidades : La inadecuada planificación y gestión del recurso humano; el

debilitamiento del capital humano; organizacional y perdida de la memoria
institucional; la alta dependencia de personal provisional; asesores
transitorios y tercerización de servicios especialmente en el área social; la
débil estructura organizativa, La grave parcelación de la administración
pública por intereses corporativos y fuerzas externas con poder decisorio en
la gobernabilidad, lo que limita la coherencia coordinación interna y externa,
la continuidad y eficiencia en políticas y gestión institucional.
En cuanto al manejo de las finanzas municipales, no basta con mejorar el

recaudo y potenciar los ingresos fiscales con medidas como la actualización
catastral que ha dado un resultado significativo en el aumento de los
ingresos municipales que para el año 2014, representa un incremento de más
del 25 %. Hay que reconocer que se ha dado en los últimos años una
pérdida de la soberanía fiscal en el manejo de los recursos municipales y de
la capacidad de gestión de los mismos, por utilizar la modalidad de contratos
de tercerización con la empresa privada, lo cual ha encarecido el manejo
fiscal y administración financiera del municipio, afectando la gobernabilidad
y la confianza ciudadana.- El sistema contributivo, en una ciudad debe estar
alineado con los planes de desarrollo y estos a su vez con las demandas que
el progreso de las ciudades impone, donde el requisito más importante en el
manejo de los dineros y el patrimonio público, es la honestidad y la
administración eficiente de los recursos públicos. Complementariamente con
un buen desempeño del accionar público, honesto, eficiente y transparente,
podremos adelantar campañas para generar cultura entre los ciudadanos de
responsabilidad y nobleza contributiva. debe atacarse la corrupción, el
despilfarro, los altos costos de todo lo que se compra y demanda en bienes
y servicios, optimizar la gestión del personal y su productividad, atacar
frontalmente el fraude, la elusión y la evasión tributaria y contributiva,
generar procesos de administración catastral, facturación, recaudo,
administración e inversión de los dineros tributados en esquemas
financieros de alta rentabilidad para el municipio, con instalaciones y
procesos administrativos y de operación en empresas autónomas públicas.
Pueden volver a crearse entidades financieras y Bancarias de carácter
público municipal, blindándolas a todas contra la corrupción e ineficiencia y
dándoles un manejo eminentemente técnico.
En fin no terminaría de expresar en este apéndice del libro, lo que me ha

tocado ver y vivir en mi paso por la vida pública y en mis investigaciones y
estudios de la ciudad, pero ante todo me preocupa sobremanera el cómo día
a día y cada vez más los lideres, la clase política y la administración
70
municipal, demuestran su incapacidad para asumir los retos para Cali, que
exigen el futuro cosmopolita y de ciudad en marcha, condición que de no
cambiar en el sentido positivo, nos arrojara a un abismo social y tocaremos
fondo como ciudad en crisis.
Como director del proyecto de investigación social que permitió expresar a

la gente la realidad caleña, comparto con los miles de caleños entrevistados
su visión sobre la Cali de hoy que metafóricamente podría verse como un
barco con más de dos millones de pasajeros, a la deriva, con el timón
partido y sin capitán y tripulación orientadora para hacer frente a la
catástrofe en medio de una tormenta social, padeciendo lo más grave que
le puede suceder a la otrora llamada “Sucursal del Cielo”, como es la pérdida
de credibilidad de la gente en sus gobernantes y líderes con el consecuente
deterioro de una Sociedad Civil que se caracterizó históricamente por su
pujante actitud y compromiso con el progreso y hoy esta postrada rumiando
sus frustraciones al no encontrar caminos para salir de la encrucijada, que
deterioro la calidad de vida en Cali.
El libro “Entiendo a Cali”, es el resultado de una investigación cualitativa,

donde los caleños dan una clara percepción de lo que realmente les
sucede, definiendo la ciudad y su sociedad, para tener como resultado una
sabia opinión pública, antes nunca lograda con tal número de personas por
ninguna investigación, descubriendo los factores, vectores y causas, que
han llevado a Cali a su estado de postración y a quedar rezagada en el
escenario nacional y suramericano como ciudad en desarrollo permanente.
Estoy convencido que con la investigación adelantada con una metodología

científica social cualitativa, podemos colocar sobre la mesa de manera
segura un diagnóstico de la ciudad y sus gentes, también capitalizaremos
la opinión publica encontrada en cuanto a la visión de futuro y el cómo
lograr el gran timonazo, con el cual encontraremos el norte para el desarrollo
con progreso.
Hoy al publicar este libro, estoy seguro que valió la pena el esfuerzo y que
la ciudad y los caleños necesitaban conocer y reconocer su ciudad y
sociedad, por primera vez en la historia,
Cali y sus habitantes no aguantan más, ya es tiempo de terminar ese periodo

de “patria boba” en que ha caído la ciudad, escenario donde pareciéramos,
parodiando al Poeta Octavio Paz “ llevados como hojas muertas por el
viento” sin saber en nuestra apatía política y social a dónde íbamos a
terminar cuando los hechos reales todos se orientaban a presupuestar un
futuro triste y vergonzoso para la ciudad, donde nos autodestruiríamos por
71
falta de una sociedad erguida ante los avatares de la vida y sin que
apareciera el compromiso de idealización de un cambio y armar las tareas
que iniciaran los procesos de transformación positiva de la ciudad.
Como en el “sueño de las escalinatas” , del poeta Jorge Zalamea, llegó el

momento de convocar a una audiencia para iniciar un proceso, el vuestro,
el nuestro, el de todos los caleños, el de los de hoy y los de mañana; donde
no quede nadie por fuera, independientemente de su condición étnica,
social, económica, cultural y política, colectivo humano, donde apuntalados
en la idiosincrasia de los caleños raizales y por adopción, podremos
encontrar la mejor salida a la crisis, no hay duda, que no lo dude nadie, ha
comenzado la gesta por hacer de Cali el mejor vividero, no nos detengamos
por nada del mundo, hay con quien y sabremos hacerlo.
Para lograr el éxito de la investigación que termina expuesta en el presente

libro, lo primero que hice fue comprometer a una serie de amigos y
profesionales que por muchos años me han acompañado en multitud de
tareas políticas y sociales en beneficio de la comunidad, pertenecientes a la
Fundación PRIMERO CALI, organización de carácter académico, social y
político que me ha apoyado en mi ejercicio como hombre público. Grupo de
profesionales que bajo la coordinación y orientación del economista José
Manuel Vergara machado, me ayudaron a definir los escenarios de
investigación, la metodología del trabajo y adelantaron todas las tareas de
recopilación, análisis y estructuración de contenidos, asesorándome luego
en el proceso de elaboración del libro. Lo segundo fue asesorarme de
expertos estrategas y calificados profesionales en los temas de
investigación social cualitativa y lo tercero era comprometer las personas
para las convocatorias de ciudadanos con quienes debíamos trabajar y
lograr los resultados propuestos.-
Todo funcionó como se planeó y creo que se cumplió con el propósito inicial
y haber llegado mucho más lejos, con resultados inesperados que ampliaron
la dimensión inicial de lo que se buscaba.
El fin nunca fue inicialmente escribir un libro, lo que buscábamos era

conocer la realidad caleña, lo que la gente siente y piensa, tratando de
descubrir nuestras debilidades y fortalezas para sobre ellas dar el gran salto,
liderar actitudes y procesos que pusieran a despertar a los caleños del
letargo y vivir de nuevo dinámicas de cambio que hicieran lo mejor por Cali y
sus gentes, pero a medida que la dinámica grupal y la masiva participación
se fue dando en el trabajo de campo, ante el éxito de las conclusiones que
eran transversales a los participantes, todos sentían la necesidad de
72
hacerle saber al resto de caleños lo que ellos creían que eran las causas de
la crisis de ciudad y de cómo en su parecer , sin distingo de razas, credos,
afiliación política, roles y clases sociales, podían lograr impactar la
comunidad a partir de esta expresión masiva de miles de personas que los
representaban y con ocasión de esta gran reflexión, tienen en la mano este
libro, el cual deseo que les sea de gran utilidad para establecer desde su
individualidad, el deseo de construir sociedad y afiliarse a los colectivos del
progreso.
Esta reflexión de miles de caleños y mi propia percepción de los problemas y

crisis de la ciudad, así como las apuestas con que debemos trabajar,
propositivamente, planteadas en este libro, deben servir de base para una
discusión pública de amplio espectro, con todos los caleños, sin distingo
alguno, para que en un ejercicio colectivo, democrático, dialectico y sincero.
Entre todos debemos tener el propósito de encontrar los caminos para la

refundación de nuestra amada ciudad, debemos caminar por los senderos
apropiados para construir un futuro mejor, donde seamos gobernados por el
interés general y nos comprometamos con el progreso, renunciando a
intereses particulares y egoístas para construir una verdadera ciudad, con
la mejor calidad de vida y no simplemente seguir haciendo de Cali un
espacio citadino con un sistema urbano en caos.
Es indiscutible como conclusión que hoy los grandes retos para la

gobernanza y los caleños están en la Movilidad, la Seguridad, la Salud, la
Educación y la erradicación de la pobreza y la miseria en los territorios
marginados. Estos deben ser los mayores problemas a resolver para el
logro de los mejores niveles de bienestar y calidad de vida de la población
caleña y serán las bases de cualquier estrategia o plan de desarrollo con
impacto económico y justicia social duraderos, como ejes de la
transformación de Cali.
Me reafirmo siendo consecuente con lo expresado por la gente en esta

investigación, que el gran requisito histórico para asumir con certeza y
seguridad la atención en estos campos y los demás que hacen de Cali una
ciudad por debajo de los estándares de cualquier urbe en desarrollo, será el
cambio cualitativo en los caleños para trabajar por el bien común, porque
los cambios que Cali necesita en su gente son más de comportamiento que
de otro orden, se requiere una mutación positiva en el sentir, pensar y
actuar societario. Solo con esta estrategia cultural y de nuevas dimensiones
de la política local construiremos ciudadanía, la cual solo se construye
cunado en una sociedad los habitantes se comprometen en la construcción
73
de su propio desarrollo como grupo humano, actitud indispensable, en

especial en el liderazgo que hoy tiene las riendas del Gobierno y los grupos
de poder económico para lograr el gran cambio en busca de mejores
condiciones de calidad de vida para todos. En esta estrategia debe
apuntársele a la densificación y fortalecimiento de la sociedad civil, para,
todos a una, sacar a Cali del hueco histórico en que ha caído que no le
permite enfrentar el desarrollo con progreso y equidad, debemos pensar más
allá del desarrollo de lo físico y material para concentrarnos en la gente, en
el hombre como eje de cualquier instalación o acción gubernamental.
74

8 Introduccion CHPM Ultima Octubre 2

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8 Introduccion CHPM Ultima Octubre 2

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ENTIENDO A CALI CARLOS HERNANDO PINILLA M.

CARLOS HERNANDO PINILLA

“Cali necesita un cambio extraordinario de actitud en toda su gente para

En la búsqueda de encontrar una nueva ruta

Soportado en tan valioso aporte de los caleños y en multitud de estudios

Para el desarrollo de la investigación me acompañaron el economista José

El libro de manera contundente e irrebatible presenta el sentimiento de

Todo lo que pasa en una comunidad, se define por una dinámica en la

existencia como sistema urbano y las características de la ciudad que hoy

Para estas conclusiones que presento, aproveche mi formación como

He tenido el privilegio de vivir los últimos 40 años como testigo de

Cali no se aparta de la normal urbanística mundial al convertirse en una

Cali, además, presenta características singulares en su crecimiento

La multiplicidad étnica de Cali, con inmigrantes de la región central, del

El Profesor Edward Glaeser, Investigador social, Sénior Fellow y catedrático

El fenómeno de crecimiento demográfico caleño, sin lugar a equivocarnos

esta “invasión” territorial fue el desespero generado por la pobreza y la

Demográficamente encontramos en la caracterización racial de la invasión

Afirma el Centro de Investigación y Documentación Socioeconómica (CIDSE)

Estos procesos de recomposición demográfica en Cali, con características

El profesor Michael Porter, de la Universidad de Harvard, experto de

El nuevo rol del estado y el gobierno municipal, en este contexto,

Mi experiencia y estudio me lleva a adoptar como principio estratégico para

La apuesta de los próximos gobiernos regionales y la nueva agenda del

Cualquier estrategia de desarrollo deberá incorporar lo que plantea El BID,

Debemos hacer de Cali una ciudad abierta, económicamente activa 24 horas,

Cali es una ciudad con una economía precaria expresada en el desempleo, el

crecido en población geométricamente y no crece el mercado laboral

Los Gobiernos municipales y la empresa privada en los últimos lustros han

Es inaudito que este valioso esfuerzo académico y prospectivo no haya sido

Cali, por la falta de planeación estratégica, no ha logrado aprovechar sus

Es inaplazable que el Gobierno caleño trabaje de verdad en el propósito de

Océano Pacifico y el mundo. En los Planes de Desarrollo y en el POT, se

Reconociendo que los modelos y contenidos de planeación en Cali, no han

Cali, está obligada a su transformación positiva a gran Metrópoli. La clase

Hay que asumir como principio en la planeación de la ciudad, algo ya

la corrupción y el atraso, con un empobrecimiento general de toda la

Como ya lo habíamos tocado antes y ampliando su justificación, otra

Pero, ¿qué es la economía naranja?, definida por el BID: Es la economía

En la ECONOMIA NARANJA, como oportunidad de desarrollo para ciudades

Cali, en esta apuesta económica debe implementar un plan de largo plazo

empuje de empresarios, artistas, comerciantes y la ciudad en general, como

Cali, debe apostarle a la innovación, la tecnología y la educación para la

Después de terminar la investigación cualitativa que dio origen a este libro,

interés individual, la ciudad siente la ausencia de un modelo de desarrollo

En otras palabras podemos afirmar, que el molde adoptado en Cali para el

La investigación adelantada con los caleños, arroja como resultado principal

El nuevo actuar de los caleños debe remontar el proceso de descomposición

Este sentir colectivo, que arroja nuestro ejercicio participativo de amplio

Pienso, que es inaplazable generar para Cali un modelo de desarrollo

Para entender la crisis de Santiago de Cali, yo invito a que la miremos en

El análisis enfocado al desarrollo territorial, se debe centrar en la planeación

Hoy es axiomático considerar el desarrollo como producto de la

La ciudad se define en cuanto a su territorio soportada en dos componentes,

mueve el alma social de la población en un territorio y es al final el

Hay que reconocer que la planificación histórica de la ciudad, le ha apostado

Es prioritario que en Cali se dé un Cambio Cualitativo en todos sus

El Plan de Ordenamiento Territorial o POT, es básicamente un instrumento

El POT es estratégicamente la única opción legal que tiene Cali para

El Plan de ordenamiento Territorial, POT, debe ser, como la Ley lo ordena,

gobernabilidad territorial en el tema de etnias, nivel educativo, riesgos

En la aplicación del POT tendrá que incorporarse la figura de la Asociación

En la correcta aplicación del POT, está la salvaguarda del desarrollo