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PRIMERA PARTE
EL BIOGRAMA DE LA ESPECIE HOMO
, ,
DE LA AGRESION A LA PUNICION
- _j
•
I
ANAMNESIS DEL CASTIGO
1. Preliminaria
El presente capítulo tiene por obj eto explicar cómo se originó el cas-
tigo (como punición) en las comunidades humanas en sus prin1erísi-
mos estadios y cómo se originan los órd enes coactivos del derecho y
la m oral. (El primero, como sistem a no rmativo institucionalizado [ope-
rado por ór ganos e instituciones] ; el segundo, como sistema no insti-
tucionalizad o, d escentralizado, sin órganos ni instituciones). Este ca-
pítulo d ebería ten er copiosas n otas del célebre libro de Hans Kelsen:
Sociedad y nauraleza. 1 Aunq ue el trabajo alude a diferentes disciplinas y
1
Si no en transcripciones, siempre se presupone como hilo conductor. Vid.: Hans
Kelsen, Society and Nature. A Sociological Inquire, Chicago, University of Chicago Press,
37
recurre a diversos tipos de argumentación, el trabajo se inscribe básica-
mente dentro del campo de la filosofía jurídica analítica.
¿Q ue' d1go
. con A namneszs• 2 del castigo. Con esta fra se me refiero . a
. . d
. . .
1as rem1mscencias, vest1g1os, e las acciones que prece d·eron
1 al castigo.
. <
¿
·Q ' h b' d l · ., . ,
ue a ia antes e cast1gor o, s1 se prefiere, ¿que prece diºó al castigo.
.
10
Uso animadversio para referirme al castigo que fue, o m~Jor, a
3
1943; existe excelente versión en español de Jaime Perriaux, Sociedad y naturaleza, una
investigación sociológica, Buenos Aires, Depalma, 1945.
2 Del griego aváµveo15 : "reminiscencia" "recuerdo''. (Cf: Liddell, H.G. y Scott, R.
38
- do diferentes aspectos de la conducta animal, la etología moderna nace
con los trabajos de los biólogos Nikolaas Tinbergen y Konrad Lorenz.7
Ciertamente, existe mucha literatura al respecto; pero el "parte
aguas" de la explicación contemporánea de la conducta se encuentra en
el célebre libro de Konrad Lorenz: Das sogenannte Base. Zur Naturges-
chichte der Agression,8 que será, ínter alía, hilo conductor de este capí-
tulo.
El hombre (la especie horno) produce cultura; creó la ciencia y el
arte. También creó instituciones sociales (e.g.: la tutela, la hipoteca, el
impuesto sobre la renta, la sociedad anónima y la división de poderes).
Pero, ¿cómo las creó? Habida cuenta de que las instituciones son pautas
0 requerimientos de conducta, cabe inquirir: ¿cómo establece la espe-
cie hamo requerimientos de conducta? O dicho de otra manera: ¿cómo
hace un homínido para que un congénere haga o deje de hacer algo?.
fuertes vínculos con otras disciplinas: e.g., neuroanatomía, ecología, biología, evolución.
El etólogo se interesa en el proceso del comportamiento (comparado) más que en el com-
portamiento de un grupo animal. Con frecuencias la etología se limita a un tipo par-
ticular de comportamiento (e.g., agresión) en numerosas especies animales. (Vid.: Ency-
clopredia Britannica, "Ethology", en Encyclopredia Britannica, Chicago, Il., Enciclopredia
Britannica, Inc., Expanded Edition, DVD, 2012. (En adelante: Encyclopredia Britannica,
Expanded Edition, DVD, 2012); Vid etiam : MacRae, Donald G. "Darwinism and the So-
cial Sciences", en Barnett, S.A. (Ed.), A century of Darwing, Londres, Heinemann, 1958,
pp. 296y SS.
7
Konrad Lorenz (Viena, 1903-Altenburg, 1989), zoólogo, fundador de la etología
moderna. Sus investigaciones probaron que los patrones de comportamiento [de los indi-
viduos de una especie] se encuentran en los mecanismos de su evolución. Lorenz se gra-
duó como médico en la Universidad de Viena en 1928 y se doctoró en Zoología en 1933.
En 1937 Lorenz fue nombrado profesor adjunto (lecturer) en anatomía comparada y psi-
cología animal en la Universidad de Viena. De 1940 a 1942 fue profesor y jefe del Depar-
tamento de Ps icología General en la Universidad Albertus de Konigsberg. De 1949 a 1951
dirigió el Instituto de Etología Comparada en Altenberg. En 1950 fundó el Departamen-
to de Etología Comparada en el Max Planck Institut de Buldern, del cual fue codirector
en 1954. De 1961 a 1973 fue director del Max Planck Institut de Fisiología del Comporta
miento, en Seewiesen. En 1973, conjuntamente con Frisch y Tinbergen, recibió el Premio
Nobel en fisiología. El mismo año fue designado director del Departamento de Sociología
Animal en el Instituto de Etología Comparada de la Academia Austriaca de C iencias en
Altenberg. (Vid.: Hess, Eckhard H. "Lorenz, Konrad", en Encyclopredia Britannica, Expan
ded edition, DVD, 2012).
8
(Viena, 1963). Con la expression Das sogenannte Bose ('El supuesto mal' o 'f::l pre
tendido mal') con la que comienza el título del libro, Konrad Lorenz alude a la idea que
la agresión ha sido concebida erróneamente como un mal. De ahí que la versión espano
la, atinadamente, incorpora esta expresión como aclaración del título: Sobre la e1gre.s1ón:
el pretendido mal, excelente traducción de Felix Blanco, México, Siglo XXI. [ 1971] 200 3).
39
La respuesta a esta última pregunta es prácticamente unánime: pa!ª
que un congénere haga o deje de hacer algo un homínido recurre al us~
de la fuerza. La reacción agonística -del gr. cxywv,onís-: 'combatient;
'antagonista' 9- ; mecanismo inhibidor que hace que los miembros de ª
especie horno hagan u omitan.
¿Quien inventó la reacción agonística? La reacción agonística no es
una invención humana, como mostraré en el curso de la exposición, el
castigo es -parafraseando a Adam Smith- un "producto de mano invi-
sible':
2. Instinto y supervivencia
9
"Cada uno de los personajes que en la épica , el teatro u otros ge' neros lºt ·
1 eranos, se
opone a otro [en el] conflicto que los enfrenta. 5. [com. ant) "Person h U ¡
· d 1 " , . . , · a que se a a en a
agoma e a muerte. [De ah1 el adJetlvo] agonistico(a)' del gr. aywvtoTiK ' -. , .
• 1 b t · · · 1· 1 h • " •r
vo ,\ com a e; que 1mp 1Ca uc a ... C1 .: Real Academia Española. Diccim .
O':)•• •• 3. relatl•
40
L..--J---
al" subsiste como reliquia en una dualidad freudiana. En esta anti-
:mia psicoanalítica la agresión es una manifestación del "instinto de
uerte': 13 principio destructor, antítesis natural de todos los instintos
: conservación. "Esta hipótesis -dice Lorenz- extraña a la biología,
es para el etólogo no sólo innecesaria, sino falsa:' 14 Por paradójico que
udiera ser, y no obstante su manifestación destructiva, el instinto de
;gresión es el elemento más eficiente en la lucha por la supervivencia. 15
En la última parte de su carrera, Lorenz se abocó al estudio del com-
portamiento de los seres humanos. La etología conoce de tal manera la
historia natural del instinto de agresión que le permite mostrar su par-
ticipación en la supervivencia de la especie horno. La conducta agresi-
va (agonística, comúnmente conocida como aversiva 16) en el hombre
-como en las demás especies- es innata y su presencia depende del gra-
do de evolución. La agresión es un recurso, el único eficiente en la con-
servación del territorio, dispersión de competidores, defensa de críos y
en todas las situaciones críticas en que la supervivencia está amenaza-
da.
La reacción agonística en los humanos no es fisiológicamente di-
ferente. Ciertamente, puede ritualizarse 17 -como lo hacen, en menor
grado, otras especies- y convertir los rituales en mensajes en que cier-
ta conducta es esperada o requerida y en las que ciertas advertencias o
amenazas son hechas manifiestas. 18
13
Con esta expresión la teoría del psicoanálisis alude a una tendencia supuestamente
innata e inconsciente hacia la destrucción que explica la conducta agresiva.
14
Sobre la agresión. El pretendido mal, cit., p. 4.
15
Vid. el Cap. VII: Man, agression, and Men del libro de Lionel Tiger: Men in Groi,ps.
With a New lntroduction of the Author, New Brunswick (New Jersey) y Londres. Tran-
saction Publishers, 2005.
16
Del lat. aversio (onis): "oposición o repugnancia hacia una persona o cosa''. (Cj.: Real
Aca~emia Española. Diccionario de la lengua española, CD-ROM, 2.0, cit.
1
' Sil venia verba.
41
< -
nominaré 'imperativo vital: el cual, cualquier cosa .
te 1o de . . que 1nclu a
(territorio, comida, hembras, control, vecmdad, no mterferen . ) Y
. . 'l cia es la
parte del mundo que requiere para v1':r'. e y su e~pecie.
El hombre capta el ambiente perc1b1endo estimulos a los cuales da
respuesta de acuerdo con su "biograma de comportamiento": i.e. re-
. d . 20N .
pertorio de las respuestas propias e su especie. o es necesario insis-
tir en que sobrevivir implica "programas exitosos" de comportamiento
y que éstos "programas" son resultado de la selección natural. En éste
sentido podría decirse que el organismo humano funciona como una
máquina cuyo hardware reconoce y procesa cierta información y gene-
ra ciertas respuestas: conducta (las cuales pueden ser tratadas como in-
formación).
A la pregunta '¿Por qué se comporta el individuo?' Podría contes-
tar: 'porque responde a estímulos: Y a la pregunta '¿por qué hace lo que
hace?' Cave contestar: 'hace lo que hace porque su conducta ha sido
exitosa en la lucha por la supervivencia'; 21 conducta que es resultado fi-
nal de sinnúmero de ensayos y errores durante incontables generacio-
nes, la cual se inscribe en el "biograma de la especie" (herencia biológi-
ca común a todos los congéneres).
4. El comportamiento y su «lectura»
20
Término original de E.W Count (Count E W "E' . .
. h • · · me 6101og1sche t • kJ
se h1c te Sozialitat': en Horno, vols. 9 y lO, 1958 1959 . 'd "Th . _en w1c ungsge-
s · ¡· "
man ocia ity • en American Anthropoloay Y
1 60 • 1
• e Biolog1cal · o f Hu-
Bas1s
i . , o . • vo · , pp. 1049-1085 cit d .
one y Fox, Robm, fl1e Imperial Animal W1'th ,1 N I t d . , a o por T1ger, Li-
B . · ew n ro . uct,on b th
_runsw1ck, New Jersey//Londres, Transaction Publishe 1998 R _'Y e Authors/, New
c1ón de Holt, Rinhart and Winston, Nueva York 1971 r2s2, . e101presión de la edi-
21 T ¡· 1 ' ,p. .
22 01-~er, ,1one y Fox, ~lobin, TJ1e imperial Animal, op. 11/. cit. p. l 9
B ~¡e q~e no lo repetirla; no lo repetiré más. ·
Vtd. T1ger, Lionel y Fox, Robin, cit. pp. 22-23.
42
En el biograma exi~ten varias tendencias identificables de compor-
tamiento que son genuinamente humanas: habrá comportamientos que
aprenderemos y que otros seres no aprenderán. Biológicamente los pri-
mates antropomorfos estamos dotados de ciertas capacidades para ha-
cer "cosas humanas': Entre las cosas genuinamente humanas que hace-
mos a algunas las llamamos 'cultura'.
Nuestro biograma permite comportarnos "culturalmente"; v.g. se-
guimos programas compler_nentarios de comportamiento: normas
(mandatos, costumbres). Esta en nuestra naturaleza comportarnos así.
La selección natural ha producido un organismo que para sobrevivir
tiene que "comportarse culturalmente': La especie horno tiene que ha-
blar lenguas, crear mitos, establecer normas, et sit cetera. Poseemos un
mecanismo biológico que nos obliga a producir "cosas humanas': reco-
nocibles como "cosas humanas" por los miembros de la especie.24
¿Por qué la especie horno crea normas25 (costumbres, reglas, están-
dares)? ¿Cómo se establecen? ¿Cómo operan? ¿Por qué los homínidos
obedecen normas? (¿o desobedecen?). Puedo adelantar una respues-
ta general que obvia muchas respuestas colaterales: cualquier cosa que
haga el hombre será resultado de las características genéticas de su es-
pecie.
5. Normas y agresión
24
Vid. !bid., pp. 35-38.
25
Con la expresión 'norma' voy a referirme a todo reque rimiento de cond u cta, sean
patrones d e conducta informales (costumbres, t rad icio nes) o mandatos forma lmc:nte es -
tablecidos.
26
En este trabajo ¡0 que se diga de las no rmas conviene mutatis mutancii tan to a l.is
normas jurídicas como a las n o rmas de la m oral (positiva).
-B
sus temas son reducidos en número. 27 Así también es el c .
omportam1en-
to del homínido.
Señalaré ciertas regularidades del comportamiento, las cuales condi-
cionan su funcionamiento y su evolución. Mi propósito no es predecir
qué es lo que el individuo va hacer, sino explicar cómo lo hace.
La conducta de alguien (o de algo) que interfiere, daña, disminuye
0 deteriora, en alguna forma, el imperativo vital, recibirá una respues-
ta agresiva (hostilidad, amenaza, ataque) por parte del "residente". Esta
ha sido la respuesta que ha dado resultado en la lucha por la supervi-
vencia. 2s La conducta agresiva evidencia la existencia de un conflicto
(léase: 'controversia'). En contrapartida, los individuos gozan haciendo
todo aquello que es benéfico para la pervivencia; comer y cohabitar son
los ejemplos más obvios.
Ahora bien, cuando el individuo tiene que explicar el comporta-
miento, cuenta únicamente con el "repertorio de respuestas" surgidas
en la lucha por el control del imperativo vital. Cabe decir: el individuo
cuenta sólo con un patrón de evaluación de comportamientos. Este pa-
trón reposa en una regla básica que podría formularse así:
6. La resolución de "controversias"
27
2
Vid. Tiger, Lionel YFox, Robin The imperial Animal, cit. 27-30
Cuando
ij · ¡ . ·
. • por eJemp o, un Joven babuino se introduce en el ·
rat1vo vital) de un adulto irasc1'ble t , lt' " h espacio personal (impe-
, es e u 1mo a1ecta acer lo que
~ez?, ~ero, en realidad, es una exhibición de colmillos ro·as parece un enorme bos-
1nt11111dar al descuidado muchacho, vid. !bid. , p. 22. y J encías con el propósito de
44
El hombre, en razón de ciertos rasgos peculiares de su especie (pri-
ate terrestre, habitante de la sabana) tuvo que adoptar una estructura
:cial propicia para los homínidos. 29 La cohesión y la división de tareas
s ue caracterizan a los individuos de su especie muestran una adapta-
30
¿ión de primate terrestre. Pensemos, como ilustración analógica, en
un grupo típico de primates de la sabana, e.g., los babuinos. Dicho gru-
po tiene, aproximadamente, ~uarenta miembros. Se organiza en base
a peculiares arr~glos de es~ac10. En el centro del grupo se encuentran
los machos dominantes, qmenes controlan el imperativo vital del grupo
-nunca más de seis adultos-. Alrededor de ellos se aglutinan las hem-
bras y los pequeños. Esparcidos alrededor de este núcleo central están
los jóvenes (machos), aspirantes al núcleo central. A la orilla del con-
glomerado se encuentran los individuos de la "periferia": individuos
que fueron movidos hacia los linderos del grupo e individuos que no
pudieron obtener (o perdieron) la jerarquía central. 31
Esta estructura proporciona grandes ventajas para un grupo de pri-
mates moviéndose en la sabana. Los miembros del núcleo central ac-
túan como "jefes" en un complejo conjunto de acciones y de inte-
racciones. Los individuos de la periferia, los más expuestos a los
depredadores son la alarma del grupo o presas propiciatorias. Un con-
glomerado de este tipo (como el de los homínidos) tuvo que ser alta-
mente disciplinado para poder sobrevivir. Esta rígida disciplina se en-
contraba garantizada por la forma en que las disputas se resolvían. La
forma era básicamente una: la autocomposición coactiva: la agresión o,
sin ambages: mediante el uso de la fuerza.
Permítase mostrar algunas variantes de la composición coactiva de
disputas ("controversias") en un grupo humano:
29
Cf Thorpe, W. H., Ciencia hombre y moral, Labor. Barcelona, 1969, P· 80.
30
Goustard, M., Les singes anthropoí'des, París, Presses Universltaires de France, 1970,
p. 75.
31
, Cf Tiger, Lionel y Fox, Robin The Imperial Animal, cit. p. 47. Esta organizac~ón con-
centrica se presenta aun entre los primates no terrestres ( Cf. Goustard, M., Les smges an-
thr0P01"des. cit.
. supra nota anterior, p. 74).
45
J
.. •.:.
..
FIGURA NÚM. 1
FIGURA NÚM. 2
46
l'IGURANUM. j
FIGURA NÚM. 4
47
1
/(,: X tiene poder sobre Y si, y sólo si, X puede hacer que Y haga lo
que X quiere33
La autocomposición ,coactiva
. de "controversias" produce una rap1-
, .
da selección de carac:tenstlcas que conducen al dominio 36 Estas
· carac-
32Del griego: 6 KpaTOS' ('dominio', 'autoridad').
33
Nabucodonosor II (c. 630-c. 56 1) tenla poder sobre los babilonios porq d'
ue po 1a ha-
cer que éstos hicieran lo que él querla.
34 Cf Tiger, Lionel y Robin Fox, The imperial Animal, cit., p. 42.
35 Un individuo dominante (que controla el imperativo vital) se mueve más l'b
. . . . á I remen-
te, come meJor, consigue mayor atenc1on, vive m s, menos angustiado que el I d' .
.. •r . .. (l . b .
que se encuentra en 1a pen1en a os que no tienen contro1so re e1imperativo vit n 1v1duo
d
1
especie, los que no tienen poder dentro del grupo). Los inchviduos sm e~tc prlv!lc ª e la
ne esta tnp . 1e opc1'ón: abn.rse camino
. hacta. 1a Jerarqu
. 81o tie-
1a centra1, aban donar el grupo
para
probar en otro lado o morir ( \'id. 1bul., pp. 46-49).
36 Cf Thorpe, W. I l., Cienci11, hombre y mornl, clt, p. 8
48
D
37 Sobre la agresión, cit., p. 68. Sobre este particular vid, Ulises Schmill,, "~na fun~a-
tación de Ja democracia" en su libro Teoría del derecho y del Estado, Mex1co, Porrua,
::de lleva a cabo una aplicación de este concepto. (Vid, prcesertim_: ~/~, La igiualda~
como fundamento conceptual reconstructivo de la democracia y el prmc1p10 de mayoría.
una métrica de/poder para resolver conflictos, pp. 265-277.
38 El dominio como la sum1s10n, . . , se expresa por e¡ uso de gestos (los que se usan en
,
combates) en el comportamiento d1ano . . d e Ios p rimates·. cantos -gibones,
( orangutanes,
. ) de in-
·¡ h'mpancés etc_ actos pantomimas
etc.-, gestos de amenaza -babuinos, gon as, c 1 (C'; G . 'tard M Les singes anthro-
·¡ h 1· pancés etc - :t· ons • ·•
timidación -orangutanes, gon as, c ~ . ' · uras gestos) nacieron como reac-
poides. PP 80-82). Estas actitudes (act1v1dades, po~t . y se ritualizan y mediante una
. lor de superv1venc1a, '
dones que, en tanto adquieren un va d -al social (C~ Goustard. M., Les
. d . en un va Ior e sen :t·
evolución que les es propia, a quier W H Ciencia hombre y moral, pp. 82 Y
. .. . 80 82 y 11 l · Thorpe, · ·•
smges anthropo1des.c1t., PP· - ' . anifiestan su status.
. los dominantes m .
95). Es pues mediante estos ritos que d t minados como entre los pnma-
. d I hombre son e er ' 1
Los comportamientos agresivos e . . t' uidad biologica entre a agre-
. I
tes no humanos por la b10 ogia Y a , I expenenc1a. La con m . <l
• s aspecto\: nntos e ame, l'I· •
., , . manifiesta en vano .o . . El
s1on humana y la de los otros pnmates se h 'do transferidos a la. n1.ino. ·
b los gestos an s1 1
za, actos de intimidación, etc. Sin em argo, . uso <le armas y lengu.iJe, pro, 11
• 1
• d o estos gestos mediante¡¡ ed s como, por e1emp • 1º· l'I ~ 1.'l 111us
primate cazador ha amplia ..
1 · s y desarro a O, . . · t •t,. .. L.1
ciendo rituales de agresión más comp eJO .. . 82), la hun11 11,ldl)II,
guerrera\ (C': Goustard, M., Les smges . an tltronoides.clt.,
r , P·
'6 . también es detentl• 1,lo hn111,1d.1,
reacc1on agresiva no es sólo dispersa ª P
., 'l . d or abreacc1 n,
-19
(1) Los individuos de bajo status, sea por miedo o respeto, pare-
cen "estar obligados" a prestar mucha atención de la couche domi-
nante, comportándose como "súbditos':
(2) El individuo de alto status se comporta como dominante y
convence a los otros de que efectivamente lo es. 39
8. Programas complementarios
50
así entendido, "castigo" de prole defectuo
. sa, entonces el . d' 'd
drá motivos sufi cientes para evitar el inceso.
t m ivi uo ten-
Los individuos, no obstante los instinto .
. s, apetitos dese · .
(
dones que posean propios del biograma . . ' os o me1ma-
. ongma1 de su · )
drán en el castigo (muerte, destierro, supli'cio . )
un elem t 1
especie ten-
inhibidor para evitar la conducta que los cond· . e~º. a tamente
. 1 • lCIOna. Los md1viduo ·
tentarán evitar os castigos de la única manera 'bl s m-
,. posi e, 1a cual puede
formu 1arse as1.
l. El patrón básico
12
· Cf Tiger, Lionel y Fox, Robin, The Imperial Animal, pp. 36 Y37.
-n lbid., pp. 52 y 53.
·H Cf 1110rpe, W. H., Ciencia, hombre y moral, cit., p. 136.
,~lbid. p. 132 .
46
. Schultz, A. H. "Sorne factors Influencing the Social Lite of Primatl's in l;em·rnl ,md
º Early Man in Particular", en Washbum, S.L. (Ed. ), Social Lije of Early ¡\!' 111: l.vlliln·.,;
1
ML'lhul'n, l 962). Schultz indica que existen cantidad de ejemplos entre lll~ ~inuo~ en qul
5J
et sit cetera, entonces, simplemente s
medad, prole defec_tuosa, así se me castiga ?4º Estos acontecün ~ Pregun.
1
, 1 que hice que ento
ta: ¿que es O . . ·tud con los perjuicios, no lo son, puesto que a el! s,n0
obstante su sim~i Son interpretados como castigos por algo que ei°-sno
les sigue un cast1go.
viduo o el grupo
fectuosa es ente .
nd1
t~~:
haber cometido. De esta manera, la pr 1nd¡_
~~:o castigo por copulación incestuosa. e de.
castigos?': Estos actos aversivos entend·
0 1
· , n aplica ta1es
Pero ¿qme r dos por instancias invisibles (espíritus O al1d0s
como castigos son ap ~ca mo el mundo trascendente llegó en auxilio~as
de los mue~to_s~. Es as1 c:plicar su conducta y regularla. el
hombre pnm1t1vo para e
52
~. .... . ., . ·• . ,, .
42
Cf Tiger, Lionel y Fox, Robin, The Imperial Animal, pp. 36 y 37.
13
• !bid., pp. 52 y 53.
•
14
e¡: 1l1orpe, W. H., Ciencia, hombre y moral, cit., p. 136.
IS lbid. p. 132.
16
Schultz, A. H. "Sorne factors Influencing the Social Life of Primates in General and
oí Early Man in Particular•: en Washbum, S.L. (Ed. ), Social Lije of Early Man, l.omlres,
Mcthuen, 1962). Schultz indica que existen cantidad de ejemplos entre los simios en que
53
JI
3. Superstición, magia y religión
se comprueba la compasión y la devoción que sienten las madres por sus hijos enfermos
y la larga !~cha por arrebatarles un hijito muerto (la madre abraza el cadáver contra su
. . un dia tras otro). ( Cf
pecho . .Thorpe, W. H., .Ciencia hombre
, y moral, cit., p . 85) . Es to per-
m1t16 que el" hombre. ,adqumera una memoria ge11ealogica que ,se trad · 1
, UJO en a noc10n e
•, d
parentesco. La noc1on. de parentesco de las sociedades '•irc-'11·c·i. 's te i ¡ ¡1omo sap1ens . .
tiene
pero desborda, la noción de una descendencia común. Son n·i ·, 11 t, ( ' . '
. r ' nt: es Y esto es un nto
producido por la caza) aquellos que han comido juntos" (Goustard [\A L, .
pt"des, c,t.
· p. 85) . A través d e los símbolos pudieron traz• r ¡- ~ r .¡ ..· ' ·1.. e singes anthro-
' '1 ,1" t: ,lLI0lles geneal ' ·
tre unos y otros y mantenerse unidos como parientes. (e¡· Ti'g,. L' • ' ogicas en-
. t:1. tone 1)' F R b' Th
Imperial Animal. cit. p. 53 ). · ox, o m , e
7
·• Cf 1110rpe, Vv. I l., Ciencia, hombre y moral, cit., pp. 85-86.
48
Vid., /bid., p. 86. Tingelpaugh dio a conocer (Cf Zukam· ,. ,
,111,,, /·11 n·1 1 · !A,¡;
in Man, /l'Jonkeys a11d Apes, Londres, Routledge and Kegan, Paul, 10 ~• iona 'J,nities
3
de una chimpancé de la colonia de monos del Departamt•nto de p _- _ · p. _1S..J) que d hijo
s1'd ad de v1a1e mun'ó e1 nusmo · d'ia d e su nacimiento. La madr. , ;.fullo~n . . • ·. l 1l • 1a Univer-
l: gll,lt l 1() d . ¡
mente. Durante un mes resistió todos los esfuerzos por retirir, .1 11 '-,ll ,l\'t'r l'elosa-
t ll, l'V l 11 1O l
dondequier.i que iba. Poco antes de que se lograra quitársdo \t' ¡ , ' l os rl'stos por
• l \ 111 p lrt' .
los dientes y comer algo de su contenido (Cf 1horpe, W. H ,, e,, . ' 11 el '-·r,ínt•o l'On
, ~ llt 111 1lt>111/,
cit., 103). ¿No es este comportamiento, precursor de los l'ultos hun ,.,. 1' 111Prt1I, n.
. , 1,11111, lllll\' , r
[Hombre Neandhertal, de PekmJ. Este tipo de comportamit•nto ~u).. wn11l·idos?
. - ltl\((()l)
va por centenares de miles de anos (e.g. el hombre de Neandht•11,1¡ , . . ;.u :st• úlJlSt'r-
1 1•h t 1" ,b 1 11
fagia). ' ' • ,1111 rupo -
54
. 49Es probable que estas conductas supersticiosas evol _
5 apzens. . . . u
horno h da un culto y d1eron ongen a las pruneras ideas religiosas
donaran ª contemplación de los muertos y la asociación de la muert~
·das a 1ª so
de b1 ras cavernas.
bemos pasar por a lto que 1a magia
con las oscu · y la espiritualidad contaban
N° de ti·tud reverencial del hombre primitivo (actitudes de sorne-
n la ac .
ya co h cía aquel que es capaz de controlar el imperativo vital del
. · nto ª .
urrue un individuo VIVO o un muerto. Esta actitud del homínido
grupo, sea ~ente miedo, sino. algo más sutil: sumisión, respeto·, algo
es mera,..
no . . , n produce viva ansiedad.
cuya om1sIO
tenia un culto a la calavera y ritos funerarios. El hombre de Pekín parece haberse dedica-
do a la práctica del canibalismo ritual -se han encontrado cantidad de cráneos con el oc-
cipital roto con el fin de extraer el cerebro para consumo ceremonial-. El comportamien-
to mágico (conocido como conducta supersticiosa) aparece muy tempranamente y no se
encuentra ausente en los animales (un ejemplo impresionante lo encuentra Konrad Lo-
renz [Das sogennante Base. Zur Naturgeschichte der Aggression, cit.,, pp. 108- 112] en la
conducta de un ganso greylag) (Thorpe, W H., Ciencia hombre y moral, cit., pp. 121-122).
5
°Cf TI10rpe, W H ., Ciencia, hombre y moral, cit., p. 134. Sobre la conducta supersti-
ciosa cabe hacer una distinción:
1) Los ritos de apaciguamiento servían para tener control sobre las cosas de la na-
turaleza (como se observa en el caso de Martina, el ganso greylag del que habla
Konrad Lorenz). De ahí que sea plausible suponer que el desarrollo de la magia
como conducta supersticiosa haya sido el antecedente de la actitud científica.
2) Por su parte, el miedo y la ansiedad que producía la contemplación de la
muerte pudo haber sido el antecedente de la actitud religiosa.
? 1
Thorpe, W H., Ciencia, hombre y moral, cit., p. 124.
Abreaction. (Vid. supra).
SS
peración (entre la pareja como e~tre los miembros de~ grupo). Aparte
de la conducta necesaria de func10nes complementanas en la forma.
ción de parejas, defensa y cuidado de los hijos, aparecen más formas
de cooperación permanente (const~~cció~ _de ~mas, c~za de grandes
mamíferos, conservación del fuego, part1c1pacion en ntuales). Con el
desarrollo de la caza, la ayuda mutua se haría de mayor valor selectivo.
Esa cooperación hizo necesaria una comunicación social más desarr0 .
Hada. Así recibió un nuevo impulso el lenguaje del comportamiento so-
cial, el cual iba a estar impregnado de magia y simbolismo.
La caza y su planeación, sus ritos; la identidad, la pertenencia al
grupo y al parentesco, la intensa vida síquica y la contemplación de la
muerte, llevó al homínido cazador a adorar a los ancestros (los muer-
tos). El respeto hacia los ancestros comunes del grupo (que no eran
sino las almas de los muertos) serviría como un código (programa,
conjunto de claves) del comportamiento religioso, un muy efectivo pro-
cedimiento para mantener la continua identidad del grupo y del indivi-
duo). Son los muertos los que aplican los castigos (mala caza, derrota,
enfermedad), como consecuencia de ciertos perjuicios realizados por
miembros del grupo. El profesor Schmill considera que aquí es conve-
niene referirse al trabajo de Kelsen sobre el alma y el derecho. 53
Los procesos simbólicos que el hombre cazador fue capaz de produ-
cir permitió organizarlo en tribus y clanes. Desde entonces, los hom-
bres son capaces de responder a los símbolos (ritos, ceremonias, abs-
tracciones) -quizás con más intensidad a éstos que a las personas-.
. Los grupos humanos siguen comportándose de acuerdo con los
mismos patrones básicos (i.e., 7c 1 y 7c2 )• Sin embargo, una incremen-
·
tada red de normas (ritos de apaciguamiento ceremo · , .
.b. • ) . , ' nias catarticas y,
proh 1 1c10nes ahora los vincula mas intensamente L
gramas complementarios de comportamiento se e. as norm_as, pro-
, ncuentran 1mpreg
nadas de magia y misticismo. -
He seña~ado que existen propensiones identificables .
comportamiento en el biograma humano. Dentro d , para cierto
la admisión de programas complementarios de e estas se encuentra
comportam. t Ob
d ecer normas es importante; pero, el individuo no sól t' ien o. e-
0
cer cosas, sino, también, y quizás socialmente 111.,. . iene que ha-
. ., ,\s unport•,nt ..
1as. I,a organ1zac1on requiere que el individuo h·t . _ . • e, om1t1r-
• g.l \.Osas; pero, requiere
52
Cf Gousturd, M., 1 es singes ,mtliropoi·des, nt. supri, not,\ .18
51
,¡,.
H. Kl'lscn, 'Tamc et le J ro it" en JUme Am1u11ire r,, t ' p. H .
9
I S . / J1 ¡ · h " ' ' ' di' l 'I 11·¡
t! • ono ogy 0 1t1,¡11e, Rccudl \irey, 1936, pp. 60-82; .. lhl• Soul ••.\t•pl11t• ti11 [)nilf
11
lfr/1gio11, vol. 1, 1937 • ¡,¡,. 337
...
370 •
•
' id lht• l .1,,"' •'' t\ "-l'
i,
\ 'h.' H' tl1
.
56
►
57
-
SEGUNDA PARTE
]URISPRUDENTIA CONDITA
1. Preliminaria
1
Geist des rornischen Recht, Aalen, Scientia Verlag, 1968. (reimpresión de la edición
de Laipzinga, 189 1). (Los corchetes y la medias comillas son mías).
61
siendo parte fundamental del criterio de identidad del derech 2
ello, los rasgos ?istintivos _del derecho, i.e. -~e ~us ~~racterísticas ~efi~~~
torias, fueron solo perceptibles como creac10n Judicial.
3
La prudentia iuris (i.e. la ciencia ~urídica), desd_e su origen, ha ten¡.
do muy claro qué es el derecho (y como se crea). Sin embargo, para al-
gunos autores contemporáneos el derecho es inasible, inefable, en fi
indefinible. Otros, negando su carácter histórico, creen que el derech:
está fuera de la historia, o bien, se encuentra en "sentimientos" o "valo-
res" que "descubro" o se me "revelan': Otros más lo hacen dependiente
de prédicas humanitarias o dogmas de diversas ideologías.
Estas extrañas convicciones deben mucho a la ignorancia; pero, tam-
bién, a la abundante literatura que ha oscurecido su descripción. Por
fortuna, esto no es así. Desde tiempos clásicos, la descripción del de-
recho ha sido clara e inteligible. Existen datos incontrovertibles sobre
la creación y existencia del derecho. 4 El derecho es un hecho histórico;
creación cultural que ha acompañado a todas las comunidades huma-
nas (históricas).
2
A la pregunta: '¿qué normas pertenecen al orden jurídico J?' puede contestarse:
'las que los tribunales de J consideran deben aplicar'. De ahí que se sostenga que los
tribunales son "órganos primarios" del sistema jurídico. Sobre este particular señala
Joseph Raz que"... [e]l único medio para determinar cuáles son las instituciones y los
procedimientos jurídico-creadores de un orden jurídico dado es determinando... por os
1
tribunales." (The Authority of Law, Essays of Law and Morality, 2ª ed., Oxford, Oxford
University Press, 2009. p. 88. Existe traducción mía de la l • ed. (l 979): La autoridad del
derecho Ensayos sobre derecho y moral. México, UNAM, Instituto de Investigaciones
Jurídicas, 1982, p. 11 7). Las negritas son mías.
3 Vid. infra: II, 1.
◄ Estos datos, nada difíciles de aprehender, son parte de la experiencia. (Sobre este
particular Vid.: el capítulo I. Introducción. (La expresión derecho" y su objeto) de mi libro:
Introducción anaUtica al estudio del derecho, México, Editorial Themis, 2• ed. 20 11 .
s Frase ciceroniana que se puede traducir por "las cosas [o sus propiedades) Intentes
se explican definiendo". Cf.: Blánquez Fraile, Agustln. Diccionario Latino-Espa,lol,
Barcelona, 1988, t, 1, cit., p. 487.
62
p
Algunos objetos (o algunas de sus características) se pueden definir
6
ostens1·blemente;, basta . con mostrarlos._ Puedo señalar un perro y d ec1r.
..
'esto es un perro. De 1~al forma,_ senalo una mesa y digo 'mesa'; basta
con eso,. y, así , una multitud de obJetos.
Por supuesto, muchas cosas o algunas de sus propiedades (res laten-
no pueden definirse ostensiblemente. Para m ostrar sus carac-
tes... ) d 11 ) .
terísticas (0 algunas .e e as se_ reqmere crear las condiciones para su
bservación (. . . explicare definiendo). Esto ocurre especialmente con
0
uellas propiedades que indican tendencia, inclinación o disposición
aq
(res latentes). De a h 1' que .ª este tipo
. d e caractensticas
' (latentes) Rudolf
Carnap (1891 -1970) y Gilbert Ryle (1900-1976) - quienes, dit en pas-
sant, no son romanos- las denominaran "propiedades disposicionales:7
Un caso típico de estas propiedades es la "solubilidad del azúcar': 8 Es
obvio que la propiedad "soluble': (o "maleabilidad", "friabilidad" o "con-
ductividad térmica o eléctrica" 9) no es una propiedad directamente ob-
servable (ostensible), como puede serlo la blancura del azúcar. 10
El proceso para aprehender una propiedad disposicional (latente)
podría sugerir la idea de que fuera un predicado metafísico, alcanzable
únicamente mediante intuiciones de algunos iniciados; pero no, ¡abso-
lutamente no! Los enunciados que explican propiedades disposiciona-
les de las cosas (rerum latentem explicare ... ) son, también, enunciados
falsifiables. 11 La "solubilidad" del azúcar, la "conductividad" del cobre,
o, bien, la "iracundia" de Aquiles o "bondad" de la Madre Teresa, son
cualidades tan empíricas como la "blan cura" del Azúcar, la "ocredad"
6
Del latín: ostendere: "mostrar"; "que puede manifestarse o mostrarse". (Cf: Real
Academia Española. Diccionario de la lengua española, CD, 2.0. Vid.: Blánquez Fraile,
Agustín. Diccionario Latino-Español, Barcelona, cit., t, u, p. 1082).
7
Vid.: Carnap, Rudolf. Mean ing and Necessity, Chicago, University of Chicago Pre ,
l975 (1956), pp. 242-244 y Ryle, Gilbert, The concept of Mind, Nueva York, 1961, pp. 116-
I IB. Descubrí las propiedades disposicionales leyendo el magnífico ensayo de Ernesto
Garzón: "El concepto de estabilidad de los sistemas políticos:' México, Distribuciones
Fontamara, 1992, reimpreso en Garzón Valdés, Ernesto. Derecho. ética y poJítica, Madrid,
Cent~ de Estudios Constitucionales, 1993, pp. 573-609) .
. _E ste claro ejemplo lo he tomado de Ernesto Garzón Cf: "Estabilidad de los sistemas
pol1t1cos';
9
op. u/. cit., p • 577 •
. , _Virl.: Feigl, Herbert "Positivism" en Encyclopredia Britannica. DVD 2011, prresertim:
!lit l:ar/ier p0s111
·· 1 · .
10 p· v sm o'
'J V1ennese Heritage • ,
ienso en el azúcar común (suerosa)· substancia obtenida de la caña de azucar,
Penenec· ,
.
• bl
iente al grupo químico de los hidratos de carbono, de color aneo en es ª 0
t d
63
del cobre, la "destreza" de Aquiles. Sólo que estas res /atent
la presencia de ciertas condiciones para m anifestarse. es requieren
El azúcar es "soluble" porque todas las veces que se sumerge
se disuelve. El cobre es conductor de energía eléctrica porque e~ agua,
. . . . , s1ernpr
que esta corriente se le aplica, la trasmite, et sit cetera. e
Como estas propiedades son características definitorias de los ob·
tos, pueden ser llamadas: 'reacciones de identidad: como hace Er Je-
nesto
Garzón; 12 el azúcar es soluble aunque no la usemos; el cobre es condUC-
tor aunque aún no haya sido extraído de la mina.
El profesor Ulises Schmill sostiene que usar el argumento de enun-
ciados disposicionales produce una hipóstasis que duplica "'e1 objeto
de conocimiento. Al respecto sostiene que la solubilidad del azúcar, la
conductividad del cobre o la fragilidad del vidrio son una especie de
conceptos intermedios que funcionan como término relacional entre la
condición y la consecuencia. Schmill se pregunta si es posible expresar
estas relaciones entre condiciones y consecuencias sin recurrir a los tér-
minos relacionales y su respuesta es positiva. 13
Afirma -siguiendo a Gibert Ryle- 14 que los conceptos disposiciona-
les (una modalidad de los conceptos intermedios) son formas de pre-
sentación de enunciados condicionales y pone como ejemplo la fragi-
lidad del vidrio o la solubilidad del azúcar. El profesor Schmill acepta
que estos conceptos intermedios son sumamente convenientes, mien-
tras no se produzca una hipóstasis con los mismos y se les considere
causa o condición de los hechos descritos en el consecuente. "Fragili-
prt.esertfm : 138- l 40. ifMI11 d 1968 P· 41 fate libro de G1füt"rt R) 1,· nw ,u~1rió
1 ◄ Gilbert Ryle, Tite Concept o , '
la lectura de Schmill, Teorla del dertc/10 )' del Estado, cit.
64
dad"' "solubilidad"
d. .
o "conductividad" son adJ·er
1 ivos que nada d .
·ficar que sea 1stmto a o que expresa un enu . d pue e s1g-
ni _ nc1a o cond· · al is
Ciertamente -como senala Schmill- los conce t . icwn ·
- den na da a1 enunciado cond·p .os Intermedio
erfluos s1. no ana . s son
sUp 1cona;~n
1 e b
como el propio profesor Schmill concede, pueden s m argo,
1 er sumamente con-
venientes (e.g. para ese arecer un oscuro enunciado cond. .
. . ., d 1c10nal, como
ocurre en derech o con 1a adqms1c1on e 1a propiedad
Schmill pone como ejemplo introductorio). J6 que e1profesor
Por otro lado, la objeción podría
. superarse si estos adJ.et·lVOS, Slillp
. e-
1
mente nombran hech os descntos en las consecuencias.
En el caso de la creación
. . del derecho del cual aquí me ocup o no exis- .
te concepto intermedio: el 1udex dice ius est sto y el derecho se crea. Bas-
ta el dictum del iudex (acto condicionante) para que el derecho apa-
rezca.
--~:-:-------
15
44
U. Schmill, Teoría del derecho y del Estado, op. ul. cit., PP· 141 · 1 ·
i: 44
U. Schmill, op. u/. cit., vid:pra!sertim: pp. 137· 141 Y143 · 1 d·
. , que se puede traducir por "e1 tr lbunal conoce e1 erec .
. Expresion
ho" Expresión que
~ ~p . 1 ~
18 C art_icu ~rmente apropiada para nombrar esta secci ·
Y,, Tit. L1v. 1.8. I; Virg. Aen. 1. 507.
65
---,ar
... 1
Centrando su atención en las palabras los juristas romanos se perca.
tan que ius es un topónimo. En efecto, ~us ind~ca el lu~ar donde se pro.
nunciaba el derecho: "ius dicitur locus m quo zus reddztur, appellationes
collata ab eo quod fit in eo ubi fit . ... is locus recte ius appellatur."19 Ius in.
dica, así, el acto o el lugar de "administración de justitia"; el lugar del
ius dicere; el mismísimo acto del ius reddere, del pronunciamiento de!
derecho. 20
Así se explica la importancia primordial de la iurisdictio en el naci-
miento y desarrollo del derecho. Sobre esta cuestión dice Rudolf von
Ihering (1818-1892), con sobrada razón, que "[e]l origen del derecho
no data ... sino de la época de la creación de las funciones judiciales ...
(derecho] y administración de justicia son nociones sinónimas."21
El derecho surge a partir del momento en que es pronunciado. Por
ello no es extraño que ius signifique, en ocasiones, 'actos' o 'formalida-
des procesales' como se aprecia en las frases: in ius vocatio, interrogatio
in iure, et sit cetera. 22 Tampoco es extraño, sin embargo, que ius se refie-
ra a un precepto específico como se percibe en frases como ídem iuris
est, quid iuris est? o similares (v.g. cuando se plantea cuál es el derecho
que debe aplicarse). 23 Si, como señalé ius nombra la sentencia pronun-
ciada por el iudex, su plural: iura, señala, consecuentemente, el conjun-
t~ de las de.cisiones de los iudices, de ahí que, después, ius, por exten-
sión (o posiblemente desde su origen), se refiere, también al acto O al
instrumento en que el derecho se establece, esto es, al conJun · ' to de prce-
cepta o formulce •fijados. en un texto (e· g· leaes
6 ,
senadoconsulta, edz'cta).
De ahí las expresiones: 1us dare, ius statuere. 2<1
Por eso se sostiene que los iura (los derechos y e 1 d d •
· · b • iacu ta es e los m-
d1v1duos esta lec1dos en los pronunciamientos J·uct·1 • .
cia1es precedieron
19
D. 1, 1, 11: "... se llama derecho el lugar donde el d h
O
nombre de lo que se hace a dónde se hace ... ese lugar ~recl es apl icado, dando el
' at' ( eno1n 111 ·
derecho ." (Las cursivas son mías). ª correctamente
°
1
Ciertamente 'derecho' no es topónimo (como taiwioco 1 •
t Ot,/.aw ¡-11111 .· ,
el topónimo Jurfdleo de 1as 1enguas modernas es iuris clictio (ÓiKoa : ' 0, Recltt) ;
Uurrs· d'1c/10n,
· · · d.1ct10n, g,ur,'d'1Z1one, etc. ): pronunciami .
JlfflS ·ón"
rro.\ia)·· 1·.111••1st1·1cc1
~ 111 ll l 1d 11 1 1
toponlm111 Indica donde el derecho se dice"). ' · l'l· 1u (cuya
11 \lid. supra: en epígrafe, loe. cit.
66
al ius, entendido como conjunto de prcecepta y principios. El ius quo
populus romanus ~titur (el c~m~~ejo de norm~s que el_pueblo romano
aplica) tiene su ongen en alzcut tus esse utendz fruendz (en el ejercicio
del derecho de alguien), judicialmente establecido.25
Estamos ante el imperio de la palabra, imperio que se evidencia en
oxpresiones como: iu-dex. 26 Es el dictum del iudex (o de los demás iu-
ris Jactares) el dispositivo que crea el derecho. Por ello, el verbo dicere
domina las fórmulas judiciales. Así, ius (como ÓÍKT"] en griego) es una
expresión que nombra un dictum que lo crea. Con la mediación de es-
tos "actos de habla", se desarrolla toda la terminología procesal romana:
iuris-dictio, iu-dex, iu-dicare, iu-dicium, ius-tus, ius-titia, et sit cetera. 27
La situación era similar en la antigua Grecia. Los griegos llamaban
ÓÍK17 a las decisiones que ponían fin a los conflictos en el ágora, lugar
donde se lleva a cabo la Ó1Kaorro11Ía (i.e. iurisdictio). 28 El conjunto de
ÓÍKCXI (plural de ÓÍKT"]) constituye un cuerpo de resoluciones que se co-
noce como ÓÍKat-ov, expresión que nombra, como ius-titia en latín,
el significado de: 'aplicación del derecho'. Sustantivos que cubren, en su
totalidad, la actividad jurídica, constituida fundamentalmente por la
actividad judicial. 29
is \lid.: Kaser, M., Das altromisclie /us. Studienn zur Rechtsvertelhmg und Rechtsges-
cl,ichte Romer, cit.; Sohm, R., Institutionen Gescl1ichte tmd System des romiscl1e11 Pri-
1·11trec/1t, (ed. Por Ludwig Mitteis y Leopold Wenger), Berlín, 1929. Existe versión
española: hrstit11cio11es del derecho privado romano, trad. de Wenceslao Roces, México,
Editora Nacional, 1955 y 1975.
'" Esta expresión guarda una estructura semántica idéntica en diferentes lenguas:
111ed diss (ose.), ó1rn5- 1TÓA05 (gr.), eo-sago (ger.); todas significan: 'el que dice el de-
ll'lho'. Esto muestra que el derecho se dice. (Vid. : Benveniste, E., Le voc11b11/e1irt' dej
111~tit11t1011s i11cloe11roptie11es ll: Po11voir, droit religion, Parls, Les édititons de Minult, 1969,
pp. l lJO 194.
1' \licl.: Jlm/m 1. \licl. etic1111: Calhound, George Miller, ltltroduftion to the Greek Leg11I
,\ul'11ce, Aalen, Sc..lenti.1 Verlag, 1967 (re1mpres1ón de la versión de: Oxford Unlvc:rslt)'
l'rc:~~ de: 1944).
lH Vid.: 11,irri~on, A. R.W., 'llrt' I aw of Atlrem, Oxford, Oxfonl University Press, 1975,
67
◄
30
IJ. PRUDENTIA IURIS
Avo:~o:yópo:v
\
Ko:1 0aARv K
I
' C(J
T0U5 T0I0UT0U5 00<pou5 1
31
I µ€V,
~pov1µou5
ARISTÓTELES
30
Algunas de las ideas expuestas en esta sección se
encuentra 11 d .
extenso en mi libro: Razonamiento y arg1m1entac,ón Jtir,· 1. esarrolladas 111
, tea, -,. d l\, .
Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2009. Vid. pr~s~rtm, · S - .e · féxtco, UNAM,
· egund
posterlora. (lnterpretatio pr11denti11m), cap 1v, v y v1. " p.irte: Paradigma
31 Eth. Nic., 1141b 4-5. ·•y asl, -afirma Anstótdes- de Ar
. lJXJgor 1 11
y sus semejantes se dice que son [sólo] sabios ... (ni.is/ 110 ,. ¡ 's, 1,tles de Mileto
1 ru, t'lllt'" I'
traducción, trans~ribo la ver~lón de Antonio Gómez Robl,• 1 . ) · · n nianto n fo
' º· (tf,· Fr ·
versión en castellano y notas de Antonio Gómez Robfc:, t L. · '"' tllet>ma,¡uea
, o, 'N ·\ \ •
Inve,ttgaciones Filológicas, 1983 (Blbliotheca Scnp1oru111 t ;1 J • • l. ln~1icuto de
C:qlfU111
Mexicana), p. 141) c:t R11 1n,1norum
u '''Habilidad en arte y oficios' 'conocimiento de ...: 'but'n Jllt.iu' .
• l l1td1.
Ltddell, H.G. >Scott, R GrteA; Engllsl1 Ltxlron, Cit., p. 737). 8<'11, r.1 ... "'. ( Cf.:
68
> 1
Lo propio del prudente ... [consiste en] poder deliberar [ponderarJ acer-
tadamente ... [L]lamamos 'prudentes'... [a] los que calculan [sic) bien lo
conveniente ... Y así podría decirse que en general el prudente es el que
sabe deliberar [ponderar]. 34
La prudencia ... tiene por objeto ... [acciones] ... humanas ... sobre las
cuales puede deliberarse [ponderarse) ... El hombre [prudente] ... es el
que, ajustándose a los cálculos de la razón, acierta con lo mejor que
puede ser realizado por... [cualquier) hombre.35
69
i
\ La racionalidad epistémica se limita sólo a conocer;36 pero
ca) . ,h <,, , , . cuand
, ta responde a la pregunta ¿que acer. 1a razon practica busca l . o
es . , 37 a Jus.
1 tificación racional de la accwn.
La prudentia no es caprichosa ni arbitraria. La prudentia pro
l . . « . , d
con el mismo rigor que la ciencia; opera aJustan ose a los cálculos d
cede
la razón". 38 El primer momento de la prudentia consiste en la obtenció~
del conocimiento; pero el segundo, propio de prudentia (o, mejor, del
39
prudente) en decir qué hacer.
La prudencia no es estulticia (no debe). La prudentia no encubre ex-
travagancias ni fancies tales; se interroga al prudente porque éste sabe.
Nadie va pedir consejo u opinión a un idiota a menos que sea más idio-
ta que aquél. La prudencia, repito, opera sobre la base del conocimiento
y establece cual es la mejor acción que cualquier hombre racional pue-
de seguir en determinada circunstancia. Esta "justificación': no pudien-
do ser objetada (vencida) por otra, deviene la acción "correcta: la ac-
ción "válida''.
Al igual que <j)póvem s-, la expresión latina prudentia significa: 'co-
nocimiento', 'sabiduría: y proviene de prudens (tis): 'quien sabe de ante-
mano', '[quien] obra con conocimiento de causa: 40 Prudentia se aplica a
distintos campos del saber. Existen prudentes con diferentes habilidades
o capacidades: prudens rerum ('hábil en los negocios'), prudens reí mili-
tares ('versado en artes militares'). 41 Hubo, sin embargo, un campo de la
acción humana en que la prudentia era particularmente requerida y la
presencia de prudentes era imprescindible: la prudentia iuris.
36
Esto
. no . es del todo perspicuo. Un eJ·emplo claro lo const't 1 uyen 1a c1enc1 · ·a m éd tea
' y
demás c1 enc1as
.. de la salud,
. así como la enseñanza de oficios ( v.g. mus1ca , tecnicas y a1gu-
, • ) , .
nas hab1ltdades tecnológicas. Pero, aunque la distinción pued d d d' ,,
.. . . . a no ser e1 to o 1a1ana, en
nada afecta la utilidad de su d1stmc1ón.
37
Aquí, 'justificación' no se opone, propiamente a 'demo t 'ó , . , ,
• • , . - .. s rac1 n n1 men os aun a co-
1 1
noc1m1ento, s1mp emente sena a cuál es la mejor" (correct ál.d .
tada en el conocimiento puede realizar un h b . ª• v 1 a) acción que, susten-
, om re racional en d eter . d .
cia· J·ustificación que - como señala Aristótele _ " · d mma a c1rcunStan-
, s aJusta a a los cálc 1 d'
q ué hacer': La racionalidad es sólo una. Cuando aparece _ u os de la razón, ice
el moment0 (2 ) . .
a '¿qué hacer?' se interna en la racionalidad práctica. , 1.e. la respuesta
18 Loe. cit.
39
La astroflslca ha demostrado que los anillos de Satur11
no sólido. Sí ¿y? Quizás algún dla se tenga que tomar u o están
. ..
eompuestos d e but,1-
n.1 l 1ec1s10 11 b .
miento. A partir de entonces, y sólo a partir de entonct.>:. ···r.i.' en ase a ese conoc1
• d' un 1 .i - · <
!untad. ' ~~H,n: un ,,cto dt.' vo
°Cf: Blánquez Fraile, Agustln. Dicclom1rio Latírw-füpwlo/ e,
4
70
3. El oficio de jurista
'- "Se h.i dicho con frecuencia que sobre los escritos de los geómetras nada puede
,ump.irarsdes, en cuanto a vigor y agudeza, mas que con los esenios de los jurisconsultos
rom,ino~." (CJ: Epist. 1; Epist. 15) .
1
. ' L.i ,·oz scie11tia es el equivalente romano para emaTT)µll, Scientía pasó a los lengua-
1" 11 H>dt'rnos, pract1camente
· · ·
con las mismas caracterlsllcas ·· · · de sus us·os or,··
¡·mgu1sticas
~II\JIÍIJ\ , (P r
1
/'• iln lllf(I ('',
b ' . . .
.i .1 un reve comentano sobre el particular, Vrcf.: el c,1p1tu
.
' 1o. 111 Ana)
ºó ·
"ª
l ·t'
{ /' ·
· .irnrni Y metaciencia, de mi libro: Razonamiento y argumtnt,1C1 n ) 11' ' ru,,
11
'
· PP · '. · · · Los ui.os persistentes en la literatura latina son: 'conoc1m1ento, sa er'· · ·
., l 85) . . ' ' b
1 111
~:;;;:;' ; t'nto Lientífico: 'saber teórico'... 'arte'... (Blánquez Fraile, Agustm. Dicdoncirio
,," ->[>uno/, fi l., t. lJ, pp. 1401 -1402).
1
,-\r º~ S,•gundos analíticos (Ana/((ica Posteriora) constiture el principal trabajo de
llü _, ;º
htotde~ l
10 5
/{ .
ire el método científico; pero a éstos, podemos agregar: Ana ttca .prrora
tr~,libr - - 37), Plrysica (esp. 184a 10-194b 15), Meta physica (prresertrm: los primeros
lh: 980.i 22- I03b 16).
71
~ . - --nz
5. Genesis iurisprudentice46
5
' He anticipado que la formulacion (articulacion) en un Jengu · d ' ·6 d
. ,. . . aJe es con 1c1 n e
ex1stenc1a del derecho. ( \ 1d. ~upra: 1, I ). En diversos trabajos he abordado el problema del
d1scur o 1und1co (o de los d1scun,os JUndtcos), \' ,d. mi libro· E'/e,,, t
· en os pam una teor111
general del deruho, cit., Caps.: x v11, XIX, xx, xx11 r xx ,. r la biblio.,rat·· h ' . .d •
o ta a I re 1en a; y m1
.('
w •
articulo: El derecho. Una maquinaria que se mueve rnn palabras" . •, .
"' Para un.a exposición impresionante de este tema, \'id. SchulL ¡: . 11 . .
, rttl . , 1.>ton• o/ Ro
man /.eg11I St1ence, Oxord, Oxford Umversit) Preess, ( 19-16) ¡ %7. · ·
"CaJhtratu,. Libra l. Qua-.)f1Ut1111t1: Ml'ue,to 4ue nuntro em¡lt'r 1 1 ¡, • . l
. . • l ur -~l•pt1111l> Seve1u
ha decretado que. en ca•o~ de amb1guedadt's surK1d,h J~• las le)'t', ¡
. · · • ,l ,llllur l< 1.id dt' (,I\
cosab JU1gada• m1nterrump1damenle en d mismo st'ut1Ju llt'llt'll lul·t ,ad,· li:) ..
u J a 111rupr111lent111 com1enu en d periodo qut' )18llt' a la apan, 11111 d,· la, \ •
. . Jen,1,1. ant rtor. ( \'11' .; S,
. 1u1lt, Fr , , ¡ 1/ / ,,/,/,i,
Nada a.e conoce ,obr una Jurt,pru 11 11 . "
1 )
1
,.,, \ ,. ,.:,,,,,,,,,
72
En Roma, contrariamente a las cult
. , fi . ( uras que le
Y se cu It1vo. un o cw . una profesión49) cuya unic , . precedieron s . ,
f¡
cimiento (mterpretatw) del derecho. La t d . . , ª unc1on era el co _
., , urg10
-
ra ic1on ro so no
exacta aI co1ocar 1a cuna d e la ;·urisprud . mana es del tod
encia en el C 1 .
tín.ces,51 a los cuales correspondió, durante 1 d .º eg10 de los Pon-o
Republica, el conocimiento del derecho a , os os pnmeros siglos de la
nacimiento. A traves , de la interpretatio s1 como ,la cust0 d'1a de ese co-
. . d d 1 1os pontifices p .
el s1gmfica o e as XII Tablas. Esta circunst . h. roporc10naron
.d d . anc1a izo que 1 . . .
fuera cons1 era o compos1tum por los iurisnrud e zus czvzle
, .. r entes. 52
Por para d OJlCO que parezca, la innovación y s fi t· . ,
o s 1cac1on de 1 · •
prudencia deben su desarrollo al hermetismo d 11 . ª Juns-
• e enguaJe prescripf
vo. En efcecto, este h ermet1smo condujo a los ;·urist «• ,,
1-
. b . 1 d 1 as a integrar casos
no provistos a;o e tenor e derecho existente Fue as 1, d.
" · " fc' 1 · que me iante el
uso de 1as mismas ormu as se pudieron alcanzar deci·s 1·0 • d ..
. nes ;u zcia 1es
que, de otra ~anera, hubieran sido impensables en Roma. sJ Mediante
la interpretatw dada a los prcecepta iuris, la jurisprudencia reformufóS4
el ius civile. 55
La iurisprudentia, desde su origen, fue un oficio prestigioso. Sus "ope-
rarios" estaban bien entrenados y practicaban su oficio manteniendo los
cánones de la profesión. Los romanos, no obstante el significado literal de
iurisprudentia56 su elevado prestigio y utilidad dentro del marco de la ra-
cionalidad práctica, tuvo que esperar el momento en que los romanos le
a1fadirían la expresión scíentia. Para que la jurisprudencia romana fuera
llamada scientia': tuvo que adentrarse a una nueva fase. 57
73
6_Iurisprudentia seu Scientia iuris
La ciencia del derecho pert
enece
aquellas que no dependen de e ª
. . d d xpe.
rimentos, smlo e efiniciones, y.
tampoco, [a as que] están ligadas~
las demostraciones perceptibles po,
los sentidos...
G.W LEIBNITzis
74
de construir los conceptos jurídicos fundamentales y encontrar
. d 1 . .
Paces · neros) princip10s d .
e a JUnspru encia.
Jos (pru
Cualquiera que observe los escritos de los juristas romanos y los
re con los escritos de los geómetras griegos se percatará del cer-
cornp a . . 63
ano paralelismo que Le1bmtz encuentra entre ellos.
e En Roma emaTríµn se traduce por scientia y, por scientia, los roma-
nos, en el último siglo de la Republica, entendían: 'la sistematización de
una disciplina en genera y partes mediante la aplicación de los dos mé-
todos usados por lógicos y geómetras: Consistente en la observación de
los hechos singulares (eµrrEÍp1a) para obtener, por inducción (erra-
ywyrí), definiciones (opoÍ), hipótesis (Úrro8Éae15), conceptos (op10-
µoÍ), hasta alcanzar los (primeros) principios de una ciencia en parti-
cular. Y, en segundo lugar, deducción de nuevos enunciados a partir de
estas premisas. 64
Los juristas romanos saben que mediante la observación de los he-
chos singulares se "recoge" lo que ha sido repetidamente observado. Sa-
ben, también, que de la etapa de la experiencia (eµrreíp1a) se pasa a la
etapa de la ciencia, al encontrar el elemento común en los casos parti-
culares observados. 65 Y, por supuesto, saben que cuando los primeros
principios de la ciencia han sido descubiertos, éstos tienen que ser for-
mulados en proposiciones.66 En fin, los romanos saben que éstos son
los elementos básicos de una ciencia y sólo cuando esta construcción se
ha completado es posible hacer uso de ella.
Los juristas enfrentaron los mismos problemas que los "con truc-
tores" de cualquier ciencia particular. Los juristas tienen que determi-
nar el "material jurídico" existente: de entre los hechos del mundo em-
pírico; seleccionar aquellos que comparten atributos comunes. "Leer" el
material dado, por el "legislador,,: 'instancia reconocida como creadora
75
del derecho": v.g. /ex, sena~us cons~ltum, plebiscitum, c~nstitutio Prin
is, edicta ("qui ius edicendt habent ) y responsa prudenttum.67
p En la transición que va de 1o "smgu
. 1ar" a 1o "um~ersa
. 1" el paso c/a1
es la determinación de los rasgos comunes compartidos por el materi·
que los juristas tienen que m~n~ja~. De :;ta m~ner~, l?s ~u:istas dete;
m inan el campo de la sapientza tuns. La experiencia Jund1ca" es pOJ
I )
67
Cf.: Gayo, /ns/, 1, 2; J, 3 7.
bll Vid . Vid el capitulo JI
. 1: Ana/ytica po.stuiora. Ciencia y me/u ,.,.,, .
Razon11n11en10 y argumenl"c,ón j11rltlica, op. ¡_ cit. ~ lit/, l 1t' 1111 / 1t,
11 ru:
76
. con la publicación de las responsa a las quest·zones
bio se evidencia
carn n sometidas. Pero, como las responsa de los 3·uri·stas .
e les era . . . no s1em-
qu coincidían las controversias 3unsprudenciales (diferentes lecturas
pre ho) surgieron a la luz por vez primera.69
del derec . .
Con la actividad .de .los nuevos Juristas la jurisprudencia comien-
almente a difenr de su antecesora pontificia. Con ellos ap _
za gra du . . . are
n los primeros tratados sobre el zus czvzle. Fundamentalmente, estos
ce dos consistían en largas colecciones de opiniones dadas sobre ca -
trata
articulares. Poco a poco estas responsa empiezan a aplicarse a ca-
sos p d ,
similares y aparecen, ca a vez mas, nuevos conceptos jurídicos (na-
sos l ., d 1 .
mina iuris) o reformu ac10n e os ya existentes. Como v.g. el concepto
de quasi rupto introducido por Marcus Junius Brutus, 70 que permite la
aplicación de la Lex aquilia a n~evo~ caso~. 71 De esta manera las opinio-
nes comienzan a extenderse a s1tuac10nes musuales. 72
Muchas discusiones versaban sobre el alcance de las palabras 0 , más
bien, sobre el alcance y peso de los nomina iuris (categorías creadas por
palabras o conceptos generales). Una de las primeras controversias en-
tre los juristas romanos se refiere al concepto fructus. A fines del siglo
III se incrementó la costumbre de legar, de por vida, el uso de una pro-
piedad, conjuntamente con el derecho de gozar de los frutos que dicha
propiedad produce. Por supuesto la cuestión surgió sobre qué es exac-
tamente lo que cubre la expresión fructus. 73
69
Vid. Stein, Peter, Regulre Juris. From Juristic Rules to Legal Maxims, cit., p. 27.
iO Prcetor en 142 a. C.
71
Según la /ex aquilia si un individuo causa una pérdida a otro por quemarlo
fracturarlo o romperlo (quod usserit fregere ruperit), estaba obligado a repararla. Piensa
Peter Stein que seguramente se le preguntó a Marcus Junius Brutus; si alguien golpeaba
a una esclava y, como resultado del golpe abortaba, era éste responsable frente al dueño
de la esclava, Marcus Junius Brutus respondió: "... sí. .. como cuando lo es por algo roto"
(quais rupto. Cf: D. 9, 2 27, 22). Vid. Stein, Peter. Regulre Juris. From Juristic Rules to Legal
Maxims, cit. p. 28.
72
Un ejemplo es D. 41, 2. 3, 3. Es claro que en derecho romano uno podía adquirir
la propiedad de un terreno por posesión. Pero si con desconocimiento del poseedor
del terreno, resulta que había un tesoro enterrado, la cuestión era saber si el poseedor
adqui na · tanto el terreno como el tesoro. Señala Peter Stein que Marcus Jumus · Bru tus Y
Manus Manilius (Prretor en 155 o 154 a.C., Consul en 149 a.C.) sostenían que sí. (Vid.
Regul~ ¡ · F
. uns. rom Juristic Rules to Legal Maxims, p. 28).
73
Vid.: 5tein Peter, ibidem. Había mucha discusión particularmente sobre si el hijo de
t:u
~sclava podfa ser considerado fruto. Sobre este particular -dice el profesor escocés-
_lius Mucius Screvola (Prretor en 136 a.C.) y Manius Manillus sostenían que sí. Marcus
¡
unius
¡10 . . Brut us, por el contrario sostenía que no: (Vid.: ibidem ) neque en im in fructu
1nrn1s h ' h b ede
[pene orno esse potest (D. 7. l. 68: "... puesto que, ciertamente, un om re no pu
necer como l fruto de otro hombre''. ). (Lo que se encuentra entre corchetes es mío.).
77
En gran medida, los juristas estaban interesados, ínter afia, en b
'. . . ) ' d sa er
si ciertos hechos (insohtos o 1mprev1stos caian entro del campo
aplicación de un texto 3un · 'd1co
· o no. Estos "hechos,, eran ubicados de
sus lugares apropiados, ~o~o ent1'dad es d e_ "~1ases d e cosas,,, i.e. concep.
en
tos establecidos por los 3unstas para describir el derecho. Este ejercicio
se incrementa con el surgimiento de nuevas fuentes de derecho: plebis-
cita y edicta de los magistrados.
Aunque los juristas normalmente limitaban sus responsa a la de-
terminación del alcance de los textos (i.e. leges, senatusconsulta, et sit
ceteara), determinando el significado de un término o proponien-
do su aplicación extensiva, los juristas se dieron a 1~ tarea d; hacer
"generalizaciones";74 Para ello, recurrieron al uso de la Erraywyr¡.
Partiendo de la observación de un conjunto de casos individuales,
los juristas encontraban el elemento que les era común. De esta forma,
el método admirable y riguroso de los geómetras se convirtió en el más
importante elemento en la construcción de la jurisprudencia. Para ex-
plicar la experiencia jurídica, los juristas romanos tuvieron que cons-
truir "clases de cosas''. Así surgen los nomina iuris, y las regul~ iuris seu
ai' o:pxai).
Definitiones célebres de estos juristas son, v.g. las de nexum, fructus,
vi factum (coacción), ruta ca?sa (bienes accesorios), et sit cetera: Manius
Manilius dice: por nexum se entiende: omne quod per libram et ~s igeri-
tur in quo sint mancipia. "[nexum es] todo [negocio] que se celebre per
a?s et libram, incluyendo mancipia").75 Es fácil observar que ésta es una
definició~ ~u ~ co~prende a todos los casos que la satisfacen, incluyen-
do manctf za: 7 .Es importante observar el cambio que sufre el concepto.
En un pnnc1p10 nexum nombraba un acto mediante el cual un indivi-
duo garantizaba con su persona una deuda propia O ajena.77 Formulada
como definición general significa 'traslado de dominio'.
74
Vid.: Stein Peter, Regulre Juris. From J11ristic Rules to Leaa/ Ma x1ms,
· c,·t., pp. _., y .
75
o 9 30
Varro, De Ling.,
. Lat.,
. 25, 7, 105. (Lo
. que se encuentra entre corch etes es mio • ). El
profesor Peter Stem sugiere que a Mamus Manilius probablen1ente 1 . .
e 1.:onsu1taron s1 11e-
xum incluía ma11cipia y respondió que sl, porque nex11m se apli"·a .1 . 1 .
~, • cu,1 quier transao.:-
ción celebrada mediante el ritual per res et libram. (C:J.: Rcg11ltl! /ur,·,• · r"ro ¡ .. . R , -
, 111 llrlltlC II fS /()
Legal Maxims, cit., p. 30).
76
En singular: mancipium. Acto por el cual se ndc1uiere nodcr subrt' . , .
. . . . . ' ~< ~.,s o perso-
nas¡ designa también las res manc1p1, ,.e.. el pntnmo ~10 ,_1grnri~1 ( \'id. : llcrgcr, Adolt:
E11cyc/opnedlc Dlcctionary of Roman law, cit., p. 595. 111/ 1
et1c1111: <.,c1r,1,1 G,,rrido , .
, " 1,1nue1
J. Diccionario de j11rlsprudenc/a rom,wa, Madrid, Dykimon, 2000, p. 2J 1.)
77 Una Lex pretelia paplrla de 263 a.C. substituyó la gurnnt1u pcr~on.il dt'I deudor
la de sus bienes. (Vid.: Berger, Adolf. E11cyc/opaedlc Dicctionary ofRom,111 Le1w, cit., p. ic>/0
78
. . ta romano que proporciona clara evidencia de la influencia
El Juns M . S 1 78
. cía griega es Q. ucms caevo a, probablemente el más im-
de la cien •urista de 1a R epu'bl.ica. Con e' l, rap1
' ·d amente se alcanza la ex-
• d 1d h 79 Q M .
Portante J
. en la ciencia e erec o. . ucms Scaevola escribió un li-
' 1o e1 s1gm
celenc1a lleva por t1tu · •ficativo
· nomb re d e Liber opc.uv
' (el libro
bro quedefiniciones). 80 N o es en nmgun
· ' sent1·do extrano - que Q. Mucius
de las .
tenga la palabra gnega.
rna~na definición e~epcional de ?:
:"1ucius Scaev~~a se refiere al con-
de coacción, vi f actum (uso 1hc1to de la fuerza ) . A este respecto el
cepto . d. . fi t .d .d
'lebre Pontifex maximus, ice: vi ac um i vi etur esse, qua de re quis
ce rohibetur, fiectit.
· ("S e cons1.d era un acto rea1·izad o con coacción si
cum P ' s1.do proh 1.b 1.d o") .8 1 Q. Mucms
uien lo realiza 1e h ab 1a . evita el significa-
do ordinario de vi factum y muestra cómo es entendida la expresión en
el foro. Por ello su definición contempla casos en la que no existe coac-
ción física.
Otro ejemplo significativo es la definición de ruta ccesa. Q. Mu-
cius Sceavola, en el Liber Ópwv, dice en estos términos: In rutis ccesis
ea sunt. Qua terra non tenentur, quceque opera structili tectoriove non
continentur.("ruta ccesa comprende cualquier cosa (mueble} que no esté
unida a la tierra, (así1 como cualquier cosa que no pertenece a la cons-
. ' m. a 1a est ruct ura") .82
trucc1on
Es importante subrayar que las definitiones de Q. Mucius Scaevo-
la (como las de Manius Manilius o cualquier otro jurista) se constru-
yen sólo a partir de la observación del derecho (positivo); de la obser-
vación de casos similares sucedidos así, reteniendo el elem ento común
que comparten. 83
El paso clave en la transición de la iurisprudentia cautelar a la iuris-
prudentia epistémica se debe al paso de los singulares a la creación de
"clases de cosas" (de la experiencia juirídica) m ediante la determina-
ción del elemento común que las unifica. Este paso de los particulares
a los universales) es, precisamente, la inducción , i.e. snaywy1784 el mé-
todo mediante el cual se alcanzan, también , los primeros principios.85
7X C
onsu/ en 95 a.c. Pontifex maximus.
79
Schulz, Fritz. History of Roman Legal Science, cit., p. 41 .
XI) V'd
1
.: Stein, Peter, Regulre Juris. From Juristic Rules to Legal Maxims, cit., 1962, P· 36.
81
ci/ D. so, 17, 73, 2. Vid.: Stein, Peter, Regulre Juris. From Juristic Rules to Legol Maxims,
., p. 36.
Kl /) SQ .
Kj \/: t • 16,241. Vid.: Stein, Peter, lbid., cit., p. 37.
lbidern
11 .:
•-1A . .
x, n S\ . Topica, 1, 12; 105a 14
A. .
nst. Post. Anal. I. 18; 81b l.
79
Ciertamente, este método es propio de la geometría; pero A . ,
. 'd , 1· bl nstote[
-señala el profesor Stem- lo cons1 ero ap 1ca e a otras ciencia 86 es
. · 1 · ·
todo caso, así lo consideraron, y 1o h1cieron, os Junstas romanos.
s. En
Cuando los primeros principios son encontrados (mediante la .
ducción), estos tienen que ser f~rmulados en pro~osiciones. Sólo cu~~:
do este paso ha sido realizado, 1.e. cuando los pnmeros principios h
··
sido establecidos y formulados en propos1c10nes, eldfi an
e i cio conceptual
de la jurisprudencia está listo para funcionar. En las ciencias naturales
(v.g. geometría, física, et al.), cuando esta etapa se completa, es posible
· · • • 87
la deducción a partir de los primeros prmc1p10s.
9. Muestra didáctica
86 Vid.: Stein Peter, Regulae iuris. From juristic rules to Legal Maxims, cit., pp. 34-35.
87 Vid. El cap(tulo III: Analytica posteriora. Ciencia y meta ciencia de mi libro: Ra-
zonamiento y argumentación jur(dica, cit.
a8 La expresión griega, en su origen, significa: 'linderos', 'límites: 'mojoneras'. (Cf:
Liddell, H.G. y Scott, R. Greek-English Lexi'..on, cit., p. 570). La voz latina definitio (onis)
mantiene este sentido toda vez que definir es la acción de circunscribir; acción Je fijar
los limites .. :'. (Blánquez Fraile, Agustín, Diccionario Latlno-Esparlol. Espmlol-Latino, cit.,
t. II, p. 487).
89 Vid.: Steln, Peter. Regulre Juris. From Juristlc Rules to Legal Maxims, p. 45.
80
.¡
. cia de una lombriz gris, de tamaño med·
hªYcien 10cre que u 1
_ na repta por un momento sobre tierra neg n unes por
j 111ana . raen una · d'
ª L que hay es ciencia de los platelmitos de lo ,1. Jar mera ...
-No! o . d I d , sane idos, et sit e t
, h ce ciencia e e ase e cosas. De esta suerte h . e e-
Se a , no ay cien · d 1
ra .. , de Titius Octavenus quien, pálido, el quinto d ' d 1 cia e a
accwn . . Ia e as kale d
ro (i.e. 28 de d1c1embre), al ponerse el sol fue n as
de ene . , a casa de Lucius
. s hi;· de Lucms Marcellus, para proponerle 10
porciu , 0 , , . asses por usar la
ue le fue donada a este ultimo y que, a su muerte 1 . p .
casa q . , ucms orcms
'bi' ó como legado, porque el mmueble, sito en un fundo c t· •
reci . . on iguo a1
exodus, conviene a Titus Octavenus. A. lo que . Lucius Porc·ms, despues ,
de Consultarlo con . su esposa Hortensia Agnppa esa misma noch e, ac-
cedió al día sig~i~nte por 1a _tarde y s_e lo co_m unicó a Titius Octavenus,
por lo que convinieron r~umr~e un d1es fasti en presencia de cinco testi-
gos púberes y otr~s- func10nanos para ?ronunciar palabras rituales, por
las que, eo ipso, T1tms Octavenus se vw constreñido en fa necesidad, de
entregar 10 asses cada 20 días a Lucius Porcius, no obstante que no usa-
ra la casa a causa de la reuma ... et sit cetera. Téngase presente este ejem-
plo mientras se analizan los siguientes argumentos.
Jus puede ser representado como un subconjunto de la experiencia t:
6 = { X, X, X, X, X, X,X, X, X, .. . oo}
"' 1111• f
•
,
El capitulo · · de mi libro:
, • y meta c,encU1,
III: Analytica posteriora. C1enc1a
l<11zv111111 • 8
. liento y argumentación;·urídica, cit., pp. 771-8 · ( de
,1 ( ' • ¡O ¡y. La teor a
.cinw el soberano en la teoría de John Austin. Vid.: infm: capitu •
11Jhn Au~tin.
81
Después de delimitar su objeto (únicamente mandatos, órd
· ·
prohibiciones, perm1s1ones, est ablec1·d os por 1as mstancia
· creado enes '
. . d . . , ras 0
aplicadoras de1 derech o ), 1a JUnspru encia contmua con la general·
ción e introducción de conceptos para la descripción del derecho. s:~a~
mos que la ciencia describe sólo clases de cosas. 92 Pues bien, La iurt.
prudentia, en tanto scientia iuris, se ocupa de la clase de todos los act;s
que crean o aplican cualquier xP.
Supongamos que 'xP' sigue nombrando un precepto jurídico (o el
acto que lo crea o aplica) y que 'q' es una variable que cubre los siguien-
tes casos: (i) Un individuo tiene que pagar el cuádruplo de los bienes
que robó (Gayo, 3, 189). (ii) Un individuo que tiene que pagar porque,
habiendo recibido prestado un caballo para ir a cierto sitio, lo "llevó a la
guerra'' (Gayo, 3, 196). (iii) Un deudor que tiene que pagar por sustraer
un objeto de su propiedad entregado en prenda; (Gayo, 3, 200). (iv) el
de un tutor que tiene que dar garantía del buen manejo de los bienes del
pupilo (Gayo, 1, 199). (v) Un individuo que tiene que indemnizar a la
víctima por fraude (Gayo, 3,215). (vi) Un individuo que no puede edi-
ficar más alto para no tapar la luz del vecino; (Gayo, 1, 14). (vii) Un in-
dividuo que tiene que pagar por haber matado un cuadrúpedo propie-
dad de otro (Gayo, 3,210). (vii) Un individuo que tiene que indemnizar
por haber destruido un inmueble de otro (Gayo, 3,217; Inst. Just., 4, 3,
13). (ix) Un difamador que debe reparar el daño por afrentar pública-
mente a alguien (Gayo, 3, 220). (x) Un vendedor que tiene que entre-
gar la cosa vendida por haberlo convenido (Gayo, 3, 139); y así, a todo
el sinnúmero de actos que imponen a los individuos un vínculo (enca-
denamiento) jurídico que los constriña en la necesidad de realizar algo de
conformidad con el derecho. Si esto es así, entonces, para los juristas ro-
manos, 'q' se lee obligatio y se define así: iuris vinculum, quo necessita-
te adstringimur alicuius solvendre reí, secundum nostrre civitatis iura". 93
Donde nostrre civitatis iura se refiere a xP(s) y sólo a xP(s )'
92
Aristóteles d ice que "Suponemos tener ... conocimiento científico de una cosa ...
cuando pensamos que conocemos la causa de la cual el hecho depende, como la causa de
ese hecho y no de otro y, más aún, de forma que el hecho no podría ser de otra forma más
que como es" (Anal. Post., 71b 9- 11 ). En un conocido pasaje Aristóteles d ice:
La ciencia [...] nace cuando, de una multitud de nociones tomadas de la
experiencia, se obtiene un solo juicio universal. Puesto que juzgar que cuando Callias
estaba enfermo de cierta enfermedad, esto le hizo bien y, similarmente, a Sócrates
y en muchos casos individuales, es una cuestión de experiencia; pero juzgar que le
ha hecho bien a todas las personas de cierta constitución, raliembros de una clase,
cuando estaban enfermos de esa enfermedad ... esta es una cuestión de ciencia.
(Meta., 981a 7- 12).
93 Jnst. fu st. 3, 13, pr.
82
Ahora podemos hacer una teoría de las obligaciones; sabemos cuáles
son las fuentes de las obligaciones, quiénes son sujetos obligados; cuál
es su objeto, cómo se modifican, trasmiten, modifican, extinguen, et sit
cetera. De esta manera se hace ciencia de lo universal: Hay scientia iuris
para clases de cosas, en el caso, de las obligationes.
Hay que tener en cuenta que obligationes no es una cosa. Obligatio-
nes es un nombre, el concepto que designa una clase de cosas, a saber: el
conjunto de todas las entidades que satisfacen la regla de formación del
conjunto (iuris vinculum, quo necessitate adstringimur alicuius solvendce
rei, secundum nostrce civitatis iura").
Supongamos ahora que 'Q' es una variable que cubre otra clase de
casos (x), por ejemplo: (i) Verse en la necesidad de entregar una cosa
al haber recibido un precio cierto y en dinero (Inst. Just., 3, 23; D. 18, 1
y 5). (ii) Tener que cuidar y restituir una cosa que convino guardar (D.
16, 3; C. 4, 34). (iii) Tener que dar en garantía el bien inmueble acorda-
do (D. 20, 1, 3 y 6; C. 8, 13-35) Pagar un precio convenido por el uso
de un inmueble; (Inst. Just., 3, 24; D. 19, 2). (iv) Tener que llevar con-
vivencia marital por haber celebrado nupcias (D. 23, 2, 22; 50, 17, 30).
(v) Tener que realizar gratuitamente una transacción en beneficio de al-
guien con quien acordó (Ins. Just., 3, 16; D. 17, 1) (vi) Tener que devol-
ver puntualmente una suma de dinero recibida en préstamo (Gayo, 3,
90). Entregar los aperos de labranza como garantía del pago de la renta
pactada de finca rústica (D. 20, 1, 5, l); así como cualquier acuerdo de
voluntades que genere un vínculo que constriña a los individuos a reali-
zar algo de conformidad con el derecho. Es así que los juristas introdu-
cen el concepto de pactum (contractu): todo acuerdo de voluntades que
crea, modifica, transmite o extingue obligationes.
Por supuesto, pactum, como en su caso, obligatio, no es una cosa sino
el nombre que designa una clase de cosas; i.e. el conjunto de todos los
acuerdos de voluntades que crean, modifican, trasmiten o extinguen
obligationes que satisfacen P, i.e. secundum nostrce civitatis iura y sólo
así.
Supongamos que 'xQ' es una variable que cubre el caso de Titius Oc-
tavenus, como cualquier acuerdo (pactum, contractu) que constriña a
las partes en la necesidad de hacer algo conforme al derecho. Si esto es
así, entonces, para los juristas, el acuerdo de Lutius Octavenus y Lucius
Porcius es un contrato y le corresponden todos los predicados que con-
vienen a 'q: i.e. todos los predicados que convienen a todas las obligatio
nes ex contractu.
83
I
Así como se construye el concepto de obligationes o el de pacturn a ,
se establecen los demás conceptos jurídicos (matrimonium, tutela ) u, su.si
Jructus, possesion, et sit cetera). De la misma manera que se construyen
los conceptos de la geometría, de la mecánica, de la astronomía. Como
quiera que sea, este «pasd' lo realizan los juristas a 9través del mismo
, I
procedimiento traído de la ciencia griega: Erro:ywyri. 4
Los juristas, siguiendo las estrategias descritas en los Segundos ana-
líticos, (y demás ciencia griega) resuelven el paso, aparentemente pro-
blemático, de cómo puede la jurisprudencia describir la experiencia
jurídica, compuesta únicamente de entidades singulares y separadas,
mediante conceptos generales. Aplicando los razonamientos de la cien-
cia griega, los juristas romanos conciben su tarea como el conocimiento
falsifiable de lo que ocurre en la experiencia, en el caso de la experien-
cia jurídica.
'Jurisprudencia' significa 'conocimiento del derecho: Los romanos
como nota característica de la jurisprudencia afirman de ésta que es ((...
rerum notítia, iusti ataque iniusti scientia ..."95 i.e. «... el conocimiento
de lo que es lícito, como de lo es ilícito.. :'
94
Vid. El capitulo III: Analytica posteriora. Ciencia .
Y met,1 cie .
Razonamiento y argumentación jurldica, cit. nc,a, de mi libro:
95
Inst. Jusi., l. l , l ; D. l , 1, 10, 2.