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Ensayo: Cuidado del adulto y adulto mayor

La vejez es la última etapa del envejecimiento del ser humano, desde épocas antiguas se ha
visto de diferentes perspectivas; una carga, una molestia, un privilegio o beneficio. El
envejecimiento satisfactorio depende de una diversidad de influencias o determinantes que
rodean a las personas, las familias, las comunidades y el contexto en general. Es importante
también el género de la persona, hombres y mujeres envejecen diferentes, aunado a una
carga genética o posición social.

El envejecer de manera saludable o desfavorable se decide por así decirlo, 20 años


atrás de los 60 años, esto quiere decir que en el apogeo de nuestra vida realizamos
actividades que repercuten en nuestra salud futura, y puede ser para bien o para mal. Entre
ellas está el desarrollo de enfermedades crónicos-degenerativas, como puede ser la Diabetes
Mellitus, Demencias, Cáncer, Osteoporosis, etc.

El presente ensayo se estudiará los procesos básicos que se debe tener en cl cuidado
del adulto y adulto mayor.

Es importante decir que existen ciertos factores que de una u otra manera influyen
en la salud y ni cómo frenarlos, entre ellos está la carga genética, factores ambientales y la
menopausia, pueden afectar en la salud de la persona, pero, con una buena alimentación y
cuidado estos factores se aminoran.

El primer tema a estudiar es: La alimentación del Adulto. Lo ideal en la


alimentación es que, quememos la misma energía que se ingiere de los alimentos, evitando
ingerir más alimentos o en su defecto, quemar más energía de la que se ingiere, ninguna de
los dos en saludable.

A lo largo de nuestra vida ingerimos alimentos sin pensar en su carga calórica,


proteica o su glucosa, cuando somos adultos esto no se ve tan afectado, sin embargo, como
hemos dicho este desbalance repercute a la larga. Lo óptimo es tener una dieta equilibrada,
una dieta que incluya estos puntos:

 No debemos tener dietas tan excesivas (exceso de azúcar, minerales, proteína o


calorías), ni tan restrictivas.
 Se debe comer con moderación, moderando el consumo de carnes rojas y aumentar
el del pescado y aves, que son una fuente de proteína.
 Elegir productos con cereales, en especial con fibra.
 Aumentar el consumo de frutas y verduras
 Moderar el uso de sal, azúcar y grasas.
 Beber 2 litros de agua.

La alimentación del adulto mayor no es muy diferente de la del adulto, sin embargo, la
rodean múltiples mitos que llevan a los cuidadores del adulto mayor a restringir comida,
agua y productos que ellos creen malos para sus ancianos, si, si hay alimentos que es mejor
moderar su consumo, esto se debe a los cambios que experimenta nuestro cuerpo a esa
edad, como son las frutas por su alto contenido de azúcar, pero esto no quiere decir que se
tenga que quitar del adulto mayor. Se debe controlar la ingesta de grasa porque a esa edad
empezamos a perder masa magra para ganar masa grasa y eso a veces conlleva a obesidad
en el anciano, aunado a sus enfermedades propias de la salud, podría ser un factor
determinante para una muerte prematura.

El segundo punto a tratar es el cuidado físico del adulto. Es importante que, siendo
adultos, las actividades físicas sean parte de una rutina diaria esto para que se evite la
atrofia de nervios y ligada-duras del cuerpo, se evite la obesidad y se mantenga en un
estado saludable el corazón. Es importante también que las personas con una historial
familiar de enfermedades como es la diabetes, la hipertensión o cáncer acudan a revisión
médica para la detección y cuidado de estas enfermedades.

Evitar el consumo de alcohol y tabaco, drogas asociadas a enfermedades del pulmón


(Epoc, cáncer pulmonar, etc), y del hígado (Hígado graso, cirrosis, cáncer, etc).

El cuidado del adulto mayor se basa en la detección y control de enfermedades de su


edad como es: la perdida de la audición, vista y motricidad, evitar el deterioro en las áreas
cognitiva y física con ejercicios mentales, meditación y ejercicios relajantes. La práctica de
yoga, caminar, natación también ayudan a evitar el desgaste el cuerpo.

Con una edad avanzada los huesos se vuelven frágiles y corren el peligro de desarrollar
osteoporosis, dejando susceptibles a los ancianos a fracturarse con más frecuencia, por esta
razón hay que cuidar y evitar las caídas en esta edad. Se recomienda tener hábitos de
sueños estables (hora para acostarse) una mayor higiene corporal y cuidados en la piel.

Por ultimo veremos los cuidados en el área cognitiva. A lo largo de la vida son muchos
los factores sociales, psíquicos y biológicos que determinan la salud mental de las personas.
Como se ha mencionado, muestro historial familiar en ocasiones determina que tan
propensos estamos a desarrollar enfermedades como es el Parkinson, Alzheimer o
demencias. La salud mental influye en la salud del cuerpo, y a la inversa. Por ejemplo, los
adultos mayores con enfermedades como las cardiopatías presentan tasas más elevadas de
depresión que quienes no padecen problemas médicos. Por el contrario, la coexistencia de
depresión no tratada y cardiopatía en una persona mayor puede empeorar esta última. Lo
ideal que se puede hacer para detectar estas enfermedades es:

 el diagnóstico temprano para promover el tratamiento oportuno y óptimo;

 la optimización de la salud física, psíquica y el bienestar;

 la identificación y el tratamiento de las enfermedades físicas ligadas;

 la detección y el tratamiento de síntomas comportamentales y psíquicos difíciles; y

 el suministro de información y apoyo prolongado a los cuidadores.

En conclusión, podemos decir que de nosotros depende si tenemos un envejecimiento


exitoso o no, nuestros hábitos alimenticios, el ejercicio y el cuidado de la salud mental son
factores determinantes que, si se descuidan nos pasan facturas en la vejez, si bien tenemos
una predisposición genética en algunas enfermedades no quiere decir que no nos cuidemos,
porque no siempre se desarrollan esas enfermedades y si no nos cuidamos estamos dando
más peso para que las tengamos en la vejez.

Cuando estemos en la vejez de nosotros dependerá si somos personas ancianas


sanas (personas adultas que mantienen su interdependencia y capacidad para satisfacer sus
necesidades básicas), personas ancianas en riesgo (personas que debido a factores por la
edad o salud corren el riesgo de perder autonomía) y personas ancianas frágiles (personas
que han perdido su autonomía por padecer enfermedades de tipo físico o psíquico.
Bibliografía

Ham, Chande, R., Gutiérrez, Robledo, L., A. (2005). Salud y Bienestar del adulto
mayor en la Ciudad de México. Publicación Científica y Técnica No. 608. Ciudad de
México. Recuperado el 5 de noviembre de 2018 de:
http://iris.paho.org/xmlui/bitstream/handle/123456789/743/9275316082.pdf?sequence=1

Exposiciones en clase: Alimentación del adulto y adulto mayor, cuidado del adulto y
adulto mayor, psicología del adulto y adulto mayor.

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