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Resumen 11
Variedades de Constitución
Por ejemplo, en Gran Bretaña, donde el sistema jurídico constitucional reviste el carácter
de consuetudinario, ciertos documentos escritos han servido para trazar lineamientos
esenciales en la organización del Estado.
Las constituciones originarias han sido en verdad poco frecuentes. La tendencia general en
el mundo moderno ha sido la de ir adaptando las constituciones, a través del sistema de
sucesivas reformas, a los requerimientos del momento y a las circunstancias cambiantes
en la vida de los pueblos; solamente los grandes cambios revolucionarios suelen producir
nuevas formas constitucionales.
En el mundo moderno todo Estado tiene Constitución; pero ello no significa que todo
Estado tenga un régimen constitucional, entendiendo por tal, de acuerdo con los principios
que inspiraron el movimiento constitucionalista. En cuanto que la existencia de una
Constitución escrita no implica, en absoluto, el respeto de los derechos del individuo ni una
limitación al poder de los gobernantes. El profesor Loewenstein ha acometido en su
Teoría de la Constitución una nueva clasificación, que el llama “ontológica”, de las
constituciones, diferenciándolas según su carácter normativo, nominal y semántico.
Una Constitución puede ser jurídicamente valida, pero si la dinámica del proceso político
no se adapta a sus normas, esa Constitución carece de realidad existencial. Sera entonces
una Constitución meramente nominal. La Constitución nominal implica que los
presupuestos sociales y económicos existentes por ejemplo la carencia de educación en
general y de educación político en particular, la inexistencia de una clase media
independiente, los problemas derivados de la condición de subdesarrollo de un país y otros
factores operan en el momento actual contra una concordancia absoluta entre las normas
constitucionales y la práctica del ejercicio del poder.
Otras variedades de Constitución
las primeras son las de sistemas de partido único, como la de los países de “dictadura del
proletariado”; en las segundas se presenta una fuerte concentración de poder en el Estado,
las ter- ceras reconocen un amplio espectro de derechos individuales, sin perjuicio de
restricciones en situaciones de emergencia, pero encuadrando esas limitaciones según
pautas de razonabilidad.
Los usos nacidos de la vida política en el interior del Estado es lo que comúnmente se
califica como costumbre constitucional, diferente de la Constitución consuetudinaria,
puesto que esta resulta de tradiciones a las cuales no se opone ningún texto escrito
anterior, en tanto que aquella surge dentro de un Estado regido por una Constitución
escrita
Oscar Armando Echeverria Perez
Resumen 10
Nunca como cuando se trata del ejercicio del poder constituyente por el pueblo, resulta
más necesario diferenciar a este de la masa, materia de la que ya nos hemos ocupado.
Señala Messineo, El pueblo, único y verdadero titular del poder constituyente, no es
aquella masa amorfa e inconsciente, que se mueve como una avalancha o un rebano de
ovejas, sino aquella suma orgánica de seres inteligentes, destina dos siempre a actuar con
la plena conciencia de sus acciones y de sus fines, a los cuales deben ser dirigidos.
Expresa Fraga Iribarne, y por eso, al hacerlo, ni cabe que la comunidad este ausente de la
operación porque la tengan apartada, o porque ella misma se desinterese, ni tampoco que
en ese momento decisivo la masa cualquier masa desborde a quienes justa y
legítimamente deben encauzarla y dirigirla. No nos engañemos o creemos la palabra se
usa sin tensión especial que en la vida política, como en la vida humana en general, hay
criterios superiores de apelación basados en la raigambre histórica y unidad espiritual de
propósitos o misiones, y, todavía mas arriba, en supremos valores de verdad y de justicia,
o no hay mas que entregarse pero en todo y sin reservas al trágico relativismo mayoritario
que Kelsen simbolizaba en su famosa interpretación del juicio de Cristo y Barrabas ante
Pilatos: que esto es complicado y difícil, que se presta al subterfugio y a la estratagema
Que quien va a declarar auténticamente los valores supremos, en virtud de los cuales,
cuando proceda, el inocente pueda ser defendido contra todo el mundo.
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Fraga Iribarne considera que la autoridad constituyente es problema difícil, pero hay que
resolverlo. En cada caso, y en vista de la concreta solución, tendrá un resultado; pero no
podemos, en modo alguno, renunciar al único criterio resolutivo; y este no puede ser sino
el eterno, el irreductible derecho natural. “El derecho natural dice el citado autor español no
es solo una atenuante, es o no es. Y si es, la paradoja kelseniana se disuelve y cae por su
base. Podrá haber casos en que entre dos facciones en pugna, basadas tal vez en
egoísmos inconfesables y en meras relaciones personales en contienda de ambiciones, el
factum de la victoria sea el único criterio de tiranía de la historia. Pero en muchos otros sin
que nunca tengamos de un lado toda la razón y del otro todas las culpas, que no es así
como están el grano y la cizaña, verdaderamente habrá buenos y malos, o por lo menos
mejores y peores, o siquiera los menos peores siempre cabe apelar al supremo tribunal.
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FORTOUL, “existe un orden en las relaciones de los ciudadanos con el Estado, en las
relaciones de los poderes públicos considerados de un modo abstracto, y en las relaciones
de los individuos que ejercen directamente las funciones de gobierno”, y a este orden llama
Constitución, calificándolo de consubstancial con el Estado. Estima el citado autor que la
Constitución se forma obedeciendo al dinamismo natural que va transformando la
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sociedad, y las leyes constitucionales no son mas que fórmulas concretas de aquel orden,
que preexiste a la función del legislador. Considera JELLINEK que toda asociación
permanente necesita de un principio de ordenación conforme al cual se constituya y
desenvuelva su actividad. Este principio de ordenación será el que limite la situación de
sus miembros dentro de la asociación y en relación con ella. Una ordenación o estatuto de
esta naturaleza es lo que se llama una Constitución. Todo Estado, pues, necesariamente
ha menester una Constitución; un Estado que no la tuviere, sería una anarquía.
Según BLACK, en derecho público, una. Constitución “es la ley orgánica y fundamental de
una nación o Estado, la cual puede ser escrita o no escrita, estableciendo el carácter y la
concepción de su gobierno, sentando los principios básicos a los cuales su vida interna ha
de conformarse, organizando el gobierno y regulando, distribuyendo y limitando las
funciones de sus diferentes departamentos, y prescribiendo la extensión y manera del
ejercicio de los poderes soberanos.
Señala este autor que generalmente en el término Constitución están implicadas dos ideas
fundamentales. Una es la regulación de la forma de gobierno; otra es la garantía de las
libertades del pueblo. Pero la primera únicamente es esencial a la existencia de una
Constitución, mientras que la segunda ha sido el objeto principal de todas las
constituciones establecidas durante el último siglo. Considera Black que el despotismo no
es incompatible con una Constitución, como lo demuestra el ejemplo de muchas
constituciones en la historia. Sin embargo, piensa que ha prevalecido la concepción de la
Constitución que se vincula con la garantía de los derechos de los gobernados y
encaminada a especificar las libertades que se consideran sagradas y a establecer
previsiones para evitar que sean avasalladas por los hombres que ejercen el poder.
Especifica Black que las constituciones conceden y limitan los poderes de los distintos
departamentos del gobierno, pero, generalmente hablando, no son consideradas como el
origen o la fuente de la libertad o los derechos de los habitantes. Los llamados derechos
naturales existen con anterioridad e independientemente de las constituciones, las cuales
los enumeran y los protegen, pero no los crean. Se supone que todo el poder, todos los
derechos y toda la autoridad residen en el pueblo, en cuyas manos estaban antes de
sancionarse la Constitución.
Según Posada, la Constitución de un Estado alude a la unidad orgánica real del mismo, en
cuanto el Estado esta constituido concepto estático, pero además alude al modo o ley
según el cual el Estado constituido funciona —concepto dinámico—. La Constitución
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política, en su sentido amplio, comprende la totalidad de las instituciones políticas del
Estado y su ley. Que es una Constitución en un Estado constitucional, Afirma Posada que
una Constitución, en un régimen constitucional, tiene a la vez que un alcance político.
Como en todos los tiempos una significación expresamente jurídica, que es la que
caracteriza las constituciones de los Estados en los que puede hablarse, sin reservas, de
un derecho Constitucional. La Constitución, en estricto sentido, es un valor histórico, que
responde a un concepto que sintetiza la lucha por la liberación humana; es una afirmación
de la liberación jurídica y política de la personalidad frente a los usuarios o detentadores
del poder público.
SCHMITT Constitución es la forma especial del do- minio que afecta a cada Estado y que no
puede separarse de él; por ejemplo: monarquía, aristocracia o democracia, o como se
quiera dividir las formas de gobierno. Piensa SCHMITT una Constitución es válida cuando
emana de un poder es decir, fuerza o autoridad— constituyente, y se establece por su
voluntad. La relativización del concepto de Constitución según SCHMITT consiste en que en
lugar de fijarse el concepto unitario de la misma como un todo, se fija solo el de ley
constitucional concreta, pero el concepto de ley constitucional se fija según características
externas y accesorias, llamadas formales. Constitución en sentido relativo, significa, pues,
la ley constitucional en particular.
HELLER desarrolla {el concepto de la Constitución política como realidad social. Entiende
por organización, la acción concreta de dar forma a la cooperación de los individuos y
grupos que participan en el todo, mediante la supraordinacion, subordinación y
coordinacion de ellos, La Constitución del Estado no es proceso sino producto; no
actividad, sino forma de actividad; es una forma abierta a traves de la cual pasa la vida,
vida en forma y forma nacida de la vida. Considera HELLER que la Constitución Normuda
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consiste en una normalidad de la conducta a, normada jurídicamente, o extrajuridicamente
por la costumbre, la moral, la religión, la urbanidad, la moda, etc.
la Constitucion se distingue de las otras fuentes del derecho en virtud de sus destinatarios
típicos: si no todas, casi todas las normas constitucionales se refieren no ya a los
ciudadanos particulares, y ni siquiera a los órganos jurisdiccionales comunes, sino a los
órganos constitucionales supremos (como el jefe de Estado, las Cámaras, el gobiemo, la
Corte Constitucional, etcetera). En fin, el termino Constitucion es comúnmente utilizado
para referirse a una fuente del derecho a un documento normativo que se diferencia de
cualquier otra fuente por algunas características “formales”.
Puede decirse que la Constitucion es fuente del derecho por entender, simplemente, que
los enunciados constitucional es expresan normas (ya sea normas en sentido genérico, ya
sea normas en sentido estricto, o sea mandates), las cuales regulan cuando menos la
organización del Estado y las relaciones entre el Estado y los ciudadanos. Un segundo
sentido, puede decirse que la Constitución es fuente del derecho por entender que las
normas constitucionales cuando menos, bajo un régimen de Constitución rígida son
idóneas:
A. Para abrogar y/o invalidar (se trata, en este caso, de invalidez sobrevenida) normas
anteriores de rango subconstitucional materialmente incompatibles con ella.
B. Para invalidar normas sucesivas de rango subconstitucional formalmente disconformes
o materialmente incompatibles con ella. Este segundo modo de entender la tesis en
cuestión es menos obvio desde el momento en que, en Italia, la doctrina y la
jurisprudencia, al menos en relación con algunas normas constitucionales, han sostenido
una opinión contraria. En un tercer sentido, puede decirse que la Constitución es fuente
del derecho por entender que las normas constitucionales son idóneas para regular
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directamente no solo la organización estatal y las relaciones entre el Estado y los
ciudadanos, sino también las relaciones entre particulares, y son, por
tanto,susceptibles de aplicación jurisdiccional por parte de cualquier juez y no solamente
por parte del juez constitucional).
Así, las diversas órdenes religiosas tenían sus propias “constituciones”, y estas también
reglan en los monasterios y conventos. Eran estatutos (instituto) aprobados por el
soberano pontífice. El fenómeno urbano fue cobrando importancia y con el del
surgimiento de una nueva clase, la clase burguesa cuyo ámbito de vida e intereses
era muy diferente al de los estamentos feudales y eclesiásticos.
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Los burgueses aspiraban a una mayor libertad, entendiendo este concepto no solo
como un derecho natural sino como algo útil, pragmático, que facilitarla sus
actividades productivas. De ahí surgió su lucha por conseguir la autonomía de las
ciudades mercantiles, la cual se obtuvo a través de las Cartas ofueros comunales,
que significaban un nuevo concepto de Constitucion. En ellas se limitaban los
derechos señoriales y se garantizaban los de los burgueses, organizados en
corporaciones de oficios o guildas, entre otras cosas para darse su propio gobierno.
Al final de la Edad Media y bajo las monarquías absolutas de los siglos XVI y XVII,
se entendió por constitución “las ‘leyes importantes dictadas por la exclusiva
voluntad del monarca”, en tanto que se siguió denominando cartas, estatutos u
ordenanzas, al cuerpo de leyes fundamentales que, con la participación de los
súbditos, daba el principe para organizar la comunidad y, en especial, las ciudades
libres. Pero, al mismo tiempo, a lo largo del siglo Muchos humanistas, filósofos y
juristas buscaron definir la esencia de la Constitucion. BOSSUET utilizo el término asi: “La
buena Constitucion del cuerpo del Estado consiste en dos cosas: en la religión y en la
justicia. Estos son los principios interiores y constitutivos de los Estados. Para MONTESQUIEU
Para RUDOLF SMEND la Constitucion es “la ordenación jurídica del Estado, mejor dicho, de
la dinámica vital en la que se desarrolla la vida del Estado, es decir de su pro- ceso de
integración. La finalidad de este proceso es la perpetua reimplantación de la realidad total
del Estado: Y la Constitucion es la plasmación legal o normativa de aspectos determinados
de este proceso”, EMILIO FERNANDEZ VASQUEZ, define como “conjunto de principios y reglas
fundamentales de un Estado con las que han de estar conforme todas las leyes y actos
que emanen de los poderes públicos”. Una Constitucion autentica de acuerdo con el
diccionario de CABANELLAS “muestra la voluntad de regirse un pueblo como Estado de
derecho y su vocación de aceptar normas condignas con la cultura, la libertad y el deber
social de los tiempos. BURKE y DE MAISTRE, ha sostenido que la Constitucion no es otra
cosa que la forma de ser tradicional de un pueblo y de sus instituciones políticas, que solo
la historia, y no la razon y la voluntad humana, puede moldear.
Konrad Hesse señala con claridad que “entender el Derecho constitucional vigente implica
la comprensión previa de su objeto: la Constitucion. Solo a partir de dicha comprensión,
permite al Derecho constitucional identificar los problemas constitucionales, as\ como dar
respuesta adecuada a los mismos. La problemática que encierra hallar un concepto
adecuado de Constitucion incluye el contexto histórico concreto mismo en el que se
pretenda articular realmente dicho concepto, pues aun cuando existe una diversidad de
concepciones, estas pueden estar condicionadas por una serie de factores propios de cada
sociedad.
Kelsen lo explica así: “el orden jurídico no es un sistema de normas de Derecho situadas
en un mismo piano, ordenadas equivalentemente, sino una construcción escalonada de
diversos estratos de normas jurídicas. La Constitución, bajo estas intigenes
normogeometrizadas, desemboca en una norma puramente formal, sin contenido ni
sustancia alguna, alejada de una realidad política y social palpitante; construcción a la que
evidentemente no se le puede negar su rigor idelogico-jurfdico depurador, pero si se le
puede imputar una exagerada desconsideración y negación de los fenómenos socio-
políticos.
Garcia-Pelayo da importancia que presenta la consideración de la realidad en las
soluciones a conflictos en la di mi mica de la vida del Estado, señala que “partiendo de
supuestos filosóficos como de las condiciones reales, hay una tendencia a considerar
como imposible la predeterminación de las situaciones y, por consiguiente, de las re- glas a
ellas aplicables; a entender que la rigidez y estabilidad de la ley eleva consigo la
imposibilidad de regular eficazmente el dinamismo inherente a la vida social”.