La familia es ordenada por Dios. El matrimonio entre el hombre y la mujer es
esencial para Su plan eterno… La felicidad en la vida familiar tiene mayor probabilidad de lograrse cuando se basa en las enseñanzas del Señor Jesucristo. La familia es la institución número uno de la sociedad, es donde aprendemos y ponemos en práctica los valores, constituye la base para el desarrollo y progreso. Es, quizá, el único espacio donde nos sentimos confiados, plenos; es el refugio donde nos aceptan y festejan por lo que somos, sin importar la condición económica, cultural, religión a profesar. Para nuestros antepasados la familia era integrada por la madre, el padre y los hijos. En la actualidad, el concepto no sólo se centra en los lazos de sangre, ahora nuestra familia puede ser el grupo de personas con el que nos sentimos protegidos, amados y felices. Por ejemplo yo orgullosamente pertenezco a La familia Inscreyana Tener una familia es cimentar una buena educación, formación y valores. Aquí se construye la formación de la personalidad de cada uno de sus miembros. La familia es el pilar sobre el cual se fundamenta el desarrollo psicológico, social y físico del ser humano; en la familia es donde se nos enseñan las responsabilidades y obligaciones, en la familia es donde actuamos con la mejor visión de nosotros mismos. Algunas personas no encuentran amor, respeto o apoyo en sus familias, y es ahí cuando deciden alejarse y salir a buscar refugio en otras distracciones donde ponen en riesgo su integridad física, mental y emocional. El ser parte de una familia es una gran bendición. Tu familia te puede proporcionar compañía y felicidad, ayudarte a aprender principios correctos en un ambiente de cariño y prepararte para el futuro. En la familia se quiere, se valora y se respeta a la persona por lo que es, no por el cargo que ocupa o la actividad que ejerce. En la familia la persona descubre su dignidad y valor. Además, la familia aporta estabilidad, seguridad y protección a cada uno de sus miembros. Si todos creciéramos dentro de un seno familiar, la sociedad se enfrentaría a menos problemáticas: Tendríamos el sentido de responsabilidad bien definido, habría menos violencia (dentro y fuera del hogar) y más respeto tanto por la naturaleza como por el entorno social. Sin embargo, no todos tenemos la dicha de nacer y crecer en el seno de una familia tan amorosa, estable y unida como la mía, gracias papi, gracias mami por brindarle a mis hermanas y a mí su apoyo y amor incondicional. Muchas gracias.