Vous êtes sur la page 1sur 234

Chazown

(se pronuncia kazón)


es la transliteración del hebreo al inglés de
la palabra que significa sueño, revelación o
visión.
(La transliteración del hebreo al español es jazón).
Tú naciste con tu propia chazown.
^iSabes cuál es?
Estás invitado a la odisea más insólita: encontrar, poner nombre y vivir tu
chazow^n. Es un viaje que nunca olvidarás porque es imposible regresar igual.
Práctica, sorprendente, fresca en lo visual y sana en lo bíblico, la experiencia
chazow^n te ayuda a entender con claridad lo que siempre habías sospechado:
Tú no eres un accidente. Te crearon y pusieron en esta tierra para un propósito
único e importante... una chazovs^n. Y Dios quiere que la vivas con
pasión y satisfacción para su gloria.
Sin embargo, ;dónde comienzas tu búsqueda? Como Craig Groeschel te
mostrará, tu propia chazow^n está oculta justo bajo la superficie de tu vida en
tres esferas que a menudo se pasan por alto: tus valores centrales, tus dones
espirituales y tus experiencias del pasado. Una vez que descubras tu chazown
personal, la convertirás en un credo de mucha motivación, completado con
metas a corto plazo, pasos activos y una red para rendir cuentas que
hará que tu gran sueño se haga realidad.
Busca tu chazow^n y al mismo tiempo mejora cinco aspectos críticos de tu vida.
Esas «chazow^ns con ‘ c” minúscula» son tu relación con Dios, tu relación con la
gente, tus finanzas, tu salud y estado físico y tu vida laboral.
¿Estás viviendo el sueño de alguna otra persona para tu vida
o ningún sueño en absoluto?
Prepárate para la chazown.
C R A I G G R O E S C H E L es pastor principal de la LifeC hurch.tv, una de las
,P iN iglesias de más rápido crecim iento en los Estados Unidos. Tam bién una de
í las prim eras iglesias en varios campus, L ifeC h urch lleva a cabo treinta y una
^ reuniones de adoración a la semana en ocho lugares diferentes. Craig, su
esposa, A m y, y sus seis hijos viven en el área de Edm ond, O klahom a, donde
^ LifeChurch.tv^ com enzó en 19 9 6 . L a pasión de C raig y A m y es guiar a las
personas para que lleguen a ser seguidores de C risto consagrados por com pletos.
ww^v. chazown.com

M EDITORIAL
^UNILIT
Producto: 495517
Vida cristiana / Vida práctica / Crecimiento persona
Publicamos ¡xini la faniüia"
l
«Craig Groeschel es una destacada voz entre la nueva generación de comuni-
cadores. Sabe cómo expresar las necesidades más profundas de las personas y,
aun mejor, ayudarles a identificar y perseguir con pasión y propósito el sueño
que les ha dado Dios».
JOHN MAXWELL
Escritor, conferenciante y fundador de INJOYStewardship Services y EQUIP

«¿Necesitas ayuda para dar en el blanco de la vida? ¿De una vida mejor? ¿De
una vida con más significado y propósito? Esa ayuda está aquí, en lo que tie­
nes en tus manos en este momento. Craig Groeschel es un maestro a la hora
de abrir la vida y dejar que penetre la luz. Por tanto, si quieres una visión más
clara y nítida, Chazown es el libro adecuado para ti».
ROBERT LEWIS
Pastor de la Fellowship Bible Church y fundador de Mens Fratemity

«Craig Groeschel es el paradigma de la innovación. Ha captado la onda de lo


que significa alcanzar al mundo para Cristo y está llevando a cabo la carga de
desafiar el statu quo en cuanto al modo de vivir de la iglesia. Chazown te pondrá
en órbita. Así que sube, abróchate el cinturón y haz este viaje de toda una vida».
OBISPO EDDIE L LONG
Pastor principal de la New Birth Missionary Baptist Church^ Lithonia, Georgia

«Craig Groeschel ha sido capaz de dirigir una de las iglesias de más rápido
crecimiento en los Estados Unidos y tener a la vez una vida propia y una
familia sana y amorosa. Ahora nos abre la puerta a los secretos de su visión tan
clara como el agua y su enfoque agudo como un rayo láser. No es magia. No son
unos dones increíbles. Es CHAZOWN. Deja que Craig te muestre la manera
de descubrir la visión y el llamado únicos de Dios para tu vida y los sencillos
pasos de alineación que hacen de la CHAZOWN de Dios tu realidad».
LARRY OSBORNE
Pastor de la North Coast Church^ Vista, California

«Conocer a Craig Groeschel es sentirse abrumado con una visión del tamaño
de Dios. Él es brillante, pero siempre un aprendiz. De éxito, pero humilde.
Seguro, pero dependiente de Dios. Un líder comprometido a ayudar a otros
a cumplir su propósito en este planeta. Craig no habla sobre la visión; él la
personifica».
DR. SAMUEL R. CHAND
Consultor sobre liderazgo y rector honorario
de Beulah Heights Bible College, Atlanta, Georgia
«Descubrir significado y propósito en nuestra confusa cultura es como
encontrar el camino en una noche oscura y con niebla. Se necesita luz y un
experimentado guía para obtener ayuda. Por fortuna, tu guía, Craig Groeschel,
ha proporcionado esa lámpara en Chazown. Y el resultado es una visión más
clara para el viaje de la vida».
ROBERT V. CUPP
Pastor maestro de la Fellowship Bible Church, Northwest Atlanta

«Craig Groeschel y la iglesia Life Church están a la “vanguardia extrema” de


lo que la iglesia podría ser en un futuro no tan distante. Me encanta su visión,
pasión, creatividad y disposición para hablar de lo que han aprendido. Craig es
el tipo de líder que crea seguidores entusiastas de Cristo que creen que los
únicos límites son los de la visión».
GREG SURRAT
Pastor de la Seacoast Church, Carolina del Sur

«Craig Groeschel tiene sueños del tamaño de Dios. Sin embargo, es también
una de las personas más prácticas que conozco. No puedes acercártele sin que
te infecte la visión. Y su iglesia, Life Church, es como una que toma esteroides.
La creatividad rebosa por cada uno de sus poros, dejando un rastro para que
las iglesias lo sigan si quieren impactar en la cultura. Si necesitas una dosis de
visión, tómate la píldora de Chazown».
M a r k Ba t t e r s o n
Pastor principal de la National Community Church, Washington, D.C.

«Una explicación del reciente fracaso de tantas instituciones en los Estados


Unidos es el fracaso de la imaginación. Una de las razones de la expansión de
los ministerios creativos en LifeChurch.tv es que la imaginación de Craig
Groeschel eleva el límite de lo que de otro modo podría haber sido simple­
mente una nueva misión más. Si quieres aprender del pastor del siglo XXI
más creativo de los Estados Unidos, escucha a Craig Groeschel».
LYLE E. SHALLER
Consultor parroquial

«Craig tiene una fresca visión catalítica de lo que podría ser la iglesia... ¡un
lugar de gracia rebosante de creatividad, risas e innovación! Creo que Craig
es un líder para la iglesia de la siguiente generación».
DAVE GIBBONS
Empresario social, miembro de la Junta de World Vision y pastor principal de la iglesia
NewSong Multisites en Bangkok, LA, Irving, y el condado de North Orange
«Mi Chazown se resume en la frase: vivir la realidad de Cristo. Esta única afirmación, a
pesar de lo simple que puede parecer a primera vista, ha revolucionado mi vida. Mis valo­
res personales, dones y experiencias me han llevado a una pasión por dirigir a las personas
a vivir la realidad de Cristo en cada esfera de la vida. ¡Las luces están encendidas! Veo el
propósito de Dios para mi vida y cómo cada esfera de mi vida puede ayudarme a alcan­
zarlo».
BRANDON, 32 años de edad

«Este año pasado mi esposa y yo comprendimos que debido a la deuda y a malas decisio­
nes económicas, éramos incapaces de responder cuando Dios nos llamaba a dar, a ser acti­
vos en las misiones o a cualquier otra cosa que pidiera Él. Dios usó el mensaje de Cha­
zown para encender un fuego en nosotros por querer ser libres de la deuda con rapidez. Ya
hemos liquidado una tarjeta de crédito, y estamos en camino de pagar todas nuestras
deudas (incluyendo la de nuestra casa), ¡en menos de seis años!».
DERRICK, 29 años de edad

«Una cosa que la enseñanza de Craig en Chazown me ha ayudado a comprender es que


Dios no desperdicia el tiempo. Ahora tengo claro que Dios está usando todas las expe­
riencias de mi vida: personales y profesionales, buenas y malas, a fin de llevar a cabo su
visión para mi vida. Me ha dado una mayor apreciación de algunas de las experiencias de
la vida que, si hubiera sido por mí, nunca hubiera decidido pasar. Además, tengo un
mejor entendimiento sobre cómo puedo aprovechar para bien la experiencia en que Dios
me tiene en la actualidad».
JERRY, 42 años de edad

«A medida que documentaba mis valores principales, dones y experiencias, oraba para
que Dios me revelara con exactitud lo que eso significaba para mí. Él respondió mi ora­
ción. ¡Estoy aquí para ser determinante en la vida de los niños! Mi misión es colaborar
con los padres de modo que les proporcione a los niños las habilidades, experiencias y los
recursos que los capaciten para llegar a ser consagrados seguidores de Cristo. Conform e
he continuado persiguiendo el llamado de Dios en las elecciones que hago en mi ministe­
rio, Él continúa equipándome para cosas mayores. Me siento m uy bendecida de poder
dar gloria y honor a Dios cada día al cumplir su llamado en mi vida».
DEIDRA, 28 años de edad

«Cuando estaba en medio de una transición de trabajo teniendo delante diferentes opor­
tunidades, regresé a lo que me reveló Dios en mi Chazown. Uno de mis valores centrales
lo constituyen las relaciones y fomentar la comunidad relacional a través del servicio.
Tengo dones de pastorado y liderazgo. Y tengo mucha experiencia en el trabajo con
voluntarios. Ese conocimiento me permitió ver con claridad que Dios me llamaba a tra­
bajar en un ambiente m uy práctico y personal. Después de un año, no puedo imaginar
estar haciendo otra cosa diferente a lo que tengo el privilegio de hacer ahora».
GINA, 33 años de edad

«Dios me ha mostrado que mi Chazown es estar cerca de Él y mostrarle al mundo a través


de la música y las palabras».
BRIAN, 30 años de edad

«Hace un año mi esposo y yo estábamos sin hogar y sin empleo, y con dos niños pequeños.
Ahora, ambos tenemos trabajo y nuestro propio hogar. Dios me está mostrando que mi
Chazown es participar en el ministerio con niños en algún lugar, de alguna manera. Por
tanto, he comenzado a servir en el ministerio con niños de nuestra iglesia, LifeKIDS. M i
esposo Y yo hemos sido muy bendecidos. Dios es bueno de verdad».
MISTY, 30 años de edad

«Después de una lucha de toda la vida con mis pensamientos, Craig enseñó sobre Cha-
zown. Dios me habló y me mostró que mi Chazown es vivir libre y conducir a otros a la
libertad. Desde hace más de cuatro años me liberé de la pornografía y de unos pensa­
mientos débiles. Y mi matrimonio es más intenso de lo que nunca imaginé que podría ser».
CHRIS, 34 años de edad

«Después de leer Chazown^ Dios me dio la visión de estar en mejor forma física. Lo pri­
mero que hice fue estacionar en el aparcamiento del sur y usar las escaleras para llegar a la
oficina. Después caminar durante la hora del almuerzo y cambiar mis hábitos alimenti­
cios para incluir sobre todo verduras, carne y frutas. Cuando seguía sin perder tanto peso
como me había propuesto como meta, me uní a un club de salud y comencé a nadar.
Ahora nado de veinte a veintidós vueltas cuatro días a la semana, ¡y me encanta! Aun así,
me habría perdido toda esta bendición si no hubiera perseguido lo que me mostraba
Dios. Con la ayuda de Dios, perderé todo el peso que tengo como meta. ¡Él es bueno!»
JOANN, 52 años de edad

«Mi Chazown es usar mis talentos y capacidades para inspirar a los que me rodean a fin de
que busquen y encuentren el amor y la gracia de Jesucristo. Sin embargo, cuando entendí
eso por primera vez, estaba sentado delante de una computadora en mi oficina, que resul­
taba ser una habitación aislada. ¡Y yo soy una persona muy dada a las relaciones! Mi situa­
ción de trabajo ahora casi me parece divertida, pero en aquel momento mi corazón estaba
triste. Dios me dijo con claridad: Con tus experiencias en la vida y tu personalidad... es evi­
dente que te he llamado a algo más que esto. Seguí su dirección, y ahora estoy guiando a
otros y edificando relaciones con nuevas personas cada día».
TONI, 36 años de edad

«Tenía la visión de hacer una presentación de seguridad en vehículos a conductores jóvenes,


pero siempre encontraba una excusa para no comenzar. Cuando Dios me mostró mi
Chazown, comprendí que ya no debía seguir retrasándome para poner en acción mi
visión. Me llevó alrededor de dos años establecer un programa de seguridad en vehículos,
pero mi presentación ha obtenido respuesta positiva».
BARRY, 41 años de edad

«Uno siempre oye esas estupendas historias de personas libres de deudas y del modo en
que se liberaron de la carga económica, pero yo me preguntaba cómo esa podría llegar a
ser alguna vez mi propia historia. Más de cien mil dólares de deuda en tarjetas de crédito,
préstamos para estudios, facturas médicas... estábamos bajo todo eso. ¡Entonces llegó
Chazx)wn\ Con la ayuda de Chazown y tres años de decisiones cada vez mejores, ¡al fin
pudimos celebrar por estar libres de deudas este año!»
DAVID, 35 años de edad

«El centro de mi vida era siempre el trabajo y el rendimiento, y los resultados eran previsi­
bles: estrés en mi matrimonio, distanciamiento de mi familia y agotamiento en mi traba­
jo. Dios me mostró que mi verdadera Chazown es, ante todo, mi esposa y mi familia, y
luego permitirle a Él usar mis talentos y capacidades para estar en las misiones. Hoy en
día mi matrimonio no podría ser mejor, y mi ministerio es más significativo y satisfacto­
rio de lo que fuera jamás».
DANNY, 47 años de edad
CHVQmm
UNA MANERA DIFERENTE DE VER. TU VIDA

CR.AIG GB.OESCHEL
Publicado por
Editorial Unilit
Miami, Fl. 33172
Derechos reservados

© 2007 Editorial Unilit (Spanish translation)


Primera edición 2007

© 2006 por Craig Groeschel


Originalmente publicado en inglés con el título;
Chazown por Craig Groeschel.
Publicado por Multnomah Publishers, Inc.
601 N. Larch Street
Sisters, Oregon 97759 USA

Todos los derechos de publicación con excepción del idioma inglés son contratados exclusiva­
mente por GLINT, P O. Box 4060, Ontario, California 91761-100 3, USA.
(All non-English rights are contracted through: Cospel Literature International,
PO Box 4060, Ontario, CA 91761-100 3, USA.)

Reservados todos los derechos. Ninguna porción ni parte de esta obra se puede reproducir, ni
guardar en un sistema de almacenamiento de información, ni transmitir en ninguna forma por
ningún medio (electrónico, mecánico, de fotocopias, grabación, etc.) sin el permiso previo de
los editores.

Traducción: Belmonte Traductores


Diseño; Katherine Lloyd, The DESK

A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas se tomaron de la Santa Biblia Nueva Versión
Internacional. © 1999 por la Sociedad Bíblica Internacional.
Las citas bíblicas señaladas con RVA se tomaron de la Santa Biblia, Versión Reina-Valera 1909,
por las Sociedades Bíblicas Unidas.
Usadas con permiso.

Producto 495517
ISBN 0-7899-1514-6
Impreso en Colombia
Printed in Colombia

Categoría: Vida cristiana/Vida práctica/Crecimiento personal


Category: Christian Living/Practical Life/Personal Growth
CONTENIDO
PARTE I; VE CON CLARIDAD EL FINAL
Por qué necesitas un nuevo tipo de visión
Tu capítulo final 12
Desesperado por la visión 14
Tú eres el autor: Planea tu epitafio 25

PARTE 2: TRAZA UN CIRCULO EN TORNO A LA VERDAD


Descubre tu propia Chazown
Cómo descubres tu visión personal 28
La Universidad de Chazown 30
Día de graduación 32

PR IM ER C ÍR C U L O : VALO R ES C E N T R A L E S .......................................................... 3 4
Da en el blanco adecuado
Extiende el espectro de valores
¿Por qué lo hacen?
El factor ira-dicha
Valores no verificados
Valores vacilantes
Tú eres el autor: Tus valores centrales

S E G U N D O C ÍR C U L O : D O N E S E SPIR IT U ALE S..................................................... 50


Keira, manchas rojas de pastel
Hacer es creer
Usalo o piérdelo

TERCER C ÍR C U L O ; EXPERIENCL\S D EL P A S A D O ............................................6 1


Todo sucedió por una razón
Sácale significado al pasado
Ojos para ver
Tú eres el autor: Tus experiencias del pasado

PARTE 3: UN SUEÑO EN ACCIÓN


Cómo das nombre a tu propia Chazoum y dónde comienzas
Arm onía en tres partes 72
Encaje perfecto: Estudio de caso 74
La comunidad Chazown 77

C Ó M O D A S N O M B R E A T U C H A Z O W N .................................................................7 8
Rodea tu chazown
Misión imposible, ¡posible!
¡Claro que sé hacia dónde voy!
Dios te ama (Y todas las demás personas tienen un plan maravilloso para tu vida)
Tú eres el autor: Tu declaracioón de misión
PA SA DE L A V ISIÓ N A LA A C C I Ó N ............................................................................89
C reo a m edida que avanzo
Incluso Dios cree que es una buena idea
C óm o tragarse un Alce
El secreto de soñar a larga distancia
Metas ganadoras
Tú eres el autor: Tus metas a corto plazo
El siguiente paso
Tú eres el autor: Tu siguiente paso

PARTE 4: LOS CINCO RADIOS DE CHAZOWN


Dónde necesitas tener éxito «en lo pequeño»
a fin de poder tener éxito en lo grande
Visualiza esto 104
Hablemos de radios 106
Éxito total 11 1
Tú eres el autor: Inventario personal de bs cinco aspectos básicos 113

PR IM ER R A D IO : R E LA CIÓ N C O N D I O S ............................................................ 1 1 6
Al igual que los peces necesitan el agua
El discípulo accidental
¿Cuál es tu temperatura?
Ya la respuesta es sí
Puedes acercarte más a Dios
Tú eres el autor: Tu relación con Dios

SE G U N D O R A D IO : RELACIO N ES C O N LAS P E R S O N A S ............................. 13 0


Observaciones a lo largo del camino
Veamos a personas con propósito
Chazown y una buena compañía
¿Tan bueno como sea?
Reparación del puente bíblico
Buen amigo mal amigo
Quita el peso muerto
El viaje de regreso
Tú eres el autor: Tus relaciones con las personas

TER CER R A D IO : F I N A N Z A S ...................................................................................... 14 9


Desastre que toca fondo
La cara espiritual del dinero
Chazown y el dinero en efectivo
Puedes dar la vuelta
Valores, visión, victoria
Chazown con piernas
Cómo llegas de aquí hasta allá
Va a doler
Tú eres el autor: Tusfinanzas
C U A R T O R A D IO : SA L U D Y E ST AD O FÍSIC O . .168
Comida rápida para pensar
Mantente vivo para Dios
Administración miope de mí mismo
Chazow^n en la cocina
Todo el mundo necesita un poco de amor
Propiedad de Dios
Tú eres el autor: Tu salud y tu estado físico

Q U IN T O R A D IO : T R A B A JO .................................. .1 8 4
Llega al porqué
La labor perdida del amor
La escalera en la cumbre del Everest
Significado en lo rutinario
Tú eres el autor: Tu trabajo

PARTE 5: DE AQUÍ A LA ETERNIDAD


Por qué no puedes cumplir tu Chazown por ti solo
Una nueva perspectiva de ti mismo 20 0
Peligros por delante 202
Todos estamos en la escuela 203
Movido por la rendición de cuentas 205
Diferentes tipos de marginados 207
Bifurcación en el camino 209
Cuando me equivoque, dímelo 211
Ayúdame cuando soy débil 212
Reacción sorpresa 214
Vive para el segundo abrazo 216
Tú eres el autor: Tu plan para la rendición de cuentas 217
M i parte ha terminado... la tuya apenas comienza 219
M i prim er capítulo 22 1

EL FINAL IMPORTA

¿Ya vives con los lamentos? 225

R E C O N O C IM IE N T O S . . . . .22 9

N O T A S ......................................... , 231
;'V; ;

iiili
!IÍIÍIIl|||IIS8SiiÍ

CLARIDAD
EL FINAL
TU CAPÍTOL

i%
4

/> N/X
M tí
La mayoría de la gente tarda mucho tiempo en llegar a
la muerte.
(Esta no es manera de comenzar un libro, me dices).
Aun así, piénsalo. Existen esos pocos a los que les
sucede de repente. Accidentes. Ataques al corazón.
Tiroteos entre bandas. Un jabonoso desliz en el borde
del baño. Sin embargo, en cuanto a ti, es probable que
al final de tu vida mueras en la cama. Esperando.
Y mientras esperas, es muy probable que tengas
días, semanas y hasta años para pensar, para mirar
atrás a tu vida.
(Véase la cama en la página contigua).
Imagínate ahí, tumbado en la cama y reflexio­
nando.
Volviendo a leer hasta el final los capítulos de la
historia de tu vida.
¿Q uésignificado tuvo mi vida^
¿En realidad im porté algo? .
¿Para qué viví?
¿Quién m e recordara?
¿Qué dirán sobre m í cuando me vaya?
¿Por q u éfiíe importante que existiera?
Muchísimas preguntas. Muchísimo tiempo. ¿Estarás
ahí tumbado sin lamentarte de nada? ¿Lamentándote
de algo? ¿Nada excepto lamentos?
Imagina.
O no. Quiero decir que quizá tengas tiempo para
pensarlo cuando estés en esa cama. Por lo tanto, solo
podrías esperar. (Millones de personas lo hacen). Ver
lo que llega. Esperar hasta las páginas finales de la his­
toria de tu vida para ver cómo la relatan entonces.
Con todo, no hay modo de terminar la historia "
de tu vida.
He aquí una cosa más para pensar: Las decisiones
que tomas en el presente forman en realidad la cama
en que yacerás mientras esperas la muerte.
Lo cual es la razón de escribir este libro. Para ayu­
darte a ver tu vida de manera diferente, para verla del
modo en que la vio tu Creador antes de que tú nacieras.
Y para vivirla con propósito y pasión.
A partir de ahora.

G R o E S C H E L
DESESPERADO PO R LA VISIÓN
Voy a decirte un secreto. De ahora en adelante, hasta el final del libro, me las
arreglo sobre la marcha. Sí, leiste bien. Estoy creando a medida que avanzo.
No tuve tiempo para meditar en nada a excepción de las primeras páginas
(gracias por leer hasta aquí), y los editores necesitaban el libro enseguida.
A pesar de eso, quédate conmigo.
Sigue leyendo.
Si por accidente digo algo bueno, lo descubrirás.
Y ahora otro secreto: ¿Qué acabo de decir? Estaba bromeando.
Esa no es manera de escribir un libro.
Entonces, ¿qué si hubiera escrito este libro sin ninguna precaución ni
preparación? Si lo hubiera hecho, tú te estuvieras quejando por haber desper­
diciado el dinero gastado en comprarlo y tu valioso tiempo. Yo no pensaría
en escribir este ni ningún otro libro sin preparación, y tampoco lo harías tú.
Sin embargo, la mayor y demasiada real tragedia es que muchas perso­
nas de mi generación pasan por la vida sin una visión, una gran idea, un plan
para su vida. He descubierto que si le preguntas a la gente: «¿Cuál es tu visión
en la vida?», obtendrás respuestas como:
«Quiero ser rico».
«Quiero ser famoso».
«¡Quiero comer todo lo que quiera y no engordar!» (Hubo alguien que
en verdad me dijo eso).
Aun así, esas no son visiones ni grandes ideas para una vida. Son sustitu­
tos de lo verdadero. Son relucientes variables. Son excusas para permitirnos
continuar vagando.
En su mayoría, las personas solo pasan a tropezones y con poco entu­
siasmo por la vida esperando que el mañana sea mejor que el presente.
Ningún plan. Ningún sueño. Para casi todos, solo existen. Esperan un
respiro. Solo siguen pasando las páginas de la historia de su vida, una tras, otra,
hasta que llegan al capítulo final.
Y entonces... llega el momento de irse a la cama.

La muerte es un tema sobre el cual a la mayoría de las personas no le gusta


pensar. Como pastor, paso mucho tiempo ayudando a personas a tratar ese
asunto. Enfermedades que amenazan la vida. Accidentes repentinos. Funerales.
Familias afligidas.

14 I C H A 1 o W N
Después de una muerte, siempre le pido a la
familia que me diga lo que fue bueno en la vida del
fallecido. Las respuestas son muy reveladoras.
Algunas familias comienzan a hablar y no pueden
detenerse. Lloran y ríen, relatando una historia tras
M í^jcUcíA^
otra de una persona que influyó en sus vidas o que dio
a su mundo significado y esperanza. Celebran un legado. de.
Para ellos, la persona que ahora está muerta sigue
viviendo como una brillante luz, un ejemplo inolvi­ mi cfe4^emc¿&ki
dable. Un héroe. Un regalo.
Otras familias se quedan en un incómodo silencio.
Parece que cada uno contiene el aliento. Miran al piso. la. iUáxj. áÍH.
Sé lo que hacen: intentan pensar en algo honorable y
bueno que decir. Comentan sobre el dolor, dando
explicación a los fracasos. A veces comienzan a hablar, im cicj/icui.
pero...
Detesto esos silencios.
id ea ,
Cada historia de una vida, lo bueno y lo no tan fa ^ ¿ 4 4 .4 ü d a .
bueno, refuerza un principio central:

R ENSAMIENTO CLAVE ,

Todas las personas terminan en alguna parle; pero


pocas personas terminan en alguna parte a propósito'.

Una creación admirable


La gran noticia es que cualquiera puede descubrir una
significativa dirección en la vida. Todos pueden terminar
en alguna parte a propósito. No solo los que son talen­
tosos o afortunados de manera notable. Tú. Yo. Todos.
La Biblia aclara que nos diseñaron desde el comienzo
a fin de que viviéramos para una razón única. Para un
sueño. Una gran idea. Una misión personal. Por eso a ti
y a mí nos crearon a imagen de un Dios previsor y con
propósito. En Isaías 46:10, Él dijó: «Yo anuncio el fin
^esde el principio; desde los tiempos antiguos, lo que
está por venir. Yo digo: Mi propósito se cumplirá, y
haré todo lo que deseo».

6 R o E S C H E L I 15
En otras palabras, antes de que Dios comience
algo, Él está seguro del resultado.
Y el mapa de historia de Dios incluye un plan úni
para tu vida. En el Salmo 139:13-16, David escribió:

Tú creaste mis entrañas;


me formaste en el vientre de mi madre.
'^bi^á^4ií^Uam2. ¡Te alabo porque SOJf Ulltl CreaCÍÓII
aoi(M A o(m admirable!
¡Tus obras son m aravillosas,
f¡AOf2Ó¿4¿a,
y esto lo sé muy bien!
Í e K ¿ e 4 id a e íp n
Mis huesos no te fueron desconocidos
a ld iü ó ia . cuando en lo más recóndito era yo formado,

cuando en lo más profundo de la tierra


era yo entretejido.

Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación:


todo estaba ya escrito en tu libro;
todos mis días se estaban diseñando,
aunque no existía uno solo de ellos.

¿Captaste la increíble verdad de esas líneas? Dios te


creó con una tarea divina en mente. Antes de que
nacieras. Dios te conocía. Y sabía lo que Él quería que
fuese tu vida.
Por eso Dios nos llama a vivir con propósito, teniendo
el fin a la vista. Y lo que es más. Él nos invita a buscarlo
de modo que sepamos cuál es su plan perfecto para
nuestras vidas. Entonces, con ese plan en mente, podemos
alcanzar su sueño y nuestros mayores sueños. Cual­
quier cosa menor que esa es un error, una mentira y un
plagio.
Desde luego, vivir tu propósito personal, alcanzar
el sueño que Dios te ha dado... todo eso parece bueno.
Aun así, la vida sucede. Las facturas se amontonan. Los
problemas presionan. Nos bombardean cada día con
cientos de mensajes de los medios de comunicación que
nos dicen que lo que necesitamos hacer en realidad, lo

16 I
que cambiaría nuestras vidas, es comprar un nuevo vehículo. O ir al centro
comercial. O beber cerveza.
Y hablamos sobre propósito...
Si no tenemos cuidado, podemos quedarnos penosamente atrás, tratan­
do de seguir el paso con frenesí, tratando de lograr... nada en lo absoluto.
Sin embargo, no tiene por qué ser de esa manera.

Creados para esto


Apuesto a que tienes una vida ajetreada. La mía también lo está. Para mí,
criar a seis hijos pequeños es lo bastante desafiante. Añadamos a eso la tarea
de dirigir una iglesia grande con múltiples campus, y a menudo no sé si voy o
vengo.
Mis amigos me preguntan: «Craig, ¿cómo lo haces todo? ¿No tienes
miedo a quemarte?». Lo que de verdad quieren decir es: ^Estds seguro de que
no vas rumbo a la consulta del psiquiatra?
Puedo decir con toda sinceridad que mi trabajo y mi familia nunca son
cargas. A veces me canso; pero no estoy siquiera cerca de llegar a quemarme.
¿Por qué? Porque Dios me creó para hacer esto, y no tengo duda alguna.
Me diseñaron para esto. Esta es la visión que Dios puso en mí. Y cuando
Dios te da su visión, Él también te da la capacidad de llevarla a cabo. Cuando
vives la visión de Dios para tu vida, te levantas de la cama con entusiasmo.
Cuando alguien te pregunta si te gusta lo que haces, tú gritas: «¡Me encanta!».
Entonces, Craigy podrías preguntar, ¿me dará Dios una visión?
Con toda seguridad. Estoy seguro de ello. Es más, la Biblia nos dice que
la visión es crítica para nuestra supervivencia misma:

e ENSAMIENTO CLAVE
«Donde no hay visión, el pueblo se extravía»
(Proverbios 29:18)

Esta es la afirmación más importante de la Escritura que citaré en este


libro. Es tan importante, en realidad, que es la fiiente del título del libro.

6 R t E $ C H E 1 I 17
Sin Cha^;pwn
La palabra «visión» viene de la palabra hebrea chazotun (transliteración del
hebreo al inglés que se pronuncia kazóri). No hay que confundirla con calzón
(ropa interior). Chazotun comienza con una letra que no existe en inglés. No
se trata del sonido de la ch, como en chimenea. La pronuncias al hacer un
sonido de tos seca del fondo de tu garganta, mientras toses y estás a punto de
escupir.
Haz la prueba. Di ka-zón.
Y de nuevo. Cha-zown.
Pues bien, lo lograrás mejor con la práctica. (Dicho sea de paso, quizá
necesites secar la página antes de continuar). A pesar de eso, más importante
que la pronunciación de la palabra es su significado. Significa «sueño» o «revela­
ción» o «visión».
Notarás que Chazown a menudo Gko/p^ou^
se representa en este libro con una
espiral o remolino. Representa la energía,
el enfi)que y la creatividad que se liberan cuando
persigues tu visión personal.
Cha-ZOWN.
Donde no hay Chazown (ningún sueño, ninguna revelación, ninguna
visión ni sentido de nuestro propósito creado), nos extraviamos.
Cuando no hay visión de que te crearon para tener una relación creciente
y personal con tu Creador, tu ser interior se marchita y muere.
Donde no hay visión de que te pusieron en esta tierra para tener una
profiinda importancia para otras personas, y revelar el amor y el poder de
Dios hacia ellas, vives en soledad y se extravían tus relaciones.
Cuando no hay visión de una familia piadosa, tienes un cincuenta por
ciento de las probabilidades de terminar en divorcio.
Donde no hay visión de que tu cuerpo es el templo del Espíritu de Dios,
propiedad tomada prestada de Él, se te escapa tu salud física. Se desvanece tu
efiisividad.
Donde no hay visión de un estilo de vida sano en lo económico, puedes
vivir en el país más rico de la tierra y seguir ahogado por las deudas.
Donde no hay visión de un trabajo significativo, la gente vive para que
lleguen las cinco de la tarde. A decir verdad, se limitan a existir. Su meta es
sobrevivir: pagar facturas, seguir casados, mantener a los hijos fiiera de la cárcel...
Sin embargo, a ti y a mí nos crearon para mucho más...

C H A 1 oW N
Una sola Cha^wn
Imagina a un hombre con un sueño.

: que un día esta nación se levantará y vivirá


el verdadero significado de su credo: «Afirmamos
que estas verdades son evidentes: que todos bs hombres
son creados iguales».
Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgiay
los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los
antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos
a la mesa de la herm andad [...]
Sueño que mis cuatro hijitos vivirán un día en un
país en el cual no serán juzgados p o r el color de su
piely sino p or b s rasgos de su personalidad.
Hoy tengo un sueño [...]
Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las
colinas y montañas serán llanos, los sitios más escar­
pados serán nivelados y bs torcidos serán enderezados,
y la gloria del Señor será revelada, y se unirá todo
el género humano [...]
Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en
cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en
cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día
cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos,
judíos y cristianos, protestantes y católicos, puedan
unir sus manos y cantar las palabras del viejo espi­
ritual negro: «¡Libres a lfin ! ¡Libres al fin ! Gracias
al Dios Todopoderoso, ¡somos libres al fin!».
Dr. Martin Luther King, hijo

6 R o E S C H E L D 19
Imagina. Tres décadas después de su muerte, el
sueño del Dr. King (en aquel momento solo era eso)
sigue impactando vidas. Su sueño continúa cambiando
el modo en que nos vemos los unos a los otros, con
quién nos sentamos a comer, lo que esperamos, aquello
por lo que estamos dispuestos a morir.
Un hombre con un sueño dado por Dios.
¿Y si Dios te diera un sueño así, un Chazown así?
¿Y si tu vida continuara cambiando el mundo aun des­
pués de tu muerte?
Imagina un hombre. Dios que llega a la tierra, con
un sueño. Dos mil años después de la muerte y resu­
rrección de Jesús el mundo sigue dando vueltas a causa
de la conmoción de la gracia. Seguimos tambaleándonos
¿ y 4¿ ü t i d d a
ante el don de la vida eterna, del perdón absoluto, de la
auii¿nua> ia salvación: no merecidos, no pedidos, no pagados, dados
de forma gratuita. Lo que Jesús logró al vivir la visión
(XimUanda e l del Padre para su vida va más allá de las palabras. Y con
m undo-am i todo tan sencillo, tan claro a la perfección.
Escucha lo que Jesús mismo dijo acerca de su pro­
d e á fu é á ^ d e pósito:
«Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar
tu m u en te?
lo que se había perdido» (Lucas \^\\^).Nomedistraigan
con ninguna otra cosa.
«Nadie me la arrebata [mi vida], sino que yo la
entrego por mi propia voluntad [...] Este es el manda­
miento que recibí de mi Padre» (Juan 10:18). Él y solo
Él, determina m i misión en la vida.
«Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en
abundancia» (Juan 10:10). M i propósito está claro como
el agua.
Tendrías que estar de acuerdo: Jesús entendía la
Chazown de Dios, por la cual le enviaron a Él. Podría
haber tirado la toalla en cualquier momento. Todos los
demás lo hubieran hecho.
Sin embargo. Él nunca se desvió. Nunca se volvió atrás.
Nunca.
Imagina. Un discípulo con un sueño. El apóstol
Pablo no era el Hijo de Dios. No era perfecto (creo que
ni siquiera era agradable en algunas ocasiones). Con todo,
tenía el mismo tipo de claridad en cuanto a su misión.

20 I C H A Z O WN
«Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo,
con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha enco­
mendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia
de Dios» (Hechos 20:24).
Imagina un discípulo. Imagínate a ti.
¿Cuál es tu misión en esta tierra?
¿Para qué te diseñó Dios de manera única?
Cuando obtienes una visión de lo que Dios tiene en mente para tu vida,
cambian las cosas. Y mucho.

Cuatro regalos
Lo primero que sucederá es que la visión que Dios te dé traerá enfoque a tu
vida. Sabrás con exactitud para qué estás aquí.
Cuando comienzas a entender lo que tienes que hacer, puedes discernir
mejor lo que no debes hacer. Y esto es importante, porque otras personas
también tienen planes para tu vida. Soy incapaz de contar el número de buenas
oportunidades e invitaciones que recibo de diferentes personas; pero las buenas
oportunidades no deberían ser distracciones de lo m ejor y lo estupendo. Y
debido al enfoque de mi visión, digo una y otra vez con respeto: «Lo siento.
Sencillamente no hago eso porque no está en línea con la visión que me ha
dado Dios».
Lo mismo es cierto para ti. Cada día tendrás muchas oportunidades de
que te distraigan con cosas «buenas». La Chazown te da la capacidad de decir
no a las cosas buenas y decir sí a las cosas estupendas.
Con la Chazown también viene la resistencia. Es seguro que el plan de
Dios incluirá algunos momentos difíciles. Jesús nos aseguró: «En este mundo
afrontarán aflicciones» (Juan 16:33).
Mi esposa, Amy, ha dado a luz a seis hijos, y varios de esos embarazos
requirieron reposo prolongado. Y cada vez me sorprendo de que ella pueda
resistirlo. No conozco a ninguna mujer que piense: M e gustaría engordar
veinte kilos. Las partes de mi cuerpo no son lo bastante grandes y asi que hagamos
que lo sean. Y de seguro quiero tener venas varicosas y muchos gases. Yy al fin a l
¡quiero saber cómo se siente uno al empujar un melón por una manguera dejardín!
Entonces, cuando le pr^unto a Amy cómo puede hacerlo, me responde: «Craig,
es la imagpn que tengo de sostener a ese pequeño bebé cuando termine todo».
Con la Chazown llega la paz. ¿A cuántas personas conoces atormentadas
por la ansiedad sobre su identidad, su propósito o su significado? Con visión,
cuando te despiertas en la mañana sabes quién eres y por qué estás aquí.
Hace varios meses iba a oficiar una ceremonia nupcial para unos amigos.
Su boda sería en una casa en la que nunca había estado, y aunque Amy y yo

G R o E S C H E L
salimos con tiempo suficiente, cuando estábamos en mitad del camino nos
dimos cuenta que había dejado el mapa en casa. Debido a que la ceremonia
debía empezar en breve, todos habían apagado sus teléfonos celulares, y yo
no tenía manera de comunicarme con alguien, ni tampoco un mapa para
encontrar el camino hacia la casa. Estaba perdido.
Ah, ¿mencioné que mi nivel de ansiedad estaba estabilizado en el diez?
El mapa adecuado me habría producido una completa paz.
Lo mismo es cierto para ti.¿¿^TrE?'‘l¿;iiiLM^ _ _
Sabrás que realizas los giros adecuados en la vida en los momentos oportunos
a fin de terminar en el destino deseado. (En cuanto a la boda, al fin llegamos
hasta la casa por accidente, muy tarde y muy avergonzados. A tiempo, sin
embargo, para declararlos marido y mujer. Al menos ellos tendrán una buena
historia que contarles a sus hijos).
Por último, con la Chazown llega la pasión. Muéstrame una persona sin
motivación en la vida, y yo te mostraré una persona sin visión. Siempre es así.
Todas las personas grandes están llenas de una gran pasión.
Hace años, varios ministros británicos preguntaron al famoso evangelista
del siglo XIX, D.L. Moody, por qué su ministerio era tan eficaz. Esa fije una
pregunta justa, pues a Moody le habrían considerado, en el mejor de los casos,
de una educación deficiente.
Moody llevó a los ministros a la ventana de su hotel y les pidió a los
hombres que le dijeran lo que veían. Al mirar al parque de la ciudad, coinci­
dieron en que veían personas. Personas en un parque.
Con lágrimas en sus ojos, el gran evangelista dijo: «Sin embargo, yo veo
incontables almas que un día pasarán la eternidad en el infierno si no
encuentran a su Salvador»^
Este hombre tenía la visión de hablarle al mundo acerca de Cristo. Su
visión dio como resultado una pasión imparable.
Y tú has sido bendecido con una Chazown que puede hacer lo mism
por ti. Es una manera diferente de ver tu vida.

las páginas siguientes


En las páginas siguientes creo que encontrarás una experiencia de lectura
poco común. (Cuando nos referimos a la vida de un ser humano y lo que vale
en realidad, la palabra «común» sería inexcusable).
Comenzaremos con el final en mente: escribiendo tu epitafio.

22
Después veremos algunos sorprendentes estu­
dios de casos de personas con visión en la Biblia. Luego
buscaremos tu visión en tres esferas críticas y muy
reveladoras de tu vida. Esas esferas, las cuales representa­
remos como círculos, son como

ooo
pruebas Rorsdiadi personales: los
miras el tiempo suficiente y con
la suficiente oración, y te mos­
trarán importantes pistas en cuanto
al destino que Dios tiene para ti.
Desde ahí, te ayudaré no solo
a encontrar tu propia Chazown,
sino también a escribiila. Y no solo la
esencia de tu Chazown, sino tam­
bién lo que necesitarás lograr para hacerla realidad. Q n éem e:
Cuando hayas terminado, hasta sabrás lo siguiente que lav4A4Ó*i,
tienes que hacer para que las cosas comiencen.
áe-Ú>L-pa/uí
La última parte del libro te ayudará a tener éxito
donde fallan muchos soñadores talentosos y motivados: tit^ iü d a eó-
en las disciplinas personales, los pequeños chazowns
con «c minúscula», que son esenciales por completo
para una vida plena, que honre a Dios y que sea grati­
ficante.
lo - < ^
En varios puntos durante la discusión, l6 dírígífÓn
t4Ík(Hfa¿-
al diario dei sitio Web de Cliazown. Utilízalo para
escribir lo que descubras y lo que estés meditando, y t e m d a - la
para trazar tus planes, con la ayuda de Dios, para un iíole*it¿ad&
nuevo tipo de vida.
Y no olvides visitar www.chazown.com a fin de
Í4icla¿o-
que bajes páginas de cada apunte de la sección «Tú eif& ui/t,.
eres el autor» en este libro, y para conseguir muchos
otros recursos que enriquecerán tu experiencia de apren­
dizaje. a á íd e h 4 4 e m :
Si lees este libro con sinceridad, humildad y ora­
ción, te prometo que tu vida cambiará de manera
extraordinaria para mejor. Eso es lo que Dios quiere
para ti. Él espera con entusiasmo que experimentes la
increíble visión que tiene para ti.

6 R o E S C H E 1
Créeme: la visión de Él para tu vida es mayor y
mejor de lo que tú hayas tenido la valentía de incluso
esperar. Tu Dios es así de bueno. Así de fuerte. Y Él te
ama así.

«Moléstanos^ Señor...»
Sir Francis Drake en una ocasión hizo una oración que
después la citó un ministro llamado Jeanie Curryer en
una de sus cartas de oración. Esta oración ha cambiado
mi vida. Decía:
«Moléstanos, Señor, cuando estemos demasiado
satisfechos con nosotros mismos. Cuando nuestros
sueños se hayan hecho realidad porque soñamos dema­
¿Í!^¿táá^di¿^p4^jeóh siado poco. Cuando lleguemos sanos y salvos porque
navegamos demasiado cerca de la orilla. Moléstanos,
S eñ o r» ^
¿Estás dispuesto a permitir que Dios te moleste
con sueños tan grandes que no sepas cómo podrán
am á44£^icpi lograrse? ¿Con una visión que solo pueda hacerse reali­
dad si es Él el que la lleva a cabo?
ta ^ cyicundeA^
Eso es lo que lograrás si participas en este viaje. Si
buscas la única y singular misión en la vida que Dios
tiene para ti.
có m o ^ fm h á n No te prometeré que el camino será fácil y llano.
ixKyioAÁe? Con todo, te prometo que hoy puedes comenzar a vivir
con la visión del cumplimiento. Te despertarás cada día
con propósito y pasión, motivado de manera nueva
para cumplir tu destino.
Ya basta de vagar. Ya basta de vacío. Ya basta
de búsqueda.
Dirás: «Por eso es que me crearon. Este es el signi­
ficado de mi existencia».
Y Dios sonreirá.

24
" :$ ¡U e r e ^ e ¡ ^ u io K

P la n e ó ^ i u e p iió iJ p io

Toma unos momentos y escribe tu capítulo final, la manera


en que quieres que sea. Y a medida que lo hagas, piensa en
tu vida desde ese punto en adelante. Olvida el pasado, porque
no puedes cambiarlo. Durante esos días finales, ¿cómo
quieres poder terminar las siguientes frases?

T u e p ita fio :

• Lo que tuvo más importancia para mí fue...


• La gente dice que yo representé...
• Me distinguí en mi mundo mediante...
, • Dios se glorificó porque yo..,
i' • Las personas sabían que las amaba porque yo..
• La razón por la que espero que Dios me diga ;
,, « jhiciste bien!» es...

escribir iuS reSpueSiaSj


e/) fitn
obtener iuS propias p4^in¿;S
(?>e¡ o>i¿irio y oiroS reCurSoS.
TR.AZA UN
C RCULO EN
rO R .N O ffL A
.VER.DAD
Í% T >

Deseit
propi
CÓM O d e s c u b f . es t u
VISIÓN PERSONAL
Muchas personas tienen ideas estrechas sobre la manera en que Dios comu­
nica la visión.
Algunos esperan verla escrita, con letras bien grandes, en alguna pared
en algún lugar. Quizá en una cartelera al lado de la carretera.
Otros esperan una voz audible que diga: «Esta es mi visión para tu vida»
(¿Oyes el eco?)
Y para esos que prefieren la versión Reina-Valera de 1909, la voz diría
«Oíd al Señor vuestro Dios, que su boca os habla».
Sí, Dios utilizó cada uno de esos métodos, pero no con todo el mundo.
Recuerda que Dios habla de distintas maneras a distintas personas. Examine­
mos tres ejemplos en la Biblia.
Dios le dio a José su Chazown mediante un sueño. Al día siguiente, José
les contó a sus hermanos lo que soñó: «Resulta que estábamos todos nosotros
en el campo atando gavillas. De pronto, mi gavilla se levantó y quedó ergui­
da, mientras que las de ustedes se juntaron alrededor de la mía y le hicieron
reverencias» (Génesis 37:7). José tuvo una visión o un sueño de que el plan
de Dios era convertirlo en un gran líder. Y Dios lo hizo.
Moisés, por otra parte, recibió su visión por medio de la voz audible de
Dios, que venía de una zarza ardiente (véase Éxodo 3). Cuando Moisés se
postró en la presencia de Dios, el Señor le reveló el propósito de su vida: res­
catar a los israelitas de Egipto, guiarlos y comunicar la Palabra de Dios a la
humanidad. Y Moisés lo hizo.
¿Cómo recibió Nehemías una Chazown de Dios? Al final de los setenta
años de exilio de Israel, obtuvo permiso para regresar a Jerusalén y descubrió
su visión cuando miró los muros destruidos de la ciudad, y se preguntó:
«¿Por qué alguien no hace algo con respecto a estos muros?». (Véase Nehe­
mías 2:11-17). Su visión llegó a causa de una carga, algo que le molestaba,
algo que no era de la manera que debía ser. Y Nehemías dedicó su vida a
resolver el problema.
Cada uno de esos hombres percibió el plan de Dios en su propia y sin­
gular manera. Y cada uno siguió la Chazown de Dios. Por eso sus vidas se dis­
tinguieron en gran medida.
¿Cómo podría Dios mostrarte su Chazown para ti?
¿De cualquier manera y en cualquier momento en que Él quiera?

28 I C H A Z O WN
El Dr. Dennos Dunham, que es un buen amigo
mío, es un reclutador internacional para una universi­
dad privada. Aunque tiene mucho éxito en su carrera,
el Dr. Dunham expresó que había algo que faltaba en
su vida. Dios le dio una Chazown.
Durante uno de sus viajes de negocios interna­
cionales, el Dr. Dunham visitó un orfanato muy
pobre en Togo, África. Lo que experimentó le cambió
su vida para siempre.
El Dr. Dunham descubrió su Chazown. Dios iba dedi¿ünta¿.
a usarlo para ayudar a transformar aquel orfanato: no a
solo para alimentar a los niños, sino también para
educar a cada uno de ellos y darles una oportunidad (íiA ÍUdaé^
de vivir que de otro modo habría sido inalcanzable.
'peAAxmaA^.
Después de dieciocho meses de trabajo entre bas­
tidores, el Dr. Dunham despertó suficiente concien­
cia e interés para ayudar a construir un orfanato, for­
mar a personas de Togo para dirigir un próspero nego­
cio y alimentar a niños que, de lo contrario, hubieran
muerto de hambre. Los niños en Togo saben del esta­
dounidense que ha trabajado para cambiar sus vidas.
El Dr. Dunham les dice que lo hace porque Jesús les
ama. ¡Dice que esa es su razón para vivir!
Búscale a Él. Al igual que a José, Moisés y al
Dr. Dunham, Él te dará una Chazown. Y no una cual­
quiera, sino una confeccionada de manera específica
para ti.
Entonces sabrás cómo puedes impactar al mundo.

G R o E S C H E L I 29
LA UNIVERSIDAD
DE CHX z OW N
A medida que Dios te da una visión, Él hará tam­
bién otras dos cosas.
En primer lugar, comenzará a obrar en ti. «Dios es
quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer
para que se cumpla su buena voluntad» (Filipenses 2:13,
énfasis del autor).
Mira la vida de José. Un paso hacia delante. Dos
pasos hacia atrás.
Primero, Dios le dio una visión para el liderazgo.
Un sueño milagroso. Lo siguiente que sabes es que sus
hermanos celosos lo golpean, lo lanzan a un pozo, lue­
go lo venden como esclavo. Sin ninguna duda que él
clamaba: Dios, ¿qué estás haciendo^
Más adelante José consiguió un magnífico trabajo:
estaba a cargo de la mansión de uno de los «peces gor­
dos» del gobierno de Egipto. Pero aunque era del todo
fiel, lo acusaron falsamente de violación, lo abofetea­
ron y lo enviaron a la cárcel. Una vez más, José debió de
haberse lamentado: Diosy ¿en qué estás pensando^
¿Te has sentido alguna vez de ese modo? Justo
cuando creías que ibas por el buen camino... ¡bum!
Una adversidad mayor.
Aun así, Dios estaba obrando en José hacia un fin
concreto. Envió a José a la UC (la Universidad de la
Cárcel), donde tuvo que aprender algo que no se ofrecía
en ningún otro plan de estudios'^.
A menudo, Dios obra de esa manera. Te envía
donde tú no quieres ir a aprender lo que creías que ya
sabías. A mí también me ha tocado pasar tiempo en la
UH: la Universidad de la Humildad. Uno de estos días
espero graduarme.
Entré en la UH cuando tenía veintitantos años y
servía como pastor adjunto. Estaba agradecido de estar en
el ministerio, pero tenía una ardiente visión de comenzar
un tipo de iglesia diferente. Al igual que José, me hice la misma pregunta:
DioSy ¿por qué no puedo comenz,ar mi propio ministerio en este momento? Pensa­
ba que mi vida estaba en espera.
Sin embargo, yo estaba en la escuela. DÍOS SUbÍQ C|U6 nGCGSÍtClbCI pOSCIf
por la clase básica de Humildad»
Una semana, mi pastor principal me pidió que dirigiera la Comunión el
domingo mientras él iba a estar fuera de la ciudad. ¡Alfin!, gritó mi orgullo.
¡Mi oportunidad de brillar!
Esa mañana dominical me puse de pie ante toda la congregación. Orgu­
lloso de mi mejor traje y corbata, tomé con solemnidad el pan en mis manos
y recité: «Este es mi cuerpo partido por ustedes», y luego dije: «Tomen y
coman el cuerpo de Cristo».
Todos los ojos estaban fijos en mí mientras yo guiaba con el ejemplo,
poniendo un pedazo de pan en mi boca. Fue lamentable, pero el pedazo
resultó ser demasiado grande. Intenté tragarlo con refinamiento, pero
comencé a atragantarme. Luego a tener arcadas.
No habría sido tan embarazoso si mi micrófono no hubiera captado
cada una de mis desagradables arcadas. Todos en la congregación me obser­
vaban mientras trataba de no regurgitar el cuerpo de Cristo.
Solo con un líquido al alcance de mi mano, agarré en verdad la copa de
la Comunión y bebí para tragarme el pan, dando un nuevo significado a la
frase «salvo por la sangre».
Aún tenía muchas cosas que aprender.
Cuando Dios te da una visión. Él comenzará a obrar en ti. Y seguirá
obrando en ti hasta que aprendas sus lecciones.

6 R o E S C H E L I 31
DÍA DE GRADUACIÓN
La segunda cosa que Dios hará cuando te dé una visión es obrar p o r medio de
ti para cumplir la visión.
Es ahí donde comienza la diversión.
El día de graduación en la UC, José no sabía que acababa de obtener su
maestría. Pensó que era otro día para seguir mirando con fijeza las paredes.
Mientras tanto, allá en el palacio, el faraón le decía a su jefe de los coperos:
«He estado teniendo estos sueños, y no sé lo que significan».
Ahora bien, sucedió que la alma máter del jefe de los coperos era también
la UC, y él había estado justo al lado de José en una de sus clases. Dios había
ayudado a José a interpretar uno de los sueños del copero, ¡y la predicción
resultó cumplirse!
Por lo tanto, el copero le dijo al faraón: «Conozco al hombre que puede
ayudar».
De repente, sacaron a José de la cárcel, lo bañaron y lo llevaron a presen­
tarse delante del faraón. Dios le ayudó a interpretar los sueños, ¡y a José le
dieron el puesto como segunda persona a cargo de todo el imperio! Es más.
Dios le utilizó para salvar miles y miles de vidas.
¡Imagina eso! Lo que menos deseaba José, era lo que más necesitaba.
Solo entonces comenzaron los resultados fenomenales.
A medida que se desarrollaban los acontecimientos, los hermanos de
José terminaron presentándose ante él, diciendo: «Lo sentimos. Lo sentimos.
Lo sentimos».
Sin embargo, José respondió: «Es verdad que ustedes pensaron hacerme
mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos
viendo: salvar la vida de mucha gente» (Génesis 50:20).
José fiie capaz de mirar atrás y ver que la obra de Dios en él tenía que lle­
varse a cabo antes de que Dios pudiera obrar p o r medio de él y cumplir su
v lsló n ^
A menudo, los contratiempos son planes para que Dios actúe.
Cuando buscas a Dios y te da su Chazown, también comenzará a obrar
en ti, a fin de que estés preparado cuando llegue el momento de que Él obre
p or medio de ti.
Dios puede mostrarte su Chazown y llevarla a la realidad en tu vida en
cualquier manera y en cualquier momento en que le plazca. Después de todo,
¡Él es un Dios increíble!

32
¿Pero la respuesta más larga? La respuesta a la pre­
gunta: ¿Pero qué puedo hacer de manera activa y en ora­
ción para buscar y encontrar la Chazown de Dios para
mi vida?
Eso es lo que examinaremos en la siguiente sección
de este libro.
Recomiendo una sencilla perspectiva que ha demos­
trado ser útil en miles de vidas, incluyendo la mía. Comienza
tu búsqueda mirando con atención tres esferas de tu
vida. Esas esferas revelan mucho sobre tu verdadero / ¡ memnAo^, ix^
yo y el destino que Dios tenía en mente cuando te creó.
Para nuestros propósitos, las llamaremos
los tres círculos.
2>¿(kí^ cudúe^.

G R o E S C H E L 33
P R I M E R C Í R C U L O

34 I C H A I O W N
DA EN EL BLANCO
ADECUADO
¿Viste los Juegos Olímpicos de verano de 2004? Si fue así, quizá viste a un
atleta estadounidense llamado Matthew Emmons. Estaba muy bien encami­
nado para alcanzar la medalla de oro en rifle tres posiciones cincuenta
metros.
Emmons estaba listo para su disparo final. Se encontraba tan por delante
de los otros competidores que lo único que tenía que hacer era enviar una
bala a cualquier lugar dentro del círculo interior del blanco. Eso le daría la
medalla de oro.
Se preparó de manera mental. Contuvo la respiración. Apuntó. Entonces
disparó.
La bala atravesó justo el blanco.
Con todo, se quedó sorprendido cuando no sonó el tono que indicaba
diana. Emmons entonces comprendió que disparó en la diana equivocada.
De la primera posición, y de una medalla de oro casi garantizada, cayó hasta
la octava posición.
El disparo adecuado dio en la diana indebida.
Un día tú estarás delante de un Juez mayor que cualquier otro que ofi­
ciara jamás en unos Juegos Olímpicos. ¿Qué le dirás si Él te dice que, en tu
vida, diste al blanco equivocado?
Es probable, sin embargo, que lo notaras... no ponemos mucha aten­
ción a las pequeñas decisiones cotidianas: con quién hablamos, cómo pasa­
mos nuestro tiempo libre, qué merece un duro trabajo, qué necesidades se
deben dejar. Si esas pequeñas «balas» de vida se apuntan momento a momen­
to a los blancos indebidos, no nos preocupamos demasiado. Lo cierto es que
quizá no estemos apuntando a nada, sino solo pasando el día.
Aun así, haz un alto y piensa. ¿Qué es una vida? Es toda una montaña de
años, y días, y minutos ocupados con balas de momento a momento apunta­
das... hacia alguna parte.
¿Qué sucede cuando un tiempo suficiente se ocupa con pequeñas deci­
siones mal dirigidas? Antes de darte cuenta, vino una vida y se va, y te quedas
sorprendido al descubrir que erraste el blanco por completo.
¿Cómo guías esas pequeñas decisiones de tal modo que al final formen
una vida que va con firmeza hacia el blanco? En cualquier caso, ¿cómo sabes
lo que dirige tus decisiones cada momento, ya seas consciente de ello o no?

G R o E S C H E L I 35
Necesitas entender el primero de los tres círculos
que por fin te señalan hacia tu Chazown: los valores
centrales.

Pe n s a m i e n t o clave

Lo que atesoras en tu núcleo central es aquello a lo


que apuntas con tu vida.

Cuando Dios te creó, plantó en tu corazón ciertas cosas


que valoras de manera profunda. Están integradas en
tu corazón. Son los valores que, si tuvieras que seguir el
sendero que Dios tiene para ti, se convertirían en las
fuerzas impulsoras de tu vida. Son las cosas por las que
estarías dispuesto a morir. Explican el modo en que
adquieres tus prioridades personales.
Llamemos a esas cosas valores centrales.
Algunos valores centrales comunes vienen a la
laA^ mente: la necesidad de seguridad, un amor por la aven­
tura, lealtad al hogar y la familia, una pasión por la jus­
laó^ cucde¿^ ticia y el juego limpio, placer en cuidar a otros.
eAÍa/U oÁ
Sean cuales sean, tus valores centrales son para ti
como la perla para el comerciante en la historia de dos
oraciones de Jesús: «También se parece el reino de los
cielos a un comerciante que andaba buscando perlas
a m o w i.
finas. Cuando encontró una de gran valor, fue y vendió
í!^<>c/piicjcui. el todo lo que tenía y la compró» (Mateo 13:45-46).
Ese hombre había pasado su vida como comer­
en ciante de perlas. Y había visto las más exquisitas. O al
menos eso creía.
adc^ uie/ ied'tuó^
Un día se ocupaba de su negocio como de costumbre,
pA4j&Aidcule¿^ cuando un buzo de perlas lo llamó aparte y le susurró:
—Tengo la perla más exquisita del mundo.
p£AA<m aieó^.
El comerciante sonrió y pensó: Eso es lo que dicen
todos.
—Muy bien, hijo, veamos lo que tienes —le dijo
al buzo.
Este miró alrededor, y entonces llevó al comer­
ciante un poco más lejos, entre las sombras de un edificio
cercano. Con lentitud, sacó un pequeño pañuelo. Abrió

36 C H A Z O W N
doblez tras doblez, hasta que brillando delante del comerciante, por supues­
to, ¡estaba la perla más exquisita del mundo!
Se quedó sin aliento. De repente, ninguna otra cosa que poseía tenía
importancia comparada con esa brillante esfera blanca.
—No se la enseñes a nadie. Volveré en tres días, listo para pagar el precio
que pidas.
El comerciante liquidó enseguida todas sus posesiones. Vendió su casa,
sus muebles, sus ganados, su colección de tarjetas de béisbol y el resto de sus
perlas. Entonces, a un gran costo, regresó y tomó posesión de una sola perla.
Una sola. No obstante, valoraba esa perla por encima de todo lo demás.
Y con su compra, obtuvo el mayor deseo de su corazón.
Cuando estés en contacto con los valores centrales que te ha dado Dios,
así es cómo pensarás y vivirás. Tus valores centrales acomodarán y dirigirán
tus energías, tu tiempo, tus pensamientos. Si los pasas por alto, tarde o tem­
prano serás desgraciado. Si los identificas y vas tras ellos, liberarás tu potencial
y te prepararás para el cumplimiento y el éxito.
¿Qué es lo más importante en tu vida? ¿Dónde te niegas a doblegarte?
Tu respuesta es un valor central. Es un deseo o prioridad que te impulsa,
quizá diferente al de todas las demás personas que conoces, y que Dios ha
puesto dentro de ti para ayudarte a sabcr haeia dónde apuntar tu vida.

G R o E S C H E L I 37
EXTIENDE EL ESPECTR.O
Di
Supongamos que te ofreciera un empleo justo como el que tienes en este
momento. Con todo, es en un estado al otro extremo del país.
Y ganarías cien dólares más al mes: unos buenos mil doscientos dólares
al año.
¿Lo aceptarías?
Si no, permite que te endulce la oferta. ¿Qué te parecería mil dólares
extra al mes? ¡Un aumento de doce mil dólares al año! ¿Qué te parece?
De lo contrario, ¿qué si el aumento fuera de veinticinco mil dólares al año?
Y si eso no te interesa, permite que aumente tu salario actual en cien m il
dólares al año. ¿Lo aceptarías ahora? (Si estás pensando lograr algo más, olví­
dalo. Esta es mi oferta final). O
Tu respuesta a esas preguntas proporciona perspectiva en cuanto a cuáles
son tus valores centrales.
A menos que detestes el lugar en el que estás hoy, es probable que decli­
nes la primera oferta. Cien dólares al mes no tienen posibilidad de alejarte de
tus amigos y de las cosas que te interesan donde estás ahora.
Si el potencial de ganar más dinero no capta tu atención, quizá se deba a
que hay otra cosa que valoras más.
M e encantan mis amigos que viven aquí, podrías pensar.
Mifam ilia vive cerca. No podría imaginar dejarlos por ninguna cantidad de
dinero.
M i iglesia es increíble. Dios me está usando aquí. ¿Por qué iba a irme?
Tal vez declines todas las ofertas porque te encanta tu hogar. O tus vecinos.
O el clima. O el ministerio local con los pobres. O tu equipo de fútbol favo­
rito de la universidad.
Diferentes personas tienen diferentes valores centrales. Diferentes prio­
ridades que impulsan su vida.
Tomemos, por ejemplo, al rey David en el Antiguo Testamento. ¿Cuál
podría haber sido un valor central para él? Pues bien, escribía poesía, como el
Salmo 2 7 :4 : «Una sola cosa le pido al SEÑOR, y es lo único que persigo: habitar
en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura
del S e ñ o r y recrearme en su templo». David valoraba muy alto la intim idad
con Dios.

38
¿Y su hijo Salomón? Supongo que la sabiduría
estaba en el primer lugar de su lista. Esto es algo que
dijo: «Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia [...]
No abandones nunca a la sabiduría, y ella te protegerá;
ámala, y ella te cuidará. La sabiduría es lo primero.
¡Adquiere sabiduría! P o r SObre tOdOS laS COSOS,
Qdqoíere dísceroim iento» (Proverbios 4:5-7).
;Qué me dices de otras personas muy conocidas?
La madre Teresa? Compasión p or los pobres.
Billy Graham? Difusión del evangelio.
Jane Goodall? Los chimpancés.
John Madeen? Elfútbol.
¡Perry Masón? Atrapar a los malos. ¿2 í4 ¿ p yü ú ^ ü d a d ^
Bamey, el dinosaurio púrpura? Te quiero. Me quieres.
Bueno, ya tienes una idea. te J^xice4^ ^lecko/^^
¿Qué valores te impulsan? ¿Qué prioridades te
hacen rechazar otras ofertas muy atractivas porque
sabes lo que es indispensable para ti? m i44f cdmcUiMiA^

¿ncíiA ypená<iJde^
'p x x / ia iL ?

G R o E S C H E L 39
¿POR. QUÉ LO
HACEN?
¿Alguna vez has observado cómo algunas personas hacen
cosas que al resto de nosotros nos parecen muy poco
comunes? No me refiero a cosas muy extrañas como
agarrar serpientes o de hombres que llevan trajes de baño
Speedos en la playa. Quiero dedr personas como las siguientes:
K en i
acJi£4iÍaif, • el hombre de negocios que sirve desayunos a los pobres
todos los sábados a las seis de la mañana y no es
ocIíjc^ coAniAeioA^ capaz de imaginar por qué todas las demás personas
no están allí haciendo la misma cosa
e4^laA ^^iehaj^
• la naturalista aficionada (mamá durante el día) que
laA ^líem^a
puede hablarte durante horas y horas sobre las capa­
cidades de adaptación de las salamandras con manchas
amarillas
>px^Js^de^
• el ocupado adolescente que siega el césped de su
la oía4AcuÍ, vecina viuda cada semana, luego tiene tiempo para
if^ ó^ im piem ente tomar el té con ella en el portal... y no se perdería
por nada la experiencia
em pe/ ^ a
• el jubilado que recopila y escribe una historia en dos
(ÍM Íúlm i/daó^. tomos de Wide Spot, Wyoming, una población de
cuarenta y dos habitantes

¿Por qué lo hacen? ¿Cómo pueden esas maravillo­


sas personas diferentes hacer con tal pasión y alegría
algo que tú no podrías pagar a una persona «normal»
para que lo hiciera?
La respuesta es sencilla: ¡Lo valoran!
Jerry y Annette son dos de esas personas.
Un día, Jerry y su esposa Annette visitaron nuestra
iglesia. Se enamoraron de lo que Dios estaba haciendo
y se metieron de lleno en ello. Jerry tenía una exitosa
carrera como gerente de distrito para la empresa Target.
Su familia vivía un estilo de vida muy cómodo en una
casa grande y bonita.

40 I C H A 1 o W N
Cuando invité a Jerry a fin de que orara en cuanto a unirse a nuestro per­
sonal, apenas consideró cuál podría ser su salario. Su familia oró en cuanto a
esto. Creían que Dios los llamaba al ministerio a tiempo completo. Y dijeron
que sí.
Debido a que su salario como pastor era menor de una tercera parte de
su salario en Target, esta familia de cinco miembros vendió su casa, y cons­
truimos una casa de dos habitaciones, de noventa y tres metros cuadrados
como su nuevo hogar.
¿Por qué lo hicieron? Porque uno de sus valores impulsores es servir a
otros, capacitados por otro valor: el sacrificio. Con todo, entiende esto: ellos
definen el sacrificio como «renunciar a algo que quieres por algo que quieres
más aun». Saben con exactitud para qué viven.
Tengo otro buen amigo que es maravillosamente extraño. Se llama Ken,
un compañero de cuarto en mis días de soltero. Ken valora el dar. Toda su
vida refleja su valor central. Les da a los pobres. Les da a los ricos. No importa.
A decir verdad, le encanta dar.
En un torneo de tenis estatal en el instituto, Ken se sentía triste por los
jugadores que terminaban en el tercer o cuarto puesto y no recibían trofeos.
Por tanto, averiguó sus nombres y direcciones, les compró trofeos y los entregó
personalmente en las casas de esos jugadores.
En una ocasión Ken compró ochenta y ocho camisetas en las rebajas, las
llevó a una zona pobre de la ciudad, y simplemente empezó a distribuirlas.
Otra vez, Ken compró UI1 CCHHÍÓII d6 tOrOlljOS (sí> la carga de un
camión). Escogió un barrio, puso una caja de toronjas en cada puerta de las
casas y se fue.
Esas cosas me parecen extrañas. ¿Por qué lo hizo? Ken valoraba el dar.
¿Qué es poco común en ti? ¿Qué es lo que valoras?
Lo cual conduce a las preguntas prácticas: ¿Cómo descubres tus valores
centrales?

Es posible que quieras comenzar por identificar algunos valores bíblicos que
se aplican a todos (sí, hasta a las personas muy especiales como tú y yo).
Honestidad, compasión, diligencia, paciencia, humildad; esas virtudes morales
y muchas otras no son opcionales. Son el camino de Dios y conducen a lo
mejor que Él tiene para cada persona. Para encontrar más sobre lo que la
Biblia tiene que decir sobre estas virtudes universalmente reconocidas, lee el
libro de Proverbios, el Sermón del Monte de Jesús o la epístola de Santiago. Y
recuerda: los valores bíblicos no son adecuados porque estén en la Biblia;

6 R o E S C H E L I 41
están en la Biblia porque son adecuados, y buenos, y lo
mejor... para cada persona.
Y ahora pasemos a los valores centrales concretos
que te definen a ti. Sugiero que ores primero y le pidas
a Dios que te muestre cuáles son.
Si no sabes qué orar, intenta algo como esto:

Querido Dios, quiero desesperadamente honrarte


con mi vida. Tú pusiste valores centrales en mi
corazón para guiarm e hacia tu Chazown para
m i vida. Revélame esos valores. Ydame elpoder
para vivir por ellos. En el nombre de Jesús, amén.

de¿e¿ypem cllx24^^^
am

mliUda.

42 I C H A Z O W N
EL FACTOR IRA! DICHA
A medida que busques en oración a fin de aclarar cuáles son tus valores, hazte
dos preguntas que muchos otros buscadores de Chazown han hallado revela­
doras de una manera sorprendente:

Pregunta # i : ¿Q ué es lo que me provoca ira en realidad?


No nos referimos a las molestias de tu mascota personal. Como cuando
alguien que está cerca de ti en el cine habla durante toda la película. O cuando
un conductor distraído deja encendido el intermitente durante más de cin­
cuenta kilómetros. Tampoco hablamos de molestias que desencadenan tus
rabietas debido a asuntos de pecado en tu corazón.
Más bien, ¿qué causa una injusta en tu interior? ¿Qué te hace estar enojado
por causa de Dios? ¿Qué ofende tu sentido de justicia y de moralidad?
Había un par de cosas que hicieron enojar a Jesús. En una ocasión entró
en el templo de Jerusalén y encontró a un puñado de comerciantes que
habían convertido ese lugar en un «imperio de adoración». No estaban inte­
resados en honrar a Dios; lo único que querían era sacar beneficio. Por lo tanto,
Jesús hizo un látigo y los echó fuera de allí^.
Uno de sus valores centrales, entonces, era la santidad de la adoración.
En otra ocasión Él se hartó tanto de la hipocresía de los líderes religiosos
judíos que los reprendió con mucha dureza. Si hubo alguna ocasión en que
Jesús enronqueció a fuerza de gritar, fue aquella^.
Así, otro de los valores centrales de Jesús era la integridad.
Te diré una cosa que me enfurece. Detesto cuando los seguidores de Cristo
se vuelven tan ensimismados que pensamos que la iglesia está aquí solo para
nosotros. « ¿ Y y <iQué pasa con mis necesidades?» Algunas veces los cristianos
olvidamos que nosotros somos la Iglesia, y que nosotros estamos aquí para el I li|
mundo.
Supongo que diría que uno de mis valores centrales es el alcanzar a otros.
¿Y para ti? .
Si los impostores te vuelven loco, puede que la autenticidad sea un valor
central para ti.
Si no puedes soportar la falta de entusiasmo, puede que te crezcas en la
excelencia.
Si las personas groseras hacen que te subas por las paredes, podrías atesorar
la bondad o la amabilidad en tu corazón.
¿Qué te provoca ira?

6 R o E S C H E L 43
Pregunta # 2 ; ¿Q ué me causa dicha?
No quiero dar a entender una euforia absurda e inducida
por las drogas. Y quiero decir algo más que: «Sencilla­
mente me encanta el verano», o «¡Las películas antiguas
me hacen taaan feliz!».
Lo que quiero decir es esto: ¿Qué tipo de relación
o de actividad te causa profundos sentimientos de sig-
niñeado y satisfacción, y te impulsa felizmente a lograrla?
«Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su
do- ioA-
Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se
p eM m aA pierda, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16). Dios
sacrificó su mayor Tesoro por uno de sus valores cen­
mLpaJdeá- trales: tú.
oJdien&n. lo- Jesús reveló lo que le causaba un gran placer: pasar
, , tiempo con los marginados, enseñar, jugar con los niños,
c^ áem & w cm , - ' sorprender a los amigos, molestar a los fariseos...
Puede que te encante ayudar a la gente. Entonces
uaim a¿.
el servicio podría ser un valor central para ti.
Si te alegras cuando las personas culpables obtie­
nen lo que se merecen, valoras la justicia (si te sientes
mejor cuando no obtienen lo que se merecen, estás más
motivado por la misericordia).
Si te entusiasman los arreglos florales, es probable
que la belleza sea uno de tus valores centrales.
'■ no tienes ningún valor
■"central en absoluto. (Sólo bromeo).
. ¿Qué te provoca ira? ¿Qué te causa dicha?
Esos son los valores que te impulsan cada día de tu vida.

44 C H A Z o W N
valo r . es n o v e r if ic a d o s
La integridad es uno de mis valores centrales. Al menos, eso es lo que he afir­
mado siempre.
Durante semanas, mi esposa me había estado pidiendo que consiguiera
un columpio de lo más moderno, de alta tecnología y que funcionara con
pilas para nuestro bebé, Rebecca (o Becca, o Joy, o RJ, o JoJo, no podemos
decidir cómo llamarla). El nuevo columpio cuesta setenta y nueve dólares
más impuestos. Mi esposa pensaba que era una ganga. Su tacaño esposo no
estaba convencido.
Un día, visité un mercado de venta de artículos de segunda mano y,
¡quién te lo iba a decir!, había un perfecto columpio usado de lo más moder­
no, de alta tecnología y que funcionaba con pilas. Solo pedían treinta dólares
por él. ¡El Señor había provisto!
Enseguida saqué la vena de negociante.
—Le daré quince dólares por ese columpio —le dije a la señora.
Ella sonrió y se preparó para un buen trueque al estilo antiguo.
—¿Quince dólares? —dijo ella—. ¡Costó cien al comprarlo!
Yo sabía que se vendía por setenta y nueve dólares, más impuestos (¿ha­
bía mencionado eso?). El juego había comenzado.
Le señalé un arañazo que tenía el columpio y le dije que le daría diecisiete
dólares en efectivo.
Ella respondió con veinticinco.
—Dieciocho —dije yo.
Ella cruzó sus brazos y se puso derecha.
—^Veintitrés dólares y ni un centavo menos.
Entonces le apunté a la yugular. Puse mi expresión lastimosa y humilde.
—Señora —dije mansamente—, soy pastor y tengo seis hijos. ¿Podría
darme un respiro? Lo único que tengo son veinte dólares.
De repente, su expresión cambió.
—¡Claro! —dijo ella sonriendo—. Ya que usted es pastor, se lo venderé
por veinte dólares.
¡Victoria!
Saqué mi billetera mientras la señora miraba. Y descubrí que lO ÚI1ÍC0
que tenía em un billete de cien dólares.
La integridad era un valor que afirmaba tener, pero algunas veces no lo
practicaba. Valores afirmados. Valores practicados. Ambos no son siempre
una misma cosa.

6 R o E S G H E L I 45
No estoy solo en esto. Pedro afirmó tener la lealtad como un valor cen­
tral. Le dijo a Jesús que moriría con Él. Aun así, un par de horas después,
cuando tuvo la oportunidad de hacerlo, cedió y negó a su Señor. Afirmaba
una cosa, pero practicaba otra^ Es probable que tú conozcas a políticos, gen­
te de negocios, vecinos desagradables y parientes cercanos y queridos que
dicen una cosa y hacen otra.
¿Y tú? Deja a un lado tus afirmaciones radicales durante una semana o
dos y observa lo que haces. ¿Difiere alguno de tus valores afirmados de tus
valores practicados? Si es así, al menos estás en posición de ser sincero contigo
mismo y realizar cambios.
Y deberías hacerlo. Porque actuar sin integridad terminará haciéndo
daño.

O e n s a m ie n t o c l a v e

La diferencia entre la verdad que sabes y la verdad


que vives es igual al dolor que experimentas.

Si pudiera volver a hacerlo, preferiría pagar setenta y cinco dólares más


impuestos a tener que pasar por la dolorosa vergüenza cuando mi deshones­
tidad salió a la luz.
Dios puso unas cuantas pasiones en tu corazón. Con todo, mientras las
niegues y vivas una mentira, nunca podrás vivir la Chazown de Dios para tu
vida. Solo cuando lo que hay en tu interior esté en consonancia con lo que
hay en el exterior podrás esperar lograr lo que Él te ha llamado a hacer.

iaéc^ U íA ^

a ^ j4 / im a c íc ^ ^

^ iaJM xd e¿^

(ÍM /uitde. w ix i.

i C H A 1 o W N
r
VALOR.ES
VACILANTES
Vivir con integridad es difícil. El mundo trata de
coaccionarte para que adoptes sus valores. No olvides
que a tu enemigo espiritual le encanta distraerte de
aquello que es lo mejor de Dios.
Sin embargo, somos ciudadanos del cielo. Dios
nos da la base para nuestros valores.
Si al menos todos creyéramos eso de verdad. ^ ield U m n jc^
Hace poco experimenté una de mis semanas más
molestas en el ministerio. Hice un sondeo a unos cin­
cuenta cristianos, haciéndoles dos preguntas. UAnxi (ÁjeaÁH.,
En primer lugar les pregunté: «Si el dinero no fuera
una objeción, ¿qué harías durante el resto de tu vida?». ¿(^ ué Ua/daA^
Esperaba de lleno una respuesta parecida a las (h u L a 4 ^ e l
siguientes:
de^
«Daría tiempo como voluntario en el Centro de
Crisis del Embarazo». t^ iú d a ?
«Adoptaría niños de un país del Tercer Mundo».
«Sería mentor de jóvenes de los barrios pobres».
Fue triste, pero las respuestas más comunes giraron
en torno a la comodidad personal. En lugar de respuestas
guiadas por el Espíritu y sin egoísmo, casi todos dieron
respuestas como las siguientes:
«Dejaría de trabajar, me compraría un auto bonito,
una nueva casa y un barco».
«Viajaría».
«Contrataría a personas para que me ayudaran en
la casa».
Luego les pregunté: «Además de ministrar a tu fami­
lia, ¿qué cosa crees que es la número uno y la más impor­
tante que Dios quiere lograr por medio de ti?». Para su
crédito, las personas fijeron bastante sinceras. Aun así, su
respuesta más común me pareció desgarradora.
Fue: «No lo sé».
¡Qué desalentador!

G R o E S C H E L I 47
¿Pensamos de verdad en que Dios envió a su Hijo
a fin de que nuestro mayor objetivo en la vida fuese un
nuevo barco? ¿Creemos que Él nos creó de modo único
Y maravilloso, con todos nuestros
fin de que no tuviéramos que trabajar ni un día más de
nuestra vida? O lo que es aun peor, ¿solo para que avan­
záramos dando traspiés por años, ignorantes de nuestra
^ , razón de existir?
Y nos preguntamos por q
CO ¿<l, pe/U^ Decimos una cosa, que queremos lo mejor de Dios,
! , por ejemplo, o que no queremos desperdiciar nuestras
0Í/U2.. hacemos otra.
¿Qué es lo que atesoras? ¿Qué es lo que representas?
¿Por qué cosa lucharías? ¿Qué sabes que es tan impor­
tante que dejarías todo lo demás para obtenerlo?
Dios ha puesto tus valores centrales personales en
lo profundo de tu corazón, y están ahí con un propósito:
para ayudarte a apuntar y dar en el blanco adecuado
para tu vida.
Es momento de saber con exactitud cuáles son.

48
! Ú e f 'e S e ¡ ¿ i u i o t ':

T u s i / a l o t 'e S C e t i i r 'd l e S

Seamos concretos.
Sigue preguntándole a Dios: «¿Qué valores, qué pasiones, pusiste en mí?
¿Cuál es la huella que grabaste en mi corazón?».
Cuando ores, pregúntate: «¿Qué me hace enojar con una ira justa?» y
«¿Qué me encanta por completo, más que ninguna otra cosa?».
Concédete algún tiempo para pensarlo. Cuando te venga a la mente una
idea, escríbela.
Puedes hacer este ejercicio durante varios días o solo en una ocasión.
Cuando enumeres varios posibles valores, redúcelos entre cinco y diez valo­
res centrales, y escríbelos bajo el encabezamiento «Tus valores centrales», que
puedes bajarte del sitio chazown.com. Para obtener más ayuda, haz clic en
«Valores centrales» para ver una lista de noventa ejemplos con descripciones.

escribir ¿us
reSpueSÍ¿iSj e/ttm ein

a fiñ o^e obieñer ¿uS


propia^ pí^iñíiS
c^€¡ c^ií^rio y
otros recursos.

6 R O E S C H E L 49
S E G U N D O C Í R C U L O

50 I C H A I O W N
KEIR.A, MANCHAS
R.OJAS DE PASTEL
Como acabamos de leer, la primera de las tres esferas
que necesitas observar con atención para descubrir tu
Chazown es la de tus valores centrales.
La segunda esfera a explorar es la de tus dones
espirituales.
Al igual que Dios plantó tus valores centrales en ti,
también lo hizo con tus dones. «Tenemos dones dife­
rentes, s^;dn la gracia que se nos ha dado» (Romanos 12:6).
A diferencia de la mayoría de los regalos de Navidad
que recibiste cuando eras niño, los dones y las capaci­
dades que vienen de Dios son para ti j para los demás.
Son escogidos de manera especial para la Chazown a
la cual te está llamando Él.

ENSAMIENTO CLAVE

e Los dones de Dios en lí le capacitan para


tu don para el mundo.

¿Cómo descubres tus dones espirituales?


Prueba este ejercicio. Solo por diversión. A medi­
da que leas esta historia, pregúntate con qué respuesta
de las personas te identificas más. m ejM , o e á iid a
Imagina una escena en la que siete amigos están
reunidos alrededor de una mesa para comer pastel de
a i púAec&i am
cereza. Cuando Keira, la persona mejor vestida y al m á A .k a m k ^
parecer con más hambre que está presente, agarra una
jugosa y roja rodaja de pastel para ponerla en su plato, cií4 eeá tá p‘ ^be¿e4ii&,
de alguna manera se le escurre y cae boca abajo en su
c u fo v ia im a
regazo. ¡Qué desastre!
El modo en que cada uno de los amigos responde ju cfM < ifn a ja
revela sus dones.
La Primera Amiga toma las riendas, dando órde­ 'lo d a ja d& p a iie l
nes y organizando un eficaz equipo de limpieza. Tiene p a / u ip m efd a
el don de administración.
m ó M ,p ¡aÍO :

6 R o E S C H E l I 51
El Segundo Amigo de inmediato hace una oferta:
«Keira, cariño, ¡te invito a otro pedazo! En realidad, otro
pedazo de pastel de cereza para cada uno, yo invito».
Parece que tiene el don de la generosidad.
El Tercer Amigo se reclina en la silla y dice con
tranquilidad: «Podría haberte dicho lo que iba a pasar».
Quizá tenga el don de profecía (aunque no el de sensi­
bilidad en ese momento).
La Cuarta Amiga ya ha comenzado a llorar, no por
su pastel ni porque se manchara su vestido, sino por
Keira. La Cuarta Amiga debe tener el don de la miseri­
cordia.
La Quinta Amiga, por otra parte, asombra a todos
A k c^ 'fú en óx z cuando se ríe, ¡y luego también se le cae su propio
pedazo! Enseguida todos los demás se ríen también; y
(íi4/U 2M te el enfoque sin duda alguna ya no recae en la primera y
desafortunada amiga. La Quinta Amiga estaba muy
ó e< fu n d c ^ .
motivada para ayudar a su amiga manchada por el pas­
M ídjcecíiÁ mt tel a sentirse mejor. De seguro tiene el don de alentar.
Después de un minuto, el Sexto Amigo capta la
óúlc^ ¿u ce¿j(^
atención de todos. «H ay uiia monerfl mejor de comer
aJ/i£de<Sm POSlel de CereZQ», le dice. Lo he investigado. La primera
de nueve cosas que hay que saber es... Creo que el Sexto
de^ la . me¿<2., Amigo tiene el don de enseñanza.
pe/u^UíÁc^ Y, por último, el Séptimo Amigo. Ya ha terminado
una tarea sin que nadie se lo pidiera: ha limpiado todo.
¿¿d e.^ ie¿^ p 4/ íe¿ici¿. El Séptimo es un siervo de corazón.
Ahora piensa durante unos segundos. Sucedió un
mi4^ diA tuda/^
solo suceso alrededor de la mesa, pero hubo siete res­
¿ 2 i^ a 4 m (p ^ puestas muy distintas. ¿Q uéam igo eres tú en la historiad
¿Qué respuesta es más natural para ti?
e/i£¿. tú en la Dios te ha dado dones. Sabiendo eso, ¿en qué des­
lü á io ^ ?
tacas? Y, por favor, no me muestres falsa humildad diciendo
algo parecido a esto: «Pero Craig, en realidad no soy bueno
en nada». Solo deja tus quejas, ¿vale? (Quizá Dios no
me haya dado el de misericordia).
Sé sincero. ¿En qué eres excepcionalmente bueno?
(Eructar diciendo el alfabeto completo no cuenta. Eso
no es un don. Es asqueroso). ¿Cuándo te dice la gente:
«Eres tan bueno en eso que me da envidia. Me gustaría
poder hacer eso»?

52 I C H A Z o W N
¿Puedes cantar o bailar? ¿Eres bueno en la jardinería? ¿Qué tal eres con
los números? ¿Y con el liderazgo? ¿Sabes cocinar? ¿Te encanta delegar? ¿Se
sinceran otras personas contigo con facilidad? ¿Eres divertido? ¿Puedes repa­
rar cualquier cosa que se rompa?
Mira a Moisés. Guió a dos millones de personas en un paseo por la natu­
raleza que duró cuarenta años. Y Ester rescató a toda la población judía mun­
dial de la aniquilación. ¿Sus dones? Los dos rebosaban liderazgo por cada
poro de sus cuerpos.
Y Nehemías. ¡Organizó a un grupo de entre la chusma para reconstruir
los muros de una ciudad en cincuenta y dos dias\ Yo llamaría a eso el don de
administración.
En el libro de Hechos encontramos a una mujer llamada Dorcas que
utilizaba su costura para ayudar a la gente. Tenía el don de servicio. Dios hasta
la resucitó de la muerte porque se agradaba mucho de su corazón (y es probable
porque sintiera mucho que se llamara Dorcas).
La Biblia tiene varias listas de talentos y capacidades (por ejemplo,
Romanos 12:6-8; 1 Corintios 12; Efesios 4:11), pero solo son muestras de
una «lista» mucho más larga y que no está escrita de dones que Dios ha distri­
buido entre los seres humanos.
Y piensa en todos los ejemplos muy conocidos de la actualidad:
Jerry Seinfeld bromea.
Julia Roberts actúa.
John Grisham escribe.
Tiger Woods juega golpes largos en el golf.
Napoleón Dynamite baila.
Todo don y talento que tienes vino directo de Dios con un propósito. Y
Él quiere que los uses para beneficiar al Cuerpo de Cristo y ser una bendición
para el mundo. En 1 Pedro leemos: «Cada uno ponga al servicio de los demás
el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus
diversas formas. El que habla, hágalo como quien expresa las palabras mis­
mas de Dios; el que presta algún servicio, hágalo como quien tiene el poder
de Dios. Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo» (4:10-11).
¿Cuáles son los dones que te ha dado Dios?

G R o E S C H E L I 53
HACER. ES CR EER.
A medida que procuras un entendimiento más claro de tus dones, hazte tres
preguntas.

La primera pregunta puede parecer demasiado sencilla, pero da justo en el


blanco: «¿Qué es lo que más te gusta hacer?». Por ejemplo, ¿disfrutas al leer,
servir, alentar, ayudar, dar, hacer felices a otros u ofrecer consejo?
¿Qué te gusta hacer?
Es obvio que mi hija de seis años, Anna, tiene el don de alentar. Y a ella
le encanta levantarles el ánimo a los demás.
Una vez oficié una ceremonia íntima de boda, en el patio de una casa,
para unos buenos amigos. Mi esposa fue conmigo y llevamos a Anna.
Todo iba bien (lo cual es raro en una boda), y el amor que la pareja sentía
el uno por el otro era obvio para todos. El santo acontecimiento finalizó con
un grito de la pequeña Anna: «PAPI, ¡LO HICISTE FANTÁSTICO!».
Todos rompieron en risas.
Esta emocionada niña de seis años siente pasión por alentar. Le encanta
hacer que otros se sientan bien consigo mismos. Y cuando lo hace, se distin­
gue en las vidas de otros también.

Lo cual nos conduce a una segunda pregunta: ¿Qué haces que tenga un
impacto significativo en los demás?
Quizá seas alguien que sabe escuchar. Después de contarte los problemas
de la vida, tus amigos se van sintiéndose mejor.
Tal vez sepas mucho sobre gerencia financiera. Y a menudo la gente acude
a ti para que los ayudes a tomar buenas decisiones económicas. En tu interior,
sabes que estás siendo determinante.
O a lo mejor sabes reparar cosas que se rompen. Siempre que alguien
está en apuros, hallas gozo al ayudarle a salir del aprieto.
Tus dones pueden parecerte insignificantes, pero a otros no. ¿Qué haces
con frecuencia que es una bendición para otros?

54 D C H A Z O W N
Mike y Sarah recuerdan los días especiales de sus
Kamigos: aniversarios, cumpleaños... momentos impor-
\tantes. Y siempre envían una tarjeta con una breve
! nota. A menudo son los únicos que reconocen el día
i especial de alguna persona. Y a todos nos gusta que
[ nos recuerden. Me han dicho que eso les parece algo
pequeño e insignificante, pero es algo grande y muy
importante para los demás. Mike y Sarah se distinguen. (ílxm e¿^
Dios te ha dado dones. Tú disfi-utarás al usarlos fm e d e n
mientras a la vez también te distingues en las vidas de
otros. fic u ie m d e

Creencia secreta
p em a o i/ iú é^ M a .
f La tercera pregunta podría dar como resultado una
¿ 2 p iÁ k a c e ¿ ^
• transformadora respuesta. ¿Qué crees en secreto que
puedes hacer, pero que nunca lo has intentado? co n
Sé sincero. Y sueña en grande.
Laura lo hizo. Durante años, esta joven mamá
creyó que podría comenzar un negocio en su hogar.
Laura es estupenda haciendo artículos de escritorio y
'p x im oi/v& d?
es buena para el mercadeo. Después de buscar a Dios
para descubrir su Chazown, decidió intentar lo que
otros decían que era arriesgado. Leyó algunos libros,
asistió a un seminario y se esforzó al máximo.
Dos años después, ella hasta rechaza negocios.
Ahora, su negocio, «Pink Ink», le permite trabajar
desde su casa, pasar tiempo con su hijo y contribuir en
lo económico. Sabía que podía hacerlo. Solo que nun­
ca lo había intentado.
Tú no lo sabrás hasta que lo intentes.
Uno de mis buenos amigos tiene mucho éxito en
los negocios, y también es bueno para la política. En
lo profundo de su ser, cree que podría distinguirse en
la política. Todos los que le rodean creen en él.
Durante años lo ha estado pensando. Sin embargo,
hasta la fecha, no lo ha intentado. Mi amigo cree en lo
más íntimo de su alma que puede ser determinante en
la política, pero aquí está el hecho ineludible: no lo
sabrá hasta que lo intente.

6 R o E S C H E L
La mejor manera de descubrir tus dones es]
comenzar a hacer algc. Si un ministerio en particular!
te parece atractivo, es probable que tengas dones en esa]
esfera. Y no temas intentar algo nuevo.
Si crees que puedes distinguirte, quizá Dios esté]
tratando de decirte algo. Dale una oportunidad.
¿A qué esperas?
Miamicp-
cyie& enlo-
m < iiú iÍim o-
d & ó u a lm a
c^ p u ed & ie^
dete^ i^ níH oi^
en la 'P o lític a ,
p eA o -a c^
ediá el kedio-
¿HeÍM clílde:
m -lo -d a Jí4 á
k a ó ia c^ m '
lo -in te n te.

I C H A Z o W N
Mi esposa y yo nos emocionamos cuando nos mudamos a nuestra primera
casa y encontramos que tenía un triturador de desechos en el fregadero de la
cocina. Nuestra emoción se evaporó cuando descubrimos que no funcionaba.
Como éramos recién casados, no teníamos dinero ahorrado para reparaciones.
Así que durante tres años todos los restos de nuestra comida fueron al cubo
de la basura. .
Mientras tanto, a unos sesenta centímetros debajo del triturador había
una pequeña herramienta con forma de L. En realidad, la había visto el día
en que nos mudamos. No sabía lo que era, pero parecía importante y por eso
la dejé ahí. .
Un día le contamos a un amigo de nuestro triturador que no funciona­
ba. Él vino a nuestra casa, se agachó por debajo del fregadero y agarró la mis­
teriosa herramienta. La insertó en la base, le dio un par de vueltas y, ¡voild! El
artilugio zumbó cobrando vida.
Tiempo empleado: dos minutos. .
Durante tres años tuvimos todo lo necesario para triturar nuestros restos
de comida. Solo que no le dimos uso a lo que teníamos.
Hace dos mil años, cuando lo más parecido a un triturador de desechos
tenía cuernos y pezuñas, Jesús relató una historia sobre un amo y tres siervos.
Un día el amo se fue de viaje y les dio a los siervos algún dinero para que lo
invirtieran en su ausencia. Al primer siervo le dio cinco talentos (un «talen­
to» era una gran cantidad de dinero. Piensa en ello como un título de accio­
nes por un millón de dólares). El segundo obtuvo dos talentos. Y el tercero
recibió uno. Entonces se fue el amo.
Lleno de fe, el primer siervo corrió el riesgo e invirtió sus talentos. Su
intrépido movimiento dio beneficios y duplicó la cantidad de su amo.
El segundo hombre hizo lo mismo y duplicó sus dos talentos, obtenien­
do cuatro.
El tercer hombre vaciló, consideró sus opciones y decidió ir a lo seguro.
Enterró su talento.
Cuando regresó el amo, dio un aumento a los dos primeros. El tercer
hombre no resultó tan bien parado. El amo le dijo: «¡Siervo malo y perezoso!
[...] Pues debías haber depositado mi dinero en el banco, para que a mi regre­
so lo hubiera recibido con intereses» (Mateo 25:26-27). Él tomó el dinero de
ese hombre y se lo dio al hombre que tenía diez talentos.

G R o E S C H E L 57
Jesús terminó con ia moraleja de la historia: «Porque
a todo el que tiene, se le dará más, y tendrá en abun­
dancia. AI que no tiene se le quitará hasta lo que tiene»
(versículo 29).
¡Qué historia tan sorprendente! Los dos primeros
siervos usaron sus talentos y sus oportunidades: y reci­
bieron más. El tercer siervo no usó lo que el amo le confió.
Así que perdió incluso lo que tenía.
Tú y yo tenemos la oportunidad de distinguirnos
para Dios en nuestras vidas y en nuestro mundo con los
talentos que con generosidad nos ha dado Él. Y la
recompensa de nuestros esfuerzos será mayor de lo que
podemos imaginar.
¿Puedes ver cómo esto se aplica a la gran idea de
Chazown? La ventaja de identificar nuestros dones espi­
rituales y actuar conforme a ellos es espectacular. La
desventaja es cualquier cosa menos eso.
¿Qué dones tienes que no estás usando?

Seré sincero contigo. Esa pregunta está dando en el


blanco con respecto a mí aun mientras la escribo.
Durante los últimos cinco días he estado luchando con
una decisión que debería haber sido fácil de tomar. Me
invitaron a hablar en Seúl, Corea del Sur, a treinta mil
pastores, misioneros y líderes. La oportunidad de alentar
y avivar a miles de líderes es algo con lo que solía soñar.
¿Por qué no he aprovechado de inmediato la opor­
tunidad? Porque no me gusta viajar. Quiero tanto a mi
familia que nunca quiero dejarla. Cuando estoy fuera,
no puedo dormir, ni tengo ganas de comer. Solo quiero
irme a casa. Seúl está a veintiuna horas de viaje en avión.
Eso no me atrae en absoluto.
Así que aquí estoy, escribiendo este capítulo, y de
repente me doy cuenta... Dios me ha dado talentos
para que los use, pero estoy pensando en rechazar una
invitación para usar uno de ellos porque no me parece
divertida. Aunque, y lo veo ahorajliodría ser que tuviera
lo herramienta en; f q r p T d e L. que encoja en sus
necesidades. Lembargo; preferiría tomar mis talentos ^

C H A I o W N
y enterrarlos. Olvidarlo. Ir a lo seguro. Quedarme en
casa y estar cómodo...
Justo en este momento, hice lo que debí haber
hecho hace varios días. Mandé mi respuesta por
correo electrónico y les dije: «Me sentiría honrado de
poder asistir».
¿Y tú? ¿Es posible que durante días, o semanas, o
años, hayas sabido o hayas tenido la firme sospecha
acerca de algo que Dios te dio y que te llamó a hacer?
Me pregunto qué te está reteniendo. ¿Temes al
fracaso? ¿Temes sentirte incómodo? ¿Vacilas ante la
idea de tener que extenderte? ¿Estás atascado en una
niebla de excusas, dudas o hechos pasados por alto?
{De todos modosy ¿para qué es esa extraña herramienta
en form a de L?).
Dios nos ha dado a cada uno de nosotros una
Chazown junto con los dones y oportunidades para
ayudar a que se produzca. Nuestra tarea es trabajar
duro para identificarlos, y después usarlos.

6 R o E S C H E 1
l ú e r 'e S e ¡ ¿ iu io K :

T u s c^ o ty e S e S p it ^ i i u a je S

Estás en camino de descubrir la Chazown de Dios, su visión, para tu vida. Ya


has destapado tus valores centrales, la primera de las tres esferas a la cual prestar
atención si quieres descubrir tu Chazown. Ahora veamos con atención los
dones y las capacidades que te ha dado Dios.
Sé paciente al responder estas preguntas. No lo hagas con demasiada
rapidez. Intenta obtener tantas respuestas como puedas.

1. ¿Qué tienes pasión por hacer y disfrutas haciendo? O, ¿qué sospechas


que podrías disfrutar haciendo si solo lo consideraras un poco más?
(Piensa en trabajos, pasatiempos, actividades recreativas, cualquier cosa).
2. ¿Qué haces que parece tener un impacto significativo en otras personas?
3. ¿Qué crees en secreto que puedes hacer, pero nunca lo has intentado?

Una de las mejores maneras de encontrar tus dones es participando en


varias actividades y descubrir qué resulta para ti. Cuando estés preparado,
busca «Tus dones espirituales» en chazown.com y escribe algunos de tus
posibles dones espirituales, al igual que un compromiso a una oportunidad
de servicio concreta.
A fin de obtener más ayuda sobre cómo descubrir tus dones espirituales,
utiliza el sondeo de dones espirituales que está disponible en la página Web.

e^cribit^ ius
estira en

ü fin obtener' ¿uS


pKopia^ p^in^S ¿>^e/o^iai^io
y oit'oS i^eCurScS.

60
T E R C E R C Í R C U L O

6 R o E S C H E 1 I 61
TODO SUCEDIO
POR. UNA RAZÓN
La tercera esfera prometedora a explorar para descubrir
tu Chazown es la de tus experiencias del pasado. Son
hechos o períodos de tu vida que Dios te ha dado con el
propósito de que te prepares para cumplir su futura
visión.
Dios nos dice en Romanos 8:28: «Ahora bien, sabe­
mos que Dios dispone todas las cosas para el bien de
quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo
con su propósito». Lo maravilloso sobre «todas las cosas»
es que incluye bastantes todas las cosas. Las cosas buenas,
las cosas comunes y corrientes, las cosas no tan buenas,
las cosas (en ese momento) malas de verdad. Dios ha pro­
metido utilizarlas todas para bien de quienes lo aman y
han respondido al llamado de vivir su Chazown para
los propósitos de Él.

ENSAMIENTO CLAVE
RA menudo, tu pasado tiene
la llave para abrir tu futuro.

David era aún un pastor adolescente cuando se


enfrentó a Goliat, pero él ya había tenido algunas valiosas
experiencias que le dieron la confianza y la visión para
vencer al gigante. Cuando todos los demás, incluyendo
a los pesos pesados del ejército de Israel, decían que no
había manera, David reflexionó en su pasado. Recordó
cuando un oso atacaba a sus ovejas y Dios le ayudaba a
matarlo. En otra ocasión fue un león y Dios le dio fuerzas
para derribarlo.
Ahora bien, te aseguro que cuando David estaba
mirando de frente a ese león no estaba pensando: Vaya^
¡esto es estupendo!¡Estoy obteniendo experiencia! Sm embargo,
más adelante en la vida, su pasado le dio una perspectiva

I C H A Z O W N
de su futuro. Al estar con el ejército de Israel, observando
a Goliat burlarse del Dios de Israel, David dijo: «Dios lo
ha hecho antes, y volverá a hacerlo. ¡Déjenme enfren­
tarme a él!»^
¿Para qué podría tu pasado haberte preparado
que no podrías hacer, o no harías, de otro modo? Piensa
en las experiencias positivas que han sido formativas
en tu vida. Quizá un éxito en los negocios te haya dado ¿ P a m c j^
la confianza para dirigir una organización sin ánimos
poJ/Uatd/L
de lucro a fin de marcar un mayor impacto. O tal vez
Dios te haya sanado de cáncer y ahora puedas ofi*ecer pxióx2xllx9^
ayuda a otros.
U(Áe/de
Piensa también en las experiencias negativas que
han dado forma a tu modo de pensar, sentir y actuar.
Sufriste un aborto natural y pensaste que nunca vol­
verías a ser feliz, pero a causa de la sanidad emocional
de Dios, ahora puedes consolar a otras parejas cuyos 'pú<lA¿aA^
sueños han muerto. O tu matrimonio se destruyó, pero
debido a lo que te ha enseñado Dios, ahora tienes la kcu:e/i,
sabiduría para ayudar a otros cuando tienen una crisis
ka/UaA^, d e
en sus relaciones.
Mi esposa y yo somos parte de un pequeño grupo
de estudio bíblico. Los líderes, Mike y Diane, son
buenos amigos nuestros. Diane es una de las mujeres
más positivas y piadosas que conozco.
Siempre ve lo bueno en todo y le encanta alentar a
los demás.
Un día, Diane comenzó a afrontar algunos desafíos
físicos, y la que antes era una seguidora de Cristo opti­
mista y divertida se hundió con rapidez en una pro­
funda depresión. Experimentó repetidos ataques de
ansiedad, y los pensamientos oscuros y temerosos la
paralizaban. De la noche a la mañana, todo cambió
para peor.
Pasaron dolorosos meses.
Al fin, mediante la oración, la medicina y el paso
del tiempo, Diane se recuperó y una vez más volvió a
ser la misma mujer jovial.
A menudo lo ha descrito como una experiencia que
no desearía a nadie. Con todo, de modo sorprendente.

6 R o E S C H E L I 63
también dice que no la cambiaría por nada. Al otro
lado de ese doloroso recuerdo, Diane hO dGSCUbÍBrtQ
una nueva dimensión de su Chaiow n. Su vida
ahora está dirigida por una misión mayor. Cualquier
mujer con depresión es alguien a la que Diane quiere
amar. Busca a los que sufren, y ha dedicado su vida a
aconsejarles y ayudarles.
Dios hace que todas las cosas obren para bien.
Jlo/i. COéúA. Diane será la primera persona en decirte que aun las
malas experiencias pueden conducir al bien.
í^mnoá-, loÁ-
coáa¿comumá-
ij, aw U e4 ite¿;
laé-codaé^m-

la¿ co¿<iA-
(en rede

mcda¿-d&
vendad. 2)¿ú>d-
k a ^ m m e tiá o -
utiUjOAlaA-
iodai-'paA a
JueK.
SACALE
SIGNIFICADO
AL PASADO
¿Has encontrado alguna vez una llave y te has pregun­
tado qué abriría? Apuesto a que tengo cinco o seis de
esas misteriosas llaves en un bol, junto con un montón
de monedas, pedazos de papel, diminutos tornillos y
una muela de uno de mis hijos. No tengo idea de lo
que abren esas llaves, pero no me atrevo a tirarlas por
fmf2Ó4¿¿»
si acaso...
¿Y si te dijera que tienes un bol de llaves en un en . t a doio^ .
estante de tu corazón? No son llaves para arrancar un
Q onjfía ei^
vehículo ni para abrir un candado, sino llaves que
podrían abrir ventanas de entendimiento en cuanto a 'pxz/ia <^u& te
la Chazown de Dios. Esas llaves son tus experiencias
del pasado. Tanto buenas como malas.
^ leu ele'fu m ie
Esas que recuerdas con cariño. Esas que desearías que d etu
nunca hubieran sucedido. Y esas, considera esto, en las
que nunca pensaste en serio hasta este momento. Gka/pum
A fin de sacar significado a tu pasado, necesitas fU2/ia t a iU da
examinar las experiencias desde ambos extremos. Abró­
chate el cinturón. Comenzaremos con las malas. cum m ediam ie
A medida que lo hacemos, recuerda: Dios es bueno. Ím dcd&n’.
Él puede usar todas las cosas. Hay un propósito en tu
dolor. Confia en Él para que te revele parte de tu Chazown
para tu vida aun mediante tu dolor.
Pregúntate: ¿Qué experiencia dolorosapodría Dios
querer usar?
Ya sé que esto es difícil. Con fi*ecuencia queremos
pasar por alto u olvidar los momentos difíciles. Aunque
tengan temor, puedes estar dispuesto a lo que Dios
quiere mostrarte.
Quizá tuviste que declarar bancarrota en tu
negocio. O tengas un hijo que se rebeló contra todo lo

G R o E S C H E l I ts
que le enseñaste y creiste. Oraste por alguien que amabas
desesperadamente, y creiste que recibiría sanidad, pero
al final murió. Alguien que amabas te traicionó o
rechazó. Abusaron de ti. O tú fuiste el que traicionó,
abusó y creyó que había hecho todo lo posible para
enmendarlo, y darías cualquier cosa para que nunca
hubiera sucedido.
Toma unos momentos y escribe algunas de tus
cM-o/^íma experiencias más dolorosas.
liA iade^ Espero que el siguiente paso sea mucho más fácil:
¿Qué buenas experiencias has tenido qu£ Dios podría querer
oícfiunaA^ d e ic^ usar?
e/X/pje/Ue4^uUoA^ Recuerda tu niñez y todo el camino hasta el pre­
sente. ¿Cómo te bendijo Dios? ¿Quién impactó tu vida?
pMdiiAMiá^c^ ¿Dónde tuviste éxito?
Haz una lista de algunas de las experiencias positivas
^ ¿(^ p oJ/ u a
que Dios podría querer usar.
c^i4£/ieA. u¿aA. ¡Buen trabajo! Has levantado señales muy impor­
tantes que han estado rotas y ocultas en medio de las altas
hierbas. Regresaremos en un momento para echarles
otro vistazo a esas importantes respuestas.
¿Has visto alguna vez esos dibujos del «ojo mágico» en
el centro comercial? Ya sabes, el poco común diseño
que, a primera vista, no se parece a nada en particular;
solo un diseño al azar. Durante años la gente me decía
que si yo miraba bien, podría ver los objetos en tres
dimensiones saltar de la página. Después de numerosos
intentos, estaba convencido de que todos los que
decían que podían verlo mentían.
Entonces un día sucedió. A decir verdad, ¡vi del­
fines en tres dimensiones! Di un grito en voz alta. cucuixm íaA^
Desde luego, eso me hizo perder el enfoque y nunca
volví a verlos.
Sin embargo, durante un breve momento vi algo a m efy io A r
que no había visto antes. la. de
Lo mismo puede suceder cuando miras atrás al
collage sin significado aparente de tu pasado. Pídele a
Dios que te dé ojos para ver el valor de tus experiencias. ‘ a cae
Siempre ha habido en ellas significado y propósito, y
Dios puede ayudarte a ver lo que nunca has visto antes. a lcp -
Me gusta la historia que alguien me contó acerca
de un paj arillo. Un día el paj arillo iba volando hacia el
sur para pasar el invierno y quedó inmerso en una tor­
menta de nieve. A medida que la nieve caía sobre sus
diminutas alas, se fiindía un poco y luego se helaba
enseguida, haciendo que el paj arillo cayera a tierra.
Cuando estaba allí indefenso y temblando, rodeado
de hielo, el paj arillo pensó para sí (hay que decirlo con
voz de paj arillo): Este es el fin .
Para empeorar las cosas, una vaca se iba acercando
al helado paj arillo y, ¿no lo imaginabas?, depositó un
apestoso montón de estiércol encima del paj arillo. (Ya
sé que esto es repulsivo, pero tiene un propósito.
Sigue conmigo).
El pajarillo se asustó mucho, aterrado ante la idea
de que iba a morir congelado y cubierto de estiércol.

G R o E S C H E L 67
Sin embargo, poco a poco el calor del estíércol hlio que el pajarlllo
se descongelara. Agitó sus alas libres de nuevo, ¡y comenzó a piar de alegría!
«¡Pío! ¡Pío! ¡Pío! ¡Pío!», cantaba.
Fue entonces cuando un gato, atraído por el sonido, desenterró al paja-
rillo... y se lo comió.
Quizá estés leyendo esto y quieras gritarme: «¡Craig! ¡Eres demasiado
excéntrico!».
Lo comprendo (pero en gran medida es obra de Dios).
O a lo mejor estuvieras leyendo y quisieras gritar: «¡Sí, Craig! Eso es c
exactitud lo que parece mi vida. Justo cuando las cosas comienzan a mejorar,
la parte de abajo se rompe o cae algo sobre mi cabeza. Mi vida es simplemente
un desastre tras otro».
Lo comprendo, y detesto cuando mi vida parece eso. Aun así, Dios pro­
mete que Él está obrando en todas las cosas. Incluso en las cosas malas. Y si
confiamos en Dios durante los momentos de oscuridad, Él puede sacar ben­
diciones del dolor.
¿Me crees?
Pues bien, regresemos a ese querido pajarillo que se fue. Como ves, esta
historia de valor y de calamidad enseña tres lecciones muy importantes.
Espero que no te las pierdas:

1. No todos los que echan estiércol sobre ti son tus enemigos.


2. No todos los que te sacan del estiércol son tus amigos.
3. Cuando estés metido en estiércol, mantén tu boca cerrada.

Permite que Dios te dé ojos para ver su propósito en tus experiencias...


¡en todas ellas! Está ahí si miras con la suficiente atención. Y cuando lo veas,
descubrirás que tus experiencias señalan el camino hacia el plan de Dios para
tu futuro.

68 I C H A 1 O W N
.
Tu e r 'e S e ¡ ¿ i u i o t ':

T u s e / ( p e i ^ ¡e i ^ C ¡£ i S c^ e¡ p a ^ c^ o

Hasta ahora hemos identificado tres importantes círculos o esferas de la vida


que pueden ayudarnos a reconocer y perseguir la única y maravillosa Chazown
de Dios para nuestras vidas. Los tres círculos son:

• Nuestros valores centrales


• Nuestros dones espirituales
• Nuestras experiencias del pasado

Te estás preparando para escribir el próximo capítulo de tu vida. Su títu­


lo podría ser uno de estos:

«Distínguete» «Corre el riesgo de la fe»


«Vuelve a empezar» «Vive el sueño»
«Restaura el quebrantamiento» «Ponte en forma»
«Ve tras ello» «Cerca de Dios»
Ahora bien, como preparación para la siguiente etapa de entendimiento
y para practicar tu Chazown, explora estas preguntas conmigo:
\.¿Qué tienen en común tus buenas y malas experiencias? YxxdY^ a las
experiencias que revisaste hace un par de capítulos. ¿Puedes ver un
hilo común? ¿Están relacionadas de algún modo?
2. ¿Qué crees que han hecho contigo tus experiencias a fin de prepararte
para elfuturo? ¿Cómo eres distinto en tu interior debido a lo que has
disfrutado o soportado?
3. Ahora, con respecto al próximo capítulo de tu vida: ¿Quéposible título
viene a tu mente cuando piensas en el camino que tienes p o r delante?

escnh/y ius
entra en
a fin o^e obiemeK iuS
p!<opi¿iS paginas <?^e¡
y oíkoS t'eCurSoS.

G R O E S C H E L I
U - í

/ / / :
UN SUEÑO
EN AOaiÓN

Cóm o,das nombre o lu propia


Cháubwn y dónde gomienios
ARMONÍA EN
TB.ES PARTES
Ya estás listo para responder la pregunta crítica: ¿Cómo
descubro la Chazown de Dios para mi vida?
Miremos con atención los tres círculos que acabas
de identificar para tu vida: tus valores centrales, tus dones
CÍ^lCídx^ ^ espirituales y tus experiencias del pasado. A modo de
de6 < u iU
e i li/UjO/l * valores centrales son el puñado de valores por
los que eres más apasionado y sostienes por encima
de todo lo demás.
C(mae/lCf£^. • Tus dones espirituales son tus capacidades espe­
ciales, las cosas que haces notablemente bien y
que te encanta hacer.
• Tus experiencias delpasado son los hechos y períodos
en tu pasado (tanto agradables como desagrada­
bles) que han dado forma a quien eres en la
actualidad y te han preparado para el plan de
Dios para tu fiituro.

¿Cómo se relacionan entre sí esas tres esferas tan


diferentes?
¿Estás preparado?
Junta tus tres círculos y descubre el lugar en el que
convergen.
En casi todos los casos, hay un «dulce punto» iden­
tificaba donde se juntan esos tres escenarios que moldean
las experiencias de nuestra vida: ¡el lugar en el que todas
las dimensiones fiincionan con toda su fiierza!
Mira dónde se sobreponen tus círculos. Es ahí
donde encuentras tu Chazown.
Dios sabía con exactitud lo que hacía cuando te
creó. Dios te dio valores centrales, Dios te dio dones, y Dios
te dio experiencias. Y en el lugar en que se superponen

72 I
' es donde su Chaiown para tu vida explota en una combustión espiritual
espontánea.
" Dios tiene un destino divino para tu vida. En ese lugar en el que se
[ encuentran tus valores centrales, dones y experiencias, ¿qué destino ves?
I ¿Qué sueño ha puesto tu Padre en tu interior?
En un minuto te ayudaré a escribir tu Chazown. Sin embargo, por ahora,
¿por qué no haces una pausa, respiras profundo e intentas decirlo en voz alta?
Termina esta frase: «Dios me ha creado con un sueño para m i viduy y creo
que podría ser...».

G R o E S C H E L | 73
ENCAJE PEKFECTO:
ESTUDIO DE CASO
La primera vez que superpuse las tres importantes esferas de mi vida (valores
centrales, dones espirituales y experiencias del pasado) quedé sorprendido
por lo que aprendí. Cuando lo hago ahora, puedo ver aun con más claridad el
modo en que esos tres círculos en mi vida revelan importantes verdades acer­
ca de mi propósito. De en medio de esa superposición explota la Chazown de
Dios para mí. .
Permite que use mi vida como un estudio de caso. Es obvio que, debido
a que soy pastor a tiempo completo, mi historia se basa en gran parte en el
ministerio. Aun así, no dejes que eso te desconcierte, pues mi motivo solo es
ser tan útil como sea posible. Nada de lo que te digo tiene la intención de ser
orgulloso o de decirte cómo deberías verte en tu propio cuadro. Soy solo
Craig: un defectuoso seguidor de Cristo, una obra en progreso. Con todo, si
caminas conmigo en este ejercicio, puedo contarte lo que he aprendido y lo
que veo ahora acerca de la Chazown de Dios para mi vida. ■
En primer lugar, ¿cuáles son mis valores centrales} ¿En qué creo? Pondría
seis puntos en mi lista: ^

Integridad
Excelencia
Familia
Adminisiración
Responsabilidad

Todos esos puntos arden en mi interior, llevándome a cumplir la misión


de Dios para mi vida. Verás en unos momentos cómo encajan.
En segundo lugar, ¿cuáles son los dones espirituales que Dios ha plantado
en mí? El liderazgo es uno de los más obvios. Aun cuando era un muchacho,
yo era un líder: un joven jefe de bomberos. (Si alguna vez estás conmigo en
un edificio que se está quemando, confía en mí: ¡puedo sacarte sano y salvo!).
Nunca subestimes una pasión de la niñez. La mía por ser jefe de bombe­
ros era una señal de las cosas que vendrían en el futuro. Durante toda mi

'C H A 1 o W N
juventud, Dios me puso en papeles de liderazgo: capi­
tán de varios equipos deportivos, presidente de clase,
orador en actividades de graduación y presidente de mi
fratemidad.
Dios también me ha dado el don de la evangeli-
zación. Hablarles a otros de Cristo hace sentir incómodas
a algunas personas. Para mí, es una segunda naturaleza.
Él también me dio el don de la administración.
Me encanta organizar, equipar y formar a personas a
: fin de prepararlas para hacer la perfecta volimtad de Dios.
¿Puedes ver un cuadro tomando forma? Soy
'pxpi£ce/de i m
! más apasionado por las cosas para las que me crearon pooxí& ca.
i y para las que he recibido dones. ¿Por qué un Dios
amoroso te crearía para hacer algo bien, pero no te y tenc}/Ua¿^
: daría una enorme satisfacción al hacerlo?
En tercer lugar, ¿cuáles son mis experiencias del
pasado formativas? Cuando tenía seis años, mis padres túe/ieA^tú,
contrataron a un mago para que hiciera un espectáculo
iftec/ i£ a/ um
de magia en mi cumpleaños. No tenían idea de que yo
me enamoraría de la magia (no de la que adora al diablo; p a ^ cd cp '
la que hace salir un conejito de una chistera y cosas
: parecidas). Más adelante, un vecino que se mudó muy
' cerca de nosotros «resultó» ser mago. Él me preparó, y
cuando llegué a los doce años de edad realizaba espec-
, ráculos de magia profesionalmente. Dios utilizó esa
experiencia con el propósito de prepararme para estar
; delante de grandes multitudes y captar la atención de
todos.
¿Otra experiencia? Cuando era joven me parecía
que la iglesia era el lugar más aburrido e irrelevante del
planeta tierra. Esas interminables horas dejaron un
sabor en mi boca que ahora me motiva a hacer las
cosas en la iglesia de modo diferente.
¿Cómo encajan todas estas cosas? Donde se super-
; ponen mis valores centrales, mis dones y mis experien-
: cias, Dios encendió un fiiego que grabó a fiiego mi
: Chazówn, mi visión, mi sueño en mi esencia misma.
Ahora mi deseo sincero es dirigir con integridad
y excelencia. Tengo la responsabilidad de permanecer
en la carrera a largo plazo. Me desarrollo y prospero

6 R o E S C H E L I
delante de grandes grupos, y no temo correr enormes riesgos para comunicar^
el mensaje de Dios. Me encanta dirigir la iglesia de maneras innovadoras, y ,
hay pocas ideas razonables que no considere. Al final termino considerando’
también muchas irra2x>nables (¡un mago sabe que puede haber un conejo en
casi cada chistera!).
Sin embargo, el resultado final, creo yo, es lo que mi amante Creador^
tenía en mente cuando me imaginó: tanto en la familia como en el ministerio j
estoy haciendo todo lo que está en mi mano para llevar a las personas a que
lleguen a ser seguidores de Jesucristo consagrados por completo. |
Dios me ha dado un sueño. Me despierto cada mañana deseando que
ese sueño se convierta en realidad. .
Tengo el sueño de redefinir y capacitar a la iglesia local para que lleve el
evangelio a todo el mundo. Tengo el sueño de lanzar cien recintos eclesiales
en el ámbito nacional e internacional. Tengo el sueño de formar y ser mentor,
de la siguiente generación de líderes, comenzando con los seis hijos que están i
bajo mi cuidado directo. .■
Mi sueño podría parecerte un poco loco. Como si no llegara a encajar en'
tus pasiones, y valores, y dones, y experiencias del pasado. Como si no te^
sacara con exactitud de la cama cada día con una ráfaga de entusiasmo. \
Y tendrías razón. Porque tú eres tú, y te crearon para algo diferente, |
satisfactorio, importante para la eternidad... y único para ti. J
Aun así, la Chazown de Dios para Craig Groeschel encaja conmigo. A la'
perfección. ;
Y la tuya encajará contigo. !
A la perfección. j

76 i C H A 1 O W N
COMUNIDAD
CHAZÓWN
No hay mucho en la vida que sea más estimulante que
trabajar al lado de otros seguidores de Cristo que
quieren servirle con todo su corazón y saber lo que Él
quiere que hagan. A eso le llamo una comunidad
Chazown, y me encanta ser parte de una de ellas cada 1/ími pe/iÁcma.
día de la semana.
Permite que te cuente sobre unas cuantas instan­
táneas de los sueños que Dios ha dado a mis mejores j . Qka/pum
amigos: las personas que conozco y con las que trabajo "
en LifeChurch.tv. Las siguientes oraciones son algunas' cyix;uixíe.
de las declaraciones de visión que están cambiando
vidas de una gran manera:
«Tengo el sueño de discipular a mil mujeres».
«Tengo el sueño de ser parte del desarrollo de
Dios de nuevas y eficaces maneras de plantar iglesias
en el siglo XXI».
«Tengo el sueño de escribir una serie de libros -v.
para niños que ayuden a que la hora de irse a la cama
sea un recuerdo duradero».
«Tengo el sueño de que nuestro matrimonio pro­
duzca generaciones de cristianos fiiertes y orientados
hacia el ministerio que ayuden a cambiar el mundo».
«Tengo un sueño que implica alcanzar a millones
de jóvenes y conectar sus corazones con el corazón de
Cristo para alcanzar a futuras generaciones».
«Tengo el sueño de que mis hijos se casen con
cónyuges piadosos».
«Tengo el sueño de que el ministerio en Internet
de LifeChurch.tv no solo alcance a personas en cada
estado del país, sino también en cada continente del
munáo». 11?!

Una persona. Una frase. Una Chazown muy grande.


Lo sepan o no,lHi(l[i|^l;^Hililigque se distingue en este
mundo para Dios hoy en día vive su Chazown.

G R O E S C H E L 77
78 1 C H A I O W N
RODEA TU
CHAZOWN
Desde la primera página de este libro te he pedido que
Có¿á¿^f2/¡epa/ia(Jk
comiences a soñar, que te abras a la Chazown que
; Dios tiene para ti. Y hemos estado edificando desde
: entonces hacia el punto en que pondrás ese sueño en
un enfoque más claro. a de¿c/iÁiA. tu
Cuando miras al poderoso lugar en el que se Gka/pwA^de^
superponen los tres círculos de tu vida, ¿vienen a tu
■mente de inmediato posibilidades? Si es así, estás pre­ ta im oM e/ ia
parado para comenzar a describir tu Chazown de tal
(j44e^'puedaá^
manera que puedas recordarla y vivirla. Si no, sigue
mirando, pensando y orando: ne<x^^ulania
¿Qué me ha interesado siempre mucho?¿Qué vabres
\parecen definir m i núcleo?
¿Para qué cosas siempre he parecido estar dotado de
manera especial?
¿Qué me han mostrado mis experiencias delpasado y
tanto «buenas» como «malas»y acerca de m i mismo y de
mi propósito en la vida?
Dios quiere mostrarte algo muy importante.

Q U o/ p u m

: DONES EXPERIENCIAS
\ e sp ir it u a l e s \ / del pa sa d o /

' ..................... ..................................

6 R o E S C H E L I 79
Un ejercicio que he encontrado útil es batallar con un par de preguntas
que ya he mencionado. Esas preguntas pueden ser muy útiles porque revelan
nuestros propios corazones. Y más aun: porque nos ayudan a ver obligaciones
y obstáculos pasados que todo el mundo siente, ¡pero que nos mantienen ciegos ;
p or años a lo que Dios quiere para nosotros!
Por lo tanto, toma varios minutos, pídele a Dios su dirección y entonces
comienza a soñar. Escribe tus pensamientos en el espacio que hay después de
cada pregunta.
• Pregunta #1: Si el dinero no fuera una objeción y yo pudiera hacer
cualquier cosa que quisiera durante el resto de mi vida, ¿qué haría?
• Pregunta #2: Además de amar, cuidar y ministrar a quienes son más
importantes para mí, ¿cuál es la cosa número uno que creo que Dios
quiere lograr por medio de mí?
Tendrás más tiempo para seguir soñando. (¡Espero que nunca dejes
de hacerlo!). Sin embargo, este ha sido un segundo paso importante, aun si te
hizo sentir muy incómodo.

Pídele a ^ ¿ 0^
ÓU di/l£COÍÁH.

ccmUe^i/^
aóxmoA.

o
80 1 C H A Z O W N
MISIÓN
IMPOSIBLE, ¡POSIBLE
Por favor, entiende un punto muy importante: Cuando
Dios te dé un sueño, te sentirás de cualquier manera
excepto cómodo. ¿Por qué? Porque...

ENSAMIENTQ CLAVE
R La visión de Dios para ti es mayor de io que lú puedes
imaginar e imposibie que tú la llagas por tu cuenta.

A eso le llamo una visión del tamaño de Dios. La


visión de Dios para tu vida es tal que cuando la veas,
tu primer pensamiento será: «¿Cómo es posible que
yo pueda hacer eso?».
Lo cierto es que no puedes. Dios te llamará a hacer
algo que no puedas hacer por tu cuenta, a fin de que
tengas que dar un paso de fe a lo desconocido. La única
manera de que lo logres es que confíes por completo
en el corazón y el poder de Dios. De ese modo, cuando
Dios logre su visión por medio de ti. Él se llevará todo
el mérito. üam oA á
«Sin fe es imposible agradar a Dios» (Hebreos 11:6).
Aun así, quizá lo que sientes esté más próximo a a kaceA cd(p-
la tristeza que a la incomodidad o el temor. Con fre­ c^ u e-m
cuencia ese es el caso cuando comenzamos a com­
prender que hemos estado descartando, ya sea de manera p u ed o / i
consciente o inconsciente, lo que sabemos que es nuestra
k a c& ip m
Chazown. Sentimos que nos hemos traicionado a
nosotros mismos. Sabemos que hemos decepcionado U í cum ia.
a Dios. Por lo tanto, es natural estar tristes.
No obstante, también puedes emprender la acción.
Puedes comenzar a agradarle a Él en este instante. No
entenderás de inmediato todas las implicaciones de tu
Chazown, pero mantén tu corazón dirigido hacia el

G R o E S C H E I I SI
corazón y el propósito de Dios. Con el tiempo, darás]
en su blanco con más precisión.
Te garantizo que la Chazown de Dios, cuando tú y j
Él la cumplan, causará un significativo impacto en este 1
mundo, remodelando vidas según el plan de Dios.
Entonces, ¡date la libertad para soñar en grande
Deja que tu sueño te dé alcance. Dios te creó de mane-1
ra única a fin de que mostraras su amor de manera ú n ij
ca a este mundo.
Y cuando hayas soñado tan grande como puedas,
¡sueña aun más en grande! Si tienes la capacidad del
lograrlo sin Dios, no es la Chazown de Dios para tul
vida, y Él no se llevará la gloria por ello.
A propósito, si durante este proceso te tropiezas]
con una pared de ladrillos de duda o de confusión, no]
te sorprendas. Les sucede a casi todos. Permite que te ioj
explique...

'^ e ja c^ tn ^
óue*io-te<l&
alcance. 2>¿ad-
tec/ieó-de.
m cm eA ^ aim ica

mo¿Í/ia/iaA^
¿ u a tm ^ d e ^
mc2Aije/ia á m c a
a e¿ie mundx^.

82
iCLARO QUE SÉ HACIA

El siguiente diálogo es uno muy exacto que tuve con mi esposa, Amy, mien­
tras fingía que estaba perdido.
Amy: No sabes hacia dónde vas, ¿verdad?
Yo: ¿Qué quieres decir? Claro que sé hacia dónde voy.
(Silencio).
Amy: No, no lo sabes.
Yo (aferrándome con demasiada fuerza el volante del auto): Sí. (Pausa
para lograr más efecto). Lo sé.
Amy: Deberías haber traído el mapa. -
Yo: Tú deberías haber estado preparada para salir a tiempo. (No debería
haber dicho eso).
Amy: No tienes por qu£ ser grosero. Solo hazte a un lado del camino y pregunta.
Yo (vacilando entre la ira, la vergüenza y la total firustración): /Afí/FBIEN^
(Piso el freno a fondo a unos noventa kilómetros por hora y hago un
giro en U ilegal y muy cerrado).
Todos los niños (con ojos abiertos como platos y agarrándose a cual­
quier cosa que tuvieran a la mano): ¡Aaaaaaaa!
Mi hija de siete años (tras treinta largos y extraños segundos de silencio):
Papdy ¡tienes que estacionar este auto ahora mismo para que mamá pueda darte ■
unas nalgadas!
¿Eres como yo? ¿Te niegas a preguntar por direcciones? Es bastante peli­
groso rechazar la ayuda con respecto a las direcciones cuando se va de viaje,
pero esa es justa la «estrategia» de autosuficiencia que muchas personas utili­
zan en la vida. Las personas que no son capaces de saber dónde están ni hacia
dónde se dirigen, pero son demasiado orgullosaspara pedir ayuda, pueden ter­
minar en cualquier parte. O en ninguna parte.
Mira a tu alrededor. Sucede a cada momento.

B P e n s a m ie n t o c l a v e
Si no sabes a dónde le diriges en la vida,
depon tu orgullo, hai un alto y pregunta.

El hombre más sabio que viviera jamás dijo: «Al necio le parece bien lo
que emprende, pero el sabio atiende al consejo» (Proverbios 12:15). ¿Qué te

G R o E S C H E L 83
parece obtener un buen consejo? ¿O preguntar por dirección... a Dios a las
personas clave que Él ha puesto en tu vida para que te ayuden?
Cuando busques buen consejo, asegúrate de acudir a las fuentes adecua­
das. Al igual que un mapa anticuado puede dirigirte mal, lo mismo hará la
persona indebida.
He aquí algunas maneras de buscar y encontrar buen consejo:
• Busca la voz y la dirección de Dios a través de su Palabra. Cuando busco
dirección, casi siempre comienzo en el libro de Proverbios. Muchas
personas encuentran una gran sabiduría y dirección a lo largo de este
libro tan sencillo y a la vez tan importante. Puede que encuentres la
ayuda que necesitas en cualquier otro lugar de la Escritura. Sea lo que
sea que estudies, pídele a Dios que abra tus oídos para escuchar su voz.
• Busca consejo bíblico de personas piadosas de tu iglesia. Quizá tu
líder de grupo te ofrezca perspectiva. O una persona con la que sirves.
Pídele a uno de los miembros del coro que ore por ti, o concierta una
cita con un pastor. En cualquier cosa que hagas, no te limites a hablar
sobre tu lucha. Quédate callado y escucha.
• Busca en la comunidad a las personas con una trayectoria demostrada.
Es posible que quieras concertar una cita con un líder de negocios. O
con una sabia mamá que trabaja en casa. O con alguien que tenga un
gran ministerio o matrimonio. O con alguien que haya cometido
miles de errores y haya aprendido de ellos. Quizá leas un estupendo
libro o busques palabras de sabiduría en la Internet. No te limites a
buscar consejo de las personas más cercanas a ti. Puede que te sor­
prendas mucho al ver a quién usa Dios para ayudar a dirigirte.
Busca ayuda de personas piadosas y estupendos recursos. Aun así, como
he dicho, no todos los consejeros pueden ayudarte a llegar de un punto a otro
en tu búsqueda, ni tampoco necesariamente quieran hacerlo. Algunos quizá
hasta te hagan daño.

Cí ¿xzJúo-ciiiend&
a l oMÁejO:

I C H« I o W N
DIOS TE AM A
(Y TODAS LAS DEMÁS PEF.SONAS TIENEN .
UN PLAN MARAVILLOSO PAFIA TU VIDA)

¡ADVERTENCIA! ¡Ten cuidado con tus falsas Chazowns!


Muchas otras personas, aun los amigos bienintencionados, tienen visio­
nes para tu tiempo y tus recursos, pero esas otras visiones con frecuencia son
incoherentes con la visión de Dios para ti.
Pedro una vez intentó convencer a Jesús para que no muriera. Jesús
siguió con el plan establecido. La visión de Pedro para Jesús era distinta a la
visión del Padre para Jesús^^.
Es triste que a menudo las personas rindan su Chazown al pasar por alto
la dirección de Dios y en su lugar se esfuercen por agradar a alguna otra persona.
Mi buen amigo, lo llamaré Sam, provenía de una familia muy rica. El
papá de Sam quería mucho a Sam... y tenía un plan maravilloso para su vida:
que siguiera con el negocio de la familia. El papá de Sam poseía más de dos­
cientos lavaderos de autos que daban muchos beneficios. Y hacía grandes
cantidades de dinero. Entonces, cuando Sam finalizó la universidad, su papá
lo llevó a varios lavaderos de autos. El escenario estaba preparado para que
Sam se hiciera riquísimo.
Solo había un problema. A Sam no le importaba el dinero. Y no le gus­
taba dirigir lavaderos de autos.
Durante siete largos años Sam vivió una Chazow^n falsa. La odiaba. En
lo profundo de su corazón conocía aquello para lo que le crearon. Los valo­
res, los dones y las experiencias de Sam señalaban todos hacia ser entrenador:
desarrollar a jóvenes atletas estudiantes era su pasión.
Al final, en contra del consejo de todos (excepto de su esposa), Sam se
alejó del dinero, se mudó a una pequeña ciudad y comenzó a entrenar a
muchachos en el instituto.
Nunca antes se ha sentido más satisfeclio.
Uno de mis valores centrales es la familia. Así que mi misión implica
pasar mucho tiempo con mi familia.
Otras personas tienen sus propios planes para mi vida y mi tiempo. Ven
a hablar en esta actividad. Ven a com er con nosotros. Te necesitamos en esta
importante junta.
Muchas veces les digo que no.

G R o E S C H E L I
Algunas personas lo comprenden, y otras se enfurecen. Sin embargo,
me niego a sacrificar la Chazown de Dios por la de cualquier otra persona.
Tú tendrás que hacer lo mismo.
El mundo te bombardea con falsas chazowns. Negocios, anuncios, k
Internet, cada cartelera que pasas: todos tienen visiones para tu dinero. A
pesar de eso, la visión de Dios para tu dinero es que lo inviertas para conse­
guir el mejor beneficio eterno.
Los restaurantes de comida rápida tienen visiones para que aumentes de
talla (engordándote de ese modo). No obstante, la visión de Dios para tu
salud es que comas bien y cuides tu cuerpo.
La radio, la televisión y las películas envían señales morales diciéndote lo
que es una conducta apropiada. La Chazown de Dios para tu vida implica un
estándar moral mucho más alto.
Haz que tu pasión sea buscar la voluntad y el propósito de Dios para tus
veinticuatro horas diarias, trescientos sesenta y cinco días al año, durante el
resto de tu vida. Así es que cumplirás la misión de Dios para ti.
Y no la de ninguna otra persona.

Meniecp-a

la Qka/pum’
d e % io ¿ - p o 4 ’
la d&CM<d(fiüe/i
/Ú e i^ e S e ¡ a i A .o t ''-

Tu c^eCfíir'íiCiói^ c^e misiéri


Ahora voy a pedirte que captes tu Chazown en palabras, tal como la entiendes
ahora, en una frase enfocada en la acción. ¿Parece intimidante? No lo es.
Dios te ha llevado a esta página por una razón. Estás a solo unos cuantos
pasos de poner por escrito la declaración de visión de tu vida.

Cómo se escribe una declaración de misión


Una declaración de misión es simplemente una versión de una sola frase de la
Chazown de Dios para tu vida expresada en palabras que te motivan mucho a
perseguirla para ÉL Cuando escribas la tuya, solo di qué acción es la que más
quieres emprender o perseguir con tu vida, y qué consecuencias son las que
más quieres lograr con esa acción. Volvamos a la Comunidad Chazown en la
página 77 para ver algunos ejemplos de declaraciones de visión emocionantes
y muy personales.
Una declaración de misión no se labra en mármol; es una idea práctica,
una versión «de lo que me impulsa hoy» de la gran idea para tu vida tal como
la entiendes.

Pi e n s a , r e pasa, o r a

1. Ve a tu diario de Chazown y recuerda lo que escribiste para los tres


círculos. Esas esferas clave de tu vida son donde las huellas de Dios en
tu destino con frecuencia se muestran con más claridad. Cuando veas
esas esferas en conjunto, ¿qué comienza a hacerse obvio en su super­
posición? ¿Qué tienen en común? ¿Hacia qué tipos de tareas o sueños
podrían señalar en forma colectiva?

2. El repaso de tus anteriores respuestas a estas dos preguntas podría


ayudar a guiarte:
Pregunta #1\ Si el dinero no fuera una objeción y yo pudiera hacer
vcualquier cosa que quisiera durante el resto de mi vida, ¿qué haría?
Pregunta #2: Además de amar, cuidar y ministrar a quienes son más
importantes para mí, ¿cuál es la cosa número uno que creo que Dios
quiere lograr por medio de mí?

G R o E S C H E L I 87
3. ¿Qué te ha estado mostrando Dios en las páginas de este libro? Pídele
que te lo aclare.

Esc r ib e
Ahora escribe tu declaración de misión. Escríbela con tus propias palabras.
Haz de ella tu oración, tu meta y tu gratitud. Y cada día, pídele a Dios que la
enfoque cada vez más para ti. Él lo hará.
1. Mi declaración de misión extensa (si es necesario):

2. Mi declaración de misión en una frase:

Tom a nota
Cuando estés preparado, acude a tu diario de Chazown y apunta tus pensa­
mientos como parte de «Tu declaración de misión de Chazown».

escribir' iuS r'eSpue^iíiSj

/»7 obieñer tus


propiíiS <y<?/ c>>ie^rio
y recurso^.

I C H A 1 O W N
lO- m t á u e ^ . ..

G R o E S C H E L
CR.EO A MEDIDA
QUB AVANZO
Vuelve atrás en el tiempo conmigo. Soy un joven pastor,
aún en el seminario, sirviendo en una iglesia en el centro
de la ciudad en un hermoso edificio de tres plantas.
Una noche, muy tarde, estaba en la oficina de mi
iglesia en la tercera planta terminahdo una tarea del
seminario. Esta es una hora estúpidamente temprana
en la mañana, y comienzo el viaje de vuelta de ciento
cincuenta kilómetros hasta la escuela.
pX2/haÁ9^ Conduzco, conduzco, conduzco. Un gran bostezo.
: Conduzco, conduzco^ . ■"
en^imaco^iniAa
' De repente, piso con fiierza los fi*enos. ¡Hablando
(j4 4 e¿ee¿ineck a de estúpidos!
¿Ese importante documento en el que trabajé tanto?
Sigue estando en mi oficina.
Un giro (legal esta vez). Conduzco (de regreso), con­
duzco (de regreso).
A las seis de la mañana me encuentro de pie en la
oscuridad fijera de la iglesia. ' ■
Incapaz de tener mi documento.
Pánico.
Debido a que estoy ahí tan temprano, no fijnciona
mi pase magnético.
Si no consigo ese documento, tendré muchos pro­
blemas. De repente, una de esas bombillas aparece por
encima de mi cabeza. Recuerdo que siempre dejo mi ven­
tana sin cerrar con llave, porque mi oficina está en el
tercer piso y sé que nadie es lo bastante tonto para tratar de
escalar tres pisos por el exterior del edificio para entrar.
Una segunda bombilla aparece al lado de la primera.
Oye, dice mi lento cerebro privado de cafeína. Dios
me ha proporcionado una manera de entrar.
El Hombre-Araña estaría orgulloso. Sí, eso es. Arriesgo
mi vida escalando hasta el tercer piso por el exterior del
edificio. ¿Por qué? Porque tengo una visión de comenzar
una iglesia y cambiar el mundo, pero bueno, en ese
momento mi visión corre un gran peligro.
Suboy subo, subo. Quejido. M e estiro hacia arriba. Subo, subo.
Ahora son las seis y nueve de la mañana. Aún está oscuro. Estoy parado
sobre una cornisa de unos sesenta centímetros de ancho, a seis metros por
encima del suelo. Llego hasta mi ventana y le doy un empujón. Y luego vuel-
. YO a empujar. Reprendiéndome por no ser capaz de abrir una ventana que no
; está cerrada con seguro, empujo con más fuerza aun.
ENSAMIENTO CLAVE
R Cuando fallas en planear, planeas fracasar.

Esta vez no apareció ninguna bombilla, pero de repente se me cae el


alma al suelo. Alguien cerró con seguro la ventana. Tengo la certeza de que
fue el mismo Satanás, pero no puedo comenzar a adivinar quién le habría
dado un pase para entrar.
Estoy parado en una cornisa que se estrecha por minuto. Estoy de cara al
edificio, aferrado al marco de la ventana, aterrado solo por mirar a mi alrededor.
«¡Auxilio!», susurro, atreviéndome a echar una mirada por encima de mi
hombro a la oscura calle que está abajo.
Una vez más, a unos pocos decibelios más: «¡Auxilio!».
Una pausa de diez segundos.
Es entonces cuando comienza el aterrado grito: «¡Auxilio! ¡Auxilio!
¡Auxilio!...».
Ahora son las seis y treinta y uno de la mañana, y el sol está comenzando
a salir. Algún conductor divisa al azar mi espalda que sobresale donde debiera
haber una ventana. Le hago una señal. Él intenta sonreír mientras marca el
número para emergencias.
Espera, espera, espera. Respiraciones profundas. Espera, espera.
Ya son las seis y cuarenta y seis de la mañana, y un camión de bomberos
extiende una inmensa escalera hacia mí. Con la ayuda de un bombero, dOy
pasos de manera cautelosa hacia la escalera y avergonzado llego a la
seguridad del suelo. (Pasé por alto mencionar al bombero que yo fui un
joven jefe de bomberos).
Abrazo la tierra. Ahora estoy enamorado del suelo y la hierba.
Cuando pasas por la vida creando a medida que avanzas, los problemas
acechan justo a la distancia de un momento. Garantizado.

6 R o E S C H E L i 91
INCLUSO DIOS
CKEE QUE ES
UNA BUENA IDEA
¿Dirías, por favor, en voz alta el pensamiento clave? «Cuando fallas en planear
(excelente entonación), planeas fracasar».
¿Invertirías en un negocio que no tuviese ningún plan de negocios?
¿O te subirías a un avión con un piloto que no conociera el destino
hacia el que se dirige?
Nunca verías a un entrenador de éxito decirles a sus jugadores: «Quiero
que salgan ahí e improvisen. Improvisen mejor de lo que lo hayan hecho
nunca».
Lo que asusta es que la mayoría de las personas improvisan su manera de
vivir. Y nos preguntamos por qué estamos atascados en cornisas de terceros
pisos sin tener una ruta de escape.
Cuando fallas en planear, planeas fracasar.
Por eso necesitamos la Chazown de Dios para nuestras vidas. Una vez
que tengamos eso en mente con claridad, necesitamos dar el siguiente paso:
un plan para hacer que com ience a suceder.
Ahora bien, para algunas personas hacer planes no parece muy espiritual.
No obstante, Dios dice: «Pierden el camino los que maquinan el mal, pero
hallan amor y verdad los que hacen el bien. Todo esfuerzo tiene su recom­
pensa, pero quedarse solo en palabras lleva a la pobreza» (Proverbios
14:22-23). En opinión de Dios, planear no solo es bueno, sino que también
es bueno implementar el plan. «Quedarse solo en palabras lleva a la pobreza».
Más aun. Dios mismo hace planes.
La Biblia dice en el Salmo 33:11: «Pero los planes del SEÑOR quedan
firmes para siempre; los designios de su mente son eternos».
Si Dios hace planes, también deberíamos hacerlos nosotros.
Incluso Jesús se puso metas e implementó un plan: «Desde entonces
comenzó Jesús a advertir a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y sufrir
muchas cosas [...] y que era necesario que lo mataran y que al tercer día resu­
citara» (Mateo 16:21).
¿Y qué lograron los planes de Jesús, escogidos e implementados con
sumo cuidado? La derrota del pecado, la muerte y el infierno.

92 I C H A 1 o W N
Él venció a la tumba. No para sí mismo, ¡sino para nosotros!
Jesús hizo planes y, al hacerlo, planeó no fracasar.
Un granjero hace planes, o de lo contrario desperdicia su terreno y su
semilla. Un marinero hace planes, o de lo contrario el viento decide a dónde
irá el barco. Una persona de negocios hace planes, o de lo contrario los com­
petidores ganarán cada vez. Las mamás hacen planes, o de lo contrario las
familias se sientan a comer alrededor de una mesa vacía.
Entonces, cuando se trata de la prioridad más importante de nuestras
vidas, vivir el amoroso propósito de Dios al estar en la tierra, ¿por qué permi­
timos que las circunstancias, las presiones y las «necesidades» sencillamente
nos hagan rodar por el camino al igual que la fría brisa hace rodar un vaso de
cartón?
Por fortuna, hacer un plan y seguirlo para cumplir tu Chazown 6S tUII
sencillo c o m o , d ig a m o s, tragarse un a lc e ...

la¿^d/iamáici4^^^
la ¿ ij,
ia¿^ <<moeá¿dade¿>>
óe4nxüilx2Aiie4^
m¿^Uacf<A^
el
c o r n i l ( d iCf44Xli
la ¡mMa.
^iú<jlx2A
ímiAú^de^ ca/iió^.

6 R o E S C H E L
CÓM O tb . a g a b . se
UN ALCE

¿Cómo se traga uno un alce?

opnaoq d opnooB
EL SECKETO DE
SOÑAK A LAKGA
DISTANCIA
Alcanzar tu Chazown es una proposición con la que
hay que ir bocado a bocado. Un maratón que se corre aJdkKXiJx^
paso a paso.
Correr un maratón es sencillo (no dije fácil): Vas ahúcadx^,
por el camino poniendo un pie delante del otro... hasta
que cruzas la línea de meta.
¿Cómo llegas desde el punto donde estás ahora a
la Chazown que Dios revela para tu futuro?
Llegas hasta ahí bocado a bocado, paso a paso.
Sin embargo, es posible que estés tan exhausto
debido a anteriores fracasos que te preguntes cómo
reunirás la energía para tu próxima visita al cuarto de
baño. Quizá te sientas frustrado. Desengañado. Tal vez
te encantaría tener estupendas relaciones, pero lo único
que has experimentado en los últimos tiempos es con­
flicto con las personas más cercanas a ti. ¿Cómo podrías
siquiera esperar que cambien esas mismas relaciones?

ENSAMIENTO CLAVE
BPara obtener victorias a largo plazo, establece metas
a corto plazo.

Los sueños de Dios pueden parecer fiiera de tu


alcance en otras esferas de tu vida también.
¿Recuerdas la película con Boh^. Bill Murray
interpreta a Bob, el paciente del psicólogo Leo Marvin
(Richard Dreyfiiss). ¿Qué le dice el Dr. Marvin a Bob
que haga? Eso es: que dé pasos de bebé. Y un pasito
tras otro, de maneras en que el Dr. Marvin nunca tuvo
la intención, Bob recorre tremendas distancias.
Esa es la manera en que Dios nos dirige a su Chazown.
Él sabe con exactitud el ritmo al que crecemos y

6 R o E S C H E L
aprendemos (Él nos diseñó, ¿recuerdas?). Y Él nos guía
con pasos de bebé que conducen a su sueño.
A medida que buscas a Dios, tu mejor estrategia es
establecer metas a corto plazo a fin de que Él pueda
darte victorias a largo plazo.
El camino que llevó a cada victoria a largo plazo en
mi vida ha estado cubierto de docenas, quizá cientos,
de metas a corto plazo. Y lo mismo será cierto para ti.
la muca Un importante cambio financiero se gana estableciendo
mcme/ia de^ objetivos pequeños y alcanzables. Cualquier éxito en el
matrimonio descansa en incontables decisiones diarias
e ¿ ia / ió e c fu ^ (y un poco de chocolate aquí y allá). El crecimiento
d e ^ c j^ '^ ic ^ espiritual es un resultado de muchos minutos y horas
de buscar a Dios y de obedecerle.
e¿ ^ eic^ e¿ t(í Desde luego, la única manera de estar seguro de
que Dios es el que está guiando tus pasos, pasos de bebé
cfma4^JjQi^
o pasos de gigante, es: «Vivan por el Espíritu, y no
seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa» (Gálatas
5:16). Eso significa no crear a medida que avanzas, sino
<<VúM241.pO^ consultar sin cesar a Dios acerca de cada paso.
ei C'ó^pÁ/Utd/í.yy. A medida que aprendas a seguir los pasos de bebé
de Dios, manteniendo su visión para tu vida de manera
clara a la vista, un día mirarás atrás y dirás: «¡Increíble!
¿Cómo Dios hizo tantas cosas en mí? ¿Cómo Dios hizo
tantas cosas en el mundo p o r medio de mí?».
Él lo hace paso a paso.
¿Cuál es su próximo poso pora lí? Descúbrelo y dalo.
Las metas a corto plazo te ayudan a tener victorias
a largo plazo.

y a te4^Up> á44e^.. .

O M d a :_______

I C H A Z O W N
GANADOR.AS
Si una declaración de misión es una descripción en una sola frase de hacia
dónde te diriges y p o r qué, una meta es una descripción de lo que necesitas
lograr para hacer realidad tu sueño.
Voy a pedirte que establezcas algunas metas. Sin embargo, antes de
hacerlo, permite que aclare lo que constituye una meta buena y útil.
En primer lugar, una buena meta es concreta. No te limites a decir: «Voy
a ponerme en forma». Esa es una buena idea, pero no te dice qué hacer el
martes a las seis y media de la mañana. Es mejor decir: «Voy a perder diez
kilos». O «Voy a pasar de la talla 14 a la talla 10». O «Solo quiero correr dos
kilómetros sin ahogarme».
Y pon un margen de tiempo: «Perderé diez kilos para el 31 de mayo».
En segundo lugar, una buena meta es realizable. Si digo: «Seré un can­
tante de ópera al final de este año», eso no va a suceder. La razón principal: no
me gusta la ópera. Con todo, aun si me gustara, ninguna cantidad de prepa­
ración me llevaría a serlo. El que yo cante bien requeriría un milagro parecido
al de una resurrección.
Si tienes dos pagos de tu auto, los balances de tus tarjetas de crédito por
las nubes, una primera y una segunda hipoteca sobre tu casa, un préstamo de
estudios y hace poco recurriste a empeñar los Legos de tus hijos, una meta
realizable no es: «Estaré libre de deudas el viernes». Aun así, podrías ser capaz
de liquidar una de tus tarjetas de crédito en tres meses. ¿Cómo? Esa decisión
te corresponde a ti. Quizá dejes de comer fuera de casa o quites la televisión
por cable.
Y, en tercer lugar, una buena meta está escrita. La escritura de una meta
es el primer nivel de responsabilidad. No creerías la inmensa diferencia que
producirá en cuanto a resultados una meta escrita y una no escrita.
He leído la siguiente anécdota en varios libros sobre liderazgo. Se hizo
un sondeo a la clase que se graduaba en Yale en 1953 para descubrir cuántos
alumnos tenían metas por escrito. El tres por ciento. Es cierto, solo tres de
cada cien alumnos la escribieron en papel y tinta.
Treinta años después, ese mismo tres por ciento había acumulado más
del aoventa por ciento de la riqueza de toda la clase que se graduó.
Ese es el poder de una meta por escrito. Ahora dirige ese mismo Ij^oder
hacia la Chazov^n de Dios para tu vida.
unos cuantos polobros en blanco y negro.

G R O E S C H E L
t ú e r 'e S e ¡

Ti/S MeiaS ¿i Coi^io p¡02J>


Es momento de escribir tus metas. Recuerda que una meta es una descrip­
ción de lo que necesitas lograr para hacer realidad tu Chazown. Una meta no
significa que no esperes y necesites que Dios actúe por ti; una meta es senci­
llamente un compromiso por escrito de lo que harás.
Una meta no te eñcierra ni te limita. Una meta te libera de la duda.
Define las empresas más importantes de tu vida y te motiva a comenzar a
hacer que sucedan. No te preocupes si tus metas cambian o crecen. Si estás
en movimiento, ¡deberían hacerlo!

Escribe tu declaración de misión chazpwn.


Véase la página 88. Anota de nuevo en tu diario tu Chazown personal de la vida.

Escribe tus metas a corto pla^^p


para ayudarte a alcan ^r tu Chazown.
Recuerda: las metas que invitan al cambio son concretas y realizables. Crea
tantas metas como quieras. Cuando estés preparado, acude a tu diario de
Chazown y escribe tus pensamientos como parte de «Tus metas a corto plazo».

P ara e s c r i b í t u s res p u es tas j


e^ra en . ■'J.COM
a o^e o b te n e r ti^^
p ro p ia s pa9¡itnas <?<?/ c>^iario
y otros recursos.
EL SIGUIENTE
PASO
Un delantero ya retirado de la Liga de Fútbol Ameri­
cano dice que lo más difícil en cuanto a permanecer
en forma para un atleta profesional es atravesar las
puertas del gimnasio. De ahí que se enfoque en eso. La
entrada al gimnasio. Una vez que está allí, le sigue una
buena puesta en forma.
Es momento de entrar al gimnasio. O de hacer
cualquiera que sea el siguiente paso para ti.
Tienes algunas metas. Felicidades. Estás por el
buen camino. Sin embargo, ahora que tienes metas,
¿qué haces a continuación? Es momento de dar el
siguiente paso.
Hay demasiadas metas que se ahogan en un mar
de buenas intenciones. Iba a ponerm e en form a. Iba a
comer mejor. Iba a pedir disculpas. Iba a hacer un seguro de
vida. Iba a comenzar un negocio. Iba a pasar más tiempo J k u ^ d sm a ¿ k i(^
con mis hijos. Iba a entregar mi vida a Cristo. m doA ^ c^ Ó je.
Tus metas comenzarán a hundirse cada día que
no actúes. Actuemos ahora.
Pregúntate: ¿cuál es la siguiente cosa que necesito iu tm a / id e^
hacer a fin de lograr mis metas? Y para la próxima cosa,
quiero el siguiente paso. íme4ix2A^
Por ejemplo, si tu meta es comenzar a hacer devo- iMtencícme¿^.
cionales familiares, tu siguiente paso quizá sea escoger
el día, o decírselo a m cónyuge, o comprar un libro de
devocionales, o una serie en DVD. ¿Cuál es tu siguiente
paso?
Podrías ser el anfitrión de una gran cena. Y en
este momento estás abrumado por completo. ¿Cómo
podrás hacerlo todo? Paso a paso. ¿Cuál es el siguiente
paso? ¿Escribir tus invitaciones? ¿Escoger el menú?
¿Hacer tu lista de compra? ¿O llamar a una empresa de
aprovisionamiento? Tu cena será un éxito. Paso a paso.

6 R o E S C H E L
Si tienes la meta de participar más en la iglesia, tu
siguiente paso podría ser matricularte en una clase para
ser miembro. O prestarte como voluntario para darle la
bienvenida a la gente. O concertar una cita con un pastor.
O solo hacer el compromiso de asistir a la iglesia este
fin de semana. ¿CüÚI 6S tU SÍgUÍeilte paSO?
Quizá tengas la meta de presentar una nueva idea
a tu jefe. Tu siguiente paso podría ser escribir esa idea, o
Mci4^liéntu¿^
hacer una presentación en PowerPoint, o programar
metoA ^e^ una reunión, o presentar la idea a otras tres personas a
fin de obtener sus consejos. Escribe tu siguiente paso.
mcnUmientú^ Mantén el volante en movimiento. Mantén la
iixic ía d ^ icu ^ . pelota rodando. Mantén la bicicleta en movimiento.
Un objeto que se mueve hacia delante gana ímpetu.
Un objeto que está inmóvil tiende a permanecer inmóvil.
Mantén tus metas en movimiento hacia delante.
Tu meta al principio quizá parezca demasiado grande
o intimidante para abordarla. Es posible que estés para­
lizado con un sentimiento de estar abrumado. Muchos
tienen parálisis por análisis, sin saber cómo lograr una
meta tan grande.
Da el siguiente paso.

'jcm. ^ óuem^...

O M eta:__________________

100 I C H A Z O W N
¡ ú eres" e¡ ¿iutoK:
Tu si^cieri¿e p^iSo
Regresa a la página 98 y repasa las metas que escribiste. Ahora escribe pasos
de acción para cada meta.

1. La meta hacia la que te moverás es:


2. El siguiente paso que vas a dar para lograr tu meta es:
3. Cómo vas a lograr el siguiente paso:
4. Cuándo darás el siguiente paso:

PaKCi eSC^ibÍK iuS r'eSpueSi¿iSj


en
¿í /)>7 (?^€ obieñeK ¿uS
PrvpióiS c^e¡ c^Í£irio
y KeCUKSoS.

G R O E S C H E L 101
LOS CIN CO B.AD10S
DE CHAZOW N

m
VISUALIZA ESTO
Al volver la vista atrás, ¿ves tu vida de modo diferente? Antes de dar el
siguiente paso importante hacia tu futuro, repasemos hasta dónde hemos lle­
gado en solo unas pocas páginas:
Ha sigo un largo y estimulante viaje desde la idea de que algo te espera al
final de tu vida.
Comenzando, entonces, con el final en mente, estás de acuerdo con el
rey David cuando declaró en la Palabra de Dios:

<(Te alabo porque soy


uno creación admirable».
Lejos de ser un accidente, eres un ser creado con amor, hecho para conocer
la visión de Dios adecuada y perfecta para tu vida, y vivirla con todo tu corazón.
¡Esas son buenas noticias! La palabra hebrea para ese propósito poderoso,
único y muy personal es: ChOIOWIl
Chazown significa sueño, o revelación, o visión. (Donde no hay visión...
bueno, ya sabes lo que sucede). Aun así para ti, las noticias siguen mejorando.
Al igual que Jesús, Pablo, Martin Luther King, hijo, y todos los que se distin­
guen para Dios, tú tienes Chazown. Tú tienes un sueño.

((Tengo un sueño...»

En este libro hemos estado representando nuestra Chazown como una


espiral:

Todos tienen una Chazown. No todos la viven. Sin embargo, tú decidiste


descubrir tu Chazown y perseguirla (tal como te crearon para hacerlo). Más
noticias buenas (y un gran suspiro de alivio): Dios no tuvo la intención de
que nadie estuviera confijndido durante años en la oscuridad acerca de su
Chazown. Él quiere que poseas tu propia Chazown, y Él ha prometido ayudar.
Por ejemplo, las pistas sobre nuestra Chazown
personal casi siempre nos miran con fijeza si conside­
ramos tres esferas críticas en las que Dios ha estado
obrando con amor desde el día en que nacimos. Esas esfe­
ras son: nuestros valores centrales, nuestros dones espiri­
tuales y nuestras experiencias del pasado.

104 I C H A 1 o W N
Luego, lo que de verdad ayuda
es entrelazar esos círculos de modo
que se superpongan:

¡Shazam! Quiero decir: ¡Chazown!


VALORES
CENTRALES Ahí está, casi todas las veces. Justo donde
convergen los tres círculos, la visión de
Dios para nuestro futuro está preparada
para saltar a la vista.
........ EXPERIENCL«lS
DEL PASADO

Cualquiera que tenga a la vista su


Chazown debería escribirla (recordarla,
orar por ella, vivirla), y tú lo hiciste.
Tu Chazown captada en una frase
sencilla y expresada en una manera
que te motiva mucho a perseguirla es Sin embargo, para con­
una declaración de visión o de misión. vertir una visión en realidad,
necesitas un plan. Necesitas
saber hacia qué dirección ir.
Es ahí donde entran las metas:

un idieíio-...

Una vez que tengas tus metas claras


en mente, solo queda una cosa. ^eéup-unó44eñ0:.
Comíenia. Da el O M e ia :---------

siguiente poso.
^Y es ahí donde la acción (y la diver­ n M é ta : ______
sión) empieza de verdad. Te lo prometo. Jía p/ió^Umaco¿a
Lo único que tienes que hacer es queiM Ufrakace^&l...
pasar la página...

G R O E S C H E L I 105
HABLEMOS DE
RADIOS
Lance Armstrong es increíble sobre una bicicleta. Hace
poco, su valor y determinación captaron mi atención, y
comencé a seguir el deporte del ciclismo.
No pasó mucho tiempo hasta que decidiera inten­
tarlo. Así que me compré unos shorts ajustados y de
aspecto divertido que tienen acolchada la parte del tra­
sero, el casco, los zapatos y una bicicleta de paseo de
segunda mano. Estaba listo para mi primer viaje de
"ciento treinta kilómetros. Cuando llevaba veinticinco,
vomité al lado de la carretera.
Yo no soy ningún Lance Armstrong.
I ^
' Sin embargo, estoy aprendiendo sobre el ciclismo.
T estoy mejorando un poco. Ahora puedo pedalear
durante más de ochenta kilómetros sin devolver mi
almuerzo.
Después de varios meses en mi nuevo deporte,
aprendí algo sobre mi bicicleta. En un viaje corto, se
^aflojó uno de los radios de una de las ruedas. A los pocos
minutos, otros radios comenzaron a aflojarse también.
En menos de dos kilómetros de viaje y sin previo aviso,
la bicicleta entera se volvió inestable. Momentos más
tarde, me caí.
Y todo comenzó con un radio flojo.
Cada radio tiene importancia. Cuando uno de
ellos no está en su lugar adecuado, la integridad de toda
la rueda y de la bicicleta queda comprometida. Y deja
de funcionar al final.
Al estar tirado a más de treinta y dos kilómetros de
casa sobre una bicicleta rota, vi un asombroso paralelis­
mo con la vida. La gente sale como un rayo para ganar
en la vida, algo que pensaban que no tenía importancia
se afloja... y terminan destruidos.

106 c H A z ow N
Lo que estoy a punto de decirte rara vez lo he hablado en público. Ha
sido demasiado personal y doloroso.
Mi primer mentor en el ministerio era un gran hombre de Dios. Su vida
cambió de manera radical por el amor de Jesús, y su pasión por Dios y por la
gente era contagiosa. Cientos de miembros de la iglesia lo querían y respetaban
su liderazgo. Él conocía su Chazown y la vivía con integridad.
Entonces, un día, se aflojó uno de sus radios.
Dejó de orar. Luego dejó de leer su Biblia. Después se fue alejando en
cuanto a rendir cuentas.
Se aflojaron más radios.
Un día conoció a una mujer que le gustó. Esa mujer no era su esposa. Y
él cruzó la línea.
Se aflojaron múltiples radios, causando que su vida se tambaleara de
manera peligrosa.
Una aventura amorosa. Mentiras. Robo. Engaño. Encubrimiento. Y más
mentiras.
Entonces se derrumbó mi mentor y el amigo en el que confiaba.
Y nunca se recuperó.
Hace ocho años mi mentor y amigo se quitó la vida, dejando una esposa
deshecha, dos hijos dañados y una iglesia herida de gravedad.
Tú conoces historias parecidas. Quizá la tuya no tenga un final tan dra­
mático. En lugar de tener un final repentino, es posible que la persona que
conoces siga teniendo una lenta y angustiosa muerte. Tal vez esté viva de
manera física, pero esté muriendo en lo espiritual, lo relacional y lo emocional.
¿Por qué tantas personas dotadas se autodestruyen? Todo en el exterior
de sus vidas puede parecer muy bien. Aun así, algo oculto no está bien.
Se aflojó un radio.
Un radio roto condujo a otro. Luego a otro. POnSObdll C|U6 SGyUÍCin
montades en uno bicicleta de alta velocidad. Sin duda alguna, así parecía
desde fuera. Con todo, eran un accidente a punto de producirse.
Entonces, sucedió un día.
Te aseguro que mi mentor tenía tanta promesa de influir en este mundo
para la gloria de Dios como cualquier otra persona que conociera jamás. Ver
desenmarañarse su vida fue más doloroso de lo que puedo describir. Siempre
seré distinto debido a sus malas decisiones.
Con la ayuda de Dios, no me derrumbaré. Punto.
\ Nunca sabrás el nivel de pasión y de verdad que acabo de poner en esas
palabras. No me derrumbaré.
\No perderé mi matrimonio! \No destruiré a mis hijos! \No dañaré a la
iglesia! ¡Y no mancharé el nombre de Cristo!

G R o E S C H E L I 107
¡No me derrumbaré!
Al igual que el apóstol Pablo, «[terminaré] mi
carrera y [llevaré] a cabo el servicio que me ha enco­
mendado el Señor Jesús» (Hechos 20:24).
Y tú también puedes hacerlo. Podemos terminar
fuertes si mantenemos ajustados los radios.

e ENSAMIENTO CLAVE
Donde no hay visión de seguir a jesús de manera plena,
los buenos sueños se extravían.

Cuando hablamos de Chazown, de un gran sueño,


¿qué queremos decir de manera exacta con la palabra
«radio»?
Estoy utilizando la imagen de los radios en la rueda
de una bicicleta de carreras para ilustrar cómo a veces
pasamos por alto aspectos básicos o prioridades en
nuestras vidas que deben estar dedicadas por completo
P&áem&ó- a Dios. Si no lo están, el éxito a largo plazo a la hora de
lograr nuestra Chazown sencillamente no se producirá.
te/mUna/i En mi experiencia, hay cinco aspectos básicos, o
«radios», a los que es muy importante prestar atención
¡¡ue/deé-U
en la vida. De seguro tú podrías nombrar otros radios,
mcudene*m¿- pero basándome en mi experiencia, estos siguen demos­
trando ser los principales:
ajuiiadoA-
• Tu relación con Dios
i»¿.'uuIíjo¿-.
• Tu relación con las personas
• Tu salud financiera
• Tu salud física
• El trabajo de tu vida
Cada uno de esos aspectos básicos debe estar en
orden para que termines la carrera a medida que procuras
vivir tu Chazown para Dios.
Utilizaré mi vida como ejemplo.
No podría estar en el ministerio por mucho tiempo
si sufiriera mi relación con Dios. Imagina que me alejara
de Dios y comenzara a jugar con el pecado. A mirar con
lujuria. A caer en la avaricia. O a depender de mis propias

108 I CHAZOWN
capacidades, en lugar de hacerlo en el poder de Dios.
¿Y si perdiera mi amor por los perdidos? ¿O pusiera
mi nombre por encima del nombre de Cristo? Sin una
relación creciente con Dios, mi vida y mi ministerio
se marchitarían y morirían enseguida. G adaum .áj&
¿Y si careciera de integridad en las relaciones? ¿Y eáo¿-oAf^ctoA-
si desatendiera a mi esposa? ¿O si evitara rendir cuentas?
¿O comenzara a tener amargura? ¿O me juntara con hóMcoá-deJfe
las personas indebidas? La vida, para mí, se derrumbaría.
eóiaA en , o ñ d e n
¿Y si predicara libertad en Cristo pero viviera ate­
nazado por el materialismo, luego cayera en la atadura
de la deuda y después declarara bancarrota? ¿Qué tipo
de testimonio sería ese para el reino de Dios? te^imineó-
¿O si engordara muchísimo? ¿O me vistiera laca>ui&iaa
como un vago? ¿O viviera con una presión arterial alta
sin controlarla? Mi capacidad de influir en otros para m ed id a í^ u e ,
Cristo se limitaría de manera extraordinaria.
^iAúcwiaA-
¿Y si no estuviera seguro de mi llamado al minis­
terio a tiempo completo? ¿Y si estuviera siempre iU iU ^tu
mirando a otras carreras, preguntándome si habría
algo mejor? ¿O si estuviera estancado en algún trabajo GkcújjiUim
sin salida aun sabiendo que me llaman a algo más? Mi
eficiencia quedaría limitada.
Si se aflojara cualquiera de los cinco grandes
radios, podría parecer que perseguía de manera exitosa
mi destino, pero en realidad tendría problemas y me
dirigiría a la destrucción.
Y lo mismo te sucedería a ti.
Por eso vamos a buscar la Chazown de Dios
para esas cinco importantes prioridades en la
vida. Piensa en esos aspectos básicos como
chazown con una «c» minúscula. ¿Por qué?
Porque Dios tiene un perfecto plan mejor
para ti en cada una de esas esferas también,
no solo en el cuadro general de tu destino
en la tierra. El hecho es que no puedes llegar
a tu destino, tu Chazown con «C» mayúscula,
sin'buscar lo mejor de Dios en las esferas clave
que lo hacen posible.
Es el momento de ser sinceros con nosotros mismos.
Pongamos en orden las «c» minúsculas a fin de terminar

6 R o E S C H E l I 109
fuertes. Busquemos a Dios a fondo, antes de aflojarnos y arruinar nuestras
vidas y las vidas de otras personas.
Por eso he creado esta ecuación personal para la vida. Cientos de amigos
míos se han comprometido a seguir esta ecuación y están viviendo en la ben­
dición de la Chazown de Dios para sus vidas. La ecuación es la siguiente:

Rindes tu vida a Dios


y a su CItazown poro tí
+
Te ocupas de los aspectos básicos (choiowns con « c »
minúscula) que Él ponga delante de ti
+
Estableces metas
+
Das el siguiente paso
+
Vives con la adecuada rendición de cuentas

¡Tu destino dado por Dios se ocupará de sí mismo!

Mientras que la elección de buscar tu Chazov^n te corresponde a ti, el


verdadero trabajo es el de Dios. Es su poder obrando en ti (2 Corintios 12:9).
Tu tarea es estar consagrado con fidelidad a Él.
Por tanto, en la siguiente sección del libro nos enfocaremos en los aspectos
básicos (las «c» minúsculas) que sostienen tu Chazown con «C» mayúscula.
Ponte tu casco, tus zapatos y esos shorts tan divertidos. P0rC|U6 VOIHOS
de viaje.

110
TOTAL
El propósito de cualquier plan es el éxito. Para los cris­
tianos, el éxito significa llegar a ser lo que Dios quiere
que seamos. Y me ha ayudado el hacer esa afirmación
aun más personal: Defino el éxito como ser un segui­
dor de Cristo consagrado p o r completo.
A pesar de lo sencilla que parece esa definición, se
basa en dos grandes suposiciones. En primer lugar, no
solo implica llegar al destino, sino también el viaje. El
verdadero éxito comienza en este momento, y conti­
núa cada día que vives sobre la tierra.
Por ejemplo, si uno de tus chazowns es el éxito en
los negocios, pero en el camino dañas a tu familia o te
comportas de manera deshonesta, no has tenido éxito
aun si terminas teniendo una riqueza mayor que la de
Bill Gates.
Si estableces como destino alimentar a las perso­
nas sin hogar, pero no profiindizas tu relación con
Dios, has pasado por alto el punto principal, y has fra­
casado.
El éxito está determinado por tus decisiones dia­
rias en el camino hacia tu Chazown.
Batalla con esta pregunta: ¿Cuándo tiene éxito
un equipo en un campeonato? ¿Solo es durante los
últimos segundos del partido final, cuando enloquece
la multitud? No, ese es el destino. El verdadero éxito
del equipo comenzó aun antes del primer día de
entrenamiento, cuando cada jugador comenzó a for­
mar fortaleza, energía y capacidades especializadas.
Cada día que el equipo trabajó duro, aprendieron a
jugar juntos, escucharon al entrenador, crecieron
debido a los errores, ganaron un partido o perdieron
un partido: cada paso de ese viaje fue parte del éxito
de e^e equipo.
El éxito es quién eres en la actualidad, y no solo
quién eres al final de tu vida. El éxito es ser un seguidor
de Cristo consagrado por completo en este momento.

6 R o E S C H E L
La segunda suposición en mi definición de éxito está envuelta en la pala­
bra «por completo». Observa que la definición no dice que el éxito es ser un
seguidor de Cristo dedicado en parte. Ni un seguidor cuando es convenien^.
Ni en esta esfera, pero no en aquella. '
w
El éxito pora el cristiano es seguir a Cristo... por completo. |
fEs^igñífica que cada esfera de la vida le pertenece a ÉÍP
La mayor parte del resto de este libro te ayudará a desarrollar un plan de
acción con metas concretas, realizables y escritas en las cinco prioridades fun­
damentales en la vida qua ya he identificado: .
1. Tu relación con Dios. Te ayudaré a seguir adelante al sueño de Dios para
tu experiencia de la vida con Él. Descubrirás lo que Dios quiere que hagas
de manera diferente, en pequeños pasos a partir de ahora, a fin de alcanzar
su chazown en la búsqueda más crítica de la vida. Dios mismo. ,
2. Tu relación con las personas. ¿Cómo encontrarás satisfacción y lograrás el
mayor impacto como amigo, como hermano o hermana, en el matrimo­
nio, como padre o abuelo, como empleado y en todos tus contactos inter­
personales? ¿Cómo te alientan otros creyentes hacia tu Chazown? ¿Cómo
les ayudas a ellos a lograr la suya?
3. Tu vida financiera. Demasiados cristianos tienen obstáculos para utilizar
la riqueza que les ha dado Dios para la eternidad debido a la deuda, a
malos hábitos en cuanto a gasto y a malas decisiones con respecto a inver­
siones. Puedes comenzar hoy, dando pasitos de bebé, a cambiar tus funda­
mentos financieros hacia los increíbles sueños de Dios, que se extienden
mucho más allá de cualquier cuenta bancaria o inversión en la bolsa.
4. Tu salud fi'sica. Debido a que tu cuerpo es templo del Espíritu Santo", ¿có­
mo van tus faenas domésticas para Dios? Quizá solo necesites una rutina
continua de mantenimiento. O tal vez necesites una importante renova­
ción. Juntos podemos establecer los proyectos para el éxito.
5. El trabajo de tu vida. Tu trabajo es cualquier cosa que haces con tus horas
productivas y en que estás despierto, aun si no recibes un salario por
hacerlo. ¿Buscas las tareas para las que te creó Dios? ¿Te limitas solo a existir
para recibir un salario o te creces en tu trabajo porque cumples un sueño?
Pensaremos bien en esto y, si es necesario, determinaremos correcciones
para ti.

112 C H A Z O W N
T Ú e r e s e ¡

lñ \ / € ñ ia i^ io p e i^ S o ñ ^ l ¡o S

C iñ C o a S p e c io s b a s ic o s

Tienes un par de opciones para leer y escribir el resto de tu libro.

Opción #1: Puedes enfocarte en una de las cinco disciplinas clave, salir
y vivir tu plan de acción en esa parte de la vida durante un tiempo, luego
regresar y crear un plan para otra esfera.

Opción #2: Puedes trabajar en planes de acción en los cinco aspectos


básicos (o en dos o en cuatro). Si haces esto, te sigo alentando a que solo
implementes un plan cada vez.

De cualquier manera, te he proporcionado un sondeo para ayudarte a


determinar las esferas en las que podrías estar más hambriento de visión.
^Marca cualquiera de las frases que sea cierta para ti:

Tu relación con Dios

n Por lo general, me siento distante de Dios,

d No paso mucho tiempo en oración, ni la lectura de la Biblia,

ni Soy incoherente en mi relación con Dios,

n Batallo con dudas acerca de Dios.

O No participo en una iglesia. (La asistencia ocasional no es participar).

G R o E S C H E L I 113
Tu relación con las personas

O Estoy en una o más relaciones dolorosas o destructivas.

□ Con frecuencia me siento solo.

□ En pocas (o ninguna) de mis relaciones ayudo a otros a acercarse a


Cristo, ni ellos lo hacen por mí.

□ No tengo un mentor.

a Temo la intimidad.

Tu vida financiera

□ Arrastro balances de mi tarjeta de crédito de mes a mes.

□ Me siento obstaculizado en lo económico para hacer algunas cosas


que Dios quiere que haga.

□ A menudo me preocupan las finanzas.

□ Si no tuviera ingresos durante un mes, no podría pagar mis facturas.

□ No diezmo el diez por ciento de mis ingresos a Dios.

Tu salud física

□ Con frecuencia me siento cansado y agotado.

□ Batallo con la promiscuidad sexual, el fumar o el abuso de drogas o


alcohol.

□ No me he hecho un chequeo general por años.

□ No hago ejercicio con regularidad.

□ Creo que los cuatro grupos básicos de alimentos son Taco Bell,
McDonald’s, Wendys y KFC.

114 I C H A Z o W N
El trabajo de tu vida
(incluyendo el servicio voluntario y la crianza de una fa m ilia )

O Siento poca o ninguna pasión por mi trabajo.


□ Sueño con hacer algo diferente.
O No creo que mi trabajo tenga mucho que ver con Dios, si es que tiene
algo que ver.
O Mis dones y pasiones se utilizan poco.
O No tengo ni idea de lo que necesito hacer con esta parte de mi vida.

Las categorías en las cuales marcaras más frases son a las que podrías
considerar dar una atención prioritaria. Aun así, ora acerca de tu decisión, y
ve en la dirección que Dios quiera que vayas.

Opción #1: Si quieres comenzar un plan de acción solo para...

... tu relación con Dios, ve a la página 116


... tu relación con las personas, ve a la página 130
... tu vida financiera, ve a la página 149
... tu salud física, ve a la página 168
^ ... el trabajo de tu vida, ve a la página 184

Opción #2: Si quieres trabajar en planes para los cinco aspectos básicos,
solo trabaja en el resto de este libro en su secuencia.

Nuestro sitio Web también tiene un sondeo más extenso que puedes
completar. Ve a www.chazown.com y encontrarás una sección titulada «Inven­
tario personal», el cual te llevará unos veinte minutos rellenar. El programa
generará resultados de inmediato que te mostrarán dónde necesitas crecer.

P¿ír'¿¡ e sc rib ir iuS


re s p u e s ta s j e n tra en

a f ir \ c?>e o b te n e r t í^

p ro p ia s p a g in a s o^e¡

ciliario y otros recursos

G R O E S C H E L I 115
PRIMER RADIO

R.ELAC10N
CON DIOS

116 I C
AL IGUAL QUE LOS
NECESITAN
EL AGUA ^
Puede que te preguntes por qué una relación con Dios
es necesaria para alcanzar tu Chazown. Algunos quizá
argumenten: ¿Es que no puedo ser solo una persona
decente que cumple la ley, con una buena moral y disfru­
tar de lo m ejor de la vida? Conozco a muchas personas de
éxito que no prestan mucha atencióny si es que prestan
alguna, a su vida espiritual Entonces, ¿qué tiene ese
asunto de Dios, de todos modos?
El asunto de Dios, tu relación con Él, es tan grande
como cualquier otro asunto puede llegar a ser. Dios
nos creó a ti y a mí para Él. Dios nos creó para que le
J conozcamos y le amemos. Necesitamos a Dios,
Como los pulmones necesitan el oxígeno. Como
los peces necesitan el agua.
«En él vivimos, nos movemos y existimos», dijo
el apóstol Pablo (Hechos 17:28).
La Biblia es una gran historia acerca de Dios en W^
busca del hombre, y el hombre en busca de Dios. Des-^^^í?^
de el primer día en el Jardín hasta la venida de Cristo y ■
su regreso final, Dios vino buscándonos, para caminar
con nosotros y hablar con nosotros. Para conocer y
que nos conozcan.
Nosotros solo tenemos un importante problema
que ha obstaculizado la relación del hombre con Dios
desde que Adán y Eva comieron del fi:uto prohibido.
Dios llama a nuestro problema pecado.
Ya sea que lo admitamos o no, no podemos estar
completos ni ser felices hasta que llevemos nuestra
mayor necesidad a Dios y le pidamos que la satisfaga.
Por lo tanto, sí puedes vivir una vida con una
buena moral y ser mejor por ello. Puedes vivir según la

G R o E S C H E L
Biblia y tener una vida mejor. Con todo, eso sería como
vivir según las reglas de la casa de tus padres como un
niño sin recibir su amor ni darle tú el tuyo a ellos a
cambio. Tendrías una casa bien dirigida, pero no un
hogar. Dios te creó para sí mismo. Te hizo para que
encontraras tu hogar en Él.
De la misma manera, tu Chazown completa no
existe fuera de una relación viva y creciente con Aquel
J\lo^¿4^x:eJ£/i(í que te creó. [Si dijeras que nunca has acudido a Dios
a£dxíe4^. por medio de Cristo, no pases ni un momento más
viviendo distante de Él. Búscalo. Él ya te está buscando a
ti. Para obtener dirección concreta, ve a la sección «¿Ya
vives con los lamentos?», que está en la página 225].
Entonces, ¿cómo puedes conocer y buscar la chazown
de Dios para tu relación con Él? Antes de descubrir la
respuesta, te aseguro algo: No sucederá por accidente.

118 I
EL DISCIPULO ACCIDENTAL
Cuando era niño me encantaba el cuento de «Ricitos de oro y los tres osos».
Cuando los osos estaban ausentes, Ricitos de oro se comía la papilla de avena
de los osos. {¿Osos y papilla de avena? Nunca entendí eso. ¿Y viviendo en una
casa? Ah, bueno). La papilla de Papá Oso estaba demasiaaaado caliente y la
de Mamá Osa estaba demasiaaaado fría. Sin embargo, la papilla del Bebé
Oso estaba muuuy bueeeena.
Ni demasiado caliente, ni demasiado fría.
Jesús no se parece en nada a Ricitos de oro.
Él le dijo a un grupo de cristianos del primer siglo: «Conozco tus obras;
sé que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras lo uno o lo otro! Por tanto,
como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca»
(Apocalipsis 3:15-16). ¿Puedes decir que Él no está contento?

ENSAMIENTO CLAVE
RCuando no hay visión para nuestra relación con Dios,
lendemos a alejarnos de Él.

Todo el mundo encaja en una de las tres categorías. O bien eres caliente,
frío o tibio.
Caliente significa que estás creciendo en tu relación con Dios. Así Pablo
describió a los cristianos en la ciudad griega de Tesalónica: «Su fe se acrecien­
ta cada vez más, y en cada uno de ustedes sigue abundando el amor hacia los
otros» (2 Tesalonicenses 1:3). Crecer o acercarse más a Dios no significa nada
más tener conocimiento; significa que tu corazón se expande para Dios y
para la gente. Y, como cualquier relación, una relación creciente con Dios
como seguidor de Jesucristo solo sucede a propósito.
No hay discípulos accidentales.
Frías son las personas que aún no conocen a Dios. No tienen una relación
con Cristo. La razón de que esta categoría no esté en último lugar de la lista
de Jesús es que la persona fría no finge, como lo hace un cristiano que se
aparta de Dios.
Tibio. Esta es la categoría que para Jesús fue tan insípida que no pudo
soportarla. La persona tibia es la que se está alejando. Tienes una relación con
Dios, pero se desvanece la calidad de la relación. Hebreos 2:1 advierte: «Por
eso es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que
perdamos el rumbo».

6 R o E S C H E L I 119
Un día de verano mi familia estaba en la playa.
Estuvimos jugando en las olas justo delante de nuestra
cabaña durante una hora más o menos. Así que, cuando ■
miré buscando nuestra cabaña, estaba a una distancia'
de otras cuatro cabañas. Me pregunté: ¿Cómo llegamos
hasta aqut?^ os habíamos alejado poco a poco. Sucedió:
de manera tan gradual que no me di cuenta hasta que miré.
Entonces mi punto de referencia me mostró que nos
habíamos movido a gran distancia.
¿Gómj^UecfCumó^ Es ahí donde muchas personas están en su relación
con Dios. Por fuera pueden parecer cristianos calientes,'
U a A ia a c^ ? pero en su interior sus corazones se han alejado.
J^o¿^ UaJüodmA^ Dios quiere que seas callente.
Caliente con pasión por conocerlo a Él de manera
aiejaxlx^ íntima. Caliente con el deseo de interiorizar su Palabra
a p ú ca . y amar a su pueblo. Ardiendo en tu interior por seguir
su voz. Doliéndote en tu corazón por los perdidos. Lleno
de una ira justa contra el pecado.
No obstante, quizá sospeches que tu corazón para
Dios se ha enfriado hasta alcanzar la temperatura de la
habitación, la temperatura del ambiente que te rodea.
Si es así, llegó el momento de que levantes tu vista.;
Compara tu situación actual con tu punto de referencia:
una relación caliente con Dios. Entonces regresa a donde'
perteneces. Las grandes relaciones no se producen por
accidente. Y eso incluye nuestra relación con Dios.

e ENSAMIENTO CLAVE
La relación de tadas las personas con Dios termina
en alguna parte, pero pocas relaciones con Dios ter--
minan en alguna parte a propósito. A menudo tu
pasado tiene la llave que abre tu futuro.

¡Dios quiere que seas caliente! Sin embargo, esto


solo sucede a propósito.

120
¿CUAL ES ■'
TEMPERATURA?
Steve se convirtió en un seguidor de Cristo hace seis
meses. Con la ayuda de Dios, se sobrepuso a una adicción
a las metanfetaminas y al alcohol. Como nuevo cre­
yente, Steve ha llevado a Cristo a cuatro miembros de
su familia, participa en dos grupos de estudio, sirve
cada semana en nuestro ministerio con los niños, par­
ticipa en un desayuno de oración para hombres y ha
estado en tres países en viajes misioneros. Todo eso en
seis meses. Steve me dijo que es solo el comienzo.
¡Este hombre es caliente!
Luego está Mike. Mike es un buen amigo mío,
pero aún no es seguidor de Cristo. Dios le llamaría
frío. No es un mal hombre. Justo lo contrario. Es
honesto, leal, confiable y simple y llanamente agrada­
ble. Con todo, nunca ha tenido un nuevo nacimiento
espiritual.
Cuando Mike tenía doce años, encontró a su
mamá muerta en la bañera después de haber tenido
uno de sus ataques. A Mike le es difícil creer en un
Dios que permitió que sucediera eso. Puedo com­
prender sus luchas. Asiste a la iglesia, y está abierto a
Dios hasta cierto punto. Solo que no hasta el punto de
comprometerse a una relación.
A Mike también le gustan las fiestas.
Una noche, Mike dio una fiesta loca. Todos allí
estaban borrachos. Alguien comenzó a burlarse de los
predicadores. Mi nombre salió a relucir. A medida
que varios borrachos comenzaron a meterse conmigo,
Mike interrumpió y me defendió. Les dijo que yo era
«dewerdad». En poco tiempo convenció a todos los
que estaban en la fiesta de que levantaran sus cervezas...
y brindaran «por el pastor Craig».
¿Mencioné que Mike me cae muy bien?

G R o E S C H E L
Jesús le dijo a un hombre: «No estás lejos del reino
de Dios» (Marcos 12:34). Mike no está lejos. Aun así,
es frío.
Sin embargo, es mejor ser frío... que tibio.
Otro amigo mío (al que llamaré Travis) antes esta­
ba apasionado con su relación con Dios. En su negocio
tenía una valiente pero amable manera de testificar de
día su fe, guiando a muchos a Cristo. Le conocían como
una persona íntegra, y hasta era uno de los ancianos de
ocmi£4n/^a su iglesia. Travis enseñaba la clase de Escuela Domini­
cdejanA^^. cal, era voluntario con los jóvenes y educaba a tres estu­
pendos hijos.
decía Entonces un día comenzó a alejarse.
q iie hoÍoJk í Su esposa decía que notaba unas cuantas señales
pequeñas, pero que no pensaba mucho en ellas. Mike
imaá^ c u a n i a i
' comenzó a ver películas que antes consideraba malas
ácñaíed^ " para su fe. Luego dejó de leer su Biblia y abandonó sus
reuniones con otros hombres para rendir cuentas. Para
fiex:^iieñai, la mayoría de las personas todo parecía normal en el
fie/ia c ^ exterior. Sin embargo, en el interior, algo había cam­
biado.
peí^iÁaJjía ^ Un día, Travis fue a comer con una mujer de su
muckc^ oficina. Le gustaba su compañía, y a ella la suya. Lo que
al principio parecía algo inocente, enseguida se convir­
e44.eUa¿ tió en una serie de destructivas decisiones.
Con una pasión por Dios que se enfriaba cada vez
más, Travis traicionó su pacto con Dios y con su esposa
al cometer adulterio.
Me gustaría poder decirte que se arrepintió, que su
esposa le perdonó y que sus hijos están bien. La verdad
no es tan agradable. Travis dejó a su esposa por esa
mujer. Su relación no resultaba.
La esposa de Travis está tratando de reconstruir
una vida de sueños destrozados. Hace dos años que sus
hijos no hablan con él. Cada noche Mike bebe hasta
quedarse dormido. A solas. Herido.
A veces asiste a la iglesia, pero tiene una mirada
ausente en sus ojos.
La fe de Travis se tornó tibia.

C H A Z o W N
YA LA RESPUESTA ES SÍ
¿Recuerdas la secundaria? Si a un chico le gustaba una chica, casi siempre se
sentía demasiado aterrado para pedirle que saliera con él. Después de todo,
ella podría decirle que no. Así que le pedía a otra chica que le preguntara a su |
amiga si, por casualidad, la chica que le gustaba pudiera, hipotéticamente
hablando, decir sí. !
La pregunta del chico recorría la cadena. Luego llegaba por la misma j
cadena la respuesta de la chica: ¡Sí! |
Entonces el chico se desmayaba. =
Tú no tienes que jugar a eso con Dios. |
Dios ya dijo que sí.
«Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón.
Me dejaré encontrar, afirma el SEÑOR» (Jeremías 29:13-14, énfasis añadido
por mí, pero por Dios también, creo yo).
Dios quiere que lo busques. Y cuando lo hagas. Él revelará las profiindi-
dades de su carácter, su naturaleza, su gloria. En maneras que no puedes ni
imaginar.
Aun después de que hayas buscado a Dios y le hayas conocido durante
toda la vida. Él sigue diciendo: «Sí, acércate más. Hay mucho más de mí por
descubrir».
Y aunque te hayas alejado de Él durante toda la vida. Él sigue diciendo sí.
Su respuesta siempre es sí.

AmvdeAfuéá-

lsu¿oaá&-a'%io¿-
if, U kcufúA-
a m o cid ct’
(hí/icudetoda
laiüda,, ¿láiCfiie-
d id e n d o -: « ^ ,
aoénccd&má¿-».

6 R o E S C H E L I 123
PUEDB
ACERCANTE
MÁS A DIOS
Hay una ley espiritual que contiene una estupenda
promesa para cualquiera que esté listo para experimentar
más intimidad con Dios. Considérala como «el princi­
pio del movimiento múltiple»: Cuando tú te mueves,
Dios también se mueve.
Tú te acercas más a Dios, y Él se acercará más a ti.
«Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes», leemos
en Santiago 4:8. Cualquiera que quiera puede acercarse
más a Dios.
¿Estás listo para hacer tu movimiento?
Dos preguntas te ayudarán a acercarte más a Dios
lidio- en lugar de alejarte.
La primera de ellas es: ¿Qué disciplinas te ayudan
fui'ia ¡uzeen, Í44, mejor a experimentar a Dios?
m H úm im iO '? Trato de evitar la mentalidad de una sola fórmula
para todos. No quiero que pienses que si solo marcas la
casilla del estudio bíblico o la casilla de la oración, te
has encontrado con Dios. Dios es mucho mayor que
eso. Y Él te ha dado muchas más maneras de disfrutar
de su presencia.
Sin embargo, hay ciertos ingredientes básicos que
constituyen una fuerte relación con Dios. Casi todos
los pasteles se hacen con harina y agua. Aun así, el
número de maneras de combinar los ingredientes bási­
cos es interminable.
Y así sucede con Dios y nosotros. Aunque todos
los seguidores de Cristo caminan en la misma dirección
para acercarse a Dios, sus senderos pueden ser muy dis­
tintos.
Algunas disciplinas espirituales comunes incluyen
el estudio de la Biblia, la oración, el ayuno, la adoración,
la comunión con otros creyentes, la rendición de cuentas.

124 I C H A Z o W N
el servicio y la evangelización. Son ingredientes básicos para una vida que se
vive cerca del corazón de Dios. Una vida caliente.
No obstante, cada uno de esos hábitos esenciales puede practicarse de
distintas maneras. En potencia, con una variedad interminable. Siéntete
libre para experimentar a Dios de maneras creativas y poco comunes. Para ti
podrían terminar siendo la parte más importante de tu relación con Dios.
Cualquier padre se relacionará de maneras únicas con cada uno de sus
hijos.
Mi hija mayor y yo experimentamos amor al leer juntos. A mi segunda
hija y a mí nos gusta utilizar pequeños gestos con las manos que solo conoce­
mos los dos. A mi tercera hija y a mí nos gusta hablar. Y hablar. Y hablar. Mi
hijo mayor y yo echamos peleas y aplastamos insectos. (Cuando él tenga
veintidós años supongo, y espero, que nos conectaremos de modo diferente,
pero no menos genuino). Mi segundo hijo y yo nos relacionamos al cantar y
acurrucamos. Y a mi hija menor, que es solo un bebé, le digo: «Cu, gu, gu,
ga, ga, ga». Y ella sonríe.
Concédete permiso para conectarte con tu Padre de maneras poco
comunes, maneras que sean únicas para ti. Por ejemplo, puede que disfrutes
al escribir tus oraciones. O al orar de modo conversacional durante un paseo.
Si no te gusta leer, puedes obtener una Biblia en CD y escucharla dondequiera
que vayas.
Sé creativo. Sal del molde. Pregúntate: ¿C óm opuedo experimentar mejor
a Dios?Y entonces practica lo que resulte para ti. En diferentes momentos de
tu vida eso puede cambiar.
Lo fundamental es buscar a Dios con pasión.
Y si antes eras caliente pero te has alejado, Jesús dice: «Has abandonado
tu primer amor [...] Arrepiéntete y vuelve a practicar las obras que hacías al
principio» (Apocalipsis 2:4-5).
Vuelve a los viejos y buenos hábitos. Ten una reunión con tu Padre.

La segunda pregunta para guiarte hacia Dios es: ¿Qué barreras evitan que
experimentes a Dios?
David dijo en el Salmo 24:4-5: «Solo el de manos limpias y corazón
puro, el que no adora ídolos vanos ni jura por dioses falsos. Quien es así recibe
bendiciones del SEÑOR».
En este pasaje vemos dos barreras principales. La primera es «manos
sucias», o pecado.
Cuando era un niño, mi mamá solía decir: «Craig, después que vayas al
baño, lávate siempre las manos». A veces lo fingía. No sé por qué. AbrÍQ 6l
grifo del agua, pero ni siquiera me mojaba las manos. Una tontería, ¿verdad?

6 R o E S C H E L I 125
Muchos de nosotros fingimos nuestra higiene
espiritual. Es posible que no lo sepa tu cónyuge. Tal vez
no lo sepan tus amigos. Sin embargo, tú y tu Padre lo
saben. Hay pecado no confesado que está en tu cora­
zón. Tus manos están sucias.
En el Nuevo Testamento, una palabra griega para
pecado ^sjamartia. Significa «errar el blanco». El peca­
^ K íd c ^ e ¿ ^ do no tiene por qué ser intencional. Es el modo por
defecto de los seres humanos la mayoría del tiempo. Y
c44xdc¡4úe/i
es lo que sucede casi siempre cuando no buscas a Dios
cú¿xj.c^iie de manera intencional, cuando no vives con propósito.
p cm e m c^ Pablo escribió a la iglesia en Corinto: «Vuelvan a
su sano juicio, como conviene, y dejen de pecar»
fiú^ d e l c u ^ (1 Corintios 15:34). Confiesa tu pecado. Aléjate de él y
de^ 2 ) ío4'. deja que el fuego del Espírílu de Dios te limpíe de cual­
quier cosa que obstaculice tu relación con É l.
Es lo Único sensato que se puede hacer.
La confesión no es fácil, pero es crítica en lo abso­
luto. Les confieso cualquier pecado, aun el mayor, a mi
esposa y a mi compañero ante los que rindo cuentas.
Sus oraciones son el motivo de que yo haya progresado
en cuanto a vencer esos pecados. Y el motivo de que
disfrute a Dios tanto como lo hago en la actualidad.
Te desafío a que seas sincero. Te desafío por partida
doble. ¿Qué pecado está obstaculizando tu relación con
Dios? Quizá para ti sea el orgullo o la autosuficiencia.
¿Y la lujuria o la murmuración? Quizá sea una combi­
nación de materialismo y avaricia. Puede ser que para ti
sea alguna adicción. Afirmas que puedes dejarlo cuando
quieras. ¿Por qué no lo has hecho ya?
Y en caso de que te sientas atrapado por un pecado
habitual y repetitivo, aquí tienes algo para alentarte:
«Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea
común al género humano. Pero Dios es fiel, y no per­
mitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que pue­
dan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él
les dará también una salida a fin de que puedan resistir»
(1 Corintios 10:13).

126 I C H
Ningún pecado es demasiado grande para que Dios no lo conquiste en
ti. Dios te mostrará un camino de salida.
David mencionó una segunda barrera para experimentar a Dios. Es la
idolatría. Piensa en la idolatría no como en un solo acto de pecado, sino
como un estilo de vida que gira alrededor de prioridades pecaminosas.
Uno de los Diez Mandamientos dice: «No tengas otros dioses además de mí»
(Éxodo 20:3). Un ídolo es cualquier cosa que ponemos por delante de Dios.
Algunos de nosotros ponemos nuestras aficiones por delante de Dios.
Algunas personas dedican más tiempo a ver la televisión cada día del que
dedican con Dios en un mes. ¿Y tengo que señalar la tiranía del dinero?
Nuestras carreras pueden convertirse en ídolos.
Hasta podemos poner a nuestros hijos por delante de Dios.
¿Otros ídolos en la actualidad? Nuestro aspecto, nuestros cuerpos, nuestra
salud, nuestras posesiones, nuestro orgullo. Cualquier cosa que valoramos
puede convertirse en algo más valioso para nosotros que Dios. Hasta las cosas
buenas. Es entonces cuando se convierten en un ídolo.
¿Qué eres más tentado a poner por delante de Dios?
¿Cuáles son las disciplinas que mejor te ayudan a experimentar a Dios?
(Las que te acercan más a Él).
¿Cuáles son las barreras que obstaculizan tu relación con Dios? (Las que
te alejan de Él).
En otras palabras, ¿qué necesitas comenzar o dejar de hacer para arder
con pasión por Dios?

Qm céáeie
■- p eM n U o -p m a
^ ccmectcuUe con
tu-PcuÍA e d&
mcme/uí/i ■paco-
ocm um eó-.

6 R o E S C H E L 127
/ Ú et<eS el auior:
Tu t'elíiCiót^ Coñ VioS
Le prom eto a Dios que me levantaré temprano cada mañana para pasar unos
minutosy no menos de cincOy en oración privada [...] Por la presente hago el voto
de leer no menos de cuatro capítulos de la Palabra de Dios cada día.
Cultivaré un espíritu de abnegación, y me someteré
como prisionero de am or del Redentor del mundo.
WILLIAM BOOTH, FUNDADOR DEL EJÉRCITO DE SALVACIÓN

Como una de mis metas personales, me he comprometido a leer toda la


Biblia cada año. Le he prometido a Dios guiar a mi familia de manera espiri­
tual, lo cual incluye orar con ellos, disciplinarlos de acuerdo con los valores
centrales que nos ha dado Dios, y un devocional familiar a la semana formal,
pero a la vez divertido.

Rejlexión:
¿Qué metas concretas, realizables y escritas te establecerás en tu búsqueda de
Dios?
1. Acércame más. ¿Qué disciplinas te ayudan mejor a experimentar a
Dios? Recuerda pensar fuera del molde. (Pista: ¿qué te ha acercado
más a Dios en el pasado? ¿Qué es algo nuevo que podría acercarte a Él
de manera nueva?).
Metas a corto plazo: Ahora escribe una o dos metas concretas y reali­
zables para ayudarte a desarrollar tu relación con Dios. (Esas metas
deberían estar relacionadas con tus respuestas a la pregunta 1).
2. Aléjame más. ¿Cuáles son las barreras que te impiden experimentar a
Dios? En el siguiente espacio, escribe cualquier pecado que necesite
limpieza. Enumera cualquier cosa que estés poniendo por delante de
Dios. Sé sincero.
Metas a corto plazo: Escribe una o dos metas concretas para quitar
las barreras de tu relación con Dios. (Por ejemplo, si estás viendo por­
nografía en tu computadora, comprométete a conseguir un filtro

128 C H A Z o W N
para Internet. O si estás demasiado ocupado para pasar tiempo con
Dios, comprométete a levantarte treinta minutos más temprano para
hacerlo).
3. Ei siguiente paso: Ahora describe la acción concreta que emprende­
rás para cumplir las metas elegidas. Proporciona nombres, margen de
tiempo, acciones concretas: cualquier cosa que necesites para mante­
ner los resultados. Ora y da gracias a Dios porque te está invitando a
una relación más cercana con Él. Pídele el valor y el compromiso para
buscar una intimidad genuina con Él con propósito y pasión.

¿Qué quieres hacer a continuación? Si estás preparado para continuar y crear


un plan de acción en otra esfera de la vida, sigue leyendo.
Con todo, quizá quieras tomar las metas que ya estableciste y vivirlas
durante un tiempo antes de pensar en otros planes de acción para otras esferas.
Si ese es el caso, es importante que leas la última parte del libro. Por favor, ve
a la página 198 y termina de leer el libro desde ese punto.

Póit'ci iu s

KeSpueSi¿iSj en

a f/n o>e obieñet'


iuS pKopiciS
o>el y

oir'oS t'eCUKSoS.

G R O E S C H E L 129
SEGUNDOR/UHO

[RELACIONES
CON LAS PERSONAS

130 > C H A Z O W N
OBSERVACIONES
A L O LAKGO DEL
CAMINO
Estoy andando por un sendero en el bosque. Creo que
podría estar soñando, pero no estoy seguro.
Más adelante observo dos pedazos de papel que
se mueven un poco con la brisa. Veo que son dos
mitades de una vieja y rota fotografía. Sarah tenía
unos veinte años y una sonrisa de oreja a oreja. Tenía
su brazo alrededor de su mejor amiga que era un poco
mayor que ella: Holly.
Recuerdo la historia como en un abrir y cerrar de cíe ^o/iaA ki/p^
ojos. Holly guió a Sarah a Cristo, y enseguida las dos
se hicieron compañeras de oración y eran las mejores c^ óe
amigas. Un día, el trabajo de Sarah hizo que se trasla­ i ^ hciAladam a
dara a una nueva ciudad. Pasaron años, y las mejores
amigas perdieron el contacto. Sarah se sentía lejos de
Dios y también se sentía abandonada y sola. Un día se
cm ddcí.
encontró mirando con fijeza un frasco de píldoras.
Lloraba porque no le importaba a nadie. Quizá las píl­ PaóxzAxui.
doras le dieran descanso.
f laó^ mejúA£¿^
La fotografía está rota. Así quedó la vida de Sarah.
Más adelante en el camino veo otra fotografía a m ícfa ¿
rota. Al juntar las dos mitades, veo a dos muchachos. pe/iÁimcm
Michael es el hermano mayor, y Andrew es el menor.
Cuando eran pequeños, eran inseparables. Como adultos, e l ccmtactc^.
cambiaron las cosas. Cuando Michael tenía treinta y
cuatro años y Andrew treinta y dos, sus padres murieron
en un accidente de auto. Se enfrentaron a causa de la
h'ferencia. Ahora no se hablan.
Otras dos vidas rotas.
A un lado, observo otros dos pedazos de papel. No.
Demasiado dolor. No quiero mirar. Pero miro.

6 R o E S C H E L
. Son Keith y Daniel, padre e hijo. Daniel tenía los
ojos verdes de su papá. Amaba a su papá. Su papá ama­
ba su trabajo, no dejando tiempo para su hijo. Un día el
joven hambriento en lo emocional se fue de casa. «Para
bien», dijo.
Yo protesto: «¡Ya es suficiente! ¡Ya basta!».
Entonces veo a Larry y a su esposa, Peggy. En la
fotografía los dos se ven muy bien, sonriendo, de pie
juntos fuera de su casa en las afueras de la ciudad.
Nadie sabía que Larry tenía otra vida. Su pecado partió
el corazón de su esposa. Siguieron juntos durante un
tiempo, pero al final ella no pudo soportarlo más y le
abandonó.
De repente, me despierto del sueño. El corazón
_me palpita con rapidez., Estoy empapado en,sudor.
Sólo para darme cuenta de que las historias
m son ciertas.

132 C H A Z O W N
VEAMOS A PER.SONAS
CON PROPÓSITO
Todos tenemos relaciones que podrían ser mejores. Algunos de nosotros
tenemos relaciones que no podrían ser mucho peores. Sea cual sea el estado
de tus relaciones con la gente, Dios nos proporciona una clara guía para
mejorarlas. Él tiene un sueño, en especial para tus vínculos con las personas
más cercanas a ti.
Dios quiere revelar su voluntad, su sueño para nuestras relaciones, porque...

e ENSAMIENTO CLAVE

Cuando no hay visión para nuestras relaciones con


las personas, esas relaciones se marchitarán y
extraviarán

Dios es un Dios de relaciones. Y detesta cuando se extravían las relaciones.


Las relaciones reflejan el corazón mismo de Dios. Cuando Él creó el
mundo, dijo que todo era bueno a excepción de una cosa: No era bueno que
el hombre estuviera solo. Y, sin embargo, muchas personas viven sin un plan
deliberado para sus relaciones.
Algunos argumentarían: «Yo no estoy solo. Me encuentro siempre con
personas». La extraña verdad es que uno puede estar en una habitación llena
de personas y, aun así, sentirse solo. O puede estar casado cuarenta años y ser
poco más que compañero de cuarto de su cónyuge. O puede ir a la iglesia
cada semana y hablar de amar a los perdidos sin conocer siquiera el nombre
del vecino que vive puerta con puerta.
Dios quiere que experimentemos su plenitud mediante estupendas relaciones.
Él tiene preparadas personas para que sean tus mentores, para afilarte, para
amarte y para conducirte hacia la Chazov^n que Él tiene para tu vida. Él también
te ha preparado para que hables a las vidas de otros. Para hacer que sean
mejores y más eficientes. Él tiene preparados amigos ante los cuales rendir
cuentas para que sean una bendición en tu vida. Dios tiene planes de bendecir tus
relaciones favoritas y glorificar su nombre a medida que tú manifiestas su amor.
Sin embargo, por tu parte será necesario un paso deliberado y con oración.
Durante años no veía el valor de desarrollar deliberadas relaciones pia­
dosas. Ese era el departamento de mi esposa, y yo dejaba la esfera de las

G R o E S C H E L I 133
relaciones en sus manos. Contento con acompañar,
batallaba en esa esfera, sin ver el valor de invertir en los
demás y recibir de ellos.
Entonces lo entendí. El principal mandato de
Dios es amarlo a Él. Su seguiido mandoto principal es
amar a su pueblo. Todo se trata de relaciones. Y cada
aspecto de tu Chazown se fortalecerá y bendecirá con
las buenas relaciones.
Juntos buscaremos a Dios, y nuestras relaciones
terminarán donde Él quiere que estén.

ENSAMIENTO CLAVE
e Cada relación termina en alguna parte, pero pocas
relaciones terminan en alguna parte a propósito.

Hablemos sobre cómo construir relaciones a pro­


pósito.

¿ I tiem .
p‘ A epanxidcii
p& iáonaA-pcuia

m ento^ied; pa/uí
a^dcuUe, pam
am anie-if, pa/uz
co4iJMdAÍ& kcuiici tftit
la Qka/puui, cii4e^
¿íü m & p oA ja
ÍMuida.

134 I
CHAZOWN Y UNA BUENA
COMPAÑÍA
Te ofrezco cuatro preguntas para ayudarte a comprender y vivir la chazown
de Dios para tus relaciones.
La primera pregunta es: ¿Qué relaciones necesitan iniciarse^
Todos necesitamos personas para recibir apoyo, aliento y para rendir
cuentas. ¿Quién falta para tí? ¿a quién quiere Dios en tu vida que te ayude a
alcanzar tu visión?
Eclesiastés 4:9-10 dice: «Más valen dos que uno, porque obtienen más
fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene
quien lo levante!».
Gran parte de la vida nos forma para hacer cosas solos. La mayoría de los
estudiantes estudian solos. Hacen exámenes solos. Los graduados buscan
empleos solos. Las parejas tratan de tener buenos matrimonios sin la ayuda
de otros. Tratan de educar niños ellos solos. Los niños crecen y educan a sus
hijos en el mismo tipo de aislamiento. Y el ciclo continúa.
Dios quiere que v\v2lVí\o^juntos\ en una comunidad de fe, en una red de
relaciones comprometidas, en equipos.
Con todo, los equipos no se forman por accidente. Por eso mi esposa y
yo hemos iniciado relaciones deliberadas y hemos edificado nuestras vidas
alrededor de equipos. En nuestras finanzas nos apoyamos en varios consulto­
res para que nos aconsejen. Hemos reclutado a personas que valoramos y en
las que confiamos para que inviertan en las vidas de nuestros hijos.
Y nuestro matrimonio es el resultado de estupendos mentores. Como
Rich y Anna. Ellos tienen uno de los matrimonios más fuertes que cualquier
pareja que conozcamos. Así que mientras éramos recién casados, les pedimos
que fuesen nuestros mentores, y ellos estuvieron de acuerdo. Rich y Anna no
solo fueron ejemplos de dar con generosidad, luchar con limpieza y una comu­
nicación profunda, sino, más que nada, aprendimos a divertirnos como matri­
monio.
Ahora nosotros estamos invirtiendo en una pareja joven: Rocky y Lydia.
Són estudiantes y están en camino a tener un matrimonio bendecido. Lydia
dice que Amy le ha enseñado cómo someterse de manera sana al liderazgo de
Rocky a la vez que sigue aportando su punto de vista al matrimonio. Rocky dice
que ha aprendido a dirigir mejor y a hacer planes económicos. Esta pareja

G R o E S C H E L 135
conoce el valor de los equipos, al pedir a otros que hablen
a sus vidas. Saben que las relaciones estupendas no se
producen por accidente.
Cuando dependemos del pueblo de Dios, estamos
dependiendo de Él, porque las personas son uno de sus
recursos clave para trabajar en nuestras vidas.
Sin embargo, he aquí una clave: TíeHBS (|U6 CUÍdCir
esas relaciones; no esperes que vengan a ti, Jesús no
Pídele^ a esperó que los doce discípulos acudieran a Él; Él los
^¿04^. Onxi escogió‘^
¿Qué relaciones necesitas iniciar? Quizá necesites
>pmeóx2A^ un buen amigo cristiano para tener apoyo, para batallar
n£Ícu:4xme¿^ junto contigo. Quizá necesites participar en un grupo
pequeño. Quizá necesites un compañero ante el que rendir
c^iie t e jj(ü tcm . cuentas. Quizá necesites una cita. (Solo bromeaba. Bueno,
a lo mejor no).
Deja de esperar que alguien acuda a ti, que te ponga
debajo de sus alas o que te pida que seas su amigo. Ve tú.
Y pídele a Dios. Ora por esas relaciones que te faltan.
«No tienen, porque no piden» (Santiago 4:2).
Las relaciones escogidas de manera deliberada son
críticas para el cumplimiento de la Chazown de Dios
para ti.

136 1 C H A Z O W N
¿TAN BUENO
m :-

D .S

La segunda pregunta para guiarte en tus relaciones


con la gente es: ¿Qué relaciones necesitan nutrirse^' '
¿Cómo pasa una amistad de ser colegas y terminar
las frases el uno del otro a <<no nos hablamos»?
¿Cómo pasa un matrimonio de «todas las canciones
de la radio hablan de nosotros» a una vista judicial?
Nuestras relaciones se deterioran porque no las
alimentamos a propósito. ;
Mi esposa Amy y yo estamos totalmente de acuerdo:
Nuestro matrimonio es tan bueno como queramos
que sea. No tan bueno co m o yo quiero que sea, no tan
bueno como ella quiere que sea, sino tan bueno como
nosotros, en un esfuerzo conjunto, queramos que sea.
Si descuidamos nuestra relación, no es bonito. Si
invertimos en ella, lo bueno que tiene son seis hijos.
Cuando lo cuidamos y hacemos de las necesidades del
otro una prioridad, no creerías la intimidad espiritual,
la profundidad de la amistad, el nivel de intensa vul­
nerabilidad. Es la relación humana más rica que cono­
ciera jamás. "
Entonces, cuando dejamos que se deteriore, al
estar demasiado ocupados o distraídos, no creerías lo
pronto que comenzamos a pelear.
¿Cómo se alimenta una relación? Cuando se sirven
unos a otros en amor, porque «toda la ley se resume en
un solo mandamiento: Ama a tu prójimo como a ti
mismo». De modo que «si siguen mordiéndose y
devorándose, tengan cuidado, no sea que acaben por
destruirse unos a otros» (Gálatas 5:13-15).
Si dejas que tu relación tome su curso natural, se
morderán el uno al otro hasta que se destruya la relación.
Deben optar por servirse el uno al otro en amor.

R o E S C H E L
Toda relación termina en alguna parte, pero pocas
relaciones terminan en alguna parte a propósito.
Digamos que tu matrimonio necesita alimento.
¿Qué haces? Haz algo diferente a lo que hayas estado
haciendo. Quizá te comprometas a recibir consejería
bíblica. Tal vez dejes que otra pareja con más edad y
más sabiduría te hable sobre el matrimonio. O pueden
comenzar a orar los dos juntos o a leer la Biblia juntos.
$ i dejoA-c^ae
O pueden unirse los dos a un grupo de apoyo. O leer
t^ ^ ie la c ió n juntos un libro sobre la comunicación. O elevar la tem­
peratura de su intimidad física.
tom&óucuMo- Busca a Dios y permite que Él te guíe en cuanto a
Hcdunai, alimentar tu matrimonio a fin de avanzar hacia tu chazown
para esa relación. De otro modo, tu matrimonio puede
áemM d& ixín, terminar en algún lugar que no te gustará.
eLum-aloho- Digamos que tienes una tensa relación con tu hijo
o tu hija. ¿Qué haces? Haz algo diferente. Busca una
k o A id c ^ á e - actividad que disfhiten ambos. Haz preguntas y responde
d e á h iu fa preguntas. Escríbanse notas el uno al otro. Lleva a tu
hijo o tu hija de viaje, los dos solos. Comiencen a orar
lapidación. juntos.
P e in e n O fian, Digamos que has permitido que un muro de resen­
timiento te separe de un compañero de trabajo o de un
vecino. ¿Qué haces? Comienza por encargarte de tu
parte del problema: las actitudes, la murmuración, la
e l im o-ai oi/ta- perspectiva limitada. Luego encárgate también de la
eH^amoA,. mayor parte del problema de la otra persona. Toma la
iniciativa a la hora de disculparte con sinceridad.
Expresa afirmación siempre que sea posible. Pídele a Dios
que derribe las barreras. Sigue dando pasos en la dirección ■
adecuada. Entonces deja que Dios sea soberano con
respecto al resultado.
Quizá no te hables con algún familiar. Asume la I
responsabilidad ante un amigo de llamar a ese familiar J
una vez al mes, de enviarle un mensaje de correo elec­
trónico o de comer con él.
La sanidad puede tomar tiempo. Ten paciencia.
Sigue intentándolo Y no te rindas.
Cualquier cosa que sea, debe ser tu decisión cons­
ciente y decidida: una relación deliberada.

138 C H A Z O W N
Me encanta lo que hace uno de los grupos de hogar de nuestra iglesia.
Las esposas se reúnen un sábado al mes para alimentar y discipular a sus hijas.
Exponen de forma colectiva a las muchachas a las cosas que les gustan, como
aprender a cocinar, estudiar acerca del romance y el cortejo, o ir de caminata
al aire libre.
Al mismo tiempo, los esposos se reúnen para invertir en sus hijos haciendo
juntos proyectos de servicio. Eligen a una persona que necesite ayuda, van a su
casa y le preguntan: «¿Qué necesita que hagamos?».
Esas familias hacen vida juntas a través de relaciones que se han iniciado
y alimentado a propósito.
Sírvanse unos a otros en amor.
Busca a Dios, y pregúntale, y también a ti mismo, qué relaciones en tu
vida necesitan nutrirse.

deciáión
coniciem ie ij,
d ecid ida :
u n a 'le la d jm
deüim ada.

R o E S C NE 1 I 139
R.EPAKAC1ÓN DEL
PUENTE BÍBLICO
El descubrimiento de la chazown de Dios para tus rela­
ciones implica una tercera pregunta. Y es una pregunta
difícil: ¿Qué relación necesita restauración'^
Sé sincero con Dios sobre este asunto.
Piensa en las relaciones de tu vida que están rotas,
dañadas o heridas. En algunos casos, tú fiiiste el ofendido.
En otros, tú eres el ofensor.
Quizá no has honrado a tu padre, o a tu madre, o a
ambos. Tal vez tus padres hayan hecho algo para herirte.
A lo mejor tú eres el padre, pero has dado por perdido
P ie M a e n ia d ' a alguno de tus hijos debido a decisiones que te hicieron
daño o te avergonzaron.
rielackmeó- de ¿Te ha molestado alguien en el trabajo y le guardas
tu iú d a c^ resentimiento?
¿Está tensa alguna de tus amistades?
eAÍ(m'udoA-, Pregúntale a Dios qué relación necesita restauración.
Colosenses 3:13 dice: «De modo que se toleren
dañadoA -
unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra
0. ke^ixla¿: otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también
ustedes»‘^ ¿Quiénes somos nosotros para guardar algo
contra otra persona cuando Dios nos ha perdonado
infinitamente?
Jesús también enseñó que deberíamos iniciar la
restauración cuando hayamos dañado a alguien. «Por
lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar [eso
significa estar adorando a Dios] y allí recuerdas que tu
hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante
del altar. Ve primero y reconciliare con tu hermano;
luego vuelve y presenta tu ofrenda» (Mateo 5:23-24).
Puede que tengas pocas esperanzas de que sane tu
relación rota, pero recuerda: todas las cosas son posibles
con Dios (véase Mateo 19:26). Dios es el Dios de la res­
tauración. Una palabra hebrea del Antiguo Testamento,
shub, se traduce como «restaurado». Significa «mejor

140 I CHAZOWN
que nuevo». Ese es nuestro objetivo para las relaciones dañadas. Ten fe en
Dios. Él puede hacer que tu relación sea incluso mejor que nueva.
Puede que te sientas nervioso o hasta temeroso de intentar la restauración.
Me identifico con eso. Una de mis relaciones más importantes se derrumbó
hasta el punto de que creía imposible la restauración.
Ese amigo era una de las personas más importantes en mi vida (lo llamaré
Rick). Después de años de una fuerte amistad, Rick creyó que yo lo había
traicionado. Yo pensaba que hacía lo apropiado. En su mente, yo era el peor
pecador que haya vivido jamás. Un Judas. Para mí, él era un estrecho de mente,
crítico y que pasaba por alto lo más importante. No importa quién tuviera
razón, la situación se volvió vergonzosamente fea. El que fuera mi amigo me
odiaba. Y se lo decía a todos.
Varias veces intenté la restauración con Rick, pero siempre me encon­
traba con una puerta cerrada ante mis narices. Al final, me di por vencido,
convencido de que nunca más volveríamos a tener una relación cercana.
Y la relación quedó rota durante varios largos años llenos de dolor.
Un día durante mi tiempo de oración. Dios me dio un pequeño empu-
joncito. Inténtalo de nuevo.
De ninguna manera^ pensé. Olvídalo. No voy a someterme a su abuso.
Inténtalo de nuevo. No podía librarme de ese pensamiento.
Temiendo otro encuentro difícil y humillante, por fin hice la llamada
telefónica. Para conmoción y sorpresa mía, Rick estuvo de acuerdo en que
nos viéramos. Cuando lo hicimos, solo pasaron minutos hasta que nos dis­
culpamos el uno con el otro, nos dimos un abrazo y celebramos una relación
restaurada.
Ahora apenas recuerdo los detalles feos. Es casi como si nunca hubieran
sucedido. Dios hizo nuestra amistad mejor que nueva.
Es posible que, a pesar de tus mejores esfuerzos, la otra persona se niegue a
reconciliarse. Pero tú eres la única persona que responde ante Dios por ti.
Pablo escribió: «No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno
delante de todos. Si es posible yy en cuanto dependa de ustedes^ vivan en paz con
todos» (Romanos 12:17-18, énfasis del autor).
¿Has hecho todo lo posible para buscar la restauración? Mira por endma
del dolor al potencial placer de las relaciones que son todo lo que Dios quiere
que sean. Tu chazown relacional.
Inténtalo de nuevo.

G R o E S G H E L I 141
BUEM AMIGO.
MAM A M [ G O .

Jessica y Jenny eran gemelas inseparables, se vestían de la misma manera y


tenían la fe de sus padres en Cristo. Ambas eran fuertes en lo moral. Sus íuturos
brillaban con posibilidades.
Esta es la historia del verano en que cambiaron las cosas.
Jessica siguió la tradición familiar. Como en años anteriores, asistió a un
campamento cristiano. Ese año hizo amistad con algunas chicas que pensa­
ban en ser misioneras. No hablaron mucho sobre chicos, música ni películas.
Hablaron sobre impactar el mundo, alimentar a los pobres, sobre alcanzar a
los perdidos.
En su iglesia, a Jessica la conocían como una cristiana fuerte, pero sus
nuevas amigas parecían tener una fe turboalimentada. Cuando esas mucha­
chas oraban, oraban de verdad. Durante su tiempo libre, a menudo leían sus
Biblias. Hablaban de Dios como si Él fuese un buen amigo, que las amaba y
las dirigía momento a momento. Jessica quedó atrapada por su pasión.
Más adelante en el verano, Jessica acordó viajar con sus nuevas amigas a
Tegucigalpa, Honduras, a fin de construir casas para los pobres y hablarle a la
gente sobre Jesús.
Esa experiencia cambió la vida de Jessica para siempre. Después de dos
años en la universidad, se tomó un año para ministrar en Honduras. Allí
conoció a Rob. Más adelante se casaron, y ahora sirven en China como
misioneros a tiempo completo. Jessica resplandece con el amor de Cristo.
Ese mismo verano fue también un verano fatal para Jenny.
En lugar de asistir al campamento cristiano, Jenny convenció a su
mamá, Mónica, para que la dejara quedarse con una familia en su casa de la
playa junto con varias otras chicas de la escuela. Mónica vaciló, porque no
conocía bien a esa familia; pero al final cedió. Mónica lamentaría esa deci­
sión durante el resto de su vida.
Al principio, Jenny quedó desconcertada por la conducta de esa familia.
Los padres les daban cerveza a las adolescentes. Muchísima cerveza.
Durante una semana Jenny observó, sin participar con el grupo. Ellas
parecían pasárselo muy bien, y después de varias noches de presión por parte
de sus amigas, Jenny se bebió su primera cerveza. A la noche siguiente, se
emborrachó. La noche siguiente a aquella, fumó droga.

142 C H A Z o W N
Eso fue solo el comienzo. Jenny conoció a un muchacho mayor que ella
en la playa. La última noche del viaje, borracha y drogada, Jenny entregó su
virginidad.
Al haber descubierto nuevos amigos que eran más «divertidos» que la
gente de la iglesia, Jenny era una muchacha distinta cuando regresó a casa.
Más sofisticada. Más madura. Y con más tendencia a los problemas.
' En la actualidad, Jenny es alcohólica y está en su tercer matrimonio,
educando hijos de sus dos primeros esposos y de un tercer hombre que cono­
ció en un bar. Esta noche dormirá en un refugio para mujeres.
Y su mamá llorará hasta quedarse dormida.‘ . ^
Dos hermanas. Dos grupos de amigos!

Que nos conducen a la cuarta pregunta...


QUITA EL PESO
MUERTO
Consideré no incluir esta pregunta en este libro, debido
al modo en que podría malinterpretarse. Aun así, des­
pués de orar, decidí que era lo bastante importante para
arriesgarme.
Cuarta pregunta: ¿Qué relación necesita cortarse^
Permite que aclare muy bien lo que no estoy diciendo
con esta pregunta. No estoy hablando de divorcio sin
fundamentos bíblicos, a pesar de lo infeliz que puedas
ser en tu matrimonio. Y no estoy hablando de cortar
una relación muy difícil, y con frecuencia insatisfactoria,
que sabes delante de Dios que tienes la responsabilidad
de sostener.
De lo que estoy hablando es de las relaciones
'^ e lo -c^ malas, destructivas y malsanas que se deben romper. O
eátoif-Jialdcundii- al menos redefmir.
Pablo nos advirtió en 1 Corintios 15:33: «No se
e¿^deia¿- dejen engañar: “Las malas compañías corrompen las
buenas costumbres”».
'lelacUm eá-
Mi mamá siempre decía: «Craig, tú eres como esos
maia¿>, con los que corres». Detestaba cuando me decía eso.
Tal vez fuera porque tenía razón.
á eá h u cila o A -
Si eres un adulto soltero que trata de decidir si un
fm aiá<m a¿. potencial novio o novia tiene un buen carácter, com­
prueba quiénes son sus amigos. Si se junta con buenas
c^ á & d elfen compañías, amigos que son una influencia positiva,
'lom p e'i. puedes esperar un mayor grado de autenticidad. No
obstante, si los amigos van por mal camino, es probable
O alm em ¿^ que arrastren a cualquiera que esté a su lado en ese viaje.
En la misma carta a los corintios, Pablo escribió:
nede^iiuM,.
«Pero en esta carta quiero aclararles que no deben rela­
cionarse con nadie que, llamándose hermano, sea
inmoral o avaro, idólatra, calumniador, borracho o esta­
fador. Con tal persona ni siquiera deben juntarse para
comer» (1 Corintios 5:11). Si estás en una relación que

144 I C H A Z O W N
esté causando daño a tu relación con Dios, o bien
redefínela o bien con amor y con tacto rómpela hasta
que la persona cambie de manera genuina.
Tienes un socio de negocios que carece de inte­
gridad. Pon fin a la relación o redefínela.
Tienes un amigo que te arrastra hacia abajo en lo
espiritual. Redefine la amistad o rómpela.
Muchachos, se juntan con tipos que hablan basura ¿Po^c^m
de sus esposas, y eso está dañando su matrimonio. O
bien esos hombres cambian sus hábitos o bien ustedes
están fiiera de juego. ia e m o ció n
Señoras, se juntan con un grupo que odian a los
hombres, son murmuradoras y criticonas. Busquen cuando-
otro grupo distinto. No permitan que nadie dañe su
áat}e¿-a
actitud hacia sus esposos, hermanos o padres.
Mantente alerta a las personas que son una cancLíce?
fuente de tentación para tl.^Por qué disfi^utar de k
emoción cuando sabes a qué conduce? Y si estás
teniendo citas con alguien que con toda claridad no es
la voluntad de Dios para ti, ¿por qué desperdiciar tu
tiempo? ¡Podrías utilizarlo para conocer a la persona
que es la visión perfecta de Dios para tu futuro! ¿Por
qué tú mismo te estás apartando del mercado?
Busca a Dios. Pide su dirección. Y decide hacer
lo que Él te diga, aun si eso es doloroso.

e R o E S C H E L I 149
B E REGRESO
Otra noche. Otro sueño. De nuevo en el mismo bosque con las mismas foto­
grafías. Pero algo es diferente.
Allí están Sarah y Holly, las amigas que perdieron el contacto. Obser­
vando un frasco de píldoras, Sarah pensó en poner fin a su vida. En el mismo
momento, con más de mil quinientos kilómetros de distancia entre ellas,
Holly se sintió raramente movida a llamar a su vieja y distante amiga. El telé­
fono de Sarah la asustó, haciendo que volviera a la realidad con tres fuertes
timbrazos. Desesperada, respondió al teléfono solo para oír decir a su vieja
amiga: «Dios te tenía en mi corazón, así que pensé en llamarte».
Los pedazos de la fotografía rota ahora están unidos. Y así lo están esas
dos amigas.
Entonces vi a Peggy y Larry, el hombre que tenía la vida secreta. El
siguiente capítulo de su historia me viene a la mente. Cuando Peggy dejó a
Larry, este tocó fondo. Clamó a Dios, y Dios cambió su corazón. Después de
romper las relaciones indebidas, les confesó todos sus pecados a Dios y a su
esposa. De manera milagrosa, Peggy lo aceptó. Hoy en día su matrimonio es
lo que Dios quiere que sea.
Entonces comprendí lo que era distinto. Las dos mitades de la fotografía
están pegadas de nuevo. Apenas podría decir que una vez estuvieron rotas.
Alguien también ha reparado la fotografía de los dos hermanos. Tres
años después de la pelea, Andrew comprendió que nada valía la pena a costa
de perder el amor que una vez compartió con Michael. Se arriesgó e hizo una
llamada telefónica. Se disculpó ante su hermano, y los dos son de nuevo inse­
parables.
Luego vi al padre y al hijo. Cuando Daniel tenía quince años, Keith per­
dió el trabajo que tanto idolatraba. De repente, papá tuvo que preguntarse
qué era más importante en la vida. Hoy en día este padre e hijo tienen de
nuevo la relación que Dios quiso que tuvieran.
Toda relación termina en alguna parte. Sin embargo, pocas relaciones
terminan en alguna parte a propósito.

-Z.W fzedcifck i de^


la jpÍ<i<^Aú/ljía
cJiú n a e¿ÍÓ44, müáj»S.
y a ií edtán edad'

C H A Z O W N

■ -i-".
! Ú e fe ^ e ¡ ¿ i u i o t ':

Tus reli^iotyeS Coñ /¡fS" pei^oñaS


¿Estás preparado para escribir más? Vamos a hacerlo.

Reflexión:

Pídele a Dios que te ayude a meditar y responder las cuatro preguntas


siguientes.
1. ¿Qué relación debe iniciarse^ (¿Necesitas un buen amigo, un compa­
ñero ante quien rendir cuentas, un mentor espiritual o en los nego­
cios? ¿Qué relación clave falta en tu vida?).
2. ¿Qué relación se debe nutriñ (¿Necesita mejorar tu matrimonio?
¿Estás distante de un padre o un hijo? ¿Te has alejado de un buen
amigo?).
3. ¿Qué relación se debe restaurar^. (¿A quién necesitas perdonar? ¿De
quién necesitas obtener perdón? ¿Qué relación se ha dañado y necesi­
ta restauración?).
4. ¿Qué relación se debe romper? (¿Estás cerca de alguien que daña tu
relación con Dios? ¿O que daña tu matrimonio? ¿Tienes citas con
alguien que no es adecuado para ti? ¿Tienes algún amigo que te arras­
tra hacia abajo en lo moral?).

Metas a corto p la ^ :
Ahora define una o dos metas relaciónales. Sé específico.

6 R o E S C H E l I 14 7
E l siguiente paso:
Ahora describe la acción concreta que emprenderás
para cumplir las metas elegidas. Proporciona nombres,
margen de tiempo, acciones concretas: cualquier cosa
que necesites para mantener los resultados.
Ora y dale gracias a Dios porque Él está dirigiendo
tus relaciones. Pídele la valentía y el compromiso para
manejar esas relaciones con propósito.
¿Qué quieres hacer a continuación? Si estás prepa­
rado para continuar y crear un plan de acción en otra
esfera de la vida, sigue leyendo.
Con todo, quizá quieras tomar las metas que ya
estableciste y vivirlas durante un tiempo antes de pensar
en otros planes de acción para otras esferas. Si ese es el
caso, es importante que leas la última parte del libro.
Por favor, ve a la página 198 y termina de leer el libro
desde ese punto.

P¿íf% ius
!<eSpueSiaSj eñtra eñ
CHA2^¿W/^Ü0M
a fin o>e obienet' ius
pKopia^
o^ej ¿diario y
oiroS KeCurSoS.

148 I C H A Z O W N
IH tCER RADIO

FINANZAS

6 R O E S C H E L I 149
DESASTRE QUE

Había una vez un graduado universitario llamado Martin.


Si tú y yo fuéram os observadores al lado de Martin a
lo largo de su viday lo veríamos agarrando una pala ima­
ginaria, de p ie en el césped de la vida.
Martin dejó la universidad con una deuda escolar
de treinta y tres mil dólares. Después de conseguir su
primer empleo, enseguida se compró ropa para el trabajo
y financió un auto nuevo.
Cava. La pala rompe el terreno y quita su prim er
gran montón de tierra.
En su nuevo trabajo Martin conoció a Shelli. Era
Góamj.. Gaaá. todo lo que había soñado. Después de nueve meses de
noviazgo, Martin y Shelli se comprometieron. Él le compró
un anillo con cargo a su tarjeta de crédito.
mu&aema¿- Cava. Cava. La pala m ueve más tierra^ creando un
tienna, cn ecu iJ» agujero que le llega a la rodilla a Martin. Aun asíy él parece
inconsciente de su firm e descenso a la tierra.
a n acjM jen o- Martin amaba a Shelli y quería que tuviera la mejor
;jluna de miel. Aumentó su límite en la tarjeta de crédito y
c^ leliecfa
’ cargó un crucero muy caro de una semana.
a la n ú d iü a I Cava. Cava. Cava. Ahora el agujero llega hasta la cintura.
I La pareja de recién casados quedó sorprendida de
aM a n iín -. lo mucho que estaba calificada para pedir un préstamo
A u n a¿í, a fin de comprar su primera casa. Sin depósito alguno,
compraron una casa que era el doble de grande y de
éipanece bonita que la casa de los padres de Martin. Un mes después
de mudarse, se rompe el auto de Shelli. La pareja com­
pró uno nuevo con un cómodo préstamo a setenta y
d e d u jiP im e dos meses.
Cava. Cava. Cava. Cava. Apenas podem os ver la
deácenio-.
coronilla de Martin. El olvido continúa reinando.
Shelli compró cortinas nuevas para la casa. Martin
compró un escritorio para su oficina. Entonces el tejado
necesitaba reparaciones. El calentador de agua se rompió.

150 C H A 1 o W N
Y cuando descubrieron que la casa se ponía como un horno, la pareja decidió
hacer que el técnico instalara también un sistema de aire acondicionado.
El agujero se hace cada vez más profundo. A decir verdady ahora com pren­
demos que tal vez Martin no pueda salir p o r sí solo.
Antes de que uno de los dos cumpliera los treinta años, Martin y Shelli
quedaron en bancarrota.
Las estadísticas dan qué pensar. ¿Sabías que el 75% de los cristianos
viven cada mes de sueldo en sueldo, siempre preguntándose temerosos si ten­
drán lo suficiente?
¡Y la persona promedio de unos veintiocho años tiene una deuda de
consumo de setenta y seis mil dólares! (Unos momentos para asimilar eso).
Para hacer que las cosas asusten aun más, solo el 38% de los estadouni­
denses liquidan sus cargos a tarjetas de crédito cada mes. Eso significa que un
62%... no lo hace.
¿Cómo se comparan los estadounidenses con el resto del mundo? Hace
poco, los japoneses ahorraban un 18% de sus entradas. ¿Los estadounidenses?
Estábamos en deuda en un 2,2%.
Alguien dijo: «Si fi-acasas en planear, planeas fracasar».
Quizá por eso tantas personas acaban... en el hoyo.

ENSAMIENTO CLAVE
RCuando se irata de finanzas, todo el mundo termino
en alguna parte. A pesar de eso, pocas posonas terminan
en alguna parte a propósito.

75% ( k

cada me¿^
d e á44£Ícllx^ €4^
ó44eldo^, Ó4£4^iyp/ie^

ái
tend/ixÍH.
¡x^ ¿4^loie4de^.

G R o E S C H E L 151
LA C A K A ESPIR.ITUAL
DEL DINER.O
Quizá parezca que el asunto de las finanzas no sea muy espiritual. Sin embargo,
dos terceras partes de las parábolas de Jesús hablaron de plano acerca del
dinero o las posesiones. En los Evangelios, uno de cada diez versículos habla
sobre dinero.
¿Por qué Jesús se enfocó tanto en el dinero? Quizá Él sabía que las dis­
tracciones materiales y económicas podrían convertirse en el mayor competi­
dor de Dios por nuestros corazones, atención y afecto.
El mensaje de Dios es claro. Sin un pensamiento claro y unos planes
sabios, cada uno de nosotros es susceptible a la atadura del dinero, tanto para
un millonario como para un desamparado.
Dios quiere poseer nuestros corazones. Aun así, para muchos, el dinero
(o los acreedores) se convierte en el que nos posee en lugar de Dios. Y nuestro
Padre quiere que seamos libres, y que no tengamos otros «dioses» delante de Él.
¿Cómo tú y yo podemos buscar la Chazown que Dios nos ha dado cuando
alguien o algo más señorean sobre nosotros? Si estamos en deuda, somos
esclavos, y no esclavos de Cristo.
El dinero le importa a Dios porque revela nuestros valores y la dirección
de nuestro afecto.
El dinero te importa a ti. No soy capaz de pensar en muchos asuntos
que, cuando se manejan mal, causen más dolor y conmoción. El dinero pue­
de hacer naufragar un matrimonio, arruinar la salud de la persona mediante
el estrés y el pánico, y hasta que el corazón de la persona se vuelva contra
Dios. ¡Por eso creo que el uso sabio de tus finanzas es uno de los asuntos espi­
rituales más importantes de tu vida!
¿Alguna vez has observado cómo la sociedad prepara a los jóvenes para
que fracasen en cuanto al manejo del dinero? Les enseñamos a los estudiantes
a sacar buenas notas a fin de que puedan ir a la universidad... a fin de que
puedan conseguir un buen empleo... a fin de que puedan ganar mucho dinero.
Entonces, cuando llegan a la universidad, ¿qué les da la bienvenida? Una sarta
de propuestas de tarjetas de crédito los seduce a que firmen para obtener su
propio plástico personal. Las universidades también ponen en contacto a los
estudiantes con préstamos del gobierno que a menudo son más altos de lo
que el alumno necesita para la matrícula y los costes.

152 I C H A Z O W N
Añadamos un nuevo auto, demasiadas pizzas por
las noches, el otoño de etiqueta y el viaje de vacaciones
de primavera, y tenemos una fórmula para la catástrofe
financiera.
Esos jóvenes graduados salen de la universidad
patas arriba en sus autos y arrastrando una deuda esco­
lar de entre veinte y cuarenta mil dólares. ¡Y no tienen ni
idea de cómo llegaron a esa situación!
Bienvenidos al mundo real.
Quizá sea por eso que el diecinueve por ciento de
las bancarrotas declaradas solo hace tres años lo fueron
por estudiantes universitarios.
El asunto de la responsabilidad financiera requiere ^eA úá-áe
una enseñanza mucho más detallada de la que yo puedo
eHfjOcá to íd o -
proporcionar en unos cuantos capítulos. También
comprendo que muchas buenas personas están en en e ld in e ^ ?
muchos apuros económicos no porque los hayan causado,
y sin ninguna opción en el horizonte. Por esa razón,
más adelante te referiré a otros excelentes recursos
sobre el asunto. Mi esperanza aquí es inspirarte a que
busques en oración la chazown de Dios para tu vida
financiera. Si enciendo un fijego debajo de ti y tú buscas
una sana dirección financiera, esta parte de mi libro
habrá cumplido con su propósito.

e R o E S C H E l 193
CHAZOWN Y EL
DINERO EN
EFECTIVO
¿Estás preparado para ver tus finanzas de un modo nuevo?
Entonces pasa algún tiempo en oración pensando en
algunas preguntas importantes:
¿ ^ ó n d e . cmeA^ ¿Dónde crees que Dios quiere que estés económi­
camente de aquí a un año? ¿Querría Él que eliminaras
alguna deuda? ¿O que liquidaras tus tarjetas de crédito?
¿O que abrieras una cuenta de ahorro? ¿O que crearás
c^ u íe^ e¿ié¿^
un presupuesto y vivieras conforme a él? ¿O que cambiaras
eoM Ó m i/2am e4^ algunos de tus hábitos de gasto?
n ^ ¿Y de aquí a cinco años? ¿Quiere Él que pongas
a e CU^Ul aparte dinero para un gasto grande que de otro modo
a aPix^'^ comprarías a crédito? Quizá podrías ser libre de toda
deuda. ¿Podrías dar el quince por ciento de tus ingresos
en lugar del diez por ciento?
¿Y de aquí a veinte años? Quizá entonces Dios
quiera que estés tan libre económicamente que vivas
con una pequeña cantidad de tu riqueza y des en abun­
dancia para su obra, en tu comunidad o en el otro
extremo del mundo, o en ambos.
He estado haciendo muchas preguntas sobre dinero
que se resumen en una pregunta crítica y general: ¿Cuál
es tu visión financiera?

ENSAMIENTO CLAVE
RDonde no hay visión financiera, la mayoría
de la gente termina en el hoyo.

Alguien dijo una vez: «El estadounidense promedio


conduce su auto financiado por el banco, por una auto­
pista financiada con bonos, con gasolina pagada con »I
tarjeta de crédito, para abrir una cuenta de débito en

154 C H A Z O W N
un centro comercial a fin de poder llenar su casa hipotecada con un plan de
financiación para muebles»
¿Es esa la visión de Dios para ti?
¿O podría ser algo distinto? ¿Algo extraño?
Cuando se trata de finanzas, lo «normal» no es bueno. Lo «normal» es
estar preocupado de modo enfermizo por el dinero. Lo «normal» es batallar
con desafíos financieros. Lo «normal» son pagos del auto, pagos de tarjetas de
crédito e hipotecas.
Dave Ramsey, un gran maestro cristiano sobre finanzas, dice con fire-
cuencia: «Les enseñaré a vivir como ninguna otra persona, a fin de que un día
puedan vivir como ninguna otra persona». Por eso yo no quiero lo normal.
Quiero algo extraño. Algo que pase por alto la manera convencional de pensar
que tiene el mundo.
Libre de deudas. Sin pagos. Sin intereses. Sin preocupaciones. Sin cargas.
Sin temor.
¿Es tu visión llegar a ser libre en lo financiero? ¿o quieres unirte a k
mayoría: en el hoyo?

Q u cu u h -áe
tncdade-j¡í4 iaii/ ^ ,
lo- «m^maí»

6 R o E S C H E I I 1SS
PUEDES DAR.
LA VUELTA^’
.H<níWtíjU>

Considera dos visiones financieras para tu fiituro:

Visión #1: Durante el resto de tu vida batallas con las finanzas. Vives en
temor, a distancia de una emergencia de la destrucción económica. Nunca
sabes si tu salario podrá cubrir todas las facturas. Algunos meses no sucede.
Tú y tu cónyuge pelean sin cesar sobre el dinero; es decir, mientras dura su
matrimonio. Sufi-es estrés. Tienes envidia de los que viven económica­
mente cómodos, pero su estilo de vida es algo que tú nunca conocerás.
Crees que eres incapaz de diezmar para Dios. Pareces estar bajo una mal­
dición ineludible. Siempre trabajarás y nunca podrás jubilarte. «Ustedes
siembran mucho, pero cosechan poco; comen, pero no quedan satisfechos;
beben, pero no llegan a saciarse; se visten, pero no logran abrigarse; y al
jornalero se le va su salario como por saco roto» (Hageo 1:6).

Si mi insinuación de que este pudiera ser tu futuro te ofende, podrías estar


gritando: «¡Esa no es mi visión!». Aun así, las probabilidades son que esa
, sea con exactitud la dirección en que estás viajando.

Visión #2: Eres libre por completo de deudas dentro de diez años o
menos. Ningún pago de autos. Ningún pago de tarjetas de crédito. Ni
siquiera el pago de una casa. No estás atado a ningún empleo en particular
(porque los ingresos no te dirigen). Tienes más que suficiente para tus
necesidades; hasta disfrutas de ciertos lujos como bendiciones de Dios.
Pagas todas las cosas en efectivo. Has sido fiel en lo poco, y por eso Dios te
ha confiado lo mucho. Por lo tanto, eres libre para dar tal como te dirija
Dios, pudiendo hasta financiar misiones completas. Cuando ves a alguien
con necesidad, ayudas de inmediato. Tu respuesta a Dios es solo: «Sí».
Durante el resto de tu vida.

156 U C H A Z O W N
¿Cuál de esas visiones te gustaría escoger para tu
futuro financiero? '
Todo el mundo termina en alguna parte. Sin
embargo, pocas personas terminan en alguna parte a
propósito.
Ahora bien, supongamos que quiero conducir
hasta Dallas, Tejas (al sur de mi hogar). Entonces me
encuentras en la autopista que va al norte.
¿Qué consejo me darías?
¡Da la vuelta!¡Vas en la dirección equivocada!
¿Verdad? cam iua/i. <=^e
Ahora te estoy diciendo con amor: Si no tienes una
chazown financiera, tu probable destino es la visión #1.
la vuelta en el poder y la sabidu­
ría del Santo Espíritu de Dios. Si lo haces, mirarás atrás a
este momento como aquel en que hiciste tu giro • m i4 je/ ie¿ en
financieramente hablando. Dios obtendrá la gloria. Y tú
y muchas otras personas estarán contentas por la eter­
nidad.
¿Escéptico? ¿Desesperanzado? ¿Oyendo esa voz
interior que te dice que has tratado de enderezar tus
finanzas cientos de veces y que, al menos para ti, las dedÁ U i doA
cosas nunca van a cambiar?
Escucha, eso es una mentira. Puedes cambiar. He l a o u elia if.
visto a cientos de hombres y mujeres en todo tipo de
c o m m p / ia
problema económico decidir dar la vuelta y comenzar
a caminar en una mejor dirección. Y lo han hecho. camma/i
Y tú también puedes hacerlo.
Tenemos un Dios que puede hacer más de lo que
somos capaces de imaginar (Efesios 3:20). Pídele que
cambie tus expectativas con respecto a lo que Él puede
hacer. ^
No es demasiado tarde.
Da la vuelta.

R o E S C H E l
v a l o r . e s, v is i ó n ,
V1CTOR.1A
¿Cómo descubres la chazown concreta de Dios para tu
futuro financiero? Comienza echando una mirada en
oración a tus valores centrales.
¿Recuerdas los valores centrales? ¿Qué aviva una
ira justa en tu interior? ¿Qué te encanta por encima de
todo? ¿Qué defiendes?
En el mundo de la riqueza, si no defiendes algo,
entregarás tu dinero para cualquier cosa.
A esta altura deberías tener alguna idea de cuáles
son los valores centrales que Dios puso en tu interior.
Ahora bien, define tu visión financiera de acuerdo con
esos valores.
S-itcuf, á e ffu m Y, a propósito, no de acuerdo con los valores que el
mundo quiere imponer en ti. Estoy seguro de que lo
d e q u elo -k o A -
has observado ya: ¡todos tienen su propia chazown para
oJ)¿en M ido-ifa: tu dinero!
La chazown de las tiendas televisivas: «Su expe­
jto JM -tim eH . riencia de visión no será completa hasta que tenga una
¿i4, pAOfda- pantalla de plasma».
La chazown del joyero: «Usted no la ama de verdad
c k a jM m fía/uí a menos que le compre el mayor diamante que le per­
t44,dm&i0-l mita su crédito».
La chazown del restaurante: «Usted se merece un
respiro hoy...».
La chazown del club deportivo: «No ha tenido un
verdadero entrenamiento hasta que esté pagando al
menos ochenta dólares al mes por él».
La chazown del agente de viajes: «La vida no está
completa hasta que haya hecho un crucero por el Caribe.
Ah, ¿ya lo hizo?... Como siempre digo, la vida no está
completa hasta que haya viajado por Europa».
La chazown del vendedor de autos: «¿Vive en el
siglo XXI y solo tiene dos autos?

158 I CHAZOWN
La chazown del corredor de bienes raíces: «No será feliz hasta que posea
una nueva casa con una cocina mayor».
Define tu visión financiera de acuerdo con los valores centrales que Dios
te ha dado, y no según los valores que quieren imponerte otras personas.
¿Cómo se pone en práctica eso? Digamos que la salud física es uno de
tus valores centrales. Pues bien, para permitirte la membresía en un gimnasio,
tu visión podría incluir conducir un auto viejo.
O quizá la generosidad sea una de tus prioridades más altas. Para dar
tanto como puedas, tu visión podría ser ahorrar miles de dólares llevándote el
almuerzo de casa en lugar de comer en un restaurante.
Si valoras la educación cristiana para tus hijos, tu visión podría implicar
tener un segundo trabajo a tiempo parcial para poder permitirte llevarlos a
una escuela privada.
Para ti, asegurarte que tus hijos tengan a su mamá en casa puede ser muy
importante, y por eso escoges vivir en una casa menor a fin de que ella no
tenga que trabajar para poder afi:ontar los pagos.
¿Por qué escogerías algo anticuado, pequeño y llevarte la comida de casa
cuando el mundo dice que necesitas algo nuevo, grande y una comida de dos
platos? Porque tus elecciones son coherentes con tus valores. Otros pueden
decir que estás loco al pasarte sin televisión por cable, Internet, un teléfono
celular o ese café con leche que cuesta cuatro dólares. ¿Pero en qué estima
pondrás sjis opiniones cuando estés libre por completo de deudas?
Cuando Amy y yo nos casamos, en oración dimos forma a nuestra
visión financiera basándonos en nuestros valores centrales. Cuando llegaron
los niños, valoramos que Amy se quedara en casa. Es posible que ese no sea tu
valor central, pero sí era el nuestro. También sentimos con fuerza que debía­
mos llegar a estar libres de toda deuda, incluyendo la hipoteca. Así que esta­
blecimos la meta de lograrlo en cinco años.
Compramos una casa bastante barata, condujimos autos de risa, y
durante cinco años no compramos ni un solo artículo de vestir que no provi­
niera de una venta de segunda mano. No comíamos fuera sin tener un cupón
de dos comidas por una... y solo cuando era el cumpleaños de alguno. Ni
siquiera intercambiábamos regalos.
Y la gente pensaba que éramos personas extrañas.
Nosotros éramos extraños. Aun así, lo éramos de acuerdo a nuestros
valores. Y yo me sentía extraño en especial, en el mejor sentido de la palabra,
al cumplir veintiocho años, c u a n d o SOSlüVB 611 mí mCinO UI1 C0I1 6l
sello ((PAGADO EN SU TO TA LID AD ».

6 R o E S C H E L I 159
Nuestra chazown financiera continúa. Cada año
aumentamos lo que damos en un uno por ciento. Y un
día espero ser un pastor que no reciba salario.
Por favor, entiéndeme; no te estoy dando estos
detalles para enorgullecerme de nuestra propia posi­
ción económica. ¡Hemos tenido nuestra parte de los
vergonzosos errores económicos! Como el de comprar
un auto sin verlo en eBay. (¡Ay!). Lo que te digo es lo
que te diría si estuviéramos tomando un café y traba­
Ui,o4Aiim jando duro juntos para encontrar un futuro financiero
diferente para ti. Estoy corriendo el riesgo de mostrar­
jjin a n c ie n a me a mí mismo por si lo que digo puede servir como
deacu& ido- punto de referencia y, espero, que de aliento.
Mi historia con Amy es un reflejo de lo que Dios
a m lo á . ha puesto en nuestros corazones: nuestros valores cen­
trales y el sueño de Él para nosotros. ¿Qué ha puesto
uaíoned.
Dios en tu corazón?
ceni/iaieá, (^u& Donde no hay visión de ser económicamente libre,
los sueños se extravían.
^ ití¿ ,tek a
dado-, ij, m -
¿ecj4m-io¿-
vaÍMe¿^ciu&
c^ m en en
impxmenie
oÍnaá-pen¿(maÁ..

160 I C H A Z O W N
CHAZOWÍíJy€ON
PIERNAS
Por lo tanto, la primera pregunta crítica y general sobre las finanzas fue:
¿Cuál es tu visión financiera? Es decir: ¿Hacia dónde te diriges? Esta es la
segunda pregunta general: ¿Cuál es tu plan financiero? En otras palabras: ¿Cómo
llegarás allí?
Con respecto a tus finanzas, si no haces planes (buscar a Dios en cuanto
a tus metas financieras), planeas, por defecto, firacasar.
Si tienes alguna expectativa o esperanza en cuanto a tu futuro financiero,
solo lo cumplirás al establecer un plan de acción deliberado.
Y al trazar tu plan, te aliento de manera encarecida a que obtengas ayuda.
Aun las personas con una profunda perspectiva se benefician del consejo de
otros. Proverbios 15:22 dice: «Cuando falta el consejo, fracasan los planes;
cuando abunda el consejo, prosperan». He invitado a una amplia variedad de
personas a ofrecer sus puntos de vista, algunos en persona y otros de manera
indirecta, mediante libros que escribieron o mediante otros tipos de recursos.
Y hablando de recursos, te prometí referirte a algunos de los buenos.
Hay muchos excelentes libros, sitios Web y otras fuentes disponibles para
obtener dirección, pero los siguientes son algunos de mis favoritos:
• Ef/millonario de al lado, por Thomas J. Stanley y William D. Danko
• Tranquilidad Financiera y La transformación total de su dinero, ambos
^ por Dave Ramsey
• Master YourMoneyy TamingtheM oneyM onster, ambos por Ron Blue
• El Principio del Tesoro, por Randy Alcorn
• www.daveramsey.com ,
• www.crown.org •
Lo que sea que hagas para establecer tu plan finan­
ciero, asegúrate de pedir consejo a personas sabias. .
Y ponlo en práctica.
CÓM O LLEGAS DE
HASTA ALLÁ
Permite que sugiera tres esferas de tus finanzas en las que deberías buscar la
sabiduría de Dios y establecer un plan de acción:
La primera es el dar. Jesús dijo: «Hay más dicha en dar que en recibir»
(citado por Pablo en Hechos 20:35). Si piensas en dar como en una luz lateral
en la vida, vuelve a pensarlo. Dios te ha confiado una tremenda riqueza, en
especial si vives en los Estados Unidos, y el modo en que la uses es muy
importante para Él. Hay una razón por la cual Dios dijo que diéramos las
prim icias de nuestros ingresos para ÉP. Por lo tanto, lo primero es lo primero.
Pon el dar en el primer lugar de tu plan financiero.
Aunque el diezmo, dar el diez por ciento de tus ingresos, es la norma
para los dadores principiantes, pregúntale a Dios si el dar de modo más arro­
jado podría ser parte de su chazown para ti.
En caso de que sea útil, muestro más de mí mismo. En cuanto al plan de
dar de mi familia, en primer lugar diezmamos. Luego, como ofrenda adicional,
damos para los costes de comenzar nuevas iglesias, para personas que tienen
necesidad, para misioneros y para alimentar y educar a niños en África.
Parte de nuestra visión para el futuro es ayudar a financiar familias que
quieran adoptar, pero no puedan permitirse los costes de hacerlo.
Nuestras ofrendas reflejan nuestros valores.
Comienza con tus valores centrales y traza un plan de acción para el dar.
Una rápida palabra de advertencia: Sea lo que sea que hagas, no trates a
Dios como si fuera una máquina expendedora celestial. Si doy lo bastante,
sacaré el prem io gordo. Da motivado por el amor y la obediencia a Aquel que
te dio primero a ti. Así que no utilices lo que das como estratagema para
influir en Dios a fin de que arregle tu situación financiera mientras te niegas
a aceptar la responsabilidad por tus propias elecciones.
La segunda esfera para la visión y la planificación es la eliminación de la
deuda. Demasiadas personas conocen la aterradora verdad de Proverbios
22:7: «Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus
acreedores». La palabra «esclavos» implica que la persona endeudada está en
atadura: encadenada e incapaz de vivir con libertad.
Si alguna vez has oído a alguien decir: «Nos encantaría tener más hijos, pero
tenemos muchas deudas», eso, tristemente, es una atadura. O: «Me encantaría
que mi esposa se quedara en casa, pero nuestros pagos son demasiado elevados

162 I C H A 1 o W N
para darnos ese lujo». Atadura. O: «Nos encantaría darles a nuestros hijos
esta experiencia que solo se vive una vez en la vida, pero entonces no podríamos
pagar nuestro crédito de la tarjeta». Una vez más: atadura.
El deudor es esclavo de su acreedor.
Entonces, ¿cómo eliminas la deuda? Hay dos maneras básicas. Gastar
menos y ganar más. Haz planes para hacer eso.
Quizá tu plan implique tener un segundo empleo, al menos durante un
tiempo. O quizá un empleo mejor pagado.
Examina con atención a dónde va tu dinero y busca maneras de disminuir
cualquier gotera innecesaria.
También te insto a que leas el libro Tranquilidad Financiera de Dave
Ramsey, y aprendas sobre «la bola de nieve de las deudas». En menos tiempo
del que piensas, puedes encontrar libertad financiera.
¿Qué podrías hacer para el reino de Dios si buscaras de manera
emprendedora algunos planes creativos y prácticos... y llegaras a estar
libre de deudas?
Una tercera esfera para la visión y la planificación financiera es el futuro.
He aquí mi paráfirasis de Proverbios 21:20: «El sabio tiene riqueza y lujo,
pero los necios viven de sueldo en sueldo». Sabiduría significa retener una
parte de tu dinero, sin dejar que todo se escape en cuanto llega.
Estas son cinco necesidades fijturas que vale la pena planificar:

1. Planea emergencias. El setenta y ocho por ciento de los estadouniden­


ses cargán los gastos de emergencias a sus tarjetas de crédito. En cam­
bio, deberías apartar al menos mil dólares en el fondo del «Ah, no».

2. Planea para futuras compras. Si sabes que pronto tendrás que cambiar
tu auto, o que la Navidad está a solo unos meses de distancia, aparta
dinero ahora y planea pagar en efectivo.

3. Planea para la universidad. ¿He mencionado que tengo seis hijos?


Imagina lo tonto que sería si no hiciera planes para darles al menos
una ayuda para sus costes de educación.

4. Planea para la muerte. Estoy hablando de seguros de vida, testamentos


y fondos de inversión. El setenta por ciento de los estadounidenses
mueren sin haber planeado una provisión para sus seres queridos. No
le hagas eso a tu familia.
5. Planea para h. jubilación. En lopersonal,creo que no hacer nada en
tus últimos años de vida noes bíblico.Así que, a pesar del modo en

G R o E S C H E L I 163
que elijas pasar esos años, debes hacer planes ahora para
los gastos de vida que tendrás entonces.

Busca a Dios. Luego, cuando traces tu plan, estudia


tus tres círculos: tus valores centrales, tus dones espiri­
tuales y tus experiencias del pasado. Pide consejo si es
necesario y, entonces, actúa.
í!^L(íeu(llM ¿Recuerdas la historia que relató Jesús sobre los
siervos que invirtieron sus talentos y obtuvieron un bene­
e¿^e¿AoAM^ ficio? De eso se trata el dinero: Actúa con sabiduría y
deja que crezca. No hagas nada, y ya te estás dirigiendo
daóu
hacia la pérdida.
cu yieeá m .

164 I C H A I o W N
VA A DOLER
Oro con pasión para que descubras la visión de Dios
para tus finanzas, y que eso prenda en tu interior una
pasión incontenible.
Sin embargo, no albergues ilusiones en cuanto al
precio que pagarás.
d U fM eá io-a
Un fan en una ocasión le dijo a un campeón de golf:
—Me encantaría jugar al golf como usted. lu z c & iia -c ^
El campeón miró al hombre y le dijo: Uicie/um eUo4^,
—No, no le gustaría.
—^Ah, sí —le dijo el hombre asombrado—. m -n o d n á ¿ -
Daría cualquier cosa por hacer lo mismo que usted.
—No, no lo haría —respondió una vez más el
golfista.
El fan insistió hasta que el hombre le explicó:
—Muchas personas me dicen eso, pero ninguna
está dispuesta a hacer lo que yo hice a fin de Imcer lo que
%hdgo^ Solíai levantarme a las cinco de la manana cada
día~y golpear bolas de golf hasta que sangrabmi
mis .m anos.
__ Golpeaba, "y golpeaba, y golpeaba, y
seguía practicando durante horas después que todos
los demás se habían ido. Nadie está dispuesto a hacer lo
que yo hice, pero todos quieren hacer lo que yo hago.
Todos queremos los resultados finales de la salud
financiera, pero el camino para llegar allí requiere pla­
nificación y disciplina. Cuando recibas la visión de
Dios para tu fiituro financiero y veas a otros viviéndolo
en el presente, recuerda... si no estás dispuesto a hacer
lo que hicieron ellos, no podrás hacer lo que hacen
ellos ahora.
Así que establece un plan escrito y trabaja de modo
coherente hacia tu chazown financiera. Y un día mirarás
atrás a este momento y te encantará porque estarás
libre de deudas, y pasarás el resto de tu vida bendi­
ciendo a otros con los recursos que Dios confíe a tu
cuidado. ..

eR O E S C H E L 165

a
I ú e r e s e ¡ c iu io K :

T u s f i/ n a r T ^ S

Al desarrollar tu plan financiero, elige uno o dos de los siguientes objetivos:

a Escribe una visión financiera para cinco años. No te preocupes por


intentar parecerte a un planificador financiero, sino trata de describir
tus metas personales para esferas clave como tener un fondo para
emergencias, liquidar tarjetas de crédito, eliminar la deuda, comen­
zar un plan de ahorro para la universidad, obtener un seguro de vida
adecuado, crear un testamento, etc.

□ Escribe un presupuesto y cíñete a él.

a Comprométete a buscar consejo financiero. Sé concreto con respecto


a lo que necesitas. Es posible que necesites un mentor o participar en
una clase sobre finanzas en tu iglesia. Tal vez necesites consejo sobre
impuestos o inversiones.

O Comprometerte a diezmar el diez por ciento de tus ingresos a tu iglesia.

□ Decide en oración hasta dónde dar por encima de tu diezmo. Deja


que te guíen el Espíritu Santo y los valores que Dios ha puesto en tu
corazón. ¡Da con alegría!

□ Elimina la deuda. Investiga en oración. Es posible que necesites vender


un auto y comprar un modelo más barato. A lo mejor necesitas obtener
un segundo empleo o dejar de comer fuera de casa. Tal vez necesites
vender objetos o comenzar a vender todo lo que tienes a excepción de
tus mascotas en eBay (bien, quizá puedas vender tus gatos). Sé creativo.

O Planea para el futuro. Sé concreto. Por ejemplo, si tienes la responsa­


bilidad de un cónyuge o una familia, es probable que necesites un
seguro de vida. O la cantidad que tienes ahora puede que ya no sea
adecuada. Quizá necesites redactar un testamento, o ahorrar para la
universidad, o planear unas vacaciones. Busca a Dios y haz planes
sabios para tu futuro.

O Alguna otra cosa:

166 I C H A Z o W N
Metas a corto p la ^ :
¿Qué metas perseguirás? Escríbelas.

El siguiente paso:
Ahora describe la acción concreta que emprenderás para cumplir las metas
elegidas. Proporciona nombres, margen de tiempo, acciones concretas: cual­
quier cosa que necesites para mantener los resultados.
¿Qué quieres hacer a continuación? Si estás preparado para continuar y
crear un plan de acción en otra esfera de la vida, sigue leyendo.
Con todo, quizá quieras tomar las metas que ya estableciste y vivirlas
durante un tiempo antes de pensar en otros planes de acción para otras esferas.
Si ese es el caso, es importante que leas la última parte del libro. Por favor, ve
a la página 198 y termina de leer el libro desde ese punto.

e s c rib ir iu s reS pueS iaS j

a f in obietner iu S
propiiiS £>^i¿in0
y otros recursos.

6 R O E S C H E L 167
CUARTO RADIO

SALUD Y ESTADO FÍSICO

168 i C H A Z O W N
COMID/^ RAPID A
PAKA PENSAR.
I Lo siguiente está basado en millones de historias verí­
dicas en los cincuenta estados y en el distrito de
Columbia: .
Un día, el Estadounidense Promedio se acercó a la
ventanilla de la Comida Rápida del Cielo. «¿Qué será
hoy?», pensó. «Quizá el combo especial de lujo de tamaño
gigante. Sí, eso es». Esperó en la línea mientras cantaba
la musiquilla de la Comida Rápida del Cielo. ^
Al aproximarse a la ventana exterior, el Estadou­
nidense Promedio pulsó el botón para bajar la venta­
nilla de su auto. La voz desde la casilla retumbó. .
—^Bienvenido a la Comida Rápida del Cielo...
¿en qué puedo ayudarle?
El estómago del Estadounidense Promedio gruñó
como respuesta. Con la boca hecha agua, dijo:
—Querría el combo especial de lujo de tamaño
gigante, con un refresco también gigante. ■
—¿Desearía junto con eso una tarta de manzana?
—No, graci^ —respondió el Estadounidense í
Promedio, sintiénd^e orgulloso por su moderación.
—^Tiene que pagar un total de $4.98 en la primera
ventana, señor. Gracias. ,
Hecho: Ocho de cada diez estadounidenses de edad
superior a los veinticinco años tienen sobrepeso.
El Estadounidense Promedio agarró la bolsa d e ,
comida que la muchacha le daba desde la ventanilla,
■la abrió y se llenó la boca con unas patatas fritas.
—Casias —dijo agradecido con una masa de patatas
medio aplastadas en su boca.
Hecho: El sesenta p o r ciento de todos los estadouni'
denses tienen sobrepeso o bien son obesos.
Utilizando habilidades aprendidas de sus padres,
el Estadounidense Promedio evitó chocar su auto mientras
que a la vez conducía, hablaba por su teléfono celular

6 R o E S C H E L
con su asesor de inversiones (sobre la emocionante ten­
dencia al alza de las acciones en la comida rápida) y se
comía el combo especial de lujo de tamaño gigante.
Después de unos cinco kilómetros por la carretera,
pasó por el gimnasio «Siéntase sano».
—Quizá debería comenzar a hacer ejercicio —dijo
el Estadounidense Promedio.
'u a ca m en / jo ^ Meditó en esa inspiradora idea durante los doce
segundos que tardó en perder de vista el gimnasio.
iixzce/i-ejencíoiú- Entonces una idea aun más inspiradora ahogó la pri­
— d ijú -e i ' mera idea inspiradora, en realidad ya relegada al olvido
irrecuperable, y el Estadounidense Promedio pisó el
C á ta d ou m d eM acelerador, haciéndose camino a toda prisa hasta la
casilla para llevar del Palacio del Helado.
P^urniedi».
Hecho: El setenta y ocho p o r ciento de los estadouni­
m e d ü o - e* t e¿x3^ denses no alcanzan los niveles recomendados de actividad
diaria.
máypMadMxz- —¡Bienvenido al Palacio del Helaaaaado!—gritó
idea éM/iante el emocionado estudiante de secundaria desde el alta­
voz—. ¿Qué puedo ofrecerle?
¡M -d o ce —¡Huy! . , .
á&auiiJM- El Estadounidense Promedio pensó por unos ins­
tantes, pero ya sabía lo que iba a pedir.
—¿Podría darme uno de esos helados de plátano
cubiertos de fresa y de nata, con chocolate, vainilla y
helado de fresa con extra de nueces?
—¿Y qué le parece rociado de virutas de caramelo?
—le ofreció la voz.
Durante diez segundos, la fuerza de voluntad del
Estadounidense Promedio peleó una batalla mortal contra
sus deseos de azúcar. Al final, dijo:
—No, gracias.
¡Otra victoria!
Hecho: El número de estadounidenses con sobrepeso
se ha duplicado desde el año 1980. Yse ha triplicado entre
los adolescentes.
—¡Pues eso es... $3.58 en la primera ventana!
—gritó el trabajador del Palacio del Helado—. ¡Por
favor, siga adelante!
El Estadounidense Promedio pagó y agarró el
helado de plátano cubierto de fresa y nata, con chocolate,

n
170l II
vainilla y helado de fresa con extra de nueces y se fue
por donde mismo llegó, comiendo de manera hábil
mientras conducía. Esta vez no se dio cuenta cuando
pasó al lado del gimnasio «Siéntase sano». .
Hecho: La obesidad está en segundo lugar después
del tabaquismo como principal causa de muerte evitable.
Y si continúa la tendenciay pronto la obesidad estará en
prim er lugar.
Más avanzada esa tarde, el Estadounidense Promedio
experimentó un profundo asombro cuando murió de
un ataque al corazón. Tenía cincuenta y dos años.
MANTENTE VIVO PARA DIOS
Para cumplir mi Chazown, la visión de Dios para cada aspecto de mi vida,
permanecer en buena forma física es de suma importancia. No hay manera
de que pueda lograr todas las facetas de mi Chazov^n si me fallase mi cuerpo.
Lo mismo es cierto para ti. A medida que Dios te revele su propósito
para tu vida, si quieres comprender tu potencial impacto, necesitas mantener
un buen estado físico que le honre a Él y te permita buscar con energía su
visión para tu vida.
Pablo escribió: «¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu
Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes
no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren
con su cuerpo a Dios» (1 Corintios 6:19-20). El contexto de este pasaje trata
de la pureza sexual. Sin embargo, considera las implicaciones del hecho básico
de que, si eres cristiano, el Espíritu de Dios reside en ti.
¿Cómo quieres mantener la casa para Dios?

ENSAMIENTO CLAVE
R
Todos los cuerpos terminan en algún lugar, pero
pocos cuerpos terminan en algún lugar a propósito.

Podrías decir: «Yo sirvo a un Dios grande; por eso tengo un cuerpo grande».
Lo siento. Es probable que eso sea una excusa para evitar abordar la verdad
(quieres servir a Dios, pero detestas la autodisciplina).
La noche antes de que crucificaran a Jesús, les pidió a sus discípulos que
se quedaran despiertos y orasen con Él. Sus cuerpos estaban cansados; Él les
estaba pidiendo disciplina física. Cuando los encontró dormidos, dijo:
«Vigilen y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto,
pero el cuerpo es débil» (Marcos 14:38). Hay veces en que las inclinaciones
de nuestro cuerpo discurren de manera contraria a las tareas que nos da Dios.
Por eso debemos acudir a Él para pedir fortaleza en esas esferas de comer y
hacer ejercicio que determinan nuestro nivel de forma física.
Quizá puedas identificarte con la lucha de Pablo: «No entiendo lo que
me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco» (Romanos 7:15).
Muchos lo dirían de este modo en la actualidad: Las cosas que sé que no debería
comery termino com iéndolas;y las cosas que sé que debería comery no las como. Lo
mismo se aplicaría al ejercicio, a los hábitos en cuanto a comer y beber, al

172 I C H A Z O W N
descanso, al sueño, al abuso de sustancias, al manejo del estrés, y a muchos
otros asuntos que tienen un impacto directo sobre nuestra salud física.

ENSAMIENTO CLAVE
e Cuando no hay visión para nuestra saiuci física,
nuestros cuerpos se descontrolan y nos fallan.

Quizá te identifiques con el clamor de Pablo: «¿Quién me librará de este


cuerpo mortal? (versículo 24).
¿Su respuesta? Solo Dios (véase versículo 25).
La Escritura deja claro que cuidar de nuestro cuerpo no solo es impor­
tante en lo físico; es importante en lo espiritual. Dios nos ha hecho adminis­
tradores, no propietarios, de todas nuestras posesiones, incluyendo nuestro
cuerpo. Él espera que cuidemos bien de su propiedad. De la misma manera
que no es «espiritual» enseñar una clase de Escuela Dominical a la vez que
somos despreocupados por rutina en cuanto a las finanzas, tú y yo no servimos
por completo a Dios cuando le amamos en nuestro corazón, pero lo descui­
damos en nuestro cuerpo. Él quiere que le rindamos todo nuestro ser.
Y Él siempre está ahí para ayudarnos con el plan de mantenimiento.

J !a d eja , cla/u^
aú dcíA d e

Im pú^iicude en. ¡x^ j^íáíca;


rn u pú ^ icu iie €41.
e¿ypM Üuai.

pAúf4eÍoA4JC^, d e io d c u i

6 R o E S C H E L I 173
ADMINISTRACIÓN
MIOPE DE Jii MISMO
La autodisciplina es sobre todo difícil en nuestra cultura.
¿Por qué? Porque la mayoría no ve la naturaleza cau­
sa-efecto de la vida. ^ 'I II-•('' ¡i
Esto es cierto cuando se trata de nuestro cuerpo físico.
Bronceado hoy. Cáncer de piel mañana.
Fiesta de cerveza hoy. Estómago de cerveza mañana.
Comida tamaño gigante hoy. Cuerpo tamaño gigante
mañana.
Promiscuidad sexual hoy. Enfermedad de trans­
misión sexual,, embarazo indeseado y angustia emocional
mañana...
Ya ves lo que quiero decir.
Alguien dijo: «Disciplina es hacer lo que puedo
hacer hoy, a fin de capacitarme para hacer mañana lo
que no puedo hacer hoy».
¿Puedes hacer descender tu nivel de colesterol diez
puntos cuando llegue la noche? Lo dudo.
¿Puedes correr una carrera de maratón si no has
salido a correr durante años? De ninguna manera.
¿Puedes perder diez kilos en un día? No deberías
rni intentarlo.
■'" Aun así, puedes hacer algo. Decide hacer algo hoy
para honrar a Dios con tu cuerpo.
No te comas el pastel. Da un vigoroso paseo. Haz
veinte flexiones. Lee un libro sobre dietas.
Sentirás alivio al saber, si aún no lo sabes, que lo
que Dios pide de ti físicamente hablando no es lo mismo
que parecen decir todo Hollywood, los medios de comu­
nicación y los mensajes de mercadeo. Dios te creó para
que seas tú, y no algún tipo de cuerpo desconocido, ni
una versión de perfección que ahora aparece en un cine
cercano a tu casa. Aun así, eso no significa que a Dios
no le interese de manera profunda tu buena salud, tu

174 C H A Z o W N
administración física de los dones de gracia que te ha
dado y lo hermoso que ve cuando te mira.
¿Qué esperas? ¿Una pastilla? ¿Una mentira fácil?
¿Por qué no hacer un plan que te ponga más ade­
lante mañana de lo que estás hoy? Luego repite tu plan
al día siguiente, y al siguiente, y al siguiente hasta que
tu vida no la defina el lugar en el que estás en un día
en particular, sino la dirección tan prometedora en
que te conduces.
Tú sabes que una pequeña elección puede tener
inmensas consecuencias... al final. Así que solo comienza.
Escoge ahora.
¿Qué esperas?
CHAZOWN EN
LA COCINA
Como con cualquier prioridad fundamental en tu vida, tu salud física requiere
visión de futuro. Así que permíteme que te ayude a que mires al futuro para
divisar la chazov^n de Dios para tu salud física.
Tengo un par de «anteojos» que puedes tomar prestados. (Aunque los
necesito para el próximo miércoles). Las dos «lentes» de esos anteojos son dos
importantes preguntas. Y ambas preguntas provienen de las palabras de
Pablo: «Pues nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo; al contrario, lo alimenta
Ylo cuida, así como Cristo hace con la iglesia» (Efesios 5:29, énfasis del autor).
La primera pregunta es: ¿Cómo alimentarás tu cuerpo^ ¿Honras a Dios en
tu manera de comer? - •
Antes hablamos sobre la batalla interior entre nuestras tendencias natu­
rales y carnales y los deseos de Dios para nosotros. Cuando se trata de tu dieta,
la batalla es entre dos personas que viven en tu interior: el Tipo Gordo y el
Tipo Delgado. El Tipo Gordo quiere comer de todo; el Tipo Delgado escoge
más, y es más consciente de la salud. Cada vez que te enfrentas a la oportunidad
de meter algo en tu boca, esos dos combatientes hacen guerra en tu interior.
¿A cuál de ellos vas a escuchar?
Puedes encontrar cientos de libros sobre varias dietas, y muchos dan
buenos resultados. A pesar de eso, tu cuerpo es único. Y la dieta que resulta
para uno puede que no resulte para ti. Por eso necesitas la guía de un amigo
entendido, un médico o un entrenador físico con respecto a lo que es mejor
para ti. Luego intenta hacer una. Dale tiempo, a fin de poder ver si es la dieta
adecuada para ti. Si no lo es, intenta alguna otra cosa.
Y usa el sentido común. Por ejemplo, come porciones menores. En nuestra
casa, Amy usa platos muy pequeños; los llenamos una vez, y ya está. También,
escoge alternativas sanas: cocinar a la plancha en lugar de freír, comer fruta y
verdura en lugar de patatas fritas o beber agua en lugar de refrescos.
Fundamental: Mientras estés buscando nuevas ideas, usa el conocimiento
que ya tienes sobre nutrición. Tú eres inteligente. ¿Por qué no vives de modo
inteligente y comes de modo inteligente?
John Maxwell es uno de mis maestros favoritos sobre liderazgo. En un libro
contó qué estaba ganando rriás peso que salud, y comenzó a experimentar
problemas-de corazón. Su médico le dijo que se enfrentaba a una decisión de
vida o muerte.

176 I C H A Z O W N
A Maxwell le conocían por su predilección por
los postres. Después de comenzar su nueva dieta, no
quiso tomar un postre en una cena. Alguien preguntó:
«John, ¿has perdido tu deseo de comer postre?».
MaxweU respondió: ((No, mí tieseo dc vívír sobreposa
a mi deseo de comer postre»^'.
¿Qué está tratando Dios de decirte acerca del trato
que le das al cuerpo que Él te dejó prestado? Búscale y
escucha. Es posible que te hable por medio de tus rntelice^díe^
amigos, por medio de tu médico o por medio de tu
conciencia. Establece con valor un plan de acción, y ¿Po^ Cj(4Á
comienza a honrar a Dios con tu manera de comer. » ^

U d elu p id e.
if.come¿^

iíd e lk fe4 ^ ?

G R o E S C H E L 177
TODO EL MUNDO
NECESITA UN
POCO DE AM OK
Como vimos en el capítulo anterior, Pablo escribió: «Pues
nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo; al contrario,
lo alimenta y lo cuida» (Efesios 5:29, énfasis del autor).
Así, mi segunda pregunta acerca de tu salud física es:
J íe a c^ u i m a ¿Cómo cuidarás de tu cuerpo?
Piénsalo. Si te prestara un libro, confiaría en que
lo protegerías de la lluvia. Si tomaras prestado mi auto,
pe/io-m iuf, creo que no lo emplearías en una carrera (mi Suburban
á e n tílfica , perdería, de todos modos).
¿Por qué tendría esas expectativas? Porque confío
( fu e fu e d e á - en que tú cuidarías de lo que es mío. Y ese es un motivo
hacen, en, ti4^ por el cual cuidar de tu cuerpo es tan importante. Es de
Dios. No tuyo.
coÁa. Jle Sugiero tres maneras de cuidar tu cuerpo. La primera
Uamo- «la es mediante chequeos rutinarios. No hay nada que no
sea espiritual en cuanto a buscar dirección de las personas
p/ iM eJx idel dotadas y formadas en la ciencia del funcionamiento del
cuerpo. A decir verdad, es una gran manera de admi­
'jo n íp io te o -» .
nistración.
Por lo tanto, visita a tu dentista dos veces al año.
Hazte un chequeo anual, en especial si crees que hay algo
que podría ir mal. Cuando mi ayudante, Sarah, tenía
veintiséis años, descubrió que tenía un bulto en su cuerpo.
Otros le decían: «No te preocupes, pues solo tienes
veintiséis años». Sin embargo, la razón de que no tenga
un cáncer en la actualidad se debe a que fue al médico y
se lo quitaron.
La s^;unda manera de cuidar de m cuerpo es el ejercicio
regular. ¿Cómo sabes si necesitas hacer más ejercicio?
¿Ves que te falta el aire al subir un tramo de escaleras?
¿Te sientes siempre cansado? ¿Te resulta difícil levantarte

178 C H A Z o W N
de la cama en la mañana? ¿Se ha convertido el botón de repetición del des­
pertador en tu mejor amigo?
He aquí una prueba sencilla, pero muy científica, que puedes hacer en
tu casa. Le llamo «la prueba del zangoloteo». Desnúdate delante de un espejo.
Ten a mano un cronómetro. Levanta tu pie derecho y bájalo de golpe. Al
mismo tiempo, pon a andar tu cronómetro. Si sigues zangoloteándote des­
pués de treinta segundos, ve al gimnasio. Hoy mismo.
Sí, ya lo sé. Cuando la alarma suena a las seis de la mañana para que te
levantes y vayas a correr, el Tipo Gordo dice: «Vuélvete a dormir». Agarra su
mofletuda cara y ponle cinta aislante en la boca. No le escuches.
Ajy Craigy no tengo tiempo para hacer ejercicio.
¡Noticia! Harás tiempo para cualquier cosa que consideres una prioridad.
Es un hecho. Lo demuestras cada día. Sé realista.
Cuando mi ayudante comenzó a trabajar, le dije que parte de su tarea
era mantener en mi calendario al menos tres entrenamientos físicos a la
semana. ¿Por qué? Es una prioridad.
Si acabas de comenzar, escoge una meta pequeña y razonable. Ponte en
disposición para la victoria. Crea el hábito de hacer cualquier cosa con regu­
laridad que te lleve al siguiente paso de disciplina física.
La tercera manera de cuidar tu cuerpo es afrontar las agobiantes adicciones...
y hacer lo que sea necesario para vencerlas. Cuando Pablo escribió a los creyentes
en Corinto, enfrentó una actitud que era, para usar algunos de los términos
actuales, «progresiva», «tolerante», «abierta». En 1 Corintios 6:12 citó a alguien
que ponía como excusa: «Todo me está permitido». Entonces Pablo respondió:
«Pero no todo es para mi bien». Alguna otra persona se justificaba a sí misma:
«Todo me está permitido». Pablo respondió: ((PerO HOdOjCiré C|U6 MÚÜ IH6
domíne».
,Qué te ha dominado? ¿Qué tiene el control de tu vida? ¿Qué conducta
destructiva en este momento parece mayor y más fuerte que tú? Esa es la defi­
nición de una adicción.
Quizá no lo reconozcas. ¿Qué dicen otras personas que te ha dominado?
«Puedo dejarlo en cualquier momento», has dicho. Entonces, ¿por qué
no lo has hecho ya?
No puedes vencer lo que estás dispuesto a tolerar.
La mayoría de nosotros somos conscientes de las adicciones obvias:
tabaco, drogas (incluyendo los medicamentos recetados). Sin embargo, para
muchos es la comida, o la cafeína, o los videojuegos, o el pecado sexual.
Si cualquier otra cosa aparte de Dios te está dominando, no puedes
cumplir tu Chazown a plenitud. Tú y Dios deben derrotar a todos los usur­
padores de su trono. Si estás atado al tabaco, debilitarás tus pulmones, tu vida

G R o E S C H E L I 179
útil y en potencia tu testimonio. Si estás enganchado a la
pornografía, puedes parecer normal, pero en tu interior
tu corazón se marchita en pecado. Si algo además de
Dios te tiene atenazado, actúa ahora. Pídele a Dios que
te ayude a moverte hacia la libertad. Y COIIIÍGniP II
cam inar.

«.Pmdo-
d ejo A Ío-en
(M alcomen,
m om ento-»,
Ua¿^ dicho.
C'Htoncei-,
¿■pm. c^ué no-
i» ka¿-hecho
ifa ? ¡lo - fmedeá.
uence/i. io
< ^ eiM d -
áiápueóia-
a-toLenaA.

180 i C H A 1 O W N
PROPIEDAD DE DIOS
Tommy Lasorda, gerente de Los Angeles Dodgers, admitió que tenía un pro­
blema con el tabaco. Así que miró a sus cigarrillos y se preguntó: «¿Quién es
más fuerte? ¿Tú o yo?». Él pudo decir: «Yo soy más fuerte», y los hizo a un
lado y dejó de fumar. Entonces miró al vaso que tenía y preguntó al alcohol:
«¿Quién es más fuerte? ¿Tú o yo?». Una vez más, él estuvo en primer lugar y
dejó de beber. Por último, miró a sus linguinis con salsa de almejas y preguntó:
«¿Quién es más fuerte? ¿Tú o yo?». La pequeña almeja respondió desde su
plato: «Yo soy más fuerte». Por tanto, él decidió que no podía conquistar los
linguinis con salsa de almejas*^.
Tú, por otro lado, puedes derrotar cualquier cosa porque tienes el poder
de Dios viviendo en tu interior. Incluso si lo has intentado cientos de veces
sin ningún éxito, con el poder de Dios puedes vencer en la número ciento uno.
Y rodéate de personas que te apoyen y que oren por ti, que te desafíen,
que te alienten, que te proporcionen recursos, que celebren tus victorias y
que te ayuden a levantarte cuando caigas. Con el poder de Dios, expresado
por medio de su pueblo, puedes derrotar cualquier cosa.
Un muchacho en la iglesia me pidió que orase para que él dejara de
fumar. Había tratado de ganar esa batalla durante años, pero estaba perdiendo.
Oramos. Al día siguiente, él ganó la batalla. Volvió a ganar el segundo día y el tercero.
Cuando lo vi una semana después, gritó: «Pastor Craig, ¡me he liberado durante
siete días!». En una semana más me dijo que ya eran catorce días. Por más de
un año me ha estado rindiendo cuentas cada semana. Tú también puedes hacerlo.
* Recuerda... tu cuerpo tiene el sello que dice «Propiedad de Dios». Se
compró con la sangre de Cristo.
[ ;Cómo alimentarás tu cuerpo? ¿Cómo cuidarás tu cnerpo^*^»] jj [J | !H¡!¿! hi
que Él ha puesto a tu cuidado
l^fwael cumpliiniento"d^su sueño? ________ _______________

ílecuenda-... tacm nfo-


tiem -el áeüo-que dice
«P'iMdeáad de
Íeccm p4 dc(m
ia-<íancyie.
d e Qnidú-,
¡V e¡ :
Tu ^¡uo^ y iu eSiao^o físico
Piensa con atención y oración en las siguientes preguntas. Luego, si no estás
seguro de dónde comenzar a escribir metas y pasos, escoge la primera de cada
categoría que mejor resuene en tu corazón.

¿Cómo alimentarás tu cuerpo?


Necesitas eliminar ciertos alimentos de tu dieta?
Necesitas comer aperitivos sanos en lugar de comida chatarra?
En qué esferas de la alimentación careces de disciplina?
Deberías hacer un ayuno permanente de comida chatarra?
Deberías eliminar las bebidas malas (café, refrescos, alcohol) y sustituirlas
por agua?
Necesitas vitaminas u otros nutrientes suplementarios?
Qué pregunta que no he hecho te hace sentir aliviado en secreto?
(Hazla).

¿Cómo cuidarás de tu cuerpoP


Necesitas un chequeo o algún otro tipo de examen médico?
Necesitas comenzar a hacer ejercicio con regularidad?
Eres adicto a algo que necesitas vencer? (Sé sincero).
Necesitas dormir más?
Vives con estrés? ¿Necesitas encontrar un alivio adecuado?
Tomas tiempo libre como es debido?
Eres adicto al trabajo?
Qué pregunta que no he hecho te hace sentir aliviado en secreto?
(Hazla).

182 I C N
Metas a corto p la ^ :
Ahora define una o dos metas concretas en cuanto a salud y forma física
basándote en tus selecciones anteriores. Asegúrate de que cada meta sea
alcanzable y mensurable.

El siguiente paso:
Ahora describe la acción concreta que emprenderás para cumplir las metas
elegidas. Proporciona nombres, margen de tiempo, acciones concretas: cual­
quier cosa que necesites para mantener los resultados.
¿Qué quieres hacer a continuación? Si estás preparado para continuar y
crear un plan de acción en otra esfera de la vida, sigue leyendo.
Con todo, quizá quieras tomar las metas que ya estableciste y vivirlas
durante un tiempo antes de pensar en otros planes de acción para otras esfe­
ras. Si ese es el caso, es importante que leas la última parte del libro. Por favor,
ve a la página 198 y termina de leer el libro desde ese punto.

P¿ ír¿ í e S C r ib it' ¿ U S r'e s p u e s ic ^ s j

eioira en '‘
¿í /)/7 o^e obieñeK ius
propias pininas c>^¡¿ík¡o
y otros recursos.

G R O E S C H E L 183
QUINTO RADIO

TRABAJO

184
LLEGA Ali
La vida está llena de preguntas importantes. Por ejemplo:
¿Por qué se hace limonada con sabor artificial a limón,
pero detergente para lavaplatos con limones de verdad?
¿Por qué presionamos con más fuerza el mando a dis­
tancia cuando sabemos que las pilas están agotadas?
He aquí otra pregunta importante: Si Dios puso
a todas las personas sobre la tierra por un motivo, ¿por
qué hay tantos hombres y mujeres que pasan con pena
sus horas de trabajo mirando al reloj y esperando que
termine el día, la semana, el año (toda la vida laboral)?
¿Y que terminen para hacer qué? ¿Morir de un ataque
al corazón tres meses después de jubilarse?
Desde luego, tu trabajo no tiene por qué implicar
un salario para calificarlo como tu ocupación. Podrías
ser un estudiante, una mamá que no trabaja fuera de
casa, o un voluntario en la iglesia o en la comunidad.
De modo que cualquiera que sea tu situación, sin
una chazown para tu trabajo, el regalo de la vida que
te ha dado Dios tiene probabilidades de convertirse
en un gran ejercicio de apretar tus dientes.
Por lo tanto, ¿cómo sabes lo que Dios quiere que
hagas? De eso es de lo que quiero hablar en esta sección.
En primer lugar, como aclaración: El trabajo de
tu vida es buscar tu Chazown para la gloria de Dios
como consagrado seguidor de Jesucristo. Con todo,
aquí me estoy enfocando en tu vida laboral. Depen­
diendo de cuáles sean tus circunstancias en la actuali­
dad, los dos términos podrían ser casi sinónimos. Por
ejemplo, si conoces tu Chazown y ya la estás buscan­
do a plenitud, ¡trabajas duro en el trabajo de tu vida!
Sin embargo, para muchos, y para todos nosotros
en diferentes épocas, nuestra vida laboral es distinta y
menor. Nuestra vida laboral es en lo que estamos ocu­
pados en la actualidad para ganarnos el sustento. Es
nuestro empleo, nuestro compromiso a cumplir con
un horario. Esa obligación podría estar acercándonos

6 R o E S C H E L D 185
más a nuestra Chazown, o podría ser que no. Aun así,
cualquiera-que sea, esa obligación es nuestro trabajo.
En cierto sentido, nuestra vida laboral es donde
encajan muchos de los conceptos que hemos exami­
nando. Solo que no hay modo de rodear el hecho de
que nuestra vida laboral es a menudo el lugar en el que
convergen todas las demás esferas a fin de dar forma al
moda de porqué estamos en la tierra. Como acabo de indicar,
para muchos el trabajo ordenado por Dios es la tarea
^lúdeaA el para la cual Él los creó.
UecUc^ de. Es lamentable, pero muchas personas a las que
conozco están en la oscuridad con respecto al trabajo.
W 4£¿Í^iMxía Algunos se han educado en familias en las que se espe­
raba poco o nada de ellos, o en las que no había ejemplo
laJmxzieA ^a
del valor del trabajo con dignidad. Algunos batallan
menudea e l para encontrar las preguntas adecuadas, o son lo bas­
tante inteligentes para encontrar las indebidas (como:
lu cfa / ie4 ^ el ¿Quépmdo hacerpara ganar el máximo dinero con el mínimo
cjuje am ue/ uje^ esfuerzo?).
Algunos están sencillamente atascados.
todoA^loó. El resultado es que millones de personas terminan
dem ái fichando un reloj, de modo literal o figurado, hasta que
su tiempo se acaba y descansan en esa cama final (véase
eá^je/ioA. a pyH. la página 12).
¿Tienes un sentimiento claro de aquello para lo
que te crearon y dotaron? ¿O por qué haces lo que
aipoAx;iiiÁ haces en el trabajo?
e¿ ia m (^ e n Cuando no conoces la raión de la existencia de
una cosa, es difícil evitar darle un mal uso. Cuando
laüe/¡/ia. tenía seis años, mi vecina de siete años, Ashley, venía a
jugar conmigo. Ella encontró en el piso una cosa de
plástico con forma de triángulo y con agujeros. Supuso
que era una máscara de oxígeno, así que se la puso en la
cara y comenzó a respirar con ella. Si hubiera sabido que
era una copa de atleta y hubiera conocido su propósito,
no le habría dado un uso tan inadecuado.
Si tú no conoces tu propósito, el porqué estás aquí,
harás un mal uso de tu vida, ¡perdiéndote lo mejor de Dios!
Entonces, ¿quién conoce el propósito de una per­
sona? El Fabricante.

186 I C H A Z O W N
Si quieres dar el mejor uso a tu vida, el uso más satisfactorio y gratificante,
comienio preguntándole a Aquel que te creú. Pide con paciencia, con
humildad y con sinceridad. Sigue pidiendo. (¿Reconoces ya un asunto en
Chazowri^), Asegúrate de escuchar lo que te digan tu amoroso Creador y su
pueblo.
Y cuando estés preparado, pasa la página.

6 R o E S C H E L I 187
LA LABOK PERDIDA
DEL AMOR.
Todo el mundo trabaja. No todos reciben un sueldo
por lo que hacen, pero todos trabajan.
Mi definición de «trabajo» es: cualquier cosa que
hagas con tus horas productivas en que estás despierto. Por
ejemplo, mi esposa, Amy, hace el trabajo más difícil;
hace de nuestro hogar un lugar estupendo para que nuestros
hijos crezcan y se conviertan en dedicados seguidores de
Cristo. Ese es su trabajo. Si tú eres estudiante, la escuela
es tu trabajo. Si eres voluntario en una biblioteca, ese es
tu trabajo.
Ya que la mayor parte de lo que haces es tu trabajo,
la chazown de Dios para tu vida laboral es de vital
importancia.

e ENSAMIENTO CLAVE
Cuando no hay visión para tu vida laboral,
en la mayoría de los casos trabajarás desperdiciando el tiempo.

Sin un sueño, una revelación de Dios, solo te afanas


día tras día, llenando las horas vacías con una existencia
sin pasión, sin propósito y de un solo sabor. Te levantas,
vas a trabajar, regresas a casa y te vas a la cama. Y vuelves
a hacerlo una y otra vez.
Entonces, ¿qué sucede cuando haces lo mismo por
í/iaJKija. J\!a defecto, trabajando sin una dirección divinamente deter­
minada? El reloj se convierte en tu enemigo.
Salomón lo captó: «Aborrecí entonces la vida, pues
todo cuanto se hace en ella me resultaba repugnante. Real­
mente, todo es absurdo; ¡es correr tras el viento!» (Ecle-
Uace4^,
siastés 2:17). ¿Te resulta conocido? Trabajas durante cua­
renta o cincuenta horas a la semana, ¿y te resulta repug­
nante}, ¿No maximizas los dones que te ha dado Dios?
¿Tiene tu trabajo poco o nada que ver con tus valores
centrales? ¿Solo pasas el tiempo para recibir tu salario?

188 I c
¿Puedes decir que amas tu trabajo? ¿O estás en una ocupación que no
prende tu fuego?
Está bien. Puedes ser sincero. No se lo diré a tu jefe.
Si es así, ¡anímate! Puedes convertirte en uno de los pocos que trabajan
de acuerdo a su chazown de Dios, de modo que tu trabajo termine en algún
lugar a propósito.
La Biblia dice que eres «hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para
buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos
en práctica» (Efesios 2:10). Antes de que existieran los primeros seres huma­
nos, Dios te vio en el futuro, y con destreza diseñó a medida tu huella única.
Tú eres hechura suya. Él sabía con exactitud lo que hacía cuando te creó.
Dios estableció un propósito para tu vida, para que cumplas su Cha­
zown para ti. Escribió una lista celestial de quehaceres justo para ti. Eligió a
ciertas personas para que las conocieras, influyeras en ellas y las amaras, y
ciertas tareas que causan impacto en el mundo para que tú las llevaras a cabo.

ENSAMIENTO CLAVE
RTodo trabajo termina en alguna parte... pero el trabajo
de pocas personas termina en alguna parte a propósito.

Lo que es más, el modo en que Dios te diseñó y las obras que Él preparó
para ti... los dos se corresponden a la perfección. Él te formó y te dio dones
para que cumplas sus tareas divinas. Cuando estás haciendo las tareas para las
cuales Dios te puso aquí, no hay ninguna otra cosa que preferirías hacer.
Yo seré el primero en decir que el trabajo significativo de una persona
puede ser la tortura significativa de otra.
La mayoría de nosotros hemos conocido a algún conserje en el instituto
que influyó en muchísimas vidas de jóvenes con su sonrisa y sus palabras de
sabiduría.
O a algún obrero que ha trabajado en la fábrica toda la vida y cuyo ejem­
plo de integridad y responsabilidad lo convirtió en el héroe de una casa llena
de hijos.
O a la mamá que nunca terminó sus estudios, pero crió a una familia
cuya influencia para Dios sigue aún resonando de generación en generación.
O al Director General que comprendió que era un miserable obtenien­
do inmensos beneficios, pero feliz en lo más hondo al trabajar por muy poco
dinero en una misión en el Tercer Mundo.
Por lo tanto, no quiero hacer ninguna suposición descuidada. Con
todo, mi pasión es ayudar a esos cientos de jóvenes, tanto hombres como

6 R o E S C H E L I 189
mujeres, con los que he hablado en mi vida y que
temen que Dios no tenga lo mejor para su vida laboral... y
están a punto de abandonar la búsqueda.
¿Eres tú uno de ellos? ¿Estás ya cansado de «correr
tras el viento»?
Te prometo que cuando llegues a pasar cuarenta o
cincuenta horas a la semana cumpliendo la chazown de
Dios en tu vida laboral, nunca describirás tu vida como
Quandc^
«repugnante» ni «sin significado». Esas palabras pasarán
Uace¿^ al último lugar de la lista de tu vocabulario, y «apasio­
nada», «emocionante» y «significativa» estarán en pri­
U m U m c^ mer lugar.
f m . de^jeciú^, ¿Cuál es tu visión para tu trabajo de aquí a cinco
años? ¿Y de aquí a diez años?
ÍA/llM2jai^Jx^ Cuando no hay visión, es probable que te sientas
tan aburrido, o fi-ustrado, o deprimido que desearías
ó ^ w n ja
poder perecer.
(Íi/iecc¿á4^
dl(M4^u2Aii£nte
deie/im uixida,
e i ^ i e lo fá e
c(miM£/iÍe.
e44.üi.e4^ijemkp^.

190
ESCALERA EN LA
CUMBRE DEli
Pregunta: Durante este período de tu vida, ¿estás haciendo el trabajo que
Dios quiere que hagas?
En otras palabras: ¿-estás maximizando los dones que Él te ha dado, dan­
do en el blanco de tus valores centrales y poniendo en acción tangible la
pasión que arde en tu corazón?
¿Sí o no?
Si tu respuesta es sí, ¡eso es fantástico! Permite que te ofrezca dos suge­
rencias.
Celebra y asciende.
En primer lugar, celebra. ¿Por qué? Porque vives el sueño.
Haz un alto y disfruta del momento. Adora a Dios. Él te ha dado su
Chazown, y tú has respondido con fidelidad.
Cuando Amy y yo estábamos en el hospital para darle la bienvenida a
nuestro sexto hijo, nos visitó nuestro médico (un buen amigo llamado
Dr. Kelly Stephens). En nuestra conversación, él habló de mi enseñanza
sobre Chazown y dijo: «Craig, me encanta todo eso de descubrir el sueño de
Dios. ¿Pero y si ya lo estoy viviendo?».
«Kelly», le respondí, «celébralo. Porque no muchas personas tienen lo
que tienes tú».
Ese hombre está haciendo justo aquello para lo cual Dios lo preparó con
antelación.
Cuando eso suceda, ¡disfrútalo! ¡Abrázalo! ¡Ten una fiesta con Dios!
Y en segundo lugar, asciende. Lleva tu trabajo al siguiente nivel.
No te asientes como si ya hubieras llegado. Si estás haciendo aquello
para lo cual Dios te creó de manera única, pregúntale a Él lo que viene a con­
tinuación.
Hace varios años, cuando nuestra iglesia realizaba cuatro reuniones de
adoración cada semana, habría sido fácil para mí decirme: ¡Eh! Dios me ha
ayudado a edificar una iglesia. Es una iglesia sana. Ahora voy a consolidar mis
ganancias. Siéntate y disfruta de la recompensa de un trabajo bien hecho.
Sin embargo. Dios me dirigió a pensar fuera del molde. M e pregunto si es
posible que solo acabemos de comenzar. Es posible... solo posible. Dios, que tú
quieras en realidad que nosotros en verdad, ya sabes... vayamos a todo el mundo.
En lugar de edificar una iglesia y pedirle a la gen te que venga donde estamos

G R o E S C H E L 1191
nosotrosy quizá podríamos llevar la iglesia hasta ellos. Quizá
podríamos expandir esta misma iglesia a un segundo
lugar. Quizá a un tercero.
^ Y, de repente, Dios ascendió su obra al siguiente nivel.
Ahora nos negamos a creer que veremos alguna
vez el final de lo que Él puede hacer a través de nuestro
ministerio.
Si en la actualidad haces lo que Dios quiere que
hagas, pregúntale: ¿Qué viene a continuación!^¿Es posible
que puedas trabajar con más eficiencia, obteniendo un
mayor beneficio a fin de poder aportar más? ¿Hay
algún techo que todos los expertos dicen que no puede
superarse? ¿Te atreves a soñar que Dios es lo bastante
grande para ayudarte a romperlo?
Celebra y asciende.
Di: Gracias, Dios. Luego pregunta: Dios, ¿dónde debería
ir desde aquí^
Sí, has llegado. Estás en el primer campamento base.
¡Estupendo trabajo! ^

04^^uáx2/iie^
SIGNIFICADO EN LO
RUTINARIO
Entonces, ¿y si tu respuesta es no?
Qué deberías hacer si dices con sinceridad: «En este período de mi vida
no estoy haciendo el trabajo que Dios quiere que haga. Sé que hay algo más.
Algo distinto. Sé que el trabajo de mi vida puede tener un mayor significado
del que tiene ahora».
Si tu respuesta es no, tengo dos cosas que decir.
En primer lugar, no te dejes llevar por el pánico.
Dios sigue teniendo el control. Es posible que no lo veas, pero Él sigue
obrando en tu vida, guiándote hacia donde harás tu mayor aportación. Y si
has estado resistiéndo a Dios, corriendo a toda velocidad por el camino equi­
vocado, date la vuelta en este momento. Él te guiará hacía donde necesites ir.
En segundo lugar, confía en Dios.
Escucha la promesa de Dios en Proverbios 3:5-6 y deja que esas palabras
sean vida para ti: «Confía en el SEÑOR de todo corazón, y no en tu propia
inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas».
Cuando te arrastras para salir de la cama cada mañana y haces el mismo
viaje de siempre hasta un trabajo firustrante y sin salida, confía en Dios.
Cuando estés trabajando con personas a las que preferirías golpear y no amar,
confía en Dios. Cuando hayas visto tu sueño y creas que es el sueño de Dios
para ti, pero en este momento estés en el lugar equivocado haciendo el traba­
jo equivocado, aun ahí reconoce a Dios en todos tus caminos. Confía en Él, y
Él allanará tus sendas.
No te dejes llevar por el pánico. Confía en Dios.
Piensa en David antes de que fuera el rey David. Cuando era aún un
muchacho, es muy probable que fuera un joven adolescente. Dios guió al
profeta Samuel a ungirlo como el siguiente rey de Israel. En esencia. Dios le
dijo al joven David: «Tú eres hechura mía, creado para hacer las buenas obras
que yo preparé aun antes de que tú nacieras. Tú guiarás a mi pueblo».
David conocía su Chazown.
Por tanto, ^cómo pasó los siguientes años de su vida? Dando vueltas en
un pequeño terreno. Dios lo estaba preparando. David siguió guiando ovejas,
las cuales resultan ser tan difíciles de guiar como las personas. Aprendió a
luchar, repeliendo animales salvajes para proteger a su rebaño. Aprendió el
valor de un tranquilo y contemplativo retiro, acercándose cada vez más al

6 R o E S C HE l I 193
corazón de Dios. Pasó horas tocando el arpa y la lira, perfeccionando su
don para modelar y dirigir la adoración.
Aun después que el rey Saúl admitiera que David sería el siguiente rey de
Israel, David pasó años en el exilio, huyendo, viviendo en cuevas.
David podría haber dicho: «Bien podría tirar la toalla. Nunca llegaré a
aquello para lo que me crearon».
Sin embargo, no se dejó dominar por el pánico. Confió en Dios.
Si estás pasando por el mismo tipo de desierto emocional, haz lo mismo
que hizo David.
En cuanto salí de la universidad conocí mi Chazown. Me sentía tan llamado
al ministerio que no podía ver a derechas. Habría trabajado sin cobrar nada.
Aun así, nadie me quería en ese entonces.
De modo que tomé un trabajo en otra dirección, en el mundo de los
negocios, vendiendo alarmas contra robos puerta por puerta. K, ta, ta. «Buenos
días, señora. ¿Me podría dedicar unos minutos?»
Para mí, la venta puerta por puerta estaba en el eslabón más bajo de la
cadena del mundo de los negocios. Odiaba cada minuto de ese trabajo.
¿Pero qué hacía Dios? Él me enseñaba a someterme a la autoridad. Me
enseñaba a manejar el rechazo. Me enseñaba capacidades para relacionarme
con la gente. Me mostraba cómo llegar a los que al principio no les interesaba
lo que yo tenía que ofirecerles.
Grandes lecciones para el ministerio.
Sabía lo que Dios me había llamado a hacer, pero no comprendía la edu­
cación que necesitaba primero.
Él me estaba preparando.
Quizá Él te esté preparando a ti.

ñlo-tedeje¿^
U&ua/ipjM.
e ip á m c O :
G cmfjía
eH-2>íod.

194 I G
!u ei^eS e¡ auioi^:
Tu ir'abajo
Ahora te estás preguntando: ¿Cómo sé cuál es la chazown de Dios para mi
vida laboral?
Buena pregunta. Me alegro de que la hagas. Respira hondo, y prepárate
para echar una larga y dura mirada a todos tus pensamientos y conclusiones
hasta aquí. Como ya mencioné, comprender la chazown de Dios para tu vida
laboral está con frecuencia en el corazón mismo de su plan para el resto de tu
vida también.
Tu propia Chazown. Comienza leyendo las notas que has escrito en tu
diario de Chazown. ¿Cuáles son los asuntos comunes? ¿Qué hace que se te
haga la boca agua? ¿Qué atrae y seduce lo profundo de tu ser hacia causar un
impacto para Dios, hacia vivir bien para la eternidad?
Vuelve a mirar los tres círculos que son tan útiles a la hora de revelar
nuestra Chazown personal:

1. ¿Cuáles son tus valores centrales} ¿Qué arde en tu interior, amenazando


con hacerse realidad?
2. ¿Cuáles son tus dones espirituales'^ ¿En qué eres tremendamente bueno?
3. ¿Cuáles son tus formativas experiencias del pasado"} ¿Esos hechos, tanto
agradables como dolorosos, que Dios ha usado para prepararte para
tu Chazown?

Tu declaración de misión: Ya has escrito una declaración de misión pro­


visional basándote en esas preguntas. Repasa esa declaración, y pídele a Dios
que te dé una mayor perspectiva a fin de comprender cómo encajan todas las
piezas de tu vida. A medida que Él te dé su visión, escribe tus pensamientos.

Dos preguntas reveladoras. Vuelve a considerar las dos preguntas de las


que hablamos antes:

Pregunta #1\ Si el dinero no fuera una objeción y yo pudiera


hacer cualquier cosa que quisiera durante el resto de mi vida,
¿qué haría?

6 R o E S C H E L 195
Pregunta #2\ Además de amar, cuidar y ministrar a quienes
son más importantes para mí, ^cuál es la cosa número uno
que creo que Dios quiere lograr por medio de mí?

Estoy hablando sobre algo importante de verdad. Algo que perdura para
siempre. Sueña en grande.
Cuando mires a tu interior para encontrar respuestas, mira también
hacia arriba. Pídele a Dios con persistencia que te guíe, y Él la proveerá.
Escribe cualquier nuevo pensamiento que venga a tu mente sobre la Cha-
zown de Dios para ti.

Si estás viendo con más claridad que nunca que el trabajo que haces es el tra­
bajo de tu vida (viviendo tu Chazown), dilo conmigo: celebra y asciende.
Metas para el trabajo. Después de celebrar, a fin de ascender hacia el
siguiente paso de la visión de Dios, escribe una o dos nuevas metas concretas
para tu trabajo. ¿Qué puedes hacer para impactar más vidas? ¿Y para impac­
tar las mismas vidas de un modo nuevo? ¿Y para hacer tu trabajo con más efi­
ciencia o eficacia? ¿Y para entrar en todo un mundo nuevo de influencia para
la eternidad?

Metas a corto p la ^ :

Ahora define una o dos metas concretas sobre tu vida laboral basándote en
tus anteriores respuestas. Asegúrate de que cada meta sea alcanzable y men­
surable.

El siguiente paso:

Ahora describe la acción concreta que emprenderás para cumplir las metas
elegidas. Proporciona nombres, margen de tiempo, acciones concretas: cual­
quier cosa que necesites para mantener los resultados.
Metas para el cambio. Por otro lado, si no estás viviendo tu Chazown, si
comprendes que has estado corriendo en el camino equivocado o quizá hayas
hecho todo bien, pero sientes que tu vida va mal, no te dejes llevar p or el pánico.
Confía en Dios.
La confianza es un acto activo, no pasivo. Así que escribe una o dos
metas alcanzables que te llevarán hacia la chazown en tu vida laboral que te
esté revelando Dios. ¿Un libro o una clase? ¿Una entrevista? ¿Obtener más
experiencia? ¿Investigar opciones?

196 I C H A Z O W N
Comprobación de actitud. Una idea más de Dios para ti: Desde este
momento y durante el resto de tu vida (ya sea que estés en la larga, lenta y tor­
tuosa subida en la parte posterior de la montaña rusa o que estés volando por
el emocionante lanzamiento hacia tus sueños, o ya sea que estés limpiando
pisos o limpiando almas a miles llevándolas al reino de Dios), mantén en
mente un mandamiento central y que todo lo abarca:

«Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el


Señor y no como para nadie en este mundoy) (Colosenses 3:23).

Cualquier cosa que estés haciendo en este momento, hazla para Dios.
Con la mejor actitud que puede darte Él. Con todas tus fuerzas.
No te refrenes.

P at'a eSCKibii^ tu s r'esp u e^ia^j


étnica eti >2,
///7 o^e obiemer ¿uS
pKopióiS 0>el
y oíko S i<eCui<Sc^.

G R O E S C H E L I 197
.'--■-'5'; .'In^

DE AQUÍ A LA
ETERNIDAD
UNA NUEVA
PERSPECTIVA DE
TI MISMO
Felicidades. Has realizado un significativo progreso.
Sin duda, Dios se agrada de ti.
Repasemos el camino que hemos andado hasta
aquí y celebremos por un instante lo que nos ha mos­
trado Dios.
Decidiste que una vida accidental no era para ti.
Al buscar la dirección de Dios, su Chazown que fue
diseñada a la medida para ti, de seguro terminarás en
algún lugar a propósito.
Una gran decisión.
Has explorado tus tres círculos. Puedes definir tus
dones, tus valores centrales y tus experiencias del pasado.
En oración has examinado cómo esas tres esferas se super­
ponen y señalan hacia la Chazown de Dios para tu vida.
^ e c ic h iie . Otro gran paso en la dirección de Dios.
c^ue. u m . iú d a Has estrechado la visión hasta una declaración que
guía tu vida, y has establecido metas concretas, mensu­
acc¿de*iial m - rables y escritas. Con cada paso a lo largo del camino
& uífia/ iaü . has enumerado lo siguiente que necesitas hacer.
Excelente trabajo.
¿ etern o. Has decidido vivir entregado por completo a
Íe/unUia>uiá- Dios, fortaleciendo cinco esferas prioritarias (que son
como los radios en una rueda que hacen posible que
en a lcfú n ganes la carrera de tu vida). Tus «c» minúsculas están en
su lugar. Agradarás a Dios en tu relación con Él, en tus
L u fcu í
relaciones con las personas, en tu vida financiera, en tu
a f34<^pád4¿0: vida física y en tu vida laboral.
Dios se agrada.
Vas bien en el camino hacia vivir la vida de acuerdo
con lo mejor que Dios tiene para ti. Deberías sentirte

200 i c H A 1 o w N
de manera estupenda. Sin embargo, sea lo que sea que hagas, no cierres el
libro aún. No hemos terminado del todo.
Tenemos un concepto más que aplicar y que es increíblemente impor­
tante. Se resume en unas sencillas palabras. Aun así, debería advertirte.
Las palabras no son populares.
Y permite que te advierta una cosa más.
Las palabras, y lo que representan, tampoco son opcionales. N o s í quie­
res convertir tu nueva visión para tu vida en una realidad para Dios.

6 R o E S C H E L i 201
POR DELANTE
¿Cuáles son las palabras? Antes de decírtelas, déjame aclararte por qué estas
palabras clave son tan importantes.
Porque tanto como Dios quiere que cumplas su destino para tu vida, tu
enemigo espiritual quiere con exactitud lo contrario. El maligno se deleita
mucho en una vida desperdiciada, sin dirección, egoísta y que pasa por alto a
Dios. Y todas las fortalezas del enemigo tratarán de evitar que vivas la Chazown
que te ha dado Dios.
¿Puedo ser franco?
Te enfrentarás a obstáculos, montañas y barreras. Te distraerás. Sentirás
la tentación de apartarte del camino. Pospondrás las cosas, dejando lo mejor
de Dios para otro día.
Sentirás el irresistible tirón de los poderosos ídolos: el materialismo, la
fama, la avaricia, el placer, la comodidad, el aplauso.
Te sentirás cansado, frustrado y deprimido. A veces querrás tirar la toalla.
Experimentarás épocas de sequedad. Períodos en que Dios parece estar
muy lejos o no existir. Se colarán malos hábitos. El pecado estará al acecho.
Entrará la apatía.
iTe enfrentarás a gigantes de duda^Dragones de temor. Monstruos de

^ ¿ J n mes harás un importante progreso. Al mes siguiente no experimentarás


otra cosa sino dramáticos reveses. A veces te cuestionarás lo que Dios ha
logrado, si es que lo ha hecho, hasta la fecha.
¿En realidad me dirigía Dios^ ¿Es esto lo que Él de verdad quería para mí^
No estoy seguro.
Y entonces puedes caer en la derrota con facilidad. Dirás: No puedo hacerlo.
Todo esto de Chazown es una tontería. Quizá solo deba darme p or vencido.
Y por eso mis palabras finales son tan importantes.
Rendición de cuentas.

202 C H A Z O W N
TODOS ESTAMOS
EN LA ESCUELA
Había dos cosas que me molestaban cuando estaba en
la escuela.
La primera era el arma definitiva de la maestra.
Es probable que recuerdes la penetrante mirada feroz,
la siniestra sonrisa cuando el maestro canturreaba con
una engañosa dulzura: «Si no se enmiendan, esto irá a
su... inform e permanente». Aun en la actualidad, solo
con ver esas dos palabras escritas me provoca un sudor frío.
La segunda cosa que me molestaba de la escuela
era: ¡uf. (elsonido de hiperventilar)...
Lo siento, comenzaré a tener pánico cuando piense
al respecto. Me refiero al... bueno, ya sabes...
El día de entrega de notas, (¡Vaya! Ya lo dije).
Es por eso que siempre preguntaba: «¿Nos van a
poner una nota en esto?». Debido a que si el trabajo m ia , ^
no tenía nota, carecía de efecto alguno en el boletín de
notas. Asi que, ¡vámonos de fiesta! ¿A quién le interesa? c^m /da
Entonces, si nos ponían nota, yo quería esfor­
zarme más.
Con sinceridad, me gustaba más cuando no me m di.
ponían nota.
No tenía idea de que la escuela me estuviera pre­
parando para la vida.
En la vida estamos creando un informe perma­
nente con nuestra manera de vivir.
Y sí, nos pondrán nota en todas las cosas. Todo
irá al boletín de notas final.
O, para decirlo de la manera en que lo dice la
Biblia, Dios nos llamará a cada uno a dar cuenta de
todo lo que hayamos hecho con nuestras vidas. «Nin­
guna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al
descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos
de rendir cuentas» (Hebreos 4:13)^^

R o E S C H E L 203
¿Creías que la señorita Carmen, en el quinto gra­
do, tenía ojos en la nuca? ¿No podías salirte con la tuya
en nada? Pues bien, ella era una aprendiza comparada
con Dios. Él ve todas las cosas.
Y es bueno para nosotros que Él lo haga. Ya seas
consciente de ello o no, la intención de la señorita Carmen
era ayudarte a convertirte en una persona de sabiduría e
Pa/ui dea/do^ integridad. El motivo de Dios es el mismo. Él nos ama,
y sabe que hallaremos la mayor satisfacción cuando
de^ la mcme/ia busquemos y cumplamos nuestra Chazown. Por eso
nos advierte con antelación: «Estás creando un informe
permanente. Y todo saldrá en el examen final». Él nos
la / líM ia : motiva a vivir para nuestro mejor interés.
El mayor sueño de cualquier seguidor de Cristo es
estar un día delante de Dios y oírle decir: «¡Hiciste bien!».
ILam anúa ¿Es ese tu sueño? Entonces la mejor manera de ase­
gurarte de oír «¡hiciste bien!» cuando des cuentas a Dios
ca d a w d o^ a es dando cuentas primero a otros seguidores de Cristo
aquí y ahora.
¿ a co m íd a
Por eso la frase «pídeme cuentas» debe ser parte de
(lU tc^ U nuestro vocabulario diario.
Haz una pausa y practícalo ahora. Di: «Pídeme
c^M£^ k a^ fam cpi
cuentas».
k eck c^ ocm Bien. Ahora sonríe y explícale a la persona que está
sentada a tu lado en el autobús que siempre hablas con­
m L e¿tna¿ tigo mismo en voz alta.
iUda¿.

204 I C H A Z O W N
MOVIDO POR. LA
BENDICIÓN DE
!
El domingo 9 de enero de 2005, estaba explicando
una chazown para que nuestra iglesia lanzara un nuevo
campus en el otoño. Sin embargo, no estábamos seguros
de dónde debería situarse. A pesar de ello, me atreví a
sugerir que al menos cien personas se prepararan para
hacer sus maletas y a que los enviaran a comenzar el
nuevo campus, dondequiera que estuviera, a fin de^
alcanzar a personas para Cristo.
Poco tiempo después, uno de nuestros ayudantes
ejecutivos, Sherri, tomó una llamada de teléfono.
—Hola, le habla Sherri. ¿En qué puedo ayudarle?
—Hola Sherri, mi nombre es Cari. Mi esposo,
Kevin, y yo hemos estado orando y creemos que Dios
nos llama a mudarnos y ayudar a comenzar el nuevo
campus. Debemos ser parte de las cien personas-
Creemos que esta es nuestra Chazown.
Eso no era una empresa pequeña para ellos, una
familia con dos hijos. Esa valiente pareja llevaba casada
diecisiete años y nunca había vivido fiiera de Oklahoma.
Toda su familia vivía cerca. Kevin tenía un gran bufete
de abogados que tendría que dejar atrás. No tenían
razón alguna por la cual irse, excepto que Dios los lla­
maba. „
Sherri, conteniendo la respiración, respondió:
—¡Vaya, eso es increíble!
Cari le explicó cómo Dios los había preparado
para ese momento.
—Nos apasiona la evangelización, y moriríamos
por lo que Dios está haciendo por medio de nuestra iglesia.
Nuestra experiencia al comenzar el bufete de abogados
nos ha preparado de manera única para ayudar a dar

G R o E S C H E
comienzo a este campus. Nuestros dones, valores y
experiencias encajan a la perfección con la necesidad.
Hemos buscado a Dios y sabemos que esto es lo que Él
nos está llamando a hacer.
Entonces, con su voz aún temblorosa. Cari dijo:
—Pero tenemos temor de que cuando sepamos
dónde es... podamos echarnos atrás.
Entonces pronunció las palabras que sellaron su
compromiso delante de Dios.
— Sherri, ¿nos pedirás cuentas con respecto ni
traslado?
Muchos de nosotros tenemos estupendas inten­
ciones, pero a menudo nuestra segunda etapa deja
mucho que desear. Es la naturaleza humana. Por eso
Dios nos puso juntos en una famiHa.

) e n sa m ie n t o c l a v e
F La rendición de cuentas cierra la breciia
entre las intenciones y las acciones.

Nunca podrás cumpür tu Chazown sin rendir


cuentas, porque...
La rendición de cuentas constituye la diferencia
entre lo que dices que quieres hacer y lo que haces en
realidad. Sin ello, el sueño de Dios para tu vida siempre
se quedará en un sueño.
La primera semana de abril anunciamos la ubicación
del nuevo campus: Phoenix, Arizona.
Cari y Kevin, con docenas de otras personas, hicieron
sus maletas y se mudaron.

206 i C H A Z O W N
DIFERENTES TIPOS DE
MAR.G1NADOS
Seamos sinceros. A muchos de nosotros no nos gusta que nos pidan cuentas.
Lo apartamos.
¿Por qué? Permite que te presente a cuatro personas, cada una de las cuales
te daría una respuesta diferente a esa pregunta.
En primer lugar, conozcamos a «Temeroso Freddy». Desde su niñez,
Freddy se ha sentido paralizado ante la idea de fracasar. Mientras otros intentaban
nuevas cosas y comenzaban nuevas aventuras, Freddy se quedaba atrás de
manera segura. Freddy estaba lleno de talento, lleno de esperanzas y de sueños.
No obstante, sus sueños nunca se hacían realidad. Siempre se preguntaba: ¿V
si fracaso?
Freddy nunca practicó ningún deporte ni tocó ningún instrumento.
Nunca fue al baile ni se presentó para ser secretario de clase. Temía hacer la
entrevista para el trabajo que quería en realidad o de prestarse como volunta­
rio en la iglesia.
Freddy nunca le contó a nadie sus sueños. Si lo hacía, podría haber teni­
do que hacer algo. ¿Y quién sabía lo que podría suceder entonces? Esos sue­
ños se ahogaron en el temor.
A la mayoría de nosotros, en algún momento u otro, nos asedian pre­
guntas como: ¿Ysi no doy la talla?¿Ysi no soy lo bastante bueno?¿Y si no me
escogen?
Tenemos un feroz temor al fracaso.
A continuación, me gustaría presentarte a «Apática Allie». Esta brillante
joven no tiene interés por muchas cosas, en especial por las relaciones pro­
fundas, comprometidas y auténticas. No es que sea antisocial; solo no quiere
molestarse en sacrificarse por un amigo.
En realidad, la apatía de Allie está arraigada en heridas relaciónales del
pasado. No quiere coirer el riesgo de ser vulnerable, y por eso opta por no
interesarse. ¿Qué bien me ha hecho alguna vez la gente? Mis padres me pasaban
p or alto. Mis amigas del instituto me hicieron daño. La gen te en el trabajo tiene
dos caras y solo se preocupan de sí mismos. La gen te de la iglesia es una hipócrita.
¿Por qué iba a molestarme en acercarme a alguien?
De modo que Allie va por la vida en su mayor parte en solitario.
¿Te encuentras evitando el rendir cuentas, justificándote con preguntas
como: ¿Qué importa? ¿A quién le importa? ¿En verdad va a ayudarme esto?

6 R o E S C H E L I 207
En tercer lugar, aquí esta «Rebelde Ricky». Aun cuando
era niño, Ricky aborrecía las normas. Sus padres espera­
ban que se sobrepusiera a esa actitud rebelde. Él nunca
lo hizo.
En el instituto, si el maestro decía que había que
caminar, Ricky corría. Si todos los demás se vestían con
elegancia, Ricky llevaba vaqueros. Si el límite de veloci­
dad era de cien kilómetros, Ricky lo excedía, a menudo
M em ec^ a
borracho.
^ lecllm ccm á ^ Como puedes ver, Ricky es rebelde. Por eso se resiste
a rendir cuentas. Yo no respondo ante nadie. Si tratas de
fe u ^ la . decirme lo que debo hacer, haré lo contrario. ¿Quién eres tú
cufcidci, cum para meterte en mi vida? Haré lo que yo quiera.
¿Te parece conocido?
ciixmdc^^ ¿aJsie Y, por último, me gustaría que conocieras a «OrguUosa
Polly». Polly cree que siempre tiene la razón. Todos los
demás o bien están equivocados, o bien se interponen
€4^ eAfjeoUd, en su camino. ¿El lema de su vida? «Si quieres que algo
se haga bien, tienes que hacerlo tú mismo». Se niega a
cucu^uíc^ ó/sJse
recibir consejo y evita la ayuda, aun cuando sabe que la
cji4ela.4nece¿4ta. necesita... en especial, cuando sabe que la necesita.
Polly muestra su mejor aspecto en público, pero va
cojeando por la vida.
«¿Rendición de cuentas?», comenta Polly con des­
precio. «La rendición de cuentas es para los perdedores».
¿Con cuánta frecuencia ves el mismo rasgo de inde­
pendencia en ti mismo? Puedo hacerlo yo solo. No necesito
la ayuda de nadie.
Quizá conozcas a alguien como Temeroso Freddy,
Apática Allie, Rebelde Ricky u Orgullosa Polly. Lo más
probable es que reconozcas a una o más de estas exage­
radas caricaturas como un aspecto de ti mismo.
Sin embargo, a fin de experimentar lo mejor que
tiene Dios para nosotros, necesitamos a otros seguidores
de Cristo para que nos apoyen, nos alienten y nos corrijan.
Para que nos pidan cuentas.

288 I
EN EL CAMINO
^ F í a s recorrido mucha distancia.
Aun así, a pesar de todo el trabajo que has hecho
a lo largo de los primeros pasos en este libro, ahora
estás en un punto de decisión. Lo que elijas aquí
determinará si haces fructificar o no todos los sueños
y los planes. Es aquí donde decides si conviertes tus
intenciones en acciones o solo dejas que se queden en
el ámbito de las buenas ideas. H
Estás en una bifurcación en el camino de ló vida.
Tienes dos elecciones. Puedes regresar a la vida de la
manera en que era, sin una Chazown. Sin una visión,
sin un sueño, sin una revelación. Sin pasión, sin plan,
sin dirección, sin motivación, sin propósito. Perecien­
do cada día en tu interior.
O puedes encontrar a personas ante las cuales
rendir cuentas. Puedes avanzar a una vida de propósi­
to. Un propósito para el cual te crearon de manera
única. Un propósito que sigue un sendero trazado
hace mucho tiempo por Dios, justo para ti.
En este momento, por favor, escucha con aten­
ción: Nunca harás todo lo que Dios quiere que hagas sin
que su pueblo te pida cuentas.
I No te diseñaron para vivir la vida sin Dios y sin
I su pueblo. La necesidad de conexión está en lo pro­
fundo de tu ser. Andar por el camino de la vida en
buena compañía es un requisito previo para llegar al
destino de nuestros sueños.
Por eso, como vimos antes, Salomón, el hombre
más sabio de la historia, escribió en Eclesiastés 4:9-10:
«Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto
de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del
que cae y no tiene quien lo levante!». Dios dice que
necesitamos un sistema de colegas.

G R o E S C H E L 209
Si estás caminando solo y caes, ¿quién te ayudará a
levantarte en lo espiritual, lo emocional, lo relacional...
o quizá en lo físico? Muy pocas personas pueden volver
a ponerse de pie y continuar con el plan de Dios sin
rendir cuentas de manera personal.
El poste indicador está delante de “ti. En este,
momento. En la bifurcación del camino.g

No obstante, tienes otros cuatro compañeros que


te engatusan para que vayas por otro camino, para que
regreses a la vida tal como solía ser. Sus nombres son:
Temor, Apatía, Rebelión y Orgullo. Si los escuchas,
caminarás solo.
Cada día hay personas que escogen ese camino. Y
por todas partes hay personas que se extravían.
No puedes alcanzar solo tu Chazown.

C H A Z O W N
CUAN DO ME
EQUIVOQUE, DÍMh '
He aquí dos pensamientos de la Biblia para ayudarte a entender aun mejor
por qué necesitas con urgencia a otros para que te ayuden a continuar.
En primer lugar, no cumplirás la visión de Dios sin corrección.
«Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio
camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros»
(Isaías 53:6). ¿Has visto las palabras «todos» y «cada» en ese versículo? Ni una
sola persona que esté viva en la actualidad escogería de modo coherente el
buen camino sin ayuda. Todos necesitamos a alguien que nos quiera lo sufi­
ciente para corregirnos cuando nos apartemos por el camino equivocado.
¿Alguna vez has conducido un auto que tuviera las ruedas delanteras
desequilibradas? Tienes que mantener el volante en una dirección porque el
auto sigue tratando de salirse de la carretera. Está desequilibrado, y necesita
una presión continua que lo compense en la dirección opuesta.
Nosotros también estamos desequilibrados. QUOreíllíiS COndUCÍr
péró s e g i 'm o s torcicn dCíTes íiücíci úd

Cuando el evangelio llegó por primera vez a Áfi*ica, algunos de los pri­
meros convertidos se volvieron tan apasionados con respecto a la oración que
construyeron sus propias cabañas privadas de oración. Cada cabaña estaba
apartada para una sola persona, y un camino que solo esa persona usaba con­
ducía hasta la puerta.
Si alguien pasaba por alto la amorosa disciplina de la oración, imagina lo
que sucedía. Comenzaba a crecer la hierba en su camino.
Los mejores amigos del hermano o la hermana que se estaba desviando
eran los que tenían la valentía de decirle: «Te quiero, y veo que está creciendo
hierba en tu camino». En otras palabras: Te quiero lo suficiente para corregirte.
No estás haciendo lo que Dios te ha llamado a hacer.
¿Quién te quiere lo suficiente para señalar los caminos en que ha crecido
hierba en tu vida?
No puedes cumplir la Chazown de Dios sin corrección.
Pídeme cuentas.

6 R o E S C H E L I 211
AYUDAME
CUAN DO
SOY DÉBIL
Corrección no es lo único que necesitas. Hay un segundo
componente en la rendición de cuentas.
No cumplirás tu Chazown sin apoyo.
¿Recuerdas a David? ¿El ungido como el siguiente
rey de Israel?
Conoció su Chazown muchos años antes de subir
al trono. A lo largo de sus muchas experiencias difíciles
durante ese período de espera, David podría haber tira­
do la toalla cientos de veces diferentes.
El mayor problema de David era el rey reinante:
Saúl, quien estaba celoso de David y seguía tratando de
matarlo.
Sin embargo. Dios sabía que David necesitaba
mantener el rumbo. Necesitaba un amigo que lo apoyara.
Así que Dios le proporcionó precisamente al propio
hijo de Saúl: Jonatán.
En una ocasión en que David se escondía en el
desierto, Jonatán fue a verlo en secreto «y lo animó a
seguir confiando en Dios» (1 Samuel 23:16).
Un hombre ayudó a otro hombre a encontrar for­
taleza, no en la autodeterminación, ni en un ejército, ni
en el pensamiento positivo, sino en Dios. Esa es una
parte importante de lo que hace un compañero ante
quien se rinde cuentas.
Jonatán reconoció que Dios había escogido a David
como el siguiente rey de Israel, y al apoyar a David
desobedeció a su propio padre que, para ser sinceros, le
faltaban unos cuantos megabytes de DVD. En esencia,
Jonatán dijo: ((Davíd, mc ocuporé de que cumplas tn
destino».

212 I CHAZOWN
Te prometo que, cuando comiences a entender
tu Chazown, Satanás hará todo lo posible para con­
vencerte de que te apartes de ella. Pocas personas, si es
que alguna, tienen la perspectiva y la energía para
continuar escalando solos hacia la Chazown de Dios.
¿Quién te apoyará? ¿Quién te ayudará a resistir el
tirar la toalla?
Pídeme cuentas.

1/lnUomlsAje
cu fddJÁ aohc^

lpA Íaie/ja.

G R o E S C H E L I 213
SORPRESA
Comencé a jugar al tenis en mi primer año del instituto,
que es típicamente demasiado tarde para comenzar en
el tenis y esperar jugar en competiciones en la universi­
dad. Mi entrenador era Ken Ellinger. Contra todo pro­
nóstico, Ken creía que yo jugaría al tenis universitario.
«Groeschel», decía, «vamos a lograrlo».
Él asumió el papel de mentor en todas las esferas
de mi vida. Y me hizo trabajar. Y me hizo trabajar.
Y me hizo trabajar.
M e ó44f£/ioAxm A su tiempo, Ken me ayudó a adquirir una beca
para tenis en una escuela de las primeras en la tabla
com pieicu^ . clasificatoria.
J la m ú o a Y me superaron por completo. La única razón por
la que permitieron que me quedara era porque yo era
nx4/p4^pc^ su medio de transporte. Yo tenía el único auto. En mi
la q a e primer año, todos los miembros del equipo ganaban los
partidos, a excepción de mí. Perdí casi todas las veces.
'pe/uin^Jyiem n Sabiendo cómo batallaba, Ken vino a verme jugar.
cim m ecjí4 ed cim Y, como siempre, todos mis compañeros de equipo
ganaron y yo perdí. No solo perdí; me dieron una paliza:
6- 0 , 6- 0 .
e/uz. ÓA4. m eJM Fue entonces cuando decidí dejarlo. Lancé mi equipo,
rompí mi raqueta y dije palabras que no hicieron sen­
á£^ tirse orgulloso a Dios. Salí corriendo de la cancha con
lágrimas en mis ojos. Cuando estaba en mi cuarto, grité
que lo dejaba para bien.
Y lo decía de verdad.
Ken me siguió hasta mi cuarto. Yo estaba sentado
medio lloroso.
Nunca olvidaré lo que me dijo.
Se sentó recostado hacia atrás y dijo: «Bien, Groeschel,
me alegro de haber venido aquí hoy».
Yo quería decirle a dónde podía irse.

214
Él continuó: «Estoy aquí en uno de los días más importantes de tu vida.
Porque hoy es el día en que veremos en quién te vas a convertir».
Entonces se inclinó hacia delante y me miró directo a los ojos. «Hoy»,
me dijo, «decidirás si te rindes o eres un luchador. Y yo estoy aquí para ver
cuál es tu decisión. Groeschel, la mayoría de las personas desertan. Toman la
salida más fácil. Y es probable que tú también lo hagas, a menos que... a
menos que en tu interior puedas encontrar algo que yo he creído que estaba
ahí desde el primer día en que nos encontramos. Y si está ahí en verdad, hoy
te convertirás en un luchador. Si luchas, tienes que regresar, tragarte tu orgullo,
poner el rabo entre las piernas y disculparte ante todas esas personas. No obs­
tante, si eres un luchador de verdad, estarás a la altura».
Estoy muy agradecido que él estuviera allí ese día. Me apoyó. Ese día
tomé una decisión que sigo manteniendo hasta hoy. Debido a Ken, no me
rindo. Soy un luchador. Lucho, y lucho por las cosas que más importan.
Necesité otros dos años, pero al final establecí un récord en la escuela de
cantidad de partidos ganados de forma consecutiva. Me nombraron atleta
del año en el equipo que acabó en quinto lugar del país.
^Por qué? Porque un hombre me quiso lo suficÉenle pora apoyarme cuantío
más lo necesitaba.

«Q^iúedokel,

loA^ pe/iÁ(m2Á^
áeóe/it(m .

¿xziuíamáA ^
jjá o ii. y e¿^

tiítcu ^ n Jü én
UkcufjoA^,
a m em ¿ ^

G R O E S C H E L I 215
RAR.A EL
SEGUNDÓ
Tienes una oportunidad para hacer que esta vida cuente. Vivir para lo que yo
llamo «el segundo abrazo». ;
Si conoces a Jesucristo como Salvador, un día entrarás en el cielo y esta­
rás delante de Él. Te mirará con una genuina sonrisa. En ese momento,
sabrás sin duda alguna que perteneces. Nunca más experimentarás rechazo
ni abandono. ^
Con todo el cariño que no puedes imaginar, Él te abrazará y dirá: «Bien­
venido a casa. Desde ahora en adelante, para siempre, compartiré mi reino
contigo». . . .
Sin embargo, luego Jesucristo dará un paso hacia atrás y examinará la
obra de tu vida: todo lo que hiciste para Él. Si se agrada de ello, y puede que
te sorprendas de lo que le agradará y lo que no le agradará. Él extenderá sus
manos traspasadas por los clavos y te abrazará una segunda vez. Te mirará a
los ojos. ’
Y te dirá: «Hiciste bien». Todo el cielo hará una pausa para escuchar.
«¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel!».
Todo el mundo termina en alguna parte.
Terminaremos en alguna parte a propósito.
T ú € ¡ ¿ iu la r :

Tu pl¿ifn 1^ reinc^iCioin
C i^ e C u e n t a ^

¿Eres tú el que deserta o eres un luchador?


¿Cuál es tu decisión? ¿Conformarte con una vida sin significado ni
dirección? ¿O avanzar a grandes pasos hacia tu Chazown en la fortaleza de
Dios y con la corrección y el apoyo de otros?
Vuelve a pensar en los sueños que Dios ha despertado en tu interior.
Sueños acerca de tu relación con Él y con la gente. Sueños sobre tu salud
financiera y física. Y sueños sobre el trabajo de tu vida.
Sé que quieres tener éxito en todas esas esferas. El primer paso podría ser
difícil de dar: Encuentra una persona que sea lo suficiente amorosa y lo sufi­
ciente fuerte para ayudarte a dar ese paso.
En la actualidad, tengo a once personas que me piden cuentas en dife­
rentes esferas.
Te desafío a que encuentres solo una.
Si estás preparado para aceptar el desafío, haz esta oración (o pon las
mismas ideas en tus propias palabras) y fírmala como tu compromiso con­
tractual con Dios.

Querido Dios:
M e comprometo a encontrar en oración a alguien que me pida cuentas
para cumplir tu Chazown para mi relación contigo^ mi relación con
otras personasy mi vida flsicay mi vida financiera y mi vida laboral. Por
favon guíam e hacia la persona adecuada. En el nombre de jesús, amén.

Firmado.

Fecha__

G R o E S C H E L I 217
Considera los siguientes puntos demostrados para rendir cuentas de
manera transformadora:

• Reunión de manera regular. Podría ser una llamada telefónica diaria,


un desayuno a la semana o una cena al mes. Solo sé coherente.

• Exposición de todas las debilidades. Asegúrate de que el compañero


al que le rindes cuentas sepa dónde eres débil, y pregúntense con regu­
laridad el uno al otro sobre sus esferas vulnerables.

• Expresión de todas las metas. A medida que Dios te revele tu Chazown,


expresa los detalles de tu plan de desarrollo.

• Oración mutua. Nunca te apoyes en tus propias capacidades. Siempre


inviten a Dios para que perfeccione su obra en cada uno de ustedes.

Ahora encuentra a la persona ante la que rendirás cuentas. Si la persona


no es tu cónyuge, necesitas buscar a alguien de tu mismo sexo.
Una vez que encuentres a tu compañero o compañera para rendir cuentas
y coordinen un plan, escribe los detalles (quién, cuándo, dónde, qué harán).

Para esci^ihii^ tus

¿f fitn c>^e obietner' iuS


propia^ pacunas G^e¡
y oiroS r'eCurSoS.

218 I
MI PARTE HA TERJVUNADO.

Tú has soñado tus sueños (al menos alguno de ellos). Has comenzado a bus­
car a Dios y a su Chazown. Estás aprendiendo a examinarte a ti mismo, a fin
de entender mejor cuál es tu diseño y propósito únicos. Te has puesto algu­
nas metas buenas. Y has escogido (o escogerás) a alguien para que vaya a tu
lado en el viaje, para que te ayude a permanecer en el camino.
¡Has avanzado mucho! ¡Buen trabajo!
Aun así, todo hasta este punto ha sido un prólogo. Tu historia apenas
comienza. Hoy es el primer día del resto de tu vida. Tu pasado está detrás de
ti. Tu fiituro está en las manos de Dios, y Él te está invitando a participar de
forma activa y con disposición en su Chazown para tu vida.
Recuerda: Dios te creó para su gloria y propósito. Él podría haberte
puesto en cualquier momento de la historia, pero decidió que vivieras en la
actualidad. ¿Por qué? Porque este es el mejor momento en la existencia del
mundo para que tú te distingas.
¿Estás preparado?
Comenzaste este libro escribiendo tu capítulo final: el epitafio de tu vida.
Ahora pasa la página.
Es momento de que comiences a escribir tu primer capítulo...
, _ m ^ m
■ ,iC
fv
f

> ^<44. §i 1
•; i. *il ^

lí iTíí fí^jíípT

'úy'7ir'^M-MWi i r ,h ;?ífl
-u.^ '►
Vf/AyAX^n^'i^'

>H^^H^>!t;fÍ' Jjj
íM ' ' !í^^4íí¿íí3>■>? {) • .1^ #iy/í
;>V-

■•¿7a

-v v í ;- - ¿ ,í M '

^5 1
o i n i i c i v D n aw in c] iw
EL FINAL IMPORTA
1
-» ...

r ¡M ' J f C .r :4 i.'íi
■ W -' ..:■ ./S ■,, ■?• , .
:::y-;y./''\ ■ ■

iRí* ^ ' •V ^.

; *\»"'
''•V'
i
iq

^í:".sí;'-*'

% ^ y .- - ^ í ^ C '
m \ . ,
''>í?’«”
-T -'
:>
;J
• >

^V1
i. -

ífe:; .fc! í.i ’?'. W - ^ M - '^


¿YA VIVESCON LOS
LAMENTOS?
He experimentado muchos lamentos. Lamento el modo en que he tratado a
otras personas. Lamento muchas cosas que he dicho. Lamento las veces en
que he pecado de forma manifiesta contra Dios. Lamento las oportunidades
perdidas. Lamento haber mentido, murmurado, robado, engañado, sentido
lujuria, criticado, envidiado, maldecido y odiado.
Lamento. Con dolor.
Muchas personas con las que hablo están llenas de tristeza a causa de su
pasado. Quizá tú estés viviendo con lamentos en la actualidad.
Si pudiera haber mantenido mi matrimonio. Nunca antes conocí un dolor
como este. =
Si hubiera cuidado m ejor de mi cuerpo. ¿Quién habría pensado que termi­
naría así^
Parecía una buena idea en su momento. Esa decisión m e costó más de lo que
nunca soñé. p
Debería haber pasado más tiempo con los niños. Han crecido demasiado
deprisa. Nunca pod ré recuperar esos momentos.
Es obvio que no podemos cambiar el pasado. Sin embargo, podemos
experimentar el consuelo, la sanidad y el perdón de Dios en el presente.
Dios es especialista en amar a personas mediante los lamentos. Y nunca
es demasiado tarde.
Quizá sea el momento de acudir con sinceridad a Dios. Confiésale tus
pecados y lamentos. No te contengas. Deja que salgan. Llora si tienes ganas
de hacerlo, o grita si lo necesitas. Libera tus heridas y tu dolor. Él está escuchando.
Y a Él le importa.
Si eres un seguidor de Cristo, has oído que Dios te ha perdonado. Para
que tengas un estupendo recordatorio, medita en las palabras de Dios en el
Salmo 103:11-12: «Tan grande es su amor por los que le temen como alto es
el cielo sobre la tierra. Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones
como lejos del oriente está el occidente».
Acepta la verdad de que Dios ha perdonado tus pecados. Tu expediente
está limpio.
¿Pero y si sabes que no eres un seguidor de Cristo? O quizá no estés seguro.
Tal vez no sientas que mereces el perdón. ¿Sabes qué? Tienes razón. No
lo mereces. Ni yo tampoco. Eso es lo que hace que Dios sea tan increíble.

G R o E S C H E L II 225
En su amor por nosotros, Él nos ofrece algo que nunca podríamos
ganarnos y que no merecemos. Él envió a su Hijo, Jesucristo, quien vivió una
vida perfecta y sin pecado. Después derramó su sangre inocente en una cruz
como el sacrificio permanente para el perdón de nuestros pecados. Al tercer
día resucitó de la muerte.
Si hubiera habido otra manera para que pudiéramos estar a bien delante
de Dios, Jesús no habría tenido que hacerse hombre, morir y resucitar.
A causa de su obra perfecta, tú puedes recibir perdón. Por lo tanto, acude
a Él y baja la guardia. En 1 Juan 1:9 leemos: «Si confesamos nuestros pecados,
Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad».
Clama a Jesús para que sea el Señor y Salvador de tu vida. Decide seguirlo
a Él. Conviértete en un discípulo de Cristo.
Si le confesaste tus pecados a Dios, recibes perdón. Dios no recuerda tus
pecados. Te conviertes en una nueva persona.
Y ya que Dios te ha perdonado, quizá sea el momento de que te perdones
a ti mismo. -

Sí, pero...
Un amigo mío me dijo: «Entonces Dios me ha perdonado... ¡es estupendo!
Con todo, mi vida sigue siendo un desastre. Si Dios tiene una Chazown para
que yo la viva, ¿cómo puedo recuperarme de todos esos errores.^).
Nadie puede culparte por preguntarte: ¿Lo he estropeado demasiado? ¿Es
muy tarde para m ü ¿Cómo puedo dejar atrás todas las cosas malas que he hecho?
Me encantaría decirte que todos tus problemas pueden desaparecer de
inmediato. Eso sería una mentira. Lo cierto es que todos afrontamos las con­
secuencias de nuestros actos y nuestras malas decisiones.
Al mismo tiempo, escucha Romanos 8:28: «Ahora bien, sabemos que
Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido
llamados de acuerdo con su propósito».
Deja que esas palabras penetren en tu corazón. Aunque nos enfrentare­
mos con desafíos provenientes de nuestras decisiones equivocadas. Dios
sigue obrando en todas las cosas. Dios tiene la manera de sacar el bien de
todas las cosas, aun de las que lamentamos.
Ese es el fundamento sobre el cual Dios trata con nuestros «sí, pero».
Síy sé que Dios m e perdona, pero nunca pod ré ser bendecido de verdad.
SU sé que Dios es bueno, pero no lo será conmigo.
Sí, sé que Dios tiene un plan para otras personas, ¡pero yo lo he estropeado
demasiadol

226
Toma el «pero» de cada uno de tus «sí, pero» y sustituyelo por un signo
de exclamación. «¡Sí!». Dios es un Dios grande que puede sacar el bien de
todas las cosas.
Entonces, ¿cuál es ese «bien» que Dios va a producir en tu vida hecha un
desastre? Puede que tengas un cuadro de lo que sería, pero es probable que tu
cuadro no sea exacto. Deja que ilustre lo que quiero decir.
Yo rara vez bebo refrescos. A veces doy un paseo por el lado salvaje, dejo
a un lado mi usual H2O, y bebo en cambio un refresco.
Un día me acerqué a una máquina expendedora de refrescos con dos
monedas en mi mano, lleno de anticipación esperando un frío y refrescante
Sprite. Cuando puse las monedas y pulsé el botón de Sprite, una luz roja reveló
que se habían terminado los Sprite en esa máquina. La segunda mejor elección
es Dr. Pepper, pero también se habían terminado. Todas las Coca-Coks normales
se habían terminado también.
La única elección posible... {escalofrío)... sin azúcar.
Puede que a ti te gusten las bebidas sin azúcar. Si es así. Dios puede libe­
rarte. Yo las detesto.
Decepcionado porque la máquina no tuviera la bebida que había elegido,
ni la primera ni la segunda elección, pulsé el botón de Coca-Cola sin azúcar.
Nunca te imaginarás lo que salió de la máquina.
Ninguna Coca-Cola sin azúcar. Ningún Sprite, Dr. Pepper ni Coca-Cola
normal.
Pensé que sabía lo que era «bueno» para mí. A pesar de eso, el cuadro
que tenía de lo «bueno» era inexacto. Dios sobrepasó mis expectativas.
De la máquina salió... ¡un refresco de fresa! En mi mundo, no hay nada mejor
que un refresco de fresa. Dios no me dio lo que yo quería. ¡Me dio algo mejor!
Por lo tanto, prosigue y sueña lo bueno que Dios sacará de tu dolor y de
tus lamentos. Aun así, mantén los ojos abiertos. Quizá Dios te tenga unas
cuantas sorpresas. Te estás imaginando un Sprite, pero de algún modo u otro,
¡Dios podría darte un refresco de fresa!

G R o E S C H E L Q
RECONOCIMIENTOS
A las muchas personas que proporcionaron ayuda, aliento y sus conocimientos
y experiencia durante el proceso de poner por escrito el mensaje de Chazown
les estoy sinceramente agradecido. Gracias por su generosidad.
En especial estoy en deuda con:
Brian Smith: Tu aliento, creatividad, destreza y visión hicieron posible
este libro. Aun más que nuestras difíciles horas trabajando juntos, recordaré
y siempre valoraré nuestra amistad.
A todo el equipo de Multnomah, incluyendo a David Kopp, Jason
Myhre, Kevin Marks, Jake Burts, Doug Gabbert, David Webb, Catherine
Lloyd y James Hall, entre muchos otros: Ustedes son tenaces en su búsqueda
de la excelencia. Gracias por su compañerismo en el Reino y su amistad.
La familia de mi iglesia LifeChurch.tv: Gracias por creer. ¡Dios es bueno!
A Amy y mis hijos: Ustedes lo son todo para mí.

G R o E S C H E L 229
NOTAS
1. Andy Stanley, Visioingeniería, Editorial Unilit, Miami, FL, 2001, p. 10.
Las palabras de Andy son un tanto diferentes. («Todo el mundo
termina en algún lugar en la vida. Unos cuantos terminan en algún
lugar, a propósito»). Repito esta memorable frase a menudo durante
el curso de Chazown, y le doy gracias a Andy tanto por la idea
como por su excelente libro.
2. Luis Palau, «The Destiny of the Lord», Reaching Your World with Luis
Palau, 15 de julio de 2005.
http//www.palau.org/ ryw_new/scripts.php?
date=2005-17-15 (accedido el 28 de septiembre de 2005).
3. [http//www.bible.org/illus.asp?topic_id=1648]
4. Véase Génesis 37, 39.
5. Véase Génesis 40— 50.
6. Véanse Mateo 21:12-13 y Juan 2:14-16.
7. Véase Mateo 23.
8. Véase Mateo 26:31-35, 69-75.
9. Véase 1 Samuel 17, en especial los versículos 34-37.
10. Véase Mateo 16:20-23.
11. Véase 1 Corintios 3:16; 6:19.
12. Véase Lucas 6:13.
13. Véase también Efesios 4:32.
14. Paul Billheimer, citado en «Finance (Life Aiter Debt)» BibleUniverse.com,
http//w\vw.bibleuniverse.com/finance/finance.asp (accedido el 7 de
octubre de 2005).
15. Véanse, por ejemplo. Éxodo 23:16, 19; Proverbios 3:9-10.
16. John Maxwell, Hoy es Importante, Editorial Unilit, Miami, FL, 2005.
17. Ron Fimrite, Sports Illustrated, citado en «Flabits», Sermón
llustrations. com. http/Zwww.sermonillustrations.com/a-z/h/habits.htm
(accedido el 10 de octubre de 2005).
18. Véanse también Mateo 12:36; 2 Corintios 5:10.

G R o E S C H E L 231

Vous aimerez peut-être aussi