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La filosofía de la acción de Paul Ricoeur

ALFREDO MARTÍNEZ SÁNCHEZ

Desde 1950 en que, con Le volontaire et conexión agente/acción, y La pasión por


l'involontaire, comienza la publicación de lo posible.
su proyectada Filosofía de la Voluntad
Ricoeur no ha dejado de atender al mundo
de la praxis. Dentro del conjunto de su 1. LA SENDA DE LA ACCIÓW
obra dedicado a la esfera de lo práctico
podemos distinguir una filosofía de la La acción, aun limitada asu sentido pre-é -
acción que se mueve en el plano de una tico y pre- político, constituye una buena
acción que aún no ha sido cualificada ni brújula para trazar una vía que conduzca
ética, ni política, ni jurídicamente, pero desde la primera obra mayor de P.
que mantiene estrechos vínculos con la éti- Ricoeur, dedicada expresamente a
ca y con las ciencias sociales. Tal filosofía desarrollar su propio pensamiento (Le
de la acción no ha sido objeto de una ela- volontaire et l'involontaire) , hasta su último
boración sistemática, sin embargo, puede y más importante trabajo extenso (Soi-me-
ser reconstruida siguiendo su pista en la me comme un autre). Esta vía pone de
travesía del pensamiento de Ricoeur. De manifiesto que existe una conexión pro-
hecho, una buena parte de su producción funda entre ambas obras, y que esa
favorece una lectura guiada por la brújula conexión nos permite comprender una
de la acción, recorriendo una senda que buena parte del periplo intelectual del
comunique las dos obras mayores que mar- autor, y leer sus resultados, desde la pers-
can los comienzos y las últimas investiga- pectiva de la acción, que se revela como
ciones filosóficas del autor: Le volontaire una de sus más permanentes y fructíferas
et l'involontaire (1950) y Soi-meme comme inquietudes.
un autre (1990) (aunque puede ser pro- El vínculo probablemente más patente
longada en sus últimas publicaciones) 1. En entre los dos libros lo proporciona el cam-
primer lugar veremos una síntesis pano" po de la acción. Así, Le volontaire et l'in-
rámica de dicha senda, para considerar volontaire aparece como el inicio de una
posteriormente los rasgos fundamentales Fil0s'9fía de la Voluntad, y aunque sólo la
que identifican la filosofía de la acción que segunda parte está explícitamente dedica-
aflora de ese recorrido, a saber: da al actuar, en el resto de la obra desem-
(1) Autonomía con respecto a un dis- peñan un papel fundamental elementos
curso ético/político (manteniendo valiosos directamente asociados al campo concep-
lazos con la ética y con las ciencias socia- tual de la acción, como la motivación, la
les). decisión, el movimiento corporal, y el pro-
(2) Evolución que desemboca en una blema libertad/necesidad. Por otro lado,
fórrhula caracterizada por la conjugación ante el carácter fragmentario de los estu-
de tres tradiciones filosóficas: fenomeno- dios que componen Soi-meme comme un
logía, análisis del lenguaje, y hermenéutica. autre (en adelante Sí mismo como otro),
(3) Persistencia en su contenido de la acción, en un sentido amplio (l'agir
determinados núcleos dinámicos, como humain), es presentada por Ricoeur como
son la estructura acción/pasión, la la unidad temática común a todos ellos,

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NOTAS Y DISCUSIONES

aunque advierte que se trata de una unidad entre acción y movimiento. Además, existe
analógica entre las diferentes acepciones otra correspondencia entre la controversia
del término. Pero la guía escogida para hermenéutica de la explicación y la com"
transitar entre las dos obras seleccionadas prensión y la distinción causa/motivo, en
se ciñe a la acción en el sentido restringido: tanto que las relaciones causales pertenez-
una gran parte del trabajo de nuestro autor can al campo propio de la explicación. El
en torno a la acción humana configura una mismo título de la obra, y con más claridad
filosofía de la acción que no es una ética el título de la edición inglesa (Freedom and
(ni una filosofía política ojurídica), aunque Nature) , puede ser incorporado a este plexo
pueda precederla, y en algún momento ya que la naturaleza ha sido concebida
envolverla. El propio autor ha realizado como el reino de la determinación causal,
esta separación en distintas ocasiones, mientras que la libertad y la voluntariedad
comenzando con la suspensión ejercida sólo serían posibles allí donde el motivo
sobre la voluntad "mala" o "culpable" en "inclína sin determinar" (o "inclina sin
Le volontaire et l'involontaire. necesitar"). En este sentido, la búsqueda
de una noción de motivación se corres-
ponde con la necesidad de articular acti-
De la Fenomenología de la voluntad a la vidad y pasividad (o receptividad).
Filosoña de la acción Aunque Finitud y Culpabílídaá' consti-
tuye la segunda parte de la Filosofía de
Ricoeur proyectó su Filosofía de la Volun- la Voluntad, podemos considerar que, des"
tad en tres fases, la primera de las cuales, de nuestro punto de vista, no representa
como ya hemos visto, coincide con Le la genuina continuación de Le volontaire
volontaire et l'involontaire. El libro se ocupa et l'involontaire en el desarrollo de una filo"
ampliamente de lo que el autor, siguiendo sofía de la acción que no es una ética. Por
corrientes filosóficas angloamericanas, un lado, porque expresamente levanta el
posteriormente ha llamado red conceptual paréntesis que hacía de Le volontaire et
de la accíóJil. Se inician así algunas de las l'involontaire una obra con pretensiones
constantes de la aproximación de Ricoeur descriptivas, e introduce el problema de
al mundo de la acción, tales como el mari- la voluntad "mala" o "culpable" en un sen-
daje acción/pasión, la preocupación por el tido ético (aparte de sus implicaciones
problema señalado en la tercera antinomia ontológicas), por otra, porque sólo indi"
kantiana (vinculado al de la distinción rectamente contribuye a la elaboración de
entre causa y motivo), O la relación los elementos relevantes en la evolución
acción/agente, que involucrará la noción que esa filosofía de la acción tendrá en
fundamental de poder (poder-hacer). Ricoeur6 . Su importancia, para nosotros,
En torno al problema causa/motivo es radica sobre todo Gunto a ciertos elemen-
posible establecer una serie de conexiones tos de su antropología) en el papel que
que nos permitirán articular distintas desempeña en la formación de la orien-
investigaciones del autor. Por un lado, se tación hermenéutica del autor, posterior"
relaciona con las nociones de fuerza y sen- mente incorporada a sus trabajos sobre la
tido, originadas en los estudios sobre acción.
Freud y reutilizadas después en un con- La verdadera continuación de Le volon-
texto analítico (como en El discurso de la taireet l'involontaire será, en este sentido
acción) 4. En el interior de la propia filo- restringido, el curso que Ricoeur imparte
sofía analítica la distinción entre causa y durante 1970- 1971 en la Universidad de
motivo es paralela a la que se establece Lovaina con el título Sémantique de l'ac-

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NOTAS Y DISCUSIONES

tion, reproducido parcialmente en El dis- un puente entre la noción de motivo de


curso de la acción (cuya versión original Le volontaire et l'involontaire (los motivos
en francés, recordemos, es de 1977). En inclinan sin determinar) y la que será
el período que separa el primer volumen desarrollada en El discurso de la acción
de la Filosofía de la Voluntad y el curso (tratando de superar la oposición moti-
de 1970-71, podemos seguir la pista que va/causa), enriqueciéndose sucesivamente
nos interesa en el artículo de 1967 "Phi- mediante el diálogo con el psicoanálisis y
losophy ofWill and Action"7, que muestra con la Teoría (analítica) de la acción. En
la continuidad de ciertos núcleos y acti- este contexto, lo posible designa la capa-
tudes, como la preocupación por la moti- cidad para la realización del proyecto en
vación, el enfoque acción/pasión, y la la medida en que tal realización está en
conexión agente/acción, e introduce las mipoder. Este posible es distinto de lo posi-
nociones de fuerza y sentido, así como la ble en los sentidos lógico, físico, y bioló·
necesidad de la interpretación. El autor gico, pero no menos objetivo que ellos
recoge aquí sus conclusiones sobre el fra" puesto que también forma parte del mun-
caso de la autotransparencia de la concien- do ("Philosophy of Will and Action" ,
cia (o en otras palabras, sobre la no inme- 15- 16).
diatez de la conciencia) derivadas de la Este texto de 1967 también fortalece la
lectura de Freud8: no nos conocemos a idea de una filosofía de la acción distinta
nosotros mismos de manera inmediata, ni de la ética al afirmar que la cuestión del
tenemos una intuición inmediata del sen- "acto humano", aunque tiene connotacio-
tido de nuestra propia vida, por tanto, el nes éticas no es en sí misma una cuestión
sentido inmediato debe ser sustituido por ética, sino una investigación previa a la éti-
el sentido mediato, es decir, por el sentido ca (v., op. cit., 9).
interpretado. Por otro lado, la sospecha A este período pertenecen también
sobre el testimonio de la conciencia inme- otros dos artículos, "Liberté: Responsabi-
diata introduce un factor que en este texto lité et decisión" (1968), y "The Problem
sólo es mencionado, pero cuyos efectos se of the Will and Philosophical Discourse"
prolongarán en obras posteriores. Ese fac- (1970), en los que, como en "Philosophy
tor consiste en la necesidad de introducir of Will and Action", ya es posible encon-
mediaciones, y abre la puerta tanto a la trar alguna referencia a la filosofía ana-
mediación por el lenguaje, que en El dis- lítica, apuntando en la dirección del
curso de la acción vendrá de la mano de desarrollo del curso de 1970- 71, posterior-
la filosofía analítica, como a la exigencia mente r('lcogido en El discurso de la acción.
de interpretar el campo motivacional, que, Eltúrso de 1970- 71 y, por tanto, El
en última instancia, se comunica con la discurso de la acción suponen, como ya se
ubicación de la red conceptual de la acción ha dicho, la verdadera entrada en escena
en el contexto hermenéutico. de la Teoría (analítica) de la acción, cuya
Los resultados para la fenomenología presencia, dentro de los márgenes que nos
de la voluntad y de la acción (que son tra- interesan, será casi inevitable en el resto
tadas como una sola) se plasman en la con- de la obra de Ricoeur. Con ella aparece
cepci6ri de la libertad, la sospecha surgida la noción de red conceptual de la acción,
del fracaso de la conciencia inmediata debe y una transformación en la terminología
aplicarse a la ilusión de una elección sin del autor que le lleva a formular explíci-
motivos, pues el error consiste en vincular tamente la posibilidad de una filosofía de
la libertad con la ausencia de motivos. De la acción, entendida primeramente como
esta manera, el artículo se convierte en un discurso analítico- descriptivo con una

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NOTAS y DISCUSIONES

doble constitución, analítica y fenomeno- acción pueden ser clasificadas en directas


lógica, que da por resultado una "feno- e indirectas: las primeras son las que espe-
menología lingüística" (El discurso de la cíficamente conciernen a la acción, y las
acción, 22 y 24). El papel mediador del segundas las que remiten a la formación
lenguaje y la elaboración de un concepto del compromiso hermenéutico de Ricoeur
de motivación que vaya más allá de la opo- de modo general. En el primer caso se
sición de causa y motivo se convierten en encuentra la analogía entre lenguaje y
hitos fundamentales de este período, favo- acción, que a su vez encontramos en dos
reciendo la articulación (parcialmente ini- formas: la textual y la semiótica (v., el epí-
ciada ya en los trabajos sobre Freud y en grafe siguiente). Cabe distinguir en esta
el artículo de 1967) de la fenomenología categoría influencias heterogéneas, así, en
con el psicoanálisis, con la filosofía ana- lo que afecta a la consideración de la
lítica y, a más distancia, con la hermenéu- acción como texto no debe ser ajena la
tica. Además, las cuestiones que afectan inspiración del pensamiento de J. Nabert lO ,
a las relaciones con la ética y con las cien- mientras que algunos de los rasgos del aná-
cias humanas, son explícitamente temati- lisis de la acción en la estela de Wittgens-
zadas (en el mismo sentido, v. "The Pro- tein y Austin son utilizados por el autor
blem of the Will and Philosophical Dis" en beneficio de sus propias expectativas.
course"9). El examen de la presencia de la acción
en la filosofía hermenéutica de Ricoeur
debe nutrirse también de otra manera de
Hacia una hermenéutica de la acción conectar lenguaje y acción: la relación refe-
rencial constituida por la función mimética
A partir de este momento (inicio de los de la narración, la acción como referencia
años 70) la investigación de Ricoeur sobre de la narración.
la acción se interna definitivamente en la
Por su parte, el índice de la reorien"
hermenéutica, sirviendo a diferentes obje-
tación hermenéutica en el modo general
tivos, entre los que destacan el tradicional
se sitúa preponderantemente en Finitud y
problema hermenéutico de la dualidad
Culpabilidad, al enfrentarse al descifra-
explicar/comprender y la elucidación de las
relaciones entre tiempo y narración Gunto miento del sentido indirecto del lenguaje
a otras reflexiones de índole ético- políti" simbólico. Aún en la perspectiva general
ca). Al mismo tiempo que el autor avanza ha de ser entendida la controversia que
en estos terrenos se va produciendo una Ricoeur mantuVo con el estructuralismo
relación dialectica con respecto a los y que recordaremos más abajo; tanto los
núcleos fundamentales de su concepción lás tesis sobre la dicotomía explicar/com-
de la acción. Sus anteriores conclusiones prender, como la actitud de Ricoeur ante
sobre la motivación, sobre la conexión el problema de la referencia germinan en
agente/acción, sobre la estructura esa discusión. Entre ambos tipos de fuentes
acción/pasión o, en otro plano, sobre las (aunque más próximos al último) pueden
funciones del lenguaje y de la interpreta- ser ubicados los trabajos sobre Freud ya
ción en una filosofía de la acción, contri- mencionados.
¡buyen al desarrollo de las nuevas explo- Como organizador de los trayectos a
raciones, pero a la VeZ son reelaboradas través de las indagaciones sobre explica-
en los nuevos contextos recibiendo de ellos ción y comprensión, y sobre acción y narra-
otros impulsos. ción, utilizaremos una fórmula ofrecida
Las fUentes que alimentan la inflexión por el propio Ricoeur en un artículo reco-
hermenéutica de la investigación sobre la gido en Du texte a l'action: la de la doble

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NOTAS Y DISCUSIONES

tarea de la hermenéutica. Aunque inicial-


mente la tarea es definida en relación con Explicación y Comprensión
el texto trataré de justificar su extensión
a la acción. La duplicidad de la tarea se Siguiendo el hilo de la primera tarea
corresponde con la distinción entre sentido encontramos una serie de escritos bien
y referencia, así la primera tarea consistirá representados en la selección de Du texte
en "reconstruir la dinámica interna del tex- ¿ J'action, entre estos ocupa un lugar cen-
to", y la segunda en "restituir la capacidad tral el artículo "Le modele du texte: l'ac-
de la obra para proyectarse al exterior en tion sensée considerée comme un texte"12.
la representación de un mundo que yo La utilización del texto como paradigma
podría habitar" 11. A la primera vincula para la acción abre la posibilidad de con"
Ricoeur, explícitamente, sus análisis sobre siderar la interpretación del texto como
comprensión y explicación, que son situa- modelo para la interpretación de la acción,
dos en un plano preponderantemente epis- y constituye uno de los pilares sobre los
temológico, y a la segunda sus análisis que se sustenta la posibilidad de una her-
sobre la referencia (tanto en la metáfora menéutica de la acción (en cuyo marco se
como en la narración), que son colocados situarían las ciencias humanas).
en el horizonte de la ontología hermenéu- Ricoeur ya se había ocupado de la dua-
tica. El antecedente de ambas tareas puede lidad explicar/comprender al final de El
ser reconocido en el debate que el autor discurso de la acción, poniendo la concep-
sostuvo con el estructuralismo durante los ción de G. H. Van Wright al servicio de
años 60, reflejado en gran medida en Le la superación de la oposición entre causa
conf]it des interprétations. y motivo, esa superación se prolonga ahora
en el proyecto de una dialéctica entre expli"
Veamos ahora cómo se justifica la apli-
car y comprender.
cación de la doble tarea al plano de la
acción. Por una parte, el desplazamiento El mismo año que aparece la edición
original francesa de El discurso de la
del problema explicar/comprender desde
acción, 1977, se publica "La structure
el ámbito del texto al de la acción es llevado
symbolique de l'action"13, un artículo que
a cabo por Ricoeur mediante la analogía
resulta bastante útil para aclarar algunos
entre texto y acción. Pero la cuestión de
puntos relacionados con la hermenéutica
la referencia es más compleja, ya que la de la acción, en especial la analogía entre
acción es introducida como referencia de texto (lenguaje) y acción según un criterio
cierto tipo de textos (fundamentalmente semiótjGo 14 . Este trabajo también sirve
los narrativos). Por tanto, no cabe aquí una para hilvanar aún más la transición hacia
transposición directa como en el caso de la segunda de las tareas de la hermenéutica
la primera tarea: no podemos simplemente (la que afecta a la capacidad del texto para
pasar de hablar de referencia del texto a proyectarse fuera de sí mismo) al abordar
hablar de referencia de la acción, sino que, en el contexto de la mediación simbólica
en primer lugar, la acción aparece ella mis- de la acción, tanto el problema de la inter-
ma como referencia (esta relación referen- pretación de esta acción, como el de la
cial erltre texto y acción se concretará en referencia de la narración. La posibilidad
la noción de triple mimesis). Sólo después de forjar ficciones de carácter heurístico
de establecer la analogía texto/acción en depende, precisamente, de la capacidad de
el ámbito de la primera tarea se podrá alu- la narración para redefinir la acción, y ésta,
dir a una referencia de la acción simétrica a su vez, se encuadra dentro de la relación
a la del texto. referencial que se establece entre el texto

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NOTAS Y DISCUSIONES

y la acción. La concepción de la referencia centrándose sobre todo en su dimensión


en términos de redescripción proviene de temporal. Nuestro interés debe focalizarse
La Metáfora viva, y es un antecedente aquí sobre tres planos: (1) el papel fun"
directo de la noción de refiguración, que damental de la praxis en la réplica poética
ocupará un lugar fundamental en Tiempo a las aporías de la fenomenología de la
y Narraciód 5• temporalidad, y la propuesta de la noción,
eminentemente práctica, de iniciativa, (2)
la refiguración ejercida sobre el mundo del
La refiguración de la acción lector, y (3) la aproximación a una her-
menéutica de la conciencia histórica, que
El desarrollo de la segunda tarea va a supo- afianza algunos de los rasgos que carac-
ner el paso desde la noción de referencia terizan la manera en que Ricoeur concibe
a la noción de refiguración a través de la la acción.
estructura de la triple mimesis antes men- A pesar de que la distinción de una
cionada. La noción aristotélica de mÍmesis doble tarea de la hermenéutica muestra
como representación de la acción es some- unos contornos bastante nítidos en su pro-
tida a una expansión que revela tres yecto, la separación entre las dos tareas
momentos de la relación entre acción y no es, en la práctica, completa. Por ejem-
narración: el de la prefiguración (míme- plo, la referencia ocupa un lugar impor-
sis-1), el de la configuración (mímesis-II) tante también en la primera tarea, donde
y el de la refiguración (mímesis-III), de el autor llega a hablar, como ya mencioné,
manera tal que "la configuración textual de referencia de la acción misma. Por otro
media entre la prefiguración del campo lado, el fenómeno de la interpretación ten-
práctico y su refiguración por la recepción derá un profundo puente entre ambas
de la obra" (Tiempo y narración I, 118). tareas en virtud de su conexión con la
La formulación de la referencia en térmi- noción de comprensión, de un lado, y con
nos de refiguración no sólo supone un cam- la noción de refiguración, de otro. Al mis-
bio de vocabulario, sino que implica la mo tiempo que la cuestión de la referencia
subordinación de los aspectos epistemo- supone la implicación de aspectos onto-
lógicos a la dimensión hermenéutica. lógicos en la primera tarea, es posible
En nuestra lectura de la obra de Ricoeur advertir en la segunda la presencia, aunque
al hilo de las evoluciones de su concepción subordinada, de aspectos epistemológicos.
de la acción observaremos cómo en la
El concepto de identidad narrativa, que
noción de mÍmesis son reelaborados en un
surge en Tiempo y Narración como un efec"
nuevo contexto una serie de elementos
to de la refiguración, puede ser tomado
desarrollados anteriormente. Este es el
como guía de la siguiente transición, en
caso del aspecto simbólico de la acción,
de la propia red conceptual de la acción esta senda brevemente esbozada, por su
y de la manifestación de la capacidad del contribución al reto suscitado por la pre-
texto para ir más allá de sí mismo mediante gunta sobre el quién de la acción.
la incidencia de la narración en el mundo
de la acción; junto a ellos aparecen ahora
¡ los rasgos temporales de la acción. La filosofía de la acción como
La cuarta parte de Tiempo y Narración reapropiación de sí
(volumen III) gravita en torno al tercer
momento de la mÍmesis: la refiguración y llegamos, finalmente, a SÍ mismo como
que la narración ejerce sobre el orden de otro, cuya unidad temática (en un sentido
la acción, analógico) la proporciona el actuar huma-

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NOTAS Y DISCUSIONES

no. En esta obra se recogen materiales continúa en SímÍsmo como otro sobre todo
anteriormente desarrollados a partir de las con respecto a la relación agente/acción
aproximación fenomenológica y de su con- y a la estructura acción/pasión; también la
tacto con la filosofía (analítica) de la oposición entre causa y motivo, con la dis-
acción, así como los derivados del paso por tinción paralela entre movimiento y acción,
la doble tarea hermenéutica. Pero estas se complica con nuevos argumentos, como
aportaciones, son una vez más objeto de los de D. Davidson. Lo mismo cabe decir
una organización conjunta enriquecida con de las cuestiones que afectan al estatuto
nuevas perspectivas, la reflexión sobre la epistemológico de una filosofía de la
acción contenida en Sí mÍsmo como otro acción, entre las que destaca la articulación
puede ser entendida como un auténtico del discurso descriptivo con el prescriptivo.
detour en la vía larga de la autocompren- y todo ello bajo el signo de la pregunta
sión. Desde el punto de vista de la secuen- ¿quÍén?, cuya respuesta apunta a una con-
cia de los diferentes estudios la obra supo- cepción hermenéutica del sujeto (o más
ne una extensión y una concreción pro" exactamente a la transformación herme-
gresivas de la noción de acción; a su vez, néutica de la vieja noción de sujeto): al
esta secuencia se estructura en cuatro par- "sí-mismo", al soL
tes que se corresponden con la descom"
posición de la pregunta ¿quÍéníA6 en otros
tantos interrogantes: ¿quién habla?, 11. IDENTIFICACIÓN DE UNA
¿quién actúa?, ¿quién se cuenta -o se FILOSOFÍA DE LA ACCIÓN EN P.
narra-?, y ¿quién es el sujeto moral de RICOEUR
imputación? La incorporación de la
dimensión ética se produce también en 1. Sobre la exÍstenCÍa de una filosofía de
otro principio organizador: el ritmo ter- la aCCÍón
nario descrÍbk, relatar, prescrÍbk, en el cual
podemos apreciar la relación entre teoría 1.1. Autonomía y contornos
de la acción, teoría narrativa y teoría éti-
co-política que ya había sido indicada en Por lo que afecta a la distinción entre
Du texte a l'actÍon. Aunque este principio filosofía de la acción y ética, podemos
ternario responde a la distribución de los encontrar diferentes ocasiones, algunas ya
estudios que componen la obra (con excep- se han señalado, en las que Ricoeur dis-
ción del último), puede ser leído en cual- tingue entre ciertas aproximaciones filo-
quier otro orden: en realidad ninguna de sóficas a la acción y un plano ético; incluso
las tres aproximaciones es, según Ricoeur, existe,.. al menos, una distinción expresa
primera en todos los sentidos. entre filosofía de la acción y ética en El
A la organización ternaria (descríbk, dÍscurso de la aCCÍón17 • Por otro lado, nues-
relatar, prescrÍbk) hay que añadir la pers- tro autor ha buscado, también en varios
pectiva ontológica aportada por el estudio lugares, la articulación entre un discurso
final, pero también en él el actuar humano descriptivo, analítico, o científico-inter"
ocupa un lugar privilegiado, entendido pretativo, de la acción y un discurso ético
como ;'un modo de ser fundamental " al que (que, en ocasiones, incorpora la dimensión
el autor se acerca mediante una estructura política), o en términos generales, entre
que reproduce una constante procedente descripción y prescripción. Esto es lo
de los análisis de Le volontake et l'invo- importante: la constatación, tanto de la
lontake: la estructura acción/pasión. diferencia entre los dos tipos de discurso,
La reelaboración de los materiales pre- como de los intentos de articulación de
cedentes, a los que he aludido más arriba, ambos planos. En principio, el uso de la

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NOTAS Y DISCUSIONES

expresión filosofía de la acción en un sen- de la Voluntad expresado en Le volontaire


tido específico restringido parece estar jus- et l'ínvolontaire).
tificado, si bien nada impide que, siempre Trataré esta cuestión en dos fases. En
que se distinga claramente uno de otro, la primera fase señalo cómo distintas
se pueda utilizar en un sentido amplio que aproximaciones al mundo de la acción van
albergue también su pensamiento ético (y integrándose progresivamente en una fór-
probablemente, sus aportaciones a la filo- mula característicamente ricoeuriana
sofia política y del derecho). Por un lado, (aunque no exclusiva). En la segunda,
la diferencia (tematizada o simplemente plantearé el problema desde la perspectiva
de hecho) entre los dos tipos de aproxi- de la polisemia de la acción, considerando
maciones o discursos justifica que poda" el uso del concepto de acción.
mas hablar de una filosofía de la acción
diversa de la ética en Ricoeur, por otro 1.2.1. La formación de la filosofía de la
lado, la continuidad entre ambas, y la for- acción como integración de distintos estratos
ma en que la segunda se sostiene sobre
Hemos apuntado cómo se pueden
la primera, autorizarían a hablar de una
seguir las evoluciones de una filosofía de
filosofía de la acción que incluyera el con-
la acción en Ricoeur partiendo de Le
junto de las ideas de Ricoeur sobre la
volontaire et l'ínvolontaire, donde tal deno-
acción en su totalidad l8 . En el primer caso
minación no se reduce a la teoría de la
(filosofía de la acción en sentido restrin-
acción desarrollada en la segunda parte
gido) , la acción es afrontada en un plano,
del libro, sino que, según el criterio de la
frecuentemente antropológico y epistemo-
red conceptual de la acción, abarca el con-
lógico (a veces ontológico), en el que aún
junto de la obra. En esta primera fase esa
no ha sido cualificada ética, política o jurí"
filosofía de la acción se caracteriza, desde
dicamente. Como se desprende de lo ya
el punto de vista metodológico, por res-
dicho el uso relevante para nosotros es el
ponder al modelo de la descripción feno-
restringido, que es el que pretendo elu-
menológica y por hacer abstracción de la
cidar aquí.
dimensión ética. El estrato fenomenoló"
1.2. CohesÍÓn y diversidad gico ha contribuido a la filosofía de la
acción de Ricoeur con algunos de sus ele-
La noción de una filosofía de la acción mentos fundamentales: la estructura
plantea también la cuestión de la disper- acción/pasión (no hay actividad sin pasi-
sión y la heterogeneidad de las investiga- vidad), la noción de poder (y su vinculación
ciones de Ricoeur en torno a la acción. .Silo posible), la doble valencia del cuerpo
En este punto lo que interesa es deter- como cuerpo propio o cuerpo- objeto, la
minar el grado de heterogeneidad, dilu- fidelidad (progresivamente matizada) a la
cidar si esa heterogeneidad es asumida en perspectiva de la primera persona, es decir,
una evolución coherente, o si existen ele- del agente, etc.
mentos comunes a las distintos acerca" La transformación de esta primera fór-
mientas a la acción {en el sentido restrin" mula (la de Le volontaire et l'ínvolontaire) 19
.gido) , y en tal caso saber cuales son y cuál contiene dos vectores, uno directo y otro
'es su relevancia. En cualquier caso, la indirecto, el primero es el que conduce,
noción de filosofía de la acción nunca pue- a través del encuentro con la filosofía ana~
de ser atribuida al filósofo francés en un lítica, a la noción propuesta en el Curso
modo sistemático (contrastando, desde de 1970- 71 sobre la semántica de la acción
esta perspectiva, con el proyecto - y sólo (posteriormente recogida en El discurso de
en tanto que proyecto- de una Filosofía la acción). Ese es el lugar por excelencia

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NOTAS YDISCUSIONES

de la tematización del concepto de filosofía Tenemos así una acumulación de estra-


de la acción en Ricoeur, donde, en prin- tos que, lejos de yuxtaponerse, interactúan
cipio, se limita al discurso analítico/des- positiva y dinámicamente. Este proceso va
criptivo de la acción surgido del encuentro conformando una filosofía de la acción que
de la fenomenología con el análisis del len- se caracteriza por la conjugación de feno-
guaje. El estrato analítico incorpora la menología, análisis lingüístico y hermenéu-
mediación del lenguaje como modo de tica (con sus diversas conexiones con las
escapar al cortocÍreuíto de la autoconcien- ciencias humanas y con la teoría narrativa) .
cia fenomenológica, Ricoeur propone De esta manera comenzamos a responder,
acceder a la fenomenología a través del desde un punto de vista metodológico y
análisis lingüístico porque ese punto de epistemológico, a la pregunta por la natu-
partida tiene la ventaja de no poner inme- raleza de una eventual filosofía de la acción
diatamente en juego la intuición privada en Ricoeur. La afírmación del propio autor
sino el enunciado público de la acción. En de que la teoría de la acción necesita para
esta formulación la filosofía de la acción asegurar su autonomía una "nueva alianza
se distingue tanto de la ética como de las entre la tradición analítica y la tradición
ciencias de la acción, pero implícitamente fenomenológica y hermenéutica" (SÍ mis-
su alcance va más allá y considero que pue- mo como otro, 106) debería ser interpre-
de ser ampliado hasta abarcar no sólo un tada a la luz de esta conclusión. La arti c

discurso sobre la acción, sino también un culación de las tres tradiciones no sólo se
discurso (de segundo grado) sobre el dis- produce en SÍ mismo como otro, sino que
curso de la acción, es decir, hasta incluir se halla en El discurso de la acción (aunque
las reflexiones y teorías en las que el dis- de forma incipiente en lo que respecta a
curso (filosofía de la acción) no se ocupa la hermenéutica), en "La structure symbo-
directamente de la acción, sino que se diri- lique de raction", y más claramente en dis-
ge a sí mismo paFa analizar sus relaciones tintos artículos de Du texte araetion, espe-
con la ética y con las ciencias humanas. cialmente en la segunda parte, como en
La filosofía de la acción es, entonces, tam- los que se dirime la distinción entre causa
bién una filosofía sobre el discurso, o los y motivo, y su correspondencia con la dua-
discursos, de la acción (v. El discurso de lidad explicar/comprender, o en el dedi"
la acción, capítulos 1y V) . cado a la noción de iniciativa, que converge
El segundo vector de la transformación con algunos análisis de Tiempo y Narración
pasa por el "giro hermenéutico" del pen- (v., capítulo 7 del tercer volumen). La ela-
samiento de Ricoeur, y presenta, a su vez, boración de este último concepto consti-
dos facetas, aunque ambas comparten tuye Uf/O de los paradigmas de la combi-
como rasgo sobresaliente la presencia del nación de recursos fenomenológicos, ana-
texto. Una, que tiene su eje en la discusión líticos, y hermenéuticos en la meditación
sobre la explicación y la comprensión de ricoeuriana sobre la acción2o • También
la acción, es la que incorpora distintas resulta ejemplar la constitución de la
reflexiones y propuestas en torno a las mÍmesis, especialmente de mÍmesis- 1 (mo-
ciencias humanas utilizando como modelo mento de la prefiguración de la acción),
la hermenéutica textual. La otra es la que en el capítulo III de Tiempo y Narración
pone len juego las relaciones entre acción
I
y narración, atravesando la trilogía Tiempo
y Narración sobre la base de su conexión 1.2.2. La po]jsemia de la acción
mimética. A grandes rasgos estas dos face-
tas coinciden con las dos tareas de la her- La discusión acerca de la unidadlhete-
menéutica señaladas más arriba. rogeneidad de las distintas aproximaciones

ISEGORfA/22 (2000) 215


NOTAS y DISCUSIONES

de Ricoeur al tema de la acción debe pasar cado entra en la obra de Ricoeur funda-
también por la consideración de los dife- mentalmente a partir del curso de 1970- 71
rentes usos del término "acción" a lo largo sobre la semántica de la acción, pero será
de su obra. Realmente hay una polisemia usado sin distinguirlo de otros hasta SÍ mis-
de hecho antes de que el autor reflexione mo como otro (v., especialmente, op. cit.,
explícitamente sobre ella. A partir del uso 152- 166). Este concepto se puede carac-
que Ricoeur hace del término podemos terizar por su dependencia del análisis lin-
distinguir, fundamentalmente, tres con- güístico (y más ampliamente de la concep-
ceptos de acción, a los que posteriormente ción analítica de la filosofía), por limitarse
añadiremos el de Max Weber: a segmentos de acción expresados en frases
(A) En primer lugar, el determinado de acción, y por abstraer tales segmentos
por las nociones de moción voluntaria y de su contexto social. Además, la distinción
pragma. El término pragma designa el entre acción y acontecimiento, y entre
correlato intencional del actuar, lo que es motivo y causa, contribuye, junto a la idea
hecho, y no sólo comprende un conjunto de la red conceptual de la acción, a ftiar
de movimientos, sino también un conjunto el presente significado.
de relaciones efectuadas al actuar. En el El problema surge cuando el autor mez"
contexto fenomenológico en el que cla este uso con otros, por ejemplo, en
comienza a desarrollarse el proyecto de MÍmesis- 1 podemos presumir que el con-
una filosofía de la voluntad, la acción apa" cepto de acción utilizado para presentar
rece estrechamente ligada al concepto los rasgos estructurales de la acción es el
práctico de poder (poder-hacer) y es, fun- de la Teoría de la acción, puesto que
damentalmente, entendida como movi- emplea su vocabulario y sus recursos (v.
miento corporal voluntario que produce Tiempo y NarraCÍón 1, 120- 123), sin embar-
cambios en el mundo (v. Le volontaire et go, el concepto de acción en el que se basa
l'involontaire, 193-197). Este es el signi- la propia noción de mÍmesis, como instru-
ficado predominante en Le volontaire et mento privilegiado para afrontar la rela-
l'involontaire, aunque también podemos ción entre acción y narración, es un con-
encontrar otros usos secundarios o subor- ceptoexplícitamente vinculado al signifi-
dinados, como ocurre cuando la motiva- cado de la "praxis" en Aristóteles (queda
ción y el pensamiento son contemplados claro en los capítulos II y III de Tiempo
bajo el modelo de la acción: el concepto y NarraCÍón 1, v., por ejemplo, 83- 94). La
de acción se extiende, entonces, más allá polisemia latente en estos usos puede con-
del estricto movimiento corporal efectivo, fundir al lector e introduce en la argumen-
o cuando se utilizan expresiones como "ac- .tación un factor de imprecisión conceptual.
ción involuntaria". Por otra parte, el autor (C) Este último significado (el relacio-
emplea, a veces, de forma intercambiable nado con la noción de mÍmesis) es el que
vocablos como "acción", "acto", "conduc- ahora deseo subrayar, un significado que
ta", "comportamiento", e incluso en algu- acompaña toda la reflexión del autor sobre
na ocasión utiliza los términos "acción" y las relaciones entre acción y narración.
"acontecimiento" como sinónimos (v. Le Uno de los usos más desconcertantes del
¡volontaire et l'involontaire, 191). concepto de acción se encuentra a pro-
(B) El segundo concepto de acción es pósito de tales relaciones, cuando el arco
el de la Teoría de la acción (la corriente prefiguración/configuración/refiguración
surgida en el contexto de la filosofía ana- es introducido para expresar la relación
lítica), especialmente en la versión repre- entre acción y narración, designada por la
sentada por E. Anscombe 21 . Este signifi- noción de triple mÍmesis. Encontramos que

216 ISEGORfA/22 (2000)


NOTAS y DISCUSIONES

el lugar final del proceso, el objeto de la Reflection and Imagination, 432 22). Pode-
refiguración, es ocupado por distintos tér- mos observar aquí cómo se establece una
minos en distintas ocasiones, la narración relación esencial entre la acción (enten-
refigura la acción, pero también refigura dida como mezcla de actividad y pasivi-
el tiempo, y en otro momento refigura el dad), la vida, y aquello que es prefigurado
mundo del lector, y por si no era suficiente y refigurado por la mÍmesis.
refigura (sobre todo en SÍ mismo como Pero ya iniciada esta indagación, la
otro) la vida. Aunque Ricoeur no se preo- noción de refiguración nos impulsa a seguir
cupa por justificar estas variaciones ter- cuestionándonos sobre el significado de
minológicas ha diseminado datos suficien- esa "textura de la vida", y sobre la natu-
tes para comprender, en una primera raleza de esa vida que no se reduce a un
aproximación, al menos el uso de los tres mero fenómeno biológico (la vida sólo deja
primeros elementos: por una parte, el de serlo si es interpretada - ibíd.-). Pues
tiempo es en Tiempo y Narración la dimen- bien, hemos visto que la idea de refigu-
sión fundamental del mundo de la acción, ración surgió de la evolución del concepto
por otra, ambos, tiempo y acción, son refi- de referencia del texto literario que
gurados a través de la lectura. Si bien el comenzó a forjarse en La metáforavíva.
problema dista de estar completamente Esta referencia propia de la literatura nos
resuelto en cuanto a la sustitución de la muestra su cariz ontológico al establecer
acción por el tiempo y por el mundo del una relación entre el texto y la realidad
lector como destinos de la refiguración, no extralingüística, pero ¿en qué consiste esta
resulta, así, tan apremiante como el que realidad que es el mundo de la referencia
plantea la distancia entre decir "acción" literaria? No es el mundo de la referencia
y decir "vida". del lenguaje descriptivo o científico, sino
La primera hipótesis para explicar este que se sitúa en el mismo plano que las
uso del vocabulario nos lleva necesaria~ nociones de mundo de la vida (Husserl)
mente a suponer que para Ricoeur existe yser-en.e1-mundo (Heidegger). Cuando la
algún tipo de imbricación semántica entre ficción regresa al mundo en términos de
las expresiones mencionadas, y que el con- refiguración, y ese mundo al que regresa
cepto de acción no puede tener el limitado es el mundo del lector, y a través de éste
alcance que tenía en los dos casos ante- refigura la textura (acción/pasión) de la
riores (A) y (B). Si el mundo sobre el que vida, la vida, la acción, el mundo, comien-
opera la refiguración es el mundo del lec- zan a formar el índice de una concepción
tor, es legítimo deducir de la utilización de la r~l,didad como mundo de la acción,
de estos términos por parte de Ricoeur en la cual el concepto de acción alcanza
que, en algún sentido, tal mundo es la vida, una significación ontológica. En una revi-
y que la vida es fundamentalmente enten- sión global del conjunto de su obra Ricoeur
dida por el autor desde la óptima de la ha vuelto a asumir que los enunciados
acción. Esta conclusión se confirma y se metafóricos y narrativos tienden a refigu-
precisa en una de las contadísimas oca- rar lo real por mediación de la lectura,
siones ~n las que Ricoeur menciona esta y que tal refiguración constituye "una acti~
cuesti6n, al afirmar que la mezcla del hacer va reorganización de HU es tro
y el padecer (designada por la estructura ser- en- el- mundo" (Autobiografía intelec-
acción/pasión) constituye "la verdadera tual, 76) 23. En esa misma obra encontramos
textura de la vida", a la cual se dirige la una afirmación que, en conexión con la
mÍmesis de la ficción (v. "Life: A Story in anterior, nos permite afianzar lo que nues-
Search of a Narrator", A Ricoeur Reader: tra exploración del concepto de acción en

ISEGORfA/22 (2000) 217


NOTAS Y DISCUSIONES

la terminología de la refiguración nos suge, Aunque es posible comprender el trán,


ría: "el actuar constituye, en una filosofía sito de la acción a los fenómenos sociales
aprehendida cada vez más como filosofía acudiendo al encuentro de las concepcio-
práctica, el nudo de lo que, en la ontología nes sociológicas (Weber), antropológicas
heideggeriana y post-heideggeriana, es lla- (Geertz) y analíticas de la acción en "La
mado ser-en-el-mundo, o, de manera más structure syrnbolique de l'action"25,' no
aprehensiva, acto de habitar (habiter)24" encontraremos una tematización explícita
(AutobiografÍa intelectual, 62- 63). satisfactoria hasta SÍ mismo como otro:
Creo que ahora podemos apreciar pienso, en primer lugar, en el proceso de
mejor este tercer concepto de acción, y expansión del campo práctico que parte
resulta más fácil entender la inestabilidad de la noción de acción en la Teoría de
que nos sorprendió en el vocabulario de la acción y conduce hasta un concepto tan
la refiguración yde la mÍmesis. amplio como el del tipo (C), más arriba
Al análisis de los tres conceptos de considerado (próximo a la "praxis" aris-
acción que acabamos de realizar hay que totélica y desarrollado a partir de la con-
añadir algunas precisiones para completar, cepción de la unidad narrativa de la vida
al menos en sus rasgos fundamentales, de A. MacIntyre). En este proceso, la defi-
nuestras conclusiones sobre los distintos nición de acción social de Weber se incor-
usos del término en Ricoeur. pora con soltura, en el nivel de las prácticas,
Por su propia riqueza y complejidad, y a la expansión aplicada al concepto de la
quizás por un uso no lo suficientemente Teoría de la acción (v. SÍ mismo como otro,
cuidado, el concepto de acción suscita tam- 152- 166).
bién otros problemas. Un caso digno de Por otra parte, los diferentes estudios
ser considerado es aquel en el que el mode- de SÍ mismo como otro responden a un
lo de la dialéctica entre explicación y com- planteamiento fragmentario que es miti-
prensión, mediante la cual el autor pre- gado por tener al actuar humano como
tende superar los planteamientos dicotó- unidad temática. Ricoeur hace correspon-
micos, es aplicado a los fenómenos socia- der este carácter fragmentario con el fenó-
les. En el conjunto de la argumentación meno de la polisemia de la acción, pre-
aparecen, al menos, tres versiones del con- sentando la unidad temática como una uni-
cepto de acción, una de ellas es la de Max dad "solamente analógica entre las múl-
Weber, presentada como vehículo para tiples acepciones del término actuar' (op.
aplicar el paradigma del texto a la acción, cit., XXXIII). En este contexto, el autor
en tanto que objeto de las ciencias huma- yiene a distinguir varios sentidos del actuar
nas (v. Du texte ¿ raction, 190). Sin embar- .'humano que pueden ser organizados en
go, la noción weberiana de acción no acaba función del trío describir/narrar/prescribir,
de mantenerse pacíficamente en ese con- cuyo orden únicamente tiene una función
texto, como lo muestra la introducción didáctica tendente a guiar al lector "en la
poco convincente de los fenómenos socia- travesía de la polisemia del actuar" (ibíd,),
les en la dialéctica explicar/comprender (v., Desde este punto de vista, dos de los con"
op. cit., 205- 211). Lo que falta en la argu- ceptos de acción que examinamos más arri-
mentación de Ricoeur es precisamente la ba, (A) y (B), caerían dentro del primer
transición desde la mera acción a los fenó- elemento de la tríada: describir, mientras
menos sociales: sin esa justificación la intro- que el concepto (e) pertenecería, ahora,
ducción de tales fenómenos en la dialéctica al segundo elemento: narrar. Quedaría,
explicar/comprender resulta más bien for- por tanto, un tercer sentido, el del pres-
zada. cribir, que también formaría parte de la

218 ISEGORIA/22 (2000)


NOTAS Y DISCUSIONES

polisemia de la acción. Este último sentido la acción humana. En mi opinión, la clave


define el marco de la esfera ético-política de la constitución de la filosofía de la
que nosotros hemos dejado fuera o, más acción en Ricoeur es precisamente el juego
precisamente, en las lindes de nuestra entre la diversidad representada por la
indagación. polisemia de la acción y la constancia pro-
En resumen, por un lado, las distintas porcionada por tales rasgos.
aproximaciones de Ricoeur al campo de
la acción humana, en el sentido restringido 2.1. Acción y pasión
que nos interesa, se integran en una evo- En Ricoeur no hay acción sin pasión
lución coherente que desemboca en la fór- (o receptividad, como se dice en Le volon-
mula de una filosofía de la acción mediante taire et l'involontaire), una no va sin la otra,
la articulación de fenomenología, análisis hasta el punto de que donde he hablado
lingüístico y hermenéutica. No se trata, cla- de filosofía de la acción podría haber
ro está, de una articulación completa o sis- dicho, quizás con más exactitud, filosofía
temática,sino de la utilización conjunta de la acción y de la pasión. Esta adherencia
de recursos y materiales procedentes de se halla explícitamente acentuada en las
tres tradiciones que no siempre son com- dos obras que constituyen los extremos del
patibles. Por otra parte, una polisemia de recorrido (la senda de la acción) propuesto
la acción, de hecho y de derecho, se cons- más arriba.
tituye en unos de los rasgos de esa filosofía La propia acción es el resultado de una
de la acción. Pero la fragmentariedad combinación de actividad y pasividad, pasi-
implicada por esta polisemia debe sercom- vidad que no sólo depende de circunstan-
plementada, no sólo con la ligazón ofrecida cias exteriores, sino que anida en el interior
por una unidad analógica como la propues- del sujeto, o mejor, del agente. La estruc-
ta en Sí mismo como otro, o con la orga- tura acción/pasión está presente en todas
nización conceptual ofrecida por la expan- las aproximaciones del autor al tema de
sión del concepto de acción y por la tríada la acción (aunque, en ocasiones, de modo
describir/narrar/prescribir, sino, sobre todo, implícito). Constantemente encontramos
con la permanencia profunda de ciertos la convicción de que la combinación de
elementos claves en el contenido de la con- actividad y pasividad determina la natu"
cepción básica de la acción en nuestro raleza del actuar humano. Esa misma com-
autor. Veamos, a continuación, cuales son binación delimita el ámbito de lo posible,
esos elementos. de la acción posible, para un sujeto hecho
de esa misma mezcla y confrontado a un
mundü§lue es, a su vez, límite y ocasión.
Pero la estructura acción/pasión nos revela
2. Tres constantes dinámicas también que el mundo, desde el punto de
vista práctico, es un mundo de agentes y
La concepción de la acción de Ricoeur pre- pacientes, toda acción es, en este sentido,
senta una serie de rasgos fundamentales interacción, y todos somos simultánea o
que, de una manera dinámica, permanecen alternativamente agentes y pacientes. El
a lo largo de toda su obra, aunque bajo poder, la violencia, y la justicia son figuras
diversás luces y alimentando distintos obje- de la interacción, pues mientras que las
tivos. Si, de un lado, la polisemia de la primeras designan relaciones asimétricas
acción es, en sus diferentes versiones, un en las que el paciente puede llegar a con-
hecho incontestable, de otro lado, cabe vertirse en víctima, la justicia trata de res-
determinar un núcleo, esencial y complejo, tablecer la igualdad entre agentes y pacien"
que señala un modo particular de entender tes 26 •

ISEGORIA/22 (2000) 219


NOTAS y DISCUSIONES

El pensamiento de Ricoeur sobre nues- tos sobre Freud, donde se afirma el fracaso
tra condición histórica también está guiado de la conciencia inmediata y la necesidad
por la estructura acción/pasión. La elabo- de una mediación/interpretación en la
ración de una hermenéutica de la concien- reflexión. A partir de ahí el autor utilizará
cia histórica es entendida como "una inter- expresiones como "cogito herido" o "men-
pretación de la relación que la narración tira de la conciencia" para referirse a ese
histórica y la narración de ficción mantie- fracaso, y la autocomprensión será siempre
nen, conjuntamente, con la pertenencia de entendida en términos hermenéuticos:
cada uno de nosotros, en tanto que agentes "No hay comprensión de sí que no sea
y pacientes, a la historia efectiva" (Temps mediatizada por signos, símbolos, y textos:
et récit JI!, 186) 27 la comprensión de sí coincide en última
instancia con la interpretación aplicada a
2.2. Acción y sujeto/agente estos términos mediadores", escribirá en
"La emergencia de la voluntad como un artículo de 1989 recogido en Du texte
problema filosófico expresa la progresiva ¿ l'action (op. cit., 29). Esta convicción con-
emergencia de la subjetividad como modo ducirá finalmente a la elaboración de una
de ser predominante", escribía Ricoeur en hermenéutica de sí- mismo (del SOl) en Si
1970 ("The Problem of the Will and Phi- mismo como otro; pero la comprensión de
losophical Discourse", 285). Esta es una sí también pasa por la comprensión y la
de las muchas formas en las que la sub- interpretación de la acción (que muestra,
jetividad aparece implicada en la red con- entonces, su dimensión simbólica), espe-
ceptual de la acción (a la que también per- cialmente cuando ese "sí" es concebido
tenece la voluntad). como agente.
Las relaciones entre la acción (ac- Cabe iluminar el problema de la causa
ción/pasión) y el sujeto dan lugar a otro y el motivo con éste mismo foco en tanto
de los núcleos más poderosos en el área que se trate de elucidar si el agente es
de pensamiento que fundamentalmente causa de sus acciones. La distinción entre
nos interesa de nuestro filósofo. En ella el acontecimiento y el mero movimiento
el sujeto es, sobre todo, entendido como físico, de un lado, y la acción humana, de
agente (agente/paciente), 10 que envuelve otro, añade otra faceta a la misma inves"
no pocas complicaciones, al establecer una tigación. Tal indagación termina también
urdimbre de ramificaciones que comuni- por conducir hacia la cuestión del deter-
can nociones como las de identidad (y por minismo, en tanto que la noción de causa
tanto, identidad narrativa), iniciativa, ha expresado con frecuencia en el pensa-
poder (poder- hacer), responsabilidad28 , rn1ento moderno las relaciones entre fenó-
causa y motivo, hasta entrar en la esfera menos naturales.
de la ontología, ya apuntada en la cita ante- Otro aspecto relevante en este punto
rior ("modo de ser" - mode of being- ), y es el suscitado por la noción de poder· ha-
cuya presencia más deliberada la hallare- cer. Se trata de un elemento decisivo en
mos en Sí mismo como otro. La consti- la concepción de la acción de Ricoeur, la
tución conceptual de todos estos elemen- afirmación de nuestro poder- hacer, de
tids reenvía al núcleo anterior ya que está nuestra capacidad para actuar, y la con"
regida por la estructura acción/pasión. ceptualización de este fenómeno han ocu-
La cuestión del sujeto genera, además, pado un lugar capital en muchas de las
una de las fuentes que introducen la meditaciones del autor sobre la acción,
. dimensión hermenéutica en la filosofía de pero aunque no fuera tematizado, ni explí-
la acción, especialmente a partir de los tex" citamente afirmado, su presencia (implí-

220 ISEGORfA/22 (2000)


NOTAS Y mSCUSIONES

cita o subyacente) es otra de las constantes tad según la esperanza": "Si se quiere
que debemos reconocer. Sus enlaces con expresar en términos psicológicos apropia-
el conjunto de la red conceptual de la dos la libertad según la esperanza. habrá
acción se hacen evidentes por lo que res- que hablar. con Kierkegaard, de la pasión
pecta al problema causa/motivo, ya que por lo posible. que retiene en su fórmula
una de las funciones de la noción de la marca de futuro que la promesa pone
poder-hacer es la de explicar la eficacia sobre la libertad" (Le conflit des interpré-
del agente en la realización de acciones tations, 398)32. El significado de la pasión
y la dependencia de tales acciones con res- por lo posible se hace patente por contraste
pecto a su agente (cuestiones estas que. con el primado de la necesidad en una "éti-
además. involucran el correlato de la pasi- ca del presente" que Ricoeur encuentra
vidad. ya que tal eficacia y tal dependencia en Parménides, en los estoicos. en Spinoza.
se ubican dentro de la estructura general y por otra parte. en el "amor fati" de
acción/pasión) . Nietzsche y en el principio de realidad de
Por otro lado. la idea de una cierta cons- Freud (v.. op. cit.. 398- 399). La pasión por
titución mutua del agente y su acción, lo posible que. por un lado. se encuentra
desarrollada en los estudios sobre la narra- en el polo opuesto de ese primado de la
ción. estaba ya en Le volontaire et l'invo- necesidad. está. por otro. alineada junto
10ntairfJ9. Junto a la estructura acción/pa- a la imaginación, a una imaginación crea-
sión. la conexión entre el agente y su acción dora que. psicológicamente. representa la
sirve también al autor como perspectiva fuente de lo posible (v.. op. cit., 399).
privilegiada para afrontar una concepción De esta concepción. que ya de partida
del sujeto. de alcance antropológico y no recoge las decisivas implicaciones que
ontológico. a partir de la pregunta por el tiene en Kierkegaard con respecto a la
quién de la acción: un sujeto capaz de angustia y a la desesperación. retendremos
entrelazar sus intenciones con los acon- su determinación con respecto al primado
tecimientos del mundo. un ser que per- de la necesidad y su vínculo con la ima~
tenece a la vez al régimen de la causalidad ginaciÓn. Por otro lado. haremos abstrac-
y al de la motivación. que debe ser com- ción de las connotaciones religiosas y lo
prendido pero también explicado. En otro circunscribiremos al campo de la acción.
plano. en el que deliberadamente nos entendiendo el tema de lo posible desde
hemos detenido, la noción de ese sujeto la perspectiva de la prioridad que en
capaz forma parte de una filosofía de la Ricoeur tiene lo práctico sobre lo teóri-
acción que proporciona las bases sobre las colrepwsentativo. Además. debemos tener
que elaborar una ética de la persona o un en cuénta otros usos que el autor hace del
argumento sobre el sujeto del derech0 3o. concepto de lo posible en el conjunto de
su obra. La nueva configuración de la
2.3. La pasión por lo posible31 pasión de lo posible a la que así accedemos
A pesar de que esta expresión es uti- designa el tercer núcleo de su filosofía de
lizada por el propio Ricoeur literalmente la acción.
propondré un contenido y un uso distintos Con la pasión porlo posible quiero aludir
de lo~ ofrecidos por el autor. Un uso y a una cuestión previa (en determinado sen-
un contenido distintos pero no incompa- tido) a la pregunta"¿qué hacer?", o si se
tibles. sino más bien complementarios. prefiere. a una versión específicamente éti-
Esta expresión. con la que explícitamen- ca de la misma como "¿qué debo hacer?".
te alude a Kierkegaard. aparece en A tal cuestión previa apunta otra clase de
Ricoeur como manifestación de "la liber- preguntas, preguntas del tipo "¿qué puedo

ISEGORIA/22 (2000) 221


NOTAS Y DISCUSIONES

hacer?", cuya respuesta implica despejar sujeto responsable. el tema de lo posible


otros interrogantes: por ejemplo, si es posi- nos da entonces la llave para entender las
ble hacer algo (en un sentido específica- otras dos constantes dinámicas: la estruc-
mente humano) y cómo es posible ese hacer tura acción/pasión y la conexión acción/a-
(e incluso. qué puedo querer). gente. Las indagaciones, una y otra vez
Este tipo de preguntas exploran en retomadas. sobre las nociones de causa y
Ricoeur la zona media, el "terreno inter- motivo. y sobre el concepto de poder (ca"
medio" en el que, en mi opinión, debe mo poder-hacer o poder activo), trabajan
moverse hoy la filosofía. Tal "terreno" es de manera destacada a favor de la pasión
intermedio con respecto a diferentes hitos por 10 posible. En términos semejantes cabe
o mojones: podríamos identificar como interpretar la articulación de lo voluntario
tales, por un lado la ambición de funda- con lo involuntario, la concepción del mun-
mentación última del cogito. y por otro, do como mundo de la acción o, por supues-
la crítica de Nietzsche, según aparecen des- to. la noción de iniciativa33 , pero aún hay
critas en el Prefacio de Sí mismo como otro aspecto que sirve al mismo impulso.
otro. Ricoeur. por su parte. prefiere situar- y que ya he mencionado más arriba: el de
se más allá de la alternativa cogito/anti- COe la imaginación creadora. La imaginación
gito (op. cit.. XXVIII-XXIX); en realidad, establece un nexo entre acción y ficción
ese "más allá" no es distinto de lo que que Ricoeur concibe bajo la idea de la ima"
pretendo designar con la expresión zona ginación como "función general de lo posi"
media. Otros de esos mojones extremos ble práctico" (Du texte ¿ J'action, 225)34.
serían. por ejemplo. el dogmatismo y el La perspectiva de lo posible expresa
escepticismo radical, la fundamentación también la doble valencia que la cuestión
última y la arbitrariedad. o los señalados de los límites tiene en la filosofía kantia-
por la tesis y la antítesis de la tercera anti" na 35 , en el sentido de que la afirmación
nomia kantiana. En Ricoeur la exploración de una capacidad va inevitablemente unida
recorre diferentes regiones. pero nosotros a la determinación de sus límites. En nues-
nos limitaremos a un sector de ese ámbito tro caso, esa capacidad sería la de actuar.
intermedio, el que más directamente con e
Capacidad que es designada precisamente
cierte a la acción: entre una libertad ideal por la noción de poder- hacer. capacidad
y la necesidad absoluta. entre la ausencia que, además, forma parte integrante de la
de motivos y la mera causalidad física. respuesta de Ricoeur al problema cau-
entre el poder de un sujeto completamente sa/motivo, y que manifiesta a la perfección
dueño de sí y de sus acciones, y la inca- la estructura acción/pasión del mundo de
pacidad de un sujeto aniquilado o exangüe. la"acción 36 • El ámbito de lo posible viene
entre las pretensiones de un Saber Abso- marcado por sus dos vertientes: una posi"
luto y la deriva del sin sentido. tiva, otra negativa. En el aspecto positivo
La búsqueda de lo posible se juega en lo posible indica apertura de horizontes.
ese "terreno intermedio", conjugando la exploración del espacio de lo inédito, en
acción y la pasión, la razón con el deseo, el aspecto negativo señala sus propios lími-
y desvelando la vinculación del agente con tes, los límites de lo posible. Gracias a este
sus acciones. Ahí se responde a preguntas doble valor la categoría de lo posible puede
del tipo "¿qué puedo hacer. si es que puedo conjugar las nociones de creación y de fini-
hacer algo. y cómo es posible ese hacer?". tud, que separadas y maximizadas (eleva"
Ciertamente "Querer no es crear" (Le das al rango de absolutos) determinan los
volontaire et J'involontaire, 456). pero puedo extremos de un territorio filosófico inter"
actuar, puedo intervenir. puedo ser un medio, de una zona media. que es el lugar

222 ISEGOR[A/22 (2000)


NOTAS Y DISCUSIONES

natural de lo posible. La estructura acción, posibilidades que son ensayadas y


acción/pasión es el índice analítico de una probadas en el mundo de la ficción. En
visión del mundo en la que la finitud y la imaginación tomamos la medida del "yo
la creación no se excluyen y en la que la puedo", e incluso ensayamos "maneras
apuesta por lo posible permite pensar tan" nuevas de ser en el mundo" (expresión con
to el sujeto capaz, del que hablábamos más la que ya se está apuntando a una signi-
arriba, como la posibilidad misma de la ficación ontológica) (v. Du texte ¿ l'action,
acción histórica en un contexto post-he- 220). Por otra parte, la innovación se hace
geliano. netamente práctica cuando es interpretada
Pero el tema de lo posible supera en desde la perspectiva de la iniciativa como
Ricoeur los contornos del cuadro que aca c
comienzo y como intervención en el curso
bo de esbozar, pues penetra en su con- de las cosas, así como en su conexión con
cepción de la imaginación y en sus explo- la nietzscheana fuerza del presentt?9.
raciones ontológicas y escatológicas37 •
Finalmente, la calidad referencial del
La dimensión creadora de la imagina-
lenguaje nos ofrece una figura ontológica
ción ha sido proyectada sobre la esfera de
la acción de varios modos. Así ocurre cuan- de lo posible a través de la relación entre
do la teoría de la imaginación centrada lenguaje poético (en un sentido amplio que
sobre la noción de innovación semántica incluye la narración) y realidad. La capa-
es extendida hasta la esfera práctica en cidad del lenguaje para crear y re- crear
"L'imagination dans le discours et dans nos permite ver las cosas en términos de
raction" (recogido en Du texte ¿ l'action, "potencialidades" en vez de en términos
213- 236). Este proceso es entendido por de "actualidades", y nos pone en contacto
el propio autor como un momento dentro con la dimensión no terminada (unfinis-
del desarrollo de una Poética de la Volun- hed) de la realidad, yen esta medida, abier c

tad (ibíd.) (que constituía la tercera fase, ta a lo posible (v. "Poetry and Possibility:
nunca escrita como ta¡38, de su proyectada An Interview with Paul Ricoeur", A
Filosofía de la Voluntad). La imaginación RicoeurReader: Reflection and Imagination,
descubre nuevas posibilidades para la 462)40.

NOTAS

I Philosophie de la volonté 1. Le volontaire et l'in- tramos Réflexion faite. Éd. Esprit. París. 1995. Le Juste
volontaire. Aubier. París, 1950 (será citado por el ori- Esprit. París. 1995, y Critique e/ conviction. Éd. Cal·
ginal francés ya que la traducción ha aparecido de mann· Levy. París. 1995. También se recogen algunos
forma fragmentaria y con escasa distribución). y artículos posteriores a Símismo como otro en: Kearney.
Soi· méme comme un autre, Seuíl, París. 1990 (Símismo R., (ed.. e introd.). Paul Ricoeur: The Hermeneutics
como otro. Siglo XXI. México D.F.. Madrid, 1996). ofAction, SAGE Publications. Londres. 1996.
Antes de la obra que tomamos como referencia inicial 2 La senda sugerida en estas páginas constituye una

aparecieron Karl Jaspers et la philosophie de l'existence versión esquemática de la recorrida en mi trabajo La


(en colab:oración con M. Dufrenne). Seuíl. Paris. 1947. Pasión por lo Posible. La polisemia de la acción en P.
y Gabriel Marcel et Karl Jaspers. Temps présent (ree. Ricoeur. Universidad de Cádiz, Cádiz. 1998 (libro
ditado por $euil). París, 1948. Después de Sí mismo electrónico) .
como otro se han publicado distintas colecciones de 3 V. El discurso de la accíón. Cátedra. Madrid. 1988.
artículos: Lec/ures 1. Autour du politique. Seuíl. París. 29 (tradUCción de "Le discours de raction". La séman·
1991, Lectures 2. La Contrée des philosophes. Seuíl. tique de l'action. D. Tiffeneau (dir.). C.N.RS.. Paris.
París. 1992. y Lec/ures 3. Aux frontieres de la philosophie. 1977. l· 137). Bajo esa cobertura se acogen conceptos
Seuíl. París. 1994. Entre los textos más recientes encon- como los de agente, motivo. proyecto. intención. etc.

ISEGORIA/22 (2000) 223


NOTAS y DISCUSIONES

Introducir ahora esta noción tiene la ventaja de que limitada la ontología de la desproporción no reaparece
nos permite comprender juntas, desde el principio, tan- como tal (v., por ejemplo, la noción de fragilidad uti-
to la voluntad como la acción. De hecho, nuestro autor lizada en "Fragility and responsability", Paul Ricoeur:
no distinguirá clara y expresamente entre una filosofía The Hermeneutics of Action; ed" por R. Kearney).
de la voluntad y una filosofía de la acción hasta sus 7 "Philosophy of Will and Action", The phenome.
últimas obras, y de forma marginal, lo que hay ini- naiogy of action, The Second Lexington Conference
cialmente es un desplazamiento terminológico, segu- on Pure and Applied Phenomenology, 1964, 7- 60.
ramente bajo la influencia del mundo filosófico angloa- Algunos de los artículos recogidos en Historia y Ver-
mericano. De esta manera, muchos conceptos que en dad (Encuentro, Madrid, 1990. Traducción de Histoire
Le volontaire et l'involontaire caen dentro de una filo- et Vérité, Seuil, París, 1955; 2' ed. 1964) contienen refe-
sofía de la voluntad, serán progresivamente contem- rencias a la acción humana, concretamente la segunda
plados desde la perspectiva de esa red conceptual de sección de la segunda parte de la obra se titula "Palabra
la acción antes mencionada. El desplazamiento ter- y Praxis". Pero es dificil encontrar allí algún antece-
minológico es, por supuesto, el reflejo de las evolu- dente directo de las relaciones entre lenguaje y acción
ciones de la meditación sobre la acción en Ricoeur, desarrolladas después, tanto en lo que se refiere a la
movimientos que siguen el camino que sucintamente utilización del texto como paradigma de la acción,
presento aquí, y que nos lleva desde el ambicioso pro- cuanto en lo que concierne a las nociones de mímesís
yectoexplícito de una fllosofía de la voluntad a una e interpretación de la acción, sí bíen ya aparecen la
fllosofía de la acción como discurso analítico-descrip-
capacidad del lenguaje - la palabra dubitatíva- para
tivo y, finalmente, a una reflexión sobre la praxis que
introducir "la dimensión de lo posible" (194), y la fun-
afirma la polisemia de la acción. A este respecto, la
ción creadora de la palabra poética. Lo posible se pre-
polisemia de la acción es ya un hecho en la práctica
senta en contraste con el "hay", con el hecho bruto,
del trabajo de Ricoeur antes de ser tematizada por
en cuya trama el "cuestíonamiento", la palabra dubi-
éste, provocando, en ocasiones, una cierta imprecisión
tatíva y crítica, introduce la dimensión de 10 posible.
terminológica o conceptuaL Retrospectivamente, al
Además de estas reflexiones, las más ínteresantes para
explicar su interés por la acción como un resurgimiento
nosotros son las que giran en torno a la palabra como
bajo otro nombre de un problema que fue su primer
modo de obrar en el artículo "Trabajo y palabra" (apa-
campo de investigación, la voluntad, Ricoeur ha seña-
recido en Esprit en 1953), por ejemplo cuando afirma
lado las siguientes diferencias entre acción y voluntad:
(I) la voluntad se define primero por su intención (el
"Significar un sentido es tambíén, de una forma muy
proyecto en el lenguaje de Le volontaire et l'involon- compleja, obrar" (191). Pero esta idea acaba siendo
taire) , y la acción por su realización. (2) la voluntad interpretada en los términos de Le volantaire et l'in-
puede ser solitaria, pero la acción no, ya que implica volontaire, y remitiendo, en definitiva, a los análisis
interacción e inserción en instituciones. "En este sen- sobre el proyecto: "toda significación designa un vacio
tido, acción -concluye el autor- dice más que voluntad" que el trabajo tendrá que cumplir, en el sentido con
(Autobiografía intelectual, 54). que se cumple un proyecto, un voto, un propósito".
~ En el psicoanálisis la explicación mediante causas
y más adelante: "Es por este vacío de significaciones
no es completamente separable de la explicación por que designan y no hacen, como la palabra articula y
intenciones y motivos, El deseo es, a la vez, causa y estructura la acción"; concluyendo: "El hombre que
motivo: "por su carácter de deseabilidad, puede ser habla pone un sentido; es su manera verbal de obrar"
llevado a un espacio de argumentación; como fuerza, (192).
8 V. Freud: una interpretación de la cultura, Siglo
pertenece a lo que Freud llamó las 'vicisitudes» de
las pulsiones" (El discurso de la acción, 109). XXI, Madrid, ¡985 - l' ed.. 1970- (traducción de De
5 Finitud y culpabilidad, Taurus, Madrid, 1969 (tra-
"l'interprétation, essai sur Freud, Seuil, París, 1965), Y
ducción de Philosophie de la volonté JI: Finitude et cul- los artículos recogidos en la segunda parte de Le conflit
pabilité 1. 1. 'homme faillible y Finitude et culpabilité 2. des interprétations, Seuil, París, 1969.
La symbolique du mal, Aubier, Paris, 1960). • "The Problem of the Will and Philosophical Dis-
6 Los temas de la desproporción y la falibilidad,
course", Patterns of Ihe Life-World. Editado por JM.
característicos de esta obra, ocupan incluso un lugar Edie, F.H. Parker y C.O. Schrag, Northwestern Uni-
relativamente aislado en el conjunto de la producción versity Press, Evanston (Illínois), 1970.
de Ricoeur, como él mismo ha reconocido. Únicamente 10 La intuición de la acción como texto tíene en

han sido retomados, y no bajo la misma forma que J Nabert uno de sus antecedentes, contribuyendo a
tenían en Finitudy culpabilidad" en algunas de sus con- pensar la acción en el seno de una reflexión herme-
tribuciones a la filosofía política, y en el capítulo final néutica: "Para emplear otro lenguaje, el de lean
de SOi·méme comme un autre (donde, según el autor, Nabert, la reflexíón no podría ser sino la apropiación
habría que buscar la verdadera recuperación del tema de nuestro acto de existir, por el medio de una crítica
del hombre falible) (v. Autobiografía intelectual, Edi- aplicada a las obras y a los actos que son los signos
ciones Nueva Visión, Buenos Aires, 1997,31 - traduc- de este acto de existir" (Le canflit des interprétalions,
ción de Réflexion faite, París, 1995- ). Aun en esta área 21. V., también, op. cit., 221, YNabert, Eléments pour

224 ISEGOR(A/22 (2000)


NOTAS Y DISCUSIONES

une éthique, Éd. Montaigne, París, 1971, 19, 98, Y-en la acción y filosofía del derecho puede verse "Qui est
el Prólogo de Ricoeur- 13). le sujet du droit?", Le Juste, Éd. Esprit, Paris, 1995,
11 Du texte á raction, Seuil, París, 1986, 32. 29- 40.
12 Publicado inicialmente en inglés: "The Model of 18 En este caso la acción alcanza una significación

the Text: Meaningful Action Considered as a Text" , metafísica en la categoría totalizadora del actuar:
Social Research, 38/3 (1971), 529- 562. hablar, hacer, narrar e imputar aparecen entonces
13 "La structure symbolique de I'action". Actes de como figuras (analógicas) del actuar. Sobre esta ana-
la 14 Conférence internatíonale de sociologie des reli- logía del actuar se inserta una tentativa de reapro"
gions, Strasbourg, 1977. Secrétariat C.I.S.R., Lille, piación de la acepción aristotélica del ser como acto
1977, 29- 50. Algunos de los elementos de este ensayo y potencia con el propósito de tener esta acepción
que aluden al pensamiento de M. Weber y de C. Geertz como primer principio de un discurso sobre el actuar
han sido desarrollados en las conferencias sobre ideo- (v. Autobiograña intelectual, 98- 99, Y el estudio X de
logía y utopía dadas en Chicago en 1971 (Ideología Si mismo como otro).
y Utopia, Gedisa, Barcelona, 1989. Traducción de Lec- 19 V., también, "Méthode et taches d'une phéno-

tures on Ideology and Utopia, Columbia University ménologie de la volonté", A récole de la Phenome-
Press, New York, 1986). nologie, Vrin, Paris, 1986.
l' La dimensión semiológica establece un puente 20 Sobre este punto son reveladoras las palabras del

entre sistema simbólico- social y lenguaje (el sistema autor en su "Autobiografía intelectual", 55, y en "De
semiológico por excelencia), esta homología autoriza- la Metafísica a la moral", 97 Y 98 (ambos en Auto-
ría la transposición de los métodos estructurales al cam- biograña intelectual). Por otra parte, el encuentro de
po de la acción social. Más allá de los límites estruc- estas tres tradiciones no es exclusivo de Paul Ricoeur:
turalistas la dimensión simbólica de la acción junto v.. por ejemplo, j. J Acero, "Después del análisis: sig-
a la utilización paradigmática del texto llevarán a nificado, comprensión e intencionalidad", en Mercedes
Ricoeur a concebir una cierta legibilidad de la acción. Torrevejano (coord.), La filosoña analítica hoy, Uni-
La posición del autor en este punto es muy cercana versidad de Santiago de Compostela, 1991,9- 26, Y G.
a la de C. Geertz (La Interpretación de las Culturas), Zaccaria, "Entre hermenéutica y analítica: del contras-
el simbolismo de la acción no es algo privado, sino te a la colaboración", Anuario de Filosoña del Derecho
que es una estructura establecida socialmente, la sig- X, 1993, 291- 323.
nificación de la acción es, por tanto, pública. Así, la 21 Anscombe, E.. Intention, Blackwell, Oxford. 1958
interpretación de un gesto depende de un conjunto (existe traducción de Ana I. Stellino: Intención. Pai-
de reglas culturales de interpretación que no son pri- dós/I. C. E.- U. A. B., Barcelona. 1991).
vadas (v. "La structure symbolique de I'action", 36- 40, 22 A Ricoeur Reader: ReIJection and Imaginatíon
Y Du texte á raction, 244). (Mario J Valdés, ed.), Toronto University Press,
l' La metáfora viva, Cristiandad, Madrid, 1980 (tra- Toronto/Buffalo, 1991,425- 437. Publicado inicialmen-
ducción de La métaphore vive, París, Seuil, 1975). Tiem- te en 1986 en Facts and Values. Philosophical ReIJections
po y narración Iy IL Crístiandad, Madrid, 1986 y 1987, from Western and Non- Western Perspectives (Doeser
Y Tiempo y Narración IJI, Siglo XXI, Méjico, 1996 (tra- and Kraay, ed.), Martinius NijhoffPhilosophy Library,
ducciones de: Temps et récit L JI Y IIL Seuil, París, Dordrecht, 1986, 121- 132.
1983, 1984 Y 1985. La paginación será de la edición 23 En "L'imagination dans le discours et dans I'ac-
de bolsillo). tion" Ricoeur afirmó, al considerar la fuerza heurística
16 Esta pregunta también ha orientado en nuestro de la ficción. que el lenguaje poético expresa nuestra
país una publicación reciénteque cubre una gran parte pertenencia profunda al mundo de la vida. y deja que
de los problemas que Ricoeur considera: Manuel Cruz, se manifll!5te el nexo ontológico de nuestro ser con
¿A quién pertenece 10 ocurrido?, Taurus, Madrid, 1995. los seres y con el ser (v. Du texte á raction. 221).
17 V. El discurso de la acción, 10, 11 Y 25- 27. En 24 Observemos que este verbo puede traducirse tam-
cuanto a otras distinciones, dos ya han sido mencio- bién por "vivir". Por otra parte, la dimensión ontológica
nadas: la que se estableció en "Philosophy of WilI and de la estructura acción/pasión se complementa con la
Action", y la que hacía de Le volontaire et l'ínvolontaire aproximación realizada por el autor en el último estu-
una investigación meramente descriptiva: la distinción dio de Sí mismo como otro.
-junto a la articulación- es también patente en Sí mis- 25 Es posible hallar algunos elementos que favore-
mo como otro donde la pequeña ética, como Ricoeur cen la articulación entre diferentes conceptos de
la denomina a veces, ocupa un lugar bien determinado acción, básicamente entre el de la Teoría de la acción
en los estudios 7 a 9. Un ejemplo bastante claro de y el de Weber (con la incorporación del aspecto sim"
esta relación entre un plano práctico (en la acepción bólico que caracteriza una pesquisa antropológica
restringida) y un plano ético puede apreciarse en como la de C. Geertz). La cuestión estaba allí con-
"Aproximaciones a la persona", Amor y Justicia, templada desde el punto de vista de la conexión que
Caparrós editores, Madrid, 1993, 105- 124 (v., la men- la interpretación establece entre acción individual y
ción expresa del paso de un plano al otro en la pg. acción social: si el significado de la acción social (We"
119): sobre una conexión análoga entre filosofía de ber) depende del contexto simbólico proporcionado

ISEGORfA/22 (2000) 225


NOTAS y DISCUSIONES

por la cultura, el de la acción individual (Teoría de "La implicación ética y política permanente de las cate-
la acción) está en función de su contexto motivacional. gorías metahistóricas de expectativa y de experiencia
Por otra parte, la constitución semiológica del sistema es entonces clara, la tarea es impedir que la tensión
social proporcionaba -v., nota 14- un puente entre entre estos dos polos del pensamiento de la historia
lenguaje y sistema simbólico-social que autoriza la se convierta en cisma" (Temps et récit IJI, 389). Esta
transposición de los métodos estructurales (implicados tarea supone, por una parte, que las expectativas no
en la dialéctica entre explicar y comprender) desde apunten demasiado lejos (tal exceso es el peligro de
la esfera lingüística (texto) a la esfera práctica (fe- la utopía), por tanto el horizonte de expectativa debe
nómenos sociales) (v. op. cit.. 37-40). acercarse al presente "por un escalonamiento de pro-
26 V. Sí mismo como otro, 158. Omitir, soportar, yectos intermedios al alcance de la acción" (ibíd.).
padecer y sufrir también son hechos de interacción: Paralelamente es necesario evitar el estrechamiento
"el no- obrar es también un obrar" (ibíd.). del espacio de experiencia que se produce bajo la con-
17 En Temps et récit encontramos múltiples ejem- sideración del pasado como algo acabado, definitiva-
plos: "somos agentes de la hitorla sólo en la medida mente cerrado, en este sentido la propuesta de Ricoeur
en que somos sus pacientes (op. cit.. 391; en el mismo consiste en que "hay que reabrir el pasado, reavivar
sentido, v.. 374, 375, 386, 388, etc.). en él potencialidades incumplidas, impedidas, incluso
28 La noción de responsabilidad, en cuanto tal, per- masacradas" (op. cit., 390). En lo que afecta al hori-
tenece al ámbito ético- político, pero Ricoeur se ocupa zonte de expectativa latarea se resume en hacerposible
en diversas ocasiones de la conexión agente/acción la acción (de ahí el escalonamiento de proyectos inter-
como elemento éticamente neutral que puede servir medios "al alcance de la acción", que eviten "deses-
de sustrato a la responsabilidad (v., por ejemplo, la perar de la acción" y formulen un "camino practicable"
discusión sobre la adscripción en Sí mismo como otro, - op. cit., 389- ). En cuanto al espacio de experiencia,
o el análisis de la acción voluntaria en Le volontaire podríamos decir: también elpasado esposible. El pasado
et lInvolontaire). no es algo cerrado y acabado de modo absoluto, rea-
29 V., op. cit., sección II en el capítulo ¡de la primera brirlo no sólo es factible, sino que incluso constituye
parte: L 'imputation du moi: SE décider. un deber. En ese sentido el pasado también es posíble
30 V. "Approches de la personne", Esprit, nO 160, (esta misma expresión podría ser suscitada por el
1990, 115- 130 (trad., en AmoryJusticia, Caparrós Edi- modelo teleológico desarrollado por el autor en la dia-
tores, Madrid, 1993, 105- 124), Y "Qui est le sujet du léctica entre arqueología y teleología contenida en sus
droit?", Le Juste, Éditions Esprit, Paris, 1995, 29- 40. trabajos sobre Freud).
31 No me parece necesario subrayar, más allá de 34 Ya en Finitud yculpabilidad, Ricoeur escribe (co-

esta mención, que el término "pasión" no se usa aqui nectando este uso de la imaginación con la eidética
con el mismo sentido que cuando designa el polo pasivo husserliana): "La imaginación es un instrumento indis-
de la estructura actividadlpasividad. G. B. Madison ya pensable en la investigación de lo posible" (op. cit.,
habló de Ricoeur como de un filósofo apasionado (v. 161).
Madison, "Text and Action: The Hermeneutics of Exis- 35 En alguno de sus aspectos la idea de la zona

tence", Revue de l'Université d'Ottawa, n04, 1985., 135 media, como marco de lo posible, sería compatible con
Y 136). Este fondo existencial se acompaña de un rigor la interpretación de la filosofía de Ricoeur como una
intelectual y de un talante equilibrado, que contribuyen filosofía de los límites o una filosofía "crítica" (en sen-
a conformar la personalidad filosófica de nuestro autor. tido kantiano) (v., D. F. Vansina, "Esquise, oríentation
32 La noción de libertad según la esperanza supone et signifícation de l'enterprise philosophique de Paul
contemplar el sentido de la existencia (de mi existencia) Ricoeur", Revue de Métaphysique et de Morale, 69
a la luz de la resurrección (v., "La liberté selon l'es" ,JI964), nO 2, 179-108, n° 3,305- 321, YF. Henriques,
pérance", Le conf]it des interprétations, 397). De esta "A signífical;ao « crítica» de Le volontaire et lInvolon-
manera, "una hermenéutica de la libertad religiosa es taire", Revista portuguesa de fllosofla, tomo XLVI, Ene-
una interpretación de la libertad conforme a la inter- ro- Marzo, 1990, 49- 84)_
pretación de la resurrección en términos de promesa 36 V., cómo la noción de iniciativa responde a esta

y esperanza" (ibid.). manera de entender lo posible, conectando, por un


Una de las primeras monografias sobre Ricoeur lado, con la articulación de la actividad y la receptividad
(concretamente el primer libro dedicado a su pensa- en el análisis del cuerpo de Le volontaire et lInvo-
miento en Francia) se tituló precisamente Paul Ricoeur lontaire, por otro, con la noción de poder- hacer y su
ou la liberté selon l'esperance (Michel Philibert, Paul correlato, el concepto de circunstancia, y finalmente
Ricoeur ou la liberté selon l'esperance, Seghers, Paris, con el problema de la causalidad a través de la noción
1871). de intervención de G. H. Van Wright (Du texte á l'ac-
33 El carácter ejemplar de la iniciativa no implica tion, 268- 272).
la limitación del paradigma de Jo posible a la acción 31 Uno de los más destacados especialistas en la
individual. La posibilidad de la historia depende del obra de Ricoeur ha llegado a hablar del "verdadero
deber de impedir que la distancia entre espacio de corazón existencial y alma del pensamiento de
experiencia y horizonte de expectativa se haga excesiva: Ricoeur" en términos próximos a esta idea de lo posi-

226 ISEGORIA/22 (2000)


NOTAS Y DISCUSIONES

ble, afirmando que la eSencia de la actualidad humana de la creatividad, llegando a afirmar: "mi único pro-
eS la potencialidad (" Potencialityis the essence o[human blema desde que comencé a reflexionar es la crea-
actualitj') , y que el ser humano siempre puede ser tividad" ("L'Histoire comme Récit et comme Prati-
más y de otra manera (v. G. B. Madison, "Text and que", Esprit, 1981, 165). Preguntado también acerca
Action: The Hermeneutics ofExistence", Revue de l'U" del significado de la referencia a lo poético en la expre-
niversité d'Ottawa, n04, 1985, 144). En el mismo artículo sión "Poética de la Voluntad', respondió que tenia en
Madison nos ofrece su propia concepción al subrayar mente el uso griego del término poiesis, cuyo sentido
la presencia de la acción en la antropología de Ricoeur: es el de re- creación ("Poetry and Possibility: An Inter-
"El ser humano no es sólo el 'animal que habla» view with Paul Ricoeur", A Rlcoeur Reader: ReIlection
(, speaking animal»), sino también el ,animal que and Imagination - Mario]. Valdés, ed.- , 456) (v., más
actúa» (, acting animal»), no sólo animal rationale, sino abajo, la referencia a la capacidad del lenguaje para
también animal agens" (op. cit., 141). crear y re- crear). Considerando todos estos elementos,
Otra perspectiva que refuerza nuestra interpreta- el tema de lo posible podría ser enmarcado dentro
ción de la pasión por 10 posible eS la ofrecida por James de una refleXión general sobre la creatividad.
R. Pambrun en "Human Action and the Future:Rera"
39 La virtud inaugural de la acción aproxima a
ding our Theology of Creation", Kerygma (Ottawa),
21,1987,65-95. Ricoeur al pensamiento de H. Arendt quien también
38 En su autobiografía intelectual, el autor ha recor-
subraya el aspecto innovador de la acción humana,
dado que la tercera parte de esa FiJosofIa de la Voluntad su capacidad de comenzar (v" por ejemplo, H. Arendt,
debia desplegarse en una "poética de las experiencias La condición humana, Paidós, Barcelona, 1993,
de creación y de recreación" ("Autobiographie inte- 201- 202).
llectuelle", RéIlexion fiate, 25). En el mismo articulo, 40 Paralelamente, no hay un "ego" terminado (v.,

el fenómeno de la innovación semántica es presentado op. cit., 454). Esta dimensión, que aquí es abierta por
como "un excelente ejemplo de creación" (op. cit., 44). la literatura, viene a sumarse a la manifestación de
Por otra parte, en una entrevista publicada en 1981, lo posible en la mutua formación del ser que soy y
Ricoeur ubicó sus trabajos sobre la voluntad, sobre de la acción, tal y como ya aparecía en Le volontaire
los simbolismos, y sobre la narración bajo la perspectiva et l'involontaire.

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