Acabamos de escuchar unas instrucciones entregadas por el apóstol Pablo a la
gente de Roma hace más de dos mil años. Pero esa palabra, tiene vigencia para nosotros hoy día pues resume el cómo espera Dios que nos comportemos unos con otros. Algunas de esas instrucciones tan claras nos exigen no pagar mal a nadie aun cuando nuestros amigos, familiares o compañeros de estudio nos haga mal. Asimismo, procurar convivir en paz con nuestro prójimo sin mostrarnos altivos o considerarnos más que los que están a nuestro alrededor. Por otra parte, hay una invitación clara a compartir lo que poseemos bien sea los alimentos con aquellos que tengan hambre, o la bebida con los que tienen sed, y a no tomar venganza por nuestra propia mano sino dejar que sea Dios quien juzgue el actuar de cada uno. En fin, hay una invitación clara a procurar el bien común y esto justamente tiene mucha relación con lo que hoy celebramos que es la Democracia. ¿Pero y que es Democracia? La Democracia puede entenderse como el conjunto de reglas que determinan la conducta para una convivencia ordenada política y socialmente. Se podría decir que se trata de un estilo de vida cuyas bases se encuentran en el respeto a la dignidad humana, a la libertad y a los derechos de todos y cada uno de los miembros (el prójimo). Chile es, actualmente, un país democrático. Mediante elecciones, los chilenos podemos elegir a los gobernantes y tomar decisiones importantes para favorecer un tipo de convivencia entre las personas en la cual se respeta la opinión de los otros, a pesar de ser distintas a las propias, ya que cada uno de los miembros de una ciudad son iguales ante la ley y también, libres. En Chile, el retorno a la Democracia ocurrió en 1989 cuando un plebiscito aprobó una enmienda constitucional en la que se estableció el final del mandato de Augusto Pinochet y la realización de elecciones libres luego del golpe de estado liderado por Pinochet en 1973. Entre las principals características de la Democracia, podemos mencionar las siguientes:
Respeto por los derechos humanos consagrados por la Organización de las
Nacionales Unidas; Libertad individual; Libertad para la asociación y beligerancia política; Presencia de múltiples partidos políticos; Distribución del poder en diferentes actores sociales; Sufragio universal, libre y secreto; Representatividad; Alternancia en el poder; Libertad de prensa y opinión; Igualdad ante la ley; Limitación del poder de los gobernantes; Apego al Estado de derecho consagrado en una Constitución, Carta Magna o Ley Suprema. Todos estos principios o características tienen que ver con el respeto a los derechos del prójimo y como el Evangelio de San Mateo en el capítulo 22 encontramos que el mismo Jesús respondió a sus discípulos cuando estos le preguntaron cuál era el gran mandamiento en la Ley y EL les dijo:
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Para finalizar, la invitación es para cada uno de nosotros a actuar