Licenciatura en Pedagogía, modalidad abierta. Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia
Asignatura: Introducción a la Pedagogía I.
Grupo: 9198 Actividad 2; unidad 2. Por: Jean Carlo Marcial Medina Pérez. La compostura en la mesa En el presente ensayo, se pretende analizar la lectura “La compostura en la mesa” de Norbert E. (1987) El cual ha profundizado del cómo actuar y comportase en la mesa y de los buenos modales, así como los que rotundamente no se deben de hacer; por lo cual, las normas de comportamiento van conduciendo las civilizaciones en conjunto y en particular, en el cual se desenvuelven en todos los ámbitos y claro está, en la pedagogía y educación.
De esta manera, en el siglo XVI el propósito general es que la educación de
los diversos individuos, se dirigía y fundamentaba en la aristocracia cortesana, por lo cual, es conducida hacia las normas rigurosas, las cuales regían la sociedad, de tal modo que gracias a la consolidación de las formas ya fijas de Luis XVI, en las que el actuar cortesano se mostraba cierto progreso, aunque fue realmente en el siglo XVIII que aumenta considerablemente la riqueza y con ello el incremento de elementos burgueses, mientras que en el ámbito eclesial es en donde se concentraba la educación en su mayoría, especialmente en Francia. Así, el texto menciona que “Únicamente cuando se considera con atención suficiente pueden verse los síntomas de una línea de desarrollo que continua evolucionando” Norbert (1987).
De esta manera, para enmarcar la diferencia de clases sociales, dejó de ser
la estructura de comportamiento cotidiano y abre paso al aspecto dinero, la productividad, los rendimientos se posicionan por encima de la condición y comportamiento; de tal manera que las costumbres se van imponiendo, por medio de la educación, a través de las generaciones hasta el punto de considerarse. Así, aunque pudiera considerarse que en la sociedad de una época, las normas de comportamiento no pueden tener mucha importancia, a medida que la sociedad cambia, por lo cual, puede convertirse en preponderante; por lo cual, dependerá de la cultura de la sociedad en cuestión, que le dé la importancia necesaria y de acuerdo a sus intereses, es por ello que la trasmisión de estos elementos no existiría sin la educación, la cual estará condicionada por las circunstancias sociales y en qué etapa del crecimiento del niño se encuentre.
Podemos concluir, de esta manera, que los comportamientos sociales,
condicionan en ser y actuar de las personas en tiempo y espacio determinado, considerando, claro el factor educativo, el cual, si bien, está fundamentado en cierta medida por el factor dinero reflejado en oportunidades, no condiciona en su totalidad el comportamiento porque citando un viejo refrán “el hábito no hace al Monge”. Aunado a ello, las normas sociales dictaminan el rumbo a seguir, y siempre será más valorado el buen comportamiento, pues el que así es, tiene cabida en cualquier lugar.
Bibliografía:
Norbert E. La compostura en la mesa en el proceso de la civilización. (1989).