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decuotaselectoralesInstitu-
cinalidad Participación
c pac ciudadana
ci
Descentralización
De
Repre-
sentaciónpolíticasistemas decuota-
selectoralesInstitucinalidad
s uc a dad Participación
a c pac
p ó
Descentraliza-
De
e
ción sis-
afrodescendientes- lo que se ha traducido en una baja
Representación
democrática
política
participación pero también en poca, marginal o nula
temas decuotaselectoralesIns-
inclusión de sus demandas en la política.
Entendemos que la gobernabilidad democrática es aquella que
respeta los derechos humanos, vela por la igualdad y no
titucinalidadParticipación
a cp ciudadana
ci
discriminación, por la transparencia y la participación en la toma
Descentralización
de decisiones, es equitativa y responde a las necesidades de la
Repre-
sociedad, promoviendo el Estado de Derecho.
Nuestras sociedades deberán colocar la igualdad de género
sentación sistemas decuota-
como un aspecto y un objetivo central de su proyecto político y
social porpolítica
una razón de justicia y equidad social, pero también
selectoralesInstitucinalidad Participa-
por el bien de sus democracias.
De
pación Representaciónpolíticaciudadana-
políticacuotasParticipación ciudadana
Genera perspectiva
Los sistemas políticos en nuestra región han ex- Pero esta fotografía tiene muchos detalles.
cluido históricamente a las mujeres –y a los pue- Veamos algunos de ellos:
blos originarios y afrodescendientes- lo que se
ha traducido en una baja participación pero •Representación política
también en una poca, marginal o nula inclu- •Cuotas y sistemas electorales
sión de sus demandas en la política. Esta exclu- •Gobiernos locales
sión es un factor desestabilizante, debilitador y •Institucionalidad de género
cuestionador de las democracias latinoameri- •Participación ciudadana
canas. Si entendemos, como plantea el PNUD
(2002), que la gobernabilidad democrática es ¿Qué está haciendo el PNUD?
aquella que respeta los derechos humanos, La Gobernabilidad Democrática es una de las
vela por la igualdad y no discriminación, por la cuatro áreas de trabajo del PNUD. La Estrategia
transparencia y la participación en la toma de de Igualdad de Género 2008-2013 “Empodera-
decisiones, es equitativa y responde a las nece- das e iguales” plantea el enfoque de trabajo en
sidades de la sociedad, promoviendo el Estado esta área y las principales metas en este periodo.
de Derecho, nuestras sociedades deberían co-
locar la igualdad de género como un aspecto En América Latina y el Caribe, el PNUD ha plan-
y un objetivo central de su proyecto político y teado como una prioridad para este periodo la
social por una razón de justicia y equidad so- representación política de las mujeres y la pro-
cial, pero también por el bien de sus democra- moción de reformas del Estado que conduz-
cias. can a la igualdad de género. Esto se concreta
en el trabajo que se está haciendo a nivel re-
En los últimos años, los avances legislativos se gional y en los diferentes países de la región.
han traducido en avances numéricos impor-
tantes en la participación política de las muje- -Visita nuestro mapa de iniciativas para ver
res en algunos países. Estos avances no están los proyectos que se están llevando a cabo
exentos de limitaciones y obstáculos, e incluso en este tema en los diferentes países: (http://
algunos retrocesos. Más difícil ha sido prosperar www.americalatinagenera.org/es/index.
en la incorporación efectiva y real de los prin- php?option=com_content&view=article&id=13
cipios de igualdad de género en las políticas 56&Itemid=459).
públicas y en las estructuras del Estado.
-En el ámbito regional, el Área Práctica de Gé-
La aspiración que ya ha quedado establecida nero del PNUD está enfocando sus esfuerzos a:
en compromisos regionales como los consen-
sos de Quito y Brasilia es lograr democracias o Apoyar procesos nacionales y regionales de
paritarias. Para ello, es preciso mejorar los mar- intercambio y desarrollo de capacidades entre
cos constitucionales y legislativos pero sobreto- mujeres parlamentarias.
do garantizar la implementación de las leyes y o Incorporar el enfoque de género y diversidad
de los mecanismos de vigilancia que aseguren en el quehacer parlamentario y gubernamen-
su efectividad. Las acciones positivas siguen tal.
siendo necesarias para superar las barreras que o Incluir la agenda de género en los diálogos
afrontas las mujeres para su efectiva participa- sociales y políticos y en los procesos de refor-
ción. Además, lograr que las demandas de las ma.
mujeres se conviertan en demandas sociales o Facilitar la coordinación entre actores que
amplias a través de procesos de sensibilización, promueven la participación política de las mu-
comunicación, capacitación pero también de jeres en la región.
mecanismos de sanción o de no tolerancia a o Desarrollar productos de conocimiento y ma-
conductas, actos y manifestaciones hostiles a teriales audiovisuales sobre la temática.
la participación de las mujeres en los espacios
políticos.
Esta información se actualiza continuamente,
si quieres saber más visita nuestro portal:
http://www.americalatinagenera.org
Otras voces:
El feminismo como pensamiento crítico y
como movimiento social
A pesar de que las mujeres representan más La teoría de la masa crítica, impulsada por
de la mitad de la ciudadanía, han necesitado
Drude Dahlerup, sostiene que el impacto
recorrer un largo camino para lograr el recono-
cimiento de sus derechos fundamentales, entre de un grupo minoritario – o de un grupo
ellos el derecho al voto. Ecuador fue el primer históricamente excluido, añadimos- se
país de la región en reconocer el sufragio fe- determina por el peso relativo que ten-
menino en 1929, pero tendrían que pasar más ga dentro de una sociedad más amplia.
de treinta años para que todas las latinoameri- Cuando el grupo alcanza un tamaño de-
canas gozaran de este derecho, ya que Para- terminado o condición de “masa crítica”,
guay, que fue el último país en otorgarlo, no lo estará en condiciones de imponer cam-
hizo hasta 1961. bios en la cultura y las normas instituciona-
les, marcando una diferencia sustantiva al
En los años 80, las mujeres jugaron un papel im-
interior de los parlamentos y dando lugar
portante en los movimientos sociales que impul-
saron la caída de las dictaduras y aceleraron a la “representación sustantiva o cuali-
los procesos de transición en América Latina. tativa” (Llanos et alt., 2008; Peña, 2005;
Lucharon simultáneamente por la democracia Dahlerup, 1993).
y la igualdad de género, convirtiéndose en un
sujeto social con discurso propio que incorporó
a la agenda política nuevos temas y formas de
La participación femenina en los gobiernos
actuar y pensar (Bareiro, 2007). Sin embargo, lo
subnacionales muestra niveles muy bajos o
anterior no se tradujo en acceso a puestos de
destaca directamente por su ausencia, como
liderazgo ni en mayor representación a nivel
en el caso de Bolivia, Perú y Uruguay, que no
político en los primeros años del periodo demo-
cuentan con ninguna mujer como goberna-
crático.
dora o presidenta regional. El resto de países,
exceptuando Ecuador (18%) y Brasil (11,1%), ni
En la actualidad, las mujeres latinoamerica-
siquiera alcanzan el 10% de representación fe-
nas conforman el 50% o más de la población
menina en dichas instancias (Llanos et alt., 2008
electoral. Poco a poco han ido accediendo
).
a los puestos de decisión política, para lo que
han tenido que salvar los grandes obstáculos
Lo mismo ocurre en el ámbito local, donde la
que caracterizan un ámbito tan predominan-
mayoría de los países no llegan al 10% de re-
temente masculino como el político. Como
presentación femenina. Las políticas de des-
resultado de las últimas elecciones legislativas
centralización y las reformas municipales em-
celebradas en 2009, el 20% (IDEA Internacio-
prendidas por los gobiernos latinoamericanos
nal, BID, 2010) de los asientos en las cámaras
en los años ochenta, favorecieron la revalori-
bajas o congresos unicamerales de la región
zación política de los municipios y crearon un
son ocupados por mujeres. Un gran avance si
ambiente propicio para la inclusión de nuevos
se compara con el promedio de mujeres en las
actores y especialmente de las mujeres, en la
cámaras bajas en 1997, que apenas llegaba al
competencia política para ocupar cargos de
10,8% (Llanos et alt., 2008).
decisión. Sin embargo, estos nuevos diseños ins-
titucionales no han favorecido en la práctica la
A pesar de esta significativa evolución, la re-
entrada de las mujeres a los gobiernos locales
gión todavía está lejos de alcanzar la “masa
(Massolo, 2007).
crítica” que permita a las mujeres negociar y
hacer efectivas determinadas condiciones y
Entre los avances que han tenido lugar en la re-
cambios en la cultura y las normas instituciona-
gión, destaca la tendencia a una mayor femini-
les dentro de sus congresos. Sólo tres países han
zación de los gabinetes ministeriales; las ministras
superado el 30% de participación femenina: Ar-
representaban en 2007 el 24% de los ministerios y
gentina (38,52%), Costa Rica (36,8% en 2006) y
han conseguido ocupar carteras antes reserva-
Ecuador (32,3%), frente a otros países con nive-
das a los hombres (sectores productivos, medio
les mucho más bajos como los de Chile (15%),
ambiente, economía, defensa, etc) (Llanos et las mujeres y las agendas de equidad de géne-
alt., 2008).Además, cinco mujeres fueron elec- ro en las resoluciones legislativas y las políticas
tas como presidentas de la república en las últi- públicas (Bonder et alt. / PNUD / AECID, 2009).
mas décadas; Violeta Chamorro en Nicaragua,
Mireya Moscoso en Panamá, Michelle Bachelet “La paridad es la expresión más
en Chile, Cristina Fernandez en Argentina y re- amplia de universalidad de
cientemente Laura Chinchilla en Costa Rica.
derechos políticos, es decir de
Uno de los factores fundamentales que expli- pluralismo que significa igualdad para
ca el aumento de la representación política la diversidad“
femenina, ha sido la introducción de acciones (Bareiro / PNUD / AECID, 2009).
afirmativas, también conocidas como cuotas
o cupos, en los marcos de legalidad electoral Una vez conseguido el derecho a gobernar
de 11 países latinoamericanos. Sin embargo, de las mujeres, el objetivo de las dirigentes po-
el impacto de las cuotas ha sido limitado en líticas, feministas y organizaciones de mujeres,
aquellos países donde su efectividad se ve se- apunta a la democracia paritaria, un concep-
riamente restringida por el tipo de sistema elec- to relativamente nuevo en América Latina y
toral en el que se aplican, por la falta de preci- el Caribe. El objeto de la paridad consiste en
sión con que han sido redactadas muchas de asegurar que mujeres y hombres, que represen-
las normas, por la ausencia de sanciones claras tan el 50% respectivamente de la ciudadanía,
y contundentes ante el incumplimiento de es- intervengan a partes iguales en la toma de de-
tas y por la falta de medidas complementarias cisiones.
que apunten a igualar las condiciones en las
que compiten hombres y mujeres, en particu- En cualquier caso, para conseguir la paridad
lar respecto al acceso al financiamiento y a los real, es necesario que los hombres se involucren
medios de comunicación (Llanos et alt., 2008). también en esta lucha para asegurar la repre-
sentación política de la diversidad de la ciuda-
En cualquier caso, las cuotas de género están danía, y que esta demanda quede recogida
dirigidas a mejorar la representación descripti- a través de leyes y políticas que garanticen su
va o numérica de las mujeres. Esto podría supo- adecuado cumplimiento. Una de las observa-
ner una vía de entrada al reconocimiento de ciones más importantes en este sentido, es que
dimensiones de la realidad ignoradas y despoli- además de la representación equitativa de
tizadas, como el cuidado de los dependientes, mujeres y hombres, las políticas públicas deben
la conciliación familiar y laboral, nuevos estilos tener en cuenta la diversidad de identidades e
de liderazgo, etc. (Bonder et alt. / PNUD / AE- intereses de unas y otros, revisando la intersec-
CID, 2009). Sin embargo, esto no es automáti- ción de la categoría género con la clase social,
co como tampoco lo es que esas mujeres que el origen étnico-racial, la procedencia rural o
logran ser elegidas en un cargo público tengan urbana, la opción sexual y la edad, entre otros
de antemano un compromiso real con los inte- factores.
reses y temas de dichas agendas.
Por ello, una de las observaciones más importantes de los últimos años consiste en
que las políticas públicas deben considerar la diversidad de condiciones, situacio-
nes e intereses de las mujeres. Line Bareiro, Clyde Soto y Lilian Soto apuntan que “la
conformación de organizaciones, redes y articulaciones de mujeres jóvenes, de
mujeres negras, indígenas, lesbianas, adultas mayores, campesinas o rurales han
obligado a atender políticamente diferencias que la teoría de género consideró
desde sus inicios, pero la práctica política hizo que se operase homogeneizando
al grupo femenino. Esa perspectiva fue sin duda útil para la remoción de las más
evidentes discriminaciones legales por el hecho de ser mujeres”.
Esta afirmación se basa en que las reglas de implementación de las cuotas entregan
una autonomía considerable a los líderes de los partidos y/o confieren discreciones
extensivas a las autoridades electorales. Así, algunos partidos ignoran los requerimien-
tos afirmando que no han podido encontrar un número suficiente de candidatas mu-
jeres que califiquen, mientras otros aprovechan la oportunidad para elegir un grupo
de candidatas que decididamente no asumen una agenda política de género.
De esta forma, más allá del entusiasmo suscitado por el incremento de la represen-
tación política de las mujeres, muchas feministas expresan sus dudas y temores acer-
ca del potencial transformador de las cuotas. Argumentan también que las cuotas
hacen avanzar los proyectos neoliberales, desmovilizan los movimientos de las muje-
res, resultan en la elección de mujeres no feministas, promueven una visión estática
de las «mujeres» como grupo y disminuyen su eficacia como actores políticos (Krook,
2008).
Así, este tipo de sistema, junto con la utilización Paraguay y Perú cuentan en la actualidad con
de listas cerradas y bloqueadas con mandato este tipo de mecanismos (Bareiro / PNUD / AE-
de ubicación, representa el mejor escenario CID, 2009).
para garantizar la efectividad de las mismas. En
el caso de las listas cerradas y bloqueadas se Un último factor decisivo para favorecer la par-
vota a la lista partidaria, de forma que las can- ticipación política de las mujeres tiene que ver
didaturas ubicadas en los primeros lugares tie- con la financiación. Los recursos son indispen-
nen asegurada su elección. Los mandatos de sables para llevar adelante exitosamente una
ubicación son dispositivos desarrollados con el campaña electoral, por ejemplo, pero también
objetivo de asegurar que las candidaturas de para construir capacidades y liderazgo al inte-
las mujeres sean colocadas en lugares elegibles rior de los partidos políticos. (Ferreira / PNUD /
y no en el fondo de las listas. Al menos cuatro AECID, 2009). México llevó a cabo una reforma
países en América Latina han incorporado ya electoral en 2008 que incluyó entre otras cosas,
estos mandatos: Argentina, Bolivia, Cota Rica y la obligación de los partidos políticos a destinar
México (Bareiro / PNUD / AECID, 2009). el 2% para tal fin, sin embargo, los recursos que
reciben los partidos políticos a menudo han
Otro factor de relevancia para garantizar la sido sub ejercidos o desviados. Es fundamental
efectividad de las cuotas tiene que ver con trabajar en este sentido, para que más países
la existencia de sanciones severas para ca- incluyan este tipo de medidas en sus sistemas
sos de incumplimiento de la ley, que cuenten electorales, así como los mecanismos necesa-
con la necesaria capacidad institucional para rios para garantizar su efectividad.
su aplicación. De no darse estas condiciones,
cualquier regulación legal se verá debilitada.
Argentina, Brasil, Bolivia, Costa Rica, México,
Institucionalidad de Algunos de los obstáculos que enfrentan estos
mecanismos tienen que ver con las posiciones
relativamente marginales que ocupan muchos
género y actores para de ellos en la estructura del estado. Según da-
tos del Observatorio de Igualdad de Género
El origen de los Mecanismos para el Avance de Este tipo de iniciativas ha logrado relevar temas
la Mujer (MAM) o Mecanismos Nacionales de ausentes en la preocupación pública o estan-
Igualdad (MNI) se remonta a la primera Con- cados por la resistencia masculina o ideológi-
ferencia Mundial sobre la Mujer, que tuvo lugar co-política como la violencia de género, salud
en México en 1975, en la que se afirmó que la sexual y reproductiva, etc. Además, han permi-
creación de este tipo de mecanismos consti- tido el intercambio de experiencias y aprendi-
tuía una medida efectiva para lograr la igual- zajes entre las mismas parlamentarias, aportan-
dad de oportunidades entre hombres y muje- do a la construcción de una forma distinta de
res. Posteriormente, las Conferencias de Nairobi hacer política (Bonder / PNUD / AECID, 2009).
(1985) y Beijing (1995) retomaron la reivindica- En América Latina tenemos varias experien-
ción del movimiento de mujeres que exigía la cias en este sentido; la Bancada Femenina del
creación y fortalecimiento de instituciones de Congreso Nacional Brasileño (1988); la Unión
ámbito nacional que se convirtieran en recto- de Mujeres Parlamentarias de Bolivia, UMPA-
ras de las políticas de igualdad y en promotoras BOL (1996); la Bancada Bicameral Femenina
de la transversalización del enfoque de género de Uruguay, BBF (2000); La Comisión Accidental
en políticas, planes y programas estatales. Esto Bicameral para la Defensa de los Derechos de
dio lugar a la creación masiva de mecanismos la Mujer en Colombia (2006); la Mesa de Muje-
nacionales en los países latinoamericanos que res Parlamentarias Peruanas, MMPP (2006) y la
aún no los tenían (Bareiro, 2007). Banca de la Mujer de Argentina (2008).
Otras voces: Críticas a la institucionalización del
movimiento feminista
Esta fuerte crítica hacia el devenir institucional del movimiento, se hizo patente
en los encuentros feministas Latinoamericanos y del Caribe que tuvieron lugar
en El Salvador y Chile en 1993 y 1996 respectivamente.
El cuestionamiento hacia el feminismo institucionalizado partía de la
consideración de que éste no tomaba parte en las críticas a las políticas neo-
liberales ni cuestionaba la procedencia de los fondos de financiación de las
ONGs de mujeres. Finalmente, la diferencia de opiniones produjo la división de
las feministas “autónomas” y las partidarias de la
institucionalización en el Encuentro de Chile, aunque ambas partes
consideraron que ni unas ni otras podían atribuirse el derecho a
representar, hablar o negociar en nombre del movimiento
Latinoamericano y del Caribe.
Muchos países de la región cuentan también Como vemos, dentro de esta amplia red co-
con mecanismos sub-nacionales para los asun- existen diversos actores e instituciones a nivel lo-
tos de género, entre ellos, las Oficinas Munici- cal y nacional. A los ya mencionados se están
pales de la Mujer o las políticas para la equi- incorporando en los últimos años otros como
dad de género en los gobiernos locales. En por ejemplo los Espacios de Diálogo entre el
este contexto cabe señalar el potencial de las gobierno y la sociedad civil, las Defensorías de
redes de mujeres municipalistas creadas con el la Mujer o de Género (Argentina, Perú, Bolivia,
objetivo de promover la participación política Costa Rica), las Unidades de Género de las
de las mujeres, fortalecer las capacidades de Instituciones del Poder Judicial ó las Unidades
las mujeres en los espacios de decisión e incor- de Género de los Ministerios. También encon-
porar el enfoque de género a la gestión mu- tramos espacios regionales como la Reunión
nicipal. La Asociación Nacional de Regidoras, Especializada de Mujer dentro del Mercosur
Síndicas y Alcaldesas Salvadoreñas, ANDRYSAS (REM) o el Consejo de Ministras de la Mujer de
o la Asociación de Concejalas de Bolivia, ACO- Centroamérica (COMMCA).
BOL son algunos ejemplos de estos espacios de
promoción de la participación política y los in-
tereses de las mujeres a nivel municipal.
Los marcos legales nes nacionales, disminuyendo la discreciona-
lidad de las y los jueces en su interpretación,
Gracias a la incidencia y la articulación de los y validan la adopción de mecanismos para
diversos actores, y especialmente al trabajo alcanzar la igualdad real, tales como las medi-
constante de las organizaciones de mujeres y das afirmativas o medidas de acción positiva.
feministas, ha sido posible la consecución del Costa Rica, Venezuela, Panamá, Honduras y
marco de legalidad con el que contamos hoy. Colombia, cuentan con las leyes de igualdad
Junto a la CEDAW, las legislaciones de Igual- más antiguas, con más de diecinueve años de
dad, las leyes contra la Violencia contra las antigüedad en el caso costarricense. Las más
Mujeres, y las leyes de Cuotas de representa- recientes son las de México, Nicaragua, Perú y
ción política, conforman este marco legislativo Uruguay.
destinado a hacer efectiva la igualdad entre
mujeres y hombres. Así, el proceso de institucionalización, con las
particularidades y especificidades de cada
La Convención para la Eliminación de todas país, ha dado lugar a nuevos marcos que orien-
las formas de discriminación hacia las mujeres, tan el diseño de políticas, los cambios en las
CEDAW, aprobada en 1979, es el instrumento agendas institucionales y la creación de nue-
más importante de protección de los dere- vas instancias, leyes, normas y recursos para el
chos de las mujeres. Compromete a los países avance de las mujeres y el logro de la igual-
a presentar informes periódicos que permitan dad. Un paso ineludible hacia una verdadera
constatar los avances alcanzados a nivel de le- gobernabilidad democrática.
gislación, políticas públicas e institucionalidad,
en materia de igualdad entre hombres y mu-
jeres. A su vez, el Comité de Expertas enuncia
recomendaciones a los Gobiernos. El Protoco-
lo Facultativo, aprobado en 1999, establece
mecanismos de exigibilidad y equipara la Con-
vención con otros instrumentos de derechos
humanos (IIDH, 2004). Sin embargo, aunque en
los últimos años varios países de América Latina
han ratificado el Protocolo aún quedan algu-
nos sin hacerlo; Honduras, Nicaragua, El Salva-
dor y Chile.
na
Representación políticasistemas
de cuotas electoralesInstitu-
cinalidad
lidad Participación ciudada-
ciudada
dad
Descentralización
De
na Algunos compromisos
Representación políticasistemas
desobre gobernabilidad
cuotas electoralesInstitu-
cinalidad democrática
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na Descentralización
Representación políticasistemas
de cuotas electoralesInstituci-
nalidad Participación ciudadana Des-
De
centralizaciónParticipación
cipació ciudadana
ciu
ciuda
Descentralizaciónn polí-
En dicha reunión se resolvió “Adoptar el Plan de A pesar de las numerosas críticas acerca de
Acción de la CIM para la Participación de la la “ceguera de género” presente en los ODM,
Mujer en las Estructuras de Poder y de Toma de se reconoce la importancia de que exista un
Decisiones acordado en la Reunión Interameri- objetivo exclusivamente relacionado con la
cana de Consulta de la CIM …; Recomendar a igualdad entre los género y la autonomía de la
las Delegadas de la CIM que propicien medi- mujer (Objetivo 3).
das para llevar a la práctica las estrategias pro-
puestas en el Plan de Acción y que informen La Declaración señala la promoción de la igual-
sobre su progreso a la próxima Asamblea de dad entre los sexos y la autonomía de la mujer
Delegadas y; encomendar al Comité Directivo como medios eficaces para combatir la po-
que solicite a los órganos competentes de la breza, el hambre y las enfermedades y de es-
OEA un análisis jurídico de la compatibilidad de timular un verdadero desarrollo sostenible. Los
las medidas de acción afirmativa para promo- indicadores de este ODM miden la igualdad de
ver la participación política de la mujer --entre género en la matrícula y la alfabetización, y el
otras, los sistemas de cuotas-- con el principio porcentaje de mujeres que ocupan puestos de
de no discriminación por motivos de género, las trabajo en el sector no agrícola y cargos en los
legislaciones nacionales y los instrumentos inter- parlamentos nacionales. (Ver ODM)
nacionales correspondientes”. •http://www.undp.org/spanish/mdg/basics.
•http://www.iin.oea.org/Cursos_a_distancia/ shtml
CursosProder2004/Bibliografia_genero/UT2/ •http://www.cinu.org.mx/prensa/especiales/
Lectura.2.15.pdf ObjetivosDesarrollo/ODM.htm
Cumbre del Milenio, Declaración del Milenio y Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de
Objetivos de Desarrollo del Milenio, ODM, 2000 las Naciones Unidas sobre mujeres, paz y segu-
ridad, 2000
La Declaración del Milenio fue aprobada por
189 países y firmada por 147 jefes de estado y La Resolución 1325 reconoce que las mujeres,
de gobierno en la Cumbre del Milenio de las los niños y las niñas son la inmensa mayoría de
Naciones Unidas celebrada en septiembre de las víctimas de los conflictos armados. Por ello,
2000. Los Objetivos de desarrollo del Milenio solicita la integración del género y la participa-
(ODM), son ocho ambiciosos objetivos que se ción completa y equitativa de las mujeres en
intenta alcanzar para 2015 y se componen de todas las iniciativas de paz y seguridad: incre-
8 Objetivos y 21 metas cuantificables que se su- mento de la representación de las mujeres en
pervisan mediante 60 indicadores. los espacios de toma de decisión relativos a la
prevención, gestión y solución de conflictos;
Los Objetivos de desarrollo del Milenio, conso- incorporación de la perspectiva de género en
las operaciones de mantenimiento de la paz; Conferencia Mundial contra el Racismo, la Dis-
capacitación en género y VIH/SIDA para per- criminación Racial, la Xenofobia y las Formas
sonal de mantenimiento de la paz; incorpora- Conexas de Intolerancia de Durban, 2001. De-
ción del enfoque de género en la negociación claración y el Programa de Acción de Durban,
y aplicación de los acuerdos de paz; adopción Sudáfrica
de medidas especiales para proteger a las mu-
jeres y las niñas de la violencia por razón de gé- Esta Conferencia, que concitó el compromiso
nero; compromiso de poner fin a la impunidad de 170 Estados, constituye uno de los hechos
y de enjuiciar a los culpables de genocidio, más significativos del siglo XXI para las víctimas
crímenes de lesa humanidad y crímenes de del racismo, la discriminación racial, la xenofo-
guerra; incorporación del enfoque de género bia y todas las formas conexas de intolerancia
en los procesos de desarme, desmovilización y en el mundo y de manera muy especial para
reintegración, entre otras. las Américas. La misma marcó un cambio de
paradigma, al reafirmar la urgencia de pro-
•http://www.un.org/womenwatch/ods/S-RES- tección de los derechos fundamentales para
1325(2000)-S.pdf las víctimas del racismo, la xenofobia y las for-
mas conexas de intolerancia y al reconocer las
Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social + 5, nuevas modalidades del racismo y sus interco-
Ginebra, 2000 nexiones con otras formas de exclusión social.
El propósito de esta Sesión Especial de la Asam- En abril de 2009, se revisaron los avances y la
blea General; "Más allá de la Cumbre Mundial implementación del Plan de Acción. El Docu-
para el Desarrollo Social: Logrando un Desarro- mento Final de la Conferencia de Examen de
llo Social para Todos en un Mundo Globaliza- Durban, Reafirma la Declaración y el Progra-
do", fue revisar las acciones realizadas desde ma de Acción de Durban, celebra los avances
la Cumbre de Copenhague (1995) e identificar logrados en algunas materias y condena las
nuevas iniciativas y propuestas. numerosas formas todavía existentes de discri-
minación racial, xenofobia y otras formas co-
Este documento plantea reducir a la mitad, nexas de intolerancia.
para el año 2015, la proporción de personas
que viven en la pobreza extrema; asegurar la En lo que se refiere a los derechos de las muje-
enseñanza primaria a todos los niños y niñas del res, cabe destacar el artículo 70, en el que “Ins-
planeta; disminuir en dos terceras partes la tasa ta a los Estados a que refuercen las medidas
de mortalidad infantil, y en tres cuartas partes destinadas a eliminar las barreras y a dar a las
la mortalidad materna, y asegurar servicios de personas de ascendencia africana y asiática,
salud reproductiva para quienes lo necesiten. a los pueblos indígenas y a las personas perte-
A su vez, para el 2005, se propuso avanzar ha- necientes a minorías nacionales o étnicas, re-
cia la igualdad entre los géneros, y "dar poder ligiosas y lingüísticas oportunidades de partici-
a las mujeres". par en mayor medida y más eficazmente en las
esferas política, económica, social y cultural de
En su Quinto compromiso indica además que la sociedad, y a que presten especial atención
se debe promover el pleno respeto de la dig- a la situación de la mujer, en particular su inte-
nidad humana, lograr la igualdad y la equidad gración en la práctica en el mercado laboral y
entre el hombre y la mujer y reconocer y au- en programas de generación de ingresos y de
mentar la participación y la función directiva empleo”.
de la mujer en la vida política, civil, económica,
social y cultural y en el desarrollo. Para lo cual Además, en su artículo 110 “insta a los Estados
se proponen acciones que han de ser imple- a que alienten a los partidos políticos a trabajar
mentadas para el mejoramiento de la partici- por una representación equitativa de las mino-
pación de la mujer en la vida pública. rías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas
dentro de su sistema de partidos y a todos sus
•http://www.un.org/esa/socdev/geneva2000/ niveles, a que velen por que sus sistemas po-
líticos y jurídicos reflejen la diversidad multicul-
tural de sus sociedades y a que establezcan
instituciones democráticas más participativas a
fin de evitar la discriminación, la marginación y
la exclusión de sectores concretos de la socie- en cuenta su diversidad en su interior y en los
dad”. espacios de toma de decisiones; x) Adoptar
•http://www.choike.org/documentos/durban_ medidas legislativas y reformas institucionales
final2009.pdf para prevenir, sancionar y erradicar el acoso
político y administrativo contra las mujeres que
X Conferencia Regional sobre la Mujer de Amé- acceden a puestos de decisión por vía electo-
rica Latina y el Caribe: Consenso de Quito, 2007 ral o por designación, tanto en el nivel nacional
como local, así como en los partidos y movi-
En 2007, 24 países representados en la X Con- mientos políticos”.
ferencia Regional sobre la Mujer de América
Latina y el Caribe, acordaron el Consenso de •http://www.eclac.cl/publicaciones/
Quito en el cual se analizaron dos temas de im- xml/9/29489/dsc1e.pdf
portancia estratégica para la región: i) partici-
pación política y paridad de género en los pro- XI Conferencia Regional sobre la Mujer de
cesos de adopción de decisiones en todos los América Latina y el Caribe: Consenso de Bra-
niveles, y ii) la contribución de las mujeres a la silia, 2010
economía y la protección social, especialmen-
te en relación con el trabajo no remunerado. Ministras y representantes de los Mecanismos
de igualdad de América Latina y El Caribe se
Así, en su apartado primero se acuerda: dieron cita en Brasilia entre el 13 y 16 de julio de
2010 con el objetivo de discutir el tema de los
“i) Adoptar medidas en todos los ámbitos ne- logros y desafíos para alcanzar la igualdad de
cesarios, incluidas medidas legislativas, presu- género con énfasis en la autonomía y el empo-
puestarias y reformas institucionales, para re- deramiento económico de las mujeres.
forzar la capacidad técnica y de incidencia
política de los mecanismos gubernamentales El consenso de Brasilia recoge las líneas de ac-
para el adelanto de las mujeres, así como ga- ción para las políticas en pro del logro de la
rantizar que alcancen el más alto nivel jerárqui- igualdad en la Región que se han acordado
co en la estructura del Estado y se fortalezca la en la Conferencia. Los acuerdos alcanzados se
institucionalidad de género en su conjunto, a refieren a desarrollar acciones para conquistar
fin de que puedan cumplir sus mandatos; una mayor autonomía económica e igualdad
en la esfera laboral; fortalecer la ciudadanía
ii) … garantizar la plena participación de las de las mujeres; ampliar la participación de las
mujeres en cargos públicos y de representa- mujeres en los procesos de toma de decisiones
ción política con el fin de alcanzar la paridad y en las esferas de poder; facilitar el acceso de
en la institucionalidad estatal (poderes ejecu- las mujeres a las nuevas tecnologías y promo-
tivo, legislativo, judicial y regímenes especiales ver medios de comunicación igualitarios, de-
y autónomos) y en los ámbitos nacional y local, mocráticos y no discriminatorios; enfrentar las
como objetivo de las democracias latinoameri- formas de violencia contra las mujeres; promo-
canas y caribeñas; ver la salud integral y los derechos sexuales y
reproductivos; realizar actividades de capaci-
viii) Desarrollar políticas electorales de carácter tación e intercambio y difusión, que permitan
permanente que conduzcan a los partidos po- la formulación de políticas públicas basadas en
líticos a incorporar las agendas de las mujeres los datos del observatorio de igualdad de gé-
en su diversidad, el enfoque de género en sus nero de América Latina y El Caribe, y promover
contenidos, acciones y estatutos y la participa- la cooperación internacional y regional para la
ción igualitaria, el empoderamiento y el lideraz- equidad de género.
go de las mujeres, con el fin de consolidar la
paridad de género como política de Estado; Siguiendo en la línea del consenso de Quito,
repite la necesidad de incorporar en las cuen-
ix) Propiciar el compromiso de los partidos po- tas nacionales el trabajo doméstico no remu-
líticos para implementar acciones positivas y nerado y el trabajo de cuidado que llevan a
estrategias de comunicación, financiación, cabo las mujeres, y de Impulsar y profundizar,
capacitación, formación política, control y re- en el sector público y privado, en la adopción
formas organizacionales internas, a fin de lograr de sistemas de gestión de igualdad de género
la inclusión paritaria de las mujeres, tomando que promuevan la no discriminación de las mu-
jeres en el empleo, la conciliación de la vida
profesional, privada y familiar, y la prevención
y erradicación de todas las formas de violencia
de género en el ámbito laboral.
•http://www.eclac.org/mujer/noticias/pagi-
nas/5/40235/ConsensoBrasilia_ESP.pdf
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tica escandinava” en Debate feminista 8: 174.
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