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R e p r e s e n t a c i ó n políticas i s t e m a s

decuotaselectoralesInstitu-
cinalidad Participación
c pac ciudadana
ci
Descentralización
De

Repre-
sentaciónpolíticasistemas decuota-
selectoralesInstitucinalidad
s uc a dad Participación
a c pac
p ó
Descentraliza-
De
e

Los sistemas políticos en nuestra región han excluido


ciudadana
ciudadan
da
GOBERNABILIDAD

históricamente a las mujeres –y a los pueblos originarios y

ción sis-
afrodescendientes- lo que se ha traducido en una baja
Representación
democrática

política
participación pero también en poca, marginal o nula

temas decuotaselectoralesIns-
inclusión de sus demandas en la política.
Entendemos que la gobernabilidad democrática es aquella que
respeta los derechos humanos, vela por la igualdad y no
titucinalidadParticipación
a cp ciudadana
ci
discriminación, por la transparencia y la participación en la toma

Descentralización
de decisiones, es equitativa y responde a las necesidades de la
Repre-
sociedad, promoviendo el Estado de Derecho.
Nuestras sociedades deberán colocar la igualdad de género
sentación sistemas decuota-
como un aspecto y un objetivo central de su proyecto político y
social porpolítica
una razón de justicia y equidad social, pero también

selectoralesInstitucinalidad Participa-
por el bien de sus democracias.
De

ción ciudadana DescentralizaciónParticipación


ciudadanapolíticasistemas decuo-
taselectoralesInstitucinalidadParticipación
ciudadanacuotas Descentralizacio-
nelectoralesInstitucinalidad Partici- De

pación Representaciónpolíticaciudadana-
políticacuotasParticipación ciudadana
Genera perspectiva
Los sistemas políticos en nuestra región han ex- Pero esta fotografía tiene muchos detalles.
cluido históricamente a las mujeres –y a los pue- Veamos algunos de ellos:
blos originarios y afrodescendientes- lo que se
ha traducido en una baja participación pero •Representación política
también en una poca, marginal o nula inclu- •Cuotas y sistemas electorales
sión de sus demandas en la política. Esta exclu- •Gobiernos locales
sión es un factor desestabilizante, debilitador y •Institucionalidad de género
cuestionador de las democracias latinoameri- •Participación ciudadana
canas. Si entendemos, como plantea el PNUD
(2002), que la gobernabilidad democrática es ¿Qué está haciendo el PNUD?
aquella que respeta los derechos humanos, La Gobernabilidad Democrática es una de las
vela por la igualdad y no discriminación, por la cuatro áreas de trabajo del PNUD. La Estrategia
transparencia y la participación en la toma de de Igualdad de Género 2008-2013 “Empodera-
decisiones, es equitativa y responde a las nece- das e iguales” plantea el enfoque de trabajo en
sidades de la sociedad, promoviendo el Estado esta área y las principales metas en este periodo.
de Derecho, nuestras sociedades deberían co-
locar la igualdad de género como un aspecto En América Latina y el Caribe, el PNUD ha plan-
y un objetivo central de su proyecto político y teado como una prioridad para este periodo la
social por una razón de justicia y equidad so- representación política de las mujeres y la pro-
cial, pero también por el bien de sus democra- moción de reformas del Estado que conduz-
cias. can a la igualdad de género. Esto se concreta
en el trabajo que se está haciendo a nivel re-
En los últimos años, los avances legislativos se gional y en los diferentes países de la región.
han traducido en avances numéricos impor-
tantes en la participación política de las muje- -Visita nuestro mapa de iniciativas para ver
res en algunos países. Estos avances no están los proyectos que se están llevando a cabo
exentos de limitaciones y obstáculos, e incluso en este tema en los diferentes países: (http://
algunos retrocesos. Más difícil ha sido prosperar www.americalatinagenera.org/es/index.
en la incorporación efectiva y real de los prin- php?option=com_content&view=article&id=13
cipios de igualdad de género en las políticas 56&Itemid=459).
públicas y en las estructuras del Estado.
-En el ámbito regional, el Área Práctica de Gé-
La aspiración que ya ha quedado establecida nero del PNUD está enfocando sus esfuerzos a:
en compromisos regionales como los consen-
sos de Quito y Brasilia es lograr democracias o Apoyar procesos nacionales y regionales de
paritarias. Para ello, es preciso mejorar los mar- intercambio y desarrollo de capacidades entre
cos constitucionales y legislativos pero sobreto- mujeres parlamentarias.
do garantizar la implementación de las leyes y o Incorporar el enfoque de género y diversidad
de los mecanismos de vigilancia que aseguren en el quehacer parlamentario y gubernamen-
su efectividad. Las acciones positivas siguen tal.
siendo necesarias para superar las barreras que o Incluir la agenda de género en los diálogos
afrontas las mujeres para su efectiva participa- sociales y políticos y en los procesos de refor-
ción. Además, lograr que las demandas de las ma.
mujeres se conviertan en demandas sociales o Facilitar la coordinación entre actores que
amplias a través de procesos de sensibilización, promueven la participación política de las mu-
comunicación, capacitación pero también de jeres en la región.
mecanismos de sanción o de no tolerancia a o Desarrollar productos de conocimiento y ma-
conductas, actos y manifestaciones hostiles a teriales audiovisuales sobre la temática.
la participación de las mujeres en los espacios
políticos.
Esta información se actualiza continuamente,
si quieres saber más visita nuestro portal:
http://www.americalatinagenera.org

Otras voces:
El feminismo como pensamiento crítico y
como movimiento social

El feminismo como pensamiento crítico y como movimiento social


ha cuestionado la dimensión patriarcal y excluyente de las distintas
definiciones de democracia, tanto las de raíz liberal como las más
radicalmente opuestas al liberalismo. Del mismo modo, han desta-
cado el carácter androcéntrico de la democracia moderna como
un rasgo estructural presente en las teorías del contrato social que la
sustenta.
Como plantea Rosa Cobo, no es posible ampliar la democracia y la
ciudadanía de las mujeres si éstas no se constituyen como un sujeto
de intervención social y de negociación política. Por ello, el feminis-
mo también ha alentado la construcción de una identidad feminista
articulada en torno a la situación de discriminación que inicialmente
comparten todas las mujeres.
Una democracia paritaria implica que mujeres y hombres participen
de manera igualitaria en lo público y en lo político. La paridad es
una propuesta política discutida porque, como dice Cobo, “ataca
el núcleo básico de la democracia patriarcal al proponer una nue-
va distribución de poder entre varones y mujeres”. Una propuesta
que, sin embargo, amplía la ciudadanía política y social de las muje-
res fortaleciendo su capacidad para actuar como sujeto político.

Ver más en: http://www.americalatinagenera.org/es/in-


dex.php?option=com_content&task=view&id=905&pub_
id=1955&Itemid=287
.
Representación política Uruguay (14,1%), Paraguay (12,5%), Guatemala
(12%), Brasil (9%), Panamá (8,5%) y Colombia
(8,4%) (IPU, 2010).

A pesar de que las mujeres representan más La teoría de la masa crítica, impulsada por
de la mitad de la ciudadanía, han necesitado
Drude Dahlerup, sostiene que el impacto
recorrer un largo camino para lograr el recono-
cimiento de sus derechos fundamentales, entre de un grupo minoritario – o de un grupo
ellos el derecho al voto. Ecuador fue el primer históricamente excluido, añadimos- se
país de la región en reconocer el sufragio fe- determina por el peso relativo que ten-
menino en 1929, pero tendrían que pasar más ga dentro de una sociedad más amplia.
de treinta años para que todas las latinoameri- Cuando el grupo alcanza un tamaño de-
canas gozaran de este derecho, ya que Para- terminado o condición de “masa crítica”,
guay, que fue el último país en otorgarlo, no lo estará en condiciones de imponer cam-
hizo hasta 1961. bios en la cultura y las normas instituciona-
les, marcando una diferencia sustantiva al
En los años 80, las mujeres jugaron un papel im-
interior de los parlamentos y dando lugar
portante en los movimientos sociales que impul-
saron la caída de las dictaduras y aceleraron a la “representación sustantiva o cuali-
los procesos de transición en América Latina. tativa” (Llanos et alt., 2008; Peña, 2005;
Lucharon simultáneamente por la democracia Dahlerup, 1993).
y la igualdad de género, convirtiéndose en un
sujeto social con discurso propio que incorporó
a la agenda política nuevos temas y formas de
La participación femenina en los gobiernos
actuar y pensar (Bareiro, 2007). Sin embargo, lo
subnacionales muestra niveles muy bajos o
anterior no se tradujo en acceso a puestos de
destaca directamente por su ausencia, como
liderazgo ni en mayor representación a nivel
en el caso de Bolivia, Perú y Uruguay, que no
político en los primeros años del periodo demo-
cuentan con ninguna mujer como goberna-
crático.
dora o presidenta regional. El resto de países,
exceptuando Ecuador (18%) y Brasil (11,1%), ni
En la actualidad, las mujeres latinoamerica-
siquiera alcanzan el 10% de representación fe-
nas conforman el 50% o más de la población
menina en dichas instancias (Llanos et alt., 2008
electoral. Poco a poco han ido accediendo
).
a los puestos de decisión política, para lo que
han tenido que salvar los grandes obstáculos
Lo mismo ocurre en el ámbito local, donde la
que caracterizan un ámbito tan predominan-
mayoría de los países no llegan al 10% de re-
temente masculino como el político. Como
presentación femenina. Las políticas de des-
resultado de las últimas elecciones legislativas
centralización y las reformas municipales em-
celebradas en 2009, el 20% (IDEA Internacio-
prendidas por los gobiernos latinoamericanos
nal, BID, 2010) de los asientos en las cámaras
en los años ochenta, favorecieron la revalori-
bajas o congresos unicamerales de la región
zación política de los municipios y crearon un
son ocupados por mujeres. Un gran avance si
ambiente propicio para la inclusión de nuevos
se compara con el promedio de mujeres en las
actores y especialmente de las mujeres, en la
cámaras bajas en 1997, que apenas llegaba al
competencia política para ocupar cargos de
10,8% (Llanos et alt., 2008).
decisión. Sin embargo, estos nuevos diseños ins-
titucionales no han favorecido en la práctica la
A pesar de esta significativa evolución, la re-
entrada de las mujeres a los gobiernos locales
gión todavía está lejos de alcanzar la “masa
(Massolo, 2007).
crítica” que permita a las mujeres negociar y
hacer efectivas determinadas condiciones y
Entre los avances que han tenido lugar en la re-
cambios en la cultura y las normas instituciona-
gión, destaca la tendencia a una mayor femini-
les dentro de sus congresos. Sólo tres países han
zación de los gabinetes ministeriales; las ministras
superado el 30% de participación femenina: Ar-
representaban en 2007 el 24% de los ministerios y
gentina (38,52%), Costa Rica (36,8% en 2006) y
han conseguido ocupar carteras antes reserva-
Ecuador (32,3%), frente a otros países con nive-
das a los hombres (sectores productivos, medio
les mucho más bajos como los de Chile (15%),
ambiente, economía, defensa, etc) (Llanos et las mujeres y las agendas de equidad de géne-
alt., 2008).Además, cinco mujeres fueron elec- ro en las resoluciones legislativas y las políticas
tas como presidentas de la república en las últi- públicas (Bonder et alt. / PNUD / AECID, 2009).
mas décadas; Violeta Chamorro en Nicaragua,
Mireya Moscoso en Panamá, Michelle Bachelet “La paridad es la expresión más
en Chile, Cristina Fernandez en Argentina y re- amplia de universalidad de
cientemente Laura Chinchilla en Costa Rica.
derechos políticos, es decir de
Uno de los factores fundamentales que expli- pluralismo que significa igualdad para
ca el aumento de la representación política la diversidad“
femenina, ha sido la introducción de acciones (Bareiro / PNUD / AECID, 2009).
afirmativas, también conocidas como cuotas
o cupos, en los marcos de legalidad electoral Una vez conseguido el derecho a gobernar
de 11 países latinoamericanos. Sin embargo, de las mujeres, el objetivo de las dirigentes po-
el impacto de las cuotas ha sido limitado en líticas, feministas y organizaciones de mujeres,
aquellos países donde su efectividad se ve se- apunta a la democracia paritaria, un concep-
riamente restringida por el tipo de sistema elec- to relativamente nuevo en América Latina y
toral en el que se aplican, por la falta de preci- el Caribe. El objeto de la paridad consiste en
sión con que han sido redactadas muchas de asegurar que mujeres y hombres, que represen-
las normas, por la ausencia de sanciones claras tan el 50% respectivamente de la ciudadanía,
y contundentes ante el incumplimiento de es- intervengan a partes iguales en la toma de de-
tas y por la falta de medidas complementarias cisiones.
que apunten a igualar las condiciones en las
que compiten hombres y mujeres, en particu- En cualquier caso, para conseguir la paridad
lar respecto al acceso al financiamiento y a los real, es necesario que los hombres se involucren
medios de comunicación (Llanos et alt., 2008). también en esta lucha para asegurar la repre-
sentación política de la diversidad de la ciuda-
En cualquier caso, las cuotas de género están danía, y que esta demanda quede recogida
dirigidas a mejorar la representación descripti- a través de leyes y políticas que garanticen su
va o numérica de las mujeres. Esto podría supo- adecuado cumplimiento. Una de las observa-
ner una vía de entrada al reconocimiento de ciones más importantes en este sentido, es que
dimensiones de la realidad ignoradas y despoli- además de la representación equitativa de
tizadas, como el cuidado de los dependientes, mujeres y hombres, las políticas públicas deben
la conciliación familiar y laboral, nuevos estilos tener en cuenta la diversidad de identidades e
de liderazgo, etc. (Bonder et alt. / PNUD / AE- intereses de unas y otros, revisando la intersec-
CID, 2009). Sin embargo, esto no es automáti- ción de la categoría género con la clase social,
co como tampoco lo es que esas mujeres que el origen étnico-racial, la procedencia rural o
logran ser elegidas en un cargo público tengan urbana, la opción sexual y la edad, entre otros
de antemano un compromiso real con los inte- factores.
reses y temas de dichas agendas.

En relación a esto, a menudo se carga a las re-


presentantes femeninas con expectativas de-
masiado elevadas sobre el comportamiento y
la responsabilidad que deben asumir a favor
de la igualdad de género, ignorando la res-
ponsabilidad que tienen todos los actores invo-
lucrados en su consecución.

Por ello en los últimos años, además de en los


avances cuantitativos, se está enfocando ha-
cia la representación sustantiva, que implica
un cambio cualitativo durante el proceso y los
resultados de la política. Este tipo de represen-
tación supone actuar en interés de las repre-
sentadas, y por tanto, integrar los intereses de
Otras voces sobre representación política
La participación política de las mujeres diversas

A pesar del aumento de la participación política de las mujeres en puestos de


decisión, siguen existiendo grandes retos pendientes. Varias autoras señalan que los
mecanismos de cuotas y las reformas en los sistemas electorales han considerado
a las mujeres como un grupo homogéneo, ignorando las distintas discriminaciones
que impiden de manera diferenciada el acceso de las mujeres a la participación
política en función de su identidad étnico-racial, su procedencia rural o urbana,
edad, etc.

Por ello, una de las observaciones más importantes de los últimos años consiste en
que las políticas públicas deben considerar la diversidad de condiciones, situacio-
nes e intereses de las mujeres. Line Bareiro, Clyde Soto y Lilian Soto apuntan que “la
conformación de organizaciones, redes y articulaciones de mujeres jóvenes, de
mujeres negras, indígenas, lesbianas, adultas mayores, campesinas o rurales han
obligado a atender políticamente diferencias que la teoría de género consideró
desde sus inicios, pero la práctica política hizo que se operase homogeneizando
al grupo femenino. Esa perspectiva fue sin duda útil para la remoción de las más
evidentes discriminaciones legales por el hecho de ser mujeres”.

La ex-diputada afro costarricense y feminista, Epsy Campbell ha evidenciado que


en su país, es mayor la discriminación racial en la política, que la de género. En lo
que se refiere al acceso a cargos de poder la brecha entre personas afro costarri-
censes y las blancas y mestizas, es mayor que entre hombres y mujeres.

Ver más en: http://www.americalatinagenera.org/es/index.php?option=com_


content&task=view&id=905&pub_id=1027

Cuotas y sistemas electorales adoptado mecanismos de cuotas de género


en sus marcos electorales con el objeto de re-
Las acciones afirmativas son mecanismos orien- servar plazas en las listas de candidatos/as a
tados a eliminar la discriminación existente ha- los cargos de elección popular: México, Costa
cia determinados grupos de población y que Rica y Paraguay en 1996, Bolivia, Brasil, Ecua-
impide el libre ejercicio de su ciudadanía. Entre dor, Panamá, República Dominicana y Perú en
las acciones afirmativas orientadas a garanti- 1997, y Honduras en el 2000. Uno de los casos
zar el acceso en igualdad de oportunidades más recientes es el de Uruguay, que aprobó la
a la representación política están las cuotas, medida en 2009, pero no entrará en vigor hasta
que buscan alcanzar una igualdad efectiva 2014.
entre diferentes grupos sociales en el acceso
a cargos de decisión o elección popular. Así, A través de estas leyes se han establecido los
a través de estas medidas de acción positiva porcentajes mínimos de candidaturas femeni-
se pretende garantizar que las mujeres constitu- nas con los que deben contar las listas electo-
yan al menos un porcentaje mínimo (del 20% al rales presentadas por los partidos políticos en
40 %), o una “minoría decisiva”, de un órgano las lecciones, y estos oscilan entre el 20% y el
de gobierno o de toma de decisiones. 50%. Los países que han adoptado un mayor
porcentaje en la cuota son Costa Rica (40%) y
Argentina se convirtió en 1991 en el primer país Ecuador (50%) (Llanos et alt., 2008).
del mundo en establecer su ley de cuotas. Des-
de entonces, 11 países latinoamericanos han Existen distintos tipos de clasificación de los sis-
temas de cuotas, según atiendan al carácter los gobiernos de garantizar la participación de
normativo o voluntario de las mismas; a los pro- un 30% de mujeres en la administración pública
cesos de selección o a la proporción final de a través de la Ley de Igualdad de Oportunida-
mujeres elegidas. Las cuotas legislativas y cons- des. Colombia aprobó la ley 581, vigente des-
titucionales (consagradas en leyes electorales de el año 2000, que establece que un 30% de
o constituciones respectivamente) se basan en los cargos de toma de decisiones en el poder
normas jurídicas que disponen de forma oficial ejecutivo deben ser desempeñados por muje-
que las entidades políticas participantes en un res. Sin embargo, ambos países muestran de-
proceso electoral deben aplicarlas (Peschard, bilidades a la hora de garantizar su adecuado
2004). Las cuotas de los partidos políticos son cumplimiento e implementar los mecanismos
establecidas voluntariamente por los propios de seguimiento y sanción (Llanos et alt., 2008).
partidos a fin de asegurar la nominación de un
número o porcentaje determinado de mujeres Los impactos producidos por las leyes de cuo-
(iKNOW politics, 2010). Diversos partidos políti- tas en los diferentes países son desiguales, sin
cos han establecido cuotas internas voluntarias embargo se puede afirmar que han produci-
en Chile, Nicaragua, El Salvador, Brasil, Costa do un aumento determinante de la represen-
Rica, Paraguay, Venezuela y Uruguay. Aunque tación femenina, especialmente en los cargos
esto no significa que su cumplimiento haya sido parlamentarios. Así, antes de la aplicación de
efectivo. las cuotas, el porcentaje promedio en las cá-
maras bajas de aquellos países que hoy cuen-
Tanto las cuotas de los partidos como las cuo- tan con estas medidas, no superaban el 14%.
tas legislativas están dirigidas a incorporar me- Tras la adopción de las cuotas, el promedio
didas de acción positiva en los procesos de se- de estos países llegó al 20,5% en 2007 (Llanos
lección. Las primeras requieren que los partidos et alt., 2008) y 20% en 2010 (IDEA Internacional,
presenten una proporción determinada de mu- BID, 2010). Mientras tanto, aquellos países que
jeres en sus listas de candidatos, generalmente no tienen sistemas de cuotas apenas cuentan
entre el 25 y el 50% del total. Las cuotas legisla- con un 15,4% (elaboración propia a partir de
tivas, decretadas por los Parlamentos naciona- los datos del IPU, 2010).
les, obligan a todos los partidos a nominar una
cierta proporción de candidatas femeninas, Sin embargo, el verdadero impacto de las le-
que generalmente oscila entre el 25 y 50% de yes de cuotas depende de otra serie de facto-
todos los candidatos. Ambos sistemas son los res, que van mucho más allá de la mera ley: el
más comunes en América Latina y a menudo carácter de la propia normativa, la claridad en
funcionan de forma simultánea (Krook, 2008). la formulación de la ley que evite interpretacio-
nes interesadas, la inclusión y adecuada imple-
Los escaños reservados son otro tipo de accio- mentación de los mecanismos de seguimiento
nes afirmativas que están dirigidas a garantizar y sanción, o el sistema electoral del país, entre
la proporción final de mujeres elegidas. Se trata otros.
de políticas que literalmente reservan escaños
para las mujeres de las asambleas políticas. Las investigaciones apuntan que las mujeres
Para ello, revisan los mecanismos de elección, tienen mayores posibilidades de ser electas en
exigiendo un número mínimo de actores feme- los sistemas de representación proporcional
ninos. Sin embargo, por lo general la propor- aplicados en circunscripciones plurinominales
ción exigida es muy baja; 1 o 2 % de todos los (los cargos electos se asignan de acuerdo con
escaños, aunque hay excepciones importan- el porcentaje de votos obtenidos por cada
tes. Este tipo de cuotas se concentran especial- partido) que en los sistemas de mayoría en dis-
mente en África, Asia y el Medio Oriente (Krook, tritos uninominales (el partido que obtiene ma-
2008). yor número de votos obtienen todos los cargos
en disputa). Esto se debe a que en los primeros,
Un último tipo de cuotas que no responde al al tener la posibilidad de obtener más escaños,
sistema de elección popular, es el que define los partidos buscan incluir diversos sectores so-
que se debe garantizar un porcentaje de muje- ciales para llegar a un electorado más amplio.
res en los cargos de designación del poder eje- En los segundos, sin embargo, se busca un can-
cutivo. Sólo dos países latinoamericanos, Co- didato con más posibilidades de ganar, y en
lombia y Panamá, incluyen en sus legislaciones la mayoría de los casos el elegido suele ser un
esta obligación. Panamá incluyó el deber de hombre (Llanos et alt., 2008).
Otras voces
Algunas de las críticas realizadas por varias organizaciones feministas hacia las cuo-
tas señalan que estas políticas resultan en la elección de mayor número de mujeres,
pero sólo de aquellas que refuerzan el status quo y no de las que lo desafían y trasfor-
man. Desde esta mirada, exponen la razón por la cual las políticas de cuotas —que
parecieran ser una desviación radical de las políticas más habituales— son a menu-
do adoptadas por los líderes de los partidos y los Parlamentos nacionales de manera
relativamente rápida y unánime.

Esta afirmación se basa en que las reglas de implementación de las cuotas entregan
una autonomía considerable a los líderes de los partidos y/o confieren discreciones
extensivas a las autoridades electorales. Así, algunos partidos ignoran los requerimien-
tos afirmando que no han podido encontrar un número suficiente de candidatas mu-
jeres que califiquen, mientras otros aprovechan la oportunidad para elegir un grupo
de candidatas que decididamente no asumen una agenda política de género.

De esta forma, más allá del entusiasmo suscitado por el incremento de la represen-
tación política de las mujeres, muchas feministas expresan sus dudas y temores acer-
ca del potencial transformador de las cuotas. Argumentan también que las cuotas
hacen avanzar los proyectos neoliberales, desmovilizan los movimientos de las muje-
res, resultan en la elección de mujeres no feministas, promueven una visión estática
de las «mujeres» como grupo y disminuyen su eficacia como actores políticos (Krook,
2008).

Ver más: http://www.americalatinagenera.org/es/index.php?option=com_


content&task=view&id=905&pub_id=1030

Así, este tipo de sistema, junto con la utilización Paraguay y Perú cuentan en la actualidad con
de listas cerradas y bloqueadas con mandato este tipo de mecanismos (Bareiro / PNUD / AE-
de ubicación, representa el mejor escenario CID, 2009).
para garantizar la efectividad de las mismas. En
el caso de las listas cerradas y bloqueadas se Un último factor decisivo para favorecer la par-
vota a la lista partidaria, de forma que las can- ticipación política de las mujeres tiene que ver
didaturas ubicadas en los primeros lugares tie- con la financiación. Los recursos son indispen-
nen asegurada su elección. Los mandatos de sables para llevar adelante exitosamente una
ubicación son dispositivos desarrollados con el campaña electoral, por ejemplo, pero también
objetivo de asegurar que las candidaturas de para construir capacidades y liderazgo al inte-
las mujeres sean colocadas en lugares elegibles rior de los partidos políticos. (Ferreira / PNUD /
y no en el fondo de las listas. Al menos cuatro AECID, 2009). México llevó a cabo una reforma
países en América Latina han incorporado ya electoral en 2008 que incluyó entre otras cosas,
estos mandatos: Argentina, Bolivia, Cota Rica y la obligación de los partidos políticos a destinar
México (Bareiro / PNUD / AECID, 2009). el 2% para tal fin, sin embargo, los recursos que
reciben los partidos políticos a menudo han
Otro factor de relevancia para garantizar la sido sub ejercidos o desviados. Es fundamental
efectividad de las cuotas tiene que ver con trabajar en este sentido, para que más países
la existencia de sanciones severas para ca- incluyan este tipo de medidas en sus sistemas
sos de incumplimiento de la ley, que cuenten electorales, así como los mecanismos necesa-
con la necesaria capacidad institucional para rios para garantizar su efectividad.
su aplicación. De no darse estas condiciones,
cualquier regulación legal se verá debilitada.
Argentina, Brasil, Bolivia, Costa Rica, México,
Institucionalidad de Algunos de los obstáculos que enfrentan estos
mecanismos tienen que ver con las posiciones
relativamente marginales que ocupan muchos
género y actores para de ellos en la estructura del estado. Según da-
tos del Observatorio de Igualdad de Género

la igualdad de la CEPAL (2010), el 40% de los MAM tienen


rango ministerial, mientras el 21% son entidades
adscritas a la Presidencia y el 39% dependen
de un Ministerio (viceministerios, subsecretarías,
La institucionalidad de género está compues- institutos, consejos, etc.).
ta por un entramado de compromisos interna-
cionales, leyes, mecanismos y actores que han Entre otras de las dificultades más frecuente-
hecho posible la legitimación del problema de mente apuntadas destacan las limitaciones
las desigualdades de género en la sociedad y presupuestarias y la escasa apropiación del
el Estado. Esta amplia red abarca ámbitos que potencial ofrecido por los procesos de refor-
van desde la construcción de nuevas concep- ma del estado para participar desde adentro
ciones sobre las relaciones de género, pasando en las transformaciones estructurales como la
por la incorporación de las desigualdades en- descentralización. El movimiento y las organi-
tre hombres y mujeres a las agendas públicas, zaciones de mujeres y feministas solicitan tam-
hasta la institucionalización de esta problemá- bién mayor incidencia en la construcción de
tica en el Estado (Guzmán, 2001). sus agendas y en los planes de acción (Bonder
/ PNUD / AECID, 2009).
Este proceso tomó fuerza a partir de los años
noventa, ante la demanda compartida por los Las primeras Bancadas Femeninas y Comisio-
movimientos feministas de la región, que exi- nes Interparlamentarias surgieron a finales de
gían la creación de leyes y políticas, y de me- los años 80 para impulsar normativas a favor
canismos nacionales responsables de abordar de las mujeres, fortalecer la representación fe-
los problemas derivados de la discriminación menina en los órganos legislativos y promover
de género. Las recomendaciones que resulta- la igualdad entre los géneros. Constituyen es-
ron de las distintas Conferencias de Naciones pacios de gran relevancia que han sido capa-
Unidas sobre la Mujer y los debates en torno a ces de trascender las identidades ideológicas
la modernización del Estado y la redefinición y políticas – no sin dificultades- para promover
de sus relaciones con la sociedad, fueron tam- agendas legislativas comunes que promuevan
bién elementos determinantes para el avance los derechos de las mujeres y la fiscalización de
de la institucionalidad de género. las políticas de género.

El origen de los Mecanismos para el Avance de Este tipo de iniciativas ha logrado relevar temas
la Mujer (MAM) o Mecanismos Nacionales de ausentes en la preocupación pública o estan-
Igualdad (MNI) se remonta a la primera Con- cados por la resistencia masculina o ideológi-
ferencia Mundial sobre la Mujer, que tuvo lugar co-política como la violencia de género, salud
en México en 1975, en la que se afirmó que la sexual y reproductiva, etc. Además, han permi-
creación de este tipo de mecanismos consti- tido el intercambio de experiencias y aprendi-
tuía una medida efectiva para lograr la igual- zajes entre las mismas parlamentarias, aportan-
dad de oportunidades entre hombres y muje- do a la construcción de una forma distinta de
res. Posteriormente, las Conferencias de Nairobi hacer política (Bonder / PNUD / AECID, 2009).
(1985) y Beijing (1995) retomaron la reivindica- En América Latina tenemos varias experien-
ción del movimiento de mujeres que exigía la cias en este sentido; la Bancada Femenina del
creación y fortalecimiento de instituciones de Congreso Nacional Brasileño (1988); la Unión
ámbito nacional que se convirtieran en recto- de Mujeres Parlamentarias de Bolivia, UMPA-
ras de las políticas de igualdad y en promotoras BOL (1996); la Bancada Bicameral Femenina
de la transversalización del enfoque de género de Uruguay, BBF (2000); La Comisión Accidental
en políticas, planes y programas estatales. Esto Bicameral para la Defensa de los Derechos de
dio lugar a la creación masiva de mecanismos la Mujer en Colombia (2006); la Mesa de Muje-
nacionales en los países latinoamericanos que res Parlamentarias Peruanas, MMPP (2006) y la
aún no los tenían (Bareiro, 2007). Banca de la Mujer de Argentina (2008).
Otras voces: Críticas a la institucionalización del
movimiento feminista

El nacimiento de los Mecanismos Nacionales de Igualdad, fue una de las de-


mandas más fuertes del movimiento feminista en los años 90.
Sin embargo, algunos sectores feministas cuestionan fuertemente que la insti-
tucionalización del feminismo se ha traducido en burocratización y pérdida de
radicalidad.

Esta fuerte crítica hacia el devenir institucional del movimiento, se hizo patente
en los encuentros feministas Latinoamericanos y del Caribe que tuvieron lugar
en El Salvador y Chile en 1993 y 1996 respectivamente.
El cuestionamiento hacia el feminismo institucionalizado partía de la
consideración de que éste no tomaba parte en las críticas a las políticas neo-
liberales ni cuestionaba la procedencia de los fondos de financiación de las
ONGs de mujeres. Finalmente, la diferencia de opiniones produjo la división de
las feministas “autónomas” y las partidarias de la
institucionalización en el Encuentro de Chile, aunque ambas partes
consideraron que ni unas ni otras podían atribuirse el derecho a
representar, hablar o negociar en nombre del movimiento
Latinoamericano y del Caribe.

En 2009, la división volvió a marcar el XI Encuentro Feminista


Latinoamericano y del Caribe que tuvo lugar en México, en el que el
movimiento feminista autónomo criticó la organización del mismo y reiteró su
rechazo a la progresiva tecnocracia de género que ha cooptado las ideas
feministas vaciándolas de su contenido político y radicalidad para introducirse
en las estructuras del estado y seguir reproduciendo las
desigualdades.

Muchos países de la región cuentan también Como vemos, dentro de esta amplia red co-
con mecanismos sub-nacionales para los asun- existen diversos actores e instituciones a nivel lo-
tos de género, entre ellos, las Oficinas Munici- cal y nacional. A los ya mencionados se están
pales de la Mujer o las políticas para la equi- incorporando en los últimos años otros como
dad de género en los gobiernos locales. En por ejemplo los Espacios de Diálogo entre el
este contexto cabe señalar el potencial de las gobierno y la sociedad civil, las Defensorías de
redes de mujeres municipalistas creadas con el la Mujer o de Género (Argentina, Perú, Bolivia,
objetivo de promover la participación política Costa Rica), las Unidades de Género de las
de las mujeres, fortalecer las capacidades de Instituciones del Poder Judicial ó las Unidades
las mujeres en los espacios de decisión e incor- de Género de los Ministerios. También encon-
porar el enfoque de género a la gestión mu- tramos espacios regionales como la Reunión
nicipal. La Asociación Nacional de Regidoras, Especializada de Mujer dentro del Mercosur
Síndicas y Alcaldesas Salvadoreñas, ANDRYSAS (REM) o el Consejo de Ministras de la Mujer de
o la Asociación de Concejalas de Bolivia, ACO- Centroamérica (COMMCA).
BOL son algunos ejemplos de estos espacios de
promoción de la participación política y los in-
tereses de las mujeres a nivel municipal.
Los marcos legales nes nacionales, disminuyendo la discreciona-
lidad de las y los jueces en su interpretación,
Gracias a la incidencia y la articulación de los y validan la adopción de mecanismos para
diversos actores, y especialmente al trabajo alcanzar la igualdad real, tales como las medi-
constante de las organizaciones de mujeres y das afirmativas o medidas de acción positiva.
feministas, ha sido posible la consecución del Costa Rica, Venezuela, Panamá, Honduras y
marco de legalidad con el que contamos hoy. Colombia, cuentan con las leyes de igualdad
Junto a la CEDAW, las legislaciones de Igual- más antiguas, con más de diecinueve años de
dad, las leyes contra la Violencia contra las antigüedad en el caso costarricense. Las más
Mujeres, y las leyes de Cuotas de representa- recientes son las de México, Nicaragua, Perú y
ción política, conforman este marco legislativo Uruguay.
destinado a hacer efectiva la igualdad entre
mujeres y hombres. Así, el proceso de institucionalización, con las
particularidades y especificidades de cada
La Convención para la Eliminación de todas país, ha dado lugar a nuevos marcos que orien-
las formas de discriminación hacia las mujeres, tan el diseño de políticas, los cambios en las
CEDAW, aprobada en 1979, es el instrumento agendas institucionales y la creación de nue-
más importante de protección de los dere- vas instancias, leyes, normas y recursos para el
chos de las mujeres. Compromete a los países avance de las mujeres y el logro de la igual-
a presentar informes periódicos que permitan dad. Un paso ineludible hacia una verdadera
constatar los avances alcanzados a nivel de le- gobernabilidad democrática.
gislación, políticas públicas e institucionalidad,
en materia de igualdad entre hombres y mu-
jeres. A su vez, el Comité de Expertas enuncia
recomendaciones a los Gobiernos. El Protoco-
lo Facultativo, aprobado en 1999, establece
mecanismos de exigibilidad y equipara la Con-
vención con otros instrumentos de derechos
humanos (IIDH, 2004). Sin embargo, aunque en
los últimos años varios países de América Latina
han ratificado el Protocolo aún quedan algu-
nos sin hacerlo; Honduras, Nicaragua, El Salva-
dor y Chile.

La promulgación de leyes de igualdad en Amé-


rica Latina es un fenómeno bastante recien-
te. A partir de 1990, varios países de la región
aprobaron este tipo de normativas para redu-
cir las desigualdades existentes entre mujeres y
hombres, y dotar de un marco jurídico y admi-
nistrativo a los Planes de Igualdad implementa-
dos durante los años anteriores. Mientras estos
planes o programas constituían políticas guber-
namentales, las leyes de igualdad representan
políticas de estado que deben ser tenidas en
cuenta para cualquier decisión gubernamen-
tal o de otro poder público a la hora de formu-
lar e implementar programas o proyectos. De
esta manera, legalmente las políticas de igual-
dad dejan de depender de la voluntad política
y no se ven tan afectadas por los cambios de
gobierno (Torres, 2004).

Las leyes de igualdad permiten desarrollar o


actualizar el principio de igualdad o de no dis-
criminación contemplado en las constitucio-
Gobiernos Locales
La descentralización es un
En la década de los 80 comenzó el proceso de proceso de modernización y
descentralización de los gobiernos locales, a reforma de los Estados
través de una serie de reformas destinadas a
nacionales, mediante el cual se
redefinir el rol del estado nacional. Este proceso
de modernización tuvo lugar en el contexto de
transfieren competencias, poder
la crisis económica y de las políticas de ajus- de decisión y recursos desde el
te estructural exigidas por el Fondo Monetario gobierno central a instancias del
Internacional (FMI) para mejorar la eficiencia estado más cercanas a la
técnica, administrativa y financiera de la ges- ciudadanía, como
tión pública. pueden ser gobiernos regionales,
estatales, municipales,
Por otro lado, el fomento de la descentraliza- provinciales, etc. dotándolas de
ción también fue influenciado por los procesos recursos financieros e
de transición democrática de regímenes mili-
independencia administrativa, así
tares a gobiernos civiles (Chile, Argentina, Uru-
guay, Brasil, Perú, Bolivia), de apertura demo-
como de legitimidad para mejorar
crática (México), y por los acuerdos de paz de la producción de bienes y servicios
países como El Salvador y Guatemala. En este a través de
nuevo escenario, los incipientes movimientos la participación ciudadana.
sociales, las luchas de las organizaciones po-
pulares, urbanas y rurales, y las movilizaciones
por la democracia y los derechos humanos,
contribuyeron decisivamente a la redemocra- te eficaz es necesario que el traspaso de com-
tización y a la apertura de nuevos espacios de petencias y funciones vaya acompañado de
participación social y política en los ámbitos los recursos financieros suficientes, y de un nivel
municipales (Massolo, 2006). adecuado de capacidades políticas, institu-
cionales y técnicas por parte de las autorida-
No fue hasta la década de los noventa que des municipales. Asimismo, se requieren meca-
los movimientos y organizaciones de mujeres nismos efectivos de participación ciudadana y
comenzaron a orientar su mirada al potencial rendición de cuentas para asegurar el poten-
transformador de la descentralización y los mu- cial democratizador de la descentralización.
nicipios. Hasta entonces habían dirigido sus rei- De lo contrario, el poder puede volver a con-
vindicaciones al estado central, pensando que centrarse en las élites locales (Massolo, 2006).
el ámbito municipal no podría responder a sus
demandas. Además, la marca “neoliberal” Cuando estos objetivos están cubiertos, la des-
de las reformas descentralizadoras generaban centralización posibilita una interlocución más
desconfianza al interior del movimiento. Temían ágil entre el gobierno local y la sociedad civil,
que la falta de recursos y apoyos suficientes dando lugar a una apertura de espacios y par-
para una eficiente gestión municipal, podría ticipación en los que pueden integrarse nuevos
significar nuevamente el aumento de trabajo actores, como las organizaciones de mujeres.
no remunerado para las mujeres y su margina- Se trata de un ámbito con un gran potencial
ción de los puestos, comisiones y áreas munici- para posicionar los intereses prácticos y estra-
pales que recibieran recursos y que serían codi- tégicos de las mujeres, formular e implementar
ciados por los hombres. políticas públicas de igualdad de oportunida-
des, desarrollar medidas afirmativas para fo-
En el ámbito local, el municipio adquiere una mentar su ciudadanía y su participación po-
importancia enorme ya que constituye el re- lítica, prevenir la violencia de género, etc. Sin
ferente político-administrativo territorializado. embargo, la práctica no se ha mostrado tan
Esta cercanía abre un sinfín de oportunidades optimista y, a menudo, las mujeres encuentran
a la participación de la población en la gestión más prejuicios y mayores obstáculos en el ám-
municipal. Sin embargo, para que la descen- bito local que en el nacional.
tralización se convierta en un recurso realmen-
Pocas mujeres La atención prestada por los municipios a la
igualdad de género es todavía muy limitada.
en los gobiernos locales En pocos casos todavía se han desarrollado
políticas municipales de igualdad o planes de
A pesar del importante activismo social a nivel igualdad. Ha sido más frecuente la creación de
local y comunitario de las mujeres, apenas al- oficinas de la mujer para atender los problemas
canzan el 10% de los cargos de alcaldesas; sólo específicos de las mujeres. Pero generalmente
Chile (12,1%), República Dominicana (11,3%) y estas instituciones no han contado con presu-
Nicaragua (10,4%) alcanzan los dos dígitos. Los puestos ni personal suficiente, han quedado
datos son más favorables en lo que se refiere marginadas de la toma de decisión municipal
a la presencia de mujeres concejalas en los y no se ha traducido en un ejercicio de integra-
concejos municipales. Sin embargo las cifras ción en el quehacer municipal.
oscilan entre la ausencia total de concejalas
electas como titulares en el caso de Panamá,
o el 5,9% de Guatemala, hasta el 47,6% de Cos-
ta Rica y el 37,8% de Nicaragua (Llanos et alt.,
2008).

Entre los principales obstáculos para aumentar


la presencia femenina en el ámbito local, des-
tacan: la debilidad democrática existente en
la región; la división entre el ámbito productivo
y el reproductivoy la presión social y comunita-
ria para que las mujeres permanezcan al car-
go del cuidado de las personas dependientes
y del hogar; el menor acceso a la educación;
la falta de experiencia en los ámbitos de par-
ticipación política tradicionalmente ocupados
y monopolizados por los hombres; las prácticas
políticas tradicionales, basadas en actitudes
caudillistas, y los obstáculos y prejuicios que de-
ben enfrentar las mujeres para permanecer en
los cargos de decisión. (Massolo, 2007).

La progresiva articulación de redes y asocia-


ciones de mujeres municipalistas que tuvo lugar
a finales de los 90, junto con la incorporación
de la perspectiva de género en las políticas y
los programas de la agenda municipal, son sin
duda algunos de los cambios más importantes
que han tenido lugar en este ámbito. Las redes
de mujeres municipalistas han avanzado gran
parte del camino a través de la articulación
de consensos más allá de las diferencias parti-
darias, ideológicas o identitarias y la construc-
ción de un frente común para protegerse de la
hostilidad masculina al interior de las alcaldías.
A través del trabajo colectivo están logrando
relevar y visibilizar el problema de las desigual-
dades de género, promueven la formación
de las mujeres para mejorar sus capacidades
e intercambian conocimientos, aportan al
fortalecimiento institucional de los municipios
y defienden la participación femenina en la
toma de decisiones de los gobierno locales
(Massolo, 2007).
Otras voces. Declaración de Montevideo

Mujeres y hombres municipalistas de distintos organismos públicos y municipios


de Iberoamérica se reunieron en Montevideo entre el 10 y el 14 de mayo de
2009, en el marco del IX Congreso Iberoamericano de Municipalistas, por
convocatoria de la Unión Iberoamericana de Municipalistas (UIM), para
reflexionar sobre las desigualdades de género en los ámbitos de decisión
popular.

En este sentido, manifestaron que la gobernabilidad democrática no puede


ser fortalecida mientras la población femenina no sea integrada en los
espacios de poder popular y toma de decisiones, y que su segregación
contribuye a la invisibilización de las problemas que les afectan de forma
específica. Hacen un llamado especial a la necesidad de que los hombres
asuman la conciencia de género, para que mujeres y hombres de forma
conjunta deconstruyan los
estereotipos de género y pacten un nuevo modelo de contrato social,
asentado en la corresponsabilidad tanto en la esfera pública como privada.
Finalmente, destacan las deficiencias de las políticas públicas para hacer
efectiva la transversalidad de género, y manifiestan la importancia
fundamental de propiciar procesos de capacitación que fortalezcan las
capacidades de liderazgo y gestión de las mujeres, y fomenten la
construcción de agendas locales sensibles al género.

En este contexto decidieron conformar la Red Iberoamericana por Agendas


Locales de Género, con los objetivos de: promover la articulación de las redes
nacionales y regionales y apoyar iniciativas de forma conjunta; contribuir a
que el espacio local se vuelva un ámbito más propicio para un nuevo pacto
social, más democrático, incluyente e igualitario; visibilizar las desigualdades
de género existentes en este espacio; luchar contra todas forma de violencia
de género; fomentar programas de capacitación; socializar las buenas
experiencias; constituir una Red de Conocimiento que pueda fortalecer la
masa crítica respecto a la incorporación de género en las agendas locales,
etc.

Ver más: http://www.uimunicipalistas.org/redes/redgenero/wp-content/


uploads/declaracion.pdf
Participación ciudadana La teoría de la ciudadanía hunde sus
raíces en el pensamiento político
occidental, concretamente en la
En las décadas de los 60, 70 y 80, la realidad de formulación de T.H. Marshall, quien
América Latina caracterizada por los regíme- sostuvo que la ciudadanía es un status
nes dictatoriales y las violaciones sistemáticas de plena pertenencia de los individuos
de derechos humanos, dio lugar a un impor- a una sociedad y se confiere a quienes
tante cambio de ideas a nivel político y social. son miembros a pleno derecho de una
En este contexto fueron apareciendo los movi-
determinada comunidad, en virtud de
mientos sociales para la defensa de los dere-
que disfrutan de derechos en tres ám-
chos humanos y la consecución de una demo-
cracia plural, en los que las mujeres estuvieron bitos: civil, político y social
presentes desde el principio (Jelin, 1996). Sin (Gordon, 200).
embargo, los movimientos sociales mixtos no se
caracterizaron por ser precisamente espacios
inclusivos o abiertos a los planteamientos femi- universal, fue concebido en realidad como un
nistas sobre las desigualdades de género. hombre blanco, occidental, heterosexual y de
clase media, y todavía a día de hoy, este es
La participación de las mujeres en movimientos el modelo que predomina en nuestras socieda-
y agrupaciones ciudadanas, tiene anteceden- des. Y eso se traduce en personas incluidas y
tes mucho más remotos. Las mujeres estuvieron personas excluidas e ilustra el abismo existen-
presentes en las movilizaciones que dieron lu- te entre la ciudadanía formal, de derechos y
gar a la constitución de los estados, tal y como deberes, y la ciudadanía real, que implica la
hoy los conocemos. Hacia mediados del siglo existencia de ciudadanos/as de primera y se-
XIX, pequeños grupos de mujeres de clase alta gunda categoría. Basta con observar las expe-
comenzaron a reivindicar el acceso a las uni- riencias de migrantes en todas las sociedades
versidades, y en la primera mitad del siglo XX y de grupos históricamente marginados como
aparecieron las primeras voces del movimiento las mujeres, las comunidades indígenas o afro-
sufragista que reivindicaba el derecho al voto descendientes, las poblaciones rurales, los co-
de las mujeres, y las primeras huelgas de tra- lectivos LGTB, las personas con discapacida-
bajadoras que exigían condiciones laborales des, etc.
dignas. Sin embargo, su importante papel en El movimiento feminista y las organizaciones
la historia ha estado invisibilizado hasta hace de mujeres indígenas y afrodescendientes han
poco años, cuando los estudios históricos so- realizado un gran aporte al concepto de ciu-
bre la participación política de las mujeres co- dadanía universal – basado en la igualdad de
menzaron a poner de relieve su protagonismo derechos para cada integrante de la socie-
en circunstancias y escenarios determinantes dad- al cuestionar las desigualdades que ex-
para la definición de los actuales sistemas de- cluyen a las mujeres de los derechos y las res-
mocráticos (Bareiro, 1997). ponsabilidades de la ciudadanía plena. Por un
Todas estas luchas por la consecución de una lado, han desafiado la división público/privado
serie de derechos y por la igualdad de trato al afirmar que asuntos tales como la violencia
efectiva por parte del estado, nos acercan al contra las mujeres, la sexualidad, la reproduc-
concepto de ciudadanía, entendido como la ción y la familia son cuestiones de atención pú-
pertenencia a un grupo, comunidad, socie- blica. Y por otro, han alzado su voz para con-
dad o estado, y los derechos y responsabilida- seguir la garantía de sus derechos, partiendo
des que dicha membresía confiere. Es al mis- de sus especificidades, logrando en algunos
mo tiempo una condición – o una identidad casos, la aprobación e implementación de sis-
– y una práctica o proceso de relación con el temas de cuotas que les permitan participar
mundo social mediante el ejercicio de dere- en política y que sus intereses como mujeres di-
chos y el cumplimiento de obligaciones (Meer versas estén representados en los espacios de
et alt., 2004). toma de decisión.
Este modelo se basa en el “ciudadano univer- Sin embargo, el acceso a los espacios de ejer-
sal”, un individuo con derechos, que se invo- cicio del poder es todavía limitado, lo que im-
lucra en las instituciones de gobernabilidad o pide la profundización de la democracia. Es
con el Estado en el ámbito público del debate en este contexto donde la incidencia, la rendi-
político (Meer et alt., 2004). Pero tal ciudadano ción de cuentas, la exigencia de transparencia
en la función pública y el establecimiento de Así, mediante análisis presupuestarios que res-
mecanismos que faciliten la participación de pondan a los intereses de género, los grupos
la sociedad civil en la toma de decisiones, se de mujeres, los ministerios de economía y ha-
vuelven demandas prioritarias y problemas de cienda y los parlamentos están poniendo de
derechos humanos (Guzmán, 2002). relieve los efectos diferenciales del gasto públi-
co sobre servicios destinados a las mujeres y a
En los últimos años, las organizaciones de mu- los hombres. Mediante verificaciones públicas
jeres y feministas han participado en distintos de auditoría del gasto de los gobiernos locales,
espacios generados por los movimientos socia- se evidencia la corrupción y se determinan me-
les, como el Foro de Porto Alegre, y están lle- jores controles del gasto, posibilitando que las
vando a cabo acciones innovadoras de inci- mujeres se beneficien de los servicios públicos.
dencia política para fortalecer la rendición de Otros medios como las “tarjetas de califica-
cuentas para la igualdad de género. Ante la ción” emitidas por la ciudadanía que investiga
inadecuada prestación de servicios, los dictá- la calidad de los servicios públicos y urbanos,
menes judiciales con prejuicios de género y la las mujeres y los grupos comunitarios están de-
exclusión del mercado de trabajo y de los car- tectando los casos de desempeño deficiente
gos ejecutivos, las organizaciones están presio- y están exigiendo a las autoridades municipa-
nando para que los estándares de evaluación les que mejoren los sistemas de saneamiento,
de quienes ocupan cargos de poder, incluyan el alumbrado público y la vivienda de interés
la promoción de los derechos de las mujeres social, entre otros (UNIFEM, 2009).
(UNIFEM, 2009).

Otras voces. La incidencia política,


una herramienta de poder colectivo feminista
Desde la teoría feminista, la ciudadanía plena va más allá de la existencia de
derechos y capacidades para ejercerlos en los ámbitos político, social y eco-
nómico. Requiere además, para construir una auténtica democracia, que
una proporción significativa de las y los ciudadanos ejerza efectivamente su
ciudadanía. Así, la democracia sustantiva ha de garantizar que las mujeres
sean sujetas activas de pactos y no simplemente objeto de políticas públicas.

A través de la incidencia política feminista, las organizaciones han buscado


resolver problemas específicos de la agenda feminista, mediante cambios
concretos en políticas y programas, pero también construir poder colectivo
de las mujeres para participar en la creación de un nuevo pacto social con
nuevas formas de hacer política. Constituye además una herramienta que
contribuye a la democracia y a una cultura política más transparente.

La incidencia política requiere de estrategias diversas implementadas a los


largo del tiempo con mucha creatividad y persistencia. Algunos ejemplos son
la abogacía (promoción y defensa pública), el cabildeo, la realización de
campañas y la generación de conciencia pública en las organizaciones de
la sociedad civil. Los recursos de la incidencia van desde el empleo de formas
de participación institucional (participación en consejos, comités de consulta,
foros públicos, campañas cívicas, etc.) hasta las más variadas formas de mo-
vilización y presión social (huelgas, manifestaciones, festivales, etc.).
Ver más en:
http://www.americalatinagenera.org/es/index.php?option=com_
content&task=view&id=905&pub_id=1698
Representación políticasistemas
de cuotas electoralesInstitu-
cinalidad
lidad Participación ciudada-
ciudada
dad
Descentralización
De

na
Representación políticasistemas
de cuotas electoralesInstitu-
cinalidad
lidad Participación ciudada-
ciudada
dad
Descentralización
De

na Algunos compromisos
Representación políticasistemas
desobre gobernabilidad
cuotas electoralesInstitu-
cinalidad democrática
lidadParticipación ciudada-
ciudada
dad
na Descentralización
Representación políticasistemas
de cuotas electoralesInstituci-
nalidad Participación ciudadana Des-
De

centralizaciónParticipación
cipació ciudadana
ciu
ciuda
Descentralizaciónn polí-

tica sistemas decuotaselectora-


lesInstitucinalidadParticipación ciudada
Declaración Universal de Derechos Humanos, nión política o de otra índole, origen nacional
1948 o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición social], y sin restric-
Aprobada por la Asamblea General de las Na- ciones indebidas, de los siguientes derechos y
ciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, la oportunidades: a) Participar en la dirección de
Declaración Universal de los Derechos Huma- los asuntos públicos, directamente o por me-
nos fundamenta los derechos humanos en la dio de representantes libremente elegidos; b)
"dignidad intrínseca" de todas las personas. Votar y ser elegidos en elecciones periódicas,
auténticas, realizadas por sufragio universal e
La Declaración consagra el principio de igual- igual y por voto secreto que garantice la libre
dad de los derechos humanos al proclamar expresión de la voluntad de los electores; c) Te-
que “toda persona tiene todos los derechos y li- ner acceso, en condiciones generales de igual-
bertades proclamados en esta Declaración, sin dad, a las funciones públicas de su país”.
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, •http://www2.ohchr.org/spanish/law/ccpr.htm
religión, opinión política o de cualquier otra ín-
dole, origen nacional o social, posición econó- Convención Interamericana sobre Derechos
mica, nacimiento o cualquier otra condición” Humanos, 1969
(artículo 2)
Su Artículo 1 establece que: “Los Estados Partes
Aunque la Declaración carece del carácter en esta Convención se comprometen a respe-
vinculante de un tratado, ha adquirido acep- tar los derechos y libertades reconocidos en
tación universal como autoridad moral en ma- ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a
teria de derechos humanos. Muchos países toda persona que esté sujeta a su jurisdicción,
han citado la Declaración o incluido sus dispo- sin discriminación alguna por motivos de raza,
siciones en sus leyes básicas o constituciones, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas
y muchos pactos, convenios y tratados de de- o de cualquier otra índole, origen nacional o
rechos humanos posteriores se han basado en social, posición económica, nacimiento o cual-
sus principios. quier otra condición social”.
•http://www.un.org/es/documents/udhr/
El artículo 23; Derechos Políticos, señala que
Pacto internacional de derechos civiles y políti- “todos los ciudadanos deben gozar de los si-
cos, 1966, su Protocolo Facultativo, 1966 guientes derechos y oportunidades: a) de par-
ticipar en la dirección de los asuntos públicos,
El Pacto internacional de derechos civiles y po- directamente o por medio de representantes
líticos (PIDCP) fue aprobado por la Comisión de libremente elegidos; b) de votar y ser elegidos
Derechos Humanos de las Naciones Unidas en en elecciones periódicas auténticas, realizadas
1966. Sin embargo, no fue hasta 10 años des- por sufragio universal e igual y por voto secreto
pués que recibió las firmas suficientes para en- que garantice la libre expresión de la voluntad
trar en vigor. Al ser un Pacto tiene fuerza de ley de los electores, y c) de tener acceso, en con-
para los países que lo han ratificado. diciones generales de igualdad, a las funciones
públicas de su país.
El PIDCP desarrolla una serie de derechos civi- •http://www.oas.org/Juridico/spanish/
les y políticos que tienen como finalidad fijar los tratados/b-32.html
límites del poder estatal, protegiendo a las per-
sonas frente a los excesos del poder del Estado. Convención sobre la eliminación de todas las
El principio de igualdad queda recogido en el formas de discriminación contra la mujer, 1979
Artículo 3 que establece: “Los Estados Partes en y su Protocolo Facultativo, 1999 (Ver CEDAW)
el presente Pacto se comprometen a garanti-
zar a hombres y mujeres la igualdad en el goce La Convención sobre la Eliminación de Todas
de todos los derechos civiles y políticos enun- las Formas de Discriminación contra la Mujer
ciados en el presente Pacto”. (CEDAW) representa el estatuto internacional
de derechos para las mujeres y referencia obli-
En su artículo 25 indica que “todos los ciuda- gatoria en materia de igualdad entre hombres
danos gozarán, sin ninguna de la distinciones y mujeres. Fue aprobada en por la Asamblea
mencionadas en el artículo 2 [sin distinción al- General de las Naciones Unidas en 1979, en-
guna de raza, color, sexo, idioma, religión, opi- trando en vigor en 1981.
adoptar medidas para eliminar los obstáculos
En el preámbulo de la Convención se constata al desarrollo resultantes de la inobservancia de
que, a pesar de los instrumentos jurídicos exis- los derechos civiles y políticos, así como de los
tentes que consagran la igualdad de derechos derechos económicos, sociales y culturales”. Y
entre hombres y mujeres, la discriminación con- en su artículo 8 añade que “los Estados deben
tra la mujer sigue existiendo en todas las socie- alentar la participación popular en todas las es-
dades y se reafirma que ésta atenta contra la feras como factor importante para el desarrollo
dignidad humana y obstaculiza el bienestar y para la plena realización de todos los dere-
de la sociedad y la familia. El Artículo 1 define chos humanos”.
la discriminación contra la mujer como “toda •http://www2.ohchr.org/spanish/law/desarro-
distinción, exclusión o restricción basada en el llo.htm
sexo que tenga por objeto o por resultado me-
noscabar o anular el reconocimiento, goce o Conferencia Mundial de Derechos Humanos,
ejercicio por la mujer, independientemente de Viena, 1993
su estado civil, sobre la base de la igualdad del
hombre y la mujer, de los derechos humanos La Declaración y Programa de Acción de Vie-
y las libertades fundamentales en las esferas na resultante de la Conferencia celebrada en
política, económica, social, cultural y civil o en Viena en junio de 1993 reafirma el derecho al
cualquier otra esfera”. desarrollo como derecho universal e inaliena-
ble y como parte integrante de los derechos
Al ratificarla, los Estados parte de la Conven- humanos fundamentales.
ción se obligan jurídicamente a adoptar una
serie de medidas dirigidas a lograr: el pleno de- La Declaración señala el vínculo entre desa-
sarrollo y adelanto de la mujer (art. 3); la igual- rrollo y derechos humanos: “La democracia, el
dad de facto entre hombres y mujeres (art. 4); desarrollo y el respeto de los derechos humanos
la modificación de patrones socioculturales de y de las libertades fundamentales son concep-
conducta de hombres y mujeres (art. 5); la su- tos interdependientes que se refuerzan mutua-
presión de todas las formas de trata y explota- mente.” Y reafirma que “los derechos humanos
ción en la prostitución de las mujeres (art. 6); de las mujeres y las niñas son parte inalienable,
la eliminación de la discriminación contra la integrante e indivisible de los derechos huma-
mujer en la vida política y pública del país (art. nos universales. La plena participación, en con-
7); la promoción de la participación de la mu- diciones de igualdad, de la mujer en la vida
jer en la esfera internacional (art. 8); la no dis- política, civil, económica, social y cultural en
criminación en cuanto a la nacionalidad (art. los planos nacional, regional e internacional y
9); igualdad de derechos en el ámbito de la la erradicación de todas las formas de discrimi-
educación (art. 10); en el empleo (art. 11); en la nación basadas en el sexo son objetivos priori-
atención médica (art. 12); en todos los asuntos tarios de la comunidad internacional” (art. 18).
relacionados con el matrimonio y las relaciones •http://www.unhchr.ch/huridocda/huri-
familiares (art. 16) y; en la promoción de la mu- doca.nsf/%28Symbol%29/A.CONF.157.23.
jer en el mundo rural (art. 14), entre otros. Sp?Opendocument
•http://www2.ohchr.org/spanish/law/cedaw.
htm Declaración sobre la Eliminación de la Violen-
cia contra la Mujer, 1993
Declaración sobre el derecho al desarrollo,
1986 Adoptada por la Asamblea General de Na-
ciones Unidas en diciembre de 1993, su impor-
Afirma que “El derecho al desarrollo es un dere- tancia fundamental radica en que por primera
cho humano inalienable en virtud del cual todo vez en un instrumento internacional se recono-
ser humano y todos los pueblos están faculta- ce “que la violencia contra la mujer constituye
dos para participar en un desarrollo económi- una violación de los derechos humanos y las
co, social, cultural y político en el que puedan libertades fundamentales”.
realizarse plenamente todos los derechos hu-
manos y libertades fundamentales, a contribuir La Declaración establece un vínculo directo en-
a ese desarrollo y a disfrutar del él”. tre la violencia contra la mujer y la desigualdad
de poder entre los géneros: “la violencia contra
En su artículo 6 señala que “los Estados deben la mujer constituye una manifestación de rela-
ciones de poder históricamente desiguales en-
tre el hombre y la mujer, que han conducido a IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, Beijing,
la dominación de la mujer y a la discriminación 1995
en su contra por parte del hombre e impedido
el adelanto pleno de la mujer, y que la violen- En la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mu-
cia contra la mujer es uno de los mecanismos jer, celebrada en Beijing en 1995, representan-
sociales fundamentales por los que se fuerza a tes de 189 gobiernos aprobaron la Declaración
la mujer a una situación de subordinación res- y Plataforma de Acción de Beijing, con el obje-
pecto del hombre”. tivo de eliminar los obstáculos que dificultan la
participación de la mujer en todos los ámbitos
Además, en su artículo 3 reconoce que “la mu- de la vida pública y privada. En ella se articulan
jer tiene derecho, en condiciones de igualdad, por primera vez la agenda de desarrollo con
al goce y la protección de todos los derechos la de los derechos de las mujeres y se definen
humanos y libertades fundamentales en las es- dos estrategias claras para lograr los objetivos:
feras política, económica, social, cultural, civil y el “mainstreaming” de género y el empodera-
de cualquier otra índole”. miento de las mujeres.
•http://www2.ohchr.org/spanish/law/mujer_
violencia.htm La Plataforma destacó de manera específica
el tema de las mujeres y la gobernabilidad a
Convención Interamericana para Prevenir, través de la sección G, en la que se destacan
Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mu- dos objetivos centrales: tomar medidas para
jer, Belem do Pará, 1994 asegurar el acceso igualitario y la participación
completa de las mujeres en las estructuras de
La Convención de Belem do Pará, aprobada poder y de toma de decisiones y; aumentar la
por la Asamblea General de la Organización capacidad de las mujeres para participar en la
de Estados Americanos (OEA) en junio de 1994, toma de decisiones y en el liderazgo.
es el primer instrumento legal internacional que
reconoce la violencia contra las mujeres como Entre las medidas que deben adoptar los go-
una violación a los derechos humanos. biernos para tal fin destacan: “Comprometerse
a establecer el objetivo del equilibrio entre mu-
Todos los países de América Latina y el Caribe jeres y hombres en los órganos y comités guber-
la han ratificado, con lo que se han compro- namentales, así como en las entidades de la
metido jurídicamente a adoptar la diversidad administración pública y en la judicatura, inclui-
de políticas y programas indicados en la Con- das, entre otras cosas, la fijación de objetivos
vención para prevenir, sancionar y erradicar la concretos y medidas de aplicación a fin de au-
violencia contra las mujeres. mentar sustancialmente el número de mujeres
con miras a lograr una representación paritaria
La Convención contempla la posibilidad de de las mujeres y los hombres, de ser necesario
que una persona, grupo de personas u orga- mediante la adopción de medidas positivas
nización no gubernamental presente ante la en favor de la mujer, en todos los puestos gu-
Comisión Interamericana de Derechos Huma- bernamentales y de la administración pública;
nos denuncias por violaciones a los derechos Adoptar medidas, incluso, cuando proceda,
en ella enunciados. en los sistemas electorales, que alienten a los
partidos políticos a integrar a las mujeres en los
En su artículo 4 destaca que “toda mujer tiene cargos públicos electivos y no electivos en la
derecho al reconocimiento, goce, ejercicio y misma proporción y en las mismas categorías
protección de todos los derechos humanos y que los hombres; Examinar el efecto diferencial
a las libertades consagradas por los instrumen- de los sistemas electorales en la representación
tos regionales e internacionales sobre derechos política de las mujeres en los órganos electivos
humanos. Estos derechos comprenden, entre y examinar, cuando proceda, la posibilidad de
otros… el derecho a tener igualdad de acceso ajustar o reformar esos sistemas;” (art. 190 a, b
a las funciones públicas de su país y a partici- y d).
par en los asuntos públicos, incluyendo la toma
de decisiones.” Respecto a la participación ciudadana la pla-
•http://www.cidh.org/women/convencion. taforma indica que los gobiernos debe “Pro-
htm teger y promover la igualdad de derechos de
las mujeres y los hombres en materia de parti- lidan muchos de los compromisos más impor-
cipación en actividades políticas y libertad de tantes asumidos por separado en las cumbres y
asociación, incluida su afiliación a partidos po- conferencias de las Naciones Unidas en la dé-
líticos y sindicatos” (art 190, c) cada de los 90.

•http://www.eclac.org/mujer/publicaciones/ •Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el


sinsigla/xml/3/6193/Plataforma.pdf hambre
•Objetivo 2: Lograr la enseñanza primaria uni-
Reunión Interamericana de consulta de la Co- versal
misión Interamericana de Mujeres, CIM, 1998 •Objetivo 3: Promover la igualdad entre los gé-
neros y la autonomía de la mujer
La Vigésima Octava Asamblea de Delegadas •Objetivo 4: Reducir la mortalidad infantil
aprobó la resolución CIM/RES. 189 (XXVIIIO/96) •Objetivo 5: Mejorar la salud materna
convocando la Reunión Interamericana de •Objetivo 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo
Consulta de la CIM para tratar el tema "La par- y otras enfermedades
ticipación de la mujer en las estructuras de po- •Objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad del
der y de toma de decisiones", con énfasis en medio ambiente
la instrumentación de medidas para desarrollar •Objetivo 8: Fomentar una asociación mundial
planes de trabajo por parte de los gobiernos. para el desarrollo

En dicha reunión se resolvió “Adoptar el Plan de A pesar de las numerosas críticas acerca de
Acción de la CIM para la Participación de la la “ceguera de género” presente en los ODM,
Mujer en las Estructuras de Poder y de Toma de se reconoce la importancia de que exista un
Decisiones acordado en la Reunión Interameri- objetivo exclusivamente relacionado con la
cana de Consulta de la CIM …; Recomendar a igualdad entre los género y la autonomía de la
las Delegadas de la CIM que propicien medi- mujer (Objetivo 3).
das para llevar a la práctica las estrategias pro-
puestas en el Plan de Acción y que informen La Declaración señala la promoción de la igual-
sobre su progreso a la próxima Asamblea de dad entre los sexos y la autonomía de la mujer
Delegadas y; encomendar al Comité Directivo como medios eficaces para combatir la po-
que solicite a los órganos competentes de la breza, el hambre y las enfermedades y de es-
OEA un análisis jurídico de la compatibilidad de timular un verdadero desarrollo sostenible. Los
las medidas de acción afirmativa para promo- indicadores de este ODM miden la igualdad de
ver la participación política de la mujer --entre género en la matrícula y la alfabetización, y el
otras, los sistemas de cuotas-- con el principio porcentaje de mujeres que ocupan puestos de
de no discriminación por motivos de género, las trabajo en el sector no agrícola y cargos en los
legislaciones nacionales y los instrumentos inter- parlamentos nacionales. (Ver ODM)
nacionales correspondientes”. •http://www.undp.org/spanish/mdg/basics.
•http://www.iin.oea.org/Cursos_a_distancia/ shtml
CursosProder2004/Bibliografia_genero/UT2/ •http://www.cinu.org.mx/prensa/especiales/
Lectura.2.15.pdf ObjetivosDesarrollo/ODM.htm

Cumbre del Milenio, Declaración del Milenio y Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de
Objetivos de Desarrollo del Milenio, ODM, 2000 las Naciones Unidas sobre mujeres, paz y segu-
ridad, 2000
La Declaración del Milenio fue aprobada por
189 países y firmada por 147 jefes de estado y La Resolución 1325 reconoce que las mujeres,
de gobierno en la Cumbre del Milenio de las los niños y las niñas son la inmensa mayoría de
Naciones Unidas celebrada en septiembre de las víctimas de los conflictos armados. Por ello,
2000. Los Objetivos de desarrollo del Milenio solicita la integración del género y la participa-
(ODM), son ocho ambiciosos objetivos que se ción completa y equitativa de las mujeres en
intenta alcanzar para 2015 y se componen de todas las iniciativas de paz y seguridad: incre-
8 Objetivos y 21 metas cuantificables que se su- mento de la representación de las mujeres en
pervisan mediante 60 indicadores. los espacios de toma de decisión relativos a la
prevención, gestión y solución de conflictos;
Los Objetivos de desarrollo del Milenio, conso- incorporación de la perspectiva de género en
las operaciones de mantenimiento de la paz; Conferencia Mundial contra el Racismo, la Dis-
capacitación en género y VIH/SIDA para per- criminación Racial, la Xenofobia y las Formas
sonal de mantenimiento de la paz; incorpora- Conexas de Intolerancia de Durban, 2001. De-
ción del enfoque de género en la negociación claración y el Programa de Acción de Durban,
y aplicación de los acuerdos de paz; adopción Sudáfrica
de medidas especiales para proteger a las mu-
jeres y las niñas de la violencia por razón de gé- Esta Conferencia, que concitó el compromiso
nero; compromiso de poner fin a la impunidad de 170 Estados, constituye uno de los hechos
y de enjuiciar a los culpables de genocidio, más significativos del siglo XXI para las víctimas
crímenes de lesa humanidad y crímenes de del racismo, la discriminación racial, la xenofo-
guerra; incorporación del enfoque de género bia y todas las formas conexas de intolerancia
en los procesos de desarme, desmovilización y en el mundo y de manera muy especial para
reintegración, entre otras. las Américas. La misma marcó un cambio de
paradigma, al reafirmar la urgencia de pro-
•http://www.un.org/womenwatch/ods/S-RES- tección de los derechos fundamentales para
1325(2000)-S.pdf las víctimas del racismo, la xenofobia y las for-
mas conexas de intolerancia y al reconocer las
Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social + 5, nuevas modalidades del racismo y sus interco-
Ginebra, 2000 nexiones con otras formas de exclusión social.

El propósito de esta Sesión Especial de la Asam- En abril de 2009, se revisaron los avances y la
blea General; "Más allá de la Cumbre Mundial implementación del Plan de Acción. El Docu-
para el Desarrollo Social: Logrando un Desarro- mento Final de la Conferencia de Examen de
llo Social para Todos en un Mundo Globaliza- Durban, Reafirma la Declaración y el Progra-
do", fue revisar las acciones realizadas desde ma de Acción de Durban, celebra los avances
la Cumbre de Copenhague (1995) e identificar logrados en algunas materias y condena las
nuevas iniciativas y propuestas. numerosas formas todavía existentes de discri-
minación racial, xenofobia y otras formas co-
Este documento plantea reducir a la mitad, nexas de intolerancia.
para el año 2015, la proporción de personas
que viven en la pobreza extrema; asegurar la En lo que se refiere a los derechos de las muje-
enseñanza primaria a todos los niños y niñas del res, cabe destacar el artículo 70, en el que “Ins-
planeta; disminuir en dos terceras partes la tasa ta a los Estados a que refuercen las medidas
de mortalidad infantil, y en tres cuartas partes destinadas a eliminar las barreras y a dar a las
la mortalidad materna, y asegurar servicios de personas de ascendencia africana y asiática,
salud reproductiva para quienes lo necesiten. a los pueblos indígenas y a las personas perte-
A su vez, para el 2005, se propuso avanzar ha- necientes a minorías nacionales o étnicas, re-
cia la igualdad entre los géneros, y "dar poder ligiosas y lingüísticas oportunidades de partici-
a las mujeres". par en mayor medida y más eficazmente en las
esferas política, económica, social y cultural de
En su Quinto compromiso indica además que la sociedad, y a que presten especial atención
se debe promover el pleno respeto de la dig- a la situación de la mujer, en particular su inte-
nidad humana, lograr la igualdad y la equidad gración en la práctica en el mercado laboral y
entre el hombre y la mujer y reconocer y au- en programas de generación de ingresos y de
mentar la participación y la función directiva empleo”.
de la mujer en la vida política, civil, económica,
social y cultural y en el desarrollo. Para lo cual Además, en su artículo 110 “insta a los Estados
se proponen acciones que han de ser imple- a que alienten a los partidos políticos a trabajar
mentadas para el mejoramiento de la partici- por una representación equitativa de las mino-
pación de la mujer en la vida pública. rías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas
dentro de su sistema de partidos y a todos sus
•http://www.un.org/esa/socdev/geneva2000/ niveles, a que velen por que sus sistemas po-
líticos y jurídicos reflejen la diversidad multicul-
tural de sus sociedades y a que establezcan
instituciones democráticas más participativas a
fin de evitar la discriminación, la marginación y
la exclusión de sectores concretos de la socie- en cuenta su diversidad en su interior y en los
dad”. espacios de toma de decisiones; x) Adoptar
•http://www.choike.org/documentos/durban_ medidas legislativas y reformas institucionales
final2009.pdf para prevenir, sancionar y erradicar el acoso
político y administrativo contra las mujeres que
X Conferencia Regional sobre la Mujer de Amé- acceden a puestos de decisión por vía electo-
rica Latina y el Caribe: Consenso de Quito, 2007 ral o por designación, tanto en el nivel nacional
como local, así como en los partidos y movi-
En 2007, 24 países representados en la X Con- mientos políticos”.
ferencia Regional sobre la Mujer de América
Latina y el Caribe, acordaron el Consenso de •http://www.eclac.cl/publicaciones/
Quito en el cual se analizaron dos temas de im- xml/9/29489/dsc1e.pdf
portancia estratégica para la región: i) partici-
pación política y paridad de género en los pro- XI Conferencia Regional sobre la Mujer de
cesos de adopción de decisiones en todos los América Latina y el Caribe: Consenso de Bra-
niveles, y ii) la contribución de las mujeres a la silia, 2010
economía y la protección social, especialmen-
te en relación con el trabajo no remunerado. Ministras y representantes de los Mecanismos
de igualdad de América Latina y El Caribe se
Así, en su apartado primero se acuerda: dieron cita en Brasilia entre el 13 y 16 de julio de
2010 con el objetivo de discutir el tema de los
“i) Adoptar medidas en todos los ámbitos ne- logros y desafíos para alcanzar la igualdad de
cesarios, incluidas medidas legislativas, presu- género con énfasis en la autonomía y el empo-
puestarias y reformas institucionales, para re- deramiento económico de las mujeres.
forzar la capacidad técnica y de incidencia
política de los mecanismos gubernamentales El consenso de Brasilia recoge las líneas de ac-
para el adelanto de las mujeres, así como ga- ción para las políticas en pro del logro de la
rantizar que alcancen el más alto nivel jerárqui- igualdad en la Región que se han acordado
co en la estructura del Estado y se fortalezca la en la Conferencia. Los acuerdos alcanzados se
institucionalidad de género en su conjunto, a refieren a desarrollar acciones para conquistar
fin de que puedan cumplir sus mandatos; una mayor autonomía económica e igualdad
en la esfera laboral; fortalecer la ciudadanía
ii) … garantizar la plena participación de las de las mujeres; ampliar la participación de las
mujeres en cargos públicos y de representa- mujeres en los procesos de toma de decisiones
ción política con el fin de alcanzar la paridad y en las esferas de poder; facilitar el acceso de
en la institucionalidad estatal (poderes ejecu- las mujeres a las nuevas tecnologías y promo-
tivo, legislativo, judicial y regímenes especiales ver medios de comunicación igualitarios, de-
y autónomos) y en los ámbitos nacional y local, mocráticos y no discriminatorios; enfrentar las
como objetivo de las democracias latinoameri- formas de violencia contra las mujeres; promo-
canas y caribeñas; ver la salud integral y los derechos sexuales y
reproductivos; realizar actividades de capaci-
viii) Desarrollar políticas electorales de carácter tación e intercambio y difusión, que permitan
permanente que conduzcan a los partidos po- la formulación de políticas públicas basadas en
líticos a incorporar las agendas de las mujeres los datos del observatorio de igualdad de gé-
en su diversidad, el enfoque de género en sus nero de América Latina y El Caribe, y promover
contenidos, acciones y estatutos y la participa- la cooperación internacional y regional para la
ción igualitaria, el empoderamiento y el lideraz- equidad de género.
go de las mujeres, con el fin de consolidar la
paridad de género como política de Estado; Siguiendo en la línea del consenso de Quito,
repite la necesidad de incorporar en las cuen-
ix) Propiciar el compromiso de los partidos po- tas nacionales el trabajo doméstico no remu-
líticos para implementar acciones positivas y nerado y el trabajo de cuidado que llevan a
estrategias de comunicación, financiación, cabo las mujeres, y de Impulsar y profundizar,
capacitación, formación política, control y re- en el sector público y privado, en la adopción
formas organizacionales internas, a fin de lograr de sistemas de gestión de igualdad de género
la inclusión paritaria de las mujeres, tomando que promuevan la no discriminación de las mu-
jeres en el empleo, la conciliación de la vida
profesional, privada y familiar, y la prevención
y erradicación de todas las formas de violencia
de género en el ámbito laboral.

•http://www.eclac.org/mujer/noticias/pagi-
nas/5/40235/ConsensoBrasilia_ESP.pdf
Representación políticasistemas
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