Llamamos Renacimiento a la época concebida entre los siglos XV y XVI a lo largo
del continente europeo. A principios del Renacimiento la civilización estaba inmersa en una educación y estructura social cimentadas en la ideología promovida por el cristianismo, cosa que sesgaba la cosmovisión de la época. Es por eso que a partir de la literatura de la época se pueden encontrar evidencias del empleo del concepto de formación, la evolución en el contexto de la pedagogía, lengua, costumbres, movimientos sociales y económicos, situaciones políticas, artísticas y culturales en general.
Un aspecto que moldeó este movimiento fue el económico, debido a la invención
de la imprenta y, en consecuencia, el abaratamiento de los libros, generó los primeros zarandeos del capitalismo mercantil lo cual vio reflejado el rompimiento de las barreras entre gremios y ciudades. La clase burguesa comerciante, mercantil y artesanal surgían dentro de la sociedad, generando un conflicto con el anticuado mundo feudal el cual era predominantemente absolutista con la existencia de las Monarquías. Más adelante se apreció que esta estructura (nobleza, clero y estado llano) no era tan estricta como en la edad media y la adquisición de riquezas de la clase burguesa permitió cierta flexibilidad en las clases sociales. Esta clase Burguesa jugó un papel importante en el ámbito socio- político y socio-cultural principalmente por las demandas educativas que generó, en alto grado por las necesidades de conocimiento y de adaptabilidad a nuevas prácticas comerciales y productivas. Estas trascendieron hasta la preparación de clérigos y monjes en monasterios, abriendo oportunidades, formas de trabajo y ofertas que no se habían tenido en otros momentos.
Durante el siglo XV el cristianismo domino a lo largo del territorio, hasta el punto
de perseguir con influencia de la inquisición herejías, judaísmo y otras religiones. El humanismo renacentista dio a conocer, con bases al pensamiento helénico y romano, la tradición griega y el cristianismo, un ideal humanista de la paideia. Una nueva paideia estructurada en la teología, que defendería una religión libre de supersticiones, pura, íntima y personal, su mayor exponente fue Erasmo de Rotterdam. En cuanto al aspecto arquitectónico, la llegada del Renacimiento supone un cambio de los elementos góticos por los elementos de la cultura grecorromana, buscando elementos que llevarán a la armonía. La vida de la gente cambiaria al pasar de tener todo lo que necesitaba y ser autosuficientes en feudos, a desarrollar propiamente ciudades y villas en las cuales se desarrollaba una práctica arquitectónica basada en un código clásico renovado racional y funcional. Es por ello que más que una imitación, del estudio de los edificios clásicos, se extrajo una serie de principios teóricos para ser aplicados a la práctica arquitectónica.