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Luis Diego Benvenuto Vignola (Juez); Gabriela Alejandra Soto (Secretaria); Emanuel An-
tonio Eleno Ventimiglia (Auxiliar Letrado); Maria Laura Lezcano (Auxiliar Letrado), y An-
dres Leonel Nizzo (Auxiliar Letrado)
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4. Datos de contacto:
2. Atención al público
E. ORIGEN DE LA INICIATIVA
El inicio de la práctica tuvo en miras el efectivo cumplimiento de los plazos fijados por
el Código Procesal Civil y Comercial (art. 34 inc. 3 del CPCCBA) para el proveimiento de las
presentaciones judiciales, confronte y realización de las diligencias ordenadas. Para ello, se
consideró necesario implementar un control sistemático y una modalidad de trabajo que
pueda plasmar tal objetivo.
F. F. O
MPLEMENTADA
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dentro del término legalmente previsto, a los fines de alcanzar niveles de eficacia en el cum-
plimiento de los plazos procesales.
De tal modo, se evaluó el mejor método para acometer ese objetivo, teniendo en cuenta
el fin superior que no es otro que brindar un servicio de justicia eficaz y eficiente en el uso de
los recursos públicos con los que contamos, pretendiendo dar soluciones que, además de com-
prensibles, imparciales y justas, resulten oportunas.
Sin dudas que la dificultad y desafío de esta consigna está dada por tratarse de un
Juzgado que registra un promedio diario de despachos de 115,38 en el año 2017, el cual ha ido
disminuyendo con el uso de despachos concentrados y anticipatorios y la resolución oral en
el marco de los procesos por audiencias implementadas desde el año 2010. A continuación
acompañamos la estadística referente a este aspecto:
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En tal contexto, donde el objetivo se constituye en un desafio atento el caudal del tra-
bajo a afrontar, es que se ideó un sistema en que todos los integrantes del juzgado puedan
llegar a proyectar los proveídos y controlar las diligencias ordenadas en los mismos, de todos
los expedientes ingresados a despacho y a control hasta un momento dado, al menos dos veces
por semana, lo cual es monitoreado por secretaria a los fines de que ello se pueda concretar.
El objetivo fue trazado en el año 2012 y a partir de allí comenzó a ejecutarse en forma
paulatina la práctica.
Para encarar el aludido propósito en primer lugar transitamos por una etapa de regu-
larización del Juzgado en cuanto al número de expedientes a despacho (en el mes de octubre
de 2008 se registraban 566 expedientes a despacho), la cantidad de expedientes con llamados
a sentencia (57 al día 25/04/2008), la fijación de audiencias en tiempos razonables (en el mes
de octubre de 2008 se fijaban audiencias para finales de abril de 2009), las condiciones edilicias
y mobiliarias del Juzgado y la determinación de las funciones más aptas para cada funcionario
y agente que componía la planta del Juzgado.
Superadas que fueran las necesidades más básicas para lograr una mejor prestación
del servicio, se organizaron las oficinas por equipos de trabajos según la materia, es así que el
grupo se compone desde el año 2011 y hasta la fecha, de un equipo abocado a los procesos de
conocimientos, otro al tema concursal, uno especializado en los temas sucesorios y ejecutivos,
otro concerniente a los procesos de determinación de capacidad y amparos, y el resto del per-
sonal dedicado a los aspectos administrativos. De tal forma se ha logrado una especialización
por temas del personal que le torna más ágil la tarea al encontrarse con asuntos que son trata-
dos a diario, donde al repetirse la naturaleza de las peticiones y las respuestas –la gran mayoría
estandarizadas en modelos automáticos, el objetivo propuesto de responder en tiempos lega-
les se torna menos dificultoso. A los fines de que en el futuro el personal pueda realizar una
tarea distinta a la que viene desarrollando, este se encuentra habilitado para incursionar en el
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Asimismo a partir del año 2010 se implementó una nueva gestión de los expedientes
de procesos de conocimiento a través de lo que llamamos “proceso por audiencias”. Es así que
se fijaba una audiencia previa al proveimiento de prueba con el objetivo primario de lograr
conciliar a las partes y si ello no fuera posible depurar los medios probatorios ofrecidos por
las mismas y así lograr acortar los plazos de la etapa de prueba, la que habitualmente alongaba
los juicios. Concluida dicha etapa se fijaba una audiencia de conciliación a fin de acercar a las
partes a avenirse a un acuerdo que ponga fin al proceso, y si ello no se concretaba se llamaban
los autos para el dictado de la sentencia. Este método logro simplificar el procedimiento y con
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ello facilitar la gestión del expediente por parte de los agentes encargados de su proveimiento
(a partir del mes de agosto de 2016 dicha metodología se adaptó al Plan de Implementación
de Oralidad1, dando excelentes resultados, al combinarse con el proveimiento de las presen-
taciones y control de las diligencias en términos legales.
Es así que logrando estándares aceptables de los procesos de trabajo, a partir del año
2014 se procedió a instruir (comenzando los primeros monitoreos al respecto) a la totalidad de
los empleados y funcionarios del Juzgado que tenían asignada la proyección de proveídos,
que debía procurarse la elaboración de los proyectos de despachos a determinada fecha, res-
pecto de los escritos presentados por las partes desde los días que en cada caso se iban estipu-
lando. A partir de ello, se fue brindando solución caso a caso en el que no se lograra el objetivo,
analizando las razones y estableciendo las soluciones.
Para graficar la situación inicial, a modo de ejemplo podemos citar que el 2 de junio de
2014 el señor Auxiliar Letrado del Juzgado certificó (conforme constancia escrita que emitió)
que a ese día existían pendientes de proveimiento escritos presentados entre los días 26 y 30
de mayo de ese año, los que involucraban la proyección de providencias de mero trámite,
regulaciones de honorarios y sentencias interlocutorias. Es decir que, a esa época, había escri-
tos presentados hasta cinco días hábiles atrás pendientes de proveer, representando un total
de 192 causas “a despacho”.
Más adelante, la señora Secretaria del Juzgado certificó que al 3 de noviembre de 2014
(conforme constancia escrita que emitió), había escritos pendientes para su despacho presen-
tados entre el 27 y el 31 de octubre del mismo año, lo que representaba también que a esa época
existían escritos presentados hasta cinco días hábiles esperando ser despachados, en un total
de 167 expedientes.
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el plazo de los escritos que más tiempo se encontraban pendientes, quedando 202 causas “a
despacho”.
Una vez que se logró reducir el plazo para el proveimiento de las presentaciones de las
partes, se estandarizó el monitoreo por secretaria del sistema instaurado el cual se refleja en
una certificación actuarial en días determinados de cada semana. Los días seleccionados para
la certificación de los expedientes “a despacho” son los lunes y jueves, días en los cuales el
objetivo consiste en que cada empleado y funcionario, según el caso, tengan proyectadas las
providencias correspondientes a los escritos presentados por las partes hasta el día inmediato
anterior inclusive, y la señora Secretaria (o su reemplazante legal, en su caso) debe constatar
en forma fehaciente que la mencionada meta sea cumplida al finalizar la jornada (lo cual luego
eleva por escrito al Juez, incorporándose tal constancia en la carpeta destinada a tales efectos),
una vez elaborada la “lista de despacho diaria”. Así es, que al momento de las certificaciones
por parte de la Actuaria (dos semanales) eventualmente solo pueden quedar para proveer los
expedientes ingresados ese mismo día, dado que los demás ya han sido vueltos a letra con la
correspondiente respuesta judicial.
La elección de los días indicados responde al propósito de asegurar que los escritos de
las partes no estén “a despacho” más de tres días (ya se trate de providencias simples, regula-
ciones de honorarios o sentencias interlocutorias). Para el supuesto particular del dictado de
resoluciones que demanden más de tres (3) días (art. 161 del C.P.C.C.B.A.), el expediente pa-
sara a la opción informática “en estudio” para ser dictada en un término no mayor a diez (10)
días.
El mismo método de trabajo se lleva a cabo con el control de las diligencias que no se
realizan de oficio por parte del Juzgado. A este respecto las certificaciones actuariales en
cuanto a que no existen a confronte diligencias se realizan los días martes y viernes de cada
semana.
En cuanto a los aspectos positivos de la práctica, podemos indicar que se logró crear
una conciencia colectiva en el grupo de trabajo acerca de la importancia de cumplir con los
plazos estipulados.
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Finalmente, se eliminó la disparidad que existía en los tiempos que demandaba el des-
pacho de escritos de similar tenor (que dependía en gran medida de los distintos operadores
que tenían encargada la proyección de las providencias), lográndose una uniformidad en este
aspecto. Ello beneficia a las partes y los auxiliares de la justicia en tanto les brinda certidumbre
acerca del tiempo que insumirá la respuesta jurisdiccional a sus pedidos.
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Entre las problemáticas o debilidades, podemos citar principalmente los tiempos aje-
nos al Juzgado que demanda la cobertura de vacantes que se han ido produciendo en base al
movimiento propio de los recursos humanos (ascensos, nombramientos en otras dependen-
cias, licencias, jubilaciones, etc.).
Otro desafio sin dudas lo constituye el cúmulo de tareas que debe afrontar el grupo, lo
que implica sostener una gran contracción al trabajo diario. Una menor cantidad de causas de
ingreso anual y de trámite en el órgano redundaría en un mejor desempeño y servicio pres-
tado.
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Como ya se ha indicado, la instrucción a los operadores consiste en que los días lunes
y jueves de cada semana, sólo puede quedar “a despacho” expedientes con escritos presenta-
dos ese mismo día, de modo que al finalizar la jornada no queden pendientes escritos presen-
tados con anterioridad a los días del monitoreo actuarial.
Idéntico proceder se lleva a cabo a los fines del confronte de las diligencias ordenadas
en los expedientes, con la diferencia que el control de ello se lleva a cabo los días lunes y vier-
nes.
Entre los factores de éxito que incidieron, sin dudas destacamos la composición de los
recursos humanos con los que cuenta el Juzgado, pues el personal involucrado se comprome-
tió fuertemente a lograr los objetivos y metas propuestas.
Por supuesto que la plena implementación de la práctica fue posible una vez alcanza-
dos otros objetivos previos, que dieron lugar o que sirvieron de soporte para ello (orden gene-
ral del Juzgado, concientización de otro método de trabajo al que se estaba acostumbrado,
creación de modelos de despacho, establecimiento de criterios ante el surgimiento de nuevas
temáticas a resolver, instrumentación de protocolos escritos por tareas, etc.).
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H. RESULTADOS ALCANZADOS
Asimismo, se ha uniformado el plazo en que los escritos son proveídos, lo que genera
certidumbre en las partes y auxiliares de justicia en cuanto a qué tiempo habrán de esperar
para obtener la respuesta jurisdiccional.
I. DESAFIOS DE LA EXPERIENCIA
Respecto de los desafíos que presentó y que presenta la experiencia, los mismos se han
centrado en mejorar constantemente el tiempo de respuesta que el Juzgado brinda frente a las
peticiones de las partes.
Para mejorar los resultados resulta indispensable reforzar la dotación de personal del
organismo, y que se prevean mecanismos para superar en forma rápida y dinámica las even-
tuales contingencias que pueden afectar a la planta funcional: licencias, movimientos de per-
sonal, etc.
Podemos citar entre los factores externos que pueden afectar a mediano y largo plazo
el éxito de la práctica, las medidas de fuerza, la demora en la cobertura de cargos y el eventual
incremento del índice de litigiosidad.
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