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Fetichismo

El fetichismo consiste básicamente en adorar y rendir culto a algo. En el sexo se traduce en


un aumento del deseo sexual con la presencia de un objeto, una parte del cuerpo o por estar
en una situación concreta, siempre y cuando no sean los propios órganos sexuales.
El fetichismo sexual consiste en el uso de partes del cuerpo (ajenas al propio) u objetos
inanimados como método preferido para producir excitación. En él participan prendas de vestir,
guantes, medias, pieles, zapatos, cinturones, ropa interior y lo que la imaginación permita

Tipos de fetichismo

 Dorafilia: excitación sexual al tocar pelo o cabello, piel o cuero, no sólo humanas sino
animales.

 Retifismo: excitación por cualquier tipo de calzado; si es con zapatos de tacón alto, se
llama altocalcifilia.

 Estigmatofilia: la pareja tiene un tatuaje, cicatriz o perforaciones en el cuerpo,


especialmente en la región genital, que incitará a la práctica sexual.

 Olfatofilia: olfatear olores emanados de diferentes partes del cuerpo, especialmente áreas
genitales y adyacentes.

 ver pornografía : Todavía hay muchos otros tipos de fetiches sexuales, son dignos de
mención. A menudo sencuentran pornographomania. Por lo que llamó morbo con videos,
películas y fotografías con contenido erótico. De la gente, mirando periódicamente algo
como esto, pornografomany radicalmente diferente. Porque para ellos, el contenido de
contenido erótico es único incentivo para lograr la excitación y satisfacción.

Porque el fetichismo es considerado trastorno patológico

El trastorno de fetichismo se refiere a una recurrente, intensa excitación sexual a


partir del uso de un objeto inanimado o de la atención meticulosa en una parte (o
partes) del cuerpo no genital que provoca un significativo malestar o deterioro
funcional.

 El fetichismo es una forma de parafilia, (Las parafilias implican la excitación sexual ante
objetos, situaciones y/o destinatarios atípicos (p. ej., niños, cadáveres, animales). pero la
mayoría de las personas que presentan fetichismo no cumplen con los criterios clínicos de un
trastorno parafílico, el cual requiere que el comportamiento, fantasías o impulsos intensos de la
persona provoquen malestar clínicamente significativo o deterioro funcional. La afección
también debe haber estado presente durante ≥ 6 meses.
 Existen muchos fetiches; los habituales son delantales, zapatos, prendas de cuero o látex y ropa
interior de mujer. El fetiche puede reemplazar a la actividad sexual habitual con una pareja o
puede integrarse en una actividad sexual con una pareja que lo consienta. La conducta fetichista
menor como adyuvante de una conducta sexual consensual no se considera un trastorno porque
no hay angustia, discapacidad ni disfunción significativas. Los patrones y los comportamientos
de excitación fetichistas obligatorios, más intensos y altamente compulsivos pueden provocar
problemas en las relaciones o consumir por completo y destruir la vida de la persona.
 Los fetiches pueden incluir la ropa del sexo opuesto (p. ej., ropa interior de las mujeres), pero si
la excitación sexual se produce principalmente por vestir la prenda (del sexo opuesto) en vez de
usarla de alguna otra manera, la parafilia es considerada travestismo).
 El tratamiento del fetichismo puede consistir en psicoterapia, medicación o ambas. Los ISRS
han tenido eficacia limitada en algunos pacientes que solicitan tratamiento.

Los 8 fetiches sexuales más comunes

Los fetiches son mucho más habituales de lo que pensamos y pueden ser una ayuda para
estimular y disfrutar de nuestra vida sexual de una forma más plena

Los fetiches sexuales son aquellas prácticas que se caracterizan por provocar excitación u
orgasmos mediante el uso de objetos, sustancias o una parte del cuerpo en particular.

Aunque para muchos su nombre es un poco intimidante, es una práctica común e inofensiva
que, de hecho, puede mejorar la experiencia sexual.

En algunos casos pasa a ser una conducta recurrente y necesaria para la excitación sexual, y,
por tanto, el fetichismo se llega a considerar un trastorno patológico.

Sin embargo, por lo general, es una simple manifestación de la sexualidad tanto en los
hombres como en las mujeres.
1. Piercings
Es uno de los fetiches más populares, sobre todo en la población menor de 40 años. Incorpora
todo tipo de perforaciones y joyas de diversos tamaños, formas y colores.

Estos elementos suelen adornar partes del cuerpo que, a su vez, facilitan la excitación sexual:

 Los pezones

 Las zonas genitales

 Los labios

 La lengua

 El ombligo

Las personas que se sienten atraídos por estos elementos pueden sentir una fuerte excitación
sexual con tan solo verlos en la otra persona.

No obstante, ese gusto en particular también puede producirse por la sensación de frío que causa
el elemento metálico al tener contacto con el cuerpo.

2. Cabello

El fetichismo por el cabello, conocido como tricofilia, es bastante común, sobre todo en los
hombres.

Estos sienten excitación por el contacto directo con el cabello, o bien, por un color, un
peinado o un estilo particular.

Las mujeres, por su parte, pueden sentirse fascinadas por la barba, el bigote o vello en el pecho.

3. Zapatos
Dentro de los fetiches inanimados más populares del mundo se destaca la altocalcifilia, es decir, la
excitación sexual por el calzado femenino.

Los hombres pueden llegar al máximo al mantener una relación sexual sin que la mujer se quite
sus zapatos (por lo general, de tacones altos).

4. Cuero

El uso de elementos de cuero durante las relaciones sexuales es uno de los fetiches más
conocidos.

En la actualidad se distribuyen en todas las tiendas eróticas y, de hecho, hay clubes y


convenciones para quienes tienen este gusto.

El cuero, sobre todo el negro, se ha convertido en un símbolo sexual universal, relacionado con
las prácticas de dominación y sadomasoquismo.

Los artículos pueden incluir, entre otros:

 Máscaras

 Látigos

 Correas

 Ropa interior

 Disfraces
5. Lencería

La ropa interior de lencería suele producir cierta excitación en la mayoría de los hombres. Estas
prendas están diseñadas para resaltar la sensualidad de la mujer, lo que, de algún modo, las
hace más deseables para ellos.

Muchos, inclusive, prefieren que su pareja tenga puestas unas medias, ligueros o sostenes
de lencería mientras sostienen relaciones sexuales.

6. Disfraces

El uso de disfraces no solo es un fetiche popular, sino que es una de las tantas formas de salir
de la rutina durante las relaciones sexuales.

Estos elementos ayudan a elevar la imaginación, y tanto hombres como mujeres tienen la
posibilidad de fantasear y llevar su excitación a un nivel máximo.

Al usarlos se pueden asumir roles o distintas personalidades, dependiendo de


la creatividad de cada uno.
7. Voyeurismo
Aunque por su nombre no parece tan común como los otros fetiches mencionados,
el voyeurismo es una práctica sexual común que, de hecho, la mayoría ha practicado.
Se refiere al disfrute y placer que muchos tienen al ver a otras personas desnudas o teniendo
relaciones sexuales, donde sea que los encuentre.

Algunos solo sienten excitación cuando la otra persona no es consciente de que la observan.
Otros, en cambio, disfrutan mucho más cuando son espectadores autorizados.

Además, dentro de este fetiche se incluye la excitación al ver películas para adultos.

8. Sumisión y dominación

La sumisión y dominación hacen parte de las fantasías sexuales más comunes


Para que estos juegos, que implican la práctica del sadomasoquismo, sean considerados un
fetiche, deben incluir el gusto por el uso de diversos juguetes sexuales:

 Muñequeras

 Tobilleras

 Látigos

 Vestidos de cuero

 Collares

Sadomasoquismo es un acrónimo de los términos sadismo y masoquismo, en el cual una persona


obtiene placer al ser dominado o maltratado durante el acto sexual.
El sadismo es la obtención de placer al realizar actos de crueldad o dominio. Este disfrute puede
ser de naturaleza sexual y consensuada, en cuyo caso se considera una de las parafilias que se
engloban bajo el acrónimo BDSM. En caso contrario, puede ser indicativo de trastorno mental o el
resultado de emociones humanas como el odio, la venganza e incluso ciertas concepciones
arcaicas de la justicia.

Las 3 practicas mas comunes del sadomasoquismo

1. Privación sensorial

No ver ni oír aumenta las sensaciones corporales. Solo debes colocarte


una venda y audífonos con tu música favorita, mientras tu pareja acaricia todo tu cuerpo y guía el
acto hasta llegar al orgasmo.

2. Inmovilización

No es necesario infringir dolor, cuando eres “novata” basta con generar la sensación de no
poder liberarte. Con la herramienta de tu elección: cinturón, corbata, esposas, permite que tu
pareja amarre manos y pies a la cama. Después debe penetrarte en la posición del “misionero”.

3. Azotes

Empieza solamente con la mano y en los glúteos. Tu pareja debe acariciar por algunos minutos la
zona antes del primer azote, ya que el objetivo es que con cada golpe la sangre se concentre en
el área y la excitaciónaumente. La cantidad de “manazos” depende de ti.

Realizar la práctica del sadomasoquismo de manera “formal” implica reglas y técnicas que tienes
que conocer. Para ello libros como “BDSM: introducción a las técnicas y su
significado” de Jay Wiseman, pueden ser tu forma de introducción.

Antes de iniciarte en esta práctica debes conocer las reglas del


sadomasoquismo, según la revista Eme Mujer:

– Es un acuerdo entre la pareja y se debe dejar en claro qué se quiere


hacer o experimentar y qué es lo que no se desea.

– Se debe respetar el acuerdo y comunicar cualquier acción.


– El sadomasoquismo es un juego sexual de interpretación de roles:
sumisión y dominación.

– En esta práctica existen dos tipos de modalidades, el físico y la


dominación. En ambos se busca la excitación sexual, pero en el primero el
dolor se efectúa por medio de pellizcos, ataduras, nalgadas, latigazos o
mordiscos. La segunda modalidad está relacionada con la obediencia.

– Se deben establecer palabras de seguridad, para indicar a la pareja


cuándo se está acercando al límite.

– El límite se establece dependiendo de cada persona, de cuánto puede


soportar y su grado de dolor.

– Es una práctica sana, siempre y cuando no se excedan los límites


establecidos por la pareja.

– Quien interpreta el rol de “sadismo”, debe tener en cuenta qué tan


sensible es la persona sumisa en cuanto al dolor que se ejercerá.

– Esta práctica debe ser consentida por la pareja para que pueda funcionar.

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