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1Estado sólido

Este es uno de los tres estados primordiales de la materia. Un sólido se crea a partir de un líquido o un gas,
donde la energía de las partículas se reduce cuando los átomos invaden una disposición tridimensional
limitadamente ordenada.
Los sólidos presentan ciertas propiedades que los diferencian de los líquidos y los gases. Todos
los sólidos poseen, por ejemplo, la capacidad de tolerar fuerzas empleadas ya sea transversales o semejantes
a una superficie, esto quiere decir, cuando las cargas son estándares o cortantes individualmente. Tales
participaciones obedecen a las propiedades de las partículas que crean el sólido, de esta forma están
compuestos por esos átomos ofreciendo una fuerza entre ellos.
Los sólidos habitualmente se fraccionan en tres clases extensas: cristalina, no cristalina y la cuasicristalina.
Los sólidos cristalinos poseen un alto grado de resolución en una práctica atómica normal. Usualmente todos
los metales y numerosos minerales, como la sal común pertenecen a este tipo de materia. Los sólidos no
cristalinos son aquellos elementos donde los átomos y los elementos no se encuentran organizados en un
patrón definido esto incluyen los lentes, plásticos y geles. Los sólidos cuasicristalinos revelan una simetría entre
los átomos que están compuestos de forma casi habitual, esto quiere decir, que los patrones que no se
frecuentan en intervalos regulares.
2Estado líquido

El conocido estado líquido de la materia es una etapa media entre un sólido y un gas. Al igual que los átomos
de un sólido, las partículas de un líquido se encuentran sujetas a la sugestión intermolecular, además los
átomos líquidos poseen más espacio entre ellas, por ese motivo no se fijan en su posición o recipiente. La
sugestión entre los átomos de un líquido conserva un constante volumen de líquido.
La corriente de los átomos hace que el líquido disfrute de una forma inconstante. Los líquidos fluirán y colmarán
la fracción más baja de un recipiente, adquiriendo la forma del recipiente pero sin cambiar su volumen. La
cantidad delimitada de espacio entre los átomos representa que los líquidos poseen una compresibilidad
limitada.
La atracción es la predisposición que atrae el mismo tipo de átomos entre sí. Esta adherencia pegadiza expone
la rigidez superficial de un líquido. La rigidez superficial se logra considerar como una capa estrecha de átomos
que se atraen enérgicamente entre las partículas que las rodean. Cuando estas potencias de atracción no son
alteradas, consiguen ser extraordinariamente fuertes. Por ejemplo, la rigidez superficial del agua es lo
adecuadamente grande como para aguantar el peso de un insecto. Se debe conocer que el agua es el líquido
no metálico más adherente.
La viscosidad de un líquido es un régimen de la cantidad de líquido que impide que el líquido fluya libremente.
Se expresa que un líquido que segrega lentamente es más viscoso que cuando un líquido fluye rápida y
fácilmente. Un compuesto con baja viscosidad se piensa que es más delgada que un compuesto con mayor
viscosidad, que habitualmente se considera como más gruesa. Un ejemplo particular es la miel que a pesar de
pertenecer al estado líquido de la materia este es mucho más viscoso que el agua.
La viscosidad de un elemento o compuesto habitualmente se logra disminuir cuando es sometido a calor.
Cuando se calienta, los átomos del líquido se desplazan más rápido, haciendo que el líquido fluya fácilmente.
3Estado gaseoso

Un gas no posee un volumen determinado ni una forma específica. Ciertos gases se logran ver y sentir, aunque
otros son impalpables por los seres humanos. Un ejemplos particular de los gases es el aire, helio y oxigeno.
La atmósfera del planeta está compuesta por gases que contienen oxígeno, dióxido de carbono y nitrógeno.

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