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Este documento discute la existencia de una sociología latinoamericana distinta de la sociología importada de Europa. Explica que aunque la sociología llegó a América Latina en el siglo XIX, fue a partir de los procesos de modernización en las décadas de 1930 a 1960 cuando se crearon programas universitarios de sociología y surgió una sociología latinoamericana contemporánea, impulsada por la necesidad de incluir a la región en los ciclos de desarrollo. También debate si la sociología latinoamericana es para
Este documento discute la existencia de una sociología latinoamericana distinta de la sociología importada de Europa. Explica que aunque la sociología llegó a América Latina en el siglo XIX, fue a partir de los procesos de modernización en las décadas de 1930 a 1960 cuando se crearon programas universitarios de sociología y surgió una sociología latinoamericana contemporánea, impulsada por la necesidad de incluir a la región en los ciclos de desarrollo. También debate si la sociología latinoamericana es para
Este documento discute la existencia de una sociología latinoamericana distinta de la sociología importada de Europa. Explica que aunque la sociología llegó a América Latina en el siglo XIX, fue a partir de los procesos de modernización en las décadas de 1930 a 1960 cuando se crearon programas universitarios de sociología y surgió una sociología latinoamericana contemporánea, impulsada por la necesidad de incluir a la región en los ciclos de desarrollo. También debate si la sociología latinoamericana es para
Sí. La sociología llega a América Latina en la segunda mitad del siglo XIX. Para entonces, ésta había promovido ya su independencia respecto a las metrópolis ibéricas y se empeñaba en la formación de sus Estados nacionales. Bajo la dominación colonial, la región no había estado en condiciones de producir ideas propias: las importaba hechas de la metrópoli, ya fuera absorbiendo las que le aportaban los intelectuales que de allá provenían, ya enviando a sus hombres cultos, sus letrados, para que se adueñaran de ellas. Esto no cambia mucho en el primer siglo de vida independiente.
Hay una sociología latinoamericana o hay sociólogos latinoamericanos?
Ambos, Marini señalo que el incremento de las relaciones comerciales y políticas entre los países de la región, como soporte necesario para un concepto autónomo de latino- americanismo (1994), permitió que los intelectuales sentaran unas bases firmes sobre una tradición original e independiente, posibilitando de esta manera la institucionalización de las ciencias sociales en América Latina, en especial de la sociología y la economía.
A partir de los procesos de modernización (social, político y económico), principalmente
en los años treinta hasta los años sesenta, la sociología se amplía en cuanto campo disciplinar del conocimiento en Latinoamérica debido a que se crean los programas universitarios de sociología. En este contexto, surge la sociología latinoamericana contemporánea, según Marini, como un pensamiento social y como una necesidad de incluir a América Latina en los ciclos de orden, modernización y desarrollo.
Sociología para américa-latina o sociología sobre américa-latina?
Mucho se problematiza sobre la pertinencia de los aportes del pensamiento latinoamericano en la formación teórica y en la definición de temas y problemas de la sociología latinoamericana. Para reflexionar sobre estas cuestiones nos detendremos a observar más detalladamente cómo ha sido el desarrollo del pensamiento social latinoamericano. Esta observación se hará recurriendo a algunos de los autores más reconocidos en el tema, aquellos que han direccionado el rumbo de la sociología latinoamericana y han concebido como fundamentales algunos temas para los que, sin duda, existe un correlato en la acción. a. El pensamiento social Latinoamericano que representan Alberdi y Caro, de acuerdo con Jaime Jaramillo Uribe (1977).
Sociología solo para sociólogos?
Este pregunta o pensamiento lleva a los siguientes cuestionamientos “Que no es útil, que no “sirve”, que no cumple ninguna función –que no cura a nadie, que no construye ningún puente, etcétera– como si la vara de utilidad fuese solo la racionalidad instrumental”, dice Auyero. Esta situación lleva a que a veces la sociología se vea obligada a exacerbar sus recursos técnicos metodológicos provenientes de la estadística para obtener legitimidad frente al resto de las ciencias.
La sociología tiene un campo profesional amplio: desde analizar las expectativas de
distintos nichos para vender una gaseosa hasta intervenir en políticas públicas. “Creo – dice Rubinich– que la sociología tiene una presencia muy importante en el mundo estatal y en el mundo tecnocrático internacional. En organismos internacionales como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Organización Internacional del Trabajo, la Organización Internacional de la Salud, y en ministerios y organismos estatales en Latinoamérica hay sociólogos trabajando y cumplen una función relevante”.