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PROCESO CIVIL Y PROCESO COMO RELACION JURIDICA

1. 1. En el Estado moderno, la prohibición de la autodefensa supone una ordenación adecuada


que salvaguarda el interés de los particulares y el público en el mantenimiento de la
legalidad. Las leyes se cumplen ordinariamente de una manera espontánea, pero el Estado
ha de prever el efecto contrario y establecer órganos específicos de la función jurisdiccional
que se regulen con normas preestablecidas.

2. 2. El proceso supone una actividad generadora de actos jurídicamente reglados,


encaminados todos a obtener una determinada resolución jurídica. Según Rosenberg, la
esencia del proceso civil moderno se encuentra en una comunidad de trabajo de jueces y
partes, en la que estas deben preocuparse de facilitar al juzgado el seguro hallazgo de la
verdad, para restablecer en un procedimiento vivo, la paz jurídica entre las partes en disputa
y con ello, asegurar la paz de la comunidad.

3. 3. El proceso es el desarrollo regulado por la ley de todos los actos concatenados cuyo
objetivo es que se diga el derecho a favor de quien tenga la razón total o parcial. Chiovenda
define el proceso como el complejo de los actos coordinados al fin de la actuación de la ley
por parte de los órganos de la jurisdicción. Esta pues, constituido el proceso por la serie de
actos del juez y de las partes y aun de terceros, encaminados a la realización del derecho
objetivo.

4. 4. En ocasiones se ha utilizado el vocablo proceso como sinónimo de procedimiento, pero


este último es el modo en que va desenvolviéndose el proceso, los tramites a que está
sujeto, la manera de sustanciarlo; mientras que el proceso es un todo.

5. 5. Las formas procesales son el conjunto de reglas legales que se establecen para todos y
cada uno de los actos de procedimiento y a las cuales es menester sujetarse para no incurrir
en sanciones que pueden llegar hasta la nulidad o inexistencia. Constituyen la garantía
inexcusable de una perfecta administración de justicia. Las formas procesales son
necesarias como una exigencia del interés general, para asegurar el buen funcionamiento
de la justicia y como del interés privado al salvaguardar los derechos del litigante.

6. 6. El respeto a las formalidades procesales esta impuesto constitucionalmente en el artículo


14: …Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos,
sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se
cumplan las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas
con anterioridad al hecho.

7. 7. El tipo y los caracteres de un proceso se determinan por el predominio del elemento oral
o escrito. Pero, como advierte Chiovenda, hoy el proceso no puede ser puramente oral ni
puramente escrito. La escritura tiene en el proceso oral una doble misión: prepararlo y
documentarlo. En el proceso escrito, la escritura es la forma de las deducciones; una
demanda, una excepción, una proposición de prueba, no son válidas si no se formulan por
escrito, y aun en el proceso escrito que admite la audiencia, las deducciones hechas en esta
se hacen por escrito.
8. 8. La oralidad significa que el órgano jurisdiccional ha de conocer las actividades del proceso
no a base de escritos muertos, sino a base de la impresión recibida directamente.
Frecuentemente, la declaración oral no será más que una alusión a las declaraciones
escritas, pero no se consideraran hechas si no han sido formuladas oralmente. Como
principios consecuenciales de la oralidad se consideran:

9. 9. 1. La identidad física del juez durante el proceso. La oralidad no es posible si los actos
procesales tienen lugar ante personas diferentes, puesto que la impresión recibida por el
juez no puede infundirse en uno diferente del que deba juzgar. 2. La concentración. Se
requiere que el proceso oral sea concentrado todo lo posible, en una audiencia o en el
menor número de ellas, puesto que cuanto más próximas a la decisión del juzgador sean las
actividades procesales, tanto menor es el peligro de que la impresión recibida por este se
borre y de que la memoria le engañe.

10. 10. 3. La inapelabilidad de las resoluciones interlocutorias.

11. 11. 4. La inmediación. Es un elemento que exige la comunicación directa entre el juez y las
partes sin interferencia de persona alguna, y el contacto directo con los factores personales
y reales cuyo conocimiento es indispensable al juzgador para resolver con las debidas
garantías de acierto. Este principio se realiza cuando el contenido procesal se percibe
directamente por el juez y los otros sujetos procesales al obtener el material que debe servir
para que se dicte sentencia.

12. 12. 5. La publicidad. La oralidad en el proceso va indisolublemente unida a la publicidad,


entendida como la posibilidad legal de que cualquier ciudadano pueda ocurrir a las
audiencias, salvo en los casos en que se encuentren vedadas. La publicidad constituye una
garantía de buena administración de justicia, porque emite un control efectivo de la
ciudadanía sobre las actividades de los funcionarios judiciales, las partes, los testigos y
peritos y de los abogados que comparecen en defensa de sus clientes.

13. 13. Algunos tratadistas han defendido el principio de la unidad del proceso. Y se han
preguntado si existe una diferencia sustancial entre el proceso civil y penal. La conclusión
es que la función jurisdiccional que el Estado cumple por medio de sus magistrados es una
y la misma en el campo del derecho penal y en el derecho civil, en donde se puede inferir
que son una misma cosa; aunque son diversas las modalidades conforme a las cuales se
desenvuelve y los objetos a que se refiere.

14. 14. Bulow opina que no puede haber duda alguna sobre que el proceso, en general, tiene
en su contenido prestaciones jurídicas y deberes jurídicos, ligando a la partes y al juez en
una relación jurídica. Según Mortara el proceso es una relación jurídica porque esta es la
naturaleza propia de toda cooperación de varias voluntades, encaminadas a un fin jurídico,
con capacidad para alcanzarlo.

15. 15. La relación procesal, dice Chiovenda, es una relación autónoma y compleja que
pertenece al derecho público. Es autónoma porque tiene vida y condiciones propias,
independiente de la existencia de la voluntad concreta de la ley, afirmada por las partes,
pues se funda en otra voluntad de la ley, en la norma que obliga al juez a proveer a la
demandas de las partes.
16. 16. Esta relación es compleja porque comprende un conjunto de derechos coordinados a
un mismo fin. Y es pública porque el juez se halla frente a las partes como un órgano del
Estado, como poder público. Añade Mortara que esta relación jurídica no puede ser
clasificada entre las de derecho privado porque implica el ejercicio del poder público
correspondiente al derecho de los sujetos de promover la actividad del juez; ni en las de
derecho público porque el debate jurídico entre las partes, y el objeto el mismo pertenecen
al derecho privado.

17. 17. Del contenido de la relación jurídica procesal resalta el deber fundamental que tiene el
juez u órgano de jurisdicción de proveer las demandas de las partes y realizar todos los actos
necesarios en el caso concreto. Las partes y cuantos intervengan en el proceso, están
obligados a comportarse de acuerdo con las normas de la moral, sin necesidad de que exista
precepto legal que disponga en ese sentido. Las partes tienen frente al juez el poder jurídico
de ponerlo en la necesidad jurídica de proveer, pero correlativamente las partes tienen que
actuar con lealtad y buena fe con respecto al juez.

18. 18. Llámense sujetos de la relación jurídica procesal aquellos entre quienes esta se
constituye. Los sujetos que normalmente intervienen en la relación son el demandante, el
demandado y el juez. Promueve la actividad del juicio, que es el medio para obtener lo que
se debe; existe, por lo tanto, otro sujeto que mediante el ejercicio de la acción, es obligado
a estar bajo la autoridad del juez, a los efectos de la decisión que el juez pronunciara, este
sujeto es el demandado. El demandante con la interposición de la demanda, cuando es
notificada en forma, da origen a la relación.

19. 19. Respecto a la situación del juez, se sostiene que en su actividad no es posible distinguir
dos funciones: una destinada a la dirección del proceso y otra a su decisión. Además, la
intervención del juez en el proceso es siempre legitimación del poder jurisdiccional, y los
actos intermedios que realizan, son preparatorios de aquel con que cumple la obligación
principal y sustancial: la sentencia.

20. 20. La relación procesal se constituye con la demanda judicial, en el momento en que se
notifica al demandado, no siendo necesaria la contestación, pues es independiente de la
voluntad de este. Según Chiovenda, para que pueda constituirse la obligación del juez de
proveer a las demandas, se requiere, además de la existencia de un acto constitutivo valido,
la de determinadas condiciones que son ciertos requisitos de capacidad.

21. 21. La relación procesal es una relación en movimiento, que exige para su valido
desenvolvimiento dos condiciones generales: Que el juez no esté interesado personalmente
en el acto. Que las partes tengan capacidad legal para comparecer y estar en juicio. El juez
y las partes deben examinar si la relación esta válidamente constituida y estudiar si existen
las condiciones para realizar esta operación, conteniéndose en el proceso de un
procedimiento preliminar.

22. 22. La relación procesal se desarrolla mediante la serie de actividades de las partes y el
tribunal determinadas por la ley y siendo en gran parte actos jurídicos, pero pudiendo
encontrarse actos no jurídicos y hechos jurídicos.
23. 23. La relación jurídica procesal se extingue normalmente por la sentencia que resuelve
sobre las pretensiones de las partes, una vez cumplidos todos los trámites del proceso, pero
también por: 1. La conciliación. Es unas veces un acto previo a un proceso, otras un trámite
del mismo. La conciliación persigue una finalidad de carácter público, ya que la disminución
del número de procesos es una cuestión de interés social. Puede ser en el aspecto legal,
voluntaria o forzosa.

24. 24. La conciliación puede confiarse a un órgano jurisdiccional distinto del que ha de
intervenir en la decisión del litigio y pone termino a la relación jurídica procesal cuando se
produce una vez incoado el proceso, es decir, dentro del mismo. 2. Transacción. La
transacción es un contrato por el cual las partes, haciéndose recíprocamente concesiones,
terminan una controversia presente o previenen una futura. Tiene respecto de las partes la
misma eficacia y autoridad que la cosa juzgada; pero podría pedirse nulidad o rescisión de
aquella en los casos autorizados por la ley.

25. 25. 3. Caducidad de instancia. Ha sido considerada como una especie de prescripción
establecida por la necesidad de liberar a los órganos judiciales de las obligaciones y los
inconvenientes de una litispendencia eterna y que obedece a las mismas razones que
aquella. La caducidad de instancia es el efecto que se produce por la inactividad bilateral de
las partes en el proceso durante el tiempo señalado previamente por la ley; está relacionada
con la prescripción, con la preclusión y con la rebeldía bilateral.

26. 26. 4. Desistimiento o renuncia. Es el abandono expreso del derecho o del juicio. Según la
Suprema Corte de Justicia, el desistimiento no necesita para ser válido la voluntad de la
parte contraria y que produce el efecto de hacer terminar el juicio respecto de todos, sean
quienes fueren, y consientan o no el desistimiento. El desistimiento de la demanda produce
el efecto de que las cosas vuelvan al estado que tenían antes de su presentación y obliga al
que lo hizo a pagar las costas y los daños y prejuicios a la contraparte.

27. 27. 5. Allanamiento de la demanda. Se produce cuando el demandado en juicio la contesta


manifestando su conformidad con lo pedido por el actor de manera incondicional. El
allanamiento pone fin a la relación procesal, y el juez queda obligado a producir una
sentencia congruente con la situación jurídica que se crea con la conformidad entre actor y
demandado acerca del objeto del pleito.

28. 28. 6. Confusión de derechos. La obligación se extingue por confusión cuando la calidad del
acreedor y deudor se reúne en una misma persona. La confusión de derechos establece la
imposibilidad legal de continuar el proceso, extinguiendo la relación que antes de
producirse se había entablado entre demandante y demandado. 7. Reconciliación de los
cónyuges o muerte de uno de ellos. En el proceso de divorcio, la reconciliación de los
cónyuges pone término al juicio en cualquier estado, si aún no hubiere sentencia ejecutoria.
En este caso, los interesados deberían denunciar su reconciliación al juez.

29. 29. La muerte de uno de los cónyuges pone, también, final al juicio de divorcio, y los
herederos tienen los mismos derechos y obligaciones que tendrían si no hubiese existido
dicho juicio. 8. Por someterse la cuestión litigiosa al juicio arbitral. Se faculta a las partes
para sujetar sus diferencias a juicio arbitral, pudiendo celebrarse el compromiso antes,
durante y después de la sentencia, sea cual fuere el estado en que se encuentre. El
celebrado después de la iniciación del proceso supone la extinción de la relación jurídica
procesal entablada con anterioridad.

30. 30. Carnelutti niega que las relaciones que se producen entre las partes en el proceso sean
relaciones jurídicas, porque una parte no está obligada hacia la otra a comparecer ni a
ninguna otra cosa. Kisch sostiene que las partes que intervienen en el proceso no entran
una frente a la otra en calidad de parte activa y pasiva, por lo mismo, no existe entre ellas
ninguna relación jurídica.

31. 31. Rosenberg afirma que la relación jurídica procesal no tiene la gran importancia que
quería atribuirle su creador Bulow, y Ricca Barberis ha calificado de infecundo el concepto
de la relación jurídica procesal. No obstante, la teoría de la relación jurídica procesal es
aceptada por la generalidad de los procesalistas y es injusto calificarla de infecunda porque
su estudio ha contribuido poderosamente al desarrollo del derecho procesal.

32. 32. La teoría que considera al proceso como una relación jurídica no es la única que se ha
formulado acerca de su naturaleza, aunque sea la más extendida y la que mejor lo explica.
Existen otras, entre las cuales se encuentran: 1. Teorías que consideran el proceso como
una relación contractual o cuasi-contractual. La concepción del proceso como un contrato
en virtud del cual las partes se comprometen a aceptar la resolución final del juez, supone
el absurdo de atribuir la eficacia de la cosa juzgada a la voluntad de los sujetos parciales de
la relación procesal y el desconocimiento de su verdadero origen, que está en la calidad de
acto de la autoridad pública que el juez ejerce.

33. 33. Después, la teoría del cuasi-contrato intenta eliminar las objeciones formuladas a la del
contrato, pero, en opinión de Mortara, la concepción del proceso como un cuasi-contrato
es tan incorrecta como la que afirma que constituye un contrato. Estas teorías son
radicalmente incompatibles con la concepción del proceso moderno, que ha establecido
una clara separación entre las instituciones civiles y las procesales y que ha trascendido ya
a la esfera legislativa

34. 34. 2. Teoría del proceso como situación jurídica. Goldschmidt afirma que no siendo el
derecho procesal el conjunto de imperativos, sino de promesas y amenazas de una conducta
judicial determinada, las relaciones entre las partes no implican derechos ni deberes
procesales correlativos. No cabe hablar, pues, de una relación procesal, sino de situaciones
jurídicas, de perspectivas, posibilidades y cargas. No se puede afirmar la existencia de una
situación jurídica en el proceso, sino de situaciones varias que manifiestan precisamente la
existencia de la relación jurídica procesal.

35. 35. 3. Teoría del proceso como institución jurídica. La institución se compone de dos
elementos fundamentales: la idea objetiva, que está situada fuera y por encima de la
voluntad de los sujetos y el conjunto de estas voluntades, que se adhieren a dicha idea para
lograr su realización. En la opinión de Guasp, no es difícil aplicar el concepto de la institución
al proceso: la idea objetiva es la actuación o denegación de la pretensión, las voluntades
adheridas a esta idea son las de los diversos sujetos que en el proceso figuran. Se puede
afirmar que, en la actualidad, la explicación de la materia del proceso como una institución
se halla abandonada hasta por quienes fueron sus más decididos partidarios

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