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1.

Capítulo
Macondo era el pueblo de José Arcadio Buendía, un habitante con gran imaginación, casado
con Úrsula Iguarán, que solía comprar inventos a Melquiades, el cabecilla de un grupo de
gitanos que aparecían una vez al año con novedosos artilugios. Entre los objetos que le compró
había un imán para buscar oro, una lupa a la cual le pretendía dar aplicaciones militares,
mapas portugueses y instrumentos de navegación. La mayoría de sus experimentos se
frustraron, como consecuencia llevó a cabo una expedición para conocer otros pueblos,
descubrió que Macondo estaba rodeada por agua.
Los primeros dos hijos de José Arcadio y Úrsula fueron José Arcadio, el mayor y Aureliano, el
pequeño. Al año siguiente cuando volvieron los gitanos ya no estaba con ellos Melquíades, que
había muerto. La novedad que trajeron los gitanos aquel año fue el hielo.
2. Capítulo
Antes de vivir en Macondo, José Arcadio y Úrsula habían vivido en una ranchería situada en la
sierra con sus respectivas familias, se casaron a pesar de ser primos, un precedente indicaba
que de un matrimonio en el cual hubieran vínculos familiares podía surgir un hijo con cola de
cerdo, pero eso no ocurrió. José Arcadio mató a Prudencio Aguilar (un vecino del pueblo), en
un duelo de honor, pero este se le aparecía después de muerto. Estas circunstancias llevaron a
José Arcadio a abandonar la sierra junto con otras familias, se establecieron al lado de un río y
formaron un nuevo pueblo, Macondo. El primogénito, José Arcadio empezó a mantener
relaciones sexuales con Pilar Ternera, una mujer que se dedicaba a leer las cartas, no tardó en
quedarse embarazada.
Cuando llegaron los gitanos, el primogénito vio a una joven gitana de la cual se enamoró
rápidamente. Al día siguiente este se había fugado con los gitanos y la chica. Úrsula al enterarse
fue en su busca, José Arcadio se hizo cargo de Aureliano y de nueva hija, llamada Amaranta. A
los cinco meses regresó Úrsula sin su hijo pero con gente de otros pueblos.
3. Capítulo
Úrsula y José Arcadio aceptaron al hijo de Pilar Ternera de mala gana. Le llamaron Arcadio.
Los niños de la casa eran cuidados por Visitación, una india que había llegado a Macondo
huyendo de una peste de insomnio. Regresaron los gitanos, pero no había ni rastro de José
Arcadio. También llegaron a Macondo unos traficantes de pieles que llevaron a la casa de los
Buendía una niña y una carta, la carta era de alguien que les conocía y pedía a Úrsula y a José
Arcadio que la acogieran ya que era familia lejana y no tenia padres. La llamaron Rebeca, esta
trajo al poblado la enfermedad del sueño, que afectó en poco tiempo a todo el poblado, pero
que gracias a una fórmula de Melquíades pudieron curar.
Úrsula decidió ampliar la casa, la cual intento hacer pintar de azul un corregidor que llegó a
Macondo mandado por el gobierno. José Arcadio no solo se negó a pintarla, si no que le impuso
unas condiciones para quedarse en el pueblo.

4. Capítulo
Se organiza una fiesta para inaugurar las reformas de la casa, se compra un instrumento
desconocido en Macondo, es la pianola. Para instalar la pianola y enseñar su funcionamiento
viene Pietro Crespi, un italiano de refinados modales que se enamora de Remedios. Esta le
corresponde pero por medio está Amaranta que también se ha enamorado del italiano. Rebeca
y Pietro fijan una boda que Amaranta intentará evitar, por eso Úrsula decide mandarla de viaje.
Melquíades había muerto ahogado en el río y había sido enterrado en medio del terreno
destinado al cementerio.
Pilar Ternera cansada de esperar a José Arcadio se acuesta con Aureliano que va a buscarla una
noche a su casa para calmar el amor que siente por Remedios, la hija pequeña del corregidor,
después de confesárselo a Pilar esta lo arregla para conseguir fijar la boda.
José Arcadio Buendía se trastoca y tienen que atarlo a un árbol para que no destroce la casa
después de volver a ver a Prudencio Aguilar.
5. Capítulo
Aureliano y Remedios Moscote fueron casados por el padre Nicanor. Ese mismo día se tendrían
que haber casado Rebeca y Pietro Crespi si este no hubiera recibido el día antes la noticia de la
muerte inminente de su madre. La boda no se podía realizar hasta al cabo de tres años, ya que
por esos tiempos ya se habría acabado el templo. Pero el hecho que llevó al aplazamiento
indefinido fue la muerte de Remedios poco antes de cumplirse los tres años.
Vuelve a Macondo José Arcadio. Rebeca al verlo se enamora del y deja al italiano, tres días
después se casan. Amaranta intenta seducir a Pietro que le propone matrimonio pero ella le
sugiere esperar un tiempo.
En Macondo tuvieron lugar unas elecciones en que Aureliano debido a su amistad con el
corrector descubre que los conservadores amañan las elecciones. Esto le lleva a buscar la
revolución en favor de los liberales. Aureliano pasa a ser el coronel Aureliano Buendía
6. Capítulo
El coronel Aureliano se va de Macondo para unirse a las fuerzas liberales y deja a Arcadio a
cargo de Macondo, este fue el peor de los gobernantes que tuvo Macondo y llevo a cabo
diversos fusilamientos. Úrsula evitó el fusilamiento de el corregidor. Arcadio busca tener
relaciones sexuales con Pilar Ternera, ya que este no sabe que es su madre. Pilar le manda al
dormitorio a Santa Sofía de la Piedad con quien tiene una hija. Arcadio acabo fusilado en la
plaza del pueblo por los conservadores.
El coronel Aureliano tuvo diecisiete hijos con diecisiete mujeres distintas durante la guerra.
Amaranta rechaza la propuesta de matrimonio de Pietro Crespi que acaba suicidándose.
7. Capítulo
La guerra terminó en mayo, el coronel Aureliano y Gerineldo Márquez (su hombre de
confianza) fueron hechos prisioneros. Aureliano fue condenado a muerte y su ultimo deseo era
morir en Macondo. Cuando se disponían a fusilarlo apareció José Arcadio con una escopeta y
consiguió que lo soltaran. El capitán Roque Carnicero (capitán del pelotón de fusilamiento) y
sus seis hombres intentaron salvar al general liberal Victorio Medina, pero cuando llegaron ya
lo habían fusilado.
El coronel Aureliano consiguió reunir un ejercito y proclamó la guerra al régimen. Le
nombraron jefe de las fuerzas revolucionarias. Gerineldo Marquez fue nombrado por Aureliano
jefe civil y militar de Macondo. Gerineldo le expresó a Amaranta su intención de casarse con
ella, pero Amaranta lo rechazó. Aureliano mandó una carta a su madre avisando de que José
Arcadio Buendía se moriría pronto, por eso lo sacaron de debajo del castaño y lo amarraron a la
cama. José Arcadio tardó poco en morir.
8. Capítulo
Aureliano José intenta acostarse con su tía Amaranta pero esta lo rechaza. Aureliano visita
Macondo y se lleva a su hijo Aureliano José a la guerra. Posteriormente llegan a Macondo
rumores de que Aureliano ha muerto. El alcalde de Macondo es el general conservador José
Raquel Moncada, este es amigo de Aureliano que lo acabará fusilando cuando restablezca el
control de Macondo. Aureliano José deserta del ejercito para intentar conquistar a Amaranta
pero esta lo vuelve a rechazar ya que hecha en falta a Gerineldo Márquez. Mientras, Úrsula
recibe en casa a diez hijos de Aureliano, todos son Aurelianos. Aureliano José es asesinado por
el capitán conservador Aquiles Ricardo en medio de la calle.9. Capítulo
Gerineldo Marquez vuelve a ser rechazado por Amaranta. Entretanto Aureliano regresa a
Macondo. Cuando Aureliano fue a entregar los objetos personales del gral. Moncada a su viuda,
le quemó y saqueó la casa.Teofílo Vargas se había apoderado del mando central liberal y
Aureliano a propuesta de un capitán decide matarlo para hacerse con el poder. Pero debido a
los remordimientos decide matar al capitán que se lo había propuesto. Aureliano recibe la visita
de un comisionado de su partido que le propone unas reformas contrarias al pensamiento
liberal, pero aun así las acepta. Gerineldo interpretó el acuerdo como una traición y fue
condenado a muerte por sus palabras. Después de la intervención de Úrsula, Aureliano rectifica
e intenta acabar con la guerra firmando la rendición. A continuación intento suicidarse pero se
salvó.10. Capítulo Arcadio y Santa Sofía de la Piedad tuvieron gemelos. Uno era Aureliano II,
que se casó con Fernanda del Carpio y engendraron a José Arcadio. El otro era José Arcadio II.
Las aficiones de los dos hermanos eran muy distintas, José Arcadio II se dedicaba a criar gallos
de pelea y Aureliano II se dedicaba primero a leer libros y manuscritos y luego a tocar el
acordeón. Los gemelos compartieron sin enterarse a la misma mujer, Petra Cotes, pero fue
Aureliano II quien tuvo una hijo con ella que fue educado por Úrsula para que fuera cura en un
futuro. También es Aureliano II quien convive con Petra Cotes a pesar de estar casado con
Fernanda, pero es que las relaciones con Petra hacen que los animales se reproduzcan
rápidamente.Remedios la bella, que es la otra hija de Arcadio y Santa Sofía de la Piedad, fue la
reina del carnaval que se celebró en Macondo, en que apareció una comparsa procedente de
otro pueblo de la cual la reina era Fernanda del Carpio ,(que así se dio a conocer en Macondo).
Pero a media noche la comparsa atacó el pueblo. José Arcadio II salvó a Remedios y Aureliano
II salvó a Fernanda.
11. Capítulo
Fernanda y Petra se encuentran enfrontadas por el amor de Aureliano II. Finalmente Fernanda
acepta la relación con Petra y decide vivir en casa de su marido. Al año de casados, tienen un
hijo al que ponen el nombre de José Arcadio, al cabo de un tiempo tuvieron a una hija que
recibe el nombre de Renata pero a la que todos llamarán Meme.Aureliano recibe la visita de sus
diecisiete hijos en el carnaval. El miércoles de ceniza el padre Antonio Isabel les marcó a todos
con una cruz de ceniza en la frente que resultó imborrable. Solo uno de los hermanos se quedó
en Macondo, fue Aureliano el Triste que quiso instalarse en una supuesta casa abandonada, en
que encontró a una vieja Rebeca, que todos creían muerta. En otra visita de los Aurelianos a
Macondo, le arreglaron entre todos la casa, que tenia muchos desperfectos. En esta visita se
queda a vivir Aureliano Centeno que ayuda a su hermano en una fabrica de hielo. Aureliano el
Triste le pide dinero a Aureliano para traer el ferrocarril al pueblo, al cabo de medio año lo
consiguió.
12. Capítulo
La llegada del ferrocarril provocó la llegada de diversos inventos y de todo tipo de gente.La
belleza de Remedios provoca algunas muertes accidentales y un día en que estaba plegando las
sabanas junto a Fernanda y Úrsula desaparece volando junto con las sabanas.Un cabo de
policía mató a un niño por derramar sobre el un refresco. Aureliano asistió a la matanza y dijo
que cualquier día armaría a sus hijos para acabar con los gringos. Durante esa semana
asesinaron a todos sus hijos menos al mayor, Aureliano Amador que consiguió escaparse.
Aureliano quiere promover la guerra total y busca la ayuda de Gerineldo Marquez que le dijo
que había envejecido mucho.
13. Capítulo
José Arcadio se va de Macondo para ir al seminario y Meme se va a un colegio de monjas.
Úrsula empieza a perder la visión hasta quedar ciega pero intenta que la familia no se de
cuenta. Úrsula queda relegada a las tinieblas y pierde el control de la casa en favor de
Fernanda, que decide echar a José Arcadio II de la casa por trabajar en la compañía
bananera.Aureliano II se va a vivir con Petra Cotes y se vuelve gordo a causa de su gran apetito,
come tanto que organiza concursos gastronómicos. En una ocasión comió tanto que se
encontró al borde de la muerte. Desde ese momento Empezó a visitar a Fernanda cada
día.Meme llevó a su casa a cuatro monjas y a sesenta y ocho compañeras de clase a pasar una
semana de vacaciones con su familia, en ese tiempo destrozaron parte de la casa.Por ese tiempo
reapareció José Arcadio II que basaba su tiempo en hacer pescaditos de oro.
14. Capítulo
Muere Aureliano Buendía y se decreta el luto en la casa. Al cabo de un tiempo es Amaranta
quien lo hace después de predecirlo.Fernanda tiene un hija con Aureliano II que recibe el
nombre de Amaranta Úrsula. Cuando esto sucedió Meme ya había terminado los estudios y era
concertista de clavicordio. Pronto se enteró de que su padre solo estaba en la casa para guardar
las apariencias de su romance con Petra Cotes. Meme se aficiona a la bebida y una noche
después de haber estado bebiendo enferma. Tenia entre sus amigas a tres norteamericanas con
las que pasaba buena parte de su tiempo, pero conoce a Mauricio Babilonia, que era un
mecánico de la compañía bananera del cual no tardó en enamorarse. Un día Fernanda los
descubre besándose en el cine, Meme es castigada sin poder salir de la casa, pero sigue viendo a
Mauricio, que se cuela en la casa cada noche hasta que Fernanda lo descubre y lo denuncia a la
policía como a un ladrón. Cuando lo ven colándose le pegan un tiro y lo dejan
invalido.Entretanto Úrsula había cumplido cien años y ya no se movía de su cama.
15. Capítulo
Después de la lesión de Mauricio Babilonia, Fernanda se lleva a Meme a un convento donde
tiene a un hijo de su antiguo romance con Mauricio. El niño se llama Aureliano. Meme no
volvió a hablar y se pasó el resto de su vida pensando en Mauricio hasta que ella muera en un
hospital de Cracovia.
Al cabo de unos meses del abandono de Meme, Fernanda recibió en Macondo a una monja que
le entregó a Aureliano. Fernanda dijo a la familia que lo había encontrado en el río en una
canastilla y lo metió en una habitación de la casa.José Arcadio II organizó una gran huelga para
poder tener fiesta los domingos, este hecho produjo la llegada del ejercito a Macondo y se vio la
posibilidad de una guerra civil. Las autoridades concentraron a los trabajadores en una plaza
de Macondo y una vez allí y después de darles unos minutos para que se fueran, abrieron fuego.
José Arcadio II se despertó en un tren lleno de cadáveres después haber perdido el
conocimiento a causa del impacto de una bala. José Arcadio II bajó del tren y se fue andando a
Macondo, una vez allí se dio cuenta que las autoridades habían conseguido esconder la
matanza de tres mil personas. Los familiares de las víctimas dan por hecho que estos han
regresado a sus tierras natales con la compañía bananera. Los soldados registran la casa, y en el
cuarto de Melquiades o de las bacinillas, se esconde José Arcadio II, un soldado lo mira sin
verlo.
16. Capítulo
Llovió cuatro años once meses y dos días. Durante este tiempo a Fernanda se le escapó de la
habitación el niño y cuando su abuelo lo vio decidió cuidarlo. Al ver que la lluvia no para
Aureliano II se va a casa de Petra Cotes donde se estará tres meses antes de volver a su casa.
Una vez en su casa Fernanda le dice que casi no queda comida pero este no se inmuta, pero
debido a un a discusión con Fernanda, Aureliano II decide ir a buscar comida.Úrsula se
trastoca y Aureliano II decide buscar el tesoro que se encontraba en un San José y que Úrsula
había escondido esperando el regreso de su propietario.Pasados ocho meses del final de la
lluvia Aureliano volvió con Petra Cotes.
17. Capítulo
Úrsula mejora con la llegada del buen tiempo y decide limpiar la casa, pero meses después
muere con unos 120 años.José Arcadio abandona Roma antes de hacer los votos perpetuos y
regresa a Macondo. Aureliano II y Petra cotes viven de las rifas muy felices hasta que el
enferma, entonces decide hacer una gran rifa para conseguir dinero y poder mandar a
Amaranta a estudiar a Bruselas. Después de la marcha de esta a Bruselas, muere Aureliano II a
la vez que también lo hacia José Arcadio II después de enseñar a leer y a escribir a Aureliano.
El día de su muerte fue el nueve de Agosto. En el entierro las tumbas se confundieron. También
había muerto anteriormente Rebeca.
18. Capítulo
Santa Sofía de la Piedad se va de la casa de los Buendía harta de limpiar y no se vuelve a saber
nada de ella.Fernanda había muerto cuatro meses antes de la llegada de José Arcadio, al llegar
mandó a Aureliano a su cuarto y recogió a niños del pueblo para que jugaran en la casa. Una
noche los niños vieron luz en el antiguo cuarto de Úrsula, la luz procedía de debajo de las losas,
donde se encontraba la cripta en que Úrsula había escondido el dinero del San José. José
Arcadio reformó la casa, pero hecho a los niños de ella y concede la libertad a Aureliano al
enfermar. Pero Aureliano se queda en la casa estudiando los pergaminos. En estos tiempos
llega a la casa el único superviviente de los Aurelianos, era Aureliano Amador, pero al no
reconozerlo no le dejaron entrar. En ese momento dos policías le dispararon en plena calle.José
Arcadió fue asesinado por los niños a los que había echado, estos le ahogaron y se llevaron tres
sacos de oro mientras Aureliano estudiaba.
19. Capítulo
Regresa a la casa Amaranta Úrsula casada con un flamenco llamado Gastón, los dos tenían un
acuerdo de no tener hijos antes de cinco años de casados. Al llegar a la casa la reformó con gran
ilusión. Gastón intenta establecer un correo aéreo.Antes de la llegada de Amaranta Úrsula,
Aureliano había conocido a Nigromanta, una negra con la que entabló amistad y que después
de la llegada de Amaranta Úrsula se convirtió en su amante. Aureliano también se había hecho
amigo de cuatro jóvenes que visitaban la misma librería, eran: Albaro, German, Alfonso y
Gabriel. Su amistad era mas fuerte con Gabriel ya que este creia en el Coronel Aureliano,
porque su abuelo era Gerineldo Marquez.Aureliano se enamoró de Amaranta Úrsula, a la cual
le expresó sus sentimientos un día, pero ella lo rechazó. Aureliano fue a un nuevo burdel donde
conoció a Pilar Ternera, esta después de que Aureliano le contara sus sentimientos, le dijo que
Amaranta Úrsula le estaría esperando en algún lado. Esa tarde Aureliano después de haber
bebido hizo el amor con Amaranta Úrsula después de una primera oposición por parte de ella.
En la habitación de al lado se encontraba Gastón que no se dio cuenta de nada.
20. Capítulo
El propietario de la librería al cual llamaban el sabio catalán se había marchado del pueblo. Por
carta recomendó a los cinco amigos que abandonaran Macondo y así lo hicieron uno por uno
menos Aureliano que se había quedado amando a Amaranta Úrsula, aprovechando que Gastón
se había ido a Bruselas a comprobar el funcionamiento de su correo aéreo. Cuando Amaranta
Úrsula se enteró del regreso de Gaston le mandó una carta explicándole sus sentimientos en
favor de Aureliano. La respuesta de Gastón fue de desearles la felicidad. Cuando Pilar Ternera
murió la pareja esperaba un hijo, Aureliano preocupado por la posibilidad de que Amaranta
Úrsula fuera su prima buscó en los archivos de la iglesia, al no encontrar nada decidieron
aceptar la versión de la canastilla. El hijo que tuvieron se llamó Aureliano, pero este nació con
una cola de cerdo. No se preocuparon porque no conocían la historia y pensaron cortársela
mas adelante. Pocas horas mas tarde moría desangrada Amaranta Úrsula. Aureliano estaba
desolado y estuvo deambulando por el pueblo. Al amanecer regresó a casa y no encontró a
su hijo en la canastilla donde lo había dejado. Aureliano vio a su hijo llevado y comido por
las hormigas que habían estado asaltando la casa desde hacia meses. En aquel momento su
mente desveló las claves de los pergaminos, inmediatamente los pudo descifrar y descubrió su
procedencia y que Amaranta Úrsula era su tía. Los documentos resultaron ser la historia entera
de toda su familia. Mientras leía los pergaminos descubrió que en cuanto acabara de leer, el
moriría y Macondo, con el, desaparecería.

Gabriel García Márquez

(Aracataca, Colombia, 1928) Novelista colombiano. Afincado desde muy joven en la capital de
Colombia, Gabriel García Márquez estudió derecho y periodismo en la universidad Nacional e
inició sus primeras colaboraciones periodísticas en el diario El Espectador.

A los veintisiete años publicó su primera novela, La hojarasca, en la que ya apuntaba los rasgos
más característicos de su obra de ficción, llena de desbordante fantasía. A partir de esta primera
obra, su narrativa entroncó con la tradición literaria hispanoamericana, al tiempo que hallaba en
algunos creadores estadounidenses, sobre todo en William Faulkner, nuevas fórmulas expresivas.

Comprometido con los movimientos de izquierda, Gabriel García Márquez siguió de cerca la
insurrección guerrillera cubana hasta su triunfo en 1959. Amigo de Fidel Castro, participó por
entonces en la fundación de Prensa Latina, la agencia de noticias de Cuba. Tras la publicación de
dos nuevos libros de ficción, en 1965 fue galardonado en su país con el Premio Nacional.

Sólo dos años después, y al cabo de no pocas vicisitudes con diversos editores, García Márquez
logró que una editorial argentina le publicase la que constituye su obra maestra y una de las
novelas más importantes de la literatura universal del siglo XX, Cien años de soledad.

La obra, en la que trabajó más de veinte años, recrea a través de la saga familiar de los Buendía
la peripecia histórica de Macondo, pueblo imaginario que es el trasunto de su propio pueblo natal
y al tiempo, de su país y su continente. De perfecta estructura circular, el relato alza un mundo
propio, recreación mítica del mundo real de Latinoamérica que ha venido en llamarse «realismo
mágico», por el encuentro constante de elementos realistas con apariciones y circunstancias
fantasiosas. Esta fórmula narrativa entronca con la tradición literaria latinoamericana, iniciada
con las crónicas de los conquistadores, plagadas también de leyendas y elementos
sobrenaturales originados por el profundo choque entre el mundo conocido y la cultura de los
españoles que emigraban y la exuberante y extraña presencia del continente latinoamericano.

Gabriel García Márquez

Tras una temporada en París, en 1969 se instaló en Barcelona, donde entabló amistad con
intelectuales españoles, como Carlos Barral, y sudamericanos, como Vargas Llosa. Su estancia
allí fue decisiva para la concreción de lo que se conoció como boom de la literatura
hispanoamericana, del que fue uno de sus mayores representantes.
En 1972 Gabriel García Márquez obtuvo el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, y
pocos años más tarde regresó a América Latina, para residir alternativamente en Cartagena de
Indias y Ciudad de México, debido sobre todo a la inestabilidad política de su país.

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Los personajes por Márquez nació en Aracataca (Magdalena), el 6 de marzo de 1927. Creció
orden alfabético como niño único entre sus abuelos maternos y sus tías, pues sus padres, el
telegrafista Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez, se fueron a
Monografías vivir, cuando Gabriel sólo contaba con cinco años, a la población de Sucre,
donde don Gabriel Eligio montó una farmacia y donde tuvieron a la
Las figuras clave de mayoría de sus once hijos.
la historia

Reportajes Los abuelos eran dos personajes bien particulares y marcaron el periplo
literario del futuro Nobel: el coronel Nicolás Márquez, veterano de la guerra
Los protagonistas de los Mil Días, le contaba al pequeño Gabriel infinidad de historias de su
de la actualidad juventud y de las guerras civiles del siglo XIX, lo llevaba al circo y al cine,
y fue su cordón umbilical con la historia y con la realidad. Doña Tranquilina
Iguarán, su cegatona abuela, se la pasaba siempre contando fábulas y
leyendas familiares, mientras organizaba la vida de los miembros de la
casa de acuerdo con los mensajes que recibía en sueños: ella fue la fuente
de la visión mágica, supersticiosa y sobrenatural de la realidad. Entre sus
tías la que más lo marcó fue Francisca, quien tejió su propio sudario para
dar fin a su vida.

Gabriel García Márquez aprendió a escribir a los cinco años, en el colegio


Montessori de Aracataca, con la joven y bella profesora Rosa Elena
Fergusson, de quien se enamoró: fue la primera mujer que lo perturbó.
Cada vez que se le acercaba, le daban ganas de besarla: le inculcó el gusto
de ir a la escuela, sólo por verla, además de la puntualidad y de escribir
una cuartilla sin borrador.

Gabriel García Márquez

En ese colegio permaneció hasta 1936, cuando murió el abuelo y tuvo que
irse a vivir con sus padres al sabanero y fluvial puerto de Sucre, de donde
salió para estudiar interno en el colegio San José, de Barranquilla, donde a
la edad de diez años ya escribía versos humorísticos. En 1940, gracias a
una beca, ingresó en el internado del Liceo Nacional de Zipaquirá, una
experiencia realmente traumática: el frío del internado de la Ciudad de la
Sal lo ponía melancólico, triste. Permaneció siempre con un enorme saco
de lana, y nunca sacaba las manos por fuera de sus mangas, pues le tenía
pánico al frío.

Sin embargo, a las historias, fábulas y leyendas que le contaron sus


abuelos, sumó una experiencia vital que años más tarde sería temática de
la novela escrita después de recibir el premio Nobel: el recorrido del río
Magdalena en barco de vapor. En Zipaquirá tuvo como profesor de
literatura, entre 1944 y 1946, a Carlos Julio Calderón Hermida, a quien en
1955, cuando publicó La hojarasca, le obsequió con la siguiente
dedicatoria: "A mi profesor Carlos Julio Calderón Hermida, a quien se le
metió en la cabeza esa vaina de que yo escribiera". Ocho meses antes de
la entrega del Nobel, en la columna que publicaba en quince periódicos de
todo el mundo, García Márquez declaró que Calderón Hermida era "el
profesor ideal de Literatura".

En los años de estudiante en Zipaquirá, Gabriel García Márquez se


dedicaba a pintar gatos, burros y rosas, y a hacer caricaturas del rector y
demás compañeros de curso. En 1945 escribió unos sonetos y poemas
octosílabos inspirados en una novia que tenía: son uno de los pocos
intentos del escritor por versificar. En 1946 terminó sus estudios
secundarios con magníficas calificaciones.

Estudiante de leyes

En 1947, presionado por sus padres, se trasladó a Bogotá a estudiar


derecho en la Universidad Nacional, donde tuvo como profesor a Alfonso
López Michelsen y donde se hizo amigo de Camilo Torres Restrepo. La
capital del país fue para García Márquez la ciudad del mundo (y las conoce
casi todas) que más lo impresionó, pues era una ciudad gris, fría, donde
todo el mundo se vestía con ropa muy abrigada y negra. Al igual que en
Zipaquirá, García Márquez se llegó a sentir como un extraño, en un país
distinto al suyo: Bogotá era entonces "una ciudad colonial, (...) de gentes
introvertidas y silenciosas, todo lo contrario al Caribe, en donde la gente
sentía la presencia de otros seres fenomenales aunque éstos no estuvieran
allí".

El estudio de leyes no era propiamente su pasión, pero logró consolidar su


vocación de escritor, pues el 13 de septiembre de 1947 se publicó su
primer cuento, La tercera resignación, en el suplemento Fin de Semana, nº
80, de El Espectador, dirigido por Eduardo Zalamea Borda (Ulises), quien
en la presentación del relato escribió que García Márquez era el nuevo
genio de la literatura colombiana; las ilustraciones del cuento estuvieron a
cargo de Hernán Merino. A las pocas semanas apareció un segundo
cuento: Eva está dentro de un gato.

En la Universidad Nacional permaneció sólo hasta el 9 de abril de 1948,


pues, a consecuencia del "Bogotazo", la Universidad se cerró
indefinidamente. García Márquez perdió muchos libros y manuscritos en el
incendio de la pensión donde vivía y se vio obligado a pedir traslado a la
Universidad de Cartagena, donde siguió siendo un alumno irregular. Nunca
se graduó, pero inició una de sus principales actividades periodísticas: la
de columnista. Manuel Zapata Olivella le consiguió una columna diaria en
el recién fundado periódico El Universal.
El Grupo de Barranquilla

A principios de los años cuarenta comenzó a gestarse en Barranquilla una


especie de asociación de amigos de la literatura que se llamó el Grupo de
Barranquilla; su cabeza rectora era don Ramón Vinyes. El "sabio catalán",
dueño de una librería en la que se vendía lo mejor de la literatura
española, italiana, francesa e inglesa, orientaba al grupo en las lecturas,
analizaba autores, desmontaba obras y las volvía a armar, lo que permitía
descubrir los trucos de que se servían los novelistas. La otra cabeza era
José Félix Fuenmayor, que proponía los temas y enseñaba a los jóvenes
escritores en ciernes (Álvaro Cepeda Samudio, Alfonso Fuenmayor y
Germán Vargas, entre otros) la manera de no caer en lo folclórico.

Gabriel García Márquez se vinculó a ese grupo. Al principio viajaba desde


Cartagena a Barranquilla cada vez que podía. Luego, gracias a una
neumonía que le obligó a recluirse en Sucre, cambió su trabajo en El
Universal por una columna diaria en El Heraldo de Barranquilla, que
apareció a partir de enero de 1950 bajo el encabezado de "La girafa" y
firmada por "Septimus".

Con su hijo y su esposa

En el periódico barranquillero trabajaban Cepeda Samudio, Vargas y


Fuenmayor. García Márquez escribía, leía y discutía todos los días con los
tres redactores; el inseparable cuarteto se reunía a diario en la librería del
"sabio catalán" o se iba a los cafés a beber cerveza y ron hasta altas horas
de la madrugada. Polemizaban a grito herido sobre literatura, o sobre sus
propios trabajos, que los cuatro leían. Hacían la disección de las obras de
Defoe, Dos Passos, Camus, Virginia Woolf y William Faulkner, escritor este
último de gran influencia en la literatura de ficción de América Latina y
muy especialmente en la de García Márquez, como él mismo reconoció en
su famoso discurso "La soledad de América Latina", que pronunció con
motivo de la entrega del premio Nobel en 1982: William Faulkner había
sido su maestro. Sin embargo, García Márquez nunca fue un crítico, ni un
teórico literario, actividades que, además, no son de su predilección: él
prefirió y prefiere contar historias.

En esa época del Grupo de Barranquilla, García Márquez leyó a los grandes
escritores rusos, ingleses y norteamericanos, y perfeccionó su estilo directo
de periodista, pero también, en compañía de sus tres inseparables amigos,
analizó con cuidado el nuevo periodismo norteamericano. La vida de esos
años fue de completo desenfreno y locura. Fueron los tiempos de La
Cueva, un bar que pertenecía al dentista Eduardo Vila Fuenmayor y que se
convirtió en un sitio mitológico en el que se reunían los miembros del
Grupo de Barranquilla a hacer locuras: todo era posible allí, hasta las
trompadas entre ellos mismos.

También fue la época en que vivía en pensiones de mala muerte, como El


Rascacielos, edificio de cuatro pisos, ubicado en la calle del Crimen, que
alojaba también un prostíbulo. Muchas veces no tenía el peso con
cincuenta para pasar la noche; entonces le daba al encargado sus
mamotretos, los borradores de La hojarasca, y le decía: "Quédate con
estos mamotretos, que valen más que la vida mía. Por la mañana te traigo
plata y me los devuelves".

Los miembros del Grupo de Barranquilla fundaron un periódico de vida


muy fugaz, Crónica, que según ellos sirvió para dar rienda suelta a sus
inquietudes intelectuales. El director era Alfonso Fuenmayor, el jefe de
redacción Gabriel García Márquez, el ilustrador Alejandro Obregón, y sus
colaboradores fueron, entre otros, Julio Mario Santo domingo, Meira del
Mar, Benjamín Sarta, Juan B. Fernández y Gonzalo González.

Periodismo y literatura

A principios de 1950, cuando ya tenía muy adelantada su primera novela,


titulada entonces La casa, acompañó a doña Luisa Santiaga al pequeño,
caliente y polvoriento Aracataca, con el fin de vender la vieja casa en
donde él se había criado. Comprendió entonces que estaba escribiendo una
novela falsa, pues su pueblo no era siquiera una sombra de lo que había
conocido en su niñez; a la obra en curso le cambió el título por La
hojarasca, y el pueblo ya no fue Aracataca, sino Macondo, en honor de los
corpulentos árboles de la familia de las bombáceas, comunes en la región y
semejantes a las ceibas, que alcanzan una altura de entre treinta y
cuarenta metros.

En febrero de 1954 García Márquez se integró en la redacción de El


Espectador, donde inicialmente se convirtió en el primer columnista de cine
del periodismo colombiano, y luego en brillante cronista y reportero. El año
siguiente apareció en Bogotá el primer número de la revista Mito, bajo la
dirección de Jorge Gaitán Durán.

Duró sólo siete años, pero fueron suficientes, por la profunda influencia
que ejerció en la vida cultural colombiana, para considerar que Mito señala
el momento de la aparición de la modernidad en la historia intelectual del
país, pues jugó un papel definitivo en la sociedad y cultura colombianas:
desde un principio se ubicó en la contemporaneidad y en la cultura crítica.
Gabriel García Márquez publicó dos trabajos en la revista: un capítulo de
La hojarasca, el Monólogo de Isabel viendo llover en Macondo (1955), y El
coronel no tiene quien le escriba (1958). En realidad, el escritor siempre
ha considerado que Mito fue trascendental; en alguna ocasión dijo a Pedro
Gómez Valderrama: "En Mito comenzaron las cosas".

En ese año de 1955, García Márquez ganó el primer premio en el concurso


de la Asociación de Escritores y Artistas; publicó La hojarasca y un extenso
reportaje, por entregas, Relato de un náufrago, el cual fue censurado por
el régimen del general Gustavo Rojas Pinilla, por lo que las directivas de El
Espectador decidieron que Gabriel García Márquez saliera del país rumbo a
Ginebra, para cubrir la conferencia de los Cuatro Grandes, y luego a Roma,
donde el papa Pío XII aparentemente agonizaba. En la capital italiana
asistió, por unas semanas, al Centro Sperimentale di Cinema.
Rondando por el mundo

Cuatro años estuvo ausente de Colombia. Vivió una larga temporada en


París, y recorrió Polonia y Hungría, la República Democrática Alemana,
Checoslovaquia y la Unión Soviética. Continuó como corresponsal de El
Espectador, aunque en precarias condiciones, pues si bien escribió dos
novelas, El coronel no tiene quien le escriba y La mala hora, vivía pobre a
morir, esperando el giro mensual que El Espectador debía enviar pero que
demoraba debido a las dificultades del diario con el régimen de Rojas
Pinilla. Esta situación se refleja en El coronel, donde se relata la
desesperanza de un viejo oficial de la guerra de los Mil Días aguardando la
carta oficial que había de anunciarle la pensión de retiro a que tiene
derecho. Además, fue corresponsal de El Independiente, cuando El
Espectador fue clausurado por la dictadura, y colaboró también con la
revista venezolana Élite y la colombianísima Cromos.

Su estancia en Europa le permitió a García Márquez ver América Latina


desde otra perspectiva. Le señaló las diferencias entre los distintos países
latinoamericanos, y tomó además mucho material para escribir cuentos
acerca de los latinos que vivían en la ciudad luz. Aprendió a desconfiar de
los intelectuales franceses, de sus abstracciones y esquemáticos juegos
mentales, y se dio cuenta de que Europa era un continente viejo, en
decadencia, mientras que América, y en especial Latinoamérica, era lo
nuevo, la renovación, lo vivo.

A finales de 1957 fue vinculado a la revista Momento y viajó a Venezuela,


donde pudo ser testigo de los últimos momentos de la dictadura del
general Marcos Pérez Jiménez. En marzo de 1958, contrajo matrimonio en
Barranquilla con Mercedes Barcha, unión de la que nacieron dos hijos:
Rodrigo (1959), bautizado en la Clínica Palermo de Bogotá por Camilo
Torres Restrepo, y Gonzalo (1962). Al poco tiempo de su matrimonio, de
regreso a Venezuela, tuvo que dejar su cargo en Momento y asumir un
extenuante trabajo en Venezuela Gráfica, sin dejar de colaborar
ocasionalmente en Élite.

Pese a tener poco tiempo para escribir, su cuento Un día después del
sábado fue premiado. En 1959 fue nombrado director de la recién creada
agencia de noticias cubana Prensa Latina. En 1960 vivió seis meses en
Cuba y al año siguiente fue trasladado a Nueva York, pero tuvo grandes
problemas con los cubanos exiliados y finalmente renunció. Después de
recorrer el sur de Estados Unidos se fue a vivir a México. No sobra decir
que, luego de esa estadía en Estados Unidos, el gobierno de ese país le
denegó el visado de entrada, porque, según las autoridades, García
Márquez estaba afiliado al partido comunista. Sólo en 1971, cuando la
Universidad de Columbia le otorgó el título de doctor honoris causa, le
dieron un visado, aunque condicionado.
Con el poeta cubano Eliseo Diego

Recién llegado a México, donde García Márquez ha vivido muchos años de


su vida, se dedicó a escribir guiones de cine y durante dos años (1961-
1963) publicó en las revistas La Familia y Sucesos, de las cuales fue
director. De sus intentos cinematográficos el más exitoso fue El gallo de
oro (1963), basado en un cuento del mismo nombre escrito por Juan Rulfo,
y que García Márquez adaptó con el también escritor Carlos Fuentes. El
año anterior había obtenido el premio Esso de Novela Colombiana con La
mala hora.

La consagración

Un día de 1966 en que se dirigía desde Ciudad de México al balneario de


Acapulco, Gabriel García Márquez tuvo la repentina visión de la novela que
durante 17 años venía rumiando: consideró que ya la tenía madura, se
sentó a la máquina y durante 18 meses seguidos trabajó ocho y más horas
diarias, mientras que su esposa se ocupaba del sostenimiento de la casa.

En 1967 apareció Cien años de soledad, novela cuyo universo es el tiempo


cíclico, en el que suceden historias fantásticas: pestes de insomnio,
diluvios, fertilidad desmedida, levitaciones... Es una gran metáfora en la
que, a la vez que se narra la historia de las generaciones de los Buendía en
el mundo mágico de Macondo, desde la fundación del pueblo hasta la
completa extinción de la estirpe, se cuenta de manera insuperable la
historia colombiana desde después del Libertador hasta los años treinta del
presente siglo. De ese libro Pablo Neruda, el gran poeta chileno, opinó: "Es
la mejor novela que se ha escrito en castellano después del Quijote". Con
tan calificado concepto se ha dicho todo: el libro no sólo es la opus
magnum de García Márquez, sino que constituye un hito en Latinoamérica,
como uno de los libros que más traducciones tiene, treinta idiomas por lo
menos, y que mayores ventas ha logrado, convirtiéndose en un verdadero
bestseller mundial.

Después del éxito de Cien años de soledad, García Márquez se estableció


en Barcelona y pasó temporadas en Bogotá, México, Cartagena y La
Habana. Durante las tres décadas transcurridas, ha escrito cuatro novelas
más, se han publicado tres volúmenes de cuentos y dos relatos, así como
importantes recopilaciones de su producción periodística y narrativa.

En una imagen tomada en Bogotá, 1972

Varios elementos marcan ese periplo: se profesionalizó como escritor


literario, y sólo después de casi 23 años reanudó sus colaboraciones en El
Espectador. En 1985 cambió la máquina de escribir por el computador. Su
esposa Mercedes Barcha siempre ha colocado un ramo de rosas amarillas
en su mesa de trabajo, flores que García Márquez considera de buena
suerte. Un vigilante autorretrato de Alejandro Obregón, que el pintor le
regaló y que quiso matar en una noche de locos con cinco tiros del calibre
38, preside su estudio. Finalmente, dos de sus compañeros periodísticos,
Álvaro Cepeda Samudio y Germán Vargas Cantillo, murieron, cumpliendo
cierta predicción escrita en Cien años de soledad.

Premio Nobel de Literatura

En la madrugada del 21 de octubre de 1982, García Márquez recibió en


México una noticia que hacía ya mucho tiempo esperaba por esas fechas:
la Academia Sueca le otorgó el ansiado premio Nobel de Literatura. Por ese
entonces se hallaba exiliado en México, pues el 26 de marzo de 1981 había
tenido que salir de Colombia, ya que el ejército colombiano quería
detenerlo por una supuesta vinculación con el movimiento M-19 y porque
durante cinco años había mantenido la revista Alternativa, de corte
socialista.

La concesión del Nobel fue todo un acontecimiento cultural en Colombia y


Latinoamérica. El escritor Juan Rulfo opinó: "Por primera vez después de
muchos años se ha dado un premio de literatura justo". La ceremonia de
entrega del Nobel se celebró en Estocolmo, los días 8, 9 y 10 de diciembre;
según se supo después, disputó el galardón con Graham Greene y Gunther
Grass.

Dos actos confirmaron el profundo sentimiento latinoamericano de García


Márquez: a la entrega del premio fue vestido con un clásico e impecable
liquiliqui de lino blanco, por ser el traje que usó su abuelo y que usaban los
coroneles de las guerras civiles, y que seguía siendo de etiqueta en el
Caribe continental. Con el discurso "La soledad de América Latina" (que
leyó el miércoles 8 de diciembre de 1982 ante la Academia Sueca en pleno
y ante cuatrocientos invitados y que fue traducido simultáneamente a ocho
idiomas), intentó romper los moldes o frases gastadas con que
tradicionalmente Europa se ha referido a Latinoamérica, y denunció la falta
de atención de las superpotencias por el continente. Dio a entender cómo
los europeos se han equivocado en su posición frente a las Américas, y se
han quedado tan sólo con la carga de maravilla y magia que se ha
asociado siempre a esta parte del mundo. Sugirió cambiar ese punto de
vista mediante la creación de una nueva y gran utopía, la vida, que es a su
vez la respuesta de Latinoamérica a su propia trayectoria de muerte.

El discurso es una auténtica pieza literaria de gran estilo y de hondo


contenido americanista, una hermosa manifestación de personalidad
nacionalista, de fe en los destinos del continente y de sus pueblos.
Confirmó asimismo su compromiso con Latinoamérica, convencido desde
siempre de que el subdesarrollo total, integral, afecta todos los elementos
de la vida latinoamericana. Por lo tanto, los escritores de esta parte del
mundo deben estar comprometidos con la realidad social total.

Con motivo de la entrega del Nobel, el gobierno colombiano, presidido por


Belisario Betancur, programó una vistosa presentación folclórica en
Estocolmo. Además, adelantó una emisión de sellos con la efigie de García
Márquez dibujada por el pintor Juan Antonio Roda, con diseño de Dickens
Castro y texto de Guillermo Angulo, a propósito de la cual el Nobel
colombiano expresó: "El sueño de mi vida es que esta estampilla sólo lleve
cartas de amor".

Desde que se conoció la noticia de la obtención del ambicionado premio, el


asedio de periodistas y medios de comunicación fue permanente y los
compromisos se multiplicaron. Sin embargo, en marzo de 1983 Gabo
regresó a Colombia. En Cartagena lo esperaban doña Luisa Santiaga
Márquez de García, en su casa del Callejón de Santa Clara, en el
tradicional barrio de Manga, con un suculento sancocho de tres carnes
(salada, cerdo y gallina) y abundante dulce de guayaba.

Después del Nobel, García Márquez se ratificó como figura rectora de la


cultura nacional, latinoamericana y mundial. Sus conceptos sobre
diferentes temas ejercieron fuerte influencia. Durante el gobierno de César
Gaviria Trujillo (1990-1994), junto con otros sabios como Manuel Elkin
Patarroyo, Rodolfo Llinás y el historiador Marco Palacios, formó parte de la
comisión encargada de diseñar una estrategia nacional para la ciencia, la
investigación y la cultura. Pero, quizás, una de sus más valientes actitudes
ha sido el apoyo permanente a la revolución cubana y a Fidel Castro, la
defensa del régimen socialista impuesto en la isla y su rechazo al bloqueo
norteamericano, que ha servido para que otros países apoyen de alguna
manera a Cuba y que ha evitado mayores intervenciones de los
estadounidenses.

Tras años de silencio, en 2002 García Márquez presentó la primera parte


de sus memorias, Vivir para contarla, en la que repasa los primeros treinta
años de su vida. La publicación de esta obra supuso un acontecimiento
editorial, con el lanzamiento simultáneo de la primera edición (un millón de
ejemplares) en todos los países hispanohablantes. En 2004 vio la luz su
novela Memorias de mis putas tristes.

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