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Abatimiento del nivel freático en excavaciones

Figura 1. Agua en
excavación. http://www.saboredo.com/el-agua-en-la-obra-civil/

Cuando se quiere construir bajo el nivel freático, es necesario desecar el subsuelo antes
de realizar la excavación para permitir que los trabajos se efectúan en condiciones
relativamente secas (Figura 1). La ausencia de agua (sin llegar a un estado completamente
seco) en la excavación estabiliza el fondo y los taludes, reduce las cargas laterales en los
taludes, hace que el material de excavación sea más ligero y fácil de manejar y evita un
fondo movedizo y lodoso, muy inconveniente para las actividades posteriores.

Para conservar una excavación libre de agua, en casi todos los tipos de suelos, el nivel
freático se debe mantener a una profundidad, por lo menos de 60 cm o, preferentemente,
a 150 cm por debajo del fondo de la excavación.

Aunque son los contratistas especializados en este tipo de trabajos los que determinan con
mayor detalle las necesidades y los posibles rendimientos de la operación, siempre es
necesario un análisis simplificado que definir “a priori” qué equipos serían necesarios y
la viabilidad de la operación.

En la Figura 2 se muestra un esquema simplificado de la operación del abatimiento del


nivel freático. En él se puede ver cómo varía la depresión en el nivel freático con la
distancia al punto de bombeo. Se pueden utilizar pozos de observación o piezómetros a
ciertas distancias (como r1 y r2) para controlar la depresión realizada.
Figura 2. Esquema del abatimiento del nivel freático mediante un pozo

Un análisis simplificado del fenómeno implica, tal y como indica Dupuit (Harr, 1062)
asumir que (a) para una pequeña inclinación de la línea de filtración, las líneas de flujo
son horizontales y (b), que el gradiente hidráulico es igual a la inclinación de la superficie
libre y es independiente de la profundidad.

La ecuación que rige el caudal en este caso es la siguiente:

En este caso, se asume que toda la capa de terreno es homogénea con un coeficiente de
permeabilidad hidráulica “k”.

Si se cumple que “q” es constante a lo largo del flujo, la ecuación anterior se puede
integrar entre las distancias r1 y r2, obteniéndose la siguiente expresión:

Por tanto, una vez se ha determinado la extensión de la excavación, usando los parámetros
r1, r2, h1 y h2, se puede utilizar la expresión anterior para determinar la capacidad
requerida por la bomba. Asimismo, se podría utilizar la expresión anterior para determinar
el coeficiente medio de permeabilidad del terreno sabiendo el caudal bombeado.

Es evidente que, en un caso real, existen muchas capas de terreno, con diferentes
propiedades, por lo que la ecuación anterior debe particularizarse. Remitimos al lector al
trabajo de Cedergreen (1989) para situaciones diferentes a las descritas. También podéis
ver algunos problemas resueltos que pusimos en su momento en una entrada anterior.

Referencias

Cedergreen, H.R., 1989, Seepage, Drainage and Flow Nets, John Wiley, New York.

Harr, M., 1962, Groundwater and Seepage, McGraw-Hill, New York.

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10 agosto, 2018 Docencia, geotecnia, hidráulica, procedimientos de


construcciónagotamiento, bombeo, control del nivel freático, excavaciones, ley de
Darcy, pozo
Cálculo de un agotamiento mediante pozos
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15 marzo, 2016 cimentaciones, geotecnia, hidráulica, procedimientos de


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Congelación de suelos

http://www.tectonica-
online.com/productos/2683/artificial_congelacion/#

A la hora de realizar una excavación y conseguir estabilizar el suelo, aunque sea de forma
provisional, una posibilidad consiste en congelar el suelo, especialmente cuando éstos
son blandos y están saturados. Ello permite disponer de una pared provisional que impide
el desmoronamiento del terreno.
El estudio de la congelación artificial del suelo precisa conocimientos en relación con las
técnicas de congelación existentes, así como de las propiedades térmicas y geotécnicas
del terreno. Como es fácil de entender, este procedimiento constructivo requiere la
presencia de empresas altamente especializadas. Aquípodéis descargar un documento
donde se explica una aplicación práctica de la técnica.

Fundamento teórico

La congelación del terreno con el fin de conseguir su estabilización temporal es una


técnica antigua empleada ya en minería desde mediados del siglo pasado. Se basa en la
transformación del agua intersticial en hielo, que en ese estado actúa como elemento
aglutinante de las partículas que componen el suelo.

Se consiguen así dos efectos, por una parte un aumento de la resistencia del terreno y por
otra una completa impermeabilidad que facilita durante un tiempo las condiciones de
excavación. Pero al mismo tiempo, también se alteran otras condiciones geotécnicas que
pueden afectar a estructuras contiguas a la obra, que en el proyecto previo han de ser
estudiadas cuidadosamente.

Aplicabilidad

La congelación es adecuada en una gran variedad de suelos, incluso en casos donde las
inyecciones y otros métodos no pueden ser utilizados. El requisito que plantea es la
necesidad de que los suelos estén saturados de agua, ya que de lo contrario el método no
mejora las características del terreno.
http://teoriadeconstruccion.files.wordpress.com

Sistemas de congelación

El procedimiento general se aplica instalando en torno al bloque de suelo que se quiera


estabilizar, un conjunto de tubos o sondas de congelación por las que habrá de circular
la sustancia refrigerante, con la disposición y separación entre sondas que aconsejen las
condiciones de obra (profundidad de excavación, planta, etc.) y el terreno.
Como sustancias refrigerantes pueden emplearse salmueras (frecuentemente de cloruro
cálcico), anhídrido carbónico, o nitrógeno líquido, todas ellas con el mismo fundamento
físico: la capacidad de absorción de calor de estas sustancias, al pasar de líquido a gas.

La instalación es diferente, según el elemento refrigerante sea recuperado (circuito


cerrado) o no (circuito abierto). En el primer caso, ha de establecerse un circuito cerrado
como el que se muestra en la figura. El fluido en forma líquida, pasa por los tubos
refrigerantes y al evaporarse a través de ellos absorbe calorías del terreno. Conseguido
este efecto, la sustancia en forma de gas se hace pasar por un compresor que en
combinación con un sistema refrigerador lo licua a baja temperatura, y después es
conducida a un depósito, en el que es almacenada en forma líquida a alta presión. Desde
este depósito el caudal será bombeado de nuevo a las sondas refrigerantes para ser
reutilizado en un nuevo recorrido a través del circuito cerrado de congelación.

Cuando la congelación se aplica sin recuperar la sustancia refrigerante, ésta


(normalmente nitrógeno líquido), es transportada a pié de obra en camiones cisterna y
desde ellos es bombeada a baja temperatura (» -196 ºC), directamente hacia las sondas o
tubos congeladores de la instalación: el fluido, después de pasar a través de las sondas,
ya evaporado es dirigido hasta el final del circuito, en este caso abierto, del cual sale a
la atmósfera en forma de gas a unos -60 ºC de temperatura.

Este sistema resulta más caro que el anterior por no recuperarse la sustancia
refrigerante, pero los efectos de congelación que se consiguen en la práctica son más
rápidos.
Existe la opción de utilizar un procedimiento mixto, consistente en combinar la
capacidad frigorífica del nitrógeno líquido, para efectuar la congelación del terreno de
forma rápida, y la economía de la salmuera, para el mantenimiento durante los trabajos
de excavación y ejecución de la estructura. Para ello, los circuitos de sondas deben estar
separados de forma que se puedan utilizar ambos procedimientos.

Condiciones de ejecución

La elección del procedimiento y medios de congelación más efectivos, requiere el


estudio del terreno y de la obra en tres etapas:

 Estudio de viabilidad
 Elección del sistema
 Ejecución y control

El objeto del estudio de viabilidad es decidir en primer término si la congelación es


factible, con o sin medidas correctoras del terreno y en el primer caso definir qué tipo de
medidas deben adaptarse.

Como es lógico, es esencial partir de un buen conocimiento hidrogeológico del terreno


y de todo el entorno al que pueda afectar el proceso de congelación. En este estudio
tienen especial interés los parámetros térmicos del suelo, y los geotécnicos antes y
después de la congelación, y en las situaciones intermedias.
Es importante conocer el volumen y las condiciones del agua que pueda estar en
contacto con la masa congelada, por la aportación de calor que puede proporcionar y
por los efectos producidos por la velocidad de circulación: a partir de velocidades de 1,5
– 2 m/día si no es con nitrógeno líquido la congelación no es factible; con velocidades
mayores los tratamientos previos de inyección por su eficacia y por su escasa incidencia
económica, pueden ser un buen medio corrector. En general los procesos de congelación
son más viables en suelos saturados pero también son aplicables en suelos con grados
muy bajos (10 %) de saturación.

Con las conclusiones del estudio de viabilidad debe decidirse el sistema de congelación
y la forma y disposición de los tubos que mejor se adapten a las condiciones del terreno
y del espacio disponible. Si la obra lo permite, se suele recurrir a superficies cilíndricas
(circulares o elípticas) para que los esfuerzos que se produzcan sobre el bloque
congelado sean principalmente de compresión.

El análisis térmico previo del bloque a congelar es esencial para decidir:

 la disposición más favorable de las sondas


 la potencia del equipo de congelación y
 el tiempo de funcionamiento que es necesario para conseguir la temperatura de
congelación prevista.

En este tratamiento es muy importante el control de temperaturas en el interior del suelo


congelado mediante la disposición de sondas termométricas. Así, puede controlarse
cómo progresa la formación del muro, además de vigilar su evolución durante la fase de
excavación, establecer los periodos de mantenimiento y fijar la potencia frigorífica
necesaria en función de la respuesta térmica del suelo y la transmisión de calor a través
del paramento excavado.

La resistencia de un suelo congelado está definida como en cualquier otro, por la


cohesión y el ángulo de rozamiento. Pero estos parámetros en este caso, varían en
función de la temperatura y del tiempo con leyes diferentes no sólo en función de la
composición del suelo sino también de la duración de la carga aplicada.

Ventajas y limitaciones

Las ventajas del tratamiento de congelación del terreno radica en la posibilidad de


ahorro de tiempo y de coste frente a problemas de presencia importante de agua en
excavaciones bajo el nivel freático, además de en la amplia variedad de suelos donde
puede aplicarse. Como limitaciones destacan la alta especialización que precisa su
aplicación y su elevado coste, por lo que no es muy utilizado en España.

También hay que apuntar como inconvenientes que, en el caso de gravas, con cierta
velocidad del agua subálvea, la congelación se hace complicada y necesitaría alguna
inyección complementaria. Tampoco es despreciable el asiento producido tras la
descongelación del suelo.

Os dejo un vídeo de este procedimiento constructivo.


Referencias:

MARTÍ, J.V.; GONZÁLEZ, F.; YEPES, V. (2004). Temas de procedimientos de


construcción. Mejora de terrenos. Editorial de la Universidad Politécnica de Valencia.
Ref. 2004.844. Valencia, 52 pp.

MUZÁS, F. (1980). El frío, la helada, congelación de terrenos. Capítulo 16 de


Geotecnia y Cimientos III, de J.A. Jiménez Salas, Ed. Rueda.

MUZÁS, F. (1980). Congelación artificial del terreno. IV Curso sobre Técnicas de


Mejora del Terreno. Valencia, 16 de octubre. (link)

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