ANGELA PATRICIA CRUZ DAZA

DESARROLLO HUMANO Y ESPIRITUALIDAD

LICENCIATURA EN TEOLOGIA
UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA BOGOTA
10/9/2018

EL DESARROLLO HUMANO UNA VISIÓN DESDE LA PSICOLOGIA Y LA

ECONOMIA
Los primeros estudios relacionados con el Desarrollo Humano partieron de trabajos sobre los
niños, es sólo más adelante, que se llega a pensar en las otras etapas del ciclo vital. En
diferentes campos, la Psicología del Desarrollo se nutre de la Filosofía, específicamente de
los aportes de Jhon Looke y Jean-Jacques Rousseau que, aunque no son mencionados en
ninguno de los documentos sugeridos para la lectura, aportan las bases a los diferentes
desarrollos que van a elaborarse posteriormente dentro de la disciplina psicológica en torno
al tema evolutivo.

Para Looke, los niños son criaturas racionales, donde su mente es comparable con una hoja
en blanco en la cual puede inscribirse la experiencia. En este sentido, los niños son una
especie de receptores pasivos a los cuales les llegan conocimientos, información, hábitos y
por otra parte para Rousseau el niño es un ser activo e inquisitivo. En este sentido, a
diferencia de Looke, considera que no es una hoja en blanco, sino que es alguien bueno por
naturaleza, sólo que el hombre y la sociedad, le puede volver malo. De aquí parte el interés
de descubrir como el ser humano desde una edad temprana va desarrollando su personalidad
y por tanto su manera de ser y estar en el mundo.

Años después aparecerán en escena personajes que darán la pauta para determinar fases o
estadios en la formación de la personalidad y del aprendizaje, los cuales tendrán una relación
directa con el desarrollo físico y con la interacción social del individuo.

Planteamiento Psicodinámico: Freud ofreció directrices para el análisis del contenido de

la Psicología del desarrollo. Entre otras, están la naturaleza de las expresiones sexuales del
niño, la agresión y la importancia de los vínculos sociales tempranos con la madre. Aunque
el énfasis en la expresión sexual ha decrecido en las teorías actuales, la atención por la
agresión y la dependencia o apego sigue siendo central.

Erikson si bien parte de Freud, toma distancia de éste, rescatando la trascendencia del
ambiente social del niño. En este sentido, más que ser una teoría del desarrollo psicosexual,
es una teoría psicosocial ya que va a dar relevancia a la influencia que el entorno tiene en el
desarrollo del niño.

Planteamiento conductista y del desarrollo: Cuando Watson aprende los métodos de

Pavlov y Bekhterev, hizo de la respuesta condicionada el núcleo de su enfoque sobre el
aprendizaje y la adaptación. Proponía tres emociones básicas innatas: Miedo, cólera y amor.

Se abrió entonces, una vía para el análisis objetivo del aprendizaje de temores, emociones y
otros aspectos de la conducta. Su modelo y el de Skinner, trataba de encontrar las causas de
los cambios del desarrollo partiendo de procesos de condicionamiento, esto es, recompensas
y castigos.

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Planteamiento social cognoscitivo: su representante es Albert Bandura, quien combina el

conductismo con el cognoscitivismo. Trabaja en torno al aprendizaje, precisando la
importancia que tienen los modelos en el niño. Señala que se aprende por observación o
imitación.

Planteamiento cognoscitivo: su principal representante es Piaget, quien ha sido un

representante por excelencia de la Psicología del Desarrollo. El desarrollo humano es la
historia de adaptación progresiva del individuo al mundo mediante los procesos de
asimilación (el uso de respuestas ya aprendidas en situaciones conocidas) y acomodación (la
modificación de la conducta en respuesta a las exigencias del entorno). Los infantes están
predispuestos a adquirir información mientras se relacionan con el mundo, y a medida que
se desarrollan construyen representaciones de la realidad más útiles y lógicas. Es posible
describir sus representaciones, conocimientos y capacidades de acuerdo con una serie de
etapas.

Planteamiento biológico: se centra en la importancia de las tendencias o pautas de la

conducta innatas y predeterminadas especialmente en el lazo de base biológica entre madre
e hijo.
Planteamiento ecológico: resalta la importancia del contexto de un individuo, así como la
importancia del entorno social o cultural. Sus principales representantes son Vygotski y
Bronfenbrenner
Planeamiento del desarrollo del ciclo vital: dirigió su atención a todo el ciclo vital, desde
el nacimiento a la madurez y la vejez. Este giro hacía el análisis de los procesos evolutivos
del ciclo vital se vio acompañado por un cambio en el contenido del material y en los puntos
de vista teóricos que se sostenían.
Se puede afirmar entonces que el ser humano a través de los desarrollos teóricos de la
psicología puede considerarse una unidad indivisible en la que su desarrollo estará modelado
tanto por sus condiciones físicas como emocionales y sociales.
Cada teoría fue poniendo un aporte al conocimiento del proceso evolutivo de la persona, pero
ninguna de ellas define de manera concluyente, cómo es que se dan exactamente los procesos
de desarrollo a nivel psicológico, ya que las circunstancias de cada individuo son particulares
y por lo tanto se hace imposible llegar a una teoría aplicable a todos los seres humanos en
general.
En este punto se enlaza la propuesta de Nussbaum, en el desarrollo con base en las
capacidades propias de cada ser humano, que aporta desde una perspectiva económico -social
una alternativa fundamentada en el respeto por la unicidad del individuo, en los derechos
humanos y en la justicia social y podría decirse que también ecológica ya que incluye en su
discurso al medio ambiente y a los “animales no humanos” categoría de la cual me alejo,
pues no considero que el ser humano deba ser visto como un animal.

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La autora propone entonces en términos generales 10 capacidades fundantes sobre las cuales
debe basarse cualquier modelo socioeconómico “comprometido con las facultades de
autodefinición de las personas”1 que son a saber:
• vida: es decir que la vida llegue a su término de manera normal
• la salud física: gozar de una buena salud y contar con las condiciones ideales para
ello.
• Integridad física: tener una vida libre de cualquier tipo de violencia.
• Sentidos, imaginación y pensamiento: tener la libertad de expresar el Ser en sus
diferentes dimensiones.
• Emociones: que se garantice un desarrollo emocional adecuado y la libre expresión
de este.
• Razón práctica: formación adecuada de la conciencia individual y social.
• Afiliación: saber ser y saber pertenecer.
• Otras especies: relación armoniosa con el entorno y los otros seres vivos que lo
integran.
• Juego: tener derecho al ocio y a la recreación
• Control y sobre el propio entorno: tener derecho a decidir a nivel político y a tener la
oportunidad de promoción tanto material como humana dentro de un contexto de
justicia social.
Este enfoque que abarca las particularidades propias de cada individuo apunta a la
construcción de una sociedad ideal e incluso utópica ya que es imposible satisfacer la
multiplicidad de necesidades de los millones de seres humanos que habitamos este planeta.
Sin embargo, es de rescatarse el llamado que se hace a los estados a enfocar sus modelos de
desarrollo al bien común y no a los intereses de unos pocos, en donde se valore la pluralidad
de capacidades y se les considere importantes para el desarrollo de los pueblos.

BIBLIOGRAFIA
1. KAIL, Robert; CAVANAUGH, Jhon C. Desarrollo Humano: Una perspectiva del ciclo vital.
5 ED. México DF.: Cengage Learning Editores. 2011. 137 p. ISBN 978-0-459-60037-4
2. NUSSBAUM, Martha. Las capacidades centrales. En: Crear Capacidades: Propuesta para el
desarrollo humano. Barcelona: Paidós, 2012. p. 37-65 ISBN 978-84-493-0988-5
3. PNUD. Definición y medición del desarrollo humano. En: Desarrollo Humano Informe 1990.
Bogotá: Tercer Mundo Editores, 1990. p. 31-45 ISBN 958-601-283-2
4. TEORIAS DEL DESARROLLO HUMANO[Anónimo] en línea. P. 27. Consultado el 05 de
septiembre de 2018. Disponible en:https://portalacademico.cch.unam.mx/repositorio-de-
sitios/experimentales/psicologia2/pscII/MD1/MD1-L/teorias_desarrollo.pdf

1
NUSSBAUM, Martha. Las capacidades centrales. En: Crear Capacidades: Propuesta para el desarrollo
humano. Barcelona: Paidós, 2012. p. 38