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SECCION SEGUNDA
SUBSECCION B
I. ANTECEDENTES
1.1 LA DEMANDA
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Folios 154 a 160.
demandante; y omisión de la prohibición legal estipulada en el artículo 136 del
C.C.A.
3
Sala de Descongestión. Folios 286-300.
que se le concedió la pensión a los 45 años de edad, y en una cuantía del 100%,
edad inferior a la exigida por la Ley, esto es, 55 años de edad y en tope superior al
75%, razón por la cual, se debe declarar su nulidad.
Concluyó que no hay lugar al reintegro de las sumas pagadas en exceso porque
fueron recibidas de buena fe, pues el error proviene de la misma autoridad
administrativa.
IV. LA APELACIÓN
Expuso que, la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado 5 señaló
que si algunos de los empleados gozan de los beneficios pactados en una
Convención Colectiva de Trabajo, ellos deben subsistir mientras perdure la
Convención, quiere decir que este Instrumento debe mantenerse a favor de la
demandada.
Por otra parte consideró que, el artículo 136 del C.C.A. establece que no pueden
restituirse las prestaciones que han sido pagadas de buena fe, tal como sucedió
en el presente caso, en el que la demandada recibió su mesada pensional bajo el
4
Folios 302 a 308.
5
El apelante no indicó el número de radicado del Concepto.
principio de confianza legítima.
Resaltó que, el artículo 146 de la Ley 100 de 1993 mantuvo a salvo las situaciones
jurídicas individuales que sobre la materia pensional establecieron con
anterioridad a la expedición de la citada Ley, por autoridades del orden
Departamental, Municipal ó entidades descentralizadas. Dentro de esas
disposiciones se encuentran la Convención Colectiva de Trabajo celebrada y
aprobada por la Asociación Nacional de Trabajadores y Empleados de Hospitales,
Clínicas, Consultorios, y Entidades dedicadas a procurar la salud de la comunidad,
“el Secretario de Salud de Santander y los Hospitales del Departamento de
Santander” el 24 de Mayo de 1991.
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Ver folios 318-324.
Agregó que el a-quo, en la parte resolutiva de la providencia apelada ordenó la
nulidad del acto administrativo de reconocimiento pensional dejando en el limbo la
situación pensional de la accionada, sin salvaguardar los derechos de quien ya
cumple con los requisitos pensionales conforme a la ley.
Consideró que deviene del análisis efectuado, que la demandada debe sujetarse a
los requisitos de 55 años de edad y 20 años de servicio, para acceder a una
pensión de jubilación equivalente al 75% de lo devengado en el último año de
servicio, los cuales ya fueron cumplidos por parte de la señora Martínez
Hernández, pues llegó a los 55 años de edad el 6 de junio de 2008, y como tenía
más de 20 años de servicio, lo que indica que adquirió su estatus pensional el
mismo día en que cumplió los 55 años de edad, por lo que, le corresponde a la
entidad demandante a partir del cumplimiento de dichos requisitos, reconocer la
prestación conforme a los mandatos establecidos en la Ley 33 de 1985.
VI. CONSIDERACIONES
Por mandato expreso del artículo 63 de la Constitución de 1886, con sus reformas,
en especial la de 1957, la ley debía determinar las condiciones de jubilación y la
serie o clase de servicios civiles o militares que dan derecho a pensión del tesoro
público y el Presidente de la República, los gobernadores, los alcaldes y, en
general, todos los funcionarios que tuvieran facultad de nombrar y remover
empleados administrativos, no podrían ejercerla sino dentro de las normas que
expidiera el Congreso para regular las condiciones de acceso al servicio público y
de jubilación, retiro o despido.
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Corte Constitucional, en sentencia C-510 de 14 de julio de 1999, M. P. Dr. Alfredo Beltrán Sierra.
La Ley 4ª de 1992, en el artículo 12, dispuso que: “El régimen prestacional de los
servidores públicos de las entidades territoriales será fijado por el Gobierno
Nacional, con base en las normas, criterios y objetivos contenidos en la presente
Ley9”.
9
Decreto 1919 de 2002 determina que el régimen prestacional de los empleados territoriales es el dispuesto para los empleados de la Rama
Ejecutiva.
CLÁUSULA SEXTA.- RECONOCIMIENTO DE TRABAJADORES
OFICIALES.
(…)
PENSIONES DE JUBILACIÓN.
NORMAS GENERALES.
(…)”.
El artículo 416 del C.S. del T., fue modificado con la entrada en vigencia de los
Convenios Internacionales de la OIT Nos. 151 “sobre la protección del derecho de
sindicación y los procedimientos para determinar las condiciones de empleo en la
administración pública”, y 154 “sobre el fomento de la negociación colectiva”,
adoptados por la Legislación Nacional mediante las Leyes 411 de 1997 11 y 524 de
12 de agosto de 199912, respectivamente13.
10
La Corte Constitucional en Sentencia C-110 de 1994 consideró que tal restricción tiene fundamento en lo dispuesto por el artículo 55 de la
Constitución que establece excepciones al ejercicio del derecho de asociación.
11
Con análisis de constitucionalidad en la Sentencia C-377 de 1998.
12
Con análisis de constitucionalidad en la Sentencia C-161 de 2000.
13
Teniendo en cuenta lo anterior, al amparo de lo establecido en el artículo 53, inciso 4º de la Constitución Política, dichos Convenios forman
parte de nuestra legislación interna.
de concertación de los empleados públicos, con el objeto de garantizar su derecho
a la negociación colectiva dentro de los límites que imponen su papel dentro del
Estado14.
La clasificación de los servidores públicos está regulada por la Ley, por lo que la
categorización dada en las cláusulas Quinta y Sexta de la Convención Colectiva
de 1991 suscrita con la Entidad demandante, desconoce los parámetros legales,
cuya competencia es atribuida exclusivamente al Legislador.
Es evidente que no todos los cargos enumerados en las cláusulas Quinta y Sexta
de la mencionada Convención, están destinados al mantenimiento de la planta
física hospitalaria, o de servicios generales, ni de construcción o sostenimiento de
obras públicas. Por lo que, la condición de Trabajadores Oficiales que pretende
otorgar la cláusula Sexta a un grupo de Empleados Públicos, resulta contraria al
ordenamiento legal, máxime cuando le confiere privilegios de orden salarial y
prestacional extralegales aplicables sólo a Trabajadores Oficiales, pues,
tratándose de Empleados Públicos no opera esta posibilidad, ya que no pueden
ser beneficiarios de prerrogativas Convencionales.
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“(…) La Corte no desconoce que el problema del ejercicio del derecho de los sindicatos de empleados públicos a la negociación colectiva
radica en que no existen mecanismos legales apropiados para hacer cumplir este derecho. Es más, el legislador no ha desarrollado el
procedimiento para que estos sindicatos puedan iniciar la concertación, garantizar que las peticiones o los reclamos sean recibidos y
atendidos por la administración pública. Ni se ha establecido cuál es la autoridad pública competente para pronunciarse cuando se
desconoce, sin motivo el derecho de negociación colectiva. Tampoco existen los mecanismos legales que garanticen que las solicitudes de
los sindicatos de empleados públicos, después de la etapa de concertación, se reflejen en los proyectos de ley de presupuesto o en las leyes
de carrera administrativa.
Por consiguiente, se comparte la solicitud del Ministerio Público en el sentido de que el legislador debe reglamentar el procedimiento
encaminado a reglamentar, en un plazo prudencial, y concertando en lo posible con las organizaciones sindicales de empleados públicos, el
derecho a la negociación colectiva de estos servidores, de conformidad con el artículo 55 de la Constitución y con los Convenios 151 y 154
de la OIT debidamente ratificados por el país y que hacen parte de la legislación interna en virtud de las leyes 411 de 1998 y 524 de 1999,
respectivamente.”
De otro lado, el artículo 194 de la Ley 100 de 1993 dispuso que los servicios de
salud serían prestados de forma directa por la Nación o por las Entidades
Territoriales y se haría por intermedio de Empresas Sociales del Estado 15 que
vincularían al personal de conformidad con lo dispuesto en el numeral 5º del
artículo 195 ibídem, a través de una relación legal o reglamentaria o contractual,
en los términos establecidos en el Capítulo IV de la Ley 10 de 1990 16.
La Ley 100 de 1993, por la cual se crea el Sistema de Seguridad Social Integral y
se dictan otras disposiciones, en el artículo 11, modificado por el artículo 1 de la
Ley 797 de 2003, determina su campo de aplicación con el siguiente tenor literal:
“(…)
“(…)
15
Las cuales constituyen una categoría especial de entidad pública descentralizada, con personería jurídica, patrimonio propio y autonomía
administrativa.
16
Del cual hace parte el artículo 26 antes citado.
La edad para acceder a la pensión de vejez, el tiempo de servicio o el
número de semanas cotizadas, y el monto de la pensión de vejez de
las personas que al momento de entrar en vigencia el sistema tengan
treinta y cinco (35) o más años de edad si son mujeres o cuarenta (40)
o más años de edad si son hombres, o quince (15) o más años de
servicios cotizados, será la establecida en el régimen anterior al cual
se encuentren afiliados. Las demás condiciones y requisitos aplicables
a estas personas para acceder a la pensión de vejez, se regirán por
las disposiciones contenidas en la presente ley.
(...)”.
De acuerdo con las anteriores preceptivas las personas que al entrar en vigencia,
en el sector territorial17, el Sistema General de Pensiones tuvieran 15 años de
servicio cotizados, o 35 años de edad si es mujer o, 40 años de edad si es
hombre, tendrán derecho a que se les reconozca la pensión teniendo en cuenta la
edad, tiempo de servicio cotizado y monto de la pensión establecidos en el
régimen anterior, esto es, la Ley 33 de 1985, la cual en su artículo 1º, equiparó la
edad de la mujer con la del varón para efectos de jubilación en 55 años
determinando las condiciones pensionales y régimen de transición de la siguiente
manera:
“(…)
El empleado oficial que sirva o haya servido veinte (20) años continuos
o discontinuos y llegue a la edad de cincuenta y cinco (55) años,
tendrá derecho a que por la respectiva Caja de Previsión se le pague
una pensión mensual vitalicia de jubilación equivalente al setenta y
cinco por ciento (75%) del salario promedio que sirvió de base para los
aportes durante el último año de servicio.”.
(…)
(...)”.
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Esto es el 31 de junio de 1995.
Como al momento de entrar en vigencia la Ley 33 de 1985, 13 de febrero de 1985,
la demandada contaba con un tiempo de servicio aproximado de 13 años, no le
era aplicable la preceptiva de que trata la Ley 6 de 1945, artículo 17, para
pensionarse con 50 años de edad. Por lo tanto, su reconocimiento pensional
deberá hacerse a la edad de 55 años conforme a la señalada Ley.
“(…)
(…)
(…)”.
“(…)
(…)
(…)”.
“(…)
- Por lo expuesto, resulta válido afirmar que no sólo las situaciones que
se consolidaron o adquirieron con anterioridad al 30 de junio de 1995
con fundamento en normas municipales o departamentales, se reitera,
a pesar de su ilegalidad, quedan amparadas por lo dispuesto en el
artículo 146 de la Ley 100 de 1993; sino también aquellas que se
adquirieron antes del 30 de junio de 1997, pues, se reitera, estas
últimas no se vieron afectadas por la declaratoria de inexequibilidad
efectuada con la Sentencia C-410 de 28 de agosto de 1997, dados los
efectos de la misma.
(…)”.
“(…)
18
Ver folio 99
19
Ver folio 105
20
Ver folios 109- 110
Santo Domingo de Málaga.
(…)”.
Por lo anterior puede afirmarse, sin necesidad de analizar el supuesto (b), esto es,
si las convenciones colectivas constituyen uno de los supuestos establecidos en el
artículo 146 de la Ley 100 de 1993, que la accionada no tiene derecho a la
aplicación del artículo 146 de la Ley 100 de 1993.
Por otro lado, la demandada al momento de entrar en vigencia la Ley 100 de 1993,
se encontraba como beneficiaria del régimen de transición previsto por el artículo
36 ibídem que le permitía pensionarse con el régimen anterior contemplado. Por
consiguiente, el marco jurídico para el reconocimiento pensional de la demandada
es la Ley 33 de 198522; lo que quiere decir que ésta debe sujetarse a los requisitos
de 55 años de edad y 20 de servicio para acceder a una pensión de jubilación,
equivalente al 75% de lo devengado en el último año de servicios.
Vistas así las cosas, se concluye que la accionada tenía derecho a que el Hospital
a partir del 6 de junio de 2008, le pagara la pensión legal de jubilación, en cuantía
del 75% del promedio de lo devengado durante el último año de servicios;
teniendo en cuenta lo señalado por esta Corporación en providencia de la Sección
Segunda, de 4 agosto de 2010, radicado interno No. 0112-2009 25, y que se
sintetiza en que el listado de factores contenido en la Ley 33 de 1985 modificada
por la Ley 62 de 1985 no es taxativo sino enunciativo y que, en consecuencia, en
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“Artículo 1º.- El empleado oficial que sirva o haya servido veinte (20) años continuos o discontinuos y llegue a la edad de cincuenta y cinco
(55) tendrá derecho a que por la respectiva Caja de Previsión se le pague una pensión mensual vitalicia de jubilación equivalente al setenta y
cinco por ciento (75%) del salario promedio que sirvió de base para los aportes durante el último año de servicio”.
23
Ver folio 99
24
“ARTICULO 170. CONTENIDO DE LA SENTENCIA. La sentencia tiene que ser motivada. Debe analizar los hechos en que se funda la
controversia, las pruebas, las normas jurídicas pertinentes, los argumentos de las partes y las excepciones con el objeto de resolver todas las
peticiones. Para restablecer el derecho particular, los Organismos de lo Contencioso Administrativo podrán estatuir disposiciones nuevas en
reemplazo de las acusadas, y modificar o reformar éstas”.
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Con ponencia del Dr. Víctor Hernando Alvarado Ardila.
la liquidación de la pensión deben incluirse todos los factores que compongan
salario26.
Por lo anterior, y teniendo en cuenta que el a-quo, declaró la nulidad del acto
demandado, pero no ordenó el reconocimiento pensional conforme a la Ley 33 de
1985, se adicionará la sentencia para lo cual se ordenará a la E.S.E. demandante
reconocer la pensión de la demandada conforme a lo establecido en la Ley 33 de
1985, esto es, con el 75% de lo devengado en el último año de servicios,
confirmándola en lo demás.
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Al respecto, resalta la Sala que no es viable afirmar qué factores concretos deben incluirse en la liquidación del demandado, pues ello no
es el objeto del proceso ni se cuenta con los elementos suficientes para determinarlos.
VII. FALLA
Relatoria JORM/Lmr.