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Nuevamente, para un diagnóstico correcto, se presenta una solución equivocada. Nadie podría refutar
que el incremento en la cobertura del agua potable es primordial para mejorar el nivel de vida de la
población. Sin embargo, no nos podemos limitar a apagar incendios. El problema del agua es la
ausencia de una política integral que regule y vele por todo el ciclo de ésta y no sólo por su
distribución. Lo cierto es que los recursos públicos son escasos y el Estado ha demostrado ser incapaz
de administrar empresas. Y Sedapal es la mejor prueba de ello. Lo que debemos hacer es incorporar a la
inversión privada desde hoy, entregando en concesión no sólo lo que se piensa denominar “Aguas del
sur de Lima”, sino también Sedapal, cuyas ineficiencias son quizá la razón más importante por la que
aún hay millones de peruanos sin agua.
No hay una razón técnica que sustente una nueva incursión del Estado en la actividad empresarial,
aunque para “disfrazar a la mona de seda” se plantee incluir a las municipalidades y a los vecinos. La
gestión municipal en el sector ha sido, por lo general, tan ineficiente como la de Sedapal. Con ello se
perenniza el problema de la injerencia política, en un sector donde se necesitan gerentes que respondan
a resultados de gestión y que no vean a los consumidores del servicio como potenciales electores. La
gestión municipal de las empresas de agua ha dejado un saldo de más de S/.1,000 millones de deuda
con el Estado y servicios con cobertura y calidad muy bajas.
La solución es atraer capital privado al sector, aprovechando el éxito de las concesiones realizadas y las
que están ya en marcha. La falta de recursos públicos y la incapacidad del Estado como gestor
determina que sea el sector privado el que invierta y gestione, rindiendo cuentas en base a metas
determinadas por el regulador. Así se logrará incrementar la cobertura de agua y desagüe, así como
vincular las tarifas al servicio brindado. La competencia para Sedapal tiene que ser privada. Otra
empresa pública no será competencia, sino compañera de ineficiencia. ¿O es que acaso temen que el
éxito del competidor privado justifique la necesidad de entregar en concesión a Sedapal más temprano
que tarde?
Con Aguas del Sur el Estado invertiría US$140 millones (6% de la inversión total requerida para
cubrir la brecha de infraestructura del agua potable) para conectar a apenas el 1% de peruanos
afectados. La experiencia demuestra que la gestión empresarial del Estado es un fracaso ¿Para qué
arriesgar dinero que no tenemos? Dejemos invertir al sector privado.
El monopolio acapara el mayor segmento del mercado, utilizando todos los métodos para
no ceder su participación, se encarga de fijar precios y la cantidad de producción.
En un monopolio existen altas barreras de entrada para nuevos competidores, las cuales
impiden el ingreso de otras empresas.
El 21 de diciembre de 1578, llego por primera vez el agua a la pila de la Plaza Mayor. Desde
entonces, se usaron las aguas de los manantiales de La Atarjea; la población limeña se abastecía
con pilones.
Luego ésta empresa se transformó en la Empresa de Agua Potable, que llegó a administrar hasta
1913. En ese año se formó el Consejo Superior de Agua Potable de Lima, llamado luego Junta
Municipal de Agua Potable de Lima.
ANTECEDENTES
Ocurren cuando una empresa posee una parte
significativa de un recurso importante.
DEFICIENCIAS DE SEDAPAL
SEDAPAL
EL MONOPOLIO
Horizontal
Vertical.
Cartel.
Discriminación de precios.
Precio único.
PRODUCCIÓN
Mediante este proceso el agua es tratada físico y químico a fin de potabilizarla y dejarla
apta para el consumo humana, tambien se realiza una evaluacion constante y permanente
de la calidad del tratamiento del agua.
La eficiencia en la gestión
Ejercía cobros que no correspondían al suministro del agua, sino que las tarifas
adicionaban en el pago el aire filtrado en las conexiones.
RECOLECCIÓN
consiste en programar, ejecutar y evaluar los trabajos del mantenimiento preventivo y correctivo.
FODA DE SEDAPAL