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¿Qué es la reciprocidad?

La reciprocidad es un tipo de intercambio que consiste en dar, recibir y devolver un bien o un


servicio. Tiene los siguientes elementos característicos: 1) es realizado por personas, grupos o
instituciones que se conocen entre sí, o, en otras palabras, no se practica entre extraños; 2) no
es inmediato, sino que existe un rango temporal entre el préstamo y la devolución; y 3) el
proceso de negociación que determina los términos del intercambio no es un regateo abierto
entre comprador y vendedor, sino una interacción íntima y en muchos casos ritualizada entre
parientes, compadres, o grupos aliados (Alberti y Mayer, 1974). La reciprocidad tiene la
propiedad intrínseca de generar y fortalecer los lazos sociales que unen a quienes intercambian;
en ese sentido, afirmamos que el objetivo final de la reciprocidad no es disponer del objeto o
servicio en sí mismo, sino recrear y reproducir los vínculos estratégicos que permiten que un
actor conviva en su sociedad. Un ejemplo clásico de este tipo de intercambios es el regalo que
realizamos para el cumpleaños de una amiga, gesto que esperamos sea eventualmente
retornado, y que termina por profundizar la relación que mantenemos con esta persona.

Según lo desarrollado por Karl Polanyi (1944), mientras en las sociedades occidentales la
reciprocidad ocupa un lugar poco significativo y ha sido desplazada por el mercado como circuito
principal de intercambio; en las sociedades indígenas la reciprocidad y la redistribución1
fundamentan y organizan la vida social y económica de estos pueblos. En efecto, es a través de
los circuitos de intercambio recíproco que se accede a los recursos naturales, se distribuye la
fuerza de trabajo y se reparte la riqueza producida entre los miembros de una comunidad. Una
consecuencia directa de esto primero es que la economía no es una esfera autónoma, sino que
está incrustada en otras esferas de relaciones e instituciones de tipo religiosas, políticas, y
parentales que asumen funciones económicas y establecen las reglas de juego del intercambio
(Polanyi, 1944). Así por ejemplo, en las sociedades quechua, el matrimonio entre dos personas
genera un circuito de reciprocidad de fuerza de trabajo entre las familias de ambos novios, ahora
emparentadas. Una segunda consecuencia de organizar una sociedad sobre la base de la
reciprocidad tiene que ver con la tendencia hacia al igualitarismo y equidad de sus miembros
(Sahlins, 1960). Así, en tanto la lógica de intercambio recíproco predispone a los actores a dar y
compartir lo obtenido, la acumulación excesiva es virtualmente imposible y está fuertemente
sancionada por el colectivo. Es por ello que las sociedades indígenas se caracterizan por
controlar y reducir la diferenciación económica interna.

¿Cuál es el lugar de la reciprocidad en los espacios rurales del Perú?

En la vida cotidiana de las comunidades campesinas y nativas que dominan los espacios rurales
de nuestro país, la reciprocidad se ha mantenido como una lógica económica fundamental. En
los Andes, los científicos sociales han registrado que desde periodos pre-incas e inca las
sociedades indígenas desplegaron complejos mecanismos de reciprocidad que articulaban
vastos sistemas económicos (Murra, 2014). Al interior de los ayllus (grupos familiares
extendidos), las redes de reciprocidad se entretejían entre los familiares según los diferentes
tipos de lazos parentales y obligaciones que los unían. El principal objeto de intercambio era la
fuerza de trabajo, la que era utilizada para la variedad de labores agrícolas y ganaderas que
debían realizar las unidades domésticas en los diferentes pisos ecológicos que controlaban –
pastos de puna, tierras de secano, y tierras bajo irrigación permanente. Otra expresión notable

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Tipo de intercambio presente en sociedades con una organización política concentrada como un Estado
o un Imperio. Bajo la lógica de la redistribución, el Estado recolectaba bienes o servicios a modo de
tributos, y los distribuía en los espacios y poblaciones que lo requerían.
del dominio de la reciprocidad era el vínculo que mantenían las familias de un ayllu con su
kuraka (líder del grupo familiar extendido), al cual servían con fuerza de trabajo y dotaban de
bienes a cambio de sus servicios políticos de administración e intermediación frente al poder
centralizado de los señoríos y posteriormente del Estado inca. Finalmente, las relaciones entre
ayllus y estos poderes centralizados también estaban marcados por lógicas de reciprocidad,
siendo que a cambio de los alimentos y trabajo ofrecido por los grupos familiares a los
señores/incas y al estrato dominante, estos no sólo recibían a cambio dones materiales sino
especialmente dones simbólicos y de carácter religioso trascendentales para las sociedades
indígenas (Wachtel, 1973).

En la actualidad, si bien varios de estos circuitos de reciprocidad han sido desarticulados, varios
otros se han mantenido, renovado y adaptado a las demandas de las relaciones económicas
contemporáneas. A partir del análisis de Alberti y Mayer (1974), podemos clasificar los
intercambios recíprocos según su simetría o asimetría –retorno equivalente o no de lo dado, y
según quienes intercambien, sean individuos o sea un individuo y su comunidad. En todos los
casos, la fuerza de trabajo se mantiene como el servicio que más circula a nivel local. De esta
clasificación podemos destacar tres tipos principales de intercambio recíproco de fuerza de
trabajo en los Andes:

 El intercambio “voluntario”, el cual tiene lugar en rituales y ceremonias familiares -


como el matrimonio o el techamiento de una casa, eventos que exigen que las personas
donen “voluntariamente” su mano de obra a los parientes que lo necesitan. Estos
mismos deberán retornar este favor en cuanto sus parientes, que ayudaron a conseguir
la madera para el techo o a preparar la comida para la boda, deban celebrar sus propios
rituales.
 El ayni, intercambio de fuerza de trabajo de una persona o unidad doméstica a otra a
cambio de recibir el mismo servicio en una oportunidad futura. A diferencia del
intercambio voluntario, el ayni se puede realizar entre cualquier persona o familia de la
comunidad; y no tiene el carácter de obligación, sino que se acuerda a partir de la
solicitud explícita de una de las partes. La devolución del trabajo puede ser requerida
en cualquier momento, y se considera uno de los deberes más importantes a cumplir
por quienes pidieron ayuda inicialmente.
 La minka, que si bien tiene distintas modalidades en cada región, puede generalizarse
como el trabajo que entregan los individuos a su comunidad. Una de las formas más
importantes de minka es la rotación de cargos ceremoniales, sistema por el cual todos
los comuneros según su edad deben asumir ciertas posiciones religiosas/rituales o
políticas, y trabajar para la comunidad. Los comuneros con cargos no sólo reciben
bienes, trabajo y hasta dinero por parte de los demás para llevar adelante su labor, sino
que obtienen como mayor don el prestigio y respeto del colectivo.

Para el caso de la Amazonía, debido a la multiplicidad y diversidad de las etnias presentes, así
como por la organización no centralizada de dichas sociedades, la evidencia de circuitos de
intercambio recíproco en periodos anteriores al SXX es restringida. Sólo para el territorio de la
selva central existe abundante registro de la trascendencia del “Cerro de la Sal” (cerro ubicado
en la actual provincia de Oxapampa) como espacio de intercambio recíproco de herramientas,
armas y otros bienes rituales entre las etnias asháninka, ashéninka, nomatsiguenga, yánesha y
otras (Santos Granero, 1990). Actualmente, la antropología amazónica ha estudiado con mayor
profundidad la presencia de la reciprocidad en las comunidades nativas:
 La forma principal de reciprocidad, transversal a la gran mayoría etnias amazónicas es
la que se establece al interior de los núcleos domésticos, según diferentes modalidades.
En el caso de la etnia Awajún, por ejemplo, la conformación de un nuevo matrimonio
determina una alianza importante entre el padre de la novia/suegro y el novio/yerno,
quienes en adelante mantendrán una estrecha relación de reciprocidad generalizada: el
suegro ha entregado al yerno la mano de su hija, además de un hogar para vivir y tierras
para cultivar (dones perennes), por lo que el yerno está ahora en la permanente
obligación de ofrecer su fuerza de trabajo y servicios de cuidado a sus suegros según
éstos lo requieran (Brown, 1984).
 Para otras etnias en particular, la reciprocidad excede los núcleos domésticos y se
conforma entre compañeros/socios. Entre los asháninka por ejemplo, existe el sistema
ayómpari (en asháninka, nosotros los amigos): circuito de reciprocidad entre parejas de
varones, no necesariamente parientes directos y generalmente con residencias
distantes, a partir del cual se tranzan objetos y/o alimentos que vinculan a los
participantes como socios de intercambio. En sus épocas de auge a mediados del S XX,
el sistema ayómpari pudo interconectar un vasto territorio en sus circuitos de
reciprocidad (Rojas, 1994).
 Si bien no propiamente indígena, en la actualidad la convivencia de las familias en
comunidades nativas también ha generado espacios de reciprocidad entre los
individuos y su comunidad como la realización de faenas comunales (Correa y
Roopnaraine, 2015).

Bibliografía

Alberti, G. & E. Mayer (1974) Reciprocidad e intercambio en los Andes. Lima: IEP

Brown, M. (1984). Una paz incierta. Historia y cultura de las comunidades aguarunas frente al
impacto de la carretera marginal. Lima: CAAAP (Centro Amazónico de Antropología y Aplicación
Práctica).

Correa, N. & T. Roopnaraine. (2015). Pueblos indígenas y programas de transferencias


condicionadas: estudio etnográfico sobre la implementación y los efectos socioculturales del
Programa Juntos en seis comunidades andinas y amazónicas de Perú. BID.

Murra, John (2014) “El control vertical de un máximo de pisos ecológicos en la economía de las
sociedades andinas” En: Murra, John y Santos Granero, Fernando (2014) Fronteras y diálogos:
Andes y Amazonía. (pp. 16-81), Lima: Ministerio de Cultura

Polanyi, K. (1944). The Great Transformation. New York: Holt

Rojas, E. (1994) Los Asháninka, un pueblo tras el Bosque: contribución a la etnología de los
Campa de la Selva Central Peruana. Lima: PUCP

Sahlins, M. (1960). “Political power and economy in primitive societies” En Essays in the science
of Culture. New York: Crowell.

Santos Granero, F. (1990). “Integración económica, identidad y estrategias en la amazonia”.


Sepia, vol 3.

Wacthel, N. (1973) Sociedad e ideología: ensayos de historia y antropología andinas. Lima: IEP

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