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PINOS NUEVOS. c ¡ ¡ •
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DANIEL ÁLVAREZ DURÁN

.
Los Acuáticos
Un imagin'ario en el silencio
 LOS ACUÁTICOS
Un imaginario en el silencio

Daniel Álvarez Durán

Rompió de pronto el sol sobre un claro del bosque, y

allí, al centello de la luz súbita, vi por sobre la yerba
amarillen 'a erguirse, en torno al tronco negro de los
pinos caídos, los racimos gozosos de los pinos nue-
vos: ¡Eso somos nosotros: pinos nuevos!
JOSÉ MARTÍ

Unámonos, unámonos a tiempo, que todos nuestros

corazones palpiten como si fuesen uno solo y así uni-
dos, nuestras veinte capitales se trocarán en otras tan-
tas centinelas que, al divisar al orgulloso enemigo,
cuando éste les pregunte: ¿ Quién vive? le respondan
unánimes, con toda la fuerza de los pulmones: ¡La
América Latina!
MANUEL UCARTE
SOCIOLOGíA

Este libro ha sido editado con el esfuerzo conjunto del Insti-

tuto Cubano del Libro, las editoriales cubanas, los autores,
los artistas plásticos, los diseñadores, los componedores, los
Ct
Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2002
correctores y los editores de Cuba.
 Para Adrián González una leyenda.
A mi familia la imaginería y el tiempo
"Los Acuáticos" su vida y sus sueños.
Al Profesor Alain Basail el silencio
Ya todos los que intervinieron,
estas letras de agua.
COMISIÓN DE SELECCIÓN
María Elena Benítez
Ricardo Quiza
Zayda González Amador

Edición: Ricardo Bamet Freixas

Dirección artística: Carmen Padilla González
Realización: Yuleilis Femández Lago
Composición del texto: Pilar Sa Leal
Corrección: Pilar Trujillo Curbelo
Fotos: Daniel Álvarez Durán

© Daniel Álvarez Durán, 2001

© Sobre la presente edición
Editorial de Ciencias Sociales, 2001

ISBN 959-06-0478-1

Estimado lector, le estaremos muy agradecidos si nos hace llegar

su opinión, por escrito, acerca de este libro y de nuestras
publicaciones.

INSTITUTO CUBANO DEL LIBRO

Editorial de Ciencias Sociales
Calle 14 no. 4104, entre 41 y 43, Playa, Ciudad de La Habana
 Presentación

Hay temas que conquistan la atención y se imponen. En el

año 1997, un amigo malacólogo 1 me habló de sus experien-
cias como buscador de caracoles en la zona de "Los Acuáti-
cos". Este relato despertó mi interés sociológico y empecé a
buscar datos sobre el tema. Poco tiempo después, fuimos los
dos, y su compañía contribuyó de manera especial a introdu-
cirme en el asentamiento.
Las dos primeras expediciones (de tres) a la zona de Viñales
se realizaron en su compañía con un objetivo principal: esta-
blecer relaciones de amistad con las familias "acuáticas". La
primera inmersión en el terreno fue programada por espacio
de una semana.
El asentamiento "acuático" se enmarca en el Valle del
Cuajaní y en La Penitencia (zona de lomas de la Sierra del
Rosario). Limita geográficamente al sur con El Pinar (Las
Pizarras); al norte se encuentran las montañas de
Guaniguanico; al este a partir de la prolongación de Valle,

Adrián González Guillén es investigador autodidacta en la

especialidad de Malacología. Es miembro de la Sociedad Cubana
de Zoología.

• 1
 Dos Hermanas, y al oeste el Sitio Moncada, Sierra Lumbada.
El nombre de Cuajaní, según uno de nuestros informantes2
tiene muchas versiones: "Aquí existía un bosque, una selva
prácticamente, que se fue talando-talando-talando y ya prác-
ticamente no hay bosque. Hace 100-200-300-400 años era
una zona donde había mucho cuajaní, un árbol muy robus-
to, muy alto, crecen hasta 20 y 25 metros. Hay v~rsiones d~
que el nombre es por ese árbol, o que sea de origen abori-
gen; hasta ahora no se ha determinado eso. Yo lo asocio con
Penitencia, La Penitencia que está al fondo del Cuajaní, se
le puso así porque era pantanoso en aquel tiempo, muy bos-
coso y había mucha maleza. Entonces verdad que era una
penitencia llegar hasta La Penitencia." (informante clave)3
En la actualidad el paisaje se nos devolvía otro, el valle
aparecía laborado por "acuáticos" y "no acuáticos". El sitio
de La Penitencia se figuraba como una loma, en donde se
encuentran siete casas de "acuáticos", la última de ellas está
situada a un aproximado de una hora de camino en ascenso y
pequeños descansos. 4 Aquí habita~ los "acuátic~s': que con-
servan con más fortaleza la creencia. Las caractenstlcas esen-
ciales que los definen son la cura de enfermedades con agua,
la no participación en la enseñanza por medio de escuelas: la
no utilización de las ciencias médicas, y la no intervención
en la política y las organizaciones de masas que propone el
proyecto revolucionario. Llegar al punto más alto no er~ tan-
to vencer la ruta y el cansancio, sino procurar la confianza
de los pobladores de la sierra. _ .
Lograr la comunicación implica no ser un extrano, SInO
compartir las vivencias. Los actores (sujetos) que uno es-
2 Entrevista realizada a Jesús Arencibia Coro ("El poeta de
Guaniguanico") que es habitante del pueblo de Viñales.
3 Se entiende por informante clave a determinadas personas que,
por su condición de miembros de la c?munida~ '! por su posi~ión
oficial logran captar de forma global mformaclOn sobre el objeto
de estudio. . metodológica como humana; estas son variables que hay
4 Ver Anexo. 6, foto. l.
• 2
tudia comparten tipos de información semejante, por lo
que se hace necesario intercambiar la parte humana y con-
servar la científica que -aunque permanezca latente-
no debe ser expuesta arbitrariamente. La presentación in-
cluye la explicación de la presencia del investigador en el
lugar, que en este caso se realizó sin encubrir un interés
por el estudio de la vida del grupo. Según el legado
antropológico clásico, desde Malinowski hasta Strauss e
incluso Geertz, habría que hacer una inmersión lo más
profunda posible, tratando de evitar la intervención de la
subjetividad del científico (su cultura). Es válido entrar
en la dinámica que se quiere estudiar, como uno más
(participativo); pero ocurre que el otro busca también una
relación con lo diferente, con su carencia -y esto hace
que se establezca una conversación entre dos mundos-
que resuelvan determinados grados de comparación y con-
fesión. El pacto de confianza posibilita una apertura, la
transparencia de la persona.
En la experiencia de terreno a la hora de lograr en comu-
nicación y amistad, nos dio buen resultado el hecho de man-
tener una observación participante, tomando la mayoría de
los datos posibles de inmediato y de manera no visible a los
ojos del observado. Se mantenía cierto cuidado en la recopi-
lación de información -esto sucedía en la primera etapa de
trabajo- buscando una fluidez de la comunicación conve-
niente. La información fue recogida en un diario de campo,
basado en una guía de observación.
La zona que se estudia pertenece a un medio rural; esto
supone que los sistemas lingüísticos tienen sus caracterís-
ticas específicas, lo que plantea la necesidad de dar una
movilidad al lenguaje, asumir determinados términos y
adaptar éste a la información compartida en el grupo, lo
que evitaría interferencias comunicativas innecesarias. El
éxito en la comunicación o aceptación por parte de un gru-
po se produce bajo la influencia de la formación tanto
que medir para tener conciencia de las capacidades perso-
nales, en el acto comunicativo. De igual modo, factores im-
3
 prescindibles deben ser la tolerancia, el respeto y la
receptividad del que investiga.
Como propuesta metodológica trabajamos con el total del
universo de la muestra (cuarenta y dos personas); además,
dedicamos gran importancia a los informantes claves, que
serían como la historia conservada de la agrupación y los
que tuvieran una percepción global del grupo. En la primera
visita realizamos entrevistas formales y pudimos fotografiar
a la mayoría de las familias y sus costumbres, excepto algu-
nos casos, que aún se nos ocultaban. En este primer contacto
hubo buena receptividad de manera general y se obtuvo los
primeros datos para la construcción de la operacionalización
del proyecto.
Entre la primera y la segunda visitas realizamos la revi-
sión y el análisis de narraciones y noticias, tanto de la época
del surgimiento de la figura de Antoñica Izquierdo (1936)
como de las producciones más recientes en los soportes de
prensa plana y audiovisuales sobre "Los Acuáticos". Reali-
zamos un análisis de contenido de la prensa plana de la época,
que abarcó desde 1936 hasta 1946, y que serviría de soporte
para el estudio de producciones imaginarias sobre el tema.
En la segunda etapa, convivimos con la agrupación de "Los
Acuáticos" en la zona ya citada del Valle del Cuajaní y la
Sierra de La Penitencia. Se hacía evidente que los poblado-
res del lugar no llegaban a entender el sentido de la investi-
gación que se iba realizando. Esto respondía en alguna medida
a que sólo se les había suministrado datos generales. Cons-
tantemente surgía la pregunta de si lo que se hacía era perio-
dismo. Esta reacción era sintomática y con ella había que
trabajar sobre la base de una comunicación prejuiciada, por
el recelo con que conservaba su historia la agrupación ante
la presencia de periodistas que buscaban noticias, para luego
informar de manera agresiva o manipulada, según la opi-
nión de "Los Acuáticos". El tiempo, la convivencia, las es-
trategias de trabajo, se ocuparon de producir cierto rapport
que facilitó la comunicación, siempre manteniendo el presu-
puesto de objetividad del investigador.
• 4
Durante la investigación tuvimos que prescindir de un cues-
tionario en forma de encuesta que estaba proyectado para
recoger los primeros datos que permitieran organizar la in-
vestigación. Se interpuso el analfabetismo, prácticamente
generalizado; además, con la observación participante se
obtenía los mismos datos y se los superaba. Igualmente, su-
cedió con el test sociométrico planificado para detectar las
relaciones de grupo; la información obtenida era muy esca-
sa, y era suplantada por la entrevista en profundidad y la
observación participante. El proyecto de la investigación tam-
~ién pretendió establecer grupos de discusión o grupos de
tIpO asamblea, pero surgía el inconveniente de no lograr un
a)uste de tiempo para concertar la cita, pues las parcelas de
tterra que se trabajaba generalmente quedaban muy distan-
tes entre sí y entre las zonas de residencia (además de que el
trabajo en la tierra requiere altos grados de permanencia en
ella). La información entonces tenía que ser recogida indivi-
dualmente y en ocasiones con algunos miembros del núcleo
familiar.
En esta segunda etapa realizamos entrevistas en profundi-
dad y se comenzó el completamiento del árbol genealógico de
la zona, ya que "Los Acuáticos" están relacionados por lazos
de parentesco, así como un levantamiento espacial de cada
núcleo familiar. La estancia cubrió el período de una semana,
en el mes de octubre de 1999.
En diciembre del mismo año nuestra permanencia fue de
veinte días, compartidos en trece días de trabajo de campo
con las instituciones y los miembros estatales y pobladores
del municipio Viñales; también realizamos visitas a Pinar
del Río -al Museo Provincial de Historia- para buscar in-
formación sobre el tema. El criterio que se utilizó para las
entrevistas en profundidad fue el de seleccionar informantes
claves -un total de catorce entrevistas con personas que tie-
nen que ver directamente con la agrupación- y les pregun-
tamos sobre la imagen que tenían de "Los Acuáticos" a veinte
personas de forma aleatoria en el pueblo de Viñales. La in-
formación obtenida es de valor apreciable por sus aportes a
5
la investigación. El resto del tiempo lo invertimos en la con-
vivencia y trabajo de campo con "Los Acuáticos".
En Viñales, por gestión personal, obtuvimos el campismo
Dos Hermanas como dormitorio. El lugar de habitación en
el medio acuático, desde el primer contacto, fue una casa
anteriormente ocupada por un miembro de este grupo, en
medio de la cual se montó una casa de campaña.
En esta última visita se consolidó criterios y también se
produjo un mayor acercamiento, en este caso más bien por
parte de integrantes del grupo, con lo que comprobamos que
habíamos ganado su confianza. A partir de este momento,
los miembros del grupo expresaron su código de valores mo-
rales y se pudo apreciar que poseían una fina sensibilidad
para establecer relaciones de respeto interpersonal, posible-
mente potenciada por una actitud de resistencia de muchos
años.
La información obtenida nos hizo realizar otra visita a un
segundo asentamiento acuático. La investigación centrará su
análisis en la agrupación asentada en Viñales, pero hará re-
ferencias comparativas con los otros asentamientos acuáti-
COS,5 sobre todo por las relaciones de parentesco existentes y
en busca de información complementaria y de acciones que
los agrupan en su creación de identidad. 6 En la visita que
realizamos a la zona de Ceja del Negro, en el mes de enero
del año 2000, pudimos verificar observaciones hechas antes
en el lugar estudiado.?
La investigación se ha organizado por medio de la divi-
sión en cuatro capítulos, con la distribución y el enfoque si-
5 Hay otros dos asentamientos en la provincia de Pinar del Río:
en Rancho Mundito, municipio Viñales y en Ceja del Negro,
municipio Piloto.
6 Se realizó la visita con el objetivo de obtener el libro La lenda
de Antoñica Izquierdo, investigación realizada por Tania
Tolezano y Ernesto Chávez en el año 1987. Por medio de
mutilaciones de hojas y párrafos del libro, "Los Acuáticos" se
apropiaron de la historia que se hacía de ellos.
7 Ver Anexo. 6, foto. 10.
6 7
guientes: el primer capítulo esta destinado a los enfoques
teóricos en los que se fundamentará el análisis de la investi-
gación. En este sentido, se trabajará en la definición de los
imaginarios sociales y colectivos a partir de la explicación
de conceptos como percepción, representación, símbolos,
sentidos e ideología, así como la contextualización y el uso
efectivo que ofrecen los imaginarios para la explicación de
los fenómenos en las ciencias humanísticas. Como segunda
definición básica estará la de grupo social, a partir de la
consideración de cuatro procesos de constitución del grupo
(evaluación, compromiso, cambio social y la construcción
de significados compartidos), y por los niveles de análisis de
la realidad grupal (intraindividual, interindividual,
situacional, posicional e ideacional). También se aplica el
análisis de los' grupos sociales como relaciones sistémicas
intra e inter grupales.
En los capítulos restantes se analizará a "Los Acuáticos"
en la década de 1990, por medio de sus características esen-
ciales como agrupación y por la construcción de un imagina-
rio colectivo y su reflejo en las relaciones intragrupales y con
el macrosistema. A partir de los objetivos 8 planteados para
la investigación, se pretende un análisis de las lógicas inter-
nas y muchas veces invisibles de su sistema social como medio
de explicación de su desarrollo y permanencia grupal.
Esta investigación se inserta en los estudios trans-
disciplinarios, integrando enfoques de diversas especialida-
des de las ciencias humanísticas. Hasta el momento, las
contribuciones alrededor del tema se concentraban en el pla-
8 Objetivos de la investigación: identificar los rasgos distintivos
principales del grupo social "Los Acuáticos" durante el período
analizado (rasgos socioeconómicos, culturales, políticos);
analizar mediante las narrativas (orales y escritas) el imaginario
de "Los Acuáticos"; explicar la influencia de los factores
(internos y externos) que determinan la integridad (o no) del
sistema social y, valorar la importancia del imaginario como
producción subjetiva en el mantenimiento del grupo de estudio
y en su interrelación con el medio físico o en su entorno.
 no de la ficción y la descripción de la historia de Antoñica
Izquierdo y referencias muy aisladas sobre "Los Acuáticos". CAPÍTULO 1
La utilización de imaginarios colectivos como formas subje-
tivas de representación de la realidad y por sus influencias
en las relaciones de los campos que se conocen como lo real, La posibilidad de un campo de estudio
así como el análisis de las interacciones que se establece como
11
construcción grupal por medio de la teoría de sistemas en los 1. Imaginarios sociales
11 diferentes niveles de la sociedad, dan lugar a un esfuerzo
inédito por revelar las lógicas internas que se establece entre 1.1. Presentación del término
actores sociales, estructuras y cambios de la agrupación acuá-
tica.
En esta medida, la investigación rescata y analiza un dis-
curso periférico que se ha ido incorporando a las tradiciones
y diferencias culturales del país, con lo que esta investiga-
ción particular quiere contribuir a los múltiples estudios de
la cultura cubana. Tratar de reconocer la diversidad de ex-
presiones sociales no es sólo adoptar una postura profesio-
Introducirnos en el tema de la imaginación y los imagina-
nal desde la competencia de la Sociología, sino una forma de
rios sociales implica el cuestionamiento de cuán legítimos
comprender la identidad cubana como una construcción di-
pueden ser estos términos para el estudio de las prácticas
námica, heterogénea, en la cual "Los Acuáticos" son un in-
grediente periférico de ella. colectivas. En los usos discursivos relacionados con las cien-
cias sociales son palabras de no muy antiguo ingreso, de tal
modo que disfrutan de salud y carisma especiales.
En la especialización de las ciencias humanísticas se crea
una variedad de criterios que se aproximan a la comprensión
de la complejidad social; de estos procesos continuados y
múltiples se genera una serie de conceptos con mayor o me-
nor capacidad de construcción de la realidad. A partir de
estos procedimientos se puede generar determinadas modas
terminológicas, que inducirán al trabajo con fórmulas efí-
meras. En otras palabras, el efecto de la moda es momentá-
neo, de aquí que los usos de determinados términos queden
como pasajeros e irrelevantes.
Continuando esta lógica, es interesante observar el anver-
so de la moda como criterio de transformación; la posibili-
dad de que las modas terminológicas tengan la facultad de
producir cambios significativos y duraderos en los sistemas
del saber, el de las mentalidades, los culturales, y los sociales

8 9
en generalY En este estado, donde el discurso de la imagina-
ción y los imaginarios sociales se alejan cada vez más de sus
usos tradicionales (ilusorios) para encarnar nuevos significa-
dos, es donde pudiera ubicarse los movimientos de la imagi-
nación y el imaginario en las producciones de las ciencias
sociales. !O
La idea de imaginario y su conceptualización aparece unida
a la idea de imagen que se concibió tradicionalmente como
perteneciente al plano de lo irreal, inasible, con un sentido
que más bien se centraba en la especulación de la literatura y
sus representaciones simbólicas en el mundo de la ficción, de
la representación de imágenes, símbolos poéticos, invencio-
nes. En el nivel de los discursos sociopolíticos, el término apa-
rece unido a la creación de utopías, o sea, un pensamiento
proyectivo, que crea imágenes representables de su aspiración,
anhelo, creación de futuro. Sin embargo, hoy las ciencias so-
ciales y humanísticas lo han tomado, aceptando su viabilidad
en el proceso de análisis objetivo, restándole el sentido de
"irreal" que antes tenía al moverse en una periferia a donde lo
había condenado una perspectiva cientificista mecánica.
Esta última distinción está marcada por la historia de cien-
cias como la Antropología, la Sociología, la Psicología, por
solo citar algunas. El imaginario social se distancia de las puras
distinciones semánticas y pasa a tener un rango de influencia
mayor en las relaciones de los campos considerados como los
reales (la Política, la Economía, entre otros). "Las ciencias
sociales otorgan a los imaginarios sociales un lugar preponde-
rante entre las representaciones colectivas y no los consideran
'irreales' si no es, precisamente, entre comillas."ll
El término se trasladó a una especulativa social, en la me-
dida en que se llenó de sentido proveniente de una represen-
9 "La historia de las palabras ha conocido épocas en las que éstas
oscilan, cambian de significaciones, se mueven de la 'periferia'
hacia el 'centro' de un campo discursivo." Bronislaw Baczko
(1991): Los imaginarios sociales, Buenos Aires, p. 13 (Fotocopia).
lO Ibidem, p. 13.
11 Ibídem, p. 14.
10
tación. social y colectiva que acompaña a los procesos reales,
matenales, de creación de conciencia y de representación en .
sí y para sí, de una clase, grupo o colectivo social en su crea-
ción de identidad. En ese sentido, se produjo un acumulado
que historia el concepto y le ha otorgado valor en los actua-
les estudios de las ciencias sociales.
Se habla de representaciones, como motivos estables de
comportamiento, y no en forma de reflejos de la realidad,
que proporcionarían un exterior a la representación. Los
imaginarios sociales toman un valor efectivo en el análisis
de los mecanismos y sistemas de la vida social, donde reali-
z~n una intervenc~ón. eficaz con las representaciones y los
slmbolos en las practIcas colectivas.
La inserción de los imaginarios sociales en los estudios de
las ci~ncias sociales va sujeta a su tradición. Cada campo de
estudiO lleva consigo producciones precedentes, un cúmulo
de tentativas en la investigación que lo van conformando.
~n la ~iter~tura que se ha convertido en clásica para nuestras
investIgacIOnes, encontramos aportes importantes que defi-
nen el campo actual de estudio de los imaginarios sociales.12
Este campo clásico ha tenido la meta de producir un discur-
so científico un~tario sobre el hombre y la sociedad global,
de modo que ubica una determinada ciencia social como fun-
damental, en tanto que tutora de futuras producciones cien-
tíficas. El presente vive rigores de esta herencia, pero caGa
vez ese pasado que aun habitamos se nos hace más dudoso
como paradigma unificador.
12 Se toma l~s .conclusiones que da Baczko (Op. cit., p. 24) como
autores claslcos representativos. "Marx insiste en los orígenes
de los imaginarios sociales, en particular de las ideologías, así
como de sus funciones en el enfrentamiento de las clases sociales'
Durkheim pone el acento en las correlaciones entre la~
estructuras sociales y las representaciones colectivas, así como
en la cohesión social que éstas asegurarían; Weber da cuenta
del problema de las funciones que pertenecerían a lo imaginario
en ~a producción de. sentido que los individuos y los grupos
SOCiales dan necesariamente a sus acciones."
11
 En la contemporaneidad, la discusión científica enfoca sus
preguntas y análisis hacia una pluralidad de he~hos so~iales;
se han fragmentado las teorías en pos de las diferencias, d.e
la multiplicidad de hombres, de sociedades, ~e. culturas d~­
versas. El reconocimiento de un otro ha propiciado una di-
námica más flexible, y así una mutación en el pensamiento
monolítico de las ciencias sociales. La imposibilidad de re-
glas y leyes que puedan abarcar la multiplicidad de variables
sociales se ve además reforzada por discontinuidades de los
sistemas sociales no prestos a sujeción.
En este escenario donde el discurso queda fraccionado,
así como el objeto de estudio -el conocimiento del hom-
bre y su imagen del mundo-, surgen y se especializan. nue-
vos campos científicos, que van a retomar las formulaCIOnes
de los clásicos, pero en su estado de segmentación y espe-
cialización (se despojan de las propuestas de una causalidad
lineal hacia una circularidad autorreferente). Con esta pro-
yección de los campos de estudio se plantea una contribu-
ción entre sistemas de pensamiento, entendido como
interdisciplinaridad y transdisciplinaridad. Para las cien-
cias, el discurso unitario desaparece (y no parece tener pron-
to restablecimiento), por lo tanto deja de existir la necesidad
de jerarquías entre ellas, desviando la atención de las lla-
madas ciencias fundamentales.
El feudo de una historia universal muta en una historia de
grupos,13 fragmentada, en donde la gran diver~idad d~ mat~­
ces busca su modo de distinción y permanencia. Los Imagi-
narios sociales son objetos de esa historia y paradigmas
teóricos que se escinden y quiebran en lo tradicional, por lo
que surgen de la segmentación y se incorporan en la forma
de representarse la diversidad.
13 "Estamos viviendo la era del 'grupismo', la construcción de
grupos defensivos, cada uno de los cuales afirma una identi?ad
en torno a la cual construye solidaridad y lucha por sobreVIVir
junto con y en contra de otros grupos similares." ~mmanuel
Wallerstein (1996): Después del liberalismo, Siglo XXI
Editores, México, p. 89.
12
La generación de múltiples imaginarios se produce al ni-
vel cultural, donde actúa una pluralidad de sistemas relati-
vamente autónomos en cuanto a sus modos de organización,
distinción, normatividad, propiedad de información y bie-
nes. Estos sistemas mantienen cierta interdependencia en la
generación de sentidos, de modo que al establecer redes de
relaciones pueden producir principios de jerarquías, domi-
nación y subordinación en un enlace complejo. Los imagi-
narios sociales, como apéndices de la cultura, portan la
diversidad cultural y la diversidad intracultural (la primera
actúa entre sociedades, la segunda, entre grupos). La diver-
sidad cultural se cataloga por las variables sociales, ecológicas
y espacio-temporales siempre desiguales; estas relaciones
objetivas determinan la pertenencia a un común identitario,
en lo que se genera alteridad. 14
La cultura de donde penden los imaginarios es una arista
de la sociedad. Cultura y sociedad se producen mutuamente,
pero la cultura no vence la totalidad de la sociedad, pues la
primera nos habla de significaciones (símbolos); aunque la
interpretación de las distribuciones, estructuras y dinámicas
sociales se establezca mediante significaciones, los propios
elementos constitutivos de la sociedad (instituciones) le po-
nen límites. Las significaciones generan y orientan la acción
(producen sentido); lo mismo cara a cara (elementos), rela-
ciones entre elementos crean sociedad (estructuras), y rela-
ciones entre relaciones o relaciones entre estructuras producen
cambio (la historia).
La cultura es el continuo de significaciones donde se inter-
preta la existencia, reproducción y acción de los seres huma-
nos;15 la sociedad, por medio de sus instituciones, estructura
las formas de relacionarse los humanos y toma las formas de
acción generadas por las significaciones. Los imaginarios
sociales, de este modo, pudieran tener múltiples efectos refe-
14 Antonio Ariño. (1997): Sociología de la cultura. La constitución
simbólica de la sociedad, Ed. Ariel, Barcelona, pp. 52-78.
15 lbidem, pp. 70-71.
13
ridos al control, diagnóstico y dinamismo, tanto en las socie-
dades como en la investigación de las ciencias sociales.
1.2. Definición del concepto. Imaginarios sociales
Toda comunidad es imaginada y para conjurar
esta debilidad congénita necesita de un mito
fundacional de una historia sagrada que la haga
existir per se (simbólicamente, para
el actor social). /6
Las agrupaciones van construyendo su distinción a partir de
colocar frente a sí sus imágenes ideales;17 el ejercicio de
imaginar, de abstracción de conceptos se eleva al rango de lo
simbólico y del representar que son campos en donde se ge-
nera acciones sociales. Estos esfuerzos por orientar la activi-
dad tomarán sentido como núcleos en los imaginarios
colectivos. El colocar una imagen ante sí como representa-
ción hace el juego de conocernos desconociéndonos, intenta-
mos por medio de imágenes (fantasmagorías) 18 identificarnos,
comprendernos, así como al entorno, pero para lograrlo de-
bemos depositarnos en tales abstracciones, y en este proceso
nos dividimos. Nos diferenciamos y nos distorsionamos, cree-
mos ver lo que no somos. De esta paradoja surge una arista
que hará de los imaginarios una cualidad diversa, autónoma
y siempre dinámica.
Las jugadas que se establece entre las imágenes o los fan-
tasmas tienen una connotación especial, por el hecho de que
cada cruce de este tipo promueve determinadas formas de
construcción social y éstas quedan grabadas como huellas
16 Jorge Benedicto y M. Morán (1995): Sociedad y política. Textos
de sociología política, Ed. Alianza Universidad Textos, Madrid,
p. 125.
17 Bronislaw Baczko: Op. cit., p. 44.
18 Arnaldo Silva (1992): Imaginarios urbanos. Bogotá y Silo Paulo:
cultura y comunicación urbana en América Latina, Ed. Tercer
Mundo Editores, Bogotá, pp. 97-101.
14
profundas en la forma de ser de los actores, y en el contenido
de valor y sentido que toman los entornos sociales. Las es-
tructuras de la realidad imponen restricciones y limitaciones
suficientes para ser transformadas; sin embargo, en el juego
de imágenes que se cruzan continuamente con otros imagi-
narios se puede crear una virtualidad ilimitada (mental) de
posibilidades que pueden inducir a cambios en diversos sec-
tores de la sociedad.
La percepción imaginaria ocupa un rango de mayor comple-
jidad en el ámbito de la percepción;19 se tiene un primer nivel,
donde se asume un registro visual, de cantidad de energía, que
luego va a estar sujeto a un patrimonio cultural que tendrá una
acción objetivadora, dando su interpretación y representación a
formas ya anteriormente objetivadas. Éstas son formas adquiri-
das por la conciencia; lo objetivo se palpa por medio de los
sentidos, lo no sensorial toma formas y contenidos imaginarios.
El actor o sujeto (como ente creador y transformador) se repre-
senta la realidad por medio de la imaginación simbólica.
El simbolismo se da en su expresión de doble sentido o
múltiple, por el hecho de contener en sí la diversidad de án-
gulos, de contenidos de significados. No es estrecha la rela-
ción, no es unidimensional, adquiere valor en la complejidad
de significados y de sentidos. Las formas de pensar, de com-
prender van signadas por la imbricación de sentidos que van
siendo objetivados en la acción de representarlos. La multi-
plicidad de sentidos siempre tomará nuevos valores, depen-
diendo de los movimientos espacio-temporales que realiza
la sociedad. "Una forma simbólica es una acción, objeto o
expresión significante, es decir, portadora de información
para los seres humanos."2o
En este sentido, se recurrirá a la conceptualización confor-
mada por Antonio Ariño (1997), a sabiendas de que sus pers-
pectivas constructivistas dan el privilegio a un análisis de la
estructura. Existe una sub valoración consciente de las re-
presentaciones subjetivas, de las interacciones sujeto-sujeto
19 Ibidem, pp. 92-93.
20 Antonio Ariño: Op. cit,. p. 82.
15
en el cotidiano social. Se considera que tales interacciones
son formas de encubrir el desarrollo y la formación de es-
tructuras (parte objetiva), lo que indica que la interacción
sólo ejerce su influencia coyuntural mente y se pierde de vis-
ta que en este proceso es donde se actualizan y dinamizan las
formas de las instituciones, las mentes y los cuerpos (las es-
tructuras).21 Este es un modelo de análisis que se nutre de
los estudios del sociólogo francés Pierre Bourdieu y, en par-
ticular, de su idea de habitus en tanto estructuras
internalizadas y rearticuladas por el sujeto.
La complejidad que se sucede en la sociedad implica una
mejor distribución de los supuestos de objetividad-subjetivi-
dad; a cada construcción le corresponden múltiples y diver-
sas acciones que generan un compuesto social. Utilizar este
modelo (simbólico) como aleación de las complejas relacio-
nes sociales, pretenderá expresiones cara a cara o en su
globalidad social, lo que permite un movimiento en la per-
cepción epistemológica del objeto, concebirlo en proceso de
integración. Un breve acercamiento a este modelo puede ayu-
dar a comprender mejor la función de los símbolos en las
relaciones y formas que toma el entramado social y sus obje-
tos, y en particular los imaginarios sociales.
Antonio Ariño (1997) nos habla de que los símbolos con-
tienen información para los hombres, y retoma la definición
del concepto de información en tres niveles: sintáctico,
semántico y pragmático. El último de ellos, por su capaci-
dad de persuasión y cambio en el individuo, contiene los su-
puestos de forma y existencia de información compartida (en
el orden planteado). El concepto es ubicable en el tercer com-
ponente; éste a su vez lo divide en cuatro elementos que lo
regirán: descriptivo, técnico, valorativo y prospectivo. Cada
uno merece una breve referencia.
En lo que concierne a la información descriptiva, según el
propio término, nos corrobora determinados elementos que
nos asisten como seres humanos, como serían la idea de per-
21 Philippe Corcuff (1998): Las nuevas sociologías, Alianza
Editorial, Madrid, pp. 32-41.
16
tenencia y diferenciación, aproximarnos a una definición del
entorno, y nos presenta, mediante las creencias y representa-
ciones, una imagen de la realidad. La información descripti-
va porta mensajes múltiples que sólo son recepcionados por
variables específicas de los sistemas. "Sin ser completamen-
te coherente, el campo de los significados incluye un míni-
mo de orden. Los significados se basan en un código, es decir,
en un conjunto de elementos no descomponibles, y en un
número finito, que permite construir un sistema más o me-
nos consciente de representaciones colectivas y comunicarse
en el interior de un campo social dado, sin que los símbolos
tengan apenas sentido más que en función de ese campo."22
En relación con la información práctica, se proyecta en el
cómo obrar y nos facilita guías a seguir. Su utilización y puesta
en acción contemplan prácticas "eficaces" o "ineficaces"23
en los resultados deseados, se estandariza determinados usos
para relacionarse con las necesidades. Las prácticas, a pesar
de contar con una estructura determinada, no quedan eximi-
das del cambio, de la novedad.
El segundo elemento conduce a una información de tipo
valorativo o normativo en donde se genera formas de con-
ducta y la legitimidad de los valores. Aquí se promueve las
~cciones contrapuestas, en estado de competitividad ("bue-
no-malo", "justo-injusto"). El acto de normalizar es restric-
tivo y constriñente. Toma sentido "en el interior de un grupo
o, por mejor decir, se estructura en ámbitos diversos de am-
plitud varia y de distinta comprensión".24
Por último, el ámbito de la información prospectiva presu-
pone la dinámica y las formas de ruptura individual y social.
En él se establece proyectos y antiproyectos de vida, utopías
como anticipaciones de futuro o proyecciones de presente.
Se configuran interrelacionados los sentimientos, las necesi-
22 Philippe Laburthe-TaITa y Jean-Pierre Wamier (1998): Etnología
y antropología, Ed. Akal, Madrid, p. 119.
23 Antonio Ariño: Op. cit., p. 83.
24 Jaime Brufau Prats. (1987): Hombre, vida social y derecho,
Ed. Tecnos, Madrid. p. 59.
17

dades en pos de un porvenir, prepara a los hombres para las
transformaciones y fisuras de la historia.
Faltaría exponer las características básicas que componen
a los símbolos, pero esto excede el objetivo de esta investiga-
ción. Con la especificación de estos cuatro elementos inte-
grantes del simbólico, nos auxiliaremos para comprender la
participación de los imaginarios sociales en la realidad so-
cial. Luego de esta pausa de rigor, es necesario aclarar que el
interés de la aplicación de los imaginarios sociales como uso
de explicación no estará fundamentado en el establecimien-
to de análisis de tipo psicológico, de cómo funcionan al nivel
preconsciente, consciente o subjetivo las imágenes, las re-
presentaciones y los símbolos, sino en reconocer puntos de
encuentro y la posibilidad de una profundización en el tema. 25
Dicho esto, se puede retomar algunas consideraciones so-
bre los símbolos. Este término, cargado de matices y evoca-
do a un eclecticismo situacional, tiene, entre tantas, la función
de distinción, por medio de construcciones sociales que (como
insignias) logran producir representaciones. Este hecho por
sí solo crea identidad, lo que tomará parte en la memoria
histórica que se irá llenando de sentido para los individuos,
las agrupaciones, los movimientos sociales (religiosos), los
partidos políticos. En este sentido, los símbolos, que han sur-
gido de una forma espontánea en procesos de reestructura-
ción, se volverán obligatorios; en la misma medida, surgirán
los agentes custodios de los símbolos y las represent 4ciones
antes creados, dictaminando qué es lo bueno o lo malo -lo
cierto o lo falso- el deber ser de los sujetos sociales (se re-
conoce en un proceso de legitimación de los poderes).
Los símbolos no sólo contribuyen a la distinción, sino que
marcan pautas a la acción del sujeto; el símbolo denota tanto
al objeto como a la capacidad objetivadora del sujeto hacia el
objeto. Por tanto, ocurre una introducción de valores que hará
un modelaje, una rotulación de las conductas individuales y
colectivas. Cada forma simbólica estará sumergida dentro
de múltiples combinaciones de su misma materia (económi-
25 Bronislaw Baczko: Op. cit., pp. 12-41.
18
cas, religiosas, políticas), en donde las imágenes, ideas y
acciones son las protagonistas.
El término simbólico se impone en la construcción de los
sistemas sociales, es una de sus características fundamen-
tales. La existencia de formas simbólicas se origina por una
necesidad del pensamiento para designar su entorno; son
modos de figuración, donde se representa la actualidad, tanto
individual como colectiva, de un grupo o comunidad. Las
representaciones son las cap~cidades q~e tiene el p~nsa­
miento de configurar determmados estimulos a partIr de
relacionar múltiples sentidos; así, al pensamiento (concien-
cia) se le imposibilita que el hecho social sea presentado
sin ninguna ligadura, siempre estará relacionado. E~tas re-
presentaciones tomarán un carácter (en sus. cr~e~cla.s) de
tipo duradero, por estar constituidas p~r slgntfIC~clOn~s
profundas para el sujeto. En consecuenCIa, se ~odra percI-
bir el estado de las emociones, los comportamIentos y las
construcciones sociales. 26
De esta manera, las imágenes que recibimos de la realidad
son objetivadas por nuestras complejas figuraciones del pen-
samiento, para que luego tomen expresión en símbolos, en
formas. Esta secuencia se repetirá en la adopción de agrega-
dos y nuevos sentidos para la adopción de otras signi~icacio­
nes. La comunicación que se establece entre los sUjetos se
realiza en gran medida mediante los símbolos, que tomarán
significación de hechos reales. Las representaciones sociales
de los sujetos y las colectividades se concentran en los sím-
bolos de esas realidades, para generar otros signos y nuevas
acciones. En cada etapa que se intervenga las representacio-
nes colectivas, pensando al individuo como ente social -en
"un sistema de creencias y prácticas que unen en una misma
comunidad"-,27 se podrá obtener el estado del grupo so-
cial. El comportamiento de un grupo está sujeto, entre otros
elementos, a sus sistemas de representaciones.
26 Amaldo Silva: Op. cit., pp. 85-10 1.
27 Bronislaw Baczkop: Op. cit., p. 21.
19
de lo social. Lo social sólo existe como el vano intento de
instituir ese objeto imposible: la ~ociedad."30
Los imaginarios sociales sumergidos en los campos de la
política, la religión (la dominación) están sujetos a los con-
troles de la paradoja social, asistir a la presencia de algo que
es y que no debe incurrir en las fisuras sino en la clausura de
sentidos. Los imaginarios son instrumentos efectivos que
buscan idear la homogeneidad y un equilibrio social. Elimi-
nar la diferenciación contribuye al desgaste de las imágenes
de sí mismo, a un concepto de identidad propia para inser-
tarse en uno colectivo suministrado. La dominación hace uso
de los imaginarios sociales, que mediante la apropiación de
símbolos refuerza la dominación efectiva.
Un pensamiento paradójico, recurriendo al presupuesto de
recursividad, presupone el cambio. Los grupos y las colectivi-
dades procuran su diferenciación (se regionalizan) a partir de
nuevos imaginarios que harán un contraproyecto frente a otros
imaginarios (los imaginarios son centros de conflicto). Según
su capacidad proyectiva, se comportará la mantención de su
organización (no se habla de comportamientos anómicos que
pueden producir determinados imaginarios negativos) por
medio de símbolos y representaciones que luego de un proceso
de ruptura se volverán de cumplimiento obligatorio (un
desujetamiento contiene un sujetamiento). La perdurabilidad
de un sistema de símbolos y de representación tiene que ver
con la identidad de imaginación del grupo y su capacidad de
considerar el cambio con agregados de sentido. 3l
30 Raymond WilJiams (1980): "Marxismo y literatura". En:
Selección de lecturas. Sociología de la cultura. Departamento
de Sociología, Universidad de La Habana, La Habana,
2000, p. 90.
31 "Lo social se produce a través de una red de sentido, otras tantas
referencias por medio de las cuales los individuos se comunican,
tienen una identidad común, designan sus relaciones con las
instituciones, etcétera. La vida social, de este modo, es
productora de valores y de normas y, por consiguiente, de
sistemas de representaciones que los fijan y los traducen. De
22
La sociedad es imposible, por el hecho de que la sociedad
construye sociedad y se altera en este acto. Privilegiar la di-
versidad disminuye la capacidad reguladora de la ideología.
En momentos de crisis sociales o agresiones externas se acti-
va las producciones de imaginarios, como formas de unión o
de deslegitimación del poder legítimo. En este sentido, el
rumor ocupa un lugar fundamental, produciendo imágenes y
representaciones sobre posibles condiciones futuras para su
bien o mal; esto moviliza un estado de acción.
El imaginario social se forma en el ámbito de la creación
de identidad del colectivo social, grupo, comunidad y, por lo
tanto, tiene dentro de sí aspectos que atañen a las relaciones
sociales, a actores sociales que condicionan ese imaginario o
lo influyen; se estratifican en él jerarquías, conflictos, rela-
ciones simbólicas de dominación.
El imaginario social crea una representación de sí mismo
del grupo o comunidad y por ello genera modelos formadores,
desde los que actúa, como representante, según el horizonte
histórico donde se exprese su formación. En esa misma di-
rección, delimita el territorio donde actúa como propio, es-
pecifica fronteras, establece las relaciones con los otros;
aprehende y recrea el presente, proyecta el futuro, crea me-
dios de protección y, sobre todo, transmite ese imaginario de
una generación a otra, para que se perpetúe.
Los imaginarios sociales y las formas simbólicas en las
que descansa la imaginación, forman parte de complejas re-
laciones entre "mitos", "leyendas", "representaciones", "uto-
pías" e "ideologías", como componentes de una profunda
tradición cultural. De modo que los imaginarios funcionan
precisamente en la interrelación con otros imaginarios, de-
notando la capacidad de variación, adaptación y diferencia-
ción. En este sentido, se establece la imbricación entre
este modo están en movimiento códigos colectivos según los
cuales se expresan las necesidades y las ilusiones, las esperanzas
y las angustias de los agentes sociales." Bronislaw Baczko, Op.
cit., p. 22.
23
 múltiples expresiones sociales ("religioso y filosófico", "po-
lítico y arquitectónico").32
En relación con los aspectos anteriores, el imaginario so-
cial genera símbolos, que son conductores de su autoridad y
sirven en un plano inmediato y también general, para legiti-
mar su autoridad. Los símbolos son distintivos que introdu-
cen valores, modelan conductas individuales y colectivas en
función de construir también símbolos de futuro y perpetua-
ción. De manera general, todo ello obra en función de man-
tener la vida colectiva, temporalmente, por encima del
símbolo y perpetuarla, según los contenidos de ese imagina-
rio, de modo que participa en la formación selectiva de la
memoria colectiva, la organiza para legitimarla, juzgarla en
relación con sus patrones de valor.
En el nivel contextual, los imaginarios sociales se articu-
lan con diferentes etapas históricas de organización social y
ejercicio del poder. Por ello es necesario discriminar entre
una etapa social propiamente oral, una en la que prima la
escritura y, desde luego, la contemporánea, en la que el rápi-
do desarrollo de los medios masivos y de comunicación, ha
establecido nuevos elementos de creación de símbolos y, so-
bre todo, de propaganda de éstos.
Los medios de comunicación masivos hacen que los ima-
ginarios se amalgamen, se superpongan unos sobre otros hasta
confundirlos y lograr su homogeneidad o búsqueda de una
globalidad de la información que será suministrada (mani-
pulada) para crear nuevo consumo. La información es conti-
nua y múltiple; la información que resultaba de interés pasa
al rango del instante y se desvanece, su lugar es sustituido
por la atomización de la información, las estructuras de los
imaginarios sociales se vulnerabilizan. Controlar los cana-
les de la información por donde se socializarán los imagina-
rios es una manera de dominación, de definir políticas de
olvido y recuerdo de aquellos aspectos "relevantes" del pasa-
do en la memoria colectiva.
32 Ibidem, pp. 30-31
24
Concluyendo esta exposición, se puede decir que los ima-
ginarios sociales han acompañado la fundación de mucho~
de nuestros órdenes sociales; por ejemplo, Weber demostro
a partir de su estudio sobre La. ética p~otes~ant~ y el ~s~íritu
del capitalismo cómo d~termInados II?agIn~~lOS, reh~lOs~s
pueden influir en el espínt~ de u~a SOCIedad. ASI, 10 ImagI-
nario afecta los modos de slmbohzar de aquello que conoce-
mos como la realidad y esta actividad se cuela en todas las
instancias de nuestra vida social."33
Luego de este análisis, se puede ensayar la definición. ~e
un concepto, siempre teniendo en cuenta ~u~ l.a producclOn
de los imaginarios tiene que ver con la sU~JetlVI~ad o la con-
ciencia humana, por 10 que se hace ImpOSIble captar
globalmente una definición. . .
Por imaginarios sociales o colectiVOs se entIende la cons-
trucción social (que por medio de símbolos, imágenes, sen-
tidos y significaciones efectúan la aprehen~ión y el contr~l
de su entorno en un espacio-tiempo múltIple), que reah-
zan, difunden y aceptan los miembros de una deter~inada
agrupación (grupo, comunidad, .etnia, ?tros) .a ~ar.tlf de la
confluencia o el encuentro -a lllvel pSICOSOCIOlogICO- de
los elementos objetivos y subjetivos principales que cara~­
terizan a dicha agrupación y que pueden definir un senti-
miento compartido de pertenencia y diferenciación entre
los miembros.
Dicha construcción se configura en la interacción de las
características socioeconómicas, políticas y culturales prin-
cipales de la agrupación (ent~ndida com?, micro.s!stema) y
las del macrosistema en que se Inserta (reglOn, naClOn, otros).
1.3. Definición del grupo social
Proponer un análisis de los grupos sociales a partir de. ?resu-
puestos constructivistas implica retrotraer la f~rmaclOn d~l
grupo a un anterior histórico, donde se pronunCIaron las pn-
33 Amaldo Silva: Op. cit., p. 90.
25
meras relaciones intra e interpersonales -intra e intergrupales.
Hay que renunciar operativamente a una definición previa que
codifique o identifique a un grupo determinado (con nombre y
capacidad de acción); comprender sus procesos sociohistóricos
de composición, como sistemas de representaciones, mitos,
significaciones, valores, es hacer una desconstrucción del grupo
hacia la coyuntura histórica de su formación.
Reencontrarse con procesos de institucionalización, de je-
rarquías en la estructura social, los conflictos sociales, las di-
versidades, autonomías, variables ecológicas, de género y de
espacio-tiempo múltiples, entre otras, es una manera de resca-
tar la esencia del grupo social. La revisión histórica da la po-
sibilidad de comprender cómo se tejieron las relaciones e ir
construyendo las tramas a partir de percepciones y representa-
ciones apropiadas y renovadas. Este acto recrea un proceso de
objetivación del investigador hacia el objeto; se construye la
posibilidad del presente y del futuro de un grupo social.
Los estudios de grupos tienen una tradición amplia, sobre
todo en las especialidades de psicología social, sociología y
antropología, las que han compartido criterios teóricos alre-
dedor de los procesos psicosociológicos de conformación
grupal. Así, se ha profundizado en las relaciones intra e
intergrupales como formas de percepción de la realidad so-
cial. Utilizando el criterio de la historia como medio de acer-
camiento a una realidad determinada, a la construcción del
grupo se puede desglosar herramientas de análisis que nos
introducen en la realidad del tema. Lo que sigue, de alguna
manera es una certificación de la importancia de los grupos
como categoría social.
Hemos considerado tres procesos de constitución del gru-
po social, extraídos de la clasificación realizada por Moreland
y Levine (1982),34 donde intervienen los criterios de evalua-
ción, compromiso y cambio social.
34 R. L. Moreland y J. M. Levine (1982): "Socialization in Small
Groups: Temporal Changes in Individual Groups Relation". En:
Ed. Berkowitz, Advances in Experimental Social Psychology,
Academic Press, Nueva York. pp. 15 Y 137-192.
26
El punto de partida se encuentra en la idea de que en el
grupo se da una constante evaluación de éste hacia los indi-
viduos y viceversa; así, se establece una reciprocidad
intersistémica, es decir, un sistema de interrelaciones entre
ellos. Estos criterios de evaluación, según los autores, tienen
mucho que ver con los motivos por los que los sujetos entra-
ron a formar parte del grupo. En este sentido, se conforma
expectativas de alta recompensa o necesidades en el nivel de
los afectos. Por medio de este razonamiento, los sujetos van
a crear procesos de relaciones que les propicien la dependen-
cia al sistema grupal.
En la circulación evaluativa de ambos referentes se intro-
duce variaciones continuas que influyen en el nivel de com-
promiso de los sujetos con el grupo; de tal manera, se establece
la posición de éstos en la escala de reconocimiento grupal.
Ahora bien, esta reciprocidad de relaciones (evaluación, críti-
ca) es propensa a introducir el conflicto en el grupo, lo que
posibilita un cierto grado de innovación y flexibilidad en la
estructura de los roles.
La evaluación en ambas direcciones también puede provo-
car otros efectos, en este caso un proceso de conformidad
referido a cambios en la conducta y la opinión de los sujetos.
Éstas pueden darse relacionadas con respuestas diferentes
bajo la presión de la mayoría: conformidad (congruencia y
movimiento), anticonformidad (no congruencia y movimien-
to), uniformidad (congruencia y no movimiento), e indepen-
dencia (no congruencia y no movimiento).35
El criterio que sigue a la constitución del grupo está referi-
ti do al compromiso; éste toma cuerpo en los sentimientos de
, vinculación de los individuos con el grupo. Expresa una acti-
tud activa, en el sentido de asumir la responsabilidad compar-
35 En R. H. Willis (1963): Dos dimensiones de conformidad-no
conformidad, pp. 26 Y 499-513. (Fotocopia). También se puede
consultar Francisco Gil y Miguel García Saíz, (1996): "Los
\, procesos de influencia social en el grupo", pp. 103-132. En
Sabino Ayestarán (1996): El grupo como construcción social,
Ed. Plural, Barcelona.
j 27
tida de todo lo que sucede en el grupo; es decir, se establece
una relación de consecuencia-dependencia de los miembros
con respecto al grupo, en la misma medida en que se participa
acti vamente en la organización del grupo (construcción de sig-
nificados compartidos, estructuración de roles, y otroS).36
El último indicador tratado por los autores es el cambio de
roles, en cuya expresión se encuentra el carácter dinámico del
sistema grupal. Aquí se toma como presupuesto la rutinización
de la estructura social; esto se entiende como una rigidez don-
de se formaliza o institucionaliza las relaciones al interior del
grupo. Por tanto, las relaciones interpersonales van a perma-
necer constreñidas en una pérdida de la creatividad; esta ca-
rencia lleva el supuesto de un desvanecimiento del compromiso
grupal, de donde la acción del conflicto obligue al sistema a
una reestructuración de los estatus y los roles.
Estos tres criterios se complementan, con la construcción
de significados compartidos;37 ellos son los que dan sentido y
definen la pertenencia al grupo, así como su entorno social
(relaciones y límites entre los grupos). Los significados tam-
bién definen la tarea del grupo, pues es más importante la
representación compartida del grupo sobre la tarea, que la es-
tructura objetiva de la tarea; en este sentido, la representación
funciona como construcción (creación), lo que puede dar lu-
gar a nuevas estructuras de relaciones intra y extragrupales.
(Se define el entorno sociocultural, define las estrategias que
se puede utilizar dentro del grupo para hacer frente a los con-
flictos y el grado de compromiso que va a exigir, y otros.)
A partir de los procesos que intervienen en la formación del
grupo, es de interés abordar los niveles de análisis de la reali-
dad grupal; para esto se tomará la sistematización que realiza
Doise (1979)38 dividida en cuatro niveles: intraindividual,
interindividual y situacional, posicional, e ideológico.
36 Ibidem, "La formación del grupo", pp. 73-76.
37 Ibidem, pp. 73-76.
38 W. Doise (1979): Psicología social y relaciones entre grupos,
2 vols., Ed. Rol, Barcelona.
28
El primer nivel se encarga de buscar una explicación del
funcionamiento grupal desde la estructura psíquica de los
sujetos, que se fundamenta en el enfoque psicoanalítico, y/o
desde los esquemas cognitivos de los sujetos, en este caso
referido a modelos de coherencia cognitiva y modelos de
categorización, de comparación y de atribución.
La idea del psicoanálisis es la de establecer la comunica-
ción interpersonal mediante la participación en la construc-
ción de significados colectivos; esta se complementa con la
intervención de los niveles de análisis grupal restantes men-
cionados anteriormente. 39 En el caso de los esquemas
cognitivos, se ha beneficiado el estudio en la interacción en-
tre do~ o ~~s personas, en detrimento de la dinámica grupal.
Esto sIgmflca que se ha creado una identificación entre el
conocimiento social o colectivo y el individual, de manera
que no se toma en cuenta las diferencias en los niveles de
influencias de ambas partes.
El estudio de los grupos a partir del nivel intraindividual
lleva intrínseco el riesgo de establecer propuestas de análi-
sis de modelos psicológicos, que tendrán que ser acomoda-
dos a diseños de investigación social. De modo que "el
psicoanálisis y la psicología, como señala Castell,
psicologizan. Y esto no es nada banal, porque implica ha-
cer el movimiento contrario de lo que, desde Marx, sabe-
mos que debe ser la explicación de la sociedad: no partir
de una presunta psicología individual para explicar lo so-
cial, sino explicar la producción de sujetos -y entre otras
cosas, la producción de sujetos libidinales- a partir de
las relaciones sociales que los constituyen ".40 Tomando
este presupuesto como base, es que se puede asimilar las
aportaciones de otras ciencias sociales.
39 Ibiden:. p. 60. El análisis de la construcción de significados
colectivos complementados con la intervención de los diferentes
niveles de análisis va sujeto a las diferentes escuelas
psicoanalíticas, que le otorgan más relevancia a uno u otro nivel.
40 Enrique Martín Criado (1995): "Jesús Ibáñez: teoría y práctica",
Revista Utopías, No. 163, Barcelona, p. 99.
29
 El segundo nivel es el dedicado a lo interindividual y
situacional, que se caracteriza por ubicar su análisis en las
relaciones interpersonales; tales relaciones están organiza-
das alrededor de la tarea y las necesidades afectivas del grupo.
Se trabaja con el supuesto de que la interacción inter-
personal no hace más que reproducir el sistema social; de
esta manera se crea dos grandes categorías que agrupan a los
diferentes roles grupales. Los roles instrumentales están re-
lacionados con la ejecución de la tarea, así como los roles
socioafectivos tienen su realización en el mantenimiento del
grupo. En este sentido, el funcionamiento grupal con refe-
rencia a la interacción interpersonal, queda constreñido a
estas clasificaciones de roles.
Este modelo de roles está pensado para grupos cerrados,
por el hecho de que los sujetos se relacionen con la tarea y
las normas que regulan las relaciones interpersonales, a par-
tir de pautas predeterminadas por los sistemas culturales (sis-
temas de ideas y creencias, sistemas de símbolos expresivos
y de valores).41 En dependencia de este presupuesto, el gru-
po debe construir su sistema sociocultural; por ende, este
nivel de análisis carece de un sentido de innovación grupal,
que lo destinará únicamente a procesos de aceptación y de
conformidad.
Las interacciones de los grupos no se reducen a este nivel;
hay construcciones grupales más flexibles (o abiertas), don-
de por medio de relaciones, flujos e intercambios, los indivi-
duos y los grupos se comunican de forma colectiva mediante
su representación, como manera de ubicación en los siste-
mas sociales. Estas relaciones se establecen con frecuencia a
partir de la posición que presenten en la estructura social; en
otras palabras, se origina relaciones de desigualdad, donde
cada categoría creará (en constante dinámica) formas de su-
jeción, justificación y alternativas para continuar una domi-
nación (material o simbólica) o una movilidad social.
Puede ocurrir que grupos que discuten su legitimidad cali-
fiquen de positivo o prudente los estamentos de exogrupos
41 Sabino Ayestarán: Op. cit., p. 61.
30
aprobados socialmente (compartan un sentimiento de perte-
nencia). Suele ocurrir, a pesar de los controles sociales, que
grupos se propongan hacer ruptura de las normas y los valo-
res que se ha instituido en las creencias sociales. En cada
interim se suceden múltiples variables donde se promueve
adquisiciones, mutaciones estructurales; la apertura de un
sistema contiene el cambio y la sociedad sólo se desarrolla
cambiando.
Pasando al nivel posicional, se tiene que el análisis se rea-
liza tomando en cuenta la posición social de los grupos, es
decir, se define en el sentido de ocupar posiciones diferentes
en la escala social. Esta diferenciación de posiciones toma
forma al interior del grupo por medio de una variable estruc-
tural que será el grado de jerarquización intragrupal.
En estudios realizados por Allport (1954)42 se propone
posibles efectos del conflicto intergrupal sobre la estructura
interna de los grupos. Se puede mencionar la tendencia a
evaluar positivamente todo lo referente al propio grupo: pro-
cesos de des identificación con el grupo, autoaborrecimiento.
Se produce una identificación con el grupo que ejerce la dis-
criminación: los sujetos que padecen el autoaborrecimiento
emprenden acciones agresivas hacia los miembros del pro-
pio grupo. Desde esta perspectiva, el conflicto intergrupal
puede causar el aumento o la disminución de la cohesión
intragrupal.
El último nivel realiza los análisis en términos de ideolo-
gías; así, tenemos la intervención del pensamiento, los sím-
bolos, las creencias y los valores colectivos. "Este análisis
parte de las concepciones generales sobre las relaciones so-
ciales de los individuos estudiados en una determinada si-
tuación y muestra cómo estas concepciones (creencias
ideológicas universalistas) inducen representaciones y con-
ductas diferenciadoras, esto es, discriminadoras."43
42 Gordon W. AJlport (1954): La naturaleza del prejuicio,
(Fotocopia).
~I 43 F. Munné (1986): La construcción de la psicología social como
ciencia teórica, Ed. Alamex, Barcelona. p. 187.
1
!',
31
 Estos cuatro niveles de análisis no funcionan independien-
temente, sino que se integran para dar una explicación del
mismo fenómeno desde varios puntos de vista; la intención
radica en fusionar este pluralismo explicativo con el interés
de un mejor entendimiento del proceso de desarrollo grupal.
Para lograr una articulación de los distintos niveles de aná-
lisis se debe adoptar una perspectiva sistémica. Un determi-
nado sistema puede actuar como entorno para otro sistema,
es decir, el sistema grupal actúa como el entorno del sistema
personal y el sistema socio-cultural se representa como el
entorno del sistema grupal; de esta manera, podemos hacer
todas las inversiones y combinaciones entre sistemas, obte-
niendo siempre una circulación de relaciones entre relaciones.
Se desarrolla determinado número de objetos que pueden
formar conjuntos de relaciones infinitas, que a su vez van a
limitar las relaciones de los sistemas. Se dice esto por el he-
cho de que las relaciones entre sistemas no se producen lla-
namente, sino en estado de antagonismos y contradicción (la
cultura y la sociedad son complementarias, lo que no impli-
ca que sus leyes en marcos espacio-temporales sean las mis-
mas).44 En esta medida, las relaciones también producen su
entramado normativo intra y extrasistémico (de estruc-
turación). Se trata así de contener los procesos de flujos so-
ciales, de mantener un equilibrio (de la imposibilidad de la
sociedad); los sistemas sociales en su diversidad y procesos
de recursividad privilegian el cambio.
Continuando en esta línea, las relaciones entre los siste-
mas pueden ser jerárquicas o no jerárquicas. Según postula-
dos de Parsons (1982),45 las que interesan son las segundas,
44 "Los tipos de integración característicos del sistema cultural y
del sistema social son diferentes (lógico-significativo, la primera;
causal-funcional, la segunda)". (... ) "La legalidad social es de
un orden diferente a la legalidad moral" T. Parsons no reconoce
que exista diferencia entre un comportamiento individual y
social; cree en la armonía. Antonio Ariño: Op.cit., pp. 71-72.
45 T. Parsons (1982): El sistema social, Ed. Alianza Universal,
Madrid, p. 497.
32
pues en el campo de lo social no se cumplen como generali-
dad los sistemas jerárquicos; lo que prevalece es la "inde-
pendencia e interdependencia de sistemas". Ocurre que este
postulado deja de reconocer las situaciones de desigualdad y
de dominación, que suceden como prácticas reales e imagi-
narias entre los sistemas sociales. Entonces, se puede replan-
tear las relaciones entre sis~mas a partir de un esquema
construido por Ayestarán (1996), agregando a los sistemas
no jerarquizados la tensión y los jalones que se implantan
como sustrato y legítimos entre las relaciones (se pueden dar
como económicos, culturales, ideológicos, entre otroS):46
1) Relaciones entre sistemas de un mismo nivel.
Los sistemas pueden ser independientes y compartir un
mismo entorno.
Los sistemas pueden compartir elementos comunes.
Dos sistemas pueden comparti, elementos que se rela-
cionan de manera diferente en cada uno de los sistemas.
2) Relaciones entre sistemas de diferentes niveles.
Un sistema puede ser un subsistema de otro sistema.
3) Relaciones recíprocas entre sistemas de diferentes
niveles.
Las relaciones recíprocas entre sistemas son tales que un
sistema aparece como elemento de otro sistema, el que a su
vez, es un elemento del primer sistema.
Se plantea entonces cómo analizar los elementos (miem-
bros de los grupOS)47 dentro de los sistemas y viceversa. En
esta reciprocidad aparece una paradoja, en el sentido de que
el sujeto forma parte del sistema y es formado a la vez por el
sistema, pero en el mismo instante, este sujeto se sitúa frente
al sistema sociocultural como un sistema ipdependiente.
46 Sabino Ayestarán: Op. cit., pp. 64-65.
47 "A todos los niveles de análisis nos encontramos con la libertad,
la autonomía, la creatividad de los actores, quienes en su
interacción reproducenlreconstruyen los significados y las
relaciones de los sistemas culturales y sociales heredados del
pasado." Ibidem, p. 67.
33
Construir una explicación a la paradoja, puede encontrar su
cauce en el entendimiento del sistema de un nivel en rela-
ción con los sistemas de otros niveles (en procesos continuos
de reflexividad).
Luego de analizar someramente la participación de los sis-
temas en las relaciones de grupo, resulta conveniente definir
qué entendemos por grupo social y como criterio instrumen-
tal para un análisis constructivista, atendiendo a tres carac-
terísticas básicas que determinan un grupo: darle tratamiento
de sistema al grupo, con algún grado de autonomía en su
funcionamiento, que en su efecto se sitúa dentro de forma-
ciones sociales más amplias (organización, una colectividad
o una categoría social), más la intervención del funciona-
miento interno del grupo y las relaciones intergrupales. 48
El concepto de grupo social será el resultado de la imbri-
cación de las producciones teóricas de tres autores: Schafers
(1984), Turner (1990) y Visscher (1991).49
Un grupo social consta de un número determinado de miem-
bros quienes, para alcanzar un objetivo común, se inscriben
durante un período de tiempo prolongado en un proceso rela-
tivamente continuo de comunicación e interacción y desarrollan
un sentimiento de pertenencia (solidaridad, normas, motiva-
ciones). Es un proceso donde los individuos se perciben a sí
mismos como miembros de la misma categoría social, com-
parten alguna implicación emocional en esta definición co-
mún de sí mismos y logran algún grado de consenso social
acerca de la evaluación de su grupo y de su pertenencia a él.
Un grupo social es como un campo de fuerzas que funciona en
el interior de una zona dejada libre por las diferentes forma-
ciones sociales en un tiempo histórico determinado.
En esta definición queda incluido el grupo conocido como
"Los Acuáticos". En su efecto, el de conformar un resultado
48 Ibidem, pp. 72-73.
49 Ver B. Schafers (1984): Introducción a la sociología de los
grupos. Barcelona, pp. 26-27; 1. C. Turner (1989): La identidad
social y las relaciones intergrupales, p. 238 (Fotocopia), y
P. Visscher (1991), en Sabino Ayestarán: Op. cit., p. 72.
34
integrador de los procesos de formación, de los niveles de
análisis grupal y sistemas sociales, posibilita que se inserte
en un modelo de estudio social como forma de comprensión
y análisis.
En este sentido, se pretende utilizar el significado del
conflicto desde la perspectiva de los sistemas autoorgani-
zativos, entendiendo por conflicto un estado estructural del
funcionamiento de los sistemas y no el resultado de una co-
yuntura, es decir, el conflicto permanece intrínseco en el sis-
tema y en actividad permanente, en lo que las coyunturas
actúan como catalizadores o no del cambio. 50
t Los sistemas autoorganizativos tienen como estructura, y
:¡
! valga como definición, modelos cerrados y modelos abiertos,
l¡ organizacionalmente cerrados (su organización no es progra-
mada desde fuera, sino que es producto del propio sistema), e
,1 informacionalmente abiertos (reciben y producen continua-
1; mente información). En síntesis, son sistemas circulares, au-
¡~ t6nomos, disipativos, paradójicos y autorreferentes. 51
La división entre modelos cerrados y modelos abiertos sa-
( tisface a la construcción de esquemas de estudio, donde se
'establece diferencias en cuanto a las relaciones del sistema y
, Su entorno. Específicamente, se atribuye en los sistemas
SO T. Ibáñez (1988): "El conflicto social" Boletín de Psicología,
No.18, pp. 7-21
,'1Esta definición resulta de la unión del abordaje teórico sobre
los sistemas autopoiéticos. Jesús Ibáñez (1994): El regreso del
sujeto. La investigación de segundo orden. Ed. Siglo XXI,
Madrid. Introducción pp. Xv. J. Aracil (1983) Introducción a
la dinámica de sistemas. Ver Sabino Ayestarán (1996): Op. cit.,
pp. 59-78. El término autopoiesis se deriva de las investigaciones
desarrolladas en las llamadas ciencias duras. Sus creadores,
Humberto Maturana y Francisco Varela,lo referían a los sistemas
vivientes, que tienen la posibilidad de autocrearse y
autorrenovarse. Aquí se plantea llevar los sistemas biológicos a
una adecuación de los sistemas sociales, con la implicación de
que los primeros realizan un funcionamiento rutinario, y los
segundos pretenden mayor flexibilidad y creatividad. Jesús
Ibáñez: Op. cit., Introducción, pp. XIV-XVII.
35
cerrados grados de estabilidad y equilibrio como ~?ntraste
con los sistemas abiertos, que son inestables y deseqUlhbrados.
Como se esbozaba inicialmente, esta c1asifica~ión .corres-
ponde a un interés metodológico para captar la diversidad de
procesos en la interacción intra y e_~tra grupal. Este esfuerzo
tiene el riesgo de limitar y constremr un proceso donde con-
fluyen múltiples factores, y donde cada mode1~ no se da en
su forma pura, sino matizada por una compleJld~d de rela-
ciones. Basándonos en este presupuesto aclaratono, el es.t~­
dio utilizará los indicadores propuestos para la evaluaclOn
de los sistemas cerrados y abiertos. 52 • .
Lo más significativo de los sistemas autoorgamzatlvos son
los comportamientos que los definen. Tenemos entonces que,
en el caso de la circularidad, es un proceso donde en la
interacción entre sistemas se asume el referente externo, pe~­
sando en que el entorno pasa a ser parte del sistema en un Ir
y venir de flujos de información y relaci?nes. Este pro~eso
rompe con la causalidad lineal y entromza una cau~~hdad
circular, donde no se distingue el proceso de prod~cclOn del
producto; así, se establecen rela~i~n~s entr~ relaCIOnes que
dan una capacidad recursiva e mfllllta al sistema. En esta
condición se revela el carácter paradój ico.
Es paradójico también en su pensamiento autorrefe~~nte,
al momento que se hacen conscientes de s.u represent~clOn, y
comienzan a reflexionar sobre el pensamiento que piensa su
representación, así como el pensamiento q.ue piensan ~tros
de su representación, de tal suerte que los.slstemas t~rmman
formándose a sí mismos, a partir de una misma mate~la. Pero
esta autoconformación lIeva intrínseco el procesaml~nto de
sentido, es decir, la conexión de dimensiones espaclO.te~­
porales intersistemas que permitan su integridad ..Estas .~I­
mensiones se pueden enumerar: "]) en .un.a dlf,!ens~o,!
objetiva de algo indefinido frente a o~ro aSll!llSmO tndeftn~­
do, un entramado de horizontes de diferenCias; 2) en la dl-
52 Los indicadores a que se hace referencia se pueden. en~ontrar
en la operacionalización de los grupos autoorgamzatlvoS y
también en Sabino Ayestarán: Op. cit., pp. 67·69.
36
mensión histórica para la apropiaCión del pasado o del fu-
turo que posibilite saltar la secuencia; 3) en una dimensión
social mediante una reduplicación particular de posibilida-
des de entendimiento, de consenso ".53
El carácter disipativo de este tipo de sistemas tiene un
vínculo estrecho con los flujos de información; esto va diri-
gido a entender los flujos de información del entorno como
creación de desorden, insertos en una dinámica circular que
tienda a la estabilidad media del sistema. Esta posible turbu-
, ¡encia o estados de desorganización van a dar las pautas a
' estructuras disipativas (en estado de conflicto), que harán
, menguar las fluctuaciones del sistema por medio del cam-
bio, proporcionando nuevos estados de estabilidad. Al mis-
mo tiempo, se desarrollarán nuevas estructuras disipativas.
Las relaciones de los sistemas autoorganizativos permane-
cen en su interacción con cierto grado de autonomía, por el
propio hecho de ser paradójicos y autorreferentes, y en pro-
ceso constante de reflexión y creación. 54
Para realizar la interacción de las relaciones es preciso
contar con los límites de los sistemas. Como ya se ha plan-
teado anteriormente, los límites no son trazados arbitraria-
mente, sino son el producto de relaciones y representaciones
, identitarias del propio grupo. Sería de conveniencia asegu-
,: rar el análisis a partir de la asimetría que se establece entre
:.~ las estructuras del sistema y los procesos, que ocurren dentro
i; de él.
;1 El grupo es construido y reconstruido incesantemente por
~I' la interacción social, en un proceso psicosociológico, donde
fintervienen variables tales como el entorno de la tarea, el
ten torno de las personas, el entorno social y el entorno cultu-
~!',
",1,
i~3 Medardo Tapia Uribe: "El espacio íntimo en la construcción
~I .intersubjetiva". En Emma León y Hugo Zemelman (Coordinadores)
¡ (1997): Subjetividad: umbrales del pensamiento social, Ed.
:l' Anthropos, México, p. 164.
~54 Todo el estudio de los sistemas autoorganizativos se inserta en
Ir: el análisis de segundo orden, modelo de análisis de la escuela
~l reflexiva. Ver Jesús Ibáñez: Ibidem. pp. VII-XXV Y 1-27.
;
,r
j, 37
"
,
ral. De esta combinación se obtiene que los sujetos adquie-
ran una conciencia de pertenencia al grupo, que se dé una
distribución de roles, que haya una negociación de los con-
flictos que surjan, y que se reestructure los significados, como
las relaciones en el interior del grupo y en relación con otros
grupos.
Estos significados y estas relaciones que son construidos y
reconstruidos por los miembros del grupo están precon-
dicionados por las características del entorno sociocultural.
Estos grupos, que funcionan como sistemas, se posesionan
de forma crítica ante los valores y las estructuras sociales
que están reproduciendo. Resulta entonces que el grupo es
un lugar de negociación de los sistemas, en tanto que los
sujetos han sido absorbidos por el sistema, al mismo tiempo
que éste ha sido influido por los primeros. "De lo dicho que-
da claro que lo que sucede en el interior de los grupos no
tiene lugar en vacío social, sino que la posición social ocu-
pada por el grupo en el entramado social, y el carácter de las
relaciones que en tanto que grupo (posicionado socialmente)
mantiene con otros grupos, afecta profundamente 10 que acon-
tece en el interior del grupo a múltiples niveles ... "55
55 A. E. Echabe y 1. F. Valencia Gárate: "Procesos inter e
intragrupales: Influencia del contexto intergrupal sobre la
dinámica intragrupal ". En Sabino Ayestarán: Op. cit., p. 170
38
CAPÍTULO 11
Un imaginario fundador
2. Comentarios sobre la prensa de la década
de 1930
La historia de Antoñica Izquierdo y de sus seguidores,
"Los Acuáticos", ha recibido diversas interpretaciones
que llegan a nosotros desde el horizonte de la década de
los años treinta del siglo pasado cuando se produjo el
evento milagrero en la provincia de Pinar del Río. Con-
siderar esas interpretaciones en este espacio no sólo for-
ma parte del acercamiento a una bibliografía previa, sino
de una reconsideración de las narraciones de las que son
portadores, como formas "narrativas" que en primera y
última instancia se convirtieron en soportes comu-
nicativos, divulgativos, de una historia; y, en ese senti-
! do, son presentadoras de un hecho singular que fue
modelado por sus enfoques.
En el año 1936 ocurren los hechos milagreros de Antoñica
Izquierdo; éstos se arraigaron con rapidez notable en la cre-
dulidad cultural poco elaborada y educada de los campesi-
nos de la zona y habitantes de los contornos. Al unísono
con esa predisposición a resolver los problemas acudiendo
a credulidades sobrehumanas, en este caso bajo el poder de
la "curandera" y la sacralidad clásica del agua, obró tam-
I bién la disposición de la prensa plana de aquellos años de
la seudorrepública; prensa tendenciosa y sensacionalista,
39
que no medía el alcance de sus medios para crear opinión
pública, sino el factor noticioso como objetivo de fama y
comercialización. Diseminados por los cuatro vientos los
artículos de periódicos y revistas, hicieron trascender los
hechos como un espectáculo, distribuyéndolos y acrecen-
tando la influencia "peligrosa" de la milagrera para la po-
lítica de los caciques provinciales.
En los artículos de la época a los que se ha tenido
acceso,56 se puede observar el impulso inicial de "dar a
conocer", "seguir la noticia", y escarbar en los detalles
de ésta. La narración que emerge de estos trabajos
refuerza la figura de Antoñica como protagónica y, si
bien no desmiente ni afirma su "don" mesiánico, sí trata
de hacer verídica la propia descripción del hecho para
avivar la curiosidad de los lectores.
En este sentido, vale observar cómo Antoñica contó, sin pro-
ponérselo, con un aparato divulgador que estaba muy lejos de
poder usar por sí misma. Por otra parte, esta divulgación, bene-
ficiosa a sus "milagros", atentó contra ellos y su persona en el
plano político, al acrecentarse la influencia de su "ideología"
contra la participación civil en las elecciones y la vida pública.
Entre los años 1936 y 1939, el caso de Antoñica Izquier-
do fue divulgado ampliamente por la prensa. Las noticias
destacan las referencias hacia el contenido de la prédica de
Antoñica y todo el ambiente social que se creó alrededor de
su persona. Las referencias a la prédica tuvieron un efecto
importante en el contexto social: se generó un crecimiento
considerable de adeptos, que en breve tiempo causó moles-
tias a las autoridades del gobierno local y a otras personali-
dades públicas. Entonces, la prédica funcionaba como el
vértice que inspiraba a una nueva manera de expresión; de
ella emanaban las consecuencias posteriores y también las
inmediatas.
56 Se centrará la atención en el período comprendido entre los
años 1936 al 1939. Se utilizará la información de los periódicos
Diario de la Marina y El Avance, de los cuales se ha escogido
un total de trece noticias sobre el tema.
40
A los rasgos de la personalidad de esta figura se les dedica
, atención especial. Todos acuden a sus características perso-
nales y de vida para establecer explicaciones que justifiquen
los sucesos; en este sentido, se establece la comparación en-
tre sus semejantes de clase que los iguala en su forma de
expresión y comportamiento. El objetivo buscado por las
i noticias es caracterizar los acontecimientos alrededor de la
figura de Antoñica Izquierdo como una respuesta sociocul-
tural de un sector de la sociedad.
Como parte de este conjunto aparecen los efectos de la
leyenda creada a partir de los "milagros" de .Antoñi~a;
la leyenda como lo misterioso y como la desgracIa de la Ig-
norancia. En su acción la prensa hace popular a la curande-
ra, la convierte en una especie de nuevo Mesías; es la carta
de presentación que le da la potestad y los poderes para ejer-
cer cuanto rito se le antoje. Esto permite deducir que la le-
yenda es un elemento que contribuye de manera d~terminante
en la formación de la conciencia de los campesInos y en la
preocupación de las autoridades. .
En situación similar se encuentran los argumentos contI-
nuos para desmentir o revelar la realidad de Antoñica, en
comparación con el resto de los elementos antes expuestos.
De la misma manera en que se trata de explicar los hechos
desde las particularidades que encierra la personalidad de
Antoñica, se hace por demostrar todo lo falso e increíble de
este caso. Con este propósito, intervienen los intereses per-
sonales y las conveniencias del sistema social, o con arran-
ques sensacionalistas u observaciones científicas que se
, pudieran acercar a la realidad, todas encaminadas a conser-
. var el orden habitual.
2.1. "La Virgen de los Cayos"S7
Es una mujer con dotes extraordinarias, que realiza actos de
curación milagrosos con el agua bajo el cuidado de Dios, que
57 Diario de la Marina, 4 de abril de 1936, La Habana, p 2.
41
le ha dado como oficio en la Tierra purificar los males físi-
cos y morales de los hombres. Así circulan las noticias, en
un ambiente místico, como una curiosidad irresistible; así
también el orden oficial permanecerá siempre contrario a
estos sucesos, y hará regir sus parámetros entre Antoñica y
el Cielo.
Sucedió en el año 1936 en el barrio de Los Cayos de San
Felipe, municipio Viñales.* "Desde el kilómetro 18 se en-
traba por el camino de Los Cayos; al llegar al río se dobla-
ba hacia la izquierda, se pasaba una loma con un mogotico
a la izquierda y luego se pasaba adentro. Arribita en la loma
estaba Antoñica ". 58
El hijo menor de dos años enferma con fiebre muy alta que
lo ponen en un estado grave. Por la precaria condición eco-
nómica, no logra que atiendan a su hijo en el hospital. Esto
la precipita a una situación de desesperación casi demente.
Entonces tiene la revelación, el 8 de enero de 1936. En su
mente se le aparece la imagen de la Virgen María que le
dice: no te preocupes, tu hijo no morirá,59 y le recomendó
que lo metiera debajo de un chorro de agua que caía de las
canales del bohío; y así lo hizo: el niño quedó curado y de
esta manera se había realizado el milagro.
Nuevamente se le apareció la Virgen y la dotó de cualida-
des para curar, con la condición de que no podía cobrar a
nadie ni hacerlo con el interés de recibir contribución por
ello; era como el sacrificio que debía llevar por la salud de su
hijo. Además, la Virgen le pidió no hacer uso de medicinas
sino sólo del agua (que podía ser del río, del pozo, del arro-
yo, de cualquier lado),60 no tener vicios, no rebelarse contra
* A partir de este epígrafe, y en los adelante, las citas con letra
cursiva serán la voz de los integrantes del grupo acuático, así
como la de los informantes claves y los textos consultados. No
se harán cambios gramaticales, y se respetará su léxico.
58 Tania Tolezano y Ernesto Chávez Álvarez (1987): La leyenda de
Antoñica Izquierdo, Ed. Ciencias Sociales, La Habana. p. 51.
59lbidem, p. 37.
60 El Avance, 31 de diciembre de 1938, La Habana, p. 1.
42
el gobierno de los hombres, aislarse de la actividad política,
no inscribirse en los censos electorales ni votar, y no ir a
recibir educación, pues el sistema enseñaba a explotar a los
t! demás hombres.
~ En estas condiciones, Antoñica Izquierdo establece una
especie de resistencia hacia algunos elementos perjudiciales
a su estado social. La idea de suplir las medicinas por el
agua podría ser una herencia de los usos múltiples que tiene
el agua como elemento primario en las actividades religio-
sas. El agua de las curaciones tiene una carga mística que la
convierte en milagrosa; no es simplemente agua, es el depó-
sito que toma la fe o las creencias en una actividad terapéu-
tica y como acto simbólico de purificación.
El lucro personal, los vicios, están bajo las mismas inten-
ciones; la reacción a un ambiente que contiene estos fenó-
menos sociales, que de una manera u otra les afecta. En su
visión, elimina la educación de la época, como para erradi-
car el mal de raíz; sin hombres que no aprendan a explotar a
los demás, todo quedaría resuelto.
¿Qué hay detrás de esta imagen divina, qué la hace ser la
elegida entre los hombres? Se deduce, entre las opiniones
vertidas, que es una mujer desgastada por el trabajo en el
campo, envejecida a pesar de sus entrados cuarenta años. Su
rostro muestra una bondad aparentemente imperturbable,
acompañada por una buena expresión y poca conversación.
En su cotidianidad, es una persona persistente en las labores
. que realiza, con una gran capacidad para resistir el cansan-
cio. Antoñica es una campesina más en Los Cayos de San
Felipe, en Pinar del Río, o en Cuba, y que sufre de una pobreza
extrema. De aquí se desprende su semianalfabetismo.
Antoñica aparenta un carácter impresionable, derivado
probablemente de un trauma sufrido por algún hecho signi-
ficativo. 61 Desciende de una familia con tradición de curan-
61 "Cuando mataron a Miguel Ángel González yo estaba viviendo
ya aquí en Cayos de San Felipe. Ese fue el primer caso de matado
en este lugar por asunto de política y fue muy comentado. A
partir de aquel día, fue cuando noté algo extraño en Antoñica, y
43
deros, y es reconocida entre las mejores de su barrio. Es ma-
dre de siete hijos, y según sus propias palabras, es tan pre-
ocupada y responsable por ellos como por su oficio.
Con estas características personales, prácticamente gene-
ralizables a la clase social a que ella pertenecía, el elegido
podía ser cualquier persona que estuviera en una situación
semejante a la de Antoñica. La prensa manifestaba una ten-
dencia a explicar que por el hambre y las calamidades esa
persona perdía sus facultades mentales. La inexistente for-
mación educacional precipitaba a las mentes a una creduli-
dad ciega en cuanta fórmula de hechicería y espiritismo se le
revelara.
Este planteamiento no debe ser categórico; hay que contar
con la presencia de una personalidad carismática, que aun
legitimada por acciones milagrosas y un rol mesiánico, lo-
graba aglutinar alrededor de ella a un grupo numeroso de
seguidores, no sólo a personas que acudían a su curación,
sino también personas que asumían la creencia como un modo
de vida. "Con ella estaban treinta o cuarenta parejas con
velas encendidas, rodeando a Antoñica como si ella Juera
una santa, y le preguntaban problemas sentimentales. Aquello
parecía una estampa de las sagradas escrituras. "62
Las opciones científicas quedaban a un lado, por ser el
instrumento científico una ayuda distante, en ocasiones por
el propio desconocimiento o por incapacidad económica, en
tanto que la fe en la Iglesia Católica perdía arraigo en la
esta guajira bruta que le habla puede afirmarle que aquello fue
el principio de todo lo que ocurrió después. Antoñica presenció
todo y a mí me llamó la atención su actitud. Incluso me asusté
más con Antoñica que con el muerto, pues yo creí que la habían
herido en lafajasón. Tan impresionada quedó, que yo diría que
quitaron una y pusieron otra... Antoñica fue otra mujer después
de la muerte violenta de Miguel Ángel." Tania Tolezano y
Ernesto Chávez Alvarez: Op. cit., pp. 26-27
62 Ibidem, p. 61.
44
~, espiritualidad de los pobladores; ésta no solucionaba las múl-
1' tiples enfermedades que, en apariencia, los baños de agua de
,~¡ Antoñica sí resolvían. Antoñica desacreditaba el catolicismo
al uso cuando afirmaba que los santos estaban en igual ran-
go que cualquier tipo de negocios; lo correcto -decía- era
adorar a un ser superior. En una ocasión, el cura de Viñales
'" se le acercó para darle un sermón con intención de catequi-
, 1" zarla: "Usted comprenderá que si Dios baja, vendría a don-
l' de hubiera templos y riquezas, y no a bohíos con pobreza. "
Antoñica respondió: "Dios, Nuestro Señor, necesita corazo-
nes, no templos ni riquezas. "63 La prédica de Antonia con-
templa, además de la curación, un refugio donde resistir; es
un apoyo espiritual y una guía de cómo obrar ante la reali-
64
i dad. Cree en Dios fuera de jerarquías y en defensa de los
!icpobres; como el cristianismo primitivo y no como la Iglesia
';ractual, enriquecida y jerarquizada.
En esta situación, "la curandera" como también la llaman,
, asume su destino consecuentemente y no cesa de atender tanto
'1,,8 quien se lo pide como a sus seguidores. Esto lo realiza
, diariamente, hasta el agotamiento; duerme poco, obsesiona-
pda con purificar el alma de todos. Sin duda, sus actos los
:,realiza de buena fe, no hay intento de lucro ni de violencia.
:rSU estado mental es inofensivo, pero en todo momento se le
reconoce como una persona demente, como una alucinada.
A ella acuden desde todos los lugares del país hombres,
,mujeres, jóvenes, niños, ancianos, por centenares cada día,
¡,que duermen a la intemperie hasta poder recibir los baños
lmilagrosos de agua. Son seres crédulos, ignorantes, buenas
l'
'63 Ibidem, p. 90.
;64 La labor de proselitismo que realizaba la Iglesia Católica en
, las zonas rurales era muy escasa, por lo que la acción de
evangelización no quedaba enraizada en la mentalidad de los
pobladores de esta zona. Más adelante se retomara este asunto.
I Para profundizar ver: Ana María D. Cerveto y Ana C. Perera
Pintado. (1997): La religiosidad en la sociedad cubana, CIPS,
La Habana, y Jorge Ramírez Calzadilla. (1989): Características
de la religiosidad en Cuba (1985): Estudios sobre las creencias
y prácticas religiosas en zonas rurales, CIPS, La Habana.
45
 personas campesinas, como insistían las noticias en presen-
tarlos. Se habla de personas tan o más pobres que la misma
Antoñica, que se conducen como fanáticos en su presencia.
Entre ellos hay inválidos, ciegos, perturbados mentales cu-
riosos, especuladores, que trasiegan con las revelacion~s de
la milagrera.
Se ha querido hacer creer que en las peregrinaciones tam-
b~én venían chinos, españoles y norteamericanos. M Esto pu-
dIera tener una carga de sensacionalismo, pues en la
generalidad de las noticias esta información no aparece. Sólo
s~ ha obtenido un testimonio que afirma lo planteado ante-
normente, por lo que esta información no brinda confia-
bilidad.
La continua afluencia de personas la convierte en la mujer
má~ ocupada de Cuba. 66 Esta frase proporciona la idea de
un In~re~ento progresivo de la popularidad, de un mayor
conocImIento de sus curaciones en todo el territorio nacio-
nal. Aquí se advierte la magnitud que le da la prensa a toda
la labor de Antoñica, que no se queda aislada en su prédica,
es un hecho que se consolida por día.
A cada instante, en sus palabras aparece Dios, como una
suerte inseparable para la curandera. De este modo se ex-
ti~nde su prédica a todos. La constante repetición d~ que es
~I~S el ~acedor, el Progenitor de todos estos milagros; la
InSIstencIa en que para salvarse de los males físicos y mora-
les hay que creer en él ... , pero siempre bajo la mano de
Antoñica Izquierdo. No bastaba con creer en Dios para cu-
rarse; era necesario acudir a la intermediaria que oficiaba
bajo las órdenes divinas. Es como el nuevo Mesías, que se
presenta corpóreo ante los ojos de los hombres; el momento
de la comunicación con Dios era algo que ellos dos sólo sa-
bían. En ese sentido, Antoñica asume con convicción un rol
mesiánico, y es significativo que el otro elemento que puede
haber encontrado el repudio de las autoridades o los discur-
sos oficiales, es que era mujer; tanto para la Iglesia como
6S Diario de la Marina, 28 de marzo de 1936, La Habana, p. 1.
66 Diario de la Marina, 27 de marzo de 1936, La Habana, p. 2.
46
, para las instituciones de dominación, éste es un elemento
, que rompe con la tradición del mesianismo.
En su prédica la ayudaban sus seguidores más íntimos,
todos con gran dosis de credulidad en la buenaventura de
. Dios y el castigo del Diablo. Entre ellos se encontraba Ro-
mana Hernández, de las más reconocidas por la curandera.
· Esta señora estuvo recluida en el año 1933 en el Hospital de
Dementes de Cuba (Mazorra) por estado de demencia; tal
hecho manifiesta las intenciones de las noticias por ir acla-
los actos que al parecer resultaban sobrenaturales.
Apoyar a la curandera era sólo posible para otra persona de-
sajustada mental.
Los fieles, según palabras de Antoñica que recogían las
noticias, eran libres de actuación. Ella sólo les prohíbe que
hagan política, porque eso va contra Dios. La política fun-
· cionaba como el eslabón de unión que provoca la escasez de
I sus vidas. Antoñica todo lo argumentaba con la aparición de
la Virgen María, enviada a ella por Dios. Además de insistir
contra la actividad política, proponía modos de comporta-
miento ante ésta: "Yo lo único que les digo es que no pode-
mos rebelarnos contra los que vengan algún día a buscarme.
, Tampoco podemos rebelarnos contra ningún gobierno de
hombres; cuando nos vengan a atropellar tenemos que re-
signarnos, y así podemos decir que ellos son los malos. y los
· asesinos, porque nosotros no los ofendemos. "67
Antoñica proponía un modo de resistencia, no por medio
del enfrentamiento, sino usando la pasividad, la abstención.
Su comportamiento reproducía las acciones de Cristo en vida;
en ese sentido tiene un discurso anticipatorio, imitativo del
calvario de Cristo, que ajusta a su situación y con ello también
· magnifica y legaliza religiosamente su proceder, pues ella
.' pedía que no se violaran las leyes del Estado, pero al mismo
: tiempo prohibía la inscripción en los censos electorales y
acudir a votar, porque de hacerlo así el Diablo se apoderaría
" de sus almas. Con todas estas prédicas, transmitidas oral-
mente, aglutinaba a centenares de fieles; se convertía más
67 Tania Tolezano y Emesto Chávez Álvarez: Op. cit., p. 99.
47

N)
que en u~a alucinada, en una líder entre los campesinos y
ante los oJos de los políticos, en una rebelde.
L~ curandera en su prédica logró reunir para la Virgen en
el ano 1936 un aproxImado de ciento cincuenta cédulas de
mujeres y hombres, que tenían el sello de haber votado. 68
Esta actividad resultaba ser ilegal, además de representar un
problema para las intenciones de algunos políticos de ser
P?stulados. La ma~oría de los pobladores de Viñales no ejer-
cla el voto, po~ l~ Influencia de Antoñica, lo que representa-
ba .el en.to~peclmlento de las elecciones. Muchos de los que
se Inscnblan lo hacían dando un nombre falso, para no dis-
gus~ar a la curandera .. A esto se sumaba la crisis en que
hablan quedado e.l médICO y el farmacéutico de la región, por
no contar con clIentes que requirieran sus servicios. Estos
dos personajes hicieron por demostrar el estado demente de
Antoñica, alegando la imposibilidad de las curaciones por el
agua y que esto lo que traería sería la afectación de la salud
en las masas. Las curaciones sólo ocurrían en las mentes de
las personas impresionables.
La situación creada comenzaba a romper con las normas
de lo cotidiano; el orde~ que hasta entonces había, era igno-
rado por todos los segUIdores de Antoñica. En esta circuns-
tancia, las autoridades pusieron coto a tales rebeldías.
Con estas intenciones se personaron en el bohío de Antoñica
el delegado ~e Sanidad, doctor Sánchez Oyárzun, y el jefe
local de Samdad, doctor Miñoso, certificando el estado de
demencia ~e la curandera y la posibilidad de perjuicio de la
s~lud púbhca. También detectaron irregularidades en la sa-
n.ldad, producidas por los expendios de bebidas y alimentos
SItuados en el camino del bohío de la curandera. Las medi-
das fueron drástic~s: .cerrar todos los expendios y pedir ayu-
da a l~~ fuerzas pubhcas para la detención de Antoñica y su
recluslon en el hospital de Mazorra. 69
En 1~36, Antoñica Izquierdo fue recluida por estado de
demenCIa, para pasar un período de observación. El 8 de mayo
68 Diario de la Marina, 15 de abril de 1936, La Habana, p. 2.
69 Diario de la Marina, 4 de abril de 1936, La Habana, p. 2.
48
~'
. de 1936, sale del hospital y se va a vivir con su familia a la
1,:localidad de Isabel María, provincia de Pinar del Río.
( "La Virgen de los Cayos", ahora en Isabel María, no cesó de
:''realizar sus curaciones y enseñar su prédica. Se mantuvo por
dos años con relativa tranquilidad, hasta que en el año 1938
¡ comenzó otro período eleccionario; y como en los viejos tiem-
'; pos, empezó su campaña <.:ontra la política, contra el voto.
I Esto trajo como consecuencia que todos los fieles en Isabel
; María, quienes eran la gran mayoría de los habitantes, se
, negaran a votar. Por esta razón, hubo encuentros de resisten-
,:cia entre la Guardia Rural y el pueblo, aunque Antoñica no
"ofreció resistencia. Estos hechos fueron denominados por la
:, prensa como "tragi-cómicos o de "tragedia y humorismo"; 70
términos encargados de simplificar, de parodiar una reali-
,dad para hacerla aparecer como anormal: un episodio sin
más trascendencia que la diversión, fanatizado en la novele-
, ría. En la misma dirección no faltaban las notas simpáticas,
," como usar la popularidad de la curandera, asegurándole el
: triunfo a cualquier partido en las elecciones, si la llevaban
71
I como candidata. Este contenido, hacía que el caso se viera
: como un acto político; así le interesaba a la prensa escrita
que se viera' el hecho en la opinión pública.
Pero en Isabel María el interés era otro; se trataba de en-
"cerrar a la señora Izquierdo para progresivamente ir acabando
con el fanatismo de sus seguidores, de manera que entraran al
,camino del orden y la comprensión. En consecuencia, el juez
,\ de instrucción, doctor García Tudurí, ordenó el arresto de
'. Antoñica y de los seguidores que no ofrecieran resistencia,
'\ para evitar disturbios. Su detención estaba determinada por
70 El Avance, 15 de diciembre de 1938, La Habana, p. 9.
i,n El Avance, 31 de diciembre 1938, La Habana, p. 4: "Si no fuera
por el odio que despierta en Antoñica la política, ya hubiera
sido candidata. Se salvaría el político que asentara su triunfo
sobre su cooperación. ¡Guay del partido que la llevara en su
boleta y a plena satisfacción de ella y de los suyos, aspirara a
obtener la supremacía en las urnas! Esa victoria sería cosa fácil.
Pero ha habido que desechar ese proyecto."
49
 .11'!
~;
F,!',
las causales de falsedad, incitación a la rebelión, alteración
del orden e incumplimiento con el censo electoral, entre otros. 72
El 18 de diciembre de 1938, fue ingresada nuevamente en
el hospital de Mazorra, donde se determinó por los doctores
Portell Vilá y Pedro Pubiña que Antoñica padecía de para-
noia de carácter místico, sin que ofreciera peligro para sus
semejantes. 73 Al ser declarada en estado de demencia por los
médicos, se le eliminó los cargos pendientes mencionados
anteriormente, pero quedó en reclusión definitiva en el hos-
pital, donde "La Virgen de los Cayos" se mantuvo sin moles-
tar a nadie, sin dar queja por su comportamiento, querida
por todas las enfermas, quienes le reconocían su preocupa-
ción hacia ellas. Ya no curaba en la magnitud que lo hacía
antes; en cambio, estaba horas perdida en sus visiones, entre
rezos y miradas al cielo. Su pensamiento no concebía el do-
lor, porque Dios así lo había querido; cuando él lo estimase,
ella volvería a su tierra a cumplir con sus oficios.
Antoñica Izquierdo continuaba recibiendo las visitas de sus
familiares y más cercanos seguidores. Según sus palabras, "Aquí
me quieren matar. A los políticos no les conviene que yo divul-
gue la obra de Dios y la lucha contra ellos. Yo sé que quieren
matarme. "74 La gran mayoría de los seguidores que se pudo
entrevistar afirman que "En Mazorra hicieron alguna trastada
y la mataron." Murió el día primero de marzo de 1945, por
causa directa de ascitis75 e indirecta de psicosis paranoide.
72 El Avance, 15 de diciembre de 1938, La Habana.
73 El Avance, 20 de enero de 1939, La Habana, p. 1. "Esta
enfermedad es muy interesante. El enfermo es aparentemente
normal. O mejor dicho, es normal en varios aspectos. Sólo tiene
una laguna en la mente, y es donde radica la separación entre
los límites indeterminados de la normalidad y la locura. Esa
laguna producía en ella lo que se denomina mesianismo, y por
ello. esta mujer se creía con p~dere~ sobrenaturales para cura.r"
Tama Tolezano y Emesto Chavez Alvarez: Op. cit., p. 127.
74 Ibidem. p. 122.
75 Significa hidropesía del vientre. La hidropesía es la acumulación
de líquidos serosos en el cuerpo. Enciclopedia Microsoft
Encarta, 1999.
50
Entre las últimas noticias estudiadas se encuentra un frag-
"mento que distingue a Antoñica en su personalidad, inten-
quizás otro punto de vista: "Dejamos a la mística en el
del pabellón observando a una enferma que dormía.
Se inclina sobre ella, trata de buscar sus ojos. ¿ Qué preten-
de? Nada. Antoñica observa. Dios sabe (ya se nos adhirió
la sagrada palabrita) en qué piensa, en qué forma evolucio-
nan sus ideas. Pero no hay temor. Nada le hará. Tiene de-
masiado adentro en el espíritu el respeto a la divinidad para
, causar un mal. "76
2.2. El agua como símbolo. Algunas características de
,su enfoque religioso 77
'Agua no enferma, ni embeoda, ni aduela, ó El agua no en-
vejece ni empobrece 78
El agua ha estado presente en la mentalidad de los hom-
I bres como un elemento esencial para su existencia. La repre-
•sentación del agua por los seres humanos trasciende el ámbito
del conocimiento científico, para integrarse en un complejo
, universo ritual y simbólico en el campo cultural. El agua
contiene la significación de anteceder a las formas;79 es la
actividad preformática, simboliza la forma que precede a la
creación como elemento primigenio (es un elemento prima-
rio como el aire, la tierra y el fuego).
En diversas culturas y religiones aparece este elemento
con usos y características similares. Es el caso de amplios
, sistemas, como el hinduismo, el cristianismo y el budismo,
, que utilizan el agua en su proyección litúrgica (ocurre tam-
76 El Avance, 31 de diciembre de 1938, La Habana, p. 1.
77 Este es un tema de muy antigua historia, por lo que abarcarlo en
, su totalidad excede los objetivos de la investigación. Se hará
apuntes generalizadores del tema.
78 Enciclopedia Universal Ilustrada. Europeo-Americana, Ed.
Espasa- Colpesa, S.A., Madrid. p. 497.
79 Eliade Mircea (1979): Imágenes y símbolos. Ensayos sobre el
simbolismo mágico-religioso, Ed. Tauros, Madrid. pp. 165-166.
51
 bién en las demás formas de religiosidad que se encuentra,
pero enumerarlas sale de los objetivos de este trabajo). Tam-
bién se halla en fórmulas de curanderismo y una referencia
amplísima de refranes populares. El agua viene asociada a
funciones purificadoras y regeneradoras, como una acción
divina.
Las formas en que son utilizadas las aguas en las prácticas
religiosas se conocen como aspersión y ablución. En el primer
caso, el hombre se relaciona con el agua mediante la ingestión y
el rociado (puede ocurrir también con bebidas alcohólicas), y en
el segundo caso, el proceso se realiza por inmersión o por dejar
caer el agua sobre el cuerpo. En ambos casos, el acto de purifi-
cación y regeneración ocurre; su ejecución pudiera ser rociar
agua para eliminar los pecados, el bautismo con agua bendita o
realizar inmersiones en las aguas, lo que implica una desinte-
gración seguida de un nacimiento de las formas, el nacimiento
d~ ~n hombre con máxima espiritualidad. Guarda un doble sig-
mflcado, el de la muerte y la vida y, además, fertiliza y tiene
una función vitalizadora, potencial izando la vida.
El agua es un elemento mediador entre el fuego y el aire y
entre éstos y la solidez de la tierra. Contiene a la acción de
contrarios tanto la vida y la muerte como la creación y la
destrucción,80 y en todas actúa el agua como disolvente. En
el último caso, ocurre la idea de los cataclismos, que corres-
ponde al diluvio universal, donde las formas se entregan a
u.n p.r~ces?, de selección y purificación. Dentro de la propia
slgmflcaclOn del agua, también contempla la idea de la cir-
culación; ella no se detiene ni en el cielo ni en la tierra, y
siempre hace el bien.
. ~os. ritu~l.es de agua tienen, en forma general, la concep-
ClOn slmbo)¡ca de un retorno a la creación, del nacimiento de
los mundos, que se va reproduciendo y dinamizando por agre-
gados históricos que añaden significaciones a la estructura
simbólica ya presente. Este ritual y la idea del agua como
significación divina pueden ser utilizados como forma tera-
80 Juan Eduardo Cirlot (1985): Diccionario de símbolos, Ed. Nueva
Colección Labor, Barcelona. pp. 54-55.
52
. péutica o de curación; este es el caso particular de "Los
Acuáticos".
Cuando la Virgen María se le aparece a Antoñica Izquier-
,do y le concede los poderes de curación por medio del agua,
. incluía no sólo el acto de curar los males físicos de las per-
sonas sino ocuparse de aliviar las carencias espirituales y
de salvar a los pecadores antes de la Semana Santa. Este
tipo de creencia en el agua y la actitud mesiánica recurre
:un tipo de ritual muy utilizado por la curandería en Cuba
cuya figura sociológica -el "curandero"- aún continúa
siendo significativa, sobre todo en áreas rurales. Este uso
es característico del campesinado, que no tenía acceso a
todos los servicios médicos y utilizaba en los ungüentos
'curativos el agua como un elemento básico. También se
I encuentra en las religiones de origen africano, en las rece-
tas de santería y algunas oraciones populares que integran
elemento agua, al igual que los espiritistas 81 que trabajan
81 "El curanderismo se funda en ideas y prácticas mágico-supers-
ticiosas en un nivel empírico; por tanto, sin una argumentación
teórica elaborada sistemáticamente. La idea de que se ha reci-
bido un 'don' de algún espíritu -en el caso del espiritismo
específicamente- para hacer curaciones, es el núcleo de la re-
lación entre el curandero y el enfermo, quien de este modo se
predispone a ser curado. ASÍ, el espiritismo contribuyó, desde
sociedades anteriores, a la difusión del curanderismo, sobre todo
en las zonas rurales, a causa principalmente de la ausencia de
un sistema eficiente de asistencia social para la población ca-
rente de recursos y la abundancia de centros espiritistas o de
espiritistas individuales." Aníbal Mederos Argüelles e I1eana
Hodge Limonta (1991): Los llamados cultos sincréticos y espi-
ritismo. Estudio monografía sobre su significación social en la
sociedad cubana contemporánea, Ed. Academia, La Habana,
pp. 187-188. Un ejemplo más que ilustrativo de un caso con
características similares al de Antoñica Izquierdo: en el año 1960,
en la revista INRA aparece la referencia del uso del agua en un
cuento de Onelio Jorge Cardoso, titulado "Memé". Se trataba
de una mujer "milagrosa" que vivía en Trinidad, con dotes muy
parecidas a las de Antoñica. "La milagrosa, que se asomaba al
53
 con vasos de agua como elemento permanente de asisten-
cia. 82
"Los Acuáticos" usan el agua tanto en la ablución como
en la aspersión, y en gran medida como efecto curativo.
Esta herencia tiene la imagen de Antoñica con una copa en
la mano rociando agua por los cuerpos de sus fieles, ha-
ciendo curaciones maravillosas y despojando el mal de las
almas de los hombres, todo esto acompañado de rezos inin-
teligibles y de su frase de "despojo" -Perro maldito, para
el infierno.
I las relaciones con su entorno social, pues hasta el momento
pozo de su casa en Trinidad cuando el sol cae a plano, miraba el
agua y rezaba; luego sacaba el agua y con sólo beber un buchito
tres días en ayunos una se curaba del mal que tuviera ... " ¡NRA,
año 1, No. 4, abril de 1960, La Habana, p. 11.
82 Datos tomados de la entrevista realizada al doctor Jesús Guanche
Pérez.
54
CAPÍTULO III
.' Caracterización de la agrupación
"Los Acuáticos" en la década de 1990
3. Episodios que reconstruyen la historia
del acuatismo
Repasando los comportamientos anteriores a la década de
los años noventa, nos encontramos un grupo más numeroso;
anteriormente vivían en la Sierra del Rosario unas catorce
familias 83 de las cuales quedan hoy sólo siete. Algunas se
asentaron en el Valle del Cuajaní buscando mejores condi-
ciones de vida, otras decidieron abandonar la creencia. La
decisión de estas familias fue propiciando una apertura en
este grupo se mantenía aislado de los procesos sociales que
ocurrían a su alrededor: "ellos al inicio bajaban y compra-
ban los recursos que les hacían falta", o como dice uno de
los artículos consultados: "la comunidad era tan cerrada que
sólo iban a buscar la sal". 84
Es conveniente utilizar algunos ejemplos que ilustrarían el
período anterior, como forma de reconstrucción de su historia.
83 La unidad social básica, en donde se procesa la reproducción de
la población a los niveles cultural, ideológico, psicológico y eco-
nómico. Incluye a los miembros del hogar que están emparentados
entre sí, por consanguinidad, adopción y matrimonio.
84 Prisma, año 23, No. 279, 1997, La Habana, p. 28.
55
 En el año 1971, la revista Verde Olivo 85 publicó un artículo
" con el título "El Acuatismo quita la vida a un niño. Una
I
nueva víctima del oscurantismo", del autor Arturo Buliés.86
Este trabajo resulta muy revelador, porque expone abierta-
mente la posición y los conflictos desatados entre dos con-
cepciones de vida. La historia que en él se cuenta es un
pretexto para introducir las costumbres y los rituales acuáti-
cos co~0,f0rmas d~1 "oscurantismo, la superstición y la ig-
noranClQ ,contrastandolos con una acción esclarecedora, los
valores y un deber ser del proceso revolucionario.
"El niño Arsenio está muerto. Sus padres son acuáticos. A
ARSENIO LO MATARON SUS PADRES. ¿Conscientemente?
rv.~. Más bien lo mató la ignorancia de sus padres. "87 A este
nmo de. dos añ~s y medio su padre le atiende una piodermitis
gen~rahzad~ dandole baños de agua y en este proceso el pe-
queno adqUiere una bronconeumonía bilateral-"Los Acuáti-
cos" no creen en los médicos y consideran que a éstos también
se,l~s mueren las personas-, por lo que el niño no es visto
medlcamente, así es que fallece- "los baños le costaron la
'd "88 L a causa de que ocurran estos hechos, continúa el
VI a.
autor, es la. credulidad campesina, que heredó de las prédicas
~e una enaJena~a .de Los Cayos de San Felipe que ha seguido
cosechando vlctlmas inocentes". 89
Prosigue el artículo haciendo referencia a otros casos simi-
lares donde mueren hijos o mujeres en pleno parto, auxiliadas
solamente por el agua. Luego se toma otra de las característi-
~as que identifica la vida de "Los Acuáticos", que es la no
~nte~ra~ión ~ las organizaciones políticas y sociales y a la
mst~t~cI~nahdad ?el Estado cubano. En este caso, un joven
acuatlco se nego a cumplir con la ley del Servicio Militar
85 Verde Olivo. 21 de marzo de 1971, La Habana.
86 Ver Anexo 4.
87 Ibidem. p. 23.
88lbidem.
89lbidem.
90 En I~ actualidad vive en el pueblo de Viñales y continúa
trabajando como tractorista en los planes forestales.
56
! Obligatorio, por lo que fue detenido, juzgado y sancionado.
,Mientras se encontraba en prisión, le enseñaron a escribir
, y manejar equipos, y también lo vacunaron. Más tarde, se
"incorporó cómo tractorista en el plan forestal de la zona.
,Con el tiempo y viendo que tantas personas se curaban con
medicina, ya dudaba de los efectos milagrosos del agua. En
"sus palabras, "entre tantas mujeres jóvenes, a mí, la ver-
"dad, ya me daba pena que supieran que me curaba con
:agua".91 Este joven deja la creencia y asume el proyecto
UU1Illll_lJ cubano.
El artículo se aparta del hilo central para aportar más
s sobre la creencia y regresa dando una solución al
'smo, "Aracelio (el padre del niño Arsenio) está en la
con la muerte de un hijo sobre su conciencia. Ambos
hombres jóvenes. Es la gran diferencia entre uno que
las verdades de la ciencia, la técnica y el pro-
greso y otro que sigue con la mente oscurecida por la incul-
,tura, la superstición y la ignorancia ... "92
En estos fragmentos sobresalen dos elementos importan-
tes que dan pautas para entender la evolución del acuatismo
,en esta zona. Se encuentra en los primeros años del proyecto
, ucionario una determinada oposición a las prácticas de
'este grupo y un interés por demostrar la capacidad de trans-
',formación hacia mejores condiciones de vida, desde el crite-
, de un bienestar que contempla otros códigos de
de la realidad. Es fácil advertir estas inten-
ciones con sentencias como: "aquí la muerte ha hecho bu e-
cosecha" o "de los hijos de Aracelio -le quedan dos-,
, correrá alguno de ellos la mala suerte de Arsenio?"93 En
mismo sentido, combinar la escritura con frases en minús-
y otras en mayúsculas acentúa el sentido y el énfasis
hacen del mensaje un alerta, donde recae la mayor im-
Verde Olivo, 21 de marzo de 1971, La Habana, p. 24.
Ibidem.
Ibidem.
57
 En la misma fecha -1971- se produjo por el ICAIC 94 el
filme Los Días del Agua,95 del director Manuel Octavio
GÓmez. 96 Utilizando como pretexto los hechos ocurridos alre-
dedor de la figura de Antoñica Izquierdo, se elabora un dis-
curso que ficcionaliza la situación socioeconómica y cultural
de la época. Desde el punto de vista de la expresión cinemato-
gráfica y de sus representaciones ideológicas, se crea un esta-
do de opinión (de no tolerancia) sobre los macrodiscursos
sociales en relación con los milagros de Antoñica -en mo-
derna catedral de milagros-,97 y de contradicción con el sis-
tema social capitalista desarrollado en la seudorrepública.
Los sistemas sociales producen respuestas a los estímulos
de la sociedad; en este sentido, el caso de Antoñica Izquierdo
está relacionado con las situaciones extremas de vida. Ante
procesos de crisis, aumenta la posibilidad de crear alternati-
vas. Se manifiestan situaciones que aparecerán como
anómicas para el orden social imperante, pero son el resulta-
do de la imposibilidad de la sociedad (como asincronía es-
tructural, donde las relaciones entre estructuras no son
homogéneas); la sociedad se reproduce cambiando y así sur-
gen expresiones que provocan fisuras en la ideoiogía domi-
nante, como medio de lograr un desujetamiento.
94 Siglas del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos.
95 Se siguió informativa y críticamente al filme en diversos periódicos
y revistas: Romances, septiembre, año 1972; Cine Cubano,
No. 71-72; Mujeres, octubre, 1971; Romances, septiembre, 1971;
Granma, agosto 21, 1971; Granma, agosto, 10, 1971; Verde Olivo,
agosto 1, 1971; Juventud Rebelde, julio 16,1971; Granma,julio
16, 1971; El Guerrillero, Pinar del Río, julio 15, 1971; Cine Cubano,
Nos. 69-70.
96 "El abandono social y el oscurantismo buscan su escape en la
superstición y en la histeria mística. Basada en hechos reales, esta
historia se debate entre amañados intereses políticos y económicos
que no vacilan en recurrir a la violencia represiva, lo que a la vez
genera una nueva violencia revolucionaria." Sinopsis del filme Los
Días del Agua, tomada de la ficha No. 1075 de los Archivos de
Información del ICAIC.
97 Diálogo tomado del filme Los Días del Agua.
58
La realización cinematográfica juega con esta idea a lo
largo de toda su narración, ya no sólo con la figura de la
curandera, sino con el objetivo principal de su argumento.
Los hechos relacionados con los milagros son representados
bajo los símbolos de la comedia, la parodia (el encuentro de
la Virgen con Antoñica se realiza dentro de una gran guara-
cha), y también la ignorancia y la manipulación. Estos acon-
tecimientos increíbles son el reflejo de una sociedad que
manifiesta contradicciones agudas, donde predominan la
corrupción, la politiquería, la degradación de los valores so-
ciales (y los más afectados son habitantes del campo cuba-
no), donde hay una disgregación de las creencias individuales
y sociales, ubicándolas en un sincretismo religioso; la bús-
queda de sentidos en los diversos estratos sociales se mezcla
con sistemas de religiosidad católico, de los cultos afrocubanos
y del curanderismo. Todas estas situaciones ficcionalizadas
en el filme terminan ofreciendo un ambiente de guaracha y
de crisis del sistema social.
El discurso del filme propone su alternativa: como un
golpe de conciencia; ese campesinado aleccionado por la
realidad toma las armas, y en una parábola de la imagen,
se arremete como una carga mambisa (a golpe de balas)
contra los símbolos que identifican la crisis del sistema.
Entre políticos, especuladores, prostitutas, y santeros, caen
también seguidores de la "Santa" y la propia Antoñica
Izquierdo.
La propuesta es evidente: hubo que subvertir el sistema
social del momento; atrás quedaron acciones y hechos perju-
I diciales para la vida del hombre en sociedad. En la década
de 1970 predominó una concepción "científica" como pro-
yecto social e individual, por lo que las manifestaciones de
· carácter religioso disminuyeron considerablemente, como
.' prácticas entre los habitantes del país. El discurso del filme
· se inserta en este contexto y se le suma la connotación ideo-
· lógica que comprende la adopción de nuevos códigos para
: un proyecto social.
· La agrupación "Los Acuáticos" representaba en este pe-
· ríodo precisamente el contraste que dejaba marcado la
59
narrativa del filme; ellos eran un resultado de la historia,
pero como tal debería ser un fenómeno erradicado. El filme
propone el enfoque del macrodiscurso de la época revolucio-
naria pero enfocado en otra época; se construye un ideario
que se legitima por la ruptura efectiva entre sistemas socia-
les (antes del 1959 y a partir del movimiento revoluciona-
rio). El filme toma la figura de Antoñica como un elemento
abolido por el proyecto social; se establece una evidencia de
victoria sobre el pasado. Sin embargo, la agrupación acuáti-
ca persiste como prolongación de una cultura y se desarrolla
en los márgenes de este contexto revolucionador. Así, es que
se activa la memoria del imaginario revolucionario, para re-
producir una representación negativa hacia "Los Acuáticos"
de la década de 1970. Sin duda, el filme da vida a un hecho
social que parecía olvidado: la agrupación acuática signifi-
caba una molestia en la memoria del macrodiscurso.
Manteniendo el hilo de la argumentación, se pondrán al-
gunos ejemplos más, ocurridos en la década de 1980. Con
este objetivo, se tomará la experiencia de uno de nuestros
informantes claves:
Una niña murió de una china, porque cuando nos ente-
ramos ya estaba muerta. Aquel día fuimos con el méto-
do preventivo y comprobamos lo acérrimos que eran, o
sea la fe ciega a la religión. Yo hablé con el padre muy
diplomáticamente y le dijimos que nosotros queríamos
que cuando ellos no pudieran curarse que nos avisaran
para ayudar y me dijo que si se le presentara otra cosa
-lo dijo muy decentemente, pero lo dijo- ellos prefe-
rían a que se murieran antes de tratarlos un médico.
Sin embargo, no me maltrataron, no me ofendieron. Vi
en aquel individuo a los pocos días de la muerte de la
niña la fe ciega que tienen en el agua.
Este tipo de escena se repetía con mucha frecuencia, al igual
que en la actualidad; lo más natural que ocurre es que los
médicos tengan que detener con la policía a "los acuáticos"
que estén enfermos y tengan necesidad de la ciencia médica.
60
De todas las características que identifican a las prácticas acuá-
. ticas, ésta es la que más pura se ha mantenido, sobre todo en la
zona de la Sierra del Rosario, de modo que en los años noven-
ta estas situaciones permanecerán alarmando a los pobladores
que les rodean y procurando el destino de "Los Acuáticos".
Como último ejemplo en este apretado recuento, más bien
.de forma anecdótica, tenemos otra de las características bá-
sicas del acuatismo, que será la enseñanza. En el proceso de
. alfabetización promovido por el Estado cubano, como ocu-
rrió en todas las zonas del país donde hubiera analfabetismo,
·.se ubicó un maestro para dar clases. Según testimonio de un
acuático, el maestro que estuvo impartiendo clases embara-
zó a dos hermanas de la fe acuática, y por esta razón no pudo
. más en la Sierra. "Los Acuáticos", como ya se
dicho, no van a la escuela, por seguir la prédica de
Afl!tOl'iíca, pero este incidente relacionado con la educación
de relevancia, pues la agrupación guarda una memoria
negativa de tal acontecimiento, así es que se comparte una
.m,f',m,"r", común no constructiva en relación con la educa-
. Colectivamente, se ha hecho una reacción a todos los
s por llevar la educación a su grupo, y esto ha sucedi-
durante todo el período revolucionario, aunque en los años
ha cambiado la actitud de muchos acuáticos con res-
a la enseñanza.
Los ejemplos de los acontecimientos relacionados con "Los
"" ..,uu,u,"v,," nos muestran un grupo que, si bien ha manteni-
una clausura en diversos niveles de comportamiento so-
al, no ha sido un cierre total; más bien se han ido
.'''AllJll''L''l1UU las actitudes de los individuos, sus estructuras
y sociales.
. Rasgos principales del grupo social "Los Acuáticos"
hemos hecho más que vivir con la fe que nos transmitió
Izquierdo. 98
'UllVl1',,,,,
Prisma, año 23, No. 279, 1997, La Habana, p. 26.
61
 El grupo de "Los Acuáticos" al que haremos referencia es
el que reside en el municipio Viñales 99 que es donde se con-
centró la investigación. Este estudio particular o de caso puede
ser generalizable moderadamente, en primer lugar a los otros
dos asentamientos acuáticos, en sus procedimientos y carac-
terísticas de vida, así como en sus contrastes. También pue-
de ser de utilidad como experiencia en el estudio de otros
asentamientos con características socioeconómicas y cultu-
rales similares.
Este grupo lo conformaban inicialmente catorce familias,
todos campesinos de la zona del Rosario, Puerto Esperanza.
Estas familias eran seguidoras de la fe de Antoñica Izquier-
do; muchos cambiaron la ciencia médica por las curas con el
agua, a partir de que alguno de sus hijos o familiares no
conseguía restablecerse de determinadas enfermedades y
Antoñica con su "don" los curaba. 100 Estas familias adopta-
ron las peticiones que hacía "La Virgen de los Cayos" como
su forma de vida, por lo que fueron hostigados principal-
mente por el acto de no participar en el censo ni en las vota-
ciones electorales, sumándoseles el no acudir a la ciencia
médica, lo que afectaba la economía de los médicos y farma-
céuticos.
En el caso particular de estas familias, su lugar de residen-
cia era propiedad de un senador de la República nombrado
Pedro Blanco. Por razones de no asistencia al voto y por con-
veniencia del dueño en transformar las tierras de cultivo en
tierras de pasto para el ganado, resolvió desalojarlos al ca-
mino real. Tomó presos a trece hombres por un espacio de
treinta y un días y se ocupó de destruir las casas junto con los
cultivos, dejando a las mujeres solas con sus hijos. Según
99 Para mayor información sobre su localización, se puede
consultar en la Presentación, al inicio de este libro.
100 "Ramona se arrodilIaba / pidiéndole al Gran Poder / para que
hiciera creer / todo el que no creía / que si Antonia lo veía /
había salud para él." Estrofa extraída de la décima "Historia
de Bernardo". La información fue recibida por un integrante
de "Los Acuáticos".
62
cuentan las propias personas que vivieron los hechos, Pedro
Blanco soltó toros cebú que embestían a toda figura humana.
Esto ocurría en el año 1943, en el primer mandato del Pre-
sidente Batista, según palabras de uno de "Los Acuáticos":
cuando me botaron del Rosario, me fotografió un periódico
que le llegaba directo a Batista; Batista se interesó y mandó
a un teniente. Cuando el teniente fue a ver a Pedro Blanco,
éste le regaló unos puercos y terneros. Así el teniente olvidó
el asunto (integrante acuático). Las catorce familias acuáti-
· cas, luego de reunirse, consiguieron hablar con Juan Rivera,
· el dueño de las tierras que se encontraban en la Sierra de La
Penitencia, en el Valle del Cuajaní. El contrato estipulaba
que Rivera les dejaría vivir y cultivar sus tierras, siempre
que se le diera una parte de cuatro de la cantidad cosechada.
E19 de abril de 1943 se instalaban en la Sierra, hasta hoy día
, cuando sólo quedan siete familias habitando la zona; el resto
I ha bajado al Valle del Cuajaní y continúan la creencia (con
sus matices), mientras que otros han dejado la fe y se han
movido hacia el pueblo y otras regiones del país.
Esta breve introducción nos servirá para exponer las ca-
· racterísticas principales del grupo en la década de los años
noventa que es el tiempo en que se ha circunscrito la investi-
gación. De todos modos, se hará referencia obligada al pe-
ríodo anterior, como forma de reconstrucción histórica.
En consecuencia, se hará alusión a las características
· sociodemográficas de "Los Acuáticos". En relación con la
estructura por edades de la población, se tiene:
Edad Mujeres Hombres Total
1-15 8 2 10
16-29 3 5 8
30-44 5 3 8
45-59 2 5 7
60-más 5 4 9
Total 23 19 42
63
 La población en edad laboral está compuesta por un total
de veintidós personas, para un 52,4 %; de este total, diez
I dianas.
personas son mujeres, que se desempeñan como amas de casa
(una labor habitual en las zonas rurales), por lo que restaría
un 28,6 %. Esta cifra fluctúa por el hecho de que los hom-
bres con edad de retiro continúan trabajando la tierra, lo que
es una práctica característica de los campos de Cuba. La raza
en su totalidad es blanca; según testimonio de algunos de
"Los Acuáticos", descienden de emigrantes canarios. lO!
Las tasas de natalidad y mortalidad no se han podido pre-
cisar estadísticamente, por razón de que este grupo no se
inscribe en el registro civil y la búsqueda de información
realizada en la Oficina de Control de Distribución de Ali-
mentos no fue provechosa. En este sentido, se consultó al
médico que mantiene más relación con el grupo, para tener
una referencia del tema. El criterio expuesto nos da un gru-
po representativo de la población en términos generales, pues
la natalidad es más bien baja y la población acuática tiene
como característica el ser longeva, por lo que la mortalidad
tiende a decrecer. Sin embargo, nuevos factores han empe-
zado a influir en el ecosistema de la Sierra, como pudiera ser
el turismo que trae consigo cambios de dietas e introducción
de gérmenes patógenos, entre otros efectos. Con estos datos
101 "Con relación a los procesos de migración, la tendencia aquí
en Cuba es fundamentalmente recibir canarios de las islas más
grandes, fundamentalmente Tenerife, Gran Canaria y La Palma,
parece ser que los de las islas más pequeñas, islas menos
desarrolladas, fueron a parar a otros lugares, otros lugares del
continente. La inmensa mayoría de la migración canaria a Cuba
procede de las islas mayores, de las más desarrolladas. Sus
principales asentamientos se realizan en el área de Haba-
na-Matanzas hasta Pinar del Río; ellos son los que desarrollan
la cultura tabacalera en la isla cubana y, al mismo tiempo,
protagonizan una aculturación de sus creencias, entre las que
se destacan la visión de las brujas y, probablemente, aunque
habría que confirmarlo, algunas relacionadas con el poder
fertilizador, curativo o místico del agua." Tomado de la
entrevista realizada al doctor Jesús Guanche Pérez.
64
no sería prudente dar un diagnóstico de la esperanza de vida,
por estar sujetos a transformaciones en sus costumbres coti-
En relación con el nivel escolar, hay un predominio de
semianalfabetismo en toda la población acuática, como re-
sultado de las prédicas que realizaba Antoñica de enseñar a
, los niños en las casas lo que sabían los adultos, pues la es-
cuela enseñaba a explotar a los demás, por 10 que entonces
sólo han aprendido lo elemental, a leer, escribir algunos y
cálculos primarios. Se comparten de esta manera: diecinue-
· ve personas que tienen un nivel elemental primario, veinti-
dós personas son analfabetas, y una sola ha alcanzado la
secundaria.
Una de las costumbres generalizadas en "Los Acuáticos"
· corresponde al estado civil; en sus uniones como generali-
dad y en mayor medida por las parejas de un rango de edad
de treinta y seis años en adelante, se realiza el acto de matri-
· monio por medio de la unión consensual (no se casan por la
ley ni por la Iglesia). En las parejas de más años se usó el
'rapto de la pareja para tomarla como su mujer (una costum-
I bre del contexto campesino). En otras parejas más jóvenes,
se realiza el matrimonio por casamiento legal y con todos los
rituales de fiestas y lunas de miel.
Los cultivos priorizados son el tabaco, la malanga y pro-
· ductos varios para la subsistencia. En la década de los años
·noventa se agrega una nueva forma de ingreso para la eco-
'nomía familiar, por la presencia del turismo como elemento
de adquisición de divisas. Por medio de la tradición acuática
y la leyenda de Antoñica, se vuelven puntos de interés para
el conocimiento y la curiosidad de los extranjeros.
En cuanto a la infraestructura, las vías de acceso son cami-
de tierra que circulan por toda la loma y conducen a cada
o tierra cultivable adentrándose algunos en la serranía.
llegar al Valle del Cuajaní hay una carretera asfaltada
conduce a otras regiones de Pinar del Río. En el valle
lo mismo que en la loma: son caminos de tierra o terra-
, que en tiempos de lluvia permanecen anegados, ro-
de sembrados (esto incluye los viales internos).
65
 Para obtener el agua se ha construido un sistema de man-
gueras con tubos que comienza en un pequeño manantial
que va descendiendo por la loma hacia las casas y los sem-
brados. Este sistema se cruza en los caminos de modo tal que
se puede desconectar un empalme de mangueras y beber agua.
En cada casa tienen pilas de agua en fregaderos externos e
internos; además, tienen pilas de agua en función de duchas
dentro de los baños (es aquí donde realizan los baños de cu-
ración).
El agua es tan pura que no necesita filtrarse, por lo que la
almacenan en cántaros para beberla y se puede tomar direc-
tamente de las pilas. Las casas se alumbran con "chismosas"
y faroles de queroseno. La mayoría de las casas tiene radios
de pila, que no usan con mucha frecuencia.
Son siete casas en la loma y seis que están en el llano. Las
casas, en su mayoría, están construidas de madera y cemento,
y los techos son de fibrocem y guano. Los pisos todos son de
cemento. La mayoría de las casas tiene dos habitaciones, una
sala comedor --donde la sala es algo más grande-, un baño
interior y una cocina con gas de balón y con leña.
El combustible que más se utiliza es el carbón, aunque
también tienen, como se dijo, gas de balón. La generalidad
de las casas tiene una cocina dentro de éstas y otra fuera. La
interior, que funciona con gas, generalmente no la utilizan,
sino la exterior, que es con leña, para ahorrar. El balón de
gas lo suben con bueyes desde el llano o el valle, que es don-
de se encuentra la bodega.
Para realizar sus comunicaciones entre ellos y el pueblo se
utilizan mulos, caballos y bueyes. También van caminando,
suben y bajan la montaña varias veces en el día, como un
hábito y una necesidad; cuando trabajan en el llano a veces
llevan la comida, otras vuelven a subir para comer, con lo
que tienen que regresar de nuevo al lugar. En otras ocasio-
nes suben para darse los baños de agua cuando tienen alguna
enfermedad.
En la bodega del llano hubo un pequeño buzón; en la ac-
tualidad cualquier mensajería se realiza por medio del bode-
guero. En el trabajo de campo se observó que ésta no es una
66
vía de comunicación muy utilizada entre "Los Acuáticos".
La bodega queda a unos dos kilómetros, agregándose la difi-
cultad del terreno, lo que hace que la distancia sea conside-
rable para recoger mandados.
En relación con los desechos, no hay ningún lugar especí-
, fico donde depositar la basura. Por lo general, se hace cerca
, de la casa. La mayor producción de basura es degradable, y
• en general va a parar a los animales.
Estas características están expuestas de modo general; en
',. la actualidad, se encuentran matizadas por las relaciones
• mutuas entre los diversos sistemas sociales. El objetivo de
los epígrafes siguientes será analizar y explicar los rasgos
más importantes enumerados aquí.
3.2. Relaciones en los niveles intraindividual
.e intragrupal de la agrupación
Para analizar las relaciones que se establecen en el interior
de la agrupación acuática es importante tener en cuenta los
espacios y tiempos que ocupan y cómo se producen signifi-
ones y sentidos que denotan procesos de pertenencia e
IUClIlIUaIJ. Mediante la recontextualización de la historia y
vida cotidiana. se puede elaborar explicaciones sobre cómo
desarrollan los espacios íntimos10 2 determinados por las
de ritmo (un pasado, un porvenir), por las repre-
r¡CI,ILal;IUJiIC~ e imágenes que se tiene de la tarea colectiva e
, de las necesidades afectivas y la solidaridad de
, así como de la producción sociocultural, entre otros.
relaciones intragrupales procesan continuamente com-
idad, donde se distribuyen y articulan los elementos, las
y el cambio en mecanismos de comunicación.
Cuando los grupos sociales logran una comunidad de rela-
es porque se ha generado una identidad colectiva y
Emma León y Hugo Zemelman (Coordinadores) (1997):
Subjetividad: umbrales del pensamiento social. Ed. Anthropos.
México, p. 159.
67
determinados espacios sociales que los disponen ante otro
diferente. En el caso particular de "Los Acuáticos", se ha
creado límites entre su microsistema y el macrosistema que
propiciaron vínculos muy fuertes para el mantenimiento de
su sistema.
Una de las características que ha potenciado esta situación
son las relaciones de parentesco históricas prevalecientes en
la agrupación y la unión consensual o de casados entre acuá-
ticos de la zona o de otros asentamientos. Las familias que
habitaron la Sierra en el Valle del Cuajaní estaban em-
parentadas unas con otras y éstas se unían por razón de las
prédicas de Antoñica con otras personas de su misma fe, de
tal modo que las costumbres y creencias acuáticas fueron re-
producidas generacionalmente. En estas circunstancias, hubo
rupturas radicales con la creencia; la estructura de la agru-
pación se presentaba muy rígida para promover transiciones
en la mentalidad de alguno de sus integrantes. Lo cierto es
que se estaba produciendo un cambio de pensamiento, donde
se reconocía una concepción de la vida divergente y con pro-
piedades que le conferían distinción como agrupación.
Antes del período de los años noventa transcurrieron dos
procesos: la agrupación estaba siendo autoevaluada por sus
miembros y en el mismo proceso se estaba reconociendo al
grupo como agregado social; se le reconocía su capacidad
performática. Los sujetos sabían lo que no querían ser, por el
reconocimiento de una determinada normatividad y legiti-
midad intragrupal. Por otro lado, aparecía cierta oposición a
las costumbres del acuatismo por el gobierno de la zona, in-
clusive por discursos oficiales; estas acciones dan la medida
de un reconocimiento de la otredad del grupo. Se debe ad-
vertir que el reconocimiento es ambivalente: por un lado les
dan la tierra, con lo que legitiman la sobrevivencia y margi-
nalidad del grupo, y por otro manifiestan su inconformidad
con el sistema de creencias o microdiscurso que sostiene a la
agrupación.
No basta con el hecho de que el grupo procure su inserción en
la estructura social como reclamo o búsqueda de una aprobación;
68
el motivo de reconocimiento es condición de existencia.
Acuáticos" habían conformado una serie de conductas,
, valores, representaciones, características comparti-
, que los acercaba a una conformación de su identidad
y a un espacio dentro de la sociedad.
En la década de los años noventa, el escenario ha variado y
nuevos matices; los motivos pueden ser múltiples. El
entra en una nueva etapa, conocida como Período Espe-
donde hay cambios considerables en todas las estructuras
donde ningún sector de la población es ajeno a estas trans-
iones. Es el período donde se legaliza la tenencia de
extranjera, se desarrolla el turismo internacional como
nuevo renglón económico para el país, se establece una
de apertura con las diversas expresiones de religiosi-
y se revaloriza la tierra por condiciones de escasez de
UInrlenltos y de la economía doméstica. Estos son algunos, en-
otros muchos cambios, que influyeron, sin lugar a dudas,
el comportamiento de las costumbres acuáticas.
. Para tratar de comprender los procesos sociales en las re-
. intragrupales continuaremos con la misma lógica
hasta ahora. Las relaciones de parentesco que hay
este período no han variado significativamente, "Los
. , descienden de dos hermanos que eran parte de
seguidores de Antoñica: Julián Rodríguez Paula (ya fa-
), y Félix Rodríguez Paula que actualmente es el de
edad en el grupo (nació en 1908), de modo que los habi-
tanto de la sierra como del llano forman redes de pa-
lo que sitúa a la familia como un sistema social de
en el desarrollo del grupo acuático.
, En las relaciones hacia el interior del grupo es importan-
apreciar la función que tiene cada familia en la produc-
de identidad o pertenencia grupal. Para esto, es
tomar la dimensión cultural como creadora de
imaginario integrador, donde se pueda hacer referen-
a las características esenciales de los procesos de re-
ucción, socialización, cambios (reestructuración) y
stencia cultural a los valores, las normas y los hábitos
69
 de los descendientes del grupo, así como también a los pro-
cesos de intercambio o relación entre los sistemas micro y
macrosociales.
En este sentido tenemos, como característica prevalecien-
te, familias del tipo patrilineal, lo que es una peculiaridad de
las zonas rurales del país. Los roles están bien delimitados:
el hombre es el que mantiene económicamente la casa; él
tiene la responsabilidad de trabajar la tierra o emplearse en
labores del Estado para asegurar las necesidades domésticas,
y también dictamina las normas y toma las decisiones más
importantes.
La mujer es la encargada de todos los trabajos del ho-
gar; además, ella planifica, organiza y administra la eco-
nomía de la casa, y también se ocupa de colectar alimentos
cercanos al hogar y dar de comer a los animales destina-
dos al autoabastecimiento, por lo que su centralidad en la
economía material y moral de la familia es indiscutible.
Este tipo de distribución facilita cierto consenso en el grupo
con respecto a las tareas individuales y a un deber ser que
~o genera conflicto en la colectividad. Cada rol está legi-
tImado por la tradición aprendida; es entonces normal que
los niños y las niñas, desde que toman cierto grado de
responsabilidad, asuman los comportamientos del género
al que correspondan, como formas de aproximación a su
grupo de referencia.
La figura masculina también representa el elemento que
reproduce la existencia, por el hecho de que la herencia se
realiza mediante su persona y de que la propiedad de la
tierra está en manos de los hombres. Este es otro elemento
que se agrega en el mantenimiento de una cultura
falocéntrica.
Por estas razones, el tipo de residencia en su totalidad es
virilocal, la convivencia se realiza en las casas de los hom-
bres. En este caso, se conforman familias de tipos nuclear y
extendida, predominando la formación del primer tipo. Es
en estos compuestos familiares donde se genera la mayoría
de los procesos de aprendizaje, educación, reproducción y
socialización dentro del grupo acuático.
.terminada. Se produce imágenes mentales de intereses co-
70
Los agentes transmisores principales de los procesos
. se localizan, como ya se ha mencionado, en
familia, en el grupo de iguales y de referencia; también se
incidido como más constancia (en los años noventa) en
relaciones entre el grupo acuático y los sistemas sociales
su entorno. Este epígrafe se concentrará por su alcance en
primeras dimensiones.
Las familias acuáticas se encargan de la educación en el
del hogar, además de proporcionarles a sus miem-
todo el universo simbólico y del conocimiento de que
"U~,~U'\l<;;ll. Estos procesos de reproducción y socialización se
por lazos formales y de afectividad diversos, rela-
mercantiles que en ocasiones se hacen invisibles; el
se integra en sus diferentes formas de producción, con-
, costumbres religiosas y socioculturales.
Se ha construido alrededor de los integrantes del grupo
. donde intervienen los afectos y los forma-
, lo que mantiene cierta dependencia y solidaridad
ellos. Cuando ocurre el fallecimiento de una perso-
se guarda luto por un tiempo determinado, en la medi-
de la cercanía sentimental que hubiera. En los
en que se necesita la ayuda para cultivar la tierra
para recoger determinada cosecha de uno de los inte-
del grupo, a éste se unen las personas necesarias
la agrupación acuática como aporte voluntario. Esta
ación ocurre con mucha frecuencia, dado que las fa-
ilias son muy pequeñas y no son suficientes para la pro-
de los cultivos.
En la cosecha del tabaco lo más frecuente es encontrar una
iación entre las familias más cercanas (padres, hijos,
primos), distribuyéndose la ganancia obtenida por
la venta. Esta característica viene dada por los contratos de
que se establezcan con el Estado; por ejemplo, en
de las vegas de mayor amplitud se cultiva diez mil pos-
de tabaco con una cantidad de al menos cinco hombres.
asociaciones propician la cohesión del grupo, pues se
construyen representaciones colectivas hacia una tarea de-
71
munes, la capacidad de aportar en un propósito colectivo que
a la vez le proporcionará un reconocimiento grupal y social;
todas estas razones elevan la motivación y el sentido de per-
tenencia a la agrupación.
Relacionado con la economía doméstica, hay, aunque no
con frecuencia, ventas entre "Los Acuáticos" de animales
destinados al consumo. Tales compras resultan insignifican-
tes dentro de las relaciones del grupo, pues no representan
formas sostenidas de ganancia ni de valor apreciable; más
bien son acciones que formalizan un determinado esfuerzo
invertido por la persona en el animal. Mayormente, los ani-
males de cría son utilizados para el consumo doméstico, y en
algunas familias se cría pavos y cerdos para vender a los
interesados externos al grupo. En este caso, se revaloriza el
producto en pos de una ganancia.
En estas relaciones intragrupales hay intercambios cons-
tantes de regalos, que pueden consistir en alimentos y obje-
tos manufacturados o industriales. Los objetivos de este
comportamiento se fundamentan principalmente en cubrir
determinadas necesidades de las personas, lo que no elimina
una interacción basada en la satisfacción del gesto afectivo.
Esta actividad se realiza durante de todo el año, pero se hace
más evidente en la espera del fin de año, donde se regala
botellas de vino de elaboración casera, así como frutas, dul-
ces y postales, entre otros. Están también las figuras del pa-
drino y la madrina, quienes fungen como protectores; éstos
hacen la voz del consejero y la resolución de necesidades de
forma sistemática. Entre los padrinos y los ahijados se crea
una cercanía afectiva real, por lo que este actor social fun-
ciona como otro elemento integrador del sistema grupal
acuático.
"Los Acuáticos" suelen reunirse en fechas específicas,
como son los cumpleaños, en los cuales se come (carnero o
cerdo, principalmente) y se canta montunos y décimas
guajiras. Las visitas no se reducen a estas situaciones; ge-
neralmente, los hombres se aproximan a sus vecinos para
compartir experiencias de las rutinas y encomiendas que
les piden sus compañeras. Esto ocurre porque al hombre le
72
corresponde toda la actividad fuera de la casa. Los en~uen-
. tros también se realizan por medio de los grupos de Igua-
les, es decir, los niños juegan entre ellos; las mujeres s~
encuentran para ayudarse en las labores del hogar o por SI
tienen que hacer algún viaje al pueblo de Viñales, al igual
que los hombres se encuentran para trabajos relaci~n.ados
con la tierra, como puede ser buscar en el pueblo fertIhzan-
tes y semillas para el cultivo.
Las interrelaciones cara a cara son muy frecuentes y son
las que posibilitan una comuni~ación constante de sus e~o­
ciones, costumbres y actitudes entre las diversas generacIo-
nes. A la vez, se crean compromisos que permanecen latentes
, dentro del campo simbólico y objetivo de la vida en la agru-
pación.
Si se trata de los roles familiares relacionados con la edu-
cación de los hijos, se tiene que los integrantes de la fami-
lia que más información disponen sobre los el~mentos
básicos de la escritura y la lectura son los que ensenan a sus
menores. Las familias que carecen de este aprendizaje de-
jan de incorporar los primeros rudimentos de la enseña~~a
a sus hijos. En este sentido, los procesos de rep.rodu~clOn
estandarizan el desarrollo del intelecto a un ntvel mter-
generacional, por lo que disminuye la. posibilid~d de con-
flicto y se privilegia cierto orden en el SIstema. Ma.s adelante
se verá cómo la influencia de nuevos actores socIales en el
plano educacional puede provocar cambios en el sistema
grupal. . .,
La transmisión de la creencia se reahza, pnncIpalmente,
dentro de las prácticas de cada familia, pues. este siste~a
de religiosidad no contempla un lugar o espacIo de reunton
dentro del grupo o institución religiosa y tampoco propone
un líder religioso que promueva las normas y los valores a
seguir (más adelante se verá relaciones de un tipo. de
liderazgo informal). Los integrantes acuáticos ~rans~l11~en
la fe sobre las curaciones del agua, en la propIa practIca
cotidiana. A ellos, desde que son niños, los curan con ba-
ños de agua y les cuentan la historia de Antoñica Izquierdo;
73
 así se apropian del contexto por medio de sentidos y signi-
ficados compartidos. Cada familia conserva la memoria que
se ha transmitido de forma oral de los que vivenciaron los
hechos de "La Virgen de los Cayos" a sus descendientes, de
modo que todos toman parte de una narración fundacional
común; entonces, este es un elemento básico de identidad y
proyección de su sistema social.
En este sentido, las redes de estructuración de la creencia
son muy débiles, por el hecho de no contar con rituales y
festejos determinados que socialicen esta expresión en el
ámbito grupal. No hay actos proselitistas ni de convencimien-
to sobre los objetivos del acuatismo, a niveles tales que no se
coerciona, normativa ni afectivamente, a los integrantes de
este grupo si toman la decisión de abandonar la creencia. A
pesar de no haber un dogma elaborado, ni una liturgia orto-
doxa alrededor de una normativa y una ética religiosa que
centralicen la organización y las formas de expresión, la per-
manencia de las prácticas acuáticas sólo se contrasta dentro
de la agrupación, pues a la vez que hay una movilidad hacia
otras zonas donde no habitan acuáticos, la creencia se debi-
lita o desaparece.
Este comportamiento potencial iza la individualidad de
cada uno de sus miembros; el asunto de cómo creer o no
creer es una decisión particular. Esto propone un sistema
social abierto en lo relacionado con el destino de vida indi-
vidual; sin embargo, la cultura que se ha generado en la
mentalidad colectiva del grupo hace el recorrido contrario,
hacia la clausura con su entorno social. De esta contradic-
ción surge cierto equilibrio; los procesos de resocialización
y los cambios de mentalidad sin abandonar la creencia (un
sincretismo) funcionan como escape de las tensiones y los
conflictos hacia el interior del grupo. Hay una continua
generación de sentidos, que logran adaptarse al cambio.
Reconocer las características generales de este grupo en sus
relaciones internas es un paso para comprender la produc-
ción de sus espacios y cultura ante la presencia e influencia
de otros grupos sociales.
74
3.3. Relaciones entre la agrupación acuática y el sistema
Es como el dicho, le coge todo el cuerpo 103
las décadas de 1970 y 1980 se sucedieron rupturas pro-
..r<'Cl'''~~ con la creencia acuática entre sus integrantes. El
de mentalidad ocurría de conjunto con los procesos
-~·"es~t··a~bilización en los diversos sectores de la sociedad cu-
. Una gran mayoría de "Los Acuáticos" se integró en las
productivas relacionadas con el Estado, sobre todo
los planes forestales. Este proceso de interacción, con
forma diferente de concepción de la vida, más el hecho
la intervención del gobierno de la zona en algunas de las
del grupo (salud, educación), fue p~opician.do ~n
en las formas de representación del universo slmbo-
del grupo. "
Los integrantes que escogían otro estilo de vida opues!o al
... decidían asentarse en las zonas del llano (CuaJaní)
uu,"~ ~
"""'. "'~ .. ~~ al pueblo o en el pueblo mismo (Viñales). En estas
ocurría un proceso de resocialización, donde no
margen a modelar su cultura ant~rior; el can:bio sur-
de la propia valoración y comparación con lo diverso.' .y
un plano individual, es decir, el cambio ~staba eqUlh-
por las influencias del sistema macrosoclal, que cu~n­
con un proyecto de estructuras sociales nuevas y complejas
de un elaborado discurso ideologizador, y las transforma-
ones están determinadas por una decisión racional
Las soluciones de las relaciones, las necesidades
los problemas de estas personas giraban del plano de lo
ioso hacia uno científico-racional;104 esto ocu-
par la pérdida de sentido y de significado social que les
la creencia acuática.
03 Frase utilizada por un ex integrante de la agrupación acuática,
en referencia a la forma de vida de "Los Acuáticos".
Francois Houtart (1998): Sociología de la religión, Ed. Plaza
y Valdés, México, pp. 25-35.
75
 El cambio de contexto generó nuevos sentidos y el cambio
de un discurso ocultó o se superpuso sobre el sentido de la
vida religiosa. Al integrarse este grupo de personas a un nuevo
imaginario social revolucionario, se apropia de nuevas for-
mas de imaginar y representarse a sí mismos y al entorno. Se
! '
fueron integrando nuevos símbolos de carácter sociocultural
e ideológicos que favorecerían una reestructuración del dis-
curso y de su proyección social; si se elimina lo que resultaba
ser significativo dentro del lenguaje y la mentalidad, de-
saparecen los significados que definen una identidad común.
Según testimonios obtenidos, algunos de los que se separa-
ron de la creencia rechazaron las expresiones acuáticas y
f'
I
consideran que es un problema de ignorancia lo que mantie-
ne la existencia de la agrupación acuática.
"Los Acuáticos" que estuvieron empleados en labores es-
tatales lo hicieron por períodos de diez a treinta años (los
que continuaron la creencia), que es un tiempo suficiente
para interactuar con las personas de otras creencias y cos-
tumbres, además de las instituciones de su entorno social.
Las relaciones entre este grupo y los sistemas sociales exte-
riores a él, también se realizaban por medio de la búsqueda
de los productos normados para la población (se les entregó
la libreta de abastecimiento progresivamente, poco después
de instaurada como sistema de distribución de alimentos).
Cuenta uno de los integrantes de la agrupación que por los
años ochenta se le permitió, por acuerdo con el gobierno de
la zona, el sacrificio de una res para el consumo de todos
"Los Acuáticos". Es este un período donde se incrementa la
afluencia de acuáticos al pueblo, tanto en busca de satisfacer
necesidades en mayor grado materiales como en encuentros
para hacer guateques lO5 en sus tiempos libres.
Este flujo da cierta apertura en las estructuras de la creen-
cia acuática; aparece un nuevo fenómeno en el período que
comentamos y se intensifica en la década de los años noven-
105 Los guateques son fiestas tradicionales de los campos de Cuba,
con marcada influencia hispánica y canaria, en donde se
interpreta décimas y montunos, además de bailes y juegos.
76
tao Tanto los hombres como las mujeres de la fe acuática
comenzaron a unirse en concubinato y en matrimonio con
personas ajenas a su credo. Esto contribuyó. a un relajamien-
to de las normas del grupo. En el caso particular de las mu-
jeres acuáticas sucede que sus costumbres quedan marginadas
ante la institución que representa el hombre; la cultura
falocéntrica es la que se impone y dictamina el deber ser, por
lo que ella debe abandonar su lugar de residencia para con-
vivir con el hombre. En todos los casos es fuera de la zona
acuática y la mujer debe renunciar a sus creencias para adop-
tar las del marido, u ocultarle las prácticas del acuatismo; en
cualesquiera circunstancias, las costumbres van siendo t.rans-
formadas voluntariamente por la persona. Este cambIO va
sujeto a la representación que hay sobre la división de roles
que legitima cada comportamiento.
En el caso de que un hombre de la creencia acuática tome
unión con una mujer que no comparte las creencias acu~ti­
cas la relación que se establece es diferente, pues se mantie-
ne que la mujer se traslade a la vivienda del hombre (en la
zona acuática), pero no se le exige que transforme su
cosmovisión del mundo. Esta es una práctica que se inserta
en la propuesta del propio objetivo de "Los Acuáticos"; ellos
no hacen acción proselitista ni actúan coercitivamente sob~e
las personas tanto de la fe como externas. E~ una creen.c;a
que estimula el respeto hacia los demás y la lIbre expreslOn
individual. Esta característica limita la posibilidad de pro-
curar adeptos a su forma de religiosidad.
Luego la descendencia producida por esta unión estará
marcada por una simbiosis en su comport~miento per~ono­
lógico y social. En la mayoría de las ocasIOnes se deja las
curas con agua y se acude a la ciencia médica pero, en cam-
bio, se abandona el interés por la enseñanza escolar así como
manifestaciones que realiza su grupo de iguales externos a
la agrupación acuática. .
Hasta ahora se ha hablado de acuáticos que se relaCIOnan
con bastante frecuencia con su entorno social, y ya se trató
de que los integrantes del grupo que se asientan fuera de la
zona acuática dejan la creencia (se resocializan). Hay un gru-
77

po que, como ya se ha comentado, permanece habitando la
misma zona y compartiendo los fundamentos de la misma
creencia, claro está que con acciones que se particularizan
en cada persona.
Una condición fundamental de la continuidad de estas per-
sonas es la propiedad de la tierra; todos los que se emplea-
ban con el Estado siempre regresaban a cultivarla y a cuidar
de sus animales, es decir, que la tierra es un elemento de
importancia económica y de existencia dentro de cada fami-
lia. Claro está que en la etapa a que hemos hecho referencia,
anterior a los años noventa, este sector de la vida fungía como
apoyo pero no era el centro de la actividad.
En el plano de las creencias residían las más fuertes liga-
duras sociales; la construcción y reproducción de símbolos,
representaciones y significados colectivos e individuales lo-
graban producir el sentido necesario para su integración y
permanencia. Son palabras de un acuático: a mí me ha ido
bien con mi creencia y no pienso dejarla. Actualmente, los
integrantes del grupo se refieren a que ellos pueden conti-
nuar su fe viviendo en otra zona no acuática; sin embargo,
más tarde agregan que les gustaría vivir al lado de una per-
sona igual a ellos, para compartir sus experiencias.
Se encuentra dos ideas que en apariencia se contradicen,
pero que conservan una lógica invisible. Inmediatamente
surge la imagen de una autonomía familiar, donde se produ-
cen las principales construcciones y reproducciones sociocul-
turales, pero, seguidamente, se representan su autoimagen
en la soledad, fuera de su contexto. Aquí ocurre una elabora-
ción ideacional colectiva, que establece una implicación
relacional de diferentes niveles sociales; para que se desa-
rrolle su expresión religiosa, debe estar precedida de un ima-
ginario compartido. Se establece una relación paradójica,
donde se es independiente de expresión y dependiente de
contexto. Por un lado, la familia y los individuos son influi-
dos por el grupo -también el entorno social-; mientras
que éstos son creadores y transformadores del sistema
sociocultural del grupo, hay una relación mutua.
78
Estas son dos características básicas de la permanencia de la
agrupación acuática. Ahora bien, esta creencia ha pasado por
cuatro etapas representativas del desarrollo de su sistema social.
El primer momento, ya tratado, que es la creencia como resis-
tencia a su entorno social, aparece con su surgimiento (1936-1959),
donde se distingue la clausura o el cierre de su sistema ante su
entorno y lo rígido de sus estructuras socioculturales.
Una segunda etapa, que corresponde a los primeros años
de la Revolución (1960 a principios de 1970), se caracterizó
por la hostilidad de las instituciones macrosociales hacia el
grupo y por mesuradas manifestaciones de flexibilización de
sus estructuras socioculturales.
Una tercera etapa, comprendida en la estabilización del
sistema social revolucionario (1970 y 1980), donde conti-
núan las rupturas con el credo del acuatismo, la situación del
momento ofrecía una estabilidad económica y espiritual a la
gran mayoría de la población, aun constituyendo un universo
social muy heterogéneo. También se comenzaba a producir
un cambio de política relacionado con el grupo acuático: se
trata de estrategias de acercamiento en los sectores funda-
mentales (salud, educación e ideología). Como confiesa la
mayoría de "Los Acuáticos": este gobierno siempre nos res-
peta, o, este gobierno nos ha dejado tranquilos. Su sistema
social se hace más abierto y flexible.
Una cuarta etapa que corresponde a la década de los años
noventa, que es la comprendida en esta investigación, es
donde el sistema social cubano entra en crisis en muchos de
sus sectores. 106 Aparecen nuevas formas económicas y acto-
106 "En la década de los años noventa se produce un nuevo modelo
de la estructura social; en la misma medida en que las formas
de propiedad han cambiado, las relaciones sociales se
reconstruyen y se plantea un reordenamiento simbólico de la
realidad social. Se puede hablar de una diversificación y un
redimensionamiento de las formas de propiedad, de una
modificación del papel del Estado en la economía (mecanismos
de descentralización y autonomía), reestructuración de las
fuentes de empleo y las fuentes de ingreso, potenciación de
79
res sociales como el turismo y sus derivados (tenencia de
divisas libremente convertibles, el consumo y los propios
turistas con sus costumbres, entre otros). En períodos de cri-
sis, tanto el individuo como los grupos sociales tienden a
buscar la solución que no encuentran en la realidad objetiva
dentro de sistemas simbólicos y se acude a un poder sobrena-
tural. Las formaciones religiosas funcionan en estos perío-
dos de vulnerabilidad del individuo y los grupos como refugio
espiritual.
La religiosidad acuática toma nuevos sentidos; ocurre una
revalorización y readaptación de la creencia, tal y como se
experimenta en todo el campo religioso en general. En primer
lugar, se fortalece el imaginario acuático; este es un período
donde no hay rupturas radicales con la creencia y hay cierta
estabilidad entre sus miembros, los cambios producidos en
algunas familias ahora se realizan de una forma sincretizada
y el valor de lo religioso ocupa un lugar importante en la espi-
ritualidad y como efecto terapéutico. Además, la creencia toma
nuevo valor, la introducción del turismo evalúa como atracti-
vo y exótico este tipo de expresión social, por lo que el
reforzamiento del imaginario a partir de la creencia toma un
carácter económico y su mercantilización se corresponde con
la que se constata también en otras expresiones religiosas, es
decir, que la religiosidad acuática toma un doble valor.
La otra razón de gran importancia es la concentración en
la tierra como proceso de producción. Al haber una crisis en
la economía del país, la tierra se representa como el elemen-
to propulsor de la economía doméstica; en ella se cultiva
tabaco para la exportación y se produce los alimentos y el
dinero para el consumo familiar. "Los Acuáticos" dejan de
sectores económicos no tradicionales (turismo), de un nuevo
sistema de control de las finanzas internas, de una liberación
de las divisas y dualidad monetaria, entre otros." Mayra Paula
Espina Prieto: "Transformaciones recientes de la estructura
socioclasista cubana." Papers, No. 52, año 1997, Barcelona,
p.94.
80
trabajar como empleados del Estado y se agrupan para traba-
jar la tierra; ésta simboliza la reproducción y la existencia.
Como se ha expuesto hasta el momento, el sistema de reli-
'. giosidad de "Los Acuáticos" es un sistema fundamenta~ de
· acción y organización de la agrupación. Se trata de analizar
las lógicas internas de estos procesos.
La religiosidad107 desarrollada por el acuatismo se forma a
: partir de su creencia en la divinidad del agua. Entend~n:~s
· por la creencia " ... en su acepción religiosa o de 1~,POSlb¡J~­
: dad de que 'algo existe', a un efecto de la proyecclOn efecti-
va de la conciencia, características de la unidad biofísica y
· psíquica de lo humano en la vida".108 La cre~n~ia. está en la
base de todo pensamiento religioso; en la religIOsidad se re-
· produce las estructuras que componen la creencia. Tal cons-
· trucción elabora representaciones, símbolos, donde se
· transmite la creencia de un poder trascendente, extramunda-
'no, sobrenatural (Dios), y organiza a la creencia estructural-
· mente. También realiza, por medio de la creación de símbolos,
una actualización de sentidos en las siempre dinámicas rela-
,; ciones de socialización y reproducción; este movimiento está
asociado invariantemente a la incorporación de un poder su-
perior, al cual el individuo permanece sujeto.
En este sentido, el centro de la creencia es el agua como
vehículo identitario portador de lo divino; la construcción de
una religiosidad en el grupo organiza y normativiza la creen-
cia, estableciendo cierta causalidad con la fe en Dios: él es el
responsable de las dotes del agua, por tanto a su figura y al
complejo simbólico que él representa se debe establecer ado-
ración y fidelidad. Yo creo que es verdad, que en el mundo
. hay un Dios que hizo el mundo (integrante acuático).
Se crea la estructura donde se asienta la creencia, y está
• utilizada como resistencia al sistema social desde el tiempo
.de Antoñica Izquierdo; se moviliza espontáneamente hacia
107 El concepto está definido en el epígrafe Rasgos principales
del grupo social "Los Acuáticos" (3.1.), en esta obra.
108 Carlos Alé Mauri: "Creer o no creer". En revista Signos, ju-
lio-diciembre, No. 43, 1996, Santa Clara, p. 15.
81
los sectores que más inciden en su situación social, grupal e
individual. Las prédicas formalizan determinadas prácticas
(la enseñanza, la salud y la política) como formas efectivas
de estructuración alrededor de la creencia; éstas conforma-
rán relaciones que deben cumplirse como sustento simbólico
del uso del agua, en su condición de elemento curativo, tera-
péutico y de existencia.
Aparece en esta construcción un recurso utilizado en siste-
mas religiosos de mayor formalización, de más fortaleza y
divulgación: es el caso de la producción de principios tras-
cendentes que prometan un bienestar o salvación divina. En
el particular acuático, ocurre la normatividad de cumplir con
requisitos del tipo: no poder relacionarse con las acciones y
estructuras referidas con la política, no asistir a tratamientos
con ciencia médica, no tomar parte en ninguna enseñanza
de las escuelas, así como no tener vicios en sentido gene-
ral. 109 En este caso, se reproducen estas prácticas como
institucionalizadas: inicialmente surgen como espontáneas
y, con el tiempo, se hacen obligatorias y legítimas.
Estas condiciones aprobadas como el deber ser del grupo
alcanzan un nivel de durabilidad por medio de representa-
ciones y símbolos socializados dentro del grupo sobre los
límites entre 10 sagrado y lo profano; sin embargo, donde se
produce el acto de institucionalización de la creencia es den-
tro de la familia. Estas prácticas tienen un precedente histó-
rico, que está relacionado con la figura deAntoñica. Se sugiere
que cada uno viva con su propia idea y siempre respetando al
prójimo, por lo que no se desarrolló ningún lugar público de
culto. En este sentido, los "milagros" de Antoñica promue-
ven múltiples historias de sus seguidores, que es donde se
nutren para legitimar sus actos. Pero la interpretación de esta
historia colectiva se realiza desde la autonomía de cada per-
sona como creadora de cultura; no hay personas que velen,
109 Para una mayor información sobre las características de la
agrupación acuática, se puede consultar los epígrafes "La
Virgen de los Cayos" (2.1.), y Rasgos principales del grupo
social "Los Acuáticos" (3.1.), en esta obra.
82
con la aceptación de los demás, la aplicación del sistema
religioso, tal como se postulaba por su fundad~ra. .
Con esta condición, se da margen para las dIversas mter-
. pretaciones del credo; las propuestas de vida que proyecta
cada individualidad o cada familia dentro del grupo no en-
tran en contradicción, porque los cambios se realizan
endógenamente, lo que significa la transformación de estruc-
turas superficiales y el mantenimiento de cierta uniformidad
en las estructuras más profundas de la creencia. En cambio,
las estructuras que funcionan como soporte van a ser trans-
. formadas de su estado original, toman nuevos sentidos. Se
.valida nuevas formas de comportamiento social a partir de
lo que se considera como lo institucional.i~ado. , .
En la misma dirección, la conservaclOn de una ettca u
organización del grupo va sujeta a la referencia de una his-
toria sagrada (la acción mesiánica de Antoñica Izq~ierd.o);
ésta se inserta en esfuerzos "para concretar la humamzaClon
del mundo, que tienen implicaciones afectivas o emocion~­
para los distintos idearios. ( ... ) Los símbolos de l~s r~lt­
giones no sólo repercuten emocionalmente en el amblto
ífico al cual representan, sino que entre las secuelas
la implosión moderna resultan apropiados como
ficantes de estilos de vida o afanes de diferenciación
.. un retorno a los rituales antiguos y ( ... ) una
de inspiración en aquella simbología, aunque no
en sus contenidos"Yo
Antoñica resuelve su prédica a partir de una sabiduría de
cotidiano de vida que interpreta los sistemas de símbolo,
,,,,..... ,',,.,~ ...V" y significaciones históricas de las religio-
(principalmente la católica: Dios, vírgenes, santos), des-
una posición que le brinde sentido a su sistema social. .P~r
tf"'lrrpotporf'nria, capta aquellas relaciones que se han soclalt-
y las reconstruye como integración de su uni~erso.
Formas del tipo mesiánico se reproducen o se actIvan en el
1:"""6" .. ' u ' de las personas. Ocurren milagros por vía de una
''''..... 5''''.~ para el divino encargo de la salvación del hombre de
Carlos Alé Mauri: Op. cit., p. 9.
83
sus males, Antonia Izquierdo, que devuelve la vista a los
ciegos, cura a los leprosos; para que ustedes sepan lo que
es la vida, que en el mundo existe de todo, Antoñica tuvo
gente que los traían en camillas y salían caminando allá en
Los Cayos (integrante acuático). Se complementan dos ac-
ciones: una forma de resistencia que se representa por medio
de un simbolismo antiguo lll y otra la activación de un imagi-
nario social que contiene la posibilidad de un poder desco-
nocido, la creencia en un poder sobrenatural. En ambos casos,
ocurre un proceso de selectividad de la historia; aparece un
mediador entre la tierra y el cielo, que logra de forma espon-
tánea un grupo de seguidores de la creencia.
Antoñica, por medio de su persona y la prédica, centraliza
el culto de la creencia, no promueve líderes ni sucesores.
Todo lo relacionado con estas acciones queda a la voluntad
de Dios, por tanto, con su ausencia, elimina la posibilidad de
continuar el culto bajo una guía humana. Las significacio-
nes y expresiones religiosas, así como una ética y una orga-
nización, se trasladan hacia la responsabilidad individual
relacionada directamente con un sobrenatural (Dios). Forma
parte de esta actitud el que Antoñica no propusiera, ni en
vida ni con su muerte, actividades específicas relacionadas
con su religiosidad, particularizadas por cada uno de sus se-
guidores. Este es otro rasgo que disgrega el cultivo de la
religiosidad acuática, lo que no quiere decir que ello decretó
la muerte de un imaginario religioso que continuó presente
en la memoria colectiva y en las prácticas cotidianas de esos
hombres que habitan en los mogotes de Viñales y, en deter-
minadas coyunturas como la estudiada, reemerja, se poten-
cie y dé sentido a sus vidas, aun cuando su tendencia histórica
indique aparentemente que va a desaparecer. 112
111 Se puede hacer referencia a la presencia de un Mesías y sus
apóstoles en la religión cristiana.
112 Hay un artículo de Ernesto Chávez Álvarez, "María Alonso
Ama:~n, de la fe al martirio" (Revista Signos, No. 43, ju-
: 3 El Sagrado Corazón de Jesús, la Virgen María, la Virgen de la
ho-dlclembre, 1996, Santa Clara, pp. 146-160). En este trabajo,
el autor relata la vida de María Alonso Amarán una de las
84
Según palabras de un integrante acuático, refiriéndose a
ia: por los hijos de ella no se guiaran, que todos iban
dejar la religión (integrante acuático). En la década de los
noventa, el grupo acuático no tiene un líder que les
ent~ un deber ser; según criterios de la agrupación, lo que
los tienen es voluntad hacia su representación religiosa, es
forma de performatividad social. Se observa de la reali-
lo que se ha preconformado conscientemente como crite-
de verdad (hay un líder informal promovido por la tradición
el carisma). En este sentido, la figura de Antoñica ha pasado
formar parte del compuesto ideacional del grupo; ella no
dentro de las personificaciones divinas que componen
significaciones religiosas, sino que se integra como géne-
de su historia. Esto lo evidencian las expresiones que se
en cuanto al culto de representaciones religiosas. Ellos
altares, que están colocados en el interior de la habita-
de las personas de más edad en la familia; pueden tener
los santos utilizados por la religión católica,1I3 y este
esta asistido por flores y una copa de agua. 1I4
Lo significativo es que Antoñica Izquierdo no figura entre
iconografía destinada al altar ni a las imágenes religiosas
penden de las paredes más altas de las casas, represen-
seguidoras de la creencia de Antoñica Izquierdo, y la cataloga
como la heredera de las curaciones hechas por ésta. Con la
muerte de esta seguidora "desaparecía la única discípula ... y
uno de los más genuinos exponentes de la doctrina acuática"
(p. 160). En el trabajo de campo, tanto en el asentamiento de
La Penitencia, en Viñales, como en Ceja del Negro, en Piloto,
se recogió el criterio de que esta señora era una persona de
~ucha fe, pero que no se distinguía por hacer actos milagrosos
SInO por haber curado de hidrofobia a uno de sus hijos (la
utilización del agua en los actos de curación). María Alonso
ayudaba con oraciones o en lo que se necesitara de igual manera
que lo hacía el resto de "Los Acuáticos".
Caridad, San Lázaro, entre otros.
Ver Anexo 6, foto 2.
85
tando una relación vertical entre las personas y un sobrena-
tural, pues ella no es considerada como el vínculo con el
cielo. Al inicio de su actividad mesiánica, se la recoge en la
prensa como una santa o como "La Virgen de los Cayos"; sin
embargo, dentro del grupo acuático que se desarrolla en la
década de los años noventa no recibe el mismo tratamiento.
La presencia de Antoñica referida a la iconografía se reduce
a una fotografía 1l5 (donde aparece ésta con sus siete hijos y
todos tienen la misma fotO)116 en las casas de los más ancia-
nos del grupo; el espacio que tiene dedicado, en la totalidad
de los casos, es compartido con fotos de los residentes de la
casa.
Esto es un indicador de la jerarquía en los significados
religiosos del acuatismo; más que un símbolo religioso, se
produce una humanización de la persona creadora de su his-
toria. El contenido de la foto muestra a Antoñica rodeada
por cada uno de sus hijos y en los brazos su pequeño hijo de
dos años y medio (es el niño en el que se realiza el "mil a-
gro");lI7 es una imagen de espíritu familiar, que no propone
una estampa con poderes sobrenaturales, más bien hay una
expresión afectiva y de consagración.
La fotografía se integra en un catálogo de fotos familiares
que cubre toda una pared (en la sala de las casas); Antoñica
aparece como un integrante más de la familia. La referencia
de un integrante acuático en relación con el tema revela la
acción de las familias: la imagen de Antoñica la tenemo.\'
para recordarla. Es una presencia permanente de la memo-
ria, que consciente o inconscientemente estimula la unión
alrededor de una historia común y la activación del "milagro
de las aguas" por medio de su niño con vida en sus br"zos.
115 Ver Anexo 6, foto 3.
116 La observación sobre el lugar que ocupa la foto de Antoíiica
Izquierdo y sus hijos es del Director del Museo Municipal de
Viñales, Ricardo Alvarez Pérez, quien sugirió esta arista en el
análisis.
117 Este hijo vive en La Conchita, provincia de Pinar del Río, y ya
no profesa la creencia del acuatismo.
86
Compartir una historia implica la posibilidad real de expre-
siones socioculturales e ideológicas comunes.
A partir del estado en que se encuentra la religiosidad acuá-
tica se ha producido una circularidad de sentidos; lo que an-
tes era significativo, deja de serlo y se redimensiona las
normas y los valores. La creación de sentido, de existencia
para el sistema acuático, produce nuevos símbolos y repre-
osentaciones que cambiarán las estructuras de la religiosidad.
La propia generación de sentidos nuevos introducirá elemen-
tos hacia el cambio. Los sistemas sociales sólo se reproducen
cambiando y en este movimiento se descubre la capacidad
ideológica de los sistemas sociales. Surge una constante pro-
ducción y ubicación de sentidos para poner límites a la acti-
vidad social; los imaginarios contienen el reflejo de estas
, expresiones, por lo que proyectan la perpetuación o su con-
trapartida.
En relación con la reinterpretación de las instituciones y el
cambio de mentalidades, se puede observar los comporta-
mientos ocurridos en la década de estudio. En este período
ocurre un cambio de proyección en la vida de algunas fami-
lias acuáticas; se desarrolla una mentalidad sincretizada en
lo referente a las prácticas del acuatismo. Asimismo, se da
o un desprendimiento del imaginario legitimado por los pro-
pios integrantes del grupo; hay una recontextualización o
actualización del imaginario, y esto se observa en una men-
talidad de la sierra y otra del llano.
Las familias que deciden un cambio se trasladan al llano
(Valle del Cuajaní; hay que aclarar que en el valle viven tam-
bién acuáticos con prácticas similares a los de la sierra). Las
transformaciones ocurridas en el interior del grupo tienen su
consecuencia, como otro elemento, en las condiciones difíci-
les de vida que se presentan en la sierra (como cultivar la
tierra) y la no tenencia de vegas o tierras cultivables por al-
gunas familias, sobre todo la descendencia de los mayores.
En el llano, el Estado da tierras en usufructo o da empleo en
sus planes de producción. .
Los cambios ocurridos inciden, con mayor o menor mten-
sidad, en todas las estructuras de la religiosidad acuática. En
87
relación con la creencia, vinculada a las estructuras profun-
das de su sistema, se mantiene la creencia en Dios (sí creo
en Dios, ¡Alabaoo!), en todos los santos de la religión cató-
lica, en los poderes del agua, y conservan la historia de
Antoñica Izquierdo; también celebran, como el resto de "Los
Acuáticos", la Semana Santa. Los agregados que presentan
comprenden la utilización tanto del agua como de la ciencia
médica; puede utilizarse cualquiera de las dos en la medida
en que solucione el problema de malestar o enfermedad. Nos
dice un informante: yo me sentía mal, sentía complejo y con
el agua sola no se me quitaba, y entonces fui al especialista.
Cualquier cosa es posible, cuando tú vienes a ver lo mismo
voy al especialista si me duele la cabeza o me siento mal,
tengo fiebre o lo que sea lo mismo voy y me doy un baño
(integrante acuático). Jl8
Las estructuras que sustentan a la creencia (expresiones
ante la salud, la educación y la política), surgieron esencial-
mente por cumplir un acto de rebeldía y resistencia a lo que
históricamente significaba hostilidad. Estas son las prime-
ras en cambiar. En su entorno social hay cambios de contex-
to y de significaciones que eliminan determinados conflictos.
Las actitudes van a cambiar con respecto a la integración en
el sistema social revolucionario cubano: cada uno tiene su
idea, y entonces allá arriba -como ustedes saben-los hay
que ni tienen ni carnet de identidad. Yo tengo mi carnet de
identidad, pertenezco al CDR a todas esas cosas que nor-
malmente todos pertenecemos (integrante acuático). La po-
sición en cuanto a tomar parte de la enseñanza en las escuelas
se reorienta, por dos razones: la primera está condicionada
por la geografía: la nueva residencia queda relativamente
cerca de la escuela primaria, y ésta es una de las condiciones
que afecta a los habitantes de la sierra. La otra razón es el
interés porque sus hijos aprendan algo más que los rudimen-
tos de la lectura y la escritura.
Se establece un proceso de actualización de la creencia,
que pudiera estimular a una dispersión, seguida de la des-
118 Ver Anexo 6, foto 11.
88
integración. Lo cierto es que esta nueva expresión toma parte
en dos idearios diferentes, no necesariamente excluyente~,
y está expuesta a influencias ideológicas co~ ~uevos y mas
complejos códigos, tanto políticos como rellgl~sos, por l~s
nuevas relaciones de evangelización que despliegan l.as di-
ferentes expresiones religiosas, que trat~n de a~~II~r su
influencia social y el mantenimiento de cierta legltlmldad,
pero, por el momento, no parece q.ue esto suceda. En la
actualidad se conserva una referenCia a su grupo ~e perte-
nencia ("Los Acuáticos"); ellos establecen relaciO~es de
ayuda, aunque no tan frecuentes como entre los habitantes
de la sierra. ,
También se relacionan por un imaginario comun, que los
hace representarse como diferentes al resto del entorno so-
cial y les crea una identidad; lo que se transparenta con pala-
bras como: el pueblo se lleva muy bien con todos nos?tros.
Donde quiera que llegamos, todo el mundo nos atle~de.
Además nosotros también atendemos a todo el que vIene.
Al prin~ipio, la gente pensaba que los de allá arriba éramos
como silvestres: tenían esa opinión de noso~ros. Pero b~e­
no, ellos comprendieron. Es posible que alga un poqu~:o
menos de estudio, pero me parece que las personas tamblen
entendemos (integrante acuático). .
Mediante las representaciones individuales Y colect.lv~s,
como las relaciones en el universo simbólico que los dlstm-
guen, se ha creado una prolongació~,de.la cu~tura de su gru-
po; esto ha permitido una interacciO~ Ide~ciOnal, donde el
grupo se torna más heterogéneo Y la Identidad. s~ .compone
I por la diversidad. Como se ha dicho, no hay preJ.U1clo con l~s
decisiones individuales, por lo que no ha OCUrrIdo una .escI-
sión del grupo como referencia i~eac~~nal Y ~e relaCiOnes
objetivas. Se produce una co~pleJI~aciOn del sistema de re-
ligiosidad acuático, que perslste.mlentras se encuentren las
estructuras fundadoras del acuatlsmo. , .
Las estructuras producidas por el grupo acu~tlco .has~a
ahora analizadas van a ser las formadoras de un Imagmano
colectivo, donde la religiosidad se inserta como elemento
básico de la producción ideacional.
89
 En relación con la perduración de la agrupación acuática
con las nuevas influencias de su entorno social y los cambios CAPÍTULO IV
producidos internamente, como se ha demostrado con ante-
rioridad, se ha recogido la imagen que tienen los informan-
tes claves en el pueblo de Viñales. Son apreciaciones que Estructuras profundas en el imaginario
cierran unas puertas y abren otras: Ahora, los hace intere-
santes porque, a diferencia de otras denominaciones reli-
de "Los Acuáticos"
giosas, son estables e incrementan miembros a sus religiones.
"Los Acuáticos" es una denominación que no tiene ninguna 4. La tierra: un factor de retorno
influencia para la población, que no se incrementan miem-
bros, sino todo lo contrario, se ha mantenido en una peque-
ña comunidad que se ha disgregado. Es un rasgo de identidad
para Viñales. Si me preguntaran la permanencia de ellos,
creo que están en estado de extinción, a medida que en esos
grupos los viejos vayan desapareciendo por la lógica de la
vida y la juventud vaya bajando y se vayan casando con
otros no acuáticos ... No sé si llamarlo religión o un mito
que va en extinción (informante clave). Entre los años 1959 y 1963 a "Los Acuáticos" se les entregó
; la tierra con la puesta en marcha de la primera y segunda
leyes de Reforma Agraria; éste es un período (1960-1970)
que se caracterizó por concentrar las fuerzas de trabajo en la
.' producción agrícola como medio de sustento económico en
· el interior de la agrupación. A partir de los años setenta co-
menzó una movilidad laboral hacia empleos estatales, que se
· fortaleció durante toda la etapa de los años ochenta. Éste es
· un período de estabilidad en la mayoría de las esferas de la
sociedad cubana, lo que propició que la mayoría de los hom-
1 bres integrantes de la agrupación acuática decidieran inte-

grarse a trabajos con el Estado (principalmente en planes de

· la Forestal de Viñales); éste era un medio más efectivo para
· el mantenimiento de sus economías domésticas.
Los integrantes que permanecieron entre diez y treinta años
con este tipo de relación mantuvieron una característica en
alguna medida no representativa de los comportamientos en
la agricultura cubana. Fundamentalmente, en la década de
los años ochenta se sucedieron fenómenos de descam-
pesinización de las tierras para el cultivo; había una movili-
dad hacia las ciudades, a labores de otras ramas de la

90 91
economía del país, se promovía la superación de los hijos de
los campesinos en la enseñanza técnica y superior, disminu-
yendo la posibilidad de reproducción de sus miembros. Estas
condiciones, entre otras, propiciaron que este sector dismi-
nuyera en gran medida su capacidad de retorno a sus tierras. 119
Sin embargo, los acuáticos mantuvieron una doble activi-
dad; ellos cumplían con los planes estatales en donde esta-
ban insertados y en horas extras retornaban a sus tierras para
un cultivo que complementaba el consumo familiar. A esto
se le suma la prolongación de una cultura agraria, el arraigo
a la tierra; se reproduce una concepción de vida, es decir,
ellos aprovechan una situación social favorable para el me-
joramiento de vida, pero no se descontextualizan de su sis-
tema. Influyen dos factores: la propiedad de la tierra y su
componente cultural, y el espacio-tiempo de representacio-
nes compartidas, de un referente identitario. La combina-
ción de estos elementos creó lazos para la permanencia en el
sector agrario. Es significativa esta declaración: Yo trabajé
treinta años con el Estado, pero mantenía mi tierra los fines
de semana. Me levantaba, iba y regresaba diariamente des-
de la sierra hasta el trabajo. Nunca pensé en quedarme en
el llano, porque aquí tengo mis tierras para trabajar y los
animalitos (integrante acuático).
En la década de los años noventa variarán las condiciones
de la agricultura; la caída del bloque socialista europeo dis-
minuyó la capacidad económica del país y comenzó un pe-
ríodo de crisis que afectaría a la mayoría de los sectores de la
sociedad. '20 La agricultura de todo el país sufrió de estas
119 Para profundizar en el tema, puede consultarse: Niurka Pérez
Rojas, Emel González Mastrapa y Míriam García Aguiar
(Compiladores) (1998): Campesinado y participación social,
Equipo de Estudios Rurales, Universidad de La Habana.
• 122 "Las CCS constituyen una forma simple de cooperación en la
120 "En 1993, el producto intemo bruto (PIB), había descendido
un 45,9 % con relación a 1980, mientras las importaciones
sufrían una caída abrupta dada la alta concentración geográfica
del comercio exterior con esos países (del bloque socialista).
En 1993, las exportaciones constituían el 30,8 % de las de
92
consecuencias; disminuyó la producción de alimentos (se en-
frentaron problemas como la carencia de piezas de repuesto,
combustible y déficit de fuerza de trabajo en las tareas agrí-
colas). Estos fenómenos aumentaron los precios de los ali-
mentos para la población y se desarrolló un mercado no
especializado e ilegal. '21
Con en este nuevo escenario se produjo una revalorización
de la tierra; en ella se concentró la oportunidad de resolu-
ción de los problemas alimentarios y la obtención de valor
monetario. Muchos familiares de propietarios de tierras re-
gresaron, otros, como obreros agrícolas, usufructuarios de
tierras, se incorporaron a la producción agraria. El caso de
los integrantes acuáticos se corresponde con la situación del
, país; ellos dejan de trabajar en los planes estatales y se con-
I centran en el cultivo intensivo de sus parcelas.
"Los Acuáticos" pertenecen a la Cooperativa de Crédito y
Servicios (CCS)122 "Antonio Maceo"; la prioridad de los cul-
tivos está en el tabaco, que es el elemento de principal ga-
nancia monetaria para las familias de la agrupación. El resto
es distribuido entre determinados alimentos, como la
malanga, acordados con la Empresa de Acopio, y productos
para el autoabastecimiento familiar (arroz, frijoles, yuca, plá-
tanos, principalmente).
1988, mientras que las importaciones eran sólo el 26,4 %."
Dagoberto Figueras Matos, Luisa Fajardo Matos y Grisel
Donestévez Sánchez: "Política agraria en Cuba. Economía
campesina y cultura del trabajo campesino", Ibidem, p. 50.
121 Ibídem, pp. 50-52.
que los agricultores mantienen la propiedad sobre la tierra y
otros medios de producción, cuyo fin fundamental es utilizar de
forma organizada los recursos financieros y la asistencia técnica
del Estado, así como fomentar la cooperación entre sus
miembros." María de los A. Arias Guevara y Radiel Hemández
Benítez: "Tendencias actuales de las CCS. Visión desde un
estudio de caso (CCS "Pedro Blanco" Holguín)". Ibídem.
93
 La tenencia de la tierra es un elemento clave en la integri-
dad de la agrupación; ocurrió que las familias que no po-
seían vegas, decidieron bajar de la sierra en busca de tierras
para cultivar y que les fueron entregadas en usufructo por el
Estado. De esta movilidad, en su generalidad inter-
generacional, se derivó una mentalidad sincretizada. Esto
indica que el factor tierra condiciona cambios de comporta-
miento y que la pérdida de contexto lleva consigo un debili-
tamiento de sentidos.
El redimensionamiento de la tierra como forma de exis-
tencia económica de la familia realiza acciones que benefi-
cian la cohesión de la agrupación. Una de ellas es la
reproducción que se realiza en su interior; el intercambio
cara a cara transmite una cultura agraria, que recorre desde
las formas y los instrumentos con que se siembra hasta la
heredad de la tierra. Estas acciones aseguran una siste-
maticidad y un mantenimiento de costumbres campesinas.
Poseer tierras para el cultivo en la zona acuática implica
un sentido de cooperación; al contar las familias con pocos
miembros, en múltiples oportunidades no dan abasto para la
siembra o recogida de los cultivos y en este sentido se esta-
blecen lazos que en algún momento toman valores económi-
cos y de solidaridad entre sus miembros. I23 Las asociaciones
se establecen entre sus miembros, por lo que las ganancias
son distribuidas entre ellos. El rendimiento de cada produc-
ción no pudo ser precisado; sin embargo, su nivel de vida no
sugiere un alto beneficio monetario. De igual modo, la pro-
ducción agraria es el fundamento de la economía de la agru-
pación, como principio de estabilidad y alteración para el
sistema acuático. 124
Esta forma de concentrar los vínculos alrededor de la tie-
rra, donde se establecen compromisos sobre la tarea colecti-
123 Para una mayor información, se puede consultar en el epígrafe
Relaciones en los niveles intraindividual e intragrupal de la
agrupación (3.2.), en esta obra, el fragmento dedicado al cultivo
del tabaco.
124 Ver Anexo 6, foto 4.
94
va, también es una plaza para socializar sus representacio-
nes y prácticas simbólicas.
Un imaginario colectivo forma parte de la cultura, la cual,
aunque representa una gran porción de las relaciones que se
establecen en la sociedad, no es la totalidad de la sociedad;
estas relaciones se producen mutuamente, lo que no signifi-
ca que sean complementarias, sino que pueden ser hasta con-
tradictorias. Las formas económicas, que son uno de esos
rasgos sociales, se convierten en una institución que puede
producir límites efectivos que traspasen el plano de lo sim-
bólico e impongan condiciones a la producción material (ali-
mentos, dinero) en la reproducción de sus integrantes
acuáticos. La tierra, históricamente, ha significado en la
mentalidad de la agrupación un medio de mantenimiento de
la vida, un refugio (de difícil acceso topográfico), donde su
labor ha permitido cierta clausura hacia su entorno, posibili-
tando la generación de autoconsumo, y así un sostenimiento
objetivo de su sistema de religiosidad (permanece con cierta
independencia de los sistemas macrosociales y de aquí sus
grados de resistencia).
La tierra queda grabada en el ideario acuático en esta
relación; aún cuando se realizaron trabajos diferentes del
cultivo de la tierra y fuera de la zona acuática, siempre se
establecía un referente a sus espacios-tiempos colectivos,
pues la tierra y la conservación de su imaginario tienen una
historia común de surgimiento. Es bueno recordar que, por
razón de sus creencias, fueron desalojados de las tierras de
la finca "El Rosario", y que luego lograron asentarse en
zona de sierra que les permitía un distanciamiento de las
situaciones de hostilidad con su entorno. Hay una produc-
ción representacional, donde se integran las experiencias
históricas con la permanencia de sus construcciones imagi-
narias.
"Los Acuáticos" siempre han considerado la tierra como
lo propio y un sitio de relación y cooperación, donde se desa-
rrolla una cultura aprendida por la tradición (agraria e ima-
ginaria) y el medio de subsistencia. Antoñica predicaba que
95
la tierra debía ser para los guajiros, porque ellos eran los
que la trabajaban;125 la vida de los integrantes de la agrupa-
ción tiene ingredientes de agua y tierra.
4.1. Relaciones entre la ciencia médica y el uso del agua
Uno se tira cubos nones de agua y del último se
toman tres buches en el nombre de Dios y la
Virgen ... El baño tiene que ser con agua fría. El
agua no se puede calentar. Ella nos advierte
claramente que para las curaciones no se puede
emplear agua destilada ni agua de mar. 126
El nombrar como "Los Acuáticos" a un grupo de hombres
y mujeres es la primera señal identitaria compartida por
los pobladores de Viñales. Se trata de un acto de significar
como lo más distintivo en las prácticas de la agrupación;
este ejercicio realiza una función performativa, donde el
símbolo del agua genera sentidos y significados del cómo
hacer (y ser) en las relaciones sociales. El uso del agua tie-
ne la virtualidad de la fundación y diferenciación; en este
elemento no se define la totalidad del acuatismo, sin em-
bargo, denota la relevancia que ocupa en las estructuras
internas de la actividad del grupo. Alrededor de la
simbología del agua se integra el resto de las estructuras
sociales, para producir las expresiones de lo que hoy se
conoce como el acuatismo.
La relación con el agua se configura a partir de propie-
dades sobrenaturales que le son conferidas; el agua es el
elemento mediático que asegura la fe que se tiene en la
figura sobrenatural (Dios) como solución de sus proble-
mas, desconocimientos y extrañamiento del mundo de la
vida.
125 Tania Tolezano y Ernesto Chávez Álvarez (1987): La leyenda de
Antoñica Izquierdo, Ed. Ciencias Sociales, La Habana, p. 48.
126 Ibídem, p. 47.
96
El elemento agua por sí solo no produce ningún efecto más
allá que el biológico; las propiedades milagrosas del ~~ua
estarán precedidas y reivindicadas por el sustrato de reltglO-
sidad que predomine individual y grupalmente. El agua como
expresión simbólica se utilizará por "Los Acuáticos" para
los males físicos (enfermedades), como instrumento de cura-
ción, de tal modo que esta representa la vida y la reproduc-
ción de su descendencia. De esta relación surge la importancia
· del agua como mediadora de una voluntad de curación, una
: estructura profunda en la mentalidad de la agrupación acuá-
tica, en lo que se convertirá en la más dogmatizada, legiti-
· mada y resistente de las expresiones del acuatismo.
: El mantenimiento del uso del agua como única forma de
· curación es lo que provoca conflictos intergrupales, es decir,
··Ios habitantes de la sierra que conservan estrictamente esta
: actividad provocan la intervención de las autoridades del
Estado (médicos y policías) para preservar la salud de los
integrantes acuáticos. La razón es que ha habido alg.unas
muertes, que según los informantes podían haberse eVItado
con una atención a tiempo de los médicos. Según "Los Acuá-
" cuando la muerte viene y le toca a uno, si estás meti-
dentro de todos los médicos del mundo, te toca, te mueres,
de la muerte no hay nadie que escape. Todo el que
tiene que morir (integrante acuático). Los muertos acuá-
no pueden ser tocados en el pueblo, ni pueden hacerles
autopsia; el único que puede tocarlos es el sepulturero. An-
. , eran enterrados en la tierra, en la actualidad se hace en
127
Esta lógica dispone una justificación a partir de un destino
to para cada individuo; con agua o medicina tienen
mismas posibilidades de vida, es un problema de creen-
Muchas veces se escucha que las personas cuando se
con medicina es porque tienen la creencia en que esta
les es efectiva, es decir, "Los Acuáticos" no valoran
diferencias en relación con el desarrollo de una ciencia.
laro está que este análisis queda lejos de sus referentes
Ver Anexo 6, foto 5.
97
simbólicos; la comparación se establece a partir de la creen-
cia hacia una u otra práctica.
Los integrantes de la agrupación no pueden quedarse
sin respuestas ante fenómenos a los que muchas veces no
les encuentran solución; si no, estarían desprotegidos y
perdidos ante los hechos de la naturaleza. Por tanto, re-
suelven el desconocimiento a partir de referencias simbó-
licas sobrenaturales, e interpretan los actos de los hombres
que los rodean como otro sistema de creencia sobre los
mismos hechos no controlables (la vida y la muerte, la
enfermedad y la salud), en este caso la ciencia médica. Se
hace evidente que prevalece una mentalidad que no tras-
pasa el pensamiento mágico-religioso, que mantiene una
rigidez de sus estructuras hacia el cambio. Este simbolismo
se crea por desconocimiento de un fenómeno y se integra
como forma de representación y control de su sistema so-
cial. En tanto, se construye un imaginario compuesto por
estas expresiones que entra en contradicción con el ima-
ginario del sistema macrosocial (proyecto revolucionario),
el cual propone atención preventiva y directa a partir de
la especialización de las ciencias médicas (un pensamien-
to científico-racional).
Con anterioridad, se hacía referencia a que el uso del agua
tenía un porcentaje de la efectividad en la cura de enferme-
dades, individual y grupalmente; esto quiere decir que el
mantenimiento de la práctica tenía que ver con la produc-
ción de sentidos para la existencia de los practicantes. Para
esto es conveniente analizar causas posibles de la longevi-
dad como característica general en los integrantes de la agru-
pación y como una evidencia para el mantenimiento de la
creencia.
Como nos diría un integrante acuático: nuestra creencia está
muy pegada a la naturaleza (integrante acuático); ellos están
integrados a su ecosistema. El ambiente es "magnífico", el
aire no está contaminado, las aguas son saludables. Son per-
sonas que, como generalidad, tienen como sus únicos hábitos
tóxicos el ron y el vino, pero en un consumo ínfimo para cau-
98
sar secuelas al organismo,128 y tampoco fuman. Las comidas
que realizan son en su mayoría sanas. Su dieta se basa en la
comida tradicional de los campos cubanos: carnes (de pollo,
cerdo y carnero), arroz, frijoles (negros, por excelencia) y yuca.
Estas condiciones elevan el estado de salud de las personas de
la sierra.
En este sentido, las enfermedades de tipo viral se curan solas:
no con agua, aunque la ingestión de agua es un disolvente por
excelencia y ellos toman más de lo normal (informante clave).
"Los Acuáticos" son capaces de soportar el malestar hasta que
las defensas del organismo los curan; pero si es una infección,
tienen que usar antibióticos porque si no tienen gran probabili-
, dad de morir: de la zona se han puesto dichosos entre comillas,
porque algunos se han muerto (informante clave). Todo esto
quiere decir que el ecosistema influye directamente en el man-
tenimiento de la salud, y por ende las curaciones con agua no
enfrentan complicaciones serias en el organismo, de modo que
. se perpetúan las curaciones con el agua, pues sigue habiendo
,efectividad a los ojos de "Los Acuáticos".129
El uso del agua también asiste a las mujeres parturientas;
'estas realizan su parto con abluciones de agua y rezos. 130 Este
es otro motivo de conflicto, pues para tratar a la embarazada
los médicos tienen que presentarse con la policía, para ha-
todos los chequeos necesarios y que el parto se realice
el hospital. Esta injerencia en el credo causa contrariedad
algunas familias, que demoran en restablecer las relacio-
con el médico de la familia en la zona.
,128 En la observación de terreno se pudo conocer que sólo uno de
sus miembros ingería bebidas a!cohólicas en una proporción
que excedía la normalidad. Las razones de este comportamiento
no pudieron ser confirmadas objetivamente, pero se trabajaba
con la hipótesis de ciertas contradicciones con su forma de
vida en la sierra (o con el sistema de religiosidad acuática).
Según información del médico de la familia del Valle del
Cuajaní, las enfermedades que predominan en la sierra son la
cardiopatía isquémica y el colesterol elevado, y en el llano la
que más incide es la insuficiencia cardíaca.
El rezo es: En nombre de Dios y María Santísima.
99
 En la propia relación con la ciencia médica no se permite
asistir al estomatólogo; según datos obtenidos, los integran-
tes de la agrupación se lavan los dientes, pero la presencia
de caries en la dentadura es multicausal, y por tanto pierden
la mayoría de los dientes, cuestión que afecta la estética del
rostro y puede causar problemas digestivos. Igualmente ocurre
con el oftalmólogo; se presentan los mayores problemas de
visión por la no utilización de la graduación necesaria para
la vista.
Las relaciones que se establecen entre los sistemas micro
y macrosocial son en gran medida conflictivas, por no ha-
ber un acercamiento sutil de las estructuras de salud estatal
para distensionar los vínculos de comunicación. Sin em-
bargo, cuando haya cambios de mentalidad del tipo de los
habitantes del llano (un imaginario sincretizado) o alterna-
tivas donde se flexibilicen estas prácticas de curación con
el agua, el imaginario acuático hará movimientos de cam-
bio en su complejidad como un mismo sistema o pasos a su
desintegración hacia otro sistema con otros grados de com-
plejidad.
Hacia el interior del grupo o la familia, la violación de la
creencia, con referencia al agua, puede causar trastornos en
cuanto a la fidelidad y los afectos. Se presenta una situación,
a modo de ilustración, ocurrida en el año 1999: No hace
mucho, hace alrededor de un mes, que yo estuve en una casa
de visita y llegó una acuática con un dolor de cabeza y yo le
pregunté por qué tenía el dolor de cabeza -porque no he
podido ir al médico para buscar las pastillas, las tabletas
que me mandaron no las he conseguido y que necesitaba
hacerme un electroencefalograma-o Pero tienes que írtelo
a hacer a Pinar del Río, pero bueno yo no sabía que era
acuática. Yo veía que la dueña de la casa le decía tenemos
que buscar la forma de ir. Cuando se va le pregunto por qué
tanto problema para hacerse el electroencefalograma, -¡No'
Eso tiene que ser a escondidas del esposo, el esposo no pue-
de saber que ella está en Pinar del Río, porque son acuáti-
cos (informante clave).
lOO
4.2. La enseñanza: una imagen de la memoria
Antoñica habló en contra de la enseñanza pero fue
mal interpretada. Ella se refería a la enseñanza de
aquella época. Y esto que digo se lo oí decir a ella
mismitica. Me lo dijo a mí en el apogeo de su
fama. Antoñica decía que el estudio era un
bandidaje porque el que estudiaba lo hacía para
luego explotar al que no sabía. Yo no sé de dónde
los creyentes sacaron que los niños no debían ir a
la escuela, eso es un invento de ellos. 131
I En la década de los años noventa, la actitud ha cambiado en
favor de la enseñanza, tanto en la mentalidad de los acuáti-
cos habitantes de la sierra como en la de los del llano. La
. ~videncia de posibles interpretaciones de los integrantes acuá-
tIcos responde a los hechos sucedidos históricamente: du-
:rante todo el período del proyecto revolucionario, la
-agrupación desestimó su integración en planes de enseñan-
, Ya se hablaba de que éste fue un posicionamiento de re-
- iste~cia ante sus consideraciones de perjuicios y hostilicl,ad
. vldual y social. El último contacto con los procesos de
CIl:se;::fmnlza se desvaneció alrededor del año 1988, cuando des-
ó la escuela ubicada en la zona acuática, por razón
desuso de sus actividades. >f,
Anteriormente a los años noventa, era probable que el ima-
de la agrupación compartiera una serie de interpre-
ones relacionadas con la prédica de Antoñica, que
su atención en conservar el equilibrio de su siste-
social, resguardar sus prácticas acuáticas de conflictos
y externos a su sistema; otro elemento se vincula
el aseguramiento en la reproducción de la economía fa-
liar (de existencia): no hay un interés de superación, sino
capacidad. de labor tanto en la tierra como en los planes
"",na.'"'' hacIa un mantenimiento de la economía doméstica.
31 Tania Tolezano y Ernesto Chávez Álvarez: Op. cit., p. 45.
101
 ~n últ~mo elemento puede tener su raíz en el plano de las
vivencias y los afectos, hechos ocurridos que hayan dejado
huellas en la memoria de la agrupación.
No se utilizó el plan más preciso. El hecho es que el
m~estro debe tener claras líneas éticas de su profesión. El
primer caso f~e ,un maestro que se casó con una acuática y
el que alfabetIZo, que embarazó a dos hermanas. Por tanto
ocurre una reacción hacia los maestros (informante cla-
ve). En estos años no se utilizó una estrategia donde la fi-
gura del maestro inspirara respeto, afectos y las costumbres
más representativas del campesino. Se envió a varios maes-
tros durante el período, pero no es todo el joven que se
adapte a vivir allí (informante clave), pero progresivamente
se dab~n las condiciones para que desapareciera la escuela.
Despues de 1988 no se promovió ningún plan relacionado
con la enseñanza, hasta 1999; la falta de sistematicidad se
agrega a los elementos que atentan contra la inserción en
la enseñanza. Las generaciones que se sucedieron durante
estos ~eríodos .q~edaron bajo la égida de los integrantes
c~n mas conocimiento de la agrupación, de modo que los
mveles de aprendizaje se dividen en grupos de analfabetos
y de un ni vel básico. l32
En el período que se analiza en este estudio nos encontra-
mos con que muchas familias tienen interés en que sus hijos
aprendan. El panorama es otro, la justificación por la que no
van ~.la escuel~ es rotunda: no vamos, porque lo dijo
Antom.ca. La realidad es que la gran mayoría no recuerda el
contemdo de .la prédi~a y ~e limita a una imagen legitimada.
Esta referencia a su hlstona de fundación permite activar las
r~lacione~ sim?ó1i~as y de representación que se establece al
n~vel dellmagmano, por lo que le puede dar cierta resisten-
Cia a la expresión. Sin embargo, en esta proyección va a des-
aparecer ~l significante, el discurso que justifica el
comportamiento, por lo que el significado tiende también a
desaparecer como práctica real. Las representaciones y los
132 C~m? ampliación, puede consultarse el epígrafe Rasgos
pnnClpales del grupo social "Los Acuáticos" (3.1.), en esta obra.
102
significados afectan las prácticas sociales, y en la misma
medida, las prácticas influyen en la reproducción o transfor-
mación de las estructuras. En este caso, las relaciones sim-
bólicas que se establecen con las estructuras de la enseñanza
van a absorber nuevos sentidos y deshacerse de otros.
Según la apreciación de uno de los informantes claves, no
han querido el maestro por la ignorancia, ellos son extraor-
dinarios, cultos-decentes-amables, pero la ignorancia es así,
quizás en estos momentos ellos acepten una escuelita.
En el curso escolar 1998-1999 se realizó una nueva estra-
tegia de acercamiento a los planes de educación; los motivos
que determinaron la reactivación se concentran, en primer
lugar, en el nivel de la población que se encuentra en edad
escolar. La no inclusión de "Los Acuáticos", a pesar de re-
presentar una reducida parte del universo poblacional, pro-
vocaba que el municipio Viñales terminara en una de las
últimas posiciones de integración de sus pobladores a la edu-
cación. l33 Hay un segundo elemento, que actúa como una
lógica invisible de capital importancia, y que es la creciente
introducción del turismo en el grupo acuático. La agrupa-
ción es visitada con elevada frecuencia por extranjeros, quie-
nes consideran la forma de vida del acuatismo como uno de
los atractivos de la región.
La imagen de personas que no participan en los planes de
enseñanza no concuerda con las políticas establecidas
estatalmente, y este es un elemento de suma conflictividad.
En ocasiones, los visitantes preguntan a los niños si éstos
van a la escuela; ellos responden que no, ellos saben leer y
escribir. ¿Y los maestros vienen a visitarlos? Casi nunca.
De modo que se ha ideado por parte del gobierno munici-
pal de Viñales designar un maestro ambulatorio; éste se
encarga de, al menos dos veces por semana, visitar casa por
casa y particularizadamente a cada niño, sistematiza y for-
talece el conocimiento básico que tienen éstos. Se decidió
hacer una asistencia directa evitando la permanencia del
133 A estas cifras se les agrega los integrantes acuáticos en edad
escolar de la zona de Ceja del Negro.
103
maestro en la zona; la estancia de los maestros había pro-
vocado algunas molestias entre los integrantes acuáticos,
por el hecho de que éstos tenían la responsabilidad de man-
tenerlos en las necesidades elementales (como la alimenta-
ción), lo que causaba una sobrecarga. A esto se suma lo que
ya ha sido señalado: que los padres no enviaban a sus hijos
a la escuela.
El maestro es seleccionado por sus características como
habitante de la zona campesina de Viñales, por lo que lógi-
camente su capacidad de adaptación al terreno es mayor, y se
le orientó que no impusiera condiciones (por la autoridades
de educación del municipio Viñales), sino que él mismo se
adaptara a los requerimientos y las costumbres de "Los Acuá-
ticos"; que fuera la persona que se adapte al grupo, porque
sea campesino, porque le guste el guateque campesino, por-
que trabaje con ellos en una jornada laboral, que esté inte-
grado a la comunidad. Son gente ("Los Acuáticos") muy
afectiva, ellos siempre quieren aprender, pero a su forma
(informante clave).
En el caso específico de la sierra en Viñales, las personas
no se niegan a que aprendan los hijos, pero aparecen algu-
nos elementos que impiden un desarrollo sostenido de la
enseñanza por el maestro. 134 Las personas que están en edad
escolar todas son niñas y esta condición de género activa los
miedos de la memoria en algunas familias. En las ocasiones
en que sólo estén en la casa la madre y la hija o solamente la
hija, pues los hombres permanecen fuera de la casa la mayor
parte del día, se tiene acordado que el maestro debe regresar
otro día a impartir las clases.
En otras oportunidades, se imponen los hábitos y las cos-
tumbres que no deben ser violados; esto se palpa en la prio-
ridad que se da a las responsabilidades y habilidades que
debe ir teniendo una niña con respecto a las labores domésti-
134 El asentamiento de acuáticos en la zona de Ceja del Negro
mantiene cierta resistencia a asimilar las ciases del maestro
ambulatorio: "Que para qué tener un maestro, si sus hijos no
van a trabajar en oficinas."
104
cas, como una forma de perpetuación y ~eproducción de los
roles dentro del grupo. En el mismo sentido, los procesos de
educación familiar se han solidificado como formas de la
personalidad; éstos se expresan en la conducta d~,alg~nas de
las niñas, quienes no pueden concentrar I~ atenclOn m tomar
responsabilidad por sistematizar el estudlO. A este compor-
tamiento se le suma la falta de seguimiento de sus padres,
para lograr motivar a los hijos. El interés por captar nuevos
conocimientos, según estas condiciones, ~isminuye, lo que
traerá un escaso aprendizaje y que las relaclOnes con la ense-
ñanza queden en el plano formal.. .
La mentalidad de los padres ha cambiado; ya no se megan
, a recibir clases, pero aún permanecen barreras de la ~~m~­
ria y expresiones de la cultura que conservan su eqUlhbno
, interior. Las relaciones con el entorno son procesadas. y adap-
tadas a su organización interior. Com? ya se ~~ dicho, se
mantiene cierto equilibrio dentro de la mf~rmaclOn co~~ar­
tida por el grupo, lo que puede evitar conflictos que d~?lhten
el sistema acuático. Sin embargo, el estado de protecclOn ~u.e
i se ha generado no se encuentra i~mune; los estados de dlsl-
, pación se producen con las relaclOnes que se esta?~ecen en-
tre grupos de iguales, esencialmente entre los mnos de la
sierra y los del llano. .
En la década de los años noventa, como y~ se ha ex~h~a-
do, ocurre una reinterpretación de las creencias y contmu.an
sincretizándose las mentalidades; las nuevas represent~clO­
nes van a incidir en la proyección de las personas. La ~nme­
ra evidencia del cambio se da en una niñ~ de ?oce, anos de
edad, que se ha incorporado a la escuela pnmana mas cerca-
na (en el Valle del Cuajaní) Y ~u~ en 1,999 cursaba el tercer
grado de escolaridad. Ella contmua curandose con agua, au~­
que participa de las nuevas prácticas adoptadas por su fami-
lia. Las hijas más grandes no fueron a la escuela, porque
bajaron de allá arriba grandes ya, y ento~ces no fueron. La
más chiquita, está iendo, aunque un poquIto atrasada, pero
esta iendo (integrante acuático). ,
La familia de esta niña aún se pregunta el por que no man-
dó a sus hijas a la escuela y pienso que sea parte del atraso
105
(integrante acuático), y siente algo de culpa. En esta menta-
lidad, los cambios de significados se producen en prácticas
efectivas, y se establece una doble influencia: de las estruc-
turas establecidas en el entorno hacia las representaciones
de sí mismo, y de éstas al interior de las prácticas de la agru-
pación acuática. La interacción se complejiza entre los di-
versos imaginarios de los sistemas sociales.
En este caso, la niña, quien ya entra en su período de ado-
lescencia, facilita el vínculo de idearios sociales diferentes
(y particularmente la experiencia con la enseñanza). Ella se
relaciona con mucha frecuencia con su grupo de iguales en
la sierra, al igual que con los adultos. Participa en fiestas de
cumpleaños y en otras actividades que incluyen ayudas en la
siembra o en la recogida de cultivos. En este caso, se reúne
un elemento socializador entre los sistemas macrosociales y
el microsocial, más la significación simbólica que represen-
ta una especie de transición o actualización de la creencia.
Este vínculo es ya una razón que predispone cambios posi-
bles en el futuro.
La enseñanza es una de las estructuras que componen el
sistema ideacional de "Los Acuáticos"; este va transforman-
do sus códigos y prácticas. Algunos de los entrevistados opi-
nan que con la integración de esta agrupación al sistema
educacional se puede intervenir en los procesos de reproduc-
ción de la cultura, en el interior del grupo acuático; sin em-
bargo, aún quedan sombras en la memoria que perpetúan su
cultura.
4.3. El Caballo de Troya
4.3.1. Liderazgo tradicional
, estructuran objetivamente en las relaciones intra e
Los sistemas sociales, mediante la imaginación simbólica, lo-
gran producir significaciones y representaciones que funcio-
nan como control social. Se institucionalizan prácticas que
toman formas de normas, valores, creencias, costumbres, his-
torias sagradas, que se estructurarán como expresiones de vida,
106
y que formarán parte de las acciones de clausura social, como
esa expresión ideológica que está en la base oculta de l.os
imaginarios. Los imaginarios sociales son centro de con~lc­
tos internos y externos, la interacción entre estos contIene
fuerzas ideológicas que procuran un cierre social, u.na h?-
mogeneidad de los sistemas sociales alrededor de un IdearIo
legitimado. . .,
La agrupación acuática presenta estructuras ?e sUJeclOn
grupal que no están propuestas para un control dlr~cto sobre
sus miembros: la inexistencia de un líder formalIzado, que
organice y dictamine el deber ser de sus integrantes; la no
presencia de un lugar, ritos, reuniones, ~ociali.zados por la
agrupación; la mesura en cuanto a sanclOn~s mtra~rupales
hacia aquellos integrantes que deciden cambIar de vIda. Es-
tas son razones que pueden propiciar un debilitamiento o la
extinción de la religiosidad y del sistema social acuático.
Sin embargo, la agrupación ha mostrado cierta es.ta~ilidad
de su sistema en la década de los años noventa; SI bIen no
integra miembros (en el sentido de externos al grupo, ?ues
intergeneracionalmente se reproduce esta forma de ~I.da),
tampoco los pierde. Lo que ha ocurrido es una mo~Ii~da.d
intergeneracional hacia una complejización de su relIgIOsI-
dad (una mentalidad sincretizada). Esta situación apunt~ a
la permanencia de las expresion~s acuáticas den~~o d~ su. S.IS-
tema social; abandonar el espacIO de la agrupaclOn sIgnIfIca
la pérdida de sus contextos, de sus sentidos y de su tempora-
lidad histórica, de modo que los mecanismos de control so-
cial, de equilibrio, están dispuestos de formas indirectas, con
usos ideológicos más sutiles.
Muchas veces es más importante la representación que tie-
nen de sí mismos como colectividad, que las prácticas que se
intergrupales. Los mecanismos de sujeción del grupo se
estructuran en función de crear identidad, de mantener la
cohesión grupal a partir de una diferenciación. co~ los sist~­
mas macrosociales; para esto se activa el imagmarIo colectI-
vo, que estará fundamentado en las representaciones yen los
107
universos de símbolos compartidos (la creencia en el agua,
las expresiones en cuanto a la educación, salud y política, así
como la historia sagrada de Antoñica Izquierdo).
Las acciones emprendidas para una estabilidad de la agru-
pación se concentran principalmente en una protección de
su sistema con referencia a un exterior; se ha creado una
mentalidad de la resistencia,135 que aun cuando no haya hos-
tilidad directa entre los sistemas micro y macrosociales, las
estructuras se adaptan para producir una acción performática
que haga de intermediaria en las relaciones y los comporta-
mientos. La activación ideológica de la agrupación actualiza
los procesos ideacionales (de representación, autopercepción)
de sus integrantes en un juego de contraposiciones de imagi-
narios sociales. Son importantes las prácticas que realiza la
agrupación para perpetuar su sistema, pero lo son más las
representaciones que se tenga de cómo hacer (y ser) una dis-
tinción.
Relacionado con las acciones sutiles que se establecen dentro
de la agrupación, y en referencia específica con los habitantes
de la sierra, se ha desarrollado una forma de sistematización
de las expresiones que conforman el sistema acuático a partir
de un líder informal. Este actor social va a estar precedido por
tres características básicas en relación con su surgimiento y
permanencia. La primera estará relacionada con la ancianidad
de la persona -Félix Rodríguez Paula (93 años, 1908)- de
más edad en la agrupación. Como se ha mencionado en
epígrafes anteriores, "Los Acuáticos" de la zona de Viñales
descienden de esta persona y de su hermano, ya fallecido.
Las relaciones que se establecen en este sentido son de tipo
afectivo y de respeto con la figura que representa la génesis y
135 Palabras de un integrante acuático que pueden ser ilustrativas:
"Cuando andaban haciendo la carretera del Cuajaní, le volaron
con dinamita la casa (la de un primo). Vino el Primer Secretario
del PCC y le preguntó cómo estaba; él dijo que en un gobierno
lo trataron de jugo y en éste de serpiente. En poco tiempo le
arreglaron la casa."
108
la historia de la familia; este caso se aproxima al concepto
que ofrece Max Weber de la dominación tradicional, en el
caso específico de la gerontocracia, "en la medida en que
existe una autoridad en la asociación, ésta se ejerce por los
más viejos ... en cuanto son los mejores conocedores de la
sagrada tradición".136 En el caso de la agrupación acuática,
no necesariamente las personas de más edad son las que re-
presentan la autoridad sobre los integrantes del grupo; es
válido recordar que dentro de la agrupación no hay un líder
legitimado, más bien la autoridad se establece a partir de la
, acción patrilineal (en el interior de la familia).
En el caso de Félix Rodríguez, también conocido por los inte-
. grantes de la agrupación como Papá, no ocurre un acto de auto-
, ridad hacia el grupo, sino que en su imagen se conserva,
representa y activa la idea de la familia como espacio de repro-
ducción, la constatación de una tradición compartida y una his-
toria fundadora, más la representación ideal de un deber ser
acuático; ocurre una imagen indirecta sobre la tarea colectiva.
El segundo elemento de creación de un líder informal tie-
. ne que ver con lo expuesto anteriormente. Papá es portador
de la memoria histórica del grupo, pues él fue uno de los
:seguidores (y más viejos) de la prédica de Antoíiica Izquier-
:do y un testigo vi vencial de las curaciones de ésta. 137
Muchas veces, cuando se trataba de interrogar a los inte-
grantes de la agrupación sobre Antoñica, la primera referen-
cia era hacia la persona de Félix Rodríguez. Él ha ocupado
36 Max Weber (1944): Economía y sociedad, t. 1, Fondo de
Cultura Económica, México, p. 184.
. 37 l!no de los hijos de Félix Rodríguez Paula se enferma, "y yo
pienso que por un error médico, por allá por La Habana un
galeno le dice que el muchacho ya no tiene pulmones. Que no
tiene solución, que no tiene cura y él trae al muchacho para su
casa. ¿Qué pasa?, aquí existía lo que era Antoñica Izquierdo,
radicaba en Los Cayos de San Felipe. Conoce un amigo íntimo
de Antoñica que lo lleva ante ella, le empieza a echar agua al
muchacho y le enseña cómo hacerlo y el muchacho resucita."
(Informante clave).
109
el lugar de relator y al mismo tiempo de conservador de la
historia que les dio origen; su actividad cotidiana consiste
en conversar con visitantes interesados en conocer la histo-
ria de "Los Acuáticos". Esta actividad se complementa con
sus expresiones de vida, recontextualizando una valoración
de los propios acuáticos, son (es) personas de mucha fe (in-
tegrante acuático). Papá integra las características básicas
que identifican a la agrupación, conservando con más rigi-
dez las estructuras originales de la religiosidad acuática (luego
se verá cómo ocurren cambios en el ámbito individual [Félix]
y colectivos en relación con sus creencias y la intervención
del turismo).
El tercer elemento, y de gran importancia para producir cierta
ascendencia y reconocimiento para la colectividad, es el caris-
ma que desarrolla como personalidad; históricamente, ha sido
un hombre que ha hecho el bien a las personas que lo rodean,
en él han encontrado relaciones emocionales, de aportación
personal y ayuda. La integración de estas tres características
proyecta un líder informal que emite información significante
de cómo producir cohesión y perpetuación; su accionar es un
símbolo que funciona como latencia de la subjetividad en cada
integrante de la agrupación. A este elemento se le suman las
prácticas cotidianas de cada familia que reproducen el siste-
ma sociocultural acuático.
Se complementa a estas situaciones la figura de Evangelina
Hernández Díaz, esposa de Félix,13s y en ella se concentra la
parte materna de la agrupación. Mamá, como la llaman to-
dos, viene asociada a la estructura simbólica familiar como
elemento progenitor y de conservación de la estabilidad fa-
miliar. Ella se instala como la "eminencia gris", actuando
desde la intimidad, encubierta en el interior de la familia.
En las expresiones sociales con las que se relaciona la agru-
pación, y en gran medida su núcleo familiar, está o no la
aprobación de Mamá; su autoridad es reconocida endóge-
namente por la agrupación acuática.
138 Ver Anexo 6, foto 7.
110
En las instituciones del Estado, entre los habitantes del
pueblo de Viñales, Félix Rodríguez está considerado como
patriarca, cacique, líder. Sin embargo, otros lo consideran,
no como un cacique sino una persona que por su determina-
do carisma es el centro de la atención. "Los Acuáticos" to-
man relevancia por la figura de Félix. Según sus propias
palabras, siempre me preguntan que si es él el jefe de todos
ellos, yo respondo que cada cual es una familia, pero que lo
quieren todos (integrante acuático). En la realidad ocurre
que por medio de su persona se socializan las relaciones en-
tre una producción imaginaria acuática y otra integrada al
proyecto revolucionario cubano. La presencia de un líder in-
formal en la agrupación cumple doble función: por una par-
te, conserva cierta continuidad en la preservación del sistema
social acuático, y por otra, es el mediador y censor de los
vínculos directos entre los sistemas que son externos a la
organización.
La imagen que tienen los actores sociales (del macfO-
sistema) de Félix Rodríguez es la de un líder, por tanto las
acciones, referencias y relaciones que se producen están di-
rigidas a su persona; se considera que en su figura se con-
centra la identidad del grupO.139 En esta medida, los planes
creados por el Estado para producir un acercamiento a la
agrupación (actividades de la salud, la educación, la política
y el turismo) son muchas veces personificados y de ahí la
relevancia como vehículo entre sistemas. Nos dice Papá: a
mí me conoce todo el mundo.
En relación con este tema, salió publicado en la revista
Prisma (1997)140 el artículo "La historia de una comunidad
que se curaba con el agua". Lo que interesa como lógica de
análisis no es el artículo en sí, sino el lugar que ocupa y las
interpretaciones de que fue objeto. El trabajo se basa funda-
mentalmente en fotos de Félix Rodríguez y la historia de
cómo "Los Acuáticos" se asentaron en la zona, pero a con-
139 Ver Anexo 3. Décima dedicada a Félix Rodríguez Paula.
140 Prisma, año 23, 1997, No. 279, La Habana, pp. 24-30.
111
 tinuación aparece un artículo donde se hace referencia a las
actividades del Presidente de la República de Cuba, Fidel
Castro ~uz, e~ la Sexta Cumbre Iberoamericana y prosigue
el trabajo mediante un resumen del encuentro del Presidente
cubano con el Papa, Juan Pablo II, en El Vaticano.
Esto permite que la persona que ostenta el rol de líder infor-
mal sitúe al nivel abstracto la imagen de sí mismo, revalorice
s.u estatus co~o ascendencia social. La interpretación que rea-
liza va a equipararse con estas dos figuras mediante una lógi-
ca (traten o no, el manejo de la información en el periodismo
conduce a la idea) de tratar de imponer los medios de comuni-
cación -no sé cuando Fidel va a venir a conocerme perso-
nal'!1:ente-, lo que en ellos aparece es la información que está
legitimada como relevante. Este actor social sitúa al nivel de
sus re~resentaciones los roles que simbólicamente representa
cada figura; esto afecta la autovaloración de Félix Rodríguez,
pero también la del público neófito. Se produce por contigüi-
dad de la información una relevancia, un ascenso de la jerar-
quía de Papá y de los acuáticos.
S~, tiene la necesidad de reconocimiento social que la agru-
paClOn no le procura, por lo que busca sus referentes en idea-
les externos al grupo que harán la función de retorno
(producción de significados intragrupales), reproduciendo es-
tructuras de liderazgo que van a ser comprendidas por los sis-
temas sociales externos al grupo, pues están relacionadas con
el universo de significados y sentidos compartidos por estos.
El patriarca habla de Fidel como hablamos cualquiera de
~osot~o~, como un revolucionario más de nuestro país. Es decir,
el esta Insertado en este proceso revolucionario, por eso hoy
tenemos un criterio positivo, favorable (informante clave
militante del Partido Comunista, municipio Viñales). '
De modo que ocurre un triple movimiento, un reconocimien-
to de significaciones por un imaginario dominante hacia ex-
presiones que se integran en él y las inevitables concesiones
del reconocimiento social que se debe tener con los ideales
que.l,e prop??e el ide~rio. Esta última acción acerca a la agru-
paclon acuatlca a pOSibles alteraciones de su sistema o no.
112
Otro elemento que se integra en esta idea, tiene que ver con
las explicaciones que se dan a partir de la apropiación simbó-
lica. Es de interés observar que, tanto los imaginarios que crean
los actores sociales de su entorno como los medios de comuni-
cación, promueven rumores, historias (construcciones socia-
les) a partir de un simbolismo antiguo (chamanes, caciques,
patriarcas), que producen cierta mitología sobre una persona
que en un mismo cuerpo contenga la parte mística y la autori-
dad. En este caso, Papá se apropia de las representaciones de
ese exterior y comienza a hacer una actuación donde por fin
ocupa el lugar que cree oportuno para los otros, reacomodando
sus sentidos y siendo lo que no es.
En esta figura se reúnen el cierre y las fisuras de su siste-
ma social. Da la posibilidad de brechas por donde los flujos
de información se introducen y afectan directamente la men-
talidad, allí donde los juegos ideológicos crean nuevos
sujetamientos. Éste es la función fundamental que realiza el
líder informal; se abre a las informaciones de su entorno para
luego intentar organizarlo, correspondiendo o readaptando
los sentidos de forma indirecta a la agrupación.
Luego queda por ver la capacidad de creación en conflic-
tos que promueven el intercambio de información con su
entorno. Los sistemas para perpetuarse deben cambiar, ele-
vando su complejidad (ya hay muestras de cambios hacia
una mentalidad sincretizada); pero ocurre una paradoja: el
sistema macrosociallos influye y al mismo tiempo la agru-
pación se sitúa creativamente ante él. La prolongación de
una cultura común acuática facilita (por medio de un imagi-
nario colectivo) una apropiación y una selectividad de la in-
formación de su entorno.
4.3.2. Impacto de los medios de comunicación
La política que han desarrollado las instituciones que repre-
sentan al proyecto social que define el Estado cubano se ex-
presa de este modo: no queremos que en ningún momento
desaparezcan, que se mantengan como algo que identifica a
113
Viña les, pero sí queremos que se inserten en el desarrollo
social del municipio. Durante años, se han mantenido las
tensiones para lograr una incorporación de "Los Acuáti-
cos" al proyecto revolucionario, mediante un contraste de
imaginarios sociales, donde el macrodiscurso utiliza estruc-
turas que legitiman su dominación, como discursos
ideologizantes (las organizaciones de masas, la enseñanza,
las ciencias médicas).
La creencia en el agua es la estructura profunda, pero hay
que aclarar que sólo el acto de la curación con agua como un
agregado entre varios recursos (la ciencia médica) no consti-
tuye identidad para la agrupación acuática; que se haya des-
prendido una mentalidad sincretizada al modo que sugieren
las instituciones estatales y aún conserven cierta identidad
acuática, es porque hay un referente de pertenencia con un
grupo que conserva las costumbres tradicionales como prác-
ticas efectivas. Si desaparece este referente identitario, el
microsistema social acuático tenderá a desintegrarse.
Con el objetivo de incorporar a la agrupación al sistema
revolucionario, se han realizado diversos planes de acerca-
miento. Ya se ha tratado sobre las áreas de la salud y la ense-
ñanza, y también se ha concretado ayudas relacionadas con
recursos para mejorar las condiciones de vida (materiales de
construcción, entre otros), a lo que se suma las relaciones
que se establece entre las instituciones estatales y las labor~s
alrededor de la tierra; pero lo más significativo es la decI-
sión del Poder Popular 141 del municipio en la asignación de
una planta fotoeléctrica a la casa de Félix Rodríguez (al fi-
nalizar el año 1999), junto con la entrega de un televisor,142
una grabadora y una guitarra.
Qué se ha querido con ello, tratar de que se mantengan
actualizados. A ellos se les ha facilitado equipos electró-
nicos como radios (pilas) para que puedan argumentarse
141 Pertenece al Plan Turquino, del Consejo Popular "República
de Chile". El objetivo es distribuirlo por zonas de serranía. Ya
se cuenta con este servicio en la zona de El Yaya!.
142 Ver Anexo 6, foto 6.
114
y puedan tener conocimiento del sistema revoluc~onario
nuestro y que no sea que alguien se los cuente, SinO que
ellos puedan observarlo y escucharlo. Se les dieron todas
estas facilidades, este sistema es muy desarrollado, pue-
de haber tres días sin sol que ellos tienen electricidad
(informante clave).
Se ha situado el instrumento que proporcionará emisio-
nes sistemáticas de los significados, símbolos de un imagi-
nario revolucionario que, sin necesidad de interactuar con
la agrupación directamente, es un elemento de compañía
permanente para los integrantes del grupo. La intención es
promover un centro donde se disperse la información al
resto del grupo.
Durante el tiempo en el que se realizó la investigación de
terreno se observó la presencia de algunos de sus integran-
tes sobre todo en los fines de semana, para ver programas
ca~pesinos. En el cotidiano de la familia, como generali-
dad, los programas observados son dibujos animados por parte
de la niña de la casa y la novela que se transmite por las
noches; estos son vistos por los integrantes de la familia úni-
camente. Los programas que son observados por estas perso-
nas luego son contados a otros integrantes acuáticos que se
interesan, como modo de socializar la información. La tele-
visión hizo producir nuevos comentarios dentro de la fami-
lia que no habían sido escuchados en las visitas anteriores ~
la agrupación; se daban ideas del tipo hay que ver la teleVI-
sión para darse cuenta de lo malo que es Estados Unidos
(integrante acuático).
Este medio de comunicación da las primeras señales de un
cambio en la mentalidad; se comienza a crear criterios de
corte político y necesidades de consumo de información
televisiva. No se puede adelantar criterios de lo que va a
suceder hacia el interior de la agrupación, pues las interac-
ciones son muy recientes; sin embargo, se puede prever de-
terminadas relaciones.
Los sistemas sociales seleccionan de la realidad las repre-
sentaciones y los sentidos que logran una significación para
115
su organización, de modo tal que pueden llegar a comprender
la complejidad de la realidad y ampliar los niveles de selec-
ción ante los estímulos externos; esta acción puede promover
el surgimiento de nuevas necesidades para la supervivencia
del sistema (se complejiza). Se genera competencias y proce-
sos de creación entre un sistema y su entorno. La televisión
tiende a la homogeneización de los diversos idearios, produ-
ciendo evidencias sobre la realidad social, pero no encuentra
receptores despojados de cultura; estos se expresan de forma
autónoma, por lo que puede (re)crear e interpretar ajustando a
su organización y producción de sentidos.
Sin embargo, esta relación no evita que se introduzca ele-
mentos efectivos de la cultura hegemónica en el sistema acuá-
tico; puede ocurrir que la complejidad de la realidad (del
ideario revolucionario) exceda las posibilidades de selección
del sistema, y el universo simbólico procure más compleji-
dad que el "capital simbólico" con que cuenta la agrupación.
En consecuencia, los niveles de elección dejan espacio para
la inestabilidad del sistema. La capacidad de influencia que
tengan las emisiones televisivas en relación con el sistema
acuático tendrá mucho que ver con el desarrollo de su cultu-
ra, historia y relaciones sociales.
Las instituciones del Estado han hallado un instrumento
que establezca con relaciones sutiles un acercamiento (inte-
gración a su sistema) con mayor rapidez. En palabras de un
miembro de la agrupación: lo bonito le gusta a todo el mUIl-
do (integrante acuático).
Las formas de control social, de preservación de los siste-
mas, y las tensiones por los conflictos culturales, se expresan
como encuentros entre sus propias estrategias de legitima-
ción. "Los Acuáticos" se organizan por medio de la distin-
ción en relación con el sistema macrosocial, activan su ideario
colectivo. Estos sistemas permanecen en constantes relacio-
nes y competencias de selectividad y creación, lo que eleva
el nivel de complejización en el intercambio. En este senti-
do, la televisión, con sus atractivos, tal vez contenga el
116
simbolismo efectivo del Caballo de Troya para las murallas
culturales acuáticas.
4.4. "Los Acuáticos": una cultura atractiva
Esto es lo más grande del mundo.
(informante acuático)
A partir de los años 1992 y 1993 "Los Acuáticos" comien-
zan a ser visitados por turistas, cuando la actividad coincide
con la reestructuración de la economía del país. El desarro-
llo del turismo en la década de los años noventa se proyecta
como la fuente que debería activar y dinamizar la economía
de la Isla, por tanto, sus elementos (individuos), relaciones
entre elementos (estructuras), y relaciones entre relaciones
(sistemas) van a incidir en los diversos niveles de la socie-
dad, donde la agrupación acuática no es la excepción.
La agrupación (que permanece en la sierra) con anteriori-
dad a estos años era visitada mayormente por integrantes de
instituciones estatales, con el objetivo de realizar un acerca-
miento para lograr una incorporación al sistema revolucio-
nario; también interesaba a habitantes de su entorno con la
curiosidad de conocer lo que representaba una diferencia de
vida. Con la aparición del nuevo fenómeno, la imagen que
se adopta por las instituciones del Gobierno en relación con
el grupo acuático es ambigua, pues por un lado los quieren
insertar en el proceso revolucionario, acción que como ya se
ha dicho puede traer su extinción, pero no necesariamente,
y, por otro los consideran como parte de la identidad del
pueblo de Viñales. "Los Acuáticos" cuentan con característi-
cas no habituales en los sistemas sociales del país, logrando
un atractivo sociocultural que los pone al nivel de los sitios
de interés con que cuenta la zona.
Al inicio de la década citada predominó la última razón;
en la efervescencia por desarrollar el turismo la agrupación
representaba una opción más para atraer a los visitantes ex-
tranjeros. De modo que en los programas de viaje se ofrecía
117
una excursión a "Los Acuáticos"; ésta fue una decisión to-
en su espacio grupal se concentrará las relaciones con los
mada unilateralmente, pues los encargados de organizar los
nuevos visitantes. Alrededor de este fenómeno se crea de
recorridos de los turistas no consultaron los intereses de la
manera espontánea una distribución de roles: Félix se sien-
agrupación. Así comenzaron las visitas de los grupos de ex-
ta en las áreas exteriores a la casa, desde donde se puede
tr~njeros; el recorrido incluía un guía que tuviera conoci-
contemplar todo el Valle del Cuajaní. Aquí recibe a los
mIentos sobre la agrupación y el cobro de quince dólares por
viajeros durante la mañana y la tarde (la pose que adopta es
persona (con ningún porcentaje para la agrupación), y así
para s.er observado, en función del "capital simbólico" y el
han continuado.
matenal); su nuera (esposa de uno de los hijos que cohabi-
A pesar de no contar con previa autorización de los in-
ta? la casa) ~e .ocupa de ofrecerles a los visitantes algún
tegrantes acuáticos, no hubo resistencia a la aparición de
altmento tradIcIOnal, como puede ser yuca, frutas, limona-
nuevos actores. La propaganda se concentraba en un líder
das, entre otros; luego, la esposa de Félix, conocida entre la
acuático (en el hotel Los Jazmines se encontraba un cartel
agrupación como Mamá, se mantiene visible dentro de la
con una foto de Félix Rodríguez, que anunciaba la excur-
casa; la nieta (de diez años) permanece jugando o realizan-
sión); Félix por esta vía amplía sus horizontes de recono-
do alguna actividad entre los turistas o cercana a ellos, mien-
cim!ento ~ocial, y en el propio intercambio con el turista y
tras que el hijo de Félix, quien convive con él, entre semana,
el slmboltsmo que de él se genera, valida indirectamente
se encuentra trabajando la tierra fuera del lugar y los fines
las relaciones grupales con el nuevo fenómeno. En el acto
de semana permanece observando las visitas algo retirado
de reconocer características diferentes por las institucio-
de los turistas. Sus interacciones se hacen con el guía del
nes estatales, se sitúa a "Los Acuáticos" en la posición de
grupo o como ayuda para buscar alimentos.
conservar su sistema: existen en tanto su distinción. En
Este comportamiento está objetivado por una significación
este aspecto se ve la contradicción actual del macrodis-
real de valores, tanto materiales (manufacturas y dinero),
curso, entre las definiciones de tipo económico y las de
como de expresión de cambio conductual. El desarrollo del
tipo ideológico.
turismo lleva consigo la posibilidad de obtener dólares, que
La acción del turismo contiene fuerzas que promueven la
es un medio de acceso a productos que escasean en el merca-
cohesión y el cambio del sistema acuático, así como la
do nacional; también las relaciones con los visitantes mues-
comercialización y/o folklorización de sus creencias. Por un
tran nuevas posibilidades de consumo, y en esta medida
lado, se,h~ce conci~ncia en el ámbito colectivo de que sus
surgen necesidades que incidirán en el comportamiento de
caractensttcas esencIales les garantizan reconocimiento en la
la agrupación.
estructura social, por lo que hay un fortalecimiento ideacional
El turismo, por sí solo, contiene un efecto de transforma-
de sus estructuras y pertenencia; por otro, ser conscientes del
ción en los diversos sistemas (ecológicos, psicosociales, en-
valo~ que toman sus expresiones sociales puede contener ac-
tre otros), por confluir una diversidad de culturas que hace
tuacIones que busquen una utilidad, un intercambio de bienes
que en su interacción con una cultura nativa se establezcan
cultu~~les (u~ imagi~ario acuático) por bienes materiales (que
influencias mutuas. Sin embargo, hay una tendencia a que
tamblen conttenen slmbolos de diversas culturas).
prevalezcan las manifestaciones culturales y económicas
El turismo viene a confirmar las nociones que se tiene
foráneas cuando haya un período de crisis en la sociedad.
del acuatismo como conjunto social por parte del
Este es el caso de la sociedad cubana, que en la década de los
macrosistema, Papá fungirá como la identidad del grupo;
años noventa comienza una etapa denominada "Período Espe-

118 119
cial", donde las afectaciones recorren todos los niveles de la
sociedad.
"Los Acuáticos" comienzan a tener idea de la utilidad
de su forma de vida a partir de la obtención de dólares y
los objetos que les dejaban los turistas luego de realizar la
visita; pero este intercambio no se realiza bajo el estímulo
directo de los integrantes de la agrupación, sino que los
propios guías, luego de contar la interpretación de las ca-
racterísticas e historia acuática, creando toda una leyenda
alrededor de la existencia del grupo, les sugieren a los
visitantes que pueden dejar a su consideración dinero o,
en su defecto, objetos industriales. Los acuáticos que vi-
vían muy en paz, el turismo los contaminó. Ellos ya esta-
ban unidos, los guías falsearon la información (informante
clave).
Poco a poco, el sistema grupal fue transformando su com-
portamiento, dirigido a un beneficio, .a .una ~osi.fi~ación de
las relaciones. Se creaba una complicIdad InvIsIble entre
los guías y los participantes del acuatismo; palabras d.e .un
guía a un turista: si no toman agua no han hecho I~ vIsita.
"Los Acuáticos" siempre han dicho que la creencIa en el
poder curativo del agua está en cada uno y no .en el agua
por sí sola; sin embargo, cuando las per~o~as Interes~das
piden el uso del agua como efecto terapeutlco o curatIvo,
Félix u otro miembro de la familia les indican dónde en-
contrarla, y les recomiendan que se echen un poco en la
cara y que la tomen. Se establece un juego de una forma de
saber, un ejercicio donde se relacionan intereses individua-
les y grupales.
El uso de las tradiciones acuáticas es readaptado; perma-
nece el fundamento de su sistema religioso, pero ahora to-
, destina al uso familiar y el resto es socializado con la agrupa-
mará nuevos sentidos en la adaptación de su entorno como
, ción. Todas las familias no son visitadas, tan sólo las que que-
forma de existencia de su sistema. Se establece una ritualidad
que obedece a un referente externo; las construcciones sim-
bólicas estarán guiadas por la imaginación de un público,
que en la mutua comunicación establece un campo de nego-
ciación entre imaginarios. Sólo la acción de representarse a
143 Ver Anexo 5, portada del artículo.
120
sí mismos los transforma, pero si se adopta la posición de
complacer la imagen del otro, entonces el ritual se convierte
en una expresión de canje, se mercantiliza. Se pudo escu-
char en la última visita a la agrupación: como dice el dicho,
por dinero baila hasta el mono.
La revista Prisma (1997), servicio que se dedica a promover
el turismo en Cuba (citada con anterioridad), contiene un ar-
tículo dedicado a "Los Acuáticos". En su primera hoja presen-
ta una foto ampliada de Félix, cuya figura da la imagen de un
chamán o patriarca que deja caer agua de sus manos; la foto
trae el simbolismo de un rito, donde el líder ejerce el acto de
curación. La foto puede estar o no manipulada, pero resulta
evidente la prestancia para adoptar una pose alimentada por
una imaginación externa a la agrupación, pues en la realidad
el ritual de la cura con aguas es individual y por medio de
baños. La propia foto también sugiere que el agua tiene pro-
piedades especiales. Este es un ejemplo gráfico de cómo se
transforma el comportamiento. 143
El turismo ha contaminado la vida de "Los Acuáticos".
Empiezan a ser menos dadivosos con las personas que no
representan ganancias para ellos. Han creado nuevas ne-
cesidades que los convierten en consumistas. El turismo está
perjudicando; si van a llevar una donación vamos a llevar
un televisor como llevó el Estado. Hay turistas que han ido
con malas intenciones dándoles lo que el Estado no ha po-
dido darle yeso contamina, diría esa cosa sana del indivi-
duo de montaña (informante clave).
La introducción del turismo en la vida cotidiana tiende a
cambiar los valores de la agrupación; el grueso de lo adquiri-
do por vía de los turistas se concentra en casa de Félix, se
dan próximas al camino que conduce a casa de Papá. A los
integrantes de la agrupación se les distribuye racionalmente
los objetos obtenidos; incluso familiares que han dejado la
121
creencia se benefician con este tipo de regalos. El beneficio es
colectivo, por lo que las prácticas del cómo lograr la relación
con el visitante no son cuestionadas por nadie; esta situación
reorienta el comportamiento de "Los Acuáticos".
El cambio de valores se expresa principalmente en la ca-
pacidad de adaptación al medio, es decir, se reorganiza las
funciones de sus estructuras; conservar la diferencia no sólo
estabiliza su sistema, sino que le asegura un beneficio eco-
nómico y la adquisición de productos de no fácil acceso. Esta
vía no resulta la más importante en el mantenimiento econó-
mico de la agrupación (sus familias), pero suple algunos gas-
tos como ropa y productos básicos en moneda convertible
(dólares).
Este comportamiento ha ido creando una mentalidad
consumista en muchos de sus integrantes; en ocasiones, se
habla de cómo algunas personas no dejan dinero, pero dejan
cosas, que es lo mismo que dinero, y los que no dejan nada
son evaluados como tacaños (así los consideran también los
guías de turismo).
En una oportunidad sucedió que a uno de los integrantes
de la agrupación, un turista le había prometido traerle unas
postales, pero que se estaba demorando para la fecha -yo
le dije que era posible que pudiera conseguir alguna-, me
contestó que eran en dólares -y yo le respondí que las com-
praría en pesos cubanos-, y me respondió que las quería
con árbol de Navidad y música incorporada (integrante acuá-
tico). Esta situación compromete la autenticidad del sistema
tradicional acuático.
De este comportamiento también se deriva el trato dife-
renciado que se establece entre turistas extranjeros y cuba-
nos; en el fondo del Valle del Cuajaní se encuentra el
campismo Dos Hermanas desde donde parten excursiones
de cubanos a la sierra de "Los Acuáticos". El trato es siem-
pre educado y estos otros visitantes son bienvenidos, pero no
tienen las concesiones de ofrecerles alimentos, lo que hace
pensar que éstos son parte de la negociación.
Estos comportamientos se han mantenido durante toda la
década. En 1999 se prohibió por el Poder Popular, la visita a
122
la zona de "Los Acuáticos" de personal no autorizado. Hay
que decir que el pueblo de Viñales cuenta con una cantidad
importante de casas particulares de alquiler, y éstas, entre
los servicios que ofrecen, comprende la excursión a la sierra
de "Los Acuáticos"; el dinero que se cobra por este recorrido
va a parar a manos de guías particulares. Esta función se ha
intentado centralizar (tener control sobre las ganancias y sobre
las personas que visitan la agrupación), pero aún persisten
estos actores.
La licencia de los senderos turísticos o ecológicos es res-
ponsabilidad del CITMA.1 44 De siete senderos con que
cuenta la zona, el de "Los Acuáticos" es el único que falta
por aprobar. Con esto la política ha sido de no puede su-
bir ningún turista por su propia cuenta, tiene que ser por
grupos de guías que están preparados bajo los principios
revolucionarios, con el objetivo de que se hagan por un
sendero autorizado. No por "Los Acuáticos", no tiene
nada que ver que los turistas vayan donde están "Los
Acuáticos"; el problema es la estrategia del municipio;
nosotros somos una zona montañosa, que tiene interés
para el país incluso desde el punto de vista militar y no-
sotros no podemos tener turistas regados libremente por
el municipio. Están autorizados los senderos con guías,
no el hecho de "Los Acuáticos ", porque los turistas pue-
den relacionarse. Además por la protección del entorno,
Viñales se declaró Paisaje Cultural de la Humanidad.
Cuidar el entorno. Esta es la política que se ha utilizado
(informante clave).
Esta nueva medida pudiera demorar los cambios siste-
máticos que ocasiona el turismo en los comportamientos de
la agrupación, formas de expresión que pudieran afectar
las estructuras de su organización. Pero, ¿qué ocurre en la
realidad? Al hotel Los Jazmines se le prohíbe la promoción
y realización de excursiones a "Los Acuáticos", y se ha re-
tirado el cartel donde aparecía Félix Rodríguez. Sin em-
144 Siglas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
123
bargo, los representantes de viajes del hotel no han dejado
de ofrecer como opción de interés la visita a la agrupación
acuática. A ellos el gobierno de Viñales se los prohibió:
pero no han explicado por qué (informante clave). En tan-
to, la Cadena Rumbos, que es la entidad a la que pertenece
el hotel Los Jazmines, por su lado, los autoriza.
Entonces, la visita a la sierra de "Los Acuáticos" es
promocionada con formas más sutiles; se anuncia como
un viaje a las montañas, donde se da un recorrido por los
diferentes cultivos y la diversidad de la vegetación, para
concluir en el sitio de la agrupación. Lo mismo ocurre
con los guías particulares que permanecen en escena. Al-
rededor de la cultura acuática se ha creado mecanismos
de obtención fácil de divisas, en redes de beneficio tanto
estatal como particular, por lo que eliminar el uso de la
agrupación como fuente de ingresos es una posibilidad
remota.
La relación con el turismo activa las características de la
agrupación en el nivel ideacional; hay un reconocimiento
de expresiones colectivas, pero, al mismo tiempo, se con-
trae determinadas relaciones que pueden estimular las re-
presentaciones de modo utilitario, en tanto se corre el riesgo
de que la representación del grupo como colectividad que-
de en el ámbito de lo formal y los lazos identitarios se debi-
liten. El acto de rutinización de este comportamiento
contiene procesos de legitimación de una serie de prácticas
que repercutirán en la estandarización de nuevas formas de
representación; se creará diversos valores que regirán sus
expresiones y los signos de mercantilización de su creencia
se harán más evidentes.
Esto es una cosa que a todo el mundo le admira, porque
si todavía fuera una religión de algo conocido. Esto es una
cosa que a todo el que le hablan que no sabe de esto qui-
siera conocerlo. Y entonces los veo que ellos suben aquí,
pero después de todo ellos suben con una forma muy agra-
dable (integrante acuático).
124
4.5. Debate desde el silencio. Reconstrucción
de la historia de Antoñica Izquierdo
En el año 1987, Tania Tolezano y Ernesto Chávez publica-
ron un libro denominado La leyenda de Antoñica Izquier-
do. 145 Este libro se articula como una narración de múltiples
voces, sobre la técnica de investigación de la entrevista abier-
ta. Los autores "armaron" el texto intercalando las opinio-
nes de una diversidad de entrevistas, noticias de periódicos,
décimas alusivas a los hechos, fotos tomadas del filme Los
Días del Agua (1971),146 logrando la construcción de una
historia de vida sobre Antoñica Izquierdo.
Desde esta perspectiva, la estructura narrativa del libro es
muy abierta, pues presenta distintos y divergentes puntos de
vista en torno a la protagonista de los "milagros". Censurar
y dar a conocer. Dejar hablar a los testimoniantes, pero esta-
blecer un punto de inicio en la confección de la narración,
que parte de consideraciones sociales e ideológicas. En la
Introducción, puede leerse:
En fin, ésta es una historia corriente que, al adquirir pro-
porciones extremas, condujeron a una campesina humilde y
semianalfabeta, llevada a una locura mesiánica, a crear una
leyenda que hoy, a más de cincuenta años, se convierte en
una ridícula y absurda bufonada en lo que fue una amarga
realidad, ya erradicada a costa de mucha sangre y sacrifi-
ciOS. 147
Este es un texto que se propone desmitificar la imagen de
Antoñica Izquierdo, tratándola como un objeto de la
discursividad del centro a la periferia; se toma distancia en-
145 Los autores también han publicado sobre el tema "Estudio de un
caso de movimiento mesiánico en Cuba", Revista del Caribe, V,
1';10.13, 1989, Santiago de Cuba, pp. 29-37, Y Ernesto Chávez
Alvarez: "María Alonso Amarán, de la fe al martirio", revista
Signos, julio-diciembre, No. 43, 1996, Santa Clara, pp. 146-160.
146 Filme Los Días del Agua, del Director Manuel Octavio Gómez,
producido por el lCAlC, en el año 1971.
147 Tania Tolezano y Ernesto Chávez Álvarez: Op. cit., p. 10.
125
tre un discurso que evalúa 10 que pasa y donde se sitúa en la
estructura social. Así, se reconstruye una historia que res-
cata los acontecimientos de carácter religioso ocurridos en
1936, acotando un proceso social que acciona en las már-
genes o en los grupos sociales marginados, por no corres-
ponder con los parámetros que considera la sociedad como
legitimados. De aquí, la capacidad de expresión del discur-
so utilizado por los autores, con el fin de construir una rea-
lidad desde una perspectiva con tendencia objetiva (una
mentalidad de carácter científico), que expone al texto a
posibles manipulaciones que inducen a estos propósitos, y
que pueden tener un carácter consciente o inconsciente (de
la subjetividad) de los autores.
Entre esta historia y la agrupación acuática de la actualidad
(la década de los años noventa), median factores de
preconceptos, que funcionarán como introductores a la situa-
ción real actual de la agrupación, su discurso social y sus creen-
cias transcendentes. Los sujetos de la agrupación están en
constante construcción de sus mentalidades, tanto individua-
les como colectivas, en donde se establece un debate entre dis-
cursos: uno que permanece en la autoexc1usión, por no haberse
integrado a las nuevas condiciones sociales, y otro, que produ-
ce significaciones que instituyen una visión del mismo fenó-
meno, pero con divergencias de mentalidad. En este sentido
ocurre una competencia simbólica, de patrimonio histórico y
cultural, en donde se establece una relación performática de la
agrupación, o sea, tiene la capacidad de intervenir y actuar en
la interacción con el otro discurso; es decir, se establece una
intencionalidad donde se recontextualiza o reinterpreta el ob-
jetivo del texto a la articulación del sistema acuático, como un
fenómeno en el cual un discurso exógeno se convierte en parte
del discurso propio. Se produce una apropiación discursiva
bajo un nuevo proceso de enjuiciamiento, en el que funcionan
también ideologemas; el otro enjuicia y es censurado desde la
marginalidad.
Después de la publicación de este libro se produjo una re-
acción no sólo en la agrupación de acuáticos que vive en la
zona de Viñales, sino también en Piloto, zona de Ceja del
126
Negro, en donde se encuentra otro asentamiento de la mis-
ma creencia. Se manifestó cierta inconformidad con la in-
formación allí reunida. Según "Los Acuáticos", el texto en
su mayoría decía mentiras. La relación que se establece es a
p.arti.r .de la búsqueda de sentido en el texto, de lo que ha
slgmflcado su existencia. Los autores han reconstruido la
represe~tación colectiva que se tenía del fenómeno, yen este
act?, dejan su influencia objetivadora, creando !lna represen-
taclOn que contiene sus huel1as.
"Los Acuáticos" se ven reflejados, así como su historia
sagrada de fundación. En ese acto de escritura se presenta la
tradición acuática, que es oral: en ese sentido, se ven plas-
mados con ~n nivel de legitimidad que da el acto escritural,
que es legahzado por el centro. Esto les permite verse esta-
blecidos en un espacio canónico y con ello tienen una nueva
imagen de sí mismos, que los objetiva o les objetiva una cul-
tura y sus creencias orales. Ellos se piensan mediante esta
repre~entac~ón y la organizan a su sistema, produciendo nue-
vas ?lmenslOnes. Esto ocurre en procesos de objetivación
contInua donde se reproduce alteridad.
Los a.utores ~ontinuaron pensando en el caso que habían
conv.ertJdo en hb:o, y publicaron en otro artículo: Este agru-
pamIento de caracter tan extremamente rudimentario impi-
de que se definan naturalmente como secta, y los acerca por
natural.eza a la desintegración, aún más reforzada por la
a.usen~l~ d~ una labor de proselitismo y por no poseer un
lt~ro ltturglco de referencia, incluso de cualquier texto reli-
gIOso, de obligada aceptación. 148
No tenían libro litúrgico y ahora, aunque estén en contra
~e 10 ~ue el libro dice, este actúa como una representación de
lIturgIa o por lo menos como referente de la significación
de una historia pasada común. Realizaron un acto de correc-
ci.ón del pasado recreado por el soporte de la palabra escrita
(lIbro), que implicó una relectura de la historia oral propia,
148 Tania Tolezano y Ernesto Chávez: "Estudio de un caso de
movimiento mesiánico en Cuba", Revista del Caribe, V,
No. 13, 1989, Santiago de Cuba, p. 36.
127
singular y autóctona de "Los Acuáticos", s~ ,redefinición '!
reactualización y, sorprendentemente, proyecclon contempora-
nea a partir de la inserción de la oralidad en el lenguaje escrito.
Para esto, las personas de mayor edad, las que conservaban
la memoria histórica, mutilaron hojas y tacharon párrafos. Del
texto de 180 páginas de contenido y 16 de fotografías, queda-
ron 32 páginas tachadas, 87 mutiladas (para un total de 119,
incluyendo las fotografías), y la cantidad de 77 páginas que
recogían la reconstrucción realizada por "Los Acuáticos" de
La Penitencia, en Viñales, y los de Ceja del Negro. Tal expre-
sión era un acto de debate, defensa y resistencia desde un si-
lencio agresivo, como una censura colectiva que mutila la
lectura ajena para conservar el orden de su sistema social.
Es bueno aclarar que varios libros fueron transformados y,
en un segundo momento, son utilizados como transmisores
de su historia, puestos a circular entre las familias acuáticas
de ambos asentamientos, lo que muestra relación y cierto
afán por identificarse y conservar costumbres similares. Esto
será motivo de investigaciones posteriores; por ahora, se hará
referencia a la agrupación de la zona de Viñales.
"Los Acuáticos" se erigen como custodios, se apropian de
la representación, para establecer una vigilancia sobre su
imaginario. En el texto que van a reconstruir configuran su
vida como proyecto, realización y destino; el texto creado
por ambos autores sugiere elementos que deslegitiman sus
comportamientos a partir de su historia. Cuando indagamos
el por qué de esta actitud ante el texto, se nos dio la respues-
ta: lo real del libro de Antoñica es todo lo que no se burle y
critique. Ante la incapacidad de guardar la memoria escrita,
toman el libro reconstruido con sus lecturas resistentes como
central en la transmisión de sus creencias; el libro toma una
nueva dimensión: será la gufa y el motivo de consulta de los
elementos de su creación (intergeneracionalmente). A partir
de aquí, el texto se impondrá como la historia aceptada ~n el
interior del grupo, y será socializada con lecturas en el mte-
rior de las familias, de los integrantes que saben leer a los
que son analfabetos.
128
La agrupación produce sus propios elementos de control
internos, y éstos se encuentran representando su represen-
tación de lo representado en el libro; van a intentar prote-
ger su estatus y permanencia. Ellos seleccionan la historia
que tienen como imagen de sí mismos y que aparece repre-
sentada en el texto. Lo declarado como lo cierto de la histo-
ria de Antoñica tendrá como objetivo el cierre de su sistema
social; es el efecto ideológico que intentará mantener el
equilibrio de sus características esenciales como agrupa-
ción. A partir de lo que no se dice o se obvia, se puede
establecer la intención de cierre de su sistema social; la
historia que se elimina es el efecto que diluye la informa-
ción para comparar y reflexionar sobre sus particularida-
des históricas.
¿Cómo aparece dispuesta la nueva construcción para cau-
sar este tipo de acción grupal? En primer lugar, las hojas
que aparecen tachadas lo están de un modo peculiar y los
párrafos se hacen invisibles tras una tinta de un color rojo
intenso, que se convierte en un signo de ruptura para la mi-
rada. Digamos que el color rojo no significa, al menos para
la cultura occidental, neutralidad; es un color que, en depen-
dencia del contexto en que se encuentre, puede tener inter-
pretaciones múltiples.
Es en este caso en que la agrupación ha mostrado su in-
conformidad y malestar en el color; se ha expresado de for-
ma intensa y que hacen del libro un constante contraste, donde
la contradicción y la oposición de criterios se hace evidente.
El color rojo funciona como la escisión, mediante tajazos,
golpes de matices opuestos, se crea la diferencia entre lo real
y lo imaginario y entre lo verdadero y lo falso. El color se
vuelve un instrumento de censura y aliento para mantener
cierta latencia en las contradicciones y diferencias en la pro-
yección de vida entre sistemas micro y macro. 149
Por otra parte, la tradición grupal cuenta su historia y se
legitima en su condición, hace una selección de la memoria.
La información eliminada, bien por tachaduras o mutilaciones
149 Ver Anexo 6, fotos 6, 7, 8 Y 9.
129
parciales y totales de las hojas, se concentra en criterios di-
vergentes y críticas hacia las acciones de la figura de Antoñica
y sus seguidores; a esto se le agrega el haber borrado la gran
mayoría de los acontecimientos producidos alrededor de esta
expresión social. Todas las relaciones que puedan inducir a
conflictos dentro de la agrupación, quedan erradicadas. 150
Se lee en un fragmento mutilado: Esta infeliz mujer, que
tiene más aspecto de loca o enferma que de taumaturga,
toma de una pipa cercana al bohío los jarros de agua con
que bautiza a los enfermos. (oo.) Sus hijos proveen continua-
mente la pipa de agua procedente del Jordán milagroso que
atraviesa lafinca. Y esa agua, como único elemento, bende-
cida por las palabras mágicas de la guajira, es la que reali-
za los portentos de panacea .151
El contexto social donde se desenvuelve la actividad de
Antoñica queda resumido a una caracterización de la situa-
ción socioeconómica del campesinado cubano (en donde ella
y sus seguidores se insertan). Esto es sólo un fragmento den-
tro de la reconstrucción del libro; se produce un reconoci-
miento de situaciones que se comportaron como estándar de
vida en los campos de Cuba (en la década de los años treinta,
principalmente la extrema pobreza innata).
El contenido principal que guarda la versión del texto
está relacionado particularmente con Antoñica Izquierdo;
ella queda separada de su contexto, y aunque son tomadas
sus características de ser humano (las terrenales); se privi-
legia su perfil místico. Ocurre un proceso de mistificación,
donde la figura queda detenida en el tiempo y
superlativizada su condición mística: su representación lleva
el simbolismo que reúne las características que legitiman
el imaginario actual.
En el texto se enfatiza sobre las características que com-
ponen el sistema de religiosidad de la agrupación acuática,
150 Tania Tolezano y Emesto Chávez Álvarez: Op. cit., pp. 77-97.
Se ve el contenido de las páginas que han sido tachadas COIl
tinta.
151 Ibidem, pp. 148-149
130
personificado en Antoñica, tales como predicciones, rezos, la
imagen de santa, las prédicas (relacionadas con el matrimo-
nio, la política, la medicina, el procedimiento de la cura con
agua, la adoración a Dios, sobre el alma, el espíritu de resis-
tencia). Se trabaja con la idea del sacrificio por Antoñica, lo
que devuelve la imagen de un componente del martirologio;
se es recurrente en la exposición de los poderes no terrenales,
y así se describe una serie de milagros.1 52 La selección es tan
puntual, que se puede encontrar, dentro de un párrafo tachado
en rojo, el nombre de Antoñica Izquierdo intacto; es una ex-
presión que sugiere la sacralización de la figura.
Lo mismo ocurre con el decimario que aparece en el tex-
to y permanece íntegro; éste mantiene la misma lógica de
selección, ya que apunta a las manifestaciones místicas de
Antoñica Izquierdo. Estas voces del cancionero de los cam-
pos son aceptadas, por no promover divergencias con la
memoria de la agrupación, y por tener su origen en la cons-
trucción desde adentro de su cultura; es una prolongación
de sus propias expresiones culturales (narrar historias des-
de la creación de décimas). Hay una concordancia de la
información con los códigos simbólicos de los integrantes
acuáticos.
En relación con las dieciséis fotos tomadas del filme, éstas
corren el destino de la discordia y son cercenadas del texto;
en este caso, la mentalidad de los integrantes del acuatismo
produce una interacción idolátrica con la imagen, por lo que
no admiten una escenificación gráfica de su historia ni la
utilización de un doble que se presente como Antoñica. És-
tos son patrimonios sagrados, que la virtualidad de la ima-
152 "Otro campesino del Cuajaní, tiene un hijo con las extremidades
fláccidas, en un total descoyuntamiento. En la columna vertebral
presenta unas callosidades que corresponden al punto de
sustentación del infeliz inválido (oo.) Lo llevó como pudo a
presencia de Antoñica, y al vol ver al sitio el inválido se incorporó
y dio dos pasos. Una niña sordomuda de nacimiento modula
algunas palabras. Son ya docenas de casos de maravilla que se
cuentan." Ibidem, p. 138.
131
gen reproduce como hechos reales. En este sentido, la agru-
pación sólo conserva una foto de Antoñica Izquierdo reunida
con su familia, que como se ha dicho tienen para recordarla,
pero en su imagen real. 153
La expresión iconográfica de la agrupación (en cuanto a
la foto aceptada) inspira una intención de humanización de
la figura, que se complementa con el texto reconstruido.
Antoñica apareció como un líder que era validado por su
condición de enviada de Dios1 54 y como una representante
de las condiciones socioeconómicas y culturales del cam-
pesinado cubano (yen particular del de Pinar del Río). Así
permaneció en la memoria de "Los Acuáticos"; la repre-
sentación que se hace del libro pone en punto de equilibrio
la imagen que integra un don sobrehumano y la condición
de un ser terrenal.
En la actualidad, la figura de Antoñica y la historia que
representa figuran como activación y perpetuidad de las es-
tructuras que conforman el sistema acuático. Por medio del
texto, se reproduce de generación a generación la historia
que ha seleccionado lo que ha de olvidarse o de preservarse
de la tradición.
"Los Acuáticos" han ido acomodando la memoria a este
texto, por lo que en múltiples ocasiones, cuando se les pre-
gunta sobre su historia (el propio Félix Rodríguez) se nos
remite al libro reconstruido. De igual modo, narran los he-
153 Como ampliación, puede consultarse el epígrafe Relacionc~
entre la agrupación acuática y el sistema macrosocial (3.3. l.
en esta obra.
154 "Debe entenderse por carisma la cualidad, que pasa pOI
extraordinaria (condiciones mágicas en su origen, lo mismo SI
se trata de profetas, que de hechiceros, árbitros, jefes de cacería
o caudillos militares), de una personalidad, por cuya virtud ~l'
la considera en posesión de fuerzas sobrenaturales o
sobrehumanas -o por lo menos específicamente extracotidiana.'
y no asequibles a cualquier otro-, o como enviados del dios, ()
como ejemplar y, en consecuencia, como jefe, caudillo, guía ()
líder." Max Weber: Op. cit., p. 193.
132
chos ocurridos en la década de los años treinta, pero la histo-
ria va a estar sujeta, con mayores o menores variaciones, al
contenido del texto. Se ha adaptado la memoria a este conte-
nido; la tradición en alguna medida le es organizada des~e
el exterior, se corre el riesgo de perder parte de su propia
historia, ya que se puede estar reconociendo, por ejemplo,
sutilmente la superioridad de la palabra escrita venida de la
cultura exterior -"superior", "civilizada", "científica"- a
pesar de la lectura resistente realizada des~e la oralidad.
La reconstrucción de la historia provemente del macro-
discurso ha sido manipulada en favor de la agrupación,
pero esto se revierte, pues a la escritura del texto ~o se le ha
agregado ninguna tradición con carácter escntural q~e
mantenga un diálogo de creación donde se elabore un ~I,S­
curso propio; por lo tanto, queda sujeto a una construccl?n
que mantiene sus estructuras ideacionales,. P?r donde cir-
cularán los integrantes acuáticos, serán objetivados y ma-
nipulados en la adaptación al texto. .
El libro La leyenda de Antoñica Izquierdo lleva consigo
un discurso homogeneizador y cientificista de la historia
de "Los Acuáticos"; en esta medida, se establece una com-
petencia de patrimonio simbólico, en donde un discurso pe-
riférico propone una alternativa a partir de su autonomía
cultural. Se establece un juego de sentidos, se asimila cons-
trucciones externas a la agrupación (con sus componentes
ideológicos) que efectuarán cambios en la mem?~ia y ~en­
talidad de los integrantes, pero, a su vez, se utiliza el InS-
trumento creado por el discurso de centro, el destinado a
desmitificar (la relación de dominación) para reconstruir
un instrumento que legitime las prácticas que le dan senti-
do a la agrupación acuática, de modo que el discurso peri-
férico subvierte, y organiza como elemento de su imaginario,
la mitificación de su génesis histórica a partir de un texto
que opera, escapándose de las intenciones de sus .auto~es,
como un vehículo identitario del grupo, desde el SilencIO.
133
 Árbol genealógico del asentamiento de la zona,.).e Viñales (Valle del Cuajaní y Sierra de La Penitencia)
Félix Rodríguez Paula + Evangelina Hernández Díaz Julián Rodríguez Paula (fallecido) + Eliodora Mosegui
i
i Susano Rodríguez Mosegui (fallecido)+ Carito Perdigón Maura
Gloria Rodríguez Hernández (Guanajay, no acuática) m
Bernardo Rodríguez Hernández (San Cristobal, no acuático) Emilio Rodríguez Perdigón + Justa Infante Izquierdo
Servilia Rodríguez Hernández (falleció)
Ramón Rodríguez Hernández (Pueblo de Viñales, no acuático)
Marian~is Rodríguez Infante
Antonio Rodríguez Hernández (Pueblo de Viñales, no acuático)
Arturo Rodríguez Hernández (no acuático) Sixlo Rodríguez Mosegui + Benedicta Alonso Castillo
ro
Emidio Rodríguez Hernández + Lidia Coro León (no acuático)
m Berto Rodríguez Alanso + Milagro Rodríguez Miranda
Yamila Rodríguez Coro
Berta Rodríguez Rodríguez
Juanito Rodríguez Hernández + Victoria Rodríguez Grandía Osmany Rodríguez Rodríguez
ro
Pascual Rodríguez Rodríguez Roberto Rodríguez Mosegui (Pueblo de Viñales)
Daniel Rodríguez Rodríguez
Caridad Rodríguez Rodríguez
EIsa Rodríguez Rodríguez
Odalis Rodríguez Rodríguez

María Antonia Rodríguez Hemández + Emesito Rodríguez Mosegui <--> Emesito Rodríguez Mosegui + María Antonia Rodríguez Hernández
i
Antonio Rodríguez Rodríguez + Sofía Domínguez Zejeda Honoralo Rodríguez Mosegni + Eulogia Maura
Mario Rodríguez Rodríguez + Guillerrnina Rodríguez Miranda m
m Mercedes Rodríguez Maura
Luis Rodríguez Rodríguez Marixa Rodríguez Maura
Diosdada Rodríguez Rodríguez
Antonio Rodríguez Mosegui + Flora Grandía Patia
Rodrigo Rodríguez Rodríguez + Isenia María León Alberto m
m Tati Rodríguez Grandía
Elianis Rodríguez León

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5
 Anexo 3 Otras veces lo sentí
Dando golpe por doquiera
Décima dedicada a Félix Rodríguez Paula. Con un machete tijera
De El poeta de Guaniguanico * y como un buen peluquero
Pelaba con ese acero
Félix Rodríguez mi voz La verdosa cabellera
Viaja rápido a la tierra
Para grabaren la tierra Cuando estoy frente a la casa
Su armónica y linda voz De Félix miro hacia abajo
Sobre la cresta de un gajo
En una espiga de arroz Que la espesura le enlaza
Suena una nota sonora
y cuando marque la hora Una serpiente que pasa
El reloj de horizonte Sobre la llanura del valle
Cante, y le puso el monte Donde una asfaltada calle
Delante una grabadora Aumenta temperatura
Mientras el sol en la cintura
Félix de sol y mañana Le toma cada detalle
De palma sierra y cobija
Hoy miras por la rendija Cuando un relámpago luz
Del tiempo que se engalana Rompe del cielo la esfera
Alumbra la cordillera
Príncipe de la sabana Para que pase Jesús
Ganando cada batalla
Por eso mi voz no calla Quita del monte el capús
y en un gesto satisfecho Para ascender y llegar
Rodríguez pongo en tu pecho A ese lindo lugar
La más hermosa medalla Donde la vista se pierde
En una mirada verde
Cuantas veces yo lo vi y Félix te haré cantar
Subir por un lomo duro
Para extraerle el maduro Vol veré con Calsadilla
Fruto que existía allí y un buen pintor viñalero
Para pintar el lucero
Que la montaña más brilla
En la página amarilla
* Jesús Arencibia Coro -"El poeta de Guaniguanico"-, y verde que nos da el Llano
caracteriza la figura de Félix Rodríguez Paula; es un ejemplo Te escribiré con mi mano
de la imagen que tienen los habitantes del exterior sobre la La vida muy satisfecho
existencia de un líder en la agrupación acuática.

136 137
y pondré sobre su pecho
La Medalla de Espartano
También su esposa querida
Tiene un lugar en la historia
Madre buena, por tu gloria
También daría la vida
Besé su frente sentida
Como mi madre besé
Por eso cuando busqué
Un momento de expansión
Fui a buscar el corazón
De mi madre y lo encontré
Gracias mi prima querida
Por estar en este ambiente
Donde un sol resplandeciente
Te va alumbrando la vida
Tu pequeña agradecida
Emerge como una estrella
y cuando la luz aquella
Se posa sobre la luna
Ella estará con su idioma
Hablando de ancestros y huellas
138
Anexo 4
Artículo publicado en la revista Verde Olivo, 21 de
marzo de 1971, pp. 23 Y 24
"EL ACUATI&MU"
QUITA lA VlDAA·UN Nilo
UNA NUEVA VICTlMA DEL OSCURANTISMO
EL OIc\lranlilme, ia .~tICIOI1, k.
1qnomnc:kJ• .:tn mol". qUII bemol
hotreciodo d.1 palOdo Y qu. a paar
d, la obro .~lol"llCedora d. la n.
Vl.luctc.n no &e han podLdo erradK;or
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DHdI que Antoflk:a lzqulenio. WXI
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hpa en lo OQn:Ult.la deo Ic.e 0r9an0a.
en Pmar del Río, .. levantó una ma-
ñana diciendo que una vlalÓll. poi'
1(1 noche 1.e habícs conc:.dklo pode-
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crcas prendieron MI. la credulidad
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tratar el. curarlos II.mplemenla con
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El wllmu ,'QKI conmueve,
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LA VIDA
ArMnlo era un nllio lIaludable.
al~e. lUQ"uelÓn. Tema dOI añoa y
un mes de lJdad. ¿A qué podía al-
))iror Ac.enio? A I0:I0.
1'.'0 Anan10 hoy ..Ió muarto. Sus
padr•• son acuGtk:o.. A ARSENIO
lO NAT ARON SUS PADRES. ¿Con.
cienlelMnl.7 Na. MÓI bien lci mat6
Ig IQnorancia ~ ~ pedrea.
AraceUc Miranda RIvera .. pro.
bablenumle un hombre bueno, tra·
bajador, honrado, buen ..poeo. Ea
ngtutaJ de Vlf;al. ., de prolMiém caro
plnteroen el ~,l.ccal.
Aracello vive con eu eapoea VI.·
CCIo1a Cela, bqulmdo y ro.hiic» d.
aJbbo. en San Pieo¡o de Tapia. Ma-
nillMta haber alcanaado \ID cuor1o
oreado de ..coIaridcd. lo c:ual .. di·
lid! de comprobar pllft" acu611-
coa .. nl4IQaD O ftrmar.
1m mellle. de Aroeelio y V~IO
nlán QtlC"uredda. por la s.uperm.
t1ónr cr.. n l1rmemen_ qUII AIlIOÍl'"
ca Ir.quierdo era una tanta q\1e fu.
víctima de Jo. m«Ik:oI.
El ruoo la1*:1do era hilo de eslt!'
matrimonIO- Cuando nolarea que
ICIlil::m W\OI 9ftD\I1DII en la 1''-1 em-
le
pezaron ~l 1cmJarJ. cubot de ooua
g¡ conJUIO, al e.tilo de AnloiUcCl
¡PERRO MALDITO PA' LOS INflER-
NOSI Aciemálle daban de madJu-
vado bcuío. en el río c.roono.
A 10i pOCOI días eJ nb\o mudó,
D c:-¡uik:ado d. defunción, lirma·
do por el mécUoo lar.Rle de La. Po-
ladoe. Dr. FroUán Linar.. Rula:, hace
c;:.QM1ar como 00\IaQ du.ct.a de kI
m~: BRONCONEUMONlA Sn.A·
TER.Al..; como IntennedJa: SEPTIC&
MlA.. y como tn.d.lrectQ: PIOI>ERM.I-
TlS GENERALIZADA.
s., dellp¡:eDde que loa bat!.os con--
linuoa COI!. Q9UQ tria, oo.n el propó.
allo de CW"CD" al nlfw de .u afecdón
de 10 pieL le produjeon la mono>
neumonía que le cos16 la vida.
Lo. padr•• conUuon que el nliío
1\0 reamo dUranle .u enJermedod
:-:..nc: ~ que ello.
En lo :zona donde vi....n los po-
clr-.. del ni60 Ialleddo, rv.idJó ha,1a
.1.1. muerte relativamente reciente \m
hermar.o de Antof¡ica lr.qUl8rdo. Ra·
món, Que era un,o de 10. prtnelpo-
1M prO.)QQ(ldorltl de ".u t." y lenía
.¡oran Q,tQ8JldencIQ labre IcnaUlar•• y
v.clnor••
Anexo 5 Anexo 6
Presentación del artículo publicado en la revista Soporte gráfico de "Los Acuáticos"
Prisma, año 23, no. 279, 1997, p. 24

Foto 1. Asentamiento acuático. Sierra de

La Penitencia.

Foto 2. Tipo de altar

utili zado por "Los
Acuáticos".
 Foto 5. Lugar donde se
Foto 3. Fotografía de Antoñica Izquierdo con sus hijos. sepultaba antiguamente
a los integrantes
acuáticos.

Foto 4. Integrantes de la agrupación acuática en trabajo

colectivo. Foto 6. Casa de Félix Rodríguez Paula, con planta fotoeléctrica.
Foto 7. Félix Rodríguez Paula y Evangelina Hernández (Papá y Foto 10. Asentamiento acuático en la zona de Ceja del Negro.
Mamá).

Fotos 8 Y 9. Vista del libro

La leyenda de Antoñica
Izquierdo, reconstruido por
"Los Acuáticos" (Tachaduras Foto 11. Vivienda e integrante acuático que ha sincretizado la
en color rojo). creencia.
 Anexo 7
Mapas del territorio de Viña les

Zona Acuática en el territorio de Viñales

Leyenda
~ Asentamiento de "Los Acuáticos"
a Centros Turísticos
.. Recorridos por los senderos ecológicos
= Carreteras
... A .. Ríos
rn Hoteles
Foto 12. Félix Rodríguez (Papá). 11 Pueblo de Viñales
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de 1936,25 de marzo de 1936,27 de marzo de 1936,28
de marzo de 1936, 1ro de abril de 1936, 4 de abril de
1936,9 de abril de 1936, 14 de abril de 1936, 15 de abril
de 1936. La Habana.
88. El Avance: 28 de marzo de 1936,31 de marzo de 1936,
15 de diciembre de 1938,31 de diciembre de 1938,20
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89. El Mundo: 20 de marzo de 1936,24 de marzo de 1936,
26 de marzo de 1936,27 de marzo de 1936,29 de marzo
de 1936, 4 de abril de 1936,8 de abril de 1936, 14 de
abril de 1936, 15 de abril de 1936, 16 de abril de 1936,
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90. El País: 2 de abril de 1936,4 de abril de 1936. La Haba-
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91. Granma: julio 16 de 1971. 10 de agosto de 1971, 21 de
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97. Mujeres, octubre, año 1971. La Habana.
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98. Verde Olivo: 21 de marzo de 1971; lro de agosto de
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99. Revista del Caribe, año V, No.l3, 1989. Santiago de
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100. Signos, No. 43, julio-diciembre, 1996. Santa Clara.
DANIEL ÁLVAREZ DURÁN (Ciudad de La Habana, 1975). Gra-
101. Utopías, No.163, 1995. Barcelona.
duado de Sociología por la Universidad de La Habana. Ha
102. Romance, septiembre, de 1971; septiembre, de 1972. participado en encuentros nacionales e internacionales acer-
La Habana. ca del tema. Cuenta con publicaciones en revistas nacionales
Filme y foráneas. Ha colaborado en la realización de documentales
de carácter etnográfico. Actualmente se encuentra ejercien-
Los Días del Agua, Manuel Octavio Gómez, Director. Insti- do como investigador y Jefe de Redacción de Catauro, revis-
tuto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), ta de antropología de la Fundación Fernando Ortiz.
1971.

156 157
Índice general

Presentación 11

CAPÍTULO I 1 9
La posibilidad de un campo de estudio 1 9

l. Imaginarios sociales 1 9
1.1. Presentación del término 1 9
1.2. Definición del concepto. Imaginarios sociales 114
1.3. Definición del grupo social 1 25
CAPÍTULO 11 1 39
Un imaginario fundador 139

2. Comentarios sobre la prensa de la década

de 1930 139
2.1. "La Virgen de los Cayos" 141
2.2. El agua como símbolo. Algunas características
de su enfoque religioso 1 51
 CAPÍTULO III / 55
Caracterización de la agrupación
"Los Acuáticos" en la década de 1990/55

3. Episodios que reconstruyen la historia

del acuatismo / 55
3.1. Rasgos principales del grupo social
"Los Acuáticos" / 61
3.2. Relaciones en los niveles intraindividual
e intragrupal de la agrupación / 67
3.3. Relaciones entre la agrupación acuática
y el sistema macrosocial / 75
CAPÍTULO IV / 91
Estructuras profundas en el imaginario
de "Los Acuáticos" / 91

4. La tierra: un factor de retorno / 91

4.1. Relaciones entre la ciencia médica Impreso por:
y el uso del agua / 96 "Sc/"\'igruj"
2()()!
4.2. La enseñanza: una imagen de la memoria / 101
4.3. El Caballo de Troya / 106
4.3.1. Liderazgo tradicional / 106
4.3.2. Impacto de los medios
de comunicación / 113
4.4. "Los Acuáticos": una cultura atractiva / 117
4.5. Debate desde el silencio. Reconstrucción
de la historia de Antoñica Izquierdo / 125
Anexos /134

Bibliografía /149

Del autor /157

 Ct EDITORIAL CIENCIAS SOCIALES

.E 1 tema de esta obra se basa sobre

la construcción de un imaginario colectivo
por una agrupación o grupo social donde
ha sido central la religiosidad fundada alrededor
, de lo que el autor considera una estructura
profunda: el agua, como depósito de los poderes
divinos, designado por la figura de un ser
sobrenatural -Dios-, y las estructuras
que fungen como sustentadoras de este
principio. Éstas están vinculadas con los
comportamientos ante las ciencias médicas,
la enseñanza y la política, y su resistencia a la
participación real y efectiva de estas expresiones
sociales. El agua, como expresión simbólica
- toma su dimensión ,a partir de la creencia en
los poderes sob enaturales- , representa la vida
la reproducción de la existencia de los
integrantes de la agrupación, denominados
"Acuáticos ".

[SBN 959- 06- 04 78- 1

1",90 ''''''