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SEMESTRE: VIII
TURNO: Mañana
PUNO- PERÚ
2019
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RESUMEN
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I. Introducción
Es bien sabido que la malnutrición considerada por déficit o por exceso, afecta a una gran
parte de la población, durante los últimos años, se ha observado un incremento de las
enfermedades crónicas no transmisibles, convirtiéndose en un problema importante de salud
pública; estas enfermedades se encuentran fuertemente asociadas con los inadecuados
hábitos alimentarios, como son el consumo excesivo de comidas rápidas y el bajo consumo
de frutas y verduras.
La población universitaria está sujeta a una serie de cambios en sus estilos de vida, los cuales
están influenciados por factores psicológicos, sociales, culturales y económicos, haciéndolos
vulnerables e influyendo directamente en sus hábitos alimentarios lo cual puede afectar su
estado nutricional y de salud. Con el fin de establecer acciones que propendan por el
mantenimiento de un buen estado nutricional y/o el mejoramiento del mismo y a la vez
fomentar estilos de vida saludable, es necesario partir del diagnóstico de la situación
nutricional, en este caso de la población estudiantil en las Universidades (Salazar &
Guamialamá, 2018; Vargas, Becerra, & Prieto, 2008).
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II. Marco teórico
La valoración del estado nutricional como un indicador del estado de salud, es un aspecto
importante en la localización de grupos de riesgo con deficiencias y excesos dietéticos que
pueden ser factores de riesgo en muchas de las enfermedades crónicas más prevalentes en
desarrollo, tanto así que se utilizan frecuentemente indicadores del estado de nutrición para
llevar a cabo la evaluación inicial del estado nutricional y el seguimiento del mismo y sus
posibles modificaciones, considerando estas variaciones tanto por déficit como por exceso
(Hidalgo, 2011).
Cuando ingerimos menor cantidad de calorías y/o nutrientes de los requeridos, se reducen las
existencias de los distintos compartimentos corporales y nuestro organismo se vuelve más
sensible a descompensaciones provocadas por un traumatismo, una infección o una situación
de estrés. Por otra parte, cuando ingerimos más de lo que necesitamos para nuestras
actividades habituales, se incrementan las reservas de energía de nuestro organismo,
fundamentalmente ubicadas en el tejido adiposo. Una ingestión calórica excesiva, un estilo
de vida sedentario o ambas cosas a la vez determinan un aumento del tamaño de nuestros
depósitos de grasa que cuando alcanzan un valor crítico comportan la aparición de un cuadro
clínico y social conocido como obesidad (Gimeno, 2003).
La valoración del estado de nutrición de una persona o de un grupo de población debe hacerse desde
una múltiple perspectiva: dietética, antropométrica, bioquímica, inmunológica y clínica. Cuantas más
técnicas se utilicen, más precisa será nuestra evaluación final. (Castillo & Zenteno, 2004; Gimeno,
2003).
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La antropometría es una de las mediciones cuantitativas más simples del estado nutricional;
su utilidad radica en que las medidas antropométricas son un indicador del estado de las
reservas proteicas y de tejido graso del organismo. Se emplea tanto en niños como en adultos.
Los indicadores antropométricos nos permiten evaluar a los individuos directamente y
comparar sus mediciones con un patrón de referencia generalmente aceptado a nivel
internacional y así identificar el estado de nutrición, diferenciando a los individuos
nutricionalmente sanos de los desnutridos, con sobre peso y obesidad.
Los valores obtenidos dependen mucho de quién, cómo y dónde se miden; la hidratación, el
tono muscular y la edad también influyen (Rovira, 2005).
Los indicadores antropométricos más comunes según Castillo & Zenteno (2004), son:
A) Peso / talla
Dentro de los indicadores antropométricos, los más utilizados han sido las mediciones de
peso y talla. Evalúa la desnutrición aguda o de corta duración. La mayor parte de los
individuos definen la presencia de obesidad de acuerdo con el peso corporal; el problema
básico que implican estas medidas es que el peso guarda una relación estrecha con la talla,
motivo por el cual no pondera adecuadamente la grasa corporal. Existen numerosas tablas
que nos indican el peso deseable en función de nuestra talla y sexo (Ver Anexo 1 y 2), Cabe
destacar que, a pesar de lo que mucha gente cree, para una misma talla y teniendo en cuenta
la complexión existe un margen bastante amplio de pesos aceptables y no un único valor de
«peso ideal» (Gimeno, 2003).
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Sexo Riesgo
Bajo Alto Muy Alto
Hombre < 92 cm >= 94 cm >= 102 cm
Mujer < 80 cm >= 80 cm >= 88 cm
Fuente: (World Health Organization, 2000)
Es una determinación sencilla, pero de interés en epidemiología. Se acepta que un IMC < 16
va acompañado de un aumento de la morbilidad (Rovira, 2005).
También con estas medidas podemos hacer una estimación del metabolismo basal (MB) o
gasto energético basal que es el gasto energético que tendríamos en reposo, es decir, el
destinado al mantenimiento de las funciones vitales. Por ejemplo, una fórmula que nos da
una estimación muy rápida en varones es: MB (kcal/h)=1×P(kg), mientras que en mujeres
es: MB (kcal/h)= 0,9×P(kg).
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almacenamiento y análisis; en muestras de orina, los métodos de recolección son incómodos
(Castillo & Zenteno, 2004; Gimeno, 2003).
Según Gimeno (2003), hay dos tipos de análisis: los estáticos, que miden el valor real de
nutriente en una muestra concreta (hierro en suero, cinc en pelo) y los funcionales, que
cuantifican la actividad de una enzima que depende del nutriente de interés (ferritina en suero,
homocisteína plasmática). Existen tres métodos posibles: aquellos que nos indican si hay un
buen aporte o no a través de la dieta, los que nos indican si hay alguna función alterada que
depende de la cantidad de nutriente en estudio, y por último, existen métodos
complementarios.
Con estos últimos no podemos asegurar una posible deficiencia, pero ayudan a corroborar el
diagnóstico.
Aunque no es posible tener una idea exacta del estado de nutrición a partir de datos dietéticos
exclusivamente, los resultados de las encuestas alimentarias sí permiten tener información
sobre la posibilidad de que una persona o un grupo de personas tengan ingesta inadecuada de
energía y nutrientes y constituyan un grupo de riesgo (Castillo & Zenteno, 2004).
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2.2.4. Estudio del consumo de alimentos
Es uno de los aspectos más importantes de la ciencia de la nutrición, pues hoy tenemos
suficiente evidencia de la relación que existe entre el modelo de consumo alimentario y
algunas enfermedades crónico-degenerativas, es por eso que uno de los aspectos más
interesantes a conocer respecto de la población, desde el punto de vista de la alimentación y
nutrición, es la manera en que se alimenta. La cantidad y el tipo de alimentos consumidos
proporcionan importantes antecedentes que pueden relacionarse con el desarrollo,
prevención y tratamiento de diversas enfermedades.
III. Metodología
Se evaluó a una estudiante de género femenino de 20 años de edad, analizando indicadores
nutricionales antropométricos y nutricionales.
3.1.1. Peso
Para la determinación de peso se usó una balanza o báscula con unidad de medida en
kilógramos y calibrada en cero, debe ser ubicada en una superficie lisa, horizontal y sin
desniveles para evitar errores en las medidas.
Los individuos a pesar deben de estar despojados del exceso de ropa, además de quitarse los
zapatos, para recién subir a la balanza. El pesado se realiza con el cuerpo recto, los pies en
forma de V, los talones ligeramente separados y las manos en los muslos, procediendo a la
lectura en la pantalla de la balanza en kilógramos y la fracción restante en gramos.
3.1.2.Talla
La medida de la talla se realizó con el uso de un tallímetro pegado a una pared recta, con
medida en centímetros y con la ayuda de una superficie plana para hacer coincidir la altura
con el tallímetro.
Las personas a tallar deben estar descalzas, de pie con el cuerpo erguido en su máxima
extensión y cabeza recta mirando al frente, con las palmasdescansando sobre los muslos y
los pies en forma de V. Para hacer la medida debemos asegurar que los hombros, pantorrilas,
talones y la parte posterior de la cabeza se encuentren en contacto con la pared, procedemos
luego a la medida con una superficie plana, poniendola en contacto con la superficie superior
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de la cabeza (vertex craneal), comprimiendo ligeramente el cabello, tomando el valor de la
medición, en metros y centímetros.
𝑷𝒆𝒔𝒐 (𝑲𝒈)
𝑰𝑴𝑪 =
(𝑻𝒂𝒍𝒍𝒂 (𝒎))𝟐
𝑴𝑩(𝒌𝒄𝒂𝒍/𝒉) = 𝟎, 𝟗 × 𝑷(𝒌𝒈).
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(1.637m), pero en cuanto al peso de 76.30 kg. Para el mismo autor es más elevado respecto
al peso promedio (62.7 Kg). Considerando la contextura mediana de la persona, por su talla
según la OMS (Ver Anexo 2) debería pesar entre 62.0 – 68.0 Kg, lo que comprueba que la
persona debe bajar de peso para un equilibrio con su altura.
En base de los análisis efectuados el diagnóstico para la persona es: IMC esta en un sobre
peso grado 1, si no se realiza un cambio en los hábitos alimenticios y en las actividades
sedentarias podría desarrollar enfermedades cardiovasculares a largo plazo y obesidad.
Se recomienda mantener este valor de IMC, que significa sostener el peso de manera
constante. Desarrollar acciones de promoción de la salud como: orientación básica,
consejería nutricional, sesiones educativas o demostrativas de salud, alimentación e higiene,
fomento de estilo de vida saludable y la evaluación nutricional, por lo menos una vez al año.
Posee hábitos la vida sedentaria y escasa actividad física a la semana o nula; la poca actividad
física se resume en caminatas, subir escaleras o traslados cotidianos y trabajos
eventualmente.
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Caminar con regularidad reduce los eventos cardiovasculares, asimismo, ir en bicicleta al
trabajo o cuatro horas de actividad recreativa por semana aminoran el riesgo de padecer estas
enfermedades. Los especialistas aconsejan realizar, al menos, dos horas y media de actividad
aeróbica moderada intensa cada semana (Wannamathee et al., 2000).
Al igual que la pirámide de alimentación, existe la pirámide de la actividad física, que mide
la intensidad (y la salud) de nuestros hábitos, se muestra en la fig. 1
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Según el peso la cantidad de agua que debe tomar la persona evaluada es de 1.7lt.
V. Conclusiones
Las medidas antropométricas realizadas mostraron riesgo de obesidad en el
individuo, encontrándose sobre el límite de peso e IMC de una persona normal.
El individuo no presenta adecuados hábitos alimenticios, destacando en su dieta
alimentos altos en almidones y grasas, ocurriendo lo contrario para vitaminas,
minerales y agua; esto se refleja en las medidas antropométricas de la persona.
Una dieta baja en carbohidratos, grasas saturadas, y proteínas animales
reemplazándolas por proteínas vegetales y alto en vitaminas, minerales en las
porciones adecuadas además la cantidad mínima de 1.5 lt de agua diarios
acompañadas de 2 horas y media de actividad física a la semana, disminuirán el riesgo
de obesidad y enfermedades cardiovasculares, contribuyendo a la formación de masa
muscular y disminución de peso
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VI. Bibliografía
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WHO/FAO Expert Consultation, Technical Report Series 916, Geneva, Switzerland
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VII. Anexos
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Anexo 2. Pesos en Kilogramos, recomendados o pesos ideales para personas adultas,
basada en unos cálculos medios de personas equilibradas en masa magra y en masa de
grasa.
Fuente: Metropolitan life height and weight insurance company. Tratado de Nutrición,
(2010)
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Anexo 3. Índice de masa corporal para algunas tallas y pesos
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Anexo 4. Pesos y tallas de los adultos correspondientes a los valores límites
recomendados para el índice de masa corporal
CLASIFICACION
PESOS Kg
DELGADEZ NORMAL SOBREPESO OBESIDAD
III II I I II II
Talla(m) <16 >=16 >=17 >=18.5 >=25 >=30 >=35 >=40
1.5 36 38.2 41.6 56.2 67.5 78.7 90
1.51 36.4 38.7 42.1 57 68.4 79.8 91.2
1.52 36.9 39.2 42.7 57.7 69.3 80.8 92.4
1.53 37.4 39.7 43.3 58.5 70.2 81.8 93.6 P1; P2
1.54 37.9 40.3 43.8 59.2 71.1 83 94.8
1.55 38.4 40.8 44.4 60 72 84 96.1
1.56 38.9 41.3 45 60.8 73 85.1 97.3
1.57 39.4 41.9 45.6 61.6 73.9 86.2 98.5
1.58 39.9 42.4 46.1 62.4 74.8 87.3 99.8
1.59 40.4 42.9 46.7 63.2 75.8 88.4 101.1
1.6 40.9 43.5 47.3 64 76.8 89.6 102.4
1.61 41.4 44 47.9 64.8 77.7 90.7 103.6
1.62 41.9 44.6 48.5 65.6 78.7 91.8 104.9
1.63 42.5 45.1 49.1 66.4 79.7 92.9 106.2
1.64 43 45.7 49.7 67.2 80.6 94.1 107.5
1.65 43.5 46.2 50.3 68 81.6 95.2 108.9
1.66 44 46.8 50.9 68.8 82.6 96.4 110.2
1.67 44.6 47.4 52.5 69.7 83.6 97.6 111.5
1.68 45.1 47.9 52.2 70.5 84.6 98.7 112.8
1.69 45.6 48.5 52.8 71.4 85.6 99.9 114.2
1.7 46.2 49.1 53.4 72.2 86.7 101.1 115.6
Fuente: OMS, 1995; Esenarro et al., 2012
: (Toro, 2014)
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