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EN LA EDAD ANTIGUA

 En esta edad antigua ofrecer protección especial a los niños era algo
impensable

Sin embargo, El Código de Hammurabi (1 750 a.C. aprox.) es la primera legislación que se
refiere a la infancia, recogiendo la protección del pueblo babilónico a los huérfanos

EXTRACTOS DEL CÓDIGO DE HAMMURABI


Epilogo: “Yo soy Hammurabi, el rey perfecto. Respecto a los «Cabezas Negras» (…) llevé en mi
regazo a la gente de Súmer y Acad, han proóspero por la Virtud mía, los he conducido en paz,
los he resguardado con mi perspicacia. Para que el fuerte no oprima al débil, para garantizar
los derechos del huérfano y la viuda “

186: “Si un hombre se lleva un pequeño para adoptarlo, y una vez que se lo ha llevado él no
cesa de buscar a su padre y a su madre, que el niño vuelva a casa de su padre”

190: “Si un hombre se lleva un niño para adoptarlo y lo cría, pero no lo trata como a hijo, ese
niño podrá volver a casa de su padre”

191 : “Si un hombre con un pequeño al que se había llevado para adoptarlo y criarlo funda su
propia familia y luego tiene hijos y se propone echar al niño, que ese hijo no se vaya de vacío;
el padre que lo crió le dará, de sus bienes muebles, la tercera parte de herencia suya y que se
marche; no le entregará nada de campo, ni de huerta, ni de casa”

En el Derecho romano, sólo en el siglo IV, bajo Constantino, comienza a crecer, basada en
la religión cristiana, oficialmente reconocida por el emperador, una corriente de
protección al niño, una de cuyas manifestaciones es la instauración de la pena capital para
el infanticidio.. Es decir, Constantino consideró al infanticidio un crimen.

EN LA EDAD MEDIA
Los niños eran considerados adultos pequeños
Las leyes eclesiásticas y anglosajonas consideraban a los niños iguales a los adultos para
algunos propósitos, y distintos para otros.

En la edad media, aunque suene increíble, no existía el término niño,


solo se referían a los adultos y a lo que llamamos niño le decían
pequeño adulto. En esa época no habían cuidados especiales para los
niños como los hay ahora

Philippe Ariès señalaba: a la edad de siete años los niños actuaban —y eran
tratados— como pequeñas versiones de los adultos que los rodeaban (él escribe
“miniadultos”) a esa edad ya eran enviados con los adultos para seguir una vida
normal de trabajo
En la edad media la mortalidad materno-infantil era muy alta, los niños
sufrían un gran abanico de enfermedades mortales y discapacitantes.
Era mayor el porcentaje de estos niños que aquellos sanos. Por ello la
expectativa que se tenía en la vida de un niño era escasa, y se invertía
poco en la educación y la salud del mismo. Increíble pero real.
¡Siete de cada diez niños no vivían después de los tres años en la Edad
Media! Esta alta tasa de mortalidad era una de las razones por las cuales se
trataba a los niños con indiferencia emocional. Cuando los índices de
sobrevivencia aumentaron, los padres empezaron a tratar a los niños con
más interés y afecto.
Philippe Ariès, argumenta que antes del siglo diecisiete, la infancia no era un
concepto reconocido. Fue solo en algún momento entre 1600 y el siglo veinte que
el término niño empezó a tener su significado actual.

HISTORIA DE LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS


SIGLO XV AL SIGLO XVII

La noción de infancia tiene un carácter histórico y cultural y es por ello que ha tenido
diferentes apreciaciones en la historia. No obstante en la edad moderna a partir del siglo XV el
niño se concibe como algo indefenso y es por ello que se debe tener al cuidado de alguien y se
define el niño “como propiedad”.

Aquí nace en los países europeos los primeros orfanatos e instituciones de caridad para el
cuidado y la seguridad de los infantes ofrecidas por el rey o la comunidad arzobispal.

Para el siglo XVI ya la concepción de niño es de un ser humano pero inacabado: “el niño como
adulto pequeño”.

Empiezan a surgir los primeros pensadores:

Comenius: Educar tanto a niños como niñas, el papel de la madre como primera
educadora.

Locke: La importancia de la experiencia y los hábitos, proponiendo una visión en el niño


(Tabula raza).

En los siglos XVI y XVII se le reconoce con una condición innata de bondad e inocencia y se le
reconoce infante “como un ángel”, el niño como “bondad innata”. Y en el siglo XVIII se le da la
categoría de infante pero con la condición de que aún le falta para ser alguien; es el infante
“como ser primitivo”.

Alrededor de este intervalo (S.XV-XVII) se conciben una serie de derechos y obligaciones


abarcados en las bulas papales y sobre todo en los manuscritos de Nebrija, los cuales son:

La necesidad de la protección del niño en el seno de la madre.

El control de la fecundidad natural no se contempla como posibilidad en el seno de las


relaciones conyugales hasta bien entrado el siglo XVII. Dos fueron las preocupaciones de la
Iglesia que hacían evitar este control:

1. La protección de la vida: aberración del aborto, entendido como asesinato u homicidio,


contrario al mantenimiento de la integridad humana.

2. Respeto a la naturaleza: por el que se consideran las prácticas anticonceptivas actos


execrables.
El derecho a la vida del niño desde la concepción hasta el nacimiento, por ello, se ve marcado
la posición de la madre en base al cuidado y protección.

(Bula Effraenatam, 29-10-1588)

La protección del futuro retoño se prescribe tanto desde la esfera espiritual como desde la
temporal médica.

La necesidad de los cuidados de la mujer encinta se reproducen en la mayoría de los tratados


que sobre esta materia se elaboran en el XVI, hasta el punto de convertir a la madre en la
responsable última de las enfermedades futuras y posibles alteraciones físicas de su hijo.

Las actividades cotidianas de la madre, así como su alimentación, deben orientarse a la


protección de la criatura animada o no: Toda mujer encinta está obligada, por la ley natural, a
no negligir ningún cuidado para la conservación de su fruto, tanto si está animado como
inanimado, y a evitar todo lo que puede perjudicarle

Por último, la preocupación por la protección de la vida del niño se refuerza a partir de la
segunda mitad del XVIII como resultado de un proceso evolutivo en la valoración del niño
como entidad social. En este proceso observamos la puesta en marcha de una verdadera
“mentalidad empresarial” en la que el futuro continuador de las esperanzas paternales, el
niño, se encarga de llevar a efecto las estrategias trazadas en las redes del poder familiar.

Las obligaciones de los hijos con sus padres.

Amor, obediencia y reverencia son los tres conceptos que deben regir las relaciones de los
hijos con sus padres.

Las obligaciones de los padres con sus hijos.

Además de la responsabilidad alimenticia, la responsabilidad de los padres con respecto a sus


hijos otorgaba al núcleo familiar el derecho delegado de educar en la obediencia, de manera
que los padres (varones) se presentaban como los encargados de proveer la instrucción
cristiana que garantizara la formación del futuro ciudadano en el seno familiar y estatal.

Estos roles educativos fueron reforzados por los procesos de depuración católica auspiciados
por el Concilio de Trento y por los mecanismos legislativos del poder estatal, conscientes de la
importancia de la familia como base para la aplicación de la obediencia y disciplina en la
sociedad. Según esto, observamos la siguiente superposición de autoridades:

El desarrollo legal del niño en el siglo XVIII:


A partir del siglo XVIII, el niño dejó de ser considerado como un adulto imperfecto o un adulto
en miniatura para ser visto como un ser digno de ser comprendido y aceptado por lo que era y
representaba en sí mismo. Rousseau, y los ilustrados, en general, van a tener buena parte de
responsabilidad en esta nueva perspectiva social sobre la infancia. La famosa frase del Emilio
de que el niño nace bueno, y que sólo es a través de su contacto con la sociedad como llega la
pervertirse, trazará una línea divisoria, entre el antes y el después de la nueva actitud social
ante la infancia. Desde entonces, todos los tratadistas del tema de la infancia: médicos,
pedagogos, filósofos, etc. empiezan a mirar al niño con nuevos ojos, y tratan de transmitir su
influencia cultural y profesional tanto sobre él como sobre los comportamientos de sus madres
para que éstas se hagan cargo de su cuidado, le dediquen más tiempo a su educación, y
despierten su interés por el juego y por la realidad que los rodea. Pero estas consideraciones,
al principio, sólo llegarán a unos pocos hijos de burgueses y de las clases pudientes, mientras el
resto de la población, hijos de labradores y obreros, seguirán acuciados aún durante bastante
tiempo por su ignorancia ancestral. A sus hijos les estará reservada una vida laboral que
empieza cuando aún son muy jóvenes para trabajar, una vida laboral inducida por unas
necesidades que no podían ser cubiertas por los escasos ingresos de los padres, y en la que
tenían que sufrir las mismas condiciones infrahumanas que los adultos, y en la que aún, a
veces, se les reservaban trabajos especiales, como podían ser los de manipular determinadas
máquinas o realizar ciertas tareas en lugares de difícil acceso para los adultos, que, muchas
veces, acababan mancándolos para el resto de sus vidas, cuando no les acarreaban la muerte.
No obstante, y a pesar de todas estas evidentes dificultades, serán muy pocas las personas que
se dolían de los niños, ya que su valor social seguía siendo aún escaso. El finales del siglo XVIII
entorpezca a cambiar tanto el concepto de caridad como de la limosna por los de beneficencia
y asistencia, tal como había prescrito Montesquieu y luego había promulgado la Constitución
francesa de 1793. De todos los modos, en España, los hospitales seguirán misturando aún
durante mucho tiempo las poblaciones que atienden tanto por necesidades sanitarias como
por razones de asilo.

Los derechos de los niños bajo la ley

Con el inicio de la industrialización en Inglaterra, se produce un divorcio entre el idealismo de


los intelectuales que fue depositada en las castas nobles, y la realidad preponderante de las
comunidades más pobres, las cuales no fueron participes de estos derechos, por ende, surge el
trabajo infantil que era común en la época preindustrial, generalmente los niños solían ayudar
a sus padres con el cultivo o los oficios artesanales debido a las crisis económica y social de la
época.

A finales del siglo XVIII, sin embargo, los niños eran empleados especialmente en las fábricas y
minas como limpiachimeneas, habitualmente trabajando largas horas en trabajos peligrosos
por un salario bajo. En Inglaterra y Escocia en 1788, dos tercios de los trabajadores en 143
fábricas de algodón de accionamiento hidráulico fueron descritos como niños. En la Gran
Bretaña del siglo 19, un tercio de las familias pobres carecían de alguien que ganase el pan,
como resultado de muerte o abandono, obligando a muchos niños a trabajar desde una
temprana edad.

A medida que avanzaba el siglo, la contradicción entre las condiciones en el terreno para los
niños pobres y la noción que la clase media tenía sobre la infancia, considerada un tiempo de
inocencia, resultó en las primeras campañas por la imposición de protección legal para los
niños.
En 1833 introdujo el Acta de Diez Horas de Trabajo en el derecho anglosajón, la cual establecía
que los niños que trabajasen en la industria del algodón y la lana debían tener 9 años o más;
ninguna persona por debajo de los 18 años debía trabajar más de diez horas al día u ocho
horas los sábados; y nadie por debajo de los 25 años tenía permitido trabajar por las noches.
Las intervenciones legales a través del siglo aumentaron la protección de los niños. 7

En 1856, la ley permitía el trabajo infantil a partir de los 9 años durante 60 horas a la semana.

En 1901, la edad laboral permisible para el trabajo infantil se elevó a los 12 años.

- Conclusiones. En el manuscrito de Nebrija y en tantos otros de la literatura moral del XVI y


posteriores, la educación del niño se efectúa en función de una serie de engranajes que dan
marcha a todo el proceso educativo:

 Una meta en la educación del niño: la formación del “ciudadano ideal”.


 Una fundamentación: La moral católica.
 Una mentalidad: La racionalización de las relaciones familiares y sociales, propulsora
de una distribución funcional entre padres y madres, y que necesariamente obligará
igualmente a la determinación de la función y conceptualización del niño.
 Un lugar: El ámbito familiar, núcleo del social.
 Un responsable máximo: El padre (ámbito familiar), el Príncipe (ámbito social).
 Responsabilidad: Desarrollo personal (nobles) y derecho a una educación básica y
jornada laborales drásticas (no nobles- limitadas en parte)

ANEXO:

Acta de Fábricas de 1802]


El acta de fábricas de 1802 (también llamada Ley de Salud y Moral de los Aprendices) fue un acta
del Parlamento del Reino Unido que regulaba las condiciones de las fábricas, especialmente con
respecto a los niños trabajadores en fábricas de algodón y lana. Fue la culminación de un
movimiento originado en el siglo XVIII, donde los reformadores habían intentado impulsar varias
leyes en el Parlamento para mejorar la salud de los trabajadores y aprendices. El acta contaba con las
siguientes disposiciones:

 Los dueños de la fábrica deben obedecer la ley.


 Todas las salas de la fábrica deben estar bien ventiladas y ser encaladas dos veces al año.
 Los niños deben tener dos equipos completos de ropa para el trabajo.
 Los niños de edades entre 9 y 13 años pueden trabajar como máximo 8 horas.
 Los adolescentes entre 14 y 18 años pueden trabajar como máximo 12 horas.
 Los niños menores de 9 años no tienen permitido trabajar, pero tienen que estar inscritos a las
escuelas primarias que los dueños de la fábrica deben establecer.
 La jornada laboral de los niños debe comenzar después de las 6 a.m., acabar antes de las 9 p.m.,
y no exceder de 12 horas.
 Se debe instruir a los niños en lectura, escritura y aritmética durante los cuatro primeros años de
trabajo.
 Los niños y las niñas deben dormir en habitaciones diferentes.
 No deberían dormir más de dos niños por cama.
 Los sábados los niños deben tomar una hora de instrucción en Cristiandad.
 Los dueños de la fábrica tienen que atender cualquier enfermedad contagiosa.
EVOLUCIÓN HISTÓRICO-LEGAL EDAD CONTEMPORÁNEA- INTERNACIONAL

Desde finales del siglo XIX y a lo largo del primer tercio del siglo XX se produce un fenómeno
que se irá consolidando, en relación con las políticas de protección infantil, mediante
Congresos en los que particiban algunos países, especialmente de Eurpa. A principios del siglo
XX, comenzó a implementarse la protección de los niños, incluso en el área social, jurídica y
sanitaria. Este nuevo desarrollo, que comenzó en Francia, se extendió más adelante por toda
Europa.
Desde 1919, tras la creación de la Liga de las Naciones (que luego se convertiría en la ONU), la
comunidad internacional comenzó a otorgarle más importancia a este tema, por lo que
elaboró el Comité para la Protección de los Niños.

 DECLARACIÓN DE GINEBRA SOBRE LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS (1924)


La Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño es el primer texto histórico que
reconoce la existencia de derechos específicos para las niñas y niños, además de la
responsabilidad de las personas adultas sobre su bienestar. Sin embargo, este texto no tenía
fuerza vinculante para los Estados. Fue adoptada por la Sociedad de Naciones, predecesora de
la Organización de Naciones Unidas, en 1924. La iniciativa partió de Eglantyne Jebb, conocida
también como fundadora de la organización Save the Children. Jebb, tras la I Guerra Mundial,
advirtió la necesidad de proteger especialmente a niñas y niños. Esta organización tenía la
misión de ayudar a niñas y niños afectados por la guerra. La declaración contiene 5 únicos
artículos, en los cuales destacan las necesidades fundamentales de los niños: bienestar,
desarrollo, asistencia, socorro y protección.

 CREACIÓN UNICEF (1946)


El Fondo de las Naciones Unidas para la infancia es un programa de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) con base en Nueva York y que provee ayuda humanitaria y de
desarrollo a niños y madres en países en desarrollo.
Originalmente fue creado en 1946 con el nombre de United Nations International Children's
Emergency Fund(Unicef), en español: Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones
Unidas para la Infancia, para ayudar a los niños de Europa después de la Segunda Guerra
Mundial. En 1953, Unicef se convierte en organismo permanente dentro del sistema de
la ONU, encargado de ayudar a los niños y proteger sus derechos. Su nombre fue reducido al
nombre actual, pero se mantuvo el acrónimo original.

 DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS (1948)


La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) es un documento declarativo
adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 10 de diciembre de 1948
en París; en esta se recogen en sus 30 artículos de los derechos humanos considerados
básicos, a partir de la carta de San Francisco (26 de junio de 1945). La unión de esta
declaración y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos y sus protocolos comprende lo
que se ha denominado la Carta Internacional de Derechos Humanos. Mientras que la
Declaración constituye, generalmente, un documento orientativo, los Pactos son tratados
internacionales que obligan a los Estados firmantes a cumplirlos. La Declaración Universal de
Derechos Humanos es el “estándar común a ser alcanzado por todos los pueblos y naciones”.
La Declaración Universal de Derechos Humanos establece que “la maternidad y la infancia
tienen derechos a cuidados especiales y asistencia” y describe la familia como “la unidad
grupal natural y fundamental de la sociedad”. Aunque los niños son rara vez mencionados en
este texto, es de todas maneras un documento significativo y su impacto en todos los seres
humanos, incluyendo los niños, es lo que hace a esta Declaración tan importante. De hecho,
los derechos del niño se basan en los derechos humanos. Art. 25, inc 2: “La maternidad y la
infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de
matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social”. La Declaración
de los Derechos del Niño de 1959 remarcó esta naturaleza única de la infancia y, por lo tanto,
de la aplicación de los derechos concernientes específicamente a la infancia.

 DECLARACION DE LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS (1959)


La Declaración de los Derechos del Niño aprobada el 20 de noviembre de 1959 de manera
unánime por todos los 78 Estados miembros que componían entonces la Organización de
Naciones Unidas. Está basada a su vez en la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del
Niño, de 1924, y recoge 10 principios. Tras esta declaración, en 1989 se firmó la Convención
sobre los Derechos del Niño, con 54 artículos. Aparte de la extensión, las principales
diferencias entre ambas es que el cumplimiento de una convención es obligatorio y, por otra
parte, la de 1989 cambia el enfoque considerando a las niñas y niños como sujetos de
protección y no sólo como objetos de la misma. Esta declaración reconoce al niño y la niña
como «ser humano capaz de desarrollarse física, mental, social, moral y espiritualmente con
libertad y dignidad». Tiene el objetivo de orientar a los países en que se cumplan sus derechos.
La Convención funciona como una guía para los Estados, las familias y todos los demás adultos
que los rodean. De alguna forma, sirve para comprometer a los países en la promoción de sus
derechos, identificando aquellos en los que hay que poner especial atención para luego
trabajar y mejorar.

 Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966): SOLO SE


MENCIONA COMO PARTE DE LA CARTA INTERNACIONAL DE LOS DDHH.
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ICESCR: International
Covenant on Economic, Social and Cultural Rights, por sus siglas en inglés) es
un tratado multilateral general que reconoce Derechos económicos, sociales y culturales y
establece mecanismos para su protección y garantía. Fue adoptado por la Asamblea General
de las Naciones Unidas mediante la Resolución 2200A (XXI), de 16 de diciembre de 1966 y
entró en vigor el 3 de enero de 1976. Se compromete a las partes a trabajar para la concesión
de los derechos económicos, sociales y culturales de las personas, incluidos los derechos
laborales y los derechos a la salud, la educación y un nivel de vida adecuado. A fecha del
mes noviembre de 2017, el Pacto tiene 166 partes.
El Pacto es parte de la Carta Internacional de Derechos Humanos, junto con la Declaración
Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
incluida la última del Primer y Segundo Protocolos Facultativos.
El Pacto es supervisado por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las
Naciones Unidas.3

 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966): SOLO SE MENCIONA COMO


PARTE DE LA CARTA INTERNACIONAL DE LOS DDHH.
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR, por su sigla en inglés) es
un tratado multilateral general que reconoce Derechos civiles y políticos y establece
mecanismos para su protección y garantía. Fue adoptado por la Asamblea General de las
Naciones Unidasmediante la Resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966. Entró en
vigor el 23 de marzo de 1976 y ha sido ratificado por 167 Estados, siete más que el PIDESC. 1
Fue adoptado al mismo tiempo que el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales y se hace referencia a ambos con el nombre de Pactos Internacionales de Derechos
Humanos o Pactos de Nueva York. A su vez, éstos, junto con la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, comprenden lo que algunos han llamado Carta Internacional de Derechos
Humanos.

 CONVENCIÓN AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS (1969)


La Convención Americana sobre Derechos Humanos (también llamada Pacto de San José de
Costa Rica) fue suscrita, tras la Conferencia Especializada Interamericana de Derechos
Humanos, el 22 de noviembre de 1969 en la ciudad de San José en Costa Rica y entró en
vigencia el 18 de julio de 1978. Es una de las bases del sistema interamericano de promoción y
protección de los derechos humanos. Si el ejercicio de tales derechos y libertades no estuviese
ya garantizado por disposiciones legislativas o de otro carácter, los Estados partes están
obligados a adoptar medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para
hacerlos efectivos. Además, establece la obligación, para los Estados partes, del desarrollo
progresivo de los derechos económicos, sociales y culturales contenidos en la Carta de
la Organización de los Estados Americanos, como medios de protección de los derechos y
libertades, establece dos órganos para conocer de los asuntos relacionados con el
cumplimiento de la Convención: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.
“Artículo 19.- Derechos del Niño Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que su
condición de menor requieren por parte de su familia, de la sociedad y del Estado”

 DECLARACIÓN SOBRE LA PROTECCIÓN DE LA MUJER Y EL NIÑO EN ESTADOS DE


EMERGENCIA (1974)
La Declaración estipula que mujeres y niños sufren de victimización durante conflictos
armados debido a la "supresión, agresión, colonialismo, racismo, dominación extranjera". Esta
declaración requiere que los países tomen las medidas necesarias para terminar
persecuciones, torturas, medidas punitivas, tratamientos humillantes y violencia,
especialmente cuando las víctimas son mujeres y niños. De la misma forma, reconocer
arrestos, torturas, tiroteos, castigos colectivos, destrucción de viviendas y los desalojos
forzosos como actos criminales. Algunos derechos inalienables también están consagrados en
esta Declaración, tales como el acceso a los alimentos, el refugio y atención médica, que han
de ser proporcionada a mujeres y niños atrapados en situaciones de emergencia. Finalmente,
esta Declaración propone un carácter vinculante con otros instrumentos de leyes
internacionales, tales como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales y la Declaración de los Derechos del Niño.

 AÑO INTERNACIONAL DEL NIÑO (1979)


En 1959, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la Declaración de los Derechos del
Niño. Veinte años después, estos derechos estaban todavía en suspenso, cuando no
completamente violados. Para recordárselo al mundo en general y a la opinión pública, 1979
fue proclamado Año Internacional del Niño. La UNESCO publicó un póster, “El Niño y la
Paloma”, obra del pintor cubano René Portocarrero. Este gouache forma parte de la serie
Artistas solidarios con la UNESCO, al igual que los de Sonia Delaunay y Joan Miró. El 10 de julio
de 1976, bajo la dirección del UNICEF, se instituyó el secretariado a cargo de enlace y
publicidad del Año Internacional del Niño, con la señora Albada Leyn como representante
especial. De enero a octubre del mismo año, el director ejecutivo de UNICEF envió mensajes a
los cancilleres de 153 países invitando a sus gobiernos a las actividades con motivo del Año
Internacional del Niño. Hasta junio de 1978, un total de 100 países tomó parte en estas
actividades e instauró organismos al respecto. Los países participantes en estas actividades
organizaron sendas comisiones estatales o encargaron a un organismo para y elaborar planes
propios y organizar las actividades. Durante todo el año se llevaron a cabo celebraciones en
todo el mundo y los pueblos y organizaciones reiteran su compromiso con los derechos de los
niños.

 Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la Justicia de


Menores (1985)

Las Reglas tienen en cuenta los diversos marcos nacionales y estructuras legales, reflejan los
objetivos y el espíritu de la justicia juvenil y exponen principios convenientes y prácticas para la
administración de la justicia para jóvenes. Representan un mínimo de condiciones aceptadas
internacionalmente para el tratamiento de jóvenes que entran en conflicto con la ley. En las
Reglas de Beijing se expone que los objetivos de justicia juvenil son de promover el bienestar
del joven y de asegurar que cualquier respuesta a los delincuentes juveniles será siempre en
proporción a las circunstancias tanto del joven como del delito. En las Reglas se prevén
medidas específicas que cubren las varias fases de justicia juvenil. Ponen hincapié en que el
ingreso en instituciones sólo será utilizado como último recurso y durante el plazo más breve
posible.

 CONVENCION SOBRE LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS (1989)


La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN, en inglés CRC) es un tratado
internacional de las Naciones Unidas, firmado en 1989, a través del cual se enfatiza que los
niños tienen los mismos derechos que los adultos, y se subrayan aquellos derechos que se
desprenden de su especial condición de seres humanos que, por no haber alcanzado el pleno
desarrollo físico y mental, requieren de protección especial. Es el primer tratado vinculante a
nivel nacional e internacional que reúne en un único texto sus derechos civiles, políticos,
sociales, económicos y culturales. El texto de la CDN al que suscriben los Estados está
compuesto por un conjunto de normas para la protección de la infancia y los derechos del
niño. Esto quiere decir que los Estados que se adhieren a la convención se comprometen a
cumplirla. En virtud de ello se comprometen a adecuar su marco normativo a los principios de
la CDN y a destinar todos los esfuerzos que sean necesarios para lograr que cada niño goce
plenamente de sus derechos. La convención está compuesta por 54 artículos que consagran el
derecho a la protección de la sociedad y el gobierno. El derecho de las personas menores de 18
años a desarrollarse en medios seguros y a participar activamente en la sociedad. Como todos
los tratados sobre derechos humanos, el texto de la CDN se fundamenta en tres grandes
principios: los derechos son universales, es decir que conciernen a todos los niños;
son indivisibles, dado que la CDN no jerarquiza los derechos que contiene, y, estrechamente
vinculado con lo anterior, son interdependientes. En otras palabras, no hay primacía de un
derecho sobre los demás por cuanto el cumplimiento de cada uno depende de
la garantía efectiva del resto.

PROTOCOLOS FACULTATIVOS:

- Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta
de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía; Resolución
A/RES/54/263 del 25 de mayo de 2000, entrada en vigor el 18 de enero de 2002:
llama especialmente la atención hacia la criminalización de estas graves violaciones de
los derechos de la infancia y hace hincapié en la importancia que tiene fomentar una
mayor concienciación pública y cooperación internacional en las actividades para
combatirlas.
- Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la
participación de niños en los conflictos armados, Resolución A/RES/54/263 del 25 de
mayo de 2000, entrada en vigor el 12 de febrero de 2002: establece los 18 años como
la edad mínima para el reclutamiento obligatorio y exige a los Estados que hagan todo
lo posible para evitar que individuos menores de 18 años participen directamente en
las hostilidades.
- Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo al
procedimiento de comunicaciones; Resolución A/RES/66/138, entrada en vigor el 28
de mayo de 2012: establecimiento de un mecanismo que permita la presentación ante
el Comité de los Derechos del Niño (CRC) de denuncias/comunicaciones presentadas
por, o en nombre de, personas o grupos de personas sujetas a la jurisdicción de un
Estado parte que afirmen ser víctimas de una violación por el Estado parte de
cualquiera de los derechos enunciados.

 Directrices de las Naciones Unidas para la prevención de la delincuencia


juvenil (1990)

Las Directrices establecen las normas para la prevención de la delincuencia juvenil e incluso
medidas de protección de personas jóvenes quienes han sido abandonadas, descuidadas,
abusadas o quienes se encuentran en situaciones marginales – en otros términos, en “riesgo
social”. Las Directrices incluyen la fase pre-conflicto, es decir, antes de que los jóvenes entren
en conflicto con la ley. Se concentran en el niño y se basan en la premisa de que es necesario
contrarrestar aquellas condiciones que afectan e influencian desfavorablemente el desarrollo
sano del niño. Para ello, se propusieron medidas exhaustivas y multidisciplinarias para
asegurar a los jóvenes una vida libre de crímenes, victimización y conflictos con la ley. Las
directrices se enfocan en modalidades de intervención preventiva y protectora y tienen como
objetivo la promoción por un esfuerzo conjunto de un papel positivo de parte de varios
organismos sociales, incluyendo la familia, el sistema educativo, los medios de comunicación y
la comunidad así como las personas jóvenes mismas.

 REGLAS DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA PROTECCIÓN DE MENORES PRIVADOS


DE LIBERTAD (1990)

La Asamblea General de Naciones Unidas aprueba una serie de reglas para procurar la garantía
de los derechos de los niños privados de libertad, partiendo del hecho de que estos son
sumamente vulnerables a los malos tratos, a la victimización y a la vulneración de los mismos,
y reconociendo que precisan una especial atención para asegurar su binestar durante el
período de privación de libertad y con posterioridad al mismo.
Por ello invita a los Estados Miembros a adaptar políticas y legislación a tales reglas, así como a
presentar informes al Secretario General y al Comité para la Prevención del Delito y la Lucha
contra la Delincuencia, sobre las medidas adoptadas y los resultados de su aplicación.

 CUMBRE MUNDIAL EN FAVOR DE LA INFANCIA (1990)

Del 29 al 30 de septiembre de 1990 el mayor número de dirigentes mundiales reunidos nunca en


las Naciones Unidas participaron en la Cumbre mundial en favor de la infancia. Dirigida por 71 jefes
de Estado y de gobierno y 88 altos funcionarios, la mayoría de nivel ministerial, la Cumbre Mundial
aprobó una Declaración sobre la Sobrevivencia, Protección y Desarrollo de los Niños y un Plan de
Acción para poner en práctica la declaración en el decenio de 1990. La Cumbre mundial en favor
de la infancia fue un acontecimiento sin precedentes no solamente para UNICEF, sino también
para el mundo y especialmente para los niños. Era la primera ocasión de la historia en que una
reunión a nivel de Cumbre se celebraba exclusivamente para abordar sobre las cuestiones de la
infancia. Como quedó demostrado en esas conversaciones de alto nivel en la Cumbre Mundial en
favor de la Infancia, no existen otros dos temas que estén tan íntimamente relacionados. Y
tampoco existe una afirmación más categórica del papel central que ocupan los niños con relación
a nuestro futuro común que la aprobación por parte de la Cumbre Mundial de un conjunto de
metas específicas y sujetas a plazos determinados orientadas a garantizar la supervivencia, la
protección y el desarrollo de los niños en el decenio de 1990. Al proclamar que "no puede haber
una tarea más noble que la de dar a todos los niños un futuro mejor" (véase la Declaración
Mundial sobre la Supervivencia, la Protección y el Desarrollo del Niño, párrafo 25), los 71 Jefes de
Estado y Gobierno y los otros 88 delegados de alta jerarquía se comprometieron a proteger a los
niños y a reducir su sufrimiento; a promover el desarrollo pleno del potencial humano de cada
niño, y a concienciarlos sobre sus necesidades, sus derechos y sus posibilidades. "Nos
comprometemos a hacerlo" declararon esos dirigentes, "no sólo para la generación actual, sino
también para las generaciones venideras"(véase la Declaración Mundial, párrafo 25).

 CONVENIO RELATIVO A LA PROTECCIÓN DEL NIÑO Y LA COOPERACIÓN EN MATERIA


DE ADOPCIÓN INTERNACIONAL (1993)

El Convenio de La Haya de 29 de mayo de 1993 relativo a la Protección del Niño y a la


Cooperación en Materia de Adopción Internacional(Convenio de La Haya sobre Adopción)
protege a los niños y a sus familias contra los riesgos de adopciones internacionales ilegales,
irregulares, prematuras o mal gestionadas. Este Convenio, que también opera a través de un
sistema de Autoridades Centrales, refuerza la Convención de las Naciones Unidas sobre los
Derechos del Niño (art. 21) y pretende garantizar que las adopciones internacionales se
realicen en el interés superior del niño y con respeto a sus derechos fundamentales, así como
prevenir la sustracción, la venta o el tráfico de niños.

 CONVENIO SOBRE LA PROHIBICIÓN DE LAS PEORES FORMAS DE TRABAJO INFANTIL


(1999)

El Convenio 182 fue presentado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y adoptado
por unanimidad por sus miembros el 17 de junio de 1999, en Ginebra. La OIT estima que más
de 250 millones de chicos, entre los 5 y 14 años, son forzados a trabajar para sobrevivir y
mantener a sus familias. Más del 70% lo realiza en condiciones peligrosas. No obstante, estas
estadísticas no toman en cuenta al millón de niños trabajadores considerados como
“invisibles”, que son escondidos por sus empleadores y sometidos a condiciones laborales
cercanas a la esclavitud.
El Convenio 182 destaca las cinco peores formas de trabajo que deben erradicarse a fin de
intensificar la lucha contra esta problemática. Éstas son las siguientes: esclavitud o prácticas
similares, trabajo obligatorio o forzoso, prostitución, trabajos que pongan en riesgo la salud,
entre otros.

LEGISLACION NACIONAL

I. CODIGO DE MENORES
Fue el primer código con especial atención a niñas y niños, aprobado por la Ley
N°13968 del 02 de Mayo de 1962, Se sustentó en los Art. 51 y 52 de la CP de 1933
teniendo como doctrina la Declaración Universal de los Derechos del Niño de 1959 y la
Declaración de Ginebra del año , y 1925 y los principios proclamados al respecto por
las Naciones Unidas; los Derechos del Niño Americano, de la Organización de los
Estados Americanos; el Código de la Declaración de oportunidades para el niño , del
VIII Congreso Panamericano del Niño de 1942, Carta de Derechos de la Familia
Peruana, del Congreso Peruano de Protección a la Infancia de 1943.
Estuvo vigente del 01 de Julio de 1962 al 27 de Junio de 1993, catalogado en su
momento como uno de los mejores códigos de menores en América Latina.
La comisión que elaboro el proyecto que dio origen al precitado código, estuvo
integrada por los doctores: Raul Noriega, Emilio F. Velarde, Fernando Quevedo, y
Manuel Tamayo Vargas. Estableció la doble instancia: Juzgados de menores y
Tribunales de Apelación. Adopto la doctrina de la situación Irregular.
Este código derogo disposiciones referentes a menores tipificadas en el Código Penal
de 1924, creando un código específico para la minoridad peruana.
Esquemáticamente constaba de un Título preliminar y 147 artículos distribuidos en tres
secciones. En la primera contenía: órganos de administración; Protección de la familia,
de la Maternidad y de la Primera infancia; Asistencia del Menor en las edades pre-
escolar, escolar y adolescencia; Protección del menor en el trabajo. En la sección
segunda de Jurisdicción de menores, contenía Disposiciones Orgánicas;
Competencia; Del Incumplimiento de los deberes de asistencia Familiar y de las
contravenciones en perjuicio del menor; Procedimiento; Medidas aplicables al menor;
Ejecución de medidas. En la sección tercera de Servicios Comunes; Procuraduría de
Menores, Servicios Técnicos, Patronato de menores.
El código de menores represento dentro de la legislación un verdadero avance, en
cuanto significa “El reconocimiento de Derecho Especial de Menores como una rama
autónoma de las ciencias jurídicas”
Existen también una serie de limitaciones que fueron vistas posteriormente,
haciéndose patentes en la década de los ochentas con la vigencia de la constitución
de 1979, con el cuestionamiento que empezó a hacerse por ese entonces a la llamada
doctrina de “SITUACION IRREGULAR”.
Esta doctrina nació en el siglo XVII con el reconocimiento de la infancia como una
categoría diferenciada de los adultos. Mas como no todos los integrantes de esta
categoría accedían a la escuela, se produjo una suerte de disección al interior de la
misma: quienes ingresaban y permanecían en la escuela formaban propiamente dicho
esta categoría; los que no podían acceder o eran expulsados se convertían en
“menores”, por lo tanto según esta doctrina son un segmento que necesitan de la
“compasión- represión” socio jurídica y para quienes se va a crear la jurisdicción de
menores. Por lo tanto la asistencia y protección del estado y la sociedad no estaban
destinados a toda la categoría de infancia, sino a aquellos niños y adolescentes
disgregados, caían ya sea en abandono moral o material, peligro, deficiencias físicas,
mentales, acto de infracción.

II. CODIGO DE LOS NIÑOS Y ADOLECENTES (1992)

A. DOCTRINA DE LA PROTECCION INTEGRAL


En el marco de los derechos del niño como auténticos derechos humanos
surge la “DOCTRINA DE LA PROTECCION INTEGRAL”, que tiene como
principal sustento el reconocimiento del niño y el adolecente como sujeto de
derechos y no como objeto de tutela.
La doctrina de la protección integral, significa un nuevo paradigma, superando
la vieja doctrina de la Irregularidad Social que centraba su atención en solo dos
segmentos de la población infantil: menores de edad en situación de abandono
y menores infractores a quienes se les consideraba “antisociales”, vieja
doctrina que inspiro por cerca de un siglo los códigos de menores de los
diferentes países del mundo. De allí que el cambio de paradigma se de en una
doble perspectiva

a. Que los destinatarios son todos quienes integran la población infantil sin
discriminación alguna.
b. La protección dispensada a niños y adolescentes es integral.
Esta nueva doctrina se sustenta en el principio del “Interés superior del niño”, que
debe cobrar vida en todas las acciones o decisiones que se tomen en relación con
niños y adolescentes. Sirve de sustento al instrumento internacional más importante
en materia de derechos humanos relativos a la niñez: La convención internacional de
los Derechos del Niño, adoptada por la ONU, el 20 de Noviembre de 1989.
Esta doctrina concibe a la infancia como una categoría universal, sin disecciones ni
subcategorías, por lo tanto atención y protección del estado y la sociedad están
destinados a todos los niños y adolescentes sin distinción, asimismo reconoce a los
niños y adolescentes como sujetos plenos de derechos libertades y garantías
específicas y proclaman su interés superior como elemento primordial y prioritario del
Estado y la sociedad respecto a ellos.
El 20 de noviembre de 1989, la Asamblea de la Naciones Unidas aprobó uno de los
instrumentos internacionales más importantes que en materia de Derechos Humanos
ha logrado la comunidad internacional: "La Convención sobre los Derechos del Niño”.
La Convención conceptualiza la llamada doctrina integral de protección a la infancia;
es decir que se reconocen por primera vez derechos específicos a los niños y
adolescentes, los cuales van a innovar definitivamente las legislaciones referidas a la
infancia en todos los países del mundo. Asimismo, se dan las directrices para que
estos derechos sean efectivamente llevados a la práctica.
El primer acto del gobierno peruano fue aprobar, mediante Resolución Legislativa N°
25278, del 3 de agosto de 1990, la Convención sobre los Derechos del Niño. La cual
fue posteriormente ratificada en octubre del mismo año, incorporándose a nuestra
legislación nacional con rango de norma constitucional. Así, pues el Perú se obligó, al
ratificar dicho instrumento internacional a promocionar y proteger los derechos
conceptualizados; por lo que se hacía imperativo redactar un nuevo Código para la
infancia que adaptara los nuevos conceptos de la doctrina internacional y que
respondiera a nuestra realidad, tanto más que la mayor parte de la población peruana
es menor de 18 años.
El gobierno mediante Resolución Ministerial N° 505-92-JUDS, del 14 de setiembre de
1992, creó la Comisión encargada de elaborar el "Código de los Niños y
Adolescentes", la cual tuvo como principal característica integrar a profesionales
especialistas de diversos sectores de la sociedad: Funcionarios públicos, catedráticos
universitarios, magistrados, abogados en ejercicio, asistentas sociales y
representantes de organizaciones no gubernamentales., conformación que permitió
una visión integral del problema de la niñez en el Perú; y que elaborara el proyecto del
mencionado Código.
El proyecto se promulgó por Decreto Ley N° 26102, el 24 de diciembre de 1992,y
publicado el 29 entrando en vigencia el 28 de Junio de 1993 y tiene entre sus
principales virtudes, promover la participación de la sociedad civil conjuntamente con
el Estado para lograr el bienestar de la niñez peruana.

 Algunas de las instituciones e innovaciones más importantes que introduce el


código son las siguientes:

1. Los juzgados y fiscalías especializadas y salas de familia


2. El proceso único en materia civil
3. Eliminación de las medidas de privativas de la libertad por razón de situación
de abandono del niño o adolescente.
4. Aplicación de la medida de internación como último y extremo recurso
5. El instituto de remisión
6. Reconocimiento expreso de derechos individuales y garantías procesales al
adolescente infractor
7. Creación del ente rector y de la secretaria técnica de adopciones.
Consta de 266 artículos distribuidos en cuatro libros, un título preliminar con diez
artículos, ocho disposiciones transitorias y 5 disposiciones finales.

III. LEY N° 27337. APRUEBA EL NUEVO CODIGO DE LOS NIÑOS Y


ADOLESCENTES
Consta de Cuatro Libros y un Título Preliminar. El Primer Libro referido a los Derechos
y Libertades, el Segundo sobre El Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y
Adolescente, el Tercero sobre las Instituciones familiares y el Libro Cuarto sobre la
Administración de Justicia especializada en el niño y el adolescente.
El Código establece una división entre Niños: desde la concepción hasta los doce
años quienes pueden ser sujetos de medidas de protección cuando su conducta
transgreda una norma penal y Adolescentes: desde los 12 años hasta antes de cumplir
los 18 años de edad, quienes pueden ser procesados y pasibles de una medida socio-
educativa. El código al recoger los postulados de la Convención deja de lado la
concepción del menor infractor como sujeto inimputable, reconociéndole
responsabilidad frente al Estado por las infracciones a la ley penal que le sean
imputables, esta inserción del infractor en el ámbito penal, conllevó al reconocimiento
de garantías, derivadas de esta responsabilidad penal especial los adolescentes son
sujetos de derechos y por lo tanto de responsabilidades y en salvaguarda de la
aplicación de un derecho penal mínimo, encontramos el internamiento como última
medida, para hacer efectiva esta garantía, la Convención establece la obligación de
los Estados partes de considerar en las sentencias medidas alternativas al
internamiento, así el art. 40.4 de la Convención prescribe que los Estados deben
incorporar otras medidas de tratamiento externo como el cuidado, las órdenes de
orientación y supervisión, el asesoramiento, libertad vigilada, colocación en hogares de
guarda, los programas de enseñanza y formación profesional, debiendo considerar el
juez como última medida el internamiento y por el menor tiempo posible.
El Código en su Libro Cuarto sobre la “Administración de Justicia Especializada en el
Niño y el Adolescente” consagra las principales garantías sustantivas, procesales y de
ejecución a favor de los adolescentes infractores. Dispone la creación de juzgados y
fiscalías especializadas con magistrados especializados, asimismo el funcionamiento
de un conjunto de órganos que deben de brindar apoyo al sistema de justicia
especializado, así tenemos a la Policía , el defensor de oficio, el Servicio Médico legal,
el equipo multidisciplinario que está integrado por asistentes sociales, sicólogos,
educadores todos ellos especializados en la atención del niño y el adolescente .
La visión socio-jurídica del adolescente como sujeto de derechos, se manifiesta en el
Código con el otorgamiento legal de garantías sustantivas y procesales, esto es las
generales que pertenecen a toda persona incursa en un proceso penal y las
especificas que le son propias por encontrarse en formación su personalidad ( reserva
del proceso y del nombre del infractor, suspensión del proceso en cualquier etapa
mediante la Remisión, que puede ser aplicada por el fiscal, el juez y la Sala Superior,
también se considera el internamiento como última medida debiendo cumplirse en
ambientes separados de los adultos)

 MEDIDAS SOCIEDUCATIVAS PREVISTAS EN EL CODIGO

1. La amonestación (severa llamada de atención al adolescente, padres o


tutores.)
2. La prestación de servicios a la comunidad (realizados en días no laborables,
para no perjudicar su escolaridad ni salud)
3. La libertad asistida (la aplicación está a cargo del Servicio de Orientación al
Adolescente)
4. La libertad restringida (participación diaria del adolescente a programas de
intervención diferenciados)
5. Internación ( A cargo de la Gerencia de Operaciones de Centros Juveniles )
NORMAS DADAS EN BENEFICIO DE LOS NIÑOS Y ADOLECENTES
o DECRETO LEGISLATIVO N°1297, PARA LA PROTECCION DE LAS NILAS,
NIÑOS Y ADOLESCENTES SIN CUIDADOS PARENTALES O EN RIESGO
DE PERDERLOS
o LEY N° 26518 “Ley del Sistema Nacional de atención integral al niño y al
adolescente”
o Decreto supremo N° 018-96-PRES “Aprueban el reglamento de la ley del
sistema nacional de atención al niño y el adolescente”
o Reglamento de la ley del sistema nacional de atención integral al niño y
adolescente (promulgada por la ley N° 26518, modificada por las leyes N°
26596 Y 26621)
o LEY N° 26981 “Ley de procedimiento administrativo de adopción de menores
de edad declarados judicialmente en abandono!
o DECRETO SUPREMO N° 001-99-PROMUDEH “Reglamento de la ley de
procedimiento administrativo de adopción de menores de edad declarados
judicialmente en abandono
o RESOLUCION MINISTERIAL N° 234-99-PROMUDEH “Reglamento del
servicio de defensoría del niño y el adolescente
o LEY N° 27007 “Ley que faculta a las defensorías del niños y el adolescente a
realizar conciliaciones extrajudiciales con título de ejecución
o DECRETO SUPREMO N° 006-99 PROMUDEH “Ley que faculta a las
defensorías del niño y el adolescente a realizar conciliaciones extrajudiciales
con título de ejecución “
o RESOLUCION ADMINISTRATIVA N°267-SE-TP-CME-PJ “Aprueban
reglamento de prestación de servicios a la comunidad para adolescentes
infractores”
o RESOLUCION DEFENSORIAL N° 062-2000/DP “Sistema penal juvenil en el
Perú”
LATINOAMÉRICA

Como antecedente tenemos la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), aprobada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989, es el primer tratado
internacional especializado que reconoce todos los derechos humanos de los niños, niñas y
adolescentes. En más de 20 años después de su entrada en vigor puede decirse que todos los
estados del mundo, excepto Somalia y los Estados Unidos, han aceptado a obligarse a
reconocer a los niños y niñas los derechos que con carácter general se habían consagrado en el
derecho internacional en favor de todos los seres humanos más otros específicos dirigidos a
asegurar su crecimiento y desarrollo en las mejores condiciones de bienestar.

La aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño y el posterior y rápido proceso de
ratificaciones provocaron en América Latina, a través de movimientos nacionales destinados a
modificar las legislaciones internas, una serie de transformaciones cuyo impacto real ha sido y
es todavía extremadamente difícil de evaluar. No obstante, más allá de cualquier apreciación
crítica sobre su desarrollo y resultados, en ninguna otra región del mundo se produjo una
movilización social tan intensa entorno a la CDN como en el caso de América Latina.

Sin olvidar los desfases nacionales entre países, como, por ejemplo, Brasil, que reformó su
legislación en 1990, y Argentina, Chile, México o Colombia, donde la reforma de las leyes de
niñez está pendiente todavía, es posible distinguir dos etapas diferenciadas de un proceso
sobre el que aquí se pretende contribuir - mucho más de manera analítica que a través de
información exhaustiva que puede recabarse de otras fuentes - a su mejor comprensión. Una
primera y muy breve etapa, de transición de modelos, que va desde la aprobación de la
Convención, en noviembre de 1989, hasta fines de 1991. En este periodo, en la práctica, se
completa el movimiento de ratificaciones de este tratado por parte de los Estados de la región,
manteniéndose sin embargo intacta la vieja legislación, específicamente diseñada para el
control-protección del “menor abandonado-delincuente”, producto de las primeras décadas
del siglo XX3 . La segunda etapa, que se podría denominar de expansión jurídico-cultural de
autonomía de la infancia y de implementación fluctuante, se extiende hasta nuestros días. En
estos años comienzan a producirse las primeras reformas legislativas y, como expresión del
espíritu del momento, se interpretan, adoptan y desarrollan en clave de derechos humanos los
principios más importantes sobre los que se estructura la CDN. Sin embargo, podemos
observar en esta segunda etapa que al tiempo que se avanza en la implementación de algunos
capítulos de las leyes, la inversión en infancia es todavía insuficiente e inadecuada para
alcanzar los Objetivos de Desarrollo, aprobados por la Asamblea General de Naciones Unidas
en la Cumbre del Milenio del año 2000, y además, en algunos países, se producen involuciones
represivas, muy en especial en lo referido a los problemas derivados de la administración de la
justicia en relación a los adolescentes en conflicto con la ley penal.

TRANSICIÓN DE MODELOS (1989-1991)

Durante esos años la retirada de las dictaduras (Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, etc),
y el fin de conflictos armados (Guatemala, El Salvador, Nicaragua) tuvo una gran aceptación,
con una velocidad sin precedentes en comparación con otros instrumentos de parecido tenor,
las ratificaciones regionales de la CDN en el mundo alteró el panorama jurídico-cultural de las
relaciones, por una parte, de la infancia – los “menores” – con las instituciones y, en general,
de la infancia con el mundo adulto.

ETAPA DE EXPANSIÓN JURÍDICO-CULTURAL DE AUTONOMÍA DE LA INFANCIA Y DE


IMPLEMENTACIÓN FLUCTUANTE (1992-2004)
Si algo marcó con fuerza el desarrollo de esta etapa es la influencia decisiva que, a nivel
regional, ejerció materias de contenidos y de procesos participativos en el Estatuto del Niño y
el Adolescente (ECA), aprobado en Brasil, en julio de 1990, es la primera adecuación de la CDN
en Latinoamérica. Esto influyó en el cambio de modelo, en los términos del contenido y el
proceso de construcción. En todas las nuevas leyes se produjeron extraordinarios avances en
términos no solo de reconocimiento jurídico de los derechos, sino también en la institución de
nuevos mecanismos de la exigibilidad de los mismos.

La aparición de movimientos sociales en defensa de la democracia y de los derechos humanos


impulsó la difusión de la CDN y del reconocimiento de los de los derechos de la niñez tanto en
las constituciones nacionales como en las leyes de infancia.

Es así que en poco tiempo de la aparición del Estatuto del Niño y el Adolescente de Brasil le
siguieron, por orden cronológico:

 1992, Código del Menor de Perú


 1993, Código de la Familia de El Salvador
 1994, Ley del Menor Infractor de El Salvador
 1996, Ley de Responsabilidad Penal Juvenil de Costa Rica
 1996, Código de la Niñez y la Adolescencia en Honduras
 1997, Ley de Adopción de Paraguay
 1998, Código de la Niñez y la Adolescencia de Nicaragua
 1999, Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente de Venezuela
 1999, Código del Niño, Niña y Adolescente de Bolivia
 1999, Ley 40 de Régimen Especial de Responsabilidad Penal para la Adolescencia de
Panamá
 2000, Ley Federal para la Protección de los Derechos del Niño, Niñas y Adolescentes de
México
 2001, Código de la Niñez y la Adolescencia de Paraguay
 2003, Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia de Guatemala
 2003, Código de la Niñez y la Adolescencia de Ecuador
 2003, Código para el Sistema de Protección y los Derechos Fundamentales de Niños,
Niñas y Adolescentes de República Dominicana
 2004, Código de la Niñez y la Adolescencia de Uruguay

Frente al uso abusivo de los sistemas tutelares frente la privación, ya fuera el niño infractor de
la Ley Penal o víctima de la violencia y/o abandono, en las nuevas leyes de niñez así como en el
CDN pasó a considerarse una medida excepcional y en último recurso, para los casos más
graves cometidos por adolescentes. En Latinoamérica se dispone que los menores de 12 años,
en algunos países los menores de 14 años, que cometen una infracción penal están totalmente
exentos de responsabilidad penal, sin embargo debiendo aplicarse medidas de protección
adecuadas dentro del ámbito de las instituciones civiles de bienestar o de la familia.

Teniendo en cuenta lo anterior en Paraguay con su Código de la Niñez y la Adolescencia


disminuyó el número de niños privados de su libertad de 650, en 1990, a 300, en 2001 y el
régimen de adopción implantado logró que ya no se dieran las adopciones extranjeras, las
cuales en el año de 1997 rozaban con situaciones de tráfico de niños, el Ministerio Público de
Paraguay nos da la cifra de 4000 niños adoptados por extranjeros entre los años de 1990 y
1995.
Durante este periodo en muchos países de Latinoamérica se crea, difunde y expande una
institución realmente desconocida en la historia de la infancia: Las Defensorías municipales y
comunitarias de niñas, niños y adolescentes. Perú como El Salvador son los más
representativos, en el caso de Perú la existencia de más de 1,500 Defensorías en sus 24
departamentos que en casi 1 década han atendido más de 160,000 casos de violaciones a los
derechos de la infancia.

Aún se realizan de manera abusiva las privaciones de libertad sin distinguir entre medidas de
protección y medidas socio-educativas de privación de libertad propiamente dichas.

“Por privación de libertad se entiende toda forma de detención o encarcelamiento, así como el
internamiento en un establecimiento público o privado del que no se permita salir al menor por
su propia voluntad, por orden de cualquier autoridad judicial, administrativa u otra autoridad
pública”. (Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los Jóvenes Privados de
Libertad, de 1990.)

ADOLESCENTES EN CONFLICTOS CON LA LEY PENAL Y EL CASO DE LAS MARAS EN


CENTROAMÉRICA

En el caso de honduras cumple objetivamente la función de introducir de nuevo viejos


enfoques de peligrosidad que parecían superados y, con ello, la misma discrecionalidad de las
viejas leyes tutelares. Los criterios de “peligrosidad” permiten que una persona pueda ser
privada de libertad no por la comisión de un hecho delictivo, sino por razones subjetivas, como
son la vestimenta, el uso de tatuajes, vivir en la calle, pertenecer a una pandilla, etc.

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