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Campus Quetzaltenango
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Licenciatura en Relaciones Internacionales
Historia de las Ideas Políticas II
Lic. Jesús Hernández
El liberalismo ¿Es la oportunidad de desarrollo para nuestros pueblos?
directa del liberalismo europeo, cuyo contenido ideológico formó parte primordial de la base que
sirvió para organizar los Estados, los regímenes políticos y la construcción civil de estas jóvenes
naciones. Sin embargo, este pensamiento se desarrolló de manera diferente y tuvo adaptaciones
diversas en cada una de ellas, debido a que poseían necesidades y realidades diferentes.
Actualmente, incluso se describe que el liberalismo fue secuestrado por los economistas o, tal vez
común. Ese elemental deseo de pertenecer a una comunidad, de compartir origen y destino, se ha
sociales han sido minorizados, y nunca han sido tomado en cuenta. Consecuentemente, al formar
parte de un tejido social diverso, como en Guatemala, los rasgos identitarios de cada persona le
ubican como sujetos que, debido a sus condiciones políticas, económicas, sociales y de género,
revelan su alto grado de exposición a diversos niveles de exclusión y vulnerabilidad. Una primera
aproximación a la realidad de este segmento poblacional se da con todos los pueblos categorizados
como clase media baja, o clase baja que enfrentan desafíos en la legislación y políticas públicas,
acceso a la justicia, y cualquier tipo de servicio básico. Así pues, se llega a la interrogante ¿Es el
En este marco de fuerzas centrifugas que excluyen a las grandes mayorías del acceso a las
puede ser explicada desde la teoría liberal que nos explican (Burchill y Linklater, 2005):
garantía constitucional de los derechos. Ello privilegia, de acuerdo con esta teoría, la libertad y
equidad del individuo, por lo tanto, equidad de la ley. Por lo que el sistema de justicia debe de ser
abordado desde ese enfoque. Partiendo de ello, el liberalismo propone distintas pautas para el
sobre todo a los derechos básicos de cada persona. Sin embargo, en Guatemala, según la CEPAL
en su publicación Panorama social de América Latina, citado por (Lara, 2018) “ubicó a Guatemala
como el segundo país más pobre del continente, con una incidencia de pobreza de 70.5 por ciento,
solo por encima de Nicaragua (74.1 por ciento), empatado con Honduras (70.5 por ciento) y por
debajo de todos los demás, incluyendo Haití.” Lo que demuestra que, aunque existan ciertas ideas
al contexto guatemalteco.
La ley natural establece que los hombres nacen libres e iguales entre sí, tal es el estado
natural de los seres humanos, aun antes de que existieran sociedades y gobiernos. La libertad
natural del hombre debe estar a salvo de todo poder terrenal y no supeditarse a la voluntad o
autoridad legislativa del hombre, sino solo tener a la ley de naturaleza por norma. El hombre libre
transforma la naturaleza con su trabajo y constituye así la propiedad; el recolector que recoge unas
manzanas de los árboles del bosque las retira de la común propiedad original y las convierte en su
fuera necesario, perecería de inanición. La propiedad es un principio de la ley natural, tan sagrada
Así como el recolector es propietario de los frutos y raíces que recoge para alimentarse, el
agricultor es poseedor de los frutos de la tierra que cultiva, con el único límite de producir lo que
podrá consumir antes de que los productos se pudran. Gracias, sin embargo, a la invención de la
moneda, el agricultor puede vender la parte de su producción que no consumirá y guardar el dinero,
que también será suyo; lo mismo pueden hacer el herrero, el zapatero o el fabricante de telas. El
dinero es, entonces, un legítimo almacén de la propiedad debida al trabajo. Vida, libertad y
hacienda son tres derechos naturales de los hombres, esto es, anteriores a la existencia de toda
sociedad y gobierno y son, por tanto, inalienables e imprescriptibles. Los gobiernos todos están
Sin embargo, el estado de naturaleza, aun cuando es un estado de hombres libres, iguales y con
naturaleza es tan libre, si es señor absoluto de su persona y posesiones, igual a los mayores y por
nadie subyugado, ¿por qué habría de abandonar su libertad y someterse al dominio y dirección de
cualquier otro poder? Pero –agrega Locke– eso tiene obvia respuesta, pues, aunque en el estado de
naturaleza le valiera ese derecho, su goce resultaba precario y también expuesto a que lo invadieran
los demás, porque al ser todos tan reyes como él y cada hombre su igual, y siendo la mayor parte
de los hombres no estrictos observadores de la justicia, el disfrute de sus bienes en ese estado es
muy inestable y en zozobra. "Ello le hace desear el abandono de una condición que, aunque libre,
llena está de temores y continuados peligros; y no sin razón busca y se une en sociedad con otros
Así pues, el fin mayor y principal de los hombres que se unen en comunidades políticas y se
ponen bajo el gobierno de ellas es la preservación de su propiedad, para cuyo objeto faltan en el
estado de naturaleza diversos requisitos: en primer lugar, falta una ley conocida, fija, promulgada,
recibida y autorizada por común consentimiento como patrón de bien y mal, y medida común para
resolver cualesquiera controversias que entre los hombres se produjeren; en segundo lugar, falta
un juez conocido e imparcial, con autoridad para determinar todas las diferencias según la ley
establecida; en tercer lugar, falta el poder que sostenga y asista la sentencia, si ella fuere recta, y
Por lo demás, la razón humana no solo nos permite discernir los postulados de la ley natural,
de los fines del hombre: “Y un ser racional, naturalmente, nunca buscará o consentirá en empeorar
su situación; antes bien, siempre buscará mejorarla, por ejemplo, cuando decide abandonar el
podría considerar en algún momento implementar completamente las bases del liberalismo
económico propuesto por los europeos, para que correspondan a las necesidades de la población.
Es decir que, aún se deben establecer esfuerzos en conjunto e individuales para que exista un
verdadero desarrollo para cada una de las personas que viven en el país.
a las formaciones oligárquicas que concentran poder y dinero. Desde las visiones más extremas
problema. Al poder público le correspondería, por lo tanto, no hacer nada. El olvido de la tradición
igualitaria del liberalismo, esa que va de John Stuart Mill a John Rawls, ha sido terriblemente
que, es necesario entonces, que los países consideren a todas las personas de los pueblos
originarios, de todas las clases sociales, en especial de la clase media baja, y baja como un sujeto
prioritario y protagonista del desarrollo y la transformación social, y eso solamente se hará a través
de la aplicación de las bases de una ideología que se base en las necesidades de todos y todas. Por
para los problemas que aquejan a Guatemala puesto que solamente se enfocaría en fomentar la
Referencias Bibliográficas
Burchill, S. (2005). Teoría de las Relaciones Internacionales (Tercera ed.). Estados Unidos de
América: Palgrave Macmillan. Obtenido de
http://lib.jnu.ac.in/sites/default/files/RefrenceFile/Theories-of-IR.pdf.
Goldwin, R. (2004). "John Locke". En Strauss, L. y J. Cropsey (Comps.). Historia de la filosofía
política. México: Fondo de Cultura Económica.
Lara, M. A. (2018, Febrero 26). El Periodico. Retrieved from La pobreza en las estadísticas:
https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/02/26/la-pobreza-en-las-estadisticas/
Locke, J. (1998). Ensayo sobre el gobierno Civil. México: Porrúa.