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Durante el transcurrir del siglo XXI, la sociedad venezolana se muestra bajo un complejo cuadro que pendúla entre el

viejo esquema consumista impuesto a partir de la década del 60 y la nueva identificación como sociedad, cargada de
elementos humanistas como la solidaridad, la honestidad y el bienestar colectivo. En la dicotomía producida por una u
otra concepción las características principales de la sociedad que atraviesa la primera década del siglo XXI pueden
mencionarse las siguientes: lo cultural, político, económico y social.
Cultural
Se ha retomado valores intrínsecos al ser humano que conllevan al rescate de nuestras tradiciones para impulsar
nuestra identificación como pueblo, con una historia particular tomando en cuenta las expresiones de la gente común
para aglutinar en un conjunto de manifestaciones propias del acervo cultural de cada ser humano o región. Existe el
empeño en romper definitivamente con viejas formas de gestión, que debido al hecho común cotidiano se confunde
con la cultura del aprovechamiento, ventajismo y prácticas deshonestas, lo cual por medio de la toma de conciencia
como ciudadano y como pueblo puede llegar a erradicarse de esa práctica cotidiana, por tanto, desde una nueva
perspectiva que se abre a partir del año 98, se convierte en punto importante a la hora de la definición y consolidación
de los procesos sociales vividos en el país.
Política
Precisamente desde el año 98, se suscitan cambios diametralmente opuestos al manejo político que venía atravesando
el país, dando por hecho la irreverencia del pueblo para con regímenes disfrazados de democracia que violentaron los
espacios participativos del ciudadano, manifestándose solamente cada 5 años en algún proceso electoral que
consolidaba cada vez más la ignominia a la cual era sometido el pueblo venezolano por la vía liberal burguesa.

Ante este panorama ensombrecido por la democracia liberal, aparece en la escena política una manera distinta de hacer
política y con una propuesta de sociedad diferente a la anterior, introduciendo elementos que abren el compás de la
participación dentro de espacios que en el pasado eran impensables para el ciudadano común, generando una nueva
esperanza o anhelo de construir un país mejor con valores ético-morales consonos con la propuesta socialista dirigida al
pueblo.

Económica
El capitalismo de estado en primer término y luego en los 90 el neoliberalismo privatizador, fue la constante en materia
económica, hasta que en el año 99 comienzan a verse tenues cambios que giran hacia la humanización de la economía.
Sin embargo estos cambios se han realizado de manera progresiva apuntando hacia la transformación del modelo
socioproductivo para desarrollar la economía más allá de la rentabilidad del petróleo, aumentar la productividad de los
trabajadores y hacer más eficiente las labores.

El paso transitorio que significa dejar atrás el modelo capitalista rentista está signado por el híbrido económico
desprendido de la puesta en marcha de una política económica que signifique crear nuevas categorías, para de esta
forma desarrollar a partir de la participación en las decisiones económicas fundamentales junto a los trabajadores del
país un modelo propicio para el encadenamiento de redes productivas y nueva contabilidad, donde el dinero pase a un
segundo plano y solo sea visto como medida aritmética, más no para contabilizar el trabajo ni la fuerza de trabajo. Son
lentos los pasos dados en este sentido, no obstante, puede afirmarse que con el solo hecho de discutir abiertamente
esta propuesta se reafirma el carácter social de la misma.

Social
La aparición de nuevas fuentes para la participación despierta la inquietud de los ciudadanos a mostrar interés por
resolver sus problemas más esenciales, con fines colectivos y en pluralidad de pensamiento pero con el convencimiento
de que solo bajo este contexto puede acercarse a la toma de decisiones puntuales, más allá de la pugna electoral.

Introducir en las comunidades , incluso en pensa de estudio, el desarrollo social del pueblo es un avance significativo
que deberá tener frutos de acuerdo a la madurez política que se pueda alcanzar en mediano o largo plazo.
Aspectos económicos de los siglos XVI al XIX
Para explicar los problemas sociales que confronta el país, es necesario revisar y tratar de comprender las causas que
originaron las mismas, problemas que, de una manera u otra, implican al sector económico, que a su vez interactúa con el
sector político y el social.
Para el momento del "descubrimiento" de América en 1492, Europa vivía la etapa del renacimiento, que desató en el
continente europeo el espíritu de aventura, del conocimiento científico y de la libertad del hombre. Sin olvidar, por
supuesto, la crisis económica y social por la cual atravesaba, y que se reflejaban el hambre, las pestes y las guerras. Estas
fueron las causas que dieron origen a la búsqueda de nuevas rutas marítimas que no fueran las del Mar Mediterráneo.
Cuando los europeos, y especialmente los españoles, atraviesan el Océano Atlántico, su teoría económica era el
mercantilismo, la cual se basaba en que las riquezas de las naciones derivaban de la acumulación de metales y piedras
preciosas (oro, plata, perlas, esmeraldas, etc.). En 1499, cuando exploran la Costa Oriental, hoy día la Isla de Cubagua,
encuentran grandes yacimientos de perlas, los cuales comenzaron a ser explotados, así como a explorar las áreas cercanas,
entre ellas, las islas de Margarita y Coche, dirigiéndose luego al Occidente de Tierra Firme para aplicar la misma
explotación de recursos naturales, irrespetando las culturas y creencias de los aborígenes autóctonos.
Al percatarse de la existencia de recursos mineros, comenzaron no sólo a explotar las zonas donde se hallaban éstos, sino
también a los grupos indígenas que en ella se encontraran. Una actividad forzosa que provocó la muerte a la mayoría, la
esclavitud y la servidumbre al resto, así como también provocó con el transcurso de los años la reducción de los pueblos
indígenas.
En la primera mitad del siglo XVI, a los españoles no les interesaba asentarse permanentemente. Su objetivo principal era
la búsqueda de minas de plata, oro y yacimientos de piedras preciosas. Sin embargo, una vez agotados los recursos, estos
hombres se ven obligados o forzados a cambiar su concepción económica. Tal fue el cambio que comenzaron a valorar
las tierras, puesto que era el único medio de producción que le podía satisfacer sus necesidades primordiales. Fue bajo
esta nueva mentalidad cuando los pobladores hispanos comenzaron a fundar ciudades y, por ende, a dedicarse a la
agricultura para su sustento; adaptándose por demás a la alimentación indígena, y éstos a la que traían de España, ya que
comenzaron a cultivar productos europeos (trigo) y de otras latitudes, como el algodón, que es originario de África,
dependiendo de las características particulares de cada zona geográfica de la América.
Durante el siglo XVI y XVII, los productos exóticos se mezclaron con los autóctonos (papa, yuca, maíz, cacao) y eran
cultivados en la franja de la Costa Montaña, área donde estaban asentadas las tribus indígenas y en el que, de manera
arbitraría, se impusieron los pobladores españoles, primero, por su agradable clima y segundo por contar con mano de
obra y técnica indígena, para el aprovechamiento de la fertilidad de los suelos. Es en ésta franja, específicamente, en los
valles del centro norte de Venezuela, donde se desarrolló el cultivo del cacao, un producto que durante los siglos XVII,
XVIII y parte del siglo XIX, representaban el principal rubro de exportación y de obtención de recursos económicos para
el fortalecimiento de los asentamientos humanos, que luego vendrían a constituirse en ciudades. Ya a finales del siglo
XIX, el cacao fue sustituido por el café, aunque esto, no quiere decir que no se siguiera produciendo y comercializando.
Ya para la primera mitad del siglo XVII, con el propósito de aumentar las exportaciones, se optó por buscar nuevas tierras
no sólo para expandir su población sino también la economía, fue entonces cuando llegaron a los Llanos y se dedicaron a
cultivar algodón, añil, zarzaparrilla, caña de azúcar y la cría de ganado, generando producto tales como el lienzo de
algodón, cacao, el azúcar y el cuero, y que dieron paso a los mercados externos, así como también a las migraciones
extranjeras.
A finales del siglo XIX, surge un gran cambio, desde el punto de vista económico, la exportación del cacao es sustituido
por el café y, como consecuencia, la importancia demográfica aumentó en los Andes ya que en esta región era donde
mejor se producía este producto. Aunque la región Centro – Norte no dejó de ser el área de mayor porcentaje de
población, específicamente Caracas, por ser el núcleo de la actividad exportadora de Venezuela. A través de Caracas se
relacionaban las demás regiones del país y por demás con los del exterior. En cambio, los Llanos no sufrieron ningún
cambio durante la exportación del café.
A inicio del siglo XX, año 1925, la actividad agroexportadora decae, puesto que se inicia en el país otro modelo
económico que no responde a la agricultura y a la ganadería. Este modelo se basa en la explotación del petróleo, el cual
transforma totalmente la vida de los venezolanos.
2.2. Aspectos políticos de Venezuela durante los siglos XVI al XIX.
Desde el punto de vista político-administrativo, durante los siglos XVI al XVIII, el territorio venezolano depende
jurídicamente de dos virreinatos: la región Oriental dependía del Virreinato de Santo Domingo y la región Centro-
Occidental del Virreinato de la Nueva Granada (Audiencia de Santa Fe de Bogotá) y a partir de 1777, el país, política y
administrativamente, pasó a ser una Capitanía General; sin embargo, jurisdiccionalmente seguían dependiendo de los
virreinatos.
Treinta y cuatro años, más tarde, Venezuela logra su independencia, la cual genera deudas a los nuevos gobernantes:
Páez, Los Monagas, Guzmán Blanco entre otros, quienes para solucionarlas otorgaron tierras a los militares como pago
por su participación en el proceso independentista, como haberes militares. Por otro lado el país no contaba con un capital
para invertir y desarrollar la economía nacional, por lo que los gobernantes de la época implementaron políticas de
arrendamiento, para fomentar la inmigración extranjera y desarrollar las vías de comunicación, así como la economía en
general.
Pero estas políticas, implantadas por una serie de mecanismos entre los cuales destaca el usufructo de tierras nacionales,
no fueron muy productivas debido a las dudosas aportaciones que los productores hacían al Fisco Nacional, y sobre todo
dio cabida al surgimiento del latifundio, debido a la adjudicación de tierras a los militares.
No obstante, sí se obtuvieron pequeños ingresos, que permitieron comenzar una limitada inversión en el país, así como
también la reducción de los territorios indígenas, quienes, al igual que los campesinos, quedaron marginados en sus tierras
y fueron incorporados a los latifundios, para seguir siendo explotados por los terratenientes sin ninguna o con muy poca
esperanza de mejoramiento de su condición social. La gran masa campesina desprovista de tierra, obligada a pagar altos
cánones de arrendamientos, en especie o a trabajar como peones por bajísimos salarios, sufría condiciones miserables de
vida.
2.3. Venezuela en el siglo XX.
Venezuela comienza el siglo XX bajo la óptica de un país dependiente de los ingresos provenientes de la exportación de
productos agrícolas y pecuarios, principalmente el café y el cacao.
La incipiente industria petrolera apenas había comenzado en Táchira y Zulia, pero no fue sino hasta la década de los
treinta, cuando el Presidente Juan Vicente Gómez otorgó grandes concesiones para la explotación petrolera a empresas
transnacionales, debido principalmente a la falta de recursos financieros y tecnológicos del país para afrontar tal
actividad.
La explotación del petróleo siguió en manos de las transnacionales hasta 1975, cuando el Presidente Carlos Andrés Pérez
decretó su nacionalización, es decir, las antiguas concesiones y equipos que estaban siendo manejadas hasta entonce por
aquellas empresas, pasaron a ser manejadas por el Estado Venezolano, con el consecuente aumento en el flujo de ingresos
a las arcas del erario público.
La década de los setenta fue particularmente rica en ingresos petroleros, debido a conflictos que se sucedieron en otras
partes del mundo, como la llamada Crisis del Golfo, acaecida en el Golfo Pérsico, producto de la toma de puntos
estratégicos como el Canal de Suez, por parte de movimientos nacionalistas de aquellas naciones productoras de petróleo.
Para ese entonces, se fundó la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la cual agrupa a una buena parte
de los países productores de petróleo en el mundo y que tiene a su cargo la producción y regulación de la
comercialización de un 30& de la producción del mismo. Esta facultad le ha permitido a la OPEP servir de elemento
importante en la toma de decisiones de la cantidad de petróleo a extraer, con lo que logra controlar los precios del
producto en los mercados internacionales.
No obstante esta facultad, la OPEP ha perdido parte de su poder de decisión sobre los precios del crudo, debido a la
existencia de otros factores influyentes, como la actual crisis económica internacional que estamos atravesando
actualmente. Esta aseveración se puede ilustrar fácilmente en los actuales momentos, si se considera que, después de
varios semestres en alza, el precio del barril de petróleo ha descendido notoriamente, a pesar de los recortes de producción
que ha acordado la OPEP, lo cual era una mediad muy efectiva en períodos anteriores.
A pesar de los altibajos en los precios, el petróleo ha proporcionado los recursos financieros que han permitido el
desarrollo de la infraestructura de nuestro país, particularmente a partir de los sesenta, década durante la cual se iniciaron
los grandes planes de desarrollo del país. Estos planes de desarrollo contemplaron el desarrollo de represas
hidroeléctricas, siderúrgicas, empresa de explotación de aluminio primario, etc., aunado a la posibilidad de adquirir un
parque automotor de considerables dimensiones, así como la construcción de ciudades enteras, como es el caso de de
Ciudad Guayana.
Los recursos petroleros también permitieron la construcción de la red hospitalaria y las universidades públicas de este
país, con lo cual se llegó a tener cifras notables en desarrollo educativo y asistencial, actualmente de muy difícil
cuantificación.
El aumento en los ingresos petroleros provocó, desafortunadamente, la desatención del campo y de la producción
agropecuaria. Asimismo, provocó el éxodo masivo de campesinos hacia las ciudades, en procura de mejores ingresos.
Este éxodo no fue acompañada adecuadamente del desarrollo de nuevas residencias ni de puestos de trabajo que pudieran
satisfacer las necesidades del ingente volumen de personas que empezaron a acomodarse en precarias construcciones, que
no atienden a ninguna planificación urbanística.
La falta de empleos que proveyeran de recursos económicos para la subsistencia de estas personas, acentuó la
marginalidad y todos los flagelos que ésta trae consigo. Delincuencia, prostitución drogadicción y subempleo, son los
problemas sociales más importantes, asociados con la marginalidad.
Problemas sociales en Venezuela
Los problemas sociales en Venezuela son de muy variada índole, y afectan a todos y cada uno de los estratos sociales que
conforman nuestra sociedad. El desempleo, el subempleo, la marginalidad, la seguridad social, la seguridad personal, la
delincuencia, la drogadicción, la prostitución y el embarazo precoz, son sólo algunos de tales problemas, los cuales serán
tratados con cierto detalle en el presente trabajo. Como se verá en el desarrollo de este trabajo, estos problemas están
íntimamente interrelacionados.
Es de destacar que, a juicio de la autora de este trabajo, la mayoría, sino todos, estos problemas tienen causas comunes,
entre las que resaltan la falta de educación del grueso de la población así como la corrupción que se ha instaurado en
muchas instancias gubernamentales.
Venezuela es uno de los países de Latinoamérica que va en picada en todos los aspectos. Una de las razones, a mi
entender, es el populismo de las medidas implementadas por el Gobierno Nacional, las cuales, hasta ahora, lejos de
solucionar los problemas, los han acentuado.
La pretensión del Presidente de la República de conducir al país hacia el Socialismo, como sistema de gobierno, ha
derivado en la expropiación de tierras productivas, por el solo hecho que estaban en manos privadas. Asimismo, la
estatización de empresas privadas, como empresas de alimentos, textileras, cementeras, siderúrgicas, metalmecánicas,
etc., ha devenido en la disminución importante de la producción de éstas. En algunos casos, se ha causado la paralización
total de la producción y la necesidad de decretar vacaciones colectivas para el personal de las mismas, como ocurrió en
algunas empresas básicas de la Región Guayana.
Por otra parte, a pesar de la asignación de lotes de terrenos aptos para el desarrollo de actividades agropecuarias a
campesinos, los índices de producción de rubros importantes como la leche, la carne y productos agrícolas en general, han
disminuido o se han mantenido iguales a las cifras de hace diez años.
Si bien es cierto que el Gobierno Nacional ha implementado las llamadas "misiones" como mecanismos de distribución
de ayuda a los sectores más necesitados, no menos cierto es que el mantenimiento o disminución de los índices de
producción de alimentos hace imposible la cobertura del aumento de la demanda por parte de dichos sectores,
provocando, contrariamente, la afectación de los sectores que tradicionalmente eran abastecidos. Como ejemplo de esta
situación, se puede mencionar que casi todo el año 2007 hubo una escasez notoria de alimentos básicos, como leche,
huevos, carne, arroz, azúcar, harinas, granos, café, etc.
Para cubrir estas deficiencias, el Gobierno Nacional ha incrementado considerablemente la importación de tales rubros, al
punto de que los representantes de los productores nacionales, como el Presidente de la Federación Nacional de
Ganaderos (FEDENAGA) ha expresado en repetidas oportunidades su preocupación por el sensible aumento en las
importaciones de carne y de leche, en tanto que el Gobierno Nacional insiste en desconocer los pedidos de esta importante
organización. Por otra parte, el sector empresarial, en voz del Presidente de la Federación de Cámaras de empresarios
(FEDECAMARAS), también ha hecho públicas sus manifestaciones de rechazo a ciertas políticas tendentes a mermar la
productividad del sector privado de la Economía.
La construcción de importantes obras de infraestructura es concedida preferentemente a empresas transnacionales,
dejando de lado a las nacionales, como fuera el caso de la construcción del segundo puente sobre el Orinoco y la
reconstrucción del viaducto de la autopista Caracas - La Guaira.
La contratación de estas obras no ha estado exenta de las críticas por sobreprecio y cobro de comisiones por parte de
funcionarios públicos. El caso más reciente que se ha conocido sobre estas irregularidades lo constituye las
irregularidades que se han dado a conocer a consecuencia de los contratos establecido entre el Gobierno Nacional y la
empresa alemana SIEMENS, la compañía de ingeniería más grande de Europa, a la cual le fueran otorgados los contratos
del Metro de Maracaibo y de Valencia, con notorias comisiones millonarias en dólares, que fueron pagadas por aquella
empresa a altos funcionarios públicos y militares de este país. El hecho de que la ganancia que obtendría SIEMENS,
calculada en 643 Millones de dólares, resulta grosera y desproporcionada, al punto que altos funcionarios de esta empresa
han sido enjuiciados tanto en Europa como en Estados Unidos, por la práctica de estas conductas dolosas y antiéticas. Por
contraste, la autoridades en Venezuela no se ha querido abrir siquiera una investigación cobre tales hechos.
Como se puede apreciar, la corrupción, acompañada de la impunidad, es un factor muy dañino para el logro del progreso
del país. Hechos de corrupción como estos deterioran a este país, resultando también afectados los valores éticos y
morales de las personas que ejercen cargos de poder, conduciéndonos a la decadencia.
De estos comentarios preliminares, se pueden extraer la interrelación entre los problemas que ahogan al venezolano
actualmente.
La disminución o completa paralización de actividades de producción de casi todos los rubros que tradicionalmente se
producían en el país, trae consigo necesariamente el desempleo y el subempleo.
La carencia de ingresos en el seno de las familias a causa del desempleo y del subempleo, acarrean la marginalidad y la
delincuencia. La delincuencia viene casi siempre acompañada de drogadicción.
La ausencia de programas consistentes y coherentes para dar real cobertura a la Seguridad Social (la cual comprende la
Asistencia hospitalaria y el sistema de Pensión y Jubilación) y la Seguridad Personal (que comprende todo lo relacionado
a la protección y el resguardo tanto de los bienes personales como de los bienes materiales de los habitantes de un país),
favorecen el aumento de la delincuencia, así como la práctica de otras maneras de obtener ingresos, como la prostitución
y, como consecuencia, la proliferación de embarazos precoces (según cifras oficiales, en Venezuela hay unas 80 mil
madres adolescente) entre jóvenes que no disponen de medios para alcanzar la niveles adecuados de educación y de
protección, que le permitan evitar dichos embarazos, pero también el contagio de enfermedades venéreas, incluyendo el
terrible virus del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), cuya curación aun no es posible y cuyo tratamiento,
además de costoso, es de muy difícil seguimiento, tanto más cuanto más pobre es el núcleo familiar al que pertenece el
enfermo.
Vale la pena mencionar aquí que, aunque fue una de las banderas esgrimidas por el actual Presidente de la República en
su campaña de 1998, el proyecto de Ley Orgánica de Seguridad Social no ha sido siquiera discutida por la Asamblea
Nacional durante los últimos diez años.
Por otra parte, ha sido notoria la insistente intervención de las policías municipales y estadales por parte del Ejecutivo
Nacional, para retenerles armamento y municiones destinadas al combate del hampa y la delincuencia.
A continuación, se realizara un análisis crítico y objetivo de cada uno de estos problemas para tratar de aportar algunas
ideas para su solución.
3.1. Desempleo en Venezuela
El término "desempleo" es equivalente a la desocupación de la fuerza de trabajo, es decir, aquellas personas mayores de
15 años de edad que desean trabajar y no están trabajando.
Los estudios que realizó el Centro de Documentación y Análisis Social (CENDAS) de la Federación Venezolana de
Maestros (FVM), arrojan una diferencia de seis puntos en relación a las cifras publicadas por el Instituto Nacional de
Estadística (INE) con respecto a la tasa de desempleo en Venezuela para el cierre del 2008, en donde afirman que hubo
una considerable reducción en el mes de Diciembre. "El Gobierno dijo que tenía una tasa de desocupación del 6,7 por
ciento, nosotros tenemos 14,5 por ciento", dijo Oscar Meza, ex director de la institución.
Asimismo, señaló que hay un estudio hecho por el Dr. Francisco Rodríguez, quien era el asesor económico de la
Asamblea Nacional (AN), el cual fue financiado por el Banco Mundial y por un equipo de economistas, en donde
demostraron que no eran 6 puntos de diferencia con respecto a las cifras oficiales sino diez puntos, "de manera que si
aplicáramos lo que arrojó ese estudio (hecho con un máximo nivel técnico), entonces si el Gobierno habla de 6,7 por
ciento, sería aproximadamente 18,8 por ciento". En este sentido, el ex director del CENDAS reveló que de la fuerza
laboral ocupada (según sus estudios para abril) un 51,6% representa al sector informal, es decir 5 millones 410 mil 337
trabajadores, y el otro 48,4 por ciento pertenece al sector formal (5 millones 074 mil 812 trabajadores).
Resaltó que comparando las cifras de desempleo en el país con el año 2006, puede observarse un descenso en la tasa, sin
embargo, se preguntó cómo ocurre esto "si el Gobierno ha venido cercando y hostigando al sector privado nacional,
estatizando la Electricidad de Caracas y la CANTV, y de alguna manera han venido cerrando empresas, como lo dice y lo
publica la página web del SENIAT, Esto es un caso insólito, es el único país donde el Gobierno se ufana de cerrar
empresas, entonces cómo es que la tasa de desempleo desciende".
3.2. Causas del Desempleo.
Las causas del desempleo son de muy variada índole. A continuación se listan algunas de ellas.
 La discriminación de la mujer para el trabajo.
 Inamovilidad Laboral.
 Falta de Inversión Privada.
 Falta de Fuentes de trabajo.
 La no capacitación adecuada del trabajador.

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