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Discurso Nicolás Gallardo

San Andrés no es solo el lugar en donde vivimos es también el lugar en donde


crecemos, en donde nos formamos, en donde formamos nuestras familias y en
donde debemos encontrar medios de progreso, superación y bienestar. Los isleños
no podemos conformarnos con sobrevivir tenemos que exigir mejora de nuestras
condiciones de vida a través de la generación de ingresos. Las islas deben tener la
capacidad de generar los ingresos que requieren nuestras familias para hacer
realidad sus sueños y alcanzar mejor calidad de vida. En mis recorridos por las islas
escuchando a los isleños he podido comprobar una y otra vez que los isleños tiene
la inteligencia, la creatividad, el espíritu y la fuerza para lograr grandes cosas, lo único
que necesitan es que el lugar en el que viven sea un aliado y no un obstáculo en sus
vidas.

Necesitamos que nuestra isla se sincronice con los sueños y las aspiraciones de sus
habitantes y les ayude a realizar su vida sin frustrar sus posibilidades una y otra vez.

Necesitamos que cada bebe que nace cuente con los nutrientes, la estimulación, la
atención medica y la seguridad que necesitan para asumir con éxito esos primero
años que son tan definitivos para el resto de la vida. No seremos competitivos ni
forjaremos las generaciones futuras apropiadas para generar ingresos y progresar si
no manejamos los primeros años de la vida en forma apropiada y responsable, para
eso hay que invertir en centros de salud, en acompañamiento a las madres
gestantes, en centros de estimulación temprana y en abastecimiento apropiado de
nutrientes y vacunas en cada hogar en donde viva un bebe.

Necesitamos que cada niño que vive en nuestra isla tenga la posibilidad de asistir a
establecimientos educativos donde le van a entregar educación de calidad,
alimentación apropiada, formación deportiva, artística y cultural, y donde va a
contar con la herramientas tecnológicas apropiadas con las cuales canalizar su
creatividad de acuerdo a las exigencias de la actual sociedad del conocimiento. Una
buena educación es el primer paso para acceder a los ingresos que van a entregarle
a esas vidas la posibilidad de progresar y hacer prosperar a los suyos. La educación
es la herramienta de ascenso y progreso social más efectiva que hay. Una buena
educación hace progresar no solo a la persona que la recibe sino que eso se irriga en
posibilidades y oportunidades para sus hijos y los hijos de sus hijos. Esa es la razón
por la cual nuestros colegios deben contar con la infraestructura física y humana
apropiada para que puedan sembrar futuro en esos miles de niños que se sientan
diariamente en sus aulas escolares esperando que les entreguemos futuro y
porvenir. No seremos competitivos ni formaremos las generaciones futuras
apropiadas para generar ingresos y progresar si no entregamos la educación de
calidad que la sociedad actual del conocimiento valora y demanda, para esto hay que
invertir en infraestructura física escolar de calidad, con la dotación que requiere la
enseñanza de hoy, con maestros preparados y oportunamente remunerados y con
alimentación de calidad para que nuestros niños crezcan como deben crecer.

Necesitamos también que cuando esos niños o sus padres se enfermen tengan la
atención apropiada y oportuna que uno reclama cuando vive una situación de esas.
No puede ser que a la incertidumbre natural de la enfermedad se le sume la
inseguridad de unos centros de salud mal dotados y sin el personal apropiado. Un
lugar con mala infraestructura hospitalaria, en donde cualquier percance medico se
vuelve una tragedia, no es un lugar competitivo ni con vocación de generar ingresos
pues nadie va a invertir o visitar un lugar que no cuente con los mínimos apropiados
para atender emergencias medicas, para esto hay que viabilizar la infraestructura
medica que la isla requiere y dotar los centros de salud y los hospitales con el equipo
técnico y humano apropiado. Con la salud no se juega porque se trata de la vida y la
integridad de las personas y eso es sagrado.

Necesitamos servicios públicos básicos de calidad que mejoren nuestra calidad de


vida y no afecten la salud de nuestras familias con enfermedades derivadas del agua
mal tratada o la falta de saneamiento básico. No seremos competitivos ni
formaremos las generaciones futuras apropiadas para generar ingresos y progresar
si no contamos con los servicios públicos apropiados para nuestra gente y para que
nuestra isla sea atractiva para el turismo y la inversión. Hay que solucionar ya y de
una vez para siempre el problema del acueducto. No somos la única isla que vive ese
problema y hay muchas parecidas a nosotros que tienen sistemas de acueducto y
alcantarillado de calidad. Nos ha faltado compromiso e imaginación para solucionar
este problema que hay que solucionar y que vamos a solucionar.
Necesitamos ser aliados del emprendimiento. Darle al emprendedor ese
empujoncito que necesita para viabilizar su idea o su sueño. No podemos ser
obstáculo sino promotor. Nuestra isla esta llena de arte, cultura, imaginación e ideas.
No podemos dejar que ese valioso capital se dilapide por falta de apoyo.

El mayor activo de la isla es el talento y, por lo tanto, hay que liberar la creatividad
de nuestros jóvenes para poder afrontar los desafíos y apropiar las oportunidades
de la Cuarta Revolución Industrial basada en la producción de las mentefacturas
(bienes y servicios producto de nuestros sueños, identidad e imaginación), el
desarrollo de habilidades blandas (atributos personales para relacionarse con los
demás) y nuevas formas de empleo y hacer empresa. Nosotros tenemos como
competir en esa Economía de la Creatividad, es decir, en ese conjunto de actividades
que de manera encadenada permiten que las ideas se transformen en bienes y
servicios creativos y culturales. En ese sentido, desde la gobernación, tenemos que
descubrir y desarrollar las habilidades de nuestra isla, dar el salto a la urgente
transformación digital, Impulsar el emprendimiento, consolidar la infraestructura
dura, blanda y digital, elevar nuestro patrimonio cultural y ancestral e inspirar a la
juventud y finalmente integrarnos con el mundo en forma rentable para cada san
andresano y sin desvirtuar lo que hemos sido, lo que somos y lo que vamos a seguir
siendo.

El futuro de nuestra isla no está ni en sus recursos naturales, ni en sus reservas


económicas, sino que se encuentra en sus yacimientos creativos teniendo en cuenta
que las reservas creativas son las únicas que nunca se agotan, que la imaginación
crece más rápido que el producto interno bruto, que el bombeo de ideas no genera
escasez, que el talento supera la inflación y el ingenio no respeta la devaluación, que
la inspiración no cae cuando cae la bolsa y que no hay tasa de interés que pueda
calcular lo que produce la inventiva. Las reservas creativas pasan por la música, la
danza, las artesanías, la pintura y todas esas otras expresiones en las que somos tan
ricos y que no hemos sabido explotar hasta ahora.

Tenemos que pensar en grande, somos una isla pequeña en territorio pero grande
en sueños, en imaginación, en creatividad y en cultura. En eso somos una potencia.
Vamos a ser una isla pequeña que piensa en grande. Ahí va a estar nuestra fuerza.
No podemos seguir pensando en pequeño. Tenemos que volver a pensar en grande,
como cuando nuestros ancestros atravesaron el océano y llegaron a esta isla en
donde hicieron sus vidas contra todo pronostico. Vamos a ser dignos herederos de
esos antepasados, como ellos, vamos a pensar en grande. Vamos a pensar en que
vamos a tener el aeropuerto que necesitamos para incentivar el turismo que
necesitamos. Vamos a pensar en el puerto de cruceros que necesitamos para
generar flujos de visitantes con capacidad de consumo que reactiven
permanentemente la economía de la isla. Vamos a pensar en direccionar nuestra
riqueza cultural para darle un perfil inconfundible a nuestra isla. Un perfil que
estimule ese turismo que más que playa y sol también quiera sumergirse en sonidos,
en colores, en sabores y en experiencias que solo nosotros estamos en capacidad de
hacerle sentir y vivir. Esa es nuestra ventaja comparativa y tenemos que lograrlo.
Vamos a buscar nuestro atractivo sello diferencial que nos permita atraer visitantes
con capacidad de consumo que nos dejen los recursos que tanto necesitamos para
vivir en la forma en la que soñamos.

Vamos a ser competitivos. En ese sentido tenemos que trabajar para que las
telecomunicaciones no se caigan, para que los celulares funcionen con calidad
durante todo el día, necesitamos internet ininterrumpido, necesitamos un sistema
de acueducto sostenible y eficiente, necesitamos hospitales y centros de salud que
nos atiendan a nosotros y a los visitantes, necesitamos colegios y centros de
formación que nos ayuden a desarrollar nuestra creatividad para poder irrigarla por
el mundo, necesitamos apoyo al emprendimiento, organizarlo y encontrar caminos
para hacerlo rentable, necesitamos fuentes de empleo que nos generen ingresos y
oportunidades. Necesitamos volver nuestra isla un referente de calidad de vida, de
progreso y bienestar. Nosotros no sabemos administrar inercias para que todo siga
igual, nosotros queremos cambiar las cosas. Yo nací en esta isla, acá estudie, acá
vivo, acá voy a formar algún día mi hogar y acá quiero que vivan mis hijos. Vamos a
trabajar sin descanso para que esta isla, esta bendición que Dios nos dio, nos
entregue la vida que nos merecemos. Con su apoyo lo vamos a lograr. Cuento con
ustedes y ustedes cuentan conmigo. Esta isla tiene que dejar de ser el referente del
mal gobierno y la corrupción para volverse el referente de la creatividad, del buen
gobierno y del bienestar y la calidad de vida. Vamos a Pensar en Grande porque con
pensamientos chiquitos nada grande se puede hacer.

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