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Variaciones sobre un tema de psicoterapia

y/o psicoanálisis:
el trauma de la sesión semanal única

Javier de Juan Blázquez

Resumen objetos y fractura de representaciones, borramiento


de identificaciones según su imperativo de extinción
El presente texto es una expansión muy pulsional, deriva hacia lo inorgánico: la sustancia
acrecida de una ponencia propuesta en la ocasión inerte.
de una mesa redonda sobre psicoanálisis y/o Tal es nuestra coyuntura actual, frente a la cual
psicoterapia, organizada bajo los auspicios de la nuestro tema elegido idóneamente nos llevaría a una
AEHP. Aquél fue un trabajo clásico sobre las cuestión de indicaciones, dando por supuesto, por lo
diferencias e indicaciones diversas de la demás y aquí, vamos de avanzadilla, la diferencia
psicoterapia de inspiración psicoanalítica frente al que avizoramos entre psicoterapia de inspiración
psicoanálisis propiamente dicho. psicoanalítica y psicoanálisis: ¿cuál es el indicado?
Aquí, desde la perspectiva de las patologías O, aún más: ¿qué modificaciones psicoterapéuticas
contemporáneas, esto es, de las estructuras no implantaríamos en el psicoanálisis? Es que ello nos
neuróticas, incursionaremos metapsicológicamente pone nostálgicos, añorados de los viejos tiempos
en la necesidad de considerar un inconsciente donde lucían los criterios de analizabilidad, aún
originario, económico y sensorioperceptivo, vigentes empero y, donde hogaño, se nos antoja un
diferenciándolo del inconsciente reprimido propio lujo exquisito, privilegio quizás de afamados y
a la parte neurótica de la personalidad, cuya egregios psicoanalistas, el espigamiento en la
consideración esbozaremos, yendo en la vía de una elección de pacientes y los miramientos a ello,
tercera tópica y, atendiendo a la naturaleza de los atañendo a las contratransferencias primeras, sus
traumatismos que, para el paciente y el terapeuta, afinidades y discordancias. Indicaciones de
pueden resultar de la sesión semanal única. A vuelo analizabilidad bajo polémica hoy, donde se llega a
de pájaro, visitaremos algo de lo imaginario social afirmar con Antonino Ferro (2002) que son
en lo que hace a su constitución derivada de las dependientes del campo intersubjetivo, recayendo
primeras interacciones precoces en las que en la capacidad del psicoanalista de dejarse
subrayamos las fallas de la función paterna y enfermar por la enfermedad de su paciente.
materna. Insertamos, pues, la demanda de sesión Perspectiva actual recogida en las concepciones del
única en función de la naturaleza de dicho tercero analítico (Ogden, 1999) y la quimera de De
imaginario y su repercusión en la organización de M’uzan (2001).
las diversas patologías. Es que la clínica de hoy nos zahiere con un
dilema, una aporía a la que volveremos; paradoja en
nosotros y, según Anzieu (1994) y Roussillon
La cruda realidad que encaramos hoy y que nos (1999-2001), engastada en el pensamiento
viene sobre todo de la demanda de la sesión semanal borderline, también, reversión de la transferencia;
única, efracta nuestras paraexcitaciones en éstos, vale decir, buscar en activa lo más
obligándonos a un trabajo de simbolización, de traumáticamente vivido en pasiva para domeñarlo,
afinamiento; exceso de cantidades sin cualificar huir de la pasividad y la regrediencia en las
que, como el maestro nos indicó, exige esforzar demandas de hoy de una sesión que reeditan, en
complejidades. Complejizaciones que nutren la activa, las hambrunas relacionales experimentadas
pulsión de vida frente a su antagonista: pulsión de sin inscribirse memoria amnésica. Paradoja,
desligazón, desobjetalización y decomplejización decíamos, y es que estamos inoculados de ellas,
que avistamos en el pensamiento único de hoy. también frente a la perplejidad de la enorme pantalla
Pulsión de muerte que diluye las representaciones, teórico-práctica que nos aqueja y que en Donnet
ataca los vínculos y, en su trabajo de negativo, (1995; 2005) forzaría a una operación
hiende agujeros psíquicos por desinvestimiento de autometapsicológica.

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La demanda de sesión única, asaz a menudo Nosotros pensamos en un inconsciente
portavocea la propuesta de una relación de emprise originario, muy cercano al ello, al cual no
(apoderamiento, dominación) antiregrediente y, concebimos como pulsional, empero como almácigo
frecuentemente simetrizante, accionando su poderío y depositario, a más de las preconcepciones y las
desde las defensas frente al derrumbe psíquico trazas motrices filogénicas de los fantasmas
(Winnicot, 1991), ya habido, empero, originarios, como caldero de excitaciones
produciéndose en una época donde el yo inmaduro corporales protomentales, real puro, quizás cercano
no podía representarlo, así, no inscrito y bajo a lo que Maldavsky (2000) menta como libido
dominio de la memoria somática o sensoriomotriz intrasomática que busca su apertura a zona erógena
afectiva que el paciente se apresta a no que le dé objeto a representar.
reexperimentar oponiéndose a todo tipo de De este ello caótico de excitaciones corporales
regresiones. deberá advenir un yo inconsciente representacional
Es que se profundizó tanto en la intelección de y constructor de barreras de contacto, de elementos
la transferencia-contratransferencia y sus alfa almacenables como pensamientos oníricos
teorizaciones, nuestras teorías sexuales infantiles (Bion, 1963) que funcionen como representaciones
que, hacen que cada visita al corpus freudiano anímicas inconscientes, discriminadas del
après-coup supone que cada vez le hagamos decir aglomerado de la pantalla beta, real puro, cosa en sí
más cosas, dada la inextinguible enjundia de su misma, excitación sensorial y afectiva bruta. Un ello
obra, tan fecunda en evocaciones e intuiciones. de excitaciones corporales somatopsicóticas que
De esta laya, desde la primera tópica hoy ya sólo se pulsionalizan en el trayecto de fuente a
mascullamos una tercera, implícita en él, objeto e idóneamente en la realización del doble
esquejando un inconsciente económico que, ya no retorno (yo le, él me, yo me), calificándose y
dinámico, un originario, ya escindido (Marucco, objetalizándose por las respuestas del otro que,
2002) o enclavado (Dejours, 2001), no figurativo otorga el valor de mensaje a la evacuación
ni anímico o basado en las representaciones del yo presignificativa del infans, su alteración interna. Si
inconsciente y gobernado por el principio de placer. su expresión no es reencontrada como mensaje e
Un más allá. En este sentido y, alumbrados por los interpretado con su violencia el elemento beta se
decires de Marucco sobre un inconsciente descalifica, se degrada, deviene quiste
originario escindido, tejido de huellas mnésicas inmentalizado, materia psíquica primera no
ingobernables, harto opuestas a las transferida. Así no apropiable psíquicamente si no
representaciones sexuales animistas y figurativas hay una función especular del otro en la relación
bajo represión propiamente dicha, así también homosexual primaria en doble. El componente
Dejours, por su parte, nos habla de un inconsciente somático de la emoción necesita, en el afecto
amencial, puramente económico y sensoperceptivo, compartido, ser especularizado por el otro como
producto de las relaciones fallidas o destructivas a espejo del sí.
los preobjetos, abortos psíquicos no editados como Este inconsciente originario, lo ubicamos en el
representaciones, tan caros a Luthenberg (2006) y hiato entre el ello de excitaciones somatopsíquicas
que, a más de su expresión mímico-gesto-postural, y protomentales y el yo inconsciente y pulsional.
encuentran su único exutorio en las figuraciones Nos evoca los fueros de Freud, compuestos de
que le provee el trabajo del sueño y el juego de signos de percepción, trazos perceptivos, en
representaciones sexuales y agresivas que le dan Roussillon (2001), a construir como
forma bajo proceso primario. Ahí estamos representaciones de cosa. Es un inconsciente
próximos a Meltzer y su trabajo onírico creador de primario bajo represión primaria, destilada ésta de
sentido, particularmente, a la figuración de lo la contrinvestidura paraexcitante de la madre y su
económico gracias al tejido del inconsciente sexual rêverie ligadora y metabolizante de las
reprimido que debe enriquecerse para acoger los evacuaciones autocalmantes de aglomerados
trazos no representativos. Desde este vértice, el protomentales. Así se formará la barrera de contacto
inconsciente amencial encontraría su vía de entre el inconsciente originario y el reprimido. En
expresión privilegiada en el trabajo onírico del esto diferimos de Bion (1962-1966), que sitúa la
inconsciente reprimido, que provee con su trabajo barrera en la cesura entre consciente e inconsciente.
sobre los restos diurnos preconscientes la vía de La atracción del inconsciente originario es demanda
tentativa alucinatoria del deseo que conjure el de materiales para figurar lo económico-sensorial
traumatismo, activado por la falta en la vigilia, falta prevalente, asiendo las representaciones
en percibir. inconscientes descargadas represivamente de la

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investidura preconsciente. En este sentido del figuración de la huella mnésica en hueco, de los
inconsciente originario vemos un acercamiento a la agujeros representativos, nos esfuerza a tomar una
tercera tópica que, ya se ha barruntado, sobre todo, posición cercana a Bollas (2007) para quien las
desde la escisión (Marucco y Zukerfeld), ora según teorías psicoanalíticas son teorías de la percepción,
los límites adentro-afuera (Brusset, 2006; Green, esto es, que uno requiere ser freudiano, kleiniano,
2006). Nuestro inconsciente originario contendría bioniano, winicotiano, lacaniano, kohutiano, etc., en
trazos sensoriomotrices, significantes enigmáticos, tanto cada teoría magnifica un dominio de la
elementos beta en un real, cosa en sí misma, quizás, experiencia hipercompleja de la psique ofreciendo
esquemas de estar con el otro (Stern, 1989), sus sistemas de figuración.
haciendo a la memoria implícita no autobiográfica Todo ello, ya entrevisto en los últimos casos de
de la que nos hablan los neurólogos y que, para Ferenczi y, aun en los de Freud, oteados après-coup.
realizarse bajo el principio del placer, más allá de la Además de la ampliación de conocimiento en la
descarga y evacuación absoluta, requiere de las experiencia de regresiones clínicas, que Freud no
ligazones masoquistas originarias (coexcitación, propiciaba con su técnica, algo intelectualizante,
placer en el displacer y en la retención) sostenidas nos encontramos en la era del widening-scope y la
por el objeto (Rose, 1997). Ulteriormente, a mayor ampliación, por tanto, de indicaciones, así como de
retención y ligazón erógena masoquista, menos la democratización de la experiencia psicoanalítica.
tendencia proyectiva de la pulsión destructiva. Ello No olvidemos que Freud atendió a la burguesía
hace a las diferencias y a la parte femenina en los vienesa ilustrada en una situación en que el
dos sexos, por lo demás, más introyectiva y afín a proletariado de la época no tenía acceso al
asegurarse la pasividad de vida, del placer y, por psicoanálisis. Clase social y psíquica deprivada en
ende, la tendencia a la regrediencia y a la mayor su economía narcisista y simbólica, todos sabemos
complejización psíquica. Ello no es ajeno a la que el trabajo en cadena desmentaliza y favorece el
mayor longevidad de la mujer, idealmente menos pensamiento operatorio; quizás más afín, aun si no
proclive al narcisismo fálico renegador de todas las prestamos crédito a algo del darwinismo social, a
satisfacciones pasivas, de la pasividad erógena. funcionamientos como psicosis del carácter, tan
Rompiendo este paréntesis metapsicológico, de comunes en organizaciones familiares simbióticas
ello resulta que nuestro quehacer en clínica actual, que, se apoyan en un yo grupal y en identificaciones
mas nos propendiera a una via di porre, antaño adhesivas imaginarias y simbióticas a instituciones
psicoterápica, hoy muy psicoanalítica, realizando sociales enajenantes de su subjetivación, de la
simbolizaciones en la transferencia de las trazas apropiación subjetiva de sí que proponía Freud.
perceptivas o signos de percepción escindidos; Transferencia de lo simbiótico no psiquizado en las
alfabetizando beta —que diría Ferro—; efectos, instituciones y discursos sociales.
todos ellos, del inacabamiento del aparato psíquico Algo semblante vemos hoy, en lo que doy a
que suscita más que nunca, y ese es el dilema que llamar identidades mediáticas, desde la televisión,
traemos, toda nuestra atención intensiva y extensiva. los acólitos de Internet y del móvil, en que se
Lejos quedó, la predominancia de la via di levare, muestra un personaje vacío de subjetividad y en
del levantamiento de las represiones y la identidad adhesiva o como si con los mass-media y
rememoración en primera tópica, del desvelamiento la sociedad del espectáculo. Tiempos de reality show
del sentido: tiempos de construcciones en y, adhesión al imaginario colectivo o grupo de
psicoanálisis. Partimos aquí de una concepción del supuesto básico —mentalidad grupal (Bion;
realismo del inconsciente y del proyecto Meltzer)—. No abogo yo por la producción social de
reconstructor como anhelo de acercarse en +K a la subjetividad, tampoco por el proyecto de proyectar la
verdad psíquica, muy lejos de los constructivismos pulsión de muerte en aviesos líderes anónimos cuyos
narrativistas (Spence; Shaffer; Viderman: citados en intereses se enaltecerían por la basurización de las
Bell, 2008) de jaez hermenéutica. Suscribimos, mentes y las subjetividades, pensamos, más bien
pues, la búsqueda de verdad por correspondencia lejos de discursos políticos que penetran el
con la cosa inconsciente, despojándonos del psicoanálisis neoculturalista de hoy. Creemos, con
relativismo de construir una verdad basada en la Bollas, en la figuración de un parlamento interno
coherencia de nuestros enunciados. Polémica muy preñado de todas las tendencias sociopulsionales,
actual, ya presente en Glover cuando, en 1955, nos cuya excorporación se concretiza en las cámaras de
hablaba de los efectos benéficos de una representantes, también con Duparc (2004) que lo
interpretación incorrecta por el marco de referencia idóneo es la coexisencia de diversos sistemas de
que proveía al sujeto. Pese a ello, la difícil supuestos básicos, según distintos niveles de

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activación. El totalitarismo representaría la Frecuentemente, son caracteropatías narcisístico-
hegemonía de un grupo de supuesto básico único y masoquistas (Cooper, 2005), proclives a lazos
de sus derivativos ideológicos. Todos estamos sadomasoquistas frente a la amenaza de vacío y
unidos en esta globalidad cuya mentalidad grupal, depresión esencial: pensamiento operatorio, la
resta sujeta a mutaciones y degeneraciones. Así la palabra vacía de Lacan (1971), otras veces dominan
construcción de instituciones sociales está en más los quistes autistas de sensaciones y barreras
estrecha dependencia de la provisión y calidad de frente a experiencias inmentalizadas, nunca
funciones y cuidados maternos en el primer año de transferidas, afectos a la autohipnosis y al uso de
vida. En un texto anterior (De Juan, 2006), ya anoté objetos duros, aun mentales. Unas veces se
la coincidencia, aún positivista y perdóneseme por combinará con el uso de procedimientos
ello, de una legislación laboral que, signa la autocalmantes y las somatizaciones pertinentes si
incorporación de la mujer en el trabajo a los cuatro éstos fallan.
meses, así, coincidiendo con fases hipercríticas del Este aluvión de excitaciones mal simbolizadas
infans; ya sea posición depresiva (Klein), estadio nos violenta el encuadre, aunque apelemos al
especular (Lacan), segundo organizador (Spitz, encuadre interno, que no al dispositivo formal, a la
1968), Edipo originario (Le Guen, presencia no escucha: ello exige didácticos más profundos.
madre), censura de la amante (Michael Fain, en Quizás todo psicoanálisis deba ser didáctico,
Duparc, 1999), fase de objeto objetivo (Winnicot, como Lacan proclamaba, nosotros creemos en la
1972). No es que importe lo positivista, no queremos necesidad de arribar en el encuadre y en la
ser simplistas, el trauma siempre es acumulativo y transferencia al derrumbe, al de-ser, a las agonías
sujeto al après-coup. Lo que pensamos es que son impensables y el vacío mental que, bajo cobertura
fases delicadas en la construcción del yo y de su de defensas neuróticas o psicóticas, en alguna
objeto que será alterizado si sobrevive a la medida, subyace en todos nosotros, quizás sea ésta
destrucción de su alteridad, construcción del yo la experiencia de la falta. Como Eiguen, (1999;
incipiente, coetánea a los precursores superyoicos y 2001) dice, quizá, lo más original del sujeto esté en
al Edipo primitivo. Tal es simplemente una nota, su derrumbe y en las defensas que pergeña contra
quizás anecdótica por lineal en el tiempo, no éste. En las peculiaridades, transformaciones del
obstante da cuenta de cómo las funciones materna y ello en yo inconsciente, trabajo vitalicio dada la
paterna están en desfallecimiento, el necesario objeto infinitud del ello: Donde el cuerpo estaba, el yo
combinado en la mente (seno-pezón), como debe advenir.
constitución de una escena primaria que, asegure Encuadre interno que, nos remite a la escucha de
unos orígenes de goce al sujeto. nuestra contratransferencia hasta incluir las
Conflictualidades de hoy, si así podemos sensaciones corporales, así, a la rêverie y, a esa
mentarlas que, nos llegan a la clínica actual como peculiar función que hace a la identidad del
patologías contemporáneas, las nuevas psicoanalista y que se aviene a trasmudar en
enfermedades del alma (Kristeva, 2005), ora términos de realidad interna, de simbolizaciones,
heterogéneos (Quinodoz, 2007), ya sufrimiento todo lo que nos viene de afuera como un hecho
narcisista identitario (Roussillon, 1999; 2001; factual.
2008), estructuras no neuróticas (Green, 2002; Identidad muy lacerada y grabada por el intenso
2006), ya limítrofes o narcisistas no psicóticos trabajo de contención, ensoñación y atención
(Rodulfo, 1996), esto es, las viejas corrientes flotante, muy exigente para el psicoanalista en la
psíquicas, con Freud. Lo que más vemos hoy son sesión semanal que, alteridad mediante, le confronta
bordelines caracteropatizados (los lacanianos verían con su hipersensibilidad a lo psíquico, manada de
ahí neurosis obsesivas y los kleinianos, a menudo, sus decenios de análisis y su perenne exposición a
estados postautistas y retiros psíquicos: las excitaciones, por levantamiento de represiones y
organizaciones patológicas), son las viejas neurosis escisiones a través de sus experiencias de lectura
de carácter de Kestenberg (1999-2001) que las que, por lo demás, siempre versan sobre casuística
aproximo a psicosis frías: sujeto en estructura de de casos de 4 a 5 sesiones semanales.
segunda piel (Esther Bick, 1968; Mitrani, 2001; Harto ingenuas nos parecen a día de hoy, las
2008; Anzieu, 1999; Tremelloni, 2005), ya coraza viejas diferenciaciones clásicas que, sentando cuatro
de carácter o narcisistas de piel dura, en los que ya o cinco sesiones para el psicoanálisis frente una o
insistimos sobre lo que llamamos quiasma somato- dos para la psicoterapia, actualmente ya tres para el
autista, unas veces toman dirección psicosomática, psicoanálisis en la IPA de hoy, contemporizando y,
otras, dominan los enclaves autistas. siguiendo la tradición francesa, uruguaya y de

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algunas sociedades de Estados Unidos. relativismo postmoderno actual, el pensamiento
Contemporizar es el sesgo del psicoanálisis actual, débil y con el pragmatismo americano.
adherirse al imaginario grupal, los cuatro discursos Es que, además, el patriarcado simbólico judeo-
o el supuesto básico, desnaturalizando su cristiano creó la psiconeurosis de defensa, siguiendo
quintaesencia. Lo vemos, nítidamente, en los la tradición aquea de Atenea, nacida de la cabeza de
intersubjetivistas e interpersonales postkohutianos, Zeus como Ley del padre, mudando en el Aerópago
tan afectos al power point en sus enseñanzas, esto a las Erinias (superyó obsceno y feroz) en
es, a modo de anécdota, a lo imaginario, a la fuerza Eumenides (superyó edípico). Con Esquilo se trajo
de atracción de la percepción que arrasa el sistema el tercer personaje a la díada trágica, mientras Apolo
de representaciones. Contemporizar es, a veces, aniquilaba la Pitia. Advenimiento de la divinidad de
revertir la perspectiva y atacar la búsqueda de Zeus padre, conmemorado en el padre primitivo de
verdad psíquica, sucumbiendo a la simetrización Freud y su horda que sustituyó los cultos y
(Matte-Blanco, 1988) y al imaginario pregnante de archigrupos matrilineales arcaicos (Rene Kaes,
renegación de la doble diferencia sexual y 1976; Robert Graves, 1985), en la mente individual
generacional, tanto como de la sexualidad infantil y colectiva: sensible e inteligible. Acto de
frente a la adulta. Todo eso, es preclaro, en el uso conciencia de que el homínido primigenio tenía algo
que se viene haciendo del concepto de perversión que ver en la procreación de las arcanas diosas de la
sexual, malsonante a lo social, en modo que se fertilidad que vuelven en las reproducciones contra
impone expurgarlo, pero que retorna por vía de la natura de hoy. Así en épocas de mutación de
perversión narcisística que reniega el narcisismo del supuestos básicos, de trastocamientos en la
otro, se le tilda de perversidad, malignidad que ya economía patriarcado-matriarcado, se producen
satisface a lo social y retorno del mal exonerado por otras estructuras clínicas que hacen a limítrofes,
el antipensamiento oficial. Pensamos en Stoller perversos, adictos, psicóticos etc. La clínica de hoy
(1975) y su perversión como forma erótica del odio. nos muestra los subproductos de la debilitación de la
Todo ello lo vemos en la polémica sobre las imago paterna. Los así llamados nuevos padres
homosexualidades o neosexualidades. En Kernberg representan un doble materno (Green, 2008) poco
(1995), si la relación de pareja homoerótica es propicio a la triangulación simbolizante.
estable, no de objeto parcial, pese a la relación de Volvamos a nuestro asunto sobre el número de
objeto narcisista que atestigua, el homosexual es un sesiones semanales. ¿Serán modos de sustituir
neurótico, un buen chico. Hoy, la homosexualidad cantidad por calidad? Ignorando el proceso que no
se convirtió en una opción, antes se decía «no es vemos con Meltzer (1968) como natural (Meltzer
perverso el que quiere, sino el que puede»; una parece seguir la metáfora del embarazo de Freud,
paciente hace poco me decía que ser prostituta es ordenando el proceso psicoanalítico según fases
una opción: basten las palabras, pensamiento- como la recolección de las transferencias, la
imagen mediático y operatorio, antipensamientos clarificación de las confusiones geográficas, el
sin pensador. umbral de la posición depresiva, el destete etc.
Nuestra experiencia con homosexualidades nos No dejan de tener interés en tanto aportan
condice que, salvo actings inesperados en inteligibilidad, ignorando no obstante que, todo
neuróticos, comúnmente es que nos muestren una psicoanálisis es tan radicalmente singular que le
estructura perversa, lo más frecuente, casos hace inclasificable), empero como el movimiento
limítrofes y defensas frente a la psicosis. En nuestra transformacional del que Freud hizo silencio, entre
clínica, la perversión sexual suele acompañarse de las aperturas y cierres, en su metáfora del juego del
la dicha perversidad, perversión narcisista del ajedrez. Eso que, pese a la anotada y supuesta
carácter, no siempre. ingenuidad formal, creemos, no se garantiza, pero sí
Actualmente, con el declive de las religiones y se facilita grandemente el procesual; así pues, la
la mitopoiesis, la caída de las grandes ideologías cura tipo viene como anillo al dedo a la
fraternas nos deja una deprivada ideología mediática psiconeurosis de transferencia para la que fue
operatoria, la de lo políticamente correcto, donde los pergeñada, indicación princeps y, proceso en el que,
vehementes pecados cardinales de antaño se han al revivir la neurosis infantil en la neurosis de
convertido en eslóganes como sexismo, racismo, transferencia y, perlaboradas las resistencias, debe
machismo, tabaquismo, homofobia, etc. liquidarse ¿o retransferirse…? la transferencia,
Es que el psicoanálisis es producto de la interpretación mutativa mediante, generando toda
modernidad, una feliz cópula del Romanticismo y la suerte de cambios estructurales en segunda tópica.
Ilustración que, de esta guisa, casa muy mal con el En este contexto, acogida benevolente y reserva

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del psicoanalista, guardián del encuadre que, responsabilidad. La psicoterapia es labor artesanal
según paradigma del sueño, ocluye el polo o, si se quiere, artística, que impone tocar esto y
sensorial y el motor, favoreciendo la regrediencia a dejar lo otro. Todos sabemos de los estragos del
las huellas mnésicas en modo que la moción retorno de lo renegado, si no hay un cobijo de
pulsional se transforme en aparato de lenguaje, holding óptimo, tácticas y estrategias en la mudanza
transfiriéndose a éste. de las defensas: no va a por todas, se provee
En psicoterapia, por contra, se tiende más al experiencia innovadora.
paradigma del juego, del establecer un aire La psicoterapia de inspiración psicoanalítica
transicional donde no pudiera realizarse antaño y, tiene sus indicaciones precisas o, si se prefiere, el
mayor gradiente, si seguimos a Winnicott y Balint componente psicoterápico en todo psicoanálisis: así,
(1972) de satisfacciones al yo que no del ello, mayor la psicosomática, los casos con riesgo de
presencia del psicoanalista y su holding. Es que nos regresiones profundas y malignas, algunas
parece un peligro que una psicoterapia devenga un prepsicosis, los estados limítrofes que, según el
microanálisis, frente a la falta del continente de entomólogo Kernberg (1995) son acreedores de una
hormigón armado que da cobijo a la fisión nuclear, técnica precisa, etc. Es que nosotros hablamos de un
económica aquí, que se da en el encuentro profundo gradiente psicoterapia-psicoanálisis basado en la
de dos mentes. Por ahí es menester la regulación de ligazón y no ajeno a las cuotas de neutralidad y de
la distancia (Bouvet, 1985), de la temperatura interpretación de la transferencia. Según ese abanico
emocional (Meltzer, 1968) y sus disposiciones en el polo del psicoanálisis y según la libre
regresivas. asociación, nos lleva a la desligazón-religazón, y así
Aún más paradójica nos parece nuestra sucesivamente, al filo de pulsión de destrucción, en
problemática cuando hoy hablamos de parte pos de nuevas traducciones y simbolizaciones. La
psicótica de la personalidad, de núcleos perversos o psicoterapia nos demanda la ligazón casi
quistes traumáticos, de bolsillos o enclaves autistas únicamente y exonera, al menos, en la sesión
en casi toda patología. Se ha trastocado el semanal de los procesos de perlaboración, echando
paradigma de la histeria finisecular de Freud, mano de la experiencia emocional correctora, del
atisbándose las neurosis como de fachada, vínculo; sin oprobio de reconocerla como cobre; en
intendencias neuróticas, parte neurótica y defensas todos los casos se da siempre una aleación diversa.
neuróticas que contienen las agonías impensables y No obstante la sesión semanal a poco que signada
los trastornos narcisistas. Hoy domina el paradigma como suele ser, por defectos de la simbolización
del autismo (los quistes autistas se abren como crisis puede transmudarse, como dice el doctor Franco
de terror sin nombre, angustias no-yo o de Vicario, en una suerte de parte del día: expresión del
separación precoz del cuerpo de la madre, quistes pensamiento factual u operatorio o esfuerzo, como
centrales en las anorexias, bordelines, caracteriales decía Winnicott, de asegurarse la continuidad del
y perversos). existir que la experiencia de la transferencia
Así el derrumbe, el de-ser y la catástrofe de desgarró, existir en la mente del otro. Nuestra
agonía impensable, terror sin nombre (y sus formas experiencia cotidiana nos condice que, o bien el
singulares como licuefacción, precipitación, caída paciente de una sesión abandona al alcanzar sus
en un agujero infinito, dilaceración en el espacio, objetivos sintomáticos conscientes que veremos
según su organización figurativa en cada vínculo como huida a la salud, pseudocura por transferencia
singular) sólo podrán inscribirse y figurarse a través o reversión de la perspectiva. Si hay proceso, pedirá
de la regresión a la dependencia, donde se edite lo una segunda sesión. Nuestra experiencia nos da a
no simbolizado en la transferencia originaria al ver que, cuando el paciente limítrofe mejora más
primario… podemos parafrasear a Freud y su ya no nos podemos acercar a un dispositivo clásico,
creo en mi neurótica. gracias a la neurotización de las angustias
¿Reconoceremos los límites de la psicoterapia psicóticas. Retornemos a las condiciones formales
apuntalando su escisión, la de los quistes? Eso ya no del dispositivo analizante, ingenuo o no que, sin
casa con el optimismo freudiano de hacer profilaxis garantizar el proceso, provee la oportunidad para la
de salud en la medida que levantemos todas las regresión óptima y, aún más, y esto es algo capital,
represiones posibles de tal guisa si dejamos el relanzamiento de las unidades de separación
escindidos de la transferencia núcleos autistas (sesión, fin de semana, vacaciones), puesto que, con
inmentalizados, ¿no nos arriesgamos a futuras crisis Jacqueline Godfrind (1993), no podemos olvidar las
de terror-sin nombre o de somatosis, al menor dos corrientes de la transferencia y así, la
trastocamiento económico? Asunto de grave subyacencia, bajo neurosis de transferencia de lo

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relativo al narcisismo, a la alteridad y, a la identidad. más sintomática. Empero, hoy disponemos de
La representación se produce en la ausencia y, de arreglos o parámetros de la cura tipo que permiten
ahí, necesitamos experimentar que produce con ésta ampliar el espectro de indicaciones; así el cara a
el paciente, ver lo que hace en el mundo interno con cara según la disposición, o no, en el paciente de las
su psicoanalista y su psicoanálisis, subrogados y envolturas visuales del yo (Lavalee, 1999), de la
reediciones de los objetos primarios. Aquí es capital reflexividad psíquica (verse, sentirse, escucharse)
la disponibilidad de los autoerotismos de vida en el (Roussillon, 1999; 2001; Britton, 2003), según la
paciente, haciéndose menester que el placer de calidad de las ligazones masoquistas erógenas y de
pensar y simbolizar contrapese las experiencias de los autoerotismos de vida, según el doble retorno o
frustración y dolor vividas en la transferencia que, acabamiento del trayecto pulsional, su
si no devastan los pictogramas de base (Aulagnier, objetalización. En función del espesor del
1975). Sólo la experiencia de placer hace que la preconsciente.
vivencia se psiquice, libidinizándose. El cuerpo No es cuestión aquí de analizar el imaginario
erógeno introyectado como tal es lo opuesto al colectivo, la mentalidad de supuesto básico o los
cuerpo enfermo. cuatro discursos que nos ilustrarían de la reiteración
La belleza del método, ignorada por la de demandas de una sesión semanal, quizás, no
perversión estética de lo social actual, apuntala el ajenas a la oferta de la psicología o al temor
goce epistemofílico; será importante el juego de las profundo del psicoanalista de comprometerse en un
sublimaciones y el trabajo de cultura. Si no está vínculo que es único y que le modificará
disponible el placer de simbolizar, el narcisismo de interiormente en profundidad, lo transformará.
vida y unos masoquismos de buena calidad, el A veces asistimos a un decompromiso del
proceso debe maximizar las experiencias psicoanalista, otras veces sufriente, avizoramos su
alucinatorias de satisfacción que la acogida y el dolor frente a su supuesta sensibilidad y exquisitez
buen entender provee. Pensamos los autoerotismos en las relaciones de objeto y su contacto con lo
de vida, futuro placer funcional, como instauradores infantil en él, es que lo vemos sufrir de esa
de los objetos placientes internos y del objeto discontinuidad, activando su furor curandi.
narcisista a asimilar en el yo que se autoinviste. Ello no es ajeno al imaginario colectivo de hoy,
Apoyados en el Freud del año 1910, pensamos su de trazos autístico-fetichistas, que proponen
fase autoerótica previa al narcisismo, como de objetos-sensación sustituibles, flashes de imágenes
autosensorialidad al modo autista, autosensualidad o sensopercepciones, finiquitando las narrativas.
que si no encuentra su eco en la empatía del otro, Vínculos en –K o discurso de un amo anónimo que
vira a desmentalizada y desmantelante: todo ello, en no apoya la penetración del psicoanálisis en el tejido
un contexto de inintegración y mosaico primario social y, por tanto, las transferencias hacia el
(Marty, 1976), a falta de piel psíquica y unificación psicoanálisis y los psicoanalistas, suprimiendo por
yoica. El autoerotismo de vida se nos aparece como la evasión el ideal de cuestionarse que por la
secundario, sosteniendo el objeto interno, futuro transferencia sociocultural al psicoanálisis, ayuda a
germen de lo simbólico. El autoerotismo de muerte digerir momentos difíciles de la cura. Ya no se
llevaría al vacío, a la consunción, cercano al confía en el médico de cabecera que ha devenido
autosadismo y a los procesos autocalmantes de objeto de suspicacia y denuncia, perdiendo poderes
Szwec y Smadja (1993). curativos con ello. La falta de transferencia social y
A más, ello es precursor del trabajo del duelo y la anomia del superyó colectivo reclaman la
de la perlaboración de las ansiedades de separación inmediatez de las satisfacciones aumentando los
que, el fin del análisis acarreará. Si no hay cobertura escollos de la transferencia negativa singular en
de continuidad por ahí, nos arriesgamos a profundas tanto no sostenidos por el ideal social. El ideal del
agonías, desesperaciones y, transferencias dolorosas yo de favorecer la demora, el cuestionamiento de sí,
o, a la eventual deserción. Es que esto debemos el proyecto: la experiencia enmudece ante la
considerarlo al sentar la analizabilidad y, por qué satisfacción instantánea omnipotente adalid de
tipo de dispositivo va a apostar el paciente. Decisión estúpida arrogancia, indolencia y estulticia. La
ética, pues ante estructuras de carácter y entreviendo avidez de reconocimiento identitario del
los sufrimientos que la transferencia va a producir, psicoanalista le puede forzar a una avidez
debemos ponderar los beneficios esperados del económica (economía narcisista), es que
tratamiento. identificado con el agresor, se comprometió en
La psicoterapia de una sesión, quizás décadas de análisis, de supervisiones, de grupos de
necesariamente focal, o de objetivos limitados, es perfeccionamiento, de autoanálisis, de estudio

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solitario continuo, sometido a unas exigencias depresiva-estadio especular, generando un objeto
inmensas de un superyó ideal psicoanalítico difícil objetivo como segundo organizador, fuera del
de satisfacer, bajo cuya sombra se perfila el control omnipotente del sujeto.
semblante de Freud. A veces es muy marcada la En los grados medios de la gama antedicha, esto
pseudoidentidad psicoanalítica, producto de es, de la psicoterapia psicoanalítica, nos convendrá
psicoanálisis en falso self marcados por las teorías y, ello marcará nuestro vértice, conocer si el paciente
oficiales y las implícitas, consustanciadas al ser; puede, o no, pasar a más sesiones. Si ello no parece
nadie más envidioso y con mayor gratitud que un posible, encontraremos psicoterapias psicoanalíticas
psicoanalista kleiniano, nadie más empático que un cercanas a las técnicas postuladas por el análisis
kohutiano, nadie hace relaciones vivas de post-kohutiano, intersubjetivo o relacional,
compromiso como un meltzeriano, etc. Ello excluyendo, claro está, la self-disclosure, ofreciendo
depende de los sistemas privilegiados de figuración así, en un contexto de menor asimetría, mayor juego
de las excitaciones, según sus vías de facilitación y de reaseguramientos y reconocimientos,
cualificación emocional. privilegiando la experiencia nutriente que, deja más
Tiempo para concluir y, algo acíbar, un regusto de lado la interpretación de transferencia y, permite
amargo nos lega lo dicho, cuando pensamos que, la la lateralización de aquella. Así empatía y, mayor
mayoría de los pacientes que nos llegan, sin dejar de énfasis en la realidad externa, en lo traumatógeno de
atender a su singularidad, los más, requerirían de un los objetos externos. Ofreciendo reaseguramientos y
dispositivo de tres sesiones o, bajo mínimos, al vínculos expansivos de preconsciente, frente a los
menos de dos, ya psicoanálisis o psicoanálisis envites de la sexualidad infantil y la pulsión
rearreglado o, por qué no, aleaciones de psicoterapia destructiva y sus agonías impensables. Así
y psicoanálisis, lo que no obsta para que, no pensamos, también, en formas de psicoterapia
dejemos de diferenciarlos. lacaniana (ellos nunca la llamarían así) que, al poner
Concluyendo, sentaríamos un gradiente sin fuera de juego la regresión y la interpretación de la
solución de continuidad que va desde la cura tipo a transferencia, lo imaginario, trabajan sólo con el
las más diversas aleaciones de psicoterapia y preconsciente y la parte adulta del self. Siempre y
psicoanálisis cuyo nivel mínimo, insistimos, cuando no realicen la experiencia del de-ser, al
estribaría en la sesión semanal, a veces, bajo atravesar el fantasma, cercano al derrumbe
cobertura de psicoterapia de apoyo de inspiración winicottiano. El riesgo es la escansión, trae peligros
psicoanalítica (Dewald, 1972; Kernberg, 1995) que de somatización o de terror sin nombre para evitar el
contemplamos, a falta de experiencia propia, como cual, se pueden implementar defensas psicóticas
apoyándose en la transferencia positiva, un masaje ante el vacío mental.
yoico, el apuntalamiento de las defensas y el Más allá de nuestra referencia a vértices
reconocimiento. Investimiento del sujeto que trata kohutianos y lacanianos, asentamos las virtudes de
de acomodar de la forma menos tóxica el nuestra posición pluralista que Uribarri (2002) llama
ubicamiento del objeto malo o, si se prefiere, de la psicoanálisis contemporáneo, siguiendo a André
excitación sin calificar, de lo irrepresentado. Es que Green y su posición freudo-winnicottiana-bioniana.
para nosotros el objeto bueno es un derivado del Si la verdad cura en Freud, Lacan y Bion, cura
objeto ideal investido narcisísticamente, preferimos por sobreañadido, la experiencia clínica acumulada
hablar de objeto placiente ya que, el malo sería el nos dice que, no siempre es de recibo, que el
no-seno, ausencia, excitación insoportable (pulsión humano tiene un equipamiento psíquico limitado
sexual de muerte) que, pese a su poder efractante de para acoger la aproximación de las verdades sobre
excitaciones, contiene en su germen la marca de la sí. Esto motiva una diferencia entre psicoanálisis y
satisfacción alucinatoria y de la ulterior generación psicoterapia. Personalmente, muy poco afecto al
de objetos de pulsión sexual diferenciados del yo. pragmatismo filosófico americano que, podríamos
La satisfacción alucinatoria (como el sueño en subsumir, caricaturizándolo en si funciona, vale,
Garma, 1948 y Press, 2008) reniega el traumatismo prefiero reconocerme, como indagador de
de la ausencia e implanta las defensas narcisistas aproximaciones a la verdad, así, más dado, siempre
imaginarias esquizoparanoides frente a la alteridad que sea posible y el paciente lo tolere, a ofrecer
del otro-sujeto, objeto de pulsión sexual más formas de psicoanálisis rearreglado con lo que nos
cercano al excitante de Fairbain (1952) en lo que a imponemos un hiato entre la propuesta gradación
los preobjetos concierne. El objeto interno es una entre psicoanálisis y psicoterapia.
experiencia muy concreta que sólo se realizará Tenemos muy en cuenta que la salud mental
como representación simbólica en la posición estriba, opuestamente a lo que se creyó, en la

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riqueza mental y afectiva de la psiconeurosis de DEWALD, P. (1972). Psicoterapia: un enfoque dinámico.
defensa que es la candidata idónea al psicoanálisis. Barcelona: Toray.
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