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Amiguitos
Enero - Febrero 2000
Queridos niños:
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quel pequeño lleno ayudarlo para que desde
de vida se llamaba Juan. Era el pequeño conociera al Señor
preferido de la casa y se Jesús, el buen Pastor.
comportaba como un travieso Pero su corazoncito no
y tormentoso duendecillo. parecía comprender el amor
Era un hermoso niñito del Salvador; no prestaba
de seis años, de cabellos atención a su Palabra.
ondulados, ojos claros y Cuando sus hermanos
risueños en los que brillaban y hermanas se sentaban a mi
la franqueza, la picardía y la alrededor y oían atentamente
alegría de vivir. De todos los las hermosas historias de la
sobrinos y sobrinas que yo Biblia que yo les contaba,
debía educar, Juan era el que Juan no podía escuchar
más dificultades y penas me tranquilamente ni siquiera
causaba. cinco minutos. Me
¡Se comportaba con interrumpía con una pregunta
tanta picardía! De repente alocada, o hacía cómicas
volteaba mi mesa de trabajo y acotaciones que me
desparramaba lo que había en contrariaban mucho, puesto
ella por toda la habitación; que todos se echaban a reír, lo
luego escondía mis llaves y, cual alegraba sobremanera a
con aire muy serio, me Juan. Sin embargo, había algo
ayudaba a buscarlas por todas que me asombraba: durante el
partes, menos donde culto del domingo, Juan
realmente se encontraban. permanecía muy tranquilo y
Pero, a pesar de sus sereno; podía escuchar la más
travesuras, mi corazón sentía larga predicación sin mover
especial atracción por ese un dedo y mirando fijamente
niño, ovejita negra de mi al predicador. Por mucho
pequeño rebaño, por lo que mi tiempo no pude explicarme
más ardiente deseo era este fenómeno, pero un
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domingo a la tarde encontré la pero Juan parecía muy
clave del misterio. Desde el agitado; miraba constante-
cuarto de los niños me llegaba mente hacia uno y otro lado, y
el eco de una ruidosa bostezaba, hasta que al fin
algarabía. Me acerqué y abrí apoyó su cabeza sobre mi
suavemente la puerta. Sin brazo y se durmió. Yo misma,
embargo, Carlos, el hermano escuchaba las palabras del
mayor de Juan, me vio; salio predicador como en un sueño.
y me dijo: El día era caluroso y pesado, y
—¡Tía Nelly, mira reinaba una profunda calma
cómo predica Juan! que hacía sentir que se
Efectivamente, el avecinaba una tormenta.
hombrecito estaba allí y, muy Cuando terminó la reunión,
seriamente, con el ceño todos volvieron a sus hogares
fruncido, pronunciaba un por el camino más corto. El
discurso; repetía con firmamento resplandecía con
exactitud los movimientos y una luminosidad cobriza; no
las palabras del predicador se podía dudar de que se
que había hablado esa desataría una formidable
mañana. tormenta. Apenas entramos a
Me retiré silenciosa- nuestra casa con los niños, se
mente y contenta de que no oyó un trueno que hizo
me hubieran visto. Hasta el temblar las paredes y vibrar
día de hoy no he olvidado esta los vidrios. Llevé a los
escena, y nunca la olvidaré: Vi pequeños a la habitación
a Juan muy entusiasmado, trasera de la casa, cerré las
predicando con mucho ánimo persianas y encendí la luz,
y con un aire muy serio. ¡Oh aunque el sol recién se ponía.
Juan, mi pequeño tormento, Sin embargo, la luz del cuarto
mi querido Juancito; el buen no era suficiente para impedir
Pastor quería atraerte hacia Él que el vivo fulgor de los
desde temprana edad y relámpagos fuese percibido
refugiarte en Su seno! Pero por nuestras asustadas
¡ay!, fue necesario que Él te miradas.
condujera por un sendero —Tía Nelly, ¿es el fin
penoso y lleno de lágrimas. del mundo? —preguntó
Ese mismo domingo, Carlos con voz temblorosa,
llevé a mi pequeño rebaño a la mientras perdía coraje a
reunión de la tarde para medida que crecía la
escuchar la Palabra de Dios, tormenta.
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—No, querido mío —¡Tía Nelly, mira a
—contesté balbuceando—, Juan!
pero aunque fuera así no Al principio se había
tendríamos por qué tener sentado asustado, pero ahora
miedo, ya que sabemos que parecía haber olvidado
estamos seguros en los brazos completamente el temor a la
de Jesús, como está escrito en tormenta, y correteaba por la
este hermoso himno.¡Vengan, habitación con los ojos
niños, vamos a cantarlo! brillantes de alegría.
Entonces, primero con —¡Juan —gritó
timidez y luego con más Carlos—, siéntate y quédate
fuerza, las voces de los niños tranquilo! ¿No tienes miedo?
se hicieron oír claramente en —¿Miedo? —repitió
medio de la tempestad. el muchachito con audacia—
Cantamos solamente estas ¡Oh, no, no tengo miedo! Me
estrofas: gusta esa hermosa luz azul.
¡Ojalá que vuelva!
Las ovejas de Jesús, —¡Oh, Juan! ¿Cómo
gozan de su ternura, puedes decir algo semejante?
reconocen su voz —exclamaron los chicos en
y le siguen sin cesar; tono de reproche; pero Juan
Aquel que las conduce no escuchaba más, salió
las colma de favores corriendo del cuarto y entró en
pues para siempre el comedor, el cual se
puso su amor encontraba al lado. En ese
en sus corazones. mismo instante resplandeció
un relámpago mucho más
Nada les falta brillante que los anteriores, e
en sus verdes prados: inmediatamente lo siguió un
junto al buen Pastor formidable trueno.
no temen la tormenta. To d o s e s t á b a m o s
Él guarda a sus ovejas, temblando, y esta vez no se
las lleva en su seno, oyó el grito de alegría que
y su consoladora mirada Juan profería cada vez que oía
los colma de regocijo un trueno.
hasta el fin. Como no quería
perderlo de vista, corrí a
De pronto uno de los buscarlo. Pero, ¡qué horror!,
niños me tiró del brazo escuché un grito de angustia
diciendo: tan penetrante que estremeció
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mi corazón y me hizo quedar el momento en que Juan
paralizada. Pero esto duró volviera en sí. ¡Ay!, ¿qué
sólo un instante, pues sucedería cuando el alegre
reaccioné con rapidez y me amiguito despertara y se diera
precipité a la habitación. Allí, cuenta de que no volvería a
vi la ventana abierta de par en ver nunca más, nunca más?
par y a mi pobre sobrinito Llegó el momento
tendido inmóvil en el suelo. solemne. El pequeño, que
......................................... había dormido algunas horas
—No está muerto tranquilizado por una bebida
—afirmó el médico, que diez calmante, despertó. Su padre
minutos más tarde estuvo al y yo estábamos junto a su
pie de la cama de mi querido... cama y pudimos ver las
Yo había dejado a los pobres pupilas quemadas por
niños espantados en manos de el resplandor. Poco a poco, se
la criada, y había corrido bajo abrieron los ojos de los cuales
la lluvia y la tormenta hasta la había desaparecido para
casa del médico más cercano. siempre la vida. ¡Oh, cuánto
—No está muerto, ni habían cambiado! Inquietos y
herido de muerte —repitió el errantes no podían posarse en
médico—, pero el relámpago ningún objeto. El pobre padre
afectó gravemente sus ojos; escondió su rostro entre las
quedará ciego por el resto de manos, mientras de su pecho
su vida. brotaba un profundo suspiro.
¡Ciego para toda la ¡Ay! Por algunos instantes
vida!¡Para TODA la vida! pasaron por mi mente
Mientras estaba culpables sentimientos de
sentada al pie de la cama de mi rebelión, dudando del amor y
querido Juancito, las palabras la bondad de Dios que había
“ciego por el resto de su vida”, permitido que Juan, nuestro
resonaban en mis oídos amado, quedara ciego, ¡ciego
ininterrumpidamente, como para siempre!
el tic tac de un reloj. De pronto, un grito
Av i s a m o s c o n penetrante y desgarrador
urgencia a su padre, que surgió de los labios de Juan.
estaba de viaje, y al día Me incliné sobre él y,
siguiente él llegó muy mientras se erguía sobre sus
temprano para soportar juntos almohadas, pasé mi brazo
el horror de esta terrible alrededor de su cuello.
prueba y esperar con nosotros —¡Tía Nelly!,
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¿todavía es de noche? —dijo, diagnósticos, diciendo que el
apoyando su mejilla ardiente mal era incurable. ¡Ciego, sin
contra la mía—, ¿por qué no remedio! ¡Ay!, frente a estos
encendiste la luz? Todo está terribles diagnósticos había
tan oscuro, no puedo verte. desaparecido toda la alegría
¡Pobre niño! Mi de la casa; estas palabras nos
corazón estaba quebrantado. sonaban como un tañido
Era pleno día; los dorados y fúnebre. Junto con la pérdida
radiantes rayos del sol de la vista de Juan, también
traspasaban las cortinas desaparecieron todas nuestras
jugueteando sobre la cama y, alegrías. El día que se levantó
como si quisieran burlarse, y retomó su lugar en medio de
iluminaban aquella pequeña nosotros, nos pareció que su
figura blanca que tenía el modo de ser había cambiado
rostro desfigurado y que se por completo. Para él nunca
encontraba frente a mí. más habría saltos de alegría,
—¡Está todo tan ni bromas ni risas. El alegre
oscuro —repitió varias veces, niño de antes se volvió
mientras me asía para sombrío e introvertido.
abrazarme—; es de noche y Todos los que se
mis ojos me duelen tanto! ¡Por acercaban a él pensaban lo
favor, querida tía, enciende la mismo: cuando Juan estaba
luz! lleno de salud era el rey de la
Entonces lleno de casa; ahora que estaba ciego,
angustia (él mismo no sabía el se había convertido en un
por qué) rompió en llanto con tirano. Por compasión, sus
desesperados sollozos. Por un hermanos y hermanas
momento se lamentaba, luego complacían todos sus deseos
se enojaba, y el pobrecito y soportaban todos sus
suplicaba sin cesar que caprichos. Le daban
encendieran la luz. inmediatamente, y sin titubear
Finalmente, nos vimos en la un instante, su juguete
obligación de decirle a Juan preferido, así como todo lo
que había perdido la vista y que él podía desear.
que, en este mundo, no vería Esa situación me
nunca más la luz. angustiaba y a menudo me
Es cierto que antes inquietaba mucho. ¿Qué
habíamos consultado a varios consecuencias sufriría el
oculistas célebres, que muchachito como resultado
coincidieron en sus de todo esto?
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—Yo no quiero ser Había transcurrido un
bueno, tía Nelly; no quiero año, un largo, largo año, desde
amar a Dios, porque mandó la el día en que se había desatado
luz azul para que yo quedara aquella funesta tormenta que
ciego. No, no quiero amarlo. dejó tan tristes consecuencias.
Así resonaban cada Nuevamente se hacía sentir el
día las palabras que calor del verano, y por esas
manifestaban la rebelión del «casualidades», como
corazón profundamente muchas veces sucede en la
herido de nuestro niño, a vida, se anunció que esa tarde,
quien sus hermanos y aunque no era domingo,
hermanas no podían ayudar, habría una reunión.
sino que, por el contrario, Esa tarde iba a hablar
incentivaban aún más su un querido siervo del Señor
espíritu de rebelión. que había recibido un especial
Si Juan todavía no don para llevar a los
amaba a Dios, Dios lo amaba jovencitos al conocimiento
y hacía obrar en él su gracia y del buen Pastor.
no el juicio, aunque el niño no —Tía Nelly —me dijo
lo sabía. Carlos, entrando en el
¡Cuántas personas cuarto—, esta tarde quisiera ir
mayores y con experiencia a la reunión; hoy a la mañana
dudan del amor de Dios vino a la escuela el predicador
cuando Él los hace pasar por que va a hablar y nos invitó.
senderos que a ellas no les ¿No quieres ir con los
agrada! pequeños? (Continuará)
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Caín fue el primer hijo de Adán y Eva, es decir que fue
el primer niño que existió. Seguramente sus padres se sentían
muy felices y satisfechos con él; por eso lo llamaron Caín, que
significa: “adquisición”.
Dios había hecho a Adán y a Eva una promesa acerca de
su descendencia (Génesis 3:15): ésta debía herir la cabeza de la
serpiente, es decir, vencer al diablo. Por eso, ¡qué tristeza
habrán sentido cuando vieron que Caín seguía un mal camino!
En lugar de amar a Abel su hermano menor, Caín sentía
terribles celos contra él.
Caín presentó una ofrenda a Dios, pero lo hizo con
frutos de su propio trabajo. ¡Se sentía muy contento de sí
mismo, creyéndose suficientemente bueno! Pero Dios no
puede aceptar lo que procede del orgullo del hombre.
Abel —cuyo nombre significa “vapor”, “soplo” o
“vanidad”— reconocía que todo lo que tenía provenía de Dios,
y que para adorarlo era necesaria la sangre de una víctima
inocente. Por eso Dios pudo aprobar el sacrificio que ofreció
Abel.
A pesar de la advertencia de Dios, Caín siguió en su
camino de maldad y desobediencia, a tal punto que terminó
matando a su hermano. ¡Qué terrible dolor habrán sentido Adán
y Eva al sufrir la pérdida de su hijo menor y darse cuenta de que
su hijo mayor no era el que iba a aplastar la cabeza de la
serpiente! Pues en el corazón de Caín sólo había maldad; y
únicamente lo que es nacido de Dios puede vencer el mal (1.ª
Juan 5:4). La promesa de Dios fue cumplida solamente por el
Señor Jesús, descendiente de Adán y Eva ( Lucas 3:23-28),
alrededor de 4000 años después.
¡Que nuestro corazón pueda parecerse al de Abel y no al
de Caín (Hebreos 11:4), y que nuestras miradas se vuelvan
siempre hacia nuestro Señor, procurando agradarle en todo!
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Preguntas para los pequeños
(Enero - Febrero 2000)
Los niños de la Biblia: Caín
Lectura: Génesis 4:1-16
1. Comencemos buscando los nombres de los familiares de
Caín: anótalos en el crucigrama. a
a. Su padre (Génesis 3:21) b
b. Su madre (Génesis 4:...) c
c. Su hermano (Génesis 4:...)
.........................................................................................................
b. ¿Qué trabajo hacíaAbel ? (Génesis 4:...)
.........................................................................................................
.........................................................................................................
.........................................................................................................
.........................................................................................................
.........................................................................................................
.........................................................................................................
.........................................................................................................
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5. ¿Qué hizo Caín cuando Dios le preguntó: “¿Dónde está Abel
tu hermano?” (Génesis 4:...)
..............................................................................................
..............................................................................................
6. ¡Nunca obres ni contestes como Caín! Por el contrario,
piensa siempre en lo que leemos en la segunda parte del
versículo de 1.ª Juan 3:11 y escríbelo en estos casilleros.
QUE
Nombres y apellidos:..................................................................
Dirección: ................................................................................
Código Postal..................Ciudad..............................................
Provincia......................................País......................................
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Preguntas para los jóvenes
(Enero - Febrero 2000)
Los niños de la Biblia: Caín
Lectura: Génesis 4:1-16
1. a) ¿Qué significa el nombre Caín?
(Génesis 4:...)..............................................................................
........................................................................................................
........................................................................................................
........................................................................................................
................................................................................................................
6. ................................................................................................................
................................................................................................................
Nombres y apellidos:..................................................................
Dirección: ................................................................................
Código Postal..................Ciudad..............................................
Provincia......................................País......................................
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Lee el texto bíblico indicado.
vv v
Respuestas a las preguntas del bimestre noviembre-diciembre de 1999
Para los pequeños. El rey Josías (2.º Crónicas 35)
1. Necao era un faraón, rey de Egipto (2.º Crónicas 35:20).
2. El faraón Necao entró en guerra contra el rey deAsiria
(2.º Crónicas 35:20,21; 2.º Reyes 23:29).
3. “Dios me ha dicho que me apresure”(2.º Crónicas 35:21).
4. El rey Josías, herido, fue llevado a Jerusalén (2.º Crónicas 35:24).
5. El profeta Jeremías endechó en memoria de Josías
(2.º Crónicas 35:25).
6. “Todos los cantores y cantoras recitan esas lamentaciones sobre
Josías hasta hoy (2.º Crónicas 35:25).
Respuestas a las preguntas del bimestre noviembre-diciembre de 1999:
Para los mayores. El rey Josías (2.º Crónicas 35)
1. No. “Yo no vengo contra ti hoy” (2.º Crónicas 35:21).
2. “El cuarto río es el Éufrates” (Génesis 2:14). “El sexto ángel derramó
su copa sobre el gran río Éufrates” (Apocalipsis 16:12).
3. Para que Dios no lo destruyese (2.º Crónicas 35:21).
4. Las palabras del rey Necao provenían de la boca de Dios
(2.º Crónicas 35:22).
5. El rey Josías murió gravemente herido por los flecheros
(2.º Crónicas 35:23).
6. Los hechos del rey Josías, y sus obras piadosas, fueron conforme a lo
que está escrito en la ley de Jehová (2.º Crónicas 35:26).
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David
(1.º Samuel 29 y 30)
(Continuación y fin)
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En tu casa puede haber una biblioteca con muchos
libros. Pero la biblioteca de la que queremos hablarte ahora
no es igual a las demás, pues esta biblioteca ¡es un libro ...
lleno de libros! Ya te habrás dado cuenta de qué libro
hablamos. Se trata de la Biblia. Y deseamos alentarte a
aprender los títulos de los libros del Nuevo Testamento.
Para esto, toma tu Biblia y ábrela en la página donde está la
tabla o índice. Luego, en el dibujo que se encuentra en esta
hoja, escribe el nombre de cada libro siguiendo el orden
correspondiente. ¡Ahora sólo tienes que aprenderlos! Si
memorizas uno por día, en el lapso de un mes los habrás
aprendido todos. Entonces ... ¡manos a la obra!
NUEVO TESTAMENTO
. .........
. .........
..........
..........
.......
.......
.......
......
......
Mateo
.....
....
.............. .
.............. .
...........
. ......
. ......
........
.......
. .....
.......
. .....
. ....
. ....
. ....
.....
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(Continuación y fin)
En el lenguaje
simbólico, la palmera y sus
hojas, las palmas, nos hablan
de victoria y reposo. En los
días de la fiesta de los
tabernáculos —fiesta por
excelencia que celebra las
victorias obtenidas y el reposo saboreado—, debían tomar
“ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras...” para
hacer tabernáculos (Levítico 23:40). Es lo que hicieron los hijos
de Israel cuando volvieron de la cautividad en Babilonia y
dieron cumplimiento al antiguo mandato que habían recibido,
obedeciendo así lo que “está escrito” (Nehemías 8:15).
Mucho tiempo después, cuando oyeron decir que el
Señor llegaba a Jerusalén, grandes multitudes “tomaron ramas
de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna!
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!”
(Juan 12:13). Esas ramas son la fiel expresión del apacible
triunfo del reinado milenial que el Señor establecerá muy
pronto en Israel.
El apóstol Juan escribe que vio una gran multitud de
todos los pueblos “vestidos de ropas blancas y con palmas en las
manos” (Apocalipsis 7:9). Ellos representan a los testigos fieles
que vendrán de todas las naciones, que habrán salido de la gran
tribulación y celebrarán la victoria del Cordero.
No podemos omitir lo que la Palabra de Dios dice acerca
de la palmera en relación con la construcción del glorioso
templo de la antigüedad, el templo de Salomón, y del glorioso
templo futuro, el templo milenial. Sobre los muros del templo
de Salomón se encontraban esculpidas “figuras de querubines,
de palmeras y de botones de flores”. Hallamos lo mismo en las
puertas del santuario y las puertas del templo (1.º Reyes
21
6:29,32,35). Estas figuras son elocuentes, pues los querubines
nos hablan de un juicio ejecutado, las palmeras de una victoria
obtenida y las flores entreabiertas, de una nueva estación, de
una primavera que comienza... ¡y qué primavera! Tal fue el
reinado de Salomón: reinado de justicia, de apacible triunfo y de
bendición.
Al final del libro del profeta Ezequiel, en los capítulos
40 y 41, el Espíritu de Dios despliega la visión que da a conocer
cómo será el templo milenial, erigido en Jerusalén: ¡“Jehová-
Sama”, es decir, “Jehová está allí”! (48:35). Por todas partes en
el templo se verán esculpidas figuras de palmeras: en las
paredes, en cada poste, en las puertas, en los postes de las
gradas, en los postes del atrio exterior y del interior, y a los lados
del pórtico. A veces también se mencionan los querubines, que
son la expresión de la justicia perfecta que será ejercida
permanentemente en los días del reinado: “He aquí que para
justicia reinará un rey” (Isaías 32:1). Pero no se habla más de
flores entreabiertas como en los días de Salomón, lo que
representa una bendición que comienza. El reino de mil años
será un tiempo de flores totalmente abiertas. Allí se encontrará
plena bendición.
Aún podemos señalar que en estos capítulos donde
hallamos la descripción de ese maravilloso templo, el profeta
sólo menciona la palmera. No habla del cedro ni del ciprés ni del
olivo, como se lo hace cuando leemos la descripción del templo
de Salomón. Ezequiel menciona solamente, y muy a menudo, la
palmera, el árbol que, por su imponente porte, será durante los
felices días del milenio, y a los ojos de todo el universo, el
símbolo del triunfo de paz de Aquel que será reconocido por
todos como el Rey de reyes y Señor de señores.
v
22
23
María Magdalena
Rut 1:21
Lucas
7:11-15
Juan 11:32
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Gozo la Santa Palabra al leer,
cosas preciosas allí puedo ver;
Y, sobre todo, que el gran Redentor
es de los niños el tierno Pastor.
©2000 Todos los derechos reservados. Editores: Jorge y Leonor Arakelian. Los artículos
editados en otros idiomas se han traducido con el permiso de sus editores. Derechos de traducción
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