Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
*
Edmund l. Gettier
En los años recientes se han hecho varias tentativas para determinar las condiciones
necesarias y suficientes de que alguien conozca una proposición dada. Muchas veces los
intentos han sido tales que pueden ser enunciados de una manera similar a la siguiente1:
a) S conoce a P si:
1) P es verdadera;
2) S cree que P; y
3) S está justificado en creer que P.
Caso I
*
Tomado de Analysis, vol. 23 (Blackwell, 1963), pp. 121-123. Reproducido con
autorización del autor, de Analysis y de Basil Blackwell.
1
Platón parece considerar una definición semejante en Teetetes, 201 y tal vez la acepta
en Menón, 98.
2
Roderick M. Chisholm, Perceiving: a Philosophical Study, Cornell University Press
(Ithaca, Nueva York, 1957), página 16.
3
A. J. Ayer, The Problem of Knowledge, Macmillan (Londres, 1956), p. 34
Supongamos que Juan y Pedro han hecho una solicitud para cierto trabajo. Y
supongamos que Juan tiene fuerte evidencia de la siguiente proposición copulativa:
Pero imaginemos, después, que sin saberlo Juan, él, no Pedro, conseguirá el trabajo.
Y también, sin saberlo Juan, tiene él diez monedas en su bolsillo. La proposición e) es
entonces verdadera, aunque la proposición d), de la que Juan dedujo e), es falsa. En
nuestro ejemplo, por consiguiente, todo lo que sigue es verdad: 1) e) es verdadera; 2)
Juan cree que e) es verdadera; y 3) Juan está justificado en creer que e) es verdadera;
pero también es igualmente claro que Juan no conoce que e) es verdadera, pues e) es
verdadera en virtud del número de monedas del bolsillo de Juan, aun cuando Juan no
conoce cuántas monedas hay en el bolsillo de Juan y base su creencia en e) sobre la
cantidad de monedas del bolsillo de Pedro, del que falsamente cree que es la persona
que conseguirá el trabajo.
Caso II
La evidencia de Juan puede ser que Pedro ha tenido en todas las ocasiones del
pasado, dentro de los límites de la memoria de Juan, un automóvil, y siempre ha sido un
Ford, y que Pedro, mientras conduce un Ford, acaba de ofrecer a Juan un paseo.
Imaginemos ahora que Juan tiene otro amigo, Pablo, cuyo paradero le es totalmente
desconocido. Juan escoge tres nombres de lugar completamente al azar y construye las
tres proposiciones siguientes:
Cada una de estas proposiciones está vinculada a f). Imaginemos que Juan se da
cuenta del vínculo de cada una de estas proposiciones que ha construido con 1) y
procede a aceptar g), h) e i) sobre la base de f). Juan está, por consiguiente,
plenamente justificado en creer cada una de estas tres proposiciones. Juan, claro está,
no tiene idea de dónde esté Pablo.
Pero imaginemos ahora que dos condiciones ulteriores son válidas. Primera, Pedro no
tiene un Ford, sino que de momento conduce un automóvil alquilado. Y segunda, sucede
que el lugar mencionado en la proposición h) realmente es el lugar donde se encuentra
Pablo. Si estas dos condiciones son válidas, entonces Juan no conoce que h) es
verdadera, aun cuando: 1) h) es verdadera; 2) Juan sí cree que h) es verdadera; y 3)
Juan está justificado en creer que h) es verdadera.