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CAPITULO I

MOVIMIENTO

1 ¿QUÉ ES EL MOVIMIENTO?

En física se entiende por movimiento al cambio de posición que experimenta un cuerpo

en el espacio, tomando en consideración al tiempo y a un punto de referencia donde se

ubica el observador del fenómeno. Es decir, que las características de todo movimiento

dependerán del sistema de referencia, o sea, del punto de vista desde donde se lo mire.

De acuerdo a dicho sistema de referencia, variarán las ecuaciones empleadas para

calcular las características de un movimiento determinado. En algunas de ellas se toma

en cuenta la dirección del movimiento (ecuaciones vectoriales) mientras que en otras

basta con atender a sus particularidades, como velocidad, aceleración y distancia

recorrida.

El movimiento se ha estudiado desde épocas antiguas, y llamó la atención de los

grandes filósofos griegos y romanos. Desde entonces este estudio tiende a representar el

movimiento mediante gráficas, atendiendo a las particularidades de las ecuaciones

usadas para describirlo.

Actualmente, la rama de la física que estudia el movimiento es la cinemática, aunque

también la dinámica. Sin embargo, la encargada de postular las leyes del

funcionamiento de dicho fenómeno fue la mecánica, en sus tres vertientes: clásica (o

newtoniana), relativista y cuántica.


2 MOVIMIENTO VOLUNTARIO

Según el distinguido neurofisiólogo Rodolfo Llinás, en respuesta a las condiciones del

medio ambiente un organismo como el nuestro sólo puede hacer dos cosas: salivar y

moverse. Por supuesto, esta es sólo una forma jocosa de describir las funciones de un

organismo, pero la realidad es que todas las actividades finales de un organismo son

solamente de dos tipos: 1) la eliminación de productos intra- o extracelulares por

secresión, excresión, varios tipos de transporte, etc., y; 2) movimientos internos y

externos de traslación en el espacio.

Para llevar a cabo tanto las funciones necesarias para nuestra relación con el medio

ambiente, todos los organismos animales con cierto nivel de complejidad han

evolucionado un grupo de células que con sus prolongaciones forman redes, llamado

sistema nervioso. Estas células, las neuronas, son diferentes de las otras células del

cuerpo en que no solamente son capaces de generar y procesar información, sino

también de pasar estas características a sus descendientes. Algunas de estas células se

especializan en recoger información del medio ambiente, otras en procesarla para

extraer de ella las porciones relevantes y otras más en dirigir las actividades necesarias

para responder a esa información en forma adecuada para mantener la vida del

organismo y de la especie. Más aún, como los organismos más complejos están

formados por numerosos órganos especializados en alguna función, el sistema nervioso

también tiene que armonizar esas diferentes partes y mantener el organismo lo más

saludable posible, al menos hasta que cumpla su función de reproducción. Así, aunque a

lo largo de la evolución desde los animales más simples hasta los más complejos, el

sistema nervioso también ha sufrido enormes cambios, siempre ha tenido el mismo

papel de relacionarlos con el medio ambiente y mantenerlos en condiciones óptimas

para la vida y la reproducción.


Entonces, en esta sección veremos como el sistema nervioso origina y regula una de las

dos actividades fundamentales de los organismos, la de los movimientos que producen

desplazamientos en el espacio y que se deben a contracciones de músculos que

llamamos esqueléticos porque están insertados en los huesos. Estos músculos también

han sido llamados 'voluntarios', pero realmente no lo son, ya que el sistema nervioso no

regula sus contracciones individuales, sino las de grupos musculares, que resultan en los

desplazamientos de grandes regiones corporales, como el tronco, la cabeza, las

extremidades y los dedos tanto de manos como de pies.

2.1 La iniciación del movimiento voluntario

La iniciación del movimiento voluntario es un problema tanto fisiológico como

filosófico. Esto es, cuando decimos que queremos iniciar un movimiento esto significa

que al menos esa parte de los movimientos del organismo estará bajo el control de la

voluntad, mientras que los que no lo están se denominan reflejos. Esta diferencia,

movimiento voluntario versus movimiento reflejo, ha sido discutida durante siglos

porque tiene como base el llamado 'libre albedrío', que es uno de los puntos principales

de las religiones. O sea, si todo el comportamiento humano fuera simplemente el

resultado de una cadena de reflejos, como fue propuesto inicialmente por Sechenov

(1878), entonces el libre albedrío no existe y quedamos muy cerca de negar la

responsabilidad de nuestras acciones.

Quizá el caso más reciente relacionado con el problema del libre albedrío ocurrió en

1979 durante la llamada "Twinkie Defense", un caso en el que Daniel James White mató

a George Moscone a Harvey Milk, el alcalde y el supervisor respectivamente de la

ciudad de San Francisco, California, Estados Unidos. En su defensa los abogados

arguyeron que White sufría de depresión concomitante con un cambio de dieta (de una
saludable a otra formada con panecillos dulces, Twinkies), por lo que se encontraba en

un estado como de 'zombie' y no era responsable de sus actos. Como resultado, White

obtuvo una sentencia mucho menor a la esperada por un asesinato premeditado.

La historia de la discusión sobre el 'libre albedrío' es fascinante y, por supuesto, se inicia

en el tan comentado trabajo de René Descartes (1596-1650), quien propuso que la

estimulación sensorial es trasmitida a la glándula pineal, que selecciona y abre los

'tubos' nerviosos para llevar los espíritus animales hasta los músculos y producir su

contracción. Años después Thomas Willis (1621-1675) colocó la conexión entre el alma

y el cuerpo en el cuerpo calloso, proponiendo que la intensidad de las impresiones llega

al estriado para determinar la ruta de los espíritus animales.

La discusión sobre el movimiento voluntario continuó y después de una serie de

experimentos por Procháska, Whytt, Flourens, Goltz y otros, se llegó a la conclusión de

que esos movimientos se asocian con movimientos espontáneos que no requieren

estímulos sensoriales obvios, aunque no quedó claro dónde se originan. Sin embargo,

ahora sabemos que indudablemente el origen de los comandos nerviosos que activan los

músculos se encuentra en el SNC, por lo que podemos dividirlos en varias categorías:

1. Postura y locomoción. En muy pocas ocasiones los movimientos se originan en

forma espontánea en animales crónicamente descerebrados. En cambio, la médula

espinal y el tallo cerebral tienden a operar como mecanismos que en forma semejante a

una máquina, inician movimientos que podemos llamar involuntarios.

2. Impulsos homeostáticos. Estos incluyen las desviaciones en los puntos de referencia

de algunas variables internas, como la hipercapnia, hiperglucemia y desbalance

electrolítico, que son poderosos motivadores para comportamientos como la respiración,

alimentación y locomoción. Esas desviaciones son detectadas en el hipotálamo y otras

áreas del tallo cerebral que conectan con el circuito motor. Así, como los movimientos
que resultan tienen orígenes detectables y generalmente son hechos en forma

automática, caen en la categoría de movimientos involuntarios.

3. El tacto activo. Una gran parte de los movimientos de los animales son exploratorios

y aunque frecuentemente es difícil detectar qué estímulos específicos los inician, estos

movimientos voluntarios pueden verse más bien como reflejos.

4. Atención, conciencia. Un atributo importante de los movimientos voluntarios es el

que son conscientes. Por ello, Crick (1984, 1995) sugirió que en el cerebro existe un

foco de atención que ilumina procesamientos cognitivos particulares, como el 'libre

albedrío', localizado en la parte anterior de la circunvolución callosa. Esto sugiere que

existe un centro de control en el tálamo, ganglios basales y circunvolución callosa

anterior, que 'atiende' a los eventos, definido esto como el proceso de selección y la

capacidad de 'informar' sobre el blanco. Por ejemplo, las personas que sufren del

'síndrome de la Tourette' pueden describir sus movimientos involuntarios, por lo que la

apreciación conciente del movimiento no parece necesaria para la volición. (Rothwell,

en Prochazka et al., 2000)

Algunos fisiólogos dicen que realmente no existe un problema en todo esto, ya que las

actividades estímulo/respuesta que hacen los sujetos siguiendo instrucciones son

voluntarias, mientras aquellas respuestas que los sujetos no pueden modificar son

reflejos. Sin embargo, la mayor parte de los movimientos que hacemos en la vida diaria

son ejecutados sin que pongamos atención a ellos. Esto es, un movimiento como el

levantar un brazo para agarrar un vaso con agua, está precedido y acompañado de una

actividad fásica postural de los músculos de la espalda y a menos que se nos pregunte,

no tenemos conciencia de esa actividad y no la podemos eliminar sin eliminar también

los movimientos del brazo.


Entonces, definiremos como 'movimiento voluntario' aquel que es dirigido a un objetivo

y que está completamente bajo control conciente, de manera que puede suprimirse

voluntariamente, aunque el problema con esta definición es que muy pocos de nuestros

movimientos ocurren en esta forma.

Esto nos lleva al tan discutido problema de qué es lo que se inicia en el sistema

nervioso, por lo que tendriamos que mencionar aquellas regiones del SNC que son las

primeras en activarse. Esto es, ¿cuáles son las regiones cerebrales que inician la cadena

de actividades electroquímicas que en fisiología llamamos potenciales de acción y cómo

viajan estas manifestaciones de actividad nerviosa a lo largo de los axones para llegar a

los músculos e inducir su contracción?

Las instrucciones para producir los movimientos voluntarios pasan por una etapa final

en la corteza motora primaria, a la que llegan dos entradas importantes: 1) la corteza

premotora, cuando los animales se mueven en respuesta a señales visuales y; 2) el área

motora presuplementaria, cuando los animales hacen los mismos movimientos en forma

espontánea, sin un estímulo inicial. Esta área suplementaria es el origen del llamado

"potencial de disponibilidad", una descarga de actividad eléctrica en el cerebro durante

el periodo justo antes de un movimiento voluntario.


Figura 1. Arriba. La corteza premotora prepara las instrucciones para la actividad

voluntaria iniciada en respuesta a estímulos externos, mientras el área motora pre-

suplementaria prepara las instrucciones para actividades 'intencionales' generadas

internamente; ambas instrucciones son ejecutadas por la corteza motora primaria. Las

señales que contienen copias de las instrucciones motoras preparadas también son

mandadas a la corteza parietal, donde son usadas para predecir las consecuencias

sensoriales del movimiento. Abajo. La preparación de las instrucciones motoras para los

movimientos voluntarios por el área motora presuplementaria produce un sentido de

urgencia. La parte inferior de la corteza parietal posterior genera representaciones

sensoriales de las consecuencias predichas por el movimiento. (Haggard, 2009)

Es notable que cuando un cirujano estimula con un electrodo el área motora pre-

suplementaria, el paciente indica que tiene "urgencia de moverse" (Fried et al., 1991),

mientras cuando lo hace en la parte inferior de la corteza parietal posterior, el paciente

también indica la experiencia de intención. Tradicionalmente la corteza parietal ha sido


considerada un área de asociación sensorimotora que une estímulos visuales a las

respuestas apropiadas, y es diferente de las áreas del lóbulo frontal responsables de la

actividad voluntaria.

Hay diferencias importantes entre la estimulación frontal y la parietal, ya que la

estimulación del área motora pre-suplementaria con corriente eléctrica poco intensa

produce una experiencia de urgencia, mientras una estimulación más fuerte produce

movimientos (Fried et al., 1991). Esto sugiere que puede haber dos aspectos de la

intención consiente (Figura 1), uno es la correlación consiente de preparar comandos

motores en el área motora pre-suplementaria, mientras el otro es la predicción sensorial

de las consecuencias de esos comandos en la corteza parietal.

Otras evidencias (Marsden et al., 1996; Rizzolati et al., 1996; Picard and Strick, 1996)

sugieren la existencia de áreas motoras de orden superior, como el área motora

suplementaria anterior (SMAa) y el área motora de la circunvolución callosa anterior

(CMAa), que contribuyen con la mayor proporción de las fibras corticoespinales y están

separadas de las áreas motoras corticales relacionadas con la ejecución del movimiento.

Otras áreas, como el área motora primaria (MI), el área motora suplementaria posterior

(SMAp) y el área callosa posterior CMAp, son llamadas áreas ejecutivas. Sin embargo,

como también parecen participar en aspectos de orden superior del control motor, como

la coordinación bimanual, parece que la distinción entre áreas motoras de orden superior

y ejecutivas no es absoluta.

En la CMA se puede distinguir una parte anterior, una intermedia y una posterior, donde

la anterior e intermedia son activadas en forma preferencial por tareas motoras que

demandan la selección de parámetros de movimiento de naturaleza compleja,

correspondiendo con su función de orden superior en el control motor. La parte

posterior de la CMA puede ser activada durante movimientos simples iniciados


externamente (Fink et al., 1997) y su arquitectura celular y conectividad son típicas de

un área motora de salida. La CMA une el sistema límbico con las áreas motoras y

mantiene la atención para actividades posteriores, por lo que sirve como una interface

motivacional-motora.

3 MOVIMIENTOS INVOLUNTARIOS

Cuando se ve a alguien de pronto cerrar un ojo en forma inesperada y constante, muchas

veces se cree que, guiñan el ojo en señal de amistad y cuando vemos a alguien hacer un

movimiento brusco nos preocupa y enseguida conjeturamos alguna dolencia.

En realidad se trata de movimientos involuntarios, que ocurren sin control consciente de

las personas, es decir el cerebro no obedece ni interviene dando órdenes.

Movimientos involuntarios son trastornos neuromotores que interfieren en la vida diaria

del individuo y en la realización normal de todas sus actividades.

Un movimiento tan sencillo como levantar una pierna requiere un complejo sistema de

comunicación en el que intervienen el cerebro, los nervios y los músculos. Pero si un

área del sistema nervioso que controla el movimiento se lesiona o no funciona

normalmente, aparecen múltiples trastornos del movimiento como:

Mioclonías, hipo, espasmos mímicos o tics, temblor, calambre muscular, parálisis supra

nuclear progresiva, síndrome de shy-drager, síndrome de tourette, corea y atetosis,

corea de Huntington, corea de sydenham, disfonía, enfermedad de Parkinson, trastornos

de la coordinación.

3.1 Causas de movimientos involuntarios

Estos trastornos del movimiento en forma genérica se pueden definir que se deben

probablemente:
1.- Uso indiscriminado de fármacos con acción bloqueante de receptores dopa

minérgicos los cuales pueden causar que estos movimientos anormales sean de

presentación aguda o tardía.

2.- Problemas neurocerebrales.

3.- Factores genéticos degenerativos.

4.- Psicogénicos.

5.- Edad de la persona.

6.- Que son también los factores ambientales los causantes de estos trastornos.

7.- Que algunos de estos trastornos tienen un origen genético, es decir, son hereditarios.

8.- Que algunos de estos trastornos se desarrollan tanto en la vida adulta como en la

niñez o en la juventud.

3.2 Tipos de movimientos involuntarios

Son movimientos involuntarios en forma de sacudidas musculares súbitas, que pueden

ir precedidas de una sensación irresistible de realizar el movimiento u acción (pudiendo

ser un sonido). Los tics no son constantes y pueden fluctuar en el tiempo e incluso

desaparecer y pueden tener origen psicogénico y agravarse por el estrés.

La gesticulación involuntaria y los espasmos mímicos se encuentran en el síndrome de

Gilles de la Tourette. Que son movimientos anormales y frecuentes que se repiten.

Los gestos con los que se manifiestan los tics son fáciles de reconocer y obedecen a:

parpadeos, gestos de boca, movimientos de cuello, carraspeo, y en ocasiones

movimientos de los hombros, manos y a veces hasta del tronco.


Los movimientos involuntarios rítmicos se deben a la contracción y relajación

alternativas de grupos musculares antagonistas. Aparece en sujetos de edad, en algunas

familias y pacientes con diversos trastornos neurodegenerativos.

Son movimientos involuntarios rítmicos que se pueden presentar en diferentes partes del

cuerpo siendo frecuentes en las extremidades y la cabeza.

El Temblor Familiar: Que puede ser hereditario, y asociado a esclerosis múltiple

también aumentan con los movimientos voluntarios.

El Temblor Continuo o Intencional: Movimientos involuntarios finos y rítmicos que

aparecen durante el reposo y desaparecen al realizar movimientos voluntarios.

Temblor Esencial o Familiar: Agitación involuntaria y fina de manos, cabeza y cara se

produce con los movimientos rutinarios del cuerpo. Es un trastorno familiar hereditaro

como carácter autosómico dominante.

Temblor Pasivo o Estático: Temblor involuntario que se produce durante el reposo y

constituye uno de los signos de la enfermedad de Parkinson.

Temblor de Actitud o Postural: Es el que aparece al estirar los brazos o mantener una

postura, por ejemplo los dedos enfrentados delante de la nariz.

Los calambres pueden ser consecuencia de una alteración de la irrigación sanguínea a

los músculos, los tipos de calambre son: Calambre por frío o calor, por inmovilización y

tortícolis.

Los calambres son inofensivos y no requieren tratamiento. La forma de prevenir los

calambres es evitar el ejercicio después de comer y hacer estiramientos antes de

practicar ejercicios y al irse a dormir.


El síndrome de Tourette es un trastorno que ocurre con tics respiratorios y vocales que

suceden constantemente a lo largo del día y duran por lo menos un año.

Se inicia en la infancia, a menudo con tics simples (sacudidas musculares repetitivas,

involuntarias y sin finalidad aparente), pero progresa hasta convertirse en movimientos

múltiples y complejos que incluyen tics vocales y espasmos respiratorios repentinos.

Los tics vocales pueden iniciarse en forma de gruñidos o emisión de una especie de

ladridos, que luego evolucionan hasta la pronunciación de palabras groseras de forma

compulsiva e involuntaria.

La Corea: Consiste en movimientos involuntarios, breves, espasmódicos, semejantes al

baile, que se inician en una parte del cuerpo y pasan a la otra de un modo brusco e

inesperado, y a menudo de forma continua.

Discinesia: En algunos individuos, la enfermedad comienza con movimientos

incontrolados de dedos, pies, cara, o tronco y afecta la musculatura axial y apendicular.

La distonía: Es la detención brusca del movimiento en medio de una acción debido a

contracciones musculares involuntarias, lentas, repetitivas y sostenidas; también pueden

aparecer posturas anormales, giros y movimientos de torsión del tronco, de todo el

cuerpo o solamente una parte del mismo. Las distonías se clasifican en: focales,

multifocales, segmentarias y generalizadas.

Mioclonías

Son movimientos temporales de excitación o relajación muscular, como resultado de

una contracción continua y rápida del músculo implicado. Las características de esta

dolencia son:

A.- Ocurre en personas normales cuando duermen.


B.- Se inicia en una mano, luego en un grupo de músculos de la pierna o brazo e incluso

un grupo de músculos de la cara.

C.- Puede deberse a una repentina falta de oxígeno al cerebro.

D.- Tal vez sea un tipo de epilepsia.

E.- Por alguna enfermedad degenerativa casi al final de la vida.

F.- Trastornos metabólicos (insuficiencia renal, hepática, anoxia).

CAPITULO II

LA COORDINACION

¿Qué es Coordinación?

Coordinación es la acción y efecto de coordinar o coordinarse. Puede referirse a unir o

juntar dos o más cosas para que formen un conjunto armonioso o sincronizado. También

puede referir la acción de dirigir o poner a trabajar varios elementos con un objetivo

común. La palabra, como tal, proviene del latín coordinatio, coordinatiōnis.

La coordinación, en este sentido, es un concepto amplio que puede aplicarse a diferentes

ámbitos. Podemos hablar de la coordinación física de una persona para realizar acciones

o ejecutar actividades.
También podemos referirnos a la coordinación en el campo de la gestión de

organizaciones cuando se trata de concertar y ajustar procesos, métodos y tareas en un

ambiente dinámico, empresarial.

Por ejemplo, una persona que ejecute funciones de coordinador tendrá como tarea

planificar, organizar y disponer las diversas tareas, acciones o procesos de quienes

formen parte de un equipo de trabajo, todo esto con la finalidad de alcanzar ciertos

resultados.

Así, la coordinación es fundamental en diversos aspectos del día a día: en el tránsito, en

un partido de fútbol, en un baile, en nuestro trabajo.

¿Qué es Coordinación motriz?

La coordinación matriz se refiere a la coordinación física y motora que permite que el

individuo pueda moverse, manipular objetos, desplazarse e interactuar con quienes les

rodean.

La coordinación motriz también se relaciona con la capacidad que tiene el cerebro para

emitir impulsos nerviosos capaces de sincronizar y coordinar los movimientos de los

músculos y de las extremidades del cuerpo, a fin de posibilitar la realización de diversas

actividades.

Es decir, la coordinación motriz también depende de otras funciones físicas y

mentales importantes para el funcionamiento del cuerpo humano, como el sistema

nervioso, el cerebro, la médula espinal, el esqueleto y los músculos.

Por ello, la coordinación motriz hace posible que los individuos puedan realizar una

gran cantidad de movimientos que precisen de velocidad, desplazamiento, resistencia y

fuerza.
En este sentido, es importante que las personas desarrollen una buena coordinación

motriz que les permita llevar a cabo una gran cantidad de tareas diarias, actividades

particulares, e incluso, ejercicios.

Coordinación motriz y actividades

En diversas actividades, especialmente en los deportes, la coordinación motriz es de

suma importancia porque permite que la persona aprenda y desarrolle diversas

habilidades físicas, y más si se trata de una actividad deportiva.

Por ejemplo, los nadadores deben aprender a controlar la respiración, así como, mover

sus brazos y piernas en el agua para avanzar y llegar a la meta.

Por su parte, los jugadores de fútbol deben desarrollar diversas capacidades motrices

que le permitan tener suficiente resistencia para correr, detener el balón, patear, entre

otros. Los beisbolistas, por ejemplo, deben desarrollar una coordinación motriz que les

permita batear correctamente, correr, saltar y, atrapar y lanzar pelotas.

Asimismo, las habilidades obtenidas a partir de la coordinación motriz permiten que los

individuos puedan desarrollar la capacidad de realizar una gran diversidad de

movimientos tanto delicados y precisos como, fuertes o resistentes.


Por ejemplo, un pianista desarrollará una coordinación motriz en sus manos y dedos que

le permitirá tocar de manera delicada y suave cada una de las teclas del piano y emitir

diversas notas musicales agradables al oído.

Por el contrario, un pesista deberá potenciar su coordinación motriz a fin de adoptar una

mejor postura corporal y concentrar su fuerza muscular para levantar y resistir al

levantamiento de un gran número de peso.

No obstante, más allá de realizar un deporte o actividad en particular, la coordinación

motriz es de suma importancia porque proporciona al ser humano la capacidad física

necesaria para desenvolverse a lo largo de su vida.

CLASIFICACIÓN DE LA COORDINACIÓN

1.- Coordinación Dinámica General: Son aquellos movimientos que requieren y

exigen un recíproco ajuste de todas las partes del cuerpo y en la mayoría de los casos

exigen locomoción. Es aquella facultad que posibilita el juego armonioso de los

factores psicomotores y de disponibilidad corporal en desplazamientos donde

interactúan simultáneamente la mayoría de los grupos musculares especialmente de los

miembros superiores e inferiores.

2.- Coordinación Dinámica Específica (fina): Es aquella facultad que posibilita

el juego armonioso de factores de disponibilidad corporal y psicomotores en donde la

intervención motriz es evidentemente prioritaria en un sector específico.

3.- Coordinación Oculomanual (visomanual): Son aquellas actividades que

tienen que ver con la función que cumple con respecto al enlace entre el campo visual

y la delicada motricidad de la mano y dedos. La habilidad manual depende en parte de l


apoyo proporcionado por los miembros superiores del eje corporal y la cintura

escapular, por lo tanto los ejercicios posturales de la cintura escapular contribuirán a

mejorar la precisión de manos y dedos.

4.- Coordinación Oculopodal (viso podal): Tiene que ver con aquellas

actividades que ponen en funcionamiento el campo visual del individuo y el enlace de

la motricidad encargada del control del segmento inferior específicamente el pie.

5.- Coordinación Dinámica y Postural: Los ejercicios referidos a este rubro se

refieren a series de movimientos de los miembros superiores, combinados con

variaciones de la posición de los miembros inferiores. Se efectúan movimientos de las

piernas y de los brazos en planos diferentes.

CAPITULO III

EL EQUILIBRIO

1. ¿Qué es el equilibrio?

Según Álvarez del Villar (1987), el equilibrio es la habilidad de mantener el cuerpo en

la posición erguida gracias a los movimientos compensatorios que implican la

motricidad global y la motricidad fina, que es cuando el individuo está quieto (equilibrio

estático) o desplazándose (equilibrio dinámico).


Según lo que nos enseñan en el colegio o escuela: el equilibrio es la capacidad de

poder mantener una posición en el espacio-temporal, independiente cual sea la

movilidad que se ejecute.

1.1. Tipos de equilibrio

1. Equilibrio Estático: la habilidad de mantener el cuerpo erguido y estable sin que

exista movimiento.

2. Equilibrio Dinámico: habilidad para mantener el cuerpo erguido y estable en

acciones que incluyan el desplazamiento o movimiento de un sujeto. El

equilibrio depende de un conjunto de fuerzas que se oponen entre sí y las

cuales están reguladas por el sistema nervioso central (SNC).

3. Centro de gravedad: el centro de gravedad de un cuerpo es el punto respecto al

cual las fuerzas que la gravedad ejerce sobre los diferentes puntos materiales que

constituyen el cuerpo producen un momento resultante nulo.

1.2. ¿Cuál es la importancia del equilibrio?

La importancia radica en la clara mantención de una posición contra la fuerza de

gravedad, por ende generar estabilidad en un cuerpo ejerciendo un control efectivo ante

las fuerzas que actúan sobre él.

Por ejemplo, se necesita de esta cualidad para poder montar una bicicleta y mantener su

posición sin que esta se caiga a uno de los extremos, o por ejemplo para mantenerse

erguido mientras corre con el balón un futbolista mientras un rival trata de robarle

el balón, o cuando subimos en pendiente por algún cerro o lugar alto y así no caernos de

espaldas, para un luchador mantenerse de pie mientras otro lo trata de derribar, etc.
Tenemos dentro de esta cualidad la base de la sustentación de apoyo que sería en este

caso en donde el centro de gravedad se mantiene en equilibrio (pies, manos, cabeza).

Esta se determina por la superficie de apoyo

El equilibrio se relaciona con el sentido de propiocepción, que es el sentido que informa

al organismo de la posición de los músculos, es la capacidad de sentir la posición

relativa de partes corporales contiguas. La propiocepción regula la dirección y rango de

movimiento, permite reacciones y respuestas automáticas, interviene en el desarrollo del

esquema corporal y en la relación de éste con el espacio, sustentando la acción motora

planificada.

1.3. ¿Cómo trabajar el Equilibrio?

Tenemos diversas actividades con cuales poder trabajar el equilibrio, acá recetaré

algunas:

Equilibrio estático:

Trataremos de evolucionar de posiciones más estables a menos estables:

 Tumbados.

 Sentados.

 Sentados, semiflexionando las piernas y brazos abiertos.

 Sentados, semiflexionando las piernas y brazos pegados al cuerpo.

 De pie, con piernas y brazos abiertos.

 De pie, con piernas y brazos pegados al cuerpo.

 De pie, sobre una sola pierna, con brazos y piernas abiertas.


 De pie, sobre una sola pierna, con brazos y piernas pegadas al cuerpo.

Además, podemos llevar a cabo diferentes actividades donde se trabaje el equilibrio

Estático, como pueden ser:

 “El Flamenco”. Realiza cinco posiciones de equilibrio sobre un solo pie. ¿Sobre

qué pie aguantas más tiempo? ¿Puedes realizarlo apoyando otra parte del

cuerpo? ¿y con los ojos cerrados?

 “Los Equilibristas”. Por parejas, buscar varias posiciones de equilibrio en donde

haya el menor número de apoyos posibles.

Equilibrio Dinámico:

Los ejercicios típicos son los de desplazamiento:

 Siguiendo líneas rectas, curvas, quebradas…

 Cambios de dirección y sentido.

 Introducir giros y otras habilidades.

 Aumentar la velocidad de desplazamiento.

 Reducir el espacio de acción.

 De puntillas, sobre los talones, punta talón, en cuclillas, a la pata coja…

 Portando un objeto en la cabeza, hombro, brazo…

 En diferentes alturas: adoquines, bancos suecos, sobre cajones,…


Fuente: https://concepto.de/movimiento/#ixzz62MJZ6cfc

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