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ORDINARIO VENEZOLANO
Anotaciones sobre la Audiencia Preliminar en el proceso penal ordinario
El Proceso Penal venezolano se caracteriza por consolidar un sistema penal mixto que cuenta
con rasgos inquisitivos y particularidades del sistema acusatorio, de acuerdo a lo establecido
en la ley adjetiva penal vigente el proceso está conformado por:
i) una fase preparatoria, donde se recaban los elementos para una investigación iniciándose
ya sea de oficio, por una denuncia o por una querella, se trata de una etapa dirigida por el
Fiscal del Ministerio Publico, la Policía de Investigación Penal y los órganos auxiliares,
donde se preparan los elementos para un eventual juicio oral y se finaliza esta etapa con la
presentación de los actos conclusivos por parte de la Fiscalía del Ministerio Publico ya sea
con a) el archivo fiscal, b) la solicitud de sobreseimiento o c) la acusación;
iii) en los casos donde el juez de control admite total o parcialmente la acusación junto con
la admisión de pruebas, se da inicio a la tercera fase del proceso con el auto de apertura de
juicio, fase del proceso que es dirigida por el juez de juicio y donde se desarrolla la
oportunidad y momento procesal para que las partes a través de un debate oral y público,
salvo excepciones, expongan sus defensas, alegaciones, evacuen las pruebas admitidas en la
fase anterior y se presenten las conclusiones pertinentes para que se cierre el debate y se
produzca una sentencia condenatoria o absolutoria sobre el delito acusado.
iv) Aunque algunos autores consideran que el proceso finaliza con la producción de una
sentencia, en la legislación adjetiva penal venezolana encontramos como una cuarta fase del
proceso penal ordinario la fase de ejecución de sentencia, en esta fase el juez de ejecución de
sentencia emite el decreto sobre ejecución de sentencia, realiza el cómputo sobre la sentencia
impuesta, determina el lugar y la fecha de cumplimento, teniendo el juez de ejecución de
sentencia la finalidad de vigilar el cumplimiento de la pena y otorgar los beneficios derivados
del cumplimiento de la pena.
En ese sentido, la fase intermedia del proceso ordinario, busca a través de la audiencia
preliminar sanear o depurar de manera íntegra la acusación emanada del Ministerio Publico
y realizar un examen sobre las pruebas que se producirán en juicio para de esta forma no
producir un juicio infundado.
En palabras de la profesora Magaly Vázquez (2007): La fase intermedia tiene por función
determinar si hay fundamentos serios para llevar a juicio al imputado (…) se procura además
la depuración del procedimiento toda vez que puedan las partes oponer la excepciones que
no hayan sido planteadas con anterioridad o que se funden en hechos nuevos (…) debe el
juez determinar la viabilidad de la acusación (…) tiene la audiencia preliminar como objeto
fundamental resolver sobre la admisibilidad o no de la acusación (…) (p.194).
“(…) esta segunda etapa del procedimiento penal, tiene por finalidades esenciales
lograr la depuración del procedimiento, comunicar al imputado sobre la acusación
interpuesta en su contra, y permitir que el J. ejerza el control de la acusación. Esta
última finalidad implica la realización de un análisis de los fundamentos fácticos y
jurídicos que sustentan el escrito acusatorio, fungiendo esta fase procesal entonces
como un filtro, a los fines de evitar la interposición de acusaciones infundadas y
arbitrarias. (…)”
Continua la sentencia haciendo referencia a los diversos tipos de control que puede
ejercer el juez sobre la acusación, precisando una distinción entre controles
formales y materiales
De acuerdo al criterio fijado por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en
Sentencia 1303 publicada el 20 de junio de 2005 bajo la ponencia del Magistrado Francisco
Antonio Carrasquero López, la fase intermedia del proceso penal puede sistematizarse en tres
momentos procesales fundamentales:
ii) Una vez notificada la celebración de la audiencia preliminar, la victima podrá; dentro de
los cinco días siguientes, a) adherirse a la acusación fiscal o b) presentar una acusación
particular propia. La ley adjetiva le confiere a la víctima el derecho de presentar querella e
intervenir en el proceso conforme a lo establecido en el Código Organico Procesal Penal (Art.
111,1 COPP) y también le confiere el derecho de Adherirse a la acusación Fiscal o formular
una acusación particular propia contra el imputado en los delitos de acción pública (Art.
111,5 COPP).
En ese mismo orden y como elemento que conforma actuaciones previas al desarrollo de la
audiencia preliminar se encuentra lo establecido en el Art. 311 del Código Orgánico Procesal
Penal actuaciones identificadas por el legislador como facultades y cargas de las partes.
Previas al desarrollo de la audiencia preliminar.
I) En cuanto al lapso establecido en el encabezado del Articulo 311 del Código Orgánico
Procesal Penal << Hasta cinco días antes del vencimiento del plazo fijado para la
celebración de la audiencia preliminar, él o la Fiscal, la víctima, siempre que se haya
querellado o haya presentado una acusación particular propia, y el imputado o imputada,
podrán realizar por escrito los actos siguientes (…)>>, la Sala de Casación Penal del
Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia 606 de fecha 20 de octubre de 2005 bajo la
ponencia de Alejandro Angulo Fontiveros expuso lo siguiente:
(…) la norma establece como carga procesal de las partes realizar el ofrecimiento de las
pruebas en el lapso establecido, con indicación de su pertinencia o necesidad, no sólo a
los fines que la otra parte pueda conocerlas, controlarlas, contradecirlas e impugnarlas,
sino también para que la parte tenga certeza de cuáles serán las pruebas que serán llevadas
a juicio por su adversaria, todo con base a los derechos a la defensa e igualdad de las
partes, que suponen reconocer a ambas las mismas cargas pero también los mismos
derechos.
(…)
En efecto, en relación a la actividad probatoria de las partes en el proceso penal
venezolano, rige el principio de preclusividad como garantía para las partes, en el
respecto que cada una se atenga a las oportunidades previstas por el legislador
para actuar a los fines que la adversaria pueda controlar oportunamente la prueba,
todo con el objetivo de impedir la sorpresa de la contraparte con pruebas o
actuaciones de último momento y que no alcance a contradecirlas (…).
II) Sobre la facultad de oponer excepciones (Art. 311,1 COPP), estas las encontramos como
obstáculos al ejercicio de la acción, se tramitan de acuerdo al artículo 31 ejusdem y se
encuentran enumeradas en el artículo 28 del Código Orgánico Procesal Penal, siendo estas
excepciones las siguientes: a) La existencia de la cuestión prejudicial; b) La falta de
jurisdicción; c) La incompetencia del tribunal; d) Acción promovida ilegalmente que
comprende: (i) la cosa juzgada, (ii) Nueva persecución contra el imputado o imputada, (iii)
Cuando la acción se base en hechos que no revisten carácter penal, (iv) Prohibición legal de
intentar la acción propuesta. (v) Incumplimiento de los requisitos de procedibilidad para
intentar la acción. (vi) Falta de legitimación o capacidad de la víctima para intentar la acción.
(vii) Falta de capacidad del imputado o imputada, (viii) La caducidad de la acción penal. ix)
Falta de requisitos esenciales para intentar la acusación; e) La Extinción de la acción penal;
f) El indulto.
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia 546 con fecha 8 de
julio de 2016, bajo la ponencia de la Magistrada Lourdes Benicia Suarez Anderson realizó
algunas precisiones sobre la admisibilidad de las excepciones y sobre la posibilidad de
recurrir de las decisiones que se pronuncian sobre las excepciones interpuestas por las partes
en la fase intermedia:
III) Igualmente, pueden las partes como acción previa al desarrollo de la audiencia
preliminar solicitar la imposición o la revocación de medidas cautelares (Art. 311,2
C.O.P.P). Aunque uno de los principios del proceso es la afirmación de la libertad (Art.
9 y 229 C.O.P.P), existen excepciones de interpretación restrictiva y de aplicación
proporcional (Art. 233 y 230 C.O.P.P) que permiten que el imputado sea procesado
estando bajo privación preventiva de libertad o bajo una medida cautelar sustitutiva de la
privativa de libertad, la primera (privación preventiva de libertad) procede de acuerdo a
lo establecido en el Art. 236 C.O.P.P: a) ante hechos punibles que merezcan pena
privativa de libertad y cuya acción no se encuentre prescrita; b) existencia de fundados
elementos de convicción para estimar que el imputado es autor o participe del hecho
punible y: c) que exista presunción razonable de peligro de fuga (Art. 237 C.O.P.P) o
peligro de obstaculización de la investigación (Art. 238 C.O.P.P), la última (medida
cautelar sustitutiva) cuando los supuestos de la medida privativa pueden ser
razonablemente satisfechos con la imposición de una medida menos gravosa (Art. 242
C.O.P.P).
Para el Fiscal, la víctima, siempre que se haya querellado o haya presentado una acusación
particular propia, es el momento previo al desarrollo de la audiencia preliminar la
oportunidad para solicitar la imposición de una de las medidas anteriormente mencionadas,
sin embargo, el imputado, a pesar de que el artículo 250 del C.O.P.P establece que puede
este solicitar la revocación o sustitución de las medidas cautelares cada vez que lo considere
pertinente, el articulo 311 cardinal 2 establece de manera expresa esta facultad del
imputado de solicitar la revocación de la medida cautelar antes de la celebración de la
audiencia preliminar.
iv) Otra de las facultades tipificadas en el artículo 311 del Código Orgánico Procesal
Penal, es la posibilidad de solicitar la aplicación del procedimiento especial de admisión
de hechos (Art. 311,3 C.O.P.P). Sobre este procedimiento especial, que procede desde la
audiencia preliminar, una vez admitida la acusación hasta la recepción de pruebas (Art.
371 C.O.P.P) y que se encuentra desarrollado en el Art. 375 ejusdem, la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia 1066 de fecha 10 de Agosto
de 2015, bajo la ponencia de la Magistrada Carmen Zuleta de Merchán, estableció la
imposibilidad de cambiar la calificación jurídica del delito acusado cuando el
juzgamiento se realiza por medio de este procedimiento especial:
(…)
El comentado procedimiento especial por admisión de los hechos puede
materializarse tanto en la fase intermedia, (audiencia preliminar en el
procedimiento ordinario), como en la fase de juicio (antes del debate, y una vez
presentada la acusación, en el procedimiento ordinario y abreviado).
(…)
Asimismo, en la admisión de los hechos es preciso que el J. o J. explique
detalladamente que el hecho que dio lugar a la acusación constituye una
conducta contraria a derecho (antijurídica), la cual se corresponde con unos de
los delitos previstos en el ordenamiento jurídico penal venezolano (tipicidad)
y que ese delito contiene como sanción, una pena.
(…)
Llegada esta oportunidad, el Juez o Jueza de la causa, con base en la
calificación jurídica efectuada al momento de admitir la acusación, deberá
imponer la pena con la dosimetría penal y la rebaja correspondiente dentro los
límites establecidos en el instrumento adjetivo aplicable.
Así entonces, a pesar de que el artículo 375 del Código Orgánico Procesal Penal
literalmente dispone que después de admitidos los hechos el Juez o Jueza puede
“cambiar la calificación jurídica del delito”, una interpretación sistemática de
la institución de cara a los derechos constitucionales a la defensa, al debido
proceso y a la tutela judicial efectiva, permite concluir que, cuando la acusación
fiscal o la acusación particular propia, en su caso, sean admitidas, el Juzgador
o J. queda vinculado a la calificación jurídica establecida en la admisión de la
acusación, en el sentido de que no puede modificarla mediante una adecuación
típica distinta a la ya admitida en la acusación fiscal o particular propia; lo
contrario implicaría la vulneración de los derechos fundamentales del imputado
o imputada, toda vez que se le estaría condenando por una calificación jurídica
distinta al hecho reconocido y previamente calificado por el Juez o J. en la
admisión de la acusación, es decir, comportaría una suerte de “engaño” en su
contra.
Además, la Sala observa que también le está vedado al Juez o Jueza de Control
realizar un cambio en la calificación jurídica después de admitido los hechos
aun en el caso de que sea más beneficioso para el imputado o imputada, por
cuanto esa modificación sorprendería la buena fe del imputado o imputada que
admitió los hechos, lesionando además los derechos de la víctima y del
Ministerio Público. (Subrayado nuestro)
De modo que, en el procedimiento especial por admisión de los hechos no es
posible, bajo ninguna circunstancia, la determinación de una calificación
jurídica distinta a la señalada en la admisión de la acusación fiscal o particular
propia, por cuanto ello implicaría la violación de los derechos fundamentales
de todas las partes involucradas en el proceso penal, a pesar de que el imputado
o imputada cuando admite los hechos, no admite igualmente la calificación
jurídica que se desprende de los mismos, en razón de que esa subsunción le
corresponde realizarla a los administradores de justicia.
(…)
V) En materia probatoria, previo al desarrollo de la audiencia preliminar, las partes pueden;
a) Proponer las pruebas que podrían ser objeto de estipulación entre las partes (Art. 311,6
C.O.P.P); b) Promover las pruebas que producirán en el juicio oral, con indicación de su
pertinencia y necesidad. (Art. 311,7 C.O.P.P) y: c) Ofrecer nuevas pruebas de las cuales
hayan tenido conocimiento con posterioridad a la presentación de la acusación Fiscal. (Art.
311,8 C.O.P.P).
Durante el desarrollo de la fase intermedia del proceso, las partes simplemente realizan un
señalamiento sobre las pruebas que se evacuaran en juicio, en ese momento procesal (la
audiencia preliminar), las partes promueven sus pruebas y el juez se pronuncia sobre su
legalidad, licitud, pertinencia y necesidad previo el control producido en la audiencia
preliminar.
(…) En principio decimos también que en esta fase no hay actividad probatoria,
sino lo concerniente a la oferta de pruebas que hacen las partes para su
incorporación al eventual juicio oral y la admisión de las así promovidas, lo que
le corresponde decidir al juez de control al término de la audiencia preliminar.
Sin embargo, hay quienes consideran que excepcionalmente sí puede practicarse
en esa audiencia alguna diligencia probatoria que fuere necesaria para formar
mejor criterio y resolver sobre si se va a juicio o no. (…) (p.20).
a) En cuanto a las estipulaciones, estas se consolidan cuando entre la Fiscalía del Ministerio
Publico y la defensa se plantea la conveniencia de un acuerdo de dar hechos o circunstancias
por probadas por considerar que existe coincidencia con los elementos aportados en el
desarrollo del proceso. Ejemplo: “La victima y el imputado mantenían una relación de
trabajo”, se puede acordar una estipulación y no llevar al debate probatorio la relación laboral
que mantenían.
Sin embargo, aunque muchos autores no están de acuerdo con la posibilidad de realizar
estipulaciones probatorias en el marco de un proceso por considerar que el material probatorio
es indisponible por las partes, la tesis predominante proclama que a pesar de que a través de
las estipulaciones probatorias las partes disponen de la prueba y renuncian a los principios
probatorios del juicio, estas se presentan como un mecanismo para evitar las dilaciones
indebidas y desgastes en el proceso pero siempre enmarcado en el control de la legalidad,
considerando que si la estipulación es claramente opuesta a los elementos probatorios
presentados el juez no debe admitirla.
b) otra carga que tienen las partes en materia probatoria previo al desarrollo de la audiencia
preliminar es la de Promover las pruebas que producirán en el juicio oral, con indicación
de su pertinencia y necesidad.
El principio de necesidad de la prueba establece que todos los hechos que fundamentan la
decisión judicial necesitan ser demostrados en el proceso, ya que dicha decisión no puede
basarse en hechos que no pueden ser verificados siendo aportados estos elementos por las
partes
La pertinencia de la prueba exige que la prueba se relacione directa o indirectamente con
el hecho o circunstancia controvertida del proceso, la prueba de acuerdo a este principio
debe ir dirigida a demostrar aquellos hechos que se consideran controvertidos en el debate
siempre que estos hechos no se encuentren eximidos de prueba (ejemplo el hecho notorio).
c) En el Código Orgánico Procesal Penal de Venezuela se encuentran a saber dos
posibilidades de incorporas pruebas nuevas o pruebas complementarias al proceso, i) una
de ellas la conseguimos en el Articulo 311 cardinal 8 del C.O.P.P y la otra ii) la
encontramos en el artículo 326 ejusdem.
i) La primera oportunidad se materializa una vez presentado el escrito de acusación y hasta
cinco días antes al desarrollo de la audiencia preliminar y
ii) la segunda oportunidad se concreta luego de desarrollada la audiencia preliminar, es
decir, en la fase de juicio.
VI) Otras de las facultades y cargas que tienen las partes previo al desarrollo de la audiencia
preliminar son: a) Proponer acuerdos reparatorios (Art. 311, 4 C.O.P.P) y b) Solicitar la
Suspensión condicional del Proceso (311, 5 C.O.P.P).
Estas dos figuras, junto con el principio de oportunidad, forman parte de las alternativas a
la prosecución del proceso, consagrados en el Código Orgánico Procesal Penal en el Libro
Primero, Título I, Capitulo III.
a) Sobre los acuerdos reparatorios la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de
Justicia en sentencia nro. 543 de fecha 05 de mayo del 2000 bajo la ponencia del
Magistrado Jorge L. Rosell Senhenn, refiriéndose a la finalidad y a la posibilidad de recurrir
de estos, estableció lo siguiente:
b) Por su parte la suspensión condicional del proceso es considerada por la doctrina como
un reconocimiento por parte del Estado de su incapacidad para tramitar y resolver de
manera exitosa cada uno de los conflictos que son planteados en la administración de
justicia, cuestionándose si el Estado debe perseguir hasta el final cada uno de los casos
merecedores una sanción.
Citando una definición que se adapta muy bien a esta institución contemplada en los
Artículos 43 y siguientes del Código Orgánico Procesal Penal, tenemos la publicada por el
profesor Estaban Marino (1993) quien en su obra “La Suspensión del Procedimiento A
Prueba” la conceptualiza de la siguiente manera:
(…) La suspensión del procedimiento a prueba es un instrumento procesal
que detiene el ejercicio de la acción penal en favor de un sujeto imputado
por la comisión de un ilícito, quien se somete, durante un plazo, a una prueba
en la cual deberá cumplir satisfactoriamente con ciertas y determinadas
obligaciones legales e instrucciones que le imparta el tribunal para el caso
concreto, a cuyo término se declara extinguida la acción penal, sin
consecuencias jurídico-penales posteriores. Si se transgrede o cumple
insatisfactoriamente la prueba, el tribunal, previa audiencia en la que
interviene el imputado, tiene la facultad de revocar la medida y retomar la
persecución penal contra él (…). (p.58).
VII) Para finalizar, el artículo 311 del Código Orgánico Procesal Penal, refiriéndose a las
actuaciones previas al desarrollo de la audiencia preliminar, establece la posibilidad de
ejercer ciertas facultades oralmente en la propia audiencia como lo son: a) solicitudes de
imposición o revocación de una medida cautelar, b) aplicación del procedimiento por
admisión de los hechos, c) proponer acuerdos reparatorios, d) solicitar la suspensión
condicional del proceso y e) proponer las pruebas que podrían ser objeto de estipulación entre
las partes.
Sobre el fundamento del último aparte del artículo 311 del Código Orgánico Procesal Penal
y sobre la forma y oportunidad de ejercer estas facultades y cargas en la audiencia preliminar,
una Decisión nº lG012012000089 de la Corte de Apelaciones de Falcón, de 23 de Enero de
2012, bajo la ponencia de Rita Cáceres señala lo siguiente:
(…)
En torno a la modalidad de “... realizar por escrito los actos...”, la Sala observa
que se trata de una excepción a la constante forma oral que predomina en el código
adjetivo, en donde lo escrito se significa expresamente.
No obstante y en relación con las acciones tipificadas en los numerales 2, 3, 4, 5
y 6 del artículo 328 (actual 311) del Código Orgánico Procesal Penal, es decir,
acerca de las solicitudes de imposición o revocación de una medida cautelar,
aplicación del procedimiento por admisión de los hechos, proponer acuerdos
reparatorios, solicitar la suspensión condicional del proceso y proponer las
pruebas que podrían ser objeto de estipulación entre las partes, la Sala observa que
pueden realizarse, además, en la audiencia preliminar y oralmente ya que no se
violentarían el debido proceso ni el derecho a la defensa ni el principio procesal
del contradictorio. (…)
ii) el imputado podrá solicitar que sea recibida su declaración. Las declaraciones del
imputado deben ser rendidas de acuerdo a las reglas del debido proceso, lo que conlleva que
antes de su declaración debe de imponérsele del precepto constitucional << Ninguna persona
podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra sí misma, su cónyuge, concubino
o concubina, o pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad
(Art. 49,5 C.R.B.V)>>
El imputado no está obligado a declarar durante el desarrollo del proceso, incluso si desea
hacerlo esta eximido de hacerlo bajo juramento (Art. 127, 8 C.O.P.P), por lo tanto, el
imputado, con relación a la cuestión investigada en el proceso penal no le es exigible que
actúe de buena fe, incluso podría pensarse que tiene este el derecho de mentir, sin embargo,
en cuanto a la manera de intervenir en el proceso si podría verse obligado de actuar de buena
fe, por ejemplo, no puede el imputado actuar con ánimo dilatorio.
iii) El juez deberá informar a las partes sobre los medios alternativos a la prosecución del
proceso, siendo estos: a) Acuerdo Reparatorio; b) Principio de Oportunidad; y c)
Suspensión condicional del proceso (Libro Primero, Título I, Capitulo III Código Orgánico
Procesal Penal).
iv) En ningún caso se permitirá en el desarrollo de la audiencia preliminar el tratamiento
de temas propios del juicio oral y público. Sobre esta prohibición expresa contemplada en
el artículo 312 del C.O.P.P. La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en
sentencia 1500 de fecha 03 de agosto de 2006 bajo la ponencia del Magistrado Pedro Rafael
Rondón Haaz manifestó:
Los aspectos antes referidos pertenecen al ámbito del Derecho penal sustantivo
(por ejemplo, la categoría dogmática de la tipicidad), cuyo examen amerita
necesariamente, en la mayoría de los casos, la realización del debate probatorio,
a los efectos de precisar si tal categoría del edificio conceptual del delito se ha
configurado o no en el caso concreto (por ejemplo, la verificación de la
concurrencia de algún elemento formal del tipo, la determinación de la
imputación objetiva de la conducta o del resultado; o la verificación del tipo
subjetivo, a saber, si se ha configurado el dolo o la culpa). La oportunidad para
tal actividad probatoria sólo se puede materializar en la oportunidad del juicio
oral y público, toda vez que es la fase natural del proceso para la recepción y la
valoración de la prueba, no siendo ello posible en la fase intermedia
El fundamento de ello estriba en que el control material de la acusación no puede
comprender el análisis de las referidas cuestiones de fondo, ya que, como se
señaló supra, las mismas implican un debate probatorio, el cual no puede
realizarse en la fase intermedia del proceso.
Sin embargo, a pesar de esta prohibición legal expresa de tratar temas propios del juicio
oral y público en la fase intermedia, el profesor Roberto Delgado Salazar, en su obra Las
Pruebas en el Proceso Penal (2017), pone en relieve ciertos ejemplos donde la realización
de diligencias probatorias durante esta fase puede evitar la apertura de la fase del juicio
oral y público sugiriendo que la búsqueda de la verdad y la justicia como finalidad del
proceso penal no debe ser menoscabada por esta disposición legal:
(… ) hay quienes consideran que excepcionalmente sí puede practicarse en
esa audiencia alguna diligencia probatoria que fuere necesaria para formar
mejor criterio y resolver sobre si se va a juicio o no. Como ejemplos de ello,
podemos señalar la declaración de la víctima sobre la identidad del autor,
pudiendo allí descartar como tal al imputado; la declaración de un experto
sobre asunto fundamental en relación al hecho o a la imputabilidad de su
autor; y la presentación o exhibición de un documento fundamental, como en
el caso de imputarse el delito de bigamia y el imputado haga valer en este acto
copia certificada de la sentencia de divorcio anterior al segundo matrimonio.
No obstante, contra ello conspira el aparte último del artículo 312 in fine del
COPP al establecer la siguiente prohibición: «En ningún caso se permitirá
que en la audiencia preliminar se planteen cuestiones que son propias del
juicio oral y público». Lo que creemos no debe ser interpretado
rigurosamente, con menoscabo del «establecimiento de la verdad y la justicia
en la aplicación del derecho», que es la finalidad primordial del proceso,
como lo pauta el artículo 13. (…) (p.20).
Sobre el control que ejerce el juez sobre la acusación, La Sala Constitucional en Sentencia
1303 publicada el 20 de junio de 2005 bajo la ponencia del Magistrado Francisco Antonio
Carrasquero López explica:
(…)
Es el caso que el mencionado control comprende un aspecto formal y otro material
o sustancial, es decir, existe un control formal y un control material de la
acusación. En el primero, el Juez verifica que se hayan cumplido los requisitos
formales para la admisibilidad de la acusación –los cuales tienden a lograr que la
decisión judicial a dictar sea precisa-, a saber, identificación del o de los
imputados, así como también que se haya delimitado y calificado el hecho punible
imputado. El segundo, implica el examen de los requisitos de fondo en los cuales
se fundamenta el Ministerio Público para presentar la acusación, en otras palabras,
si dicho pedimento fiscal tiene basamentos serios que permitan vislumbrar un
pronóstico de condena respecto del imputado, es decir, una alta probabilidad de
que en la fase de juicio se dicte una sentencia condenatoria; y en el caso de no
evidenciarse este pronóstico de condena, el Juez de Control no deberá dictar el
auto de apertura a juicio, evitando de este modo lo que en doctrina se denomina la
“pena del banquillo”. (…)
En cuanto al elemento de control sustancial relacionado al cambio de calificación jurídica
provisional realizado por el juez, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia
en sentencia 1500 de fecha 03 de agosto de 2006 bajo la ponencia del Magistrado Pedro
Rafael Rondón Haaz manifestó:
El Juez no es simple tramitador o validador de la acusación fiscal o del
querellante, tal es la función del Juez como contralor de los requisitos del escrito
de acusación (artículo 282 del Código Orgánico Procesal Penal [artículo 264 del
Código Orgánico Procesal Penal vigente]), que le está permitido cambiar la
calificación fiscal a que se contrae el escrito de acusación, pero ello no obedece
al azar o a una simple intuición sino que es producto del examen de los elementos
de investigación recabados en la etapa preparatoria, contenidos en el escrito de
acusación fiscal.
(…)
Una vez terminada la audiencia preliminar el Tribunal de Control pasa a resolver
las solicitudes de las partes y posteriormente procede a revisar la admisibilidad
o no del escrito acusatorio, para lo cual está facultado para atribuir a los hechos
una calificación jurídica distinta a la prevista en la acusación por el Ministerio
Público, y ello es así, por cuanto es el juzgador quien conoce del derecho y es el
llamado por imperio de la Ley a realizar el encuadre jurídico de los hechos
acreditados (conducta del sujeto activo del delito) y la norma penal quebrantada
(tipificación).
(…)
(…)
ii) El auto de apertura a juicio (Art. 314 C.O.P.P)
Cuando es admitida la acusación el juez emite el auto de apertura a la fase de juicio
oral y público, dicho auto debe cumplir con los elementos mencionados en el artículo
314 de la ley penal adjetiva. El punto interesante sobre este pronunciamiento judicial
es la posibilidad de recurrir del auto que da apertura a esta fase del proceso.