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SISTEMA ELÉCTRICO:
Como ya se sabe, el agua calentada se transformará en vapor con una presión muy elevada, que es la que
hace girar una turbina de vapor, lo que transformará la energía interna del vapor en energía mecánica
(rotación de un eje).
La producción de electricidad se generará en el
alternador, por la rotación del rotor (que
comparte el mismo eje que la turbina de vapor)
y mediante la inducción electromagnética.
La electricidad generada pasa por un
transformador, que aumentará su tensión para
el transporte por las líneas de transmisión.
El vapor que sale de la turbina de vapor se envía
a un condensador (termodinámica) para
transformarlo en líquido y retornarlo a la caldera
para empezar de nuevo un nuevo ciclo de
producción de vapor.
En un ciclo combinado, cada una de estas turbinas está acoplada a su correspondiente alternador para
generar energía eléctrica.
Los sistemas eléctricos de corriente alterna de una planta pueden subdividirse en sistemas de alta tensión
(más de 36.000 voltios), sistemas de media tensión (entre 1.000 y 36.000 voltios) y sistemas de baja
tensión (menos de 1.000 voltios). El sistema de alta tensión lo forman el transformador principal, el
interruptor principal y los seccionadores, los equipos de sincronización y protección y la línea de
evacuación de energía. El sistema de media lo forman los embarrados de esta tensión, el transformador
auxiliar, los alternadores, los interruptores de máquina y seccionadores y las cabinas de media tensión.
Los de baja lo componen los transformadores de baja, los equipos conectados a esta tensión (bombas,
motores, extractores, compresores, ventiladores) y diversos servicios (alumbrado, suministro eléctrico a
edificios de la planta, etc.).
La función del sistema de alta tensión
La función del sistema de alta tensión es enlazar la red eléctrica de la zona con los equipos de generación
eléctrica y con el resto de equipos consumidores de la planta, de forma que esta conexión se realice en
las condiciones de seguridad y estabilidad necesarias, tanto para los equipos como para las personas.
La energía eléctrica producida en el generador tiene que abandonar la central para ser consumida en la
red eléctrica de una zona, o incluso en algunos casos, para alimentar una industria, una población o un
pequeño grupo de consumidores.
La energía eléctrica producida en el generador tiene unas condiciones de voltaje determinadas, definidas
de acuerdo con la conveniencia técnica de cada generador en particular. Estas tensiones van desde los
400 voltios para las unidades más pequeñas, los 6,3 kV para los generadores de hasta 10 MVA, tensiones
comprendidas entre 10 y 15 kV para unidades medianas de hasta 100 MVA de potencia aparente, o hasta
tensiones comprendidas entre los 20 y 30 kV para las unidades más grandes, que pueden alcanzar o
incluso superar los 500 MVA. La tensión de generación viene impuesta pues por el generador, que genera
en el nivel de tensión que mejor se adapta a su potencia.
Pero la central se conecta a una red eléctrica en un nivel de tensión que en general viene impuesto por
dicha red. El gestor de esa red decide donde resulta más conveniente hacer la conexión con la red eléctrica
de la zona. Este hecho, esta imposición técnica de la empresa que gestiona la red, tiene tres
consecuencias:
A) Es necesario elevar la tensión generada por la central hasta la que impone el punto de conexión. Rara
vez ambas tensiones coinciden (sería una enorme causalidad absolutamente infrecuente), por lo que al
lado de la central y lo más cerca posible del generador debe haber un transformador elevador que
aumente el nivel de tensión, disminuyendo al mismo tiempo la intensidad de la corriente que circula por
cada fase, tanto activa como reactiva.
C) Es necesario construir una línea eléctrica que comunique la salida de la subestación indicada en el
punto anterior con la subestación de enlace de la red eléctrica.
Conviene recordar que, si bien el nivel de tensión se puede modificar con la ayuda de un transformador
de tensión, modificar la frecuencia resulta complicado, caro y provocaría pérdidas en el generador, por lo
que no es en absoluto habitual modificar la frecuencia de la red eléctrica producida en el generador
para adaptarla a la de la red, sino que la energía eléctrica tiene que ser generada a la misma frecuencia
y perfectamente sincronizada con la red a la que se conecta.
Importante recalcar que, en la sala de control, el sistema de supervisión y control de cada bloque es un
sistema integrado, todos los parámetros de caldera, turbina y alternador están relacionados entre sí y se
controlan desde un solo punto que es la sala de control. Además de los controles del proceso de
producción de energía eléctrica hay también en esta sala los elementos de medida y seguimiento de los
parámetros medioambientales. Este sistema contempla toda la regulación, enclave, alarmas y
protecciones tanto en el circuito térmico como en el eléctrico.
2. SISTEMAS ELECTRÓNICOS:
En generadores con tensión controlada se utilizan controles locales.
Los centros de control se encargan de mantener el funcionamiento dentro de límites operativos
aceptables de áreas del sistema eléctrico, monitoreando la niveles de tensión,
frecuencia, producción de unidades generadoras y flujos de potencia por líneas de interconexión.
- Las variaciones en la potencia activa afectan principalmente a la frecuencia del sistema.
Dependen de la velocidad de rotación.
- Las variaciones en la potencia reactiva es menos sensible a cambios en la frecuencia y afecta
localmente la magnitud de la tensión. Dependen de la tensión en la excitación del generador.
Para un sistema de potencia interconectado, cada generador posee:
- Regulador automático de velocidad (LFC o RAV), como lazo de control de potencia activa –
frecuencia. Encargado de controlar la distribución de potencia entre los generadores mediante
el ajuste de la potencia a un determinado valor de referencia
- Regulador automático de tensión (AVR o RAT), como lazo de control de potencia reactiva –
tensión (QV). Actúa para mantener la tensión en valores cercanos al ajuste nominal y con la
demanda fluctuante de potencia reactiva.
El AVR es un dispositivo electrónico que actúa sobre la tensión aplicada al campo del generador,
con el objetivo de mantener la tensión en bornes del mismo en un nivel determinado.
Ambos actúan continuamente para minimizar los cambios de tensión y frecuencia causados por
cambios de carga aleatorios, que ocurren constantemente en un sistema interconectado de
potencia.
Control de potencia activa: Para la operación satisfactoria de un sistema de potencia la frecuencia debe
permanecer constante (idealmente).
Si el aporte de energía mecánica es insuficiente (conexión de demanda) se reducirá la
velocidad de rotación de las maquinas (subfrecuencia).
Si el aporte de energía mecánica es superior a la demanda (desconexión) se
incrementará la velocidad de rotación de las maquinas (sobrefrecuencia).
Control de tensión: Este tipo de control es automático y tiene un tiempo de actuación del orden de los
(ms).
Este control actúa sobre la intensidad (I)del generador mediante el AVR.
3. SISTEMAS ELECTROMAGNÉTICOS:
La mayoría de las centrales eléctricas contienen uno o más generadores eléctricos, es decir, máquinas
giratorias que transforman potencia mecánica en potencia eléctrica. Estas máquinas tienen
un movimiento relativo entre un campo magnético y un conductor, crea una corriente eléctrica. La
fuente de energía aprovechada para hacer girar el generador varía ampliamente.
Este tipo de máquinas funciona justo al revés de una máquina sincrónica, si se hace girar a la velocidad
de la red, esta máquina NO GENERA ELECTRICIDAD, sin embargo y al mismo tiempo, si el estator está
alimentado y el rotor está detenido, entonces SI HAY ENERGÍA en la máquina. Esta característica se
debe al antes nombrado Campo Magnético Rotatorio.
BIBLIOGRAFIA:
Luis Vargas, L. R. (13 de agosto de 2009). Obtenido de
file:///C:/Users/LENOVO/Downloads/EL6000_Auxiliar_1.pdf