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¿QUE NOS DIO DIOS? Nos dio a Su Hijo. Esto quiere decir que
dio a Jesucristo para morir en la cruz por nuestros pecados.
¿POR QUÉ NOS DIO DIOS UN SALVADOR? Porque nos ama y
porque ¡necesitamos un Salvador! No nos podemos salvar a
nosotros mismos, así que Dios nos dio a Jesucristo para ser
nuestro Salvador.
Si yo te regalo algo a ti, ¿me lo tienes que pagar? No. ¿Tienes que
trabajar por ello? No. Pero, sí, hay algo que debes hacer: Tienes
que recibirlo. Dios nos ha dado el Señor Jesucristo para ser
nuestro Salvador, pero nosotros tenemos que recibirle.
Ahora busca Juan 1:12. Déjale leer este versículo. ¿Cómo llega
uno a ser hijo de Dios? Recibiendo al Señor Jesús.
Mas a todos los que le recibieron… les dio potestad de ser hechos
hijos de Dios…
AHORA PUEDES HACERLE ESTAS PREGUNTAS: ¿Crees que
Jesucristo es el Hijo de Dios? ¿Crees que murió en la cruz por tus
pecados y que resucitó? ¿Crees que Él puede salvarte? ¿Crees que
está dispuesto a salvarte? ¿Crees tú que Él vendrá a tu corazón y
te salvará en este momento si tú se lo pides?
SI LA RESPUESTA a estas preguntas es Sí, entonces le puedes
preguntar: ¿Quieres pedirle al Señor Jesucristo que entre en tu
corazón en este momento? Si así es, entonces ora esta oración
conmigo:
"Señor Jesús, yo sé que soy pecador. Creo que Tú eres el
Hijo de Dios, y que moriste en la cruz por mis pecados. Por
favor, entra en mi corazón en este momento y sé mi
Salvador".
Sabiendo que eres salvo
Cuando una persona en verdad recibe a Cristo como su Salvador,
Dios quiere que sepa que es salva. ¿Cómo puede una persona saber
que es salva? Puede saberlo (1) creyendo la Palabra de Dios, y (2)
por el testimonio del Espíritu Santo. Un buen versículo para
enseñar la seguridad de la salvación es Juan 3:36. Observa que
Dios habla de dos grupos de gente en este versículo: Los que
creen en el Hijo, y los que no creen en Él.
¿QUÉ DICE DIOS de los que creen en su Hijo? Dice, "El que
cree en el Hijo, tiene vida eterna". La palabra "tiene" quiere decir
que la tiene ¡ahora mismo! Luego busca 1 Juan 5:11, 12, 13.
Observa en estos versículos que Dios dice que podemos saber que
tenemos vida eterna.
¡DIOS LO DIJO!
¡YO LO CREO!
¡Y ESO ES TODO!
La seguridad de la salvación también viene del testimonio del
Espíritu Santo. Esto quiere decir sencillamente que el Espíritu
Santo nos hace saber en nuestro espíritu que somos salvos. La
Biblia dice:
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos
hijos de Dios (Romanos 8:16).
¿CÓMO PODEMOS SABER que otra persona es salva? Nosotros
no podemos saberlo con seguridad. Tal vez creemos sinceramente
que una persona ha recibido a Cristo como su Salvador, pero
podemos estar equivocados. Por esta razón, nunca debemos decir
a una persona que ella es salva. Eso es obra del Espíritu Santo.
Se cortés y discreto
¿Pueden los niños ser salvos? Sí, ¡seguro que sí! En realidad, es
mucho más fácil para los niños confiar en el Señor Jesús que para
los adultos. El Señor Jesús nos dijo esto. Dijo:
Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de
los cielos (Mateo 18:3).
¿Qué edad debe tener un niño para poder ser salvo? Suficiente
edad para reconocer que ha pecado.
¿CÓMO PUEDES LLEVAR A UN NIÑO a Cristo? Sencillamente
enséñale de la Palabra de Dios que él ha pecado y que necesita un
Salvador. Luego cuéntale del Salvador que murió por sus pecados
e invítale a que reciba a Jesucristo en su corazón.
Algunos presentarán objeciones
Yo creo que un camino es tan bueno como otro con tal que
uno sea sincero.
Respuesta: Quizá tú seas sincero, pero puedes estar
sinceramente equivocado. La Biblia dice:
Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es
camino de muerte (Proverbios 14:12).
Jesucristo es el Salvador; el único Salvador. No podemos llegar a
Dios sino por Él. Jesús dijo:
Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino
por mí (Juan 14:6).
Yo no creo en el infierno.
Respuesta: Esto no cambia la realidad de que el infierno existe.
La Biblia dice:
Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los
fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos
tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre…
(Apocalipsis 21:8).
Memoriza estas objeciones y sus respuestas para que las sepas
cuando las necesites.
Cosas que debes hacer y no debes hacer
Sí
USA SIEMPRE TU BIBLIA al guiar una persona a Cristo. Aunque
puedas repetir el versículo de memoria, es mejor que permitas
que la otra persona lo lea por sí misma.
No
USES DEMASIADOS VERSÍCULOS.
Sí
PIDE A DIOS EN ORACIÓN la guía del Espíritu Santo.
No
INTERRUMPAS A LA GENTE. Procura conocer cuál sea su
problema, pero no te desvíes. Continúa dirigiéndolos al punto clave
de su relación con el Señor Jesucristo.
Sí
ACTUA CON SERIEDAD. Este no es tiempo para "bromear".
Ganar almas es asunto serio.
No
DISCUTAS. Dios no nos envía a ganar disputas sino a ganar
almas.
Sí
TEN CUIDADO DE TU ASEO PERSONAL Y DE TU ALIENTO.
No ofendas a la gente sin necesidad.
Sí
ADMÍTELO cuando no sepas la respuesta a una pregunta.
Sencillamente di: "No sé la respuesta a esa pregunta, pero estoy
seguro de que sí hay respuesta. Una cosa sé: Jesucristo cambió mi
vida y Él puede hacer lo mismo por ti".
Sí
ESTIMA MUCHO A CADA PERSONA. Debemos ver a cada
persona como una por quien Cristo murió. Si miramos con desdén o
despreciamos a cualquier persona, no somos dignos de ser siervos
de Cristo.
No
TE DESANIMES. Algunos rechazarán al Salvador, pero tú sigue
dando testimonio por Cristo.
Sí
INTERÉSATE POR ELLOS. Jesús lloró y oró por las almas,
perdidas, y nosotros debemos hacerlo también.
Sí
ANIMA A LOS RECIEN CONVERTIDOS para que confiesen a
Cristo a otras personas y a que se unan a una iglesia evangélica
que predique la Biblia, tan pronto como sea posible.
Vence tus temores
Uno de los obstáculos más grandes para la obra personal es el
temor a la gente. Tememos a lo que otros puedan pensar.
A un obrero personal intrépido se le preguntó si siempre había
sido valiente. Respondió que antes había sido tan tímido como
cualquier otro. Un día ya no pudo soportarlo más. Cayó de rodillas
con su Biblia abierta en el Salmo 34:4: Busqué a Jehová, y él me
oyó, Y me libró de todos mis temores. Dijo: "Señor, hiciste esto
por David. Hazlo ahora por mí". Dios escuchó su oración y la
contestó.
PIDE A DIOS que haga lo mismo por ti. Tú tienes el mensaje que
trae vida eterna a la gente y debes proclamarlo con valor. Cuando
tememos a la gente, hacemos a ésta más importante que el
mensaje del evangelio. Esto es pecado.
Tú puedes ganar almas
Hay gente a todo tu alrededor, que necesita ser salva.
Empieza a orar por ellos ahora mismo.