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Universidad de Sonora

Unidad Regional Centro

División de Ciencias Económicas-Administrativas

Licenciatura en Economía

Economía Política de la Acumulación y Reproducción

Maestro Vargas Mendía Gilberto

Gutierrez Majalca Arnoldo

Expediente: 218200004

Trabajo #3: Ejercito Industrial de Reserva

Hermosillo, Sonora, México a 09 de Septiembre de 2019


Introducción

La concepción marxista de la realidad económica en el contexto en que su autor se hallaba y


relacionaba trajo como resultado algunos términos no antes vistos por otros pensadores de la
economía hasta esa época, la visión marxiana acerca de la sociedad europea del siglo XIX,
con su foco político y social, puso en la mesa de la ciencia económica algunas nuevas
consideraciones sobre la relación entre el proletariado y los capitalistas. Uno de ellos es el de
Ejercito Industrial de Reserva, el cual Marx escribe en El Capital de la manera siguiente: “Sí
la existencia de una superpoblación obrera es producto necesario de la acumulación o
desarrollo de la riqueza sobre base capitalista, esta superpoblación se convierte a su vez en
palanca de la acumulación capitalista, más aún, en una de las condiciones de vida del modo
capitalista de producción. Constituye un ejército industrial de reserva, un contingente
disponible, que pertenece al capital de un modo tan absoluto como si se criase y se
mantuviese a sus expensas.”

El entender marxista del capitalismo nos enseña que la acumulación del capital ha de llevar
como consecuencia el aumento de población en capacidad de trabajar desocupada, mediante
el avance técnico el capitalismo ha de requerir cada vez menos fuerza humana para los
procesos productivos, provocando una alta y mantenida demanda de trabajo que a su vez
mantiene bajos salarios en condiciones precarias.

Por ellos en este ensayo veremos el origen de este hecho económico y social, así como sus
componentes y definición, finalizando con una búsqueda de una equivalencia de esta
concepción en la contemporaneidad.
Desarrollo
Origen del Ejercito Industrial de Reserva

El capitalismo observa una gran diferencia en comparación con otros modos de producción,
mientras el feudalismo o el esclavismo requerían que toda la masa de población se
mantuviera trabajando en los procesos de producción para mantener una economía en relativa
estabilidad, en este se puede apreciar que el hombre es cada vez menos requerido en la
generación de las mercancías. La circulación del capital y su acumulación han motivado al
dueño de los medios de producción a la maximización de ganancias, y por ende, en esta época
donde el obrero se encuentra fuera la posesión del capitalista su salario es visto como una
inversión, puede ser reemplazado en cualquier momento por las maquinas sí estas representan
un menos gasto y mayor productividad que él. El progreso tecnológico y la innovación crecen
exponencialmente no debido a otra cosa sino a la ambición de la acumulación de capital de
la clase burguesa, que intentan obtener los métodos y avances que reduzcan sus gastos al
mínimo posible, mientras que el trabajador común se ve fuera del juego pues este solo espera
obtener el salario necesario para la satisfacción de sus necesidades elementales.

El capitalismo trajo consigo a la gran industria con su utilización tan bohemia de la


maquinaria y su investigación en tecnologías más eficaces y menos costosas, la revolución
industrial lleva consigo este espíritu de la acumulación mediante la maximización de la
ganancia, no podría haber sido de otra forma, necesitaba librarse del hombre en sus procesos
productivos, el fin de esta revolución fue asentar el comienzo de este reemplazo del sujeto
por la automatización, aunque en ese entonces no se viera tan claro como hoy. La revolución
en ese entonces seguía requiriendo del hombre para que el engranaje siguiera girando,
trayendo como consecuencia la especialización y división del trabajo, efectos que a primera
vista en la época pudieran apreciarse como todo buenas, aunque en el largo plazo provocaría
el aumento de la explotación laboral y la reducción de los salarios en cuestión que el
capitalista cada vez necesitaba menos a la fuerza humana. Pudiendo darse el lujo de descuidar
las condiciones en que sus obreros trabajaban y llevar al limite la jornada laboral, en
búsqueda de aumentar su acumulación, a costa de arrebatar el trabajo no pagado a cada
hombre bajo su mando.
Componentes y definición

La acumulación y reproducción del capital no podría darse sin la plusvalía sustraída del
trabajo efectuado por el obrero, ahora bien, en la naturaleza del capitalismo el dueño de los
medios de producción buscará obtener cada vez más plusvalor en cuanto se posible, así como
del menor número de trabajadores.

El ejercito industrial de reserva llanamente surge a partir de dos factores, el progreso técnico
y la composición orgánica del capital (Aunque más por el segundo), esto puede explicarse de
la siguiente manera: el capitalismo en su inicio tenia una composición de capital igual o
cercana al 1/1, es decir, la inversión en capital variable y constante era la misma, pero con el
avance de la tecnología el capitalista empieza a invertir más en capital constante, medios de
producción, pasando a una composición de 1/2, luego de 1/3, luego de 1/4, así sucesivamente
hasta llegar al caso hipotético en que el hombre ya no sea requerido en las fábricas. Esto se
traduce en que, dado que los medios de producción ahora producen más y los obreros son
menos, la plusvalía aumenta en proporción al cambio gradual de la composición del capital.
En la época primitiva del capitalismo en que esta relación estaba ciertamente equilibrada, los
obreros obtenían la mayoría del valor de su trabajo, por lo que la plusvalía era poca, pero ha
medida que el tiempo avanza, los obreros, siendo menos, producen más y son menos
retribuidos.

La población superflua (o superpoblación como Marx describe) es el resultado de este cambio


en la estructura productiva, la clase capitalista tiene a su disposición un numero creciente de
hombres dispuestos a laborar por cada vez menos salario, y en esto entra la especialización
del trabajo, provocando que el obrero especializado le sea mucho más difícil encontrar otro
puesto cuando le toca ser reemplazado, pues cada vez sabe más sobre menos cosas, esto es
sino otro gancho más del capital para asegurar la alta demanda de trabajo y mantener las
ganancias en sus niveles óptimos, ya que a diferencia del inicio de la época capitalista, el
hombre podía tomar otro puesto con relativa facilidad.

La intensificación del trabajo es una consecuencia natural del modo capitalista de producción,
es el resultado de llevar a la practica la teoría maximizadora de la economía burguesa, y debe
enfrentarse a la realidad de una incongruencia entre la demanda laboral y la fuerza laboral.
Su equivalencia en la actualidad

No hay que vernos tan diferentes como hace dos siglos, el ejercito industrial de reserva sigue
siendo una realidad que enfrenta la sociedad proletaria mientras el capitalismo siga su curso,
solo que lo hace mediante formas más sutiles y con apariencia distinta. Las relaciones de
producción, la acumulación de capital y su reproducción siguen siendo la esencia de la época
económica. Puede cualquiera observar que la especialización del trabajo a llegado a
situaciones absurdas en que el individuo se encuentra tan atomizado en su área de
conocimiento que incluso no podría reemplazar su puesto por otro ligeramente diferente,
viéndose a merced de aquellos que necesitan hombres con ese conocimiento tan especifico,
y siendo ellos tan pocos, y tantos como el individuo mencionado, la retribución esperada
sigue siendo baja aún cuando el saber demandado tenga un alto grado de complejidad.

Aún en el primer mundo se lidia con considerables problemas de desempleo, allá donde la
innovación tecnológica parece rebasar la capacidad del hombre en cualquier ámbito de los
procesos de producción de toda mercancía. En ejemplo, la sociedad japonesa se enfrenta a
una situación en que para evitar que su puesto sea reemplazado por la automatización, sea
han vuelto practicas comunes hacer horas extras, trabajar continuamente sin descanso con tal
de no bajar el ritmo productivo, incluso llevando a la muerte (Que los japoneses denominan
“karoshi”), así como mantenerse libre de cualquier situación que comprometa su agenda
laboral, implicando con esto una tendencia asocial en toda la población nipona. El hombre
contemporáneo se esfuerza de manera extraordinaria para convertirse en una maquina más.

En casos de países menos desarrollados, como México esta situación se ve maquillada por el
precio tan bajo de la mano de obra, lo que motiva a compañías transnacionales a adquirir la
fuerza laboral de la población paisana, dando que apariencia que existe un gran porcentaje
de población ocupada, aunque con salarios ínfimos. Y así mismo el gobierno trata de ocultar
esta realidad tomando al trabajo informal como un tipo de empleo, despojado de todo derecho
laboral como seguro social o ahorro para la pensión.

La competencia entre trabajadores no deja apreciar bien que, en realidad, es la estructura


económica la que mantiene a un gran numero de la población fuera los procesos de
producción capitalista, que se ve por bajo de la innovación y el progreso tecnológico, que al
ojo común parece una cosa totalmente buena y deseable.
Conclusión

Los cambios en la estructura social provocados por el capitalismo han de ser examinados con
ojo cauteloso, ya que cualquiera podría decir que a día de hoy los postulados de la economía
política se han quedado atrás en la historia, pero no habría cosa más equivocada. El ejercito
industrial de reserva sigue siendo una realidad para nosotros, aunque su forma y apariencia
no sean como Marx lo postulaba en el siglo XIX, hemos de ser un poco “heterodoxos” para
poder explicar los cambios económicos en la era contemporánea.

La historia nos muestra bien que cada vez el hombre es menos requerido en las fábricas, y en
el futuro se requerirá aún menos al hombre técnico, aquel sujeto especializado que intenta
sobresalir dentro del mercado laboral para obtener un redito un poco más elevado. El sistema
de educación está estructurado para satisfacer las necesidades del capital, su fin es
simplemente dar capacitación para ejercer una labor determinada, y por tanto, no está
comprometido a que el sujeto sea alguien de provecho para la comunidad, sino que sea un
tipo altamente eficiente en su trabajo y nada más.

A día de hoy la composición del capital parece crecer a un ritmo un poco más lento, esto
posiblemente debido a que estamos alcanzando los límites del avance tecnológico, y esa lenta
gradualidad hacen parecer que no hay un problema de superpoblación, ya que permite, a lo
menos, que los individuos tengan el tiempo suficiente para capacitarse en otra labor o de
lleno ser parte del buró de “científicos investigadores” que también trabajan al servicio del
capital.
Referencias

http://archivo.juventudes.org/iii-la-ley-general-de-la-acumulaci%C3%B3n-capitalista-cap-
xxiii

https://webs.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capital1/23.htm

https://semanariovoz.com/acumulacion-capital-ejercito-industrial-reserva/

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