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MATERIALES PARA EDUCADORES
Últimos títulos publicados
55. Tutoría de valores para Secundaria. Ana Prieto-Manuela Guzmán.
56. Juegos como recurso didáctico/1. Juan José Jurado-Manuel López-Victoriano Yagüe.
57. Aprender y vivir mejor en la escuela. José Luis Méndez.
58. Aprendiendo a buscar empleo desde el aula. Ernesto Gutiérrez-Crespo.
59. Juegos musicales en la escuela. Alicia Espejo-Amparo Espejo.
60. Aprender a ser personas. Eduardo Marco Valle.
61. Formación humana en Primaria. Yolanda López.
62. Diccionario de alimentación/1. Mª del Carmen Martín-Mª del Pilar Moreno-Mª Ángeles Gallego.
63. Diccionario de alimentación/2. Mª C. Martín-Mª P. Moreno-Mª A. Gallego-Mª P. Sanz.
64. Diccionario de alimentación/3. Mª P. Moreno-Mª C. Martín-Mª A. Gallego-Mª P. Sanz.
65. Taller del medio ambiente. José Gómez-Javier Mansergas.
66. Educar en familia. Antonio Escaja.
67. Tutoría de valores para Secundaria/2. Ana Prieto-Manuela Guzmán.
68. Actividades para Educación Primaria. Margarita Nieto-María Tejedor.
69. Adolescentes y derechos humanos. Fabián Moradillo-Mª Jesús Picot.
70. Educar en la igualdad. Mª Jesús Picot-Purificación Tárrago-Fabián Moradillo.
71. Cantar y animar con canciones. Toni Giménez.
72. Educación socio-afectiva en Secundaria. AA. VV.
73. Informática para educadores. Alfredo Fuentes.
74. Animación a la lectura con adolescentes. Isabel Agüera.
75. Audiciones musicales activas para el aula. Pilar Montoro.
76. Aprendizajes en Educación Infantil. AA. VV.
77. Expresión corporal en Primaria. Emilio Miraflores-Juan Ocampo.
78. Educar en la autoestima. Mª José Quiles-José Pedro Espada.
79. Formación humana en Primaria/2 . Sonia López-Yolanda López.
80. Un personaje para cada día. Antonio González.
81. Aprender a escribir teatro en Secundaria. Maxi de Diego.
82. Manual para la educación especial. C. Domenech-À. Pujol.
83. Trabajamos los valores en Primaria. Ana Prieto-Manuela Guzmán.
84. Los diez derechos del niño. José Real Navarro.
85. Animar a leer desde la biblioteca. Juan José Lage Fernández.
86. Danzas del mundo/2. Ángel Zamora.
87. Cuentos y escenificaciones para Primaria. Isabel Agüera.
88. Tutoría de valores con preadolescentes. María Carmen Izal Mariñoso.
89. Adolescentes y sentido de la existencia. Purificación Tárrago-Fabián Moradillo-Mª Jesús Picot.
90. Un centro 3 S. Irene Monferrer.
91. Cosas de niños. Pilar Montes-Eduardo Soler.
92. Versos para aprender lengua y literatura. Ana Riofrío.
93. Sembrar valores, recoger futuro. Fernando Lafuente-Noelia Cisneros-Emilio Gómez.
94. Animación a la lectura con niños. Isabel Agüera.
95. Formación humana en Primaria/3. Sonia López-Yolanda López.
96. Educar con imágenes/3. Hermino Otero.
97. Adolescentes, inmigración e interculturalidad. Fabián Moradillo-Socorro Aragón.
98. Ortografía castellana. Francisco Javier Diosdado.
99. Educar en la interculturalidad. José Real.
100. Cuentos populares y creatividad. Rosa Huertas.
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FRAN GONZÁLEZ LOZANO
EDUCAR EN EL DEPORTE
Educación en valores desde la educación física y la animación deportiva
EDITORIAL CCS
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Segunda edición: noviembre 2002.
© Fran González
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Diagramación editorial: Concepción Hernanz
Ilustración de portada: Amaya de Andrés
Ilustraciones de interior: Amaya Martín Sides
ISBN: 978-84-8316-373-3
ISBN eBook: 978-84-9842-397-6
Depósito legal: M-48765-2002
Fotocomposición: M&A, Becerril de la Sierra (Madrid)
Imprime: Franjograf S.L. (Madrid)
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A mi hija Candela, que ha nacido poco antes que este libro, y a Victoria, su madre y mi mujer
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Índice
Presentación
PRIMERA PARTE
EDUCAR EN EL DEPORTE. PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS
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• Razones para hacer deporte
• Enseñar en el deporte
• Aprender con el deporte
• Deporte y Educación Física
• Complementariedad pedagógica entre la Escuela y la Educación en el
tiempo libre
• Principios fundamentales de intervención educativa en la actividad física y
el deporte
• El rendimiento deportivo: reflexiones y propuestas educativas
• La violencia en la sociedad
• La violencia en el deporte
• Factores que favorecen la violencia en el deporte
• Propuestas de intervención para afrontar la violencia en el deporte
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7. Atención a la diversidad en la educación deportiva
SEGUNDA PARTE
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ACTIVIDADES FÍSICAS Y DEPORTIVAS PARA EDUCAR.
PROPUESTAS CONCRETAS
Bibliografía
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Presentación
La sociedad actual está pidiendo a la educación un esfuerzo por transmitir los valores
necesarios para una auténtica convivencia armónica en paz y tolerancia. Una educación
de calidad, hoy por hoy, requiere una opción por los valores que oriente la construcción
de personas con una estructura ética y moral adecuadas a las demandas de complejidad y
pluralismo de nuestro mundo. El libro que el lector tiene en sus manos pretende aportar
pistas para una educación en valores en un ámbito social determinado de gran fuerza y
atracción; se trata de la actividad física y el deporte. Esta obra está destinada a los
monitores, animadores y demás educadores que desempeñan su función educativa en un
contexto deportivo. Es el resultado de bastantes años de experiencia personal como
Animador Sociocultural y Director de Tiempo Libre en algunas Asociaciones infantiles
y juveniles donde las actividades deportivas ocupan un gran porcentaje del tiempo y de
la programación educativa. Basta con observar cualquier movimiento asociativo,
conocer las actividades extraescolares de los centros docentes, o bien, acercarse a la
plaza de cualquier barrio o al parque urbano más próximo para comprobar que los
deportes son una de las ofertas estrella.
No cabe duda de que la actividad física y deportiva, con relación al ocio, representa
un elemento sociocultural de gran calado en amplios sectores de la sociedad en general y
de las generaciones más jóvenes en particular; por un lado, como espectáculo de masas
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—ocio pasivo— y por otro como práctica deportiva —ocio activo—.
Hace tiempo que se debatió, clarificó y asumió la dimensión educativa de la
Animación Sociocultural. Desde nuestro punto de vista, la actividad física y deportiva
puede ser una plataforma válida para la Animación y por tanto, para la educación. El
educador debe saber situarse al nivel del destinatario para, desde un proceso educativo,
pensado para responder y estructurado para transformar, pueda ir ayudando al
destinatario de sus intervenciones, a formarse como persona. Esta es la finalidad última
de la educación, sea cual sea el ámbito en el que se desarrolle: formar personas.
La educación es, por tanto, una tarea humana y humanizadora. Si esta tarea se
realiza en determinado contexto sociocultural y con un marcado carácter crítico y
participativo, es decir, reflexivo y constructivo, nos encontramos en el marco de la
Educación Social. Para el desempeño de esta tarea es conveniente aprovechar cualquier
oportunidad social que permita el logro del fin último de la educación.
El deporte, por su enorme atractivo social, con sus luces y sombras y la actividad
física como elemento motivador para niños y jóvenes, constituye en la actualidad una
plataforma perfectamente válida para el desarrollo de procesos educativos. El deporte,
por tanto, puede ser y lo es ya de hecho, un medio para la educación. Nos consta que son
muchos los educadores en el tiempo libre y animadores socioculturales que están
ejerciendo su labor educativa en este ámbito. Igualmente, conocemos Escuelas de
Tiempo Libre y Animación que contemplan, dentro de sus planes de formación, la
titulación de Animador Deportivo. Por su parte la educación formal, en la nueva
Formación Profesional y sus nuevos planes de estudios, ha introducido algunas
titulaciones referidas al deporte y la actividad física como nuevos campos de desarrollo
profesional y laboral.
El deporte tiene una dimensión lúdica primordial e incuestionable. Proporciona la
oportunidad de divertirse de cientos de formas diferentes: deportes individuales o de
equipo, deportes competitivos o cooperativos, deportes de pista, acuáticos o de campo.
De cada uno de estos tipos, el animador encontrará abundantes ejemplos en este libro.
Por tanto, el libro que presentamos no está concebido como una obra teórica para los
expertos en deporte, ni siquiera para los profesionales de la Educación Física. Nuestra
pretensión es ofrecer pistas de reflexión a los equipos de animadores deportivos y
recursos para sus intervenciones educativas. En cuanto a la redacción, hemos optado por
emplear el lenguaje masculino en general. El hecho de no utilizar el masculino/femenino
lo justificamos con la intención de hacer la redacción lo menos compleja posible.
El animador deportivo que se sienta educador puede encontrar en estas páginas
orientaciones para extraer al deporte todos los valores y luces que desprende, así como
para evitar los contravalores y sombras que, a veces, lo hacen oscuro. La finalidad de la
obra, por tanto, presenta una doble perspectiva, práctica y teórica, las cuales han de
contemplarse de forma simultánea y complementaria en la búsqueda del sentido
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profundo que tiene el hecho educativo. El contenido de la obra se presenta, por tanto, en
dos partes bien diferenciadas. La primera parte, de carácter reflexivo, estructurada en
trece capítulos, los cuales contienen los principios pedagógicos que pensamos pueden ser
más interesantes y necesarios para hacer de la actividad física y deportiva una plataforma
educativa tanto en la escuela como en el tiempo libre; y la segunda parte, con un
contenido eminentemente práctico, que recoge un amplio elenco de juegos y actividades
deportivas, presentados como recursos concretos que puedan facilitar la tarea educadora
de maestros, animadores y monitores deportivos.
Hemos pensado esta obra para todos aquellos Educadores Sociales que han visto en
el deporte y la actividad física un medio para la consecución de sus fines; para los
alumnos y alumnas de los Ciclos Formativos de Grado Medio y Grado Superior que se
están formado en los Institutos de Enseñanza Secundaria para un ejercicio profesional en
el marco de la actividad física y la animación; para aquellos que se están formando como
monitores deportivos en Escuelas de Tiempo Libre y Animación Sociocultural, así como
para los profesores y formadores que desempeñan su labor docente en estos centros; y,
por supuesto, para los monitores deportivos que educan en el marco de las actividades
extraescolares en cualquier colegio, o en el contexto de una Asociación o Escuela
Deportiva de su barrio o pueblo, o bien, en el monitor responsable de las actividades
deportivas en los campamentos y colonias de verano.
Los estudiantes de Magisterio que cursan la especialidad de Educación Física, por
su parte, pueden encontrar en estas páginas recursos prácticos apropiados a sus
necesidades formativas. Así mismo, las sencillas reflexiones que presentamos, requieren
una lectura crítica por su parte y cooperan para un conocimiento profundo de la
educación que brote desde la propia práctica educativa. Esta obra puede ayudar a los
futuros maestros a desarrollar un talante reflexivo en su labor docente que les permita
seguir definiendo su perfil profesional y educativo. Desde nuestra labor docente hemos
instado a estos alumnos universitarios, a realizar una opción educativa primordial, pues
se están formando para ser maestros, es decir, profesionales de la educación, formadores
que van a acompañar en su proceso de crecimiento integral a los niños y niñas que son la
porción más delicada de la sociedad. Durante algunos años hemos compartido vivencias
y emociones en la Escuela Universitaria de Magisterio «Virgen de Europa», adscrita a la
Universidad de Cádiz, con varios cientos de alumnos de magisterio. Este libro recoge
muchos de los juegos deportivos que ellos mismos han creado o adaptado. Gracias a
todos, especialmente a la profesora Angelines García Requena por su cercanía.
Queremos terminar esta presentación agradeciendo también su generosa
colaboración a Fernando Torres Sotillo por las horas que ha dedicado a esta obra desde
el teclado de su ordenador; a la autora de los dibujos que ilustran el libro, Amalia Martín
Sides; y, por último, a Victoria Rodríguez Roldán, quien ha confeccionado el capítulo
Nociones Básicas de Psicología del Deporte de manera certera, completa y, a la vez,
sencilla, tal como se le pidió, pensando principalmente en los jóvenes monitores
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deportivos.
Todos los que creen que la victoria deportiva
vive entre la honestidad y la humildad.
Los que creen que lo importante
no es ganar sino participar.
Los que creen que el entrenamiento
es la más decisiva de las pruebas.
Cuantos creen que el deporte es más que
admirar pasivamente desde las gradas de un campo
o desde un sillón ante el televisor.
Aquellos que creen que el deporte es la manera
de dar al cuerpo y al espíritu humano
toda la belleza de que son capaces.
Todos ellos saben muy bien lo que es
Educar en el Deporte.
FRAN GONZÁLEZ
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PRIMERA PARTE
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1. TIEMPO LIBRE Y DEPORTE
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En paralelo a este avance cuantitativo del tiempo libre, se confirma, desde un punto de
vista cualitativo, la aparición de una sensibilidad mayor hacia dimensiones más humanas
de la vida y el deseo de aprovechar los momentos de ocio para el descanso y la
diversión. El desarrollo de aficiones, la búsqueda de oportunidades de encuentro y
comunicación, de participación social y asociacionismo o simplemente de expansión,
muestran cómo la sociedad actual aprovecha su tiempo disponible. Esta dimensión de
carácter cualitativo es la que convierte el tiempo libre en tiempo de ocio.
Entre los adolescentes y jóvenes la cultura del ocio presenta unas características
específicas que pueden convertir el tiempo libre en plataforma válida de educación sin
que pierda su dimensión lúdica como momento para la diversión y el descanso. Las
asociaciones deportivas, los centros juveniles, los grupos de música y teatro y las
actividades al aire libre, entre otras, ofrecen un tiempo apto para el desarrollo personal y
social de los más jóvenes. Pero, sin embargo, esta visión, que de hecho es real para
muchos, no lo es para otros muchos jóvenes de nuestras ciudades y pueblos. Situaciones
como el fracaso y el absentismo escolar, la falta de recursos y oportunidades convierten
todo su tiempo en tiempo libre. Esta circunstancia acarrea unas consecuencias negativas
para ellos como son la pasividad y hastío vital, el empobrecimiento sociocultural, la
necesidad de evasión de la realidad y el consumo como búsqueda de compensaciones.
Este consumo puede llegar a convertirse en perjudicial para su propia salud (alcohol,
tabaco y otras drogas ilegales). Estos aspectos constituyen graves dificultades para un
empleo sano del tiempo libre.
Hay que añadir a este somero análisis de la realidad una mención a las
características psicoevolutivas de la adolescencia cuyo protagonismo está centrado en la
crisis de identidad como «caldo de cultivo» para el deseo de nuevas experiencias tras las
que se pueden encontrar el consumo de alcohol y otras drogas. Se hace necesario ofrecer
alternativas educativas válidas y que sean motivadoras como experiencias fuertes. En
este sentido, los deportes de riesgo pueden servir como alternativa. Se trata de
experimentar sensaciones intensas y vivir situaciones de peligro pero controladas como
ocurre, por ejemplo, en el puenting.
La sociedad actual otorga mucha importancia al tiempo libre. Incluso los más jóvenes
más comprometidos proclaman que pueden sentirse libres por el tiempo libre. Con ello
queremos decir que el tiempo libre es, en sí, un tiempo educativo. No obstante, el tiempo
libre que es reconocido como ámbito educativo no formal, ha de ser intencional, es decir,
ha de plantear metas de desarrollo para los adolescentes. Presentamos los objetivos que
debe de promover el tiempo libre y los educadores que en él trabajen para lograr que sea
un espacio educativo:
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1. Profundizar en el conocimiento de la psicología de la adolescencia y del
ámbito no formal de la educación como plataforma particularmente válida
para la prevención y/o el desarrollo armónico de los niños y adolescentes.
2. Reflexionar sobre el tiempo libre y sus posibilidades lúdico-educativas para la
educación integral e integradora.
3. Valorar la función de cambio social que puede aportar la Educación en el
Tiempo Libre.
4. Construir en equipo, una propuesta concreta de líneas de acción preventivas
para ayudar a los niños, adolescentes y jóvenes ante el problemas y
dificultades de integración social.
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hacia un ocio de consumo y además planificado por la televisión. Muchas personas, si
les quitamos la televisión y el ocio consumista, no saben qué hacer, porque el sistema
empuja a trabajar para producir más, pero a la vez promueve un tiempo libre orientado a
consumir los bienes producidos. Incluso gran parte de las vacaciones tienen mucho de
ocio planificado, con salidas masivas hacia unos focos de atracción.
El resultado es que aunque aparentemente aumente el tiempo libre, en realidad cada
vez hay menos, pues todo él parece ocupado de antemano; incluso un cierto tipo de
tecnología presuntamente desarrollada para facilitar el trabajo, como los ordenadores o
los teléfonos móviles, contribuyen a prolongar el trabajo fuera de las horas laborales, con
lo que el tiempo de ocio se dificulta aún más.
El ocio debe de convenirse en un auténtico ejercicio de creatividad, pues consiste en
hacer lo que a uno le venga en gana y no lo que le impongan. No nos debemos dejar
engañar porque otros decidan ser los controladores de nuestro tiempo de ocio.
El ocio tiene que ser para nosotros como el resurgir a una nueva sociedad, sacando
al hombre de la masa y devolviéndole su papel en el grupo, su identificación con sus
raíces y sus tradiciones, el hombre tiene que dejar de ser un instrumento de consumo
para convertirse en el actor fundamental del proceso, donde pueda encontrarse, de una
manera nueva, con las cosas que le rodean y con los demás miembros de la sociedad.
Para conseguir una transformación social es necesario que las formas de
convivencia no sean determinadas por un sistema de opresión jerarquizada de unos sobre
otros, sino por un tratamiento entre iguales, donde seas valorado no por lo que posees,
sino por lo que eres y donde reinará la comunicación entre las personas en la cual se
hable de un tiempo de ocio, un tiempo que nos pertenece, un tiempo para la aventura, el
descubrimiento, la participación, meditación, reflexión. Un tiempo en el que seamos
capaces de continuar nuestra propia formación integral.
No nos podemos dejar guiar por unas imposiciones sociales que nos conviertan en
seres autómatas, dirigidos por otros sin escrúpulos que sólo buscan el bienestar propio y
el de unos cuantos a cambio de otros pocos, que caen en la trampa tan maravillosamente
preparada que hace ver la realidad de la vida del color que ellos quieran y nos dirije de
tal forma convirtiéndonos en sus marionetas. Hoy más que nunca se hace necesario
defender nuestro «rinconcito» de oro (tiempo de ocio), jamás debe ser controlado ni por
nada ni por nadie. Este pequeño espacio debe convertirse en nuestro punto de apoyo para
ser más persona. Y desde ahí, desde nuestro tiempo de ocio, cambiar esta sociedad
haciéndola más digna, más humana, más solidaria, más tolerante, creando una sociedad
donde lo que impere sea el bienestar para todos y no para una elite que sólo sabe
aprovecharse de su poder. Si dejamos que nos roben nuestra libertad, entonces ¿qué
somos? No podemos consentir que no nos dejen ser nosotros mismos y menos que estén
jugando con la calidad de vida de los jóvenes. Nuestro deber, como miembros de una
sociedad, es que ésta no se convierta en una jungla donde sea casi imposible vivir. Una
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sociedad donde reine la delincuencia, los marginados, los depresivos… y todo por no
saber educar a la juventud en valores.
Para pensar en una transformación social necesitamos que la juventud pise fuerte y
conscientemente puesto que ellos son los forjadores del futuro y no debemos consentir
que su creciente necesidad de autonomía se convierta en un enemigo, rechazando la
protección de los adultos y enfrentándose a situaciones y conductas de riesgos que
pueden presentar una grave amenaza para su futuro. Ante esta situación de riesgo que
corre la juventud es urgente que ellos sepan buscar y conseguir un equilibrio armónico
de toda su persona, descubriendo lo que en él hay de más profundo y personal. La
sociedad, del futuro demanda la incorporación de una juventud no manipulada o
adormecida, sino responsable, libre y rebelde, y para ello es indispensable que los
educadores les preparen no sólo para el trabajo (formación profesional), sino también
para el ocio (formación humana). Es decir, educar a jóvenes con sentido de la dignidad y
de la autodisciplina, que acepten la realidad tal como es, pero no para mantenerla
inalterable, sino para cambiarla. La educación en el ocio debe de impulsar a los jóvenes
hacia una vida pública más activa y comprometida que fomente en ellos el gusto de la
iniciativa, la participación y organización social.
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prevención (primaria, secundaria y terciaria) y los destinatarios de cada una.
Se desprende la necesidad de formación para los Monitores y Animadores
de Tiempo Libre para trabajar como educadores de adolescentes.
• El protagonismo del adolescente en la construcción de su propia personalidad
como requisito de carácter Significativo y Experiencial. El adolescente es el
protagonista de su propio desarrollo integral e integrado en su propio
contexto, el cual ha de analizar y transformar. En este proceso encuentra el
acompañamiento del educador como orientador y guía.
• La humanización como requisito afectivo para el desarrollo de la inteligencia
emocional.
• La liberación como requisito de autonomía para crecer en seguridad personal,
en autoestima y en el sentimiento del «yo». El ocio y la autoestima han de
encontrarse como un binomio esencial en el desarrollo educativo en el
tiempo libre de tal manera que las expectativas positivas del «yo» resulten
una de las principales consecuencia. Las actividades realizadas en el tiempo
de ocio deben ayudar al adolescente a proponerse y conseguir unas metas que
le motiven y, lográndolas, le permitan sentirse bien.
Las actividades de ocio han de desarrollar una metodología de trabajo que será:
• Eminentemente práctica y activa.
• Inductiva, que parte de la experiencia práctica que interesa conocer y
transformar.
• Participativa, creativa e integradora en la que todos los participantes tienen la
oportunidad de mostrar y desarrollar sus propias capacidades, ideas y
visiones, dando forma a sus expectativas y a la de los demás participantes de
la actividad.
• Grupal y cooperativa, donde el diálogo y la intervención se hace
imprescindible para el desarrollo de los contenidos y la búsqueda de
conclusiones operativas.
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humanas. El sentido del humor es uno de los mejores recursos para afrontar la vida con
espontaneidad y disfrutar de ella, para no perder nunca el equilibrio psíquico y depurar la
necesaria higiene mental.
En esta tarea el juego ha de ocupar un importante lugar. Jugar aporta, desde la más
tierna infancia, la vía de aprendizaje y desarrollo personal más adecuada. En este sentido
hemos de considerar los deportes como juegos, ya que aportan al desarrollo de las
personas que lo practican una serie de ventajas de carácter físico, mental y social de gran
valor. Vamos a jugar al golf o vamos a jugar al balonmano. Se trata de expresiones que
resumen en una sola intención la necesidad de desahogo y a la vez las ganas de disfrutar
que se presentan como algo común a cualquier persona con frecuencia. Por otra parte,
también escuchamos con total naturalidad expresiones como vamos a ver un partido de
fútbol. Esta afirmación pone de manifiesto que el espectáculo que constituye un
acontecimiento deportivo asegura el entretenimiento.
El tiempo libre es entendido hoy como una plataforma perfectamente válida para la
educación. Educar en el tiempo libre supone la posibilidad de desarrollar nuevas
dimensiones de la persona que el tiempo ocupado nos hace olvidar. La creatividad, la
expresión espontánea y la construcción de los propios deseos se hacen posibles en el
tiempo libre. La gratuidad de no tener que responder a una responsabilidad laboral,
social o familiar y la oportunidad de hacer lo que realmente me gusta encuentran su
lugar de realización en el tiempo de ocio que es tiempo personal, tiempo de
autodesarrollo.
Desde este punto de vista, la actividad física resulta un recurso clave y es obvia, por
tanto, la importancia de los deportes. En la sociedad actual, el deporte constituye un
modo enormemente popular de emplear el tiempo de ocio. LINAZA (1997) nos hace caer
en la cuenta de que los desplazamientos en medios de transporte, la mecanización
creciente de las herramientas, las prolongadas jornadas de trabajo en espacios reducidos
y con escasa movilidad física, la invasión masiva de la informática en los más diversos
sectores de la producción y de los servicios, etc., todo ello contribuye, precisamente, a
resaltar la importancia que tiene el mantener un mínimo de actividad física que permita
el funcionamiento adecuado de un organismo que se ha ido adaptando, biológicamente, a
unas circunstancias de vida pasiva.
Si desde el punto de vista fisiológico, el deporte resulta un recurso importante,
también lo es como mecanismo de aprendizaje y cohesión social. Al hablar del valor
educativo del deporte, hay que señalar, sin embargo, la existencia de un conflicto casi
permanente que suele situarse como generador de polémica entre educación y deporte:
generalmente se contrapone el deporte competitivo en que todo queda supeditado al
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triunfo al deporte como ejercicio de actividad lúdica, es decir, el deporte entendido como
un medio para el disfrute personal, la relación con los otros, la promoción de la salud y
otros valores transversales (RUIZ, 1994).
La práctica de juegos y deportes, tanto en la escuela como fuera de ella, tiene
aspectos educativos muy importantes que con frecuencia los adultos olvidamos e incluso
ignoramos. Jugando aprenden las reglas y, además, este conocimiento práctico de las
reglas posibilita una reflexión no consciente sobre su naturaleza, su origen y su posible
modificación o supresión si éstas no favorecen la dinámica y el espíritu del juego. En un
monográfico sobre el juego como instrumento educativo de la revista Aula (nº 52-53) J.
L. LINAZA dice que los niños no suelen plantearse explícitamente estas cuestiones, pero
el modo como resuelven los conflictos surgidos en el juego, pone de manifiesto este
conocimiento reflexivo sobre sus reglas. A lo largo de los años de desarrollo «socio-
moral», este conocimiento reflexivo sufre profundos cambios y los niños pasan de
concebir las reglas como absolutas, inmutables y cuyo origen se encuentra en alguna
autoridad, a entender que no son más que el producto del acuerdo entre ellos. Y cuando
han culminado este proceso de toma de conciencia de la naturaleza de las reglas, se
sienten libres para poder modificarlas. Por ejemplo, las condiciones de los patios
escolares dificulta con frecuencia la aplicación de algunas reglas, como puede ser la
referida a los saques de esquina en el fútbol. Modificar la regla para poder hacerlo con la
mano, en lugar de con el pie, pone de manifiesto la madurez adquirida en este sentido.
Todo este proceso se realiza en un ambiente de diálogo y cooperación donde las
razones y soluciones que se aportan son consecuencia de un análisis de necesidades,
hecho de manera simple e inconsciente, pero con una enorme carga analítica. Es difícil
evaluar las repercusiones que estos procesos tendrán en el futuro de los niños, pero no
cabe duda de que están anticipando situaciones reales de la vida cotidiana ante lo que
supone una toma de decisiones, por ejemplo. Y lo que nos parece más interesante, desde
el punto de vista educativo, es que esta toma de decisiones se realiza normalmene con
autonomía, es decir, sin la participación de un adulto que dirima los conflictos. En
definitiva, el deporte sirve para que los participantes regulen por sí mismos las reglas
que ellos se imponen, los procedimientos para introducir modificaciones, así como para
sancionar las faltas.
Para algunos jóvenes las asociaciones deportivas, los centros juveniles, las actividades al
aire libre, son muy favorables para su desarrollo personal y social, pero, sin embargo,
esta visión no es tan real para otros por una serie de circunstancias como son el fracaso
escolar, la falta de recursos y oportunidades que convierten todo su tiempo en tiempo
libre. Todo esto acarrea unas consecuencias negativas para ellos como son la pasividad,
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el empobrecimiento sociocultural, la necesidad de evasión de la realidad y el
consumismo como búsqueda de compensaciones. Ante estas situaciones, la misión del
educador es aprovechar el interés que tiene el joven por el tiempo libre y transformarlo
en un tiempo para el desarrollo; éste debe de perseguir una serie de objetivos para lograr
que su función responda más que al entretenimiento, a la educación.
Educar no es tanto avisar que algo está mal como poner los medios para superarlo
orientando e impulsando, es decir, elevando la autoestima del sujeto. Educar es crear los
climas adecuados en los que la vida tenga alguna razón de ser. En este sentido, podemos
afirmar que de una búsqueda del sentido de la vida se ha pasado a una vida sin sentido.
El gran problema de muchos jóvenes en nuestra sociedad, es que no tienen ninguna
identidad, o su identidad está indefinida; y por estas circunstancias acudir a cualquier
tipo de solución es una tentación, incluida la del consumo de alcohol u otras drogas con
el fin de evadirse de cualquier frustración. Para prevenir estas situaciones es conveniente
el buen hacer de un monitor, que transforme el tiempo libre en una plataforma válida
para la educación sin que pierda su dimensión lúdica como momento para la diversión y
el descanso.
La educación en el tiempo libre debe de ayudar a los jóvenes a lo largo de toda su
vida, pero especialmente en aquellas etapas en las que es todavía inmaduro, para ser
persona libre y responsable, es decir: saber ser en cada instante y situación, dueño de sus
actos, saber hacer uso de su libertad y realizar las actividades adecuadas que
correspondan a sus gustos e intereses.
La educación en el tiempo libre es preventiva en cuanto que orienta a los jóvenes
para que ellos mismos sean capaces de dirigirse hacia aquellas actividades o aptitudes
que favorezcan su desarrollo integral. Además, es preventiva en cuanto nos enseña a no
caer en errores que se dan en la utilización del tiempo libre como son:
— El utilitarismo, es decir, el creer que en el tiempo libre hay que hacer
actividades prácticas que tengan una utilidad inmediata.
— El dirigismo, por el que se pretende encauzar el comportamiento del individuo
en su tiempo libre. A causa de este dirigismo el tiempo libre pierde, por
tanto, su carácter de libre.
— Yel exceso organizativo de actividades, convirtiendo el tiempo libre tan
programado como el trabajo y en vez de liberar al hombre, le hace un
consumidor del tiempo libre. El hombre es atraído por unos programas muy
sugestivos que encauzan sus gustos de tal forma que sus acciones no
responden a sus necesidades íntimas. Hasta que descubre que una vez más ha
sido manipulado y encasillado. Todo esto se debe al gran control de la
sociedad que ofrece el producto tan elaborado que impide toda participación
personal, activa, creadora y crítica.
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Una educación en el tiempo libre preventiva debe tener en cuenta los tres niveles de
prevención: primaria (para la población en general); secundaria (para quienes ya han
tenido algún contacto o viven cerca de situaciones de riesgo); terciaria (para quienes han
sufrido plenamente un problema social y están logrando superarlo para que no vuelvan a
incidir o a recaer). En los tres niveles deben contemplarse los siguientes fines:
— Despertar el interés por todo aquello que le rodea.
— Conseguir ser libre en la organización de su tiempo libre.
— Que en su relación con los demás se cree un clima propicio para el
enriquecimiento personal y el descubrimiento de unos valores personales,
sociales y trascendentes.
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necesidad de mantener alejadas las ofertas «peligrosas», las experiencias alienantes y
negativas que pueden llegar y que se justifican como apoyo a la inestabilidad y
vulnerabilidad del adolescente —más vale prevenir que curar—, como la necesidad de
señalar el camino válido que se puede seguir hasta la meta de la madurez y acompañar
en ese trayecto.
Para aquellos niños y jóvenes que se encuentran cercanos o inmersos en alguna de
las dificultades sociales que existen en la actualidad como alcohol y otras drogas,
desempleo, ausencia de expectativas de futuro, vacío interior, etc., la educación también
puede ser preventiva. Para ellos puede ser particularmente válida la educación desde el
ámbito no formal en general y desde las actividades deportivas en particular.
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2. EL DEPORTE: CONCEPTO Y TIPOLOGÍAS
Todos los juegos o deportes que conocemos en la actualidad, tienen sus orígenes más
remotos en el despertar de la Historia. A medida que el hombre ha ido transformando su
entorno natural, se han ido modificando también las habilidades necesarias para
adaptarse a él. Si el paso de la sociedad cazadora a la agrícola y de ésta a la sociedad
industrial representaron una modificación fundamental de las actividades necesarias para
obtener recursos para vivir, en nuestro sistema productivo actual, esos cambios no han
dejado de acentuarse. Aunque esto no es algo que pueda demostrarse científicamente, es
posible que el anhelo profundo de un estilo de vida muy activo y en pleno contacto con
la naturaleza sea una de las razones por las que el deporte ocupa un lugar tan destacado
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en nuestros días. Parece ser que tanto en Roma, como en Grecia o en la América
prehispánica se desarrollaron una serie de actividades lúdico-recreativas que podrían
considerarse como antecedentes de nuestros deportes.
Ciertamente que podría satisfacerse la curiosidad en los trabajos que dan a conocer
el origen y la evolución de las numerosas especialidades deportivas con la enumeración
de las más famosas hazañas y la comparación de los resultados, lo cual nos conduce a
celebrar la sorprendente superioridad del deporte moderno. Teniendo en cuenta los
descubrimientos de la ciencia y las experiencias del pasado, los entrenadores
especialistas regulan minuciosamente la preparación deportiva. El material se ha
perfeccionado, los terrenos están señalizados y cuidados y los reglamentos son aplicados
universalmente. Sin embargo, no hay que medir exclusivamente el valor del deporte por
el rendimiento obtenido de la máquina humana, esto sería reducirlo a un papel de un
valor muy inferior al que pretende realizar.
El deporte no sólo no debe compararse al trabajo, sino que debe ser un género de
actividad opuesto, es decir, en el tiempo libre. Henry de Montherlant escribe: «…
galopando sobre los estadios, yo no hacía más que materializar, en la forma más
rudimentaria, una noción que ha permanecido en el centro de mi vida: yo llamo juego a
una actividad que tiene su fin en el placer que en ello se experimenta y en nada más; un
esfuerzo que tiene una virtud propia, independiente de la finalidad con que se ejerce y
de su éxito».
El hecho de que el deporte no sea más que una distracción, una ocupación en los
ratos libres, no disminuye, por eso, su importancia, bien al contrario. Así como el
carácter de los niños se nos revela por sus juegos, las preferencias manifestadas en el
empleo de los ratos libres nos revelan los gustos, las tendencias y el grado de cultura de
los pueblos. Son particularmente las fiestas, y sobre todo las fiestas populares, las que
pueden aportarnos los informes más valiosos, y hay que lamentar que en nuestra época
los asistentes no tomen parte en ellas más que mirando el espectáculo que les es ofrecido
por profesionales.
La actividad para el tiempo libre debe ser esencialmente un juego, una actividad
libre, desinteresada y atractiva, a la vez que sometida a un reglamento. Libre, porque
deberá ser elegida espontáneamente sin ninguna intervención que coaccione a ello.
Desinteresada, porque la satisfacción se encuentra en el ejercicio mismo de esta
actividad y no en sacar de ella ganancias específicas. Inútil, en apariencia al menos, el
juego no produce resultado práctico inmediato, pero sus consecuencias son beneficiosas
y considerables. Sometido a una regla, obligando a los jugadores a respetar unas mismas
cláusulas, poniéndoles en las mismas condiciones e imponiéndoles dificultades, es
atractivo en razón de estas dificultades y capaz de incitar al jugador a entregarse con
todas sus fuerzas. Johan Huizinga nos describe el desarrollo de una civilización por
medio del juego en su obra Homo ludens, dando a conocer la importancia del fenómeno
deportivo en la vida moderna.
29
DEFINICIONES DE DEPORTE
Son múltiples las definiciones que se han atribuido al concepto de deporte. Para unos,
consistía en «el esfuerzo de los hombres y de los animales llevado a cabo para acrecentar
la fuerza, la agilidad, y la belleza humana y animal». Para Pierre de Coubertin era «El
culto voluntario y habitual del esfuerzo muscular intensivo apoyado en el deseo de
progreso, que puede llegar hasta el riesgo». Respecto a esta definición, se encontró que
era excesivo pedir que el esfuerzo muscular fuera practicado como un culto, demasiado
imprecisa esta intención de un deseo de progreso. Los escritores, al recurrir a la palabra
deporte, la utilizan para designar una manera de obrar, una norma de vida, una
disposición particular del espíritu.
Vamos a recurrir a algunas definiciones que se han ofrecido sobre el concepto
«deporte». Hay que decir que a lo largo de la historia de la humanidad se han dado
muchas más definiciones, sin embargo partiremos de una selección que podemos
considerar contemporáneas. Las clasificamos atendiendo al aspecto que subrayan de
manera particular (Misión Joven, 64):
30
No hemos querido detenernos en otras definiciones más antiguas, pues nos parece
más interesante para la ocasión traer a colación un concepto lo más actual posible de
deporte. Podemos decir, sin embargo, que desde los clásicos griegos y latinos ya se viene
hablando de deporte. No en vano, en estas culturas clásicas de occidente, encontramos
los pilares de nuestra propia cultura. Los griegos disfrutaron y potenciaron el deporte
como uno de sus espectáculos favoritos. Todos sabemos que tienen en su haber la
aportación de las Olimpiadas a la Historia de la humanidad. Muy pronto, también en
Roma se adopta el espectáculo deportivo como forma habitual de entretenimiento
público, es decir, como actividad para el ocio. Encontramos, pues, en ellos, griegos y
romanos, las primeras formas de emplear el tiempo libre teniendo los juegos deportivos
como objeto de ocio.
31
Pero si volvemos a nuestro tiempo, sabiendo que el concepto de deporte ha ido
variado en paralelo a la evolución de las sociedades en las que se ha desarrollado, no
podemos terminar este punto sin referirnos a una de las definiciones más acertadas y
completas que se han realizado a juicio de los especialistas (FERRANDO ROQUETA,
1989). Se trata del profesor del INSEP y de la Sorbona de París, Pierre Parlebas. Éste
hace la siguiente definición de deporte:
Las tipologías de los deportes que podemos encontrar, ordinariamente, están clasificadas
según el número de participantes que intervienen (deportes individuales o en equipo);
según el grado de competitividad (deportes cooperativos o de adversario); por el
entorno o el medio físico donde se desarrollan (deportes de interior o exterior).
Pierre Parlebas establece una curiosa clasificación de los deportes atendiendo al
32
grado de incertidumbre que provoca (inseguridad, inquietud). Según este autor, la
incertidumbre puede ser debida, bien al entorno físico que rodea la actividad deportiva,
bien a los adversarios o los propios compañeros.
Los criterios básicos de esta clasificación son, por tanto, la utilización de tres
factores relacionados entre sí y con la incertidumbre, el medio, el adversario y el
compañero.
Ello hace que cada situación deportiva pueda ser caracterizada en función de la
existencia o no de incertidumbre en uno o varios de los elementos considerados:
I) Incertidumbre provocada por la relación del participante con el medio exterior o
entorno físico.
P) Incertidumbre en la relación con el compañero o comunicación motriz.
A) Incertidumbre en la relación con el adversario o contracomunicación motriz.
Según la incertidumbre afecte a uno, dos o los tres parámetros IPA (incertidumbre
medio, compañero, adversario), podremos establecer hasta ocho categorías:
1ª. No existe ningún tipo de incertidumbre ni interacción. El deportista está solo en
un medio estable (ejemplo: natación en piscina, carrera de atletismo en pista,
etc.).
2ª. La incertidumbre se sitúa en el medio físico (ejemplo: esquí alpino, actividades
al aire libre, escalada en solitario, cross).
3ª. La incertidumbre se plantea en la relación con el compañero (ejemplo: patineje
por pareja, remo, relevos 4x100, etc.).
4ª. La incertidumbre se sitúa en el medio físico, pero la actividad se realiza en
cooperación con un compañero (ejemplo: alpinismo en cordada, la vela con
compañero, etc.).
5ª. La incertidumbre se sitúa en el adversario (ejemplo: esgrima, tenis).
6ª. La incertidumbre se sitúa en el adversario y en el medio, que es fluctuante
(ejemplo: esquí de fondo, ciclo cross).
7ª. Es una situación en la que tanto la relación con el compañero como con el
adversario se sitúa en un medio fluctuante (ejemplo: juegos populares por
equipo, vela, ciclismo).
8ª. El medio es estable y la incertidumbre se sitúa en el compañero y el adversario
(ejemplo: la mayor parte de los deportes por equipos: fútbol, baloncesto,
voleibol, frontón…).
33
En una sencilla encuesta realizada a medio centenar de niños y jóvenes que practican
habitualmente algún deporte y realizan frecuentemente actividades físicas, con edades
comprendidas entre 12 y 18 años, con la pregunta ¿para qué haces deporte?, hemos
podido obtener los siguientes resultados:
— Estar sanos (75%)
— Hacer amigos (65%)
— Estar en forma (59%)
— Divertirse (51%)
— Deseo de mejora técnica (38%)
— Imitar a los grandes campeones (21%)
— Ganar (19%)
Podemos observar, sin hacer un estudio profundo de la situación, cómo existen
razones que podemos considerar bastante interesantes desde el punto de vista educativo.
En las respuestas que nos han ofrecido los jóvenes encontramos, entre las causas que les
motivan para el ejercicio físico y el deporte, algunas de las que nosotros hemos
presentado como valores educativos, por ejemplo, salud, convivencia y distensión.
También están presentes los elementos que distinguen al deporte de otros juegos
como son la competición y la búsqueda del triunfo.
No cabe duda de que la actividad física y deportiva es una plataforma de
participación y actividad con indiscutible atractivo para los más jóvenes y que, por tanto,
debe formar parte del proyecto educativo en el tiempo libre.
34
3. MODELOS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA EN
LA ACTIVIDAD FÍSICA Y EL DEPORTE
ENSEÑAR EN EL DEPORTE
Algunos consideran que sería vano pretender cultivar la voluntad, la resistencia física, la
valentía, el placer del riesgo, sin proponer una actividad que hiciera una urgente llamada
a estas cualidades. Por ello, el deporte ha de exigir una actividad física intensa. De este
modo podríamos considerar como requisitos propios para definir una actividad como
deporte los siguientes: juego, lucha y actividad física intensa.
En la actualidad se puede encontrar el deporte en todas partes. No hay ningún país
en el que no sea una de las distracciones preferidas de la juventud, al mismo tiempo que
el espectáculo favorito de las masas. Es también la materia de la que nos valemos los
educadores para asegurar la formación de la personalidad y el desarrollo de las
cualidades de carácter, y el procedimiento empleado por los gobernantes para cultivar la
35
energía o despertar el espíritu combativo. Tan distintos fines no se pueden conseguir sin
que comporten profundas modificaciones en la manera de practicar los ejercicios físicos,
aparentemente semejantes.
También surgen inconvenientes al emplear una misma palabra para denominar
actividades tan diversas por su intención, su naturaleza y sus efectos. Antes de
conferirles el nombre de deporte, parece necesario plantearnos si se deben respetar o no
unas condiciones determinadas. Los excesos, ¿apartan del deporte? Una persona débil,
¿puede practicarlo? ¿Es siempre deportista el que hace del deporte su profesión y medio
de vida?
Las formas esenciales de aprendizaje del niño durante la infancia en el campo del
desarrollo motriz son las siguientes:
— Aprendizaje a través de la imitación: la actuación de personas y de objetos
es imitada por el infante. Se distinguen dos niveles: el aprendizaje por
adaptación a través de un movimiento activo o pasivo y el aprendizaje
perceptivo a través de un proceso de comprensión activa.
— Aprendizaje por refuerzos: la situación ensayo-error se repite un número de
veces, esto es, hasta que se encuentra un camino válido para llegar a la meta
y así al éxito.
— Aprendizaje a través del juego: partiendo de la idea del juego, se inventan,
se adaptan o se varían movimientos necesarios para realizarlo.
— Aprendizaje como variación: las formas ya conocidas se van modificando de
forma múltiple, creando combinaciones nuevas (creatividad). De esta
manera, se amplía considerablemente el repertorio motriz infantil.
— Aprendizaje competitivo: el niño se confronta con su propio rendimiento y
con el de los otros niños. Es la expresión de una mayor seguridad y de un
aprendizaje bajo las condiciones de la comparación social.
— Aprendizaje inteligente: el repertorio motor más amplio permite una mejor
valoración de nuestras propias posibilidades.
Resulta esencial ser consciente de que el deportista, en lugar de evitar dificultades, las
busca y las provoca. Sin esta preocupación constante por sostener una lucha, no hay, o
no puede haber, deporte. Partiendo desde este enfoque, localizamos la diferencia entre
36
deporte y educación física. Ésta evita la competición o la modera, quiere que la acción
sea metódica y razonada, de este modo será adecuada para todos. Además dosifica los
esfuerzos, mientras que el deporte no vacila en forzar al máximo las posibilidades para
superar cada día la propia marca y rendimiento.
Sabemos que la Educación Física es un área perteneciente al proyecto curricular de
un centro escolar. Esta pertenecia al ámbito educativo formal le otorga unas
características propias y unas exigencias de tipo didáctico referidas a objetivos,
contenidos, metodología y criterios de evaluación. No obstante pensamos que Educación
Física escolar y Animación Deportiva presentan relaciones que conviene tener en cuenta.
Entre los objetivos curriculares de la Educación Física para la Enseñanza Obligatoria
establecidos mediante Decreto (1006/1991) de enseñanzas mínimas para el Estado
español, encontramos que se hace explícita una propuesta de desarrollo: la capacidad de
conocer y valorar el propio cuerpo y la actividad física como medio de exploración y
disfrute de las posibilidades motrices, de relación con los demás y como recurso para
organizar el tiempo libre. Pensamos que con este objetivo se pretende que el alumnado
participe de forma activa y voluntaria en actividades lúdicas, relacionándose con los
demás compañeros, fomentando la cooperación, evitando discriminaciones y respetando
las normas de juego establecidas. Todo ello ha de ser experimentado de forma
gratificante, por tanto, este objetivo señala la necesidad de que la comprensión de la
actividad física y del propio cuerpo no quede reducida a aspectos perceptivos o motores,
sino que implique elementos comunicativos, afectivos y recreativos.
Al encontrase en el marco escolar, la Educación Física debe desarrollar contenidos
conceptuales, procedimentales y también actitudinales. En este sentido es conveniente
aprovechar todas las oportunidades que aparezcan para que el alumnado pueda detectar y
analizar críticamente situaciones, hechos y conductas derivadas de una concepción
elitista y segregadora del deporte, destacando más el aspecto lúdico, integrador y
saludable que el de la competición.
Descubrimos, por tanto, una tarea educativa común en la que coinciden la
Animación Deportiva y la Educación Física: concienciar al educando, a través de la
práctica reflexiva, de la existencia de un deporte lúdico y participativo que es promotor
de sentimientos de autoestima, de cooperación, de solidaridad y de bienestar individual y
social y que resulta una alternativa al deporte competitivo como mero espectáculo.
Para que la metodología del tiempo libre tenga un papel importante en el colegio es
preciso que esta metodología se complemente con los procedimientos, actitudes y
contenidos de la metodología de la escuela; para eso es necesario que los profesores
37
consideren de gran valor educativo «la educación no formal» y la hagan formar parte del
currículo escolar.
La educación en el tiempo libre es imprescindible para el desarrollo y crecimiento
humano de la persona y tiene relación directa con la salud física y mental, la capacidad
de gozar, la inquietud para conocer y saber; es decir, le proporciona al niño experiencias
positivas que afianzan su confianza, despiertan su curiosidad y favorecen la exploración
e investigación hacia la construcción de su propio pensamiento.
La educación en el tiempo libre, al igual que la educación en la escuela, tiene como
objetivos el desarrollo motor, cognoscitivo, afectivo, social y moral, de ahí que ambas se
complementen. La educación en el tiempo libre, además de desarrollar valores y
actitudes de tipo afectivo y social, contribuye a facilitar la comprensión en las áreas de
lenguaje, matemáticas, conocimiento del medio social y natural, esto es posible en
cuanto que ayuda a los niños a aprender a ordenarse las ideas, obligándoles a pensar,
desarrollando su capacidad de razonamiento y estrategia, establecer relaciones y
combinaciones, aprendiendo a valorarlas y utilizarlas aceptando sus propios límites
personales.
Para que la metodología del tiempo libre sirva de complemento a la metodología de
la enseñanza es necesario que el profesor tenga una buena formación, o mejor dicho, que
desarrolle estrategias y habilidades para saber adaptar a una educación en contenidos,
una educación práctica basada en la experiencia.
Esta educación no formal posibilita al profesor, mediante la observación, a conocer
mejor a sus alumnos y así poder adecuar su intervención a las necesidades y
características de éstos.
La educación no formal necesita de una metodología que está compuesta por un
conjunto de elementos, técnicas, instrumentos, sistemas de planificación y evaluación,
programación de contenidos, etc., que permiten al educador progresar adecuadamente
con sus alumnos hacia la consecución de unos objetivos previamente establecidos.
La enseñanza no formal se puede definir como una prolongación de la enseñanza
formal y son todas aquellas actividades de carácter educativo, cultural y lúdico que
tienen como objetivo último contribuir a la formación integral del niño. Como puntos
comunes podemos apuntar algunos como:
— Estimular la creación y el progreso de estructuras mentales que hacen posible
el desarrollo del pensamiento abstracto.
— Favorecer la comunicación y la adquisición del lenguaje.
— Desarrollar la capacidad de cooperación y de habilidades sociales.
— Impulsar la formación del pensamiento simbólico.
— Fomentar la transmisión de usos lingüísticos generando un vocabulario
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específico.
— Estimular el afán de superación personal, de éxito y de autonomía.
La educación no formal es tan importante como la educación formal, puesto que la
educación no es sólo relevante para el trabajos, sino que es igualmente importante para
el desarrollo del individuo como miembro totalmente partícipe de la sociedad y para la
mejora de la calidad de vida.
a) Principio de la multilateralidad
b) Principio de la continuidad
Para que el desarrollo de las cualidades motrices y fisiológicas tengan lugar, es necesaria
una preparación continua. Toda actividad iniciada e interrumpida, al igual que un
ejercicio realizado un corto número de veces o con largas recuperaciones, ni crea hábito
ni entrena.
Para que exista el crecimiento del nivel funcional, es necesario que el esfuerzo se
realice sobre el fondo de capacidades de trabajo, se incrementa gracias a la labor
continuada.
d) Principio de la individualización
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Es consecuencia de las características morfofisiológicas de cada deportista; es un todo
con características completamente distintas. Lo que para uno puede ser suficiente para
otro puede ser nocivo. La aplicación de esfuerzos intensos en entrenamientos requiere
una estricta individualización. Hemos de adaptar cada entrenamiento a las condiciones
de desarrollo del sujeto, así como su estado de entrenamiento.
A continuación presentamos unas reflexiones que, con un carácter general, nos permiten
marcar caminos acerca del enfoque educativo, de la Animación Deportiva en la práctica
educativa en el tiempo libre.
1º.Las reflexiones que haremos estarán en torno a un concepto muy significativo en
el mundo deportivo. Nos referimos al concepto de rendimiento. Debemos clarificar qué
tipo de objetivos se deben planificar para obtener los resultados educativos esperados.
Lo que podríamos concretar en las siguientes consideraciones:
— Se debe superar la exclusiva y tradicional asociación de rendimiento (éxito o
fracaso) con su representación numérica, para vincularlo a la evolución del
propio desarrollo vital del deportista.
— Este desarrollo vital del alumno, producto de su rendimiento escolar, lo
entenderemos en su concepción más amplia. Ya no hablaremos en exclusiva
de grandes capítulos de adquisición de conocimientos, sino que pensáramos
en la importancia de los hábitos, de las actitudes, de los valores, etc., como
producto de la educación.
— El bajo rendimiento (fracaso) produce en los alumnos unos sentimientos
asociados negativos que perturban o incluso pueden bloquear el proceso de
desarrollo del educando, produciendo unos efectos contrarios a los que
persigue la educación. Ello nos lleva a considerar que los resultados del
rendimiento nunca se deberán exponer en términos de fracaso, sino de
progresos respecto a un punto inicial de partida tomado como referencia.
Estas reflexiones nos llevan a plantear la necesidad de introducir en la práctica
educativa las siguientes cuestiones:
— Es necesario que los centros y asociaciones deportivas definan su Proyecto
Educativo donde se defina la concepción que mantienen sobre el
rendimiento. Que se planteen los objetivos y contenidos a alcanzar para cada
grupo.
— Que el Proyecto no se transforme en un planteamiento retórico; por el
contrario, debe considerarse como un instrumento que conduzca la educación
40
en el tiempo libre, llevando al planteamiento multidimensional del
rendimiento.
— Es preciso que se asuma la idea de ritmo como personalización, ello permitirá
mantener la idea de que el rendimiento es un proceso donde los deportistas
pueden llegar antes o después, evitando así el planteamiento de éxito o
fracaso.
— Dado que la educación es un proceso complejo, es necesario introducir la
cultura de la programación diaria de la actividad, de manera que el control
efectivo de los objetivos a conseguir con el grupo se permita una mejor
adaptación a los ritmos de trabajo de los deportistas.
2º. La segunda gran reflexión que introducimos es sobre los factores que determinan
el rendimiento.
— Si durante mucho tiempo hemos pensado que el éxito o el fracaso era algo que
atañía exclusivamente a los educandos, hoy pensamos que además de ellos,
debemos plantear la influencia de la familia, su contexto, el centro educativo,
los profesores y los propios planteamientos institucionales del sistema
educativo.
— El bagaje personal con que el deportista se enfrenta a un proceso de
rendimiento, sus capacidades, su motivación, sus actitudes, determinan el
resultado de su propio rendimiento. Pero no debemos olvidar que ese bagaje
personal no es algo terminal, definitivo, sino que se desarrolla precisamente
por efecto de la educación.
— La familia y el contexto sociocultural en el que se desenvuelve el alumno
conforman una serie de variables que ejercen una notable influencia en su
rendimiento. De entre ellas destacaremos la predisposición hacia la
participación, o lo que podríamos llamar «actitud positiva», de la familia
como la variable que tiene una mayor influencia por encima de otras
consideraciones sociales o económicas.
— Hoy en día sabemos que todo lo que ocurre en los clubes, su gestión, el
funcionamiento de los órganos colegiados, la manera como se enfoca la
participación y todos aquellos factores que propician un «clima» adecuado,
también todo lo que ocurre en el interior de los grupos, los materiales
empleados, las relaciones personales que se propicien, etc., conforman una
serie de variables que propician unas condiciones facilitadoras o inhibidoras
del rendimiento.
3º. En tercer lugar haremos referencia al capítulo de la evaluación del rendimiento.
Nos interesará en gran medida saber qué nivel se ha alcanzado, pero también cobra gran
importancia cuándo se realiza dicha evaluación y a través de qué tipo de instrumentos.
Lo que nos lleva a plantearnos las siguientes cuestiones:
41
— Al hablar de evaluación deberemos tener en cuenta que no sólo se evaluarán
los rendimientos que el alumno ha alcanzado, sino que se deberán incluir
también otros aspectos del desarrollo personal como son los procedimientos,
técnica de trabajo, actitudes, hábitos, valores, etc.
— En contra de la idea de realizar la evaluación en momentos puntuales,
debemos anteponer el concepto de evaluación continua, acompañando al
propio proceso educativo y con un carácter meramente educativo y no
sancionador.
— A la vieja tradición de evaluar los rendimientos a través de un sólo tipo de
instrumento, antepondremos la idea de evaluar los rendimientos a través de
un variado conjunto de instrumentos, donde la observación diaria del trabajo
de los deportistas en sus distintas modalidades debe ocupar un lugar
preferente.
42
4. PEDAGOGÍA DE LA ANIMACIÓN DEPORTIVA
43
de las personas la educación no formal. En este modelo educativo sigue teniendo el
mismo sentido hablar de programaciones, de contenidos, de metodologías y de
evaluación. Entiendo que no estaría tan claro en la llamada educación informal donde el
proceso educativo se produce de manera totalmente espontánea e incluso involuntaria
por parte de todos los elementos intervinientes en el transcurso educativo. Nos estamos
refiriendo a todo aquello que de alguna manera influye cotidianamente en la forma de
ser, de sentir o de pensar de una persona: medios de comunicación social, ambiente
familiar, contexto sociocultural y económico, etc.
44
y espontáneo y, a la vez, exigente y socializador que es el deporte. El deporte condensa
muchas dimensiones humanas que conviene atender: la psicomotricidad, el esfuerzo y la
autodisciplina, la comunicación y el compañerismo, la inteligencia, la integración de los
diferentes, la solidaridad y la tolerancia. Todas estas dimensiones son en realidad valores
humanizadores que sitúan al deportista en dirección a la meta de una educación
integral. No podemos olvidar que ser animador es ser educador. Dentro del amplio
concepto de calidad de vida, cabe hablar de calidad de la educación. Ésta, entre otros
aspectos, trata de proveer a todos los participantes en los procesos educativos de más y
mejores oportunidades de conocimiento y aceptación de sí mismos y de relación con los
demás y con el entorno (HERNÁNDEZ Y VELÁZQUEZ, 1996). Tales oportunidades pueden
tener lugar a partir de la oferta de actividades que posean un potencial educativo, que
estén relacionadas con sus intereses y necesidades, y cuya práctica les resulte motivadora
y gratificante.
Las actividades físicas y deportivas tienen, en principio, el potencial suficiente para
contribuir a mejorar la calidad de la educación y, por tanto, la calidad de vida. De cada
actividad deportiva, de cada juego, un animador puede hacer una lección de vida. Ahora
bien, para que puedan alcanzar todo su potencial educativo, es necesario dotar a estas
actividades de una finalidad y de un sentido formativo si no queremos que sean un mero
entretenimiento. El Animador Deportivo es un educador, y no un entrenador, aunque
tenga que entrenar; es un creador de ocio y no un «entretenedor» en el tiempo libre. La
cuestión imprescindible es por qué se hacen unas actividades y no otras; hay que
responder al para qué de cada actividad. Si nos situamos en esta perspectiva causal,
estamos definiendo un proyecto educativo que va más allá de un plan de actividades
físicas y deportivas.
Con esta reflexión nos estamos planteando una de las cuestiones que se han
colocado en el tapete de la reflexión educativa de cara al siglo XXI. Esto es, junto a las
cuestiones de la Calidad y Equidad en educación, la cuestión de la Formación y el papel
de los profesionales de la educación, y la cuestión de las Nuevas Tecnologías aplicadas a
la educación, se está planteando con seriedad la cuestión que podríamos llamar
Educación, Sociedad y Valores. Pensamos que esta obra sitúa la Animación Deportiva
en la doble perspectiva de la Educación Social y, dentro de ésta, de la Educación en
Valores.
Una de las aportaciones más recientes en los diseños educativos de los diferentes países
es la introducción de las temáticas transversales. La finalidad que tiene la
incorporación de los temas transversales a la educación es enriquecer la formación de la
persona con las nuevas aportaciones que emergen de la sociedad cambiante (PÉREZ
SERRANO, 1999). La educación acompaña la marcha de la sociedad y, a la vez, tiene algo
45
que hacer para que la historia camine en sentido deseado. Pensamos que la educación
tiene que ejercer una influencia para el cambio social, por tanto, hemos de empeñarnos
en construir una sociedad digna del hombre. En este sentido, la Animación Deportiva
puede desempeñar un papel importante en la transmisión de valores que construyan una
sociedad donde es posible ser uno mismo y convivir con los demás. La educación para la
Igualdad de oportunidades en ambos sexos; la educación Intercultural para la paz y la
solidaridad; la educación Ambiental, la educación para la Salud y la educación para el
Consumo, están íntimamente relacionadas con la Actividad Física y el Deporte. Resulta,
por tanto, indispensable que estos temas ocupen un lugar privilegiado en las
programaciones y proyectos de Animación Deportiva.
La educación actual está requiriendo un fortalecimiento de la dimensión humanista
de la educación. No se trata sólo de ampliar el currículo de las lenguas clásicas o la
historia, sino de centrar todo el proceso educativo en el ser humano mismo. Esto incluye
un conocimiento profundo y detenido de la antropología como aventura del hombre
sobre la tierra; de la psicología y la sociología por sus respectivos acercamientos a la
primacía de las relaciones interpersonales donde se desarrollan de los sentimientos como
motores de la conducta humana; y de la pedagogía como valoración técnica de todas las
intervenciones educativas. Si aplicamos esta reflexión al ámbito educativo no formal,
hemos de decir que un educador tiene que sentirse comprometido con la sociedad y su
transformación y, así mismo, ha de propiciar el compromiso de la participación social en
sus educandos. Con este horizonte se hace preciso identificar recursos educativos
inexplotados entre los que creemos que se encuentra la Actividad Física y Deportiva.
46
democrática de los conflictos potenciando actitudes de construcción activa y colectiva de
la solución.
La vía del diálogo del debate democrático, debe imperar desde la propia forma de
seleccionar y organizar las actividades hasta la realización y evaluación de las mismas.
La Educación para la paz y la Educación moral mantienen una serie de puntos
coincidentes en su interés por contribuir al desarrollo de la tolerancia como elemento
fundamental para la integración social de las diferentes personas.
El compromiso reflexivo y crítico con el destierro de la violencia como vía de
solución de los conflictos, tiene su continuidad en el marco de las actividades físicas y
deportivas como espectáculo. Desde la práctica educativa de estas actividades es
igualmente posible contribuir a algunos de los objetivos de la Educación al consumidor.
Socialmente, las propias actividades se ofrecen en sí mismas como un bien de consumo
vinculado a la propia calidad de vida. Además, los recursos materiales que se utilizan en
las diferentes actividades son objeto de una comercialización que se apoya en los ídolos
(deportivos). Tal es la fuerza de la publicidad que, en numerosas ocasiones, los
materiales producidos por la práctica de la actividad física han sido puestos de moda
como prenda de vestir habitualmente.
Asimismo, la Educación al consumidor, Educación moral y cívica y Educación
medioambiental presentan un nexo de unión en un objetivo que tiene una importancia
significativa y que se relaciona con la práctica de actividades físico-deportivas: el
respeto y cuidado en la conservación del entorno natural.
Se trata, en definitiva, de orientar la práctica de las actividades físicas y deportivas
en un sentido tal, que los alumnos encuentren en ellas motivación suficiente para
incorporarlas en su tiempo libre como algo habitual y beneficioso para su vida cotidiana.
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relación entre personas. En este sentido cabe mencionar a Vygostky para quien el juego
tiene un potencial comunicativo que le confiere un sentido social imprescindible para el
desarrollo. El juego, y los deportes lo son, es una actividad en la que, según este autor, se
pueden comunicar valores, estilos de vida, emociones y sentimientos que son asimilados
con facilidad precisamente porque se actúa espontáneamente. Somos conscientes de que
durante el desarrollo de cualquier deporte se descubren en los deportistas
comportamientos que son consecuencia de una serie de factores educativos, culturales y
morales del ambiente en el que se mueven tanto los niños como los adultos. En este
contexto, lúdico y espontáneo, pero en el que no todo vale, pues resulta imprescindible el
respeto a las reglas del juego, el animador deportivo ha de ser consciente de la
importancia que tiene la identidad del equipo y la relación con el adversario, entre los
miembros de la misma camiseta y los que visten de otro color. Y debe preguntarse de
qué manera puede actuar para fomentar el equilibrio entre lo particular y lo general, es
decir, entre la propia identidad y la apertura a la diversidad; o con otras palabras, entre el
ser individual y el ser colectivo; entre la comunidad local y la sociedad plural. El deporte
puede contribuir de manera decisiva a la formación de una buena persona y un honrado
ciudadano.
COEDUCACIÓN DEPORTIVA
Durante mucho tiempo, la discriminación por razones de sexo (al igual que cualquier
otra) ha propiciado infinidad de situaciones injustas, muchas de las cuales se repiten hoy
día en el umbral del siglo XXI. Lo más lastimoso de esta situación es que muchas veces,
por motivos cuturales y formativos, la propia mujer hace suyos los razonamientos
sexistas y los justifica.
La coeducación se presenta como el camino que puede cambiar dicha situación de
injusticia hacia el mal llamado «sexo débil». La coeducación debe conducirnos hacia un
mundo en el que hombres y mujeres podamos convivir en igualdad de condiciones. Estas
condiciones no deben ser sólo de tipo teórico, sino que deben ser reales.
Hay quienes piensan que la naturaleza nos ha hecho distintos y tienen razón, pero el
hecho de ser distintos no supone una superioridad por parte de uno de los dos sexos.
Estas diferencias nos vienen dadas por los condicionamientos histórico-culturales y
actitudes de nuestra sociedad.
Es de vital importancia poner en práctica una educación no sexista, y para ello no es
suficiente con que la educación sea mixta.
La coeducación consiste en asegurar la igualdad de oportunidades para ambos
sexos. En el complejo mundo de la educación, como en toda actividad construida
socialmente, organizada e institucionalizada se reflejan todavía los estereotipos,
prejuicios y valores que existen en la sociedad. En este sentido, hay que señalar que las
48
discriminaciones en función del género que se dan en el mundo socio-laboral no son algo
ajeno a la actividad deportiva. En este contexto, nos ha parecido oportuno introducir este
apartado dentro del capítulo dedicado a la atención a la diversidad.
No sólo los niveles cuantitativos de práctica deportiva de la mujer son
significativamente inferiores a los del hombre, sino que todavía existen determinadas
actividades físico-deportivas que son practicadas, de forma recreativa, casi
exclusivamente por hombres o por mujeres, y aun en el caso de los deportes practicados
indistintamente por ambos sexos, dicha práctica tiende a realizarse de forma segregada,
debido a la existencia de estereotipos y prejuicios discriminatorios que forman parte de
nuestra herencia cultural.
La actividad deportiva presenta una concepción y valoración socioeconómica de
gran calado. Esto puede ser causante, entre otras razones, de la diferenciación en función
del género que todavía subsiste, de forma hegemónica, en sectores mayoritarios de la
población, dando lugar a la existencia y mantenimiento de unas modalidades deportivas
más apropiadas para el género masculino (rugby, fútbol, hockey sobre hielo,
ciclismo…), y otras para el género femenino (patinaje sobre hielo, gimnasia rítmica,
natación sincronizada…). No obstante, existen algunas modalidades deportivas cuya
práctica —salvando las diferencias cuantitativas de participación— se considera
aceptable para ambos géneros (voleibol, baloncesto, judo, atletismo…).
Dado los objetivos educativos que debe tener la práctica de actividades deportivas,
se hace necesario considerar, desde un punto de vista crítico y formativo, todos aquellos
aspectos y situaciones que pueden contribuir a reforzar una concepción y una realidad de
la práctica de actividad física por cuestiones de género.
Pensamos que cuando se hacen predominar los aspectos lúdicos, saludables y
afectivos de las actividades físicas y deportivas, desplazando otros aspectos de carácter
competitivo como el rendimiento, la eficacia y el triunfo, desaparecen las barreras
biológicas, y también psicológicas, que hacen dos mundos diferentes del género
masculino y femenino.
Para evitar una discriminación por causas de género, debemos promover la
participación de los participantes en el proceso de organización de actividades,
fomentando la inclusión de aquellas que puedan estar más próximas a sus intereses y
necesidades, es necesario adoptar planteamientos metodológicos que propicien la
realización conjunta de actividades.
Queda por último señalar que un planteamiento coeducativo de las actividades
deportivas no debe conducir a proponer exclusivamente actividades mixtas ni a obligar a
chicos y chicas a juzgar forzosamente entre sí. Ello, además de provocar resistencias y
sentimientos de rechazo en unos y en otras —debidos a estereotipos, a actitudes y a
formas de conducta ya adquiridas— conduciría seguramente, a un agravamiento del
49
problema que se intenta solucionar. Por el contrario, se debe tratar de ofrecer un
planteamiento de este tipo de actividades en el que aspectos tales como el juego, la
competición, la diversión o el esfuerzo puedan ser compartidos de forma conjunta por
ambos sexos, introduciendo así y reforzando en los alumnos la idea de que las prácticas
de actividades físicas no tiene un carácter segregador, sino que el carácter lo adquieren
cuando se plantean y realizan con unas finalidades determinadas.
50
5. VALORES Y CONTRAVALORES DEL DEPORTE
51
los medios que utiliza.
El deporte puede ayudar al crecimiento y al bienestar físico y psíquico, pero también
puede perjudicarlos; puede ser escuela de autodisciplina y control, pero también puede
convertirse en una descarga incontrolada de agresividad; puede favorecer unas relaciones
equilibradas, pero también puede conducir a un individualismo exasperado; puede ser
una sana diversión, pero también puede degenerar en una mera evasión de los problemas
de la vida.
El educador deportivo ha de estar muy atento porque el deporte es ambigüo: puede
ser portador simultáneamente de valores y de contravalores o antivalores.
La primera valoración que por su evidencia hay que destacar se refiere a los efectos
positivos que la actividad física tiene sobre la salud y la calidad de vida. Al hilo del valor
«salud», deberán desarrollarse en los deportistas actitudes críticas respecto al consumo
de productos y sustancias que puedan causar efectos negativos para la misma y crear
dependencia con la consecuente pérdida de libertad: tabaco, alcohol, drogas…
El deporte ayuda a desarrollar hábitos relacionados con la salud como la higiene y el
aseo personal, así como la costumbre de una alimentación sana y equilibrada. Además,
propicia la valoración de una serie de costumbres que ayudan a mantener un estado de
ánimo positivo y elevado como la relajación, la respiración y la concentración.
El desarrollo de la agilidad, como cualidad resultante de la actividad física
continuada, puede llevar a los deportistas a la adquisición y consolidación de hábitos
posturales favorables para la práctica del ejercicio.
Es deseable la aceptación de los propios niveles de habilidad y el reconocimiento de
niveles diferentes de destreza y eficacia además de la valoración del esfuerzo como valor
de autosuperación. Los deportes son un buen instrumento para que los deportistas se
conozcan y sepan adaptar los esfuerzos físicos a sus características.
Debe valorarse la participación individual y en equipo, la práctica del deporte en sí y
no en función del éxito o el fracaso y la erradicación de situaciones de violencia o
agresividad y desprecio hacia los demás. En todo caso es necesario aprovechar las
posibilidades educativas que ofrece el deporte: acatar las reglas, las normas, las
decisiones, el respeto y la tolerancia hacia el árbitro y los adversarios, la aceptación de la
derrota, aprender a recibir la victoria sin estridencias y el establecimiento de relaciones
de amistad y afecto entre compañeros y eventuales contrincantes.
La práctica de deportes al aire libre debe sensibilizar a los deportistas sobre la
importancia del medio natural para que fomenten su conocimiento y respeto y
52
favorezcan su disfrute. Existen múltiples actividades al aire libre que favorecen la
actividad física y deportiva: acampadas, juegos de orientación, cabuyería, escalada,
excursiones e itinerarios ecológicos, senderismo a pie o en bicicleta, stalking o juegos de
acecho, rastreo y aproximación u otras actividades más especializadas como esquí,
piragüismo, vela, etc.
Las actividades en el medio natural favorecen actitudes de participación, creatividad
y sociabilidad, y suponen asumir responsabilidades en la organización de actividades de
grupo, con la toma de decisiones que ello conlleva. De la misma manera, han de tender
al desarrollo progresivo de la autonomía para desenvolverse en medios no habituales
(Decreto 106/1992. BOJA, 56).
En este capítulo queremos detenernos en aquellos elementos negativos que pueden hacer
de la actividad física y deportiva una realidad contraria a lo que defendemos en esta
obra. Por esta razón queremos llamar la atención de los educadores deportivos para que,
siendo conscientes de estos elementos, puedan evitarlos o, al menos, contrarrestarlos,
desde una visión crítica ante los mismos. Entre los contravalores en el deporte, podemos
encontrar:
a) Violencia
53
b) Utilitarismo
Sabemos que nuestra sociedad y nuestra cultura occidental ha sido tachada de utilitarista
y también de pragmática que viene a ser algo semejante. Esto quiere decir que lo
gratuito no tiene mucho sentido; todo ha de tener no ya su «porqué», lo cual es
importante y necesario para no hacer las cosas «a tontas y a locas» o sin sentido e
incluso caer en la desmotivación y la rutina, sino que muchos piensan que todo ha de
tener su «para qué». Mucha gente entiende que está perdiendo el tiempo si lo que hace
no va a traerle algún beneficio material o cuantificable.
Cuando el deporte es entendido de modo utilitarista pierde su valor en cuanto a ser
una manera de emplear el tiempo libre. Bien entendido, el tiempo libre no busca más que
la diversión, el recreo, el entretenimiento y en los mejores casos, la formación alternativa
y en libertad. «Libres por el Tiempo Libre» era el lema que convocaba a cientos de
representantes de El tiempo libre nos hace libres.
c) Manipulación
d) Consumismo
54
El deporte es también una realidad comercial. Cualquier actividad deportiva necesita su
indumentaria y sus instrumentos. Pero cuando parece que sólo es buen deportista quien
luce determinada marca o modelo, nos estamos alejando del deporte como actividad
integradora. Hemos de pensar que no todo el mundo dispone en efectivo del coste de un
producto deportivo que esté de moda o sea el que en ese momento «vista bien». El
deporte es una actividad física y lúdica, pero no es un pase de modelos. Nuestros
jóvenes, ciudadanos residentes en esta sociedad de consumo, mediatizados en gran
medida por el bombardeo publicitario, necesitan crecer en espíritu crítico y en austeridad
ante el consumismo. Todo momento es bueno para pensar en los que menos tienen. Es
otra forma deportiva de solidaridad.
e) Hedonismo
El hedonismo es una doctrina filosófica que considera el placer como único fin de la
vida. No cabe duda de que los grandes logros humanos han venido siempre a través del
esfuerzo y la tenacidad. Dice el refrán: «Quien algo quiere, algo le cuesta».
En psicología se valora la autoestima como camino hacia la consecución de metas
personales que requieren esfuerzo. Tener un grado de autoestima suficiente suele ser una
buena base de motivación y desarrollo del individuo en todas sus potencialidades. No
obstante, hay que tener en cuenta que la autoestima en exceso se convierte en vanidad y
falso orgullo. El placer de disfrutar con el deporte ha de servir para olvidar las ansias de
victoria. El deporte en sí mismo es un valor.
En relación con el hedonismo y el consumismo existe en la cultura occidental un
deseo por lucir un «cuerpo danone» que sea la envidia de todos. El cuerpo humano es
una obra maestra de la Creación. Son importantes una vida sana y los cuidados físicos
adecuados para mantenerse en forma. El deporte posee entre sus valores la posibilidad
que ofrece de cuidar el propio cuerpo. Pero que este cuidado sea una búsqueda de salud
y bienestar físico y psíquico integral más que un deseo narcisista. Es importante gustarse
a sí mismo pero no es deseable, por salud mental, estar enamorado del propio ser.
f) Triunfalismo
Los auténticos deportistas lo saben muy bien: la aureola del triunfo oculta muchas horas
de trabajo en la sombra. Hemos dedicado este libro, entre otros, a los que creen que el
entrenamiento es la más decisiva de las pruebas.
Estamos de acuerdo en que el triunfo es la meta de cualquier persona que pone en el
deporte algo más que pura diversión. Sin embargo, los animadores deportivos hemos de
educar a saber ganar y saber perder. No olvidemos honrar al contrario cuando se ha
55
llevado el triunfo, es signo de la más grande deportividad. Hasta en la Biblia se dice que
todos los atletas corren para ganar pero sólo uno alcanza el triunfo; por tanto se ha de
correr para ganar (San Pablo). Pero, en cualquier caso, no creer que vamos a ganar
siempre. Recordemos, una vez más, que el deporte tiene valor en sí mismo,
independientemente de los resultados.
56
VALORES DEL DEPORTE
LA FÓRMULA DE LA DEPORTIVIDAD
57
Cualquier currículo educativo actual tiene presente en la elaboración de sus
contenidos una serie de valores que de manera transversal, atraviesan todas las
destrezas, habilidades y actitudes que lo componen. Estos valores han de hacerse lo más
explícitos posible, esto es, han de verse reflejados con claridad en el diseño del programa
que orienta las intervenciones de los educadores. La razón es que, sin duda alguna, estos
valores han de ser parte integrante de todo proceso educativo que pretende ayudar a la
construcción de la persona del educando.
En la presentación de esta obra hacemos referencia a «los que creen que la Victoria
vive entre la honestidad y la humildad». La palabra «Victoria» está escrita con
mayúscula porque queremos expresar gráficamente el valor del verdadero triunfo. La
Victoria que ha merecido el mejor deportista, pero que es también el mejor hombre, la
mejor persona. La Victoria, para que se pueda escribir con letras grandes, ha de estar
rodeada de palabras que se escriben con H: honestidad, honradez, hermandad, humildad,
honor y humanidad. Estos términos representan los valores propios y necesarios de eso
que venimos en llamar deportividad y que resulta tan difícil de explicar aunque tan fácil
de entender.
La expresión gráfica constituida por una «V» situada en medio de «H» viene a
significar para nosotros la fórmula de la deportividad. Exponemos, a continuación, una
sencilla explicación de esta fórmula y cada uno de sus elementos con el objeto de que su
significado pueda ser captado, asumido y vivenciado por todos aquellos que desean
convertir el deporte en una plataforma educativa. Captado para que su significado
conceptual esté claro y permita a los monitores deportivos dar razón de sus opciones
educativas. Asumido para que no sea una mera explicación teórica que hemos aprendido
de forma mecánica y superficial, pero que no ha calado hasta el terreno de las actitudes
personales y educativas. Y, finalmente, vivenciado para que, efectivamente, el quehacer
educativo de los monitores y educadores emane con la fuerza del testimonio personal.
Nos vamos de detener un poco en cada uno de los elementos que componen la fórmula
de la deportividad que no son otra cosa que algunos valores humanos que consideramos
importantes para el desarrollo correcto de la actividad física y deportiva desde el punto
de vista humanizador.
58
Honestidad
Honradez
La virtud de la Honradez se hace presente cuando uno hace lo que tiene que hacer sin
egocentrismos. Es honrado quien es capaz de enaltecer o premiar a otra persona
reconociendo sus méritos. Se trata también de la virtud del que ha trabajado la Victoria
con su propio esfuerzo, con la paciencia del que espera algo muy deseado y lucha por
conseguirlo respetando las reglas y se hace acreedor de la estima y del respeto de la
propia dignidad. Es la buena fama que se crea para sí quien ha ganado por sus virtudes y
mérito.
Hermandad
59
de distintos equipos abrazados como hermanos. La Hermandad supera los lazos de la
carne y la sangre cuando se vive la familiaridad que engendra un afecto profundo entre
personas y se crean lazos espirituales que se funden en una íntima amistad.
Humildad
Honor
La celebridad de una persona, la buena reputación que la hace digna de ser reconocida y
valorada por todos es el Honor. En la deportividad, el valor del verdadero honor no es el
que te viene como concesión por el cargo o empleo que se desempeña, como dice el
diccionario; el honor es del deportista que, habiendo ganado o perdido, siendo triunfador
o vencido, ha sido capaz de llegar a la meta con dignidad, de terminar el partido con
absoluta dedicación, el que ha dado todo de sí y está satisfecho consigo mismo aunque
no lo esté del resultado.
Humanidad
60
6. LA VIOLENCIA COMO PROBLEMA
PARTICULAR EN LA EDUCACIÓN DEPORTIVA
LA VIOLENCIA EN LA SOCIEDAD
El término violencia se emplea para referirse a actos ejecutados por seres humanos, tanto
en sus relaciones personales (violencia doméstica, por ejemplo) como en las relaciones
sociales (guerras) o culturales (violencia en el deporte). Cabe hablar de clases de
violencia (física, verbal, psicológica, ideológica…) y de grados de violencia. Así mismo,
nos podemos encontrar momentos y fines que, para algunos, sirven de justificación de la
violencia.
No sabemos a ciencia cierta si la violencia encuentra sus raíces en la más profunda
génesis del hombre, como instinto de conservación, por ejemplo, o bien se trata de un
producto de la antropología cultural y por tanto es un comportamiento aprendido de
61
generación en generación. No cabe duda de que si un niño es agredido, se formará como
agresivo y aprenderá a agredir. Si se le castiga, en función del estado de ánimo de los
padres o educadores y no en función de la gravedad de su conducta, se sentirá frustrado
y desorientado y aprenderá a responder sin controlar su estado de ánimo. Si vive en un
clima de agresividad (gritos, gestos, sin afecto…) se sentirá inseguro, asustado y
aprenderá a sobrevivir, que no a vivir, y que las cosas se consiguen con la agresión.
Una constante dosis de violencia televisiva, incluso en la programación infantil,
donde el «bueno» es el más violento y quien tiene el arma más letal para destruir al
enemigo, va creando la idea de que la agresividad es la manera natural de conseguir los
propósitos más nobles.
LA VIOLENCIA EN EL DEPORTE
La sociedad está valorando cada vez más el ocio y el tiempo libre en beneficio de las
relaciones humanas y la reducción de tensiones. Estos momentos sirven de
esparcimiento y diversión y nos permiten ir construyendo una sociedad más relajada y
reflexiva. Sin embargo, cada vez encontramos en nuestro entorno más brotes de egoísmo
e individualismo, racismo e intolerancia, estrés y agresividad. En estas condiciones están
creciendo los niños y jóvenes; ellos son observadores inconscientes del entorno, recogen
todo lo que se produce en él y lo expresan adaptándolo a su edad y circunstancias de la
vida.
El deporte es una de las actividades que ocupa mayor tiempo de ocio de los niños y
jóvenes. Éste puede ser como meros receptores pasivos, simple foro de un equipo local o
como aficionados al deporte de alto nivel; o bien, como participantes activos, integrantes
de cualquier equipo o practicando un deporte individual. En cualquier caso, son
receptores de experiencias donde está presente la violencia verbal o corporal que en nada
dignifica la actividad física o el entretenimiento sano al que debe aspirar una
competición deportiva.
La violencia en el deporte no es algo nuevo, pero antes estaba reducida a
determinados deportes y a contadas ocasiones. Ya hace tiempo que podemos encontrar
comportamientos violentos en deportes considerados tranquilos, como el baloncesto o el
ciclismo, por ejemplo. En cierto modo es lógica consecuencia de la masificación y
superprofesionalización de deportes y deportistas. Pero también, hoy, más que nunca,
hay que distinguir, el deporte profesional de la actividad física y deportiva como
alternativa al ocio y al tiempo libre cotidiano. También en el deporte hemos de acudir a
los valores como guía que orienta las actitudes, motiva los comportamientos y sustenta
las acciones de la vida dándoles sentido.
62
FACTORES QUE FAVORECEN LA VIOLENCIA EN EL DEPORTE
a) Factores ambientales
Entre los factores ambientales que intervienen en los niños y jóvenes vamos a destacar
dos: la familia y la escuela. Las conductas violentas y antisociales que haya en estos dos
ambientes van a tener una importancia decisiva en el aprendizaje del niño que, mediante
un proceso por imitación, va a reproducir los esquemas comportamentales en los que
vive. Un monitor deportivo que se sienta educador en el tiempo libre debe conocer estos
ambientes de origen para poder conocer más al destinatario de sus intervenciones. Un
niño violento es menos reflexivo y respetuoso con los sentimientos y pensamientos de
los demás, así como con las reglas del juego y normas de convivencia en general.
Podemos hablar de un círculo vicioso en el que el niño está inmerso por pertenecer a un
contexto desfavorecido cultural y socialmente, donde los comportamientos habituales
son agresivos e irreflexivos y donde existe un estilo relacional violento. El niño lo vive y
lo reproduce. Si el niño es rechazado a causa de su comportamiento agresivo por su
grupo social, se produce un aislamiento del individuo, que implica el apartamiento de las
experiencias positivas de la interacción social, y afectará notablemente a su desarrollo.
Por otro lado, los niños que son más violentos piensan que el mundo les es hostil y
está en contra de ellos, y anticipan conductas hostiles a su alrededor (DOU, A. 1981).
c) Factores de personalidad
63
• Despreocupación por los demás.
• Gusto por burlarse de los otros y poneros en ridículo.
• Difícil empatía.
• Trato muy complicado con los iguales.
• Se enfadan con facilidad.
• Sentimientos variables.
• Manifiestan, en general, trastornos de conducta.
1. Equipo de monitores
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a) Cuándo un incidente puede ser calificado de agresión y cuándo no.
b) Cómo les gustaría reaccionar ante situaciones de agresividad.
c) Cuáles son las ventajas e inconvenientes que tiene intervenir inmediatamente o,
por el contrario, contenerse.
d) Qué sentirían o qué sienten ante estas situaciones.
2. Deportistas
Vamos a plantear tres sesiones de trabajo con los chicos. Las dos primeras consisten en
juegos de roles. Éstas son sólo un ejemplo de lo que se puede hacer. Es importante
resaltar que partimos de situaciones imaginarias pero cercanas a la realidad de los chicos
con el fin de analizar las reacciones que les provocan. Incluso podemos escenificarlas y
así lograr una mejor comprensión de los sentimientos que se suscitan. Es necesario pedir
a los chicos que reflexionen buscando posibles respuestas y valoraciones actitudinales.
El último paso será la discusión en grupo o puesta en común; este momento no puede
faltar, ya que nos permitirá conocer cómo se siente el grupo ante las situaciones de
violencia y especialmente los chicos que han estado directamente implicados en ellas.
Conviene anotar las conclusiones que se alcancen y lanzar propuestas concretas,
aprovechando el decálogo de la tercera sesión, por ejemplo, que serán revisadas en
futuras ocasiones.
a) Situación 1. Imagina que entras en el centro y, de camino hacia el gimnasio,
mientras vas por el pasillo, ves a dos chicos que están poniendo motes a todo
el que pasa. Piensa y anota tantas cosas como se te ocurran que podrías
pensar y/o hacer.
b) Situación 2. Algunos compañeros se meten contigo y te amenazan cada día sin
razón aparente. Ya has vivido esta situación demasiadas veces y te sientes
molesto. ¿Qué puedes hacer? Escribe tantas respuestas como se te ocurran.
c) En una última sesión con los chicos, se forman pequeños grupos. Se les pide que
discutan diferencias y semejanzas, desde su propia percepción, de las
conductas violentas que se dan en la actividad física y deportiva que realizan
en su asociación o club. Para ello se facilitará la siguiente tabla en la que
tendrán que valorar, primero individualmente y luego en grupo, si cada una
de las situaciones que se indican les parece una conducta agresiva y en qué
grado.
65
Una vez finalizado el cuestionario de forma individual, se comparte la reflexión en
grupo, justificando cada una de las valoraciones realizadas, sacando posibles
66
conclusiones. Si el equipo de monitores lo considera conveniente, puede pedir que se
analicen posibles situaciones reales que se hayan dado en el propio club o asociación.
3. Decálogo de la deportividad
4. Familia
67
c) ¿Qué respondería si su hijo le dice que no quiere volver a participar en las
actividades físicas y deportivas del club, sin causa física aparente y no
explica por qué?
A través de visitas, contactos informales, reuniones ocasionales con las familias,
etc., es bueno hacer llegar la preocupación del equipo de monitores por el tema en
cuestión y la necesidad de su implicación. Una buena estrategia puede consistir en
pedirles a los padres que comuniquen personalmente cualquier síntoma, para lo cual el
equipo de monitores debe tener suficiente disponibilidad para atención a los padres.
68
7. ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD EN LA
EDUCACIÓN DEPORTIVA
Desde que en 1944, el doctor GUTTMANN llevara a cabo, desde el centro de lesionados
medulares de Stoke Mandavile (Inglaterra), sus originales ideas basadas en el deporte
como una excelente forma de rehabilitación física y psíquica, han pasado muchos años.
La revista AFIM, editada por la Fundación AFIM (Ayuda, Formación e Integración
del Minusválido) con sede en Madrid, Málaga, Toledo, Valladolidad y Cartagena, en el
número 10, afirma que hoy en día, todos los especialistas coinciden en este aspecto y
señalan que para los minusválidos, la práctica del deporte contribuye a aumentar su
autoestima personal, a desenvolverse en la sociedad actual, enormemente competitiva, y
además produce en ellos los mismos beneficios físicos que los ocasionados en cualquier
69
persona normal.
Además de estos beneficios, en cualquier minusválido que se acerca al mundo del
deporte, tanto desde un enfoque competitivo como de recreo, se observan otras mejorías,
como un mayor desarrollo de la personalidad, más capacidad de atención y menor
agresividad, así como una mayor necesidad de comunicación y participación. También
es una insustituible forma de lograr la rehabilitación.
Las sucesivas ediciones de muchos campeonatos deportivos para minusválidos que
se suceden en España, en cualquiera de las modalidades, muestran el interés de éstos por
el deporte. Por ello, hemos de sentirnos obligados, como educadores deportivos, a
colaborar en las iniciativas que ven en el deporte una forma de mejorar las vidas de los
minusválidos. Más aún, estamos llamados a ser creadores de otras iniciativas que
defiendan la integración.
Desarrollando estas ideas nos adherimos a las asociaciones y personas que se
encaminan hacia una meta muy clara, como es mejorar la calidad de vida de los
minusválidos físicos, psíquicos y sensoriales.
Esta personas con handicap necesitan programas de ocio para que, además de
divertirse, convivan y se relacionen con otras personas fuera de su entorno habitual.
Como animadores deportivos podemos proporcionarles actividades de tiempo libre que
sean integradoras y ayuden a desarrollar sus potencialidades personales; podemos
colaborar con asociaciones especializadas con el fin de que puedan desarrollar sus
propias actividades; colaborar, en definitiva, para que se eliminen en el futuro los
problemas físicos que los actuales minusválidos padecen, para que pueda hacerse
realidad la integración de todos.
Es imprescindible, por tanto, que el monitor deportivo no se centre en la mejora de
los aspectos técnicos y tácticos de sus equipos, de los que, por la propia naturaleza de la
competición y la importancia de los resultados en las clasificaciones finales, quedan
segregados los jugadores menos capacitados.
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En el caso de las actividades físico-deportivas nos encontramos con una diversidad
que afecta a los intereses y motivaciones de los niños, adolescentes y jóvenes y que en la
mayor parte de los casos, está directamente relacionada con las experiencias vividas en
la práctica de estas actividades, tanto en el ámbito escolar como familiar.
A la diversidad de intereses y motivaciones de alumnado debe darse respuesta desde
la variedad en la selección de las actividades, de manera que exista siempre, al menos,
una posibilidad para los más reticentes a la participación.
En algunas ocasiones y por diversas razones (amistad, compañerismo,
concienciación), los menos motivados a la participación en la práctica acaban llegando a
ésta a través de su colaboración en la organización y dirección de algunas actividades.
Asimismo, a esta diversidad de intereses y motivaciones es necesario añadir la que
se produce en el plano de las capacidades. Las características del entorno en el que un
niño se desarrolla y las oportunidades de las que se ha gozado en los primeros años de su
vida influyen significativamente en los conocimientos previos con los que puede llegar a
la práctica de las actividades físicas y deportivas. Sería muy deseable que
frecuentemente se ofrecieran actividades diferentes de los juegos institucionalizados y
más comunes, las cuales permitieran mostrar una gama de habilidades variada, pero
integradas en el mismo juego. De esta forma habría un mayor número de participantes
contribuyendo a la solución del juego planteado, lo cual redundaría en una mayor
autoestima de todos.
71
INTEGRACIÓN PARA LA NORMALIZACIÓN
72
de evitar o al menos paliar en la medida de lo posible, los problemas y dificultades
anteriormente señalados.
En este sentido se ha de subrayar que la integración de los alumnos con necesidades
educativas especiales en los colegios públicos e institutos de Educación Secundaria han
de entenderse no sólo como una necesidad pedagógica, sino también como una exigencia
social y como un derecho inalienable de estos alumnos reconocido constitucional y
normativamente, por lo que las instituciones y comunidades deben esforzarse por ofrecer
todas aquellas condiciones curriculares socioafectivas que faciliten la consecución de la
mayor y mejor educación de este alumnado de forma integrada en la actividad normal
del centro.
La integración de los alumnos con necesidades educativas especiales en la
realización de actividades físicas y deportivas debe considerarse como un paso más en la
atención a la diversidad de intereses, capacidades y motivaciones del alumnado de cada
centro y asociación. Desde una perspectiva metodológica cabe considerar dos
posibilidades: que el grado de discapacidad de estos deportistas haga posible su
participación con el resto de sus compañeros, o bien que sea necesario proponer
actividades específicamente dirigidas a ellos, pero siempre en el mismo ámbito y
contexto natural.
El olimpismo ha asumido el valor de la integración organizando en paralelo a las
Olimpiadas los Juegos Paraolímpicos. Con ello se está lanzando al mundo un mensaje
de solidaridad llamando la atención sobre la existencia de personas que se mueven de
manera distinta, pero que son iguales en lo fundamental, que es precisamente el hecho de
ser personas. Al mismo tiempo, se está lanzando un mensaje de normalización. Creemos
que el concepto de «normalización» (GARCÍA PASTOR, 1993) es clave para entender el
verdadero sentido de la atención a la diversidad en la sociedad en general, y en la
educación y animación en particular. Si los niños, jóvenes y adultos no tienen acceso a
situaciones normales, no tendrán nunca la oportunidad de aprender qué se hace en ellas.
Esta oportunidad es independiente de sus capacidades.
73
Desde una concepción integradora se puede y se debe restaurar el carácter lúdico de
la práctica deportiva, proponiendo las actividades de forma tal que los participantes
encuentren en éstas el placer del juego por el juego, obtengan de su esfuerzo personal y
colectivo una fuente de recompensas afectivas y psicológicas y valoren más los aspectos
de diversión, de relación social y de salud que tiene la propia práctica físico-deportiva
que los derivados de los resultados de la misma.
Esta orientación de la práctica, además de permitir la obtención de beneficios psico-
afectivos que tal orientación de las actividades tiene en sí misma, contribuirá, por un
lado, al desarrollo de actitudes positivas hacia todos los participantes en la práctica de
actividades físicas, independientemente de las capacidades físicas de los deportistas y,
por otro lado, a la consecución de otros objetivos educativos, gracias a la motivación que
dicho planteamiento genera en la sociedad.
74
8. EL ANIMADOR O MONITOR DEPORTIVO:
PERFIL Y FUNCIONES
Se ha empleado gran cantidad de tinta en los últimos años para definir la figura y el rol
del animador. Podemos decir, como primera aproximación, que nosotros entendemos
que es animador todo educador en el ámbito no formal que asume, en su tarea
formadora, una manera de ser y de hacer en el proceso educativo en el que otorga el
máximo protagonismo al destinatario e interviene fomentando valores, actitudes y
comportamientos en búsqueda de la transformación de la realidad del propio individuo y
de la sociedad mediante ejercicios y actividades de carácter dinámico.
75
El término animador expresa a la perfección la tarea confiada a quien debe actuar
como guía del grupo. Con este concepto, de forma sintética, queremos expresar que el
animador es aquel que orienta, que da vida, sostiene, da energía, aliento y calor; es quien
exhorta y estimula; el que infunde ánimos; en definitiva, el que anima.
Animador es, en cualquier caso, un término que se usa hoy en muchos contextos y
con diferentes matices (PAGÉS, 1991). En sentido amplio, define a la persona que se
ocupa de organizar actividades lúdico-recreativas (podemos incluir también las
deportivas), aquel que hace agradable y da calor a una velada, quien es capaz de
dinamizar un ambiente. En sentido más preciso, el término animador designa aquella
persona que ayuda al grupo, que da vitalidad a todos y a cada uno de sus miembros, que
favorece todo cuanto promueve la vida y de este modo actúa como catalizador tanto en
el campo de las relaciones como en el de las técnicas y actividades.
La Animación Deportiva, para que sea realmente un proceso educativo, necesita como
condición indispensable la presencia de animadores con vocación de educadores
auténticos, profundamente convencidos de las posibilidades educativas y humanizadoras
del deporte.
Los mismos entrenadores junto a los árbitros, delegados de equipo y otros técnicos
han de ser los primeros y pueden ser los mejores animadores deportivos. Ellos tienen
una gran incidencia educativa en los jóvenes deportistas. Sus palabras, sus propuestas,
sus comportamientos, de cara a los muchachos, superan la dimensión estrictamente
técnica para convertirse en una relación educativa plena. Los animadores deportivos se
han de sentir, por tanto, modelos de actuación y, lo que es más importante, líderes para
los jóvenes; los líderes que los chicos y chicas buscan en el mundo deportivo y que no
tienen que ser siempre los grandes profesionales del deporte-espectáculo.
Se hace preciso dibujar el perfil de un animador deportivo, en el sentido que hemos
dado al término animador y pensando en un deporte que sea educativo. Pilar PAGÉS
(1991) destaca algunos elementos que deben caracterizar el estilo y las funciones de
dicho animador. «Animación deportiva y educación en valores», Misión Joven, 177.
• Creer que el deporte tiene grandes posibilidades educativas y tener claras las
metas que quiere conseguir, sistematizando los valores del deporte mediante
la definición de unos objetivos y de unos medios educativos que deberá
adaptar a la realidad concreta de su grupo.
• Ser coherente con la opción de una educación integral, trabajando los
objetivos educativos desde el deporte, no justificando la trampa ni la
violencia.
76
• Considerar el grupo como ámbito privilegiado para educar en valores y
buscar la integración, la participación, el crecimiento personal, la
sociabilidad, la identificación…
• Animar y motivar al grupo, ayudándole a centrar sus opciones: facilitar la
realización de la actividad y animar a todos a participar.
• Tener un trato personal individualizado, esto es, una actitud observadora
que le permita descubrir e interpretar las llamadas reales de los jóvenes.
Ayudar para que nadie se sienta excluido, proponiendo actividades en las
que cada cual tenga su papel, siendo sensible a las distintas necesidades y
capacidades, garantizando que cada joven tenga alguna posibilidad de éxito,
respetando a todas las personas implicadas, siendo tolerante…
• Facilitar la comunicación, estableciendo momentos de diálogo para analizar y
afrontar los conflictos propios de la vida de equipo, de grupo de personas.
Favorecer el entendimiento de unos con otros, potenciando las relaciones
personales y la ayuda mutua, teniendo en cuenta la coeducación.
• Favorecer la cooperación, potenciando el sentido de grupo y, al mismo
tiempo, el respeto por los que no son del propio equipo, relativizando el afán
de triunfo.
• Seleccionar cuidadosamente las actividades y la forma de llevarlas a cabo
para que regulen conflictos, faciliten actitudes cooperativas, favorezcan el
esfuerzo y la superación personal y colectiva, ayuden a descubrir y valorar
las diferentes actitudes y las potencien, ayuden a dominar el cuerpo y el
movimiento y no quemen etapas, es decir, sean actividades apropiadas a
cada edad.
• Posibilitar aprendizajes instrumentales y técnicos, proponiendo la adquisición
gradual de habilidades, movimientos y control necesarios para la realización
de actividades deportivas.
• Establecer un marco organizativo y normativo, plateando y dialogando
sobre las reglas del juego, sobre la distribución de tiempos y espacios, sobre
la estructuración de los grupos y equipos, clarificando los derechos y
deberes.
• El animador deportivo que vive así su experiencia educativa encuentra y
refuerza su propia identidad, no sólo como atleta, sino también como
educador.
Para la redacción de este decálogo, nos hemos inspirado en el libro de Luis Daniel
GONZÁLEZ (1993), Deporte y educación. Nuestra propuesta es que cada equipo de
77
monitores y animadores deportivos confeccione su propio decálogo, el cual ha de
responder a la situación concreta donde se desarrolle la acción educativa y a las
necesidades e intereses del propio equipo, así como del contexto donde desarrolla su
actividad deportiva.
1. El animador deportivo es, ante todo, un educador en el tiempo libre. Por ello, el
deporte nunca será un fin en sí mismo, sino un medio educativo.
2. El juego infantil es un medio para fomentar en los muchachos, desde muy
pequeños, una predisposición al deporte y para cultivar en ellos el valor de la
deportividad.
3. Todo deporte tiene unas reglas del juego. El respeto a las mismas permite
desarrollar hábitos de competitividad sanos y virtudes de convivencia, respeto,
honestidad, tolerancia y sinceridad.
4. Es signo de madurez personal saber usar adecuadamente el tiempo libre. El
deporte es una de las mejores maneras de hacerlo. Entre tantas posibilidades de
distracción como existen hoy, interesa fomentar aquellas que facilitan llevar una vida
más sana.
5. Hay que pensar que el deporte bien hecho mejora no sólo el cuerpo, sino a la
persona de forma integral. Recuerda el viejo dicho «Mens sana in corpore sano».
6. El deporte es también superación personal. Al practicar deporte se forma la
voluntad, la fortaleza, la perseverancia, el esfuerzo y la virtud de la renuncia para estar
en forma o cuando la victoria ha sido alcanzada por otro.
7. El animador deportivo ha de enseñar que tan importante es saber encajar una
derrota como aprender a ganar con elegancia. Tiene más mérito perder con dignidad
que ganar con demasiado orgullo.
8. No olvidar que los deportes de equipo proporcionan unas condiciones
inmejorables para estrechar la amistad y puede ser una auténtica escuela de solidaridad.
9. El educador deportivo ha de fomentar un sano espíritu crítico hacia determinados
comportamientos y gestos poco ejemplares. Así mismo, ha de procurar que el lenguaje
sea también deportivo.
10. Existe una deportividad propia del espectador. El animador deportivo es
educador de los que juegan y también de cuantos participan como deportistas pasivos
desde las gradas de un campo o desde un sillón ante el televisor.
78
9. EL JUEGO COMO INICIACIÓN AL DEPORTE.
LOS JUEGOS PREDEPORTIVOS
El juego es uno de los medios más eficaces para educar. Sirve como punto de apoyo en
la educación y por medio de él podemos conseguir:
— Conocer al niño.
— Dirigir y mantener la atención sobre el contenido del aprendizaje por más
tiempo.
— Motivar y mantener el interés del niño.
— Evitar fracasos y frustraciones.
— Servir de base y posibilitar la transferencia hacia otros aprendizajes superiores.
79
— Adecuar el aprendizaje a los intereses y necesidades infantiles.
— Mantener y potenciar la actividad, eje fundamental de la enseñanza.
Hay diferencias entre jugar y aprender. No todos los juegos tienen por sí mismos
una finalidad educativa. Depende, en gran medida, de la intencionalidad del educador.
Pero cualquier juego que presente nuevas exigencias al niño, se ha de considerar como
una oportunidad de aprendizaje.
Además se convierte en un aprendizaje placentero por lo que será el medio de
educación más adecuado. Su valor pedagógico dependerá:
— De la intención del educador.
— Del interés que despierte en los niños.
— De las posibilidades de acción que ofrece.
— Del análisis previo que el educador haya hecho sobre el juego.
— La adecuación de la dificultad al desarrollo del infante.
Nos parece muy clarificador distinguir entre estos dos conceptos, juego y deporte, que
muchas veces se confunden, pero que presentan una identidad propia. En primer lugar
hemos de constatar algo que parece claro: todo juego no es un deporte. Al contrario, la
inmensa mayoría de los juegos no pueden ser considerados como deporte, ni siquiera
aquellos que requieran para su desarrollo una gran actividad física. Por su lado, al
contrario de lo que pueda parecer según el saber popular, todo deporte es un juego, sobre
todo los que se realizan con carácter profesional. Por otra parte, los deportes que no se
realizan con este carácter profesional disfrutan de algunas de las características propias
de los juegos como, por ejemplo, la dimensión lúdica; sin embargo, no está claro que
disfruten del carácter de gratuidad que requiere una actividad para que sea considerada
como juego.
En el siguiente cuadro sintetizamos las características y, simultáneamente,
presentamos las diferencias entre ambos conceptos.
EL JUEGO EL DEPORTE
Es una actividad gratuita, carente de Es una actividad con una finalidad
finali- dad externa. Su objetivo es explícita: el triunfo o la victoria.
jugar.
Se desarrolla sin enfrentamiento, con Requiere preparación y entrenamiento, los
es- pontaneidad y naturalidad. cuales facilitan el objetivo de ganar.
Tiene reglas libremente aceptadas y Tiene reglas rígidas y obligatorias que dan
80
flexi- bles. En ocasiones estas reglas estructura particular a cada deporte
las ponen los propios jugadores. determinado.
La competición puede estar presente La competición es la esencia del deporte.
como medio pero nunca es un fin.
El esfuerzo desarrollado en el juego es El esfuerzo que se debe realizar es muy
espontáneo y natural. Lo importante es grande, pues lo importante es ganar.
par- ticipar. Algunos se preparan en centros de alto
rendimiento.
Es una actividad lúdica y sin En muchos casos es una actividad lúdica,
necesidad de especialización. pero también puede ser profesional y
altamente especializada.
Los materiales necesarios no requieren Los materiales necesarios son específicos
nin-guna especificidad ni deben pasar de cada deporte y deben cumplir una
ningún control reglamentario. normativa relativa a tamaño, peso, etc.
El elemento económico de los juegos El elemento económico está presente: se
de actividad física en la inmensa consume deporte (TV, marcas…) y el
mayoría de los casos es inexistente. deporte profesional mueve grandes
cantidades de dinero.
El juego confiere grandes beneficios como medio educativo en los ámbitos escolar y
extraescolar, por lo que se hace prácticamente imprescindible contar con él para la
consecución de cualquier programación de educación en el tiempo libre o para la
actividad física y deportiva en general.
Cuando se utilicen los juegos como medio educativo, éstos deben ser fáciles de
comprender y con las reglas enfocadas a la utilización de movimientos que queremos
que se ejecuten. Es decir, si queremos que el alumno realice cierto tipo de conductas
motrices, podemos utilizar un sinfín de juegos, pero las reglas que impongamos o
tratemos de que se cumplan en el juego, deben tener relación con la actividad que
queremos que aprendan. Los juegos que cumplen estas características son llamados
juegos predeportivos.
Las normas generales para la utilización del juego predeportivo pueden ser las
siguientes:
— Prescindir de explicaciones largas y complicadas.
— Aclarar todas las dudas posibles.
— Si es necesario, realizar un ensayo del juego.
81
— La actividad lúdica debe estar adecuada al espacio y al tiempo del que se
dispone.
— Todos los alumnos deben intervenir en la actividad.
— Exigir justo lo que los niños pueden hacer.
— Cambiar de juego antes de que puedan perder el interés.
82
10. ACTIVIDADES FÍSICO-DEPORTIVAS
EXTRAESCOLARES
El colegio no puede competir con el ocio para atraer la atención de los niños. Una
escuela frecuentemente aburrida, lejana de la realidad, pasa inadvertida para el niño
cuando no se convierte en un elemento de inadaptación. La LOGSE contribuye mucho a
este respecto al insistir en un aprendizaje significativo que tenga como referencia el
entorno del alumno. De esta forma se pretende romper las fronteras entre el aula y la
calle.
Además, la escuela ha dejado de poseer el monopolio educativo. Buena prueba de
ello es el poder instructivo que tienen los ordenadores y las redes de información. La
educación no formal permite transmitir un tipo de educación más motivadora al ritmo
83
que se crea más conveniente y sin «presión curricular».
Bajo nuestro punto de vista, lejos de posturas radicales, el ideal educativo no se
encuentra en la adopción de una sola modalidad, sino en la coordinación: educación
formal, no formal e informal se interrelacionan actuando de forma complementaria y no
sustitutoria. En este contexto encuentra pleno sentido la incorporación de las actividades
complementarias y extraescolares en la educación formal.
Aunque sería difícil establecer una distinción categórica entre actividades
complementarias y extraescolares, sí se podrían señalar algunos aspectos que
caracterizan a estas últimas:
a) No se consideran imprescindibles para la formación mínima que han de recibir
todos los ciudadanos, pero permiten completarla.
b) Son actividades que no pueden formar parte del horario lectivo, es decir, del
horario que comprende la jornada escolar, incluidos los períodos de descanso
que se establecen entre dos clases consecutivas.
c) Tienen carácter voluntario, por lo que ningún alumno puede ser obligado o
asistir a dichas actividades.
d) No forman parte del proceso de evaluación por el que pasan los alumnos para
la superación de las distintas enseñanzas que integran los planes de estudio.
e) No pueden ser motivo ni medio de discriminación alguna para ningún miembro
de la comunidad educativa.
f) No pueden tener carácter lucrativo.
g) Deben incluirse en la Programación general anual, una vez aprobados por el
Consejo escolar del centro.
No cabe duda de que las actividades extraescolares están adquiriendo, como debe
ser, un lugar importante dentro de la vida de un centro y de que requieren, cuando
menos, una mínima atención si se desea integrarlas adecuadamente en el conjunto de las
actividades que se realizan en el mismo. En efecto, la puesta en marcha y el
funcionamiento de tales actividades supone, forzosamente, ocuparse de cuestiones
relacionadas con las finalidades y las condiciones idóneas para su desarrollo, así como
con los problemas que se plantean en su gestión.
84
elaborada especialmente para dicho plan de promoción, publicada en 1996 y editada por
el Ministerio de Educación.
En este Plan se plantean diversas posibilidades de enfoque organizativo y de
desarrollo de la práctica de actividades físico-deportivas tales como la creación de
escuelas deportivas, la organización de competiciones internas y de actividades en la
naturaleza, así como la realización de cursos formativos vinculados a las actividades
físicas y deportivas. El denominador común a todas ellas es que se conciben desde una
perspectiva educativa y con un carácter eminentemente lúdico, donde al mismo tiempo
que se produce una mejora de la competencia motriz se impulsan las relaciones
interpersonales entre quienes realizan, coordinan o son responsables directos de las
actividades y se fomenta una posibilidad de ocupar el tiempo de ocio de forma saludable
y recreativa.
Las actividades extraescolares que se realicen en los centros deben tener un carácter
formativo, debiendo estar vinculados sus objetivos a los proyectos educativos de los
centros en los que se va a desarrollar. Por ello se debe dotar a estas actividades de un
enfoque didáctico que asegure la coherencia entre los objetivos educativos propuestos y
el planteamiento en la práctica de tales actividades.
Aunque las posibilidades metodológicas son muchas y muy variadas, y deben
considerarse de acuerdo con unos objetivos educativos que, a su vez, estarán en
consonancia con las características socioculturales de cada centro, existen algunas
cuestiones que deben ser consideradas en todos los centros por su importancia
conceptual y por sus consecuencias metodológicas en la orientación de la práctica hacia
unas coordenadas educativas acordes con los principios que inspiran los currículos de
cada etapa escolar.
Tenemos que salir del ámbito escolar para llegar a una experiencia con tradición en el
campo del tiempo libre: los clubes y asociaciones juveniles.
Éstos son creados por los jóvenes para dar respuesta a unas inquietudes. Es un lugar
donde se forman, y lo hacen por medio de algo que ellos mismos dan vida y donde van a
satisfacer unas necesidades que quizá en otros sitios no puedan ser satisfechas. Para
hacerlo se montan actividades de distinto tipo, teniendo siempre presente el objetivo
central y común que dé unidad al resto de lo que se haga. Estas actividades o medios de
85
llegar al objetivo propuesto deben depender de los propios jóvenes y del medio en que se
desenvuelven.
Las características del club o asociación son:
— Organización extraescolar.
— Acceso no obligado.
— Espontaneidad de asociación.
— Necesidades (gustos, psicología…) comunes.
— Existencia de un objetivo común.
— La autoorganización de tus propias actividades.
Lo más importante es el cultivo de la libertad. Ésta se consigue si:
El joven se da cuenta de que la propia autonomía está condicionada por la de los
demás, ello le llevará a descubrir una actitud de servicio.
Se propicia que los chicos y chicas pasen de una vida en grupo, regida por unos
estatutos y una disciplina, a un estilo de convivencia más personal, propio de un
conocimiento y comprensión mutuos.
Se trata de sensibilizar en el tono cualitativo de las acciones, acostumbrarlo a
profundizar con responsabilidad y madurez humana en el qué, por qué y dónde está el
ideal de perfección de las distintas obras.
Además de la libertad, en las asociaciones juveniles se fomenta la adquisición y el
cumplimiento de responsabilidades, el trabajo en grupo, el respeto hacia los demás…
consiguiéndose todo esto gracias al clima de distensión y alegría que reina en el club. En
él se cultiva la amistad y la seriedad en el cumplimiento de obligaciones y, normalmente,
se prescinde de la ayuda de los padres, que sólo asisten a reuniones, coloquios, actos
culturales… Los padres y madres deben comprender la postura de su hijo respecto al
club, y la forma en que, directa o indirectamente, pueda apoyar sus iniciativas.
En definitiva, lo que debemos aprender de esta experiencia es que una pedagogía del
tiempo libre, más que orientar a los niños y adolescentes hacia un tipo u otro de ocio, lo
que debe hacer es algo mucho más complejo: preparar a los jóvenes para que ellos
mismos sean capaces de orientarse hacia aquellas actividades o aptitudes que favorezcan
el desarrollo mental.
Las Escuelas Deportivas son asociaciones infantiles y juveniles, unas veces con estatutos
y reconocidas oficialmente y otras no, que, dirigidas por uno o varios adultos, enseñan
86
las técnicas y tácticas necesarias para la práctica de un deporte en concreto. Las Escuelas
de Fútbol son las más extendidas por nuestra geografía, por aquello de que este deporte
despierta pasiones y en este país es considerado el deporte rey. Su finalidad es, en este
caso, la promoción del Fútbol Base y el interés por producir una labor de sentido social,
como es el deporte en estas edades.
La actividad física en una escuela deportiva se desarrolla por categorías: benjamines
(9-11 años), alevines (12-14 años), infantiles (13-15 años) y juveniles (16-18 años). Se
debe dar mucha importancia a la Planificación General de la Escuela con el objeto de
que las adquisiciones obtenidas en cada etapa estén sometidas a un proceso
metodológico, sin excesos en los esfuerzos físicos ni en la dedicación, de tal manera que
la atracción por el deporte que practica no interfiera en las demás actividades del joven
(escuela, amigos, familia…).
Por tratarse de escuelas, el carácter educativo integral ha de ocupar un lugar
privilegiado en el desarrollo de sus actividades deportivas. El profesor de una escuela
deportiva debe ser, por tanto, un educador y no sólo un entrenador. Debe ofrecer a los
jóvenes deportistas estímulos para mejorar su manera de ser global más allá de la mera
dimensión física o corporal. Un buen deportista debe destacar, no sólo por su
rendimiento físico, sino por una personalidad de estilo superior: fuerte, noble, dominador
de sí mismo, alegre, constante, generoso, que destaca por su «juego limpio».
Una Escuela Deportiva ha de enseñar también a «saber ganar» y «saber perder»
por lo que se premiará, por encima de todo, la participación, tanto colectiva (equipos)
como individual (jugadores), valorando la sana satisfacción por las victorias, así como la
reacción normalizada por las derrotas; el sentido de triunfo en equipo, como la
aceptación de los líderes.
Los directivos de una Escuela Deportiva deben ser padres de alumnos, ya que es
muy interesante desde todo punto de vista, que en la dirección de estas tareas educativas
y deportivas, participen los padres, haciendo uso de su derecho de «primeros
educadores» (WANCEULEN, 1992).
87
autonómico, clubes deportivos, deportistas, árbitros y jueces.
Su principal tarea es la de planificar los objetivos, programas deportivos,
presupuestos y estructuras orgánicas y funcionales de su modalidad deportiva.
88
11. ELEMENTOS PARA UN PROYECTO DE
ANIMACIÓN DEPORTIVA
Los adolescentes son la generación que va a protagonizar el inicio del próximo milenio.
Los chicos y chicas de hoy serán los responsables sociales de las próximas décadas. Su
formación de hoy será la garantía del progreso de mañana. Cuidar la calidad de la
educación actual es cuidar el desarrollo futuro. Y el futuro va a estar protagonizado, en
gran medida, por el ocio. El tiempo de ocio irá en aumento por lo que será conveniente
aprovecharlo para el desarrollo personal y social. Si queremos ofrecer una educación de
calidad en el tiempo libre, hemos de plantearnos los siguientes interrogantes: ¿Cómo va
a ser el ocio del futuro? ¿Qué perspectivas positivas y qué factores de riesgo se intuyen?
¿Cuáles son las ofertas de ocio juvenil de la Administración pública y de la sociedad
civil con las que podemos contar para apoyarlas y servirnos de ellas? ¿Qué otras
actividades de nueva iniciativa podemos ofrecer en nuestros ambientes concretos?
Las respuestas a estas cuestiones nos pueden ayudar a diseñar un Programa
(planificación estratégica más a largo plazo) o Proyecto (planificación con un nivel
mayor de concreción y operatividad) diseñado en equipo, el cual ha de contar
89
necesariamente con una infraestructura de apoyo y unos recursos suficientes. Con esto
queremos poner de manifiesto la conveniencia de encontrar un respaldo institucional de
carácter público o privado que aporte los recursos económicos y medios materiales
necesarios para su desarrollo.
La programación es un instrumento necesario para el monitor deportivo que le
ayudará a dar lógica a sus acciones y a orientar y reorientar continuamente sus
intervenciones.
Cualquier actividad educativa, también las que se desarrollen en el tiempo libre, precisa
de un proyecto educativo en el que sustentar la intencionalidad del acto pedagógico. Esta
intencionalidad posee siempre un horizonte sobre el que situar las diversas actividades.
De no ser así, la vivencia del tiempo libre se convierte en mera ocupación, es decir, en
tiempo de entretenimiento que apenas si incide en el crecimiento y desarrollo de los
destinatarios (GÓMEZ PALACIOS, 1997).
En el Congreso de Educación en Valores celebrado en Madrid (1996) en el que
participaron más de dos mil educadores de todos los ámbitos educativos, se consideró
que un Proyecto Educativo, desde el que realizar una propuesta de educación en valores
en el tiempo libre, debe considerar necesariamente, los siguientes aspectos:
• Una educación centrada en la persona.
• Una educación que se inserta en la sociedad y la transforma.
• Una oferta rica en valores.
• El protagonismo juvenil.
• La creación de comunidad educativa.
Desde el punto de vista pedagógico, algunos elementos que consideramos
fundamentales para un diseño de programación son los siguientes:
a) Objetivos
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Es decir, debe exponer los objetivos de forma que sean comprendidos por los
protagonistas de las acciones a desarrollar.
b) Contenidos
La Animación Deportiva debe contar, a nuestro juicio, con tres bloques, básicos de
contenidos, los cuales se desarrollarán con actividades que respondan a cada uno de
ellos: el juego, los deportes y los valores. A lo largo de esta obra hemos desarrollado
cada uno de estos bloques ofreciendo pautas de reflexión educativa, así como
orientaciones metodológicas y actividades para su concreción operativa.
c) Orientaciones metodológicas
91
e) Motivación
Es el principal factor para que exista un buen aprendizaje. Para llevarlo a cabo los
alumnos hay que tener muy claro los objetivos previstos y hay que tener programadas
cada una de las sesiones del proceso para que respondan a un ritmo adecuado y
contengan elementos de motivación continua.
Es uno de los factores más importantes que condicionan todo aprendizaje. El monitor
debe ser un buen conocedor del medio donde se mueve. Hay que tener en cuenta que el
educando es parte de ese medio social, y que en la tarea de educar al chico
deportivamente, también buscamos el mejoramiento de la conducta ante los demás.
h) Evaluación
92
mejor posible la finalidad educativa propuesta.
Debe llevarse el seguimiento y evaluación de lo que se va realizando (evaluación
formativa o continua) y de lo realizado (evaluación sumativa o final) por el equipo
educativo y por los propios participantes.
a) Las instalaciones
A primera vista podríamos creer que una pista de atleísmo completa sería necesaria; por
supuesto que sería ideal, pero casi nunca está a nuestro alcance. No podemos descartar
una actividad lamentándonos de que no disponemos de unos medios ideales.
A menudo, con muchos menos medios podemos alcanzar niveles de trabajo y
animación bastante aceptables y hacer una gran labor educativa que de otra forma se
quedaría sin hacer. Con frecuencia, un poco de imaginación y entusiasmo han de
sustituir a grandes instalaciones y exagerados medios.
No vamos a establecer una instalación tipo para la animación deportiva, ya que
sabemos lo difícil que es hacerla coincidir con aquello disponible en nuestros pueblos,
barrios o centros de enseñanza; sin embargo, sí vamos a hacer algunas sugerencias para
la utilización de posibles espacios de los que disponemos frecuentemente.
— Playa o campo abierto a la naturaleza:
Podemos hacer casi todo aunque con ciertas limitaciones técnicas. Por ejemplo:
todo tipo de carreras de resistencia, marcha atlética, cualquier modalidad de
lanzamiento, incluso algo de saltos horizontales, velocidad y vallas u
obstáculos.
— Campo de fútbol:
En él se pueden realizar todo tipo de carreras de resistencia, marcha atlética,
velocidad, vallas, todos los lanzamientos y, con algunos acondicionamientos,
93
todos los saltos.
— Pista polideportiva al aire libre:
En ella podemos realizar velocidad, vallas, salto de altura y, con algún tipo de
acondicionamiento, los demás saltos.
— Gimnasio:
Dependiendo de sus características en cuanto a espacio y dotación, es un buen
lugar para trabajos de acondicionamiento y ejercicio de aplicación para saltos,
lanzamiento…
— Cualquier otra instalación o espacio:
Cualquiera que esté disponible puede ser de utilidad, siempre y cuando lo
utilicemos en el momento necesario y para el trabajo adecuado.
Muchas veces, el hecho de disponer de varios lugares de trabajo, es interesante,
sobre todo, por cambiar de ambiente, lograr variedad en las actividades y para salir de la
monotonía, que puede ser un elemento negativo en la práctica del deporte. Así, por
ejemplo, el mismo trabajo de acondicionamiento físico cambia en cuanto a motivación
de hacerlo en una pista polideportiva, a hacerlo en el bosque, en plena naturaleza.
Por supuesto, para los trabajos de técnica más específica, lo ideal es la instalación
propia donde estemos practicando, ya que una libertad excesiva nos llevará a una
concepción equívoca del movimiento deportivo de la especialidad en cuestión, lo cual
puede, en su día, ir en perjuicio del dominio de las técnicas por haber adquirido unos
vicios gestuales concretos.
b) Material
Hay que hacer una distinción clara entre material específico para la técnica y material
complementario para los trabajos de acondicionamiento físico y ejercicios de aplicación
técnica.
El primer tipo es difícilmente reemplazable y debe de estar adaptado a las edades del
alumno, mientras que el segundo admite gran variedad, y puede ofrecer múltiples
posibilidades de uso.
Para trabajar de forma eficaz la técnica de las especialidades de atletismo, debemos
contar con suficiente y adecuado material, de otra manera nos podemos encontrar
impotentes de realizar determinadas técnicas de una forma correcta.
Consideramos materiales indispensables los siguientes, según especialidades:
— Velocidad: tacos de salida y testigos.
— Vallas: regulables en altura desde 50 cm a 1 m.
94
— Altura y pértiga: Colchonetas, saltómetros, listón, aunque este último puede ser
sustituido en ocasiones por un elástico o cuerda, y pértigas de iniciación.
— Peso: pesos desde 3 a 6 kg.
— Disco: discos de 1 y 1.5 kg.
— Jabalinas: jabalinas de 400 gr y 600 gr.
— Martillo: martillos de 3 a 6 kg.
La cantidad de material irá en función del número de participantes en cada actividad
y que la ejecuten a un tiempo; no obstante, con un artefacto para cada dos atletas es
suficiente generalmente.
Hemos de hacer énfasis en el hecho de que los materiales estén adaptados a las
características de los deportistas según sus edades, ya que de otra manera el trabajo
técnico puede ser ineficaz. Por ejemplo, a un niño de 10 años no le sirve de nada hacer
técnica de peso con un peso de 5 kg, ya que es incapaz de desplazarse y soltar el peso
con una velocidad aceptable, lo que le haría adquirir defectos de base y no encontrar
aliciente a la práctica.
Como material indispensable, debemos contar con cinta métrica y cronómetros, ya
que éstos son los instrumentos de medida, propios del deporte.
Por otro lado, tenemos que hacer mención de ciertos materiales no convencionales
que nos pueden ser de utilidad, sobre todo para ejercicios de aplicación y
acondicionamiento físico específico, incluso para ejercicios de asimilación técnica. Así
tenemos:
— Vallas: sillas tendidas, bancos suecos, 2 sillas con una cuerda o elástico entre
ellas, troncos…
— Altura y pértiga: postes, cuerdas o elásticos, cañas resistentes, plataformas de
neumáticos usados con superficie superior de colchonetas de gimnasio…
— Peso: piedras, troncos de reducidas dimensiones, saco de arena, balón
medicinal…
— Disco: piedras, picas, pelota de tenis lastrada…
— Jabalina: piedras, bola metálica pequeña, caña…
— Martillo: balón en una red con una cuerda, neumático ligero con una cuerda,
cadena gruesa con asa…
— Velocidad: tacos de salida de madera clavados en la tierra o cemento, tacos
hechos con cemento en el exterior de cualquier pista deportiva, ayuda de los
pies de un compañero…
En lo que respecta al material para acondicionamiento físico general, hay que decir
que es muy variable y más fácil de encontrar en nuestras instalaciones habituales.
Podemos utilizar bastantes tipos distintos de material tanto convencional, como no
95
convencional, para dar toda la variedad posible a nuestro trabajo sin salirnos de la
programación. Además, estos materiales pueden mostrarse a los alumnos a través de las
fichas de clase que el monitor deportivo o el maestro podría confeccionar como una de
las muchas alternativas didácticas.
96
12. HIGIENE Y PREVENCIÓN DE LESIONES
DEPORTIVAS
Primero
97
Segundo
Reserva un par de horas para entrenar 5 o 6 días a la semana o, en cualquier caso, nunca
menos de 4 días a la semana.
Supedita otros compromisos a este que adquieres contigo mismo. Verás cómo la
sesión de deporte se acaba convirtiendo en algo necesario. Tu cuerpo y tu mente
experimentarán una agradable sensación de bienestar, agilidad y fortaleza.
Si coincides en la pista, piscina o circuito con alguien, te será muy fácil mantener la
continuidad de tus entrenamientos. Ahora bien, si las capacidades físicas no son
similares, es mejor entrenar por separado.
Tercero
Cuarto
No temas repetir el entrenamiento una semana si ves que tienes dificultades. Por encima
de todo tienes que sentirte a gusto; de lo contrario acabarías por desanimarte y
abandonar.
Quinto
De todas formas uno aprende a conocerse rápidamente. Hay días en que el cuerpo, o la
mente no están en disposición de entrenar. Lo que debes hacer un día así es exigirte
menos. No dejes de entrenar, pero no te impongas alcanzar el ritmo y la distancia
alcanzada otros días. Es bueno fatigarse pero no agotarse. Por otra parte, entrenar no es
ni debe convertirse en una obligación, aunque convenga mantener cierta autodisciplina.
Sexto
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Si en algún momento has de interrumpir tu entrenamiento, recuerda que un descanso de
una semana representa una pérdida de las condiciones adquiridas en este tiempo. Por
eso, la reanudación del entrenamiento debe hacerse desde una semana antes de su
interrupción. Si el descanso es de dos semanas, la iniciación se efectuará con el
programa que se seguía dos semanas antes de la interrupción.
Es muy importante que organices tu vida con un horario estricto respetando las
horas de sueño diarias. Y sobre todo no fumes.
EL CALENTAMIENTO
Hay una serie de consideraciones que hay que tener en cuenta para la práctica del
deporte; además de un buena preparación física hace falta también una preparación
mental o una cierta disposición especial, que incluye: voluntad, disciplina, sacrificio,
tenacidad, valor, entusiasmo, coordinación, agilidad mental y autodominio,
automatización…
Estas consideraciones nos dan una idea aproximada de las cualidades necesarias
para la práctica del deporte.
Aun cuando los trabajos continuos de baja intensidad no necesitan un calentamiento
previo, es recomendable realizar algunos ejercicios gimnásticos sencillos y trote suave
durante unos minutos, antes de iniciar cada entrenamiento.
Para los trabajos de mayor intensidad, el calentamiento, bien realizado, evita
lesiones, aumenta el rendimiento físico y permite una mejor asimilación de los esfuerzos
físicos, ya que:
• Facilita la movilidad de las articulaciones, en especial aquellas que intervienen
en la mecánica de la prueba (tobillos, cadera, rodillas, cintura…).
• Da a los músculos la elasticidad suficiente para que puedan rendir en la prueba
con el tono muscular adecuado.
• Dispone los sistemas cardiovascular y respiratorio para atender a las demandas
crecientes de energía que necesita el organismo durante el ejercicio.
Preparación inicial
99
iniciar un tipo de preparación; aunque también existen excepciones, pero son las menos.
— Seis años: se puede trabajar la elasticidad y la flexibilidad, unido a la agilidad
y movimiento articular; por tanto se ha de enseñar y modelar al niño, ya que
es un momento de grandes condiciones físicas.
— Quince años: se comienza a trabajar la base técnica y el acondicionamiento
físico; es el momento idóneo para el aprendizaje de los vuelos amplios, la
fuerza y las composiciones de ejercicios que empiezan a dar fruto del trabajo
realizado.
— Dieciocho años: es el momento de la madurez, se pueden reflejar los
movimientos en el máximo de sus dificultades. Es la época de la laboriosidad
y de la experimentación.
— Más de dieciocho años: es la época de la veteranía; cuando se refleja todo el
proceso anterior. Es el momento más fructífero y cuando se cosechan los
éxitos. Está caracterizado por el virtuosismo y la originalidad.
b) Flexibilidad y elasticidad. Son elementos muy importantes para la práctica de este
deporte, por ello es necesario aprovechar las edades anteriores para el endurecimiento de
las articulaciones y conseguir la necesaria elasticidad y flexibilidad.
El calentamiento es la mejor forma de evitar las lesiones, no sólo prevé las lesiones, sino
que también mejora la ejecución de los ejercicios. El calentamiento se basa en un
aumento del flujo sanguíneo en los tejidos musculares, con lo que se mejoran las
capacidades necesarias para realizar unos ejercicios.
Entrenamiento en circuito
• Características:
— Sencillez de ejecución.
— Idoneidad.
— Valoración de aptitudes.
— Equilibrio muscular.
100
— Sencillez de los ejercicios.
— Amenidad.
— Superación.
— Organización.
— Número de repeticiones o tiempo de cada ejercicio.
— Elección de ejercicios:
— Desarrollo general.
— Cargas ligeras.
— De menos a más.
— De lo fácil a lo difícil.
— Alternancia de los ejercicios en cuanto a los grupos musculares que trabaja.
— Variedad de ejercicios (fuerza, velocidad, recistencia, elasticidad).
• Adaptación:
Las simples leyes referidas a este tema fueron en su día expuestas por el higiniesta
hamburgués Lorentz:
— La falta de función hace agonizar al órgano.
— La función puede curar al órgano enfermo. De estas leyes se desprende que:
— Los ejercicios suaves excitan levemente las funciones orgánicas.
— Los ejercicios fuertes producen fenómenos de adaptación psico-fisiológicos
necesarios para mejorar.
— Los ejercicios demasiado fuertes producen daños en el organismo.
— El trabajo dosificado del deportista sin prisas, garantiza el desarrollo constante
de sus cualidades.
Recuperación. Sesiones de alta intensidad, como carreras, pesas, etc., requieren
hasta setenta y dos horas de recuperación.
Cantidad e intensidad. Las cargas racionales de trabajo se van aumentando según se
desarrollan:
— Aumentando progresivamente el peso de trabajo.
— Aumentando y también disminuyendo progresivamente la intensidad de éste.
101
DESCRIPCIÓN DE LOS EJERCICIOS MÁS COMUNES PARA EL
CALENTAMIENTO
Los ejercicios que exponemos a continuación son representativos, pues existen infinidad
de ejercicios relacionados con el calentamiento.
1. Durante la marcha, mover los brazos como «palas de molino» hacia delante y
hacia atrás.
2. Con los pies ligeramente separados, flexionar el tronco hacia adelante hasta
tocar el suelo.
3. En la misma posición, alternar la flexión del tronco sobre cada pierna hasta
tocar el suelo.
4. En la misma posición, flexionar hacia delante intentando tocar el suelo lo más
atrás posible.
5. Repetir la flexión, alternando la posición de la pierna adelantada.
6. En posición de sentados, con las piernas abiertas y los brazos levantados,
flexionar el tronco hacia delante sobre una pierna, luego al frente y luego
sobre la otra pierna.
7. Realizar flexiones laterales, alternando a derecha e izquierda.
8. El ejercicio anterior, con los dos brazos levantados.
9. Trazar círculos a derecha e izquierda.
10. Sobre la espalda, elevar las piernas —alternativamente— haciendo la tijera.
11. El ejercicio anterior, pasando de la vertical hasta tocar con un pie —
alternativamente— un punto detrás de la cabeza.
12. Elevación del tronco hasta sentarse. Elevar el tronco y flexionarlo hacia
adelante hasta tocar los pies.
13. Desde la posición de tendido, pasar a la posición de sentado y viceversa.
14. Cada tres pasos, elevar una pierna alternativamente hasta tocar el pie con las
manos.
15. Cada paso, elevar alternativamente una pierna y dar una palmada con ambas
manos por debajo de ella.
16. Sobre un mismo punto del suelo, es decir, sin hacer ningún desplazamiento,
simular la carrera con gran elevación de las rodillas y movimiento amplio de
brazos.
102
13. NOCIONES BÁSICAS DE PSICOLOGÍA DEL
DEPORTE
Victoria RODRÍGUEZ ROLDÁN
La psicología del deporte tiene una historia muy corta en nuestro país, y en la mayoría de
los países, de hecho no obtuvo reconocimiento internacional hasta que no se celebró en
Roma el I Congreso Mundial de Psicología del Deporte en 1965.
Fue en los años setenta cuando la psicología del deporte va consiguiendo un mayor
reconocimiento institucional, tratando de delimitar su ámbito de aplicación y su afinidad
con la psicología en general.
Hoy por hoy, el campo de la psicología del deporte no está aún lo suficientemente
delimitada. Son muchos los ámbitos que quiere abarcar: personalidad, modificación de
conducta, motivación, pensamiento cognitivo, psicomotricidad, sensación, percepción…
y así hasta llegar a una gran lista.
103
Existe también un gran número de profesionales que están descargando todo su
esfuerzo en la psicología del deporte. NIDEFFER (1984) apunta cuatro razones para
justificar el aumento de psicólogos dedicados a la mejora del rendimiento deportivo:
— La motivación intrínseca de los deportistas por conseguir la victoria.
— El aumento espectacular de los ingresos de los deportistas.
— El notable ingreso de los aficionados al deporte como una forma de
espectáculo y entretenimiento.
— La utilización de los resultados deportivos como un poderoso instrumento de
propaganda política.
No vamos a utilizar este tipo de razones para fundamentar nuestro interés por la
psicología deportiva, dudo sobre si este tipo de psicología es realmente la que interesa a
un profesional de la educación o futuro educador en el ámbito del deporte; nos estamos
refiriendo al monitor de tiempo libre y al animador deportivo, al estudiante de magisterio
o de ciclo formativo relacionado con la actividad física y también a sus formadores. Para
éstos, los profesionales de la psicología deberíamos detectar otros aspectos de la
psicología del deporte y reflexionar sobre ellos a fin de que les pudiera ayudar más y
cuyos resultados fuesen mucho más enriquecedores para su labor educativa.
Mientras tanto vamos a dedicar unos párrafos a analizar cómo influye el deporte y el
juego en el desarrollo psicológico del niño. La formación en psicología evolutiva es
crucial para que el educador pueda dar calidad a sus intervencines de tal manera que
éstas estén perfectamente contextualizadas y respondan eficazmente a cada período del
desarrollo humano.
ETAPAS EVOLUTIVAS
104
Son las primeras acciones motoras con ese objeto, sin ningún tipo de reglas, las que
definen esta primera etapa: el juego motor.
Ante la pregunta que nos formulábamos más arriba, sobre si existe el deporte a estas
edades, tendremos que decir que siguiendo las características que anteriormente se han
señalado en este libro, no podremos hablar de deporte a esta edad, ya que no existe una
finalidad explícita, no hay un gran entrenamiento previo, y sus jugadores no son capaces
de atenerse a las reglas y no hay un elemento económico por medio.
Los enfados frecuentes de estos jugadores muestran su incapacidad para entender las
reglas que le impiden dar patadas a un balón sin más, que es lo que le interesa; por tanto,
a estas edades sólo podremos hablar de juego motor.
Existe una segunda etapa (4-6 años) donde vemos al niño jugando al lado de otros,
aquí ya aparece la idea de regla. Piaget denominó este tipo de juegos como «juegos
paralelos» o «juegos egocéntricos», donde observamos a niños jugando a su propio
juego sin interesarse por lo que hacen los demás, tienen una idea del objetivo de sus
acciones (dar patadas a un balón), pero esa idea no da lugar a la competición entre los
jugadores y marcar un gol no sería el objetivo. En esta etapa aparece una leve idea de
regla, pero no como regulaciones del juego, sino como «lo que hay que hacer».
Las acciones comienzan a estar determinadas por unas reglas que ya son explícitas,
nos encontramos en la tercera etapa (6-8 años: inicio de la escolarización obligatoria).
Ahora los jugadores necesitarán tener un sistema de normas que regule las acciones
principales del juego. Ya aparece la idea de competición y de rivalidad y gracias a esto el
niño comienza a ser capaz de coordinar sus acciones con las de otros jugadores. A
partir de este momento el juego nunca es individual.
En esta etapa se dan algunos logros evolutivos en el niño. Hay tres aspectos
importantes que merece la pena mencionar:
— La aparición de normas.
— Coordinación con otros jugadores.
— Desaparición del egocentrismo.
Son todos logros que ayudan al niño a introducirse en la vida social. El deporte tiene
muchas cosas positivas y una de ellas es la ayuda que presta a las personas (no sólo a los
niños) a relacionarse socialmente, personas que normalmente no son colaboradoras, que
no son seguidoras de normas, y que no suelen cooperar, en un partido de…, o en una
partida de… son personas desconocidas y dispuestas a dar lo mejor de sí mismos.
Podemos volver a preguntarnos si en estas edades se puede hablar ya de deporte;
evidentemente sí, nos encontramos ante niños con una finalidad explícita: ganar; son
capaces de seguir las reglas, existe la idea de competición, y en el deporte que lo
requiera estarán dispuestos a hacer un gran desembolso de energía.
105
Por último, nos encontramos con una cuarta etapa, la de la plena cooperación en el
juego, en este nivel de desarrollo del conocimiento de las reglas, los jugadores llegan a
una formulación común y compartida de las reglas del juego. Este aspecto tiene una
importancia crucial ya que permitirá jugar con unas mismas reglas a niños que coinciden
casualmente en un lugar de juego, es también una manera de comunicarse con el otro.
Con todo esto, podemos comprobar cómo el deporte influye en el desarrollo
psicológico del niño. Comienza colaborando con el desarrollo físico y psicomotor en la
primera infancia, el juego es una de las fuentes de comunicación de estos pequeños.
Ayuda a desarrollar la inteligencia y su función simbólica, con lo que Piaget llamó
el «juego simbólico», imitar acciones y generalizar patrones de representación mental a
nuevos objetos (por ejemplo: jugar al fútbol con un zapato, o hacernos creer que una
cuchara es una raqueta de tenis).
El desarrollo moral también se va a ver influenciado por la práctica deportiva,
comienzan a hacer una visión crítica de lo que está bien o está mal, de lo que está
permitido y lo que no. Experimentan el sabor de las normas que más tarde les ayudará
para comprender el sentido de las normas que establece la sociedad.
Les permite un amplio conocimiento social, y esto será consecuencia lógica del
incremento de experiencias que el niño va teniendo en y con las distintas realidades
sociales que conforman su mundo. El ejercicio de algún deporte supone para el niño el
conocimiento de sus iguales, el conocimiento de otras personas mayores, de otros
lugares, y dependiendo del deporte, por qué no, de otras culturas.
Animamos a todos los monitores y a todos aquellos amantes del deporte a que
observen realmente cómo el ejercicio del mismo nos ayuda a ser mejores personas y a
tener mayores recursos para afrontar las realidades sociales. El deporte no es sólo algo
físico, no sólo nos ayuda a estar en forma físicamente, sino que también nos ayuda a
estar en forma mental y socialmente.
Si queremos ser buenos animadores, esto es, buenos educadores, debemos atender
inexcusablemente a la psicología evolutiva. El éxito de nuestra oferta deportiva en el
tiempo libre radica, en parte, en acertar con la actividad propia para el tipo de
destinatario con el que vamos a jugar. Para ello procuraremos conocer la etapa evolutiva
y sus características, así como las necesidades que hay que cubrir en dicha etapa en los
chicos que van a participar en la actividad.
Es evidente que el deporte no es la panacea en la educación de la infancia y la
juventud, si bien es cierto que constituye un medio educativo de primer orden como ha
106
quedado reflejado en las páginas anteriores. Sin embargo, ni siquiera en la educación
corporal, el deporte lo es todo. Educar el cuerpo es mucho más que ofrecerle técnicas
para su desarrollo físico, biológica y estéticamente equilibrado. No es que tengamos un
cuerpo, más bien es que somos cuerpo. Nuestro cuerpo es mucho más que carne
humana; lo necesitamos para hablar y para amar, es para curar cuando está enfermo y es
para morir. Quienes no observan con profundidad el significado del cuerpo tienen una
mirada peligrosamente reduccionista sobre la persona humana.
Siguiendo a HUBERT (1984), la educación corporal tendría tres grandes fines:
1. Un primer fin sería el asegurar la salud, mediante el cuidado del desarrollo
normal del organismo, la prevención de las enfermedades y la adquisición de hábitos
higiénicos. Todo ello quedaría englobado en la denominada educación sanitaria.
2. Una segunda finalidad general sería la potenciación de la capacidad sensorial,
dada la importancia que tiene una correcta información sensorial para la instrumentación
de los procesos mentales. Hablar, pues, de educación sensorial es cultivar la capacidad
perceptiva del mundo que nos rodea, como requisito imprescindible para comprenderlo y
adaptarnos a él.
3. La tercera finalidad, en estrecha ligazón con las anteriores, es conseguir potencia,
elasticidad y resistencia corporales, como vehículos de dominio sobre sí mismo. Serían
los propósitos de la ya clásicamente denominada educación física, y que se materializa
mediante la gimnasia, los juegos y los deportes.
107
SEGUNDA PARTE
108
En la segunda parte del libro presentamos un elenco de juegos y deportes que sirvan
como recursos concretos para la animación deportiva. Incluimos siete capítulos que
contienen juegos clasificados en distintos tipos según su finalidad educativa. Así, el
animador puede encontrar un juego adecuado para cada situación educativa: juegos y
deportes cooperativos y competitivos; juegos de integración y juegos coeducativos para
fomentar la igualdad de oportunidades para ambos sexos. Finalmente, hemos incluido
juegos tradicionales y populares, así como algunos juegos y deportes alternativos.
Los juegos que incluimos en cada capítulo están presentados en forma de ficha con
el siguiente esquema básico y común para todos ellos:
• Objetivos: En este apartado definimos brevemente el carácter educativo que
tiene el juego o deporte en cuestión, así como las capacidades que desarrolla.
• Destinatarios: Se hace mención expresa de los destinatarios preferentes de la
actividad según la edad, nivel educativo y etapa evolutiva en el que se
recomienda el desarrollo de las capacidades mencionadas en el apartado de
objetivos.
• Desarrollo: Se explica cómo se realiza el juego o deporte de tal manera que el
animador tenga todos los elementos necesarios para su correcta ejecución.
• Materiales: Cuando el juego lo requiera, se incluye en la ficha este apartado
donde se menciona el material concreto que es necesario para el desarrollo
del juego. Este apartado facilita enormemente la tarea del animador del
juego, pues en un golpe de vista sabe qué objetos debe tener a mano si quiere
realizar el juego en cuestión. Si no tiene dicho material, no se puede realizar
el juego.
• Variantes: En este apartado presentamos algunas posibles alternativas al
desarrollo del juego de tal manera que se pueda cambiar alguno de los
objetivos y/o destinatarios del mismo. Con ello se amplían las posibilidades
de desarrollo que presenta inicialmente cada juego o deporte.
109
Animamos a los monitores deportivos y a los maestros especialistas en educación
física a consultar la amplia bibliografía que existe donde se pueden localizar otros
muchos recursos para la animación deportiva.
110
14. JUEGOS Y DEPORTES COOPERATIVOS
111
• Variantes:
— Podemos realizar el juego con números, fomentando el área de
matemáticas.
— También pueden formarse figuras de animales y frutas o el mapa de
alguna comunidad o país, relacionándola con conocimiento del
medio.
— Formar palabras en distintas posiciones. Ejemplo: hola, aloh.
— Realizar el juego simulando alguna discapacidad, guiándonos por
cualquier otro sentido. Ejemplo: con los ojos vendados y guiados por
otra persona, simulando ceguera, o sin poder hablar.
2. BUSCA TU ZONA
• Objetivos: Desarrollar los reflejos. Reforzar las funciones de los seres vivos en la
naturaleza. Carácter constructivo. Rompehielos. Potencia la integración.
• Destinatarios: A partir de cuatro años (Educación Infantil), ya que a esta edad es
cuando los niños aprenden a distinguir las principales diferencias entre los
seres vivos.
• Desarrollo: Se pone el grupo en círculo y cada uno se asigna un ser vivo y se
marca su territorio. En el centro queda un hueco destinado al que le toque.
Éste nombra en alto una cualidad de un ser vivo, y los que se den por
aludidos salen, pisan el centro y ocupan un territorio vacío. Pasa al centro
el que se quede sin territorio que ocupar. El tiempo depende del grupo. El
número de círculos es el mismo que el de participantes.
• Variantes:
— En vez de seres vivos, personajes famosos o con deportes diciendo los
materiales que se elegirían para ese deporte.
3. EL SALTAMONTES
112
motoras ya están bastante bien desarrolladas.
• Desarrollo: Los jugadores serán divididos en dos o tres grupos, dependiendo del
número de jugadores, y posteriormente en cada grupo formarán parejas.
Conviene que cada grupo lleve un distintivo, por ejemplo: saltamontes
verdes y marrones.
Se marca el punto de partida y el de llegada. Cada pareja se colocará:
— hombro con hombro,
— muñeca con muñeca,
— tobillo con tobillo.
Los tres lugares deben ser atados por pañuelos.
La carrera comenzará cuando lo indique el animador y consistirá en hacer
saltos al estilo de los saltamontes hasta llegar a la meta señalada. Quienes
se caigan deberán realizar un salto hacia atrás, antes de continuar hacia
delante. Las parejas deben llegar a la meta y volver a la marca de salida y
cederle a sus compañeros los pañuelos, los cuales deben ser atados, y salir
corriendo como los saltamontes, así sucesivamente.
Será ganador el grupo que llegue antes con mayor cantidad de parejas.
• Materiales: Pañuelos para atarse las distintas partes del cuerpo.
• Variantes:
4. SPLASH
113
cumplir ciertas normas.
• Desarrollo: Tres personas tienen que intentar coger a los demás; para distinguirlas
se les colocará tres pañuelos atados en el brazo. El juego consiste en
intentar que no te cojan, así cuando uno de ellos esté cerca diremos
«splash» y nos colocaremos con las piernas abiertas y con las manos hacia
el frente como si estuviéramos apuntando con una pistola. Los demás
compañeros para evitar que éste esté siempre en la misma postura, deberán
darle un beso y así se podrá mover de nuevo.
• Variantes: Pasar entre las piernas en lugar de dar un beso.
5. COCODRILOS EN REMOJO
6. LA FRUTA PROHIBIDA
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• Objetivos: No requiere gran esfuerzo pero sí un calentamiento. Desarrolla la
memoria y la imaginación y además la atención y los reflejos.
• Destinatarios: A partir de 4 años (Educación Infantil), ya que a esta edad los niños
conocen nombres de frutas, colores, etc.
• Desarrollo: El juego comienza escogiendo un voluntario que será el que la
quedará. Este jugador dirá la frase: «Mi fruta prohibida es…» y a
continuación dirá la fruta que quiera. Inmediatamente, éste saldrá corriendo
e intentará atrapar a los otros jugadores que estarán por todo el espacio
intentando no ser atrapados.
Cuando alguien vaya a ser atrapado por el que la queda, dirá el nombre de
una fruta distinta a la prohibida y al decirlo se queda quieto sin moverse del
sitio. Si dice la misma fruta que la prohibida, fallará, y éste pasará a
quedarla y deberá decir otra fruta prohibida. Si el que la queda coge a
alguien, éste pasará a quedarla.
Todos intentarán no ser cogidos y salvar a los demás diciendo «salvado», y
éstos seguirán jugando e intentando que no lo atrapen.
Si el último para salvarse dice una fruta, éste se la quedará, ya que nadie
podrá ser salvado.
• Variantes: Sirve para dar clase en distintas áreas, en el área de la educación física,
en el área de la geografía (nombres de ríos, países, ciudades, etc.), en el
área de la lengua (verbos, adjetivos, letras del abecedario, consonantes,
etc.), en el área de las matemáticas (números pares o impares siempre y
cuando pongamos un límite, por ejemplo del 1-20/30), y además en el área
de conocimiento del medio (animales, peces, flores, etc.).
Otra variante sería en lugar de una fruta prohibida, decir dos o tres, o en
lugar de quedarla uno la quedan dos o tres para dificultar el juego. También
se pueden ir eliminando y así quedan menos personas.
• Objetivos: Fomentar la atención, pues con este juego todos los participantes están
atentos al jugador que está de pie por si éste les dice «oca» y tienen que
levantarse y salir a correr. Desarrollar los reflejos; los jugadores tienen que
levantarse al instante de que se les diga «oca», para salir corriendo a coger
al otro jugador. Desarrollar la capacidad de reacción: los jugadores tienen
que reaccionar rápido para conseguir el objetivo del juego, que es coger al
que te ha dicho «oca» antes de que se siente en el sitio que ocupabas.
• Destinatarios: A partir de cuatro años (Educación Infantil), porque los niños a esta
115
edad comienzan a ser capaces de coordinar intenciones opuestas y
empiezan a comprender el aliciente de los juegos de persecución.
• Desarrollo: Los participantes se sientan en corro; uno de ellos se queda de pie
caminando por el exterior de éste, e irá tocando la cabeza de cada niño
mientras va diciendo: «pato, pato, pato…», cuando él o ella quiera, dirá en
una de las cabezas de los participantes «¡oca!», y al que le ha tocado la
cabeza tiene que levantarse rápidamente e intentar coger al otro niño. Si el
niño consigue llegar al lugar que ocupaba la «oca» sin que lo cojan, la
«oca» será la que vaya diciendo «pato, pato…», y así sucesivamente.
• Variantes:
— A los niños del corro se les puede tapar los ojos y que pongan una
mano por detrás; el jugador que da vueltas (con los ojos abiertos)
deja caer un objeto pequeño (por ejemplo, una goma de borrar) sobre
la mano de uno de los jugadores del corro y éste se quita la venda de
los ojos y sale a correr tras el otro participante. De esta forma los
niños desarrollan el sentido del tacto y también el auditivo ya que
escuchan los pasos del jugador que va andando y así averiguan su
posición.
— Puede hacerse competitivo si se van eliminando aquellos jugadores que
sean cogidos, o aquel que no logre coger al otro.
— Los animales del juego se pueden cambiar y no ser siempre pato, oca.
También puede hacerse con flores o árboles y así los niños repasan
con el juego los distintos animales y plantas y se relacionan un poco
con el medio natural.
116
para meterse dentro del círculo correspondiente.
• Variantes: Se puede hacer competitivo si el último que llegue cada vez al círculo
correspondiente, se va eliminando.
117
15. JUEGOS PREDEPORTIVOS DE COMPETICION
1. PIERNAS ARRIBA
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Gana el equipo cuyo primer participante vuelva a su sitio con la pelota. Si
la pelota se sale de la fila, tienen que volver a empezar.
• Variantes:
— Se pueden pasar dos balones.
— Los participantes pueden estar colocados de distinta manera (en
círculo, al lado en lugar de uno detrás de otro…).
119
monitor que está situado en el centro del campo y le entregan la tarjeta. No
son válidas las tarjetas del participante que haya llegado en último lugar. El
monitor vuelve a decir otro número y los participantes que tengan dicho
número salen corriendo hacia éste, pero esta vez lo que tienen que hacer es
desatarle el pañuelo; una vez realizada esta operación, los participantes
salen corriendo en busca de las dos tarjetas, y así sucesivamente con el
resto de los participantes.
Una vez acabados todos los participantes, el monitor que tenía las tarjetas
se las reparte a sus respectivos grupos y éstos en un tiempo determinado,
por ejemplo, en dos minutos, deben formar palabras con las tarjetas (en
cada tarjeta hay una sílaba). El equipo ganador será aquel que haya
formado la palabra más larga, es decir, que posea mayor número de sílabas.
• Variantes:
3. GLOBO ACUÁTICO
120
un cierto desarrollo de la coordinación visomotriz.
• Desarrollo: Se divide al grupo-clase en tres grupos, que se pondrán en fila; en cada
extremo se situará un barreño, uno de los cuales contendrá los globos llenos
de agua. El juego consiste en que tienen que transportar los globos de un
barreño a otro pasándoselo con la cuchara con las menos detrás de la
espalda. Ganará el equipo que antes consiga transportar todos los globos de
un barreño a otro.
• Variantes:
— Que los globos estén rellenos de agua o harina.
— Hacer el juego con los ojos vendados.
— Depositar el globo en la cuchara del jugador situado en el otro extremo
de la fila, en vez de al compañero de al lado.
4. PÁSAME EL AGUA
121
5. BALÓN-GLOBO
• Variantes:
122
• Destinatarios: A partir del primer ciclo de Primaria, es decir, seis años. Considero
que a esta edad los niños son capaces de jugar a este juego e incluso a otros
juegos aún más complicados. Considero que este juego tiene pocas reglas y
que de todas formas si se viera que es demasiado complicado se podría
adaptar a la situación que fuera.
• Desarrollo: Debemos hacer grupos de seis personas. Una vez que tengamos los
grupos, repartiremos un papel por grupo donde por uno de los lados habrá
seis números y por el otro un mapa con unas cruces rojas marcadas. Una
vez que cada grupo tenga este papel, se dará una señal de salida, entonces
saldrá un miembro de cada grupo y se dirigirá hacia uno de los lugares
marcados dichos anteriormente. Una vez allí deberán encontrar un dibujo
en algún lugar cercano, el dibujo llevará un número debajo. El jugador,
cuando encuentre el dibujo, deberá dibujarlo en el papel, pero no en un
lugar cualquiera sino que si el dibujo tiene el número 3, el niño deberá
situarlo en el lugar correspondiente en el papel que ya se le ha entregado
antes. Tras dibujarlo, deberá correr lo más rápidamente posible y regresar
al punto de partida donde el siguiente compañero del grupo hará lo mismo,
así lo harán todos hasta encontrar las seis figuras que habremos escondido
(con la idea de que cada niño deba encontrar una figura).
Ganará aquel equipo que consiga descubrir las seis figuras en el menor
tiempo posible y que además haya colocado correctamente todas las figuras
en el lugar correspondiente.
• Materiales: Los materiales que necesitaremos para hacer posible este juego serán:
folios para poder hacer los mapas, colores, folios de colores para dibujar las
figuras y que sean más fáciles de localizar, bolígrafos…
• Variantes:
— En vez de ir de uno en uno, ir por parejas agarrados de las manos.
— Poner un tiempo limitado a cada niño para que encuentre la figura.
— En vez de figuras, escribir nombres de personas, animales, profesiones,
colores…
7. QUITABALÓN
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balón ha de ir pasando de jugador a jugador de cada equipo
constantemente, no pudiendo retener la pelota. A la vez que se realiza esta
acción hemos de ir eliminando a jugadores del equipo contrario, de la
siguiente forma: en el momento en el que un jugador posee el balón y se
encuentra cerca de un contrario que al mismo tiempo posee el otro balón,
éste (1º) puede lanzarle el balón y eliminarlo, siempre que cojamos el balón
después. El otro balón sigue estando en posesión del otro equipo, gana el
equipo que más puntos tenga o los elimine.
• Materiales: 2 balones (si es posible de diferentes colores).
• Variantes: Usar más balones.
124
• Objetivos: Desarrolla la atención, ya que los participantes deben fijarse en quién
deben perseguir. Rompehielo, favorece la integración del grupo. Fomenta
el carácter competitivo, ya que cada equipo intentará ganar. Desarrolla el
dominio del espacio. Sirve como un refuerzo en el aprendizaje de los
colores.
• Destinatarios: A partir del primer ciclo de Primaria (6-7 años), porque a partir de
esa edad ya diferencian bien los colores.
También a partir de Educación Infantil, como un reforzamiento en el
aprendizaje de los colores.
• Desarrollo: Se hacen tres grupos de igual número de integrantes. A cada equipo se
le asignará un color: Azul, Rojo y Verde (por ejemplo).
Cada equipo llevará un distintivo que permita diferenciarlos, como una
cartulina de color del grupo, colocada en una posición visible.
Los rojos perseguirán a los verdes, los verdes a los azules y los azules a los
rojos.
Se designará una zona a cada equipo, que será la cárcel de cada uno.
Ganará el equipo que más personas logren capturar.
• Variantes:
125
sentido de grupo.
• Destinatarios: Más de 6 años, porque a esta edad ya poseen la coordinación
dinámica general y están desarrollando la coordinación manual.
• Desarrollo: Se reparten los jugadores en grupos iguales, de seis a ocho, formando
una fila. Cada fila es un ciempiés. Todos los jugadores, menos el último de
la fila, van con los ojos vendados y agarrados por los hombros.
El juego consiste en localizar a los otros ciempiés deshaciendo las filas. El
último de cada fila, que es el que tiene los ojos descubiertos, es el que
dirige a los demás. Pero el ciempiés se dirige con las manos y sin mediar
palabra. Si el último aprieta fuerte el hombro derecho del compañero que
tiene delante, éste aprieta al siguiente y así sucesivamente hasta que llega al
primero. Esta señal quiere decir que el ciempiés debe girar hacia la derecha,
para envestir o esquivar a otro ciempiés. Si aprieta fuerte el hombro
izquierdo quiere decir que el ciempiés debe girar hacia la izquierda y si
aprieta los dos hombros a la vez, significa que debe seguir en línea recta.
Según la rapidez y agilidad con que se pasen las señales, querrá decir que
deben ir más aprisa o más despacio.
Cuando el primer participante de un ciempiés toque a otro ciempiés le
picará, y quedan eliminados todos los participantes del ciempiés tocado.
Gana el ciempiés que consiga eliminar más ciempiés.
126
• Materiales: Sillas y mesas.
• Variantes: Que el jugador que regrese no lleve consigo el pañuelo, sino que lo deje
puesto en la silla.
12. PISAGLOBOS
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• Destinatarios: Este juego se puede realizar a partir del seguno ciclo iclo de
Primaria, pues es a esta edad cuando tienen mejor desarrollada la memoria
y la coordinación.
• Desarrollo: El juego consiste en poner una línea en el suelo y nombrar una parte
como mar y la otra como tierra.
Si se dice mar, los niños deberán pisar la línea y mirar hacia el lado que se
había dicho que era mar. Deben hacer lo mismo cuando se diga tierra. Si se
dice aire, los niños deberán estar encima de la línea y hacer como si
volaran. Cuando escuchen tierra-mar deberán ponerse en la parte
correspondiente a tierra y mirar hacia el mar. Se pondrán en mar mirando a
tierra cuando se diga mar-tierra.
El juego se empezará de una manera lenta para pasar gradualmente a
hacerlo más ligero.
• Variantes:
— Decir mar a la pata coja (aquí los niños deberán ponerse en la línea
mirando el mar estando a la pata coja), mar a las 4 patas (usando el
mismo método que anteriormente hemos citado).
— Utilizar una cuerda en lugar de una línea en el suelo (en este caso
deberían saltarla para poder pasar de un lado a otro).
— Para Educación Infantil utilizar los conceptos que estén aprendiendo y
hacerlo un poco más lento.
— El juego se puede variar según el tema y el área que estén trabajando.
ÁREAS:
Lengua: en vez de mar y tierra decir por ejemplo verbos y sustantivos.
Educación Musical: utilizar golpes, usar instrumentos, clasificación de
instrumentos, etc.
Idioma: decir palabras en francés o en inglés por ejemplo, etc.
14. ATADOS
128
• Desarrollo: Dependiendo del número de personas dividiremos la clase en grupos y
estos grupos a la vez quedarán divididos en parejas. El juego consistirá en
que la pareja con pies atados y con un globo en la mano, tendrá la misión
de llegar a la silla y explotar el globo y luego rápidamente deberá volver
para hacer el relevo a la siguiente pareja, con la misión de atar las dos
piernas del compañero. Ganará el equipo que cumpla antes el objetivo.
• Materiales: Globos, cuerdas y silla.
• Variantes: Sin cuerdas, dos globos, atados de pies y manos, con balón…
• Objetivos: Desarrollar el dominio del espacio ya que deben de orientarse con los
ojos vendados. Fomentar la atención, porque hay que estar atentos sobre
quién es el encargado de guiar a través de sus indicaciones al vehículo para
que no tropiecen con los obstáculos.
• Destinatarios: A partir de tercer ciclo de Primaria (9-10 años) porque son capaces
de asumir y respetar las reglas. Pero se puede adaptar a ciclos inferiores si
se simplifican éstas o ya se les da inflado y anudado el globo.
• Desarrollo: La clase se divide en dos grupos, uno rojo y otro azul. Por lo tanto,
habrá dos coches por cada uno de ellos. Estos vehículos lo conforman cinco
personas, cuatro de ellas harán el papel de ruedas llevando un globo en la
mano del mismo color que su equipo, moviéndolo continuamente en
círculo, para que puedan desplazarse. El conductor tiene que ir dentro con
el volante. Todos ellos con los ojos vendados y atados dentro de un
elástico. Las demás personas están repartidas por todo el espacio con un
número colgado al cuello, según el número de participantes, intentando que
no existan dos colores del mismo equipo juntos o muy cercanos, para que
el coche pueda avanzar sin ninguna dificultad.
El juego consiste en que el autobús debe de circular con ayuda de las
orientaciones que le da cada pasajero y lograr llegar hasta él e introducirse
dentro del vehículo; todo ello sin tropezar con ningún pasajero que haga las
veces de obstáculos.
Ejemplo: El número 2 debe decir rojo a la derecha o al frente, un poco
más… Meterse dentro del autobús y continuar la marcha según las pistas
que le dé el número 3.
Si se pincha alguna rueda, el vehículo debe de abandonar al último viajero
en el mismo sitio donde haya ocurrido el percance, avanzar hasta la salida,
coger otro globo, inflarlo, colocarlo en el lugar correspondiente y regresar
129
hasta donde se quedó el pasajero anterior. Siguiendo con el recorrido hasta
que se llene por completo el autobús con todas las personas del equipo.
Cuando el viaje finalice porque no quede nadie más por recoger, el autobús
debe de llegar a una meta, antes preestablecida, salirse todos por encima
del elástico y correr a pinchar las ruedas del equipo contrario.
Gana el primer equipo que llegue a la meta con los pasajeros al completo.
• Variantes:
— Uno de los componentes hace las veces de depósito de gasolina,
llevando un vaso agujereado con agua; cuando ésta se acabe deben
de rellenarla de combustible en el surtidor.
— Adaptación a las áreas del currículo. En vez de números con animales
(herbívoros y carnívoros), plantas, ciudades, sustantivos, adjetivos…
para relacionarlos con las distintas materias.
— Todas las personas del mismo grupo son coches que compiten al
mismo tiempo en una carrera; tienen que realizar el circuito y el
equipo que más automóviles lleve antes a la meta, será el ganador.
131
atrás una acción) y la Conservación (es capaz de abstraer que un objeto si
no le quitamos ni ponemos nada, aunque cambie de forma, sigue teniendo
el mismo volumen).
Para Educación Infantil: en lugar de adjudicar números, se adjudicarán
colores, se les pintará la nariz a los niños y se les dirá el nombre de un
color y saldrán los que tengan la nariz de este color. En lugar de pasar por
debajo de las piernas de todos lo compañeros, hacerlo sólo por uno.
• Desarrollo: Se divide la clase en cuatro grupos. Los distintos grupos se colocan en
fila, formando una cruz, cada miembro del grupo tiene un número. En el
centro de la cruz, se coloca una persona con el pañuelo en la mano. Se dice
un número y los cuatro participantes correspondientes salen corriendo, dan
una vuelta alrededor de todos, en dirección a las agujas del reloj, pasan por
debajo de las piernas de sus compañeros y el primero que realice el
recorrido se hace con el pañuelo. Los otros tres, realizarán una prueba en
grupo, que siempre será divertida, de forma que el perder, o no llegar el
primero, no baje la autoestima de los participantes.
PRUEBAS EN GRUPO:
— Bailar un vals.
— Cantar una canción.
— Bailar «El Corro de la Patata», u otra parecida.
— Representar una boda.
— Contar un chiste.
— Imitar a un famoso.
— Hacer un baile regional.
— Representar un animal.
— Hacerse el sonámbulo.
— Realizar una declaración de amor.
— Actuar como un periodista o fotógrafo.
— Representar un niño de cuatro años…
— Etc. (Siempre daremos la oportunidad de cambiar de pruebas.)
• Variantes:
132
distinto color, y decir un color.
— Para Conocimiento del Medio: colocar en el centro objetos
relacionados con el tema, ejemplo Herramientas, para los oficios,
papeles en un canasto con ideas principales del tema, imitar a un
animal o decir sus características…
— Para Música: igual que en Conocimiento del Medio, pero poniendo
instrumentos musicales.
— Para Lengua Extranjera: decir los números en el idioma estudiado.
— Para Matemáticas: los que no llegan primero, pintarán figuras
geométricas, o realizarán alguna operación mental sencilla…
— Para Lengua: deberán decir una oración, una pequeña rima, un
sinónimo de una palabra, o antónimo…
— Para Religión: se leerán fragmentos bíblicos, parábolas…
— Para Historia: se coloca un recipiente con frases sobre el tema histórico
del momento, los alumnos los irán leyendo.
— Dos grupos enfrentados, en medio, una raya blanca en el suelo, una
cuerda con el pañuelo anudado a la mitad y los participantes, tirando
de la cuerda, deben conseguir llevar el pañuelo a su lado de la raya.
— Realizar más de cuatro grupos, se aumenta la competitividad.
133
pies, y una en la mano que luego pondrá frente a la primera para poder
pasar de un papel a otro sin pisar el suelo. Cuando llegue al final del
recorrido, saldrá corriendo para volver a llegar al segundo participante de
su grupo, a quien le entregará las hojas. Éste deberá realizar la misma
actividad que su compañero anterior, y así sucesivamente con todos los
demás. El primer grupo que acabe será el ganador.
• Variantes:
— Utilizar aros en lugar de periódicos.
— Dividir cada fila en dos para colocarse unos frente a los otros y hacer
relevos.
— Hacer varios grupos.
— Hacerlo por parejas.
— Hacerlo con los pies juntos (saltando). A la pata coja…
134
16. JUEGOS PREDEPORTIVOS DE INTEGRACIÓN
1. GLOBOCESTO
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caiga, y sin ayuda de las manos. Sólo lo pueden transportar soplando o con
distintos segmentos corporales a excepción de las manos. Deberán llevarlo
hasta un aro situado en el suelo. Cada pareja debe intentar introducir el
globo en el aro. Si el globo se cae, la pareja deberá retrasarse un metro del
lugar donde se le cayó el globo y reanudará la tarea.
• Instalación: Gimnasio o sala cubierta ya que si no se volaría el globo.
• Material: Aros (o un círculo pintado en el suelo a su defecto) y globos.
• Variantes:
— Transportar el globo con distintos segmentos corporales.
— Las parejas deberán ir cogidas de las manos.
Modificaciones para niños con dificultades:
— Motóricas: Si poseen dificultades en los miembros superiores o
inferiores jugarán en igualdad de condiciones. Si el niño está en silla
de ruedas puede utilizar los segmentos útiles de su cuerpo.
• Sensoriales:
— Deficientes visuales: Los globos serán de colores llamativos al igual
que el aro. Los colores deberán contrastar sobre el suelo.
— Ciegos: El globo irá cogido a un cascabel o lo llevará dentro. El
jugador irá cogido de la mano de su pareja y golpeará el globo por el
suelo.
— Deficientes auditivos y sordos: Jugarán en igualdad de condiciones.
• Mentales: Utilizarán globos mucho más grandes.
2. ZOOLÍMPICO
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(abducción de cadera con rotación). ¿Alguien sabe cómo andan las
avestruces? (corren de puntillas). Los gorriones andan a saltitos, ¿quién
anda como un gorrión?
Antes de comenzar a volar debemos aprender a aterrizar y a despegar. Este
juego se puede utilizar tanto individual como en grupo.
• Material: Ninguno.
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4. LA PATATA CALIENTE
5. LA SILLA CIEGA
6. EL ZORRO
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• Objetivos: Fomentar la atención, los componentes del grupo deben estar atentos de
que nunca se deshaga la cadena. Además el primero tiene que perseguir y
guiar a los demás y el último estar pendiente que no le quiten su lazo.
Aumentar la precisión, el primero del grupo debe coger el lazo del último
de otro equipo, por lo que debe tener precisión, puesto que al correr el otro
equipo está en movimiento y el lazo es más difícil de cogerlo. Aumentar la
rapidez, tienen que intentar ser lo más rápidos posible al coger el lazo para
que no se les escape y así seguir corriendo y que ningún otro grupo les
quite el suyo. Competitivo, los distintos equipos lucharán para conseguir la
mayor cantidad de lazos sin perder el suyo, fomentando la competitividad
entre ellos. Servir de rompehielo: es un buen juego para realizar con grupos
que todavía no se conocen lo suficiente, ya que favorece las relaciones al
estar en contacto unos con otros y al producirse grupos que deben luchar
por conseguir lo mismo: los lazos.
• Destinatarios: Grupos donde hay niños de diferentes razas, a partir de primer ciclo
de Primaria, 6 años, puesto que le es más fácil correr encadenados y están
capacitados como para recibir órdenes de que corran sin soltarse, etc.
• Desarrollo: Se hacen grupos de tres a cinco personas. Éstas se dispondrán en fila
india, agarrándose unos a otros por la cintura. Así, cada grupo será un
zorro.
Al último de cada grupo se le colocará un lazo detrás (la cola del zorro) y
empezarán todos a correr.
El juego consistirá en que el primero de cada grupo le quite los lazos al
último de los otros equipos, sin deshacerse su fila. El último, sin soltarse,
deberá intentar que a él no se lo quiten.
• Variantes:
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en otras áreas. Esta variante seguramente la tendríamos que realizar
con niños más grandes.
— Se pueden vendar los ojos a los componentes del equipo o a algunos,
de esta forma se aumenta la dificultad y se fomentaría la integración.
— Se puede pedir a los niños que vayan a la pata coja, corriendo hacia
atrás… Así trabajaríamos diversos ejercicios de dinámica general en
un mismo juego.
7. SALVAR EL HUEVO
• Variantes:
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— A cada grupo le asignamos el nombre de una capital de la Comunidad
o del país, y en el interior de cada globo colocamos un papel con el
nombre de las diferentes capitales; aquel grupo que menos veces se
repita su capital es el grupo ganador.
— Hacemos el mismo juego pero en vez de en fila india, nos colocamos
en círculo.
— También podemos complicar un poco más el juego colocando en el
interior del globo un garbanzo, para que éste pueda explotarse más
fácilmente.
141
17. JUEGOS COEDUCATIVOS POR LA IGUALDAD
DE OPORTUNIDADES PARA AMBOS SEXOS
1. EL GAZPACHO
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Cada vez que un niño oiga el nombre del ingrediente que se le ha asignado,
corre a cambiar su posición con otro participante al que se le había dado el
mismo ingrediente. Cada vez que se pronuncie la palabra gazpacho, todos
deberán cambiar el sitio.
• Material: Ninguno.
• Variantes:
— Utilizar petos o cartulinas con las representaciones de los ingredientes,
así podrán jugar niños más pequeños.
— Se pueden jugar con otros nombres como los ingredientes de una
paella, una macedonia de frutas o aplicar a otras áreas del currículo
como por ejemplo geografía o naturaleza.
Modificaciones para niños con dificultades:
• Motóricas: Jugarán en igualdad de condiciones.
• Sensoriales:
— Deficientes visuales: Los jugadores con el mismo ingrediente
llevarán un peto del mismo color, siendo éste llamativo.
— Ciegos: Pueden guiarse por la voz de su compañero para saber
cuál es su sitio.
— Deficientes auditivos y sordos: Todos los jugadores tendrán el
nombre de su ingrediente escrito, bajo el dibujo
correspondiente, en una tarjeta y en lugar visible. El narrador
también lo presentará en su momento de igual modo.
• Mentales: Se les explicará con claridad el juego. Podrán actuar con un
compañero.
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tiene que colocar dentro de un aro con su vaso y plato que le irá pasando el
primero, y cuando todos lo tengan, irán avanzando, pasando el último aro
hacia delante hasta llegar al recipiente donde deberán vaciar los vasos, y el
que consiga llenar el recipiente antes ganará y así los tres subgrupos, dando
como ganador a un grupo.
• Materiales: Aros, recipientes, vasos y platos de plástico, agua y cubos.
• Variantes:
— Volver el agua al cubo en el recipiente.
— Los equipos vuelven y dan el relevo.
5. LOS COLORES
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Si existe el color que dice, en el grupo de la «Gloria», el jugador que lo
tenga debe salir corriendo, el «Demonio» perseguirá al jugador que tenga
ese color hasta detenerlo o rendirse. Si el color no estuviese en el grupo
volverá a su campo habiendo perdido esa jugada. Después le toca el turno
al «Ángel» que realizará el mismo diálogo que el «Demonio», pero
diciendo que es «el Ángel tocando el arpa con devoción». Al final se
cuenta las personas que hay en cada grupo y el que más tiene es el ganador.
• Variantes:
— Cuando termina el juego, se pone una línea de separación entre los dos
grupos y a una señal deben comenzar a tirar para conseguir que los
del bando opuesto crucen dicha línea; el que al final es arrastrado
queda eliminado.
— En lugar de ser el «Diablo» y el «Ángel» los que siempre hacen las
preguntas, participan todos los demás jugadores.
— Hacer otras preguntas al «Diablo» y al «Ángel».
6. CABALLERÍA
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— En el caso de usarse para las clases de Educación Física, se puede
hacer medio recorrido con una pierna (pata coja) y medio con la otra.
— Para asegurarnos de que todos llegan a la pared contraria, se pueden
poner en el suelo balones, cuerdas, picas, lazos… los cuales tendrán
que tener en sus manos al volver a la pared inicial.
7. ¡A SOPLAR!
• Material: Globos.
• Variantes:
8. CABALLITO, CABALLITO
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• Objetivos: Adquirir una mayor cooperación y coordinación entre compañeros, ya
que el caballo y el jinete deben ponerse de acuerdo para decidir a qué
caballo van a atacar ahora, hacia dónde deben dirigirse, si hace falta que el
caballo se acerque un poco más al otro caballo e intentar entre los dos que
no les sea robado su lazo.
Contribuir al dominio del espacio porque el juego se realiza en lugar
acotado, así que cada caballo debe escapar de sus adversarios y, para ello,
debe conocer el espacio en el que se mueve y las posibilidades que éste le
ofrece para poder huir.
• Destinatarios: Parejas mixtas a partir de tercer ciclo de Educación Primaria (10-12
años), ya que es a esta edad cuando los niños tienen la suficiente fuerza
muscular como para coger a cuestas a otro compañero y mantenerse un rato
en esta postura.
• Desarrollo: Participará todo el grupo y sería preferible que el número de
participantes fuera par, ya que se tendrán que disponer por parejas (de
pesos similares, a ser posible). Cada pareja constituye un caballo que monta
a un jinete y éste llevará atado a su mano, con un nudo suave, un lazo (en
una de sus dos muñecas). Cada jinete, que irá sobre su caballo, debe coger
todos los lazos posibles de sus contrincantes, pero a su vez, debe intentar
que no le quiten el suyo.
Aquel jinete que pierda su lazo y que no haya conseguido quitar ninguno a
algún adversario, caerá al suelo, junto a su caballo, como si estuvieran
muertos. Así servirán de obstáculos para los caballos que aún estén de pie,
que tendrán que tener cuidado de no caer por culpa de alguno de estos
obstáculos.
Las parejas que hayan logrado quedar en pie, con sus correspondientes
lazos, disputarán la final. Las que han sido derrotadas anteriormente, se
situarán en el suelo, formando un círculo, en el centro del cual lucharán las
parejas que han quedado. Ganará aquella que haya logrado reunir más
lazos, manteniendo el suyo.
• Variantes:
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planta que después los perdedores (los que no han cogido ningún
lazo y han perdido el suyo), tendrán que representar. Esta variante
podría ser incluida dentro del currículo educativo en la materia
Conocimiento del Medio.
— Igual que la variante anterior, pero escribiendo en el lazo alguna
palabra en inglés, para que en el currículo pudiera ser incluida dentro
de Lengua Extranjera.
— Que no haya perdedores ni ganadores, sino que simplemente aquel jinete
que pierda su lazo, intente quitar a otro jinete el suyo para tener de
nuevo uno. Así nadie se quedará sin lazo, porque en cuanto uno lo
haga rápidamente intentará recuperar otro.
• Variantes:
— El conejo puede llevar los ojos cerrados y ser guiado por el conejar.
— En vez de ser hojas de lechugas, pueden ser números y fomentar el
conocimiento matemático.
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— Utilizar nombres de países (colocar un mapa troceado en el centro) y
así está relacionado con el área de geografía.
— Utilizar flores, determinantes…
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18. DEPORTES TRADICIONALES
En este capítulo vamos a presentar una selección muy reducida de deportes que pueden
ser considerados tradicionales por la presencia histórica que tienen, pero, sobre todo, por
su carácter tradicionalmente positivo, pacífico y altamente recomendable en un proyecto
de Educación Física y Deportiva tanto en el ámbito educativo formal o escolar como en
el no formal o de tiempo libre.
Somos conscientes de que otros deportes merecen estar presentes en este capítulo,
pero por razones de espacio hemos tenido que reducir la lista. Queda en manos del
educador deportivo incluir en sus programaciones otros deportes tradicionales que
aporten motivación y claras posibilidades educativas.
1. EL ATLETISMO
El atletismo es el más universal de los deportes. Hornero fue el primero que escribió
sobre los ejercicios atléticos en la Ilíada y en la Odisea, ocho siglos antes de Jesucristo.
151
Parece ser que los Juegos Olímpicos comenzaron en el año 884 antes de Cristo y
más tarde, en el año 527, surgieron los juegos Pytios, y en el 517 antes de Cristo, los
juegos Nemeos en honor de Heracles, donde predominantemente se realizaban ejercicios
atléticos.
A partir del siglo XII, en Inglaterra se realizaban ejercicios de saltos y lanzamientos.
En Suiza, en el siglo XV, también organizaban carreras, saltos y lanzamientos.
Alrededor de 1800 surge la Escuela Inglesa respecto a los ejercicios físicos basada
en los juegos y deportes, impulsada por Thomas Arnold. En 1868 el Club Atlético de
Nueva York organiza los primeros juegos atléticos. Y de este modo, son destacables
innumerables fechas relevantes en el desarrollo evolutivo de esta modalidad deportiva.
El atletismo está regido por la Federación Internacional de Atletismo Amateur de las
que dependen las federaciones de cada país. Entre las competiciones más importantes se
encuentran los Juegos Olímpicos, Campeonatos del Mundo; Campeonato de Europa,
Campeonatos del Mediterráneo, Juegos Panamericanos, Copa de Europa, Encuentros
Internacionales y Mítines o reuniones atléticas.
Como experiencia educativa podemos decir que siempre resulta muy interesante
organizar una Olimpiada escolar en una jornada que se quiera resaltar por algún motivo
festivo. Recomendamos prepararla muy bien e insistir en que se constituyan equipos por
niveles de edad preferiblemente mixtos con el objeto de fomentar la integración no
sexista.
2. EL CICLISMO
Aunque la práctica del ciclismo siempre ha tenido connotaciones de ocio, podemos decir
que ha ido avanzando hacia una práctica más competitiva. Tanto el hombre como la
máquina se han ido desarrollando, perfeccionando e integrándose íntimamente en la
práctica competitiva. Podemos decir que el ciclismo competitivo según la Federación
Internacional de Ciclismo (FIC), es un deporte que depende del espacio y el tiempo para
poder ser definido. Por ejemplo: el espacio íntimo (el corredor y su bicicleta), el espacio
personal (el corredor en relación con el grupo), el espacio social (el corredor y el grupo)
y el espacio público (el corredor toma como referencia el espacio de otros).
Luego tenemos la dimensión del espacio competitivo, como son los espacios cortos
(contrarrelojes, carreras de pocos kilómetros), espacios medios (ciclocross, carreras
montain bike o todo terrenos…), grandes espacios (reservado al ciclismo de alto nivel
que superan los 250 kilómetros), espacios sucesivos (ciclismo por etapas que se
desarrolla en las vueltas ciclistas).
Además tenemos que tener en cuenta la composición de la superficie competitiva;
152
superficies creadas por el hombre (rutas, pistas, velódromos…), superficies naturales
(donde se dan las carreras de mountain bike por terrenos arcillosos de arena, rocosos…),
superficies construidas por el hombre sin alterar la composición del medio natural (pistas
forestales, cañadas…).
En cuanto al tiempo, decir que el ciclismo está también condicionado por el tiempo
atmosférico y el tiempo de acción o de reloj en el que tenemos las pruebas de corta
duración y las competiciones de larga duración.
Después de haber comentado los parámetros que definen el ciclismo, sólo nos queda
decir las especialidades que lo componen. Tenemos ciclismo de ruta, ya sean
individuales o por equipos; en las individuales, tenemos las carteras en línea, en círcuito,
contrarreloj, cronoescalada, criterium, y tras moto en ruta. Y prueba por equipos tenemos
la contrarreloj y la carrera por etapas. En pista, las individuales son la velocidad, el
kilómetro, la persecución, el keirin, la eliminatoria, la carrera individual por puntos y el
handicap. Y por equipos tenemos la persecución olímpica, el tandem, la americana, los
seis días, el medio fondo tras moto, los omnium o velocidad por equipos y los récords en
el que destaca el de la hora. En el ciclocross tenemos sólo una prueba individual al igual
que en las especialidades diversas como son la BMX, las mountain bike, el trialsin, el
free style y carretera de orientación.
Para la creación de ambiente lúdico deportivo recomendamos la preparación de una
gymkana en bici pues tiene éxito asegurado. Para la celebración de un día festivo que
queremos tenga repercusiones en el barrio o la población entera, recomendamos la
organización de una marcha en bici por la ciudad con banderas de colores para cada
participante; un coche guía y un coche escoba serán complementos perfectos.
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Leandro, posiblemente el primer nadador del que tiene constancia los tiempos.
Enamorado de la joven Hero, Leandro de Abydos recorría a nado cada noche una
distancia no inferior al kilómetro en el Helesponto. Hero, sacerdotisa del templo de
Venus, en Systos, encendía un candil en la orilla opuesta para indicar el camino a su
amado, que repitió durante semanas, meses, quizá años, una epopeya que con los siglos,
en 1810, repetiría, para lección de escépticos, el mismísimo lord Byron.
• El crawl o estilo libre. Este estilo se caracteriza por la acción de los brazos
como si fueran aspas de molino, acompañada por un aleteo vertical de las
piernas.
• La espalda. El cuerpo debe colocarse lo más horizontalmente posible sobre el
agua, mirando hacia el cielo. El batido es parecido al libre, con la diferencia
de que las rodillas miran hacia arriba y se doblan al subir y no al bajar.
• La braza. Es el estilo más lento porque es el que tiene mayor resistencia
frontal al avance. Además, su mecánica de movimientos es la menos eficaz,
sobre todo porque los brazos deben permanecer casi constantemente por
debajo del agua.
• La mariposa. Consiste en dos acciones simétricas: una de piernas y otra de
brazos. Debajo del agua, las manos siguen una trayectoria en forma de doble
«s».
Recomendamos la organización de campeonatos de cada uno de los estilos y,
además, de relevos por equipos con los cuatro estilos. Por otro lado, siempre resulta
atractivo y divertido un concurso de saltos.
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19. DEPORTES ALTERNATIVOS
1. TRIATLÓN
Muchos se paran a pensar qué significa esta palabra, algunos ni siquiera la relacionan
con el deporte; afortunadamente, hoy día, este novedoso deporte que apenas tiene tres
décadas, posee ya gran cantidad de seguidores que han hecho que sea considerado
deporte olímpico.
Para algunos, este extraño (por no decir loco) deporte, no llegaría nunca a cuajar, y
de hacerlo, siempre sería un deporte para recoger fracasados de la natación, el ciclismo,
o el atletismo. Sí es cierto, que puede ser, y de hecho lo es, una alternativa para aquellos
que no llegan donde sus expectativas, pero también es cierto, que para llegar a la elite de
este deporte, hay que tener un nivel profesional en las tres disciplinas (lo que pone el
listón mucho más alto).
Objetivos: Si queremos desarrollarlo como un juego coeducativo, pueden participar
155
grupos mixtos. Ayuda a formar grupos y también es rompehielos. Desarrolla la
psicomotricidad gruesa general. Pero sobre todo es un juego de resistencia.
Destinatarios: A partir del primer ciclo de Secundaria (12 años) debido a que el jugador
debe realizar un esfuerzo considerable y conocer las reglas de tres deportes. Se ha de
jugar contando siempre, y más aún en este caso, con la cercanía del monitor o
profesor que estimule, apoye y oriente, mientras controla el desarrollo del juego.
Desarrollo: Las tres disciplinas que constituyen el Triatlón son: Natación, Ciclismo y
Atletismo. Deben de realizarse en ese mismo orden y a tiempo corrido, teniendo en
cuenta que el sector ciclista debe de realizarse como una contrareloj, es decir, no
está permitido la formación de grupos. Hay que tener en cuenta, que su atractivo
precisamente está en que es una prueba individual, lo que nos lleva a agrupar
corredores de todos los niveles en una carrera; gracias a esto, una persona que
practique deporte con cierta normalidad, se ve capacitado para al menos terminar la
prueba; hecho que no puede ocurrir en otros deportes por temor a quedar fuera de la
participación, y que afortunadamente no ocurre en el Triatlón, por ser todo
individual y tener un cierre de control bastante amplio. El juego consiste en que
cada participante debe realizar las tres pruebas.
Variantes:
— Como variante, se puede realizar un Triatlón por grupos en lugar de individual.
— Si se hace en clase de Educación Física, se dividirá la clase en dos grupos y
deberán de realizar la serie de pruebas por separado controlando el tiempo de
cada grupo. El grupo que termine en menos tiempo será el ganador.
2. BALL-NETTO
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Objetivos: Los participantes de este juego pueden desarrollar capacidades para:
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1. Lanzar la bola verticalmente hacia arriba.
2. Recepcionarla y volver a lanzarla.
3. Golpearla varias veces seguidas.
4. Lanzarla hacia arriba y adelante e ir corriendo para recepcionarla o bien para
golpearla de nuevo, intentando que no caiga al suelo.
5. Lanzar la bola contra una pared o frontis, a modo de frontón, golpeándola
varias veces seguidas sin que caiga al suelo.
6. Por parejas, se pasa la bola golpeándola con la red.
7. Variando las distancias: cortas, medias y largas.
8. Variando las trayectorias de la pelota: casi horizontalmente, a media altura y
muy altas y curvas.
9. Por tríos, pasarse la bola, triangulando en ambas direcciones. También se
puede jugar por cuartetos y quintetos y también jugar individuales (uno
contra uno) colocando una red de bádminton.
10. Juego de dobles.
11. Sin red.
12. Con red.
13. Juego competitivo, en un campo de badminton, con red, adaptando las reglas
del bádminton, o bien pactando algunas reglas y el tanteo entre los jugadores.
14. Individuales.
15. Dobles.
16. Por tríos. Por cuartetos. Por quintetos.
3. FRISBEE
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El frisbee nació de un simple juego, al que jugaban un grupo de jóvenes con los moldes
de las tartas. El primer frisbee fue patentado por Walter Frederick Morrison al que llamó
«Pluto Platter», pero lo fabricó de un material que al caerse se rompía. Con la llegada de
las fábricas de plástico, el frisbee empieza a tener un futuro prometedor. El frisbee va a
tener gran impulso y desarrollo a partir de 1950, cuando una fábrica de juguetes compra
la patente y lanza el nuevo «frisbee» que va a tomar el nombre del pastelero con alguna
modificación, frisbbie por «frisbee». El nuevo frisbee de plástico volaba sin ningún
problema y además no se rompía. Entonces se empieza a estudiar el reglamento y los
niveles de aptitud, y una vez terminado, se pudo decir que había surgido un nuevo
deporte.
Su lugar de origen es California, se extiende rápidamente por todos los Estados
Unidos. En 1968 Joel Silver y Buzzy Hellring crean un deporte colectivo con frisbee que
se llama «Ultimate». La gran popularidad del Frisbee en los años setenta hace que este
deporte cruce el Atlántico invadiendo Europa a través de Francia en 1973.
Objetivo: Es un juego de habilidad no de fuerza.
Destinatarios: Pueden jugar chicos y chicas y jugadores de distintas edades de manera
integrada. A partir de 6 años.
Desarrollo:
FORMAS DE COGER EL DISCO
El disco se coge con el dedo pulgar sobre la parte superior del disco y el dedo
índice extendido a lo largo del borde y los dedos restantes en la parte inferior
159
del disco. Esta forma es la más común de coger el disco pero puede sufrir varias
modificaciones:
— Con el índice y corazón por dentro.
— Con el pulgar dentro.
LANZAMIENTOS
160
piernas, y simultáneamente extendemos el brazo ejecutor, así como la muñeca con
un golpe seco para dar impulso.
• Lanzamiento por el pulgar: el disco se coge con la yema del pulgar y el talón de la
mano presionando sobre el borde interno, el resto de los dedos sujetarán el disco por
el borde externo. El brazo y hombro libres apuntan hacia la dirección que queremos
lanzar, el brazo ejecutor estará flexionado a la altura del hombro, la pierna contraria
está adelantada.
Para lanzar hacemos rotar el tronco a la vez que se extiende el brazo lateralmente y
hacia adelante, para al final dar un golpe seco de muñeca y del dedo pulgar.
• Lanzamiento por entre las piernas: el disco se coge de la forma más común
llevándolo por detrás de las piernas que estarán abiertas y semiflexionadas,
metiendo la mano y el disco de detrás hacia delante por entre las piernas.
Para lanzar daremos un impulso seco y fuerte de extensión de la muñeca.
Existen muchas más técnicas y se pueden improvisar otros tipos de lanzamientos e
incluso se pueden mezclar.
Hay varias formas de recepcionar el disco cuando vuela. Estas maneras van a
depender de cómo nos llegue disco, es decir, se recepcionará de acuerdo con la
altura a que nos llegue o vuele el disco.
Cuando el disco nos llega por encima de la cintura, debemos recepcionarlo o
capturarlo con el dedo pulgar mirando hacia abajo.
Si por el contrario, el disco vuela o nos llega a una altura de la cintura para abajo,
debemos capturarlo con el pulgar mirando hacia arriba.
La recepción es más importante de lo que a simple vista pa-rece, pues, tanto en el
Libre estilo como en juegos competitivos de equipo es de vital importancia que tras
una buena recepción se haga un buen lanzamiento, pase, etc., por lo que se realizan
enlaces o encadenamientos «recepción-lanzamiento».
Material: Actualmente los discos se hacen de polipropileno de alta calidad, pero
también los hay de otros plásticos inferiores. Para ver si es de buena calidad es
necesario comprobar que es flexible para que no se rompa cuando se golpee. Otra
cosa a tener en cuenta es el peso del disco, que oscila entre los 90 gr hasta los 175
gr. Es recomendable para jugadores más pequeños, un disco ligero que oscile entre
los 100 gr o 120 gr; para los jóvenes y adultos es recomendable un disco más pesado
que oscile entre los 120 gr o 140 gr. Los discos son de forma redonda y plana,
pudiendo variar el tamaño, siendo el disco medio de 25 cm de diámetro.
Los discos suelen ser de colores llamativos como rojo, amarillo, azul…, para
favorecer la visibilidad en el vuelo. Para que el vuelo sea estab1e es necesario una
161
buena relación tamaño y peso. Los frisbees reglamentarios en competiciones y
campeonatos oficiales son de la marca World-Class.
Variantes:
4. ULTIMATE
Objetivo: El objetivo del juego es intentar ganar al equipo adversario marcando más
goles y para ello tendrá que haber desmarques y pases sucesivos entre los jugadores.
El equipo que está en posesión del «frisbee» será el equipo atacante el otro el
defensor. Se marca gol, cuando un jugador del equipo atacante consigue recibir
dentro de la zona de gol del otro equipo un pase de un compañero y posa el disco en
el suelo. El objetivo del equipo defensor es interceptar los pases del otro equipo,
haciéndose con el disco y así convirtiéndose en equipo atacante.
Destinatarios: Por tratarse de un juego colectivo donde la coordinación del grupo tiene
un papel importante se recomienda a partir de 8 años.
Desarrollo: El ultimate es el frisbee colectivo en el que compiten 2 equipos de 7
jugadores cada uno, que trata mediante rápidos desmarques para recibir precisos
pases, de marcar el mayor número de goles o tantos en la zona final o de ensayo del
equipo contrario.
Tiene 2 puntos específicos esenciales, uno que el instrumento de juego utilizado es
162
un disco volante de plástico; y otro que las reglas están fundamentadas en el
autoarbitraje y la no violencia.
Estas dos importantes características hacen que se diferencie bastante de los demás
deportes colectivos, y le dan valores educativos como la cooperación y el compartir,
y además disfrute y diversión.
Tiene este juego rasgos semejantes a otros deportes de equipo tales como el rugby o
fooball americano por la rapidez de desplazamientos de los jugadores, por las zonas
de ensayo o gol de campo, y también se parece al baloncesto por poder pivotar sobre
un pie, y por la prohibición del contacto físico entre los jugadores. Es por lo tanto,
un deporte de movimientos rápidos, sin contacto y competitivo, con bastante
libertad en sus reglas. Su filosofía es gozar del juego y el respeto mutuo entre los
jugadores, por lo tanto es altamente positivo para su introducción en los programas
de educación física escolar como deporte alternativo, tanto por suponer un nuevo
recurso didáctico ante los deportes más habituales en nuestro entorno y en nuestras
clases, como por los valores que de su práctica podemos sacar, beneficiando con
todo ello a nuestros alumnos, que al fin y al cabo es nuestra meta como educadores.
Se juega en un campo rectangular, llano de 50 m, por 35 m de largo y de ancho
respectivamente y por una zona final en cada extremo del rectángulo también
llamado zona de gol de 25 m de largo por 35 m de ancha.
El disco que se utiliza para jugar es de 165 grs.
El partido tiene una duración de 25 minutos cada período, constando de dos
períodos.
No se puede correr con el disco en la mano, siendo además limitada la posesión del
disco de 10 segundos por jugador.
EL PARTIDO
Un partido tiene dos períodos de 25 minutos cada uno, que hacen un total de 50
minutos de juego, más un descanso en la mitad de 10 minutos.
Se pone el cronómetro en marcha cada vez que se pone en juego el disco, parándose
en cada interrupción del juego por la razón que sea, gol, tiempo muerto, falta, lesión,
etc.
Se permite a cada equipo 3 tiempos muertos en cada período del partido y uno en la
prórroga, de una duración de 2 minutos cada uno, y debiendo estar en posesión del
disco para poder pedir tiempo muerto.
163
El disco debe ser desplazado únicamente mediante pases.
El jugador con posesión del disco no puede avanzar con él.
El jugador con el disco puede pivotar sobre un pie.
El disco sólo puede estar en posesión de un jugador 10 segundos.
Está prohibido hacerse un autopase.
Ante un disco en vuelo tiene preferencia para cogerlo el atacante.
Los jugadores pueden desplazarse por todo el terreno de juego.
Está prohibido el contacto entre jugadores, y un defensor no puede defender a
menos de un metro.
Si un jugador defensor comete falta dentro de su zona de gol, saca el equipo
contrario desde fuera de dicha zona en el punto más cercano al lugar de la falta.
Cuando un equipo consigue un gol, cambia de campo y por lo que su dirección de
ataque, además hace el saque de puesta en juego.
Para comenzar a jugar ambos equipos deben encontrarse detrás de sus líneas de gol,
lanzando el disco un jugador defensor hacia el equipo atacante.
Variantes: Cambiar las reglas del juego haciéndolas más asequibles a las circunstancias
reales donde vaya a desarrollarse.
Como variantes del ultimate existen estos otros juegos: El guts y El doble disco.
5. GUTS
164
6. EL DOBLE DISCO
Desarrollo: Este deporte colectivo se juega por parejas, y cada una esta en posesión de
un disco dentro de su campo. A la señal del árbitro el juego comienza mediante
lanzamientos simultáneos de discos a discreción hasta que se produce un tanto o un
nulo, esto se produce cuando un disco cae dentro de los límites del campo contrario
o si el disco sale fuera, en este caso el punto para el equipo contrario.
Un partido se disputa a 3 juegos de 15 tantos cada juego, cada juego se debe ganar
por una diferencia de 2 tantos como mínimo.
El campo consta de 2 zonas o campos cuadrados de 12 m por 12 m de largo y ancho,
separados por un espacio de 15 m de largo por 12 m de ancho.
5. BÁDMINTON
165
Lo más probable es que el bádminton derive del antiguo juego denominado batledore
and shuttlecock. Está representado en dibujos griegos, y gozó de popularidad en China y
otros países del Extremo Oriente hace unos dos mil años. Durante siglos fue un
pasatiempo entre los niños de Gran Bretaña. El battledore o raqueta tenía una cabeza
oval provista de una red o cubierta de piel por ambas caras, y el shuttlecook o volante
consistía en una base de corcho en la que se clavaban varias plumas. El juego consistía,
simplemente, en contar las veces que los jugadores se devolvían mutuamente la pelota
antes de fallar una devolución.
En una de las antiguas raquetas cubiertas de piel que se conservan en la mansión
bádminton, cuna de este deporte, está escrito que Lady Henryeta Somerset devolvió con
ella el volante más de dos mil veces, en un partido que jugó contra una amiga.
El nombre de bádminton procede de por tanto de la casa señorial antes mencionada,
residencia del duque de Beaufort, gran deportista.
Objetivos: Desarrolla la atención y la reacción de los reflejos, el autocontrol y el
equilibrio.
Destinatarios: Chicas y chicos a partir de 10 años.
Desarrollo: El bádminton es un juego de raqueta, disputado entre dos o cuatro
jugadores, que consiste en lanzar un volante de corcho con plumas por encima de
una red.
166
Para el principiante es un juego fácil de aprender, y por ello en seguida resulta
posible tomar parte en competiciones y encuentros. Para el jugador experto exige
tanta resistencia como el squash, e incluso mayor movilidad que el tenis. Es un
juego que requiere buen golpe de raqueta, habilidad para engañar al contrario, tiros
muy precisos, reflejos agudos, velocidad y una serie de tácticas que recuerdan las
utilizadas en el ajedrez.
LA PISTA DE JUEGO
Las dimensiones de la pista son 13,40 m de largo por 6,10 m de ancho. Para mejor
visibilidad del volante, la luz del sol no ha de entrar directamente, y las paredes
deben estar pintabas de color verde mate. El suelo ha de ser de madera de arce no
resbaladiza, y sobre él se pintan o trazan con cinta adhesiva las líneas, de 4 cm de
anchura y preferiblemente blancas.
La iluminación artificial no debe deslumbrar. Lo ideal es colocar cinco o seis
lámparas opacas de 200 vatios a cada lado de la pista. Han de estar paralelas a las
líneas laterales, de 0,60 a 0,90 cm al exterior de estas y a 4,88 m por encima del
suelo.
La temperatura ambiente de la sala no debe pasar de 30 ºC. Los ventiladores no han
de desviar el vuelo del volante.
Conviene tener en cuenta que estas son las condiciones óptimas; la necesidad obliga
en muchas ocasiones a jugar al bádminton en condiciones que no son precisamente
las ideales. En los países tropicales, si por las tardes no sopla el viento, se puede
jugar al aire libre.
Los postes de 1,55 m de alto y preferiblemente de metal, se sujetan fuertemente al
suelo en las líneas laterales. La red, de malla oscura ribeteada por una cinta blanca
de 7,5 cm, se tensa por medio de una cuerda que corre por el interior de la cinta, de
tal manera que quede a una altura de 1,52 m sobre el suelo en su parte central.
Material: El equipo de bádminton ha de ser delicado y, a la vez, fuerte a fin de que sea
efectivo.
El reglamento no estipula dimensiones para las raquetas, pero lo corriente es que
tengan 66,04 cm de largo y una cabeza oval de 25,4 cm por 20,32 cm. Las mejoras
introducidas en los últimos tiempos afectan sobre todo al mango: algunos están
levemente aplanados, otros son algunos centímetros más largos de lo normal, e
incluso los hay hechos de carbono. En todos los casos la finalidad perseguida es dar
mayor velocidad a la cabeza de la raqueta. Un fabricante afirma que, en un golpe
perfectamente cronometrado, el volante abandona la raqueta a una velocidad de 236
km/h. Sin embargo, el volante pierde velocidad mucho más deprisa que una pelota
de tenis.
167
Los volantes son también muy delicados, y raras veces duran más de una hora. Hay
dos clases de volantes: los emplumados y los de plástico. Los tradicionales volantes
emplumados, aunque resultan bastante caros, son los preferidos de los grandes
jugadores, por su tacto perfecto, su buen vuelo y su capacidad de recuperar el
equilibrio después de haber sido lanzados. Los de plástico y nailon son satisfactorios
para juveniles y encuentros amistosos; son más baratos y de mayor duración.
El volante emplumado consiste en una base de corcho circular cupuliforme, cubierto
de la piel de cabritilla, y que lleva dentro un trocito de plomo, sin el cual el volante
apenas recorrería unos centímetros. El peso de esos trocitos de plomo es muy
variable, y cuanto mayor es, más deprisa vuela el volante. El peso de los volantes
oscila entre 4,73 gr (lento) y 5,51 gr (rápido).
Los volantes de plástico son muy sensibles. La principal diferencia es que en lugar
de plumas tienen una «falda» de plástico perforado. La base puede ser de corcho o
de goma. Para mejorar la visibilidad del volante sobre las paredes de colores claros,
la «falda» de plástico suele tener coloración amarilla.
6. BATINTON
168
20. JUEGOS Y DEPORTES POPULARES
En toda la geografía española podemos encontrar juegos y deportes que han surgido de
las raíces de la cultura del lugar. Por ejemplo:
• Corta de tronco en Soria.
• Levantamiento de piedra en Navarra.
• Corte de hierba en Euskadi.
• La petanca en Andalucía.
Relacionados, también, con el medio natural encontramos en otros países algunos
deportes autóctonos que, junto a los anteriores, nos pueden servir como sugerencias para
crear algún otro deporte contextualizado y a la vez divertido durante los días de un
campamento. Por ejemplo, tenemos noticias de que en Escocia se compite en dos tipos
de levantamiento:
• Levantamiento de tronco.
169
• Levantamiento de hacha.
Además existen multitud de juegos populares que no deben perderse bajo ningún
pretexto. Son parte de nuestro patrimonio cultural y con ellos se han divertido muchas
generaciones. Es conveniente que en cada lugar se hiciera un elenco, con la ayuda de
nuestros mayores, de estos juegos para que los más jóvenes sigan conociéndolos y
disfrutando con ellos. Además, los juegos populares tienen la ventaja de que no
requieren casi ningún material y por tanto son muy fáciles de organizar.
1. EL PAÑUELITO
170
problema que habría sería el tiempo.
— Si por alguna razón, como pasa en el párrafo anterior, dependiésemos
del tiempo, la solución sería otra variante que consiste en proclamar
equipo ganador al grupo que mayor número de participantes tenga en
un período de tiempo determinado que sería fijado previamente para
evitar conflictos sociales.
— Otra variante para adaptarlo al área curricular sería cambiar los
números por letras, animales, elementos químicos, colores, frutas,
profesiones, etc.
— Al cambiar los números por letras pasamos del área de matemáticas al
área de lengua. De la misma forma, si lo que nos interesa es reforzar
el vocabulario de los niños, también podríamos aplicarlo, lo que
ocurre es que los miembros de los equipos tienen que corresponderse
a determinadas palabras y esto tiene que ser fijado por el animador.
Simplemente, se escribe en dos papeles las palabras y se le entregan
a los niños para que se las repartan. Esta variante es típica para el
primer curso del segundo ciclo de Primaria, donde los niños ya saben
leer. Otro objetivo desarrollado con esta variante seria la memoria,
ya que si la palabra no es muy conocida por el niño tiene que
recordarla en todo momento.
— El cambio de los números por los elementos químicos es para cursos
muy avanzados donde los niños empiecen a aprender la tabla
periódica de los elementos químicos. Dentro de esta variante, para
hacer el juego más divertido se podría hacer que los participantes,
dependiendo del elemento químico, se comportasen como tal, por
ejemplo, el plomo (al ser un elemento muy pesado tienen que ir
como si le pesasen las piernas), el neón (al ser un gas se mueve con
facilidad), etc.
— También se podría hacer, aunque solo en cursos que dominen el tema,
que los alumnos que tengan que salir y recoger el testigo, antes de
recogerlo decir el símbolo del elemento al animador y después
regresar. Esta variante tiene bastante dificultad, por lo que hay que
tener en cuenta el curso y los niños a los que se aplica.
— Si cambiamos los números por los animales o plantas el área curricular
que reforzaríamos sería conocimiento del medio. Dentro de esta
variante, si el curso ante el que nos encontramos es infantil,
podríamos hacer que los niños en su recogido hacia el animador
imitasen al animal que les corresponda.
— Otra variante aplicada dentro del área curricular de educación física
sería cambiar la carrera por cualquier otro ejercicio de dinámica
171
general como: el salto con sus respectivas modalidades (a la pata
coja, con un pie, con el otro…), cuadrupedia (a cuatro patas, como
los cangrejos…).
— Una variante podría ser cambiar el pañuelito por caramelos u otros
objetos que motiven aún más este juego.
2. EL PAÑUELO MATEMÁTICO
172
número. En lugar de decir el número, el animador nombra una operación
matemática cuya solución es el número de un miembro de cada equipo que
deben levantarse del suelo, correr y coger el pañuelo.
• Material: Un pañuelo.
• Variantes:
— Estar sentado de espalda, boca abajo, de rodillas, etc.
— Se aumenta el grado de dificultad en las operaciones.
— Utilizar patas de animales para las operaciones. Ejemplo: 2 perros + 2
gallinas.
— Cambiar el pañuelo por otro objeto.
— Formar más de dos equipos.
3. PIES QUIETOS
4. PIMAGUA
173
• Introducción: Este juego está formado a su vez por tres juegos populares:
Pisaglobos, Marro y Guarida. Como se puede observar, el nombre del
juego original está formado por las iniciales de los tres que lo forman.
Bascones, L. M. (1995): Juegos para la animación de ambientes.
En definitiva, estos tres juegos han sido adaptados para que se ofrezca un
ambiente competitivo ya que dividimos la clase en dos grandes grupos.
Utilizamos para ello una estrategia que nos puede ayudar a agrandar las
relaciones sociales de la clase. Todos los alumnos se colocan en círculo y
se les da un cordel de color rojo a uno y al que está al lado (que
normalmente suele ser su amigo) uno de color azul. Posteriormente se
hacen los equipos rojo y azul según el color del cordel que le haya
correspondido a cada uno.
A continuación vamos a analizar por separado los objetivos, desarrollo y
variantes de cada juego. La edad a la que va dirigida es común en los tres
juegos, que en realidad forman uno sólo.
• Destinatarios: A partir de los 6 años (primer curso de Primaria). El niño de esta
edad se encuentra en lo que Piaget denominó Etapa de Operaciones
Concretas (6 a 12 años).
El desarrollo de los valores morales coincide con el desarrollo cognitivo del
niño. Los niños no pueden hacer juicios morales hasta que hayan alcanzado
cierto nivel de madurez cognitivo, que incluye el desprenderse de gran
parte de su pensamiento egocéntrico. Alcanza esta madurez cognitiva en
parte a partir del proceso normal de maduración, pero en su mayoría como
resultado de la integración con otros de su misma edad y con los adultos.
Paulatinamente aprende a tomar sus propias decisiones. Se ve a sí mismo
igual que sus mayores. A medida que va creciendo, va ampliando su punto
de vista. En general, decide qué reglas va a seguir y comienza a formar su
propio código moral.
El juego es algo característico en todos los mamíferos y a través de éste, los
niños crecen: aprenden a utilizar sus músculos, desarrollan la capacidad de
coordinar lo que ven con lo que hacen, desarrollan el sentido del dominio
de su cuerpo, descubren cómo es el mundo y cómo son ellos adquiriendo
nuevas destrezas y aprendiendo diferentes situaciones. A través del juego el
niño madura. El juego constituye una parte tan integral de su vida que no
pueden hacer una diferenciación completa entre la realidad y la fantasía. En
esta etapa, los juegos que dominan son los juegos formales que tengan
rutinas y reglas. El niño juega en un grupo que está organizado, con el
propósito de hacer algún producto material, o tratando de obtener alguna
meta competitiva, o de dramatizar situaciones de la vida adulta y de grupo,
o jugando algún juego preestablecido.
174
• Materiales: Aros, lana, conos y globos.
175
• Objetivos: Desarrollar la concentración y la iniciativa. Observación. Potenciar la
agilidad, los reflejos y la velocidad de reacción.
• Desarrollo: Se distribuyen varios aros (dependiendo del número de jugadores) por
todo el espacio comprendido en el interior del campo. Delimitamos con
conos un circuito por el que deben ir paseando los jugadores de los dos
equipos. Los jugadores, a la señal, salen corriendo hacia cualquier aro
(guarida) para introducirse en él cuantos puedan. Quien quede fuera de los
aros se elimina; por cada señal que se dé se van quitando uno o dos aros
para ir eliminando a más participantes. Al final ganará aquel equipo que
tenga más miembros dentro de un solo aro.
• Variantes: Señalamos el número de personas que pueden entrar en cada aro; se
deben dirigir a los aros a pata coja, en cuadrupedia, etc.
176
Bibliografía
177
WANCEULEN, A. (1992): Las escuelas de fútbol. Librería Esteban Sanz. Madrid.
178
Índice
Portada 2
Créditos 5
Dedicatoria 7
Índice 8
Presentación 12
PRIMERA PARTE: EDUCAR EN EL DEPORTE. PRINCIPIOS
16
PEDAGÓGICOS
1. Tiempo Libre y Deporte 17
• La cultura del ocio 17
• La educación en el tiempo libre 18
• Desde el ocio a la transformación social 19
• Un Proyecto Educativo en el tiempo libre 21
• Sentido lúdico y recreativo de la actividad física y el deporte 22
• El deporte como educación en el tiempo libre 23
• El criterio preventivo en la educación en el tiempo libre 24
• El deporte: lugar de prevención 26
2. El deporte: concepto y tipologías 28
• El deporte en la Historia de la humanidad 28
• Definiciones de deporte. 30
• Tipologías de los deportes 32
• Razones para hacer deporte 33
3. Modelos de intervención educativa en la actividad física y el deporte 35
• Enseñar en el deporte 35
• Aprender con el deporte 36
• Deporte y Educación Física 36
• Complementariedad pedagógica entre la Escuela y la Educación en el
37
tiempo libre
• Principios fundamentales de intervención educativa en la actividad física
39
y el deporte
• El rendimiento deportivo: reflexiones y propuestas educativas 40
4. Pedagogía de la animación deportiva 43
• Justificación pedagógica de la animación deportiva 43
• La animación deportiva como educación no formal 44
179
• Actualidad de la educación en valores 45
• Animación deportiva y educación en valores 46
• Animación deportiva y educación para la convivencia 47
• Coeducación deportiva 48
5. Valores y contravalores del deporte 51
• Ambigüedad educativa del deporte 51
• Valores educativos del deporte 52
• Contravalores educativos del deporte 53
• Valores y contravalores del deporte: actitudes y comportamientos 56
• La fórmula de la deportividad 57
6. La violencia como problema particular en la educación deportiva 61
• La violencia en la sociedad 61
• La violencia en el deporte 62
• Factores que favorecen la violencia en el deporte 63
• Propuestas de intervención para afrontar la violencia en el deporte 64
7. Atención a la diversidad en la educación deportiva 69
• El deporte, una vía para la integración 69
• Deporte y atención a la diversidad 70
• Elementos que causan diversidad 71
• Integración para la normalización 72
• Necesidad de la primacía del aspecto lúdico sobre la competición 73
• Unión de culturas en el deporte 74
8. El animador o monitor deportivo: perfil y funciones 75
• El animador sociocultural y el monitor de tiempo libre 75
• El animador o monitor deportivo 76
• Decálogo del monitor deportivo 77
9. El juego como iniciación al deporte. Los juegos predeportivos 79
• El juego como recurso didáctico 79
• El juego: camino hacia el deporte 80
• Pedagogía de los juegos predeportivos 81
10. Actividades físico-deportivas extraescolares 83
• Las actividades extraescolares 83
• Actividades físicas y deportivas extraescolares 84
• Realización de las actividades deportivas extraescolares 85
• Los clubes y las asociaciones deportivas 85
180
• Las escuelas deportivas 86
• Las federaciones deportivas 87
11. Elementos para un proyecto de animación deportiva 89
• Necesidad de un programa o proyecto 89
• Elementos de un programa o proyecto 90
• Materiales, equipamiento e instalaciones deportivas 93
12. Higiene y prevención de lesiones deportivas 97
• Propósitos y recomendaciones antes de comenzar la práctica de un
97
deporte
• El calentamiento 99
• Descripción de los ejercicios más comunes para el calentamiento 102
13. Nociones básicas de psicología del deporte. Victoria Rodríguez Roldán 103
• Etapas evolutivas 104
• Un deporte para cada edad 106
SEGUNDA PARTE: ACTIVIDADES FÍSICAS Y DEPORTIVAS
108
PARA EDUCAR. PROPUESTAS CONCRETAS
14. Juegos y deportes cooperativos 111
15. Juegos predeportivos de competición 118
16. Juegos predeportivos de integración 135
17. Juegos coeducativos por la igualdad de oportunidades para ambos sexos 142
18. Deportes tradicionales 151
19. Deportes alternativos 155
20. Juegos y deportes populares 169
Bibliografía 177
181